Hornos JFChiti
Hornos JFChiti
Hornos JFChiti
1IIKOS D EC E R A M I C A D E J O R G E F E R N A N D E Z CHITI
J O R G E FERNÁNDEZ C H I T I
/• \ el n utor. ni todo el mundo, con el mayor número de libros de cerámica publicados. la Academia Internacional de Ceránte con sede en Ginebra (Sui;
I ' Mulos fomotextos en 42países. Todavía prohibidos en Argentina, en algunas escuelas de
cerámica oficiales.
C O N D O R H U A S I
<.ONIM>KIHJASl
I'KÚIjCM¿0
IN.VITI U T O D E C E R A M O L O G Í A
Consagrado a la difusión del Arte Cerámico, " I Í O S hoiiios o.- .. • < >ni|>i .ni v li.i.rii" es el lein.i que preside miesti.i
n i las ramas dr Investigación, Enseñanza y Editorial. cusen.ni/.i I I i «'IIMIIIIIMIIO < I I K I . H I . I I K >, lamentablemente, ha entioiu/ado l.i
"muei t< • l( I .i 11< " • i niiprnr | M I I M I , esmalte», honioi... copiar, imitar, plagiar. La
Medrano 1335 mayoil.i del I C I M I I O es adaptada p«»i el "sistema" Pero pocos hay (jue pudieron
11 7!) Buenos Aires (Argentina) subsistir, y comprendieron la doctrina, la filosofía del ceramista, que no se
Telefono y FAX: 827-1070 invenía, U D O q i ) C M I lasmite, y decurso oculta, secreta y castigada durante dos
milenii is,«l( s| .ués de su Iniciación y Revelación, en el antiguo Egipto, atribuida
Cartas dirigirlas a: CONDORHUASI al Hcrmcs Trismcgistos.
gJ'lfllLLl'l DB OORRBO ü N o puede ser considerado a ú n como u n verdadero ceramista quien no
haya hecho su p r o p i o horno. Quien huya del fuego y de la llama, que son la Luz
1412 Buenos Aires (Argentina) de Iniciación. La cerámica barata y superficial, la "ceramiquita del h o r n o
eléctrico" —como la llamamos nosotros— carece de profundidad y de mística.
No es apta para conformar el H o r n o Interior, que es el único que importa.
El presente libro contiene información que no se halla en ninguna otra
DIBUJOS DE VÍCTOR MANUEL GODOY. parte. Como sucedió con nuestros treinta libros anteriores, a ñ o s de estudio, *
e x p e r i m e n t a c i ó n , investigación y pruebas han sido necesarios para elaborar
FOTOS DE TAPA: HORNOS A GAS, LEÑA Y CARBÓN
leyes, deducir correlaciones, proporcionar criterios y fundamentos sanos y
confiables al ceramista que creyó en nosotros. Más de 5Ó0.000 libros nuestros ya
HECHOS POR ALUMNOS DE CONDORHUASI.
han dado la vuelta al mundo, son textos en 42 países, y no tenemos casi tiempo
g ara escribir otros que llevamos dentro, en ciernes, y así será hasta el Final,
uando escribimos u n libro nuevo, "algo" pasa a través de nosotros. Es u n trance
revelador, una trasmisión imponderable aue "sucede", "viene", y se manifiesta a
través de nosotros. Es la Obra, la Misión. L o que va "desde dentro hacia fuera",
por lo cual es llamado "creación". Lo contrario es imitación, copia; o castración,
esterilidad.
E n s e ñ a m o s a construir en el presente libro sólo hornos de llama, ya sean
a gas natural o envasado; a leña; a c a r b ó n ; a aceites derivados del p e t r ó l e o . N o
FOTOCOPIAR LIBROS ES D E L I T O se e n s e ñ a a q u í a construir u n h o m o eléctrico, ya que gran parte de la ruina
PENADO POR L A LEY 11723. espiritual de nuestro arte se debe a ese aparato, que por fortuna los ceramistas
imciados en la "otra cerámica" ya abandonan, pues en todo el m u n d o existe una
INCURREN EN É L Q U I E N E N C A R G A , A U T O R I Z A O R E A L I - ansiedad por trabajar con fuego directo, para así recuperar lo mejor de nuestro
ZA EL F O T O C O P I A D O . L A S CASAS DE FOTOCOPIAS SON arte, su Luz, perdida desde que la cocción a electricidad hizo furor, hasta que
llegó el d e s e n g a ñ o .
RESPONSABLES DIRECTOS. NO D E F R A U D E M O S EL DE-
RECHO DE A U T O R . A P O Y E M O S A L L I B R O A R G E N T I N O . Aconsejamos al ceramista que quiera hacer su horno, comenzar con uno
simple, para avanzar gradualmente hasta lo m á s complejo. N o hacer como
algunos que construyen enormes mamotretos, sin base suficiente n i experiencia
bastante, y luego comprueban que no pasan de 800 grados, o que se agrietan al
funcionar, o que consumen cantidades exageradas de combustible, o que las
piezas salen del horno falladas o abortadas.
La Fornacología, o arte-ciencia de construir hornos, d e b e r í a ser materia
I. S. B . N . 9 5 0 - 4 3 - 6 6 7 7 - 5 básica en las escuelas de cerámica. Ignorar la construcción de hornos es "caminar
con una sola pata", desde el punto de vista cerámico. Esto rige tanto para el
docente y el estudiante, como para el tallerista o el industrial, y t a m b i é n para el
© 1992 Ediciones Condorhuasi artista. Enormes gastos se e v i t a r á n todos ellos, cuando hagan su p r o p i o n o m o ,
Hecho el depósito de ley sin r e c u r r i r a la compra de aparatos que, con gran frecuencia, no e s t á n bien
Impreso en la República Argentina construidos, y otras veces son aberraciones increíbles, como los hornos hechos
I
PRIMERA PARTEl
• m i " l i b i a i cerámicas", que son pésimas como material refractario, y causantes
lie l ü i c o i i i o de c á n c e r pulmonar, riesgo que corre el ceramista que hornea ose
li.ill.i < crea del horno en funcionamiento.
Desde que el Fuego hizo factible la cerámica, un largo camino se r e c o r r i ó
en aquellos lugares donde surgió esta invención cultural, que d e t e r m i n ó en gran i-1 i N i )AM E N i ()S i- ()R NA( :< )i x')( ;i( x )s*
medida todo el destino posterior de la cultura humana, Pero para los "primiti-
vos" h a b í a u n fuego y u n Fuego; una tierra y una T i e r r a ; u n aire y otro Aire
(piieuma en griego, spirüus en latín); un cambio físico y una T r a s m u t a c i ó n . L o
interior es lo que vale en todo el arte de los primitivos, ya sean ellos i n d í g e n a s
americanos, negros africanos, asiáticos, h i n d ú e s , tasmanios, esquimales. £1
vaciamiento de sentido profundo, y el crudo utilitarismo, es lacra de la cultura
que Europa impuso en todo el mundo, lo que masifkó al ser humano, desconoció
los Valores, y e n t r o n i z ó el e c o n o m i á s m o y una idea barata del confort como
valor m á x i m o al que se debe optar. "Consumir" en vez de "Ser"... Competitividad
y no Servicio.
El h o m o es u n sistema y un ente maravillosamente profundo. Se maneja
a través de variables cuyo conocimiento da el Saber. Pero el h o m o de nada
serviría si no es para llegar al H o m o Interior, al Atanor de la videncia. La "otra"
d i m e n s i ó n es la que realmente y vitalmente interesa. Pero esta es censurada,
perseguida p o r el "sistema" y sus e n s e ñ a n t e s adaptadizos.
Prohibidos en escuelas de cerámica totalitarias (aunque cada vez menos),
censurados pero copiados y plagiados, nuestros libros son una ubre que alimenta
al ceramista, a docentes, y t a m b i é n a charlatanes repetidores. En un encuentro"
u n hablador recitó casi de memoria artículos enteros de nuestro Diccionario:
dicho "recitador" los prohibe a sus alumnos, pero en verdad que él los estudia
muy bien... O t r o "inocente" p r e s e n t ó como propios en una revista nuestros
esmaltes rojos de plomo y cromo y sus cristalizaciones, publicados en el Manual
de Esmaltes Cerámicos en 1977: T o m o 2, Cap. 9 (Esmaltes rojos de plomo crudo);
T o m o 3, Cap. 13; T o m o 1, Cap. 1 y 4; y presentados en el Curso Práctico de
Cerámica, T o m o 2, Cap. 14: "Rojos" y "Rojo cristalino". T a m b i é n ha presentado
como novedad nuestro hornito de a s e r r í n publicado en 1970... A I menos ha
dejado de copiar del Keratnik Magazin (revista alemana de cerámica).
Pero es preferible ser ubre que ano (dar en vez de recibir). Ser copiado y
no sufrir la inferioridad de plagiar. T a m b i é n es á u r e o síntoma no ser u n
"ceramista oficial", lameculos de autoridades, comemigas o h i s t é r i c o s
figu racionistas, n i bregar por aparecer mostrando las prótesis dentales, el p é t r e o
rostro, el famélico Yo-Yo en las revistas del sistema (asinus asinumfricat).
Q u i e n lleva en su ombligo (cuzco) el karma de crear siente el Verbo; trabaja
día y noche; descubre; menta liza; trasmite y revela por Oficio. Ese es su destino.
Será denegado p o r los seres inferiores, por los raciona lisias unidimensionales.
Es el Destino de la Verdad, de la entrega a una Obra, y del trabajo diario al borde
mismo del Precipicio.
8 9
T
IMHIIA • ni legu MIS posibles fallas, cambiandoo alterando, por ejemplo, el tiraje
lin nii % de alimentación s e g ú n necesidad. Quien ignora la construcción del E l horno e l é c t r i c o
ÍMima y w limita a n n i i p r a r uno hecho, en realidad se halla maniatado y limitado
M I r l espectro de sus posibilidades creativas. El horno clée trico es lo i/osa mente- limitado y limitativo I J c ei árnica que
| xisie a d e m á s un factor esencial: cuando el ceramista construye su p r o p i o podemos hacer en ¿1 se ve coartada por la fragilidad y atacahilidad de sus
n o m o , todo él sufre un cambio positivo en su ascenso profesional y humano. resistencias eléctrie as, que se lunden, por ejemplo, si queremos liac er reduce io-
Quien "salie de hornos" puede hacer loque desee, hasta construir uno efímero, nes en dichos hornos, ya sea 090 brea, gas u otras materias carbonosas. No
paia s n usado u n solo día, en medio de una m o n t a ñ a . A d e m á s , p o d r á hacer podemos hacer en el horno eléctrico, por lo tanto, n i los esmaltes rojos Sangre
diferentes tipos de hornos y formatos adaptados a cada necesidad, lo que no de Buey, ni los criaciones, porcelana muy blanca (que precisa de p e r í o d o s
p o d í a li.u er por cierto el que se limita a comprarlos. reductivos), cerámica negra, esmaltes de humo, lustres ahumantes, volatilizaciones
con sales, esmaltes de sal de cocina, hiperrealismo escultórico con materias
Kl la< tor económico, por otra parte, es fundamental y determinante en combustibles en su interior, n i muchas otras técnicas que son de gran actualidad
esto. U n horno comprado es costoso y casi siempre de mala calidad. Los buenos e interés cerámico, m á s a ú n , que constituyen casi la base misma del oficio del
hornos comerciales son carísimos: se cobra por ellos una exorbitancia. Los ceramista en la actualidad.
(omunes estás hechos con ahorro de material, ocasionan todo tipo de problemas
al ceramista, no tienen durabilidad razonable. Cuando el ceramista hace su La temperatura m á x i m a alcanzada por el horno eléctrico es t a m b i é n una
propio horno, sólo t e n d r á que adquirif^caolín, arcilla blanca y c h a m ó t e ? y p a g a r á ^ limitación. De ordinario, ya las resistencias se resienten al sobrepasar los 1200
por ellos u n precio irrisorio si los adquiere en mayoristas o c o m p a ñ í a s mineras. grados, si bien existen algunos países donde se fabrican hornos para trabajo
EftO libera al ceramista, d á n d o l e capacidad de maniobra, facilidades para 1 hasta 1300 grados. Pero este ultimo caso no es c o m ú n ; dichos hornos son
ejercer su oficio, y liberándolo del costo exagerado que se cobra por u n horno costosos; y, a d e m á s , la d u r a c i ó n de las resistencias es siempre limitada: no son-
11 nnprado. La traba mayor que impide la difusión de nuestro oficio entre todos eternas, rara vez resisten m á s de m i l horas de uso. Cambiarlas cuesta casi como
los humanos es el horno, pues existen mitos que debemos defenestrar: "los comprar u n horno nuevo. El horno eléctrico, a d e m á s , es " ñ a ñ o s o " (siempre
hornos son caros", "la cerámica no es para la gente c o m ú n " , "las reparaciones tiene algo...). Cuando no son las resistencias, son las llaves o el cablerío, o la
de un horno eléctrico cuestan la mitad del horno",etc. Ello ha hecho que muchos instalación, o los fusibles. Muchas personas han muerto electrocutadas por
posibles artesanos o artistas se alejaran de nuestro arte, que ha pasado a ser u n defectos de estos hornos.
'hobby" o entretenimiento de personas "exclusivas" con dinero y con tiempo.
Mucho p r o g r e s a r á nuestro arte cuando se difundan los conocimientos para E l manejo de atmósferas (oxidante, neutra y reducto ra) no existe en los
hacerse el propio horno artesanal, en cuya construcción —repetimos— el hornos eléctricos, cuyas resistencias admiten ú n i c a m e n r t e la atmósfera oxidante,
ceramista logra no sólo u n beneficio económico, sino, sobre todo y muy estática, apta para esmaltes decorativos y de bazar. Las delicias qtie permite
s e ñ a l a d a m e n t e u n valor cualitativo en su ascenso espiritual y profesional obtener la atmósfera reductiva, sus esmaltes especiales, las coloraciones de las
t a m b i é n . Hay claves místicas, y razones recónditas, que dan al que na hecho su pastas en reducción, todo ello es imposible de realizar en el horno que funciona
propio horno una marca indeleble, que o r i e n t a r á y e n r i q u e c e r á su personalidad • con electricidad. E l decorador sobre porcelana, y el ceramista "de bazar",
en forma irreversible. Y, si no lo creemos, probemos... p o d r á n sacar provecho de este horno, que, como sabemos, es el m á s costoso, y
cuya fuente de alimentación —la electricidad— se ha convertido en la m á s cara,
No puede ser considerado a ú n como u n verdadero ceramista quien no pese a lo que se esperaba de las grandes centrales hidroeléctricas y nucleares.
haya hecno su propio horno. Semejante deficiencia se paga a precio m u y caro, Ambas han fracasado e c o n ó m i c a m e n t e ; hay déficit de electricidad; y sólo se ha
en diversos sentidos e instancias. Ignorar "Fornacología"* es desconocer la conseguido arruinar la ecología de enormes regiones, alterando el clima,
mitad de nuestro oficio, porque la cerámica del horno comprado es fría y impidiendo el desarrollo normal de infinidad de especies de peces y aves;
espiritualmente insatisfactoria. La gratificación interior del ceramista, parte no modificando el r é g i m e n de lluvias y —sobre todo— del granizo, que se ha vuelto
menos importante de su oficio, también se halla ligada a la construcción del una tragedia en las proximidades de los grandes espejos de agua artificiales.
horno propio, su uso y difusión. Se trata de un circuito que se autoalimenta, y El horno eléctrico es el horno "mal nacido". Surgió en Alemania hacia 1938,
describe una órbita que nos remonta a esferas que desconoce la m a y o r í a de los y poco d e s p u é s fue utilizado como instrumento para quemar j u d í o s . Una vez
ceramistas, que para su desgracia sólo han recibido e n s e ñ a n z a frígida en terminada la Segunda Guerra Mundial, hubo que darle u n nuevo destino: y los
escuelas o talleres superficiales y decorativos. Nuestro arte no es " u n rebus- ceramistas fuimos las víctimas, a quienes se nos e n d i g ó ese embeleco, así como
que"... Ser ceramista es "Oficiar'. ahora se nos endiga la denominada "fibra cerámica", para ruina de nuestro arte,
del horno mismo, y de los pulmones y garganta del ceramista.
Conclusión: u n horno cerámico completo y servicial debe p e r m i t i r coccio-
nes en todas las atmósferas: oxidante, neutra y reductora; y, dentro de ellas, debe
• hacer posible la regulación de la intensidad de cada una de ellas: p o r ejemplo,
r e d u c c i ó n suave, media o intensa. Incluso cocción humeante, para ciertos efectos
* Ver nuestro libro Qué es la Ceramologia, Capítulo "Fornacología" (arte de construir
en esmaltes o pastas. N o puede ser considerado como u n horno integral el que
hornos).
sólo trabaja con una de las tres posibles atmósferas. La cerámica actual se halla
10
11
6 y genitales, e inclusive los vasos leñosos de las plantas Todo <onduc l u redondo
en una denonada lucha por indagar dentro de todas las técnicas y procesos que c o n d u c i r á el aire (tiraje) con mayor velocidad y presión, ya que <>lie< e menor
ha usado la H u m a n i d a d en lo que a cerámica se refiere. N o podemos limitarnos resistencia a su paso en c o m p a r a c i ó n con los formatos cuadrados. l \ j i indo horno
a la oxidación, que es precisamente la atmósfera menos apta para el uso artístico de formato cuadrado el tiraje resultará necesariamente obstaculizado, ya que en
y creativo; la m á s pasiva e inexpresiva, que se materializa claramente en los cada á n g u l o recto (esquinas) se produce u n choque del fluido circulante (aire
esmaltes y calcos de bazar. Así como t a m b i é n nos ha sucedido a nosotros —no caliente) contra la pared del horno, lo que disminuye y rebaja su velocidad de
tenemos reparos en confesarlo— miles de ceramistas en todo el m u n d o dejan su circulación. Es sabido que todos los hornos de llama o fuego trabajan sobre el
horno eléctrico para pasar a las delicias de la cocción viva, que es la que maneja principio de aire caliente en circulación (a diferencia de los eléctricos, donde el calor
fuegos, humos, y ofrece infinitas posibilidades al ceramista de alma, que siente es irradiante y casi no hay circulación de aire en su interior). Precisamente a
su oficio con hondura y plenitud interior.* mayor velocidad de circulación del aire caliente mayor será la transferencia de
calor a las piezas, con lo que la temperatura del horno subirá m á s r á p i d a m e n t e
y sin detenerse, a u n r i t m o de ascenso gradual y sostenido, sin disminuir al so-
T a m a ñ o y formato brepasar los m i l o 1100 grados, como sucede con hornos construidos fuera de
normas. N i siquiera al pasar los 1230 grados dicho ascenso d e b e r í a disminuir.
El t a m a ñ o del horno debe estar proporcionado para la necesidad de cada Los formatos cuadrados han sido introducidos modernamente, pues es
ceramista, lo que significa que n i n g ú n horno será igual que otro; que cada caso sabido que todos los hornos m á s antiguos, tanto chinos como árabes, renacentistas
debe estudiarse p o r separado; que la "masificación" y seriación industrial es o coloniales, indígenas o tribales, eran o circulares u ovalados en su planta y
mero comercio consumista. Es el mismo ceramista constructor de su propio corte. E l industrialismo prefirió estandarizar formatos y r e c u r r i ó con preferen-
horno quien h a b r á de decidir acerca de la capacidad de su horno. Sería tonto cia a la planta cuadrada, lo que obligó a forzar el tiraje con chimeneas altas, o.
hacerse u n mamotreto incomensurable, como intentan hacer en algunas escue- mediante el uso de compresores de aire o ventiladores centrífugos para hornos
las, c o p i á n d o l o de libros "hobbistas", si no se va a hacer una p r o d u c c i ó n regular a gas. T o d o ello es innecesariamente costoso, y, a d e m á s , atenta contra las leyes
de piezas. Lo ideal para un ceramista artesano o artista es hornear una o dos de la Naturaleza, a la que debemos seguir y respetar. N o nos referimos a q u í a
veces por semana, para no perder contacto con lo m á s sagrado del oficio: el los hornos eléctricos, en los cuales el formato cuadrado puede ser correcto.
fuego. En función cíe eso es posible calcular el t a m a ñ o del horno que se piensa
construir. U n horno demasiado grande para nuestra necesidad sena inútil, pues Hornear en u n horno redondo o circular es como navegar a vela: se
t a r d a r í a en llenarse, y, al final, t e r m i n a r í a arrumbado p o r impracticable. Es aprovecha las fuerzas naturales y todo resulta simple, barato y exitoso. Grandes
preferible hornear m á s seguido y con menor cantidad de piezas, que hornear hornos maquinizados sólo se justifican en la producción industrial, y su control
una vez p o r mes con u n horno enorme. La práctica del arte se pierde si no se y funcionamiento no da placer a nadie. La industria, y tanto m á s cuanto m á s
contacta a menudo con la cocción. desarrollada, en vez de humanizar deshumaniza, sumerge al hombre y lo
sepulta hasta convertirlo en un engranaje de la m á q u i n a , cegando sus fuerzas
Diferente es el caso de una fábrica, o de una escuela con taller anexo de interiores m á s sagradas.
¡reducción, donde sí es preciso adecuar el horno al ritmo de las ventas, y al
Í ormato de las piezas. Quien fabrique, p o r ejemplo, pies de l á m p a r a s de 80 Quienes opten por formatos cuadrados en hornos a gas o leña, d e b e r á n
saber que ellos no son viables en p e q u e ñ a s dimensiones. A partir del medio
c e n t í m e t r o s de altura, lógicamente que d e b e r á disponer de u n horno de buen
t a m a ñ o . Pero si u n artesano hace solamente cuentas de collar, que m i d e n pocos metro cúbico de capacidad ya es posible obtener cocciones económicas y
m i l í m e t r o s cada una, para su caso es m u c h í s i m o mejor un horno m á s bien bastantes eficientes, aunque nunca el funcionamiento y control de u n horno a
p e q u e ñ o : h o r n e a r á con mayor frecuencia, p o d r á rehornear y corregir, verá el gas o leña de formato cuadrado s e r á n n i tan perfectos n i tan fáciles y placenteros
resultado de sus pruebas sin tener que esperar un mes. como en los hornos de formato circular.
El formato ó p t i m o para los hornos a leña, gas o carbón, como los que El horno redondo, por otra parte, es mucho m á s e c o n ó m i c o que el
funcionan con cualquier combustible en general, solido o líquido, es el circular cuadrado de la misma capacidad, l a correlación entre tiraje, transferencia
o redondo. La misma Naturaleza nos e n s e ñ a que todos sus conductos son térmica, aislación y r i t m o de ascenso de la temperatura hacen que la cocción en
redondos, ya sean venas o arterias; conductos respiratorios, digestivos, secretores hornos circulares sea mucho más económica, menos prolongada y con m á s fácil
control de atmósferas que en los cuadrados o rectangulares. La uniformidad de
temperatura, por otra parte, en u n horno redondo bien construido, es casi
* I n traducir gas pro paño en un horno eléctrico es posible pero sólo por excepción: se acorta perfecta, cosa difícil de lograr con formatos cuadrados.
la duración de las resistencias, como lo afirma la casa Kanthal de Suecia. Pero decir que
0O11 ello se obtiene atmósferas regulables como en el horno a gas, es una mentira: no hay
cómo regular atmósferas oxidante, neutra y reductora, ni —dentro de ellas— los tres Combustible y tipo de horno
in.itiirs <lr intensidad: suave, media e intensa. Además, equivale a una bomba si por
descuido t e Introduce exceso de gas dentro de un horno candente (su dilatación causará
una c.nda expansiva). Sólo un irresponsable puede recomendarlo al públko general, al Nosotros usamos hornos a leña, a gas y a carbón, porque nuestra preocu-
cenimiM.i mrxiierto, al principiante. pación es indagar, y nos gusta experimentar con todos los combustibles. Cada
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uno do dios ofrece sus ventajas y desventajas, y siempre es conveniente Hurlen quejarse al un Ipln, quien*! 1
nvl nprrtiiraii <iuc obligarán a
probarlos todos para d e s p u é s decidir. La cocción en el horno a leña debe ser l i . i l i d i l . i l l.i i i i s i . i l . i i i - n i , | > i g u u n | M U I t l l l , IIII> i l i m o . •nuil miluilii.il.iliui|lie uno
práctica necesaria para todo ceramista que se inicia y a fin de adquirir nociones sc.i .uiisi.i . i • i< •>.••!• •. M I I I i | i n m i i l m ulmniM i K N I e n v i n a d o , p o r el
básicas que debemos recuperar, pues se han perdido las tradiciones artesanas <iinii.ii KI, r i l i ' i . i l i i i " l l t l m l i w lllM>¡ lio H q u i i n U I M . I I . U m u y i r i r t u . i .i rada
con ese combustible. Sin embargo, no debemos ser dogmáticos sino realistas y uní r i l o hurí t i u t I M I l l a l l a r i i •>«••« ron i < u p e c l n .i I " « I n s p e c t o r a s , i l e m p r r
sagaces: el mundo de hoy padece de polución y sufre la d e p r e d a c i ó n ambiental p r e i t o i ii m o l e s t a r ni l i b n qui trabaja o a o b t e n e r d á d i v a s a cambio En
en todos los sentidos, lo que hace peligrar las posibilidades de sobrevivencia de i c s u i i u n i i . u l . i l.i MI ii.H m u i i i i M i i M i ' i i p á l s c * , i r j a m o s v i v a m e n t e u n horno
nuestra especie sobre el planeta. .i g a s envasado, 1 m i q u e m a d o r a ! atmoifrrii 0 1 di alta prt ildn, pero sin v e n i d . 1
dor centrífugo S u explicación detallada (construcción y luí naniiento) se
No se debe cortar árboles para hornear, sino utilizar maderas de cajones
de frutas, que constituyen el combustible más barato yol que mejor funciona. Las d a r á m á i adelante en b respectiva M I I lón d i este libio
maderas blandas son las mejores para estos hornos, al contrario de lo que creen 11 horno • carbón vegetal se presta p i n efe< tos de fuego, voladlluu iones
muchas personas mal informadas, que procuran maderas duras (quebracho, salinas, o h . E l t u l «luda una intrusante experiencia la cocción i o n este
etc.) na ra sus hornos, y comprueban d e s p u é s con sorpresa que su horno "no combustible, barato pero depredador. Pensamos que sólo por excepción es lícito
sube , o que se detiene hacia los 850 grados. No es "lo duro sino "lo blando" usarlo, auii(|Ue el carbón mineral o hulla (que no depreda la Naturaleza, a
lo que hace subir u n horno. La madera de pino es óptima, y precisamente los diferencia del carbón vegetal) bien puede utilizarse especialmente en p a í s e s
cajones de frutas, que se tiran en todas las fruterías por las noches, son ideales ricos en esie c ombustible que es desaprovechado en general. Su poder calórico,
para hornear. N o u s a r j a m á s maderas "verdes" sino estacionadas. Los sobrantes sin embargo, atmósferas y versatilidad de manejo, hacen del horno a c a r b ó n un
de carpinterías, o de mueblerías, t a m b i é n son ideales, sobre todo si son campo de- indagación fructífero y oportuno para el ceramista inquieto y no
p e q u e ñ o s . Esas maderas ya están estacionadas, y los recortes son de p e q u e ñ o conformista.
t a m a ñ o , lo que evita cortarlos. Quien se halla en las proximidades de una fabrica
de sillas, o ae mercados o fruterías, t e n d r á así combustible gratis y sería tonto Los combustibles líquidos (querosén, gas-oil, petróleo, etc.) son usados
desaprovechar esa oportunidad. industrialmente, para ladrillos, refractarios, etc. El artesano o el artista se
d e c e p c i o n a r á n con quemadores a q u e r o s é n , gas-oil, etc., ya que son sucios,
No se presta este tipo de horno para ser ubicado en un departamento, o en arruinan el horno, no hacen posible el regular en forma constante y exacta las
el centro de u n gran ciudad, ya que u n poco de humo siempre se produce, u atmósferas, exigen control continuo, precisan ventilador centrífugo. A d e m á s ,
olores, y ello causará problemas con vecinos. En una casa o patio, por p e q u e ñ o no permiten obtener buenos esmaltados, salvo que se use cacetas para proteger
que sea, y sin vecinos en el piso superior; en el j a r d í n o, mejor, al fondo de la casa, las piezas. Es peligroso el depósito del combustible u n inflamable. Permiten
este horno b r i n d a r á al ceramista enormes satisfacciones y e n s e ñ a n z a s inolvida- obtener buen poder calórico, pero el h o m o debe adaptarse a ellos, al igual que
bles. la carga o producción. Se prestan para productos rústicos, no esmaltados.
El GLP, o gas licuado de petróleo, que se expende en cilindros o envases Conclusión: es una a b e r r a c i ó n el caso tan generalizado de ceramistas que
de 10 kgs, 15 kgs, 30 kgs, 45 kgs, o m á s , no da olor, no ahuma, no molesta a osan e n s e ñ a r cerámica y solamente han conocido y trabajado con hornos
vecinos, es silencioso si se usa un quemador atmosférico (como el que se ilustra eléctricos. Ellos a ú n son principiantes. Las posibilidades de crecimiento técnico
en su lugar), y permite llegar fácilmente a elevadas temperaturas, superiores a y profesional que son factibles con el horno eléctrico, son tan limitadas que,
los 1250 grados. U n horno a gas envasado de p e q u e ñ o formato puede instalarse cuando el ceramista que sólo ha usado ese h o m o observa una cocción en leña,
en lugares reducidos, e incluso en departamentos, sin peligros n i problemas. La gas, c a r b ó n , etc., se marca. N o otra es la causa de la inexplicable difusión, a nivel
experiencia de hornear con gas natural debe ser obligatoria para todo ceramista, de principiantes, de la cocción denominada Rakú, en la que se usa h o m o
va que constituye otro conocimiento básico y necesario. La atmósfera de estos eléctrico y un recipiente auxiliar con aserrín. N o pretendemos desaprovechar
hornos es limpia; el poder calórico alto; la regulación de quemadores ó p t i m a . las ventajas que permite —para ciertas cosas— el h o m o eléctrico. L o que sí es
El costo del gas envasado no es superior al natural, ya que rinde m á s calorías pues insoportable e inaceptable, es la unilateralidad del ceramista que sólo conoce y
todos los combustibles cuestan lo mismo (a mayor rendimiento calórico mayor usa ese tipo de h o m o . Ignorancia y unidimensionalidad son sinónimos.
precio pero menor consumo, y viceversa: a menor rendimiento de calorías
menor precio pero el consumo será mayor en kgs de gas para cada cocción).
A D V E R T E N C I A : Antes de construir el horno propio, se debe averiguar si
U n ceramista profesional puede usar perfectamente hornos a gas, licuado en la zona hay distribución de GLP a granel. En caso negativo, es preferible u n
o natural. El problema que acarrean los hornos a gas natural es que requieren horno a gas-oil o fuel-oil, si tampoco hay gas natural.
de u n soplador o ventilador centrífugo, que funciona a electricidad. Ello
significa una inversión inicial mayor y un costo adicional por consumo de
electricidad. Pero la desventaja mayor de estos hornos a gas natural es que, con
un soplador o ventilador (para elevar la presión de la red), es espantoso e
insoportable el ruido que suelen hacer, casi como la turbina de un jet. N i los
vecinos ni el mismo ceramista toleran muchas horas ese ruido. Los primeros
14 15
SEGUNDA PARTE:
E L HORNO, E L CALOR
Y E L COMBUSTIBLE
T i '
16
multiplicará: 0,00 - (),!«() x (),'/() 0,VIO metro* cúbicos (m*). Para pasar j t
í :
metros cúbicos a litios, se iiiulliplii.ua poi m i l . lo que atroja 210 litros i
C ó m o calcular e l volumen o capacidad de u n cilindro e n litros i apandad o volumen *
r
Volumen del cilindro (en metros cúbicos) = 3,14 x radio al cuadrado x altura cocción cilindrica y una cumbrera cónica (o chimenea interior útil en forma
cono). En u n apartado anterior ya se e n s e ñ ó a calcular el volumen de u n c i l i n d ^ r
calorías necesarias. Una p e q u e ñ a calculadora de bolsillo facilitará al ceramista 3 = 0,232 metros cúbicos. Para pasar de metros cúbicos a litros, ya se dijo
e
f o m a c ó l o g o el hacer cálculos con rapidez. U n m e t r o metálico de cinta enrollable se multiplicará p o r m i l , o se correrá la coma tres lugares, lo que a r r o j a r á U j .
p e r m i t i r á efectuar mediciones exactas. N o se olvide de tomar las medidas capacidad de 232 litros para el cono citado. "
p a s á n d o l a s siempre a metros (por ejemplo: "90 c e n t í m e t r o s " se escribirá "0,90 Este cálculo es importante ya que, para averiguar el poder calórico cj^
metros"). p r e c i s a r á este tipo de h o m o , se d e b e r á calcular toda su capacidad en l i t r 1 :
0
1
incluyendo el gran espacio interno de chimenea, que sirve para carga (bizcoc^
etc.). Pero t é n g a s e presente que el cálculo se refiere al cono interno, j a m á s j a
exterior, lo que sería causa de gran error en el cálculo del poder calórico. Sien<j *
C á l c u l o del volumen de u n horno de formato cuadrado (en litros) las paredes del h o m o bastante gruesas (unos 20 cms o m á s ) , e l cono interior
de tener u n volumen mucho menor que el extemo (casi la mitad). ^
Supongamos que deseamos construir u n horno cúbico, que mida 50 Dado aue todo h o m o circular que interiormente culmine en u n COK
c e n t í m e t r o s de lado. E l volumen de u n cubo se halla multiplicando tres veces la siempre sera truncado, puesto que poseerá una tobera al centro, se deduej^
longitud de su lado, reducida a metros (lado x lado -k lado). Sea u n cubo de 50 s e g ú n e l m é t o d o indicado e l volumen del cono que se truncó al hacer la t o b c O
c e n t í m e t r o s de lado. Su volumen se halla multiplicando 0,50 x 0,50 x 0,50 = cuyo d i á m e t r o servirá de base para obtener el volumen de dicho cono, bj
0,125 metros cúbicos. resultado se r e s t a r á al volumen total del h o m o cónico. Esto para el caso <j
Para pasar de metros cúbicos a litros (que es lo que a nosotros nos interesa hornos m u y grandes. Sin embargo, para simplificar cálculos, y dado que t o ^
para facilitar los cálculos), se multiplicará p o r m i l el resultado anterior, o bien tobera en realidad es m u y p e q u e ñ a en c o m p a r a c i ó n con la base del h o r » ^
se c o r r e r á la coma tres lugares. E l volumen de este supuesto horno será, pues, nosotros acostumbramos despreciar el mencionado volumen del cono t r u n c a ^
de 125 litros.* calculando simplemente el volumen total de la chimenea interior del h o j ^
como si fuera u n cono normal. Para una tobera de 23 cms de d i á m e t r o , .
Calculemos ahora el volumen en litros de u n horno de formato rectangu-
volumen en litros de su cono imaginario (que se t r u n c ó ) n o p a s a r á de 5 l i t r
lar, cuyo interior mida 60 cms de ancho, p o r 50 cms de fondo, p o r 70 cms de 0 s
18
piezas, con las chimeneas convencionales, exteriores al horno, en las que no es
posible cargar piezas. C h i m e n e a - c á m a r a , o "chimenea útil" para nosotros son poder calórico se mide en B . T . U . y no en "calorías" como en nuestros países de
sinónimos. Idioma latino (castellano, francés, italiano, p o r t u g u é s ) . C o m p r é n d a s e que no
podemos repetir aquí todo lo que ya se enseña en otro libro, pues lo contrario
seila repetirse, y ocupar cientos de páginas i n ú t i l m e n t e . Volvamos a nuestra
"Regla Condorhuasi'.
Poder c a l ó r i c o y volumen del horno
Supongamos que hemos construido u n h o m o con una capacidad interior
de 254 litros (un litro equivale a un d e c i m é t r o cúbico, pero es m á s fácil calcular
Cuando se desea construir el propio horno, se debe t a m b i é n calcular en litros pues ya estamos habituados a ello). ¿Cual será el poder calórico total que
cuidadosamente el poder calórico requerido para que dicho h o m o cumpla su se d e b e r á suministrar a dicho h o m o para que llegue a 1280 grados? Se hace u n
función eficientemente. En Condorhuasi hemos construido decenas de hornos, sencillo cálculo, que consiste en multiplicar a 370 por 254, lo que arroja 93.980
y en nuestros cursos varios centenares.Además, nos consultan casi a diario ai kcalorías, que en la práctica siempre se redondea, en este caso a 100.000
respecto. Hemos elaborado una regla de oro (la "Regla Condorhuasi del calor"), kcaiorías.*
que permite a cualquier ceramista, con facilidad y sin hacer complicados
cálculos, saber q u é tipos de quemadores deberá usar de acuerdo con el t a m a ñ o La cantidad de quemadores depende del t a m a ñ o y formato del h o m o . U n
o medida de su h o m o , es decir, cuál debe ser el poder calórico total necesario h o m o mediano como el de la capacidad mencionada llevará dos quemadores de
para alimentar su h o m o . Si existiera déficit de calorías, el h o r n o n o subirá de 50.000 kcalorías cada uno, mejor que uno solo de d e n m i l . Así se e m p a r e j a r á
temperatura y se estancará sin llegara la temperatura final, sobre todo si ella es mejor la temperatura dentro del homo. Recordemos que siempre la zona
)róxima a u n quemador resulta por fuerza m á s caliente que el resto del h o m o ,
elevada. Con exceso de poder calórico total, la cocción no será eficiente, pues
d e r r o c h a r á i n ú t i l m e n t e combustible, y c o r r e r á riesgos, como excederse en la 1o que se evita en parte colocando dos quemadores en vez de uno. Formatos m á s
p e q u e ñ o s t o l e r a r á n u n solo quemador; o dos quemadores de menor poder
fuerza de llama, lo que puede producir c á m a r a s de calor en el interior del h o m o ,
pisos demasiado calientes, zona superior fría, falta de uniformidad en la calórico. Siempre se evitará la mala costumbre norteamericana de introducir
temperatura dentro del h o m o , e inclusive vitrificación o d e f o r m a c i ó n de cocción muchos quemadores p e q u e ñ o s para alimentar u n solo h o m o . Ello dificulta la
en las piezas p r ó x i m a s a la zona de fuego. Aclaramos que nuestra regla ha sido r e g u l a c i ó n pareja de atmósferas y complica las operaciones. Peor a ú n si se trata
elaborada para hornos que deban llegar a elevadas temperaturas, de 1280 a de muchos quemadorcitos de baja presión.
1325°, con facilidad y sin dilatar excesivamente la hornada en cuanto a horas de Los quemadores se colocarán de costado, j a m á s verticalmente al piso, como
cocción se refiere. Aclaramos, por otra parte, que todo cálculo del poder calórico sucede con los mencionados hornos. Hemos visto decenas de quemadores
debe hacerse sobre el volumen interior de todo el h o m o , incluyendo el piso, arruinados al caer brea o a l q u i t r á n a su interior, al hacer reducciones, lo que
techos cónicos en hornos tipo botella, zonas de rompellamas y, en fin, espacios obtura los inyectores con frecuencia y obliga a desarmarlos. Si ello sucede en
internos que no se c a r g a r á n con piezas. Pensemos que se debe calentar hasta la medio de una hornada, ésta se habrá perdido casi con seguridad, pues el inyector
temperatura final todo el horno, no solamente la cámara de cocción o zona donde tapado no da llama. La entrada lateral de los quemadores, al nivel mismo del
se estiba la carga. piso interno del h o m o , es la m á s segura y confiable.
Se h u i r á tanto del vicio de usar "muchos quemadores chiquitos" (6 u 8),
como del defecto contrario consistente en usar uno solo de poder calórico
Regla Condorhuasi del calor: Porcada litro de capacidad interior del horno, se deberá demasiado grande.
suministrar 370 kcalorías/hora para llegar a elevadas temperaturas. Y270 kcalorías/hora
para bajas temperaturas (1040°). El h o m o es símbolo místico de la vida. T o d o en él (y en ella) d e b e r á
adecuarse a cada necesidad. Si u n ceramista, por ejemplo, no llegará a tempe-
raturas de 1280 grados y más, sino que h o r n e a r á a menos de 1150 grados, p o d r á
Esta regla sirve, por supuesto, para hornos construidos de acuerdo con las rebajar el poder calórico de su h o m o suministrándole 270 kcalorías p o r litro de
normas que daremos luego. De nada serviría construir u n h o m o con poder capacidad, en vez de las 370 que recomendamos. Muchos artesanos trabajan a
calórico adecuado si sus paredes o techo se los ha hecho demasiado delgados, con 1040 grados, no m á s ; otros a 1100; otros hacen gres de "media temperatura":
lo que se disiparía gran parte del calor que se genere. 1150 grados. Para ellos las mencionadas 270 kcalorías serán suficientes (por cada
litro de capacidad interna del homo). Por el contrario, en el caso inverso se
Advertimos que hablamos en realidad de "kilocalorías/hora", o sea, "gran- hallará el ceramista que desee hornear a 1400 grados: para lograrlo d e b e r á
des calorías", lo que en el lenguaje ordinario se denomina e r r ó n e a m e n t e sobredimensionar su h o m o en cuanto a su poder calórico, a g r e g á n d o l e unas
"calorías". Leer en nuestro Diccionario de Cerámica el artículo "Caloría", donde se
aclara la diferencia existente entre las "grandes" y " p e q u e ñ a s " calorías. En
resumen: cuando en el lenguaje coloquial se habla de "calorías", o de " u n h o r n o
de cien m i l calorías", en reahdad se trata siempre de "kilocalorías" o "grandes * Dejamos en claro que en todo este libro nos referimos a "kilocalorías", a ú n cuando en
calorías". Léase asimismo en dicho Diccionario el artículo B . T . U . (British lenguaje coloquial hablemos de "calorías" simplemente. Para evitar confusiones, escribiremos
T h e r m a l Unit), "unidad térmica inglesa", pues en literatura de ese idioma el "kcalorías", pero —repetimos— al hablar diremos "calorías" para simplificar y no
contrariar la inveterada costumbre.
20
21
cinco kgs de carga uoteiiln presión n i dalia llama lo c u a l e i pruebe deque había
cien kcalorías m á s de 1» recomendado p o r la Regla Condorhuasi para cada litro sido adulterada con agua l '•> p e q u e ñ o iiiaiiómeim puede s n v u al respecto,
de capacidad interior del horno. paia r o u l i o l a i la piernón di imlii g á n a l a (liando la entregan Asimismo,
Advertimos que cuando un horno es muy grande (industrial), el poder ((inviene pcSMl CMOS cilindro pala contiolai que realmente se entregue la
calórico requerido baja con respecto a hornos de t a m a ñ o standard para cada cantidad de kgs de gas licúa do que de be contener ca da uno (para ello se < (educirá
litro de capacidad intenta. Baja t a m b i é n el consumo relativo. Es p o r ello que los la l.u.i. 8| d> i ir, i I peto del envase, ipie ligm i adherido o giabado al misino).
productos industriales son m á s baratos que los que haga un artesano. Tengase I\l vulm calorífico promedio del GLP (gas licuado de petróleo) es de unas
esto muy en cuenta al hacer hornos que superen el metro cúbico de capacidad 2 4 . 0 0 0 k r » l o r i a s * poi i .ida metro < úbic o de- gas consumido, lo que pasado a kgs
útil. M á s a ú n se aplicará esta Regla para hornos de capacidad enorme. da unas 12 <)<><> kcaloriai por inda kilogramo ae gas licuado que se consuma. U n
cilindro que contenga, por ejemplo, 10 kgs de GLP, d a r á t e ó r i c a m e n t e u n total
de 120.000 kcalorías. Claro que en la práctica siempre queda u n residuo sin
utilizar al fondo del envase, que puede ser bastante grande (15%), en casos
C ó m o averiguar el consumo de u n quemador mayor a ú n . Todo depende de la calidad del gas que se adquiera, de la
cnnli.ilwlid.ilI del distribuidor, del "grado" que posea el GLP.
Con el gas natural no existe problema al respecto, ya que en cada domicilio S e g ú n las tablas proporcionadas por Gas del Estado, conoboradas por
existe u n medidor de gas, que registra el consumo en metros cúbicos. Se anota nuestra experiencia de veinte años, el gas de "grado 1" proporciona bastante
la indicación antes y d e s p u é s de la cocción, o se la registra por hora, y así se p o d r á m á s presión que el gas de "grado 3". A 20 grados de temperatura ambiente, por
!
saber cuál es el consumo total del horno. Para avenguar el consumo de u n solo ejemplo, el gas d e ' grado 1 proporciona 8 kgs por c m de presión; mientras que
J
quemador, l ó g i c a m e n t e que se dejará u n solo quemador encendido para hacer el de "grado 3" da solamente 2,5 kgs p o r c m . A 30 grados de temperatura
!
el registro. Tengase m u y en cuenta que se debe averiguar el consumo m á x i m o ambiente (en verano o al sol) el de "grado 1" da 10,75 kgs por c m , mientras que
de cada quemador, o sea a plena llama. A l comenzar la cocción, los quemadores el de "grado 3" solamente proporciona 3,60. Es sabido que la p r e s i ó n del gas,
se abren apenas a u n décimo o menos de su poder calórico, el que se va que es la "fuerza que ejerce por unidad de superficie", es necesaria a fin de que
aumentando gradualmente hasta llegar al m á x i m o , que generalmente se abre el horno no se detenga en su ascenso de la temperatura. En invierno, los gases
del todo hacia los 800 a 1000 grados, en casos a los 1100°, cuando se desea se contraen, por lo que la presión baja, por lo cual se debe conectar en paralelo
especialmente una cocción lenta. Respecto del consumo de los quemadores que dos garrafas para u n quemador chico (de 10.000 kcalorías/h); y cuatro garrafas
funcionan con gas envasado (GLP), léanse los apartados siguientes. para u n quemador mas grande (de 50.000 kcalorías/h). Ello h a r á que la p r e s i ó n
se sostenga, y que las garrafas no se congelen. Cuando se usa una sola garrafa
para u n quemador de alto consumo, ésta se escarchará primero y se c o n g e l a r á
d e s p u é s , con lo que se a p a g a r á el quemador en mitad de la cocción. Por ello
G a s licuado de p e t r ó l e o ( G L P ) nuestro horno Condorhuasi a garrafas (hecho en u n tambor de 200 litros de
capacidad), se alimenta con cuatro garrafas conectadas todas ellas s i m u l t á n e a -
•
mente a u n caño o tubo colector, con lo que el horno sube perfectamente a ú n
Es e l combustible m á s apto para el ceramista c o n t e m p o r á n e o de trabajo con temperaturas bajas, y no se congela el gas, cosa que sucede a muchos tercos
profesional, ya que es limpio, no ahuma, se consigue en todas partes, no exige que dicen que ellos pueden trabajar con un envase solo, cosa imposible con u n
instalación fija n i aprobada, y con su uso es posible retirarse a una m o n t a ñ a , p o r quemador de 50.000 kcalorías/h. Sí es posible usar una sola garrafa con u n
ejemplo, obteniendo con dos grandes depósitos de gas envasado e n e r g í a para quemador de 10.000 kcalorías, con tal que la temperatura ambiente no baje de
los hornos, la casa, estufas y equipo electrógeno, i n d e p e n d i z á n d o s e así el los 20° C (temperatura climática crítica para el gas licuado)
ceramista en muchos sentidos, y haciéndole posible el habitar en zonas retiradas
y donde la tierra es muy barata, o directamente gratuita. Ello libera al ceramista A l respecto debemos aclarar que la capacidad de los cilindros o envases de
de muchas limitaciones y lacras inherentes a la vida ciudadana. gas es indiferente. U n cilindro de 40 kgs de GLP no puede reemplazar a cuatro
cilindros de 10 kgs cada uno. N o es la cantidad de gas sino la presión lo que hace
El gas licuado se expende en nuestro país en dos calidades. U n a , denomi- que el horno suba. Si se desea tener mayor reserva de gas, es posible usar
nada "Grado 1", o antiguamente " s u p e r g á s , está constituida p o r una mezcla de cilindros de 30 ó 40 kgs cada uno, pero siempre se d e b e r á usar cuatro cilindros
aproximadamente 95 por ciento de gas propano con 5 por ciento de butano.* en paralelo, funcionando todos a la vez. 1.a presión del gas está determinada por
El gas c o m ú n de garrafas, o denominado "Grado 3", es una mezcla de 80 por
ciento de butano con 20 por ciento de propano. En ello, sin embargo, hay
variaciones pues mucho depende de las disponibilidades y las mezclas. Muchos * El GLP (gas licuado) "de primera" entrega unas 24.000 kcalorías por metro cúbico. El
expendedores de gas, por otra parte, defraudan al consumidor, llenando parte común de uso domiciliario, llamado 'de tercera", entrega unas 22.500 kcalorías por metro
del cilindro con agua. Nos pasó cierta vez que una garrafa de 10 kgs que c o n t e n í a cúbico. Y el gas natural argentino (promedio), de gasoducto, 9300 kcalorías/m'. Estos son
valores realistas. Ver valores teóricos en la tabla "Propiedades del gas licuado", al final de
esta Segunda Parte.
* Ver, en el Diccionario de Cerámica, los artículos: "Gas"; "Propano"; "Metano"; "Butano";
"Combustibles"; "Garrafa"; "Hornos".
23
22
su superficie de evaporación dentro del cilindro, y, como todos tienen el mismo de ese mismo gas. Expresaremos m á s « l a m í n e n l o rula nl.it ion:
d i á m e t r o (tanto los do 10 CODO los de 45 kgs), arrojan la misma p r e s i ó n tanto
los envases grandes como los chicos. La superficie de evaporación (presión) está 2 kg de GLP = I m o l i ó «ubico de GLP
determinada por el d i á m e t r o de cada a l i n d r o de GLP. N o p o r su altura o 1 kg de GLP = 0,5 n u t r o cúbico de GLP
capacidad. Es propio «le ignorantes el volcar agua hirviente sobre u n garrafa
congelada (puede ser explosivo), o el acercarla al horno (puede ser peor). La
distancia m í n i m a entre un envase de GLP y la llama del quemador deDe ser de
dos metros por razones de seguridad. En resumen: la p r e s i ó n es el factor que C ó m o calcular el poder c a l ó r i c o de un quemador a G L P
mantiene en correcto funcionamiento los quemadores de gas, y permite u n
ascenso gradual y sostenido del h o m o a elevadas temperaturas. Ella se pierde
con garrafas llenas «le agua; con gas de inferior calidad; o cuando hace mucho Es muy frecuente el caso de que se ignore cuál es el poder calórico del
frío. Para evitar que la presión naje, es necesario usar m á s de una garrafa quemador que vamos a usar; y en muchos casos el mismo vendedor duda o no
conectadas todas al mismo tiempo. La caída de la presión h a r á que el horno se se halla seguro. A veces conseguimos u n quemador cuyo poder calórico
<• si .11 ir 11 n- y no sea posible hacerlo subir.* desconocemos y debemos averiguarlo. Para ello se coloca dicho quemador en
correcta posición u n poco fuera del agujero de entrada de la llama al h o m o (una
La presión de vaporización depende del tipo de gas usado. Es superior la pulgada afuera). Se pesa con exactitud íá garrafa o cilindro que a l i m e n t a r á dicho
del propano, y es inferior la del metano. El gas de "grado 1", p o r ejemplo, llega uemador durante la prueba y se deduce la tara (para saber su real contenido
a presión "cero" a los 44 grados C bajo cero; mientras que el gas de "grado 3" llega S e GLP antes de probar). Se enciende el quemador a llama m á x i m a con el h o m o
vado (sin placas n i piezas). Se lo deja así funcionando durante sesenta minutos
a los 17 grados C bajo cero. La naturaleza del gas licuado es causa de la mayor
o menor presión del GLP. El mejor es el propano. Le sigue el butano. Y luego exactos y, al cabo, se lo apaga, anotando las horas. Se vuelve a pasar el d l i n d r o
el metano, que constituye el gas natural . (o cilindros que se ha usado) y , p o r la diferenda de peso, se d e d u d r á la cantidad
de G L P en kgs que el quemador ha consumido a su fuerza m á x i m a de llama.
Se considera alta presión a la que sobrepasa los 2 kgs por c e n t í m e t r o Supongamos que el contenido de la garrafa usada para esta prueba pesaba 10
cuadrado. Media presión entre 0,5 y 2 kgs p o r c e n t í m e t r o cuadrado. Y se llama kgs exactos antes del ensayo (peso neto de la carga), y que, d e s p u é s de la prueba,
baja presión a la que es menor de 0,5 kg por c e n t í m e t r o cuadrado. Nuestros
ese 6 kgs. Se deduce fácilmente que el quemador ha consumido 4 kgs de gas
quemadores (que ilustramos y explicamos al tratar de los hornos) son todos
atmosféricos de alia presión. Ella nos asegura un buen comportamiento del E cuado en una hora, lo que es su consumo y nos indicará su poder calórico.
h o m o , sobre todo en reducción. No son satisfactorios los quemadores atmosfé- El cálculo es sencillo. Si, como ya se ha dicho antes, el valor calorífico del
ricos de baja presión. GLP es de 12.000 kcalorías por kg de gas consumido, está claro que si el consumo
ha sido de 4 kgs de gas por ñora, multiplicando 12.000 x 4 = 48.000, sabremos
El consumo de GLP para un quemador chico (de 10.000 kcalorías/h) es de
que e l poder calórico del quemador probado es de 48.000 kcalorías/h, en la
0,833 kgs de gas licuado por hora (algo menos de u n k g de gas p o r hora de
práctica 50.000, ya que siempre se hace u n redondeo para simplificar.
funcionamiento). T é n g a s e siempre en cuenta que en esto nos referimos a u n
quemador del todo abierto, o sea a su m á x i m a potencia, lo que sólo sucede en El gas natural o de red produce 9000 kcalorías por metro cúbico. U n
las etapas finales de la cocción. En los comienzos, apenas se abre el quemador, quemador de 50.000 kcalorías/h consumirá, pues, 5,5 metros cúbicos de gas
y su consumo será diez veces menor, por u n par de horas, el que irá creciendo natural p o r hora (50.000:9000 = 5,5). El costo se d e d u d r á fárihnente s e g ú n sea
gradualmente hacia los 400,500 y 600 grados. Hacia los 850 grados será posible el p r e d o que aparece en la factura de la compañía de gas, expresado en metros
dar llama m á x i m a , aunque en ciertos casos c o n v e n d r á retener todavía un poco cúbicos de consumo.
el r i t m o de ascenso de la temperatura.
Repetimos que el poder calórico de u n quemador se refiere a su " m á x i m o
U n quemador más grande, de 50.000 kcalorías/h, c o n s u m i r á , a su m á x i m a consumo", o sea a su m á x i m a fuerza de llama. En la práctica, sólo al final de la
fuerza de llama, 4,16 kgs de gas licuado por hora. Insistimos: a llama baja cocción se hornea a m á x i m o consumo.
c o n s u m i r á muchas veces menos. El consumo de un quemador de GLP se calcula
dividiendo su capacidad calórica m á x i m a por el valor calórico promedio del gas
usado: ya se ha dicho que para GLP es de unas 12.000 kcalorías p o r k g de gas
consumido o volatilizado. Dividiendo 50.000 por 12.000, se obtiene 4,16 kgs de Otros c á l c u l o s ú t i l e s
gas consumido.
La equivalencia de kgs de GLP a metros cúbicos de GLP es de 2 a 1. Es decir, El poder calorífico del gas usado es igual a la capacidad calórica del quemador
que 2 kgs de GLP d a r á n el mismo rendimiento en calorías que un metro cúbico dividida por el consumo de gas (en metros cúbicos/hora).
Ejemplo: si tenemos un quemador de 50.000 kcalorías/hora, y consume 2,2
metros cúbicos de gas/hora, el poder calorífico del gas usado será de 22.727
* Explicaciones m á s detalladas al respecto se hallarán en el Apartado "La vaporización del kcalorías/h para cada metro cúbico de gas consumido.
gas licuado y la presión", en la Quinta Parte del libro.
24 25
50.000 : 2,2 = 22.727 kcalorías/hora
—repetimos— unas tres horas y media para Ilegal a 1050 grados < loo Iones a
(Según las mezclas y porcentajes de propano, butano y metano; 0 t a m b i é n mayor temperatuia piolougiiiAn la duración ue la Ion y aumentarán el
s e g ú n la procedencia del gas, ocurren variaciones p e q u e ñ a s en su poder consumo. Debemos advertll que muí lio depende de la lói m mo se mtinduz-
calorífico).* ca la leña: debo sei en l i o / o * delgado*, «obre lodo al comienzo, los que se
m e z c l a r á n a parles iguales con trozo* algo más gruesos al sobrepasar los fiOO".
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50.000 : 2,2 = 22.727 kcalorías/hora
—repetimos— unas tres horas y media para Ilegal a 1050 grados < loa Iones a
(Según las mezclas y porcentajes de propano, butano y metano; 0 t a m b i é n mayor temperatuia pioloiigiiiAn la duración de la Ion y aumentarán el
s e g ú n la procedencia del gas, ocurren variaciones p e q u e ñ a s en su poder consumo. Debemos advertll que- muí lio depende de la lói m mo se mtinduz-
calorífico).* ca la leña: debe sei en l i o / o * delgado*, «obre lodo al comienzo, los que se
m e z c l a r á n a parles iguales con trozo* algo más grueso* al sobrepasar los fiOO".
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denomina "combustión" i'.u.i que f «la w i m l u «• u n irt I.I y < ln i r i i l r i i i r u t c , se
huras, no pueden dar p o r resultado una buena cocción: las paredes no han han ideado " a p á r a l o s " que li.u eil punible IIII.I Inu u.i • timbuslión ellos SOI1 desde
absorbido calor; no hay suficiente calor reflejado (irradiado); h a b r á diferencias la m á s antigua invem ion humana d • parrilla)) hasta los modernos quemadores
en la temperatura de las diferentes partes interiores del horno. Hornos de a gas, que permiten tlmilii .n I.i • .iiiinl.nl dr .un- y I.i < .uiiiil.nl de gas ne« esa na
paredes muy delgadas carecen de suficiente calor irradiante (emparejador). para lograrla combustión má» efli lente y ei onónui a Más adelante se ilustrarán
Tapas o lechos demasiado delgados, p r o d u c i r á n el mismo defecto. Paredes parrillas y quemadores, al b.iblai «le I.i construcción y tunrionamiento de los
construidas con fibras cerámicas (que no absorben calor) a c e n t ú a n m á s a ú n esas
hornos que presentamos.
fallas. Por eso u n horno bien construido y manejado debe tener paredes
La combust ion es un.i nxiiincián con desprendimiento de calor y luz, que se
suficientemente gruesas, hechas con refractario absorbente y no repelente del
traduce en llama Ésta se produce mediante un punto de ignición (fuego), que
calor; y su ritmo de cocción debe ser suficientemente lento como para p e r m i t i r
se aplica al combustible (leña, gas, etc.). La c o m b u s t i ó n eficiente es la que
u n almacenamiento grande de calor tal que permita reflejarlo sobre las piezas
permite aprovechar casi lodo el combustible gastado, sin derrocharlo n i des-
a medida que el horno sube de temperatura. N o basta con haber alcanzado la
aprovecharlo. 1.a combustión ineficiente, p o r el contrario, derrocha combustible
temperatura final para estar seguros de que se ha horneado bien.
sin que se traduzca en calor, por lo cual el horno se estanca o "no sube". En
Alguien dirá que el calentamiento de las gruesas paredes y techo del horno general, el humo negro indica que se está derrochando carbono, precioso
consume mucha e n e r g í a calórica. A ello respondemos que parte de esa e n e r g í a elemento proporcionado por la leña, que, al salir arrastrado por el tiraje al
almacenada se devuelve a las piezas (calor irradiante); que ellas resultan bien exterior del horno, si no se ha oxidado (combinado con suficiente aire), se pierde
horneadas (meta de todo buen horno); y que ahorrar e n e r g í a para arruinar las o desaprovecha sin convertirse en calor. E l buen ceramista debe saber, a través
obras es prueba de estupidez. Hornear "barato" y mal... es la peor a b e r r a c i ó n de la observación de fuegos y colores, c u á n d o está horneando con eficiencia y
que puede suceder en cerámica. Quienes publicitan la fibra cerámica hacen c u á n d o está derrochando combustible i n ú t i l m e n t e . Gentes que ignoran de
h i n c a p i é en el ahorro de combustible (que no es mucho); pero se cuidan muy fuegos y llamas d e b e r í a n aprender al lado de quien conozca la práctica y la
bien de mencionar los desastres que resultan de ese supuesto "ahorro : sabiduría necesarias para gustar de la cocción haciéndola correctamente. Hay
cocciones inmaduras, esmaltes ampollados y desparejos, cuarteo, rajaduras de quienes gastan carradas de leña y sin embargo se quejan de que sus hornos no
piezas, chorreaduras en los esmaltes. suben, prueba de que desaprovechan el combustible, que se malgasta sin
traducirse en calor. Casi siempre, éste sale en forma de carbono p o r la tobera del
La temperatura no es la cantidad o la m e d i c i ó n del calor, como muchos horno, en forma de humo negro. Lo mismo sucede con el gas u otros
ceramistas creen, sino la intensidad del calor. La cantidad de calor se mide en combustibles sólidos o líquidos.
calorías, no en grados centígrados. La intensidad del calor sí. Ésta se mide en
rados, para lo cual existen diversas escalas de temperatura. Se puede llegar a Para que exista una c o m b u s t i ó n , debe existir (obedeciendo a la eterna ley
Í 300 grados de temperatura en un hornito muy p e q u e ñ o (mufla de 10 x 10 universal del yang y del yin) dos elementos complementarios: u n combustible
cms), pero generando una muy p e q u e ñ a cantidad de calor (calorías). Por el (gas, leña, etc.) y u n comburente (el m á s barato y fácil de conseguir es el aire).
contrario, un gran horno túnel de 80 metros de largo que hornee ladrillos a sólo Este proporciona la cantidad necesaria de o x í g e n o ya que, como se dijo, toda
850 grados, h a b r á generado una enorme cantidad de calor, pero a intensidad c o m b u s t i ó n es en realidad una oxidación. Para que la combustión comience es
menor, o sea, a m u y baja temperatura. E l autor, visitando cientos de escuelas de necesario, repetimos, u n punto de ignición o fuego que se aplica al combustible.
cerámica, siempre pregunta acerca de la diferencia entre el concepto "tempera- Estos son todos hidrocarburos, es decir, combinaciones naturales o artificiales de
tura" y "calor . Nunca, hasta ahora, en diversos países, nadie le ha sabido h i d r ó g e n o y carbono (HC), en diferentes proporciones. Ellos pueden ser desde
responder correctamente. Casi siempre se le dice: "la temperatura es la la leña, hasta el gas natural, el licuado o GLP, el petróleo, gas-oil, q u e r o s é n ,
m e d i c i ó n de calor", lo que es falso pues la medición del calor se hace en calorías, combustibles reaclados, etc. Entre ellos unos son m á s hidrogenados que otros
no en grados c e n t í g r a d o s u otros. Para ser ceramista es preciso estudiar, y para (contienen m á s h i d r ó g e n o en relación con el carbono): son los de mayor poder
e n s e ñ a r , saber. calórico: GLP. Unos son más puros y otros son m á s impuros. Entre las impurezas
presentes en algunos combustibles, que pueden arruinar la cocción, figuran el
Recomendamos al respecto leer a conciencia, en el Diccionario de Cerámica, azufre, presente en los combustibles o aceites derivados del p e t r ó l e o ( q u e r o s é n ,
los artículos "Calor"; "Temperatura"; "Caloría"; "Escalas de temperatura"; fuel-oil), escasamente en el gas natural, y menos a ú n en el envasado. La hulla sí
"Llama"; "Atmósfera (de cocción)"; "Combustión"; "Combustibles"; 'Parrilla". es m u y azufrera, pero no asi la leña que casi no posee azufre. Los esmaltes son
Indagar, estudiar, saber, aprender, son todas ellas formas del amor, de la arruinados (ampollas) por el azufre presente dentro de la atmósfera del horno.
a c e p t a c i ó n de la realidad y entidad del mundo que nos rodea y del que formamos
parte. T o d o combustible consiste en una combinación natural (o artificial) de
carbono con h i d r ó g e n o : H C , por lo que se los denomina "hidrocarburos". Éstos
no son estables en su matrimonio c a r b o n o - h i d r ó g e n o más allá de los 400 grados.
En otras palabras, no bien se acerca una llama o punto de ignición (por ejemplo,
L a combustión la llama de u n fósforo), todo combustible se inflama y arde, es decir, entra en
c o m b u s t i ó n . E l proceso de la combustión consiste en una oxidación del carbono
El proceso mediante el cual en u n horno cerámico a combustible (no y del h i d r ó g e n o , según la siguiente fórmula:
eléctrico) se genera calor suficiente como para que la temperatura suba, se
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C + O = C O l ( a n h í d r i d o carlióniro), con desprendimiento de 8000 estrepitosamente. En todoel mundo t s a t o n b r o t o el movimiento en favor de la
kcalorías p o r k g de carbono quemado. F.l carbono proviene del combustible que reviviscencia do las cocciones .1 U na. mientra* que Ion hollina i-léc u n os, que
arde; el o x í g e n o lo proporciona el comburente o aire. La viólenla o x i d a c i ó n del hicieron furor en décadas pasadas, ya son reempl.i/.idos p o i hornos a gas,
carbono, que se casa con dos á t o m o s de o x í g e n o pues es bigamo, da por resultado licuado o natural. I m luso Ins < ombusubies denominados " a i riles derivados del
una combinación estable, cinc os el gas a n h í d r i d o carbónico. Dicha oxidación es p e t r ó l e o " son preferibles a la lila y estática electricidad, ya que al menos
u n trabajo y genera energía, en esto c aso calor. Sin ella no existiría la cerámica, permiten obtener atmósferas. Pero ciado cpie son perjudiciales para los esmaltes
que consiste en comprender y a c o m p a ñ a r (no en superar n i contrariar) la (pues son azufreras); los quemadores 110 han sido todavía perfeccionados en
Naturaleza, infinitamente más sabia que el hombre. A medida que se eleva la general, salvo excepción: se tapan los inyectores, carbonizan o trabajan mal en
temperatura dentro del horno, el combustible se oxida mejor y mas r á p i d a m e n - mitad de la roce ion; y son corrosivos para los ladrillos porosos aislantes del
te, y a la vez se oxida mayor cantidad de combustible, lo que reclama m á s aire h o m o ; en la actualidad se prefiere el GLP o el gas natural a estos aceites
y m á s gas o leña. A mayor temperatura todo horno "come m á s " y "respira m á s " , derivados. Con todo, no está de m á s experimentar con ellos y tomar la propia
de lo contrario se estanca y deja de "subir". Alimentación y respiración, son las dos experiencia al respecto. Pero t é n g a s e en cuenta que es peligroso su
necesidades naturales de todo horno, que no funcionará bien si ambas no se almacenamiento y suministro de q u e r o s é n o gas-oil al h o m o en funcionamiento.
realizan correctamente (al igual que en las ix-rsonas). E l h o m o es imagen del Por el contrario, el cilindro donde se expende e l gas licuado es h e r m é t i c o y
hombre. provisto de una válvula de seguridad.
¿ Q u é sucedería si la combustión se hace con deficiencia de o x í g e n o ? Es lo l.as atmósferas de cocción son tres: oxidante, neutra y reductora. La llama del
que se llama "combustión incompleta", por mala alimentación del h o m o o quemador es buen indicativo de la atmósfera reinante en el interior del horno.
incorrecta r e g u l a c i ó n del quemador, la que desaprovecha el aire (que es gratis) La llama azul, agresiva y sonora indica oxidación. La llama amarilla, sumisa y
y derrocha gas o leña, etc. Esta combustión ineficiente o incompleta por falla de silenciosa, indica atmósfera reductora (mucho m á s intensa si a d e m á s desprende
o x í g e n o produce mucho menos calor que la anterior. Podemos interpretar del humo). La llama verdosa sin sonoridad indica aunósfera neutra. A d e m á s ,
siguiente modo la combustión imperfecta: cuando hay condiciones reductoras en el interior del h o m o sale u n cono amarillo
de r e d u c c i ó n por la tobera, que muchos interpretan como si fuera fuego
proveniente del quemador. Craso error: la llama de dicho cono reductor es
C + 0,5 O2 = C O ( m o n ó x i d o de carbono), con desprendimiento de 2500 simplemente gas m o n ó x i d o de carbono (reductor) convirtiéndose en d i ó x i d o
kcalorías por k g de carbono quemado. (oxidante) al salir al exterior del homo. Cuando dentro del h o m o hay reducción,
allí ya no hay o x í g e n o libre, n i tampoco a n h í d r i d o carbónico (CO2), sino
m o n ó x i d o de carbono (CO). Este es un gas incoloro e inodoro y sin humo
El h i d r ó g e n o que todo combustible contiene (hidrocarburo) t a m b i é n se ( r e d u c c i ó n limpia), pero es inestable y es ávido de combinarse con otro alomo
combina con el o x í g e n o del aire al producirse la combustión, lo que produce de o x í g e n o (pues es bigamo) para llegar a su estabilidad: CO2, lo que ya indica
gran desprendimiento de calor, según la siguiente ecuación: o x i d a c i ó n (atmósfera oxidante).
2H2 + 0 2 = 2H2O (agua), con desprendimiento de 30.000 kcalorías p o r k g La atmósfera neutra es aquella que permite la cocción m á s eficiente, con
de h i d r ó g e n o quemado. Como se ve, los combustibles m á s hidrogenados son los a h o r r o de combustible. Para lograrla, no debe haber dentro del h o m o exceso de
que producen m á s calor, pero con desprendimiento de vapor de agua, que es o x í g e n o (demasiado aire p r i m a r i o en e l quemador), sino tan sólo e l porcentaje
perjudicial para la cocción (el h o m o no sube con exceso de vapor: se lo debe necesario para lograr una correcta combustión: no derrocha gas, no consume
derivar con un buen tiraje al exterior). e n e r g í a calórica, y el h o m o sube a un ritmo normal (2,5 a 3 grados p o r minuto).
T o d a cocción d e b e r í a llevarse a llama neutra, por sobre los 800-850 grados.
Debajo de dicha temperatura siempre se debe hornear en oxidación, para
oxidar carbono, sulfatos y otros volátiles. Una atmósfera es neutra cuando en el
interior del h o m o sólo existe de 2a 3por ciento de oxígeno libre. Mayor cantidad
A t m ó s f e r a s de c o c c i ó n de o x í g e n o h a r á que el h o m o no suba, pues se consume hasta el 35 p o r ciento
de la e n e r g í a calórica generada en transformar el o x í g e n o sobrante, lo que hace
T o d a la sabiduría del ceramista auténtico, consiste en saber regular, que el h o m o se auloconsuma calóricamente. Por ello no suben los hornos a gas
obtener y manejar las atmósferas de cocción. Esto no se puede hacer en e l n o m o cuando u n principiante mete el quemador a toda llama azul, a su m á x i m o poder
eléctrico, que, como ya se dijo, solamente puede trabajar en atmósfera de calórico, creyendo así que el h o m o subirá m á s r á p i d o . Craso error, pues
oxidación, de lo contrario las resistencias se corroen, se averian, se deterioran c o m p r o b a r á que, al cerrar u n poco la llave de entrada de gas al quemador, y al
bajar la llama, el h o m o comienza a recuperar calor y a "subir", 10 cual es señal
luego se funden. Así lo advierte el fabricante del alambre Kanthal, y así lo
Ílemos comprobado quienes hemos hecho reducciones en hornos eléctricos. N o
de que se estaba horneando con exceso de aire. Métodos manuales y corporales
son necesarios para e l ceramista. Es e s t ú p i d o usar aparatos analizadores de
puede considerarse un ceramista bien formado quien ignore de atmósferas. gases, ya que, si no se sabe manejar un h o m o p o r las señales que éste emite a
Tampoco lo es quien no hornea en estas cocciones "vivas" que son las que través de la llama, su color, el cono de reducción, etc., y sobre todo a través de
pr< I|M irriona el fuego, la llama, nuestro Dios alfarero, que la moderna tecnología su ritmo de ascenso de la temperatura, n i n g ú n aparatito p o d r á reemplazar
p r e t e n d i ó reemplazar por el "calor sin llama" ( h o m o eléctrico) pero fracasó
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nuestra ignorancia. No hasta ron adquirir un libro de honios, hacerse el propio
y largarse a hornear. F.s preciso acercarse a quien ya ha practicado largamente es un "sistema" de variahli •.. \ mUfhai Otrai «ansas laminen inlluyen en la
y aprender a 1 lomear junto a e l * transferencia calórica SI i I tlrajfl til OXW llvo, poi ejemplo, pOI falla en las
dimensiones corroían van di I t a m a ñ o de los agujeros de entrada de los quema-
Cada una de las tres atmósferas mencionadas tiene a su vez tres grados de dores y el de la tobera >> chimenea, gran P * r t e
del calor generado saldrá al
intensidad: suave, medio y fuerte o intenso. Por ejemplo, la r e d u c c i ó n puede ser exterior del horno arrastrado pot el aire caliente que precisamente constituye
suave, mediana, o muy fuerte. Existirían así nueve gradaciones de atmósferas, el tiraje, el que no se transferirá a las piezas efl« ientemente Se m a l g a s t a r á así
y por consiguiente otros tantos pasos de transición entre una y otra. O t r o combustible y se derruí hará ra luí que no so traducirá en ascenso de la
ejemplo: si un q u c m a d o r c s t á trabajando en oxidación fuerte, para pasara llama temperatura, pues el tiraje lo disipará al exterior haciendo del h o m o una estufa
neutra deberemos saber que antes hay una atmósfera oxidante media, otra (aparato que disipa i l l o i ) , y no un horno cerámico (aparato que acumula calor).
suave, y (pie esta última es lindante o vecina de la neutra. En la llama neutra, a En general, todo h o m o construido fuera de normas poseerá mala transferencia
su vez existo una que es casi oxidante suave, y otra que colinda con la r e d u c c i ó n térmica, con lo que m> subirá basta la temperatura deseada o lo h a r á m u y
t a m b i é n suave. lentamente. 1 OS hornos de libra cerámica, p o r s u parte, no tienen transferencia
Los esmaltes m á s sagrados que creó la cultura universal hace u n milenio o calórica uniforme, ya que, al no acumular calor las paredes, no pueden
m á s (rojos Sangre de Buey, Celadones, blancos de porcelana, T e n m o k ú s ) , se transferirlo a las piezas (calor irradiante). Las pastas y esmaltes resultan así
hornean en atmósfera de reducción. De esto se desprende cuan limitada es la infracocidos o inmaduros para una misma temperatura, en c o m p a r a c i ó n con los
"ceramiquita del horno eléctrico", que se limita a los vulgares esmaltes propios hornos «le ladrillos refractarios aislantes.
del bazar, de ordinario colorido y textura desabrida. T o d a t r a n s g r e s i ó n o
amnesia técnica se naga muy caro en arte o en ciencia. Por ello los ceramistas El ritmo de la cocción, muy principalmente, afecta la buena o mala
debemos velar por la cualidad de nuestro oficio, rescatando las técnicas olvida- transferencia calórica o térmica. Cocciones excesivamente aceleradas no trans-
das, que el industrialismo barato y consumista ha hecho caer en el olvido. "Saber ferirán el suficiente calor a las piezas, las que resultan infracocidas y los esmaltes
para poder Ser", debería ser lema del ceramista. N o el lícito entrar en una inmaduros, a ú n cuando se haya llegado a la temperatura final de cocción. Para
profesión con un bagaje pobre de conocimientos. N o debemos "hacer el caldo hornear bien no solamente se trata de alcanzar temperatura, sino de acumular
gordo" a los caimanes de la cerámica, que abundan en las grandes ciudades y calor en las piezas durante cierto p e r í o d o de tiempo (temperatura-tiempo). Los
contribuyen, en su afán por potenciar el consumismo de hornos, pastas y conos pirométricos, por ejemplo, dan la m á s correcta indicación al respecto,
esmaltes comprados y empaquetados, a acarrear la ruina y pronta d e s a p a r i c i ó n pues se trata de pasta cerámica que se dobla cuando madura, aunque la
de la artesanía y el arte, muerte a medias que ya está bastante avanzada, pues temperatura ya se hubiera alcanzado cierto tiempo antes. Por ello la indicación
nadie se preocupa por consrientizar al ceramista acerca de la verdadera del cono no puede ser reemplazada por el mejor p i r ó m e t r o .
situación en la que vive, que es de inopia cultural y técnica con respecto a los Hornos construidos con paredes demasiado delgadas; techos igualmente
fundamentos de su oficio. Nos referimos a la generalidad de los casos; no a las sin grosor suficiente (15 cms m í n i m o ) ; falla de calor irradiante (fibra c e r á m i c a ) ;
excepciones, que las hay, y muy honrosas ¡pero tan escasas! mala regulación de los quemadores por falta o exceso de aire primario;
atmósfera demasiado oxidante; tiraje excesivo; r e d u c c i ó n demasiado intensa o
efectuada en p e r í o d o s de la cocción que no son los correctos, s e r á n t a m b i é n
causas de mala transferencia calórica a las piezas.
Transferencia c a l ó r i c a o t é r m i c a La forma de alimenlar un h o m o a leña, por otra parte, t a m b i é n puede ser
causa de mala transferencia de calor. Porejemplo, si se lo alimenta a t i b o r r á n d o l o
de combustible, éste se d e r r o c h a r á y saldrá por la chimenea en forma de carbono
De nada serviría que un horno llegue a altas temperaturas, si no es capaz
sin quemar (humo negro), lo que no se traducirá en calor n i en aumento de la
de trasferir la mayor parte del calor generado a las piezas. En ello influye no sólo
temperatura. La alimentación debe hacerse de a poco pero en forma continua-
la buena o mala construcción del horno, sino t a m b i é n la manera de hornear. E n
da; y j a m á s espaciada y llenando el hogar con exceso de madera, lo que g e n e r a r á
E rimer lugar, es esencial que el horno obedezca a un buen diseño, a fin de que
i transferencia t é r m i c a se realice con eficiencia. E l formato y medidas
correlacionadas deben ser ó p t i m a s : al respecto, los hornos circulares o "redon-
exceso de calor disipado que no p o d r á ser absorbido por las piezas. Es por ello
que personas hay que gastan carradas de leña para una misma cocción, mientras
que otras consumen cantidades irrisorias por lo exiguas.
dos" son los que poseen mejor transferencia térmica, con lo que ahorran
combustible y las piezas resultan perfectas (cocción eficiente). Formatos espurios F.l modo de cargar el horno, por su lado, t a m b i é n puede i m p e d i r que gran
(horizontales), o excesivamente verticales, fuera de normas, t a m b i é n resultan parte de la carga absorba calor (jamás se lo debe atiborrar de piezas). Debe haber
malos desde el punto de vista de la trasmisión del calor a las piezas. U n horno suficiente espacio en t o m o de cada pieza para que éstas reciban calor con
uniformidad. El denominado "efecto espejo", al respecto, es esencial para lograr
una buena cocción, con transferencia térmica adecuada. Hornos sin calor
* Léase en el Manual de Esmaltes Cerámicos, Tomo 3, Capítulo 14, los porcentajes de irrailianlc, como los de libra cerámica, carecen p r á c t i c a m e n t e de dicho efecto y
anhídrido carbónico para una correcta combustión con los diversos combustibles: gas forma de calor, que es esencial para uniformizar la temperatura dentro del
natural; gas licuado (GLP); leña; fuel oil. Ver NOTA al final del mismo Capítulo. horno.
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tura, los que trabajan sobre la base del principio de la ternux upla (Ver artículos
El poder calórico mal calculado de u n horno , por no haberlo construido " P i r ó m e t r o " y "Termocupla" en el mendonado Diccionario, para mayor infor-
según normas, t a m b i é n puede ser causa de su incorrecto funcionamiento debido m a d ó n ) . Los de bajas temperaturas, no digitales (con aguja), suelen tener un
• I.i mala transferencia térmica. Por ejemplo, si la g e n e r a c i ó n de calor es m u y margen de e r r o r de 3 a 5 por ciento en su medición, lo que es mucho, pues un
exigua para el t a m a ñ o interior del horno, no se transferirá calor a la carga pues 5 p o r ciento en m i l grados d a r á una m e d i d ó n e r r ó n e a por cincuenta grados...
el poco que se genere (insuficiente) se disipará por la tobera sin transferirse a las Los modernos p i r ó m e t r o s electrónicos digitales tienen u n margen de e r r o r
piezas. L o mismo s u c e d e r á con calor excesivo: h a b r á derroche de calor y u n mucho m á s p e q u e ñ o , y son lo que recomendamos al ceramista. Con todo, no
aprovechamiento ineficiente de la energía generada. basta con seguir la indicación del p i r ó m e t r o para estar seguro de haber
horneado bien. Cuando se hornea pastas o esmaltes de porcelana, p o r ejemplo,
casi siempre dichas pastas resultaran infracoddas si seguimos exclusivamente la
indicación del p i r ó m e t r o , prueba de que también se debe usar conos pirométricos.
L a temperatura y s u m e d i c i ó n E n temperaturas elevadas, las pastas y sus esmaltes, para resultar bien, predsan
de u n p e r í o d o de templado de veinte minutos a media hora a su temperatura
final, a fin de que maduren y de que la porcelana, por ejemplo, resulte
Desde la A n t i g ü e d a d el ceramista fornacólogo p r o c u r ó maneras de averi- translúcida y no áspera n i opaca. Advertimos que ciertas pastas no deben
guar c u á n d o podía considerar terminada la cocción; es decir, en q u é momento someterse a u n p e r í o d o de sostén (según su fórmula, componentes y fundentes).
p o d r í a estar seguro de que las piezas estarían bien cocidas en cuanto a la pasta, En casos, en vez de u n palier al final de la cocción será preferible sobrepasar en
0 con suficiente madurez en el esmalte. El m é t o d o de "prueba y error" fue sin 20 ó m á s grados la temperatura final. T o d o depende del tipo de pastas y de
duda el primerizo, y el que permitió una acumulación formidable de experien- esmaltes que se hornee (Ver " Intervalo de fusión y "Viscosidad" delesmalte en
cia cerámica. Hace dos o tres milenios los chinos idearon u n m é t o d o que consistía el Diccionario).
en extraer a l exterior del horno algunas muestras de pastas o de esmaltes
(muestras esmaltadas) para observarlas visualmente, lo que p e r m i t i ó averiguar La ventaja que ofrecen los p i r ó m e t r o s digitales en c o m p a r a d ó n con los de
si la cocción p o d í a considerarse terminada. Ello es necesario especialmente aguja y los conos pirométricos es que, al indicar la temperatura grado a grado
cuando se hornea esmaltes, o pastas m u y vitrificadas (gres y porcelana). Con y p o r n ú m e r o s legibles, podemos inmediatamente averiguar si a l g ú n p e q u e ñ o
(¡asías de bajas temperaturas no es tan crítico el punto de m a d u r a c i ó n , y resulta cambio que hagamos en las llaves de entrada de gas o de aire, o en el tiraje, se
así posible hornear "a ojo", pero d e s p u é s de una larga experiencia artesana (lo traduce en aumento o -al contrario- en u n descenso de la temperatura. E n caso
que puede hacer u n ceramista d e s p u é s de veinte años de oficio, no lo p o d r á hacer de descenso, podremos estar seguros de que dicha maniobra no fue necesaria n i
u n principiante con veinte días de aprendizaje...). correcta. E n t é r m i n o s generales, cuando un horno "sube", no hay que tocar las
llaves. Cambios hay que hacer cuando el ascenso de la temperatura se detiene,
Con hornos a leña, y con pastas preparadas especialmente para ese tipo de o si hay que modificar las atmósferas, como sucede con los esmaltes rojos
h o r n o (nosotros usamos para este horno pastas de talco, que las hemos reductivos, o en ciertos p e r í o d o s de la cocción de porcelana. Cuando se disponía
introducido en e l uso cerámico en 1970, cuando dicho mineral era desconocido solamente de los p i r ó m e t r o s de aguja, se debía esperar bastante tiempo basta
p o r el ceramista, que solamente conoda como fundente de pastas al carbonato que la aguja nos indicara (groseramente) que el horno "bajaba o subía".
de calcio) es posible, y de hecho lo recomendamos, el guiarse p o r el color de
cocción. Aludimos a las pastas de talco, pues ellas tienen u n amplio intervalo de E n resumen: es posible hornear " a ojo" cuando se compone la pasta usada
c o e d ó n : no las afecta p r á c t i c a m e n t e una diferenda de temperatura de 50 grados con fundentes duros o lentos, como el talco. Ello no es posible con pastas
en m á s o en menos. La d u r a c i ó n de la hornada; el cono de r e d u e d ó n que sale calcáreas (las compradas lo son). Si se hornea de noche, la luz reinante en el
o r la tobera y su intensidad; el bramido del horno o su ausencia p o r sobre los interior del horno será claro anundo de la temperatura para el que ya se ha
50 grados (con leña); todos estos factores s e r á n valiosos indicativos acerca de acostumbrado a su lectura. E n tal caso es posible prescindir totalmente del
c u á n d o se d e b e r á apagar el horno (dejar de alimentarlo). Esmaltes ardllosos p i r ó m e t r o . Otras pastas, que requieren de una regulación m u y exacta de la
t a m b i é n poseen u n amplio intervalo de c o e d ó n , es dedr, que n o escurren a ú n temperatura, así como sus esmaltes, d e b e r á n hornearse a c o m p a ñ a d a s del
cuando se haya sobrepasado su temperatura de madurez en 50 grados, a veces respectivo cono pirométrico, el que corresponda a su temperatura de cocción.
m á s (consultar al respecto el Manual de Esmaltes Cerámicos). U n buen p i r ó m e t r o digital sería, a d e m á s , un auxiliar muy útil para regular la
marcha de la cocción y saber si se está horneando bien o mal a cada tramo de la
E n el siglo pasado, y basándose en el antiguo m é t o d o chino de extraer hornada. Esto es espedalmente necesario con "hornos vivos": a combustible y
muestras, e l a l e m á n H e r m a n n Seger i d e ó los famosos "conos de Seger", que llama, ya sea gas licuado, natural, leña, carbón, reducciones, otros combustibles
consisten en una serie de p e q u e ñ a s p i r á m i d e s de pastas cerámicas de composi- líquidos. A fin de controlar el sostén de la temperatura en los palieres que
ción adecuada para cada rango térmico: los hay para bajas y elevadas tempera- requiere la cocción de esmaltes con grandes cristales, el p i r ó m e t r o digital es
1 uras, y cuando se doblan y tocan su base puede considerarse que han brindado insustituible.
su medición. V e r a r t í c u l o ' Conos pirométricos" y tablas generales de equivalen-
< i.is de temperaturas para los diversos tipos de conos y escalas en el A p é n d i c e del En todos los p i r ó m e t r o s , la colocación de la termocupla debe ser correcta,
i'ionario de Cerámica. Estos conos se colocan en el interior del horno, frente a de lo contrario d a r á n falsa indicación. J a m á s se la colocará en los techos de los
una mirilla para su observación desde e l exterior. boi nos, hacia abajo, como hacen muchos industriales. U n extremo de la
Existen t a m b i é n p i r ó m e t r o s , que son aparatos indicadores de la tempera-
35
34
termocupla debe entrar en el interior de la c á m a r a de cocción (unos 5 cms P O D E R C A L O R Í F I C O D E C O M B U S T I B L E S SÓI.I I X )S
dentro), y su otro extremo debe hallarse unos diez c e n t í m e t r o s afuera de las Y LÍQUIDOS (POR KILOGRAMO)*
aredes del horno. IJI ubicación debe ser horizontal y sobre la pared lateral del
E orno, a unos 10 cms por debajo del techo. Las termocuplas dan correcta
indicación p o r diferencia de temperatura entre sus dos extremos. Si el extremo i .iimhií.\tible kcalorías/kgramo
externo se calienta m á s allá de lo calibrado (como sucede cuando se la coloca en A L C O H O L ETÍLICO 7100
el techo mismo del h o m o , verticalmente o inclinada hacia el interior), d a r á n
falsa m e d i c i ó n de la temperatura tanto m á s cuanto m á s se caliente dicho ALCOHOL METÍLICO 5300
extremo. Y sin embargo el p i r ó m e t r o puede estar funcionando perfectamente ANTRACITA 7000-8000
bien. Para evitar ese riesgo el extremo exterior debe estar suficientemente
alejado de la pared del h o m o : comprar siempre termocuplas largas, de unos 30 ASKRRÍN; V I R U T A S 2400
centímetros. AZÚCAR (de caña) 4000
BAGAZO (lino) 1500
B R I Q U E T A S (de hulla) 7500
C A R B Ó N (de leña) 6000-7000
( l A R B Ó N M I N E R A L (Ver Hulla)
CASCARA (arroz) 1500
C O Q U E (de gas) 5500-7000
C O Q U E (metalúrgico) 6900
DIESEL O I L 10.700
FU EL O I L 10.300
GAS O I L 10.900
G A S O L I N A (nafta) 11.200
HIDRÓGENO 34.000
HULLA 5000-8000
LEÑA ESTACIONADA 3500-4500 (hasta 5000)
M A R L O (de maíz) 2300
N A F T A (gasolina) 11.200
NAFTALINA 9700
O R U J O (uva); PAJA 2200
PETRÓLEO 10.500-11.000
QUEROSENE 11.100
SEBO 8370
Maestro peruano horneando esmaltes de sal: Carlos Runzie Tanaka (Lima). Obsérvese el TURBA 2500-4000
cono de reducción saliendo por la mirilla.
* Ai Ivertimos que en esta Tabla damos el poder calorífico que proporciona un kilogramo
de cada combustible, a diferencia de la Tabla de combustibles gaseosos, que se da para cada
mrtru cúbico. No confundir ambas denominaciones, pues varía mucho la correlación calórica
aura un metro cúbico de GLP (por ejemplo), y un kilogramo del mismo gas, según su
(irado.
30 37
PROPIEDADES D E LGAS LICUADO
P O D E R CALORÍFICO D E L O S GASES C O M B U S T I B L E S (SEGÚN GAS D E L ESTADO)
(EN KCALORÍAS/METRO CÚBICO)
Grado N° 1 Grado N" 3
(cilindros de (envases de 10,
kcaloruTs/m 3
P R E S I Ó N (kgs/cm ): s
30 y 45 kgs) 12 y 15 kgs)
GAS DE GENERADOR (digestor que
a temperatura ambiente de 20° C 8,10 2,55
pulveriza bagazo, aserrín etc.) 1200 25° C 9,35 3,04
GAS M A N U F A C T U R A D O (o gas de hulla, 30° C 10,75 3,60
usado donde no existe gas natural) 5000 40° C 14,10 5,10
B Í O G A S (gas de los pantanos, Delta 55° C 20,65 8
del P a r a n á , estiércol, etc.) 5500-6000
METANO 7000-9000 TEMPERATURA D E P R E S I Ó N
GAS N A T U R A L 9300 C E R O Y P U N T O I N I C I A L DE
PROPANO 22.000-24.000
E B U L L I C I Ó N D E L GLP (bajo cero) -44 -17
GLP GRADO 1 22.380
GLP GRADO 3 27.482 P U N T O FINAL DE EBULLICIÓN
BUTANO 28.000-30.000 D E L GAS (bajo cero) -40 -1,1
D E N S I D A D D E L GLP (aire=1) 1,5 1,9
D E N S I D A D D E L L Í Q U I D O (GLP)
a 15° C ( a g u a = l ) 0,508 0,567
N O T A No es solamente el poder calorífico propio de un tipo de gas lo que lo hace utilizable,
sino, muy principalmente, la presión de vaporización que posee. El butano, por ejemplo, L I T R O S DE GAS POR K G DE GLP 537 423
posee mayor poder calorífico, pero menor presión que el propano.
CAPACIDAD CALORÍFICA
s
(kcalorías/m de gas) 22.380 27.482
M E T R O S C Ú B I C O S D E A I R E NECESARIOS
PESO D E VARIOS GASES
PARA Q U E M A R C A D A M E T R O C Ú B I C O
DE G L P 24 29,65
1 metro cúbico de propano pesa 2kg
1 metro cúbico de butano pesa 2,6 k g
1 metro cúbico de aire pesa 1,29 k g
NOTA: Observando esta tabla, vemos que el Gas de "Grado 1" tiene menor rendimiento
calórico pero mucha más presión que el gas de "Grado 3" (si la presión baja, el horno no
sube de temperatura). Vemos también que el GLP es más pesado que el aire, lo que hace
«|ue no se volatilice si hay pérdidas eventuales, sino que forme charcos peligrosos en torno
a las garrafas. Lo ideal es mantener los cilindros a temperatura ambiental no menor de 20° C.
39
58
COMPOSICIÓN D E L GAS ENVASADO (GLP) E Q U I V A L E N C I A S E N T R E MEDIDAS D E PRESIÓN
m á s importante que el poder calorífico para alimentar m i quemador de horno atmósferas 1,033 kgs por cm
c e r á m i c o . Cuando la p r e s i ó n desciende por debajo de las 2 atmósferas (2 k g / atmósferas 14,70 libras por pulgada 2
!
c m ) , u n quemador de alta presión no funcionará correctamente y el horno se
e s t a n c a r á . Ello sucede cuando la temperatura ambiente desciende por debajo de atmósferas 760 m m de mercurio a 0° C
los 20° C, y se a c e n t ú a cada vez m á s con temperaturas climáticas menores.
E Q U I V A L E N C I A E N T R E U N I D A D E S TÉRMICAS
G A S D E BAJA PRESIÓN: Proviene a una p r e s i ó n menor de 0,5 kg/cm (a 300 2 Y u n quemador de 50.000 kcalorías/h equivale a 198.400 B T U , puesto que
50.000 x 3,968 = 198.400. En la práctica la relación es de 1 a 4, es decir, que se
m i l í m e t r o s por columna de agua).
hace u n redondeo a 200.000.
G A S D E M E D I A P R E S I Ó N : Proviene a una presión entre 0,5 y 2 kg/cm*.
MEDIDAS D E PRESIÓN Los cilindros cargados con gas de "Grado 1" proporcionan un rendimiento
mucho mayor en litros de gas volatilizado que las garrafas que contienen gas de
2
I a t m ó s f e r a (técnica) = 1 kg/cm = 10 metros columna de agua "Grado 3", s e g ú n la siguiente tabla:
I atmósfera (física) = 10,33 metros columna de agua GAS L I C U A D O DE "GRADO 1": 1500 litros de gas volátil por hora.
I kn/( i n ' = 1 atmósfera (técnica) = 1 0 mt columna de agua (a 4° C) GAS L I C U A D O DE "GRADO 3": 600 litros de gas volátil por hora.
I k g / i n ' = 1 m i l í m e t r o columna de agua
2
p n lión del gas natural = 0,028 kg/cm = 280 milímetros columna de agua
40 41
T U B O S O CAÑOS D E H I E R R O GALVANIZADO* C A U D A L D E G A S N A T U R A L E N L I T R O S Q U E PASA
P O R H O R A P O R CAÑERÍAS D E V A R I O S D I A M E T R O S
42 43
PRESIONES E N LIBRAS POR PULGADA CUADRADA T A B L A D E C O N V E R S I O N D E T E M l ' E R A T l IRAS
Y E Q U I V A L E N C I A S E N K I L O S P O R CENTÍMETRO C U A D R A D O DE GRADOS CENTÍGRADOS A E A I I R E N H E I T ,
Y D EGRADOS F A H R E N H E I T A CENTÍGRADOS
45
c F c F
C F C F
1343 2450 4442 1510 2750 4982
182 360 080 482 900 1652 1371 2500 4532 1538 2800 5072
188 370 698 493 920 1688 1399 2550 4622 1566 2850 .... 5162
108 880 716 504 940 1724 1427 2600 4712 1593 2900 .... 5252
LOO 390 734 516 960 1760 1454 2650 4802 1621 2950 .... 5342
804 400 752 527 980 1796 1482 .... 2700 4892 1949 3000 .... 5432
810 410 770 538 1000 1832
116 420 788 566 1050 1922
221 430 806 593 1100 2012
227 440 824 621 1150 2102
232 450 842 649 1200 2192
238 460 860 677 1250 2282
243 470 878 704 1300 2372
249 480 896 732 1350 2462
254 490 914 760 1400 2552
260 500 932 788 1450 2642
271 520 968 816 1500 2732 UNIDADES DE TEMPERATURA
282 540 1004 843 1550 2822
293 560 1040 871 1600 2912 1 Grado C e n t í g r a d o = 1,8 Grados Fahrenheit
304 580 1076 899 1650 3002 1 Grado Fahrenheit = 0,5556 Grados C e n t í g r a d o s
316 600 1112 927 1700 3092 32 Grados Fahrenheit = 0° C
327 620 1148 954 1750 3182
338 640 1184 971 1800 3236
349 660 1220 1010 1850 3362
360 680 1256 1038 1900 3452
371 700 1292 1066 1950 3542
382 720 1328 1093 2000 3632
393 740 1364 1121 2050 3722
404 760 1400 1149 2100 3812
416 780 1436 1117 2150 3902
427 800 1472 1204 2200 3992
438 820 1508 1232 2250 4082
449 840 1544 1260 2300 4172
460 860 1580 1288 2350 4262
471 880 1616 1316 2400 4352
46 47
T E R C E R A PARTE:
M A T E R I A ] ÍES REFRAÍ : IA R K )S
PARA H O R N O S
50 51
• o b r e p e i i r l o i 1040gradosCenuso. No deben utilizarse para lemperaluras m á s
allá de los 1050 grados C pues se contraen gradualmente en sucesivas hornadas.
Si pueden ser usados como eficaces refractarios secundarios de hornos (del ras
del ladrillo primario o aislante m á s refractario).
lodos estos materiales se adquieren a precios irrisoriamente bajos en
i o m p a ñ í a s mineras, o bien los extrae el mismo ceramista en las sierras donde se
hallan Así es posible hacerse un horno a bajísimo costo. N o existe r a z ó n alguna
para que se cobren precios tan excesivos por materiales de horno, ladrillos n i
IK unos cerámicos. Eimismo ceramista debe aprender a manejar estos materiales.
Muchas veces tenemos materiales envasados, cuya etiqueta se ha perdido
<• ignoramos q u é son. Para colmo, en cerámica casi todas las materias primas son
polvos blancos... Introducir uno u otro e r r ó n e a m e n t e , puede llevar al desastre
al ceramista que haga producción. Para diagnosticar los materiales de uso
cerámico se consultará y estudiará el libro Diagnóstico de Materiales Cerámicos. l a
Un marco de madera (suelto), sirve como molde para dos ladrillos refractarios. a l ú m i n a , por ejemplo, en casos es confundida con el cuarzo; a veces con el caolín
blanco calcinado. A d e m á s , se debe saber diferenciar muy bien el ó x i d o de
aluminio del h i d r ó x i d o . Para fabricar refractarios siempre se usará la alúmina
calcinada, a unos 1200 grados C. Si no se tiene a l ú m i n a anhidra (calcinada) sino
hidratada, se la calcinará a dicha temperatura antes de usarla, en crisoles con
1300 grados, los cuales no s e r á n por cierto blancos sino ocráceos o amarillentos. lapa, y j l e v a n d o lentamente la calcinación. La g r a n u l o m e t r í a de la a l ú m i n a
Ladrillos de superior calidad, que deban carecer de óxidos y piritas de hierro t a m b i é n debe controlarse. N o usar mallas muy finas, n i N ° 150,200, menos a ú n
(que perjudican los ladrillos y su conductividad dieléctrica), a e D e r á n incluir en 325. Para introducirla a manera del mejor c h a m ó t e , se la usará molida a granos
su fórmula caolines aluminosos (más de 34 por ciento de a l ú m i n a ) , y adiciones de malla N° 30, poco m á s o menos (no influye cierta variación en m á s o en
de a l ú m i n a calcinada, del 15 al 25 por ciento, en función de la mayor o menor menos). Si la pasta refractaria ya incluye chamotes de malla N " 20 a 30, se
refractariedad deseada, y — a d e m á s — s e g ú n cuál sea el porcentaje de a l ú m i n a introducirá a l ú m i n a m á s fina, de malla N° 80 por ejemplo (hasta 100), a fin de
ue posea el caolín, la arcillas y los c h a m ó l e s usados. Cuanto menor sea el tenor aumentar el contenido de ó x i d o de aluminio y obtener así mayor refractariedad
3e a l ú m i n a de estas materias primas refractarias, tanto mayor será el porcentaje
de a l ú m i n a que h a b r á que adicionar para compensar la deficiencia. En todo caso,
y resistencia térmica y mecánica.
52
53
(ionio venios, el concepto "leli.u I.I i icil.icl" n- halla relacionado con la
i apandad de soportal altas temperaturas, supciioies . i 1200 (fiados ('., sin
alterarse Pero también la refractariedad Implica rrsiaiii dichas temperaturas
d u r a i l t i (eriei pttloéot 'Ir tirmfm, desde un m í n i m o de diez horas (cocciones
e t t á n d a r d ) , naife un m á x i m o de o d í e n l a lloras seguidas o m á s (hornos túnel
industriales) l a irsisteuna al lepetido calentamiento-enfriamiento a cada
con ion laminen se halla implicada en el concepto de "refractariedad".
U n buen icliac la rio, usable en hornos aptos para fabricar porcelana (1300
(fiados) debería contener no menos del 45 al 50 por ciento de a l ú m i n a . Para
Servido especialmente severo, como los ladrillos que sirven para rompellamas,
y e s t a r á n sometidos a la agresión física y química del chorro de llama de un
quemador a gas, cuya temperatura es de 1450 grados y m á s a ú n , d e b e r á tener
un 60 por ciento de a l ú m i n a como m í n i m o para que perdure en sucesivas
cocciones. E l secreto para obtener un buen refractario de calidad aceptable es
partir de materias primas aluminosas y carentes de óxidos de hierro y cal. Piritas
y otros "minerales pesados" igualmente arruinan los refractarios, produciendo
puntos negros en la superficie, los que se funden y conspiran contra la aislación
térmica y la resistencia del ladrillo (sulfuros de hierro, nodulos de manganeso,
magnetita, ilmenita, augita, anfiboles, hornblenda, piroxenos, peridotos, Diotita,
rutilo negro, etc.): todos ellos producen puntos oscuros, negros y marrones, y
pueden ser eliminados de la arcilla o el caolín por tamizado en liquido a malla
200, cosa que m u y pocos fabricantes de refractarios hacen.
54 55
preparado como se imlii ó < >, lo ipie es lo mismo, cada cinco baldes de mezcla superior calidad pueden llcu.u a coutenei un MO pm < ¡ruto de aire ocluido en
seca (arcillas, caolines y < bamotc), se a ñ a d i r á tres baldes de aserrín igualmente sus poros, lo que a u m é n t a l a en ellos su i.ipai idad aislante del calor para un
seco. Se debe mezi lai í n t i m a m e n t e el aserrín con el resto de los materiales. mismo grosor de ladrillo, o, lo que es lo mismo, peí mil irá con un grosor menor
de pared obtener la misma aisla* ion que da un ladrillo p so aislante de grosor
En CUiintO I porosidad » absorción de un ladrillo aislante, lo ideal sería llegar mayor (con el consiguiente ahorro de espacio dentro del horno, siempre
al 70 poi 11<-1110. claro '|ii<" BÜO depende de la técnica usada para la fabricación precioso para el ceramista).
del ladrillo 0 placa! por prensado industrial s e m i h ú m e d o es mucho m á s fácil
" m e i e i " tanta • antiilail de aserrín en una pasta sin que ella pierda su capacidad Como siempre en cerámica, se debe llegar a un acuerdo o "componenda"
de podei sei moldeada y prensada para darle la forma de ladrillo. En el caso de entre el porcentaje- de- porosidad de un ladrillo aislante, y su resistencia
la lalii ii ai ion manual, con palo de amasar y listones de madera, se requiere u n mecánica, la que disminuye notablemente cuando la porosidad sobrepasa el 50
'•(I poi i lento de agua para lograr sufic iente empaste y moldeabilidaef manual. ó 60 por ciento. Por ello no se debe usar ladrillos aislantes, por ejemplo, para
I )e todos modos, se compactará lo inejoi que se pueda el ladrillo con un taco de apoyos de placas y carga dentro del horno: seguramente se deformaran a
madera I".l buen prensado lo favorece en todos los sentidos y mejora sus temperaturas elevadas, a diferencia de uno compacto de la misma c o m p o s i d ó n
propiedades, servicio y durabilidad. Me/dando, amasando y sin agregar exceso y aluminosidad.
de agua, es posible incluir 70 por ciento di- aserrín (en volumen) por m é t o d o s
manuales y así hacer el refractario. Debe quedar bien en claro, pues, que una cosa es la "refractariedad"
(capaddad de resistir altas temperaturas) y otra muy diferente la " a i s l a d ó n
Otras formas de obtener poros en una pasta de ladrillos son la e s p u m a d ó n t é r m i c a " (capacidad de aislar calor a través del grosor de u n ladrillo). U n
con sustancias químicas, capaces de producir abundantes burbujas en el interior refractario puede ser muy aislante del calor y, sin embargo, poco refractario, si
de la pasta acuosa. Dichas sustancias pueden ser el sullonalo de lignina y sodio, ha sido fabricado con materiales poco aluminosos. Por elcontrario, u n ladrillo
o el r e s í n a l o de sodio, m á s agentes estabilizadores (gelatina o gomas) para refractario pesado o compacto, sin poros, puede ser m á s refractario que uno
estabilizar la espuma, que, una vez preparada, es mezclada a partes iguales con aislante. Puede darse t a m b i é n el caso inverso, pues ambas propiedades se hallan
la pasta del refractario. Dolomita m á s acido sulfúrico t a m b i é n puede provocar en dependencia de diferentes causas: del porcentaje de a l ú m i n a de los compo-
abundante espuma. Ver al respecto el artículo "Espumante" en el Diccionario de nentes (para obtener refractariedad); y del porcentaje de aire ocuido en los
Cerámica. El aserrín de buena madera, que no deje residuo de cenizas al poros (para obtener aislación). Lo ideal es que un buen ladrillo sea refractario
quemarse, es sin embargo muy buen material para obtener porosidad contro- cuando se precisa de esa propiedad; y buen aislante cuando debe aislar calor
lada. T a m b i é n es posible utilizar otros productos vegetales en granitos o en para mantenerlo y acumularlo dentro del horno. Ambas cualidades s e r á n
granulos (Ver artículo "Poro" en el citado Diccionario). Refractarios aislantes de necesarias en un ladrillo que sirva para construir paredes o tedios de hornos, y
a la vez para llegar a elevadas temperaturas, lo que exige capacidad de acumular
calor, predosa v i r t u d que la porosidad de u n ladrillo hace posible.
r
>ti 57
c o m p a r a c i ó n con un ladrillo refractario compacto. Es lógico que todo ladrillo
aislante poroso o liviano carecerá de la resistencia mecánica que h a b r á de tener
otro ladrillo pesado o comparto. Sin embargo, si se lo ha fabricado con materias
primas de buena c ahdad (aluminosas), y si se lo h o r n e ó a suficiente temperatura
grados • > más), iodo ladrillo aislante térmico debe tener bastante resisten-
cia como paia sustentar las paredes y techos del horno sin desmenuzarse,
agrietarse ni deformarse Se necesita imperiosamente de ladrillos aislantes
(repetimos pinosos o livianos)* para construir las paredes y techos de los
bornoi SÓlO así se retendrá el calor en el interior, y este se reflejará sobre las
piezai poi irradiac ion térmica al sobrepasar los 850 grados (punto rojo). Hornos
i onsi i indos c on ladrillos pesados o coinpac los, carecen de aislación térmica, p o r
lo cpie el calor atraviesa el ladrillo ya a los 550 grados y es disipado hacia el
exterior del horno, el eme en cierto c o m e n t o se detiene en su ascenso de
temperatura y " no sube' n i a cañonazos... Es lo que sucede a gente terca que lee
los libros pero siempre hacen su voluntad. Ser quejan luego de que sus hornos Ladrillos refractarios aislantes secándose al sol. El papel de diario impide que se pegue
no pasan de los 900 grados, porque no han seguido las normas indicadas. a la base de madera.
Ladrillos rojos, o refractarios hechos con arcillas rojas, que conducen mucho m á s
calor que las blancas, tampoco son aptos para hornos que trabajen a tempera- horno sólo llegará a bajas temperaturas, y ello muy lenta y dificultosamente por
turas desde 1050 grados en adelante. sobre los 850 grados. Estos ladrillos, sin embargo, son irreemplazables para
rompellamas con 60 por ciento de a l ú m i n a ; para pisos de hornos que deban
Es necesario t a m b i é n fabricar los refractarios con caolines o arcillas bien soportar el andar de la persona que carga y descarga (hornos m u y grandes); para
lavados (triple lavado) y tamizados. Existen arcillas aluminosas pero cuyo hacer la boca de entrada de los quemadores; y para las chimeneas de grandes
contenido de cuarzo en polvo fino es grande (hasta 35%). Es sabido que el cuarzo hornos, que derivan los gases a l exterior y no se calientan p o r sobre los 500
es poderoso dilatante t é r m i c o (se dilata al calor del h o m o y se contrae a cada grados en la base.
cocción). U n ladrillo hecho con materias primas cuarzosas se dilatará al
calentarse y se c o n t r a e r á al enfriarse el h o m o , lo que le p r o v o c a r á fisuras y Placas y soportes de h o m o deben construirse con la misma pasta que se use
grietas. Si ellas se producen en el techo del h o m o , caerá polvillo sobre las piezas, para fabricar ladrillos compactos pesados. J a m á s se h a r á una placa aislante o
lo que arruinara los esmaltes que r e s u l t a r á n con arenillas á s p e r a s en la porosa, pues debe trasmitir el calor de abajo hada arriba del n o m o , para así
superficie. Como siempre, todo ceramista o fabricante debe saber diagnóstico de uniformizar la temperatura. N o se usará j a m á s ladrillos porosos aislantes
materiales cerámicos. Es el único camino para obtener productos de buena recortados para hacer soportes de h o m o , como hacen algunos ceramistas. N o
calidad, que no acarreen problemas posteriormente ("pan para hoy, hambre conducen el calor, y tampoco tienen suficiente resistencia mecánica como para
para m a ñ a n a " , es e l peor lema para el ceramista). Peritajes judiciales ha debido soportar el peso de la carga a temperaturas elevadas (más de 1230 grados C).
1
realizar el autor, por malos fabricantes de hornos que los hicieron con ladrillos
de la peor calidad, pero los cobraron como si fueran de la mejor calidad...
Desconfiar siempre de u n ladrillo refractario amarillento, ocre y punteado. U n
buen refractario debe ser lo m á s claro que se pueda, hasta llegar al casi blanco F ó r m u l a s de pastas refractarias*
los m á s aluminosos. U n buen ladrillo no debe dilatarse n i contraerse a cada
cocción: es su mejor test. Ello p e r m i t i r á construir cualquier tipo de techo, incluso
horizontal (sin cumbrera), sin riesgo de que el techo ceda o se deforme hacia E n Condorhuasi hacemos placas para h o m o , ladrillos refractarios compac-
abajo. tos o mezdas de relleno, con 50 p o r aento de caolín triple lavado, bien blanco
y aluminoso, a lo que se agregara otro 50 por d e n t ó de un c h a m ó t e igualmente
U n ladrillo refractario "pesado" ha sido fabricado con pastas compactas, a l u m i n ó s e T é n g a s e cuidado con los chamotes: suele venderse de todo bajo ese
densas, sin inclusiones de materiales que dejen porosidad en su seno. Ha sido rótulo... Desde loza triturada en polvo, hasta granito molido... E l c h a m ó t e
hecho para obtener refractariedad, y escasa aislación térmica. Tiene alta aluminoso debe provenir de una fabrica de ladrillos refractarios igualmente
resistencia mecánica, y gran absorción térmica hacia su interior. Pero trasmite aluminosos (fallados o de desecho), e introdudrse moUdo a malla 1 o a 20 (uno
calor de una pared a otra, lo que es causa de gran disipación térmica y fuga de a dos m i l í m e t r o s de d i á m e t r o el grano promedio). N o usar polvo de c h a m ó t e
calor al extenor del h o m o . Estos ladrillos tienen en general aislación hasta los (que es adquirido por inexpertos o prindpiantes), pues se dilata a cada cocción
500 ó 600 grados, por lo que sirven para construir chimeneas, lamas se debe usar
ladrillos pesados o compactos para hacer las paredes, techos o tapas de los
hornos, pues o d e b e r á n ser desmesuradamente gruesas (lo que c o n s u m i r á * NOTA IMPORTANTE: Advertimos que en todo el libro las fórmulas que damos son en
enorme cantidad de combustible y la hornada no resultará económica), o el peso, es decir, en porcentajes que pueden incluirse en gramos, kilogramos, toneladas, etc.
Solamente el aserrín se da en volumen: es decir, en tazas, baldes o cualquier otra medida
* En todo libro, usaremos indistintamente las palabras "aislante" o "poroso", o "liviano", para líquidos.
para releí irnos al mismo tipo de refractario.
58 50
L a d r i l l o s aislantes o porosos ( l i v i a n o s )
y así se agrieta la placa o refractario. Tampoco usar un grano excesivamente
grueso. Hasta 3 milímetros es posible usarlo. N o usar c h a m ó t e de cacetas
chorreadas con esmalte, desechos provenientes de fábricas de porcelana o loza; Se a ñ a d i r á a las mismas fórmulas anteriores, un 60 a 70 por l i e n t o de
n i de refractarios de baja a l ú m i n a , pues se funde aunque el caolín sea aluminoso. a s e r r í n tamizado a malla N° 20, pero en volumen (no en peso). Si si- incluye 70%
Resulta m u y bueno el ladrillo hecho con la misma fórmula, pero reemplazando de a s e r r í n mejorará la < ahilad aislante 1 l o m e a r a 1250 grados (o a 1 100 grados
25 por ciento de caolín por una buena arcilla blanca aluminosa. La pasta
refractaria h ú m e d a posee con arcilla mayor compacidad y trabaiabilidad. A l ser
horneada, el resultado depende de la pureza de dicha arcilla. N o usar arcillas
muy cuarzosas, calcáreas n i arenosas. El cuarzo y la arenilla fina dilatan al calor,
. pueden hacer que el ladrillo se raje o agriete en uso. Los caolines "triple
Íavado", por el contrario, al carecer de arenillas de cuarzo, no dilatan y no se
agrietan. Eso sí, son menos i raba jabíes en crudo, al hacer el ladrillo.
Esta última fórmula, tal como se da, es para refractarios compactos: sirve
para placas de horno, soportes, y ladrillos pesados o compactos para pisos
interiores de hornos y para chimeneas.
En el taso de hacer ladrillos que deban ser aislantes, se le a ñ a d i r á un 60 a
70 p o r ciento de aserrín tamizado s e g ú n se explicó, en volumen (no en peso).
Para fabricar placas o soportes de horno j a m á s se a ñ a d i r á a s e r r í n . Se debe Ladrillos refractarios aislantes de diversos
prensar lo m á s que se pueda tanto los ladrillos como las placas o los soportes, lo tipos (ya horneados a 1280° C). Abajo:
tochas.
que a u m e n t a r á mucho su resistencia mecánica y compacidad. Esta fórmula sirve
para trabajo hasta 1230 grados para placas de hornos, las que, bajo carga y el
gran calor se deforman salvo que se naya usado un caolín y un c h a m ó t e m u y
aluminosos (34 por d e n t ó de alúmina). Si sólo se dispone de caolines y chamotes
de- media a l ú m i n a , como en nuestro país (26 a 28 por ciento de ó x i d o de
aluminio), se d e b e r á incluir a l ú m i n a calcinada de malla algo gruesa (N° 30 a 40)
y a g r e g a r í a a la mezcla h ú m e d a (un 15 a 20 por ciento en general da buen
resultado).*Nunca se insistirá bastante en la necesidad de prensar m u y bien los
ladrillos y placas refractarias: ello evitará deformadones de secado y a u m e n t a r á
notablemente la resistenda bajo carga cuando el refractario esté en uso a
«devadas temperaruras. La compactación del refractario h ú m e d o con una
prensa industrial da óptimos resultados. si no se trabajará en alta temperatura: m á s de 1200 grados). Advertimos que, si
se u s ó u n caolín y c h a m ó t e aluminosos (94% de a l ú m i n a ) , la primera fórmula
dada (50% de caolín y 50% de chamóte) servirá para trabajo h a s t a l 250 grados,
o algo m á s . Pero si se usó Un caolín y c h a m ó t e de media alumina, dicha
FÓRMULA D E L A D R I L L O S R E F R A C T A R I O S PESADOS, temperatura de trabajo d e s c e n d e r á en f u n d ó n de la aluminosidad, hasta 1200
P L A C A S Y S O P O R T E S (USO H A S T A 1230°) grados quizá. La calidad de los materiales usados d e t e r m i n a r á su refractariedad
y resistenda bajo carga (porcentaje de a l ú m i n a , impurezas presentes, y lavado
Caolín triple lavado .. 50 para eliminar arenillas de cuarzo). Para temperaturas m á s elevadas (1400°), se
(ihainote mediano aluminoso 50 a u m e n t a r á gradualmente el porcentaje de a l ú m i n a calcinada. Si sólo se dispone
de caolines y chamotes de media a l ú m i n a , se c o m p e n s a r á la defidenda a ñ a d i e n -
Hornear a 1230 grados C. do a l ú m i n a en mayores porcentajes. Refráctanos para paredes y techos de
hornos, s e r á n siempre aislantes y porosos (livianos). Placas, soportes de h o m o
y ladrillos pesados o compactos, j a m á s s e r á n porosos n i aislantes.
FÓRMULA D E L A D R I L L O S R E F R A C T A R I O S
PARA S E R V I C I O SÚPER (USO H A S T A 1350°)
A g u a de mezcla
( ¡Colín triple lavado aluminoso 50
( liainoie mediano aluminoso 50 Todas las fórmulas dadas se e m p a s t a r á n con u n 50% de agua. Cuando se
Alumina calcinada grano medio 20 fabrique ladrillos con prensas industriales, dicho porcentaje d e s c e n d e r á : a
mayor p r e s i ó n menor porcentaje de humedad.
Hornea ra 12 50 grados.
61
(X) 1
I JUIrillo refractario aislante criollo Si se desea incluir el aserrín en peso (no en volumen), el porcentaje óptimo es del 30
por ciento enpeso. Es decir, para cien kgs de pasta seca, se a g r e g a r á Ireinl.i kgs de
a s e r r í n (y para 10 kgs de mezcla, tres kgs de aserrín). Ello p e r m i t i r á obtener una
En Condorhuasi utilizamos la siguiente fórmula, que da ó p t i m o s resulta- porosidad del 65 al 70 p o r ciento. Sin embargo, se debe considerar que hay
dos para temperaturas de trabajo de 1250-1280 grados (hasta 1300° C y más, ya materiales m á s y menos livianos (corcho), maderas m á s pesadas, ele. Siempre- se
que contiene a l ú m i n a ) : d e b e r á hacer unas pruebas con varios porcentajes, en volumen o en peso como
se quiera. Nosotros preferimos incluir el aserrín en volumen, para evitar el error
emergente de los diferentes pesos de maderas m á s pesadas (algarrobo, cedro),
FÓRMULA D E L A D R I L L O A I S L A N T E C R I O L L O
con respecto al a s e r r í n de maderas m á s livianas (pino).
C a o l í n triple lavado blanco 50 A mayor porcentaje de aserrín, el empaste será m á s dificultoso y r e q u e r i r á
C h a m ó t e de ladrillos de horno 40 más agua de mezcla, sobre todo si se lo realiza a mano. Con prensas industriales,
se facilita la fabricación. Mézclese y e m p á s t e s e muy bien, y, si es necesario,
A l ú m i n a blanca calcinada 10 a ñ á d a s e adhesivos, como gomas, almidones, colas, etc.
Hornear a 1280 grados C.
63
restante estará constituido por un caolín empastante, lo m á s aluminoso que se
pueda). U n buen prensado en una prensa industrial aumenta la t r a b a z ó n de las mediano. Con esta mezcla rellenamos un encofrado (pie permita ha< e i pandes
partículas de c a r b o r ú n d u m y, con ello, su resistencia mecánica bajo carga. C o n 0 lechos de hornos, con ó p t i m o resultado. Una vez seca, s e la hoi nea a luí «le que
carburo de silicio 60% y caolín 40% hemos hecho ó p t i m a s placas para cocción de se queme el aserrín j u n t o con la pasta (mínimo a 1200 grados), y así resulla el
porcelana. interior del horno a la manera de un solo gran ladrillo refractario poroto
aislante. Se evita de ese modo las fricciones entre ladrillos al mover los hornos,
Para su correcto secado, toda placa se a p o y a r á sobre una madera bien el polvillo que pueda caer de los techos, y —sobre todo— el horno resulla casi
horizontal y recta, y no se moverá hasta que se halle del todo seca, siempre con gratis, a diferencia de los hechos con ladrillos porosos Comprados, lo que suelen
papeles de diario debajo (alisado). Las placas se h o r n e a r á n veri ¡cálmente, ser excesivamente costosos en nuestro medio. Para hornos que servirán a
adosadas de a dos. temperaturas de porcelana (1300 grados y más) usamos la anterior fórmula
dada en este apartado: 50 por ciento de caolín lavado y 50 por ciento de c h a m ó l e
aluminoso, m á s el aserrín siempre incluido en volumen (no en peso). Ambas
Advertimos que en nuestro país se consigue c h a m ó t e en granos en fórmulas dan muy buen resultado. Para hornos de servicio "súper", en los que
cualquier c o r r a l ó n de materiales para la construcción, bajo la d e n o m i n a c i ó n se h o r n e a r á porcelana a temperaturas superiores de 1300 grados, se a ñ a d i r á a
e r r ó n e a de "arcilla refractaria". Se trata de u n c h a m ó t e de segunda calidad, pero la mezcla un 20 por ciento de a l ú m i n a calcinada, de malla algo gruesa (N° 30-
apto para hornos a leña u otros de baja temperatura. Chamotes "especiales" se 40). Ello a u m e n t a r á la resistencia térmica del refractario, especialmente: el de las
adquieren en fábricas de refractarios. En ellas, se debe bregar para que nos zonas críticas, que reciben mayor calor, como zonas de entrada de fuegos, pisos
vendan el c h a m ó t e m á s aluminoso: éste generalmente lo reaclan y lo vuelven frente al rompellamas. Esto es especialmente necesario si no se dispone de
a usar en la misma fábrica para su propia p r o d u c c i ó n triturando piezas o caolines aluminosos, n i de chamóles igualmente de superior calidad. El encofrado
ladrillos fallados. En el caso extremo de no conseguir un buen c h a m ó t e , el mismo para hacer los hornos con este refractario de relleno se hará como se indica m á s
ceramista puede hacerlo, calcinando a 1100 grados caolín en polvo seco dentro adelante en este libro al ilustrar y explicar la construcción de hornos a gas y a
de una vasija de pasta blanca con c h a m ó t e , o —mejor a ú n — h e c h a con 50 por leña.
ciento de caolín y 50 por ciento de c h a m ó t e de grano mediano: polvo no. Esta
fórmula sirve t a m b i é n para cacetas y crisoles refractarios. Este caolín saldrá de La primera cocción de un horno hecho con relleno aislante poroso debe
la calcinación en polvo, lo que no recomendamos (siempre se u s a r á granos hacerse sin piezas y a temperatura bastante alta ( m í n i m o 1200 grados); mejor
medianos: malla l o a 20). Para hacer c h a m ó t e de grano medio, se e m p a s t a r á con a 1280 grados C. Ello h a r á que se queme el aserrín de la zona anterior de la
agua u n caolín de buena calidad, y, en estado s e m i h ú m e d o , se lo t r i t u r a r á hasta pared, la que está en contacto con el calor, mientras que el que se halla en las
la malla adecuada. E l m é t o d o simple para p e q u e ñ a s cantidades consiste en hacer partes m á s alejadas se convertirá en carbono. Este es el mejor y m á s barato
así bochas o bolas de caolín puro, el que se frota contra un rallador de queso. Se material refractario, tanto por su capacidad de aislación, como por su
obtiene así granulos de caolín que, una vez calcinado a 1100°, d a r á n por refractariedad. A cada hornada sucesiva, se irá quemando m á s aserrín y m á s
resultado el mejor y m á s puro c h a m ó t e . Si se adquiere c h a m ó t e en una fábrica c a r b ó n : déjese al horno en eso que haga su trabajo con naturalidad. Si se trata
de refractarios, se d e b e r á tamizarlo a fin de eliminar el polvo de c h a m ó t e (que de un horno a lefia y (por cualquier razón) no se consigue llegara temperaturas
raja placas de horno y piezas en cuya pasta se lo introduzca), para lo cual se usará muy altas (se precisa práctica para saber hornear), no se debe preocupar el
u n alambre tejido en malla N " 20 aproximadamente (el alambre o tela de ceramista. Hornee normalmente. Eso sí: la primera cocción del horno (que los
mosquitero tiene esa malla grosso modo). Luego se volverá a tamizar con una antiguos llamaban "quemar el horno" y para ellos era una ceremonia) debe
malla m á s apretada para retener los granos medianos, dejando pasar los finos. hacerse sin piezas. "Algo" entra durante la primera cocción en cada horno, si es
que se lo quema por vez primera "al aire", o sea sin carga. En resumen: no se
Debemos advertir que si se usó materiales poco aluminosos para componer piense que el horno pierde aislación térmica si no se quema todo el aserrín. En
el refractario (arcillas, caolines y chamotes), ellos e n c o g e r á n durante la cocción general, en la primera hornada es suficiente con que se queme el aserrín hasta
tanto m á s cuanto menor sea su porcentaje de a l ú m i n a : p o r consiguiente, la ta m i t a d de la pared (mejor sería hasta 10 cms). En sucesivas cocciones,
porosidad se r e d u c i r á correlativamente. En tal caso, h o r n é e s e dicho refractario repetimos, el horno se irá poniendo a p u m o él solo, si ha sido bien construido.
a unos cien grados menos, para no reducir tanto su porosidad. L a primera hornada produce mucho vapor de agua al quemarse el aserrín y al
transformarse las arcillas y caolines: ello h a r á que la pared parezca poco aislante
pues el agua y el vapor son conductores del calor. Pero a la segunda cocción ello
no s u c e d e r á , o disminuirá notablemente. A l a cuarta o quinta liorna da se puede
Pasta refractaria de premezcla o relleno considerar que el horno ya está del todo quemado (sus paredes, techo o lapa).
T é n g a s e paciencia en esto y sépase a c o m p a ñ a r los procesos naturales: eso es
"saber".
Es una mezcla de pasta refractaria, igual a la que usamos para hacer
ladrillos, a la que igualmente se a ñ a d e el 60 por ciento como m í n i m o de aserrín
en volumen (no en peso), para comunicarle la necesaria porosidad, cuando se Para prepa rar la mezcla refractaria de relleno se puede seguir dos caminos.
va a hacer paredes de hornos con dicha mezcla. Utilizamos generalmente la 1 'no es mezclar muy í n t i m a m e n t e en seco los materiales componentes, a los que
siguiente fórmula (denominada "3, 3, 4"): tres partes o kgs de caolín; m á s tres se a g r e g a r á luego el porcentaje de agua necesario para v o l c a r l o y compactarlo
partes o kgs de arcilla blanca; y cuatro partes o kgs de c h a m ó l e de grano dentro del encofrado de cartón, madera, etc. Generalmente un 30 por Ciento de
agua es suficiente, a veces un poco menos. No agregar exceso de agua, pues ello
M
65
Advertencia importante: las lie» lomudas dadas anteriormente deben llevar
d e m o r a r á i n ú t i l m e n t e el tiempo de secado. Preparado con poca agua, general- el p o n enlaje rc< oiucudado de usri i fu tamizado (00 a 70%), MU el c nal «4 relleno
mente el horno se puede desencofrar al día siguiente de construido, o a las 48 refractario no sería poroto ni aíslame T r á t e t e de ¡ni l u u el p o n enlaje m á x i m o
horas. Para cantidades mayores de pasta es posible prepararla tal como se indica de aserrín que sea posible-, de a i u i n l o i on la lé( nica de p r e p a r a c i ó n y mezcla del
en el Curso Práctico de Cerámica, T o m o 1, ' M é t o d o Condorhuasi" de la bolsa relleno M e / i las m á s an diosas admiten hasta un HO por ciento de a s e r r í n , en
colgante. Ello llevará m á s días de secado del relleno, pero se mezclará mejor, volumen. Un SS por liento, sin embargo, sería ó p t i m o para no perder
sobre l o d o cantidades grandes. Sin embargo, dado que es posible i r agregando trabajahilidad y empaste
gradualmente en sucesivos días el relleno al interior del encofrado para hacer
el horno, nada impide que se haga p e q u e ñ a s cantidades de mezcla en u n balde Las dos últimas formulas dadas m á s arriba, pueden hacerse m á s plásticas
(5 ó 10 kgs p o r vez). E l h o m o de esta manera se irá haciendo por anillos y i raba jabíes si se incluye 25 por ciento de una buena arcilla blanca pura, m á s
sucesivos, y, dado que se a ñ a d e pasta h ú m e d a sobre pasta t a m b i é n h ú m e d a , ol ro 25 por ciento de un buen caolín triple lavado. H a b r á mejor c o m p a c t a c i ó n
ambas se adhieren perfectamente. En otras palabras: es posible tanto construir y m á s resistencia en crudo para el relleno o ladrillo hecho. l a segunda f ó r m u l a
el h o r n o en u n solo día, como en varios días seguidos. Si la pasta anterior se q u e d a r í a así:
hubiera secado p o r ser tiempo caluroso, se la h u m e d e c e r á u n poco a fin de
facilitar la mutua adherencia. N o olvidar que esta mezcla de relleno debe ser
aislante y porosa una vez horneada, por lo que siempre se mezclará a los Hasta 1280°
ingredientes el porcentaje indicado de a s e r r í n tamizado (60 p o r ciento en
Arcilla blanca pura 25
volumen, no en peso). Discúlpese la insistencia, pero razones didácticas y la
experiencia con personas que no interpretan bien, obligan a l autor a insistir en Caolín triple lavado 25
estos puntos álgidos. Con este relleno tanto es posible hacer ladrillos, ladrillones, C h a m ó t e mediano aluminoso 50
como bloques de encofrados, tejuelas delgadas, etc. Los ladrillos/tienen una
medida estandarizada (aunque nada impide modificarla): 22,5 cms de largo, p o r
11 cms de ancho, p o r 6,5 cms de grosor. Las tejuelas tienen las mismas medidas, E n caso de usar arcillas, rechazar las calcáreas y las arenosas. H a y países
sólo que el grosor es la mitad (son delgadas y sirven para recubrir paredes donde no hay buenos caolines blancos, pero sí existen buenas arcillas puras. En
derruidas, hornos de fibra que se quiere corregir, etc.). tal caso, en vez de usar u n caolín amarillento o rojizo, se e m p l e a r á una buena
arcilla blanca. E n Condorhuasi tenemos u n lema: "es preferible una buena
arcilla blanca a un caolín de mala calidad".
RELLENO REFRACTARIO POROSO AISLANTE (FÓRMULAS)
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66
shock t é r m i c o sin agrietarse; muy buena aislación térmica; y una porosidad o
absorción del 65 por ciento (horneado a 1020" C), lo que es mucho.
FÓRMULA D E R E F R A C T A R I O AISLANTE D E V E R M I C U L I T A
(USO H A S T A 1050°)
Arcilla blanca 30
Caolín 30
Vermiculita expandida 40
(58
69
Para refractarios de servicio más liviano, con menor capacidad de aislación I' I amianto como refractario
icrmica, puede usarse desde cenizas volcánicas, p ó m e z en polvo, hasta ceniza de
hornos de leña, arena c o m ú n lavada, c h a m ó t e en polvo, o arcilla o caolín crudos
Si bien en ciertos libros de cerámica norteamericanos se recomienda
(en polvo), o mejor calcinados a 900 grados. Si bien estos materiales no son
bornear sobre placas de amianto, para bajas temperaturas, y muchos emplean
porosos en sí, queda siempre aire encerrado entre uno y otro de sus granos, lo
ese material para secado de piezas u s á n d o l o como apoyo, se debe saber que se
que tiene poder aislante. Advertimos que el agua o la humedad rebajan
l í a l a de un material sumamente peligroso, colocado en la lista de sustancias
notablemente la capacidad de aislación de u n refractario o polvo aislante, pues
carcinogénicas, dada su conocida actividad cancerígena. Pese a ello, fabricantes
es m u y buena conductora del calor y la electricidad. Para evitarlo, recomenda-
de hornos hacen uso del amianto en forma indiscriminada, para cordones de
mos calcinar a unos 850 grados todos estos materiales pulverulentos, antes de
puertas de hornos eléctricos (para lograr cierre m á s ajustado sin fuga de calor).
usarlos para rellenos de intersticios externos en torno a l c i l i n d r o del horno, etc.
A l tratar de las "fibras cerámicas" nos referiremos nuevamente a l amianto y sus
N o calcinar el c h a m ó t e , pues ya ha sido sometido a elevadas temperaturas
peligros para la salud del ceramista.
durante su fabricación. T a m b i é n es posible usar como aislante en polvo
cualquier piedra mineral molida a malla 60 a 100, a condición de que se trate
de piedras de color blanco o claro, nunca negras (éstas contienen ó x i d o s de
hierro y magnesio, que son fundentes). J a m á s usar materiales calcáreos para este
fin: se los diagnostica pues burbujean al echarles una gotas de ácido clorhídrico Refractarios aislantes s i n c h a m ó t e
o de j u g o de limón.
Si no se desea incluir c h a m ó t e , o si no se lo consigue de buena calidad, es
posible fabricar un buen ladrillo o pared refractaria aislante, utilizando sola-
mente caolín, triple lavado, al que se adicionará ú n i c a m e n t e a s e r r í n , en el
Refractario aislante con cemento P ó r t l a n d (1050°) porcentaje ya indicado, del 60 al 70 p o r ciento (en volumen), lo que en peso es
aproximadamente u n 30%. Este refractario, sin embargo, tiene menor resisten-
cia m e c á n i c a que otro refractario con c h a m ó t e , pero sirve para piezas p e q u e ñ a s ,
E n la p r i m e r a edición del Curso Práctico de Cerámica, T o m o 4 (1982), para refractarios irradiantes de estufas, y t a m b i é n para ladrillos de horno, con
hemos publicado una buena fórmula de material refractario para hornos, con tal que no deban soportar pesadas cargas, como cumbreras de techos, etc. Su
cemento P ó r t l a n d , e l que puede ser usado hasta temperaturas de 1100 grados refractariedad y aislación son ó p t i m a s , si se ha usado u n caolín con suficiente
(no más). Es ideal para el horno a leña. Puede hacerse con él tanto ladrillos como porcentaje de a l ú m i n a (34%).
rellenos. Su fórmula en volumen (baldes o tazas), no en peso, es: cemento
P ó r t l a n d 1 parte; arcilla blanca 1 parte; c h a m ó t e mediano 2 partes; a s e r r í n
tamizado 2 partes. L a mezcla se e m p a s t a r á con u n 20 por ciento de agua. Tiene
poder fraguante al secar, y una vez fraguada se la h o r n e a r á sin sobrepasar la
temperatura indicada. Resulta u n material m u y poroso y liviano, con buena Refractarios de bauxita
aislación hasta dicha temperatura. Es esencial usar u n cemento P ó r t l a n d que n o
sea a ñ e j o , pues n o fragua si ha envejecido. Se considera " a ñ e j o " u n cemento ya
a los treinta días de salido de la fábrica (no del comercio). De allí que lo Se trata de una roca arcillosa, consistente en a l ú m i n a hidratada, m á s
recomendable sea comprarlo siempre en grandes proveedores, que tengan impurezas férricas, con u n contenido de hasta u n 65% de ó x i d o de ó x i d o de
mucha venta diaria. Comercios p e q u e ñ o s , o casas no especializadas, que no sean aluminio. N o toma plasticidad al humedecerla, p e r o es una materia p r i m a
"del ramo", como ferreterías o p i n t u r e r í a s , siempre venden cementos viejos. barata para la fabricación de refractarios a escala industrial. La gran industria
Luego hay dificultades con el fraguado, o el material se desmenuza una vez de refractarios ordinarios generalmente prescinde de los caolines lavados, que
secado. son costosos, o de la a l ú m i n a blanca calcinada. Recurre a las bauxitas de
i m p o r t a c i ó n (aluminosas), pues en nuestro p a í s sólo se halla escasas arcillas
bauxíticas, con menos del 35% de a l ú m i n a . Dado que no posee plasticidad n i
moldeabilidad, se la suele empastar con arcillas aluminosas aunque ordinarias,
R E F R A C T A R I O A I S L A N T E C O N C E M E N T O (1100°) con impurezas férricas (piritas), que oscurecen el color del refractario cocido.
La inclusión de bauxitas permite al fabricante de refractarios compactos ó
Cemento P ó r t l a n d 1 parte (balde o taza) livianos (porosos) obtener productos de alta a l ú m i n a (más del 40% de ó x i d o de
Arcilla blanca 1 parte " aluminio). Debe incluirse molida y calcinada. N o es fácil conseguirla en nuestro
medio. Usese la m á s clara que se obtenga, lo que indica menor contenido de
C h a m ó t e mediano 2 partes " " ó x i d o de hierro. Las hay muy oscuras, altamente férricas y con otras impurezas,
Aserrín tamizado 2 partes " como ó x i d o s de titanio, etc. Cuando no se consiga chamotes aluminosos, m a l que
aqueja a nuestro medio cerámico, incluyase en su reemplazo bauxita molida a
71
70
granos de t a m a ñ o mediano, de 1,5 a 3 milímetros (mallas de 16 a 20, y hasta 30 una temperatura máxima di trabajo tli l IftO m.nlo-i i (equivalente a 2600
Como m á x i m o ) . Fste será un c h a m ó t e ideal para refractarios, gres y para grados Fahrenheit) l os K'.'M I . ]• pan ti tutu ralurai máximas en uso de |'»:<h
11 instruir paredes de hornos, e m p a s t á n d o l o ron cierto porcentaje de caolín o grados ( I (o '.'80(1 gl.idosl.ilne nlieil) l o s K SO snven p a r í Iriupciaf illas de
Brolla cuyo contenido de a l ú m i n a no sea demasiado bajo ( m í n i m o 28-30%). Sin trabajo de hasta 1050 grados Centígrados (3000 grados Fahrenheit)
un materia] plástico empastante, no será fácil conglutinar la pasta h ú m e d a para
fabricar el refractario, n i prensarla. Si bien es posible utilizar dextnnas, En nuestro idioma, ya es hora de que nos independicemos de denomina-
almidones, colas o gomas comoaglutinantes, siempre es necesario u n plastificantc ciones en lengua e x t r a ñ a , y que — a d e m á s — nadie entiende y se prestan a
arcilloso que ligue las partículas gruesas entre sí a ú n d e s p u é s de la cocción, de confusiones. En realidad, nuestros ladrillos d e b e r í a n simple y sencillamente
lo contrario el ladrillo o placa se d e s m e n u z a r á n . No se olvide que los aglutinantes llevar grabada la indicación de su "temperatura de trabajo m á x i m a recomenda-
mencionados se queman ya a los 500 grados y desaparece con ello su poder da", con la letra T I 300, T 1 4 0 0 , T 1500, etc. Ello evitaría a m b i g ü e d a d e s , errores
ligante. N o empastar refractarios con silicato de sodio, pues se trata de u n y uniformizaría criterios, tanto m á s cuanto que la escala en grados Fahrenheit
esmalte líquido, que se funde a los 850 grados C y arruina cualquier refractario. es desconocida entre nosotros.
1 lace poco hemos analizado una placa de c a r b o r ú n d u m que se espumaba y a la Es preciso advertir que, en nuestros países, la escala de temperaturas
cual se pegaban las piezas. Los granulos de carburo de silicio, que son altamente m á x i m a s de trabajo recomendadas para cada d e n o m i n a c i ó n (K 26, K 28, K 30,
refractarios, habían sido aglutinados con silicato de sodio, que se convierte en etc.), no responde a la realidad.pues los ladrillos K 26 sirven para trabajar hasta
fase líquida y se funde a muy bajas temperaturas. De nada sirve usar u n material 1250-80 grados C. Los del tipo K 28 sirven sin vitrificarse hasta unos 1350 grados
noble si se lo a c o m p a ñ a con otro de baja refractariedad. El carburo de silicio debe C (en los buenos fabricantes). O sea que en realidad se d e b e r á rebajar en casi 200
aglutinarse con caolín (30 a 50 por ciento), el que resiste altas temperaturas (más grados C la temperatura de trabajo prometida para o í d a d e n o m i n a c i ó n . H a b r á
de 1300 grados C) a ú n si no es muy aluminoso: 28 por ciento de ó x i d o de otros países donde la calidad e s t á n d a r d se i espete. Pero nuestra experiencia de
aluminio. veinte a ñ o s horneando en casi todos las países de América Latina y España nos
indica que un ladrillo K 26 se va encogiendo décimas de milímetro a cada cocción
Ciertas bauxitas, al ser calcinadas, resultan demasiado oscuras. Ello es por sobre los 1250 grados C, lo que hace que paulatinamente se oscurezcan, se
indicativo de alto porcentaje de impurezas férricas presentes, las que, si t a m b i é n contraigan, se vuelvan m á s densos y menos aislantes. Es por ello que muchos
existe ó x i d o de titanio, d a r á n color casi negro en la calcinación, al formarse hornos van perdiendo gradualmente resistencia térmica y capacidad aislante,
titanato ferroso (negro). 1.a oxidación-reducción; el calentamiento-enfriamien- cuando son usados por mucho tiempo para gres y porcelana. No nos referimos
to; las atmósferas reductoras alternadas con p e r í o d o s de oxidación, alteran a todos los fabricantes de ladrillos; pero sí a la m a y o r í a .
dichos cuerpos férricos, provocan dilatación y fisuras, y fusiones parciales. T o d o
ello es causa de deterioro del material refractario, que cuanto m á s blanco sea,
tanto m á s tiempo p e r d u r a r á , y sufrirá menor alteración, d e f o r m a c i ó n y
agrietamiento.
Porosidad o a b s o r c i ó n de u n ladrillo
72 73
(¡orno se ve, dicho ladrillo tiene una porosidad aceptable aunque un poco sucede con las estufas irradiantes, con las placas de horno, en menor medida con
baja,para su uso como refractario "aislante", cuya porosidad admisible debe ser los ladrillos para rompellamas. Por el contrario, los ladrillos refractarios
del 60 al 70 por ciento. Se corregirá la fórmula del ladrillo si lo fabricó el mismo aislantes con que se hacen las paredes y techos de los hornos, deben tener
ceramista, a ñ a d i e n d o m á s aserrín a la mezcla; se volverá a hornear y se p r o b a r á transmisibilidad térmica mínima, a fin de que el calor no pase al exterior de I
nuevamente la porosidad, hasta que se llegue al porcentaje deseado. Si se trata horno disipándose. El aire ocluido dentro de los poros que posea u n ladrillo
de ladrillos comprados, nos han hecho un timo (tan habitual en cerámica). En refractario poroso, es el mejor aislante térmico, ya que rebaja a un m í n i m o dicha
nuestro medio los ladrillos que se venden como "K26", tienen una porosidad del t r a n s m i s i ó n o fuga del calor. Este se mantiene así dentro de la c á m a r a de cocción
53% (promedio), rara vez la superan. del horno, con lo que el calor se acumula y el horno sube de temperatura sin
detenerse en su ascenso, que debe ser gradual y sostenido, sin palieres. Resultará
así una cocción económica y eficiente.
El porcentaje de a l ú m i n a presente en cada tipo de ladrillo es el responsable
de su refractariedad, o, en otras palabras, de su nobleza. Si u n ladrillo no Los ladrillos compactos y pesados, sin porosidad, no son aislantes, por lo
responde a las especificaciones admitidas inteniacionalmentc, es por deficiencia cual poseen transmisibilidad térmica elevada. Por el contrario, los porosos
de a l ú m i n a en sus materiales componentes, sin duda para ahorrar costos. U n aislantes, poseen transmisibilidad m í n i m a . Ambas propiedades son deseables
ladrillo de la d e n o m i n a c i ó n K 26 debe tener del 36 al 40 por ciento de a l ú m i n a . s e g ú n el caso y el uso a que se destine el ladrillo. Por ello se debe tener muy en
U n o de K 28 ha de contener del 65 al 68 por ciento de a l ú m i n a . Esto, en hartos cuenta de que clase de ladrillo se trata en cada caso. Por otra parte, todo debe-
casos, dista mucho de ser el contenido real presente en cada tipo. Inclusiones de compensarse y equilibrarse dentro del "sistema" que constituye e l horno
bauxitas, o de a l ú m i n a calcinada, elevan elporcentaje de a l ú m i n a de los caolines cerámico. Por ejemplo, sería tonto (como muchos hacen hoy con la fibra
usados para fabricar el ladrillo, porcentaje que muchas veces no es suficiente cerámica) colocar d e t r á s del ladrillo poroso aislante (primera capa), otra capa
para responder a la exigencia del tipo bajo el cual se vende. E n nuestro país secundaria de ladrillos t a m b i é n aislantes, o de fibra cerámica (que t a m b i é n lo es),
—lastimosamente— los ladrillos vendidos como K 26, apenas llegan a ser u n porque ya no c u m p h r í a su función para la que se los diseñó, y se derrocha un
aceptable aislante del tipo K 23. costo inútil. La temperatura que llega a esa zona secundaria de la pared del
horno (la que está detrás de la primera capa de ladrillos, o sea al exterior del
Para servicio "súper" o severo, se elevará correlativamente el contenido de horno) es muy baja y no requiere aislación térmica costosa. Existen otros
a l ú m i n a . Con un porcentaje real del 50 por ciento de a l ú m i n a , u n ladrillo se refractarios de servicio liviano para retener las bajas temperaturas de esas zonas,
fundiría hacia los 1750 grados C, pero su temperatura de trabajo permanente que oscilan entre los 400 y los 600 grados. Utilizar un material refractario
será de unos 1450 grados. Con porcentajes mayores de a l ú m i n a , del 60,70 y 80 aislante, d i s e ñ a d o para trabajo a 1260 grados o más, en una zona secundaria del
por ciento, es posible llegar hasta temperaturas extracerámicas, para productos h o r n o que sólo recibe 500 grados, es sencillamente tonto. N o se debe alterar el
de alta especialización (1800 grados C). J a m á s se p o d r á usar carburo de silicio d i s e ñ o original de cada material. Recordemos que un horno es u n "sistema"
para un refractario que deba ser aislante, ya que si bien dicho material posee complejo de muchas variables térmicas y mecánicas combinadas. T o d o horno
refractariedad, es conductor del calor en vez de aislante. debe p e r m i t i r cierta disipación del calor a través de sus paredes, de lo contrario
su r i t m o de enfriamiento sería excesivamente lento. El ladrillo secundario de-
menor capacidad aislante precisamente cumple esa función necesaria para
equilibrar el enfriamiento.
C ó m o convertir grados Fahrenheit en grados C e n t í g r a d o s *
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78
ion térmica a través de las paredes. J a m á s se usará ladrillos compactos (no
ilisiji.ii
relación a estos cementos: que j a m á s deben comprarse o adquirirte, pues te
porotos) para revestir la pared interna o 'primaria" de un horno, defecto que venden como tales increíbles aberraciones que casi siempre- arruinan los domos.
niiretl muchos ceramistas que adquieren ladrillos no adecuados para sus Hemos visto en Barcelona (para citar un solo *:jemplo) un hermoso h o m o a n i ,
líennos. Un horno interiormente revestido con ladrillos compactos, carentes de construido con los mejores materiales y sobre todo con amor Sus ladnUOl
aislación térmica, d e b e r á hacerse de nuevo, pues esc defecto inutiliza al h o r n o ó p t i m o s . Pero entre uno y otro se veía una capa m a r r ó n burbujeada i o n i o s i
y no tiene corrección posible. fuera esmalte. Le h a b í a n vendido al ceramista confiado un "cemento re-lr.u ta
r i o " que se fundía al contacto con el calor, por lo cual no era refractario sino
U n refractario secundario, por su parte, estará sometido a condiciones fundente; n i aislante sino conductor. Pocos cementos son confiables, y en general
"suaves" de agresión térmica y química dentro del horno. Su composición no los debe hacer el mismo ceramista: solo así hallará total seguridad y confiabilidad.
debe ser tan aluminosa como la que debe tener todo refractario "primario", y su
capacidad de aislación térmica debe ser menor. Cada caso se debe valorar y L a Naturaleza es insuperable. El caolín desIe:ído en agua, desagrumado y
«alibrar de acuerdo con la mayor o menor exigencia o severidad de uso. Por estacionado, con la consistencia de una crema o de una barbotina densa, es el
ejemplo: no llevará la misma composición de materiales u n refractario secunda- mejor y m á s barato cemento de hornos. Pega cara contra cara de ladrillos, a
rio que debe soportar tan sólo 400 grados, en comparación con otro que resistirá condición de humedecerpreviamente ambas zonas de contacto; impide fugas de
750 grados. Sin embargo, ambos son secundarios. calor pues rellena poros; y mantiene unida la estructura r o n suficiente firmeza
pues al calor sinteriza sin vitrificar (se endurece y fragua al fuego). A d e m á s ,
Para los casos comunes de construcción de hornos, donde un ladrillo para posee la valiosísima cualidad de poderse separar o quitar en caso de necesidad,
uso secundario resistirá como m á x i m o 600 grados de temperatura (suponiendo por ejemplo, cuando se debe desarmar el h o m o o una de sus partes. Su mejor
que el revestimiento primario ha sido construido según normas y que tiene >ropiedad es adherirse sin pegarse y sin vitrificar; lo que no rompe n i d a ñ a el
yunciente capacidad aislante), es conveniente hacer un tipo de ladrillos que debe
ser t a m b i é n aislante, liviano y poroso, para impedir la trasmisión excesiva del
fadrillo al que se adhiere. Para aplicarlo, se revolverá muy bien hasta que resulte
agradable al tarto y a la vista, y se lo depositará sobre el ladrillo previamente
calor hacia el exterior del horno, actuando como freno y agente de r e t e n c i ó n humedecido con una cuchara, esteca o con la mano misma. Luego se presiona-
térmica. Pero dado que las temperaturas que resistirá s e r á n muy bajas (500 a 700 r á n los ladrillos por unir, cara contra cara, a fin de hacer salir el aire sobrante,
grados), basta para ello un ladrillo del tipo K24 (para trabajo hasta 1350 grados lo que d a r á ó p t i m a adherencia. El fuego h a r á lo d e m á s , que es el fraguado de
centígrados), e inclusive uno K23 (para 1260 grados C). Eso sí, sería de desear sinterización, dando u n producto desmcnuzable si se lo raspa, que no arruina
que el refractario respondiera realmente a su d e n o m i n a c i ó n bajo la cual se lo n i penetra en el refractario.
vende. La deslealtad comercial es ubicue y cada vez m á s descarada en toda
América Latina. Para relleno de juntas, reparaciones de hornos (partes que se debe
reemplazar), lo ideal es usar la misma fórmula de pasta que se e m p l e ó para
Quien desee componer él mismo un refractario secundario, para servicio fabricar las paredes, ya sean de relleno o de ladrillos. Si se utilizó u n relleno
"liviano" (de muy baja temperatura: menos de 800 grados), puede usar nuestra refractario compuesto por 50 por ciento de caolín más 50 por ciento de c h a m ó t e ,
fórmula ya dada, pero reemplazando el caolín triple lavado, que es más costoso, p r e p á r e s e un cemento con esta fórmula, bien empastado con agua y sin grumos.
por una buena arcilla blanca (jamás roja). La fórmula será pues: 50 por ciento Si se u s ó la fórmula arcilla-caolín-chamote (Ver ' F ó r m u l a s de Pastas Refracta-
(en peso) de: arcilla blanca, muy bien mezclada con otro 50 por ciento de c h a m ó l e rias", en este mismo libro, apartados anteriores), úsese la misma para reparacio-
en granulos. Se agregara a la mezcla un 60 por ciento de a s e r r í n , pero en nes o reliemos de averías. Si un esmalte se chorrea sobre el piso o pared del horno
volumen (baldes), no en peso (kgs). a gas o leña, se retirará dicho esmalte una vez frío con herramienta, esteca, etc.;
se l i u m e d e c e r á la zona y luego se la rellenará con cualquiera de dichas mezclas.
Nuestros hornos (del tipo Condorhuasi), dado que calibramos el grosor de Si la zona es p e q u e ñ a , o si se trata de una j u n t a de ladrillos, o de- taponar una
parecí con generoso espesor, no precisan de refractario secundario separado. La grieta o rajadura, úsese la mezcla indicada, tal como se la dio. Pero si la zona por
misma mezcla actuará como "primaria" en la zona que se halla en contacto con reparar es grande, p o r ejemplo si se trata de rellenar un agujero de 2, 3 ó m á s
el gran fuego o calor; y c o m o ' secundaria" en la parte media-externa. En dicha c e n t í m e t r o s , en ese caso se le deberá agregar un 50 por ciento (en volumen) de
zona, no llega tanto calor desde el interior del horno como para quemar del todo a s e r r í n . Esto a fin de que el h o m o no pierda capacidad aislante. l a s grietas chicas
el a s e r r í n , el que se quema a medias, o lo hace en sucesivas cocciones. Por (capilares) o las juntas entre ladrillos, al contrario, no deben llevar aserrín: éste
consiguiente, al ser naluralmente menos porosa dicha zona externa, a c t u a r á disminuye la adherencia y penctrabilidad del cemento. Para obturar grietas
espontáneamente como refractario secundario. úsese tan solo caolín desleído y espeso.
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sodio agregado al cemento es el correcto, o si se han "equivocado" en la fábrica. lai ne. esanas reparaciones en este tipo de hornos. Contrólese que no exislan
Y está enjuego la vida misma y la durabilidad de nuestro h o m o , y sus costosos ui idas a l m i l a s , pues por ellas el esmalte salino se infiltra ejerciendo su efecto
ladrillos. Recordemos al ceramista catalán, que vio su h o m o m o r i r al nacer. Una destruí lor sobre el piso o paredes del horno. La a l ú m i n a es resistente a la sal,
falla como la que hemos relatado no tiene solución: hay que desarmar todo el poi lo que se usará un cemento muy aluminoso en estos casos.
h o m o y reemplazar todos los ladrillos. El silicato de sodio se vuelve a fundir a
cada cocción, y su a g r e s i ó n crece a cada hornada. Con todo, advertimos al
ceramista inteligente que, si desea hacer u n cemento adherente con cierta
vitrificación, para sostener alguna parte crítica del horno, como, por ejemplo, Cemento de aluminato de calcio
una parte del techo (cumbrera) que se haya caído, en tal caso sí es aceptable
agregar u n poco de dicho silicato. Pero debe pesarse cuidadosamente y no
sobrepasar el 5 por ciento para temperaturas hasta 1100 grados. Por excepción, Sirve para temperaturas muy elevadas, para zonas de mayor calor y
o en zonas secundarias, se usará 10 p o r ciento de dicho silicato, que debe ser a g r e s i ó n térmica y química. Tiene poder fraguante en frío, y al calor n o lo
alcalino, nunca neutro. Cuídese en los hornos eléctricos que el cemento con pierde, mientras conserva toda su refractariedad. Recomendamos usarlo en
silicato de sodio n o contacte las resistencias: éstas se funden pues no resisten el zonas que recibirán no menos de 1250 grados de temperatura constante. N o vale
ataque de los álcalis calientes. E n torno a las resistencias usar sólo caolín bien la pena utilizarlo en paredes o partes secundarias del horno, donde la tempe-
blanco y puro. ratura del cemento no llegará a m á s de 1100 grados.
Para temperaturas elevadas, de 1200 grados y más, hay cementos compues- En Condorhuasi hemos preparado el alumínalo de calcio calcinando a u n
tos p o r aluminato de calcio (comerciales). Nosotros, sin embargo, recomenda- m í n i m o de 1280 grados C (sostenidos durante una hora) una mezcla bien
mos, con ó p t i m o s resultados, la mezcla Condorhuasi para m u y altas temperatu- mortereada compuesta por:
ras, que venimos usando en nuestro h o m o porcelanero para las zonas de mayor
temperatura, como entrada de fuegos: a l ú m i n a (calcinada a 900 grados) 50 por A l ú m i n a hidratada 2 partes (kgs)
ciento (en peso); m á s caolín triple lavado: 50 p o r ciento. Para pisos o paredes de
Carbonato de calcio 1 parte (kg)
hornos de muy altas temperaturas (1300 grados en adelante), se a g r e g a r á
c h a m ó t e aluminoso y la consabida cantidad de aserrín a fin de comunicar
porosidad a la pared, piso o techo. El sistema alúmina-caolín-agua fraguan en Una vez que ha salido de la calcinación el aluminato, se lo p o d r á incluir en
frío, con lo que ese relleno o cemento adquiere consistencia en e l secado. Esta la p r e p a r a c i ó n del cemento altamente refractario.
mezcla posee una enorme resistencia térmica, a temperaturas m u y elevadas.
Usese a l ú m i n a no excesivamente fina, de malla 80 a 100. V e r el a r t í c u l o
"Cemento refractario" en el Diccionario de Cerámica, para mayor información y FÓRMULA D E L C E M E N T O C O N A L U M I N A T O D E C A L C I O
fórmulas.
Aluminato de calcio calcinado 3 partes (kgs)
Arcilla plástica blanca 3 partes (kgs)
Cemento refractario para altas temperaturas C h a m ó t e de grano mediano 4 partes (kgs)
Para temperaturas de hasta 1350 grados (y m á s t a m b i é n ) , úsese la "mezcla Se mezclará los ingredientes y se aplicará e m p a s t á n d o l o con 50 % de agua.
Condorhuasi", cuyos componentes son, en dos variantes:
C E M E N T O S A L U M I N O S O S (1300°) Revoque de h o r n o
78 79
El revoque refractario no debe agrietarse a ú n cuando reriba temperaturas
superiores a los 400 grados C, para lo cual se h a r á una composición especial, que de piezas). Juntas que e s t é n en la cámara de combustión, o p r ó x i m a s a los
jamás debe llevar cal. Este revoque, a d e m á s , debe adherirse perfectamente a hogares, con mayor razón serán consideradas como primarias.
cualquier tipo de ladrillos de horno, ya sean aislantes o bien compactos. Daremos una fórmula para rellenar juntas grandes, mayores de un
c e n t í m e t r o , ya que j a m á s una pared de hornos debe tener en su interior c á m a r a s
huecas.
FÓRMULA PARA REVOQUE DE HORNO
(FRAGUA EN FRÍO)
FÓRMULA PARA RELLENO DE JUNTAS ENTRE LADRILLOS
Cemento P ó r t l a n d (no añejo) una medida (taza o balde)
Arcilla blanca no calcárea una medida Arcilla blanca pura 50% (en peso)
C h a m ó t e fino a mediano dos medidas " " "" C h a m ó t e fino a mediano 50% (en peso)
Se agTega u n 25 a 35 por ciento de agua (como el revoque c o m ú n de Esta fórmula sirve para rellenar juntas secundarias Cuando deba usarse
paréeles), se mezcla bien y se aplica sobre superficies que previamente deben para el relleno de Juntas primarias, se le a g r e g a r á u n 50a 60 porciento de a s e r r í n
humedecerse bastante. A l día siguiente se lo mojará para aumentar la fuerza de (en volumen), a fin de comunicarle porosidad, con lo que el horno no p e r d e r á
fraguado. aislación térmica en dichos lugares que se rellene. No confundir los cementos
refractarios, que sirven para adherir dos ladrillos entre sí, con los rellenos de juntas,
que usamos para rellenar zonas que pueden ser desde un c e n t í m e t r o o dos de:
ancho, hasta de ocho o m á s centímetros. Hornos que trabajen a muy elevadas
Revoque aislante y relleno de juntas cementante temperaturas, o zonas de hornos muy calientes (próximas a las entradas de
llama), d e b e r á n llevar, a d e m á s de los materiales arriba indicados, u n 20 por
d e n l o de a l ú m i n a en polvo.
Si deseamos aumentar la capacidad de aislación térmica del revoque
anterior, para que resista temperaturas de hasta 1050 grados (y algo más), el que Si se desea un cemento o relleno m á s acibérente, capaz de fraguar en frío,
t a m b i é n puede ser usado eficazmente como relleno de juntas cementante, es y que resiste temperaturas de hasta 1050 a 1100° C, úsese el "Revoque de juntas
decir, con capacidad adhesiva para unir ladrillos, simplemente se a g r e g a r á a la cementante" que hemos dado en el Apartado anterior.
fórmula anterior dos partes de aserrín tamizado por alambre mosquitero (malla
N"20). La fórmula resultará ser:
Materiales refractarios
FÓRMULA DE REVOQUE O RELLENO CEMENTANTE
Cemento P ó r t l a n d (no añejo) una medida (taza o balde) Enumeraremos los materiales de mayor uso y aplkabilidad en la fabrica-
Arcilla blanca no calcárea una medida " " ción de refractarios, sin tener en cuenta otros tipos ae óxidos o sustancias de gran
C h a m ó t e fino a mediano dos medidas refractariedad pero muy e-levado costo, para uso en electrónica, e n e r g í a nuclear,
Aserrín tamizado (malla 20) dos medidas " " " " tecnología aeroespacial, etc.* El óxido de mayor refractariedad usual en
cerámica para refractarios, es la alúmina u óxido de aluminio, cuya resistencia al
Apliqúese como se indicó para el "revoque de horno" anterior. calor, si es puro, llega a los 2050 grados C. Se expende en diversas mallas, y debe-
calcinarse: pues suele venderse la variedad hidratada. Refractarios de a l ú m i n a
pura sólo se usan para artículos muy especiales. En la gran mayoría de los casos,
se la utiliza en porcentajes del 20,30,50 por ciento, para elevar la refractariedad
Rellenos para juntas de pastas o compensar su deficiencia de a l ú m i n a (porcelana). La sülimanüa y la
1
mullüa son silicatos de alúmina, mu » refractarios (1750° C), usuales para
productos espedales, como vainas de termocuplas, etc. pues son resistentes al
Juntas en " V " que se dejan entre ladrillos cuando se construye un horno shock t é r m i c o . El carburo de silicio tiene una refractarieelad de 2300° C, en su
circular, exigen mucho material de relleno, a no ser que se haga unas cuñas m á x i m a calidad, aunque- los refractarios fabricados con dicho material tienen
cortando en trozos varios ladrillos del mismo tipo que se usó. Se dan dos casos:
dichas juntas amplias pueden ser "primarias", es decir, estar en la zona m á s
p r ó x i m a a la c á m a r a de cocción de piezas, donde recibirán la mayor temperatura
a que llega el horno. O, por el contrario, pueden ser "secundarias , lo que * Ver, en el Diccionario de Cerámica, los artículos "Carburos refractarios"; "Boruros
significa «star ubicadas en la pared trasera, que se halla d e t r á s de la primera refractarios"; "Nitruros refractarios"; "DMlaiJirO de molibdeno"; "Silicatos refractarios";
pared que está en contacto directo con la zona cíe mayor calor (cámara de cocción "Silieiuros refractarios"; "Torio"; "Circonatos refractarios"; "Sílice (ladrillos)"; "Carburo de
silicio"; "Circonio"; "Grafito";" Refractarios"; "Alúmina"; "Sillim añila"; " M u l I i t a " ; " B a u x i i a "
80
a i
una temperatura de trabajo basta 1450° C, en casos un poco más. Se los empasta LA FIBRA CERAMICA
con caolín puro. Es u n refractario b u e n í s i m o para altas temperaturas (y bajas
t a m b i é n ) , ideal para placas y soportes de horno, muy resistente al shock t é r m i c o
y no deformable bajo carga, pero no tiene capacidad aislante (es conductor del Se trata de u n material relativamente nuevo, que no es en sí un " r c l i a i I . I I m
calor y la electricidad), por lo que no se lo debe u s a r j a m á s para ladrillos, paredes cerámico", pero que ha sido introducido como tal por ciertos fabricantes de
ni tedios de hornos, n i tampoco para rompcllamas. A d e m á s resiste muy bien la hornos, en forma desaprensiva, ya que no tiene un comportamiento saiisfa< lorio
atmósfera reductora, no así la oxidación a altas temperaturas. Es ideal para como refractario, y — a d e m á s — e s muy peligrosa parala salud del ceramista pOf
hornos a gas y combustibles líquidos, carbón y leña. inhalación, aspiración o contacto de piel y ojos. La estudiaremos p r i m e r o como
material refractario, y d e s p u é s nos ocuparemos de su toxicidad y capacidad de
El carbono puro resiste t é r m i c a m e n t e hasta los 3500 grados C, pero sólo causar fibrosis, silicosis y otros estados m á s graves de agresión pulmonar.
puede usarse en atmósferas protectoras (sin oxígeno, pues se oxida y se
volatiliza). El cuarzo y su variedad cristalina denominada 'cristobalita" tienen
una resistencia térmica muy elevada: 1700 grados C, aunque dada su fragilidad
no son usables para refractarios de carga cerámica. Como vemos, cada material L a fibra c e r á m i c a como material refractario
tiene sus especificaciones. Los mejores, en términos generales, por su practicidad,
precio y servicio, son los de alumina. Así los fueron desde los albores de la Se la produce con una composición de materiales cerámicos, como la
Historia, lo siguen y lo seguirán siendo. Ellos son los materiales que contienen a l ú m i n a , cuarzo, caolín, m á s p e q u e ñ a s adiciones de otros elementos que
alúmina, tales como el caolín (úsese el m á s puro y aluminoso que se pueda) y la concurren para estabilizarla y mejorar sus propiedades, como el ó x i d o de
arcilla blanca, cuya resistencia al calor oscila desde 1500° C para las arci lias circonio, cromo y otros. El contenido de a l ú m i n a de estas fibras oscila entre un
blancas no calcáreas, y los 1700 grados C para los caolines muy puros y 37 y un 53 por ciento, según su calidad y refractariedad. La mezcla es fundida
aluminosos. En la práctica, sin embargo, es difícil hallar caolines tan refractarios mediante u n aparato con boquilla a 1800-1900 grados C e n t í g r a d o s , de lo que
capaces de superar los 1500° sin alterarse. resulta t é c n i c a m e n t e u n vidrio en forma de delgadas fibrillas, cuyo d i á m e t r o es
de unos 3 micrones por t é r m i n o medio, es decir, 3 milésimas de m i l í m e t r o ,
No confundir la a l ú m i n a pura, que es óxido de aluminio, artificial casi
mezcladas con fibras de menor d i á m e t r o (1 m i c r ó n o medio micrón). A d e m á s
siempre; o natural en forma de a l ú m i n a hidratada (bauxita, gibbsita, diásporo),
son huecas y puntiagudas, como lo hemos demostrado a través de nuestro
con la a l ú m i n a que contienen en forma combinada las arcillas, los caolines, etc.
equipo microscópico. Dichas fibras se comprimen a presión hasta darles forma
En la arcilla o caolín la alúmina se halla en forma de silicato de aluminio, es decir,
de manta, paneles, lana o copos, empastadas con u n 8% de aglutinantes
combinada con sílice en una estructura de cristal. El porcentaje del contenido de
orgánicos. Una vez compactada, y siempre que posea suficiente espesor, puede
a l ú m i n a de una arcilla o caolín determinan su refractariedad (resistencia al
usarse como refractario aislante, ya que el aire ocluido entre las diminutas
calor). Hay arcillas de "baja a l ú m i n a " , que no sirven para refractarios. El m í n i m o
fibrillas actúa impidiendo la trasmisión del calor. Otra propiedad tiene esta
aceptable para ladrillos o rellenos de hornos es de un 26 por ciento de a l ú m i n a ,
fibra, y es que absorbe muy poco calor en c o m p a r a c i ó n con los ladrillos aislantes
tanto en arcillas como caolines. Lo ideal, sin embargo, es superar el 30 por ciento.
tradicionales, lo que ahorra e n e r g í a calórica, con lo que la hornada resulta m á s
Las bauxitas son rocas muy aluminosas, abundantes en Brasil y Guayanas. e c o n ó m i c a pues consume un promedio de 20 a 30 por ciento menos de
Contienen desde un 50 hasta u n 65 por ciento de a l ú m i n a hidratada, con combustible (en Tealidad, dicho ahorro no pasa del 15 por ciento). Esta
porcentajes variables de impurezas férricas (óxidos y piritas), desde 3 al 25%. propiedad, presentada como una v i r t u d por los comerciantes de fibras, es en
T r á t e s e de usar variedades que, al ser horneadas, no den p o r resultado u n realidad perjudicial desde el punto de vista cerámico, ya que el horno carece así
refractario oscuro, sino lo más claro que se pueda (el óxido de hierro es el del necesario "tercer calor", que es el irradiante, que uniformiza la temperatura
responsable del color oscuro de los ladrillos refractarios de baja calidad, carentes dentro del horno, reflejándose sobre las piezas el calor acumulado primeramen-
de aislación térmica, aunque su refractariedad pueda ser aceptable). Puntos te en el interior del ladrillo aislante. A l absorber escaso calor las paredes de los
oscuros, casi negros, que presentan estos refractarios "baratos", rebajan mucho hornos hechos con fibra, éstas no almacenan calor, con lo que el n o m o sube de
la resistencia mecánica del ladrillo, su refractariedad y capacidad de aislación. temperatura muy r á p i d a m e n t e , y t a m b i é n se enfría con excesiva rapidez. Esto
Si bien dichos "puntos negros" presentes en muchas bauxitas y arcillas de mala t a m b i é n es presentado como una v i r t u d p o r los fabricantes de estas fibras, pero
calidad pueden tolerarse en ladrillos compactos, j a m á s se a d m i t i r á n para sin embargo el ahorro de combustible se paga a precio mucho más caro, pues las
fabricar ladrillos porosos aislantes. Dichos puntos férricos (sulfuros de hierro) se pastas salen infracocidas o bien hay que elevar la temperatura para que resulten
funden en el horno a bajas temperaturas (1150° C), lo que arruina las resistencias con suficiente madurez o vitrificación, equiparable a la que da u n h o m o
eléctricas al contactar con ellas dentro de los canales de apoyo. A d e m á s , esos tradicional de ladrillos aislantes. Las cocciones excesivamente r á p i d a s no
"minerales pesados" (negros) incrementan la dilatación y encogimiento del permiten que las pastas hagan sus procesos térmicos con la necesaria lentitud,
ladrillo a cada hornada, lo que es causa de grietas y rajaduras. La atmósfera del to que se traduce en defectos y fallas en la a d a p t a c i ó n pasta-esmalte, los que
horno interacciona con dichas impurezas (se oxidan y reducen a fase metálica) resultan cuarteados p o r calentamiento y enfriamiento demasiado r á p i d o . Es
en cada hornada, lo que los altera y expande, con lo cual se resiente el ladrillo. sabido que todo esmalte posee un rango térmico o p e r í o d o de templado durante
su enfriamiento, que oscila entre los 500 y los 250 grados C en descenso de la
a m á s usar para rompellamas ladrillos muy oscuros y con puntos negros, que se
Íu n d i i á n como esmalte "mordiendo" el ladrillo.
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temperatura. Esa zona de templado debe atravesarse con lentitud, a fin de que soportes se ladean y la carga se cae; el piso carece de la necesaria solidez y
la "interíase" o zona intermedia entre pasta y esmalte cristalice y el esmalte no resistencia que debe tener todo h o m o de buena calidad. l o s cierres de las
se cuartee. E l enfriamiento excesivamente r á p i d o es tan perjudicial como el puertas son deficientes; el revestimiento fibroso de las puertas se curva o
calentamiento apresurado, y ambos se traducen en fallas y defectos del esmalte, desprende; si el h o m o es eléctrico las resistencias se derrumban o comban y sus
que resulta inmaduro, burbujeado o ampollado en estos nonios y (como si todo apoyos tienden a desprenderse. Los techos de los hornos de fibra son otro
ello fuera poco) t a m b i é n cuarteado p o r mala adaptación entre pasta y esmalte. desastre. Se retuercen en uso, pues ya se dijo que la fibra se dilata y contrae a
cada cocción. Hay a d e m á s un encogimiento lineal debido a la sinterización
Es casi imposible obtener buenos esmaltes mates en estos hornos, debido (principio de vitrificación) que sufren estas fibras, lo que es causa de grietas,
precisamente a la rapidez del enfriamiento. T o d o esmalte mate debe su textura torsiones y p é r d i d a de la necesaria angularidad en las esquinas que todo h o m o
a la formación de cristalitos de opacificantes en su seno, los que —como todo de formato cuadrado debe tener por elementales razones de carga y uso del
cristal— necesitan de tiempo de enfriamiento para que dichos cristalitos crezcan mismo. In fibra trabaja a cada cocción. A l calor se movimenta, y a cada nueva
- proporcionen la textura mate u opaca. Ello es muy difícil de conseguirse en los cocción aumenta su grado de vitrificación, encogimiento y desmenuzamiento.
Íionios de fibra. "Nadie ha conseguido un buen esmalte mate en los honios de
fibra...", nos decía hace poco un experimentado esmaltador de pies de l á m p a r a s ,
La resistencia mecánica va disminuyendo con el uso y el tiempo, con lo que, de
buenas a primeras, el ceramista se queda sin h o m o .
quien a causa de ello usaba este horno sólo para bizcochar piezas, no para
esmalte. Reteniendo el enfriamiento del horno para desacelerar el descenso de Las empaquetaduras de fibrillas, por otra p a r t e , gradualmente se van
la temperatura, obligará a gastar combustible o electricidad durante el enfria- distanciando entre sí. l a s paredes tienden a rehincharse a cada cocción y a salirse
miento, lo que neutraliza la publicitada "economía" de estos hornos. de su lugar. Se pierde de esa manera su capacidad primitiva de aislación térmica.
Por ejemplo: si tocamos con la mano la pared exterior de un h o m o de fibra
La atmósfera reinante dentro del horno de fibra es inestable. Si el horno nuevo cuando está a m i l grados, en sus primeras cocciones estará tibio y p o d r á
es a gas, dicha atmósfera se puede calificar de "variable o imprederible", ya que tocarse. Pero con las sucesivas hornadas se verá que la pared exterior va
existen reacciones hasta ahora no superadas entre la fibra y el vapor de agua c a l e n t á n d o s e m á s y más: ello sucede debido precisamente a p é r d i d a gradual c
propio de la c o m b u s t i ó n . El vapor de agua, y más a ú n a altas temperaturas (por implacable de la capacidad de aislación térmica, que decrece a cada hornada. El
sobre los 900 grados), es en extremo perjudicial para los esmaltes, que se horno así cada vez se enfriará con mayor rapidez, lo que perjudicará las piezas
ampollan, corrugan o aparecen con defectos. Dichos vapores de agua, prove- horneadas, en especial si se trata de esmaltes.
nientes de la humedad de las piezas al hornearse, atacan las armazones de estos
hornos, que al a ñ o ya aparecen oxidadas e inutilizadas y hay que reemplazarlas. Es muy difícil mantener uniformidad de temperatura en el interior de un
Los techos del horno de fibra, en la zona exterior fuera del n o m o , siempre se h o m o de fibra. Se forman peligrosas cámaras de calor en diferentes partes del
hallan h ú m e d o s , por condensación de la humedad del interior, que la fibra interior del horno, lo que hará que la carga resulte despareja en su textura
absorbe y es imposible evitar. Cada a ñ o aparecen nuevas fórmulas de fibras (piezas esmaltadas que deben formar juego difícilmente saldrán iguales en este
cerámicas, (pie pretenden corregir las fallas, pero hasta el presente no lo han tipo de hornos). U n experto fabricante de: nomos de Buenos Aires nos decía que
logrado. Es que en realidad la fibra no es un material refractario c e r á m i c o , por ha dejado de fabricar los de fibra por los problemas de todo tipo que le
lo que n i n g ú n autor serio lo califica como tal. Se trata de un producto comercial, acarrearon. "Una horneada sale bien y la otra, hecha a la misma temperatura,
que, al no tener salida debido a sus peligros al manipularla o usarla, se la sale un desastre...", nos decía. Si se trata de gas, lo que pueda resultar es
pretende "encajar" al ceramista, abusando de su ignorancia al respecto. La única imprederible. En España hay unos hornos a gas hechos con este material
ventaja que sí realmente poseen estas fibras, es su escaso peso, lo que hace que (circulares) que detonan a cada cocción, y dichas explosiones, a d e m á s de ser
los hornos de fibra se puedan trasladar fácilmente. A d e m á s , la construcción de peligrosas y revelar falta de conocimientos técnicos por parte del fabricante,
u n h o m o con dicho material es sumamente fácil y r á p i d a , lo que hace que los despiden millones de partículas de fibrillas a cada hornada, lo que hace que se
fabricantes de hornos que trabajan con ella se vean favorecidos e c o n ó m i c a m e n - pierda peso y material fibroso sucesivamente.
te, al vender hornos que se construyen r á p i d a m e n t e , y cobrarlos como si se
tratara de un h o m o artesanal hecho pacientemente con ladrillos refractarios, Acabamos de recibir un catálogo de hornos cerámicos de última g e n e r a c i ó n
cuya construcción es trabajosa y difícil, y requiere mucha mano de obra y de J a p ó n . Hornos a gas, eléctricos... Todos ellos construidos con ladrillo aislante
dedicación. La facilidad de fabricación de los hornos de fibra, sin embargo, no tradicional. N i n g u n o aparece fabricado con fibras... Por algo será. Tenemos el
se traduce en menor precio, al contrario. ú l t i m o catálogo a l e m á n : lo mismo. Hornos modelo 1992, todos ellos hechos con
b u e n í s i m o s ladrillos refractarios. Lo mismo dígase de los hornos ingleses e
italianos. Cuando aparece un horno con fibra, sólo la tapa la lleva, si se trata de
Veamos ahora el comportamiento de estas fibras como material refractario hornos eléctricos circulares. El interior siempre aparece primorosamente cons-
en sí. Nadie n e g a r á que la fibra cerámica se contrae y dilata al calor de cocción, lo que t r u i d o con ladrillos tradicionales. Inclusive entre los fabricantes de hornos de
hace que la resistencia mecánica de las paredes de los hornos de fibra sea fibra de E E . U U . , ya nadie se atreve a hacer los pisos con ese material que es
hajísima y que, al usarlos p o r u n tiempo, el interior del horno se presente en desmenuzable. Sólo el subdesarrollo (el mental es el m á s peligroso...) hace que
estado deplorable. Hemos visto hace poco en España unos hornos circulares en "nuestros" países de habla castellana y en Brasil se difundan todavía los
lastuñosos, que parecían un tambor lleno de algodones... Ya nadie se atreve hornos ele fibra como una novedad, cuando, en Europa y J a p ó n , ya "están de
(salvo algún caradura), a hacer los pisos de los nomos con fibra cerámica: se vuelta". Si alemanes y japoneses, que sin duda están a la vanguardia en cuanto
desmenuzan al menor roce; no permiten u n apoyo horizontal de la carga; los
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prostituido por ellos, sólo intentan vender hornos de fibra cerámica l a salud del
a construcción de hornos cerámicos, no adoptan estas ñ b r a s , por algo será. Y del ceramista poco o nada les interesa. Nos referimos en con< icio a la lituai lótt cu
aspecto sanitario nos ocuparemos a continuación. Para ampliar m á s información Argentina, España, y en muchos países de América Latina, cncspci tal Sao Paulo
acerca de estas fibras cerámicas, léase el libro Qué es la Ceramología, donde la Hay dos tumores cancerosos dentro de la cerámica actual en países latinos: uno
estudiamos en varios capítulos. En uno de ellos referimos las opiniones de los es el horno de fibra, otro es el Rakú comercial, e n s e ñ a d o por caraduras que nada
m á s importantes autores de libros de cerámica de todo el mundo (no de los saben de cerámica, que son meros comerciantes en hornos, y se atreven a
"ingenieros a sueldo" de las multinacionales que las fabrican) con respecto de organizar cursillos de Rakú, para e n g a ñ a r incautos y venderles sus desasí n ISI >s
este material. N o r t o n , especialista en refractarios, expresa: "Con gran ventaja, hornos (Sao Paulo, Brasil). Sólo u n Maestro puede atreverse a e n s e ñ a r . Ahora
el material de uso m á s extendido es la alúmina, y así será en e l futuro..." Sale así hasta los comerciantes en hornos pretenden nacerse pasar por e n s e ñ a n t e s . 1.a
al paso de aquellos crédulos que pensaron que con las fibras cerámicas verdad es dura pero es nuestro deber decirla: "la Verdad os h a r á libres...", dijo
comenzaba una nueva era en cuanto a refractarios aislantes se trata. La a l ú m i n a Alguien que m u r i ó torturado a causa de ella.
a la que se refiere, es por cierto la que constituye la base del sistema caolín-arcilla-
chamote, que componen las fórmulas tradicionales de ladrillos y rellenos
refractarios aislantes. En resumen: la fibra cerámica es refractaria, pero su
comportamiento como material para construir hornos es p é s i m o debido a su L a fibra c e r á m i c a y la salud del ceramista
contracción lineal alta y baja resistencia mecánica. Paredes de escaso grosor no
tienen buena aislación térmica: no se crea que en esto la fibra supera afladrillo.*
Las multinacionales que la fabrican pagan publicidad, artículos, promotores y Ya se h a b l ó del deficiente comportamiento que la fibra cerámica tiene
hasta directores de escuelas a fin de difundirla. Sin embargo, en los países como refractario para el uso a que la destinan algunos fabricantes de hornos
t e c n o l ó g i c a m e n t e m á s serios del m u n d o no ha tenido eco n i aceptación. Solo los cerámicos (no todos). Para otros fines industriales, donde no exista riesgo de
débiles mentales la adoptan, vaya uno a averiguar cuál es el r e c ó n d i t o mecanis- inhalación, dicho material puede servir (aislante interior de paneles para altas
m o inconsciente que hace complejo y amalgama a las fibras cerámicas, con el temperaturas que requieran poco peso: aviones, cohetes, etc.). El peligro de
R a k ú sin filosofía (el " R a k ú comercial"), los e n s e ñ a n t e s de hueca condición y los estas fibras para la salud del ceramista y público en general proviene del
fabricantes de hornos irresponsables y voraces, algunos de ellos declaradamente d i m i n u t o d i á m e t r o de sus fibrillas: de 1 a 3 micrones (una a tres milésimas de
aventureros de la cerámica, que fabrican hornos de "fibra" sin competencia m i l í m e t r o ) . Se trata de vidrio propiamente dicho, pero en realidad es u n vidrio
profesional ninguna, los que se destrozan a los meses de usados. Estos delincuen- m o l i d o de partícula finísima, lo que hace m á s peligroso e insidioso su uso, tanto
tes no vacilan en colocar hornos de fibra en locales de escuelas de c e r á m i c a , por su forma de agujetas puntiagudas que se clavan en la mucosa de garganta,
dentro de aulas, donde los alumnos se contaminan inhalando sílice en forma de nariz, bronquial y pulmonar, c o m o p o r su diminuto t a m a ñ o y ausencia de peso
fibrillas vitreas de dimensiones casi coloidales. Otros, sin disimular su persona- específico: al carecer de peso debido a su ínfimo t a m a ñ o , no caen cuando son
lidad histérica y alardista, pagan costosos avisos en los que aparecen fotografia- expelidas al exterior del horno por el tiraje forzado, con lo que sobrenadan en
dos ellos mismos en ridiculas fotografías, haciendo " R a k ú " infame (sin filosofía), el aire en el local donde el horno funciona, pudiendo ser inhaladas, ingeridas o
es decir, sin nivel espiritual y tampoco sin nivel técnico. Cuando la filosofía Zen clavarse por ejemplo en la conjuntiva del ojo. N o pueden penetrar en los
cultiva la conciencia "no-yoica", estos atrevidos e n s e ñ a n un "rakú-yo-yo..." (Yo conductos respiratorios partículas de d i á m e t r o superior a los 10 micrones (un
y pesetas). centesimo de m i l í m e t r o ) , pues son retenidas p o r la nariz o la misma mucosa.
Pero sí pueden penetrar estas fibrillas, que son sílice finísima m á s peligrosa que
el flint inglés, prohibido ya en las fábricas inglesas debido al t a m a ñ o í n f i m o de
Pero el R a k ú —ya lo dijimos— ha hecho amalgama con los fabricantes de
su partícula, responsable de la muerte por silicosis de cientos de miles de
hornos de fibras. Ello, sin embargo, no es casual. Los desastres que surgen de
operarios en fábricas y molinos de cerámica. La fibra cerámica es peor a ú n ,
dichas cocciones en hornos de fibra, las atribuyen a la técnica informal que el
debido a que su d i á m e t r o es muchísimo menor. Este polvillo fibroso micrométrico
R a k ú preconiza: esmaltes cuarteados, ampollados, desparejos por falta de
de sílice en forma de agujetas vitreas, es inhalado con facilidad p o r el ceramista
uniformidad dentro del horno, chorreaduras, hornadas "a lo que salga", no
que hornea en hornos construidos con dicha fibra, la que es expelida al exterior
controlables, todo eso disimula que la verdadera causa de las barrabasadas
por la fuerza del tiraje, o bien la inhala al contactarla, rasparla al cargar el horno
cerámicas hechas en nombre del Rakú en realidad se deben al uso de hornos de
o al hacer reparaciones. Si es peligrosa la fibra cerámica cruda, no usada (virgen),
fibras. No se atreven a hornear buenos esmaltes típicos en estos hornos, porque
mucho m á s l o es cuando ha sido usada y llevada por sobre los 1050 grados: en
n o resultan aceptables, y le dan p r o m o c i ó n al R a k ú , como si fuera la ú l t i m a
este estado aparece sinterizada, mucho m á s vitrificada, pierde su elasticidad y
palabra en cerámica, cuando los mejores ceramistas del m u n d o n o lo consideran
tiende a cristalizar, lo que la hace quebradiza y m á s peligrosa a ú n para la salud
así pues ya ha sido superado por técnicas más recientes. Pero en el fondo ocultan
del ceramista. Es malo contactarla sin guantes, y m á s a ú n sacudir la manta,
intenciones e n g a ñ o s a s en contra del ceramista ingenuo: a través del R a k ú
moverla o barrerla.
* Otra aberración reciente: alguien construye hornos cerámicos en exteriores y los recubre Las fábricas que producen este material, y los fabricantes de hornos que la
con una "pañoleta" de fibra cerámica, de 2 cms de grosor... Al quedar suelta, penetra el aire emplean, hacen c a m p a ñ a s a fin de minimizar los riesgos o desprestigiar al que
debajo tle ella, y pierde el 100%de su capacidad aislante... ¿Se trata realmente de ineptos se preocupa p o r decirle al ceramista la verdad. Y como en este m u n d o venal
o, más bien, reciben dinero para publiátar estas fibras en encuentros y cursillos?
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quedan pocos honestos, casi todos callan; las escuelas ignoran y el ceramista es lo que quiere con su salud personal. Pero nadie tiene el derecho, en su afán de
despistado, aunque es la víctima final de la inhalación fibrosa. Lo mismo sucedió vender, de jugar con la ajena y sin advertir de los peligros que e n t r a ñ a .
con los fabricantes de cigarrillos. Durante décadas pagaron cientos de millones Estudios pacientes que hemos hecho en Condorhuasi nos han permitido
de d ó l a r e s a los mejores estudios jurídicos para impedir las c a m p a ñ a s en contra comprobar que un horno a gas, de fibra cerámica, pierde un promedio de
del tabaquismo, que es uno de los m á s poderosos cancerígenos pulmonares. Y por ciento de su peso en fibra cerámica a cada cocción. Ello representa 3 gramos
luego de tanta lucha y tras cuarenta a ñ o s transcurridos, apenas se consiguió por kg de fibra usada, lo que es muchísimo, si consideramos que las fibras miden
obligarles a poner en el envase: "el cigarrillo puede ser peligroso para la salud". milésimas de milímetros. El necesario tiraje a presión que poseen los hornos a
No se logro a ñ d i r la palabra "cancerígeno". El dinero es el ejército m á s combustible arrastra dichas fibrillas, las que t a m b i é n salen por los agujeros de
poderoso, y la voracidad su mejor aliada. p i r ó m e t r o s , puertas y toda abertura que posea el horno. Si se deriva el tiraje al
Nadie p o d r á discutir que la inhalación continua de un polvo de vidrio exterior, como nos ha dicho que aconseja hacer u n comerciante de hornos
molido a una g r a n u l o m e t r í a microscópica (milésimas de milímetro) p r o v o c a r á e s p a ñ o l , ello es criminal para los vecinos, y más doloso a ú n . "Picor de garganta",
todo tipo deproblemas pulmonares, desde silicosis, fibrosis, neumoconiosis y, es el único perjuicio que hemos conseguido que reconozcan los fabricantes
como etapa final, cáncer de p u l m ó n o vías respiratorias. Lo que sí discuten los españoles de hornos de fibra; pero ello ya de por sí nos dice que ese "picor"
fabricantes de hornos que se llenan los bolsillos matando gente, es su actividad ú n i c a m e n t e puede ser causado por inhalación de fibrillas, que se han incrustado
c a n c e r í g e n a , como si ella fuera el único riesgo de esta fibra. La estructura de en la mucosa, y ya no s a l d r á n de ese tejido, donde p e n e t r a r á n y p r o v o c a r á n , m á s
largas cadenas de silicatos, la textura fibrosa, el d i á m e t r o ínfimo de esta fibra que tarde o m á s temprano, mesotelioma (cáncer del mesotelio, o tejido que se halla
es invisible individualmente a nuestros ojos (sólo al microscopio puede ser debajo del epitelio de garganta, bronquios y p u l m ó n ) .
observada), su composición química (silicato), acercan las fibras cerámicas a otro
material industrial igualmente maligno, denominado amianta o asbesto. En los Por cierto que los ministriles, o técnicos a sueldo de las fábricas de fibras,
laboratorios de E E . U U . existe un cartel con la leyenda: "Caulion: asbestos dust recibirán orden de escribir artículos minimizando los riesgos que la fibra causa
hazard", que traducido re/a: "precaución con el peligro del polvo de amianto". a quien la inhala. Dirán que "se ha comprobado cáncer de p u l m ó n en ratas, al
El amianto ha hecho m o r i r de cáncer pulmonar a cientos de miles de personas contacto con estas fibras...", pero que en personas sólo han comprobado "picor
en todo el mundo, como lo afirma una película documental de ese p a í s conocida de garganta". Más bien d e b e r í a n sentir "picor" en sus bolsillos, o en su
ya en todo el mundo. N o sólo los operarios de minerías o fábricas que usan conciencia.. Cientos de miles de personas han muerto por cáncer pulmonar,
amianto están expuestos al riesgo, sino cualquier persona desprevenida que ha solamente p o r d o r m i r bajo chapas de amianto empastado con cemento
d o r m i d o bajo techos hechos con chapas de "fibrocemento", que es una compo- (fibrocemento), y d e s p u é s de d e n años de uso esas chapas son prohibidas en su
sición de cemento con amianto. En dicha película se refiere la casuística de tantas país de origen (EE.UU.). Y todavía hoy, hay ceramistas y autores de libros que
personas que han c o n t r a í d o cáncer solamente por el hecho de d o r m i r bajo esas publican fotografías de placas de hornos hechas con amianto. Es que la
inocentes chapas, de las que se desprenden fibrillas que t a m b i é n m i d e n desactualizacion cerámica por un lado (ignorancia), o la venalidad por el otro
micrones y son inhaladas sin darse cuenta por la víctima. Por ello en ese país se (ignoranda culposa) de ingenieros y fabricantes de hornos, no d e b e r í a n tener
ha p r o h i b i d o el uso de amianto en el hogar, el laboratorio y la industria. Sin cabida entre los ceramistas, si es que ellos estuvieran unidos y protegidos p o r u ñ a
embargo, todavía hay libros de cerámica en los que se habla de esc material como institución que los amparara. La s i t u a d ó n es, al contrario, de d e s p i o t e c c i ó n
útil para placas de horno, y ceramistas como Daniel Rliodes, que lo menciona total: "centros de ceramistas" se rascan la cola...; no existe p r e o c u p a c i ó n por las
para su uso en la construcción de hornos pero no se refiere para nada a su condiciones de sanidad profesional: y si alguien habla como el que esto escribe,
actividad cancerígena, que es conocida y aceptada umversalmente, en libros de es amenazado \ castigado, y sus libros prohibidos, por directores de escuelas
l o x k o l o g í a , oncología y en higiene laboral. N o podemos comprender c ó m o igualmente venales y corruptos. Pero "miente, miente que algo queda...", dería
existen esas lagunas entre les ceramistas. Menos a ú n en quien, p o r escribir Goebbels, y adelante, a e n g a ñ a r gente con los hornos de fibra, pues "gana, gana
libros, moralmente debe estar actualizado. no importa c ó m o " , parece ser el lema de la hora.
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por las sucesivas cocciones, esa misma noche cinco operarios entraron interna-
Compuesta de sílice, forma ácido silícico coloidal en el epitelio, el que destruye
dos al I lospilalet de LLobregat... Quien se sienta con derecho, puede accionar
los fagocitos, quedando la víctima a merced de cualquier infección pulmona r. Es
judicialmente contra el autor de este libro. No tememos a la verdad.
absolutamente necesario que los ceramistas se agrupen profesionalmente, en
Es pavorosa la acquiescencia que existe en nuestros países (de idioma vez de combatirse entre sí. De lo contrario los caimanes ríe las fibras, y muchos
latino) en cuanto a la sanidad industrial. l a "Higiene Laboral C e r á m i c a " d e b e r í a otros que abundan en las grandes ciudades, hacen su "caldo gordo" a costa de
ser materia básica en escuelas especializadas (Ver tabla y programa de estudios nuestra salud por un lado, y de la calidad de la p r o d u c c i ó n por el otro. En
en Qué es la Ceramología). Con el plomo ha sucedido lo mismo. En 1970 iniciamos resumen: la fibra cerámica es mala para la salud; y mala para obtener buena
la c a m p a ñ a por conscientizar al ceramista, y poro d e s p u é s el d u e ñ o de un taller cerámica. Su única ventaja es que es liviana; pero ios hornos hechos con ella no
catalán, indignado por una inspección, se bebió en presencia del inspector d u r a n pues se desmenuza, lasjuntas se abren, encoge, se deforman las puertas,
municipal una cucharonada de esmalte de plomo crudo: m u r i ó al poco tiempo. techos y paredes del horno. Con el tiempo la resistencia mecánica de la fibra
Ahora, que el Mercado C o m ú n Europeo ha adoptado nuestras normas de desciende al m í n i m o , y el horno parece como un "balde de algodones de
seguridad para esmaltes de plomo y su diagnóstico, t o m á n d o l a s del Manual de hospital", como los que hemos visto en España y en Tenerife, fabricados por
Esmaltes Cerámicos, T o m o 1, nadie ya discute al respecto. Pero el autor recuerda chapuceros.
que en 1980, durante uno de sus cursos en Barcelona, todavía había quienes
sopleleaban en el aula misma, ante los inocentes estudiantes, esmaltes de minio
o galena crudos. Alguien incluso c a l u m n i ó al autor, diciendo que estaba "pagado
por las fábricas de vidrio..."
L a fibra c e r á m i c a y el R a k ú
La sílice, ya sea en polvo fino de cuarzo, como arcilla, feldespato, talco o
esmaltes comunes que son sopleteados, es capaz de causar silicosis, fibrosis, Las aberraciones que hemos observado en torno a las fibras cerámicas no
neumoconiosis y cáncer de p u l m ó n por inhalación continua. Nadie toma tienen límites. Lo revelador de este material novedoso es que, cuanto pillo anda
medidas al respecto: existen moliendas donde los operarios viven dentro de una suelto p o r el m u n d o de la cerámica, se cuelga de la fibra como a su ancla de
nube blanca de polvos sin máscara ni protección ninguna. Cuando alguno salvación. Esto lo hemos comprobado tanto en España, como en Buenos Aires,
iresenta síntomas... se lo manda a casa diciéndole que contrajo alergia; o, si
furna, que "es por el cigarrillo", y si toma, por la bebida. Si algún m é d i c o decente
denuncia la infamia, se le coloca una bomba de advertencia como o c u r r i ó en
Sao Paulo, Montevideo y casi toda América Latina. Improvisados ceramistas o
e n s e ñ a n t e s de R a k ú (que es el gran "camelo cerámico" de la hora actual, tal como
se lo practica en las grandes ciudades, vaciado de su sentido primigenio) andan
C ó r d o b a (Argentina), con un m é d i c o honesto de una calera en Cerro Azul. Como haciendo barrabasadas con hornillos de fibra, hechos simplemente revistiendo
es comprensible, se retiró del lugar. El cromo, para dar solamente otro ejemplo, el interior de u n tambor con manta cerámica (fibra en forma de paños). Atraen
provoca cáncer pulmonar por inhalación y soplcteo; ulceración y p e r f o r a c i ó n público incauto en parques o plazas, y se lanzan a engatusar gente, con hornillos
del tabique nasal y cornetes. El autor, al visitar una famosa fábrica de sanitarios que no pasan de 900 grados, inculcando el facilismo, el exhibicionismo narcisisla
en Buenos Aires, manifestó esto al "ingeniero" que la dirigía, pues los operarios y el trepadurismo de que ellos adolecen al público ingenuamente interesado
estaban sopleteando inodoros con esmalte verde opaco de cromo. Este ignoraba pero que, si lo orientan mal, puede ver arruinado todo su futuro artístico. No
totalmente los riesgos profesionales del cromo y de todo esmalte, y, por las nos referimos por cierto a los ceramistas que ingenuamente han adquirido un
dudas (dijo), desde ese día iba a pasar por el otro lado de la sala donde estaban horno de fibra porque se les dijo que "economizaba combustible o electricidad",
sopleteando"... (los operarios no importaban). Los esmaltes rojos de cadmio- sino a aquellos improvisados y atrevidos que sólo saben hacer Rakú desnatura-
selenio son por su parte altamente venenosos, no deben sopletearse j a m á s , y, sin lizado y p a r a quienes parecería que la técnica cerámica milenaria no existiera,
embargo, se los usa impunemente. pues se limitan a la "maquinita de hacer dinero con el Rakú", show mediante,
con el equipo de amianto, que es altamente cancerígeno, antiparras, balde ch-
"Cuando llegues a la cama de un enfermo, p r e g ú n t a l e en q u é trabaja", agua, guantes... Para colmo, n i siquiera se han molestado en averiguar cuál es
decía ya en el a ñ o 1700 el padre de la medicina laboral en Italia, Bernardino la correcta p r o n u n c i a c i ó n de esa palabra en lengua japonesa, que es aguda, y así
Ramazzini. Parece mentira que, a ú n hoy, en este mundo que por medios se pronuncia y se p r o n u n c i ó siempre en Oriente: dos monosílabos ambos
publicitarios se nos quiere hacer creer que es maravilloso, sea necesario salir a acentuados: Ra-Kú.
defender al ceramista contra la agresión de los "negociantes del templo". La
fibra cerámica es capaz de causar cáncer de p u l m ó n , " d e s p u é s de un largo El Rakú hace ya veinte años que c o m e n z ó a pasar de moda en los países
p e r í o d o latente"; pero no solamente esa enfermedad es mortal, entre las que occidentales en los que se presento como una novedad entusiasmante, por la
puede causar la fibra. La lista de enfermedades derivadas de la inlialación de década de los 60. Muchas otras técnicas m á s recientes han surgido d e s p u é s , y
fibrillas micrométricas de vidrio molido es interminable: desde las m á s banales movimientos estéticos plenos de desarrollos. Pero nada de esto ocupa las mentes
como irritación de las vías respiratorias y tos catarral; hasta reacciones de los cultores de la vulgarización barata del Rakú, noble técnica milenaria, que
asmatiformes e inflamación de la mucosa; bronquitis y neumonitis; n e u m o n í a obedece a la estética delbudismo Zen, y que, en manos de ignorantes sin mística,
crónica fibrosante; neumoconiosis y silicosis; esclerosis y enfisema pulmonar; parece u n sacrilegio o un sarcasmo. EÍ " r a k ú ñ l o " de hoy es ignorante pero
fibrosis y fibrositis del epitelio; obstrucción degenerativa de los conductos; petulante; padece de histerismo artístico y sólo intenta llamar la atención del
cicatrices hipertróficas deltracto pulmonar. La fibra cerámica, a d e m á s , por estar público no compenetrado. A los verdaderos ceramistas no los conmueven, pues
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"'' ' i i i la lela". En el fondo se trata del retrogradismo cultural que cunde en
L o peor del Rakú desnaturalizado que la pnctica en nuestros países es que
América Latina y España, consistente en cerrar los ojos a las vanguardias
se lo toma unidimensiinialmrntr, es dei ir, exi luyendo todo lo d e m á s . Gentes «rué
ai niales, plenamente vigentes y siempre renovadas; pero que exigen nivel,
j a m á s han hecho ni gres, ni reducciones, ni esmaltes con (lisíales, n i nada difícil
estudio y capaddad de entendimiento. La carencia de formación estética y
ni superior en cerámica, tiran simplemente una pieza a un lacho con aserrín y
< uliural que padece el ceramista actual, debido a que las escuelas no han sabido
creen haber hecho maravillas El "uncí iiismo" es tan peligroso y nocivo en arte
Cumplir su función rectora al respecto pues se hallan en manos de ineptos (salvo
como en política y cconoin ía, y sólo ha servido para que los cuatro aprovechados
excepción), ha hecho que dichos aficionados de plazoleta se aforren a una sola
de siempre" digitaran en su provecho el ambiente cerámico. Ese retrogradismo
técnica, mientras desconocen y rechazan todo lo demás: lo viejo de la cerámica
tiene u n precio muy costoso: la cultura se hunde a nuestro derredor, los
DO lo dominan porque exige técnica y a ñ o s ; y lo nuevo no lo pueden aceptar
ceramistas a ñ o a a ñ o bajan su nivel técnico y conceptual, las escuelas parecen
porque lo ignoran.*
jardines de infantes por lo elementales, y d e s p u é s nos quejamos de que la
Mucha agua ha pasado bajo el puente de la cerámica desde que Bernard cerámica no es valorada como la pintura o la escultura. Pero son los mismos
1 .each, allá por la década de los 50, difundió en Europa el Rakú que vio en J a p ó n , ceramistas, sobre todo los docentes, los responsables de esa d e g r a d a c i ó n
y luego " p r e n d i ó " en EE.UU., pafs de escasa formación cultural y conceptual. progresiva pero implacable. El internismo oscurantista ha hecho que cuatro
Estamos al borde del a ñ o 2000, pero la " e n g a ñ a p i c h a n g a " continúa y reditúa. pillos digiten salones, premios y jurados en provecho propio y de sus "protegi-
El " R a k ú comercial" (no el auténtico) es una vulgarización ramplona, pour la dos", p e r o dicha digitación sigue muy de cerca su bajo nivel técnico, estético y
galerie, de algo muy profundo que no merece ser prostituido. Gentes que j a m á s actuauzativo. Los efectos están a la vista: cada a ñ o es m á s lastimoso el nivel de
en su vida han logrado un esmalte rojo Sangre de Buey, o una pasta de porcelana nuestra cerámica; talleres y escuelas están desiertos; exposiciones de cerámica
t ranslúcida e indeformable, se atreven a dictar "cursos de esmaltes", donde sólo parecen muestras de u n "cottolengo" por su inopia; nuestros salones adolecen
muestran R a k ú (mal pronunciado para colmo, a la norteamericana, pues le de desactualización, técnica y conceptual.
quitan el acento agudo), como si el mundo de la cerámica allí comenzara y
terminara. Para colmo usan hornos de fibras, en amalgama con el falso Rakú que Nos escribe la m á x i m a autoridad cerámica española, ex directora de la
exhiben deformado y adulterado. escuela de cerámica de Barcelona: Angelina Alós, (quien conoce m u y bien J a p ó n
y su cerámica). "Aquí hay una escuela para diicos deficientes, y el "maestro' (que
Es ley de la a n t r o p o l o g í a que una invención cultural, o una moda artística lleva el pelo con una coleta) les hace hacer Rakú. Los padres están admirados de
(como lo fue el Rakú en 1965 cuando se divulgó en E E . U U . gracias a Soldncr lo que nacen sus hijos... ¡pobres!". Y luego agrega: ' Estoy del Rakú hasta... las
que ya no lo practica...) primero se dan a conocer en los cenáculos de los países nances. No puedo soportar que se juegue con pastas que no tengan consistencia
donde aparecen. Luego, a medida que su extensión a nivel mundial crece, dicha ni sonoridad, n i que los colores, a la hora de enfriarse, han dejado de tener color,
invención se desmerece (crece en cantidad y decrece en cualidad u hondura). A volviéndose oscuros. N o tiraré la toalla. Quiero m o r i r j u n t o a m i horno como lo
los países periféricos (América I atina) dichas "modas" llegan con retraso de hicieron m i abuelo y m i padre, pero c o n t i n u a r é protestando como u n viejo
d é c a d a s , sobre todo en cerámica, no así en otras artes m á s actualizadas porque carcamal contra todas las injusticias que se hagan contra el arte e industria de
se hallan en manos m á s lúcidas. Cuando el Rakú llega a hacer furor en la la c e r á m i c a " .
periferia", en las m e t r ó p o l i s de la cultura ya cunden nuevas técnicas y tenden-
Conste que el autor de este libro fue el primero en e n s e ñ a r R a k ú en
cias, alentadas por conceptualizaciones mas novedosas. Cuando dichas tenden-
Argentina, e n 1970, y en Brasil, pocos a ñ o s después, cuando a ú n no había nada
cias y técnicas se "pongan de moda" entre nosotros, ya s e r á n viejas a nivel
escrito sobre ese tema en nuestro idioma. Fue e l primero en explicar en
mundial. El autor calcula en unos treinta años nuestro retraso cultural, tal vez
castellano la técnica del Rakú, pero ya en el primer texto advertimos contra el
cuarenta en ciertos aspectos. Ser consdente de nuestras limitaciones cerámicas
peligro de seguir una moda v a d á n d o l a de contenido espiritual y humano.
es la base para poder crecer. N o nos e n g a ñ e m o s con el espejismo del "internismo",
Entender la estética Zen es propio de espíritus iluminados. Degenerarla y
que «onsiste en cerrar los ojos a todo lo nuevo, pero a f e r r á n d o s e a algo
prostituirla, p o n i é n d o l a al servido de un Yo inflado, es infamia que no podemos
extranjero pero viejo... Escultores tradidonalistas o realistas rechazan el arte de
tolerar. No estamos en contra del noble Rakú, que es cerámica de meditación y pura
hoy "porque es extranjero", pero ellos hacen arte francés de comienzos de siglo:
interioridad. Nos indigna su vulgarización ramplona y de bajo nivel, como se
copian pero con retraso.
hace en las riudades-doaca de noy. Menos a ú n debemos tolerar la r é d e n t e
amalgama: Rakú-fibra cerámica (colmo de males y alcancía de pillos).
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Occidente, y u n noble recato ha caído sobre esta técnica que es "placer interior", C U A R T A PAR'IT.
como lo indican los dos anagramas que formaron la palabra. Algo es indiscutible
en la cerámica japonesa actual: sólo los Maestros enseñan... La masificación, la
vulgarización, el show", el exhibicionismo, la d e p r e d a c i ó n espiritual, la ausen-
cia de Interioridad, son occidentales.
NORMAS PARALA
otam CONSTRUCCIÓN
DE HORNOS
Ainti.i homo a gas |aponés actual. La "última palabra" en hornos. Presentado en la reciente Exposición
de industria cerámica en Shigaraki. Ha sido construido enteramente con ladrillos refractarios aislantes,
l.intu \u puerta como su techo y paredes. No tiene ni un gramo de "fibra cerámica". En dicha Exposición
'.r|>ii'-.i-ntn Umhicn un modelo de homo tradicional (de cámaras), perohecho este mismo año. Construido
iiii«i|i amenté con ladrillos refractarios tradicionales. Como vemos, el país que hace un culto de la ecología
v de la tni|i<'iii' uihnna, no utiliza la fibra cerámica, que es mala como refractario, y peor desde el punto
de vr.la ile la salud del ceramista.
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si si hace reducciones, sales metálicas volátiles, en Duba campana debe ser
Nos referiremos a las normas y exigencias que d e b e r á satisfacer un horno metálica (chape de hierro), y se la conectará a una chimenea, la qu<° succiona
t >a m funcionar de acuerdo con la necesidad cerámica. Miles de veces hemos visto li.H la arriba I " ' , gases calientes que salen poi la tobera del horno Reí n e n í e s e que
n o n i o s fabricados por el mismo ceramista, pero que o no llegan a la temperatura los iioi nos circulares (Condorhuasi) no pret isan i hiraenea, pues ellos en sf ya
deseada; o lo hacen muy lentamente; o la hornada no resulta bien; o el horno Bl i o.ni < o Iiimeiieas Pero si se los instala en una habitación « e r r a d a , una
se desmenuza o el techo se cae por mala construcción; o no admite r e g u l a c i ó n Campana poi sobre la lobera (a unos 50 «> ' 00 cms por encima) derivará gases
de atmósferas; o no permite realizar esmaltes rojos de humo; o las paredes se tóxicos, que pueden sei m o l í a l e s en un encierro. Quede en claro «pie una
agrietan; o la parrilla se funde o deforma; etc. Existen cualidades que todo buen campana no es una chimenea, y que se halla sobre la tobera pero no /ijada a ella. De
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horno debe tener, para lo cual se lo ha de construir de acuerdo con normas y lodos modos, Siempre debí haber dos aberturas sin cerrar (puerta y ventana, por
medidas que no pueden ser antojadizas ni caprichosas. Hay quienes, cuando ejemplo) en toda habitación donde funciona u n horno, aun eléctrico. Vapores
hacen su p r i m e r horno, ya alteran las medidas recomendadas. Algunos han cáusticos siempre se desprenden por sobre los 450 grados en toda cocción. Si se
hecho "chimeneas" en vez de hornos a gas, y luego se quejan o consultan cometiera el error de fijar una chimenea (en vez de una campana) en la tobera
t a r d í a m e n t e ante los problemas irresolubles. En los comienzos, el artesano de un h o m o de: tiraje ascendente, éste sufrirá problemas por exceso de aire frío
fornacólogo* debe seguir a l g ú n modelo recomendado: losquepresentamos son cuitrando a su interior, 1«J que i m p e d i r á que el horno llegue a elevadas
todos ellos seguros y confiables, han sido probados y modificados durante a ñ o s , temperaturas. Para hornos muy grandes, que deban llevar una campana y
y es seguro que funcionan y cumplen con lo que prometen. N o hay peor cosa en conducto derivador de gases al exterior, las medidas dadas se calibrarán y
una persona o en un horno que defraudar las expectativas. U n horno no precisa a m p l i a r á n s e g ú n sea su t a m a ñ o . Todo es muy relativo en lo referente a hornos.
ser "lindo"; eso sí, debe funcionar y, si promete llegara 1300 grados, debe llegar
a esa temperatura. l a impotencia en un horno se debe a la mala construcción, El conducto derivador de gases al exterior puede ser el usual para calefones
fuera de normas. Es preciso saber: no "adivinar". U n horno mal hecho a gas. Los hay flexibles, y siempre deben ser metálicos. Su d i á m e t r o puede ser
difícilmente p o d r á corregirse. Es más fácil hacer uno nuevo que enmendar uno de 12 a 15 cms para hornos normales ( d i á m e t r o igual al de la tobera del horno,
fallado. poco m á s o menos). Si se debe curvar el conducto (o una chimenea), caso muy
c o m ú n , la curva será muy abierta, a 110 grados (jamás se curvará una chimenea
A c o n t i n u a c i ó n enumeraremos y explicaremos lo referente a las normas en á n g u l o cerrado de 90 grados). La longitud m í n i m a del conducto derivador
básicas para la construcción de sencillos pero eficientes hornos cerámicos será cíe: unos 2 metros, aúneme puede ser mayor s e g ú n la altura del techo del
arte Banales y profesionales. No nos dejemos deslumhrar por ampulosas arma- local. A mayor longitud de una chimenea, mayor será su fuerza de succión, y
zones pintadas de llamativo color, si e l h o r n o luego no responde a normas, o no menor la molestia a vecinos por olor a gases. La velocidad de circulación de los
p.isa de 1040 grados, ose deteriora, o el techo se derrumba, o la carga esmaltada gases crece con la longitud de u n conducto o chimenea. Póngase un sombrerete
se cuartea y resulta fallada p o r usar revestimiento de fibras cerámicas que e n al extremo, bien abierto y ventilado, para impedir la entrada del agua de lluvia.
realidad no son u n material refractario confiable. I labiendo lugar o espacio, dijimos cjue un reparo o un alero es lo indicado.
Sin embargo, un buen toldo, a suficiente altura (5 ó 6 metros por sobre el horno)
puede solucionar el problema. Nuestro horno a leña lo tenemos en un patio sin
toldo. Cuando llueve, lo cubrimos con plásticos si el horno está frío. Si al llover
UBICACIÓN ADECUADA estuviera caliente, una chapa lo r e p a r a r á , sin obturar la tobera si todavía está
ardiendo. Ja más hemos tenido problema alguno con esta modalidad Todo debe
adaptarse a la necesidad y a la disponibilidad. Aceptación y amor, son los dos
Es esencial colocar el horno en u n lugar adecuado: una vez construido ya brazos del auténtico ceramista.
no p o d r á trasladarse, si se trata de un horno grande, adherido al piso. Diferente
es el caso de hornos de formato más p e q u e ñ o : el Condorhuasi hecho dentro de Con grandes lluvias no se: d e b e r á hornear si el horno no está bajo techo.
un tambor de 200 litros de capacidad, puede trasladarse con sólo ladearlo. Pero Con tiempo nublado 0 lluvioso en general no hay problemas. Si sobreviene
-
si el horno es fijo, se escogerá un lugar reparado de lluvias y vientos. L o ideal a l g ú n c h a p a r r ó n , no se crea que se afecta mucho al h o r n o , ya que el agua no
es colocarlo bajo un alero o techado, o tinglado con dos paredes. N o conviene puede entrar por la tobera si la temperatura ya es alta (se evaporan las gotas a
tener hornos a gas o leña en locales cerrados, salvo que sean muy espaciosos y unos pocos centímetros dentro de la tobera). Sí la lluvia puede perjudicar las
muy bien ventilados. Pero como todo depende de las posibilidades reales, si sólo tapas del horno hechas con ladrillos porosos aislantes, que son absorbentes. Con
se dispone de u n local cerrado, pues en ese caso h a b r á que adaptarlo o adaptar todo, al dejar de llover, la humedad se evapora debido al calor que se disipa del
el horno, colocándole un conducto para derivar al exterior los gases de la horno durante el enfriamiento. Los hornos no son "maricones".
c o m b u s t i ó n . Una campana extractora, por sobre la tobera, puede servir como
eficaz conducto derivador de estos desechos gaseosos, que son peligrosos y Fuertes vientos, especialmente en el Sur (Patagonia), pueden influir en la
tóxicos si quedan en interiores: a n h í d r i d o carbónico, m o n ó x i d o de carbono, c o m b u s t i ó n del gas o la l e ñ a . Allí es más necesario un reparo (a veces basta una
i ai bou, vapores sulfurosos producidos por las pastas que se hornea, flúor, h u m o simple chapa) contra vientos, protegiendo el hogar de los hornos a leña, y la
entrada de los quemadores en hornos a gas. " E l horno no siente la temperatura
ambiente", es un axioma de fornacología. Ya sea que la temperatura sea de 5
* W i < ¡apftulo "Fornacología" (construcción de homos), en Qué es la Ceramología, 1992.
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96
grados centígrados, como de 37 grados, la diferencia es í n ñ m a para u n aparato el lugar donde arde la leña o el gas, y debe separarse de la c á m a r a donde se
que llega a 1300 grados. E l viento, al aumentar el ingreso del aire frío al interior cargan las piezas (la llama j a m á s debe contactar con la carga, es norma de lodo
del horno, sí puede enfriarlo y obligar a regular los quemadores. El viento fuerte horno bien construido). Sólo el calor debe contactar con las piezas que se
duplica o triplica e l üraje. Por ello es preciso protegerse contra esas corrientes hornean. Piénsese que la temperatura de la llama de u n quemador a gas puede
de aire, sobre todo cuando son potentes. llegar a los 1400 grados C, en casos m á s a ú n (grandes quemadores presurizados),
lo que h a r í a que se fundiera o deformara (o vitrificara y oscureciera) la pasta ch-
No colocar j a m á s los hornos en lugares donde hay paredes o techos de una pieza que debería hornearse a 1150 grados por ejemplo, o a 1230 grados.
madera (puede arder, ya que con el tiempo se va resecando la madera y ésta se Por fortuna el calor de la llama se difunde con enorme rapidez, y ya a los diez
oxida, hasta que un d í a se enciende). Pisos de madera son t a m b i é n peligrosos. c e n t í m e t r o s de su extremo la temperatura de llama ha descendido 200 a 300
J a m á s se colocará el h o r n o p r ó x i m o a depósitos de garrafas o cilindros de gas o grados. En los hornos a leña, a d e m á s , existe el denominado cenicero, que en
l e ñ a ; menos a ú n de combustibles líquidos; y se cuidará de que el calor que sale realidad es el " p u l m ó n del horno", pues por allí el horno respira, succionando
por la tobera n o d a ñ e plantas, jaulas con pájaros si las hay, árboles, n i cables hacia arriba el necesario aire que servirá para la c o m b u s t i ó n de la leña. Cuando
eléctricos. Se alejará el horno de la pared al menos unos 30 c e n t í m e t r o s : el calor u n h o r n o a gas tiene el rompellamas horizontal en vez de vertical, éste a su vez
de la tobera o de la pared del horno al enfriarse (cuando disipa m á s calor) puede sirve como primera placa de apoyo de la carga (debe tener doble grosor). Debajo
afectar las t u b e r í a s de gas, agua o electricidad, o t a m b i é n los revoques. de dicho rompellamas horizontal, existe una zona de difusión de llama, que
t a m b i é n denominamos cámara de combustión. Allí se empareja y uniformiza el
No se colocará e l horno sobre el piso de tierra, sobre todo si está h ú m e d o . calor. E n hornos de mayor t a m a ñ o , el rompellamas se coloca verticalmente: en
U n horno puede trasmitir calor al piso y derrochar así e n e r g í a y combustible. ellos la zona libre existente entre la entrada del fuego del quemador y la pared
Hasta un 15 p o r ciento del calor generado puede trasmitirse al piso si carece de del rompellamas actúa como "cámara de combustión". Dicha c á m a r a puede
aislación térmica (él t a m b i é n gusta calentarse: el calor es u n fluido). Nosotros ocupar u n 40 a 45 por ciento de la superficie interna del piso del horno, cuando
colocamos siempre todos nuestros hornos sobre una cainita de ladrillos refrac- hay dos quemadores (se debe dejar un espacio libre de 12a 14 cms a cada lado,
tarios pesados (que son baratos), o, si el horno es chico, p o d r í a ser sobre ladrillos ante cada rompellamas, el que, sumado al grosor del mismo ladrillo que forma
comunes (dos carnadas superpuestas y revocadas). Él revoque h a r á que no el rompellamas, totaliza ese porcentaje, medido como d i á m e t r o del piso).
penetre el agua de lluvia n i la humedad, que siempre es nociva, a ú n en el piso
del horno. Si éste es grande, se h a r á debajo de todo u n contrapiso de ladrillos
comunes, mejor con materiales porosos, que son aislantes térmicos para Como norma general, la cámara de cocción de piezas debe tener u n
techumbres de viviendas (leka o arcilla expandida). Luego, sobre dicho basa- d i á m e t r o igual a su altura, para la mejor uniformizacion y transferencia del
mento, siempre se colocará una carnada de ladrillos refractarios pesados, bien calor. Con todo, en hornos de tiraje ascendente con buena fuerza de llama, la
adheridos entre sí. Dicha base d e b e r í a sobresalir unos 50 cms a cada lado del altura de la c á m a r a de cocción ó p t i m a puede ser desde u n 25 hasta un 50 p o r
horno (a su derredor). Ello facilita mucho la carga y descarga, el apoyo de piezas, ciento superior al d i á m e t r o . En otras palabras: si la c á m a r a de cocción de piezas
etc. A l mismo tiempo, dicha base actúa como aislante t é r m i c o evitando que fugue de u n h o r n o de tiraje ascendente mide 60 cms de d i á m e t r o , su altura puede
calor al piso, siempre á v i d o para recibir calor del horno, r e s t á n d o s e l o a la llegara tener como m á x i m o (para ser óptima), de 75 a 90 cms. Formatos ó p t i m o s
hornada. son tanto e l cúbico: 60 x 60 cms; como el r e c t á n g u l o ó p t i m o : 60 x 75 cms, ó 60
x 90. Este ú l t i m o permite cargar piezas alargadas (esculturas). Unos pocos
c e n t í m e t r o s en m á s , para cualquier medida interior del horno, es m u c h í s i m o
beneficio para el ceramista. A veces, tan sólo 5 cms m á s , en altura o al ancho, nos
permite poder hornear una pieza que de otro modo no cabría.
FORMATO CORRECTO Si el h o r n o es de tiraje descendente o invertido (de lo que se hablará en o t r o
lugar), las medidas correlacionadas ó p t i m a s para la c á m a r a de cocción de piezas
Ya se ha dicho que el formato ó p t i m o para todo tipo de horno c e r á m i c o es no deben salirse del cubo: 60 x 60 cms; o bien 80 x 80 cms; etc. Ello debido al
el circular o redondo. El cilindro es el mejor conductor del calor y de todo fluido: tiraje dificultoso que siempre tienen los hornos de tiraje descendente en
aire caliente en circulación en hornos a gas o leña. Ofrece menor resistencia al c o m p a r a c i ó n con los de tiraje directo o ascendente. Quede en claro que siempre
tiraje, y éste resulta perfecto, a diferencia de los formatos cuadrados, cuyo tiraje nos referimos a las medidas interiores de la c á m a r a de cocción de piezas,
siempre es dificultoso sobre todo en hornos con tiraje invertido, y hay que medidas desde el centro del piso hasta el centro del techo interno en hornos de
forzarlo con u n soplador industrial centrífugo (costoso y consumidor de tiraje descendente en cuanto a la altura; y en la planta de la base (un lado) en
electricidad). cuanto a su anchura.
Formatos cuadrados, sin embargo, pueden usarse, pero se debe advertir Cuando hablamos del formato adecuado de la cámara de cocción de piezas
que no funcionan bien para hornos chicos. Desde el metro cúbico de capacidad, de hornos a leña, no se tiene en cuenta el hogar, n i la c á m a r a de c o m b u s t i ó n , n i
o algo menos, u n horno de formato cuadrado, si está bien construido, p o d r á ser tampoco el cenicero (leña). De ellos se hablara en otro apartado de este C a p í t u l o .
eficiente (para gas y combustibles: n o n o s referimos a hornos eléctricos). Formatos espurios son aquellos excesivamente verticales o, p o r el contra-
T o d o horno posee una cámara de cocción, que es la zona destinada a la rio, excesivamente horizontales. Ninguno de ambos funciona bien. Es frecuente
cocción de pie/as. N o confundir dicha zona con la cámara de combustión, que es el caso de ceramistas voraces que alteran las normas dadas y, creyendo dar
OH 99
mayor cabida .1111 horno p i r a hoi neai meyoi número do pie/as, hat en la cernerá
de COCciÓn muy al.ligada en sentido veilii al I I I101 no se < onvieile asf en una
chimenea, pero 110 luiu 1011a luen poiipie hay exceso de tiraje en su interior si es
circular. I .a parle supe 1101 1 esulla n u i l lio más Iría cpie la de ahajo; y no se obtiene
uniformidad de temperatura dentro del horno. A d e m á s , el tiraje excesivo hace
cpie el horno se enfrie y consuma demasiado combustible. Laspic/as, por otra
parte, salen 111I1,nocidas, ya que el calor no tiene tiempo suficiente para ser
absorbido por las piezas.
No confundir el formato exterior con el interior de un horno. A l hablar de
medidas, nos referimos siempre a las interiores, ya eme las externas pueden
alterar mucho la correlación, puesto que en ellas se debe sumar el grosor de
paredes, a r m a z ó n , base, techo, y revestimiento exterior que suele hacerse en
grandes hornos de producción.
100 101
as< e n d e n t é , en ellos el techo o parle superior resulta muy caliente en compara-
factible usarlo. Ceramistas hay que han construido hornos excesivamente ción con e l piso, lo que hace que con frecuencia se desplomen techumbres de
grandes, y ahora se quejan porque hornean una o dos veces al a ñ o . D e t e r m í n e s e hornos en las fábricas, o se agrieten los ladrillos usados en la cumbrera, si no son
ante todo si se h a r á u n horno de u n metro cúbico de capacidad, de medio metro de superior calidad. Ello, sin embargo, t a m b i é n puede corregirse, armando los
cúbico, de 250 litros ( t a m a ñ o ó p t i m o para el artesano), o de menor volumen. ladrillos que forman el rompellamas de manera que tenga menor altura; o
Con gas, funcionan m u y bien hornos tan p e q u e ñ o s como de 30 litros; y con leña separando unos milímetros algunos de esos ladrillos, etc. Estos hornos, p o r otra
hornos desde 100 litros de capacidad (cámara de cocción de piezas). parte, son bastante m á s difíciles y costosos de construir que los de tiraje
Sobre una base sana, es posible trabajar. Repetimos, cuando el ceramista ascendente; y n o funcionan bien salvo para formatos mayores (cámaras de-
sepa cuál horno precisa y — a d e m á s — está en condiciones reales de hacer y usar, cocción p r ó x i m a s al metro de diámetro). N o es fácil lograr buenas reducciones
entonces p o d r á estudiar el diseño de su horno con seguridad. Claras ideas ante con tiraje descendente, salvo que se inyecte aire forzado con u n soplador, o que
todo. se recurra a largas chimeneas, con el mayor costo consiguiente. Tienen, es cierto,
una buena r e t e n c i ó n y aprovechamiento del calor, lo que los hace t e ó r i c a m e n t e
E n cuanto a hornos "de combustible" (gas o leña), existen dos diseños o m á s económicos que los de tiraje directo en cuanto al combustible que consu-
tipos básicos: el de tiraje ascendente (o "directo") y el de tiraje descendente (o men. Esto último, sin embargo, es bastante relativo. E l mayor aprovechamiento
"invertido"). Se debe conocer cuáles son las ventajas y desventajas de uno y otro. de calor generado t a m b i é n se consigue en hornos ascendentes de gran formato.
Los hornos de tiraje ascendente o directo (que el autor prefiere), son m á s A d e m á s , en promedio, e l ahorro no ha de ser superior al 15 p o r ciento.
sencillos en su construcción. Funcionan y se controlan m á s fácilmente. E n Chimenea, c a ñ ó n de chimenea y registro de chimenea son costos adicionales de
r e d u c c i ó n , sobre todo, se comportan perfectamente, ya que su tiraje es directo estos hornos, los que, con chimeneas frías, en las primeras etapas de la cocción,
(vertical o natural). En ellos es m á s fácil controlar y producir las diferentes no funcionan bien, el combustible quema mal, se produce mucha a c u m u l a c i ó n
a t m ó s f e r a s de cocción: oxidante, neutra y reductora. La llama que sale p o r la de h u m o y vapor de agua dentro del horno, lo que neutraliza el supuesto ahorro
tobera; su color e intensidad, son reveladores inmediatos. Estos hornos son de combustible que el diseño permitiría t e ó r i c a m e n t e . E l horno de tiraje
mucho m á s baratos en su construcción, ya que utilizan recursos m á s simples. N o descendente debe tener una tobera, al centro del techo, al igual que los de tiraje
precisan de chimenea, puesto que, si son redondos o circulares, ellos mismos directo, que se t e n d r á abierta durante las primeras etapas de la cocción, para
a c t ú a n como una chimenea graaas al tiraje directo. Llegan a altas temperaturas, derivar vapores y gases acumulados (ya se dijo que la chimenea no funciona b i e n
si han sido diseñados para ello. La única desventaja que pueden presentar hasta que se caliente).
(perfectamente corregible si se hornea bien), es que estos hornos de tiraje
ascendente pueden tener diferencias de temperaturas entre la zona inferior,
Los hornos de tiraje descendente, p o r otra parte, tienen otra desventaja
donde se hallan los quemadores, que resulta m á s caliente, y la superior, cerca de
muy perjudicial: tienen poco o menor aprovechamiento del espacio útil, e n
la tobera. Ante esta última dificultad se debe saber que todo horno tiene zonas
c o m p a r a c i ó n con los de tiraje ascendente. E l techo menos alto, su curvatura en
de mayor o menor calor, incluso los eléctricos. Que esa diferencia de tempera-
arco o en cúpula, el formato interior m á s bajo, el espacio libre que se debe dejar
tura se contrarresta aumentando el tiraje, es decir, haciendo que el aire caliente
delante del c a ñ ó n de la chimenea abajo, y arriba (debajo de la c ú p u l a ) para
en circulación suba m á s r á p i d a m e n t e . Ello se consigue regulando el tiraje, como
provocar la necesaria turbulencia, de lo contrario no funcionan bien, son las
ya se dijo, pero t a m b i é n controlando el aire que entra a los quemadores;
causas de ese aprovechamiento deficiente del espacio disponible para piezas.
regulando las atmósferas (a llama oxidante el gas se quema abajo; a llama neutra
e n la zona media del horno; a llama reductora en la parte superior). E l Nosotros aconsejamos comenzar con u n buen horno de tiraje ascendente
rompellamas al respecto cumple una función esencial*: si es alto, denva el calor o directo, para d e s p u é s , al haber adquirido experiencia con la cocción, escoger
a la parte superior del horno. Si es "petiso", a la parte inferior. el tipo de horno que se quiera. En los países sajones y en E E . U U . los ceramistas
prefieren m á s bien el tiraje invertido... E n los latinos hay preferencia p o r el
La primera placa redonda debe dejar u n espacio de unos 4 a 5 cms entre directo o ascendente. Si e l autor se hiciera u n gran horno de p r o d u c c i ó n , n o
ella y la pared interna del horno. En hornos grandes u n poco m á s . Ese espacio vacilaría en hacer u n buen horno de tiraje ascendente con tres quemadores (o
no se debe ocupar con piezas, precisamente para no perjudicar el tiraje. Personas más).
que n o saben cargar hornos, o que han hecho placas de d i á m e t r o m u y gTande
y no dejan ese necesario espacio libre, o que lo atiborran de piezas en la c á m a r a
de cocción (no apoyar la carga contra las paredes del horno), sufrirán el
problema de pisos demasiado calientes. Repetimos: dicha diferencia de tempe- H o r n o s de tiraje cruzado
ratura entre la zona de llama y la superior, es lógica y natural. Pero puede
contrarrestarse perfectamente recurriendo a los medios que acabamos de
mencionar: sabiendo hornear. El tiraje cruzado en realidad es una variedad del tiraje invertido. Se
caracteriza por lo siguiente. En u n horno de tiraje invertido se instalan
Los hornos de tiraje descendente (o "invertido"), p o r e l contrario, presen- quemadores (o parrillas en hornos a leña) a un solo lado de la c á m a r a de cocción
tan un problema difícil de resolver. A l revés de lo que sucede con los de tiraje de piezas, con adecuados rompellamas, cuya buena disposición es esencial para
que el calor se distribuya uniformemente. E l calor generado debe atravesar toda
* Ver artículo "Rompellamas", muy extenso, en el Diccionario de Cerámica. Consideramos la carga de piezas que se hornean, lo cual en teoría hace posible u n mayor
esencial su lectura.
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aprovechamiento calórico y transferencia térmica óptima. En el lado opuesto a d e r r u m b ó porque hizo la mezcla arcilla-caolín-c llamóle (llevaba juno "caolín").
la pared en la cual se halla la fuente de calor, se coloca la abertura al interior de Esto nos demuestra que las materias primas deben ser de la mejor calidad;
la chimenea, que este tipo de horno siempre debe llevar. Esta abertura adquiridas en lugar confiable (cada vez hay m á s adulteradores y comerciantes
generalmente se ubica sobre el suelo interno del horno, en el arranque de la deshonestos); y — a d e m á s — diagnosticadas antes y no d e s p u é s «le hacer el
pared opuesta. Mucha práctica es necesaria para ponera punto un horno de este horno. Nunca insistiremos bastante en la necesidad «le diagnosticarlo todo en
tipo, pues es preciso probar a través de sucesivas cocciones a fin de uniformizar cerámica. Es el único camino para andar seguro y a pie firme. No podemos
la circulación del aire caliente en el interior del horno, sin dejar zonas frías. confiar en los rótulos n i en las palabras, ya que se hallan en juego valores
Rompellamas demasiado altos h a r á n que el calor suba y que la zona del techo materiales y morales demasiado comprometedores y valiosos, a d e m á s «le riesgos
(interior) resulte demasiado caliente, mientras que la carga que se halla p r ó x i m a fatales por accidentes debidos a malos materiales o diseño.
al piso puede resultar fría, infracocida. Ello se corrige rebajando la altura del
rompellamas; o bien entreabriendo u n poco sus ladrillos (unos pocos milíme- La a r m a z ó n externa del horno, capaz de sostener el refractario en su
tros, no más, pues no debe penetrar la llama del quemador afectando la carga interior, cumple una función muy importante para mantener firme la estructu-
en forma directa). El tiraje cruzado es una invención china milenaria. El horno ra. Nosotros usamos tambores de 200 litros de capacidad para hornos chicos, con
chino típico era una especie de botella ahusada, en uno de cuyos extremos se los cuales adquirir práctica. Pero también los hay de 400, 600 y 800 litros «le
hallaba la fuente de calor (leña), y en el otro extremo la chimenea o salida de capacidad, útiles para hornos mayores. Si no se consiguiera de estos tambores
gases y desechos de la combustión. El recorrido que debía efectuar el aire (hay revendedores de tambores usados, que la industria desecha, pues en ellos
caliente era enorme, atravesando así toda la carga, con lo cual se lograba una provienen aceites, drogas y todo tipo de productos líquidos), es posible mandar
transferencia térmica óptima. Sabiduría y años de experiencia eran necesarios a cilindrar una chapa de hierro de modo que se forme un cilindro de la capacidad
a fin de conocer las partes o zonas frías dentro del horno, y las m á s calientes. deseada. Hay h e r r e r í a s especializadas en cilindrar chapas. Esta debe ser de buen
Conociendo dichas zonas (lo peor en este caso es la ignorancia), es posible grosor ( m í n i m o 1,5 milímetros) y debe estar soldada y reforzada a fin de que
contrarrestar la deficiencia, ya que cierto tipo de piezas toleran mayor calor que conserve la forma cilindrica y no se ovale. Hay quienes compran chapa y
otras; mientras que ciertos esmaltes se escurrirían al ser sobrehorneados. En la simplemente la mantienen cilindrada mediante bulones que aplican perforando
actualidad, se construye este tipo de hornos para cerámica artesanal o artística. la chapa en vez de soldaduras. Cualquier m é t o d o es bueno siempre que se
El d i s e ñ o del horno puede ser de formato cuadrado, con entradas para dos mantenga la forma circular, sin deformaciones n i tensiones.
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tros), cutre el hueco de cada ladrillo y el de su vecino. Esto a fin de prevenir poroso pero adherente, que se sinterice sin vitrificar. Para estos casos no usamos
contra posibles dilataciones calóricas: los hornos "trabajan" a cada cocción, y el a s e r r í n , dado que la zona por rellenar es "secundaria", o sea que se halla en la
momento m á s peligroso no es el del ascenso de la temperatura, sino el del
enfriamiento, pues durante esta etapa se disipa la enorme cantidad de calor
acumulada dentro del horno, y dicha disipación se produce en parte por la
R arte donde no llega el calor m á x i m o del horno, sino unos 200 grados menos,
íuestra fórmula usada es:
tobera, y en su mayor parte por conducción calórica a través de las paréeles, las
que se recalientan. Con todo, u n buen horno, bien construido con paredes RELLENO PARA JUNTAS (1250°)
aislantes, si bien se calienta un poco en el exterior, siempre debe poder tocarse
con la mano (excesivo recalentamiento en la pared indica peligro o falla en la Caolín lavado aluminoso 50
construcción). H á g a n s e las paredes con buen grosor, y no se olvide del necesario C h a m ó t e de ladrillos de horno 50
a s e r r í n , pues, si sé quema, deja el poro, que es el mejor aislante; y donde no se
quema del todo, queda c a r b ó n semicalcinado, que t a m b i é n es muy buen aislante
t é r m i c o (se dice que el m á s refractario). Si no se consigue un c h a m ó t e de ladrillos porosos, úsese el que se consiga,
a condición de que sea lo m á s aluminoso que se pueda. Se e m p a s t a r á con u n 40
A l explicar e ilustrar la construcción de nuestros hornos Condorhuasi, se por ciento de agua esta mezcla antes de aplicarla.
v e r á n los detalles constructivos, modo de armar el molde para el cilindro
interior, etc. Allí remitimos al lector para esos detalles. Como protección exterior Hornos de bajas temperaturas, a leña, etc., que servirán habitúa luiente a
del horno, si va a estar a la intemperie, basta con u n buen revoque de los ladrillos no m á s de 1050 grados C, p o d r á n llevar u n relleno de juntas hecho con:
con h i d r ó f u g o . Si el horno tiene a r m a z ó n metálica, se la p i n t a r á con a n t i ó x i d o .
La tapa o techo se p r o t e g e r á contra lluvias con u n alero, o u n toldo bien alto, o RELLENO PARA JUNTAS (1050°)
simplemente con plásticos, los que sólo sirven cuando el h o r n o se halla frío.
Si las paredes internas del horno se hacen con ladrillos y no con relleno Caolín o arcilla blanca 60
refractario, éstos e s t a r á n bien trabados, es decir, que la j u n t a o u n i ó n entre uno Perlita expandida 40
y o t r o no debe coincidir con la j u n t a de la hilera inferior n i superior. Ello
c o m u n i c a r á m á s resistencia a la pared ante las sucesivas dilalaciones y contrac-
ciones que el horno sufre a cada cocción (no se crea que u n horno es u n ente Se empasta con un 40 por ciento de agua y se aplica algo espeso. Si no se
m u e r t o o inerte). Los techos t a m b i é n "trabajan" a cada hornada: suben medio tiene perlita expandida, se la e x p a n d i r á h o r n e á n d o l a a unos 850 grados. En vez
c e n t í m e t r o o m á s al dilatarse, y luego bajan (calentamiento-enfriamiento). Ello de perlita puede usarse con m u y buen resultado vermiculita expandida, en e l
es causa de grietas y deslizamiento de ladrillos o polvo si no se los ha trabado mismo porcentaje.
perfectamente.
Los cementos que unen o adhieren los ladrillos entre sí, t a m b i é n cumplen
Los aplomos de paredes deben ser bien verticales al piso, ya que una pared
una función importante al respecto. Mantienen la estructura m á s firme y unida.
irregular, ladeada o inclinada, a d e m á s de obstaculizar el tiraje (que debe ofrecer
Permiten el ciclo dilatación-contracción a cada hornada (sobre todo si no son
m í n i m a resistencia al paso del aire caliente), es m i riesgo dentro del h o m o a
cementos vitrificantes como los comerciales); e i m p i d e n fugas de calor y
elevadas temperaturas. Usese escuadras y plomadas a l construir hornos.
deslizamiento de polvillo, siempre nocivo dentro del h o m o pues arruina
esmaltes, al caer sobre ellos cuando están reblandecidos, como miel espesa, p o r Los techos de los hornos suelen ser su " T a l ó n de Aquiles". Por ellos fuga
sobre los 980 grados (Ver "Cementos refractarios" en la Tercera Parte de este la mayor parte del calor generado, y t a m b i é n se disipa al enfriarse el h o m o (el
mismo libro). En Condorhuasi utilizamos ú n i c a m e n t e caolín bien lavado y puro calor siempre "sube"). Deben tener mayor aislación térmica que las paredes, y
como el mejor cemento refractario: posibilita uniones firmes entre ladrillos, s e r á n bien gruesos ( m í n i m o 17 cms). Hemos visto techos derrumbados p o r mala
compensa la dilatación-contracción, y puede desarmarse la pared cuando sea construcción y apoyo; empleo de ladrillos comunes (rojos), los que j a m á s deben
necesario, recuperando los ladrillos, pues no vitrifica. A d e m á s es aislante usarse para techumbres, n i siquiera en hornos de leña (para eso se h a r á u n
t é r m i c o , p o r ser poroso ( m á s a ú n si lleva c h a m ó t e ) refractario barato mezclando arcilla blanca y c h a m ó t e con a s e r r í n , para que
resulte poroso y liviano, y —sobre todo— aislante térmico).
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funcionen). Disipará mucho calor un horno «pie- tenga encendido un solo
eito ocurren aberraciones increíbles. Cierta vez u n ceramista insistía en hacer u n quemador, pero cuya tobera se halle- del lodo abierta En lo re íere-nte a la
h o m o cerámico con uno de p a n a d e r í a , cuyo formato era tan alargado (para aDertura de la tobera, recuérdese que cerrarla siempre es posible, con sólo
hornear panes) eme parecía u n nicho de cementerio. Se enojó cuando se le dijo desplazar u n poco el ladrillo-tapón; pero abrirla sí se:rá imposible, m á s allá de:
c|uc ese horno no servía para cerámica (el peor insulto: la verdad). Otra vez lo que permita la abertura practicada al hacer e-I horno.
o c u r r i ó algo inaudito: dictando u n curso en Mendoza, ante 260 ceramistas, el
autor de este libro detectó que se pensaba allí que "los hornos a gas no sirven" E n los hornos a leña, la abertura del cenicero (por donde el horno succiona
(todos usaban eléctricos, útiles sí para hornear esmaltes de bazar). A v e r i g u ó el aire) debe ser el doble cpie la tobera, en c e n t í m e t r o s cuadrados. En estos hornos,
origen de tan absurda idea, y rastreó la causa: el director de una escuela de la abertura del cenicero necesariamente ha de: ser grande para poder transfor-
cerámica había hecho u n horno a gas sin tobera..., como una cacerola invertida, mar l a n í a leña.
el que —como es lógico— no pasaba de los 450 grados. Para colmo lo r e v i s t i ó p o r 2
dentro con fibra cerámica (las aberraciones siempre se conectan entre sí). Nos La relación entre la superficie de la parrilla, en cm , y la de: la tobera
explicó d e s p u é s dicho s e ñ o r (que prohibía nuestros libros en la escuela), que no superior, debe ser de 5 a 1. Ejemplo: en el hornito Condorhuasi a leña la
2
le hizo tobera a su horno "porque pensaba eme así r e t e n d r í a m á s calor..." En fin; superficie: de: la parrilla es ele: unos 710 c m (30 cm de d i á m e t r o de parrilla). La
2
los comentarios huelgan. Cualquier viejita de campo sabe que su cocina lobera de dicho h o m o mide 12 por 12 cms (144 cm ). Multiplicando 144 p o r 5,
"económica", a leña o carbón, no arde si no hay tiraje, como cualquier estufa o d a r á 720, que es p r á c t i c a m e n t e lo mismo. Con estas normas, el funcionamiento
calefón, o escape de un automóvil. La regla de toda c o m b u s t i ó n es: "si no sale de dicho horno es t é r m i c a m e n t e ó p t i m o .
no entra". Si no hay escape de gases, no hay combustión. La llama del quemador La abertura o agujero de entrada de llama, para un quemador chico, de
en un horno sin tobera saldrá p o r su mismo agujero de entrada, y —de hecho— 10.000 kcalorías, será de 8 x 8 cms. Y para un quemador de 50.000 kcalorías,
se: le fundió la boquilla d e l quemador a l mencionado "director" (pobres ya se dijo que debe ser de 11 x 11 cms. La función del agujero de entrada de
alumnos), que es de hierro negro ("duro"), que funde a 1500 grados C. llama del quemador t a m b i é n es permitir el ingreso del necesario aire secundario
al horno. E l 80 por ciento del aire que precisa un horno para realizar
Aberraciones como ésta y otras tan jocosas ocurren a diario en cerámica. eficientemente la combustión, debe entrar p o r dichos agujeros: p o r ello deben
Cierta vez una ceramista uruguaya nos c o m u n i c ó que las placas para su horno ser cuadrados y suficientes. N o sirven los agujeros redondos, cuyo paso de aire
a gas, hechas con nuestras fórmulas, se le habían torcido... Consultada nos dijo es obturado p o r el mismo quemador. l a tobera regula el tiraje, ya que p o r ella
que, en vez de usar carburo de silicio (que "no había"), usó "carburo de calcio'... s a l d r á n los gas«:s residuales de la combustión: a n h í d r i d o carbónico, m o n ó x i d o
Para q u é seguir. l a casuística es infinita. La causa última de tales aberraciones: de carbono, vapor de agua, humo, otros gases procedentes de la cocción de
el consumismo, que, a l obligar al ceramista a comprarlo todo, ya no sabe nada. pastas y esmaltes (flúor, acido sulfúrico), y—sobre todo— aire caliente, llamado
Por o t r o lado, su ignorancia respecto de los materiales que usa; su ignorancia del 'tiraje'. Si la tobera es demasiado p e q u e ñ a , el tiraje es insuficiente y el h o m o "no
diagnóstico, que debería ser materia básica en escuelas serias. sube ', n i existe suficiente transferencia térmica a las piezas. Si, al contrario, la
2
tobera es demasiado grande (en cm ), ocurrirá lo mismo, pues el exceso de tiraje
En p r i m e r lugar, debe correlacionarse la medida de la tobera (agujero enfría el h o m o al p e r m i t i r el ingreso de una cantidad exagerada de aire frío.
superior existente en la tapa o techo del horno de tiraje ascendente) con las de T o d a tobera debe tener a su lado un ladrillo refractario aislante, a modo de tapa
los agujeros de entrada de los quemadores (o del quemador). La norma es: la o registro.* Se observará que, si la cerramos aunque sólo sea u n c e n t í m e t r o ,
superficie en centímetros cuadrados de la tobera, deDe ser igual a la de lodos los cuando el horno funciona, el p i r ó m e t r o digital en el acto r e s p o n d e r á indicando
agujeros de entrada sumados juntos. Por ejemplo, si el h o r n o tiene u n solo si la temperatura sube, o, por el contrario, baja dentro del horno. P e q u e ñ a s
quemador de 50.000 kcalorías, su agujero p o r donde e n t r a r á la llama será de alteraciones de las m e d í las, ya se traducen en grandes subas o descensos
1 1 x 1 1 cms (o sea, 121 centímetros cuadrados). Si el horno, p o r su t a m a ñ o , térmicos. E l secreto de hornear, en gran parte reside en saber regular el t a m a ñ o
requiere dos quemadores, ambos t e n d r á n idéntico agujero de entrada, por lo de la tobera. Nosotros damos el m á x i m o para diversos t a m a ñ o s de hornos (y de
que la superficie de dichos agujeros, sumados ellos dos, será de 121 x 2 = 242 poder calórico), pero al hornear, y, sobre todo,por sobre los 950 grados, siempre
5 2
cm . Esa h a b r á de ser la medida de la tobera, en c m . L o ideal es que la tobera se debe trabajar con el t a p ó n de la tobera, a fin de saber si se la d e b e r á cerrar,
sea cuadrada, pero t a m b i é n puede ser redonda, o incluso rectangular. Una o, al contrario, abrir u n poco. Se debe tener en cuenta que dichos cambios
2
tobera de 15 x 16 cms, t e n d r á u n superficie de 240 cm , que es p r á c t i c a m e n t e la siempre s e r á n p e q u e ñ o s . La tobera puede estar algo cerrada en las primeras
deseada. Es tolerable que la tobera sea u n poquito m á s p e q u e ñ a (en c e n t í m e t r o s etapas de la cocción (aunque nunca más del 50 por ciento de su superficie), hasta
cuadrados), y no m á s grande, que todas las aberturas del horno sumadas juntas.
Esta norma nos evitará cometer aberraciones, como el hacer u n horno sin tobera.
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los 10(1 grados por ejemplo, siempre que el quemador se regule a llama ínfima. de d i á m e t r o al piso y 90 cms de altura. O sea una relación de I a 1,5, o sea un
A medida que esta se agranda al abrir m á s la llave del quemador, por supuesto 50 p o r ciento en m á s : 60 + 30 = 90 cms. (por tener tiraje' ascendente)
<jue la tobera t a m b i é n d e b e r á agrandarse, descorriendo el t a p ó n . Éste debe ser Como se ve, siempre se debe partir de las medidas para la c á m a r a de-
liso, sin muesca. A l arrastrarlo, cuídese de que no caiga polvillo del ladrillo sobre cocción de piezas, de acuerdo con nuestra necesidad. Sobre: e:sa base sana, será
las piezas, pues a r r u i n a r í a los esmaltes. posible d i s e ñ a r todo el horno, y deducir las otras variables (medidas). N o
En los hornos de tiraje invertido o descendente, el agujero o abertura que proceder al revés, como hacen muchos principiantes, que parten del formato
da al interior de la chimenea hace las veces de la tobera d é l o s hornos de tiraje externo del horno.
directo o vertical (o ascendente). Vale la misma norma para su t a m a ñ o , Si el horno es de tiraje descendente o invertido (tan preferido en EE.UU.),
expresado en c e n t í m e t r o s cuadrados. T a n t o puede ser cuadrada como rectan- su c á m a r a de cocción de piezas debe tener una relación 1 a 1. En otras palabras,
gular, con tal que dicha abertura tenga la misma superficie (en c e n t í m e t r o s para una c á m a r a de cocción de 80 cms de ancho, su altura m á x i m a será
cuadrados) que la de todas las aberturas de entrada de llama sumadas juntas. igualmente de 80 cms. Pero, dado que los rompellamas laterales (verticales),
Como norma para determinar el formato del horno que se piensa hacer, o c u p a r á n unos 36 cms en total sobre la superficie del piso (para u n horno con
se debe tener la siguiente: T o d o formato o diseño de hornos debe p a r t i r de las dos quemadores), el espacio útil real se reduce mucho en estos hornos, que son
medidas ó p t i m a s y t a m a ñ o deseado para la c á m a r a de cocción de piezas (formato demasiado grandes por fuera, y demasiado exiguospor dentro. La zona de carga
interior). En función de las medidas de dicho formato interno, se d e d u c i r á n las de piezas q u e d a r á en este horno reducida a: 80 — 36 = 44 cms. P é s i m o
medidas externas de todo el horno. Nunca al revés. Ello evitará el peligro de que aprovechamiento del espacio dentro del horno proporcionan los techos en arco
la c á m a r a de cocción de piezas sea ineficiente, cuando se ha partido de una catenario, en los cuales se pierde casi u n 30 p o r ciento de espacio útil para carga
medida externa como determinante. de piezas. (Ver apartado especial en este Capítulo).
Hornos cilindricos chicos, como el Condorhuasi hecho en u n tambor de Deducción de la zona de rompellamas: a cada lado del horno, delante de sus dos
200 litros de capacidad, no pueden tener el rompellamas vertical pues no hay entradas de fuego, se coloca un rompellamas dejando unos 12 cms como m í n i m o
espacio material para ubicarlo. Por tanto, en tal caso usamos un rompellamas de espacio libre para entrada y difusión de llama (total: 24 cms). E l grosor de los
horizontal, bien grueso (dos placas), el que debe hallarse a once cms corno ladrillos de alta a l ú m i n a (60 p o r ciento de AI2O5) usados para el rompellamas,
m í n i m o por sobre el agujero de entrada de llama (su parte superior). Debajo de es de 6 cms cada uno: total 12 cms m á s . Sumando 24 m á s 12, se tiene 36
ese rompellamas, queda un cámara de difusión del calor, que empareja la tempe- c e n t í m e t r o s (en la práctica siempre es un poco m á s , dado que los ladrillos
ratura y transfiere calor hacia arriba. A mayor distancia entre el piso interno del aluminosos a veces tienen un grosor de 6,5 cms, y, en casos, no basta con 12 cms
h o r n o y la parte inferior de la placa-roinpellamas (recomendable: 23 cms o algo de espacio ante cada rompellamas, sino que se debe dejar 14 cms: es preciso
m á s ) , mayor será la uniformización térmica y la transferencia calórica, con lo que probar el horno en funcionamiento). Esta p é r d i d a lateral de espaoo útil,
no será demasiado caliente esa parte del horno con respecto a la zona superior. sumada a la p é r d i d a vertical que origina la cúpula, o techo curvo o en arco,
Siempre decimos que el secreto de todo horno a gas es el manejo del rompellamas, p r o p i o de todo horno de tiraje invertido, hacen que este tipo de h o r n o sea
ya sea horizontal o vertical. Norma: cuando se usa rompellamas horizontal, la a n t i e c o n ó m i c o por su aprovechamiento deficiente del espacio. Si se estira la
c á m a r a de difusión del calor no se tiene en cuenta al correlacionar las medidas altura de la c á m a r a de cocción de piezas, estos hornos no funcionan bien, debido
del horno. Solamente se considerará la c á m a r a de cocción: donde se alojan las a su tiraje invertido.
piezas. Ello ya nos indica que un horno con rompellamas horizontal necesaria-
mente t e n d r á formato muy alargado (un 20 por ciento m á s en su interior, para Dejando m á s espacio libre delante de cada rompellamas, el aire caliente
" c á m a r a de difusión" del calor). sube m á s r á p i d a m e n t e hacia arriba, pero se pierde espacio útil. Como siempre,
se debe llegar a una componenda entre dos o m á s variables. Hornos de tiraje
En el horno Condorhuasi a gas, construido con u n tambor de 200 litros, las ascendente o vertical, cuyo techo resulte frío y su piso muy caliente, pueden
medidas interiores son: 50 cms (en alto) para la c á m a r a de cocción de piezas; y corregirse de este modo: corriendo cada rompellamas u n c e n t í m e t r o hacia el
23 cms para c á m a r a de difusión térmica. Uno o dos c e n t í m e t r o s en m á s o en interior del horno (en casos u n poco más). E l m í n i m o ideal es de 14 cms libres.
menos, no altera la ó p t i m a correlacción de medidas. Por ejemplo: es posible Los hornos que funcionan con combustibles líquidos, necesitan zonas mucho
hacer una c á m a r a de cocción de 48 cms de altura (en cuyo caso la de "difusión" m á s amplias delante del rompellamas que los alimentados a gas: déjese u n
t e n d r á 25 cms). O, al contrario, la cámara de cocción p o d r í a tener 52 cms en alto m í n i m o entre 18 y 20 cms libres.
(y la de "difusión calórica" cobrará 2 cms menos). Pero no se exceda mucho de La chimenea del horno de tiraje descendente debe tener u n agujero de
estas medidas. A l tener este horno 33 cms de d i á m e t r o en su " c á m a r a de entrada al piso, dentro del horno, generalmente en la cara opuesta a la puerta
cocción", si se ha dicho que la altura de dicha c á m a r a puede llegar hasta u n 50
de carga de piezas. La medida de dicho agujero o "abertura de entrada a
por ciento en m á s , con respecto al d i á m e t r o , se t e n d r á una altura de práctica-
mente 50 cms (33 + 16,5 = 49,5 cms). chimenea" debe ser, en c e n t í m e t r o s cuadrados, igual a la de todos los agujeros
de entrada de los quemadores, sumados juntos. Se trata del mismo caso ya
El otro tipo de horno que presentamos (el de t a m a ñ o m á s grande, fijo al estudiado para la medida de la tobera en hornos de tiraje ascendente.
piso), cuya construcción se ilustra m á s adelante, al tener los rompellamas en E n los hornos de leña del tipo Condorhuasi, hechos con u n tambor de 200
I ii ilición ve rtical, ya que el espacio lo permite, tiene un formato ortodoxo: 60 cms
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lil ros, que son ó p t i m o s por su rendimiento calórico pues llegan realmente a 1200 de evitar la entrada de aire frío al interior del horno.* Dicho registro se hará con
arados en tres horas, la correlación de medidas es: 11-22-55. En otras palabras: una simple placa de horno dcslizable hacia afuera, dispuesta lioiizontalíñente,
I I cms de altura para el cenicero; 22 cms de altura para el hogar, sobre el que practicando una ranura dentro mismo de la chimenea, a un metro por sobre el
va la primera placa-rompellamas; y 55 cms de altura m á x i m a para ubicación de suelo. Para hornos de sal, se colocará otro registro vertical (placa desfi/able hacia
piezas (cámara de cocción). T é n g a s e en cuenta que hay tambores m á s "petisos". afuera) casi a la misma entrada al interior de la chimenea. Ello para impedir que
N o se reste espacio al cenicero n i al hogar, pues así el horno no sube de los preciosos vapores salinos se pierdan y salgan al exterior del horno, o se
temperatura, como sucede con enormes mamotretos que se han hecho en adhieran al interior de la chimenea, lo que obligaría a gastar exceso de sal y
escuelas: no es lo grande y pomposo, sino lo eficiente lo que Natura gusta... restaría capa vitrea a las piezas, a las cuales sí debe adherirse.
Nadie va a hacer tantas piezas como para llenar un mamotreto de un metro Los agujeros de entrada de llama para cada quemador, siempre se
cúbico de capacidad. Además ese horno consumiría una carrada de leña, sería p r a c t i c a r á n sobre lados opuestos; s e r á n rectos hacia adentro (no precisan ser
un depredador y no un amigo de la Naturaleza. El hornito Condorhuasi tiene trapezoidales n i oblicuos pues el calor sube y no se ladea; su superficie
una medida e s t á n d a r d , útil para el ceramista promedio, y su eficiencia no puede d e p e n d e r á del poder calórico de los quemadores usados; y la base de cada
ser puesta en duda (si se lo hizo según normas), pues se lo p r o b ó en decenas de agujero d a r á directamente al piso interior del horno). Es esencial que dichos
países y en centenares de versiones. El secreto del funcionamiento t é r m i c o agujeros sean cuadrados; j a m á s redondos (deben succionar aire por sus esquinas
ó p t i m o para este hornito, es su correlación de medidas entre la superficie de la libremente). Nunca se m e t e r á la boquilla del quemador dentro de esos agujeros:
parrilla y ¡.i del piso del hogar, que es de "uno a uno". Es decir, que si la parrilla debe quedar 2 cms afuera (o una pulgada), para dejar entrada al aire secundario.
tiene un d i á m e t r o de 33 cms, por ejemplo, el piso de la zona de carga de piezas
t a m b i é n t e n d r á ese mismo d i á m e t r o . Parrillas muy chicas h a r á n que el horno En hornos a leña, ascendentes, las medidas correlacionadas serán: la altura
"no suba", tanto con leña como con carbón. Dígase lo mismo del cenicero, que del cenicero o p u l m ó n equivale a la mitad de la altura del hogar. La altura del
es el p u l m ó n del horno o zona de aspiración del aire primario. Los hornos de hogar, por consiguiente, al doble de la altura del cenicero. La altura de la c á m a r a
carbón, para funcionar bien deben tener un área de parrilla que mida el doble de cocción de piezas será el doble que la altura del hogar (se le puede agregar
que el área del piso del hogar, y — a d e m á s — necesitan disponer de muy buen 0 "robar" hasta un 25 por ciento más de altura, agregando una hilera de ladrillos
tiraje, suficiente aire secundario y largas chimeneas (si son de tiraje descendente). aislantes sobre la pared por arriba del horno, pero j a m á s bajando la altura del
hogar n i la del cenicero).
En todos estos diseños no nos referimos a la tapa o techo, tema que se
l a correlación de medidas ó p t i m a s para el horno Condorhuasi a leña, para
t r a t a r á en otro apartado. Igualmente, otras especificidades constructivas refe- que llegue a 1230 grados con facilidad (y algo más), es de 1:1:1 con respecto a
rentes a estos hornos se t r a t a r á n al explicar su respectiva construcción. 2
las medidas £ n superficie (cms ) del cenicero, la parrilla y el techo del hogar o
Los hornos de tiraje ascendente no necesitan chimenea.* Los de tiraje rompellamas (zona de carga de piezas). En altura, las respectivas medidas s e r á n
descendente sí, y su largo debe ser equivalente al doble de la altura total del 1:2:5 (altura del cenicero, altura del hogar y altura de la c á m a r a de cocción de
horno, tomada exteriormente. Esa es la mejor y m á s práctica regla respecto de piezas). Tamaños mayores de hornos a leña, r e s p e t a r á n esta misma correlación:
la altura de la chimenea. En otras palabras: la altura total m í n i m a de la chimenea su t e r m o d i n á m i c a se c o m p o r t a r á igualmente.**
debe ser el doble que la altura total exterior del horno, incluyendo plataforma,
basamento y t o m á n d o l a hasta el punto m á s elevado del techo (por fuera). Esta Cuando se construya u n horno a leña con parrillas exteriores (a modo de
"norma de buen cubero" evita deducir complicadas relaciones que en la práctica t ú n e l acoplado a u n lado del horno, o a ambos), se debe saber que la superficie
no siempre funcionan. total de la o de las parrillas debe respetar la correlación dada (1 a 1), con relación
a la superficie de la placa de carga de piezas, a fin de que el horno suba a
La sección o el d i á m e t r o interior del conducto de la chimenea será un poco temperaturas elevadas. Para bajas temperaturas, dicha relación desciende en
m á s grande que la del agujero de entrada a esa chimenea. U n 25 por ciento en desmedro de la parrilla, que puede ser menor (la mitad o menos). Con todo,
m á s es recomendable. Por ejemplo, si la abertura de entrada a la chimenea (que nosotros aconsejamos no alejarse demasiado de la correlación que hemos dado:
a su vez depende de la superficie de todos los agujeros de entrada tle llama 1 a 1. Por otra parte, se debe saber que la parrilla en el t ú n e l exterior sufre una
sumados juntos) es de 20 x 20 cms, la sección o d i á m e t r o de una chimenea
cuadrada será de unos 25 x 25 cms. Estas son m á s fáciles de construir que las
antiguas redondas, que eran verdaderas obras de arte, admirables sí, pero ya * O déjese apenas un poquito abierto el registro: ello si el horno carece de una pequeña
imposibles de hacer pues han muerto los artesanos cbimeneístas. Incluso las tobera de enfriamiento al centro del techo (con tapón). Los agujeros de entrada de llama
había con Venturi en su extremo, a fin de aumentar el efecto de succión. Toda estarán cerrados (no precisan hermeücidad). Para enfriar lentamente el horno, bastan los
chimenea, en hornos a gas, leña, bullí, o carbón, debe llevar un registro en su agujeros de pirómetros y mirillas, que deben ser tres, de 2 cms de diámetro. Déjeselos
base, sobre el cañón de entrada; y un Sombrerete para evitar la entrada de agua siempre abiertos. Si hay tobera de enfriamiento, déjesela abierta a un tercio. Debajo de los
de lluvia. El registro sirve para reducir o aumentar el tiraje en determinadas 400° se la abrirá del todo, pero en forma gradual.
etapas de la cocción. A mayor calor, mayor será el tiraje necesario. A l apagar un
horno • lefia o a gas con chimenea, se cerrará inmediatamente el registro, a fin ** Ninguna medida o proporción dada debe consumirse en dogma ciego: pequeñas
variaciones en más o en menos no alteran el funcionamiento óptimo. Pero no se salga
* I ease H artículo "Chimenea", en el Diccionario de Cerámica. mucho de las correlaciones que damos, deducidas a través de años de experimentación.
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perdida considerable del calor que genera, p o r lo cual no las usamos en nuestros piénsese que si bien es muy fácil cerrarla cuando es grande, noes pera nada iácil
hornos, que siempre las tienen interiores. Hornos muy grandes a leña, industria- abrirla se es chica (en hornos, siempre es mejor "cerrar" que "abrir") Exceso de
les, pueden tener parrillas de menor superficie con respecto a la c á m a r a de tiraje en una chimenea demasiado larga se corrige mediante el registro, o
cocción de piezas (0,5 a l ) , sobre todo si trabajan a bajas temperaturas. sencillamente colocando u n ladrillo a la salida de la chimenea, para «errarla un
Lo que en hornos a leña y carbón se denomina "parrilla", en hornos a gas 15 p o r ciento, para dar un ejemplo (siempre conviene hacer pequeñas pruebas y
modificaciones). Ello en el caso de que no haya registro: no es c ó m o d o subirte
a aceites derivados del p e t r ó l e o se llama "cámara de c o m b u s t i ó n " del gas o del
Íuel oil, etc. En todos los casos, siempre se debe ser generoso en vez de avaro en
a cada rato al extremo de la chimenea para abrir o cerrar un poco el tiraje...
cuanto al t a m a ñ o de parrillas y zonas de combustión del gas o aceites. Estos La vieja norma que recomienda hacer chimeneas con un d i á m e t r o equiva-
últimos se queman en la zona que se halla libre de piezas delante del rompellamas, lente a u n cuarto o u n quinto del d i á m e t r o de la c á m a r a de cocción, sirve en
es decir, entre el agujero de entrada de la llama y los ladrillos del rompellamas. general para hornos normales, no para formatos extravagantes. U n viejo horno
Dicha zona, para actuar eficientemente como c á m a r a de combustión del gas, no inglés o a l e m á n de, por ejemplo, 20 metros de d i á m e t r o , t e n d r í a que llevar una
debe ser demasiado estrecha. Como m í n i m o se debe dejar 12 c e n t í m e t r o s libres chimenea (si seguimos dicha norma), de 4 a 5 metros de diámetro... lo que es
delante de cada rompellamas en hornos a gas de t a m a ñ o ordinario; y 14 sencillamente una locura. Pero para u n horno con una c á m a r a de cocción de
c e n t í m e t r o s en hornos a gas de un metro cúbico. Doble espacio requieren los piezas de u n metro de d i á m e t r o , sí es correcto hacerle una chimenea de 20 a 25
quemadores que queman aceites derivados del petróleo. cms de d i á m e t r o (con tiraje descendente).
Para hornos a c a r b ó n hay quienes recomiendan una relación de 1 a 6 entre T o d a norma es criticable; pero sin ellas no es posible construir hornos n i
la superficie de la parrilla y la de la c á m a r a de cocción de piezas. Ello p o d r á quizá corregirlos. Se las debe utilizar, pero con sagacidad, es decir, sabiendo q u é se
servir para hornos m u y grandes, industriales. Para hornos artesanales, pensa- hace y p o r qué. Todas las normas (como su nombre lo indica) valen para casos
mos que es una relación demasiado exigua. En realidad, se necesitan parrillas "normales". Con hornos m u y grandes, se corre el riesgo de sobredimensionarlos
mucho mayores para que un horno a carbón suba a buena temperatura, a d e m á s si se las sigue al pie de la letra. En general se c o m p r o b a r á que, a medida que crece
de largas chimeneas para aumentar el tiraje. T r á t e s e de acercarse a la relación el formato, el aprovechamiento calórico es mejor; en relación con hornos chicos,
1:1. O inclusive m á s a ú n : 2 para parrilla carbonera y 1 para superficie de apoyo se consume menos combustible; las parrillas no precisan ser tan grandes (en
de piezas (cámara de cocción). Esto es necesario cuando se usa carbones de bajo hornos a leña). Por eso repetimos: usar las "normas" dadaspero creativamente,
poder calórico (turbas; o bagazo, orujo; cascaras; etc.). no a riegas n i con dogmatismo. La "varita mágica" aun no la tienen los
fomacólogos.
Para construir buenos homos perjudica el dogmatismo; por ello se
requiere intuición. Las "normas" sirven para los casos generales; pero hay Como conclusión, hagamos una aplicación práctica de las Normas para la
muchas excepciones, formatos extravagantes. Siempre se debe hacer las chime- construcción de hornos. Supongamos que deseamos hacer u n horno a gas, de u n
neas con medidas provisorias en vez de definitivas. Recuerda el autor cuando, metro cúbico de capacidad^ (en su cámara de cocción de piezas, la que incluye,
en Cotoca (Bolivia), se hizo u n horno de tiraje invertido, y al ser probado llegó a d e m á s , la zona para rompellamas, aunque no lleva carga). Usaremos, s e g ú n el
hasta 1160 grados (no más). Se o r d e n ó aumentar un metro m á s el largo de la cálculo del poder calórico necesario, cuatro quemadores de 70.000 kcalorías
chimenea, y una vez alargada, el mismo h o m o llegó con facilidad a 1280 grados. cada uno. Dejaremos, pues, una abertura de entrada para cada quemador de 13
El m é t o d o de "prueba y error" es el único válido en esto. 3
x 13 cms (169 cm ). Dado que se trata de 4 quemadores, se multiplicará por 4
dicha superficie (169 x 4 = 676 cm'), a fin de deducir cuál será a su vez la
La altura de la chimenea puede estar regida p o r su d i á m e t r o . En general superficie de la abertura de entrada al interior de la chimenea (medida esencial),
da buenos resultados la relación 1 a 12. Es decir, para cada c e n t í m e t r o de que ha de ser equivalente a la «le todas las aberturas del horno sumadas juntas.
d i á m e t r o del interior de la chimenea, se p r o p o r c i o n a r á u n largo 12 veces mayor.
Así, una chimenea de 25 cms de d i á m e t r o , t e n d r á una altura de 3 metros. N o se Dicha abertura a la chimenea será de 26 x 2b cms = 676 c m . l a sección 1
exceda en cuanto a la altura de la chimenea, pues el exceso de tiraje enfriará el interna de la chimenea debe ser u n poquito mayor que la de su abertura de
h o m o y se c o n s u m i r á demasiado combustible i n ú t i l m e n t e . Si bien esta norma entrada. La haremos, pues, de 30 x 30 cms. l a altura de la chimenea ya se dijo
es útil, rige con m á s fuerza la que usamos en Condorhuasi: "la altura de la
chimenea debe ser el doble que la altura total exterior del horno".
Para industrias existen hornos con largos cañones de chimenea horizonta-
a ueha de ser su d i á m e t r o multiplicado por 12: la haremos.pues, de 3,12 metros
e altura. En sus apartados respectivos, en este mismo Capitulo, y sobre todo en
la Segunda Parte del libro, hallaremos la explicación de c ó m o determinar el
les. Ello sucede, por ejemplo, cuando una misma chimenea abastece a dos o m á s poder calórico total de u n h o m o ; así como las medidas de las aberturas para los
hornos. Se a g r e g a r á a la altura de la chimenea el mismo largo del c a ñ ó n quemadores según su t a m a ñ o .
horizontal, por sobre la altura cuya medida surja de aplicar las normas dadas.
La correcta abertura de entrada al interior de la chimenea es esencial para
que el horno no "se ahogue" si es demasiado chica; o no "se enfríe" si es demasiado
grande. En este ú l t i m o caso es fácil achicarla con sólo poner delante de ella u n AISLACIÓN TÉRMICA SUFICIENTE
ladrillo refractario o placa, para poder cerrarla u n 10, un 15 ó u n 20 p o r ciento,
s e g ú n necesidad que se detectará por la práctica en sucesivas cocciones. Pero Si u n h o m o de cualquier tipo que sea, carece de buena aislación térmica,
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se d e t e n d r á en su ascenso de la temperatura por excesiva disipación del calor primera capa de dicho ladrillo (7 cms aproximadamente), y d e s p u é s hemos
generado: se convertirá en una estula (el polo opuesto de un horno cerámico) completado el grosor necesario para la pared del horno con nuestro relleno
•i los 900 grados o poco m á s allá. refractario aislante. Ambos se complementan perfectamente.
Este defecto ocurre ruando se hace los hornos con paredes demasiado A través de un ladrillo aislante colocado acostado (11 cms), no debe pasar
delgadas: la a c u m u l a c i ó n del calor será insuficiente y la disipación excesiva. A l mucho calor, superior a los 350 grados De allí que el refractario secundario
respecto es esencial el grosor de techos o tapas. Deben ser m á s gruesos a ú n que pueda ser menos aislante. Con todo, mucho depende de la calidad del aislante
las paredes, pues es sabido que el calor siempre "sube" y se disipa preferente- empleado, su capacidad aislante real, del país de fabricación, etc. Hemos visto
mente en ascenso. Los lechos de los hornos son el factor quizá m á s importante en América Latina osadías como ladrillos porosos hechos con arcilla roja... con
en lo que hace al ritmo de ascenso de la temperatura. Hemos visto hornos muy baja capacidad de aislación térmica.
"famélicos", con tapas delgadas, que no p o d í a n tocarse con la mano, pues
disipaban demasiado calor en vez de acumularlo en el interior. Techos de fibra Nuestro relleno refractario Condorhuasi, que venimos empleando hace
cerámica escasa, o paredes del mismo material, harán que la a c u m u l a c i ó n del casi veinte años, rinde perfectos resultados, y tiene la ventaja de que es
calor t a m b i é n sea insuficiente, pues esta fibra, para aislar suficientemente, debe irrisoriamente barato. Basta con que el ceramista que va a hacer su h o r n o
ser bastante gruesa y compacta, al mismo grosor casi que el de una pared de compre unas bolsas o sacos de arcilla blanca, caolín y c h a m ó t e en granos (polvo
ladrillo refractario tradicional. no). Si se los adquiere en una compañía minera, su n sto desciende enormemen-
te. Este relleno, una vez "quemado" el horno, es poroso y aislante térmico, pues
Paredes o techos hechos con ladrillos refractarios sí, pero compactos en vez contiene suficiente aserrín, el que, al quemarse durante la primera cocción del
de aislantes porosos (que se desgranan fácilmente con la u ñ a pero retienen horno, deja infinidad de poros dentro de la pared del horno, lo que precisamen-
calor), t a m b i é n son causa frecuente de fallas en el ascenso térmico, los hornos te le otorga su poder aislante térmico. Pero como el calor va desde el interior
a determinada temperatura se estancan como una muía y no suben p o r más que hacia el exterior del horno, el aserrín logra quemarse aproximadamente hasta
el ceramista maniobre con los quemadores, con la leña, ele. Es que la disipación la m i t a d de la pared. Después de esa primera mitad, queda carbonizado (total
térmica se ha equiparado con la generación del calor, y en ese punto el horno o parcialmente), lo que actúa como el mejor y m á s eficaz aislante "secundario"
ya ha dejado de "subir". Ello puede suceder a los 900, a los 1050, o a los 1100 (el carbono es el cuerpo natural m á s refractario que existe, y a d e m á s , a ú n sin
grados. Depende de diversas variables. En general, jamás se h a r á un horno quemarse, tiene poder aislante térmico).
c e r á m i c o con ladrillos refractarios compactos o pesados, como muchos ceramis-
tas desprevenidos han hecho, y d e s p u é s se quejan del horno pero nunca de sí El grosor de pared depende de la temperatura m á x i m a que: d e b e r á
mismos. alcanzar el horno; y t a m b i é n del poder calórico de los quemadores. En fin, un
horno es un "sistema" de variables correlacionadas. Como t é r m i n o medio,
La pared y el techo de un buen horno, para que no se detenga en su ascenso podremos decir que el grosor de pared, para bajas temperaturas, puede oscilar
t é r m i c o y llegue hasta altas temperaturas, deben hacerse con ladrillos porosos entre los 11 y los 14 centímetros, para paredes y techumbres (en éstas, sin
aislantes, o con nuestro relleno refractario también poroso y aislante t é r m i c o embargo, siempre conviene agregar 5 centímetros más para aumentar su grosor
(Ver Capitulo "Materiales refractarios para hornos", en este mismo libro). y retención térmica). Para altas temperaturas (gres de 1280 grac JS), el grosor de
A d e m á s , cada pared de ladrillos llevará una aislación primaria con mayor pared que recomendamos c:s de 17 centímetros en total, incluyendo el refracta-
capacidad de aislación térmica, que es la que estará al interior del horno, en rio primario y el secundario. Eso sí, no incluimos en dicho grosor el que ocupa
contacto con el gran fuego. Si se trata de ladrillos comprados, se usará la la a r m a z ó n del horno, que puede ser de metal, o de mam pos tería. Esta no debe
d e n o m i n a c i ó n comercial K28" para estar seguros de que se llegará a 1280 recibir sino escaso calor, por lo cual no se la t e n d r á en cuenta como refractario
grados sin problemas. Para bajas temperaturas (hasta 1100 grados), sirven los aislante. Para temperaturas m á s elevadas, dicho grosor será no menor de 19 cms,
ladrillos del tipo "K26" (en nuestro medio). El grosor de pared debe ser, como a condición de usar un ladrillo aislante poroso de alta a l ú m i n a .
m í n i m o , de un ladrillo aislante acostado, es decir, once c e n t í m e t r o s lomados en
sentido horizontal. Pero quede en claro que ese es el revestimiento t é r m i c o Debemos advertir que: los grosores dados para paredes de los hornos e s t á n
aislante "primario", d e t r á s del cual debe haber otro secundario, de menor en función del tipo de refracta rio prima rio que se r e c o m e n d ó : ladrillos o relleno
rapacidad aislante, pero de gran importancia también. Su función consiste en aislante y poroso. Si no se usara dicho refractario aislante:, e:l grosor a u m e n t a r í a
retener el calor que se conduce a través del ladrillo "primario", y en impedir que hasta el doble (caso de usar ladrillos compactos). 1 Ionios especiales, para muy
se disipe aceleradamente al exterior del horno. Este ladrillo "secundario" puede elevadas temperaturas (1350 grados), d e b e r á n llevar paredes a ú n más gruesas,
ser un refractario aislante de menor capacidad, por ejemplo "K24", o u n relleno a fin de retener el calor en las etapas finales de la hornada (20 cms de refractario
como el que usamos en Condorhuasi, igualmente poroso. También es posible aislante). Los que usan hornos de fibra no se deben ilusionar al respecto: el
usar como aislante secundario un ladrillo refractario pesado o compacto, pero grosor de parceles, para una misma aislación, no ha de ser p r á c t i c a m e n t e menor
no los comunes usados para chimeneas o barbacoas. Deben tener u n porcentaje que el recomendado para ladrillos. Fibras usadas como rc:fra¿:tario secundario
de a l ú m i n a del 34 por ciento (los de barbacoas no pasan el 24 por ciento, a veces no retienen casi calor si son d' Igadas, y es gasto innecesario. 1.a fibra no actúa
menos a ú n ) . En algunos hornos nosotros hemos usado un ladrillo poroso como aislante con bajos grosores o baja compaci.ición.
aislante romo refractario "primario", y, a continuación, le hemos agregado
nuestro i (lleno aislante poroso. Inclusive hemos hecho hornos cortando en tres 1 lomos a leña hechos en tambores de 200 litros, pueden tener una pared
parle-, un ladrillo poroso aislante de buena calidad. Hemos colocado una ele 10 cms ele grosor, no más, si se la hizo con ladrillo o relleno aislante. El poder
1 Id I 17
calórico de ese horno es muy alto, con lo que ese grosor es suficiente para llegar Para estos hornos grandes se h a r á un piso con dos carnadas de ladrillos
c ó m o d a m e n t e a 1040, 1100, 1200 grados, o mas a ú n . Los mismo dígase del refractarios compactos, pero con la condición de que la segunda carnada (es
horno a gas: si tiene buen poder calórico (quemador de 50.000 kcalorías), puede decir, la de arriba) se construya con ladrillos con alto contenido de a l ú m i n a (más
tener paredes de 10 a 11 cms t a m b i é n . Eso sí: con paredes poco gruesas, el r i t m o del 40 por ciento). Si es posible, consíganse ladrillos con 60 p o r ciento de
del enfriamiento del horno será r á p i d o . T é n g a s e esto muy en cuenta a l d i s e ñ a r a l ú m i n a , sobre todo para la zona donde entra y da la llama. Sabemos que la
hornos. Quienes hagan esmaltes con cristales (que precisan enfriamiento lento), temperatura de llama de u n quemador a gas es m u y alta (más de 1400 grados),
o esmaltes mates, deben tener hornos que enfríen con lentitud. Quienes hagan por lo cual se colocarán ladrillos aluminosos a l menos en las zonas del piso
esmales rojos Sangre de Buey, que precisan de un enfriamiento m á s bien r á p i d o , p r ó x i m a s a la fuente de calor.
pueden construir un horno con paredes de menor grosor, aunque nunca éste
debe ser inferior a los 11 centímetros, con buen refractario aislante de superior Para nuestros hornos Condorhuasi a gas, nosotros hacemos los pisos (o
calidad (ladrillos o relleno). "soleras") con el relleno refractario aislante, s e g ú n la fórmula de mezcla ya dada,
con a s e r r í n a fin de volverlo poroso una vez quemado. Dado que los caolines que
Si no se está seguro de la calidad del ladrillo que se compra, es mejor usar se venden en c o m p a ñ í a s mineras ( a ú n los de las firmas m á s prestigiosas) son de
el relleno que recomendamos: al menos el ceramista sabe q u é materiales ha "media a l ú m i n a " (26 a 28 por ciento, no más), se f o r m a r í a n grietas sobre el suelo
utilizad o. En nuestro medio los ladrillos supuestamente denominados "K26" n i interno del h o m o d e s p u é s de varias hornadas a temperaturas altas (más de 1200
de lejos llegan a cumplir sus normas: se vitrifican ya a los 1280 grados, en varias grados). Por ello agregamos a dicho refractario el 20 p o r ciento de a l ú m i n a en
cocciones sucesivas. Para hacer u n buen relleno se debe estar seguro sobre el polvo ya recomendado antes (malla no muy fina: 30 a 40). Los pisos se d e b e r á n
porcentaje de a l ú m i n a de los caolines usados. En nuestro país, los mejores compactar y nivelar muy bien, usando u n nivel de burbuja y alisando, de lo
caolines lavados apenas llegan a l 26 p o r ciento de a l ú m i n a , lo que es m u y poco contrario puede ladearse la carga durante la hornada. Si se produce alguna
para refractarios aislantes de alta temperatura. Si no se consigue una bauxita de grieta de secado (por exceso de agua de mezcla al hacer el relleno), se le
i m p o r t a c i ó n para reemplazarlo, h á g a s e el relleno con la f ó r m u l a indicada pero i n t r o d u c i r á la misma pasta s e m i h ú m e d a al interior de la grieta y se alisará todo.
se le agregara u n 20 p o r ciento de a l ú m i n a calcinada, de malla N ° 40 (poco m á s U n piso o solera de h o m o bien hecho, p e r m i t i r á una buena construcción
o menos). La fórmula para el relleno de hornos de muy elevada temperatura posterior, buena carga de piezas y buen apoyo de los rompellamas. De todos
(para porcelana), es: caolín 50; c h a m ó t e aluminoso 50; a l ú m i n a 20 ( m á s el modos, a cada hornada siempre se revisará el h o m o , y se e f e c t u a r á n los
a s e r r í n , p o r supuesto, en porcentaje del 70 por ciento pero este ú l t i m o en necesarios retoques. Conviene tener siempre preparada y h ú m e d a u n poco de
volumen, no en peso). Los chamotes que se venden en nuestro país tampoco son la mezcla refractaria para relleno o revoque.
aluminosos: mayor razó n pa ra incluir a l ú m i n a . Antes de usarla, si es hidratada,
se la calcinará a 1000 grados, en u n crisol con tapa (no al aire pues se volatiliza).
Calcínesela con lentitud. Sosténgase una hora a 1000 grados. Los techos de los hornos son su "punto débil". T o d o h o m o fracasa, antes que
otra cosa, p o r el techo. Cuando ha sido mal construido, con ladrillos mal
trabados, o con ladrillos de baja a l ú m i n a (que se dilatan y contraen a cada
cocción), o con un refractario secundario no recomendable (polvo de c h a m ó t e ,
vermiculita, etc.), siempre se p r o d u c i r á n defectos que, con el tiempo y a través
PISO. TECHO. TAPA. PUERTA de sucesivas cocciones, se a g r a v a r á n hasta que será imposible hornear. U n
ladrillo del techo interior del h o m o que se desprenda por mala t r a b a z ó n ; o que
se agriete o que se halle flojo, p e r m i t i r á fugas de calor al exterior del h o m o , o
El piso de u n buen horno t a m b i é n debe ser aislante, de lo contrario
bien dejará caerpolvillo del mismo ladrillo (o del refractario secundario) sobre
t r a s m i t i r á calor al suelo, con la consiguiente p é r d i d a de e n e r g í a y combustible
las piezas que se hornean, lo que a r r u i n a r á los esmaltes o las pastas porcelánicas.
derrochado. Ya se explicó que todo horno debe apoyarse sobre unos ladrillos
refractarios compactos. En el caso de hornos de mayor t a m a ñ o , se h a r á antes u n
contrapiso y, sobre éste, se construirá una plataforma a basamento de ladrillos
compactos, revocados a fin de que no penetre la humedad n i el agua de lluvia.
Dicha base oplataforma no debe considerarse a ú n como el piso del n o m o , el que
se c o n s t r u i r á d e s p u é s , una vez que se haya levantado e l cilindro o paredes del
horno. E l piso propiamente dicho se h a r á dentro del cilindro, o sea d e s p u é s de
las paredes del horno. Para construirlo, se t e n d e r á p r i m e r o una carnada de
ladrillos refractarios compactos, los que suelen tener unos 6,5 a 7 cms de grosor.
Posteriormente —sobre ella— se le colocará una segunda carnada de ladrillos DEBE COLOCARSE
aislantes porosos. E n total, el piso interno de un horno bien construido debe UNA C U Ñ A
tener el grosor de dos carnadas de ladrillos acostados: en total unos 13 a 14 cms DE LADRILLO
de grosor. En el caso de hornos muy grandes, dentro de los cuales los operarios AISLANTE CON
Modo corréelo de apoyar techumbres sobre CEMENTO REFRACTARIO
t e n d r á n que hacer la carga y descarga, lógicamente que no se p o d r á colocar
lad nll' >s | mu >s< is, pues no resisten la abrasión n i el impacto de la suela del zapato. paredes de hornos. Una buena traba y pared
de apoyo gruesa, darán firmeza al sistema.
1 18 1 19
Los ladrillos de baja a l ú m i n a (K24), y muchos de los que se venden como El refractario "secundario" para te-e líos, ya di pinos que ele-be ría li.ic e-ise- con
si realmente fueran "K26", se contraen en altas temperaturas, por sobre los 1200 ladrillos sólidos, "livianos" pre-fciiblenienle, aunque- en casos extremos es
grados. No d e b e r í a n usarse para techumbres interiores (primarias). Dicho posible usar 'pesados". Se podría también haiei la p r i m e n cape "primaria" (la
encogimiento es progresivo: unas décimas de milímetro a cada cocción durante interna) con ladrillos aislantes livianos, y la secundaria (exterior) con relle-no
un ano son varios milímetros de espacio o huelgo entre uno y otro ladrillo. Estos refractario aislante. Es frecuente, sin embargo, el caso ele- fabricantes de- hornos
quedan como "sueltos", flojos o directamente caen partes de ellos. Es necesario que rellenan la capa "secundaria" o exterior ele-I techo con vermiculita, polvo o
que el techo se construya con el m á x i m o cuidado: con ladrillos de la mejor sobrantes de ladrillos, c h a m ó l e , ele. Ello, sin embargo, presenta serios peligros.
calidad posible, o con rellenos refractarios aluminosos, a fin de que no se Si bien cuando el horno es nuevo no se- manifiestan los riesgos, a medida cjue el
produzca el fatal encogimiento o contracción de cocción, a elevadas temperatu- horno se usa m á s y más, e:l techo —lógicamente:— t a m b i é n trabaja m á s y m á s .
ras, por sobre los 1250 grados sobre todo. Asegúrese d ó n d e se adquieren los A cada cocción sube y baja, y, si los ladrillos no son de superior calidad (los
ladrillos o los materiales, y diagnostíquese todo: caolines, a l ú m i n a , chamotes mejores no dilatan casi), su dilatación hará que se deslice polvillo proveniente
(deben ser aluminosos); incluso los ladrillos que se adquieren deben probarse de la capa superior secundaria entre uno y otro ladrillo. En hornadas sucesivas,
antes de arriesgarse a usarlos sin saber si realmente sonde ó p t i m a calidad. Suele esc: polvillo t e n d r á una actividad mortal, pues, al introducirse unos pocos granos
venderse ladrillos aislantes de hajísima calidad como si fueran K26. En casos, entre rara y cara, ellos a cada hornada bajarán m á s a ú n (nunca retrocedieran),
cuando se pide ladrillos K28 se vende, sin m á s , K26... Cosas increíbles hemos y ejercerán su mortífera actividad separadora entre los ladrillos. Éstos se v e r á n
visto o soportado. comprimidos al enfriarse el horno, y, como el defecto se agrava con el uso del
horno, su vida útil se acortará lastimosamente. Como norma general, j a m á s se
A l hablar de la construcción de hornos en concreto, con modelos, y m á s u s a r á relleno en polvo para completar la zona secundaria del techo de los
adelante en este Capítulo, nos referiremos a la modalidad de hacer techados y hornos, que: t a m b i é n debería construirse con ladrillos aislantes, aunque de
arcos para hornos y sus diversos tipos. En este Apartado sólo damos las "normas" menor porcentaje de a l ú m i n a . Fabricantes avaros tienen aquella perniciosa
eme presiden dicha construcción. Al respecto, es esencial el grosor del techo del costumbre, que arruina tanto los hornos como las piezas. Nada cuesta, si se
horno, o sea de la techumbre toda, considerada tanto en su aspecto interno quiere ahorrar material, colocar detrás de la primera capa de ladrillos aislantes
(donde ha de tener suficiente capacidad de aislación térmica, para retener el primarios una lela o c a r t ó n de amianto,* a fin de impedir el paso implacable
calor dentro del horno sin disiparlo al exterior), como en su exterior (aislación hacia abajo del polvillo m á s fino que contiene la vermiculita, el c h a m ó l e , o el
secundaria y protección contra humedad, lluvias o agentes externos). Como material que se use. Dichos aislantes de techos, debemos saber, no sirven como
norma general, una tapa de horno grande debe tener unos 20 cms de grosor total tales si no e s l á n compactados en bloques macizos. Su capacidad de aislación
térmica es muy baja si e s t á n "sueltos" los granos, y sólo pueden servir si se ha
[>ara hornear a altas temperaturas. Para bajas temperaturas, para cocciones
lasta 1050 a 1100 grados, dicho grosor podría rebajarse a unos 15 cms. Hornos usado una aislación primaria de superior calidad y mucho grosor, lo que no es
el caso c o m ú n . Hornos grandes, que estarán expuestos al exterior, llevarán
chicos, sin embargo, romo el que hacemos con un tambor de 200 litros de
capacidad, funcionan perfectamente hien con tapas que hacemos con un solo a d e m á s una capa externa para protección contra los agentes atmosféricos
ladrillo aislante puesto de canto, el que tiene un grosor de 11 cms. La aislación (revoque con hidrófugo), si bien en todos los casos siempre es conveniente
primaria para techos, debe ser de I I a 12 cms, a condición de usar un buen proteger el horno bajo techo o alero. Cuando un horno ha tomado humedad
ladrillo o relleno poroso aislante. No usar j a m á s ladrillos "pesados", sin atmosférica, c o n s u m i r á bastante combustible para auto-desecarse, ya que la
porosidad, para techos de hornos: a través de ellos se disipará la mayor parte del t r a n s f o r m a c i ó n del agua en vapor consume: mucha energía calórica. Hornos
calor generado, y el horno se estancará en cierta etapa de la cocción. La aislación h ú m e d o s no funcionan bien; se arruinan los esmaltes; no suben a un buen ritmo
secundaria t a m b i é n conviene que sea liviana, aislante y porosa, aunque ya no es de ascenso térmico. I o d o horno debe trabajar perfectamente seco, tanto el piso,
necesario usar un ladrillo aluminoso en esa zona secundaria. El ladrillo "liviano" como las paredes y techo.
(poroso), a d e m á s de tener una preciosa propiedad: su aislación térmica, carece
de peso, el que siempre es peligroso en techos de hornos cerámicos ( r e c u é r d e s e
que lodo techo de horno en arco "trabaja" a cada cocción, sube de medio a un
c e n t í m e t r o , s e g ú n su t a m a ñ o , y vuelve: a bajar durante el enfriamiento). Si se usó l a tapa del horno Condorhuasi es un recurso simple y barato, a d e m á s de
ladrillos "pesados" o compactos se estará forzando la natural flexibilidad que funcional y práctico, para evitar la construcción del costoso y dificultoso techo
debe poseer todo techo caliente, lo que se traducirá en grietas y rajaduras, que fijo. En realidad se trata de una tapa-techo. Dado que nuestro horno es de
siempre son el comienzo de la muerte del horno. formato circular, tiene la necesaria turbulencia en su interior suficiente para que
el tiraje sea adecuado, y permita que el horno suba hasta temperaturas elevadas.
Nuestros rellenos refractarios para paredes de horno, pueden usarse
perfectamente para hacer techos, al igual que los ladrillos. Síganse las mismas * Ya se explicó que el amianto o asbesto es altamente cancerígeno, y así ha sido incluido
normas en cuanto a grosor y tipo de material usado (sobre todo su porcentaje en la lista de sustancias carcinogénicas en EE.UU. No se debe inhalar sus fibrillas; sólo puede
de a l ú m i n a ) . El relleno se volcará a un encofrado, y no debe contener mucha
usarse si está ocluido; no debemos contactarlo; y se tendrá aún mayor cuidado al cortarlo.
agua al mezclarlo, para evitarexecsivo encogimiento y—con ello—rajaduras de
secado. 1 lágase una mezcla lo menos huméela ejue se pueda, y con todo el a s e r r í n Lo mejor es envolverlo en plásticos y así colocarlo en su lugar dentro del horno detrás de
que sea posible- (un 60 a 70 por ciento). la primera capa de ladrillos en el techo del horno (para impedir la caída de polvillo sobre
las piezas), si es que se usó relleno en polvo. No usarlo en caso negativo.
120 121
De allí que ilicha turbulencia no precise, en este tipo de horno, ser inducida por quemar el aserrín que contiene y darle porosidad. Podrá hornearse dentro de
el arco de la cumbrera (o bóveda en otros hornos). En los hornos de tiraje u n h o r n o a leña o gas, a no menos de 1100 grados. Si no se tiene d ó n d e hornear
descendente o invertido, allí sí es necesario un techo interior curvo, de lo la primera lapa del primer horno que se haga, úsesela cruda: poco a poco se irá
contrario no h a b r á turbulencia al calentarse el horno y el tiraje será insuficiente, quemando el a s e r r í n gracias al calor que despida el horno. Y su aislación térmica
sobre todo en r e d u c c i ó n (los gases no salen por la chimenea a la velocidad irá aumentando gradualmente a medida que se queme más. Tanto esta lapa (ion
adecuada, se detienen y quedan como "muertos"). relleno), como la de ladrillos, debe recibir una mano de caolín desleído en agua,
cada tanto tiempo, para protegerla y evitar que absorba humedad. Pero, t é n g a s e
Una tapa "lisa", pues, puede cumplir perfectamente las funciones de techo, cuidado en esto: dicha mano de caolín sólo se aplicará sobre la cara superior o
en hornos de tiraje directo, con la ventaja enorme de que, al ser de "quita y pon", externa de ambas tapas; j a m á s sobre la interna, pues partículas de caolín que se
el horno puede cargarse desde arriba, lo que facilita la visualización de la carga, desprenden p o d r í a n caer sobre las piezas, arrumando el esmalte.
permite mejor aprovechamiento del espacio útil, y abarata m u c h í s i m o la
construcción del horno, ya que las puertas de los hornos siempre han sido uno
de los puntos débiles (al igual que los techos).
Para nuestros hornos Condorhuasi hacemos tapas horizontales. Hemos Relleno refractario aislante para hacer tapas
comprobado, en varios hornos del mismo tipo cuyos d u e ñ o s se h a b í a n tomado
el trabajo de hacer una tapa en arco interno, o en cúpula, que ello no hacía de Usamos la siguiente fórmula, útil para hornos que trabajarán a bajas y altas
ninguna manera que el horno llegara a mayor temperatura, n i en menor tiempo, temperaturas:
que con la tapa lisa original. Nuestro hornito a leña, hecho en u n tambor de 200
litros, llega a 1230 granos en unas tres horas y media (cargado), si ha sido hecho
s e g ú n normas por supuesto; y ese "récord" no es superado por el mismo tipo de F Ó R M U L A D E R E L L E N O P A R A T A P A S (1250°)
horno pero con tapa en arco o bóveda. Con lodo, quien desee hacer suspropias
pruebas siempre es encomiable hacerlo. El auténtico ceramista se manifiesta en Arcilla blanca 30
su horno.
Caolín 30
Para hacer nuestra tapa plana, tenemos dos caminos, uno m á s costoso y C h a m ó t e mediano 40
r á p i d o (con ladrillos refractarios porosos aislantes), y otro m á s barato y lento
(con nuestro relleno aislante). Con ladrillos aislantes comprados (o hechos por
el ceramista con la misma fórmula que la del relleno), lo esencial es usar ladrillos Se trata de partes en peso (kgs). Se mezclará los ingredientes en seco, y
de buena calidad, que no dilaten al calor del horno, para lo cual s e r á n luego se le a ñ a d i r á u n 60 p o r ciento en volumen de aserrín tamizado p o r
suficientemente aluminosos (denominación "K28"). A l no dilatar ni contraerse alambre mosquitero. Se e m p a s t a r á con u n 40 por ciento de agua, se c o m p r i m i r á
a cada cocción (salvo m í n i m a m e n t e ) , las tapas d u r a r á n mucho tiempo, no se dentro del molde de madera previamente engrasadas sus paredes internas para
d e f o r m a r á n y no sufrirán rajaduras. En la Sexta Parte se i l u s t r a r á n dichas tapas evitar adherencias. Se dejará a secar y luego se h o r n e a r á a un m í n i m o de 1100
y se m o s t r a r á cómo hacerlas. Para construirlas se ensarta los ladrillos con una grados C. Cuanto m á s aluminosa sea la arcilla y el caolín usado, al igual que el
varilla roscada gruesa (tres cuartos de pulgada), de hierro, cuidando de que al c h a m ó t e , tanto mejor resistirá el alto fuego. Para temperaturas m u y elevadas,
agujerearlos, los orificios caigan exactamente al centro de cada ladrillo. A los de 1300 grados y más, conviene agregar a la anterior formula un 20 p o r ciento
extremos de cada tapa se coloca sendas planchuelas de hierro, para comprimir, de a l ú m i n a calcinada.
y luego arandelas y gruesas tuercas. E l ajuste debe ser s u ' riente pero no
exagerado. Así comprimidas, y si no se apoya cosas pesadas sobre la tapa estando , Para uso en hornos a leña, que trabajarán hasta 1100 grados C, utilizamos
caliente, no se deforman y resisten muchos años en uso. T o d o depende del la siguiente fórmula, cuya ventaja consiste en que la tapa es más liviana, y en que
cuidado que se tenga al sacarlas y ponerlas; no se las debe golpear, n i subirse una se evita el uso de aserrín:
rsona sobre ellas, ya que los ladrillos aislantes son frágiles y no resisten peso,
h a r á n así dos medias tapas, con la tobera al medio (no olvidar la necesaria
tobera... como se ha hecho en Mendoza). F Ó R M U L A D E R E L L E N O P A R A T A P A S (1100")
Para construir la misma tapa pero con nuestro relleno refractario poroso Arcilla blanca 60
aislante, se u s a r á a manera de molde un encajonamiento de madera, con la Vermiculita expandida 40
med|da deseada. Dentro se verterá la mezcla s e m i h ú m e d a y se la c o m p r i m i r á .
Se liarán dos medias tapas, para reducir su peso. Si se le da al conjunto forma
hexagonal, se usará menos material y, sobre todo, la tapa será menos pesada Se e m p a s t a r á con u n 40 por ciento de agua, y se verterá al interior del
para quitarla y ponerla. Debe tener un grosor de 15 cm para hornos a leña y a molde de madera. Se la h o r n e a r á a 1040 grados. Esta tapa, si ha sido bien hecha,
gas, para temperaturas hasta 1100 grados. Y unos 17 cms para altas tempera- puede usarse cruda: al calor del homo, ta süu, se q u e m a r á m á s a cada cocción.
turas de gres (1280 grados). Esta tapa deberá hornearse antes de ser usada, para
No debe usarse exceso de agua al hacer estas mezclas refractarias. Usese el
122
Cuando se ha consolidado la pasla, se la desmolda y se deja a secar. Se repasa en
húmedo. Luego se hace el agujero de la lobera.
I2fi
124
de metal en hornos cerámicos. Hornos chicos no deben llevarpuertas, ya que la ascenso sostenido y sin detenerse, debe tener suficiente poder calórico, es decir,
i .1 r a superior ("porarriba") ahorra esa p é r d i d a de espacio ú t i l d e n t r o del horno que la fuente de calor, ya sea leña, gas u otros combustibles, debe ser adc< nada
(al cargar por la puerta, no se aprovecha tanto el espacio como cuando se carga y calculada para rendir energía suficiente de acuerdo con el volumen o
desde arriba). A d e m á s , una puerta siempre significa fuga de calor, presente o capacidad útil del h o m o , medida en litros. Este cálculo ya ha sido ensenado en
latente, y otras complicaciones futuras. Hornos medianos, como los hechos en la Segunda Parte del libro, en el Apartado "Poder calórico y volumen del horno":
u n cilindro de hasta un metro de d i á m e t r o interno, no precisan de puerta, ya que allí remitimos a l lector a fin de no repetimos. La Regla Condorhuasi, elaborada
se pueden cargar perfectamente desde arriba. Ello —repetimos— ahorra para facilitar a los ceramistas el cálculo r á p i d o y sencillo del poder calórico que
mucho costo en la construcción del horno y evita que se debilite la estructura r e q u e r i r á el h o m o que deseen hacer, da como norma una reserva de energía
lateral al practicar aberturas. La carga se hace fácilmente con solo disponer de calórica de 370 a 270 kcalorías por hora para cada litro de capacidad útil que tenga
una escalerilla (o dos: una a cada lado del horno). el h o m o , medido en su cámara de cocción (lugar donde se alojan las piezas),
incluyendo en este cálculo t a m b i é n la zona que normalmente queda libre para
Hornos mucho mayores sí necesitan de una puerta lateral para carga y rompellamas, cumbrera, c á m a r a de difusión térmica, etc.
descarga. Más adelante presentamos modelos de hornos con puerta, para
p r o d u c c i ó n . La mejor puerta de un horno cerámico, según nuestra modesta Para hornos que serán usados a muy bajas temperaturas (900 grados C),
experiencia, no es la metálica, sino la cerámica. Para hacerla simplemente se dicho poder calórico, por supuesto, puede ser menor. Nuestra Regla, a su tope
practica a un lado del horno, alejada y equidistante de la entrada de los m á x i m o , sirve para hornos que d e b e r á n d e s e m p e ñ a r s e perfectamente en altas
quemadores, una abertura suficiente para la carga que se h a r á , t a m a ñ o de temperaturas. Es sabido que un horno capaz de llegar a 1300 grados, t a m b i é n
piezas, etc. N o hacer puertas excesivamente grandes, ya que ello siempre p o d r á usarse para hornear a 850 grados, si así se desea. Pero esta norma no
debilita la estructura del horno. No poner marcos, bisagras, portezuelas de puede invertirse: u n horno calibrado p a r a hornear a 900 grados, no p o d r á
metal n i estas t o n t e r í a s que sólo sirven para aparatos de muy bajo poder calórico usarse a 1300°, n i de lejos. A su tope m í n i m o , la Regla funciona para cocciones
(estufas, edefones y braseros). ¿Cómo cerrar u obturar la puerta al hornear? a bajas temperaturas, hasta 1100 grados C.
Siempre se t e n d r á una cantidad suficiente de ladrillos refractarios aislantes al Con poder calórico insuficiente, no p o d r á esperarse un buen d e s e m p e ñ o
costado del horno, conservándolos bien secos. Una vez terminada la carga del del h o m o , sobre todo para altas temperaturas (más de 1200 grados). Úsense
horno, se irá obturando la puerta con estos ladrillos, que se r e c o r t a r á n (algunos) buenos quemadores, pero se debe advertir que, p o r correcto que halla sido el
a la medida necesaria para obturar perfectamente la parte superior de la cálculo del p o d e r calorífico de un h o m o , si este ha sido mal alimentado, o si el
abertura. A l comenzar la cocción, no se debe obturar del todo la p u e r t a del tiraje es deficiente, cualquier cocción fracasará. Es preciso no solamente apren-
horno, así construida, sino que se d e j a r á n varias hileras de ladrillos obturadores der a hacer hornos (para ser u n verdadero ceramista), sino t a m b i é n a hacerlos
sin colocar, al menos hasta los 400 grados. Luego se la c e r r a r á del todo. Ello funcionar correctamente. Nosotros decimos siempre que el h o m o c e r á m i c o es
p e r m i t i r á dejar escapar vapor y otros gases volátiles. Una mezcla de arcilla imagen del ser humano: si funciona mal, es porque falla su alimentación o su
blanca y c h a m ó t e (a partes iguales), p e r m i t i r á obturar las uniones entre ladrillos respiración. La alimentación del homo. La alimentación del h o m o es el suminis-
sin que se peguen, cuando haya mucha separación entre unos y otros. Pero si los tro del combustible; la respiración es la regulación del tiraje. Muchos ceramistas
ladrillos de obturación se colocan de punta hacia el interior del horno, no h a b r á hacen su propio horno, pero luego se desalientan ante los primeros fracasos.
p r á c t i c a m e n t e fugas de calor y no será necesario revocarlos a cada hornada. Una Deben comprender que es preciso experimentar, trabajar, equivocarse mucho,
vez terminada la cocción, y cuando el horno se halle frío (jamás abrir u n horno y sólo d e s p u é s (no antes), se h a b r á adquirido suficiente experiencia personal e
estando sobre los 400 grados, como muchos hacen; a los 250 grados se lo irá íntima como para hornear bien.
entreabriendo de a poco), se p o d r á n quitar los ladrillos en forma gradual.*
La mala "alimentación" de un h o m o puede consistir, p o r ejemplo, en
Quienes gusten de mariconadas, tales como hermosas puertas con pintura, suministrarle leña "verde" (se considera "seca" la madera estacionada u n a ñ o
bisagtas a rosca, etc., ellos no han nacido para la cerámica milenaria y total. antes de usarse). Mala "alimentación" en u n horno a gas puede ser el mandarle
D e b e r í a n adquirir u n horno eléctrico. el quemador a llama m á x i m a y con toda su oxidación desde el comienzo de la
hornada. Exceso de o x í g e n o dentro del h o m o liará que éste se estanque a
determinada temperatura v deje de subir (el horno "autoconsume" la e n e r g í a
calórica que produce). Mala "respiración" en un h o m o a gas es la incorrecta
PODER CALÓRICO SUFICIENTE r e g u l a c i ó n del aire que entra al quemador (al tubo Venturi), el que, si es
excesivo, h a r á que el n o m o baje en vez de subir. El aire que sale p o r el tiraje
t a m b i é n exige una correcta y cuidadosa regulación, abriendo o cerrando el
Para que u n horno pueda llegar a la temperatura deseada, a u n ritmo de t a p ó n de la tobera. A veces p e q u e ñ o s movimientos de cierre o apertura de las
entradas de aire al quemador o al horno, se t r a d u c i r á n en grandes modificacio-
nes en cuanto al ritmo de ascenso de la temperatura. Hornos cuyo tiraje era
* (¡US ndo los ladrillos para obturar puertas de hornos han sido recortados, o bien ajustados excesivo y se han estancado, comienzan a subir otra vez con sólo cerrar un poco
entre sí, conviene numerarlos al frente: ello evitará e l tener que volver a ajustarlos a cada dicho tiraje. Hornos cuya entrada de aire (primario) al quemador era excesiva,
corción. Usese crayón negro (manganeso y cobalto empastado con arcilla y cera): Curso t a m b i é n a cierto rango térmico se estancan y no suben. Es preciso aprender a
fYádfas 'ir Cerámica, T o m o 3.
127
126
regular dicho acceso de aire para lograr una cocción eficiente y un buen r i t m o
d< ascenso de la temperatura. Consideramos que un horno tiene u n r i t m o de (agua de hidratación). Dicha agua se libera en forma de vapor, el qtM se dilata
ascenso t é r m i c o correcto cuando su temperatura sube 2,5 grados por minuto 1200 veces su volumen... Ello provoca una enorme presión sobre las pietaj. la
ue, si pasa de cierto límite, h a r á que éstas exploten, r o m p i é n d o s e n i infinidad
(dos grados y medio p o r minuto). Con un p i r ó m e t r o digital se p o d r á saber
inmediatamente si el n o m o se va comportando convenientemente; si va a un 3 e trocitos, lo que arruinara piezas vecinas y causará todo tipo de perjuicios. El
h o m o , pues, d e b e r á llevarse con lentitud relativa hasta los 750-800 grados,
ritmo demasiado lento o, por el contrario, muy r á p i d o . Huyase de ambos
extremos. Cocciones demasiado r á p i d a s resultarán en pastas infracocidas; y a c e l e r á n d o l o un poco pero no demasiado desde los 500 grados. Por sobre los
cocciones m u y lentas en esmaltes escurridos, pastas de porcelana deformadas y 800-850 grados, la curva de ascenso de la m o n t a ñ a p o d r á acelerarse, a un ritmo
derroche de combustible. Nuestra norma para el correcto ascenso de la que se puede acentuar más, a medida que la temperatura asciende. Las etapas
temperatura en hornos a gas o leña es: de dos y medio a tres grados por minuto. finales de la cocción se caracterizan por la subida "en pico", hasta que se llega
a la temperatura final.
F.l poder calórico en u n horno a leña de tiraje ascendente se halla
relacionado con su correlación de medidas. Creemos que la ó p t i m a correlación El ciclo de enfriamiento es inverso al del calentamiento. En las primeras
fases del enfriamiento del h o m o , éste p o d r á ser acelerado, y mucho. Pero
es la que denominamos 1 : 1 : 1 , la que, traducida a "norma" puede expresarse
d e s p u é s , a medida que el h o m o pierde temperatura, dicho ritmo d e b e r á
así: la relación entre la superficie de la parrilla y la del hogar debe ser de uno desacelerarsc: es la bajada de la m o n t a ñ a , que al pie se vuelve menos acentuada
a uno, o sea igual; y la del nogar asimismo d e b e r á ser igual a la superficie de la hasta confundirse con la horizontal. Entre los 500 y los 300 grados, el r i t m o del
c á m a r a de cocción de pie/as. Por ejemplo, para que u n horno a leña suba y enfriamiento d e b e r á ser retardado: es el momento en que el cuarzo se contrae,
funcione bien en altas y bajas temperaturas, si su c á m a r a de cocción tiene una tanto cuanto se ha dilatado al calentarse. Esta fase se llama "inversión del
superficie de un metro cuadrado, el hogar y la parrilla igualmente han de tener cuarzo", y si no se la atraviesa a un ritmo de enfriamiento lento, las piezas pueden
una superficie de un metro cuadrado cada uno de ellos. La correlación entre la agrietarse o rajarse por enfriamiento acelerado. Es lo que les sucede a los
altura de cada uno de ellos, ya se ha dado al hablar de "Medidas correlacionadas", ceramistas impacientes (o voraces) que "no pueden esperar" a que el h o m o
en este mismo Capítulo. cumpla su función con normalidad. El h o m o p o d r á entreabrirse muy lentamen-
El ceramista fornacólogo debe aprender, pues, a calcular el poder calórico te hacia los 250 grados, ya sea aflojando la puerta, o bien, en hornos con tapa y
del horno que piensa hacer. Si ese cálculo ha fallado, su desazón será terrible, sin puerta, entreabriendo los ladnllos que obturan la tobera y los que taponan
pues no hay peor defecto en un horno que su impotencia para llegar a la los agujeros de entrada de los quemadores. Es m u y peligroso acelerar el
temperatura deseada. En el Capítulo antes mencionado damos preciosas enfriamiento a los 500 grados, ya que las piezas pueden agrietarse, como ya se
indicaciones, que no figuran en n i n g ú n otro libro sobre hornos, para poder explicó, debido a la "inversión del cuarzo'. Es Cierto que pastas especialmente
d i s e ñ a d a s para resistir el shock térmico pueden ser enfriadas con rapidez, pero
efectuar tales cálculos de una manera sencilla, sin complicadas fórmulas y
ello sucede con u n solo tipo de pasta, es decir, cuando se prepara una fórmula
mediante "reglas" simples y eficaces. " L o bueno se halla en lo simple y en lo especial (pastas de talco) y siempre se hornea el mismo tipo de pasta y pieza. N o
fácil", dice el proverbio Zen. puede procederse del mismo modo cuando se hornea diferentes tipos de pastas
al mismo tiempo. Menos a ú n con pastas "compradas": son cuarzosas y calcáreas
(no resisten el shock térmico).
RITMO DE CALENTAMIENTO
T a n t o los materiales para la construcción del homo, como su porosidad y
Y DE ENFRIAMIENTO ADECUADOS capacidad aislante, y —sobre todo— el grosor de paredes y techos han sido
calibrados (con nuestras normas) para que el h o m o por sí mismo y sin forzarlo
Otras de las normas de extrema importancia que se d e b e r á tener en cuenta responda al ciclo de calentamiento y de enfriamiento que recomendamos. U n
al fabricar hornos cerámicos, es que su diseño debe ser tal que permita un r i t m o buen horno debe saber hacer por sí mismo su trabajo sin necesidad de que se lo
de calentamiento y de enfriamiento adecuados. Para las cocciones normales, el coaccione: eso es un buen horno. En resumen: el ritmo del calentamiento debe
ciclo de cocción es como la curva que describe una m o n t a ñ a (el pico es la ser lento al principio y acelerado al final. Por el contrario, durante el enfriamien-
temperatura m á x i m a , cuando se apaga el homo). En las primeras etapas de la to, dicho ritmo debe ser acelerado al principio, y retenido después. La línea que
cocción el h o m o debe funcionar muy lentamente (más aun durante la primera describe la curvatura de una m o n t a ñ a simétrica es la mejor ilustración al
hora): es la subida por sobre la base de la m o n t a ñ a . Luego, poco a poco y respecto.
gradualmente, se p o d r á acelerar el ritmo de calentamiento, pero de todos
modos debe ser muy lento hasta los 500 grados. Ello se debe a que el cuarzo Cuando se hace un horno nuevo, se debe tener en cuenta que durante las
presente en las pastas se dilata (ya sean crudas como bizcochadas) al calor de primeras cocciones se deben quemar del todo los materiales que constituyen sus
cocción, y hacia los 300 grados sufre una dilatación brusca. Si ese p e r í o d o
t é r m i c o no se lo atraviesa lentamente, las piezas corren el peligro de agrietarse.
Al respecto, la zona de peligro, en que las piezas se hallan en estado de m á x i m a
tiaredes, techo, tapa, etc. Ello h a r á que al principio el horno no se comporte a
a perfección, como sí sucederá después de vanas cocciones. U n horno "bien
quemado" se d e s e m p e ñ a r á mucho mejor que otro horno cuya p r i m e r a cocción
debilidad, es entre los 250 y los 500 grados. Por otra parte, entre los 450 y los ha sido de bajas temperaturas o durante cocciones muy cortas. LJn buen h o m o
750 grados aproximadamente, las pastas crudas pierden su "agua química" cada vez funciona mejor", es buen axioma que preside la construcción de los
hornos.
128 120
I ionios hechos con paredes demasiado delgadas, por ahorro de material
o por avaricia (para dar mayor cabida útil a la carga), no funcionan bien: tardan
en calentarse pues disipan demasiado calor; y se enfrían con excesiva rapidez, (las
piezas se agrietan y los esmaltes se cuartean). Para evitar el cuarteo del esmalte,
es esencial permitir eme las piezas atraviesen con lentitud la "zona de templado",
aue es el rango t é r m i c o entre los 500 y los 250 grados (durante el enfriamiento),
lapso durante el cual se produce la adaptación entre pasta y esmalte. Hornos
< aya tapa es "sifilítica" (delgada en exceso: fuera de normas), t a m b i é n se enfrían
e on ele:masiada rapidez, y p r o d u c i r á n todo tipo de fallas y defectos en la cocción
y en los esmaltes. Hornos hechos con fibra cerámica, que muchos pensaron era la
panacea del ceramista pero resultó ser su ruina, tienen un ritmo de calentamiento
y enfriamiento muy acelerado, con lo que no se realizan correctamente los
procesos de transformación de las pastas y esmaltes durante su cocción (resultan
pastas inmaduras, no vitrificadas si se trata de gres o porcelana; el esmalte
infracocido). A d e m á s , por enfriamiento demasiado rápido, los esmaltes se
Cuartean, las pastas esmaltadas se agrietan o se rajan. Vender hornos de fibra
cerámica prometiendo al ceramista ingenuo cocciones r á p i d a s y ahorro en e l
3.| S>&1Z
COStO de la hornada, pero sin advertirle aue con esas cocciones o b t e n d r á piezas
falladas, esmaltes ampollados e infracocidos, a d e m á s de cuarteo y muchas otras
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fallas, es sencillamente canallesco.
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Los ladrillos para construir hornos deben obedecer a las normas interna-
cionales. N o es posible que un ladrillo vendido como "K26" ya se vitrifique a los cerámico, para que realmente sea útil al ceramista para la mayor parte de- M I S
1280 grados y no resista varias cocciones (se pone oscuro como una tostada). necesidades fórnacológicas, consiste en u n buen control y producción ele
1 a d r i l í o s para rompellamas, que llevaban grabado el n ú m e r o "60" (se entiende a t m ó s f e r a s de cocción. Ya sabemos que las atmósferas de la cocción* son tres!
"60 por ciento de a l ú m i n a " ) , se nos han fundido convirtiéndose en una masa oxidante, neutra y reductora. Cada una de ellas es necesaria al ceramista en
m a r r ó n - n e g r a al recibir el chorro de llama. Si realmente tuvieran u n contenido determinadas etapas de la cocción o para ciertos tipos especiales de pastas
del 60 por ciento de a l ú m i n a , no se fundirían n i a 1600 grados C. Se debe estar (porcelana blanca); o de esmaltes (rojos Sangre de Buey, celadones) l a
bien seguro de a q u i é n se compra arcillas y caolines, ladrillos y chamotes. Hay atmósfera de oxidación es básica y fundamental, sin embargo, t a m b i é n se: la debe
proveedores especializados en defraudar. Fallas de un material, una vez hecho regular, ya que exceso de o x í g e n o dentro del horno hace que la cocción sea
el horno, s e r á n su ruma implacable, pues no p o d r á corregirse. H a b r á que ineficiente y el horno se estanque y no suba. U n buen quemador debe p e r m i t i r
derribarlo y comenzar de nuevo. la p r o d u c c i ó n fácil de las tres atmósferas, a voluntad del ceramista. Quemadores
ue son un simple tubo cilindrico y no funcionan bien en reducción, o que
A ú n con materiales de buena calidad, es preciso conocer las normas para ¡ r e c t a m e n t e no permiten reducir, no sirven para cerámica. U n quemador
la construcción de hornos; en especial es crítico el grosor de paredes, que no debe c e r á m i c o debe cumplir ciertas exigencias, que no son las de un simple quemador
ser delgado. Síganse al respecto las normas ya dadas. Ladrillos pesados o de soldadura, o de pizzería, o de los usados para reparar techos en las casas
compactos, no porosos, no p o d r á n usarse romo refractario primario aislante, y (aberraciones que cometen muchos ceramistas improvisados).
menos para techos interiores de hornos. Cuídese en especial el tipo de c h a m ó t e
que se utiliza, pues en el comercio se expenden de muy baja a l ú m i n a y no resisten Por otra parte, entre una y otra atmósfera hay gradaciones, es decir que
las altas temperaturas: las paredes se agrietan por vitrificación parcial sobre los existe una atmósfera d é b i l m e n t e reductora (o "reductora suave"); otra reductora
iropiamente dicha; y otra intensamente reductora (reducción "fuerte", con
1200 grados.
Incluso el aserrín que se usa para hacer rellenos aislantes de paredes debe
flumo). Esos tránsitos de una a otra gradación dentro de una misma atmósfera
sólo los puede hacer posible un buen quemador a gas, bien d i s e ñ a d o y
ser de buena calidad. Usese aserrín de: madera blanda, de pino por ejemplo, pues construido, compuesto con piezas calibradas y materiales de la mejor calidad.
al quemarse se consume y no deja cenizas. El de "aglomerado" por ejemplo, Existen en el comercio quemadores a gas que carecen del "cañito de reducción",
contiene adhesivos perjudiciales. que en Condorhuasi hacemos poner a nuestros quemadores desde 1970... Con
tales quemadores, no es posible lograr una atmósfera de r e d u c c i ó n intensa,
Como norma general, diagnostíquese todo, y j a m á s se confíe en la palabra
necesaria para esmaltes rojos "Sangre de Buey", n i para "esmaltes de humo". E l
en cuanto a calidad prometida. Saber es el camino m á s práctico para llegar a la ceramista se hallará muy limitado, pues, en sus posibilidades creativas, si carece
cerámica seria. Sobre la base de la ignorancia, no hay futuro promisorio para el de u n buen quemador, apto para todas las exigencias cerámicas. N o se crea que
ceramista. los quemadores que no sirven para cerámica son baratos. En casos son rarísimos
Daremos u n ejemplo de lo que sucede en cuanto a a d u l t e r a c i ó n de y malísimos.
materiales. En Condorhuasi se acumularon decenas de envases con diversos
materiales. Cada uno tenía adherida la etiqueta con el nombre de la casa La atmósfera neutra es la más utilizada por el ceramista que realmente sabe
vendedora y el material que contenía. J a m á s usamos nada sin diagnosticar y, bornear y conoce de hornos. Es la más eficiente y la más económica, pues ahorra
cuando se acumula una cantidad de envases llenos, antes de darle destino los combustible al introducir en el horno tan sólo la cantidad necesaria de o x í g e n o
diagnosticamos. Resultado de la última jornada de diagnóstico: de cada diez ( I a 2 p o r ciento), para una buena combustión. Ello lo hace posible solamente
paquetes cuya etiqueta decía "feldespato", dos contenían cuarzo. Entre diez un buen quemador, bien diseñado, con piezas y roscas de ó p t i m a calidad.
envases que dedan "cuarzo", tres no lo eran (uno era carbonato de calcio y dos A d e m á s , un buen quemador debe tener llaves y cierres de bronce, que permitan
eran feldespato plagiociasa). De ocho paquetes con "dolomita", sólo dos lo eran una r e g u l a c i ó n m í n i m a y constante tal que, con pequeñísimas modificaciones de
(seis eran carbonato de calcio). Talcos marrones y caolines amarillos como huevo cierre o apertura de llaves o roscas, produzca el cambio deseado en la atmósfera
fueron a la basura. ¿Para q u é seguir? Lo curioso es que, entre los envases con y en el r i t m o de ascenso de la temperatura.
materiales equivocados o adulterados, siempre figuraba la misma casa del
ramo... Una sustancia gris vendida como "feldespato" resultó ser ceniza volcá- Es esencial que el tubo o cañito que sirve para reducción intensa, sea capaz
nica que desprende el volcán Hudson en la Patagonia (ya "alguien" se ha hecho i le- hacer entrar gas al horno sin mezclarse previamente con aire. N o se crea que
un negocito con cenizas...). e ría Iquier tubo realmente cumple esa función. El gas que no ha sido premezclado
COn el o x í g e n o del aire es el m á s poderoso reductor. Dicho efecto se anula en
gran parte si ha sido mezclado con aire primario.
El horno eléctrico no permite control de atmósferas, ya que sólo trabaja en
oxidación: su atmósfera es, pues, estática y pasiva, de carácter Yin. N o podemos
C O N T R O L D E ATMÓSFERAS hacer en ese horno ni rojos reductivos, n i celadones, n i porcelana muy blanca,
Otra de las cualidades que debe poseer normativamente todo buen horno
* Ver el artículo "Atmósfera", en el Diccionario de Cerámica.
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o sea la falta de aire. Ello se debe, precisamente, a deficiencia en el tiraje, el que
la que en atmósfera oxidante toma un color amarillento o rosado. Los recursos es o insuficiente, o inconstante.
de r e d u c c i ó n para dar color procesal (a fuego) a las pastas y esmaltes, no son
posibles en el n o m o eléctrico, el que ha sido diseñado para las necesidades del El tiraje ó p t i m o se debe a u n buen diseño del h o m o , en especial a su
hobbista", y para los esmaltes de bazar. Los esmaltes en r e d u c c i ó n toman formato original: los hornos circulares son los que tienen mejor tiraje, por lo cual
1
coloración sutil y menos pregnante. T o d o es m á s artístico y motivador en funcionan perfectamente en altas temperaturas y en reducción, si son de tiraje
atmósfera reductiva. El manejo de atmósferas es uno de los recursos m á s ascendente. A d e m á s del formato, el tiraje es influido por el t a m a ñ o de las
expresivos que tiene a su disposición e l ceramista: no d e b e r í a perderlos en aras aberturas del h o m o , en especial el de los agujeros de entrada de los quemadores
de estos modernos hornos que, si bien pueden ser útiles como complemento, o en hornos a gas, y el del cenicero en hornos a leña. La medida de la tobera,por
para pruebas, a r r u i n a r á n al ceramista, o lo c o a r t a r á n notablemente, si su uso se su parte, debe estar correlacionada con las de todas las aberturas: su superficie
convierte en exclusivo. T o d o lo unidimensional y parcial es malo en c e r á m i c a y en c e n t í m e t r o s cuadrados debe equipararse (ser igual) a la de todas las aberturas
en arte. sumadas juntas, en hornos a gas, aceites, etc. La regulación del aire primario y
del aire secundario es fundamental para obtener un tiraje adecuado, que no sea
En el h o m o a leña la reducción se obtiene en forma natural: con sólo excesivo n i deficiente (Ver apartado "Aire primario y aire secundario", en este
agregar mayor cantidad de l e ñ a a l hogar, se alteran las proporciones Capítulo). En los hornos a leña la medida de la tobera será la mitad que la del
3
e s t e q u i o m é t r i c a s necesarias para lograr una combustión neutra, sin h u m o y cenicero (en cm ). Si la llama busca salida por la abertura del hogar, es señal de
eficiente. E l exceso de combustible, para una misma y constante entrada de aire que e l horno precisa m á s tiraje (tobera de mayor superficie). En esto se debe ser
al h o m o , d a r á p o r resultado natural una atmósfera reductora, que se manifes- cauteloso, pues con sólo deslizar un c e n t í m e t r o hacia afuera la tapa o tapé>n de
t a r á en u n cono de reducción amarillo que sale por la tobera del h o m o , y que la tobera, generalmente se corrige la deficiencia de aire. N o se debe raer en el
es u n t o m á s largo cuanto m á s intensa es la reducción. A l dejar de echar leña al vicio opuesto: toberas demasiado grandes hacen que el horno se enfríe.
fuego, a medida que ésta se consume, la atmósfera vuelve naturalmente a la
o x i d a c i ó n o a la neutra. Es por ello que los antiguos chinos, por ejemplo, en Los hornos a gas o leña de tiraje descendente o invertido (preferido en
realidad horneaban en atmósferas alternas, en que p e r í o d o s de r e d u c c i ó n E E . U U . y colonias) tienen u n tiraje dificultoso. Para corregirlo se debe construir
s e g u í a n a los p e r í o d o s de oxidación. Si la r e d u c c i ó n es intensa, el efecto es el una larga chimenea, cuya medida no ha de ser menor que el doble de la altura
mismo que el que se logra con una reducción sostenida y continua. Para obtener total exterior del h o m o . Por ejemplo, si se ha hecho un h o m o de 1,50 metros
a t m ó s f e r a oxidante en el h o m o a leña, o neutra, se debe estar sentado al lado de altura exterior, hasta su punto más elevado, la chimenea t e n d r á 3 metros de
del h o m o durante toda la cocción. Nuestro arte no es para impacientes n i para altura (o hasta un 20 p o r ciento más en ciertos casos). La abertura de entrada a
"tilingos" (banales). La "cerámica tilinga" es cierto que ha i r r u m p i d o en las la chimenea debe tener una medida correlacionada equivalente a la superficie
de todas las aberturas del h o m o (agujeros de entrada de fuegos). Chimeneas
andes ciudades, y es hija directa del horno eléctrico y de los talleres hobbistas.
S :ntes que se van de compras, y programan un corte a u t o m á t i c o del h o m o
eléctrico a determinada temperatura, pues hacen tilinguerías y sus piezas hablan
excesivamente largas p r o v o c a r á n tiraje excesivo, que es tan perjudicial como el
tiraje deficiente ( e l h o m o no sube más a determinada temperatura y se estanca).
Falta o ausencia total de tiraje d a r á n por resultado el peor fracaso para el
sobre su nivel mejor que un libro entero. La paciente aceptación y amor puesto ceramista: el h o m o no pasa de 500 grados. U n ingeniero nos consultaba p o r
en la hornada, eso es terápico y reconstruye al hombre. teléfono desesperado porque su h o m o a gas recién hecho (Condorhuasi) no
La oxidación en hornos a leña se logra alimentando el h o m o de a poco y pasaba de 450 grados. T o d o había sido hecho según normas. Indagando a través
seguido, e c h á n d o l e leñitas chicas, que no ahuman. El humo negro es combus- del teléfono m e n c i o n ó una baldosa... ¡Había colocado una baldosa para obturar
tible (carbono) que sale por la chimenea sin quemar: es derroche de combustible la tobera del horno, creyendo que así acumularía m á s calor! Le dijimos que
y costo adicional. H a y personas que se han hecho el h o m o a leña pero no lo saben quitara dicha baldosa mientras e s p e r á b a m o s al teléfono: el resultado fue que el
usar. Precisan cantidad de leña para llegar a 1050 grados, mientras otros lo h o m o subió inmediatamente cien grados apenas quitó la malhadada baldosa
hacen con el esqueleto de dos cajones de manzanas solamente. A l igual que las (pero al menos le había hecho tobera a su homo...).
personas, un h o m o a leña no debe atiborrarse de comida pues se empacha. E l
secreto del h o m o a leña, es su alimentación (trozos chicos y colocados en el hogar Los quemadores atmosféricos de alta presión son los que permiten obtener
de manera constante). buen tiraje, suficiente para llegar a elevadas temperaturas. N o funcionan bien
los quemadores de baja presión, si son atmosféricos. R e c u é r d e s e esto: usar
siempre quemadores atmosféricos de alta presión. Solo así será posible hacer
buenas reducciones a temperatura altas. Este tipo de quemadores (ilustrado más
BUEN TIRAJE adelante) tiene u n d i s e ñ o especial; u n tubo Venturi, que es el mezclador del gas
con el aire primario; y u n inyector con medidas milimétricas estipuladas: fallan
los quemadores si el d i á m e t r o del inyector no es el adecuado, o si se coloca u n
Es esencial que todo h o m o a gas, leña u otros combustibles líquidos o inyector para gas natural (baja presión) en un quemador de gas licuado (alta
sólidos posea u n tiraje adecuado, tal que permita un ritmo de ascenso de la p r e s i ó n ) . N o debe colocarse u n regulador n i diafragma que haga descender la
temperatura constante, sin detenerse cuando las exigencias calóricas son mayo- resión de los cilindros a la salida de éstos, cosa que algunos ceramistas han
res (altas temperaturas, superiores a los 1200 grados). Ya se ha dicho que una
de las causas del fracaso de muchos hornos a lena o gas es la "mala respiración".
E echo y d e s p u é s se quejan de que su h o m o "no sube". Nuestros quemadores y
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hornos han sido diseñados para funcionar con un m í n i m o de elementos e x t r a ñ o s es absorbido por la succión que ejerce el tubo Venturi*. Este tubo es un
y a hajo costo. N o espreciso usar m a n ó m e t r o s n i aparatos analizadores de gases. mezclador de gas-aire, de dónele dicha prcmezcla es derivada a presión bae ia e-1
Solamente un m a n ó m e t r o manual podría ser útil para medir la p r e s i ó n de las interior del horno, para realizar la combustión, la que desprende el calor que
garrafas o cilindros cuando ésta baja, o cuando las entregan nuevas (es frecuente hace posible la cocción. El aire primario, pues, debe dosificarse exactamente con
el caso de GLP adulterado, con agua, o petróleo, lo que se traduce en baja la cantidad arle:cuaela o ne:cesaria de gas. Exceso de gas, y falta de aire primario,
p r e s i ó n : un m a n ó m e t r o detectará cuál es la garrafa adulterada). Se considera h a r á n una cocción de atmósfera reductora, con deficienda de o x í g e n o . Por el
alta p r e s i ó n " desde 2 atmósferas en adelante. Y "baja p r e s i ó n " hasta media contrario, exceso de aire primario (que entra al tubo Venturi) p r o d u c i r á una
atmósfera.* R e c u é r d e s e que la presión de la carrafa cíe gas licuado (o cilindro atmósfera demasiaelo oxidante, y el horno no subirá de temperatura. En
de GLP) debe ser de salida directa, sin obstruirla con conexiones e x t r a ñ a s , codos general, se debe cerrar casi del todo la rosca de acceso de aire p r i m a r i o al
ni mangueras demasiado largas. N o usar tampoco tubos de d i á m e t r o menor de Venturi, dejándola abierta sólo lo suficiente como para que el horno "suba", por
u n c e n t í m e t r o (flexibles). Cuando la presión de la garrafa ha descendido por supuesto dentro de la atmósfera de cocción que se predse. Una c o m b u s u ó n
estar ya agotada, lógicamente que bajará la presión ei^cl quemador y el horno correcta consume un 20 por cíenlo de aire, primario; el resto ingresa al horno por
o no subirá, o bien c o m e n z a r á a bajar de temperatura, sin que el ceramista pueda suedón.
hacerlo subir por m á s llaves o roscas que manipule. Jamas sacudir las garrafas
con el horno en funcionamiento: con eso sólo se logrará taponar u obstruir los El aire secundario es abse»ibide> por el horno a gas (que es u n aparato de
inyectores (que d e s p u é s habrá que desarmar para limpiarlos), lo que, a d e m á s , succión), por los agujeros de entrada de los quemadores. La combustiém correcta
puede ser causa de accidentes fatales. Una cierta inclinación de una garrafa, necesita un 80 por ciento de aire secundario, para ser e n d e n t é y barata. Hornos cuyo
cuando ha decaído su presión, puede aumentar la superficie de evaporación, y, ingreso de aire secundario es escaso, no funcionarán bien n i t e n d r á n u n buen
con ello, la presión. Pero, de todos modos, ése no es sino u n remedio momen- ritmo de ascenso de la temperatura. A fin de que el aire secundario tenga fádl
t á n e o . Cuando la presión en el quemador ha disminuido (lo que n o t a r á en ingreso al horno, hacemos los agujeros de entrada de los quemadores (por
seguida el ceramista pues el horno se estanca), es señal de que se debe cambiar donde el horno succiona el aire secundario) con formato cuadrado en vez de
las garrafas agotadas por otras vírgenes. T é n g a s e siempre cilindros de repuesto redondo. De esa manera, a través de las esquinas del agujero, p o d r á entrar
para estos casos. fácilmente al horno lodo el aire que éste requiera, según las etapas de la cocción.
A mayor temperatura, el consumo de gas será mayor, y el de aire l ó g i c a m e n t e
t a m b i é n lo será. Siempre debe: estar abierto generosamente el agujero que deja
N o se crea que al fondo de las garrafas o cilindros** existe gas licuado. Allí entrar aire secundario al horno. Si se lo cerrara un poco, se verá que l a
se encuentran sustancias m á s pesadas, que no se volatilizan y, por lo tanto, no temperatura comienza a descender.
dan p r e s i ó n : residuo de agua, aceites pesados no volátiles, y una sustancia que
se a ñ a d e al gas licuado para odorizarlo y advertir contra p é r d i d a s , denominada Muchos ceramistas hacen agujeros redondos para la entrada de llama. Ese
" m c r c a p t á n ' , Porello no se debe intentar consumir totalmente unenvase de gas, formato no permite el libre paso de abundante cantidad de aire. Para colmo,
sobre todo si se trabaja con quemadores de alta presión. Diferente es el caso de algunos mal informados meten la boquilla del quemador dentro ele dichos
un quemador de baja presión, y m í n i m o consumo, como el de las cc>cinas agujeros, con lo que obstaculizan el ingreso de aire secundario al h o m o .
domésticas, o faroles de alumbrado: su consumo es tan reducido que ínfimas R e c u é r d e s e que el tiraje depende de este aire. Negarle aire secundario abundan-
presiones bastan para alimentar la llama. Por ello el autor recuerda, cuando te al horno, significa retirarle tiraje. E l efecto será descenso de la temperatura,
trabajaba con su horno a gas en una isla del Delta del P a r a n á , que las garrafas o estancamiento del horno a determinado rango térmico en medio de la cocción.
ya agotadas para el horno se usaban para alimentar faroles y duraban meses o
u n año... con la p e q u e ñ a cantidad de GLP que p e r m a n e c í a dentro del d l i n d r o E n los hornos a leña existe la misma r c g u l a r i ó n entre aire p r i m a r i o y
o garrafa casi agolada, inútil para alimentar u n horno. secundario. El necesario aire primario es suedonado hada arriba por el agujero
llamado "cenic:ero", que en realidad es el p u l m ó n del horno. Este aire es
precalentado por el cenicero mismo, cuyo piso una vez caliente cumple la
predosa función de precalentar el aire primario, de lo contrario el horno se
enfriaría. T o d o h o m o es un sistema de s u e d ó n de aire a su interior, y dicha
AIRE PRIMARIO Y AIRE SECUNDARIO fuerza succionante es tanto mayor cuanto más caliente está. Ello significa que a
mayor temperatura el h o m o necesitará ele mayor cantidad de aire. Por eso es
Se denomina "aire primario" al que entra al quemador a gas, a cuyo interior
* Parece «me los ceramistas se especializan en pronunciar mal algunas palabras. MucJios
de cllosdicen "Venturi",en vez de Venturi, como es la fonética original italiana. Otros dicen
* Dos atmósferas equivalen a 2 kg por cm cuadrado. Media atmósfera a 0,5 kg por cm Ráku oTcnmóku (a la norteamericana), en vezdc la correcta pronunciación japonesa Rakú
cuadrado. y Tenmokú. Hay personas honestas que, enaando se les explica su error, corrigen la
** La palabra "garrafa", para aludir al envase mediano (10 a 15 kg) en que se expende el equivocada pronunciación. Pero hay ignorantes y petulantes que, en vez de reconocer su
ras licuado (GLP), es un argentinismo. En otros países se lo denomina: cilindro, botellón, error, insisten en él y malforman a sus alumnos, eterna carne de cañón de algunos
bombona, balón, butijao en Brasil. La denominación técnica es "microcilindro". enseñantes.
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preciso quitar cenizas del "cenicero" a fin de dejarlo despejado, para que pueda las primeras etapas de la cocción, por otra parte, dichas aberturas se d e j a r á n
aspirar lodo el aire que precise. J a m á s se t a p o n a r á la entrada de aire primario, abiertas, a fin de eliminar vapores procedentes del secado de piezas, que siempre
como hemos visto que hacen algunos ceramistas. N i se le p o n d r á tapa de hierro, tienen agua higroscópica absorbida, que se elimina entre los 80 y los M)0 grados.
ni nada que obstaculice el ingreso de abundantes cantidades de aire. A l igual que La oxidación cíe sustancias orgánicas, siempre presentes en las arcillas, y de ol ros
u n ser humano, un corredor pedestre por ejemplo, a mayor trabajo y mayor volátiles, como azufre, etc., t a m b i é n necesita que se deje abiertas todas las
temperatura el horno precisará más aire. Cerrarle el cenicero equivale a ponerle aberturas al comienzo de la cocción, las que se irán cerrando sucesiva y
una mordaza en la boca a un corredor, en mitad de la carrera, cuando gradualmente sobre los 450 grados. Para hornos de hasta u n metro cúbico de
precisamente necesita de mayor acceso de oxígeno. capacidad, puede dejarse dos aberturas (una a cada lado) de 12 x 12 cms, para
El d i s e ñ o de la parrilla en el horno a leña t a m b i é n es esencial al respecto. acceso de aire secundario en determinadas etapas de la cocción, cada una de ellas
Debe haber suficiente separación entre sus varillas (una pulgada), a fin de que provistas de un t a p ó n de ladrillo aislante para obturar en caso de ser preciso.
el aire primario pueda atravesarlas libremente y sin obstáculos (no debe haber Dichos agujeros deben estar p r ó x i m o s a la zona de c o m b u s t i ó n del gas o leña.*
suciedad, tizones n i nada que impida el pasaje de abundante aire). Éste, al
atravesar los hierros de la parrilla, oxida la lena ya preralentada, lo que hace
posible la c o m b u s t i ó n , con desprendimiento de calor, llama y luz. Las parrillas
deben diseñarse correctamente, como lo indicaremos al hablar de la construc- UNIFORMIDAD DE TEMPERATURA
ción del h o m o Condorhuasi a leña. Malas parrillas, muy apretadas, no dejan
pasar suficiente aire y así el h o m o no sube de temperatura. Por el contrario,
parrillas con rejas demasiado abiertas, dejarán pasar exagerada cantidad de T a l vez la norma m á s importante referente a la construcción de hornos, es
aire, el que enfría el horno y t a m b i é n se estanca a determinada etapa de la la necesaria uniformidad de temperatura que debe reinaren el interior de todo buen
cocción. La parrilla es una de las invenciones más antiguas de la H u m a n i d a d , y horno cerámico. Los hornos mal disenados, o aquellos cuya construcción no ha
merece nuestro respeto. Las primeras eran de barro cocido. sido hecha s e g ú n normas, carecen de uniformidad térmica en la c á m a r a de
cocción de piezas. Ello hace que éstas resulten desparejas en cuanto al color y
Los hornos a leña necesitan t a m b i é n de aire secundario. Éste es absorbido textura del esmalte; piezas que deben formar juego quedan con diferente grado
por la abertura del hogar, el que tampoco debe obturarse del todo, sino dejarse de vitrificación en e l esmalte, lo cual afecta t a m b i é n al color. Pastas vitreas, de
entreabierto, según las diversas etapas de cocción. En los comienzos, con el gres denso o de porcelana, no t e n d r á n la misma textura, vitrificación, densidad
h o m o todavía frío, el hogar debe estar abierto del todo. Es la etapa inicial de la ni translucidez al ser horneadas dentro de u n h o m o con temperatura despareja
cocción. A medida que el horno se calienta m á s , el hogar se c e r r a r á u n poco, en su interior.
dejando sólo la abertura necesaria para que ingrese al h o m o la cantidad de aire
secundario que éste precise. J a m á s se cerrará del todo el hogar, pues así el h o m o En realidad, no existe el h o m o que posea absoluta uniformidad térmica.
carecería del necesario aire secundario y t a m b i é n se estancaría. N o es necesario En los eléctricos, el lugar m á s frío es el punto central equidistante de todas las
colocar una puerta de hierro ante el hogar de los hornos a leña. Basta para resistencias. A d e m á s , en estos hornos, la zona p r ó x i m a a las resistencias siempre
entrecerrar el hogar con disponer de unos ladrillos porosos (preferiblemente), tiene m á s calor que las partes alejadas. En los hornos a gas o leña, la zona
lo que se colocan sueltos ante la abertura del hogar y se entrecierran o p r ó x i m a a los quemadores o al hogar siempre tiene mayor temperatura que el
entreabren s e g ú n necesidad apoyados en la prolongación exterior de la parrilla. resto. Ello es causa de fallas y problemas de diverso tipo. Muchos alfareros ya
R e c u é r d e s e que por el hogar el horno se alimenta, y que dicha a l i m e n t a c i ó n conocen su h o m o : cuáles son las zonas "frías" y cuáles las más "calientes". Hacen
(leña menuda) debe ser seguida y continua para lograr una cocción eficiente. E l pues arreglos a fin de que la carga no resulte afectada. Colocan bizcocho en las
mismo h o m o nos indicara, según suba o deje de subir, si la r e g u l a c i ó n de los partes m á s frías y en las m á s calientes, ya que no importa tanto una diferencia
ingresos del aire primario y secundario es la adecuada. de 40 grados cuando se hornea pastas crudas. Pero cargan piezas esmaltadas en
la zona media, donde reina una temperatura pareja. De lo contrario u n j a r r ó n
En los hornos eléctricos no existe tipos de aire n i de atmósferas. La cocción alto, para dar u n ejemplo, resultana con su esmalte desparejo (en la misma
en dichos hornos es lo m á s insulsa, como lo es la cultura de ciudad globalmente pieza), lo que es inadmisible. O un juego de tazas o platos esmaltados no t e n d r í a
considerada. Esos hornos carecen de "mística" y son reflejo de la cultura rastrera uniformidad de color n i textura (cosa que exige el bazar). Hay quienes aprenden
que expresan. a convivir con este defecto de u n horno, que consideran incorregible. Claro que
todo tiene u n límite: "cierta" diferencia de temperatura existe en todo buen
horno. En casos la carga misma provoca tales diferencias. Pero no es posible
tolerar en u n horno una diferencia de 100 grados en su interior, o m á s aún...
Hasta 50 grados como m á x i m o , en u n h o m o de buen t a m a ñ o , puede aceptarse
Entrada adicional de aire secundario a condición de conocer las zonas m á s frías y las m á s calientes.
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" a l ú m i n a " ) , p o s e e n una gran capaddad de almacenar e i n a d i . i i • .ilor, . liando
Sin embargo, usando pastas y esmaltes que posean amplio intervalo de el horno se halla sobre el punto rojo (infrarojo), m á s allá de los BOO grados
fusión, la textura, vitrificación y color de un mismo esmalte deben resultar
iguales, así haya diferencias de 50 grados en más o en menos. U n buen esmalte, 1 loi iic,indo a llama neutra poi .sol) re los 800 grados (llama ven losa, no a/ul
bien d i s e ñ a d o por el ceramista, si madura a los 1050 grados, sin embargo debería ni sonora), el consumo del horno será menor, la uniformización térmica MTÉ
quedar igual si se lo hornea a los 1080, ó a los 1100 grados. V e r "Intervalo de mayor, y la c o e d ó n resultará óptima y e n d e n t é . La atmósfera neutra el sin duda
fusión", en el Manual de Esmaltes Cerámicos. Los esmaltes comprados, sin la m á s efidente, no así la oxidante, que derrocha combustible. I .os «ases
embargo, por ser fritados, poseen un reducido "intervalo de fusión , esto es, ya provenientes del quemador se queman en la zona central del horno cuando •>
se escurren apenas se sobrepasa en 20 grados su temperatura de madurez (en hornea a llama neutra. Ello h a r á que la temperatura se uniformice mejor, y (JIM
la que influye, a d e m á s , el ritmo de ascenso de la temperatura). Haciendo los la zona baja (del piso) no se r e c á b e n t e , afectando o sobrehorneando las piezas
propios esmaltes, y a ñ a d i é n d o l e s a su fórmula óxidos que a m p l í a n el intervalo que se hornean en la vecindad del quemador. Saber hornear no es "meter piezas
de fusión, como la a l ú m i n a , la sílice, los fundentes "duros", los opacificantes en el horno" simplemente, sino saber cargar, saber regular los quemadores y
habituales, ellos a c t u a r á n ampliando dicho intervalo de fusión y compensando controlar las atmosferas, y, sobre todo, saber graduar el ritmo de ascenso de la
diferencias térmicas. Los esmaltes fritados, al contrario, siempre tienen un temperatura.
intervalo de fusión bajo: para ampliarlo, agregúeseles al aplicarlos u n 10 por
ciento de arcilla blanca o caolín, bien mezclado con el resto (y h o r n é e s e unos 20 Es lógico (y sólo un tonto puede pretender lo contrario) que allí donde árde-
grados m á s alto). la llama de u n quemador (o la resistencia eléctrica) haya mayor temperatura que
en las partes m á s alejadas del horno. Pero el calor debe irradiarse hacia arriba
Con las pastas generalmente no hay problemas en cuanto a diferencias de (y hacia todas las partes interiores del h o m o ) en forma lo m á s r á p i d a posible. Si
40 a 60 grados en su temperatura de cocción. Sobre todo en altas temperaturas, se acelera la cocción, el calor no t e n d r á tiempo suficiente para irradiarse hacia
con pastas de gres, o de porcelana, dicha diferencia no debería afectarla textura, arriba, con lo que se recalentará el piso del h o m o . Déjese, pues, tiempo suficiente
vitrificación n i translucidez de dichas pastas. En bajas temperaturas, por el al horno para que haga sus procesos con lentitud, aunque sin exagerar, l a prisa
contrario, ya una diferencia de 40 grados puede afectarla vitrificación, porosidad no gusta a la cerámica, pues las piezas salen desastrosas en hornos extra rrá pidos.
y absorción del bizcocho, alterando su capacidad de recibir la capa de esmalte. El buen tiraje, porsuparte, influye enormemente en dicha u n i f o r m i z a d ó n .
A d e m á s , pastas infracocidas producen fallas en el esmalte que se les aplique Si los hornos a gas y lena trabajan sobre el principio del "aire caliente en
posteriormente. Por todo ello, siempre es conveniente hacer un horno con d r c u l a c i ó n " , que es el que transporta el calor hasta las piezas y a todo el h o m o
formato y con arreglo a normas tales que permitan que en su interior exista una (éste t a m b i é n debe calentarse al igual que las piezas, al menos así debe ser en
relativa uniformidad de temperatura, que —repetimos— nunca puede ser todo buen h o m o , cosa que no acontece en los hornos de fibra, cuyas paredes no
absoluta. Consideramos que un horno posee uniformidad de temperatura en su absorben calor), dicho aire caliente llegará r á p i d a m e n t e a las piezas para hacer
interior, cuando la diferencia de temperaturas entre diversas zonas interiores de su trabajo sobre ellas a c o n d i r i ó n de que el tiraje sea suficiente. Con poco o
la c á m a r a de cocción no supera los 40 grados C ( m á x i m o 50°). deficiente tiraje, el aire caliente no será trasladado hacia arriba con rapidez y
velocidad, sino que se q u e d a r á en las zonas vecinas del piso del h o m o ,
Diferencias térmicas mayores d e b e r á n corregirse. Mucho influye en ello la r e c a l e n t á n d o l o a él y a las piezas que allí se hallan, las que r e s u l t a r á n
forma de estibar o colocar la carga dentro del horno. En u n horno eléctrico, sobrehorncadas. Malos tirajes se deben a hornos hechos con formatos espurios;
piezas mayores restan calor a las piezas menores cargadas en su vecindad. Zonas a falta de presión en el gas; a falta de chimenea en hornos de tiraje invertido;
sin piezas, forman c á m a r a s de calor que restan temperatura a las piezas vecinas. a un taponamiento del interior del h o m o por exceso de piezas; a mala
En general, la mejor manera de uniformizar la temperatura dentro del horno r e g u l a c i ó n de la abertura de la tobera (no debe estar cerrada sino bien abierta);
consiste en cargar las piezas dejando suficiente espacio libre en torno a ellas, de al haber hecho las aberturas de entrada del quemador (o cenicero en hornos a
manera que el aire caliente pueda circular libremente, sin entorpecerlo con leña) demasiado chicas; a falta de aire secundario; al hecho tan c o m ú n de haber
piezas muy grandes j u n t o a piezas chicas, o con una carga muy apretada (por usado placas de horno que no dejen un espado m í n i m o de 4 cms entre ellas y
avaricia). la pared interna del h o m o , espacio que debe estar Ubre (sin piezas) precisamente
L a r e g u l a c i ó n de los quemadores t a m b i é n influye m u c h o en la para favorecer el tiraje. Malos quemadores —por otra parte— no inducen u n
uniformización térmica dentro del horno. Horneando a llama potente y buen tiraje dentro del horno, por falta de aire primario, o mala construcción del
oxidante, sólo se conseguirá recalentar la zona p r ó x i m a al quemador. Desde allí Venturi.
la temperatura se i r r a d i a r á hacia arriba descendiendo en forma gradual. Pero
si se hornea a llama baja, al menos durante las primeras horas de la cocción, el Los rompellamas al respecto cumplen una f u n d ó n esencial: léase el
horno se irá calentando lentamente y uniformemente, sin recalentarse tanto las artículo "Rompellamas" en el Diccionario de Cerámica. Saber hornear en gas (u
zonas p r ó x i m a s a los quemadores. Una vez bien calientes las paredes del horno otros combustibles líquidos, o sólidos como la leña) consiste en saber manejar el
(y el tedio), ellas i r r a d i a r á n el "tercer upo" de calor (calor irradiante), que es el rompellamas. Rompellamas altos derivan el calor hada las partes superiores del
que empareja la temperatura del horno y no debe ser eliminado, como sucede horno. Rompellamas bajos hacia la zona inferior o del piso. Hay maneras de
con los hornos de fibra cerámica, que carecen de calor irradiante. Por el armar el rompellamas (siempre con ladrillos de alta a l ú m i n a que se colocan
contrario, los hornos de ladrillo o relleno refractario tradicional (refractarios de sueltos y apoyados entre sí) de modo que dejen paso al calor hacia las zonas
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medias del homo. Es preciso saber, estudiar, aprender, experimentar.
menor y mayor temperatura; y esmaltes en las parles medias del h o m o , < uya
Protegiendo zonas interiores del h o m o que inevitablemente han de
temperatura es m á s regular y uniforme. Nuestra experiencia: ron un horno
resultar mas calientes por la proximidad de los quemadores, mediante el uso de
eléctrico grande que tuvimos hace tiempo, de formato cuadrado, c o n t r o l á b a m o s
ladrillos m á s gruesos para armar el rompellamas, puede neutralizar perfecta-
su temperatura con tres p i r ó m e t r o s fijos: dos a ambos lados y uno al londo.
mente dicha falta de uniformidad. En casos especiales se r e c u r r i r á a ladrillos
J a m á s hemos obtenido temperaturas del todo iguales en los tres lados. A
porosos aislantes (de alta a l ú m i n a ) para hacer el rompellamas, que generalmen-
diferentes etapas de la cocción había diferencias mayores. A temperaturas m á s
te debe hacerse con compactos y pesados aunque m u y aluminosos. Con los
elevadas, la diferencia se hacía menor. En altas temperaturas ( m á s de 1170
ladrillos aislantes, se r e t e n d r á mucho m á s calor, impidiendo su paso hacia la
grados), la temperatura p r á c t i c a m e n t e se equiparaba. Esto es lógico ya que el
zona del piso. El grosor de los ladrillos del rompellamas; su altura; la s e p a r a c i ó n
calor es u n fluido, que, a mayores temperaturas se halla m u c h í s i m o m á s activo
entre uno y otro de sus ladrillos (que normalmente deben estar apretados entre
(las moléculas del aire caliente vibran intensamente, rotan y se desplazan): ello
sí); la colocación de ladrillos inclinados pero con espacios entre unos y otros a
hace que se empareje la temperatura cuando es elevada; lo que no sucede en las
modo de techo de rompellamas apoyados contra la pared del h o m o ; la cantidad
etapas de baja temperatura de la cocción (800-900-1000 grados). En el h o m o a
de hileras de ladrillos que se use para armar el rompellamas (que normalmente
gas grande (de formato circular), que ahora usamos y que ilustraremos d e s p u é s
es de dos a tres ladrillos puestos de canto pero horizontalmente), lodo ello
en este libro, hemos comprobado apenas una diferencia de 3 grados cuando el
p r o t e g e r á las piezas que se cargan en el piso del h o m o que de otro modo sería
h o m o se hallaba a 1050 grados (utilizando dos p i r ó m e t r o s digitales).
muy caliente con respecto a las otras zonas interiores del horno.
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cocción; malos quemadores*, d a r á n por resultado el mismo defecto: una mala B U E N A ALIMENTACIÓN Y RESPIRACIÓN*
o deficiente transferencia del calor generado a las piezas horneadas.
La alimentación de un h o m o es su provisión de combustible. Éste debe
En resumen: un buen horno cerámico, construido correctamente s e g ú n las tener suficiente poder calórico de acuerdo con las exigencias del quemador.
normas dadas y cuya regulación de quemadores y atmósferas durante la cocción A d e m á s , no debería tener impurezas perjudiciales para la cocción, tales como
sea adecuada, debe tener una transferencia térmica tal que la mayor parte azufre, presente en muchos combustibles líquidos, como el q u e r o s é n , m á s a ú n
posible del calor generado sea aprovechado por las piezas, las que deben quedar en el fuel-oil, gas-oil, y tadavía más en la hulla. Muchos petróleos son "azufreros",
perfectas cuando el horno llegue a la temperatura m á x i m a planificada para la y si de ellos se extrae aceites derivados t a m b i é n lo serán. El azufre es causa de
cocción. muchos defectos en los esmaltes, tales como el ampollado y el corrugado de la
superficie. Altera la atmósfera de la cocción, convirtiéndose en t r i ó x i d o de
U n buen tiraje, bien regulado, es esencial para que el calor se transfiera a azufre, peligroso gas causante de los defectos ya mencionados en el esmalte, y
las piezas en cantidad suficiente. Si el tiraje es débil, el calor r e c a l e n t a r á la parte otros m á s , como burbujeo, decoloración, enturbiamientos y espuma. E l gas
inferior del h o m o ; la parrilla (si se trata de un horno a leña) se d e f o r m a r á , señal natural suele ser poco azufrero en nuestro país, salvo casos especiales (el
de que el tiraje es pobre. Buena velocidad de circulación del aire caliente dentro del proveniente de ciertas zonas gasíferas puede tener mayor contenido de azufre).
horno es condición básica que determina la correcta transferencia térmica del El gas licuado no contiene dicho cuerpo, al igual que la leña y el c a r b ó n vegetal.
calor a las piezas, la que a su vez se llalla en dependencia de las variables que El azufre es tan perjudicial en el h o m o para los esmaltes, que, presente aun en
porcentajes tan p e q u e ñ o s como el 0,25 por ciento en la atmósfera de cocción, ya
explicamos como "Normas para la construcción de hornos". Todo el calor generado
altera los esmaltes blancos y, sobre todo, a los plúmbicos con manganeso. Para
tampoco debe ser absorbido por las piezas, pues ellas en tal caso se r e c a l e n t a r á n comprobar la presencia de azufre en un h o m o alimentado a combustible,
a u n ritmo excesivamente r á p i d o , sin dejar tiempo suficiente para que el calor h o r n é e s e en su interior una pieza esmaltada con un esmalte de plomo coloreado
haga un trabajo lento sobre las pastas. Estas resultarán infracocidas, inmaduras, con ó x i d o de manganeso (1 por ciento). Si en la atmósfera del horno se halla
poco vitrificadas, no gresificadas, p e s e a que el horno haya llegado a la
temperatura normal indicada para cada pasta (o esmalte). Parte del calor debe
necesariamente ser absorbido por las paredes del homo. Estas, al calentarse p o r tiresente el trióxido de azufre, dicha pieza resultará enturbiada, sin tersura en
a superficie esmaltada, la que puede aparecer como cubierta por una película
opaca.
sobre el punto rojo (más de 750 grados C), a su vez reflejarán calor devolviéndolo
a las piezas, p r o d u c i é n d o s e así un "efecto espejo" reflectante, que uniformiza la Se debe saber, sin embargo, que las arcillas rojas en especial, las bentonitas
temperatura dentro del horno, sin dejar cámaras de menor calor. Hacemos y las montmorillonitas, suelen ser bastante azufreras. Liberan dicho ó x i d o
h i n c a p i é en este punto debido a que los hornos hechos con "fibras c e r á m i c a s " durante la cocción, el que pasa a la atmósfera del horno perjudicando las piezas
carecen p r á c t i c a m e n t e del calor reflejo o irradiante, ya que las paredes de estos esmaltadas. N o se debe hornear esmaltes en la misma hornada j u n t o con piezas
crudas hechas con arcillas azufreras. A fin de eliminar azufre presente en las
hornos casi no absorben ni almacenan calor, lo que, si bien ahorra combustible,
arcillas, h o r n é e s e con muy buena ventilación dentro del h o m o hasta los 900
causa desastres en la cocción de piezas. U n horno es un sistema, y como tal ha sido grados, temperatura en que comienza a eliminarse. l a atmósfera reductora, por
ideado hace milenios, y dicho "sistema" hasta ahora no ha sido reemplazado p o r otra parte, t a m b i é n contribuye a eliminar ese peligroso gas, que, al combinarse
otro mejor. Dicho "sistema" consiste en calentarse el h o m o j u n t o con las piezas, con el vapor de agua candente procedente de las piezas crudas que se hornea,
para luego reflejar calor sobre dichas piezas, lo que al mismo tiempo hace que el forma ácido sulfúrico, sumamente cáustico y peligroso para la salud. Ese gas se
enfriamiento sea lento y graduado, para evitar agrietamiento de piezas y cuarteo forma a ú n en hornos eléctricos, si se hornea arcillas azufreras, u otros compues-
de los esmaltes. N o impunemente se violan las normas milenarias de construc- tos que contengan azufre, como sulfatos utilizados como colorantes, o sulfuros
ción de hornos que explicamos en este libro. (pintas) presentes en muchas arcillas, en forma de nodulos o puntos oscuros.**
Ventílese bien el local donde funciona e l homo, a ú n eléctrico.
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Por "buena respiración" de u n horno se entiende que ha de tener suficiente
ai ruinados. Inclusive con el q u e r o s é n suele suceder el mismo problema. Entre tiraje, sin obturarlo (no hacer j a m á s u n horno sin tobera, aberraciones que
lodos los combustibles derivados del p e t r ó l e o , el menos perjudicial (y el menos suceden en nuestro país, en ciertas escuelas de cerámica dirigidas p o r ineptos).
a/.ufrero) es el GLP: gas licuado de petróleo. Le sigue el gas natural, aunque, en Al carecer de la necesaria tobera, el horno no puede tener en su interior libre
ocasiones, suele contener bajos pero nocivos porcentajes de azufre. N o se d e b e r á circulación de gases calientes, n i transferencia térmica, con lo que ni subirá de
usar u n combustible que produzca una atmosfera con m á s del 0,5 p o r ciento de temperatura, n i las piezas r e s u l t a r á n horneadas. U n horno carente de tiraje (ya
gases sulfurosos (dióxido o trióxido de azufre). sea que no se le haya hecho tobera o agujero superior, o que se la haya taponado
La "buena a l i m e n t a c i ó n " se refiere t a m b i é n al modo de suministrar gas o u obturado, como e l caso del ingeniero p o r t e ñ o ) , n o funcionará como tal; si el
l e ñ a al horno. Cuando u n quemador es de baja tecnología, y dosifica mal la combustible es leña, ésta no a r d e r á , pues carece de la suficiente succión que
mezcla de aire-gas, la llama que produzca no será constante; la atmósfera aspira e l aire que entra p o r el cenicero y hace que atraviese la parrilla, oxidando
deseada no se m a n t e n d r á en su regulación ó p t i m a . Si hay exceso de gas y los trozos de l e ñ a (combustión). Si, por caso, se comete la barbaridad de aplicar
deficiencia de aire, saldrá una llama amarillenta y larga por la lobera, para u n potente quemador a gas a u n horno a l que no se le hizo tobera o agujero
espanto del ceramista. Muchas veces ello acontece porque el inyector del superior, el calor generado hallará su salida por la misma boca p o r donde e n t r ó ,
quemador no es para gas licuado, sino para gas natural: en tal caso basta con lo que h a r á que dicho quemador se funda, con el consiguiente peligro. A l famoso
cambiarlo para corregir el problema. En hornos a leña, el combustible que arde caso de marras mendocino, sólo se le fundió la boquilla, pues se trataba de u n
en el hogar n o debe ser escaso (pues así el horno no sube de temperatura); pero quemador de nuestro diseño.que tiene la boquilla acodada precisamente para
tampoco ha de ser excesivo (pues con ello se creará una atmósfera de r e d u c c i ó n prevenir estos casos y así evitar posibles accidentes.
prematura, que perjudica las piezas). A d e m á s , la leña debe echarse al fuego de
a poco y seguido, y no de a mucho y espaciado, como hacen algunos ceramistas La dosificación del aire que entra al horno; la regulación del aire p r i m a r i o
haraganes, que atiborran el horno con leña y se van a hacer otras cosas, ajenas y del secundario; la r e g u l a c i ó n de abertura de la tobera y chimenea; todo ello
a la c o n c e n t r a c i ó n mental que toda sana cocción exige. Exceso de leña e n e l hace a la buena respiración del horno. La d e f o r m a c i ó n ciudadana y la menta-
hogar h a r á que el combustible se derroche, y salga por la chimenea sin lidad mecanicista que el industrialismo ha inculcado en los esclavos modernos
quemarse, en forma de humo negro, que es carbono lanzado a la atmósfera, n o nacidos bajo su cultura, ha hecho que se perdiera noción del manejo de fuegos
traducido en calor pues no se ha combinado con el o x í g e n o del aire para formar y llamas; que se tendiera al faciüsmo y al embotamiento de las facultades
a n h í d r i d o carbónico (can calor, llama y luz). Por el contrario, si la a l i m e n t a c i ó n interiores y mentales del ceramista. El horno eléctrico, hijo directo de esta
se dosifica, se verá que el horno no ahuma. Para ello se echará leña seca y cortada cultura industrial, es e x p r e s i ó n de la imbecilidad automatizada que dicha
en p e q u e ñ o s trozos: la mejor es la de cajón de frutas, generalmente pino (seca cultura inculca en el hombre aue no es capaz, a través del saber y la mentalización,
y delgada, para así aumentar la superficie de oxidación». Usar siempre maderas de superar ese nivel vacuo de valores humanos que el "sistema" precisa para
blandas en vez de duras: estas tienen mucho poder calórico, es cierto, pero n o poder alimentarse a costa de devorar cadáveres o a u t ó m a t a s , que es e l destino
liberan su e n e r g í a sino lentamente. Para que el horno "suba" es preciso que la que dicha cultura de ciudad ha planificado para e l "ser humano" del futuro.
leña libere toda su e n e r g í a en la m í n i m a unidad de tiempo. Eso h a r á que el
h o r n o mantenga u n ritmo sostenido de ascenso de la temperatura y llegue
fácilmente a 1200 grados y más. Gruesos troncos de quebracho no sirven para
hornear: es derroche precioso de maderas nobles, útiles para calderas, o COMBUSTIBLE ADECUADO
locomotoras antiguas, no para hornos cerámicos.
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Ceramista inteligente debería tener su horno a leña en la zona, pues d i s p o n d r á
así (le combustible gratuito. Lastimosamente, a ú n en una isla del Delta del
P a r a n á , hay quienes tienen hornos eléctricos e ignoran que se hallan sobre F U E N T E D E ENERGÍA C O N F I A B L E
enormes depósitos de "bíogas", que surge con buena p r e s i ó n con sólo hacer u n
pozo y poner t u b e r í a s a 16 metros de profundidad. La ruina mental es
consecuencia de la ruina de una civilización que se autodestruye. Si o t r o La fuente de energía calórica es el elemento esencial sin el cual no sería
ceramista vive en una zona industrial donde existe servicio de red de gas natural posible la cocción. Debe hallarse en condiciones de proporcionar m á x i m a
a alta p r e s i ó n , pues en tal caso no debería desaprovechar esa ventaja. L o confiabilidad al ceramista, a fin de evitarse sorpresas o accidentes.
aconsejable para él es alimentar su horno con gas natural y quemadores de alta
p r e s i ó n (no de "baja"). La confiabilidad de la fuente de calor se refiere por u n lado al suministro
de e n e r g í a , que debe ser constante (sin interrupciones); dentro de un nivel de
El precio t a m b i é n es determinante de la elección del combustible, sobre calidad aceptable (gas a la presión requerida; leña seca y menuda; c a r b ó n en
todo si se trata de fábricas o grandes consumidores. Para una fábrica, el t a m a ñ o s n i muy grandes ni en polvo); y con las exigencias de seguridad a total
combustible m á s económico es el fuel-oil, o el gas-oil, que puede utilizar sin satisfacción (hemos visto hornos en la proximidad de tambores de q u e r o s é n , que
problemas a condición de conseguir muy buenos quemadores y siempre que no p o n í a n en peligro no sólo al ceramista sino a todo el vecindario), l a inconscien-
fabrique piezas esmaltadas, que no resultan bien con combustibles líquidos cia que existe en torno a las normas de seguridad es admirable. U n alumno de
(salvo que se use cacetas, lo que encarecerá su producción y n e u t r a l i z a r á la quince a ñ o s en u n taller de cerámica q u e d ó totalmente carbonizado al apoyar
baratura del combustible). El gas natural o envasado, tal vez sea lo m á s (por indicación de la profesora) una escalera metálica sobre u n h o m o eléctrico,
aconsejable para u n fabricante que hace productos esmaltados. Quienes se el que, evidentemente, se hallaba en condiciones criminales al respecto. Existen
dediquen a porcelana, deben usar gas (GLP o bien natural), ya que la atmósfera quienes encienden grandes quemadores a gas con la llama de u n encendedor de
reductora que ella requiere en ciertas etapas de su cocción se obtiene fácilmente cigarrillos, en vez de usar un hisopo de 60 cms de largo, con a l g o d ó n y alcohol.
con ese combustible. Donde no hay gas natural, n i distribución de GLP, se Las garrafas se revisarán a cada cocción, para estar seguros de que no tienen
d e b e r á usar gas-oil, o fuel-oil. p é r d i d a s de gas: no se olvide que en su interior el gas se halla a afta p r e s i ó n , n i
que el GLPcs m á s pesado que el aire, por lo tanto no se disipa con facilidad, como
Quienes se dediquen a la aplicación de calcos o decoración sobre cubierta, sí sucede con el gas natural, l a s garrafas o cilindros deben hallarse alejadas del
deben disponer de u n buen horno eléctrico, ya que la atmósfera m u y oxidante h o m o ( m í n i m o a dos metros). Las conexiones fexibles entre garrafas y tubo
de ese tipo de horno (22 por ciento de oxígeno) h a r á que resulten m á s brillantes colector (para utilizar cuatro garrafas a la vez) deben ser de cobre con soldadura
y vividos ciertos colores, sobre todo las gamas cálidas (amarillos, anaranjados y de plata, para alta p r e s i ó n (no sirve la c o m ú n o de estaño). A d e m á s , siempre,
rojos). La atmósfera de u n horno a gas, si se regula a oxidación fuerte (6 por antes de hornear, se p r o b a r á con agua jabonosa o detergente y pincel gordo si
ciento de oxígeno), t a m b i é n permite hornear calcos y decorados con pigmentos las roscas no dejan pasar gas, el que p o d r í a encenderse y causar graves
"sobre cubierta" y, de hecho, muchas fábricas los usan. Existen hornos a gas problemas si hay p é r d i d a s c i l l a proximidad del quemador encendido. Conviene
especialmente diseñados para ese fin, con derivación de gases y zona protegida tener a la mano una frazada h ú m e d a , para "apagar" cualquier chorro de llama
donde se alojan las piezas. E l gas, sin embargo, no da tan buenos resultados para que se encendiera por eventuales pérdidas. En tal caso, se debe inmediatamente
ese fin como la electricidad, repetimos, para colores de gamas cálidas. Azules, cerrar las llaves de todas las garrafas, sin temor, cubriendo las llamas con
verdes, negros, rosados, rubís, marrones, etc. no tienen problemas al respecto. frazadas o toallas mojadas. Es criminal detectar p é r d i d a s de gas con u n fósforo,
U n h o m o a gas para colores sobre cubierta debe tener muy buena ventilación, como hacen muchos.
para eliminar gases producto de la c o m b u s t i ó n de los aceites empastantes^ Los
quemadores deben permitir muy buena regulación, y el h o m o será d i s e ñ a d o
con buen acceso de aire secundario. Norma: u n h o m o a gas, mal d i s e ñ a d o y El ceramista, por otra parle, no puede trabajar con "el corazón en la boca",
alimentado, no se presta para hornear colores sobre cubierta, a 750 grados C, temeroso de que se le acabe el gas. Siempre debe tener garrafas o cilindros de
o m á s . Por el contrario, si ha sido bien construido, puede dar excelentes repuesto, bien llenos, pues cuando más precisará de alta presión para terminar
resultados. Los hay upo "túnel corto", industriales, para ciclos de cocción de dos una cocción a elevadas temperaturas, le sucederá que el h o m o desciende en vez
o tres horas. Los colores azules son los más resistentes ante cualquier atmósfera. de subir, p o r agotarse la presión del gas en los depósitos (garrafas). En invierno,
Los amarillos, rojos y anaranjados, los m á s delicados y afectados p o r atmósferas con el gas natural, sucede similar percance, l a presión baja en la r e d con el frío,
no muy oxidantes. y siempre en dicha estación las fábricas, que tienen grandes consumos, se ven en
figurillas para hacer llegar el horno a la temperatura deseada. Muchos fabrican-
Quien deba hornear bujías para automotores, a muy elevadas temperatu- tes acoplan los días fríos quemadores de fuel oil a los de gas natural, pero ello
les provoca fallas en los esmaltes, debido al azufre que contienen los combusti-
ras, d e b e r á disponer de u n horno a gas, especialmente d i s e ñ a d o para ese fin y
bles líquidos. L o mejor, en tal caso, es tener reserva de GLP, en grandes
las m u y altas temperaturas que requiere (1400-1500 grados). Quienes, p o r otro depósitos, el que no provocará tales problemas por uso de combustibles
lado, horneen refractarios, pueden utilizar el combustible que deseen, ya que no "azufreros", y poseen un sistema especialmente d i s e ñ a d o para aumentar la
se trata de piezas esmaltadas, que son delicadas al respecto, sino de bastas p r e s i ó n del gas los días fríos. (Ver Quinta Parte del libro).
rústicas, que m á s bien necesitan de temperaturas altas y cocciones económicas
para su producción. Los hornos a gas natural deben llevar u n ventilador centrífugo, el que
inyecta aire a p r e s i ó n en el quemador y así arrastra el gas, que proviene a baja
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BUEN CONTROL DELA TEMPERATURA
p r e s i ó n (salvo en las zonas privilegiadas donde hay gas industrial de alta p r e s i ó n ,
el que, sin embargo, en invierno t a m b i é n sufre mermas). Dicho ventilador p o r
supuesto que, cuando hay cortes de e n e r g í a eléctrica, deja de funcionar, y con U n horno confiable, que sirva para todos los casos que la actividad cerámica
ello los hornos t a m b i é n , lo que es causa de enormes perjuicios, pues la requiera, debe permitir u n control de la temperatura exacto y seguro. Para ello
temperatura desciende inmediatamente. Se debe tratar de independizarse de existen aparatos denominados "pirómetros", capaces de registrar temperaturas
todas esas posibles causas de deficiencias en el suministro de gas o electricidad. hasta 1600 grados C, y m á s a ú n . Los mejores p i r ó m e t r o s son los digitales, cuyo
Ello h a r á que el ceramista trabaje confiadamente y sin temores. margen de error es muy p e q u e ñ o si están bien fabricados. A d e m á s , la ventaja
enorme que dichos p i r ó m e t r o s ofrecen es que, al indicar la temperatura grado
L a confiablidad en cuanto a la fuente energética se refiere, p o r o t r o lado, a grado, y en una lectura n u m é r i c a con luz roja, en el acto se sabe si el h o r n o sube
a la calidad del gas u otros combustibles. En nuestro país se expende envasado o baja; si al abrir un milímetro la rosca del aire primario dicha maniobra se
e n garrafas de upo de gas "de tercera", el que brinda menor p r e s i ó n que el "de traduce en u n ascenso o, p o r e l contrario, en u n descenso t é r m i c o . Los antiguos
primera", que proviene en grandes cilindros de 30, 45 y m á s kgs. E l GLP de p i r ó m e t r o s "de aguja" daban una m e d i c i ó n m u y grosera y no era posible
garrafas comunes, para uso domiciliario, si bien puede usarse perfectamente determinar en forma inmediata el efecto térmico de u n cambio efectuado en los
para alimentar quemadores de alta p r e s i ó n , posee menor capacidad de mante- quemadores o en la abertura de la tobera. E n casos, basta abrir medio c e n t í m e t r o
ner una p r e s i ó n constante que el gas "súper", que contiene mayor porcentaje de la abertura de la tobera (deslizando el t a p ó n que siempre debe estar a su lado),
propano. Por otra parte, siempre se u s a r á una batería de garrafas cuando se para que un horno estancado comience a subir t é r m i c a m e n t e . Eso lo refleja en
hornea con quemadores desde 30.000 kcalorías en adelante (jamás una sola). el acto un p i r ó m e t r o digital. En otros casos, por el contrario, si se abre un poquito
Para 50.000 kcalorías es necesario usar cuatro garrafas a la vez, abiertas todas la tobera o registro de chimenea del horno, éste comienza a bajar de tempera-
ellas, para alimentar a u n solo quemador. Si el h o r n o es grande y tiene cuatro tura, lo que indica que dicha maniobra no fue correcta (exceso de tiraje hace que
quemadores, se debe alimentar cada quemador con cuatro garrafas, ya sean ellas el h o r n o "baje").
de 10 ó de 45 kgs. N o es la cantidad de gas (que se mide en kgs) lo que interesa
e n esto, sino la presión que es capaz de proporcionar cada cilindro, la que se halla Por cierto que la indicación de u n p i r ó m e t r o para saber c u á n d o se debe
en dependencia del d i á m e t r o de cada garrafa, o sea de su superficie de evaporación. apagar al horno es valiosa e imprescindible. De lo contrario puede ocurrir que
Si u n cilindro de 40 kgs tiene u n d i á m e t r o de 50 centímetros, igual que el de una
u n esmalte sufra sobrecocción y chorree, arruinando la pieza. O, el caso inverso,
garrafa de 10 kgs, ambas r e n d i r á n a l quemador la misma p r e s i ó n , medida en
atmósferas. Testarudos hubo que colocaban cuatros cilindros para alimentar si se apaga el horno antes de lo correcto, el esmalte resultará á s p e r o , sin
cuatro quemadores, y se quejaban luego de que e l horno "no subía"... E n tal caso madurez.
se d e b i ó utilizar s i m u l t á n e a m e n t e 16 garrafas. Repetimos: cuatro para cada No dudamos que muchos ceramistas que viven "en elTao" pueden hornear
quemador de 50.000 kcalorías. Ú n i c a m e n t e los grandes depósitos horizontales, "a ojo". Pero ello no lo podemos recomendar a cualquiera. Sólo d e s p u é s de a ñ o s
con reservas de 500, 1000 kgs de GLP, y m á s t a m b i é n , pueden alimentar u n de paciente oficio, y cuando se ha probado los propios esmaltes y pastas, será
consumo elevado a presión constante. (Ver Quinta Parte) posible guiarse por el color de cocción, tiempo de hornada, etc. Y, a ú n así, ello
sólo es posible cuando siempre se hornea u n mismo tipo de pasta y de esmalte.
Con nuestro horno a leña muchas veces no usamos p i r ó m e t r o . Encendemos el
Ante la pregunta frecuente acerca de cuál es la fuente de e n e r g í a m á s
horno a la tarde, de manera que cuando se halle a punto rojo ya sea de noche
confiable, nosotros respondemos: "la que depende sólo de nosotros mismos y no
y resulte fácil observar el color reinante dentro del horno: rojo circula a los 750
del exterior". En otras palabras: la energía eléctrica no es m u y confiable en esta
grados C; m á s rojizo sobre los 850 grados ; anaranjado sobre los 950°; m á s
é p o c a de crisis (en nuestros países), con frecuentes cortes de suministro. E l gas
naranja sobre los 1050°, tono que se intensifica cada vez m á s y se va aclarando
natural, a baja, media o alta presión, tampoco es de fiar, ya que en invierno
hasta los 1230 grados... A los 1250 ya "es el Sol". Sobre los 1300 grados C el
siempre ocurren "accidentes" por el mayor consumo, el suministro es menor en
amarillento es casi blanco. Pero la guía del color sólo es un indicativo con amplio
la r e d y la presión baja durante los meses fríos. Días muy fríos hacen imposible
margen de error, y ú n i c a m e n t e la intuición de a l g ú n ceramista "especial" p o d r á
en ciertas zonas encender el horno. Una buena reserva ae envases de GLP, por
decirle c u á n d o la cocción está terminada. N o es el caso c o m ú n o generalizado.
el contrario, sólo d e p e n d e r á de nuestra habilidad para utilizarla, sin posibilidad
de cortes de suministro ajenos a nuestra voluntad. Utilizando la cantidad de U n buen p i r ó m e t r o , a d e m á s , permite i r siguiendo el ritmo de ascenso de
cilindros ya indicada (4 para cada quemador de 50.000 kcalorías; y 2 para cada la temperatura a cada etapa de la cocción. En este momento, por ejemplo, quien
quemador de 10.000 kcalorías), la presión no baja y es posible hornear en pleno esto escribe se halla horneando ladrillos porosos aislantes en su horno a gas,
invierno, a ú n los días m á s fríos, sin que las garrafas se escarchen n i se congelen. fabricados en Condorhuasi, los que deben llegar a los 1280 grados C. Pero dado
Mismo grado de confiabilidad tienen la leña; e incluso los combustibles líquidos que los hacemos con aserrín para obtener porosidad, dicho material debe
(aceites derivados), pero con los reparos que oponemos p o r el peligro de tener hornearse m u y lentamente hasta los 450 grados, a fin de permitir que la madera
almacenados cientos de litros de q u e r o s é n , etc. en depósitos que deben ser se queme toda, o x i d á n d o s e perfectamente mientras el ladrillo se nalla poroso.
seguros, con filtro, y disponiendo de quemadores de la mejor calidad y con De lo contrario q u e d a r á n residuos de aserrín sin quemarse en el interior del
válvulas de seguridad por si se obturan los inyectores. ladrillo, lo que r e d u c i r á su capacidad aislante. U n p i r ó m e t r o digital en este caso
(traído de España) nos a c o m p a ñ a y nos va indicando el ciclo de cocción
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150
adecuarlo. Debemos sostener el horno p o r dos horas entre los 300 y los 450 p r o l o n g a r á como m í n i m o u n 30 por ciento. A d e m á s , su anchura ( d i á m e t r o de
ra dos... lo que no sería fácil de determinar exactamente si no dispusiera de la chimenea) t a m b i é n se a u m e n t a r á en u n 30 a un 50 por ciento. Todas las
S icho p i r ó m e t r o tan confiable. Hasta los 650 grados C un ladrillo con a s e r r í n
d e b e r á hornearse m u y lentamente, en oxidación, a un ritmo sostenido y sin
aberturas del horno, ya sean agujeros de entrada de quemadores, como las
salidas (tobera en hornos de tiraje directo; o bien abertura al interior de la
exceso de llama, a fin de evitar grietas y rajaduras en el ladrillo. chimenea en hornos de tiraje descendente), igualmente se a m p l i a r á n en un 50
por ciento en c e n t í m e t r o s cuadrados. Por ejemplo, si la llama del quemador de
Estos p i r ó m e t r o s digitales no son baratos (la termocupla de platino-rodio un horno a gas penetra por una abertura de l í x H cms (121 c m ) , se la J
los encarece). Sin embargo, u n ceramista despierto puede usar perfectamente e n s a n c h a r á a 13,5 x 13,5 cms (que equivale a 182,25 cms cuadrados). Adverti-
conos pirométricos como guías de temperatura tope, es decir, para saber c u á n d o mos que no estamos recomendando ' el doble", sino u n 50 por ciento m á s en la
d e b e r á apagar el horno. En otras palabras: si no se dispone del p i r ó m e t r o digital, medida de todas las aberturas de entrada y salida del horno, así como en el
siempre es posible usar los mencionados conos, que son sumamente baratos*. d i á m e t r o de la chimenea.
Eso sí, el cono al doblarse y tocar su base nos está indicando que ya se ha llegado
a la temperatura final y que se deberá apagar el horno. No nos puede indicar Con respecto a los quemadores, se recomienda reducir el d i á m e t r o del
el ritmo de ascenso de la temperatura; n i si el horno está estancado o no; n i inyector.
tampoco si una maniobra de regulación del quemador o tiraje es positiva o
negativa para el ascenso térmico. Tampoco puede indicar el cono si el horno está A l ingresar un 50 por ciento m á s de aire al horno, casi seguramente se
bajando de temperatura en ve/ de subir (por falla en el tiraje, la a l i m e n t a c i ó n corrigirá el problema que consiste en deficiente ritmo de ascenso de la
o la r e g u l a c i ó n del quemador). Como contrapartida, el p i r ó m e t r o tampoco es temperatura. Con nuestro hornito Condorhuasi a leña, hecho con el tambor de
indicativo seguro de que ya se debe apagar el horno (sí es un buen indicativo de 200 litros, no hemos tenido problemas al hornear en la ciudad de Cochabamba
la temperatura alcanzada). Pero no basta con haber llegado a determinada (Bolivia), a 2800 metros sobre el nivel del mar, sin efectuarle modificaciones.
temperatura para saber que se ha de apagar el horno: ello depende en muchos En otra zona del mismo país (Bolivia), hemos colocado u n p e q u e ñ o
casos del ritmo de ascenso térmico, del ciclo m á s largo o más corto de la cocción. ventilador doméstico delante del cenicero del horno, con lo cual c o m e n z ó a subir
Muchas veces, al hornear porcelana de 1300 grados, ésta queda inmadura, y sin la temperatura en forma inmediata.
embargo se logró la temperatura adecuada. Es que el calor no ha tenido tiempo
suficiente para hacer su trabajo sobre las pastas, cosa que sí indica el cono
p i r o m é t r i c o , pues es u n indicador de calor-trabajo. L o m á s seguro, pues, es usar
el p i r ó m e t r o y, a su vez, un cono. Siempre, para apagar el horno, se seguirá la ARCO, BÓVEDA Y CÚPULA
indicación del cono. Y para controlar la marcha de la cocción, la del p i r ó m e t r o
digital.
El arco m á s elemental y simple es el arco en salidizo o voladizo. Este tipo de
arco consiste en cubrir un espado con ladrillos refractarios, de modo tal que cada
ladrillo sobresalga aproximadamente u n l e r d o de su longitud con respecto al
ladrillo sobre el que se apoya. Así, la abertura se irá cerrando hada arriba de
H O R N O S Q U E TRABAJARÁN E N TIERRAS A L T A S
152 158
I
manera gradual hasta que se estreche lo suficiente como para ser cerrada por
otro ladrillo que actúa a modo de dintel. Agujeros de entrada de aire o llama es
osible hacer con este tipo de arco; e inclusive la culminación de puertas de
K ornos. N o sirve el arco en salidizo para cubrir espacios mayores de 40 a 50
c e n t í m e t r o s (en la base).
El arco en cañón, o bóveda cilindrica rebajada, es ampliamente utilizado
para construir techos de hornos, y constituye la estructura m á s sólida y fácil de
ser construida, siempre que no sea ni demasiado acentuada (no llegar al medio
cilindro) n i tampoco excesivamente rebajada, pues se debilita la arquitectura.
Para techos de hornos cerámicos j a m á s se usará, pues, el arco de medio
punto; sino u n arco rebajado, de acuerdo con proporciones que la experiencia
na confirmado como ó p t i m a s para uniformizar la temperatura en el interior del
horno, provocando la necesaria turbulencia que debe existir dentro de todo
horno de gas o leña (u otros combustibles), la que aumenta la velocidad de
circulación del aire caliente en el interior del horno y, con ello, la transferencia
térmica.
T o d o arco surge de dos dimensiones o medidas. Una es la luz del arco, que
es su longitud o extensión, tomada en línea recta entre los dos apoyos de su base;
y la otra es la flecha del arco, que es su mayor altura tomada verticalmente desde
Bóveda cilindrica en un horno de tiraje cruzado (gas oil). Obsérvense las aberturas el centro de la curva hacia atrajo.
frontales para entrada de llama de dos quemadores, a cada lado de la puerla. Norma: para obtener u n techo en arco ó p t i m o , la p r o p o r c i ó n entre la
En el interior, se ven los rompellamas. Autor: Pedro Alvarez.
medida o longitud de la flecha y la luzdelarco debe ser desde I a 4,5 como m í n i m o ;
hasta 1 a 8 como m á x i m o . Como t é r m i n o medio de óptima p r o p o r c i ó n , en torno
a la cual debe girar la relación (un poco en m á s o en menos en cualquiera de los
dos sentidos), podemos tomar 1 a 6. Pongamos unos ejemplos.
Si debemos cubrir un techo de horno de un metro de longitud en sentido
horizontal y en línea recta, la flecha del arco puede ser desde tan rebajada como
«le 12,5 cms (100 : 8 = 12,5); hasta tan elevada como de 22,2 cms (ÍOO : 4,5 -
155
LUZ DEL ARCO
El ancho de un arco se denomina "luz". Su altura: "(lecha". Sus medidas deben estar
correlacionadas.
*Vrr, n i bi Terrera Parte del libro, otras fórmulas de cementos refractarios; rellenos para
juntas, m u í ilr ellos cementante; y rellenos para hornos de baja temperatura. De ésta
depefideri el ti|«> de < emento o relleno que se use.
156
En los hornos de tiraje directo o ascendente, al centro del tCM ho ie dejará
u n espacio libre para tobera o salida de gases, cuyas medidas deben equipararle
con la de todas las aberturas de entrada de los quemadores sumadas juntas, < orno
ya se explicó antes (en c e n t í m e t r o s cuadrados). Esta tobera debe llevar una lapa
deslizable, a fin de obturar el horno cuando se lo apague; o bien un t a p ó n para
mayor hermeticidad (cuando se requiera). En generales mas útil la tapa suelta,
para a b r i r o entrecerrar la tobera cuando sea necesario, para el normal ascenso
t é r m i c o . El agujero de la tobera se practicará al centro del techo. En hornos de-
tiraje invertido o descendente, igualmente se h a r á una tobera, aunque m á s
p e q u e ñ a , al centro del techo, la que servirá para abrirla un poco durante el
enfriamiento del h o m o . Siempre se la dejara abierta al comenzar la cocción,
para eliminar vapores y desecar la carga. La chimenea succiona demasiado aire
del exterior, por l o cual se cerrará el registro que debe llevar cuando se termina
la cocción y se apagen los quemadores. De no hacerlo, exceso de aire frío e n t r a r í a
al interior del h o m o , lo que puede hacer que las piezas se agrieten. A l final del
enfriamiento, desde los 250 grados aproximadamente, p o d r á abrirse gradual-
mente el registro de la chimenea, pa ra acelerar la disipación del calor al exterior
del h o m o . N o habiendo registro, una simple placa de horno se colocará a la
salida y al tope de la c l ú m e n e a para obturarla cuando el horno se apague. Esto
es i n c ó m o d o y peligroso, pues chimeneas chicas y poco sólidas pueden ladearse
y caerse.
158 L59
soportan elevadas temperaturas, por lo que dichos hornos suelen a m i ina i se con
frecuencia (se desploma la bóveda). Es por ello que recomendamos al ceramista
aventurarse con la bóveda en cañón, ya explicada anteriormente (sección de un
semicilindro). Esta es cstructuralmente mas sólida y aguantadora, siempre que
constituya lo que en arquitectura se denomina "bovedilla", o sea u n a n o
rebajado.
E l arco catenario
Del latín caleña: "cadena", arco catenario significa "arco cadenero", o arco
de cadena. Es u n barbarismo decir "arco de Catenario", como escriben algunos
ceramistas siguiendo absurdas traducciones del inglés, como si hubiera existido
a l g ú n personaje así llamado. La palabra catenaria es un adjetivo, derivado del
latín, y no un nombre propio.
La curva catenaria o curva funicular (del latín: funis; "cable") es la línea de
equilibrio que describe un cable flexible pesado y h o m o g é n e o , como una cadena
por ejemplo, suspendido entre dos puntos imaginarios. El arco resultante de
suspender una cadena entre dos puntos es el "catenario", utilizado para
construir techos de hornos cerámicos inviniendo su flecha. Este arco se
caracteriza por tener la misma longitud o medida de luzy de flecha. Con lodo, los hay
u n poco m á s alargados hacia arriba (con más flecha); o bien m á s anchurosos en
la base (con m á s luz).
El arco catenario se construye planificando primero su medida, a t a m a ñ o
natural. Para ello se clavará sobre una pared, papel de madera, placa de
hardboa rd, etc., o sobre un cartón grueso, ríos clavos que disten entre sí la misma
medida que se desee para el ancho, base o luz del arco que constituirá el horno.
Por ejemplo, si la base del horno que se va a hacer mide u n metro, lomada
siempre en su medida interna, se clavarán dos clavos distantes u n metro entre
sí, en línea recta exacta. Luego se colocará la cadena suspendida entre ambos
clavos sobre el panel (por supuesto con la curvatura hacia abajo), dejando
t a m b i é n un metro de flecha, es decir, de altura. Recordemos que la catenaria
ó p t i m a para hornos debe tener la misma longitud en su luz que en su flecha. Pero
tengase t a m b i é n presente que en esto no debemos ser dogmáticos sino prácticos:
un poco en más o en menos en cualquiera de las dos medidas del arco no influirá
negativamente Hay quienes gustan de un arco un poco m á s alzado (agregan u n
5 a u n 10 p o r ciento m á s de flecha), y hay quienes prefieren mayor luz que la
ortodoxa (amplían en un 5 ó 10 por ciento m á s la longitud de la íuz de la base,
tomada en línea recta). Pero no se exceda m á s de los porcentajes indicados.
1 0 1
<1<: horno es su escaso aprovechamiento del espacio, en lo que a capacidad de
carga se refiere. O t r o horno d é l a misma altura que u n catenario, pero con tedio
en arco de c a ñ ó n , d a r á cabida a un 30 por ciento m á s de pie/as en su interior.
El h o r n o en arco catenario lleva tiraje invertido o descendente, con larga
chimenea para inducir la necesaria d r c u l á c i ó n del aire caliente en su interior.
No fundona satisfactoriamente este tipo de horno con tiraje deficiente: o con
defecto de poder calórico. Ceramistas hay que, deslumhrados p o r fotografías de
revistas o libros en inglés, intentan construir u n horno catenario, pero luego se
desilusionan ante las dificultades de ponerlo a punto t é r m i c a m e n t e .
JUNTAS D E DILATACION
1 6 3
mente de los cementos refractarios comerciales que se venden para l o n s t r u i r
actúa como <:ompensador y absorbente de dilataciones. Ello, por supuesto, hornos. I lemos visto muchos de ellos que dilataban mucho más que \< >s ladrillos,
cuando dicho cemento es noble y no está compuesto por vidrio, como sucede con p o r lo que las paredes se desmenuzaban y sufrían fisuraciones pequeñas durante
la mayoría de los cementos comerciales, que contienen silicato de sodio en la cocción. Buenos ladrillos unidos con malos cementos, arruinan toda la buena
cantidades exageradas. El caolín solo, sobre todo el m á s aluminoso, es buen voluntad puesta en hacer un buen homo.
cementante:, pues une pero queda poroso. Es sabido que la porosidad absorbe
gran parte de la dilatación lineal al interior de los poros. Si dicho cemento se Hornos hechos con nuestro relleno refractario poroso aislante, con suficiente
compone con caolín 50%, m á s chamóte fino de ladrillos de horno (50%), mayor a s e r r í n (no menos del 60 por ciento en volumen, y si es posible un 70 por ciento)
a ú n será la porosidad del cemento y, por tanto, m á s eficazmente absorberá para aumentar su porosidad, no precisan de juntas de dilatación. Este material
dilataciones térmicas. experimenta muy baja dilatación térmica, la que se absorbe por su alta porosidad
(si lia sido bien preparado). A d e m á s , dado que nuestros hornos son redondos,
Cuando un horno tiene un formato cilindrico, los ladrillos se hallan a c t ú a n a la manera de u n esfínter refractario: su dilatación es totalmente
dispuestos de manera que se deja un buen espacio entre uno y otro, el que se equilibrada y uniforme en toda la estructura del horno, por lo que no debe sufrir
rellena con cemento de horno. Ello permite absorber dilalaciones. N o usar agrietamiento de cocción. N o confundir las grietas de secado (por exceso de
j a m á s ladrillos rojos, pues experimentan mucha m á s dilatación que los claros, encogimiento causado a su vez por exceso de humedad al preparar el material),
carentes de óxidos de hierro y otros minerales "pesados", que son dilatantes con las grietas de cocción, debidas a la dilatación excesiva o diferencial de los
térmicos. N o se debe hacer estructuras demasiado rígidas n i apretadas, n i menos materiales del h o m o .
a ú n c o m p r i m i r apretadamente las paredes del horno con gruesas vigas metáli-
cas: todo ello impide la normal dilatación del horno al calentarse y, al compri-
mirse la estructura, se producen grietas y rajaduras en paredes o —peor a ú n —
en el techo, que con el tiempo se desploma. Cuando un h o m o tiene formato BUENA TRABA ENTRE LADRILLOS
redondo o circular, se dilata y contrac en forma pareja y uniforme, pues dicho
formato es ó p t i m o para absorber dilataciones sin que la estructura se resienta,
pues actúa como un todo macizo. Por el contrario, hornos de formato rectilíneo, Las paredes del h o m o cerámico, ya sea de formato rectangular o redondo,
cuadrados o rectangulares, con ángulos rectos en los cantos, sí pueden sufrir d e b e r á n trabarse perfectamente, sin exagerar en la rigidez de la estructura, que
rajaduras a través de las dilataciones térmicas. A mayor temperatura de trabajo, debe ser sólida pero laxa (para permitir dilataciones térmicas inevitables, que
mayor será la dilatación experimentada y el peligro consiguiente. Para contra- son mayores a temperaturas máximas). J a m á s se levantara una pared de h o m o
rrestar la dilatación en los lugares críticos, esquinas, cantos, á n g u l o s rectos, sin que los ladrillos estén trabados. Por ejemplo, si la comisura o u n i ó n entre dos
apoyos del techo, se colocará una gruesa capa de medio c e n t í m e t r o de cemento ladrillos v é a n o s de una carnada, coindde con otra comisura entre ladrillos de la
refractario (o, mejor, caolín puro aluminoso) entre los ladrillos finales de esas carnada superior, la estructura será muy débil y no resistirá las tensiones
zonas, la que actuará como j u n t a de dilatación compensando y absorbiendo la térmicas n i mecánicas que debe soportar toda pared de horno.
dilatación térmica o lineal que sufre todo refractario. Dichas juntas se dispon-
d r á n tanto en la capa interior de ladrillos aislantes, como en la secundaria. Una pared de ladrillos (aislantes o bien compactos) debe levantarse a
Advertimos que los ladrillos compactos sufren mayor dilatación que los porosos plomo, según las normas del arte de la albañilería. Para construir hornos m u y
o aislantes. Y que en general todo ladrillo de baja calidad (de baja a l ú m i n a ) , sufre grandes, en espedal con techos en arco o en cúpula, un buen albañil (de los
mayor dilatación térmica que otro de calidad superior (de alta a l ú m i n a ) . Por otra viejos) será nuestro mejor maestro. Espedalmente los que trabajan en c e m é n -
parte, a temperaturas de trabajo muy elevadas, superiores a los 1280 grados C, tenos, especialistas en bóvedas, o bien rurales, expertos en hacer hornos
que es el punto crítico «le todo horno, las dilatación térmica que sufren los semiesféncos para fabricar carbón.
materiales refractarios es mucho mayor. Si el ladrillo es poco aluminoso, y se
contrac por vitrificación o sinterización parcial de sus componentes, se p r o d u - Una pared levantada bien a plomo, con ladrillos trabados pero sin otros
c i r á n agrietamientos debidos a contracción irreversible del material, la que no refuerzos, sin embargo no debe sobrepasar la altura de un metro, pues su
estructura no es muy fuerte con sólo la traba recta, sin alternancia de carnadas.
Si se coloca adosadas dos paredes de ladrillos (una primaria y otra secundaria),
t>uede compensarse sino con un relleno posterior con caolín y c h a m ó t e de
adrillos de h o m o (a partes iguales). N o confundir las grietas o fisuras por
contracción o encogimiento del refractario (vitrificación), con las producidas por
para hacer u n h o m o "de doble pared", aunque ambas se hallen bien trabadas,
no deben superar la altura de 1,20 metros. La comisura entre los ladrillos de la
pared delantera no debe c o i n d d i r c o n la comisura entre los ladrillos de la pared
dilatación térmica de la pared, que es más peligrosa pues si es exagerada o si la trasera, ya que la buena traba se refiere tanto a los la«lrillos en d i r e c d ó n vertical
arquitectura no ha sido bien levantada, puede llegar basta el desmoronamiento (una carnada con respecto a otra), como en d i r e c d ó n horizontal (una pared con
de una techumbre del h o m o , que es el peor accidente que pueda sufrir el respecto a otra delantera o trasera).
ceramista.
La forma de trabar los ladrillos, su cementación, la alternancia de carnadas Paredes de mayor altura, desde u n metro hasta dos metros y medio, deben
construirse: con una traba hecha alternando una carnada de ladrillos en sentido
de ladrillos puestos de punta y de canto, p o r su parte es muy importante a fin
vertical, con otra camoda de ladrillos en sentido horizontal. Esta estructura es m u y
«!«• rompensar la dilatación lineal térmica ele los ladrillos con que se nizo el h o m o . sólida, resistente y fuerte, a c o n d i d ó n de que se halle compuesta por dos paredes
A veces "el remedio es peor que la enfermedad". Cuídese muy espcrial-
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164
de ladrillos, una interna y otra exterior. Su grosor total será equivalente a la
l o n g i t u d m á x i m a de u n ladrillo (unos 23 cms).
Estructuras bien trabadas, pero con mayor grosor de pared (un ladrillo y
medio), es decir, de unos 34 cms de ancho, pueden construirse sin temor basta
una altura de unos tres metros y medio, a condición de alternar «ainadas de
ladrillos dispuestos en sentidos opuestos: una en sentido horizontal y otra en
sentido vertical.
La traba inglesa, t a m b i é n de muy elevada resistencia mecánica, consiste en
disponer cuatro carnadas de ladrillos puestos de punta (sentido vertical), la que
se halla "en sandwich" entre carnadas en sentido horizontal (una carnada
horizontal y cuatro en sentido vertical, y así sucesivamente).
Por supuesto, las alturas m á x i m a s que recomendamos se refieren a paredes
de ladrillos de hornos que no lleven refuerzos exteriores, como parantes, pilares
n i vigas de hierro que sirvan para sostener la arquitectura.
La estructura más débil para ladrillos de horno consiste en disponerlos de
canto (6,5 cms de grosor de pared), la que no debe usarse en cerámica salvo para
casos de excepción. Como norma general, siempre los ladrillos refractarios
d e b e r á n disponerse de plano, o sea "acostados", posición en la que adquieren su
Arriba: Forma de trabar ladrillos dispuestos en sentido vertical (con respecto al m á x i m a resistencia mecánica, a la c o m p r e s i ó n (peso), dilatación (térmica),
observador!. Abajo: Ladrillos bien trabados, pero dispuestos en sentido horizontal. tracción, etc.
Paredes de hornos de muy elevada temperatura, hechas con nuestro
"relleno refractario" poroso, d e b e r á n llevar u n 50 p o r ciento de caolín y de
c h a m ó t e en su composición, y — a d e m á s — u n 17 a u n 20 p o r ciento de a l ú m i n a
calcinada; a d e m á s del 60 a 70 p o r ciento de aserrín (este ultimo en volumen, n o
e n peso). La f ó r m u l a es:
R E L L E N O R E F R A C T A R I O P A R A P A R E D E S D E H O R N O S H A S T A 1350° C
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PAREDES CURVAS
108 169
e m p o t r a r á en la plataforma del piso, a unos 50 cms de profundidad, a fin de La oxidación de la chimenea debida al calor y la humedad, es l.d ve/ un
afianzarlas. Algunos acostumbran unir las cuatro vigas con varillas roscadas, p o r inconveniente. Sin embargo, si la chapa de hierro es gruesa (las antiguas eran
la parte superior del horno, encima de la puerta de descarga. Dichas varillas maravillas al respecto), d u r a r á varios a ñ o s antes de deteriorarse, Si el horno
llevan tuercas y arandelas y, si se las pone, no deben estar demasiado apretadas. trabajará en altas temperaturas (más de 1170 grados C), conviene elevar a un
R e c u é r d e s e que u n horno es u n ente vivo, y que "trabaja" a cada cocción: se dilata metro y medio la parte de la chimenea que se h a r á con ladrillos, ya que el < aloi
al calentarse el horno, y se contrae durante el enfriamiento. A temperaturas m á s generado afectara mucho al metal, y nada al ladrillo refractario. 1-is parlen
elevadas, la dilatación será mucho mayor. Hasta 1050 grados la dilatación del inferiores de la chimenea, m á s p r ó x i m a s a la c á m a r a de cocción de pie/as,
material refractario es m í n i m a . pueden recibir temperaturas superiores a los 1150 grados cuando se hornea
gres. Conviene, en esos casos, construir la parte inferior de la chimenea (50 cms
Pensamos que demasiados refuerzos indican falta de confianza del cera- al menos), con ladrillos refractarios compactos de alta a l ú m i n a (más resistentes
mista con respecto a l modo de construir sus hornos... Sin embargo, nunca está al calor elevado). Cada caso se estudiará en particular. N o es lo mismo u n horno
de m á s asegurarse contra posibles riesgos. La zona crítica es la pared que sostiene para cocciones hasta 900 grados (para ladrillos comunes de construcción), que
el arco del techo. Debe hacerse con suficiente anchura y perfecto apoyo, para otro en el que se h o r n e a r á porcelana de 1300 grados C. De todas maneras,
p e r m i t i r u n sostén firme. p i é n s e s e que la disipación del calor es muchísima dentro del c a ñ ó n en la base de
Hornos redondos suelen llevar (cuando son grandes) u n refuerzo previsor la chimenea: la temperatura desciende unos cien grados cada 15 c e n t í m e t r o s de
hecho con una cinta de hierro, a manera de cinturón, el que no debe estar m u y chimenea, sobre todo si ésta es anchurosa. Luego dicha temperatura se estabiliza
apretado contra la estructura del horno, pues así i m p e d i r á la n o r m a l dilatación (hacia los 500 grados C) y el calor d e s c e n d e r á a ritmo menor en los tramos medio
del horno caliente. Si se impide o cohibe dicha dilatación, se p r o d u c i r á n grietas y final del conducto.
y fisuras. E n los hornos ingleses del siglo pasado, era c o m ú n colocar como
refuerzo, en hornos circulares, una cadena exterior, rodeando todo e l h o r n o (a
veces dos cadenas, una por la zona alta y otra al medio). Ello se justifica en hornos
usados, que ya h a n experimentado a l g ú n percance. Éso sí, cuando se construye
u n horno con d i s e ñ o extravagante, demasiado alargado (como una chimenea),
o demasiado anchuroso (como u n cajón), aconsejamos colocar refuerzos exterio-
res ya que la estructura es atípica y pueden ocurrir accidentes p o r tal causa.
Chimeneas altas y estrechas, que visualmente desde lejos parecen ende-
bles, pueden llevar u n refuerzo exterior a manera de a r m a z ó n de hierro, desde
la base hasta lo alto de la chimenea. Dicha a r m a z ó n se h a r á montando y
sujetando entre sí viguetas de hierro en " L " , no excesivamente gruesas pero bien
unidas. La chimenea q u e d a r á así encerrada dentro de la a r m a z ó n , cuya forma
es similar a la de las grandes antenas de radio, más anchas abajo y m á s angostas
arriba.
FORMAS DE HACER CHIMENEAS* Formade disponer las carnadas alternas de ladrillos para que la estructura de la chimenea
resulte fuerte.
Cuando una chimenea deba ser alta, no vale la pena hacerla con ladrillos
refractarios en su totalidad. Basta para ello con que se haga 1,20 metros de la El largo y ancho de la chimenea, como ya se estudió, depende del d i á m e t r o
misma con ladrillos compactos (o metro y medio), continuando d e s p u é s con u n interno d e l h o r n o ; de su tiraje (ascendente o bien descendente); y otros factores.
cilindro de chapa de hierro, sostenido por fuera con cables tensores. E l poco peso Las formas de chimeneas pueden ser varias. Nosotros recomendamos las
de una chimenea metálica, su facilidad de ubicación, el costo, la rapidez de chimeneas de formato cuadrado, hechas con ladrillos refractarios compactos,
ubicación, su mayor estabilidad debida a l menor peso, la hacen aconsejable en evitando en lo posible el cortarlos (es muy dificultoso cortar ese tipo de ladrillo).
lugar del pesado ladrillo refractario tradicional. Es posible conseguir fácilmente La estructura cuadrada es la m á s rígida y estable.
chimeneas usadas en cualquier d e p ó s i t o de demoliciones (gracias a la
desindustrialización del país). Es esencial que la superficie del conducto interno L a chimenea ahusada es aquella que se va adelgazando hacia arriba, de
de toda la chimenea (tanto la parte cuadrada de ladrillos como la metálica que manera que el d i á m e t r o de la culminación sea u n 30 p o r ciento menor que el de
es redonda), en c e n t í m e t r o s cuadrados, sea la misma: n o basta con que el la base. Este suave adelgazamiento hacia arriba ejerce u n efecto de succión, que
aumenta e l tiraje .y la velocidad de circulación del aire caliente en su interior.
d i á m e t r o sea igual.
Para hornos m u y grandes, en especial, este tipo de chimenea es ideal, sobre todo
cuando el tiraje es dificultoso. E l artesano, sin embargo, puede usar perfecta-
* Leáse en" Medidas Correlacionadas" (en esta Cuarta Parte) lo referente a altura, diámetro mente la chimenea cuadrada, m u c h í s i m o m á s fácil y barata de construir.
y otras medidas de las chimeneas.
170 171
I - i chimenea redonda, o cilindrica, requiere ladrillos curvos para su
construcción. Sólo se justifica en grandes fábricas, ya que su construcción es muy
costosa y exige mano de obra especializada. Existen algunas que son maravillo-
sas estructuras ahusadas, y con un Venturi en su extremo (ensanchamiento que
succiona m á s aire a la salida de la chimenea).
Toda chimenea debe llevar u n sombrerete a la salida, que la cubra por
completo pero que no impida la normal salida del flujo gaseoso. Así se evitará
que agua de lluvia penetre y cause dificultades al hornear.
J a m á s se j u g a r á con las chimeneas, ni se t r e p a r á a ellas, n i se a p o y a r á nada
e x t r a ñ o sobre ellas, n i se p e r m i t i r á que se apoye pesos o se la use para otros fines.
Es una estructura que p o r su conformación se halla en equilibrio inestable, y
cualquier fuerza exterior que se le aplique la puede derribar.
No se olvide que en la parte inferior, a un metro más o menos del piso, toda
chimenea debe llevar un registro horizontal, que es una placa de horno cieslizable,
que se puede extraer hacia afuera según sea necesario en diferentes etapas de
la cocción. Al extraerla del todo, el tiraje a u m e n t a r á . Al entrarla un 30 por ciento,
el tiraje se reducirá en esa medida. Probando con el registro, se v e r á que el h o m o
sube de temperatura, o que, al contrario, baja, según cómo se manipule con esa
preciosa placa. Normalmente, estará abierta casi del todo durante la cocción. Y
se la c e r r a r á del todo al apagar el h o m o , para evitar que entre aire caliente al
h o m o y enfríe bruscamente Ta carga (causa de rajaduras en piezas y cuarteo en
los esmaltes).
Una placa colocada verticalmente servirá como eficaz registro para impedir la entrada a ia chimenea de
ahumados, sal de cocina volatilizada, etc., cuando se hornea esmaltes salinos, de humo, y otros.
La abertura para el registro se hará rebajando los mismos ladrillos con que
se hace la chimenea, y practicando una entalladura en los laterales. La placa de
registro debe quedar holgada para extraerse con facilidad. Cuando se cierre del
todo el registro, debería quedar unos dos centímetros de placa en el exterior de
la chimenea, para poder sacarla cuando sea necesario. La ranura del registro
puede quedar en cualquiera de los costados o al fondo de la d ñ m c n e a (donde
prefiera el ceramista).
En los hornos para esmaltes de sal, colocamos un registro vertical (en vez del
horizontal que es el m á s c o m ú n ) , en el arranque mismo de la base de la
chimenea, donde se conecta con el interior del nomo. Este precioso registro
i m p e d i r á que la sal volatilizada (gas salino) se disipe o se fije al interior de la
chimenea (hubo casos de chimeneas taponadas por a c u m u l a c i ó n de escoria
salina).
T o d a chimenea siempre es provisoria en cuanto a su altura.Se la debe hacer
de manera que se la pueda prolongar en caso de ser necesario. Cuando el h o m o
no llega a cierta temperatura (elevada), casi siempre se soluciona el problema
alargando un poco más la chimenea. Ello puede hacerse fácilmente adosando u n
tubo de hierro, del mismo d i á m e t r o que la sección del resto de la misma
chimenea sobre la cual se apoyará, asegurando muy bien el tubo de hierro para
Forma de hacer el registro horizontal extrafble de una chime- prevenir su caída. Colocar siempre un sombrerete a la salida, para evitar entrada
nea. La placa-registro debe tener un diámetro mayor que el de agua de lluvia. U n alargue desde 80 centímetros hasta un metro casi siempre
conductoinlernodelachimenea.paraapoyarsebiensobrelas es la solución en estos casos (cuando u n horno "no sube" a altas temperaturas).
acanaladuras que se harán en los ladrillos que la sostendrán.
172
173
DEDUCCIÓN D EL A A B E R T U R A
QUINTA PARTE:
PARA L A ENTRADA D E LLAMA
Q U E M A D O R E S A GAS Y O T R O S
Para deducir el t a m a ñ o del agujero o abertura de entrada de la llama del
quemador al horno, usando quemadores de alta presión, hemos elaborado la
"Norma Condorhuasi", que expresamos así: Para deducir la superficie, en
c e n t í m e t r o s cuadrados, de la abertura o agujero de entrada de llama del
quemador al interior del horno, se dividirá el poder calórico máxima del quemador que
se usarápor4I3. E l resultado d a r á en centímetros cuadrados el t a m a ñ o de dicha
abertura, la que puede ser o bien cuadrada, o bien rectangular pero en sentido
vertical (horizontal no). La siguiente Tabla expresa las medidas de diversas
aberturas en la pared del horno, según el poder calórico de cada quemador:
T A B L A D E MEDIDAS D E A B E R T U R A S
PARA L A ENTRADA D E LLAMA D E L Q U E M A D O R
3
kcalorías del quemador abertura en cm medida cuadrada
10.000 64 8 x 8 cms
30.000 81 9 x 0 cms
50.000 121 11 x 11 cms
60.000 144 12 x 12 cms
70.000 169 13 x 13 cms
80.000 196 14 x 14 cms
90.000 225 15 x 15 cms
100.000 256 16 x 16 cms
110.000 272 16,5 x 16,5
120.000 289 17 x 17 cms
135.000 324 18 x 18 cms
150.000 361 19 x 19 cms
170.000 400 20 x 20 cms
180.000 441 21 x 21 cms
200.000 484 22 x 22 cms
250.000 625 25 x 25 cms Quemador atmosférico de alta
presión: es el instrumento
300.000 729 27 x 27 cms calorífico óptimo, ya que no
tiene piezas móviles; es fácil-
mente manejable ; tiene perfec-
N O T A : E n caso de no poder hacer un formato cuadrado para la abertura ta regulación de atmósferas;
de entrada de llama al horno, puede hacerse rectangular, con tal que la es económico El correcto diá-
metro del inyector es esencial.
superficie en c e n t í m e t r o s cuadrados sea idéntica. Eso sí: el formato rectangular Obsérvese la sana ubicación,
debe ser vertical (no apaisado). fuera del horno.
174 175
requieren instalación permanente, pues se hallan acoplados a un ventilado!
Q U E M A D O R E S A GAS < entrífugO, y las normas de Gas del Estado obligan a conexiones metálicas fijas
c instalación estable (no de "quita y pon").
U n quemador es un instrumento o aparato en cuyo interior se mezcla a
p r e s i ó n el combustible usado con adecuada cantidad de aire, a fin de hacer
posible la c o m b u s t i ó n , con salida de llama y calor p o r uno de sus extremos
denominado boquilla. Quemadores a t m o s f é r i c o s
Existen quemadores usables en hornos cerámicos capaces de funcionar con
gas natural; gas envasado (GLP); y aceites derivados del p e t r ó l e o , livianos o Se denomina atmosférico al quemador que toma de la atmósfera el aire
pesados. Los menos aceptables son los quemadores a fuel oií, gas oil, etc., ya que necesario para producir la combustión. Es el quemador más perfecto que existe,
su uso no es recomendable en cerámica, salvo para productos m u y burdos, sin y el más económico, ya que no necesita de un ventilador-soplador industrial para
esmaltar. E l refractario del horno se arruina r á p i d a m e n t e con estos aceites; el inyectar aire a presión, con el consiguiente ahorro de energía eléctrica (sin
aprovechamiento del espacio es menor pues requieren m u y amplia c á m a r a de mencionar los inconvenientes por cortes de luz).
c o m b u s t i ó n ; el depósito del combustible líquido es peligroso; el control del
quemador debe ser constante pues si se apaga el ventilador o compresor Existen quemadores atmosféricos de baja y de alta presión. Mientras en
eléctrico que necesitan se corre peligro de ignición; requieren consumo adicio- E E U U siempre se han usado quemadores atmosféricos de baja p r e s i ó n , nosotros
nal de e n e r g í a eléctrica, lo que neutraliza el ahorro en el precio del combustible; venimos recomendando y usando desde 1970 como ó p t i m o s para uso cerámico
y, a d e m á s , exigen una inversión inicial alta al adquirir el ventilador o compresor los quemadores de alta presión (atmosféricos), y sólo durante estos últimos a ñ o s
de alta potencia que precisan para pulverizar e inyectar a presión el combustible. se ha difundido su uso. Los quemadores atmosféricos de baja presión no se
comportan bien en r e d u c c i ó n ni con hornos de tiraje descendente o invertido;
Sin embargo, dado que en muchos lugares no hay gas natural, y en otros a diferencia de los atmosféricos de alta presión, que permiten ó p t i m a r e d u c c i ó n
(Palagonia) se ha dejado de distribuir gas licuado gracias a la nueva "ola y manejo en todo tipo de hornos.
privatista" que en el fondo abriga siniestras intenciones geopolíticas, pues en tal
caso h a b r á que aprender a convivir nuevamente con los combustibles líquidos, En los quemadores atmosféricos es el gas a presión el que arrastra y
como hace 50 años... succiona el aire necesario para realizar la combustión. El aire es el comburente,
que hace posible la combustión, pues contiene hasta un 22 por ciento de o x í g e n o ,
No confundir un quemador con un gasógeno, que es un aparato que gas necesario para que la oxidación del combustible tenga lugar, con despren-
pulveriza a niebla cualquier desecho vegetal (aserrín, carozos, bagazo), y lo dimiento de calor. Cuanto mayor sea la cantidad de combustible oxidado por
inyecta en el horno a presión para lograr la combustión.* Si bien estos hora, tanto más calor se g e n e r a r á y, por consiguiente, la temperatura del horno
combustibles poseen menor poder calórico, sin embargo su baratura los hacen subirá m á s r á p i d a m e n t e y con mayor intensidad (medida en grados C).
muy recomendables para fábricas instaladas en zonas agropecuarias, donde esos
desechos llegan a cantidades increíbles. El gas que alimenta este quemador proviene de su fuente. Si es gas licuado
(GLP) su fuente puede ser riliñdros de gas envasado, hasta 45 kgs cada uno de
En esta sección nos referiremos primero a los quemadores a gas, dado que son ellos; grandes depósitos de 500, 1000 y m á s kgs de GLP. T a m b i é n puede
los de mayor uso en cerámica y los m á s recomendables por el momento dada la alimentarse de una fuente de gas natural industrial, a media o alta p r e s i ó n , que
tecnología actual. No sabemos q u é nos d e p a r a r á al respecto el futuro cercano. existe en algunas zonas industriales de Buenos Aires y otras ciudades. Adver-
Se dice que, desde el punto de vista ecológico, la década desde el a ñ o 2000 al timos que no funcionan satisfactoriamente los quemadores atmosféricos de baja
2010 presenciará cambios fundamentales en nuestro modo de vida y de p r e s i ó n , conectados a la red de gas natural domiciliario, cuya p r e s i ó n es la
5
p r o d u e c c i ó n industrial, ya que el nivel actual de la contaminación ambiental en atmosférica (0,028 kgs/cm ), denominada de "baja presión" (menos de 0,5 kg/
2
ciertas zonas llega a límites insoportables y amenaza con eliminar la vegetación cm ).
en el planeta hacia el a ñ o 2020.
La pieza clave de este tipo de quemador es el tubo Venturi, que es un tubo
Los quemadores a gas pueden ser para gas natural o de red; o bien para gas de hierro (u otra aleación m á s liviana) bicónico, el que produce u n efecto de
envasado (gas licuado de petróleo: GLP). Los nay para trabajo en alta y en baja succión precisamente debido a su diseño interior, el que aumenta la p r e s i ó n de
p r e s i ó n . Se considera alta presión de gas cuando se trabaja por sobre las dos salida del gas. Tubos cilindricos en vez de bicónicos (sin Venturi) son usados en
2
atmósferas (2 kgs/cm ). Estudiaremos los tipos de quemadores m á s usuales y m á s E s p a ñ a para construir estos quemadores, los que no se comportan ó p t i m a m e n t e .
prácticos para nomos cerámicos comunes.
El aire atmosférico es succionado al interior del tubo V e n t u r i p o r el gas a
Los quemadores para gas envasado poseen la enorme ventaja de que no p r e s i ó n (la presión del cilindro o garrafa puede ser tan elevada como de 8 kgs/
son fijos: al terminar una hornada, pueden ser llevados fácilmente a otro n o m o 2
c m con gas de grado N " 1 (denominado "Súper") a 20° C de temperatura
y así continuar rindiendo servicio. Los de gas natural o de red, por el contrario, ambiente. A 30° C dicha presión asciende a 10,75 kgs/cm*. A 40" C llega a 14 kgs/
2
cm . Con gas "de tercera , que es el c o m ú n envasado para uso domiciliario, dicha
p r e s i ó n es mucho menor: 2,55 kgs/cm' a una temperatura ambiente de 20° C.
* Ver. en r l Diccionario de Cerámica, artículos "Gasógeno" y "Combustibles redclados".
170 177
A 30° Cdicha presión interna de la garrafa es de 3,60 kgs/« ni'. A 10" ('. (en verano
o al sol) la p r e s i ó n del envase asciende a 5,10 kgs/cm , por supuesto lleno La
presión de la fuente es fundamental y esencial a fin de que el quemador funcione
ó p t i m a m e n t e y el horno suba hasta las temperaturas deseadas. A d e m á s , di< ha
p r e s i ó n debe ser constante, sin que descienda a 2 ó 3 horas de encendido el
horno. Por ello se debe acoplar una batería de garrafas (cilindros) para un
quemador de 50.000 kcalorías/hora (mínimo 4 garrafas abiertas a l mismo
tiempo), para lograr p r e s i ó n constante durante las varias horas en que la cocción
perdure. Si se acoplara una sola garrafa, ésta se congelaría debido al descenso
demasiado r á p i d o de la presión (determinado por el gran consumo), con lo que
el quemador se a p a g a r í a o casi no daría llama n i calor. Una garrafa de gas debe
necesariamente enfriarse cuando entrega su carga al quemador, pero no
demasiado: no debe congelarse (apenas una leve escarcha en el exterior del
envase es tolerable). Cuando los hornos a gas fallan y no llegan a la temperatura
deseada, casi siempre ello se debe a baja presión. C a m b í e n s e las garrafas usadas
por otras nuevas, y se c o m p r o b a r á en seguida c ó m o toma fuerza la llama del
quemador y el horno empieza nuevamente a subir de temperatura.*
* Con tiempo frío lodos los gases se contraen, con lo que la presión desciende en la fuente,
aún de red domiciliaria. Es una ley física. La temperatura crítica es en torno a los 20 grados
C. Con 4 garrafas en serie, hemos horneado perfectamente incluso días con temperaturas
menores de 5 grados C. Si el tiempo es frío y, además, hay mucho consumo (evaporación)
de gas en el cilindro, éste se enfriará aún mucho más, por una ley física de las superficies
evaporantes, que originan más frío a mayor evaporación (consumo). Por ello el GLP es el
combustible óptimo, pues su punto de ebullición es bajísimo (44° C bajo cero) para el "gas
de primera" (supergás); y 17 * Cbajo cero para el "de tercera". Debajo de esas temperaturas
el (11.1' no gasifica (no hay presión; no sale gas), pues la presión se reduce a cero.
170
17H
su deficiencia crea una atmósfera de reducción cuando no es deseada (al
comien/.o de la cocción por ejemplo). En la parte trasera del quemadoi existe
una arandela redonda que se desplaza a voluntad del ceramista hornero p<>i
sobre un tubo roscado: es el "registro del aire primario", que permite t é r r a i o
abrir la entrada de aire al Venturi. Desplazando ese registro, es posible obteiMI
las atmósferas oxidante, neutra o reductora. Sin aire primario la c o m b u s t i ó n es
incompleta, y la llama amarilla que produce es de bajo poder calórico. 1.a llama
azul, en cambio, indica combustión completa, rinde el m á x i m o cal ór i cam ent e
hablando, pero exige aire de premezcla dentro del Venturi (primario).
El aire primario, a d e m á s , regula la velocidad de p r o p a g a c i ó n de llama (que
es de 82 cms por segundo con GLP), la que, si es exagerada, liará que ésta se
separe de la boquilla y se apague. Por el conlario, cuando es demasiado débil,
la llama puede ingresar al Venturi y provocar una molestia conocida como "tos"
dentro del quemador, el que, por cierto, así no rinde su poder calórico, y hasta
corre el peligro de fundirse si es de aluminio. Siempre es necesario que el
ceramista se halle en las proximidades del horno para poder controlar y
compenetrarse con los avatares de la hornada.
Una buena regulación del aire primario h a r á que la llama sea estable, bien
adherida a la boquilla del quemador. Es necesario que la velocidad de propaga-
ción de la llama se equipare a la velocidad de salida de la mezcla aire-gas, a fin
de que no "se despegue" de la boquilla. Por el contrario, si la llama ü e n e una
velocidad de p r o p a g a c i ó n mayor que la velocidad de salida de la mezcla aire-gas,
dicha llama será arrastrada al interior del horno y se extinguirá. Ello se corrige
fácilmente cerrando el acceso de aire primario al quemador. A l comenzar la
cocción especialmente, cuando todavía el quemador se halla frío, el aire
primario debe cerrarse casi totalmente: ello h a r á que la llama se encienda
A B C
Equipo de combustión completo para cerámica (a gas licuado: GLP). Tiene dos . Estabilidad de llamas a la salida del quemador. A: llama estable (la velocidad de
quemadores atmosféricos de alta presión. Cuatro cilindros de gas alimentan a cada propagación de la llama se equipara con la de salida del combustible B: llama inestable,
quemador, los que se conectan a un tubo colector por medio de flexibles de cobre. Esta se separa de la boquilla (la velocidad de propagación de la llama es superior a la de salida
instalación no es fija (a cada cocción puede retirarse). Por lo tanto, no requiere del combustible aire-gas). C: llama inestable, retroceso de llama (la velocidad de
aprobación, declaración ni planos profesionales. Diámetro del colector: 2 pulg. Conexio- propagación de la llama es inferior a la de salida de la mezcla aire-gas). El registro de aire
nes al quemador: 3/4 pulg. Flexibles: 9 mm. Todas la garrafas funcionan abiertas primario regula la velocidad de propagación de la llama. La llave de entrada de gas al
simultáneamente (mejor usar cilindros de 30 kg o más). quemador regula la velocidad de salida de la mezcla aire-gas (combustble).
I H 1
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Exceso de tiraje, al igual que deficiencia, harán «pie el horno no suba a la
fácilmente, sin introducirse dentro de la boquilla, sin desprenderse de ella y sin temperatura deseada, pues así el calor es disipado al exterior DOY l l < hunenea
detonar (defecto gravísimo de muchos quemadores españoles mal diseñados, (o tobera). Se considera que una cocción es eficiente cuando se aprove< ha un 75
que espantan a muchos ceramistas por la microexplosión que hacen al encender- por ciento del calor generado. U n contenido de oxígeno superior al 8 por d e n t ó
se o apagarse). en la atmósfera del horno aumentarán su ineficiencia. l a combustión eficiente
E l aire secundario también es necesario para la eficiente combustión del gas. debe contener más del 10 por ciento de anhídrido carbónico, con vestigios de
L a correcta proporción de aire necesario para la combustión es 20 por ciento de m o n ó x i d o de carbono, y un exceso de aire del 18 por ciento aproximadamente.*
aire primario con 80 por ciento de aire secundario. Como se ve, deficiencia de L o ideal es del 1 al 3 por ciento de oxígeno libre, no más.
aire secundario tampoco permitirá una buena cocción, pues el horno no subirá
de temperatura satisfactoriamente. E l aire secundario penetra por el agujero o L a regulación del aire primario es sencilla pues se hace cerrando o
abertura de entrada de llama al horno, por lo cual dicha abertura debe ser abriendo el registro de ingreso de aire primario al quemador. E l aire secundario
generosa (no menos de 11 x 11 cms, o bien 1 2 x 1 2 cms para quemadores de se disminuye, si ello fuera necesario, cerrando el tiraje, ya sea reduciendo el paso
50.000 kcalorías/h). E l aire secundario, pues, es tomado directamente desde el de aire en la chimenea en hornos de tiraje descendente o invertido, lo que se
exterior por la llama misma que arde en el extremo de la boquilla, y parte de él logra cerrando el registro que debe llevar toda chimenea; o bien, en hornos de
es succionado al interior del horno debido al tiraje, donde se completa la tiraje ascendente, que no llevan chimenea, cerrando un poco la tobera con una
combustión, con mayor producción de calor.* Recuérdese lo que siempre tapa deslizable de ladrillo aislante (a veces basta con solo cerrar medio o un
decimos: "todo horno cerámico es un aparato de succión de aire hacia su centímetro la tobera para lograr que un homo estancado vuelva a subir en su
interior". Deficiencia de aire secundario se traducirá en exigua combustión, normal ascenso térmico). Una placa refractaria colocada delante de la entrada
derroche de gas (que no se quema totalmente) y, como efecto natural, falta de del quemador también puede reducir el acceso del aire secundario.
calor, insuficiencia de temperatura dentro del homo, que será incapaz de llegar
a la temperatura deseada, sobre todo si ella es alta (más de 1250 grados). E l E l color de la llama es buen indicativo del exceso de aire en el homo: el azul
ingreso del necesario aire secundario al interior del horno se regula con el pleno, sin tendencia a que la llama se separe o despegue de la boquilla, indica
tamaño de la abertura o agujero de entrada de llama al homo; dejando la un correcto contenido de oxígeno libre para la atmósfera oxidante. Por el
boquilla del quemador a cierta distancia de dicha entrada, sin meterla dentro de contrario, si dicho azul es algo transparente, o azulado verdoso, y tiende a
dieldo agujero (costumbre de muchos ceramistas e incluso industriales). E n despegarse de la boca del quemador, indica exceso de aire primario, el que hará
general, la boquilla del quemador debe hallarse a una pulgada al exterior de bajar la temperatura de llama.
dicho agujero, o poco menos. E l formato cuadrado o rectangular de dicha Todo quemador debe llevar, además, una llave de cierre, para alta presión
abertura, por su parte, hace posible el acceso de mayor cantidad de aire (llave esférica), la que da acceso al gas proveniente de la fuente. L a boquilla, por
secundario succionado hacia el interior del horno, a diferencia de ciertos otra parte, es el extremo por donde sale el gas y la llama: debe estar construida
agujeritos redondos, del tamaño de la boquilla del quemador, que no permiten con hierro negro, resistente a elevadas temperaturas. Si bien el tubo Venturi
e l l í b r e paso de suficiente cantidad de aire. E l tiraje del horno, por otra parte, puede fabricarse con metales más livianos y baratos (aluminio, etc.), ello no debe
es otro factor esencial para la correcta regulación del aire secundario. Adecuadas nacerse en el caso de la boquilla, la que se fundiría, en especial cuando el tiraje
chimeneas, en hornos de tiraje descendente; o generosas toberas en hornos de es deficiente y el calor retrocede (retroceso de llama). E n nuestros quemadores
tiraje ascendente; el modo de cargar piezas sin atiborrar el horno excesivamen- del tipo Condorhuasi, siempre colocamos un codo en el extremo de dicha
te, son tamben factores que determinan el bueno o deficiente tiraje, que es la boquilla, el que cumple la función de impedir el retroceso de llama y su ingreso
velocidad de circulación del aire caliente dentro del horno (secundario). al Venturi, a la vez que evita detonaciones (signo de pobre tecnología). Por otra
parte, es más cómodo y ocupa menos espacio armar e] equipo de combustión con
Es necesario regular y controlar exactamente el porcentaje de exceso de quemadores acodados que con rectos, tipo "lanzallamas". Claro que se trata de
aire existente en el interior del horno, de lo contrario éste no aprovechará las un costo adicional, que muchos fabricantes no e m p e ñ a d o s por cierto en la
calorías producidas y no llegará a su temperatura. U n homo buenísimo; calidad tratan de ahorrarse.
combustible óptimo; pueden sin embargo inutilizarse debido a mal funciona-
miento y manejo del nomo, por desconocimiento de la regulación del tiraje. Otro adminículo sumamente importante debe llevar todo buen quemador.
Más aún: casi diríamos que un buen quemador se diagnostica en seguida por el
hecho de que lleve o no este adminículo. Se trata del "cañito de reducción" o
"cañito de Chiti", como vulgarmente se lo conoce, ya que lo venimos utilizando
* Para que dicha combustión se haga plena y correctamente, se debe dejar una generosa desde 1970 en los quemadores que hemos ideado, y que cualquiera puede
cámara de combustión del gas en todo horno (o de la leña). El gas se oxida y arde por com pleto, fabricar pues los hemos puesto en el dominio público para que la cerámica se
entregando todo su poder calorífico, cuando le resulta posible tomar grandes cantidades difunda y no se estanque por causa de la voracidad de nadie. Este tubo o caño
de oxígeno en dicha cámara, proveniente del exterior (por succión). En hornos a gas, la
zona vacía que debe existir delante de los rompellamas, de 12 a 14 cms para hornos de
tamaño "estándard", actúa como eficaz "cámara de combustión". No se debe ser avaro al
armar el rompellamas. Cuando se hallan muy cercanos al agujero de entrada de llama, la *Ver en el Manual de Esmaltes Cerámicos, Tomo 3, Capítulo 14, cuadro de "Porcentajes de
combustión no se realizará eficientemente, con máximo rendimiento calórico. anhídrido carbónico para una correcta cocción oxidante, neutra o reductora".
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tiene a su vez una llave de cierre, ya que sólo sirve para hacer reducciones
ititensas, esmaltes de humo, lustres y reflejos. Se trata de u n tubo de medio
c e n t í m e t r o , que es capaz de conducir gas directamente al interior del horno, sin
mezclarlo con airé en el interior del Venturi. Su punto de partida se halla en el
conducto que trae gas directamente de la fuente, y por ú l t i m o se introduce en
el quemador practicando un agujero en la boquilla. Debe llegar casi a la salida
de la llama, de manera que, por succión, el combustible sin quemar y sin haberse
dosificado con aire primario, es absorbido al interior del horno (que es u n
aparato natural succión, si está bien diseñado), donde se quema parcialmente
debido a la temperatura reinante (no reducir antes de los 850 grados C pues es
inútil). E l gas no oxidado tiene m i enorme poder reductor, y t o m a r á o x í g e n o
dondequiera lo halle: en el esmalte, en las pastas de gres o porcelana, en la capa
del lustre. Los efectos reductivos son así sumamente intensos, m u c h í s i m o m á s
que las reducciones menos intensas que es posible hacer con sólo cerrar la
entrada de aire primario al quemador. En especial los esmaltes rojos Sangre de
Buey, los esmaltes de humo que hemos inventado en Condorhuasi en 1980
(rojos de cobre y dorados de nitrato de plata, de bajas temperaturas, difundidos
d e s p u é s por todo el m u n d o pero sin el debido reconocimiento auloral), así como
los lustres árabes, no son fáciles de lograr sin ese eficaz a d m i n í c u l o (el c a ñ o de
r e d u c c i ó n intensa o directa).
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ONÜOH sobre los m i l grados. Es p o r ello que los esmaltes industriales SOfl tan desabridos,
pues o b e d e c e r í a una cocción que no es regida por la mano y el control personal
del artesano. Huelen pues a esmaltes de bazar, por m á s pretenciosa que sea la
forma. Eso, por supuesto, sucede con la mayoría de los quemadores de uas
natural que se hallan en funcionamiento. Puede existir, no lo ponemos en duda,
quemadores de este tipo que hagan posible una regulación de atmósferas <lc m á s
amplia gama.
E n la actualidad existen m u y diversos tipos de quemadores a gas. Algunos
de ellos tienen el ventilador incorporado, pero ello siempre somete al ceramista
al costo de adquirir el ventilador; a la disponibilidad de e n e r g í a eléctrica, que
en muchos países de América Latina ahora es crítica, y, en el caso de que obtenga
e n e r g í a eléctrica permanente y sin cortes o interrupciones en el suministro,
d e b e r á soportar el costo adicional de la electricidad, no solamente e l del gas.
Nuestra experiencia nos indica que la libertad de maniobra que otorga al
ceramista el quemador atmosférico de alta p r e s i ó n , no la puede proporcionar
n i n g ú n otro sistema de combustión para hornos a gas. Los quemadores
atmosféricos nos independizan de la electricidad, y pueden instalarse en la cima
de una m o n t a ñ a , anhelo del sabio de la m o n t a ñ a o "Rishi". Por otra parte, la
instalación es efímera, pues al apagar el horno se retiran los quemadores y nadie
sabe si se ha horneado o no. Y, como si todo ello fuera poco, u n mismo quemador
atmosférico puede i r de u n horno a otro una vez terminada cada cocción,
ahorrando así el tener que adquirir varios quemadores si se dispone de varios
hornos. Por lo d e m á s (y no es problema de poca monta), el ventilador industrial
que necesitan los quemadores de gas-aire (para gas natural) es m u y ruidoso,
como una turbina, a diferencia de los quemadores atmosféricos, que son
silenciosos puesto que trabajan p o r succión natural o a s p i r a c i ó n del aire
atmosférico. Piénsese que u n horno a gas de t a m a ñ o mediano estará encendido
desde u n m í n i m o de a n c o horas hasta u n m á x i m o de diez, de acuerdo con su
capacidad, para cada cocción. Hemos estado en fábricas donde el nivel de la
c o n t a m i n a c i ó n p o r ruidos de los motores del sistema de ventilación del h o r n o
era monstruoso. Y en ese ambiente trabajan cientos de operarios 9 horas diarias,
cuyo sistema auditivo se deteriora irremisiblemente, sin p r o t e c c i ó n de ninguna
especie.
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Equipamiento adicional a l quemador
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(rosca), del d i á m e t r o adecuado al cabezal de los flexibles que conectan cada
garrafa al tubo.
Las conexiones flexibles de cobre que conectan cada cilindro al tubo
colector, deben ser de suficiente d i á m e t r o , no menor a los 9,5 m i l í m e t r o s cada
una. H a y flexibles de d i á m e t r o exiguo (8 milímetros), que dejan paso hasta 360
litros de gas por hora, lo que es insuficiente para u n quemador de 50.000
kcalorías. Con grosor de 9,5 milímetros, el mismo colector d a r á paso a 630 litros
de gas por hora. Una conexión de 13 milímetros dejará pasar, a su vez, 1640
litros de gas por hora. T é n g a s e esto m u y en cuenta al hacer la instalación y al
adquirir los colectores. Éstos deben tener cabezales de bronce, y soldaduras de
plata, especiales para gas de alta presión. Sirven para este uso los flexibles para
s u p e r g á s , con tal que tengan 9,5 milímetros de d i á m e t r o m í n i m o . N o usar
conexiones de goma salvo para pruebas.
T a n t o la c o n e x i ó n en la válvula de salida de la garrafa o cilindro, como la
rosca que conecta con el tubo colector, deben ajustarse perfectamente antes de
encender el h o m o . A d e m á s , conviene untar todas las roscas con u n scllador o Quemador atmosférico de alta presión: 10.000 kcalorías/h. Posee perfecta regulación de
atmósferas, y tubo de reducción intensa. Dos entradas independientes permiten hornear con
pasta especial, no fraguante, a fin de impedir fugas de gas; o t a m b i é n con cinta una sola o con dos garrafas a la vez, evitando el uso del colector. Con dos de estos quemadores
de teflón. Una vez bien ajustadas todas las roscas con llave inglesa, se abrirá el horneamos porcelana a 1300°. Mide 30 cm de largo.
gas y se p r o b a r á con agua jabonosa o detergente, aplicándolos a pincel, para
estar seguro de que no existen p e q u e ñ a s p é r d i d a s de gas. Piénsese que estamos Equipo de combustión: quemador conectado al tubo colector para ocho garrafas, por medio
trabajando con alta presión. J a m á s se h a r á esta prueba con fósforo o llama (eso deflexiblesde cobre.
es criminal). Si hubiera alguna p é r d i d a , enseguida se detectará porque el j a b ó n
se hincha, burbujea o ampolla intensamente.
N o debe haber n i n g ú n tipo de regulador de presión entre cada garrafa y
su conexión. En otras palabras, a diferencia de lo que acontece cuando se trabaja
en baja presión, como para alimentar una cocina a gas envasado, no se u s a r á
regulador de presión, para quemadores a gas de alta presión. La garrafa pues
trabaja así consolida directa, y entrega toda su p r e s i ó n a l q u e m a d o r (el regulador
la bajaría a la atmosférica, que es insuficiente). Algunos gasistas en nuestra
ciudad han aconsejado al ceramista que a c u d i ó a ellos que colocara el regulador,
con lo que el quemador no p e r m i t i r á que el horno llegue a altas temperaturas.
N o se precisa instalar m a n ó m e t r o s n i n i n g ú n tipo de elementos e x t r a ñ o s
a los que requiere el equipo que detallamos. Con todo, si alguien desea controlar
la p r e s i ó n cíe trabajo, puede instalar un m a n ó m e t r o , con tal que éste no rebaje
la p r e s i ó n n i el d i á m e t r o del conducto de gas. Cuando la p r e s i ó n baja de las 3
atmósferas, se d e b e r á cambiar los envases de gas, pues es señal de que e s t á n
agotados (no hay p r e s i ó n suficiente, y el h o m o ya no sube").
Si u n h o m o , p o r ejemplo, llevará cuatro quemadores por causa de su gran
t a m a ñ o , se d e b e r á disponer de dieciséis garrafas (cuatro para cada quemador).
N o hacer como el terco ceramista de Pilar que hizo su h o m o con cuatro
quemadores, pero intentaba hacerlos funcionar con cuatro cilindros... Esta
advertencia es necesaria ya que éste suele ser uno de los defectos o errores que
se comete con mayor frecuencia. Muchos piensan que con u n solo cilindro de 40
kgs de GLP (gas envasado) p o d r á n ahorrarse el trabajo de conectar cuatro
garrafas de 10 Kgs... Craso error, pues la presión de un cilindro de 40 kgs es igual
que la de una garrafa de 10 kgs. U n cilindro solo se congelará y no e n t r e g a r á
p r e s i ó n suficiente. O t r o ceramista intentaba hornear "por tumos"...: calando se
te congelaba una garrafa de 10 kgs la cambiaba por otra en estado normal... y
así sucesivamente. Todas ellas son soluciones que no permiten llegar a tempe-
raturas altas, de 1250 grados o más.
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Las garrafas pierden presión a ú n cuando su contenido no se ha agotado Ladrillos refractarios comunes (pesados) servirán para apoyar el quemador
por completo. Puede quedar un residuo de hasta el 20 por ciento de gas alfondo, durante la cocción. Esto para el caso (que nosotros recomendamos) «le quema
o algo más. Ese combustible se desaprovecha, pero puede sin embargo servir dores no fijos, que se alejan del horno una vez terminada la bornad. • U n o de
para comenzar las cocciones, cuando se debe hornear a llama m u y baja y no se estos ladrillos servirá para o b t u r a r p o r fuera el agujero de entrada de la llama,
precisa tanta presión. U n quemador a llama muy baja consume diez veces menos cuando la cocción este terminada. N o se debe permitir que el aire frío entre al
que a l m á x i m o . E n tal caso, en Condorhuasi hemos ideado el siguiente m é t o d o horno, succionado por el tiraje que, a horno caliente, es grande y e n é r g i c o , pues
para no desaprovechar gas. Hacemos u n tubo colector con ocho entradas para de ese modo las piezas y placas pueden agrietarse. Se debe tener no menos de
conexiones en vez de cuatro. A u n lado del colector conectamos cuatro garrafas 6 a 8 ladrillos refractarios comunes (para chimeneas) p o r cada quemador.
ya usados; y, al otro lado del mismo tubo, cuatro nuevas. Abrimos solamente las
cuatro garrafas usadas para comenzar la cocción, que siempre se h a r á a llama
muy baja para evitar la explosión de piezas por calor súbito. Estas garrafas ya
usadas generalmente permiten llegar hasta los m i l grados, con llama m á s baja Funcionamiento del quemador
y a menor presión. No permitirían, sin embargo, llegar a los 1250 grados C, pues
para ello se requiere presión m á x i m a . Cuando vemos que el horno ya no sube
Una vez conectadas las garrafas o cilindros al colector, y todo puesto en
de temperatura, se cierran las garrafas o cilindros anteriormente usados, y se
iosición, con el quemador bien apoyado sobre ladrillos, se c o m p r o b a r á que se
abren los nuevos. Se verá enseguida cuánta diferencia existe entre los envases
nuevos y los usados: la llama se aviva y la p r e s i ó n sube a l punto de que es preciso
ftalle cerrada la llave de paso de gas del quemador (y la llave general si la hay).
Se a b r i r á n todas las garrafas, las que volcarán gas a l interior del tubo colector,
cerrar u n poco la llave general de entrada de gas al quemador.
el que se llenará de gas a presión y actuará como un cilindro más que equilibra
Para quemadores de 10.000 kcalorías/hora es posible usar conexiones no las presiones. A continuación se e n c e n d e r á el hisopo con alcohol y se lo colocará
metálicas; pero con la advertencia de que ellas serán de goma con tela reforzada por debajo del agujero de la boquilla del quemador (nunca encima). Se abre de
en su interior. N o usar las de plástico o goma sin refuerzo de tela, la que se ve golpe y bastante la llave de paso del quemador, y el gas debe encenderse con
a simple vista pues es tramada. Piénsese que deben ser aptas para alta presión. normalidad, sin retroceso de llama y —sobre todo— sin detonar. Para u n
correcto encendido, previamente se d e b e r á cerrar casi del todo la arandela del
Estos quemadores m á s chicos, con mangueras de goma reforzada, deben registro de aire al Venturi, pues, si se halla muy abierta, el exceso de aire
llevar abrazaderas en los extremos. Éstas s e r á n de buena calidad, t a m b i é n para primario t e n d e r á a apagar la llama, más a ú n con el quemador y el horno fríos.
alta presión. N o usar las del tipo "cinta", sino las de dos alambres paralelos que
tienen mejor apriete y son mucho m á s seguras. T o d a cocción se debe comenzar a llama oxidante, al menos hasta los 850
grados C. La regulación del aire primario se controlará a cada etapa de la
N o usar conexiones de goma para alimentar grandes quemadores de cocción. Para ello se o b s e r v a r á si la llama tiende a despegarse de la boquilla, o
50.000 kcalorías. Ellas sí son aceptables para quemadores p e q u e ñ o s , de hasta si, en cambio, es firme, azul y sonora (signo de oxidación). La llave de entrada
10.000 kcal/h. Cada garrafa debe hallarse a una distancia m í n i m a de 2 metros del gas, que controla la cantidad de gas que entra al V e n t u r i v, con ello, la
cnire ella y la llama del quemador, por razones de seguridad. potencia de llama, se abrirá muy poco al comenzar la cocción. Incluso si la carga
Para quemadores o equipos de hornos muy grandes, cuyo poder calórico está algo h ú m e d a , es posible encender y apagar el quemadorcada diez minutos,
supere las 500.000 kcalorías/hora, es obligatorio instalar u n piloto, que es u n pata no acelerar el secado. Poco a poco, se abrirá gradualmente la llave de
quemadorcito p e q u e ñ o adicional, permanentemente encendido. Si ocurriera ciii rada de gas, a fin de aumentar la temperatura. Se debe estar bien seguro de
algún percance y el quemador principal se apagara, el piloto facilita el reencendido. que no existen piezas h ú m e d a s dentro del horno, y cuídese especialmente si se
Para equipos de t a m a ñ o normal, sin embargo, no aconsejamos su uso. Ello sí es hornea piezas gruesas (con delgadas no hay problemas). A mayor cantidad de
aconsejable para grandes hornos industriales. Dígase lo mismo de los aparatos gas la exigencia de aire al V e n t u r i (primario) será correlativamente mayor. Pero
con corte a u t o m á t i c o , programadores de cocción, etc. Para nosotros, artesanos no debe excederse en cuanto a la cantidad de aire primario. Exceso de o x í g e n o
o artistas, la cocción es creativa, y "hornear es un arte". Sin control personal del dentro del quemador da llama sonora y muy azul. Cantidad adecuada de
ceramista se evanesce el aspecto creativo de nuestro arte sobre el proceso de o x í g e n o da llama sin sonoridad, y menos azulada, que tiende al verdoso claro
cocción. (liando la atmósfera es neutra (idealpara cocciones eficientes, con no m á s del
El pirómetro sí es u n accesorio indispensable para hornear, al igual que los !t por ciento de o x í g e n o en el Venturi). U n buen p i r ó m e t r o digital p e r m i t i r á i r
conos p i r o m é t r i c o s . Los m á s recomendables son los digitales, que dan lectura controlando el ritmo de ascenso de la temperatura, que puede ser desde 150
n u m é r i c a y no por aguja. En el Capítulo anterior, al hablar del "Buen control grados C por hora hasta 180 grados/hora. Esto equivale a 2,5 grados por m i n u t o
de la temperatura", nos hemos referido específicamente a este tema. para 150 grados por hora; y a 3 grados de ascenso por minuto para 180 grados
horarios. Ese ritmo de ascenso térmico es u n promedio. Ciertas piezas delgadas,
U n hisopo servirá para encender el quemador. Éste se hace con u n alambre
mticst ras, etc. pueden tener un ritmo de ascenso de la temperatura algo mayor.
m á s bien grueso, de unos 50 cms de largo, a cuyo extremo se adhiere u n trozo
1 lasta 200 grados p o r hora en las primeras etapas de la cocción puede
de a l g o d ó n . Antes de encenderlo, se e m b e b e r á el a l g o d ó n con alcohol de
i nnsiderarse dentro de lo normal, para todo tipo de horno y de combustible.
quemar. N o se debe acercar u n fósforo, n i u n encendeor al quemador, n i menos
Siempre conviene hornear a llama neutra antes que en oxidación. Así la
la cara del ceramista.
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cocción será m á s eficiente, sin derroche de combustible. Sobre todo d e s p u é s de presión en la batería de cilindros, los que ya se han agolado, o se bailan sin
los 600 a 800 grados es aconsejable la atmósfera neutra. Se continuara con e l presión. Exceso o deficiencia de tiraje, t a m b i é n puede ser causa frecuente de
mismo ritmo d é ascenso t é r m i c o hasta llegar a la temperatura deseada, a llama poco ascenso de la temperatura (el horno se estanca). Como se ve, un horno es
neutra si los esmaltes son de atmósfera oxidante. Si son de atmósfera reductora, un sistema de variables. Como en el ser humano, nunca actúa una sola causa, sino
sólo se p o d r á reducir desde los 850 grados C en adelante (nunca antes). Cada varias a la vez, concomitantemente.
esmalte reductivo (rojos de cobre), o cada pasta (porcelana), tienen sus rangos
térmicos en los que se debe reducir. Ello se leerá en sus artículos respectivos en
el Diccionario de Cerámica. Normas de seguridad e higiene
A l llegar a la temperatura deseada, se a p a g a r á el horno. Para ello,
simplemente se c e r r a r á la llave de entrada de gas que tiene todo quemador, Nunca el autor vio n i supo de accidentes con hornos a gas; y sí muchos
h a c i é n d o l o de golpe, sin titubeos. Se retirará u n poco hacia a t r á s el quemador, electrocutados con hornos eléctricos. Es esencial controlar todas las conexiones
y se t a p a r á el agujero de entrada de llama con u n ladrillo refractario, o trozo de antes de encender un horno, con agua jabonosa o detergente y agua (se pasa con
placa de horno, por fuera. N o esforzarse en taponar h e r m é t i c a m e n t e la entrada u n grueso pincel). J a m á s se acercará llama a los cilindros de gas, n i se los a g i t a r á
de llama, pues u n poco de aire siempre debe entrar al interior del horno (dejar ni revolverá. Las abrazaderas para tubos de goma deben ser seguras y firmes,
una rendija de medio c e n t í m e t r o , poco m á s o menos), pues para que el calor con tuercas nuevas. Casa muy importante es asegurarse de que las llaves del
salga p o r la tobera, debe entrar aire p o r alguna abertura. La tobera se o b t u r a r á quemador sean para alta p r e s i ó n , cosa que no todos los fabricantes cumplen.
aunque no del todo, pues se debe tratar de que la mayor parte del calor Hemos visto quemadores con llaves para baja p r e s i ó n (hasta una a t m ó s f e r a ) ,
acumulado durante la cocción salga por allí, y no por conducción calórica a cuando d e b í a n resistir hasta 6,5 atmósferas de presión. Las soldaduras de los
través de las paredes del horno. Uno o dos c e n t í m e t r o s de abertura en la tobera flexibles no pueden ser de e s t a ñ o (útil sólo para agua), sino de plata.
es suficiente para hornos chicos o medianos.
La norma de seguridad para hornos a gas es asegurarse bien de que n o haya
Si se desea hacer reducciones muy intensas, se abrirá en las etapas t é r m i c a s gas acumulado en e í i n t e r i o r del horno antes de encenderlo. Eso si p o d r í a ser
en que sea necesario la llave que da entrada al gas en el caño de reducción. Se causa de accidentes. Este percance sucede con hornos de instalación fija, para gas
verá que la llama se torna amarilla y que sale u n cono de r e d u c c i ó n t a m b i é n natural. A l quedar la boquilla del quemador siempre ante la abertura de la llama,
amarillento por la tobera, si e l horno es de tiraje ascendente. Cuando se reduce y dado que todo horno succiona aire hacia arriba por su natural tiraje, si hay una
violentamente, saldrá carbono (humo negro) por la tobera, que e n n e g r e c e r á p é r d i d a de gas, por m í n i m a que sea, el horno se irá llenando de gas sin advertirlo
ladrillos y paredes. Esto es necesario para "esmaltes de h u m o ' . el ceramista. A l encenderlo, puede ocurrir una d e t o n a c i ó n si e l gas existente es
Cuando se va a reducir cerrando solamente la entrada de aire al Venturi, poco; o una explosión si es mucho el acumulo. En nuestros horno, con tapa
no es preciso abrir o trabajar con el caño de r e d u c c i ó n intensa. Ésto se da en e l superior suelta (sin cierres), no existe problema al respecto, ya que la pesada tapa
caso de la cocción de porcelana, p o r sobre los 1150 grados C. Para lograr una sa li a ría unos c e n t í m e t r o s hacia arriba si ocurriera ese percance. Pero con hornos
r e d u c c i ó n normal, es decir, moderada, simplemente se c e r r a r á u n poco m á s la cuadrados, y con pesadas puertas, éstas c e d e r í a n al producirse la explosión,
arandela del registro de entrada de aire al Venturi. A l haber poco aire y mucho Oyendo la puerta sobre la persona que se halle m á s cerca. Se debe estar
completamente seguro de aue no hay gas dentro del horno antes de su encendido: esta es
as en el quemador, la atmósfera se volverá necesariamente reductora, pero sin
S umo negro. E n este caso t a m b i é n debe salir u n cono de r e d u c c i ó n anaranjado
or la tobera. Cuanto m á s largo sea este cono de llama, tanto m á s intensa será
la 1101 nía de seguridad para n o olvidar nunca. Con quemadores atmosféricos
como los de tipo Condorhuasi, que recomendamos nosotros, n o puede existir
E i reducción. E l público no compenetrado piensa que se trata de llama que sale
del horno cuando ve este cono. En realidad se trata de un f e n ó m e n o químico.
esc riesgo, ya que al terminar la cocción el quemador es retirado a o t r o lugar
donde se guarda. Así es imposible que una fuga de gas penetre dentro del horno.
Kl prebarndo de un horno a gas, con ventilador centrífugo, es la o p e r a c i ó n de
A l haber una atmósfera reductora dentro del horno, existe en su interior seguridad que consiste en encender el ventilador o soplador de aire unos
m o n ó x i d o de carbono (CO), sin oxígeno libre. Este gas es á v i d o de combinarse minutos antes que la llama del gas. Así será barrido del interior del h o r n o
con el o x í g e n o , y lo obtiene de donde puede. A l salir p o r la tobera del horno, se cualquier a c u m u l a c i ó n gaseosa que pudiera existir.
convierte inmediatamente en a n h í d r i d o carbónico (CO2), con intenso despren-
dimiento de calor, llama y luz. Es e n e r g í a química convirtiéndose en e n e r g í a
calórica. Así se forma el "cono de r e d u c c i ó n ' . Si u n horno se apaga estando en funcionamiento, éste se r e e n c e n d e r á solo
por el propio calor del h o m o , con solo abrir nuevamente la llave si se la c e r r ó .
Si el horno se estanca en medio de ra cocción y "no sube", ello puede Pero ello no sucederá p o r debajo de los 450 a 500 grados. Se acercará
deberse a mala regulación del quemador. Exceso de aire primario en el V e n t u r i , nuevamente el hisopo para reencender u n h o m o si no se halla todavía m u y
generalmente es e l responsable. Casi todos los hornos a gas y quemadores que caliente.
el autor ha visto funcionando en fábricas, etc., t e n í a n muy mala r e g u l a c i ó n del En caso de que ocurriera u n percance serio, como que una manguera se
aire primario. Generalmente se piensa que, a llama sonora y potente, m u y azul, suelte o explote debido a que no soporta la presión del gas, o que una llavepierda
el h o r n o subirá m á s r á p i d o , cosa tan alejada de la realidad. Si se "toca" la gas y éste se encienda, se d e b e r á cerrar inmediatamente todas las garrafas. Esa
arandela que regula el aire primario, cerrándola un poco, se verá que casi es la m á s segura medida que se ha de tomar. Luego de apagado el quemador,
siempre el horno comienza a subir. Otras de las causas puede ser la falta de
194 195
se h a r á n las reparaciones necesarias. Siempre se debe tener a la mano herra-
mientas adecuadas; y, para casos graves, unas frazadas o toallones mojados. Si
ocurriera u n accidente de incendio de una garrafa (cosa de que j a m á s hemos
tenido noticia), sin atemorizarse se cerrará su llave de paso, con lo que ya no
saldrá gas y se e x t i n g u i r á la llama. Las garrafas "no explotan". L o que puede
suceder es que a l g ú n inconsciente abra de golpe la l i a d e una garrafa y el
chorro d é contra un quemador encendido. Eso puede suceder a ú n estando a m á s
de un metro de la llama. Cerrando la llave de la garrafa, y envolviéndose la mano
con una frazada mojada, si es que hay llama, no habrá mayor peligro. En todos
estos casos, nunca asustarse.
T o d o horno a combustible despide gases nocivos ( a n h í d r i d o carbónico,
m o n ó x i d o de carbono, gases sulfurosos, flúor, etc.). N o se debe respirar los
desechos gaseosos, sino derivarlos al exterior. Lo mejor es ubicar el horno en
exteriores, al aire libre pero bajo u n alero o techado no cerrado por los cuatro
lados. Los hornos eléctricos también despiden gases cáusticos y tóxicos (flúor),
por lo que no d e b e r í a n trabajar en ambientes cerrados. J a m á s en invierno cerrar
las ventanas si los hornos se hallan funcionando en habitaciones cerradas.
Especialmente al reducir, no respirar los humos negros, donde existe mayor
c o n c e n t r a c i ó n de los mencionados gases.
El cono interno de toda llama es incoloro y reductor. N o se lo distingue pues 1 a llama reductora, p o r su parte, es amarilla y fuliginosa (desprende
es oscuro, ya que allí no hay combustión. Está formado por gases sin quemar, que hollín). Por ser carente de oxígeno, en su interior no existe temperatura
provienen del interior del quemador: en realidad es una mezcla de gas y de aire suficiente para realizar la combustión eficiente y con desprendimiento de calor
cuya temperatura no ha llegado a ú n al punto de inflamación. Es la zona de elevado. El carbono no oxidado, que no ha entrado en combustión, se desprende
temperatura menor, carente de oxigeno. Envolviendo esta zona, se halla el cono al exterior de dicha llama d e r r o c h á n d o s e el combustible que no se transforma
intermedio o verdoso, que es el de mayor luminosidad. A él llegan las partículas en calor. Esta atmósfera es ineficiente desde el punto de vista térmico, p e r o es
provenientes del cono interior, donde se descomponen en forma de vapores y altamente útil al ceramista para obtener ciertos esmaltes y efectos reductivos
sufren una c o m b u s t i ó n incompleta, en la que arden y se descomponen el especiales.
h i d r ó g e n o y el a n h í d r i d o carbónico. La combustión del h i d r ó g e n o eleva la
temperatura, y deja libre al carbono que, en forma de finas partículas, se separa
del Hidrocarburo combustible. El carbono llega luego a la zona exterior, o cono
azul, donde se calienta a elevadas temperaturas, superiores a los 1400 grados C. C a p a c i d a d c a l ó r i c a - c o m r a m o de gas-poder c a l o r í f i c o
Allí las partículas carbonosas se ponen incandescentes y se oxidan (se queman),
desprendiendo calor y luz anaranjada. En la periferia de este cono se produce
Para deducir una de las anteriores variables conociendo otras dos de ellas,
la c o m b u s t i ó n completa del gas, previamente descompuesto en la zona interme- se u s a r á n las siguientes fórmulas:
dia. La abundancia de oxígeno, que es tomado directamente del aire, hace
posible esta combustión. Si se da ingreso a mayor porcentaje de aire primario
en el interior del V e n t u r i , se avivará m á s a ú n la combustión y la temperatura de 1) Para deducir la capacidad calórica de un quemador, se multiplicará el
consumo por hora (en m ' ) de ese quemador, por el poder calorífico del gas usado
196 197
3
no puedan penetrar en su interior impurezas, granos de arcilla, suciedad. B
(en kcal/m'). Por ejemplo: sea un quemador cuyo consumo es de 2,2 m p o r h o r a grasa, que son capaces de obstruir el inyector. T o d o buen quemador debe pool i
de gas envasado c o m ú n (no "supergás"). Multiplicando 2,2, por 22.500, tendre-
mos 49.500 kcal/h de capacidad calórica (prácticamente 50.000 kcalorías). [>ermitir un fácil acceso al inyector, y poder desarmarlo fácilmente, p a n I I I
impieza.
Las roscas d e b e r á n revisarse, así como las llaves. Si el tubo colector «le
2) Para deducir el consumo de un quemador a gas, se dividirá la capacidad hierro de halla oxidado en su interior, se lo limpiará y lavará m u y bien con
calórica del quemador por el poder calorífico del gas usado (según sea natural, querosene. De allí provienen casi todos los problemas p o r taponamiento de los
envasado "de tercera" o envasado "de primera"). Por ejemplo: un quemador de inyectores. La misma p r e s i ó n del gas arrastra las partículas de ó x i d o de hierro
50.000 kcal/h que se alimente con GLP "de primera (supergás), cuyo p o d e r y las deposita en el inyector, a veces en mitad de una cocción, a r r u i n á n d o l a .
calorífico es de 24.000 kcal/h, t e n d r á el consumo de surja de dividir 50.000 por
24.000, lo que da por resultado 2,08 m'/h.*
199
con arena. E l gas envasado h ú m e d o no gasifica con todo su poder calórico, lo cual
es causa t a m b i é n de caída de presión.
Recordamos usar gas "de primera", en tubos de 30 a 45 kgs o más. Este tipo
de gas contiene mucho m á s propano que el gas c o m ú n o "de tercera", y —sobre
todo— entrega el doble de presión para un mismo volumen de gas. La p r e s i ó n
del gas existente dentro de los cilindros no se suma: se empareja o se equüibra. Si
2
cuatro cilindros, p o r ejemplo, tienen cada uno 4 kg/cm de p r e s i ó n , la presión
2
total de salida que se entrega al quemador será de 4 Kg/cm . Ñ o hornear con tres
garrafas llenas y una vacía, ya que ello equivale a hornear con una batería de tres
garrafas cuando lo correcto es usar cuatro a la vez. De no hacerlo, el horno n o
subirá de temperatura, o se estancará a 900 grados C.
G r a n d e s consumos
Enormes depósitos de gas licuado (propano) para abastecer consumos de GLP a granel (gentileza Agip
Argentina).
200 201
se le conectará un regulador de la presión de salida del GLP. Existen reguladores
2
para alta presión, capaces de mantener presión constante, entre 3 y 5 kg/cm ,
bajo diferentes condiciones climáticas. Ya sabemos que en invierno baja mucho
la p r e s i ó n del gas. A fin de mantener presiones constantes para quemadores que
trabajan a "alta presión", la instalación del equipo posee un aparato vaporizaaor-
cedentador, que funciona a gas (no con electricidad), y es similara un termotanque.
Ese aparato calienta la parte gaseosa que existe dentro del depósito de GLP, y
de ese modo la presuriza a ú n con temperaturas climáticas bajo cero. Dentro del
d e p ó s i t o existe gas licuado, que nunca debe llenarlo por completo, sino hasta un
80 por ciento de su capacidad. En el 20 por ciento restante, existe gas vaporizado,
que es el que se calienta hasta hacer subir la presión a lo requerido por la
instalación y los hornos.
Existen empresas que instalan el tanque y los accesorios, conductos, etc.;
mientras que otras empresas gasistas llenan a pedido el depósito cuando sea
necesario. Se debe calcular el consumo total de GLP de la planta, a fin de instalar
u n depósito cuya capacidad permita un llenado cada mes, aproximadamente.
E n una tabla anterior se expresa que el GLP "de primera" (propano) entra
en ebullición a 42 grados bajo cero, es decir, pasa del estado líquido al gaseoso.
Al estar comprimidos dichos vapores dentro de un cilindro de acero grueso, se
establece u n equilibrio entre fase líquida y gaseosa, la que a su vez depende de
la temperatura ambiente. A medida que ésta sube, la vaporización (y la presión")
será mayor. A una temperatura ambiente de 18° C la p r e s i ó n dentro de un
2
cilindro lleno será de 7 atmósferas (7 kg/cm ). Pero a temperaturas frías, dicha
p r e s i ó n bajará mucho, hasta reducirse a cero si hay consumo en exceso.
Para entrar en ebullición, el propano necesita energía, ley de todo ente 5 o « O Q- m lO T J O
? -o g a.raQ _ C O </) ' =
natural que cambia de estado. Este gas precisa 85 calorías por kilogramo para ca> ca>
transformar u n kilogramo de líquido en vapor (gas). A temperatura climática
constante, ese calor será suministrado por el líquido mismo (GLP), que se t o e í - -v m t c
enfriará: ello sucede cuando se abre la garrafa o cilindro y el gas vaporizado
encuentra su salida al exterior. Nuevas cantidades de gas d e b e r á n reemplazar - QJ
al que se ha consumido, lo que d e m a n d a r á y restará m á s calor (todo trabajo o
consume energía). Si el caudal de consumo se mantiene dentro de u n cierto
límite, el cilindro continuará brindando gas a presión constante sin enfriarse
demasiado. Pero si el caudal de consumo es excesivo para la capacidad de una
&S881ÍI-8S
g S o a>r^ o o cna-
garrafa, ésta se escarchará primero, se congelará d e s p u é s , y la presión se
™g 5>
r e d u c i r á a cero, lo que h a r á que se apague el quemador y la cocción n o prosiga.
Este proceso se observa fácilmente cuando el ceramista ha llegado a tempera-
turas elevadas, d e s p u é s de varias horas de cocción, y comprueba impotente que
Ipil
su horno se estanca y no sube: es que las garrafas han perdido p r e s i ó n , o, en otros
t é r m i n o s , se han enfriado demasiado. a> « o C <o <>
/ Sn o
202
nivel estable y sostenido. Es lo que denominamos "superficie de absorción de A l no poder usar vaporizadores para garrafas o cilindros, el (alor fallante
calor", que es el á r e a metálica del cilindro o garrafa expuesta al aire exterior, o se debe tomar del medio ambiente a través de la pared del cilindro Si el tiempo
temperatura ambiente. De esa superficie precisamente el GLP existente dentro es m u y frío ello resultará imposible. Si protegemos los cilindros con lelgopor
del balón absorbe calor ambiental, necesario para compensar las calorías que (dentro de una caceta o a l g ú n recurso similar), un poco se p o d r á « o m p e n s a i la
recisa para seguir vaporizando, o sea, para continuar dando gas a alta presión, falta de calor ambiental. Sin embargo, la mejor solución es hacer un buen < .i le t i l o
f sta superficie de "absorción de calor ambiental" es el factor predominante en
lo referente a presión. Los cilindros chicos ofrecen una superficie m u y p e q u e ñ a .
del poder calórico del quemador usado (o quemadores), para alimentar el hoin< i
sin sobrepasar la capacidad o caudal m á x i m o que puede brindar cada cilindro,
Cuando el líquido en su interior se enfría, es poco el calor que pueden tomar del s e g ú n su t a m a ñ o , lo que se expresa en la tabla que damos a continuación.
ambiente para compensar la diferencia. Pero u n cilindro grande, de 50 kgs por R e c u é r d e s e que el tipo de gas usado es t a m b i é n otro factor fundamental:
ejemplo, tiene una amplia superficie metálica en contacto con el aire extenor, el propano tiene un poder de vaporización muy superior al del butano, que es
del que toma calor para sostener su caudal de consumo sin que baje la presión el usado para garrafas comunes de uso casero. Los cilindros de mayor t a m a ñ o
del mismo. Es por ello que un cilindro de mayor capacidad p e r m i t i r á mantener (desde 30 kgs en adelante) tienen una mezcla de gas en que el propano
por m á s tiempo que otro chico una presión elevada. predomina en u n 80 por ciento.
Por otra parte, un cilindro que se consume, va reduciendo la "superficie de En resumen: cinco son las causas que inciden en cuanto a mantener alta
absorción del calor ambiente": ésta es la causa por la cual una garrafa a medio p r e s i ó n para u n h o m o a gas licuado. 1) El factor ambiental es fundamental y el
nivel ya no brinda la misma presión que proporcionaba al principio, cuando m á s importante (días fríos hacen descender la presión al m í n i m o ) . 2) El tipo de
estaba llena. El quemador comienza entonces a perder fuerza de llama y la gas usado es otro factor esencial: usar siempre el gas que entrega mayor p r e s i ó n
temperatura del horno desciende o no sube. al quemador (gas de "grado 1", consistente en propano con algo de butano). El
Con todo, el factor climático es el m á s importante en cuanto a mantener la butano entrega menor presión, y con días fríos no se comporta satisfactoriamen-
iresión constante y sostenida. Días templados o calurosos permiten hornear a te para grandes consumos en cilindros. 3) La "superficie de absorción de calor"
Ímena p r e s i ó n a ú n con las garrafas bastante vacías, m á s a ú n cuando están que tenga un cilindro, incidirá en la presión: cilindros llenos o m á s grandes
t e n d r á n mayor superficie de absorción térmica; y p e q u e ñ o s cilindros t e n d r á n
expuestas al calor solar, mientras que en días muy fríos, con temperatura bajo
cero, no hay presión suficiente n i con cilindros a mitad de su capacidad. Esto se una reducida superficie de absorción de calor ambiental. 4) La superficie de
contrarresta instalando una batería de garrafas o cilindros, de manera que el vaporización del gas licuado, cuando es mayor, h a r á que se volatilice mayores
caudal de gas que exige el quemador no sea excesivo para la capacidad que cantidades de gas licuado, lo que h a r á subir la presión. 5) E l caudal de consumo
tienen las garrafas. Teniendo en cuenta el caudal de m á x i m o consumo que de gas licuado, cuando es excesivo para la capacidad de entrega de un cilindro,
puede brindar un cilindro de determinada capacidad, no se p r o d u c i r á el h a r á que éste se enfríe y la presión disminuya. Si el enfriamiento es grande, la
f e n ó m e n o de escarcha o congelamiento del gas, que hace descender la p r e s i ó n garrafa se escarchará o se congelará, con lo que la presión puede llegar a "cero".
a un m í n i m o o a cero.
Para hornear sin problemas de baja presión en días fríos, todo consiste en CONSUMO MAXIMO Q U E PERMITE UNA CARRAFA O C I L I N D R O
llegar a un punto de equilibrio, en que el frío (calor cedido) que produce el (en gramos por hora)
consumo de gas, se equilibre con el calor que el cilindro loma del ambiente a
través del metal. Para llegar a ese equilibrio, se debe limitar el caudal de
consumo que se exige a cada cilindro, lo que controlará la cantidad de frío que Garrafa o cilindro de kgs: Permite un consumo de:
se produce. Una batería de garrafas en sene r e p a r t i r á entre muchos cilindros u n 10 300 a 400 gramos por hora
mismo consumo, con lo que el enfriamiento se repartirá t a m b i é n y ninguno se
congelará. 15 500 a 600 gramos por hora
30 900 a 1000 gramos por hora
Grandes depósitos de m i l o m á s kilogramos de GLP llevan un aparato
denominado "vaporizador", el que es una especie de termotanque, que retira en 50 1300 a 1400 gramos por hora
forma automática GLP del interior del depósito, y lo devuelve vaporizado y
calentado, de manera de contrarrestar la falta de calor, generado por dos causas
combinadas: el gran consumo de gas (que lo enfria), y el factor climático de Si u n quemador de 10.000 kcalorías consume 800 gramos de GLP por hora,
temperaturas inferiores a los 11 ° C, que se acentúa a medida que la temperatura a l i m e n t á n d o l o con dos garrafas de 10 kgs cada una se cubrirá su exigencia
desciende más. Los días muy fríos el vaporizador trabajará más. Y los calurosos, calórica sin que los envases se congelen.
no t e n d r á necesidad de funcionar. Todo depende, como vemos, de esas 85 U n quemador de 50.000 calorías consume 4 kgs de GLP p o r hora.
kcalorías por kg que precisa el GLP para vaporizarse y mantener su p r e s i ó n . Si R e q u e r i r á , pues, una batería de 4 cilindros de 30 kgs de gas licuado, los que
no las puede tomar del medio ambiente pues el día es frío, el líquido se enfria p r o v e e r á n dicha cantidad de GLP. O bien 8 cilindros de 15 kgs de GLP cada uno.
y pierde presión progresivamente. Para compensar el calor deficiente capaz de Piénsese, sin embargo, que sólo al final de la cocción se abre del todo la llama
mantener alta presión sostenida, actúa el vaporizador, que funciona a gas (usa del quemador, en un h o m o bien calculado t é r m i c a m e n t e . A media llama u n
calor para elevar la presión dentro del deposito). quemador de 50.000 calorías consumirá apenas 25.000 kcalorías/hora.
20-1 205
Q U E M A D O R E S A A C E I T E S DERIVADOS D E L PETRÓLEO arruina los esmaltes, o bien obliga a utilizar cacetas protectoras con el consi-
guiente costo y quita de espacio útil dentro del horno. Se debe utili/.n ai cites no
azufreros, pues su contenido de azufre puede variar bastante entre uno y otro,
Los aceites combustibles derivados del p e t r ó l e o son varios. M á s "livianos" en función del origen, zonas petrolíferas, proceso de refinación , etc.
unos, como el gas oil y el q u e r o s é n ; y más "pesados" o viscosos otros, como el fuel E n la Primera Parte del libro, en el Apartado "Combustible y tipo de hor-
o i l o el diesel oil. E n la tabla denominada "Poder calorífico de combustibles no", hemos hecho diversas consideraciones referentes a cada combustible y sus
sólidos y líquidos", a l final de la Segunda Parte del libro, proporcionamos la ventajas o desventajas. Antes de hacer el horno, se debe saber con seguridad cuál
cantidad de kcalorías p o r k g que entrega cada uno de ellos. combustible se usará, ya que esa decisión d e t e r m i n a r á la construcción, materia-
Todos estos aceites derivados son hidrocarburos, o mezclas de hidrocarbu- les, formato y t a m a ñ o . En la actualidad los quemadores que funcionan con
ros petroleros, que reciben tratamientos de refinación específicos. Casi todos aceites derivados se usan cada vez menos, pues han sido reemplazados casi en
ellos contienen nasta un 85 por ciento de carbono y un 14 por ciento de su totalidad por los de gas, natural o licuado; atmosféricos o con ventilador. U n
h i d r ó g e n o , más cierto porcentaje de azufre, que puede llegar al 1 por ciento. E l quemador atmosférico a gas licuado (GLP) es sumamente barato en compara-
azufre es u n elemento pernicioso para la cocción de productos cerámicos, pues ción con u n buen quemador a gas o i l , y, sin embargo, el de gas será sin lugar a
dudas mucho mejor desde todo punto de vista: quemador sencillo para manejar
y construir; cocciones limpias, sin olores ni riesgos por almacenamiento de
combustible; mejor regulación de atmósferas: oxidante, neutra o reductora;
mayor facilidad para llegar c ó m o d a m e n t e a elevadas temperaturas; escaso peso
y facilidad de- traslado; obtención de esmaltes de superior calidad; mejor
Quemador de aceites derivados (luel oil, gas oil, diesel oil, etc.), de 50.000 a 150.000 Depósito de combustible liquido (gas oil, querosén, fuel oil), a nivel (bajo techo). Alimenta
kcalorías. Trabaja a alia presión. uno o varios quemadores. El combustible es succionado hacia el quemador por una
bomba que lleva incorporada. Debe haber un filtro a la salida del tanque. Diámelro do los
caños: linea al quemador (de cobre) 1/2 pulg. Carga de combustible: 2 pulg. Ventilación:
1.25 pulg
906 807
aprovechamiento del espacio útil dentro del horno, sin arruinar el refractario El horno que funcionará con estos aceites, por otra p.otr, debe te N T muy
como sucede con los aceites derivados. amplias zonas o espacios Ubres delante de cada rompellamas, ya que el tipo de
combustible pulverizado a fina niebla exige ser mezclado con abundante
i I
A c" Í J ™ O C S
<l S O S s e u s a u e m a c l o r e
s a gas oil, o fuel o i l en cerámica, dadas cantidad de aire para quemarse u oxidarse bien y por completo, sin dejar
las dificultades inherentes a estos quemadores y su sistema de c o m b u s t i ó n residuos, olores, h u m o negro, etc. U n m í n i m o de 18 a 20 cms de espai io libre
Enumeraremos las principales. En p r i m e r lugar, un buen quemador a aceites se debe dejar ante cada rompellamas para quemar q u e r o s é n o gas o i l , de lo
derivados del p e t r ó l e o es varias veces m á s costoso que otro a gas, del mismo contrario el combustible no se quema bien y no rinde todo su poder calórico, lo
poder calórico. Los quemadores "caseros" que algunos recomiendan, n o sirven cual afectaría el rendimiento térmico del horno, que no llegara a la temperatura
en la práctica salvo para bajas temperaturas y limitadas exigencias. U n buen descada. A d e m á s , el chorro de llama de estos quemadores no debe dar j a m á s
quemador a gas o i l consta de un ventilador o soplador, para inyectar aire a contra el rompellamas porque se forman escorias que lo arruinan con rapidez.
p r e s i ó n , el que posee un motor eléctrico de medio o un h.p., y no es barato. El En la Sexta Parte del libro ilustramos un horno para combustibles líquidos
d e p ó s i t o de combustible requiere instalación adecuada, debido a los riescos (aceites derivados), el que es alimentado por dos quemadores que entran p o r la
evidentes de almacenar 500 o 1000 litros de gas oil, o q u e r o s é n . Debe, a d e m á s parte delantera del horno, con entrada a cada lado, de manera que el chorro de
llevar filtro, válvulas de seguridad, medidor y cañerías para conducir eí llama (que es largo con estos quemadores) penetre libremente por el canal que
combustible hasta el quemador y retornarlo cuando no se quema. T o d o ello se forma entre la pared lateral del horno y el rompellamas que se instale. E l
requiere costo adicional y una inversión tanto o m á s cara que el mismo espacio que se debe dejar delante de cada rompellamas debe ser de unos 20 cms
quemador. 1
para u n quemador c o m ú n , de 50.000 kcalorías/h, lo que reduce el espacio útil
dentro del horno, destinado a la cocción de piezas, en c o m p a r a c i ó n con otro
horno alimentado a gas del mismo t a m a ñ o y poder calórico.
