Hepatitis B
Hepatitis B
Hepatitis B
1. Definición:
La hepatitis B puede ser una enfermedad hepática grave originada por la infección con
el virus de la hepatitis B. La hepatitis B aguda es una infección a corto plazo que se
produce en el transcurso de 6 meses después de que una persona se infecta con el
virus. La gravedad de la infección puede variar de una enfermedad leve con pocos o
ningún síntoma a una afección grave que requiere hospitalización. Algunas personas,
especialmente los adultos, pueden eliminar el virus o deshacerse de él sin tratamiento.
Las personas que eliminan el virus se vuelven inmunes y no pueden volver a
infectarse con el virus de la hepatitis B. La hepatitis B crónica es una infección para
toda la vida con el virus de la hepatitis B. Las probabilidades de que una persona
presente una infección crónica dependen de la edad que tiene al infectarse. Hasta un
90 % de los bebés infectados con el virus de la hepatitis B tendrán una infección
crónica. Por el contrario, aproximadamente un 5 % por ciento de los adultos
desarrollará hepatitis B crónica. Con el paso del tiempo, la hepatitis B crónica puede
provocar problemas de salud graves, entre ellos, daño hepático, cirrosis, cáncer de
hígado e incluso la muerte.
2. Anatomía:
3. Epidemiologia
Aproximadamente hay 400 millones de personas infectadas crónicamente con el virus
de la hepatitis B [9]; la prevalencia de la infección varía según las regiones geográficas
(ver figura 5). En las zonas de baja prevalencia, como Estados Unidos, la mayoría de
las infeccio- nes se adquieren después de la adolescencia, cuando hay mayor
exposición al virus debido las relaciones sexuales sin protección y al uso de drogas
parenterales. Por el contrario, en las zonas de alta prevalencia, la infección por el virus
de la hepatitis B se presenta como resultado de la transmisión durante el periodo
perinatal. Gracias a la práctica generalizada de los programas de vacunación en la
población infantil, Colombia tiene ahora una prevalencia del 2% para el HBsAg; sin
embargo, puede variar entre las distintas regiones, siendo alta en la Orinoquía, la
Amazonía y la Sierra Nevada de Santa Marta, y baja en la región andina y en las
grandes ciudades. En donantes sanos del Urabá Antioqueño se han reportado
prevalencias hasta del 28%
Como se mencionó previamente, se conocen ocho genotipos del virus de la hepatitis
B; el genotipo F es el que se encuentra usualmente en América del Sur, como se
observa en la tabla 1. Otros subtipos del virus de la hepatitis B se han encontrado
infectando de forma crónica a monos como chimpancés, gorilas y orangutanes; sin
embargo, el reservorio del virus de la hepatitis B es el hombre.
La trasmisión del virus se da por exposición parenteral o de las mucosas a líquidos
corpo- rales que son positivos para el HBsAg, de una persona que tiene la infección
aguda o crónica. Las concentraciones más altas de virus se encuentran en la sangre y
líquidos serosos, aunque también se puede transmitir por saliva (por mordeduras) y
por el semen. Las formas más comunes de transmisión son por contacto sexual,
heterosexual y homosexual, la inoculación percutánea del virus en las personas que
usan drogas parenterales y comparten agujas, y la transmisión de la madre al hijo
durante el parto; en estos casos, si la madre es positiva tanto para el HBsAg como
para el HBeAg, el riesgo de transmisión perinatal puede ser del 70% al 90% Este
riesgo se puede reducir a <10% si se inmuniza al recién nacido y se aplica
simultáneamente inmunoglobulina.
4. Factores de riesgo
La hepatitis B se transmite mediante el contacto con la sangre, el semen u otros
líquidos corporales de una persona infectada. El riesgo de tener infección de hepatitis
B aumenta si:
5. Etapas
Infección aguda
El periodo de incubación puede durar entre 30 y 180 días (ver figura 6). El primer
mar- cador serológico en aparecer es el HBsAg, seguido poco después del
anticuerpo contra el HBcAg, el anti-HBc, el cual es predominantemente del tipo
IgM. El HBeAg también pue- de ser detectado en la mayoría de los pacientes con
infección aguda. Los niveles circulantes del DNA VHB son altísimos, con valores
entre 200 millones UI/mL y 200 billones UI/mL , lo cual lo convierte en un virus con
una capacidad de transmisión mucho mayor que la de otros virus, como el virus de
la hepatitis C y el VIH. Los niveles de alaninoaminotransferasa (ALT) comienzan a
aumentar cuando se establece la replicación viral, como resultado de la respuesta
inmune contra los hepatocitos infectados.
Los pacientes que desarrollan infección crónica por el virus de la hepatitis B,
dependiendo de la respuesta inmune, pueden ubicarse en una de las fases de la
hepatitis B:
1) fase de tole- rancia inmune;
2) fase de hepatitis crónica (inmunológicamente activa); y,
3) fase de portador inactivo. Estas fases no son estables y pueden variar en el
tiempo. Las personas que desarrollan la hepatitis B crónica presentan un HBeAg
inicialmente positivo, acompa- ñado de niveles altos de DNA VHB que pueden
durar años o décadas. Eventualmente, los pacientes pierden el HBeAg al
desarrollar el anticuerpo anti-HBe.
6. Cuadro clínico
La mayoría de las personas no tienen síntomas después de infectarse.
Algunas presentan un cuadro agudo con síntomas que duran varias semanas:
7. Diagnostico
El proveedor de atención médica te examinará para detectar signos de daño hepático,
como color amarillento en la piel o dolor en el vientre. Entre las pruebas que pueden
ayudar a diagnosticar la hepatitis B o sus complicaciones, se encuentran las
siguientes:
Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden detectar signos del virus
de la hepatitis B en el organismo y le indicarán al proveedor de atención
médica si la infección es aguda o crónica. Un análisis de sangre sencillo
también puede determinar si presentas inmunidad ante la afección.
Ecografía de hígado. Una ecografía específica denominada elastografía
transitoria puede mostrar la extensión del daño hepático.
Biopsia de hígado. El proveedor de atención médica podría extraer una
pequeña muestra del hígado para analizarla y comprobar si hay daño en el
hígado. Este procedimiento se denomina biopsia de hígado. Durante esta
prueba, el proveedor de atención médica introduce una aguja delgada a través
de la piel y la dirige hacia el hígado a fin de extraer una muestra de tejido para
analizarla en el laboratorio.
8. Tratamiento
Tratamiento para prevenir la infección de hepatitis B después de la exposición
9. Prevención
Los bebés deben recibir la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B cuanto
antes tras el parto (en un plazo máximo de 24 horas). Posteriormente, deben recibir
dos o tres dosis de la vacuna con cuatro semanas de diferencia, como mínimo.
Por lo general, quienes han recibido tres dosis no requieren dosis de refuerzo.
La hepatitis B puede transmitirse de madre a hijo. Esto puede evitarse con antivíricos
que previenen la transmisión, sumados a la vacuna.
Para reducir el riesgo de contraer o propagar la hepatitis B: