La Adopción

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LA CAPÍTULO X

LA ADOPCIÓN
1. CONCEPTO
La adopción como instituto jurídico era propio del Derecho de Familia, ahora lo es
del Derecho de la niñez y adolescencia. Es producto de una ficción de la ley por la
que se establecen relaciones civiles de maternidad o paternidad y filiación entre la
o el adoptante y el adoptado, creando vínculos similares al que deviene de la
filiación biológica; es una institución jurídica creada para proteger a la minoridad y
dotarles de padres y un hogar; de ese modo, encuentra su justificación en los
estados de desprotección o de abandono en que se encuentran los menores.
En Bolivia, el Código Civil Santa Cruz de 1831, en su Art. 179, señalaba que la
adopción es el acto por el cual se recibe como hijo al que lo es de otro
naturalmente».
El Código abrogado que regulaba los derechos de los menores de edad
denominado «Código del Niño, Niña y Adolescente, promulgado mediante la Ley
No. 2026 de 27 de octubre de 1999», en su Art. 57, tenía el siguiente concepto:
«La adopción es una institución jurídica mediante la cual se atribuye calidad de
hijo del adoptante al que lo es naturalmente de otras personas», y complementa
diciendo: «Esta institución se establece en función del interés superior del
adoptado y es irrevocable».
El Art. 215 del Código de Familia abrogado de 1972, en forma similar subrayaba
que: «La adopción es un acto de la autoridad judicial que atribuye la calidad de
hijo del adoptante al que lo es originariamente de otras personas».
La nueva legislación de los derechos de las personas en desarrollo, denominado
como «Código Niña, Niño y Adolescente» promulgado mediante la Ley No. 548 de
17 de julio de 2014, en su Art. 80 define con precisión, cuando señala que: «La
adopción, es una institución jurídica, mediante la cual la niña, niño o
adolescente, en situación de adaptabilidad, adquiere la calidad de hija o hijo
de la o el adoptante, en forma estable, permanente y definitiva. Podrá ser
nacional o internacional. Aclara que esta institución se establece en función
del interés superior de la adoptada o adoptado.
Para algunos autores, la adopción es una institución filantrópica desde el punto de
vista de los adoptantes y de beneficencia desde la óptica de los adoptados, por la
cual los matrimonios que carecen de descendencia, debido a determinados
factores de tipo biológicos, fisiológicos y hasta psicológicos no estando en la
posibilidad de procrear descendencia, tienen la oportunidad de suplir ese vacío
llenando de felicidad y dicha el hogar, adoptando hijos, dando el verdadero sentido
a la vida, objetivizándolo de ilusiones y esperanzas, fortaleciendo el amor
conyugal, la armonía y los lazos naturales del matrimonio, a más de otorgar todo
el afecto, cariño y el caudal espiritual propio de toda actividad de resguardo
integral y formativo en favor del menor. De ese modo, denotó una doble finalidad:
por una parte, la de dar hijos a quien no los tiene por naturaleza; por otra, la de dar
padres a quien no los tiene, bien porque los ha perdido u otra situación análoga,
para lo que se crea un vínculo legal con quienes realmente se ocupan de su
cuidado.
La notable autora en nuestro medio, Dra. Sandra Pacheco de Kolle en su obra el
nuevo Derecho de la niñez y adolescencia, pág. 269, señala que en los últimos
tiempos la adopción ha experimentado transformaciones importantes, debido a los
avances de la psicología, las investigaciones realizadas sobre familias adoptivas y
el progreso y los cambios de mentalidad en nuestras sociedades, ... Hasta tal
punto ha cambiado su estructura y finalidad, que a las parejas estériles que
quieren adoptar, se suman hoy en día parejas que ya tienen hijos, personas
solteras, parejas en uniones libres o de hecho, etc. Luego complementa que con la
antigua legislación contemplaba la adopción como acto jurídico en que unos
adultos asumían la patria potestad de un niño y la decisión sólo atañía a su vida
privada, en la que nadie tenía derecho a inmiscuirse. El deseo de éstos de tener
un hijo, garantizaba peí se el bienestar del niño. Al igual que en la paternidad
biológica, los padres podían decidir por sí mismos la adopción de un niño y en
ningún momento contemplaba la intervención de algún organismo protector de
menores. Todos los aspectos psicosociales de la adopción se ignoraban, incluso
se ocultaba el entorno y el hecho adoptivo. Aclara que hoy en día se ha perdido
aquel procedimiento que contemplaba la adopción exclusivamente como un
beneficio para los padre,, sin tener en cuenta para nada el interés del niño.