208 200
Muchos de estos quemadores tienen "tiraje forzado". Esto es, la boquilla
El resultado de la cocción en hornos a combustibles líquidos no es bueno i lene una brida que los sujeta a la pared del homo. El necesario aire secundario
ara esmaltes, pigmentos, engobes; y menos a ú n para decorados sobre cubierta, «ni i a por unas aberturas laterales regulables. Esto es necesario para hornos "con
Í os esmaltes se ampollan debido al azufre y el hollín presente en la atmósfera
del h o m o . Q u i e n va a hornear productos esmaltados no debe usar hornos
muchas vueltas" en su interior, cuyo tiraje es dificultoso. Nuestros hornos, de
d i s e ñ o sencillo y funcional, con tiraje perfecto, j a m á s deben llevar boquillas
petroleros; y sería un derroche de espacio útil el proteger las piezas colocándolas irisioncras. Se debe quitar la brida si se na adquirido un quemador a gas oil que
dentro de cacetas. Sí p o d r á usar quemadores a aceites derivados quien no pueda a tenga, y colocar la boquilla suelta y a una pulgada p o r hiera de la abertura de
usar gas, natural o licuado, por cualquier razón o motivo: hay países donde el eni rada de llama, la que debe ser un poco más grande que lo recomendado para
gas envasado es muy costoso y, por el contrario, son baratos los aceites de pe- quemadores a gas (Ver "Tabla de medidas de aberturas para entrada de llama",
tróleo. Quienes hornean pastas y no esmaltes, ya sean ladrillos, caños y t u b e r í a s , ai final de la Cuarta Parte).
macetas, o refractarios, p o d r á n usar sin tantos perjuicios con gas o i l , o fuel o i l .
Para fábricas que hornean siempre un solo tipo de productos este sistema de Estos quemadores funcionan mejor con aceites de cierta densidad, tales
c o m b u s t i ó n puede servir, ya que regulando el quemador para u n solo uso y como diesel oil, o t a m b i é n con gas oil. El modelo que ilustramos posee encendido
requerimiento, es posible acercarse a lo requerido para satisfacer las exigencias. a u t o m á t i c o , con u n transformador de ignición que produce u n arco eléctrico
entre dos electrodos. E l combustible que recircula y no se quema vuelve al
Regiones enteras de nuestro país van a quedar sin distribución de gas tanque o depósito, para lo cual debe existir una cañería de r e t o m o a l mismo.
licuado a granel, en zonas donde el suministro "no es rentable", s e g ú n palabras
de los "neo-gananciosos" que han tomado el poder. N o queremos desalentar a Quemadores "caseros", que aparecen dibujados pero no fotografiados en
quienes deseen usar quemadores a gas-oil, que se hallan muy perfeccionados y ciertos libros, son aparatos que dan llama, pero n o quemadores cerámicos. N o
los hay de muchas marcas en nuestro país. Pero debemos saber con claridad y es posible llegar con ellos a altas temperaturas, n i obtener atmósferas precisas
sin tapujos cuáles son los riesgos y las desventajas. Sabiendo hornear, haciendo y constantes para la cocción de esmaltes especiales.
las propias pastas, los esmaltes y ios ladrillos, todo es posible. "El que sabe hace
lo que quiere", decimos siempre. Para gres rústico, y adecuando las piezas al
instrumento de cocción, un ceramista con conocimientos suficientes p o d r á
hornear y crear con aceites derivados. USO D EBÍOGAS E N E L D E L T A D E L PARANÁ
E l quemador de aceites derivados El bíogas consiste en gas metano, formado en zonas pantanosas donde en
anteriores épocas geológicas hubo abundante vegetación. Se halla generalmen-
te a los 12 metros de profundidad, a los 15, 20, o a los 30 metros. Casi siempre
Consta de un motor eléctrico, de medio h.p., que gira a 2800 r.p.m., el que las napas m á s profundas son las que tienen mayor caudal y presión. Suele surgir
acciona un ventilador centrífugo, capaz de proporcionar todo el aire necesario }
con presiones de 0,5 kg/cm , en casos de una atmósfera y en ocasiones a 2
para la combustión del aceite, que es mucho en este tipo de quemadores a t m ó s f e r a s (2 kg/cm*). En la isla donde escribía el autor, vecinos hubo que:
(superior al que requiere u n quemador a gas). Dicho aire proviene a alta p r e s i ó n , quedaron cubiertos de fango cuando surgió gas a alta p r e s i ó n durante una
por lo que el quemador trabaja presurizado, de manera que el aceite combus- perforación a 16 metros. Disponen así de combustible gratuito y de aceptable
tible resulte vaporizado o atomizado a niebla, lo que hace posible la correcta poder calórico, suficiente para los usos domésticos y para alimentar u n quema-
c o m b u s t i ó n . Los hay de 40.000 hasta un millón o dos millones de kcalorías/h, de dor de poder calórico mediano.
acuerdo a la exigencia del usuario.
Para obtener bíogas se debe realizar una perforación, como las que se
Asimismo, los hay manuales y de encendido electrónico, con válvula realizan para llegar a la napa de agua. Y, de hecho, en el Delta se ha encontrado
solenoide, para apagar todo el sistema en caso necesario. Los actuales poseen un ;as siempre que se han hecho perforaciones de agua potable. En casos el gas se:
sistema de prebarrido, que hace salir del interior del h o m o el vapor de aceite Íi.illa a muy poca profundidad, y basta hincar una va Hila de hierro o madera a
(si lo hubiera) antes del reencendido. Una bomba de combustible succiona aceite 2 metros para detectar metano, por el olor. Muchos arrojan u n fósforo y al surgir
del tanque o depósito, el que puede hallarse bajo tierra o al nivel del h o m o , pero la llama tienen la seguridad de su existencia. En casos hubo incendios. Sin
distanciado de éste (por razones de seguridad). El suministro de aire secundario embargo, el gas de superficie no tiene presión suficiente. Es preciso perforar
debe ser amplio, y proviene del ventilador centrífugo. Sin embargo, existe una hasta unos 12 a 15 metros.
llave o registro que permite abrir o cerrar el acceso de m á s o menos aire, s e g ú n
la necesidad y de acuerdo a las diferentes etapas de la cocción. El m é t o d o para recoger y derivar el gas es el siguiente, usado en dicha zona,
siempre que haya napas gasíferas. Se dava en tierra un caño-camisa de 2
La boquilla del quemador, con su tobera y accesorios, d e b e r í a n hallarse p o r pulgadas de grosor, a 12, 15 ó m á s metros, hasta que surja gas a p r e s i ó n , el que:
fuera de la abertura cíe entrada de llama al h o m o , al igual que en losquemadores aparece con lodo y agua, y con mucha fuerza. Dicho caño debe tener agujeros
a gas. Sin embargo, los hemos visto empotrados directamente dentro del h o m o , en su extremo inferior (12 cms de agujeraos), por donde entra el gas. A l poco
lo cual supone riesgos, deficiencia de aire secundario, a la vez que impide al i lempo dicho caño-camisa se llenará de agua, tan abundante en toda zona
ceramista que hornea una regulación del flujo del aire, lo que es esencial para
obtener at mósferas a satisfacción del artesano y no del fabricante de quemadores.
21 I
9 10
deltaica, la que i m p e d i r á al gas el llegar a la superficie. Para ello se inserta dentro
del caño-camisa, otro caño de media pulgada de d i á m e t r o , el que no debe llegar
al extremo mismo de la "camisa", sino quedar unos 15 a 20 cms por dentro de
SEXTA PARTE:
su extremo. La función de este caño delgado es actuar como "purga de agua",
o sifón, para derivar el agua al exterior a fin de hacer posible la salida delgas.
Cuando el gas sale con normalidad, lo que depende mucho de su p r e s i ó n (y MODELOS D E HORNOS
profundidad de la napa gasífera), no es preciso purgar la camisa. Pero cuando
el gas no sale con suficiente presión, o su llama es débil, se conecta un inflador
de bicicleta (o u n compresor de aire) a la misma salida o boca del gas, en la
superficie, y se inyecta aire hasta que se observe que sale agua por el tubo de
drenaje de agua, la que debe salir al exterior. Una vez que el agua que llenaba
la camisa ha sido purgada al exterior, el gas p o d r á llegar a la superficie con su
flujo normal.
Es posible tener varios de estos pozos, a unos 4 metros de distancia unos de
otros, si se va a hacer amplio uso de gas. Cuando u n pozo se agota, al cabo de
uno o varios a ñ o s , se p e r f o r a r á otro. El poder calórico del bíogas depende de su
porcentaje de gas metano, el que proporciona 9000 kcalorías/hora p o r metro
cúbico. E l bíogas, por hallarse mezclado con a n h í d r i d o cerbónico en las islas,
5
suele provenir con u n rendimiento de unas 5000 a 6000 kcalorías/hora por m
Vale la pena experimentar y utilizarlo.
DRENAJE
DE AGUA
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NAPA DE GAS o o O o O o ¿I
o ° o o o oQO o NAPA DE GAS
212
213
U n horno bien construido, conjuntas de dilatación, no precisa refuerzos
Antes de iniciar la construcción del propio horno, léase, estúdiese y reléase metálicos exteriores, tales como vigas en cada esquina, varillas de unión entre
muy detenidamente todo lo explicado en las anteriores secciones de este libro: vigas, etc. Eso puede admitirse en hornos ya muy desgastados por el uso: nun< a
a veces p e q u e ñ o s detalles son de enorme importancia, y su descuido puede en u n h o m o nuevo. Con todo, si no se está seguro de la confiabilidad de la
arruinar un buen trabajo de fornacología. Esforzarse hasta comprender m á s a ú n construcción que se hizo, o si ya al nacer el horno presenta síntomas alarmantes
lo que parece difícil: nos hemos propuesto explicar con m é t o d o s sencillos lo que (rajaduras o grietas) en tal caso conviene colocar vigas en "L" en cada esquina si
no es fácil de entender con formulismos y ecuaciones. el h o m o es cuadrado, pero sin apretarlas demasiado. I lomos circulares pueden
Todas las medidas correlacionadas de los hornos que siguen a continua- llevar u n aro-cinta de hierro en el arranque del techo, sin ceñirlo en exceso.
ción, obedecen a lo explicado ampliamente en la Cuarta Parte de este libro:
"Normas para la construcción de hornos". Estúdiese atentamente esa parte, de
manera de estar en condiciones de deducir dichas medidas, formatos, t a m a ñ o s
y proporciones.
A D V E R T E N C I A VÁLIDA PARA
TODO TIPO DE HORNOS
* Es esencial respetar esta norma (dos capas de ladrillos sobre la capa de plataforma de base:
tres capas sobre el apisonado). Dado que las entradas de llama del quemador se practicarán Piso interno para pisar (solera) de un horno a gas. Se lo hizo con ladrillos
al nivel del piso interno, "pisos raquíticos" obligarán a colocar los quemadores a muy escasa compactos aluminosos. Debajo existe oirá capa de ladrillos aislantes
distancia del suelo exterior, lo que h a r á dificultoso el armado y uso d e l equipo de porosos para mayor aislación. Y sobre el suelo, una plataforma de ladrillos
combustión. refractarios compactos comunes (de baja alúmina).
214 215
E L H O R N O CONDORHUASI A LEÑA
Características
Proceso de c o n s t r u c c i ó n
Antes que otra cosa, se debe hacer los necesarios cortes sobre u n lado del
tambor, para el cenicero y el hogar. Piénsese que se debe dejar espacio para el
piso de ladrillos refractarios pesados o compactos (de media a l ú m i n a ) , que se
216 217
h a r á poniendo una carnada de ladrillos (o sus trozos o corles) sobre todo el piso
interno del tambor. N o se precisa de los costosos ladrillos aislantes para el piso
del cenicero, aunque si alguien los tiene bien puede usarlos.
Si hay tiempo, dicho piso del cenicero se construirá con el mismo relleno
refractario con que se h a r á las paredes, cuya composición se d a r á en seguida. El
grosor de dicha capa o suelo de relleno refractario, o de ladrillos comprados (los
usados vienen m u y bien para este fin), puede ser de unos 8 cms (poco m á s o
menos). Los ladrillos refractarios comprados suelen tener unos 7 cms de grosor
(ese será entonces el del piso). Se debe construir dicho piso del cenicero bien
horizontal (úsese un nivel para comprobarlo). En los intersticios entre ladrillos
se verterá polvo de c h a m ó t e al fondo, y luego se rellenará las juntas con caolín
empastado con agua (espeso). Si hay trozos o huecos en el piso, o agujeros que
se deba rellenar, se h a r á una mezcla de relleno con 50 por ciento de arcilla blanca
(o caolín) m á s 50 por ciento en peso de c h a m ó t e mediano. E m p á s t e s e con poca
agua, y p r e s i ó n e s e para que penetre bien el relleno. Esa mezcla servirá para
reparaciones futuras (a cada cocción todo horno debe revisarse y repararse: el
mantenimiento es esencial a fin de que el horno tenga larga vida).
ÁW Por sobre la altura del piso interno del horno, se h a r á la abertura para
/ c e n i c e r o y hogar. I Iágase una sola abertura, para simplificar cortes.* La abertura
i o agujero que se liara al costado del tambor será de 23 cms de ancho p o r 30 de
altura. N o se olvide de marcar la abertura con tiza antes de cortarla, n i de dejar
libres unos 8 cms por abajo (desde el piso exterior). En otras palabras:
comiéncese la abertura a partir de los 8 cms desde el suelo donde se a p o y a r á el
horno. Este debe estar seco. Lo ideal es un patio. Si se tiene piso de tierra, se
colocará una plataforma de ladrillos comunes, de unos 10 cms de altura o poco
m á s (dos carnadas de ladrillos ordinarios, o una de ladrillos huecos). Nosotros,
a ú n teniendo el horno sobre un patio, colocamos debajo de él una carnada de
ladrillos refractarios pesados o compactos, a fin de protegerlo de la humedad,
del agua al lavar los pisos, etc.
Se debe decidir claramente si se h a r á el horno con ladrillos refractarios
aislantes (porosos o livianos); o si —por el contrario— se lo c o n s t r u i r á con
nuestro relleno refractario. Ambos tienen sus "pro" y sus "contra". Con relleno el
horno resulta sumamente barato; con ladrillos aislantes comprados m u y costo-
so. Con relleno el horno tarda en secarse una o dos semanas antes de poder
usarse; con ladrillos se lo puede poner a funcionar inmediatamente. Cada
ceramista debe elegir, optar, sabiendoque, luego, no hay regreso. Explicaremos
ambos m é t o d o s , comenzando por el que nosotros recomendamos: el del relleno
refractario aislante.
Una vez hecho el piso interior del h o m o (con relleno, o bien con ladrillos
refractarios pesados), no es necesario esperar a que este piso se halle seco para
levantar las paredes del h o m o . Para hacerlas, se conseguirá u n c a r t ó n fibrado
suficientemente grueso, de manera que no se deforme al rellenarlo con pasta
h ú m e d a (el relleno refractario). Las medidas del cartón deben ser de unos 90
cms de ancho como m í n i m o , pues debe sobresalir hacia fuera del h o m o (por
arriba). Se lo cilindrará a la medida descada para el interior del h o m o , dejando
* En otras ediciones de libros nuestros hemos hecho las aberturas para cenicero y hogar
separadamente, es decir, dos aberturas. Ahora, hemos simplificado la construcción. Vale
la última versión.
218
lugar na ra el grosor natural de la pared, que debe ser de unos 11 cms, no menos
( l i a 12 cms es lo ideal). Si e l d i á m e t r o del tambor es de 59 cms, descontando
el grosor de la pared en ambos lados sobre el d i á m e t r o (11 4- 11 = 2 2 cms),
q u e d a r á libre u n espacio interior para cocción de piezas de 37 cms (37 + 22 =
59 cms). Es una buena c á m a r a de coccción, de la que puede vivir u n ceramista
y su familia, siempre que sea trabajador y creativo. Si la produección lo exige,
se puede tener varios de estos hornos en funcionamiento.
Dicho c a r t ó n debe poder conservar la forma cilindrica que se le d é , sin
deformarse n i quebrarse. Se lo puede atar con hilos, etc. En vez de c a r t ó n es
posible utilizar para hacer el cilindro de encofrado cualquier material que se
tenga: metálico, madera, plástico. En casos (para otros hornos) hemos usado
como cilindro de encofrar envases de pintura, cuyo d i á m e t r o es de 30 cms. N o
usar cartones delgados que se deformen al verter en su interior relleno h ú m e d o ,
o no permitan compactarlo.
Una vez hecho el cilindro de cartón, etc., se lo colocará dentro del horno,
sobre el piso ya hecho antes. R e c u é r d e s e que si dicho cilindro tiene 37 cms de
d i á m e t r o , casi igual medida q u e d a r á para la c á m a r a de cocción de piezas. Si se
lo hace de 36 cms, las paredes resultarán u n poco más gruesas. Hay quienes han
hecho este horno con gruesas paredes de 14 cms, que consideramos exagerado
y p é r d i d a inútil de espacio. T r á t e s e de que la forma que tome el cartón sea bien
cilindrica. Con todo, si se ovala un poco, ello no afectará el buen funcionamiento
del horno. Se colocará el cartón cilindrado dentro del horno, equidistante de las
paredes (mídase con regla). Coloqúese tacos de madera para i m p e d i r que el
c a r t ó n se mueva de lugar al verter relleno y al compactarlo. El cartón debe
sobresalir unos 10 cms como m í n i m o por sobre el borde superior del tambor,
para cxtrerlo hacia arriba cuando el relleno haya adquirido consistencia. Si no
es impermeable, píntese el cartón con aceite viejo de motor, cebo o grasa, para
que se pegue a el el relleno refractario y pueda extraerse hacia arriba con
facilidad.
Relleno refractario aislante. Se debe disponer de 100 kgs de arcilla blanca; 100
de caolín; y 100 de c h a m ó t e de grano mediano (grueso no). Esta cantidad
alcanza para paredes, tapa, y placas refractarias. Diagnostíquese todos los
materiales que se haya adquirido, pues es frecuente que se venda materias
irimas de baja calidad. Jamas usar arcillas rojas o caolines rosados para constuir
flomos, pues disminuyen la aislación térmica. Tampoco se u s a r á arcillas
calcáreas, por la misma razón. Pruébese si la arcilla o el caolín contienen cal, en
cuyo caso se d e s e c h a r á n . * El c h a m ó t e debe ser de la mejor calidad que se consiga.
El ideal sería el de ladrillos aislantes de h o m o , que algunos fabricantes v e n d í a n
hace a ñ o s . Si no se lo consigue, úsese el que haya en el comercio, con tal que no
sea de grano muy grueso.
Se mezclará los ingredientes de a poco, p o r ejemplo en tandas de 20 kgs.
Así el trabajo se facilita, pues es fácil mezclar 10 ó 20 kgs de materiales e n p o l v o
seco, pero no lo es si quisiéramos mezclar 50 kgs. La fórmula que se usara para
hacer este relleno es:
220
R E L L E N O R E F R A C T A R I O PARA PAREDES D E H O R N O S
222
Advertimos que, al rellenar las paredes, se debe cubrir o proteger con
cartón grueso o chapa lisa la zona abierta al exterior, cuya chapa del tambor se
ha retirado anteriormente para practicar la abertura del cenicero y del hogar.
De no hacerlo, el relleno caerá al piso (como es lógico).
Se debe colocar dos pilares, a ambos costados de la abertura del cenicero-
hogar, hechos con ladrillos refractarios compactos: así se i m p e d i r á que el relleno
caiga al exterior cuando se construye el horno. Asimismo, siendo dichos ladrillos
compactos y m u y duros, resistirán mejor el roce y el manipuleo de la carga y
descarga al usar el horno. Se los cortara con un cortafrío o cincel y a martillo (o
con sierra metálica muy dura) a la medida necesaria, pues dado que cada ladrillo
en vertical mide unos 22 cms, se d e b e r á colocar uno entero y un trozo de otro,
ya que la abertura del horno mide 30 cms de altura. Carla ceramista se las
a r r e g l a r á en esto: se debe ser creativo. Es posible t a m b i é n usar ladrillos porosos
y aislantes para ese fin, cuyo corte es m u c h í s i m o m á s fácil, aunque su costo es
mayor. L o importante es impedir que caiga el relleno al exterior cuando se hace
las paredes del horno, y evitar que se d a ñ e una pared lateral porosa y
desmenuzable cuando se carga y descarga el horno, cuando se limpia elcenicero
con una varilla de hierro, o cuando se introduce leña. Es inevitable rozar o
golpear la paredes laterales del hogar y del cenicero. Cuídese de que dichas
paredes sean rectas hacia el interior (no inclinadas) y paralelas entre sí.
224
Las paredes del horno bien pueden hacerse con ladrillos porosos aislantes.
En ese caso se los corta por la mitad, y se los superpone bien trabados (la u n i ó n
de dos ladrillos de una carnada no debe coincidir con la u n i ó n de otros dos de
la carnada superior). Se los c e m e n t a r á simplemente con caolín desleído en agua,
a p l i c á n d o l o espeso, y humedeciendo previamente ambas caras por cementar (se
s u m e r g e r á en agua un c e n t í m e t r o de cada ladrillo para que absorba humedad
suficiente). V e r el apartado anterior "Cementos refractarios".* Cada ladrillo
aislante tiene un ancho de 11 cms, el que puede constituir perfectamente la
ared del horno. Si se desea hacerla un poco m á s gruesa, se dejará entre el
E idrillo y el borde del tambor 2 cms, espacio que se rellenará con perlita o con
el mismo relleno refractario aislante que usamos para espacios grandes entre
ladrillos (caolín 50% y chamóte 50%). Para mayor ahorro de ladrillos, en
Condorhuasi hemos hecho hornos del siguiente modo. Se corta cada ladrillo
aislante en tres partes iguales (7 cms cada trozo, aproximadamente). Se coloca
los trozos de ladrillos, dando forma cilindrica a la estructura, de manera que
quede unos 12 cms desde el metal del tambor y como grosor total de pared.
Q u e d a r á 5 cms libres entre el trozo de ladrillo y el tambor, que lo rellenamos con
nuestro relleno aislante para paredes de horno, hecho con a s e r r í n , s e g ú n la
fórmula dada anteriormente en este Capítulo y en el Capítulo "Materiales
refractarios para hornos". T a m b i é n es posible rellenar ese espacio con un
relleno de arcilla blanca 50% más vermiculita expandida 50% (en peso). Cuídese
que la pared interna del horno (la zona hecha con ladrillos o trozos de ladrillos)
sea bien circular y recta (a plomo), para lo cual se la pulirá a mano con una piedra
de carburo de silicio. El relleno posterior se irá haciendo a medida que se levanta
cada carnada de ladrillos, c o m p a c t á n d o l o bien.
226
maderas del molde s e r á n lisas, y se las u n t a r á con grasa o aceite de motor
recuperado a fin de permitir un fácil desprendimiento del material seco. La-
mezcla se h a r á del mismo modo y con la misma fórmula que la indicada para
hacer las paredes del horno, con aserrín. Se la v e r t e r á dentro del molde
s e m i h ú m e d a , lo m á s seca que sea posible, compactándola bien con un taco de
madera o fratacho de albañil. Se la dejará secar y, una vez que se halle bien seca,
se la h o r n e a r á en otro horno a unos 1100 grados C. Puede nacerse una tapa con
Vista interior del hogar. Tres
arcilla blanca 60% y vermiculita expandida 40% (6 kgs de arcilla o caolín y 4 de soportes de 22 cms de altura
vermiculita). Esta tapa tiene buena porosidad, horneada entre 1000 y 1040 sostienen la placa rompellamas
grados C. Tiene la ventaja de que se evita el uso de aserrín, pero la desventaja (y apoyo de piezas).
de que no sirve para cocciones en altas temperaturas (no pasar los 1040 grados
en uso). La abertura de la tobera se recortará con sierra o serrucho una vez
horneada la tapa (es lo más práctico). T a m b i é n es posible colocar medio ladrillo,
o u n cajoncito de madera, para dejar el espacio libre de la tobera, previendo el
encogimiento de secado (déjese no menos de 12,5 x 12,5 cms de vado para la
tobera). Sin embargo, por experiencia hemos comprobado que es mejor hacer
esta abertura d e s p u é s de horneada la tapa, la que es porosa y blanda para ser
f á d l m e n t e recortada. Es frecuente que se formen grietas en los vértices de la
tobera, cuando se deja la abertura al verter el relleno.
228 229
subirá de temperatura por falta de aire primario necesario para la combustión).
Cuando una varilla o el aro se deforme o se retuerza, es señal de que el horno
tiene poco tiraje, ya sea p o r atiborrarlo con piezas en la c á m a r a de cocción, por
haber usado una placa demasiado grande como base del hogar (o rompellamas):
debe haber una luz de 4 a 5 cms entre la placa y la pared del horno. Si la parrilla
se dobla es señal de recalentamiento en esa zona, es decir, que hay poca
transferencia calórica hacia arriba, donde está la carga. Corríjanse los defectos
de carga o construcción, y se verá que una parrilla bien construida dura años.
Al apagar el horno, se obturara las
Como se ve en la ilustración, el envarillado debe disponerse en sentido aberturas del cenicero y del hogar,
horizontal con respecto al ceramista fogonero (para que las leñas p e q u e ñ a s no y se tapará la tobera (no se debe
caigan al cenicero). Hacia el exterior del horno debe sobresalir una parte de la acelerar el enfriamiento).
parrilla que sirve de apoyo de los ladrillos que o b t u r a r á n el hogar en ciertas
etapas de la cocción; para apoyo de piezas secándose; para hornear alguna
comida..., etc. Esta prolongación de la parrilla es altamente útil. Su longitud será
igual al d i á m e t r o total de ra parrilla. Si ésta se hace con un d i á m e t r o de 33 cms,
la p r o l o n g a c i ó n hacia afuera t a m b i é n debe medir 33 cms. Esta parrilla es de
"quita y pon". Se la coloca por arriba del horno y se la saca por allí mismo, ya
sea para limpiarla o reparaciones. Se la apoya sencillamente sobre tres soportes
de unos 5 x 5 cms de grosor cada uno, por 11 cm de alto, que a su vez se apoyan
sueltos sobre el piso del cenicero.
Para control de la temperatura se h a r á u n agujero en el tambor y en la
pared del horno, de un dedo de grosor, suficiente como para que la termocupla
del p i r ó m e t r o pase holgadamente. N o hacer agujeritos estrechos (represivistas).
Esta abertura se practicará a unos 10 cms debajo de la tapa del horno, a u n
costado del mismo con respecto a la abertura del hogar. Conviene hacer dos
agujeros iguales, uno a cada lado del horno. Servirán para calibrar dos
p i r ó m e t r o s ; para arrojar al interior del horno sustancias ahumantes (brea); para
observación del color de cocción y otros usos. Todo horno circular debe llevar
tres, o al menos dos aberturas de 1,5 cms como m í n i m o de d i á m e t r o .
230
fórmula La pasta no debe estar m u y h ú m e d a al prensarla dentro de esos La leña se e c h a r á al h o m o de a poco y seguido; j a m á s de a mucho y espai lado.
moldes. J a m á s se u s a r á aserrín para hacer la pasta de placas y soportes de horno: Leer el Apartado "Buena alimentación y respiración" en este mismo l i b i o
no deben ser porosos sino, al contrario, bien compactos. Atiborrando de leña el h o m o sólo h a r á que la madera se queme parcialmente,
y salga sin oxidarse por la tobera, en forma de h u m o negro, que es combustible
La placa de rompellamas debe ser bastante gruesa, unos 3,5 cms es lo derrochado, que no se traduce en calor. Alimentando el h o m o a un ritmo
recomendable, a fin de que no se recalienten las piezas que se a p o y a r á n sobre adecuado (por ejemplo, varios trozos de leña cada dos o tres minutos), h a r á que
ella. Conviene tener varias placas de h o m o , de unos 3 cms de grosor, y unos 30 el ascenso de la temperatura sea sostenido y constante. Con este h o r n o se
cms de d i á m e t r o , para armar varios pisos en caso de necesitarlo la carga. c o m p r o b a r á que, m á s b i e n deberemos "frenarlo", ya que si echamos demasiada
Piénsese a d e m á s que se debe dejar unos 4 cms libres en torno a cada placa de l e ñ a al fuego y muy seguidamente, en dos horas puede llegar a 1200 grados, con
apoyo de carga, para la necesaria circulación del aire caliente, lo que, a su vez, el consiguiente peligro para las piezas. En las ultimas etapas de la hornada se
determina el tiraje y el buen ascenso de la temperatura.
Se debe tener tapones para colocar a la puerta del hogar y el cenicero
cuando el h o m o se ha apagado, para impedir un enfriamiento demasiado
t mede colocar una lata de aceite de coche (de 4 litros), sin tapa y sin fondo, sobre
a tobera. Ella a u m e n t a r á u n poco m á s el tiraje natural de este h o m o , que, p o r
lo d e m á s , es excelente. N o acoplarle chimeneas altas, pues al no necesitar tanto
r á p i d o . Se los h a r á con la misma pasta de relleno usada para las paredes del tiraje, el h o m o se enfriaría y no subiría de temperatura. Si se lo instala en u n
horno, con a s e r r í n , y horneados. Durante la cocción, j a m á s se c e r r a r á el cenicero, lugar que requiera derivar los humosa! exterior, se le colocará una campana, a
ni se r e d u c i r á su entrada de aire, ya que por allí ingresa al horno el necesario aire unos 60 ó 70 cms p o r sobre la tobera. Ésta aspirará los humos pero sin aumentar
primario que, a l atravesar la p a n i l l a , hace que la leña seca se oxide (combustión el tiraje. E l buen fogonero ¡"amas ahuma, salvo cuando el horno se halla frío, en
ss calor). La abertura del hogar puede cerrarse un poco cuando el h o m o ya ha los comienzos de lahornada. El h u m o negro indica exceso de combustible en el
llegado a los 500 grados, aunque nunca del todo. Por e l hogar el h o m o toma el hogar, y falta de pericia en el hornero.
necesario aire secundario, que permite u n adecuado tiraje y una completa
c o m b u s t i ó n , sin deficiencia de aire dentro del h o m o .
Tipos de tornadas. Este hornito es versátil y fiel: proporciona a l ceramista lo
La tobera que existe al centro de la tapa (de unos 11 x 11 cms, cuadrada
que necesita. En él es posible hacer cocciones oxidantes comunes. Piezas hechas con
o rectangular), j a m á s se o b t u r a r á n i t a p a r á durante la cocción. Sí se debe obturar asta roja se denominan "terracotas". Para este h o m o , preparamos una pasta
cuando el h o m o se ha apagado, para impedir u n enfriamiento muy r á p i d o , que echa con los siguientes materiales, resistentes al shock térmico:
puede causar grietas en las piezas. A l hornear, ambas medias tapas e s t a r á n bien
apretadas entre sí, para impedir fugas de calor por la comisura. Hacia los 350°
la tapa de la tobera puede i r a b r i é n d o s e de a poco, y totalmente a los 250 grados P A S T A P A R A H O R N O A L E Ñ A (1020-1080°)
C, no antes, durante e l enfriamiento.
El combustible. La leña que se usará será madera redclada: no se debe cortar Arcilla roja en polvo 70
á r b o l e s vivos. A d e m á s , la l e ñ a verde no sirve, pues el horno no "sube". Hemos
comprobado en a ñ o s de experiencia con este tipo de horno, que la mejor l e ñ a Talco industrial 30
es la madera de cajones de frutas (o similar). Esa leña es "blanda" (generalmente C h a m ó t e o arena lavada 30
pino, o á l a m o ) , se halla seca (estacionada), y ya viene cortada en lonjas delgadas,
lo que aumenta la superficie de oxidación dentro del hogar y entrega todo su
poder calórico en la menor unidad de tiempo. N o sirven las maderas "verdes". T a m b i é n es posible hacer cocciones de engobes y de esmaltes con este
Se considera "seca" una madera estacionada al menos un a ñ o (ello nada tiene h o m o . Incluso resultan muy bien los esmaltes comprados (comerciales). R e c u é r -
que ver con el agua de lluvia). Una madera puede estar "mojada" p o r la lluvia dese que podemos hornear hasta los 1200 grados con facilidad; y con m á s tiempo
pero bien seca para hornear. Las maderas "duras", a d e m á s , como e l quebracho, y d u r a c i ó n , hasta 1250 grados C. Las cocciones reductoras se prestan para este
algarrobo, etc., r i n d e n menos calorías para una misma u n i d a d de tiempo que las h o r n i t o ya que tiene tiraje ascendente. Esmaltes rojos de humo y dorados de nitrato
blandas, pese a la o p i n i ó n vulgar en contrario. Léase el Apartado "Combustible de plata, de 1040°, han resultado óptimos, al igual que los celadones. Para
adecuado", en la Cuarta Parte de este libro ("Normas"). Las leñas duras arden lograrlos, se debe ahumar intensamente, con exceso de combustible y echando
bien sobre los 800 grados C, y, a ú n así, se queman lentamente. Es esencial echar alTiogar sustancias fuliginosas, como brea en trozos, asfalto, etc. Reducciones
al horno maderas cortadas finas: así se aumenta al doble la superficie de salinas y en cacetas son ideales para este h o m o , utilizando sales metálicas de
oxidación, y con ello la p r o d u c c i ó n de calor. U n grueso tronco de madera echado diverso tipo, como sulfatos, cloruros, etc. La cerámica negra se logra p o r varios
al fuego, t a r d a r á en quemarse (oxidarse) diez veces m á s que si se lo corta en diez caminos. E l m á s simple consiste en hornear piezas normalmente a 1040". Se
lonjas delgadas de leña. E l secreto para aumentar el poder calorífico de la l e ñ a apaga e l h o r n o y se lo deja enfriar. H a d a los 850 grados se quitan los tapones
consiste en usar la l e ñ a estacionada; de maderas blandas; y cortadas en lonjas refractarios que obturan la abertura del hogar, y se lo llena p o r completo con
finas (delgadas). Maderas sobrantes de fábricas de sillas o bancos suelen ser materiales humeantes: bosta seca, aserrín en bolas seco, bolas de a s e r r í n con
buenas para este h o m o , puesto que ya provienen corladas en trozos chicos y brea en trozos, trapos embebidos en aceite viejo de motor bien comprimidos, con
siempre se trata de maderas estacionadas (de lo contrario el mueble se comba). brea en su interior o embebidos en asfalto. T a p ó n e s e en seguida el hogar. Échese
lo mismo p o r el cenicero. Luego se arrojará esos mismos materiales humeantes
232 233
por la lobera o tapa. N o golpear las piezas con pesadas bolas duras: ello las H O R N O A GASD ETAMAÑO MEDIANO
agrietaría (impacto m á s calor = rotura). Una vez bien lleno todo el horno, se lo
c e r r a r á lo mejor que se pueda, aunque sin llegar a la hermeticidad completa. E l
horno p r o d u c i r á abundante humareda, y así se lo dejará hasta el día siguiente. Características
Debe resultar una cerámica de color negro, el que será tanto m á s intenso y
brillante cuanto m á s intensa y duradera haya sido la reducción.
El presente horno a gas, es alimentado a garrafas o cilindros de h-IS
envasado (también p o d r í a utilizar gas natural). Tiene dos quemadores de
50.000 kcalorías/hora cada uno, los que a su vez son alimentados por cuatro
garrafas s i m u l t á n e a m e n t e . Llega con facilidad a 1250 grados C, p o r lo que sirve
para bajas y altas temperaturas, y es ideal para pastas de gres. Sus medidas útiles
interiores son 90 centímetros de altura, por 60 centímetros de ancho (en total
254 litros de capacidad útil). Es de tiraje ascendente; fijo al piso; posee gruesas
paredes; formato circular y muy buena uniformidad de temperatura en su
interior. Se arma con dos rompellamas apoyados al piso interno del horno (uno
ara cada quemador). Se halla instalado en Condorhuasi, en u n p a t i o , al aire
bre. L o protege un toldo de las lluvias. Extcriormente mide 1,15 metros de
d i á m e t r o p o r 1,15 metros de altura (tomados desde el piso de baldosas: incluye
la altura de la plataforma). N o precisa chimenea, por tener tiraje ascendente o
directo.
"Recordando a papá": hor-
no a leña de la ceramista
peruana Gladys Martínez.
Su versión personal lleva
puertas metálicas (jamás P r o c e s o de c o n s t r u c c i ó n
se debe cerrar la portezue-
la del cenicero estando el
horno encendido). En p r i m e r lugar se construye una plataforma alrededor del horno, sobre
el patio preexistente, con una carnada efe ladrillos refractarios de los comunes,
revocados con hidrófugo sólo en la parte que q u e d a r á expuesta al aire. Sobre
dicha plataforma se hace la a r m a z ó n cilindrica que sostendrá el horno en su
interior. 1.a que muestran las ilustraciones se hizo con ladrillos comunes de
construcción, de los denominados "de m á q u i n a " , huecos, con sus agujeros en
sentido vertical. Esta a r m a z ó n tiene u n d i á m e t r o exterior total de 1,15 metros,
aunque bien p o d r í a tener 10 cms más de d i á m e t r o sin que se alteren las buenas
medidas del horno, comprobadas por varios a ñ o s de funcionamiento perfecto.
Sobre la plataforma de base hecha con ladrillos refractarios,* que no deben
revocarse en la zona interior del horno, se van disponiendo los ladrillos huecos
de obra, trazando u n círculo con la medida ya indicada para el d i á m e t r o . El arte
de la albañilería tiene sus m é t o d o s milenarios, sencillos pero eficaces. Cualquier
albañil experimentado p o d r á hacer perfectamente un cilindro con ladrillos
rojos de obra, o bien con ladrillos refractarios pesados. Dado que la pared
Interesanle idea del interna del horno es aislante y porosa, y bastante gruesa (16 cms), m u y poco calor
ceramista Pedro Ro-
dríguez (Bell Ville). Para
su horno Condorhuasi a
leña, ha ideado una tapa-
techo en cúpula, con lobera * Hemos utilizado para hacer la plataforma ladrillos refractarios "pesados" o compactos,
al centro. Se hace dos usados, desechos de tantas fábricas que se van cerrando en nuestro país. Dichos ladrillos
medias lapas para facilitar son mejores que los nuevos. Los hemos usado también para la zona del hogar, donde
el manipuleo. reciben llama máxima, y no se ha alterado siquiera su color, después de dos años de uso.
(Xros ladrillos nuevos, "de ahora", que llevan la leyenda "60" (como si tuvieran 60 por
ciento de alúmina), se han fundido parcialmente y quedaron como una tostada a las pocas
veces de ser usados...
234 235
Arriba: armazón terminada y revocada por
fuera. Abajo: vista interior del horno. Obsér-
vense los dos hogares y la plataforma de
base (sobre esa plataforma falta tender el
piso, de 12 cms de grosor, al mismo nivel
que las aberturas de entrada de llama).
Arriba: se hace la plataforma de base del homo a gas, con ladrillos refractarios compactos, Para dar
circularidad se arma una escuad ra clavando dos maderas en ángulo recto. Abajo: en primer lugar se arman
los dos hogares (entradas de llama) que lleva el homo. Cada hogar requiere 10 ladnllos compactos
aluminosos.
236
llegará al cilindro externo o a r m a z ó n , p o r lo cual es posible hacerlo con ese
material de baja refractariedad. Pero piénsese que dichos ladrillos han sido
horneados a 900° en las fábricas, y al ser usado este horno no llega hasta ellos
ni 300 grados C, lo que no afecta n i pone en peligro la estructura. Hacerlos con
ladrillos refractarios comunes es posible (de media o baja a l ú m i n a ) , con tal que
la estructura sea rígida. En muchos casos hemos visto paredes hechas con
.ladrillos refractarios m u y agrietadas por falta de buena t r a b a z ó n entre ellos.
A d e m á s , dichos ladrillos refractarios (pesados) trabajan bien "acostados", no de
canto. Una a r m a z ó n metálica t a m b i é n p o d r í a servir perfectamente como sostén
de las paredes interiores de este horno, para lo cual se h a r á cilindrar una chapa
de hierro de suficiente grosor, de manera que conserve la forma cilindrica (debe
estar m u y bien cilindrada y soldada). U n tambor grande o envase metálico de
desecho, de 600 a 800 litros, t a m b i é n puede servir para armar este tipo de
hornos. Pero continuemos describiendo c ó m o ha sido construido el horno
"Medrano", q u é tenemos en nuestra sede actual.
2 3 8
239
colocarán otros «los ladrillos del mismo upo, a manera de techo del hogar. Ocho
ladrillos son necesarios para la estructura del hogar. Sin embargo, dicho hogar
debe estar rodeado por los dos costados y el techo por ladrillos refractarios
aislantes, a fin de disminuir la trasmisión calórica hacia las paredes y a r m a z ó n
del horno. Las zonas de contacto entre los hogares y la albañiíería de la a r m a z ó n ,
se r e l l e n a r á n y t a p o n a r á n con cemento refractario, o con relleno refractario para
juntas que h a r á el mismo ceramista como se indicó en la Tercera Parte del libro:
'Materiales refractarios para hornos". T o d o hogar de horno cerámico siempre
es provisorio. Por diversas causas, será necesario reemplazar uno de sus
ladrillos; o bien h a b r á que ampliar u n poco la abertura de entrada de llama, etc.
Habiendo ladrillos aislantes, que son porosos, se los extrac fácilmente al exterior
para p e r m i t i r la reparación. No se debe ser temeroso en esto, pues la estructura
del horno no se resiente.
Una vez terminada l a ' a r m a z ó n del horno, se verificará muy bien que el
cilindro tenga la misma altura en todo su p e r í m e t r o (ondulaciones o fallas de
nivelado c a u s a r á n perjuicios y molestias por mal asiento de la tapa). T o d o el
d l i n d r o se revocará p o r fuera y p o r encima con revoque de hornos (Ver Tercera
Parte), el que debe llevar hidrófugo. No precisa revoque interior. Eso sí: todo el
cilindro se e n g r a s a r á o aceitará por dentro con aceite viejo de motor, a fin de
i m p e d i r que el material aislante con que se h a r á las paredes del horno se pegue
a él y se fisure al no poder encoger durante el secado. Repetimos: verificar muy
bien que la parte superior del cilindro quede bien rectilínea y muy bien nivelada,
sin irregularidades (dicha zona debe permitir un buen asiento de la tapa, sin
fugas de calor).
En este momento, conviene hacer los agujeros de entrada para la termocupla.
Hemos hecho tres, pues siempre es conveniente tener varios de esos salvadores
agujeros, para muy diversos usos. Se los hace a unos 10 cms hacia abajo desde
la culminación del horno, y t e n d r á n suficiente grosor (un dedo masculino).
Recomendamos hacerlos con cierta inclinación hacia adentro del horno: p o r allí
se d e b e r á arrojar brea, envoltorios con sales, y —sobre todo— servirá como
apoyo de la termocupla del p i r ó m e t r o (en casos se coloca dos p i r ó m e t r o s , para
verificar si hay diferencias en la temperatura interior). Las termocuplas se
colocan en esa zona superior del horno, pues allí hay unos 20 a 40 grados menos
de temperatura que en el fondo (léase Cuarta Parte del libro: "Uniformidad de
temperatura"). No se olvide que las termocuplas deben entrar al horno p o r los
costados, j a m á s por el techo, como hacen algunos fabricantes de hornos
industriales (instalan la termocupla hacia abajo, perforando el techo). La
indicación de temperatura fallará bastante de esa manera (tema ya explicado
anteriormente).
240
Arriba izquierda: a las 48 hs. se levanta la cimbra hacia arriba. Derecha: se deja a secar. Abajo: modo de
construir el horno en parte con ladrillos aislantes, y en parte con relleno (se evita asi el uso de cimbra).
242
Luego se prepara el relleno refractario cuya fórmula hemos recomendado en
la Tercera Parte del libro: "Relleno refractario poroso aislante". Hemos usado
la que contiene arcilla blanca-caolín lavado-chamóte mediano, para trabajo
hasta 1250 grados C. Dicha temperatura es "recomendada" para un margen de
seguridad muy amplio: en realidad sirve para bastante más. Se empasta con poca
agua este relleno refractario ideado en Condorhuasi. Se coloca la cimbra en su
posición correcta, sujetándola por debajo con maderas, y dejando u n espacio de
16 c e n t í m e t r o s entre ella y la pared interna de la a r m a z ó n . Se compacta dicho
relleno con un palo_ cuadrado y se aporta material hasta llenar todo el
cilindro.Cuando ha encogido debido al secado, descenderá unos c e n t í m e t r o s el
nivel superior: se d e b e r á a ñ a d i r m á s relleno hasta emparejar. Nivélese bien la
parte superior y déjese secar todo. A las 48 horas se irá aflojando la cimbra
extrayendo las calvijas de sujeción. Se observará si el relleno ya ha lomado
suficiente consistencia como para sostenerse sin peligros. En caso afirmativo, se
q u i t a r á del todo la cimbra, sin d a ñ a r el relleno. Si se produce a l g ú n roce, se
r e t o c a r á la parte d a ñ a d a , agregando la misma pasta. El tiempo de secado del
relleno depende del porcentaje de agua de mezcla que se usó al prepararlo. Con
los porcentajes que recomendamos, generalmente la cimbra puede retirarse a
las 48 horas en hornos m á s grandes; y al día siguiente de rellenado el horno si
éste es chico (tambor de 200litros). El secado completo de h a r á al aire libre, sin
p e r m i t i r que el agua de lluvia lo moje. Con buen tiempo, en una semana las
paredes h a b r á n evaporado por la superficie toda su humedad interior. Déjese
abiertas las aberturas de los hogares, pues así el horno actuará a modo de
chimenea, acelerando la circulación del aire de abajo hacia arriba, lo que causará
u n secado m á s r á p i d o .
* En realidad hemos usado trozos más largos y más cortos, pero siempre del mismo ancho
de un ladrillo aislante: 11 cms. El relleno posterior compensa la diferencia hasta lograr una
pared que en total tenga un grosor de 16 cms, lo que es más que suficiente para cocciones
a 1250 grados C.
244 243
muestra la ilustración: por allí e n t r a r á la vaina de la termocupla, que debe ser
larga para estos hornos (unos 30 cms). Los ladrillos van cementados entre sí con
caolín desleído en agua, y se los r e d o n d e a r á a mano de manera que al interior
la c á m a r a interna del horno sea bien cilindrica. Para ello se u s a r á una piedra de
c a r b o r ú n d u m o similar.
l a tapa de este h o m o ha sido hecha ensartando ladrillos aislantes del tipo
" K 26" en una varilla roscada de media pulgada, con gruesas tuercas y arandelas,
y — a d e m á s — colocando una planchuela de sujeción a ambos extremos para
evitar que la presión de las tuercas haga agrietar los ladrillos (no apretarlos en
exceso). Este n o m o lleva en total cuatro de esas tapas sueltas: dos de ellas están
formadas por 14 ladrillos cada una (las interiores, que llevan la tobera); y las
otras dos por 10 ladrillos cada una (las externas). Se las adhiere entre sí
simplemente con caolín desleído en agua.
La medida de la tobera es de 12 x 20 cms, o sea 240 c e n t í m e t r o s cuadrados,
lo que equivale a la superficie de las entradas de los quemadores sumadas juntas
(11 x 11 cms cada una). Para darle mayor grosor a la tapa de este h o m o , sobre
todo cuando se hornea gres a altas temperaturas, colocamos u n sistema de doble
tapa, es decir, ocho tapas en vez de cuatro (van superpuestas).
Funcionamiento
* Siempre se debe hornear con cuatro garrafas al mismo tiempo. Días muy fríos se podrá
hornear a >n 8. Al comenzar la cocción se conectará las 4 ya usadas, semivacías o .semillenas;
y, cuando estén agotadas y ya no tengan presión, se las cerrará e inmediatamente se abrirá
la llave de las 4 garrafas vírgenes.
246
adelante. Siempre se debe acoplar cuatro garrafas o cilindros .1 < ad.i quemador,
por las causas ya explicadas en el Apartado mencionado. Un • ¡lindfO de 10 kjjs
no puede reemplazar a cuatro garrafas de 10 kgs.
La cocción c o m e n z a r á encendiendo un solo quemador, y a llama muy baja.
Se debe usar u n hisopo (alambre con algodón en un extremo) remojado en un
poco de alcohol de quemar, de 50 cms de largo, para encender cada quemador.
Se lo coloca siempre debajo de la boquilla del quemador, nunca p o r encima.
Primero se coloca el hisopo encendido, y luego se abre la llama del quemador.
Nunca al revés. J a m á s se debe permitir que ingrese gas al horno estando
apagado. Si ello sucede, se lo debe ventear muy bien antes de encender el horno.
Hasta los 200 grados C se debe i r a marcha muy lenta, en todo horno. Laspiezas
deben desecarse, las paredes del horno deben perder su humedad. Por sobre los
300 grados se a u m e n t a r á la fuerza de llama del quemador.pero siempre de a
poco, hasta llegar a los 450 grados aproximadamente, momento en que se p o d r á
encender el otro quemador. Ambos se r e g u l a r á n a la misma fuerza de llama, y
en la misma atmósfera. Si u n quemador brinda llama brillante y luminosa, y el
otro no, es señal de que el primero se halla regulado en reducción y el segundo
en oxidación. Ello causará confusión en el horno mismo... cuya atmósfera debe
definirse (las piezas r e s u l t a r á n desparejas). A p r é n d a s e a observar la llama de
cada quemador: ello nos dirá mucho acerca de c ó m o regularla. Especial
a t e n c i ó n se debe prestar a la arandela que regula la entrada del aire primario
al Venturi. A l encender u n quemador, debe estar bastante cerrada. Si se halla
muy abierta, el quemador puede apagarse, o la llama entrar a la boquilla
(retrollama). En tal caso se a p a g a r á el quemador, se cerrará un poco m á s el
ingreso de aire primario, y se volverá a encenderlo. Toda llama, con correcta
r e g u l a c i ó n de su aire primario, puede ser baja o fuerte, pero siempre firme y sin
tendencia a despegarse.
* Si el homo carece de tobera (por ser de tiraje descendente), ese cono de llama amarilla
saldrá por todos los agujeros del homo: mirillas, aberturas para pirómetros, etc.: de allí la
necesidad de que tales agujeros existan.
248 249
siempre estará abierta durante toda la cocción, pero se la cerrará al apagai el
horno dejando uno o dos centímetros entreabiertos para que salga e l aire
caliente, a ritmo lento. A l comenzar la cocción, usando u n solo quemador, debe
abrirse a mitad, no más. Sobre los 400 grados se la abrirá porcomplcto y así hasta
el final. En ciertos períodos de la hornada se p r o b a r á cerrándola un poquito (o
a b r i é n d o l a ) : el p i r ó m e t r o digital dirá si se procedió correctamente o no. N o
acelerar el enfriamiento de u n horno: eso sólo lo aconsejan los aventureros
metidos a vender hornos de "fibra cerámica". Toda hornada acelerada en su
calentamiento, o en su enfriamiento, por lo general resulta un desastre.
Amenazas de muerte ha recibido ú l t i m a m e n t e el autor, de parte de delincuentes
a ue venden hornos hechos con esas fibras. I lacen publicidad falsaria, despistan-
o al ceramista principiante, presentando como una v i r t u d las cocciones r á p i d a s
que es posible hacer con esos hornos, sin mencionar los desastres que ocurren
con los esmaltes y las piezas; a d e m á s del serio riesgo para la salud del ceramista.
Las cocciones muy r á p i d a s normalmente resultan en fallas de todo tipo. La falta
de escuelas serias y de estudio ha hecho que esos hornos se presenten como
novedad de avanzada, cuando son un e n g a ñ o vulgar y burdo. A muchas escuelas
(o a sus directores) se les paga comisiones o se les regala fibra y hornos para que
la publiciten. Otros venden esos hornos a sus alumnos en la misma escuela...
A l apagar el quemador en seguida se c e r r a r á n las garrafas. O, puede
hacerse al revés, para purgar el tubo colector. Primero se cierran las garrafas
hasta que la llama se extingue. Luego se cierra el quemador. Así no q u e d a r á gas
dentro del tubo colector, lo que no es peligroso sino molesto por el olor a gas que
puede desprender. Siempre se retirará el equipo de fuego del horno. Colector
y garrafas deben alejarse o guardarse d e s p u é s de hornear.
A l manipular las llaves del quemador, no se debe ser timorato. Se las debe
cerrar r á p i d a m e n t e y con fuerza, y lo mismo al abrirlas. A l encender el
quemador ábrase del todo su llave, para que se encienda, y en seguida se la
c e r r a r á al m í n i m o .
Delante de cada entrada de llama del quemador debe colocarse u n
rompellamas, dejando unos 12 a 14 centímetros de espacio vacío, que a c t u a r á
como necesaria cámara de c o m b u s ü ó n del gas, que necesita abundante o x í g e n o
para quemarse completamente y brindar todo su poder calórico.Rompellamas
con poco espacio entre él y la abertura de entrada de fiama, h a r á n que el horno
funcione mal, con deficiencia de aire, y las piezas p r e s e n t a r á n fallas insalvables.
Arriba: forma de armar el rompellamas (uno A d e m á s , con poco aire, toda cocción es ineficiente (se consume exceso de gas, sin
ante cada entrada de luego), dejando un traducirse en calor); el horno no sube de temperatura con facilidad; cuesta llegar
espacio libre de 12 cm. Debe usarse ladrillos
con 60% de alúmina. Abajo: al apagar el
a altas temperaturas (1250 grados).
horno, se taponarán casi del todo los aguje- Cada rompellamas se arma con ladrillos de alta a l ú m i n a , "para
ros de entrada de llama, con una tocha (trozo
de ladrillo de horno). rompellamas", los que deben contener un 60 por ciento de dicho ó x i d o de
aluminio. T a m b i é n los puede fabricar el mismo ceramista, para lo cual debe
conseguir u n buen caolín, lo m á s aluminoso que pueda, y a l ú m i n a calcinada.
Conviene mezclar varias g r a n u l o m e t r í a s de aluminas: por ejemplo m á s gruesa
(malla 30-40); y m á s fina (malla 80 a 100).
250 251
Las ilustraciones indican c ó m o armar un rompellamas. En realidad, eso
depende del t a m a ñ o y formato del horno. Ixis ladrillos para el rompellamas
deben estar sueltos, sin cementarlos. Se los superpone según necesidad de
uniformizar la temperatura dentro del horno*. Rompellamas m á s altos derivan
más calor hacia la parte superior del horno. Y más bajos hacia la media o inferior.
Ver el Apartado " u n i f o r m i d a d de temperatura", en la Cuarta parte de este libro.
Los ladrillos tanto pueden armarse colocándolos horizontalmente, como verti-
E
lacas, sobre la zona donde arde el gas, y contra el chorro de llama ascendente,
n tal caso colocamos unas p e q u e ñ a s placas apoyadas verticalmente sobre la
placa de carga.
2B3
H O R N I T O P O R C E L A N E R O A G A S (1350° C )
Características
P r o c e s o de c o n s t r u c c i ó n
Se consigue un tambor de los más comunes en todos los países, de 200 litros
de capacidad. Se lo corta por la mitad, r o b á n d o l e unos c e n t í m e t r o s en altura, de
m o d o que, una vez cortado, el tambor quede de 52 a 53 cms de alto. A ambos
costados, y a unos 11 centímetros a contar desde el suelo donde se apoya el
horno, se practicarán en el tambor dos agujeros de 7 x 7 centímetros, que
servirán para la entrada de llama de los quemadores al horno.
A continuación se hace el piso del horno con relleno refractario, cuyo
espesor será de unos 10 cms. Como todos los hornos de este tipo, siempre se lo
a p o y a r á sobre una plataforma de ladrillos refractarios compactos o pesados, que
descansan directamente sobre el piso, ya sea patio o tierra. Dicha plataforma
evita el peligro de oxidación p o r humedad, lavado, lluvias, etc. Piso y paredes
se hacen con relleno refractario, cuya fórmula para muy altas temperaturas (más
de 1280° C) debe llevar cierto porcentaje de a l ú m i n a ; pero si se va a trabajar
solamente hasta 1230° opoco más, no precisa de ese óxido (hasta 1250° funciona
muy bien la pasta de relleno hecha con 50 por ciento de un caolín triple lavado
aluminoso; mezclado con 50 por ciento en peso de diamotc mediano lo m á s
aluminoso que se consiga; m á s la cantidad de aserrín que recomendamos para
ladrillos aislantes: 60 a 70 % en volumen).
F Ó R M U L A D E L R E L L E N O R E F R A C T A R I O A I S L A N T E P A R A 1350° C
(Ala mezcla anteriorse le añadirá un 60 a 70 por ciento de aserrín tamizado por malla
N°20, agregándolo en volumen, no en peso)
254
Ya se ha explicado varias veces c ó m o medir y mezclar el a s e r r í n en
volumen. Cada Capítulo del libro presupone que se ha leído y estudiado los
anteriores. Para proseguir el horno se cilindrará un cartón impermeable (o se
lo i m p e r m e a b i l i z a r á u n t á n d o l o con aceites o grasas, o con aceite recuperado de
a u t o m ó v i l ) , a t á n d o l o con hilos o alambre fino para que no se ovale. El d i á m e t r o
del c a r t ó n debe ser de 30 centímetros (poco influye un c e n t í m e t r o en m á s o en
menos). Se prepara la pasta del relleno refractario sin olvidar el necesario
aserrín. Advertimos que los polvos deben mezclarse muy bien en seco (esto es
esencial). Se empasta con un 35 por ciento de agua, y se vierte la mezcla al
interior, entre el cartón y la pared del tambor, compactando con u n taco de
madera gruesa. A l otro día, o a las 48 horas, la pared bien compactada h a b r á
adquirido suficiente consistencia como para sostenerse por sí misma. El cartón
se irá retirando de a poco hacia arriba, mientras se observa si la pared ha
quedado bien cilindrica y sin d a ñ a r s e . Una vez retirado el c a r t ó n con cuidado,
se dejará a secar todo el horno perfectamente. Dado que el cilindro de cartón que
sirve de molde se extrae hacia arriba, no debe tener alambres gruesos n i otros
elementos que i m p e d i r á n su correcta extracción y deslizamiento sin rayar o
raspar la pared a ú n fresca del homo. El grosor de pared d e s p u é s de "quemado"
el h o m o es de 14 cms.
Las tapas pueden hacerse con relleno refractario aislante; pero en este caso
las hemos hecho con ladrillos del tipo " K 28" (dos medias tapas de 9 ladrillos cada
una, ensartados en varillas roscadas de media pulgada, con tuercas y arandelas).
La tobera mide 1 1 x 1 1 cms, y tiene a su lado dos ladrillos aislantes sueltos para Arriba: obsérvese el quemador, con entrada para dos garrafas a la vez. La termocupla del pirómetro aparece
obturarla al apagar el h o m o , y para cerrarla un poco al comenzar la cocción con apoyada (en estafóte) sobre dos ladrillos dispuestos uno sobre otro. Abajo: el horno tienedos medias tapas
u n solo quemador encendido. Las aberturas de entrada de llama de ambos La tobera está obturada con ladrillos (recién apagado).
quemadores miden 7 x 7 cms.
Este hornito es noble al m á x i m o . L o hemos usado en unas doscientas
cocciones de porcelana entre 1280 y 1315 grados, con ó p t i m o s resultados. N o
se trata de u n esquema o dibujo de horno, sino de un modelo que ha sido
probado y reprobado cientos de veces.
Si se lo desea hacer con ladrillos, se debe conseguir los de mayor porcentaje
de a l ú m i n a . Recomendamos en nuestro medio los del tipo " K 30". En su defecto,
usar los del tipo " K 28".
Funcionamiento
Este h o m o se arma con dos rompellamas laterales, uno ante cada agujero
de entrada de llama. Recuérdese que los rompellamas van sueltos apoyados
sobre el piso, que debe estar bien alisado y horizontal. Se dejará u n espacio libre
de unos 7 a 8 centímetros ante cada rompellamas, el que a c t u a r á como la
necesaria cámara de combustión en la que se quema el gas. Cada rompellamas se
hace con u n ladrillo compacto de alta a l ú m i n a : los mejores son los de 60 por
ciento de a l ú m i n a (deben llevar impreso el n ú m e r o "60"). T a m b i é n los puede
hacer el mismo ceramista, con la fórmula antes dada (caolín-chamóte-alúmina
calcinada), d á n d o l e la forma c s l á n d a r d de un ladrillo (23 x 11 x 3,5 cms). Se
trata de un ladrillo delgado, denominado "tejuela". N o usar ladrillos m u y
gruesos para este tipo de h o m o , ya que su cámara de cocción se reduciría
256 257
demasiado. Se debe tener al menos cuatro de estos ladrillos aluminosos, para
repuesto o para superponer cuando la carga lo exija. Las piezas se cargan
apoyadas desde el piso. T a m b i é n es posible disponer una placa horizontalmen-
te, la que a c t u a r á como rompellamas horizontal: en tal caso la llama de los
quemadores pasa por debajo de la primera placa. Dado que este m é t o d o de
carga suele provocar que la primera placa rompellamas (que a su vez es piso de
carga) se recaliente, y las piezas allí estibadas salgan sobrehomcadas con
respecto a las de la parte superior del horno, siempre es preferible usar
rompellamas verticales. Con todo, usando dos placas superpuestas, o s e p a r á n -
dolas entre sí con un taquito refractario de apenas un c e n t í m e t r o de altura, se
neutraliza este inconveniente. Siempre se debe llegar a una componenda, entre
dos o m á s necesidades.
El material de carga puede hacerse con soportes y placas de carburo de
silicio, que resisten altas temperaturas superiores a los 1300 grados, y se
comportan perfectamente en reducción. Su formula ya se ha dado en el Capitulo
"Materiales refractarios para hornos", en este libro.* Soportes y tacos de apoyo
de m u y buena calidad y resistencia hemos hecho con la siguiente fórmula:
F Ó R M U L A P A R A S O P O R T E S D E H O R N O (1350° C )
* Para placas <ic horno, que deben resistir peso, nos lia dado buen resultado la siguiente
lónnula: Carburo de silicio (malla 30 a 40) 60%; más caolín triple lavado (bien blanco) 40%.
Presiónese bien al hacer la placa para compactarla.
258 259
de unos 4 c e n t í m e t r o s en torno a las placas, o poco menos, para la necesaria
circulación del aire caliente (de lo contrario el horno no sube t é r m i c a m e n t e ) . El
aire secundario, esencial para una correcta combustión, penetra por las aberturas
de los quemadores, los que deben dejarse dos centímetros afuera de dicha
abertura. J a m á s colocar los quemadores dentro de sus agujeros de entrada de
llama.
Para proteger la zona de entrada de llama, internamente, que ya se dijo
debe medir 7 x 7 cms, hemos colocado por dentro y a cada lado de dicha
abertura placas de sustentación, delgadas, de 1,5 cms de grosor cada una. Sobre
ellas, se apoya una placa-techo, dei mismo grosor y largo. Estas plaquetas de
p r o t e c c i ó n sirven para impedir que se d a ñ e o desmenuce el relleno refractario
con que se hizo la pared del horno, o que polvillo de ese relleno sea arrastrado
al interior del horno por la presión de la llama, arruinando los esmaltes. Dichas
plaquetas se hacen con la siguiente fórmula:
260
261
1 I.I]I.iii agotados para rendir todo su poder calórico, pero que sin embargo H O R N O D E SAL, O PARA ESMALTES D E S A L
pueden servir para el inicio de la cocción. Una garrafa semivacía, puede (1230 G R A D O S C )
funcionar dos horas o más cuando el quemador se halla a llama m u y baja, para
secado de las piezas, etc. Además, si en determinada cocción una garrafa ya no
rinde toda su p r e s i ó n , al haber otra ya acoplada, pueden funcionar ambas a la Este tipo de horno se construye de manera similar (pero no igual) que el
vez; o reemplazarse la agotada por otra llena. Ello no podría hacerse con una sola horno Condorhuasi a gas, que ya se ha explicado en el Curso Práctico de Cerámica,
entrada de garrafas. O bien habría que apagar el horno, cambiar el cilindro de T o m o 4. N o debemos repetirnos. Es por ello que, ante la necesidad perentoria
gas, y con euo el horno p e r d e r í a temperatura y el ceramista tiempo. de idear nn sencillo pero eficiente h o m o de salar, nace años venimos utilizando este
sistema simple y eficaz, cuya calidad q u e d ó demostrada en público durante el
Primer Encuentro Latinoamericano de Cerámica Artística, en la Falda, en 1989,
en presencia de 330 ceramistas, donde se h o r n e ó con dicho h o m o hermosos e
impecables esmaltes salinos. Además, fue usado en nuestros cursos ordinarios
ante cientos de alumnos. N o se trata de una improvisación, sino de un h o m o
probado y aprobado, claro que para apreciar el esmalte de sal de cocina se debe
tener alma de ceramista, no de bazanego.
Características
P r o c e s o de c o n s t r u c c i ó n
263
262
Amba: horno terminado, construido con una
capa primaria de tejuelas compactas de alta
alumina, y otra secundaria (posterior) de
ladrillos aislantes. Abajo: horno hecho con
paredes de relleno refractario aluminoso
aislante, con tejuelas sólo en la parte inferior
de la pared (23 cms) y en el piso. Se debe
(evocar todo el horno, incluso piso, con una
gruesa capa de alúmina y caolín.
264
.ilumina, las paredes del horno (y muy especialmente el piso) q u e d a r í a n
destruidos ya a la primera salazón.
Detalles constructivos (cómo hacer las aberturas en las chapas; construc-
ción de tapas y encofrado de paredes, etc.), suponemos que ya se han aprendido
lo suficiente al leer lo referente a los hornos anteriores. Huelga explicar
nuevamente lo ya e n s e ñ a d o extensamente en este mismo libro.
La construcción del piso se h a r á con ladrillos refractarios aislantes compra-
dos ( K 28, o, mejor, K 30); o bien con nuestro relleno aluminoso ya mencionado
en la Tercera Parte del libro. Pero téngase en cuenta que la parte superior del
piso, sobre la que caerá la sal, debe ser muy aluminosa y nada porosa. H á g a s e l a
con tejuelas o ladrillos compactos delgados, para rompellamas, con 60 por ciento Horno terminado, con tapa (dos medias
de alumina, colocados "acostados", lo que será suficiente protección contra el tapas).
ataque de la sal, que tiene un poder de p e n e t r a c i ó n enorme sobre cualquier
superficie porosa o agrietada, o juntas entre ladrillos. Si en vez de ladrillos
compactos para rompellamas se usará para el piso nuestro relleno, se lo debe
hacer con la mezcla antes mencionada de caolín y alúmina, a partes iguales, sin
a s e r r í n , para que no resulte poroso. Por esa razón lo hacemos m á s grueso que
lo habitual.
L a construcción de las paredes puede hacerse de dos maneras. O con
nuestro relleno refractario con 20 por ciento de a l ú m i n a , a d e m á s del caolín y el
c h a m ó t e en las cantidades ya indicadas en la Tercera Parte del libro: caolín puro
50%, c h a m ó t e aluminoso 50%, m á s a l ú m i n a calcinada 20 partes (todo en peso),
a lo que se a ñ a d i r á los porcentajes indicados de aserrín para darle porosidad y
aislación térmica a la pared (de lo contrario tardaría mucho en subir el h o m o
a su temperatura entre una y otra salazón). Terminada la pared.pero a ú n fresca,
se la recubrirá con una capa de a l ú m i n a y caolín, a partes iguales, los que
p r o t e g e r á n el h o m o del ataque de la sal. Dicha capa protectora debe ser lo m á s
gruesa que se pueda.
Si se hace la pared del horno con ladrillos, nosotros hemos usado el
siguiente m é t o d o . Contra la pared interna del tambor se coloca una pared
(secundaria) de ladrillos porosos aislantes (mínimo " K 26"). Sobre dicha pared
secundaria, se adosa otra pared menos gruesa de ladrillos o tejuelas delgadas (3 cms), de
las usuales para rompellamas, las que contienen 60 por ciento de a l ú m i n a .
Dichas tejuelas, p o r ser compactas (no porosas), y de alta a l ú m i n a , i m p e d i r á n el
ataque destructivo de la sal a elevadas temperaturas, que arruina cualquier
refractario, sobre todo si es poroso o si se ha agrietado (la sal penetra al fondo
de cualquier grieta o resquicio). Póngase especial cuidado en taponar muy bien
las juntas entre ladrillos, presionando el cemento hecho con caolm 50 p o r ciento,
Forma de revocar todo el interior del
y a l ú m i n a de malla fina 50 por ciento. Repásese a cada cocción dichas juntas o horno con una gruesa capa de alúmina
eventuales grietas. Este cemento para hornos de sal servirá t a m b i é n para adherir y caolín (repásese a cada cocción).
ambas paredes (primaria y secundaria) con que se hizo el horno. Empastar con Obsérvese el agujero del pirómetro.
suficiente agua, pero debe quedar espeso y pegajoso.
vr»7
muy bien todas las juntas entre ladrillos con la mezcla mencionada de caolín y
a l ú m i n a a partes iguales, para evitar la p e n e t r a c i ó n de los vapores salinos. A ú n
así, se aplicará una mano de esta última mezcla (alúmina y caolín) sobre todo el
horno: paredes, piso, tapas, agujeros de p i r ó m e t r o (por dentro), hogares,
tobera, tapones (cara interior).
No se debe hacer todo el horno de sal con ladrillos compactos, pues ello
h a r á m u y dificultosa la ascensión térmica, en c o m p a r a c i ó n con el horno que lleve
una capa secundaria de ladrillos aislantes, que retienen calor en vez de disiparlo.
Tampoco se lo h a r á con una capa primaria de ladrillos porosos, ya que en pocas
hornadas la pared o piso hechos con esos ladrillos se a r r u i n a r á p o r la implacable
p e n e t r a c i ó n de la sal (el ladrillo se convierte en esmalte y ya no retiene calor n i
permite apoyo de piezas n i soportes). Esto rige en especial para el piso y la zona
de pared mas p r ó x i m a al lugar donde cae la sal. Arriba: entrada de fuego. Ha sido
revocada con una gruesa capa de
La zona de entrada de llama al quemador, se h a r á o bien con ladrillos de alúmina empastada con caolín; y
alta a l ú m i n a , para rompellamas (deben llevar el sello "60" de a l ú m i n a ) , se la hizo con ladrillos compactos
encajonando muy bien dicha entrada, al igual que el piso del hogar, sobre el que aluminosos. Aba|o. se hizo dos
cae sal inevitablemente. O t a m b i é n el mismo ceramista puede nacer las placas medias tapas, con corle al medio
o tejuelas para dicho hogar o zona de llama, mezclando 40 p o r ciento de caolín para la tobera, saetadas por vari-
con 60 de a l ú m i n a calcinada. Esta alúmina debe ser de grano mediano a grueso llas roscadas
(malla 30 a 60, p o r partes iguales), cuando se trata de nacer placas o ladrillos.
Por el contrario, para preparar cementos aluminosos, o rellenos entre uno o otro
ladrillo, debe ser fina (malla N " 80 a 150).
Las tapas del horno (dos medias tapas con tobera al medio, de 11 x 11 cms),
se hicieron con ladrillos aislantes del tipo " K 28", para mayor rapidez, aunque
t a m b i é n pudieron hacerse con relleno refractario aislante aluminoso. En ambos
casos, siempre se le aplicará una capa gruesa de a l ú m i n a y caolín puro (a partes
iguales), para protección contra el ataque salino, por la cara que da al interior
del horno solamente:. A cada hornada, se revisará el horno y se h a r á n las
necesarias reparaciones u obturaciones. Huecos o partes corroídas, se q u i t a r á n
y luego se rellenará dicho agujero con relleno refractario aluminoso (caolín 50
partes; a l ú m i n a calcinada 50 paites; en peso). Zonas donde caigan los paquetes
de sal, d e b e r á n llevar a ú n mayor porcentaje de a l ú m i n a : apliqúese allí una
gruesa capa de a l ú m i n a 70 por ciento (en peso), m á s 30 por ciento de caolín
empastante, con poca humedad. Esa mezcla fragua en frío.
Dado que los paquetes con sal se e c h a r á n dentro del horno tanto por debajo
(la entrada de llama) como por arriba (por la abertura de la tobera), se debe
hacer un pote cilindrico que se colocará sobre la última placa del horno (la de
m á s arriba, a unos 10 cms por debajo de la tobera), de manera que los paquetes
con sal caigan dentro de ese pote cuando se los arroja al interior del horno, para
no perjudicar las piezas que se salarán. Para ello el pote debe tener medidas que
huelguen con respecto a las de la tobera. La composición de la pasta para hacer
el pote o receptáculo de sal debe ser 50 por ciento de caolín (en peso), m á s 15
por ciento de a l ú m i n a (en peso), a lo que se a g r e g a r á otro 35 por ciento de
c h a m ó t e aluminoso.
El modo de salar; la cantidad de sal; las veces que se salará; las temperaturas
en que se sala; la p r e p a r a c i ó n de la sal; las coloraciones; las diversas mezclas de
sal y b ó r a x (u otros fundentes); y —sobre todo— las fórmulas de composición de
pastas para hacer las piezas que se salarán; las atmósferas del salado y
c o n d u c c i ó n de la hornada, han sido suficientemente explicadas en el Curso
268
Práctico de Cerámica, T o m o 4", Apéndice N° 6: "Gres salado o gres a la sal". N o
podemos repetir a q u í las quince prietas p á g i n a s desarrolladas en ese libro. Allí
remitimos al lector, pues j a m á s u n autor honesto debe repetir capítulos enteros
de otros libros suyos.
Este mismo tipo de horno sirve t a m b i é n para todo tipo de volatilizaciones
con sustancias volátiles, como el carbonato de sodio, b ó r a x , carbonato de litio,
o mezclas de todos ellos. T a m b i é n sirve para volatilizar sales metálicas con dichas
sustancias. Sin embargo, la sal c o m ú n (cloruro de sodio), o sal de cocina, o
marina, da resultados cuya sobriedad, rusticidad y fuerza no lo pueden dar los
otros materiales mencionados. Claro que este tipo de cerámica no se ha
popularizado, ya que requiere conocimientos acendrados, lucha, y —sobre
todo— nivel espiritual. Por ello sí se ha hecho una p o p u l a r i z a c i ó n chabacana del
R a k ú (no del auténtico p o r cierto, sino del "yanquiforme", despojado de su
filosofía milenaria que no la entienden los que hacen dinero e x h i b i é n d o l o ) : e l
" R á - k ú " vulgarizado (las dos sílabas van acentuadas) es fácil, no va a c o m p a ñ a d o
por u n "modo de vida". Cualquier principiante puede practicarlo con sólo una
o dos clases, o con asistir a un cursillo superficialoide. E l resultado es seguro, con
pocos riesgos: ideal trampera para incautos y manifestación de una cultura
ciudadana que desnaturaliza y prostituye todo lo que toca. Aquello que es difícil,
o que exige estudio y entrega, o que incluye filosofía como ingrediente esencial,
la ciudad" (cuya escala de valores es materialista y vacua, a d e m á s de interesada
y gananciosa) lo rechaza o lo relega. Esto sucede con el esmalte de sal. Es para
pocos escogidos. Para los ceramistas luchadores, no conformistas n i plegadizos
a la chalina ceramística imperante.
Funcionamiento
Las piezas p o r salar se cargan crudas dentro del horno. Deben hacerse con
una pasta especial para salar, capaz de resistir la temperatura a que se sale. Es
posible salar a 1230 grados (o m á s a ú n ) ; a 1150°; a 1100°. El ceramista mismo
e s c o g e r á la temperatura que se a d e c u é a su modo de trabajo. De acuerdo con
dicha temperatura, h a r á la pasta de gres de media temperatura; de alta; etc. E l
esmalte de sal no se compra como tal, no se prepara, no se aplica sobre la pieza.
Es la nobleza misma pues él mismo hace casi todo el trabajo. Simplemente se
echa sal de cocina h ú m e d a a la zona de entrada de llama del quemador a gas
(jamás se salará con hornos eléctricos), en paquetes del t a m a ñ o adecuado a dicha
entrada. Estando el horno a temperaturas elevadas (1140 grados C en adelante),
la sal (o la mezcla) se volatiliza sola debido al gran calor; se disocia e l ó x i d o de
sodio que contiene la sal del gas cloro (no se olvide que es cloruro de sodio), y
dicho sodio se combina con la sílice de la pasta cruda, que a dicha temperatura
ya debe madurar (esto es esencial). Mezclas de sal con b ó r a x (u otros fundentes)
permiten salar a temperaturas menores (1050 grados), pero el esmalte resultan-
te n o presenta la textura sobria, al modo de una suave película mate, típica de
los buenos esmaltes salinos. Antes de echar sal dentro del horno se a p a g a r á el
quemador, y se lo retirará unos centímetros hacia atrás para p e r m i t i r taponar
la entrada de fuego.
270
hornadas de saino son óptimas: el horno mismo debe salarse, para interaccionar
con las piezas. Usese un b u e n p i r ó m e t r o , para registrar la temperatura a que se E L H O R N O A CARBÓN PARA E F E C T O S DE LLAMA
debe repetir el salado. La termocupla del p i r ó m e t r o debe estar protegida con
una vaina de sillimanita, de lo contrario se arruina (no usar vainas de cuarzo).
Características
Las placas de carga las debe hacer el mismo ceramista, y su d i á m e t r o será
bastante menor que el del horno, a fin de permitir un buen tiraje y ascenso de
la sal volátil hacia arriba. Apenas se echa sal al horno se debe obturar lodos los Se trata de u n h o m o de t a m a ñ o mediano, que hemosideado en Condorhuasi
agujeros: toberas, hogares, para que la sal haga su trabajo sobre las piezas y no para obtener efectos flamígeros y volátiles. Dado que estos efectos de llama son la
se volatilice al exterior. Placas muy anchas no p e r m i t i r á n que el gas de sodio última palabra en el interés mundial para cerámica de arte, este instrumento
volatilizado ascienda a las zonas superiores del horno. Nosotros acostumbramos hace posible al ceramista auténtico la indagación en esos aspectos procesales de
salar unas seis a siete veces en total. El proceso químico del salado provoca u n nuestra actividad. Funciona a carbón, de cualquier tipo, tanto vegetal como
descenso brusco de la temperatura dentro del horno (señal de que se está mineral, e incluso briquetas. Su t a m a ñ o puede ser mayor o menor, a voluntad
realizando bien). Si se sala a 1140 grados C, la temperatura bajara unos cien del ceramista. Q u i e n haga grandes esculturas o piezas que desee tratar a llama,
grados hasta que la sal se disipe dentro del horno (lo que se c o m p r o b a r á escogerá u n formato mayor (tambor de 200 litros), según su necesidad. Los
entreabriendo u n poco la tobera). Luego se quitará el t a p ó n de la tobera; se efectos de llama pueden (o no) combinarse con efectos volátiles. Este h o m o
e n c e n d e r á el quemador nuevamente; se dejará que el horno recupere la desarrolla temperaturas de 1280° C: requiere pastas de gres, pues las de baja
temperatura del salado; se volverá a echar paquetes de sal; inmediatamente se temperatura se fundirían.
a p a g a r á el quemador; se t a p o n a r á el horno, etc. Esta o p e r a c i ó n se r e p e t i r á unas
siete veces. A cada nueva salazón la capa del esmalte engorda más. Con poras
salazones, queda una leve pátina sobre la pasta.
Proceso de c o n s t r u c c i ó n
Se colocará sobre el piso tres soportes, hechos con la fórmula que damos a
continuación para placas. Sobre dichos soportes se a p o y a r á la primera placa, que
a la vez sirve como rompellamas horizontal. Debe ser gruesa (unos 3 c e n t í m e - Para construir nuestro horno a carbón hemos utilizado u n tambor de unos
tros), y su d i á m e t r o d e p e n d e r á del que tenga el horno: debe haber no menos de 100 litros de capacidad. Mayor utilidad puede prestar al ceramista que hace una
5 c e n t í m e t r o s entre la placa y la pared del horno. Debajo de la primera placa - p r o d u c c i ó n regular de piezas, un tambor de 200 litros de capacidad útil. U n
rompellamas se halla la cámara de combustión del gas (y zona de volatilización de tambor de 200 litros de capacidad p e r m i t i r á hacer e l horno con paredes m á s
la sal). Debe haber unos 27 centímetros entre la primera placa y el piso del horno gruesas. Ello r e t a r d a r á el enfriamiento, siempre deseable en un buen h o m o . Si
(generosa c á m a r a de combustión). Sucesivas placas se s o s t e n d r á n con tres no se desea construir un h o m o demasiado grande, es posible cortar dicho
soportes encolumnados sobre los anteriores. tambor a los 60 cms de altura, o como se desee. Dicho tambor no debe tener
tapas, n i tampoco techo cerrado. En tal caso, se debe quitar la tapa. En la parte
inferior del tambor (piso), se h a r á u n agujero cuadrado de 12 p o r 12 cms,para
FÓRMULA PARA PLACAS D E H O R N O S D E SAL la necesaria entrada de aire primario al n o m o (de no hacerlo la c o m b u s t i ó n se
extingue). Para el acceso del aire secundario, que regula el ritmo de ascenso de la
Caolín triple lavado 40 temperatura, se practicará cuatro agujeros laterales enfrentados entre sí en
A l ú m i n a fina (malla N° 100) 30 partes opuestas del h o m o , con sus respectivos tapones refractarios, para obturar
C h a m ó t e aluminoso grueso o bauxita calcinada (malla 20) 30 o reducir el acceso de aire secundario en caso de necesidad, en diferentes etapas
de la cocción. Dichos aguje ros t e n d r á n unos 4 por 4 cms de lado, y se e n f r e n t a r á n
dos a dos. El primer par de agujeros laterales se ubicó a 25 cms m á s arriba del
Esta placa se h o r n e a r á a unos 1200 grados C como m í n i m o antes de usarla. fondo del horno. E l segundo par, a 25 cms m á s arriba de los primeros.
