Identidad Sacerdotal

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SEMINARIO DIOCESANO DE SAN JOSÉ

DIÓCESIS DE NEZAHUALCOYOTL.

Licenciatura en Teología.

TRABAJO:
IDENTIDAD SACERDOTAL

Asignatura:
Espiritualidad Sacerdotal.

Docente:
Pbro. Identidad Sacerdotal.

Alumno:
Fernando Reyna López.

1ro de Teología.

SANTA BARBARA, IXTAPALUCA, EDO. MEX. A 10


DE NOVIEMBRE DE 2023.
IDENTIDAD SACERDOTAL.

La identidad sacerdotal es un tema que aborda la conexión profunda entre


los individuos que han asumido el llamado al sacerdocio y su relación con lo
divino, la comunidad y ellos mismos. En esta disertación, exploraremos la esencia
de la espiritualidad sacerdotal, su significado en la vida religiosa y su relevancia en
el contexto contemporáneo, exploraremos algunos aspectos clave de la
espiritualidad sacerdotal, destacando su importancia, desafíos y la relevancia en el
mundo contemporáneo.

«La identidad sacerdotal —han afirmado los Padres sinodales—, como toda identidad
cristiana, tiene su fuente en la Santísima Trinidad», que se revela y se auto comunica a los hombres
en Cristo, constituyendo en Él y por medio del Espíritu la Iglesia como «el germen y el principio de
ese reino. (II J. P., 1992, pág. No 12)

El sacerdocio no es simplemente una elección de una carrera o una


profesión, sino una respuesta a un llamado de parte del Señor. Aquellos hombres
que, abrazado el sacerdote ministerial de Cristo, han experimentado una llamada
interna que los impulsa a dedicar sus vidas al servicio de Dios y la comunidad.
Este llamado es el cimiento sobre el cual se construye la identidad sacerdotal,
guiándolos en su misión de ser intermediarios entre lo terrenal y lo divino o bien
como he decimos coloquialmente el puente entre Dios y los hombres, en esta
relación de orden entre el sacerdocio común y ministerial

Si bien es cierto ¨ el fin que buscan los presbíteros con su ministerio y con su vida es el
procurar la gloria de Dios Padre en Cristo. Esta gloria consiste en que los hombres reciben
consciente, libremente y con gratitud la obra divina realizada en Cristo, y la manifiestan en toda su
vida. En consecuencia, los presbíteros, ya se entreguen a la oración y a la adoración, ya prediquen la
palabra, ya ofrezcan el sacrificio eucarístico, ya administren los demás sacramentos, ya se dediquen
a otros ministerios para el bien de los hombres¨ (II C. V., 1965, pág. No 2)

Uno de los pilares fundamentales de la identidad sacerdotal es la oración.


Los sacerdotes buscan la comunicación constante con lo divino a través de la
oración, lo que les brinda fuerza espiritual, discernimiento y la capacidad de
enfrentar los desafíos de su ministerio con confianza. La oración se convierte en
un medio para renovar su compromiso con Dios y la comunidad, fortaleciendo así
su conexión espiritual.

Además de la oración, la identidad sacerdotal también se manifiesta en la


celebración de los sacramentos. Los sacerdotes administran sacramentos como la
Eucaristía, la confesión y la unción de los enfermos, actuando como instrumentos
a través de los cuales la gracia divina fluye hacia la vida de los creyentes. Estos
rituales no solo son actos simbólicos, sino que también son expresiones tangibles
de la presencia de lo divino en la vida cotidiana, en pocas palabras, ¨ cada uno de los
presbíteros se une, pues, con sus hermanos por el vínculo de la caridad, de la oración y de la total
cooperación, y de esta forma se manifiesta la unidad con que Cristo quiso que fueran consumados
para que conozca el mundo que el Hijo fue enviado por el Padre¨ (II C. V., 1965, pág. No 8)

Sin embargo, el sacerdocio no está exenta de desafíos. Los sacerdotes a


menudo enfrentan el dilema de equilibrar sus responsabilidades pastorales con
sus propias necesidades espirituales. El agotamiento emocional y la soledad son
riesgos inherentes al servicio sacerdotal, lo que destaca la importancia de un
fuerte apoyo comunitario y una vida espiritual personal sólida.