Trae a colación la opinión de Francisco Pilotly, quien refiere que en su evolución
pueden distinguirse dos grandes etapas: 1) la adopción clásica, institución
destinada a solucionar la crisis de un matrimonio sin hijos, situación que
representaba una seria amenaza para la continuidad del ciclo familiar,
especialmente en sociedades donde el i olio .nuestra! y la herencia constituían una
preocupación fundamental; 2) La adopción moderna, en la que el énfasis está en
solucionar la crisis del niño sin familia. Por eso se dice que el fundamento de esta
institución pasó a ser un niño para una familia y una familia para un niño.
1.1. Oportunidad de valoración del interés superior
Reiteramos por la importancia que reviste el fenómeno jurídico de la adopción
para la persona adoptada, la autoridad jurisdiccional deberá en todos los casos,
valorar el interés superior de la niña, niño y adolescente que será objeto de la
adopción nacional o internacional, según lo previsto en el inc. a) del Art. 12 de la
legislación pertinente a los derechos de la minoridad. La Valoración judicial del
interés superior con fines de adopción, se constituye en el eje fundamental del
instituto; pues, la finalidad primordial de la adopción consiste en la satisfacción de
las necesidades fundamentales de la persona adoptada, mediante un ambiente
familiar adecuado que le ofrezcan condiciones para emprender un desarrollo
armónico e integral evolutivo, y proteger su bienestar tanto físico como emocional.
Desde hace tiempo, la adopción, en cuanto a su finalidad, ha experimentado
profundos cambios en el sentido del interés prevaleciente, donde el menor os el
verdadero protagonista, privilegiando su conveniencia. En principio se encontraba
atendido al interés de los adoptantes, respondiendo al natural deseo de ellos de
tener un hijo, por eso se ha sostenido la idea de que lo biológicamente les está
vedado a los adoptantes, les está permitido por la cultura. De este modo, la
adopción ha sufrido, desde el punto de vista de su finalidad, un cambio sustancial
a través del tiempo, adquiriendo en la actualidad, papel preponderante el interés
del adoptado. La anterior finalidad de dar un hijo al que no lo tiene ha sido
sustituida por dar una familia a quien carece de ella.
El principio del interés superior a los fines de la adopción, se encuentra
consagrado, como principio rector, en la Convención de sobre los Derechos del
Niño, que ahora forma parte de nuestro sistema jurídico positivo vigente en su
máxima jerarquía normativa.
1.2. Definición
En su etimología, la palabra adopción proviene de las palabras latinas ad y
optione, que significa acción de adoptar o prohijar. Estos vocablos derivan del
verbo adoptar que significa prohijar.
Los romanos siendo grandes juristas, nos proporcionan conceptos sobre todas las
materias, entre ellos Modestino, Siglo III de nuestra era, quien refiriéndose al
tema, expresaba: «la adopción es una institución del Derecho civil cuyo efecto es
establecer entre dos personas relaciones análogas a los que se crean las justas
nupcias ente el hijo y el padre de familia».
En la presente época, autores contemporáneos como el tratadista italiano F.
Messineo define el instituto como «aquél cuya finalidad es dar una vida familiar a
quien carece de ella, dándole hijos que no le ha dado la naturaleza». Por su parte,
Fernando José Sanjuro, opina con mucho criterio que «la adopción es un acto
jurídico, cuya realización importa la creación de un vínculo familiar con el único
propósito de hacer el bien a un extraño y sin perseguir propósito de lucro».
Para los hermanos Mazzeaud, la adopción es el acto voluntario y libre que crea,
fuera de los vínculos de sangre, un vínculo de filiación entre dos personas. En
cambio Guillermo Borda, de acuerdo con la legislación que rige en su país de
origen, manifiesta que es «una institución de Derecho privado, fundada en un acto
de voluntad del adoptante y nacida de la decisión del juez, en virtud de la cual se
establece entre dos personas una relación análoga a la filiación legítima».
Colin y Capitant la definen manifestando que: «Es un acto jurídico en cuya virtud
se producen relaciones puramente ficticias de parentesco y filiación entre
adoptante y adoptado».
En base de tales opiniones autorizadas, amalgamando conceptos, nos permitimos
definir del siguiente modo: «la adopción es el acto jurídico destinado a la
protección del menor en estado de abandono u otra situación análoga, por la cual
se recibe como hijo al que tiene otro origen de familia, creando los lazos de
familiaridad entre la o el adoptante y la o el adoptado, como producto de la ficción
de la ley, con los consiguientes efectos jurídico-familiares de filiación
inextinguibles».
2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La adopción reconoce antecedentes muy antiguos, ya que fue practicada por los
babilonios, hebreos, asirios, egipcios, griegos y romanos, sus motivaciones fueron
distintas de las que ahora se conocen. Entre esos antecedentes, se sabe que el
Código Hammurabi, por los años de 2283 a 2241 a. C, regulaba la adopción en
Babilonia; los hebreos la practicaron efectivamente, se sabe que Efraín y
Manseés, hijos de José, fueron adoptados por Jacob; Moisés por Térmula, hija del
Faraón.
El «Levirato» que se menciona en los textos bíblicos obligaba a los hermanos del
esposo muerto, sin descendencia, a casarse con su cuñada para darle sucesión,
llevando el primogénito el nombre del muerto y considerándoselo como hijo de él.
El levirato y otras instituciones parecidas que rigieron las costumbres de las
civilizaciones antiguas, se basaban en la finalidad de otorgar descendencia a
quienes no la tenían o había fallecido sin dejar hijos, con el objeto de asegurar la
subsistencia de la familia, con la consiguiente transmisión del nombre, el
patrimonio y la religión. Entonces podemos advertir que en esos tiempos en nada
interesaba el interés del adoptado; en cuanto al adoptante, no era su objeto colmar
sus ansias paternales sino uno de carácter religioso, el de asegurar la
continuación del culto familiar, que se habría interrumpido a falta de descendencia.
Para conseguir se recurría a la ficción de considerar al menor procreado por el
hermano u otro pariente como verdadero hijo de quien no había engendrado.
En Roma, la adopción era una institución de Derecho civil por la cual y en su
virtud, la autoridad absoluta del jefe de familia hacía ingresar en calidad de hijo a
un extraño que podía desde entonces formar parte de la familia civil de su padre
adoptivo. Esa institución tenía suma importancia política y religiosa (sacra privata)
en una sociedad eminentemente aristocrática donde la extinción de un apellido o
de una sacra hubiese acarreado la deshonra. Por la adopción el pater familias se
aseguraba de un descendiente civil en caso de no tenerlo natural y aun en caso de
tenerlo, cuando sus descendientes fuesen mujeres.
Este instituto adquirió real importancia en los primeros tiempos en los cuales los
hijos varones constituían la principal preocupación de las familias nobles; se cita el
hecho de que por intereses políticos hicieron adoptar a Tiberio de parte de
Augusto, para que siguiera su programa político.
En Roma se conocían dos clases de adopción: a) la adrogación (adrogatio), o
entrada en la familia de una persona suiiuris, que era la forma más antigua de
adopción y se remonta a los orígenes de Roma, implicaba la incorporación en la
familia del adoptante, tanto del adoptado como de las personas sometidas a su
potestad, así como la transferencia de su patrimonio al del adoptante, y; b) la
adopción (adoptio) o entrada en familia de un alieni iuris, que salía así de su
familia de sangre y de la potestad de su paterfamilias para ingresar en la del
adoptante; se caracterizaba por ser un acto sin solemnidades o no eran
necesarias las solemnidades previstas para la adrogatio.
Por la importancia que reconocían los romanos, tuvo amplísima difusión con el
ejemplo de los emperadores que recurrieron a ella para asegurarse sucesores de
su afecto y confianza; sus fundamentos radicaban en continuar el culto doméstico,
la perpetuación del nombre, la obtención de beneficios en razón de lo concebido
por el número de hijos que se tenían y, legitimar a los hijos ilegítimos.
Durante la época de Justiniano, se reconocía también la división en plena
(adoptio plena) y menos plena (adoptio minus plena), según que el adoptante
fuese ascendiente o extraño. La adopción plena era la realizada por un
ascendiente, que ocasionaba la sumisión del adoptado a la patria potestad del
adoptante; la menos plena, la realizada por un extraño, en la que el adoptado
conservaba su situación familiar anterior sin quedar sujeto a la patria potestad del
adoptante, y cuyo efecto esencial era darle derecho sucesorio ab intestato en la
sucesión de éste. Este sistema fue el que se conservó y transmitió a las
posteriores generaciones jurídicas, lo cual puede observarse en la presenta poca
con cierta semejanza en las diferentes legislaciones que tienen su fuente de
inspiración en el Derecho romano.
En la Edad Media desaparece por influencia de la Iglesia que sólo reconocía la
filiación matrimonial; en la Edad Moderna, fue incluida en el Código civil francés de
1804, por instigación de Napoleón, y sólo admitió la adopción para mayores de
edad, aspecto que lúe transmitido a nuestro Código civil Santa Cruz de 1831,
razón que se dice no tuvo aplicación en nuestro medio.
3. CLASES DE ADOPCIÓN
La doctrina y las legislaciones contemporáneas reconocen tres clases de
adopciones: la adopción ordinaria o de derecho común, la remuneratoria o
privilegiada y la testamentaria.
3.1. La ordinaria o de derecho común
Es la acogida por la institución de la adopción de hijos, e impera en las
legislaciones contemporáneas, sistema adoptivo que a su vez si divide en simple o
plena (arrogación).
3.2. La remuneratoria o privilegiada
Es la que tiene su fundamento en la gratitud del adoptante a una actitud heroica y
de nobleza del adoptado, por haberle salvado la vida en alguna tragedia,
accidente, incendio u otra situación análoga.
3.3. La testamentaria
Es aquella que se realiza mediante testamento como disposición de última
voluntad, observando los requisitos de fondo y no de forma.
3.4. Por causa de matrimonio
Acontece cuando existe preferencia para la adopción la hija o hijo nacida o nacido
de unión libre o matrimonio anterior de cualquiera de los cónyuges, podrá ser
adoptada o adoptado excepcionalmente por la o el otro cónyuge; este sistema
acoge la legislación nacional.
4. CARACTERES
La adopción se trata de un acto jurídico que tiene una enorme trascendencia de
tipo familiar y jurídico, generador de derechos, deberes y obligaciones análogas a
las relaciones familiares unidas por vínculos de parentesco de consanguinidad,
sus ahí que reconoce las siguientes características:
4.1. De orden público.
Porque era la ley la que se encarga de proteger a los menores que no tienen
padres o han sido abandonados.
4.2. Acto voluntario y bilateral.
Era voluntaria, por cuanto depende de la voluntad expresa de los adoptantes y,
aun de los adaptados.
4.3. Irrevocable.
Es esencialmente irrevocable, porque no es revisable ni está permitido a los
adoptantes retractarse o arrepentirse del acto jurídico adoptivo.
4.4. Rompe vínculos parentales.
Tiene el efecto de romper definitivamente el vínculo jurídico-familiar con la familia
de origen del adoptado.
4.5. Acto judicial.
El acto jurídico de la adopción se la concede únicamente mediante resolución
judicial emitida por la autoridad jurisdiccional competente. Al respecto, el Art 86 del
Código de la Niñez y adolescencia enuncia: La adopción solamente será
concedida mediante sentencia judicial ejecutoriada, atendiendo al interés superior
de la niña, niño o adolescente, comprobada la idoneidad de las y/o los solicitantes
de la adopción y la opinión, cuando corresponda, de la niña, niño o adolescente.
4.6. Trámite reservado.
El trámite judicial es eminentemente reservado, atendiendo al derecho de
privacidad de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
5. EFECTOS JURÍDICOS
Este nuevo sistema jurídico de la adopción, tiene, decíamos, la virtud de crear
lazos profundos de parentesco ficticio entre los sujetos de la «institución de la
minoridad»; entre cuyos efectos de carácter jurídicos enumeramos los siguientes:
a) La adopción crea el estado de hijo nacido de la unión matrimonial de los
adoptantes, con los derechos y deberes que reconoce la ley para los
parientes consanguíneos en línea directa ascendente y descendente.
b) Los vínculos jurídico-familiares de origen del adoptado quedan extinguidos;
con excepción para los casos de impedimentos matrimoniales por razón de
consanguinidad.
c) La muerte de los adoptantes no restablece los vínculos ni la autoridad de
los progenitores biológicos, la extinción de la relación familiares definitiva.
d) La adopción tiene los caracteres de irrevocabilidad, que no puede ser
revisada a demanda de los sujetos del vínculo jurídico. Sin embargo, no se
descarta su nulidad cuando en su constitución se hubiesen omitido cumplir
con los requisitos y condiciones establecidas en la ley.
e) Por la naturaleza de la relación familiar creada, los adoptantes y el
adoptado tienen el derecho de la sucesión patrimonial mortis causa en
forma recíproca, al igual que en la relación parental consanguínea, en todos
sus grados.