Los soportes de horno se h a r á n con la misma composición. T a n t o placa como
soportes d e b e r á n cubrirse con una capa de a l ú m i n a y caolín (a partes iguales) Este h o m o trabaja con dos parrillas. Para hacerlas, hemos usado parrillas
antes de usarlos. Cada varias cocciones o cuando se oscurece el color, se aplicará de desecho de la c o m p a ñ í a de electricidad (SEGBA), de acero, diseñadas para
una nueva capa. quemar carbón mineral en sus calderas. I.os agujeros de las parrillas e s t á n
calibrados para obtener una correcta combustión riel c a r b ó n : la carbonilla cae
A l salar coloqúese el h o m o en exteriores: no inhalar los gases salinos, pues y no queda retenida p o r la parrilla (es perjudicial pues obstaculiza e impide el
contienen ácido clorhídrico, que es cáustico para las vías respiratorias. tiraje). Úsese solamente c a r b ó n en trozos, del t a m a ñ o de una nuez como
m í n i m o , el que deja aire entre los trozos y permite el necesario tiraje (de lo
contrario el h o m o se tapona y no sube). Los agujeros que tiene la cuadrícula de
la parrilla son de 3 por 3 cms: ello r e t e n d r á los trozos gruesos de carbón, y dejará
pasar la carbonilla, perjudicial en este tipo de horno y en toda caldera. Estas
parrillas se consiguen en corralones de materiales: son de acero duro, resistente
272
278
Arriba: vista interior del horno. Obsérvese el agujero al centro del piso. Abajo izquierda: la primera parrilla
se coloca sobre dicho agujero. Abajo derecha: posición de la segunda parrilla, apoyada contra la pared
al medio del homo (una vez llénala mitad inferior del horno con piezasy carbón, se coloca la segunda parrilla
y se llena la mitad superior).
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al alto fuego (1280°, que desarrolla este horno). Si no se las consiguiera,
cualquier herrero hábil (de los "viejos") la p o d r á hacer con facilidad, usando
planchuelas de acero, soldadas entre sí. La planchuela resiste mucho mejor el
calor y el peso que la varilla redonda c o m ú n .
Las tapas (dos medias tapas, con tobera al medio) s e r á n gruesas, para
retener calor y evitar enfriamiento brusco, hechas con nuestro "relleno refrac-
tario aislante", cuya fórmula damos en la Tercera Parte del libro: arcilla, caolín,
c h a m ó t e y aserrín. La tobera será de 11 por 11 cms.
Esta lobera superior debe tener una tapa dcslizable, para regular el mayor
o menor tiraje y, con ello, el ritmo de ascenso de la temperatura. Cerrando u n
poco la tobera, ese ritmo será menor y la cocción d u r a r á m á s tiempo. Cocciones
muy r á p i d a s con este horno pueden agrietar las piezas. T o d o consiste en saber
regular el ritmo de ascenso de la temperatura, y t a m b i é n el del enfriamiento.
El revestimiento interior del horno se h a r á según se ha explicado para los
hornos anteriores, como el Condorhuasi a leña. Para preparar la pasta hemos
usado nuestra vieja fórmula de "relleno refractario aislante": 3-3-4. Es decir 3
partes en peso de arcilla blanca; 3 de caolín; 4 de c h a m ó t e ; m á s aserrín 50 a 60%
en volumen*. Primero se d e t e r m i n a r á el grosor adecuado de pared (unos 10 a
11 cms) para el tambor de 200 litros. Nuestra versión, hecha con un tambor de
100 litros, tiene paredes de 7 cms de grosor. A mayor grosor de pared, el
enfriamiento sera m á s lento, lo que evita rajaduras de piezas por enfriamiento
acelerado.
Primeramente se h a r á el piso del horno, con el mismo grosor que las
paredes, dejando el necesario agujero cuadrado en la base, de 12 p o r 12 cms. Arriba izquierda: calentador colocado debajo del agujero del piso para encender el carbón. A medida que
Sobre ese piso, se colocará un cartón bien cilindrado y firme. Luego se rellenará el carbón se enciende el homo se pone al ro|o (se observará por las aberturas laterales). Abajo: horno
el espacio que se deje libre para la pared, con nuestro "relleno refractario encendido (sale llama por la tobera). Taponando las aberturas laterales y cerrando un poco la tapa de la
aislante" para paredes de horno, cuya fórmula se ha dado antes. N o se olvide del tobera, se frenará el ritmo de ascenso térmico.
necesario aserrín, para lograr que la pared sea aislante térmica y acumule
temperatura en vez de disiparla. Una vez bien secas todas las paredes del horno,
se lo p o d r á inaugurar, siempre que las tapas t a m b i é n e s t é n secas.
El agujero del piso se deberá cubrir con una parrilla. Las nuestras (que son
dos para este tipo de horno), miden 24 por 24 cms cada una. T é n g a s e en cuenta
que la parrilla del centro del horno debe tener una medida adecuada al d i á m e t r o
interno del horno. Siendo dicho d i á m e t r o (en nuestra versión) de 30 cms, la
parrila de 24 por 24 cms ajusta perfectamente con sus cuatro á n g u l o s sobre la
misma pared del horno, sin necesidad de apoyos n i soportes. Hornos mayores
(tambor de 200 litros), r e q u e r i r á n que la parrilla que va colocada al medio del
h o r n o tenga medida mayor. La de la base basta con que cubra la superficie del
agujero inferior, que —ya se dijo—es de 12 por 12 cms. Este agujero de base,
practicado a l piso del horno, perforando la chapa del tambor, debe tener un
t a p ó n refractario, para obturar esa abertura al apagar el horno, impidiendo así
que aire frío penetre al mismo y haga agrietarse las piezas. La tobera de la tapa
t a m b i é n debe tener un tapón, o una simple placa partida al medio para retardar
el enfriamiento; o, al contrario, para acelerarlo en las últimas etapas del
enfriamiento. Basta con entreabrir uno o dos centímetros ambas medias tapas,
para lograr una correcta regulación del ritmo del enfriamiento. Piénsese que el
* Esta fórmula es usada en todas parles, con mayor o menor grado de disimulo, en
encuentros, cursos o artículos, lo cual es positivo. Nadie, sin embargo, reconoce la fuente
ni el autor.
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horno, a ú n cuando se lo apaga, continúa ardiendo durante horas en su interior,
mientras haya c a r b ó n q u e m á n d o s e . A mayor entrada de aire por las aberturas
inferior o laterales, la cocción se acortará y la temperatura a s c e n d e r á más. A
menor entrada de aire, la cocción se r e t a r d a r á , la temperatura no será tan alta
y las piezas hechas con pastas no muy duras (para gres) no c o r r e r á n el peligro
de fundirse o vitrificarse en exceso.
Funcionamiento
S
a que el c a r b ó n se e n c e n d e r á s ú b i t a m e n t e y las piezas p o d r í a n agrietarse. Para
acerías m á s resistentes al shock térmico, conviene hacerlas con arcilla roja,
caolín, feldespato, c h a m ó t e , y algo de talco según necesidad. Puede usarse
t a m b i é n arcillas blancas, aunque los efectos de llama quedan mejor sobre pastas
rojas.
F Ó R M U L A D E P A S T A P A R A H O R N O A C A R B Ó N (1280°)
(PARA P I E Z A S )
Arcilla roja no calcárea 55
Caolín blanco 10
Feldespato 18
Chamóte 17
278
Modo de cargar el horno
Coloqúese ante todo la parrilla inferior (no la central). Sobre dicha parrilla,
se colocara unos 5 a 10 cms de carbón, vegetal o mineral, en trozos gruesos,
suficientes como para que no caigan por debajo de dicha parrilla. N o usar trozos
excesivamente grandes. Desde los 10 cms, sobre y entre el lecho de carbón, es
posible colocar las piezas que se h o r n e a r á . Pueden contactar unas con otras, lo
que será causa de efectos cíe fuego. Se irá colocando sucesivamente carnadas de
c a r b ó n y carnadas de piezas entre los trozos, hasta llegar a la parrilla central. Se
dejará libres unos 4 cms, sin carbón (con aire), debajo de dicha segunda parrilla,
que se colocará una vez que se haya rellenado la parte inferior del horno.
Sobre esta segunda parrilla, se p r o c e d e r á del mismo modo que con la parte Cuando el horno se ha encendido totalmen-
inferior: carbón, piezas, ramadas alternadas. l a s piezas se colocarán en posicio- te, sale una larga llama por la tobera (obtu-
radas las aberturas laterales para retener el
nes siempre diferentes: unas boca abajo, otras boca arriba, otras acostadas. Ello ascenso térmico).
p r o v o c a r á diferentes efectos de llama y humo. El interior de las piezas, si son
vasijas, puede rellenarse con carbonilla o aserrín, para ennegrecer. La carga
c o n t i n u a r á hasta unos 10 cms por debajo de la tobera, para no obstruir el
necesario tiraje.
Piezas muy pesadas y gruesas (esculturas), pueden requerir que se use
soportes refractarios para sostener la segunda parrilla, para prevenir el peligro
de que caiga debido al peso, arruinando las piezas que se hallan debajo. El
c a r b ó n al quemarse se reduce a cenizas, que no tienen capacidad de sostén de
la carga. En tal caso, las piezas pueden caer unas sobre otras, y rajarse o partirse
debido al golpe que es severo al gran calor. Estúdiese el modo de apoyar unas
contra otras las piezas, de modo que no puedan golpearse si cayeran.
Sobre la segunda parrilla, es posible colocar una caceta para efectos
volátiles con sales metálicas; e inclusive es posible (y altamente positivo) colocar
paquetes con dichas sales entre las piezas que se cargan dentro del c a r b ó n : ello,
sumado a los efectos reductivos, ahumados y carbonosos, a u m e n t a r á la riqueza
texturaI de la carga, que resultará maravillosa y asombrosamente procesada.
Pero sobre dichos efectos volátiles ya hablaremos en su Apartado especial, en
este mismo Capítulo.
Déjese unos 4 cms de espacio libre entre la caceta y la pared del horno: de
lo contrario se obstruye el tiraje y el horno se apaga, o no funciona correctamente.
El horno se e n c e d e r á con su tapa colocada, con la tobera superior y el
agujero de base abiertos. Se ubicará debajo de dicho agujero el calentador
encendido, a llama m á s bien baja. Hacia los 20 minutos, se verá que el c a r b ó n
comienza a arder, pues sale humo por la tobera (no mucho), y se observan Terminada la cocción, se cerrará del todo la
chispas por debajo y por los agujeros laterales que deben estar destapados (sin tobera (no herméticamente), los tapones
tapones), para así aumentar el aire secundario, necesario al iniciar la cocción. laterales y el agujero inferior (con ladrillo por
debap).
La marcha de la cocción deberá controlarse constantemente. Si el horno se
enciende y arde con demasiada vehemencia, se o b t u r a r á n de a uno los agujeros
laterales, para disminuir el ingreso de aire secundario al horno. Cuando el
c a r b ó n se ha encendido, por dichas aberturas se observará una llama intensa-
mente roja, que indica que el horno arde a elevadas temperaturas. N o se debe
p e r m i t i r que el horno "se dispare" de golpe, pues las piezas se rajarían, y este
hornito más bien debe refrenarse que acelerarse, tanto es el poder calórico que
desarrolla. Ya se dijo que llega a unos 1280 grados C con facilidad y sin
acelerarlo.
280
Cerrando los tapones laterales de a poco, y a medida que la temperatura C O C C I O N E S VOLÁTILES C O N SALES METÁLICAS
asciende, la marcha de la cocción t o m a r á su ritmo normal (ni muy r á p i d a n i muy
lenta). La tapa desüzable que existe al costado de la tobera superior, t a m b i é n
p e r m i t i r á desacelerar el ritmo de ascenso térmico en caso de necesidad. Si se T i p o s de hornos
desea, es posible colocar la termocupla de u n p i r ó m e t r o , a 10 cms debajo de la
tapa, de entrada lateral. Cuando el horno se ha encendido p o r completo y ya
trabaja solo, sale una larga llama rojapor la tobera. Ésta puede perdurar media E l horno que mejor se presta para cocciones volátiles con sales es el
a una hora, hasta que el c a r b ó n arda. En total, la hornada d u r a r á un par de horas ('ondorhuasi a leña. Igualmente puede servir el horno a gas, o el de c a r b ó n . Pero
con nuestro horno de t a m a ñ o mediano, en la cocción de piezas bizcochadas se debe saber que estas volatilizaciones se deben realizar entre los 1000 y los 1040
antes. Con tambores m á s grandes, p o d r í a durar m á s , y con piezas crudas el nulos, es decir, a temperatura bastante baja. A d e m á s , se u s a r á una caceta,
doble. Si se retiene el ritmo de ascenso térmico, y la cocción se prolonga:
cerrando un poco la tobera, taponando las aberturas laterales, o cerrando u n
S entro de la cual se alojarán las piezas por tratar. N o usar hornos eléctricos para
este tipo de cocción, ya que se arruinan sus resistencias. Esta técnica ideada en
poco e l agujero inferior con u n registro (placa o t a p ó n apoyado por fuera que Condorhuasi ha sido presentada en el Segundo Encuentro Latinoamericano de
obtura a medias el agujero de la base), la cocción será mas lenta y larga, con lo C e r á m i c a Artística, en 1991, ante 400 ceramistas, y ha sido realizada en diversos
que las piezas no c o r r e r á n peligro de rajarse. El ritmo de enfriamiento es cursos en América Latina y E s p a ñ a con éxito total. Es simple, noble, e c o n ó m i c a ,
esencial al respecto. Debe taponarse todo el horno: por debajo, por los costados y sirve tanto para vaso, como para escultura y mural. La cerámica en la
y t a m b i é n por la tobera, dejando apenas u n c e n t í m e t r o para salida del calor. actualidad tiende a los efectos volátiles, reemplazando a la práctica del Rá-Kú,
Piénsese que el horno c o n t i n u a r á ardiendo hasta que el c a r b ó n se consuma, casi ya desnaturalizada por el uso abusivo durante m á s de treinta a ñ o s .
hasta el otro día. Si se obtura h e r m é t i c a m e n t e el tambor, el horno se a p a g a r á
antes, o a r d e r á muy lentamente y a temperatura menor. Experimentar y anotar
horas de encendido y modos de hornear, será la mejor guía para aprender con
estas cocciones creativas, en donde se revela el alma del ceramista.
Pasta para efectos v o l á t i l e s
Encerrando las piezas crudas dentro de una caceta, y colocando todo
dentro del horno, se las p r o t e g e r á contra posibles rajaduras, a la vez que los Para tratar las piezas con efectos volátiles, se debe preparar una pasta
efectos volátiles s e r á n superiores (toda la sal colorante se fija a las piezas especial, ya que debe resistir el shock t é r m i c o que siempre a c o m p a ñ a a los
encacetadas). E l uso de cacetas es muy aconsejable cuando se hornea piezas procesos reductivos. N o usar pastas calcáreas n i cuarzosas, las que se a g r i e t a r í a n
crudas dentro del horno, para evitar agrietamientos. Incluso recomendamos con facilidad al ser volatilizadas. La arcilla roja se presta m á s que las blancas para
hornear dentro de cacetas las piezas previamente bizcochadas. Déjese siempre esta técnica, ya que su coloración natural resulta m á s atractiva y variada. E n
u n m í n i m o de 4 c e n t í m e t r o s de espacio con carbón entre la caceta y la pared del Condorhuasi usamos la siguiente pasta.
horno. De lo contrario el tiraje se tapona.
A l día siguiente de la cocción se p o d r á abrir el horno, de a poco,
entreabriendo la tapa que obtura la tobera. Las piezas a ú n calientes pueden
retirarse con tenaza de metal, o esperar a que se enfríen. N o sacarlas del horno FÓRMULA DE PASTA PARA EFECTOS VOLÁTILES (1040°)
muy calientes, pues se pueden agrietar.
Arcilla roja no calcárea 70
Feldespato 15
Talco industrial . 15
•
282 283
P r e p a r a c i ó n de las piezas
En Condorhuasi hemos ideado una sencilla pero eficiente caceta por aros o
anillos, que permite volatilizar sales en su interior sin inconvenientes. N o es
necesario hacer una gran caceta enteriza, como las tradicionales, ya que siempre
se quiebran o rajan debido a los procesos intensamente reductivos que se
desarrollan en su interior durante el salado. Usando aros o anillos superpuestos,
es posible armar una caceta de la altura deseada: para pocas piezas se usará pocos
.millos Para muchas piezas, o para una escultura alta, se s u p e r p o n d r á mayor
cantidad de aros. El uso de aros o anillos impide que la caceta se raje en uso, ya
que la separación existente entre uno y otro anillo compensa la dilatación-
contracción, impidiendo el agrietamiento. Por otra parte, si un aro o anillo se
rompiera, igualmente p o d r á usarse; o bien se lo reemplazará ya que siempre se
debe tener aros de repuesto. Pero no es lo mismo reemplazar u n aro que una
caceta enteriza. A d e m á s , debe entrar un poco de aire al interior de la caceta, para
que se enciendan las sustancias combustibles que se colocarán en su interior. Ello
es dificultoso con cacetas cerradas, herméticas. La caceta por anillos debe llevar
u n piso y un techo o tapa, hechos ambos con la misma pasta. Ambas lapas deben
estar sueltas; serán redondas (del mismo d i á m e t r o que la caceta); y de unos 2 cms
de grosor. Los aros o anillos deben ser u n poco gruesos, de uno a 1,5 cms de
grosor. La pasta para hacer la caceta será:
284
285
PASTA PARA CACETAS
Armado de la caceta
2 8 6
mayor coloración, se colocarán los paquetes con sales metálicas, necesarios para
producir estos efectos volátiles salinos. De ellos se hablará en el siguiente
apartado.
L a s sales m e t á l i c a s
Las sales que dan mejor y m á s seguro efecto, son las de hierro y de cobre.
T a m b i é n las de cobalto. Úsese siempre sulfatos, aunque t a m b i é n es posible usar
cloruros o nitratos. El cloruro de hierro es líquido, por lo cual no se puede utilizar
para hacer paquetes, pero sí para pincelar.
Otras sales t a m b i é n es posible usar, aunque se c o m e n z a r á experimentando
con las tres ya mencionadas: de cobre, hierro y cobalto, cuyo resultado es m á s
seguro. E l sulfato de manganeso, el de cromo y el de n í q u e l son igualmente
usables, aunque —repetimos— el sulfato de cobre y el de hierro son óptimos y seguros.
Las sales se i n t r o d u c i r á n dentro de la caceta en paquetes, envueltas en
papel de diario. Cada paquete c o n t e n d r á 15 gramos de sal de cocina m á s 15
ramos de sal metálica (por ejemplo: 15 gramos de sal de cocina mezclados con
Í 5 gramos de sulfato de cobre). Se h u m e d e c e r á u n poco la mezcla, para facilitar
la reacción química. Conviene mezclar en mortero ambos materiales, lo que
r e d u c i r á la sal de cocina a polvo (de lo contrario puede formarse adherencias
vitreas).
Los paquetitos con la mezcla de sal de cocina con sales metálicas se colocarán
entre las piezas, a voluntad. Donde queden o caigan, allí la coloración será m á s
intensa o se difundirá en otras direcciones. La cantidad de paquetes depende de
la intensidad del color deseada. U n promedio de dos a tres paquetes por cada
pieza mediana es recomendable. N o mezclar dentro de u n mismo paquete dos
sales metálicas diferentes. Es preferible colocar por separado u n paquete con sal
de hierro, y otro con sal de cobre en torno a una misma pieza.
L a cocción
La caceta se ubicará dentro del hono, tapada por encima pero con la tapa
suelta. La cocción se llevará a un ritmo normal, pero no debe sobrepasar los 1000
a 1020 grados, pues en ese punto las sales metálicas se volatilizan al exterior de
la caceta, y dejan de t e ñ i r las piezas, coloreando el horno. Inclusive es preferible
efectuar la hornada a 950 grados , no m á s , para evitar el derroche de sales
metálicas colorantes a! extenor de la caceta. Una vez apagado el horno, se dejará
que se enfríe con normalidad. A l otro día, se abrirá la caceta y se e x t r a e r á n las
piezas para su observación. En caso de que la experiencia no sea satisfactoria
para el ceramista, p o d r á volver a procesar las mismas piezas cuantas veces
quiera.
Dado que los gases salinos son tóxicos, no se debe respirar sus vaporizaciones.
Basta para ello con no acercarse n i estar al lado del horno todo el tiempo
mientras se realiza el proceso. N o contactar las sales con la piel, pues son tóxicas
y se absorben a través de la epidermis.
288
T a m b i é n es posible usar otras sales, tales m i n o el nitrato de plata,
Otros m é t o d o s salinos. permanganato de potasio y el bricomato de potasio. Éstas dos últimas sales son
venenosas: no contactar con la piel y no inhala i. No se < raí que dan electos que
ameriten e l riesgo. Repetimos: las sales metálicas que dan los mejores elei t o i al
El ceramista creativo, a medida que experimente, c r e a r á sus propios ser volatilizadas con sa l d e cocina h ú m e d a son el sulfato dé cottft y el mlfntQ drfurnti
m é t o d o s y descubrirá nuevas técnicas, si es sagaz y observador. Las técnicas para Todas las otras dan coloraciones menos impactantes.
obtener efectos salinos son múltiples.
N o falta a l g ú n autor norteamericano (especialistas en malar gente) que
Es posible disolver sales metálicas en agua caliente, las que se a p l i c a r á n a recomienda sopletear sales metálicas sobre las piezas. Eso es sene lilamente
pincel gordo sobre las piezas bizcochadas, las que previamente ya h a b r á n sido criminal. La inhalación de sales volátiles, en forma de niebla, pasa directamente
tratadas con sal de cocina como se indicó. Pero deben estar bien secas para que al sistema y causa graves intoxicaciones. Menos a ú n se sopletcará soluciones de
absorban sales acuosas. Las disoluciones se h a r á n disolviendo 20 gramos de sales al interior del h o m o caliente.
sulfato de cobre, o de hierro, en cien c e n t í m e t r o s cúbicos de agua caliente. Se
r e v o l v e r á con u n objeto no metálico. Se dejará un pincel para cada tipo de sal, Es posible colocar piezas crudas dentro de la caceta de reducción. Pero
sin mezclarlos. Las sales de cobalto se disolverán al 10 ó 15 p o r ciento (10 a 15 t é n g a s e en cuenta que el efecto salino, si bien puede ser m u y interesante
gramos de sulfato de cobalto para 100 cm* de agua caliente). Q u i e n use cloruro (característica de todo proceso reductivo), no admite salazón con sal de cocina,
de h i e r r o (cloruro férrico), que es líquido y m u y buen colorante, disolverá tres pues las pastas crudas no son absorbentes. El color y la textura no r e s u l t a r á n
cucharadas soperas del cloruro en una taza de agua caliente. Sales de cromo, de como a l procesar piezas bizcochadas. Con todo, el ceramista creativo debe
m a n y de níquel se disolverán al 30%, es decir, 30 gramos bien pesados de cada experimentar con todas las técnicas, y descubrir nuevos procesos. Las pastas
sal, bien disuelta en 100 cm* de agua caliente (insistimos: no contactar con la piel crudas se prestan ó p t i m a m e n t e para efectos de fuego, ennegrecimientos y
las sales disueltas en agua, n i inhalar los vapores del sopleteo o de la hornada). agrisados obtenidos con aplicación de materias combustibles dentro de la caceta,
o dentro del h o m o mismo. Untando las piezas con aceite recuperado de motor,
Efectuando pruebas, es posible obtener coloraciones sutiles superponien- por ejemplo, el ennegrecimiento será mayor y el efecto ó p t i m o . U n 50 por ciento
do dos o m á s sales disueltas en agua. N o confundir sales metálicas, que son de sustancias combustibles y un 50 por ciento de piezas es una correcta
solubles en agua, con óxidos metálicos, que son insolubles y no dan los resultados p r o p o r c i ó n . Quien desee color m á s negro, d e b e r á recargar con materias
n i los efectos volátiles. reductoras la caceta o la c á m a r a de cocción. E l horno Condorhuasi a l e ñ a se
Tampoco se haga como aconsejan algunos "tontitos" que, con enorme resta especialmente para reducciones, apagando el horno y d e j á n d o l o enfriar
trabajo, costo y riesgo, disuelven virutas de metales en ácidos... Eso es simple-
mente obtener sulfato de hierro, si se u s ó ácido sulfúrico para tratar virutas de
Cmateriales
asta los 850 grados. A dicha temperatura, se lo llena por arriba y p o r abajo con
ahumantes (bosta, brea, aserrín, trapos aceitados o asfaltados), y se
hierro... Pero el sulfato de hierro es tan barato, y los ácidos tan costosos y cierra h e r m é t i c a m e n t e el h o m o . Así se lo deja hasta el día siguiente. Debe
peligrosos, que ú n i c a m e n t e por ignorancia es posible recomendar esas técnicas resultar una hermosa cerámica negra, brillante si las piezas han sido b r u ñ i d a s
en cursos. o untadas con aceite usado de motor.
Si se sumerge aserrín en una taza con alguna de las disoluciones de sales
metálicas mencionadas antes (por ejemplo, en una taza de solución de sulfato de
cobre y agua se agrega aserrín hasta saturarla), el aserrín absorberá la solución.
Se aplica luego (o se salpica) ese a s e r r í n h ú m e d o sobre las piezas que se hallan
dentro de la caceta, y el efecto textural será muy apreciabíe. L o mismo puede
hacerse con vermiculita, que también es absorbente.
Grandes esculturas, que no cabrían en una caceta, t a m b i é n pueden tratarse
con sales dentro del horno. Para ello, se colocará paquetes con sales mezcladas
con sal de cocina (como antes ya se explicó), en torno a la obra, o t a m b i é n se
puede dejar algunos de dichos paquetes en partes de la pieza. Se h o r n e a r á a la
temperatura mencionada, sin sobrepasarla. Exceso de sales metálicas puede
hacer que se coloree la pared del h o m o , lo que no lo afecta mucho (sí a r r u m a r í a
las resistencias eléctricas).
Mezclando las sales metálicas con bórax, con carbonato de sodio, en vez de
sal de cocina, se obtiene efectos vitreos, ampollados y texturas m á s agresivas
(lava). Pero el b ó r a x se funde ya a los 850 grados, y forma una capa vitrea que,
si es exagerada, da el aspecto de un esmalte vulgar. Preferimos la sal c o m ú n .
Volatilizaciones de b ó r a x con sulfato de cobre se prestan para obtener visos
rojizos, por reducción del cobre que pasa de c ú p r i c o a cuproso.
2 9 0
2 9 1
11 c e n t í m e t r o s . E l sentido del rectángulo debe ser el mismo d r l i horro de llama
HORNO DE FRITAS ello h a r á posible desplazar el crisol más hacia la pared opuesta del horno, ««1(011
necesidad. Dichoagujerodebetencrun tapón,(lela I U I S I I I . I p.isi.upii U i p a n di»
del horno, el que se colocará solamente cuando no se frite, es dec ir,« u n i d . , M
En el Manual de Esmaltes Cerámicos, T o m o 3°, C a p í t u l o 11, se h a b l ó use el horno para cocciones comunes. Cuando se use el horno para fritar, d i r l m
extensamente del proceso del fritado y se ilustró fotográficamente algunos t a p ó n d e b e r á quitarse antes de colocar el crisol dentro del homo ( ..iivieni inn
hornos de fritas industriales de gran t a m a ñ o . Ahora nos referiremos a hornos dicho agujero se halle unpoco desplazado hacia la pared opuesta del borní i, ron
artesanales para fritar. respecto a la entrada de llama (ello debido a que el rompellamas resta r i p i
ara el crisol, dentro del horno, y obliga a desplazarlo contra la pared opuesta)
i queda algún espacio sin cubrir en ese agujero una vez apoyado el crisol, se
colocará un trozo de ladrillo suelto.
D i s e ñ o del horno
El h o m o de fritar se colocará sobre un t r í p o d e sólido de hierro, a unos 00
cms por sobre el piso, de manera que la frita fundida caiga sobre u n recipiente
Basándose en él modo de construcción del "Horno Condorhuasi a leña", o metálico lleno de agua fría, que se colocará justo debajo del culo del crisol. Ello
en el "1 lornito porcclanero a gas", ya explicados en este libro, se c o n s t r u i r á un h a r á que la frita se estrelle contra el agua y d e s p u é s resulte fácil de m o l e r á malla
horno para fritas del t a m a ñ o que se desee, rellenando con nuestro relleno finísima. l a frita cae en forma de chorro al rojo vivo. No se debe dejar excesiva
refractario aislante u n tambor de 200 litros de capacidad, el que se cortará a la distancia entre el fondo del h o m o y el nivel del agua, pues la frita podría
altura que se desee según la medida del crisol que se usará. Para comenzar, enfriarse en el trayecto. Unos 30 cms es lo ideal. E l tacho metálico debe estar
nosotros proponemos cortar el tambor a los 60 centímetros de altura, lo que d a r á limpio y sin óxido. Puede ser tanto circular como cuadrado. La cantidad de agua
capacidad dentro del horno para fritar con un crisol de 40 cms de alto, lo que debe ser abundante, pues no se debe permitir que el agua se caliente al recibir
no es poco para una p r o d u c c i ó n artesanal de esmaltes. Una vez que se domine el chorro candente.
el fritado en este horno mediano, será posible llevarlo a medidas mayores.
Usando las mismas medidas del "Hornito porcelanero", de 50 cms de altura, es
posible fritar con un crisol de 35 cms de altura por 25 de ancho.
Cualquiera sea la altura del horno que haga, piénsese que a menor altura E l crisol de fritado
total del horno menor será el poder calórico requerido, por lo tanto el quemador
p o d r á ser de menor capacidad, y el consumo de gas igualmente sera menor.
El crisol dentro del cual se colocará la frita, se h a r á con nuestra fórmula
No nos referiremos al modo de construir el horno, n i a la fórmula del para crisoles, de acuerdo con la temperatura del fritado. Existen fritas blandas
relleno de paredes, n i a su tapa, ya que todo ello ya ha sido ampliamente (a 1050 grados C), mientras que otras requieren temperatura mayor (1250" C).
explicado e ilustrado en sus respectivos lugares. Solamente s e ñ a l a r e m o s las
diferencias. En primer lugar, el grosor de pared será menor. Basta hacer las
paredes de 10 a 11 cms de grosor, lo cual dará cabida para u n crisol m á s ancho. FÓRMULA DE PASTA PARA CRISOLES (fritas hasta 1150° C)
El grosor del piso del horno será de unos 10 cms, no m á s .
Este horno de fritas debe llevar una sola abertura para entrada de llama del Caolín triple lavado aluminoso 50
quemador. Éste debe ser de unas 30.000 kcalorías/hora, y se lo a l i m e n t a r á con
una batería de garrafas o cilindros, funcionando a la vez (4 garrafas). l a abertura C h a m ó t e de grano mediano 50
de entrada de llama será de 9 x 9 cms ( m á x i m o 10 x 10 cms). Delante de dicha El crisol se h a r á a mano o tomo, con pared de buen grosor: 1 a 1,5 cms, y
abertura, debe colocarse un rompellamas (un solo ladrillo refractario pesado o se lo h o r n e a r á a unos 1100° C. Si el caolín no resulta plástico para tornear, se lo
compacto, de 3 cms de grosor, pero aluminoso: 60 por ciento de a l ú m i n a ) . Si no r e e m p l a z a r á por una buena arcilla blanca, en todo o en parte. Por ejemplo:
se lo consigue, h á g a s e uno con alguna de las fórmulas con a l ú m i n a que damos caolín triple lavado 25%; arcilla blanca 25%; c h a m ó t e mediano 50%.
en la Terrera Parte del libro. Basta con un rompellamas de unos 21 cms de largo
o r 1 5 ó 16 cms de altura. La función del rompellamas consiste en impedir que
E llama del quemador contacte directamente con el crisol, pues recalentaría en
exceso dicha zona (y la frita que se halla dentro), lo cual t a m b i é n puede
FÓRMULA PARA CRISOLES (fritas a 1250° C)
agrietarlo. A d e m á s , este rompellamas inducirá un ascenso del aire caliente. Si Caolín triple lavado aluminoso 50
lo hace el mismo ceramista, dicha circulación de aire caliente será mejor si se lo
construye levemente curvo. El rompellamas va suelto sobre el piso, y debe haber C h a m ó t e mediano 50
una distancia de unos 9 a 10 cms entre la abertura de entrada de llama y el Alúmina calcinada (malla 80) 10
ladrillo-rompellamas.
El horno, a d e m á s , debe tener una abertura en el piso, rectangular, de 6 por
293
292
líl crisol debe llevar un agujero al medio del culo, de u n poquito m á s de las primeras etapas de la cocción (hasta los 450° ( . ) , bornéese i o n el quemador
2 cms de d i á m e t r o (unos 22 milímetros), no más. Cuando se eche la frita cruda a llama baja, a fin de prevenirse contra posibles ampollado! e n é r g i c o ! y súbitos
a su interior, y para impedir que ésta se caiga, se e m p a s t a r á u n poco de la misma cuando la frita contiene mucho b ó r a x por ejemplo, lo que mancharla 0
frita con u n 30% de arcilla blanca h ú m e d a , y se h a r á una especie de t a p ó n chato, a r r u i n a r í a partes del h o m o . Si la frita no es borácica, o no contiene materiales
que se colocará a presión dentro del culo del crisol. Ello i m p e d i r á que la frita muy hidratados, no existe mayor peligro al respecto.
cruda caiga al agua antes de hallarse fundida.
El crisol se h a r á con un ancho de boca de unos 25 cms. U n ancho de base
de unos 12 cms (para mejor apoyo y evitar que se ladee dentro del horno). La
altura, se r e g u l a r á según la altura total del horno. Una buena altura es de 35 a
40 cms, para el mismo ancho de 25 cms mencionado.
Antes de cargar el crisol, pásese una mano de caolín desleído en agua al
interior del mismo. Ello i m p e d i r á en cierta medida la agresión del material
fundido sobre las paredes interiores del crisol, aumentando su d u r a c i ó n .
294 295
H O R N O S C A S E R O S (DE INICIACIÓN) H O R N O A GAS TIPO B O T E L L A
Reducción Oxidación
Calentamiento Enfriamiento
Encendido Apagado
Rápido (ascenso térmico) Lento
Alta temperatura Baja temperatura
Atmósfera dinámica Atmósfera estática (sin tiraje)
Disipación del calor Acumulación térmica
Transferencia térmica (exotérmico) Retención calórica (endotérmico)
Formato redondo Formato cuadrado
Tiraje ascendente o directo Tiraje descendente o invertido
Calor de llama Calor de electricidad
296
H O R N O A GAS D ETIRAJE A S C E N D E N T E
O D I R E C T O (botella rebajada)
298
y K2H). l a d r i l l o s secundarios: 417, incluyendo los secundarios del techo
(.lisiantes y livianos) y los secundarios del piso (compactos y pesados). 1.a puerta
requiere 60 ladrillos, para construir los dos pilares laterales y el arco. La
o b t u r a c i ó n de la puerta, necesita tener 64 ladrillos aislantes K26, separados y
numerados,para introducirlos de punta al interior del horno (23 cms de grosor
de puerta). El piso requiere 50 ladrillos aluminosos. En especial los que rodean
el hogar, deben ser de alta alúmina (60% de óxido de aluminio) para armar los
3 rompellamas necesarios, dejando 12 centímetros de espacio libre ante las
aberturas de llama. En total se requieren 527 ladrillos primarios, y 417
secundarios (sin contar los del rompellamas, n i los de carga). I o d o ello totaliza
1026 ladrillos de varios tipos.
Cualquier ceramista puede hacer fácilmente 10 6 20 ladrillos aislantes p o r
día, a mano, siguiendo las fórmulas que damos en la Tercera Parte del libro, y
construyendo unos moldes o cajoncitos de madera. A medida que se secan los
puede hornear en el hornito Condorhuasi a leña o a gas (20 por vez). Así, en dos
o tres meses, t e n d r á suficientes ladrillos para un horno grande con m í n i m o
gasto.
La bóveda cónica de este horno (trapezoidal) ha sido hecha disponiendo
sucesivas hiladas de ladrillos en salidizo o voladizo: cada ladrillo debe sobresalir
solamente un tercio de su longitud con respecto al de la carnada inferior, m é t o d o
que no requiere usar una cimbra especial. T a m b i é n puede hacerse una b ó v e d a
o cúpula con cimbra. En ambos casos, lo esencial es trabar bien los ladrillos, con
Arriba vista posterior (observar los hogares,
buen relleno de juntas, que debe ser cementante para el techo en salidizo. que serán cubiertos por la pared secunda-
Piénsese que se superpone solamente seis hiladas, lo cual no compromete la ria) Una vez revocadas las juntas de la
estructura, pues cada hilada, bien cementada y una vez seca, hace masa y actúa pared primaria, se construye la secundaria o
toda ella a la manera de un aro. Leer m u y bien los apartados respectivos en la extenor
Cuarta Parte del libro ("Arco, bóveda, cúpula").
La uniformidad térmica de este upo de hornos, al igual que la de todos los
otros hornos, es función del diseño, por cierto, pero t a m b i é n depende (y mucho)
del tipo y modo de carga; de la correcta regulación del tiraje; del ritmo de
ascenso de la temperatura y atmósferas de cocción. Hornos cuya temperatura Abajo: se termina la pared secundaria, y luego se
construye el arco de la puerta, usando una cimbra de
asciende demasiado r á p i d a m e n t e , se convierten en una chimenea, y —como madera. Luego se van colocando las sucesivas
ésta— no puede tener buena uniformización térmica. La llama excesivamente hiladas de ladrillos en salidizo para hacer el techo o
oxidante tampoco permite uniformizar el calor (úsese llama neutra). cumbrera, dejando fraguar bien cada hilada antes de
colocar la superior (úsese relleno cementante).
Debe tenerse a mano una simple placa de horno, de 30 por 30 c e n t í m e t r o s ,
la que servirá para obturar la abertura de la tobera, según necesidad, c o r r i é n d o l a
sencillamente a mano. Al comenzar la cocción, por ejemplo, si se enciende u n
solo quemador, la tobera se abrirá solamente a un tercio de la superficie total,
que está calculada para los tres quemadores funcionando juntos. A l apagar el
horno, ciérrese casi del todo la tobera, dejando unos c e n t í m e t r o s para fuga del
calor. Se c e r r a r á n o t a p o n a r á n las aberturas de entrada de llama cuando la
cocción esté terminada, retirando los quemadores.
Al cargar el horno, déjese Ubre una amplia zona en torno a la pared interna,
para circulación r á p i d a del aire caliente.
Mucho ahorro de ladrillos será posible si se construye este horno con
paredes hechas con u n solo ladrillo dispuesto "de punta", hacia el centro
imaginario de la c á m a r a de cocción. Q u e d a r á n así grandes juntas en "V" entre
uno y otro ladrillo, las que se r e l l e n a r á n con nuestro relleno para juntas, y
a h o r r a r á n casi un 30 por ciento de ladrillos aislantes.
300
C o n t r o l de la temperatura: Se hará con p i r ó m e t r o y conos. Para ello se ha ni
un m í n i m o de dos agujeros en los ladrillos de la puerta del horno (uno arriba
y otro al medio), de 2 c e n t í m e t r o s de d i á m e t r o , para introducir la termoc upl.i
del p i r ó m e t r o . Otra abertura debe existir (o varias), para ubicar conos piroméi ri< < >.s
entre la carga. Todo horno bien construido debe tener varios agujeros, cuya falla
se ha de lamentar muchas veces.
Vista interior desde la puerta del horno a gas, tipo "botella rebajada". Todos los ladrillos han sido fabricados
a mano (los ladrillos aislantes y los compactos).
MU
H O R N O A LEÑA DE T I R A J E D E S C E N D E N T E
Derecha: ante todo se construirá
(O D E D O B L E TIRAJE) los hogares, se determinará el es-
pado para la puerta y se colocará
los ladrillos de las paredes (todo
Realizado por el estudiante de la Carrera de Ceramología Leonardo Arias sobre la plataforma de base, pre-
viamente hecha). Izquierda: se pro-
sigue levantando las paredes late-
T i p o de horno: Se trata de u n horno de formato circular, alimentado a leña por rales y los pilares de la puerta.
medio de dos hogares laterales. Tiene puerta frontal, con cabida humana (se
carga y descarga dentro del horno). Posee tobera al centro del techo, lo que hace
posible hornear con tiraje directo o ascendente en caso de necesidad o preferen-
cia del ceramista. Esta es su m á s apreciable ventaja.
Medidas interiores: Su d i á m e t r o interior es de 90 c e n t í m e t r o s (0,90 mt), y su
altura m á x i m a interna de 1,30 metros.
Medidas exteriores: D i á m e t r o externo 1,34 metros; y altura m á x i m a 1,52 mt.
V o l u m e n del horno: l a capacidad o volumen de este horno es de 572 litros
5
(0,572 m ) .
Hogares: Cada hogar mide 44 centímetros de altura (abertura), por 40 c e n t í m e -
tros de ancho.
Parrillas: Cada hogar posee su propia parrilla, de 40 centímetros de ancho por
46 c e n t í m e t r o s «le p r o f u n d i d a d (hacia el interior del horno).
Poder c a l ó r i c o requerido: Para cocciones hasta 1100° C, se requiere en total
150.000 kcalorías/hora; y para altas temperaturas unas 210.000 kcalorías. Cada
parrilla tiene una superficie de 1840 centímetros cuadrados, donde arden de 4
a 5 kgs de leña. A l renovarse esa cantidad de leña siete veces por hora, el consumo
total m á x i m o de leña que efectúa cada parrilla es de unos 35 kgs/hora. Sabemos
ue cada k g de leña seca proporciona unas 4500 kcalorías/hora. Multiplicando
3 500 p o r 35, da 157.500 kcalorías/hora para cada parrilla, lo que supera la
exigencia m á x i m a para bajas temperaturas.*
* Ambas "toberas" al techo, y —en general— toda tobera, siempre ha de tener una "tocha"
o ladrillo aislante recortado a medida, capaz de obturarla parcial o totalmente, según
necesidad. Dicha tocha puede ser a manera de tapón encastrante, o bien como un simple
ladrillo o tapa deslizable.
duras caerían al cenicero cuando se las eclia). Cada parrilla estará apoyada del
modo m á s simple: sobre cuatro ladrillos refractarios compactos, colocado uno
bajo cada á n g u l o recto. Además, la parrilla estará apoyada contra su rompellamas,
el que se h a r á superponiendo ladrillos refractarios compactos sueltos, y cubrirá
la zona de cada hogar, pues su función es la de deflectar el calor c i m p e d i r que
la llama del hogar contacte con las piezas, a r r u i n á n d o l a s . Unos 6 u 8 ladrillos
puestos de canto y unos sobre otros bastan para armar el rompellamas. Es
preciso probar con el horno encendido a fin de rebajar o aumentar la altura del
rompellamas. Él es una de las claves que permiten uniformizar la temperatura
dentro del h o m o . Rompellamas armados con ladrillos gruesos (6 cms) pueden
hacer que la zona del piso del horno resulte fría, en cuyo caso se los r e e m p l a z a r á
por ladrillos aluminosos delgados (3,5 cms). No usar ladrillos aislantes para ese
rompellamas.
su
•>1 n
1
Medidas de la puerta: Su altura máxima <:s de 0,90 metros y el ancho de 0,50
metros.
Grosor de paredes: Tanto las paredes laterales, como el Uchú, tienen un grosor
equivalente a dos ladrillos puestos de plano, es decir, 22 centímetros en total. La
capa primaria lleva ladrillos aislantes porosos, aluminosos. La secundaria,
igualmente aislantes pero de menor d e n o m i n a c i ó n (K24).
Cantidad de ladrillos usados: Primarios 350. Secundarios: 350. O b t u r a c i ó n de
puerta: 60. Ladrillos para chimenea: 64. Piso o solera (compactos): 30 (de alta
a l ú m i n a para la zona de los hogares). Total: 854 ladrillos. N o se tuvo en cuenta
los 12 necesarios para el r o m p í llamas (00% de alúmina).
H O R N O A L E Ñ A D E A L T A T E M P E R A T U R A (1250°C)
Y MAYOR FORMATO
(puede alimentarse a carbón)
* Si se lo hace con nuestro "relleno refractario aislante", las paredes tendrán un grosor de
16 cms. l a armazón de ladrillos comunes huecos, de construcción, tendrá un grosor de
pared de 8 cms, más 1 cm de revoque. Sumando 32 más 16, más 2, más 70 cms de cámara,
se tendrá 1,20 metros.
314 315
de protegerlo contra la humedad ambiental, lluvias, etc. Piénsese que se usó
ladrillos muy porosos, los que son muy absorbentes.
Es esencial que la parte superior del cilindro tenga muy buena t e r m i n a c i ó n ,
sin irregularidades, ya que de ello depende el asiento de la tapa. Ésta se h a r á
sencillamente ensartando ladrillos aislantes "K 28" dentro de una varilla roscada
gruesa, de media pulgada como m í n i m o . Se h a r á dos medias tapas de 10 ladrillos
cada una, para los bordes del cilindro. Y otras dos medias tapas, con 13 ladrillos
cada una, para cubrir la parte central del cilindro. Estas dos medias tapas
t e n d r á n una entalladura en su parte media, de manera que se forme una tobera
de 23 x 23 centímetros, necesaria para el tiraje, al centro del horno. La lapa
r e q u e r i r á , pues, 46 ladrillos aislantes en total.
Este horno se carga y descarga por arriba. En la parte frontal, se debe dejar
una abertura para el cenicero y el hogar, cuyas medidas son 30 c e n t í m e t r o s de
ancho, por 50 de altura. De la mencionada altura, 17 centímetros los o c u p a r á el
cenicero, y los 33 restantes el hogar (donde arde la leña). La parrilla, por
supuesto, se colocará a los 17 centímetros del piso interno del horno.
Es necesario hacer una parrilla correctamente diseñada y fabricada, a fin
de que no se tuerza el calor de cocción. Conviene hacer dos medias parrillas, lo
que facilita su limpieza y extracción, ya que sería demasiado pesada se se la hace
enteriza (aunque quien desee hacerla entera puede probar). El d i á m e t r o total
de la parrilla será de unos 60 centímetros. Si se hace dos medias parrillas, su
medida ha de ser 60 por 30 centímetros cada una. El cnvarillado será horizontal
con respecto a la abertura del hogar, para evitar' la caída de la leña al cenicero.
Conviene reforzar el metal de la parrilla, y si es posible usar hierros de sección
cuadrada, de acero, cuya resistencia térmica es mayor. Una de las dos medias
parrillas debe llevar una prolongación de parrilla, que sobresale por la abertura
del hogar al exterior del n o m o , y cuya longitud debe ser de unos 40 c e n t í m e t r o s
o algo m á s . Sirve para apoyo de ladrillos aislantes cuando se precise cerrar
parcialmente la entrada de aire secundario al hogar, y otros usos. La parrilla se
a p o y a r á simplemente sobre cuatro soportes de horno, no muy gruesos, m á s un
soporte adicional al centro. Dichos soportes, lógicamente, t e n d r á n la misma
altura recomendada para el cenicero: 17 centímetros.
816
(liando no d é abasto el fogonero principal. En tal caso otra persona a y u d a r á
echando m á s combustible por el lado opuesto.
El dintel del hogar, que es de 30 centímetros de largo, se h a r á o con u n
ladrillen refractario ele 40 centímetros de largo, que se h a r á con nuestras
fórmulas, o bien con un c h a p ó n de hierro grueso, sofire el cual se a p o y a r á n los
ladrillos aislantes usados para hacer la pared.
Este horno es simple en su construcción; económico en grado sumo si se lo
hace con relleno refractario de encofrar; y rendidor ya que su c á m a r a de cocción
de piezas mide 70 por 70 centímetros. Además, se alimenta gratuitamente, con
madera de cajones de fruta, o sobrantes de carpintería. N o precisa chimenea ya
que su tiraje natural es suficiente. A lo sumo, sobre los 900° C, si es preciso se
colocará una lata sin fondo sobre la tobera (no debe ser demasiado alta: basta
unos 40 centímetros).
R e c u é r d e s e que al apagar el horno se t a p o n a r á con ladrillones aislantes los
hogares y aberturas, para impedir que el aire frío entre al horno y agriete las
piezas. La lobera se o b t u r a r á parcialmente cuando el horno se apague, aunque
sin taponarla h e r m é t i c a m e n t e (2 ó 3 centímetros de luz puede quedar a fin de
que ei calor pueda hallar camino natural al exterior).
Se h a r á al menos dos agujeros para entradas del p i r ó m e t r o , a los costados
delhorno, a diez centímetros por debajo de la tapa. T a m b i é n conviene hacer una
mirilla para observar el cono pirométrico.
Total de ladrillos usados: 396 aislantes para las paredes. Más 46 aislantes para
las tapas. Y 20 ladrillos compactos para el piso interno. N o tomamos en cuenta
los ladrillos adicionales para la plataforma de base.
Poder calórico total: Este horno consume 24 kilogramos de leña por hora (para
una p a r r i l l a de 60 centímetros de diámetro). El poder calorífico de la leña es de
5000 kcalorías/hora. Multiplicando 5000 x 24 = 120.000 kcalorías/hora, lo que
es suficiente para bajas y t a m b i é n altas temperaturas.
Vista interior del horno a leña, desde la abertura del hogar. En la pared opuesta, se ven las dos aberturas
para entrada de más aire secundario (la inferior) y para echar leña (la superior). Falta colocar la parrilla
318 319
H O R N O A GAS D E F O R M A T O C U A D R A D O
•
T i p o de horno: Es un horno de formato cuadrado; de tiraje descendente o
invertido, con chimenea; funciona con 4 quemadores a GLP (igualmente puede
funcionar con gas natural). Puerta delantera (obturante).
Medidas interiores: la planta interna mide 0,90 metros de lado (90 c e n t í m e t r o s
interiores libres, frente y fondo). Su altura m á x i m a , al centro de la cumbrera, es
de 1,15 metros.
Medidas exteriores: 1,34 metros de lado.
A l t u r a externa total: 1,37 metros. Con revoque refractario: 1,40 metros.
V o l u m e n interior: 1000 litros de capacidad (un metro cúbico).
Poder c a l ó r i c o requerido: Para hornear a bajas temperaturas (hasta 1100° C),
se necesitará 270.000 kcalorías/hora, proporcionadas por cuatro quemadores de
70.000 kcalorías/hora cada uno. Para trabajo en altas temperaturas (más de
1200° C), s e r á n necesarias 370.000 kcalorías/hora, suministradas por cuatro
quemadores de 90.000 kcalorías/hora cada uno de ellos.
Aberturas de entrada de llama: Son dos para cada costado del horno, cuatro
en total, de 13 x 13 centímetros cada una para quemadores de 70.000 kcalorías/
hora. Si se usará quemadores de 90.000 kcalorías/h, dichas aberturas s e r á n de
15 x 15 cms cada una. Su formato será o bien cuadrado, o bien rectangular pero
en sentido vertical
Abertura de entrada de chimenea: Será de 28 x 28 centímetros.
D i á m e t r o del conducto interior de la chimenea: 30 c e n t í m e t r o s .
Altura total de la chimenea: 2,80 metros. Se la construyó con ladrillos compac-
tos refractarios hasta una altura de 1,30 metros. Se la culminó con u n tubo de
hierro de 34 cms de d i á m e t r o y sombrerete arriba. Para construirla zona inferior
de la chimenea, su piso, zona de entrada al horno y las siete primeras hileras, se
utilizó ladrillos compactos de alta a l ú m i n a (60% de a l ú m i n a ) . El resto con
ladrillos compactos de media a l ú m i n a .
Registro de chimenea: Lleva un registro horizontal, hecho con una placa de
carburo de silicio. Se lo ubicó a 60 centímetros del suelo. Sirve para controlar el
tiraje en diferentes etapas de la cocción. Se lo abre del todo al comenzar. Se lo
cierra parcialmente cuando se hornea con uno o dos quemadores. Se lo cierra
del todo al terminar la cocción, para evitar que el aire frío ingrese al horno, y se
lo abre del todo en las últimas etapas del enfriamiento (debajo de los 250 grados
C). El otro registro (vertical) se colocó a la entrada misma del horno a la
chimenea. Sirve para impedir que sales volátiles se disipen y se derrochen si
ingresan a la chimenea, o que los humos pierdan la necesaria concentración
gaseosa (esmaltes de sal; volatilizaciones con sales metálicas; esmaltes rojos y
dorados de humo).
Grosor de pared: La pared "primaria" es de 11,5 cms, hecha con ladrillo aislante
aluminoso (K28). La secundaria" tiene el mismo grosor, con ladrillo aislante de
menor d e n o m i n a c i ó n (K 26).
320 321
Grosor del techo: Se lo construyó mediante una cimbra cilindrica, con dos capas
de ladrillos, ambos aislantes y livianos. Su grosor total es de 22 c e n t í m e t r o s . Los
ladrillos se colocaron de canto, unidos con caolín.,
Medidas de la puerta: Su abertura mide 0,70 metros de ancho (70cms),por 1,15
mts de altura, lo que permite cargar y descargar el horno en su interior. Para eilo,
los ladrillos del piso s e r á n compactos (no aislantes), de alta a l ú m i n a , en especial
los que rodean los cuatro hogares.
Cantidad de ladrillos: Se utilizó 477 ladrillos, incluyendo 80 para la chimenea.
A d e m á s , se reservó 102 ladrillos m á s para la obturación de la puerta, aparte de
los anteriores (igualmente aislantes). Dichos ladrillos deben entrar de punta al
interior del horno. Para los necesarios rompellamas, se destinó otros 24 ladrillos.
Se utilizó 337 ladrillos "secundarios", de menor contenido de a l ú m i n a , para la
capa exterior de paredes y techo (también aislantes). Todo ello totaliza 940
ladrillos. Este horno requiere revoque refractario, ya que estará bajo techado Se ha colocado lacimbrade madera (¡lustrada en
abierto. la Cuarta Parte), necesaria para hacer el techo en
bóveda cilindrica.
Rompellamas: Se colocará un rompellamas delante de cada abertura de entrada
de fuego, o —mejor a ú n — uno alargado a cada lado del horno. E l chorro de Abajo izquierda: vista posterior del horno, con la
llama debe chocar contra el rompellamas, el que estará colocado a unos 12 a 14 cimbra ya colocada pero aún sin ladrillos. Dere-
c e n t í m e t r o s ante la abertura de entrada de fuego. Se los construye superponien- cha: manera de ir colocando los ladrillos del
do ladrillos refractarios compactos, de alta alumina (60%), de o cms de grosor. techo, balanceando el peso hasta llegar al cen-
tro. Unos parantes interiores impiden que la
Dichos ladrillos se disponen sueltos, de canto, en tres o cuatro hileras. Es preciso cimbra se deforme.
experimentar a fin de comprobar si la altura del rompellamas es la correcta. Si
la zona del piso es m á s fría que la del techo del h o m o , se rebajará una de dichas
hileras.
M e d i c i ó n de la temperatura: Se practicará como m í n i m o dos agujeros para
entrada de la termocupla del p i r ó m e t r o , a cada costado del h o m o sobre la pared
frontal. Su grosor sera como el de un dedo índice de macho. Con todo, la mejor
indicación la d a r á la pared de la puerta, al centro (es la zona m á s alejada de los
quemadores). Déjese asimismo un lugar para colocar u n cono pirométrico, sobre
uno de los ladrillos de la puerta. Tanto el cono, como las aberturas para el
p i r ó m e t r o , deben hallarse a unos diez centímetros por debajo de la linea de
arranque del techo. Conviene, por otra parte, colocar conos sobre el piso del
h o m o , sobre placas de carga en la zona del centro del h o m o y en la zona del
techo: ello p e r m i t i r á comprobar el comportamiento térmico del h o m o , lo cual
es necesario cuando es nuevo y a ú n no lo conocemos del todo. Asimismo, dichas
indicaciones h a r á n posible corregir deficiencias, ya sea alargando o rebajando
la altura de los rompellamas; o haciéndolos m á s delgados.
Hacia la mitad de cada pared frontal de este horno, conviene practicar un
agujero de 6 x 11 cms (medio ladrillo de plano), con su tocha para obturar. Esa
abertura es necesaria e imprescindible cuando se va a esmaltar a la sal (gres
salado), cuando se hará nuestros "esmaltes de humo", etc. Ix>s paquetes con sal
c a e r á n así justamente sobre el chorro de llama, y se volatilizarán d i f u n d i é n d o s e
p o r todo el h o m o . N o son necesarios si no se sala.
322
La cimbra ya ha sido cubierta por una primera capa
de ladrillos aislantes. Luego se colocará unasegunda
capa de ladrillos livianos. Se espera 48 hs hasta que
fragüen los cementos y se extrae la cimbra por
delante
324
H O R N O A GAS-OIL O A F U E L - O I L
Realización: Pedro Álvarez.
* Vaya uno a saber cuáles son las "recónditas intenciones" —altamente éticas sin duda—
que abrigan las autoridades de u n país que fue líder e n gas, para dejar enormes regiones
de su territorio desprotegidas y desabastecidas. La despoblación de la Patagonia será el
primer efecto de esta "alta política", cuyas verdaderas intenciones los argentinos no
podemos conocer.
326
y transcurra la larga llama del quemador de aceites. Es ñ o r ello que en nuestra
versión se ha modificado la ubicación de las aberturas de entrada de llama del
quemador, que han sido colocadas en la pared delantera del horno, de manera
tal que dicho chorro candente pueda desplazarse hacia la pared trasera del
horno, haciendo un largo recorrido sin tropezar con ninguna pared refractaria
que lo detenga.
El rompellamas que se construyó ha sido hecho superponiendo tres hileras
de ladrillos refractarios compactos, de alta alúmina (60%), los que cubren todo
el trecho que se halla a 20 centímetros por delante de las paredes laterales del
horno, y llegan hasta el fondo, es decir, desde la pared delantera hasta la trasera
del horno. Ello para impedir que fugas laterales de llama afecten la carga.
Inclusive tal vez sea necesario superponer cuatro hileras de ladrillos en vez de
tres, siempre dispuestos de canto unos sobre otros, sin cementarlos entre sí.
T o d o rompellamas debe ser fácilmente desplazable, modificable, o reemplazable
por ladrillos m á s gruesos o, por el contrario, m á s delgados.
Úsese un quemador de la mejor calidad, de alta p r e s i ó n , con buen poder
de gasificación. N o se aplique la boca del quemador al agujero, de entrada de
llama, o b t u r á n d o l o , como suelen hacer muchos instaladores. Usese el mismo
sistema que ilustramos para hornos a gas: la boca del quemador se aplicará o
ubicará ante el agujero de entrada de la llama, pero sin penetrar a su interior.
Debe quedar a unos 2,5 centímetros por fuera, dejando que abundante aire
secundario pueda ser succionado por el horno mismo, en torno a la boca de
entrada del quemador. La abertura de entrada de llama debe ser generosa (es
fácil cerrarla u n poco si fuera necesario, aplicándole u n trozo de ladrillo
refractario; pero será imposible abrirla sin apagar el horno). Para hornear a altas
temperaturas, hemos dejado una abertura de entrada de llama de 19 p o r 19
c e n t í m e t r o s . Se ha usado dos quemadores, cada uno de los cuales tiene u n rango
t é r m i c o entre 5.0.000 y 160.000 kcalorías/hora. Regulando el registro de l a
chimenea, se llegará al ó p t i m o equilibrio entre porcentaje de aire primario y de
aire secundario.
328 329
IIORNO DEARCO CATENARIO C O N TIRAJE CRUZADO
Volumen interior: 742 litros (0,742 metros cúbicos). El volumen de este tipo de
horno se calcula obteniendo la superficie, en centímetros cuadrados, de la
plancha que sirvió para hacer la cimbra original, a t a m a ñ o natural. Se obtiene
la superficie del triangulo central y se le suma la de las dos secciones laterales de
5
círculo. Una vez obtenida dicha superficie (en cm ), se multiplica por la medida
del fondo interno del horno. El resultado nos d a r á el volumen total interior del
horno, en metros cúbicos.
Poder calórico requerido: Para trabajo a bajas temperaturas: 200.000 kcalorías/
hora. Para altas temperaturas: 280.000 kcalorías. Dado que existen dos abertu-
ras para entrada de llama, para cocciones hasta 1100° C se aplicará dos
quemadores de 100.000 kcalorías/hora cada uno de ellos. Para altas temperatu-
ras, dos quemadores de 140.000 kcilorías/hora cada uno.
Aberturas de entrada de llama: 18 por 18 centímetros cada una de ellas, para
instalar los quemadores m á s potentes. Pero si se usará quemadores de 100.000
kcalorías/hora, dichas aberturas serán de 16 por 16 c e n t í m e t r o s (o superficie
equivalente).
Entrada al interior de chimenea: 25 por 25 centímetros.
Diámetro del conducto interno de la chimenea: 30 por 30 c e n t í m e t r o s .
Altura total de la chimenea: 2,46 metros. Con ladrillos refractarios compactos
se c o n s t r u y ó sólo hasta 1,20 metros. El resto se continuó con un conducto de
hierro de 34 centímetros de d i á m e t r o (900 c m ' de superficie interna, equivalen-
te a la de la base cuadrada de esa chimenea). I . t .' . - i -
330
Registros de chimenea: Se colocó u n registro horizontal a los 60 c e n t í m e t r o s del
piso. Pero dado que este horno es ideal para salado y cocciones volátiles, se aplicó
otro registro vertical, a la salida de la chimenea, para impedir la entrada y
disipación de sales gaseosas p o r su interior. La base ae la chimenea se c o n s t r u y ó
con ladrillos compactos pero aluminosos.
Grosor de paredes: 22 centímetros (laterales del horno y techo del arco
catenario).
Medidas de l a puerta: 0,99 metros de altura p o r 0,70 de ancho. Déjese dos
agujeros de 2 c e n t í m e t r o s de d i á m e t r o para entrada de la termocupla del
p i r ó m e t r o , hechos en sendos ladrillos de la puerta, y otra abertura para m i r a r
el cono desde el exterior (esto rige para todos los hornos).
C a n t i d a d de ladrillos: Primarios aislantes para el arco catenario básico: 190
ladrillos. Otros 190 secundarios (de menor porcentaje de a l ú m i n a , pero
aislantes) para la capa posterior del mismo arco cadenero. La pared trasera
r e q u i r i ó 120 ladrillos (dos capas). Pilares laterales y piso de puerta: 42 ladrillos.
Piso interno del horno: 36 ladrillos compactos, de alta a l ú m i n a los que rodean
los hogares y entrada a chimenea. Para obturación de la puerta cuando se
hornea: 76 ladrillos. La chimenea requirió 85 ladrillos. Para rompellamas: 8
ladrillos (quizá haya que colocar 12 para armarel rompellamas (una hilera más).
E n total: este horno requirió 747 ladrillos.
332
388
HORNO D EARCO CATENARIO. TIRAJE INVERTIDO
•t a a 187
entrada de la termocupla del p i r ó m e t r o , y una abertura para observar el cono
que debe instalarse dentro del horno, entre la carga. Los agujeros para el
p i r ó m e t r o e s t a r á n uno a diez centímetros debajo de la parte superior de la
puerta, y el o t r o en la zona media (es fácil extraer una termocupla del agujero
superior, y meterla dentro del agujero central, a fin de comprobar si hay
uniformización térmica o no). Ello no afecta a la termocupla (hágase la
o p e r a c i ó n con rapidez).
538 339
P a n el horno a leña y a carbón se practica, a cada lado del horno, una a p o y a r á la placa rompellamas, encolumnando soportes sobre los que e s t á n
abertura de 30 por 50 centímetros, en sentido vertical, y a partir «leí piso. La debajo de la parrilla. 1.a placa rompellamas puede medir 60 c e n t í m e t r o s de
parte inferior la o c u p a r á el cenicero o p u l m ó n del horno: déjese un espacio d i á m e t r o , o —mejor— 55, «le manera que se deje amplio espacio entre ella y la
tared del horno, para la necesaria circulación «leí aire caliente, que h a r á subir
vertical de unos 18 centímetros para succión del necesario aire que h a r á posible
la c o m b u s t i ó n de la leña o el carbón. A los 18 centímetros del piso se colocará la fa temperatura rápida y sostenidamente. Conviene hacer cuatro cuartas placas,
a fin de aligerar el peso y facilitar su fabricación. Tanto la parrilla, como las placas
parrilla, sobre la cual debe quedar u n espacio de 32 centímetros para el hogar,
o zona donde a r d e r á la leña o el carbón. Sobre el hogar se colocará la primera de los sucesivos pisos, deben tener un soporte al centro, y otros cuatro a los
placa, que actúa como rompellamas y primera placa de apoyo. Uno o dos costados, en las zonas <l<: u n i ó n entre dos placas (cinco soportes por piso). T a n t o
E
c e n t í m e t r o s en más o en menos no afectan el funcionamiento ó p t i m o del horno, lacas como soportes, y relleno de paredes o ladrillos para el horno, se h a r á n con
pero no se salga de dichos estrechos límites. La parrilla debe ser generosa: is fórmulas que damos en la Tercera Parte del libro.
piénsese que (le ella depende el poder calórico «leí horno y la temperatura Ixis «linteles que Cubren el vano «leí cenicero y del hogar, se hicieron con
m á x i m a alcanzada. Para este horno el d i á m e t r o de la parrilla será de unos 90 u n ladrillen, «le 40 c e n t í m e t r o s de largo por 20 c e n t í m e t r o s de ancho y 6 de
c e n t í m e t r o s para llegar a temperaturas elevadas. Puede ser de 80 c e n t í m e t r o s grosor, compacto (no aislante), a fin de impedir posibles roturas por roce de uso.
para menor rendimiento calórico requerido. Por razones de peso y comodidad
al sacarla o ubicarla, conviene dividir en cuatro partes dicha parrilla: q u e d a r á n La construcción «le est<: tipo de horno puede hacerse fácilmente haciendo
así cuatro parrillas en á n g u l o recto de 45 por 45 centímetros; o de 40 p o r 40 ladrillos refractarios aislantes oblicuos, como lo muestran las ilustraciones.
c e n t í m e t r o s cada una de ellas. Los apoyos, con soportes sueltos al piso, deben ser Nuestro arte debe crecer, y s«>bre las bases ancestrales buscar siempre
suficientes y firmes para que tenga buena estabilidad. Sobre dicha parrilla se horizontes nuevos, que no son sino Repetición milenaria y cíclica del eterno
retorno del saber alfa rero recóndito pero actuante. Rescatarlo es nuestra misión.
K • 1
- 3 D
5>|
HORNO A GAS. Zona punteada: paredes laterales del horno. Al pie de cada pared, abertura para enriada
de llama de los dos quemadores. HORNO A LEÑ AO A CARBÓN. Ancho interno en la base: 1,30 mt. Ancho de la parrilla: 85 a 90 cm Ancho
Dentro del homo y ante cada abertura se halla el rompellamas (uno a cada lado). Altura interior útil: 1,20 de la placa-rompellamas: 60 cm. Ancho de la boca del horno: 80 cm. Cámara de cocción de piezas: 70 pot
mt. Ancho útil: 70 cms. Apoyo de piezas desde el piso. Diámetro de placas de carga: 60 cms. Tapa: con 70 cm Hogar (entre parrilla y placa-rompellamas): 30 cm de altura. Cenicero o pulmón: 18 cm ue .iitur.i
ladrillos ensartados (Ver fotos). Carga y descarga: desde arriba. Otras medidas: ver próximo dibujo. Altura total interior del horno: 1,20 mt. Máximo estrechamiento (a la mitad del horno): 70 cm de ancho.
Abertura del hogar: 22 cm do alto por 30 de ancho. Abertura del cenicero o pulmón: 12 do alto pi H :i<) cin AJ
.ni. Mu Al-itur.i de la tobera (al centro de la lapa): 1000 cm- (31 por 31 cm aproximad.mu • i r-.
r«:l. iii'iulai i, con registro deslizable (placasvsNa). Leí aberturas del hogar y ceraceto i• i . • • i -
340 a i . ii la lado del horno (con tapones refractaros) AnCtK) de la parad OW horno 12 cms para ti un irli.i ln
Arriba: rellenando un molde de madera para hacer ladrillos aislantes a mano. Observar la
inclinación de los tabiques divisorios (para hacer ladrillos oblicuángulos, de 19 cm de largo;
por 12,5 de ancho; por 8,5 de grosor). Abajo: secado de los ladrillos. Al tener los extremos Arriba: horno terminadoy revocado. Al frente:
oblicuos, cuando se superpone las sucesivas hileras, será fácil dar al horno la necesaria aberturas para el cenicero y el hogar. Abajo:
inclinación de pared que muestran los dibujos Ceramista: Leonardo Arias. obsérvese la tapa del horno, hecha ensartan-
do ladrillos asíanles en una varilla roscada
(se h izo cuatro tapas, con la tobera al medio)
342
T E M P E R A T U R A S D E F U S I Ó N D E L O S C O N O S PIROMÉTRICOS "ORTON",
E N G R A D O S CENTÍGRADOS Y S U E Q U I V A L E N C I A E N G R A D O S F A H R E N H E I T .
Los "conos grandes" se usan para ciclos lentos de cocción (entre 60 y 150 grados de ascenso de la temperatura
por hora). Los "conos p e q u e ñ o s " son usados para ciclos rápidos, de 300 grados de ascenso por hora. N o confundirlos.
Existen "conos estándard", usuales para un ritmo de ascenso térmico de 150 grados por hora.
El asterisco (*) indica temperatura aproximada. La cruz ( + ) significa que ese cono ya no se frabrica. La
abreviatura "ND" quiere decir "no determinada" (la temperatura). Para temperaturas extracerámicas, de 1800" C y
más, se colocará una serie de conos numerados, lo que p e r m i t i r á hacerse una idea relativa de la temperatura
alcanzada.
Léase el extenso artículo "conos pirométricos" en el Diccionario de Cerámica, para m á s detalles. Las marcas serias
advierten en la caja de conos cuando estos son tóxicos: los de bajas temperaturas pueden llevan compuestos de plomo
crudo, capaz de intoxicar si al contactarlo se lleva la mano a la boca (ello sucede con los O r t o n N ° 022, 021, 020).
Al usar conos de otros fabricantes, pedir siempre la respectiva Tabla, ya que difieren entre sí, y ello puede
arruinar una cocción. Los Conos de fabricación nacional son m u y confiables.
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CM CN CN CN I N N I N N I N CN CN CN CN cO CO c o EOP1 tfl 00 CO CO CO CO CO C O C O C O co
1 P R I M E R A P A R T E : F U N D A M E N T O S F O R N A C O L Ó G I C O S , 7. Q u é es un
horno cerámico?, 8. El horno y el ceramista, 9. El horno eléctrico, 11. T a m a ñ o
y formato, 12. Combustible y tipo <le horno, 13.
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1^ OI 0 0 o in - c (O ai m co oí r* ^ CO CO l O ^ o o »n »o o I O
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CO * C l CO O) —< O I Tt" CO o CN * m CO 0 0 O) —i <M " f l O C O O C M m co oo i> fh S E G U N D A P A R T E : E L H O R N O , E L C A L O R Y E L C O M B U S T I B L E , 17.
co eo co ^ ^m»o»oirj cO CO co ce co co co co i-- f» i^ i-« r~ ce co CO CO CO OI o
o —. —i — —• CN
C ó m o calcular el volumen o capacidad de un cilindro en litros, 18. Cálculo del
volumen de un horno de formato cuadrado (en litros), 18. Cálculo del volumen
de u n horno cónico (en litros), 19. Poder calórico y volumen del horno, 20. C ó m o
O averiguar el consumo de un quemador, 22. Gas licuado de p e t r ó l e o (GLP), 22.
o 5 C ó m o calcular el poder calórico de un quemadora GLP, 25. Otros cálculos útiles,
z 9 O J co TÍ m -
Ct- CO o o C0 CO I-» 0 0 O O PH —• CN CN co " f m co e- oo en o — CN
25. La leña y el poder calórico, 26. El ador y la temperatura, 27. La c o m b u s t i ó n ,
— — — CN CN CN CN CN CN CO CO CO C O CO CO CO CO CO CO CO CO ^ ^ ^*
° ? 28. Atmósferas de cocción, 30. Transferencia calórica o térmica, 32. La tempe-
2 ratura y su medición, 34. Poder calórico de combusübles sólidos y líquidos, 37.
Poder calorífico de los gases combustibles, 38. Peso de varios gases, 38.
Propiedades del gas licuado, 39. Composición del gas envasado (GLP), 40.
Diferentes presiones del gas, 40. Medidas de presión, 40. Equivalencias entre
IT) —< C O CO I O CO CM O •*< —i — —• CO OI 1< CO CO co 00 co ir. Q Q Q Q Q Q
medidas de p r e s i ó n , 41. Equivalencias entre medidas térmicas, 4 1 . Rendimiento
m O Í o co o co C N Cl CN CO 1^ Cl O i n CN *
o f f C0 co I — 1^ r~ ce CO Oí OI Cl Cl O O 2 2co £coS coi c z z z z z
CN CN CN CN CN CN CN CN CO CO
CN CN CN CN CN co co CO de los cilindros de gas envasado, 4 1 . Tubos o caños de hierro galvanizado, 42.
CN
Caudal de gas en litros que pasa por hora por cañerías de varios d i á m e t r o s , 42.
T E R C E R A P A R T E : M A T E R I A L E S R E F R A C T A R I O S P A R A H O R N O S , 49.
CO CO « COlOCOOOOÍ 0 m t-- co ko
••r ci i- o £ ; £ £ Q Q Q Q Q Q
Materias primas para refractarios, 51. Refractariedad y aislación térmica, 53.
W •j" co co r- co o CN -t- 0 1 O CN CO T
r- CO Refractarios livianos y pesados, 57. Fórmulas de pastas refractarias, 59. F ó r m u l a
Q co co ^ Tj^^ioinm lO CO CO CO CO CO co
de ladrillos refractarios pesados, placas y soportes (uso hasta 1230°), 60. Fórtn ula
2 de ladrillos refractarios para servicio s ú p e r (uso hasta 1350°), 60. L a d r i l l o !
C aislantes o porosos (livianos), 6 1 . Agua de mezcla, 61. Ladrillo refractario
c/i aislante criollo, 62. F ó r m u l a , 62. Placas y soportes de carburo de silicio, 63.
O t- (N r- ir, F ó r m u l a , 63. Pasta refractaria depremezcla o relleno, 64. Relleno refractario
7, O O »T) -< -H CM CO CO
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—• CN CN ¿ * 7.ZZZZ poroso aislante (fórmulas), 66. Refractarios para bajas temperaturas de uso, 67.
CN CN CN CN CN
u C N C N C N C N C N C N C N C N c o c o cO CO
F ó r m u l a de refractario aislante de vermiculita (uso hasta 1050°), OH. l a d r i l l o s
de perlita (aislantes hasta 1050°), 68. Fórmula, 69. Refractario aislante con
cemento P ó r t l a n d (105/)°), 70. Fórmula, 70. Fl amianto como refractario, 7 1 .
Refractarios aislantes sin c h a m ó t e , 7 1 . Refractarios de bauxita, 71.1 íenoinina-
ciones comerciales estandarizadas, 72. Porosidad o absorción de un ladrillo, 73
C ó m o convertir grados F en grados C, 74. Transmisibilidad térmica, 74.
—• c o f m r - o o c N co o í -<r f co — CO 00 CN t-~ i" co Q Q Q Q Q Q
CN CO CN O h O C J T 0 0 0 0 — l —' CN C O CO
c — CO >£í CO Ol t i Refractarios primarios y secundarios, 75. Cementos refractarios, 76. O m e n t o
o coco->f » T m io o irj ia co ce co co ce r- r~ i> z z z z z refractario para altas temperaturas, 78. Cementos aluminosos (1300°), 78.
cC
Cemento de aluminato de calcio, 79. Fórmula, 79. Revoque de horno, 79.
F ó r m u l a , 80. Revoque aislante y relleno de juntas cementante, 80. F ó r m u l a , 80
Rellenos para juntas, 80. Fórmula, 81. Materiales refractarios, 81. La fibra
o cerámica, 83. La fibra cerámica con material refractario, 83. La fibra cerámica
O es y la salud del ceramista, 87. l a fibra cerámica y el Rakú, 91.
CO
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346 117
C U A R T A P A R T E : N O R M A S P A R A L A C O N S T R U C C I Ó N DE H O R N O S , OTROS LIBROS DEL MISMO AUTOR:
95. Ubicación adecuada, 96. Formato correcto, 98. Diseño ó p t i m o . E l tiraje, 101.
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para juntas entre ladrillos, 106. Fórmulas, 107. Medidas correlacionadas, 107. CURSO PRÁCTICO DE CERÁMICA. 4 TOMOS. La obra m á s completa en todo el mundo.
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348 349
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E L A L F A R E R O . No p u e d e s e r un v e r d a d e r o artista quien c a r e z c a de sensibilidad p o é t i c a . Consagrado a la difusión del arte c e r á m i c o , y a la investigación de laboratorio y de
campo, desde 1970. Su accionar se despliega en las ramas de la investigación,
e n s e ñ a n z a y editorial. Cuenta con laboratorio especializado y biblioteca, s a l ó n para
A U D I O V I S U A L : " L A S 200 P I E Z A S M Á S R E P R E S E N T A T I V A S D E V A S O , E S C U L T U - exposiciones y conferencias, hornos a gas, leña y c a r b ó n , microscopios especializados
RA Y M U R A L EN T O D O E L MUNDO". Diapositivas de enorme valor d i d á c t i c o . (únicos en el P a í s ) . Ha dictado m á s de 200 cursos en su país y exterior. Y ha publicado
M u e s t r a q u é s e e s t á h a c i e n d o e n la a c t u a l i d a d , p o r l o s m e j o r e s c e r a m i s t a s d e t o d o 32 libros de c e r á m i c a , algunos en su sexta edición, los que son usados en todos los p a í s e s
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A p a r e c i ó el N Ú M E R O 12: 224 p á g i n a s . SEDE DURANTE TODO E L AÑO:
C O L E C C I Ó N A R Q U E O L Ó G I C A C O N D O R H U A S I . Propiedad de la F u n d a c i ó n
Advertimos a los alumnos de escuelas de cerámica argentinas donde nuestros libros están Condorhuasi. Contiene m á s ae 600 piezas de c e r á m i c a arqueológica argentina, algunas
prohibidos. Ello es una agresión contra el libro argentino, a la vez que constituye una con m á s de 2 0 0 0 a ñ o s de a n t i g ü e d a d . Se visita gratuitamente. Desde 1970, Condorhuasi
manipulación en perjuicio del alumno, a quien se somete a una coacción de carácter viene formando esta colección, que es un homenaje al Indio americano, sometido al m á s
totalitario. Mientras tanto, dichos libros son plagiados, copiados y fotocopiados por los brutal genocidio, que a ú n perdura contra sus descendientes.
profesores para sus clases o para artículos de revistas, ocultando la fuente y el autor, lo que
constituye un delito penado por la ley de propiedad intelectual. Señor estudiante: usted no
es oveja. No se deje manipular por directivos ineptos y "docentes" sin escrúpulos, que
presentan nuestras investigaciones como suyas. PIDA FOLLETOS A: C O N D O R H U A S I
350
DICCIONARIO DE CERAMICA
Realización gráfica
LARA, Producciones Editoriales.
Humberto I* 2755 (10). Buenos A j e s ,
el 10 de octubre do 1992.