En el contexto actual, el sacerdote se enfrenta a desafíos adicionales


debido a los cambios culturales y sociales. La disminución de la práctica religiosa
en algunas comunidades y el cuestionamiento de las estructuras eclesiásticas
tradicionales pueden afectar la percepción y la práctica del sacerdocio. Sin
embargo, estos desafíos también ofrecen oportunidades para una renovación
espiritual y una adaptación creativa a las necesidades cambiantes de la sociedad.

¨ ciertamente la vida y el ministerio del sacerdote deben también «adaptarse a cada época y
a cada ambiente de vida... Por ello, por nuestra parte debemos procurar abrirnos, en la medida de lo
posible, a la iluminación superior del Espíritu Santo, para descubrir las orientaciones de la sociedad
moderna, reconocer las necesidades espirituales más profundas, determinar las tareas concretas más
importantes, los métodos pastorales que habrá que adoptar, y así responder de manera adecuada a
las esperanzas humanas¨ (II J. P., 1992, pág. No 6)
De acuerdo con Juan Pablo II ¨Con la caridad pastoral, que caracteriza el ejercicio del
ministerio sacerdotal como «amoris officium» «el sacerdote, que recibe la vocación al ministerio, es
capaz de hacer de éste una elección de amor, para el cual la Iglesia y las almas constituyen su
principal interés y, con esta espiritualidad concreta, se hace capaz de amar a la Iglesia universal y a
aquella porción de Iglesia que le ha sido confiada, con toda la entrega de un esposo hacia su
esposa»¨ (II J. P., 1992, pág. 23)

En conclusión, identidad sacerdotal es un aspecto vital de la vida religiosa


que implica una conexión profunda con lo divino, la comunidad y uno mismo. A
través de la oración, la administración de sacramentos y el servicio pastoral, los
sacerdotes buscan guiar a las personas hacia una comprensión más profunda de
su fe y su relación con Dios. A pesar de los desafíos que enfrentan, la identidad
sacerdotal sigue siendo relevante y significativa en el mundo contemporáneo,
pues esta se fundamente en Cristo, es el mismo quien hace participes a hombre
elegidos por él, ofreciendo una fuente de inspiración y guía espiritual para aquellos
que buscan un significado más profundo en sus vidas

En definitiva, ¨ La vocación sacerdotal es esencialmente una llamada a la santidad, que


nace del sacramento del Orden. La santidad es intimidad con Dios, es imitación de Cristo, pobre,
casto, humilde; es amor sin reservas a las almas y donación a su verdadero bien; es amor a la Iglesia
que es santa y nos quiere santos, porque ésta es la misión que Cristo le ha encomendado. Cada uno
de vosotros debe ser santo, también para ayudar a los hermanos a seguir su vocación a la santidad. ¨

En pocas palabras de acuerdo con el directoria ¨ El sacerdocio ministerial encuentra su razón de ser
en esta perspectiva de la unión vital y operativa de la Iglesia con Cristo. En efecto, mediante tal
ministerio, el Señor continúa ejercitando, en medio de su Pueblo, aquella actividad que sólo a Él
pertenece en cuanto Cabeza de su Cuerpo. Por lo tanto, el sacerdocio ministerial hace palpable la
acción propia de Cristo Cabeza y testimonia que Cristo no se ha alejado de su Iglesia, sino que
continúa vivificándola con su sacerdocio permanente. Por este motivo, la Iglesia considera el
sacerdocio ministerial como un don a Ella otorgado en el ministerio de algunos de sus fieles. ¨
(CLERO, 1994, pág. No 1)
En este sentido, considero algunas propuestas que pueden ser de gran utilidad
para el desarrolla de una espiritualidad sacerdotal a ejemplo de Cristo buen
Pastor.

 Los encuentros de espiritualidad sacerdotal, como los Ejercicios


espirituales, los días de retiro o de espiritualidad. Son ocasión para un
crecimiento espiritual y pastoral; para una oración más prolongada y
tranquila; para una vuelta a las raíces de la identidad sacerdotal; para
encontrar nuevas motivaciones para la fidelidad y la acción pastoral
 Tener en cuenta siempre que Cristo es el centro de la identidad sacerdotal
y todo se fundamenta en él.

Bibliografía
CLERO, C. P. (1994). DIRECTORIO PARA EL MINISTERIO Y VIDA DE LOS
PRESBITEROS. Roma: Vatican.
II, C. V. (1965). PRESBYTERORUM ORDINIS. Roma: Vatican.
II, J. P. (1992). PASTORES DABO VOBIS. Roma: Vatican.

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