6. REQUISITOS O CONDICIONES GENERALES PARA LA O EL SOLICITANTE
DE LA ADOPCIÓN
Al tenor de lo que establece el Art. 84 del Código Niña, Niño y Adolescente, para
la adopción para las o los solicitantes deben observarse la existencia de las
siguientes condiciones o los siguientes requisitos generales:
- Tener un mínimo de 25 años de edad y ser por lo menos 18 años mayor
que la niña, niño o adolescente adoptado;
- En caso de parejas casadas o en unión libre, por lo menos uno debe tener
menos de cincuenta y cinco (55) años de edad; salvo si existiera
convivencia pre-adoptiva por espacio de un año, sin perjuicio de que a
través de informes bio-psicosociales se recomiende la adopción, en un
menor plazo;
- Certificado de matrimonio, para parejas casadas;
- En caso de uniones libres, la relación deberá ser probada de acuerdo a
normativa vigente;
- Gozar de buena salud física y mental, acreditada mediante certificado
médico y evaluación psicológica;
- Informe social;
- Certificado domiciliario expedido por autoridad competente;
- Certificado de no tener antecedentes penales por delitos dolosos,
expedidos por la instancia que corresponda;
- Certificado de preparación para madres o padres adoptivos;
- Certificado de idoneidad;
- Informe post adoptivo favorable para nuevos trámites de adopción.
Las personas solteras podrán ser solicitantes para adopciones nacionales o
internacionales, cumpliendo los requisitos anteriores en todo lo que corresponda.
7. REQUISITOS PARA LA NIÑA, NIÑO O ADOLESCENTE ADOPTADO
Los requisitos para la niña, niño o adolescente a ser adoptada o adoptado son:
- Tener nacionalidad boliviana y residir en el país;
- Tener menos de 18 años a la fecha de la demanda de adopción salvo si ya
estuviera bajo la guarda de las o los adoptantes;
- Resolución Judicial sobre la extinción de la autoridad de las madres o
padres o sobre la Filiación Judicial;
- Tener la preparación e información correspondiente sobre los efectos de la
adopción por parte de la Instancia Técnica Departamental de Política
Social, según su etapa de desarrollo.
- La adopción se otorga exclusivamente mediante sentencia judicial
ejecutoriada, atendiendo al interés superior de la niña, niño o adolescente,
comprobada la idoneidad de las personas solicitantes de la adopción y la
opinión, cuando corresponda, de la niña, niño o adolescente
8. BENEFICIOS PARA LOS ADOPTANTES
La nueva tendencia del instituto jurídico de la adopción, va dirigida a estimular y
fomentar la adopción de las niñas, niños y adolescentes que se encuentran en
estado de abandono, quienes al encontrarse en situación de guarda en los centros
de acogimiento, sueñan con la esperanza de contar con un hogar y una familia
donde pudieran recibir una atención permanente, ser prodigados con la calidez y
afecto de una madre y un padre, elemento subjetivo y psicológico tan importante
para la formación integral de la personalidad. En esa intencionalidad, la segunda
parte del Art. 86 del Código de la Niñez y Adolescencia, establece que los padres
adoptantes pueden verse gratificados con los beneficios de estabilidad laboral, al
cumplimiento de una condición esencial consistente en el establecimiento de la
filiación adoptiva de las niñas, niños o adolescentes, de este modo señala
taxativamente: II. La inscripción de la adoptada o adoptado en el Servicio de
Registro Cívico, concederá a la madre, el padre o ambos adoptantes:
- Inamovilidad laboral por un año;
- Licencia laboral por maternidad o paternidad adoptiva por el periodo de dos
meses de manera alterna para la adaptación integral de la adoptada o
adoptado al núcleo familiar;
- Esta licencia no procede cuando preexista un vínculo de convivencia entre
los adoptantes y adoptados.

9. CONVIVENCIA TEMPORAL PRE-ADOPTIVA


En la forma como regula el Art. 87, este período de preadaptación tanto para los
adoptantes nacionales como extranjeros, está sujeto al siguiente tratamiento.
1 La convivencia pre-adoptiva es el acercamiento temporal entre las o los
solicitantes adoptantes y la niña, niño o adolescente a ser adoptado con la
finalidad de establecer la compatibilidad afectiva y aptitudes psico-sociales de
crianza de la y el solicitante.
2 En caso de adopción nacional o internacional, la etapa de convivencia debe ser
cumplida en el territorio nacional por un tiempo no mayor a 2 meses.
3 El periodo de convivencia podrá ser dispensado para adopciones nacionales,
cuando la niña, niño o adolescente por adoptar, cualquiera fuere su edad, ya
estuviere en compañía de la madre o padre adoptantes, durante el tiempo
mínimo de 1 año.
4 La Instancia Técnica Departamental de Política Social hará por lo menos una
evaluación de los resultados del período de convivencia, cuando se trate de
adopción nacional, y por lo menos dos evaluaciones, cuando se trate de
adopción internacional.
10. PROHIBICIONES o LIMITACIONES
Al tenor de lo que establece el Art. 88 del Código Niña, Niño y Adolescente, en
protección de los derechos de la niñez y adolescencia obre la adopción, prevé
limitaciones imperativas en sentido de que Se prohíbe la adopción de:
- Seres humanos por nacer
- Solicitantes predeterminados
Sobre este particular, el Código de la Niñez abrogada en su Art. 60, inc. C),
preveía en sentido análogo al señalar que el consentimiento de los progenitores
del hijo debe ser otorgado después del nacimiento, el consentimiento anterior es
nulo. De ellos deducimos que no puede haber adopción de personas por nacer,
como tampoco puede haber adopción a favor de personas designadas con
anterioridad al nacimiento de los hijos, es decir, la existencia de postulantes para
la adopción con anterioridad al hecho del nacimiento de una persona. Cualquier
hecho análogo se encuentra afectado de nulidad de pleno derecho por efecto de la
prohibición terminante de la indicada normativa jurídica.
11. ADOPCIÓN DE HIJOS DE UNIÓN ANTERIOR
La ventaja que establece el Código de la niñez y adolescencia sobre este aspecto
es interesante, porque permite a los contrayentes matrimoniales que tienen hijos
anteriores a esa relación poder recibirlos en el nuevo hogar en una situación legal
más favorable para los niños y adolescentes, cuando en la práctica actual existía
resistencia por parte de algunos de ellos admitir la presencia del hijo
extramatrimonial, o incurrir en la práctica de actos viciados de nulidad como era el
caso de los reconocimientos de hijos no biológicos por parte del esposo y aun de
los abuelos, como hemos referido en el tema de la filiación. En tal eventualidad, el
Código Niña, Niño y Adolescente, prescribe en su Art. 89, apartado I., lo que
sigue: (preferencia para la adopción) I. La hija o hijo nacida o nacido de unión libre
o matrimonio anterior de cualquiera de los cónyuges, podrá ser adoptada o
adoptado excepcionalmente por la o el otro cónyuge, siempre que:
- Exista aceptación por parte de la niña, niño o adolescente, cuando sea
posible;
- Exista extinción de la autoridad de la madre o padre con sentencia
ejecutoriada.
12. NULIDAD DE REPRESENTACIÓN
Por lo que previene el Art. 90 de la legislación de la niñez y adolescencia, son
consideradas nulas las actuaciones mediante poder o instrumentos de delegación
de la o el solicitante adoptante, salvo en las actuaciones preparatorias para la
adopción internacional, hasta antes de la primera audiencia.
13. PLURALIDAD EN ADOPCIÓN
Por principio general es que nadie puede ser adoptado por más de una persona,
salvo que fuesen esposos o convivientes y estén de acuerdo ambos. En todo
caso, resulta permisible más de una adopción por un mismo adoptante. En ese
lineamiento lo estipulado en el Art. 89.11. de la normativa pertinente dispone: El
Estado en todos sus niveles, dará preferencia y promocionará la adopción
nacional e internacional de:
- Niñas y niños mayores de 4 años.
- Grupo de hermanos.
- Niñas, niños o adolescentes en situación de discapacidad.
- Niñas, niños o adolescentes que requieran cirugías menores o tratamientos
médicos que no involucren riesgo de vida, pérdida de miembros u otros.
- Las preferencias para la adopción se tramitarán con prioridad.
14. DESISTIMIENTO O FALLECIMIENTO DE SOLICITANTES
En caso que desista uno de los solicitantes adoptantes que sean cónyuges o
convivientes antes de otorgarse la adopción, el otro podrá continuar con el trámite
ajustándose a los requisitos. Si falleciere uno de ellos, el sobreviviente podrá
continuar con el trámite, hasta su conclusión. De ese modo prescribe lo regulado
en el Art. 91.
15. DESVINCULACIÓN EN TRÁMITE DE ADOPCIÓN
A continuación la normativa previene que si durante el trámite de adopción surge
demanda de separación, divorcio o desvinculación de la unión libre, las y los
solicitantes podrán adoptar conjuntamente a la niña, niño o adolescente, siempre
que acuerden vibre la guarda y el régimen de visitas; caso contrario se dará por
concluido el proceso respecto de ellos. Art. 92.
16. PROHIBICIÓN DE LUCRO
La adopción, por la finalidad social y humanitaria que preconiza, debe
caracterizarse por ser un acto eminentemente gratuito acorde a los valores
humanos que persigue, de modo que la existencia de fines de lucro o beneficios
materiales, dádivas, donaciones u obsequios a servidoras o servidores públicos y
autoridades de centros de acogimiento, organismos intermediarios de adopciones
e instituciones públicas en general, que conozcan estos procesos, serán
denunciados al Ministerio Público, instancia que deberá seguir el proceso de
oficio. Art. 94.
17. DERECHO DE LA PERSONA ADOPTADA
Entre los derechos excepcionales que asigna el Código, es que toda niña, niño o
adolescente que haya sido adoptado, tiene el derecho de conocer los
antecedentes de su adopción y referencias de su familia de origen. Es deber de
los padres adoptivos brindarles esta información (Art. 95 CNNA).
Como previene esta norma, los adoptantes adquieren el deber de informar al
adoptado quienes fueron sus progenitores o su familia de origen y los
antecedentes mismos de su adopción, respetando el derecho de conocer su
verdadera identidad reconocida por normas internacionales. Para cumplir con esa
finalidad, el adoptado deberá recibir servicios de asesoría y apoyo, el contacto con
otras familias adoptivas y adultos adoptados, para comprender el derecho que
tiene el adoptado de buscar sus raíces de origen.
Sobre el particular, con las reservas necesarias, es de discrepar la disposición
contenida en lo referente «a su familia de origen», porque si la adopción tiene el
efecto de extinguir totalmente los vínculos familiares, no se encuentra la razón del
adoptado de conocer quiénes fueron sus progenitores biológicos o cuáles son sus
parientes consanguíneos. ¿Si los vínculos familiares de origen fueron extinguidos,
no significaría acaso debilitar los nuevos lazos filiales creados por la adopción?.
Claro está que en determinados casos dependerá de la edad que tuvo el adoptado
a momento de su adopción, si se tratase de un menor mayor a los seis años, éste
de antemano conoce que los adoptantes no son sus padres biológicos, pero si es
un recién nacido, entenderá que fue producto de las relaciones conyugales de su
padres a quienes considera son biológicos.
De cualquier manera, lo legislado en el Art. 95 del Código de la materia, dispone
taxativamente:
I. La madre, el padre, o ambos adoptantes, deben hacer conocer a la hija o
hijo adoptado, de acuerdo a la madurez de la niña, niño o adolescente, su
condición de adoptada o adoptado. Esta información deberá ser asesorada
y acompañada por personal especializado de la Instancia Técnica
Departamental de Política Social que corresponda, a simple solicitud de la
madre o padre adoptante.
II. Las personas que hayan sido adoptadas o adoptados, al obtener su
mayoría de edad o desde su emancipación, tienen derecho a conocer los
antecedentes de su adopción y referencias de su familia de origen. Podrán
solicitar la información correspondiente ante el Ministerio de Justicia o
Instancia Técnica Departamental de Política Social.
18. SOLICITANTES DE ADOPCIÓN NACIONAL
La Codificación aclara que la adopción es nacional, cuando los adoptantes tienen
nacionalidad boliviana y residen en el país, o siendo extranjeros, tienen residencia
permanente en el territorio nacional por más de dos años y los adoptados son
bolivianos de origen. Por otra parte, permite que las personas solteras y los
concubinos puedan ser adoptantes, siempre que en este último caso se
demuestre la existencia de la unión libre o de hecho probada de acuerdo .1
normativa vigente, como imperativamente dispone el Art. 84 en el inc. d), en el
caso concreto, se lo demuestra judicialmente en la firma como léñala el Art. 166
concordante con el 434, Inc. e) del Código de las Familias, y lo que dispone el Art.
69 de la L.O.J. en su apartado 4), conocer y decidir causas de comprobación, de
nulidad y anulabilidad del matrimonio comprobación que se lo realizará mediante
el sistema del proceso extraordinario substanciado ante el Juzgado Público de
Familia aunque en el actualidad se lo opera, hasta el 6 de agosto de 2015, ante
juez instructor de familia, de acuerdo con el trámite procesal regulado por el Art.
214 Código del Código de Familia de 1972.
De ese modo, la novel legislación de la Niñez y Adolescencia previene: «La
adopción nacional es aquella que se realiza sólo por solicitantes de nacionalidad
boliviana que residen en el país o que, siendo extranjeras o extranjeros, tienen
residencia permanente en el territorio boliviano por más de 2 años. (Art. 97).
19 SOLICITANTES DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL
La adopción es internacional cuando los solicitantes, son de nacionalidad
extranjera y residen fuera del país, o siendo de nacionalidad boliviana, residen
habitualmente en el extranjero, y el sujeto de la adopción es de nacionalidad
boliviana, radicando en el país. El Código aclara que se debe dar preferencia a la
adopción y debe entenderse que procede la internacional cuando se han agotado
todas las posibilidades para proporcionarle al menor un hogar sustituto en el país.
Así como establece el Art. 98 del Código Niño, Niña y Adolescente, los extranjeros
que deseen adoptar un niño o adolecente, se sujetarán a las previsiones
contenidas en la Subsección II, Sección IV del Capítulo II, Título I, Libro I y, a lo
establecido en Declaraciones, Convenios, Convenciones y otros instrumentos
internacionales que rigen la materia y hayan sido ratificados por el Estado
Boliviano, entre éstos, Francia, España e Italia.
El indicado Art. 98 estipula de la siguiente forma: «I. La adopción internacional se
aplica sólo a solicitantes de nacionalidad extranjera residentes en el exterior o, que
siendo de nacionalidad boliviana, tienen domicilio o residencia habitual fuera del
país». En el apartado II. Aclara: «La adopción nacional deberá ser otorgada con
prioridad en relación a la adopción internacional».
20. APLICACIÓN DE INSTRUMENTOS INTERNACIONALES
El sistema de la adopción internacional se encuentra sujeto a una serie de
regulaciones de orden internacionales, como los tratados y Convenios suscritos
por Bolivia, dirigidos a otorgar las máximas reglas de protección de los menores
objetos de adopción, en esa orientación lo prescrito por el Art. 100 del Código
Niña, Niño y Adolescente dispone:
I. Para que proceda la adopción internacional es indispensable que el país de
residencia del solicitante adoptante, sea parte de la Convención de la Haya
Relativa a la Protección del Niño y a. la Cooperación en Materia de
Adopción Internacional, y existan convenios sobre adopción entre el Estado
Plurinacional de Bolivia y el Estado de residencia de los solicitantes
adoptantes, ratificados por el Órgano Legislativo.
II. En dichos convenios o en adenda posterior, cada Estado establecerá su
Autoridad Central a objeto de tramitar las adopciones internacionales y para
efectos del seguimiento correspondiente. La Autoridad Central en materia
de adopciones internacionales es la instancia competente del Órgano
Ejecutivo.
III. Esta Autoridad Central realizará sus actuaciones directamente o por medio
de organismos debidamente acreditados en su propio Estado y ante la
Autoridad Central del Estado Plurinacional de Bolivia. Los organismos
intermediarios en materia de adopción internacional se someterán al control
de la Autoridad Central del Estado Plurinacional de Bolivia.
21 AUTORIDAD CENTRAL
La Autoridad Central en materia de Adopciones Internacionales, se encuentra a
cargo del Órgano Ejecutivo a través del Ministerio de Justicia. Los convenios entre
el Estado de residencia de los adoptantes y el Estado Plurinacional de Bolivia,
podrán ser de carácter bilateral o multilateral, pudiendo ser ratificados por Bolivia
de acuerdo con la Convención de La Haya, relativa a la Protección y a la
Cooperación en materia de Adopción Internacional, según Ley No. 2314 de 24 de
diciembre de 2001.
22. LA CONVENCIÓN DE LA HAYA RELATIVO A LA PROTECCIÓN DEL NIÑO
Y A LA COOPERACIÓN EN MATERIA DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL
Este instrumento jurídico fue concertado en La Haya el 29 de mayo de 1993, en el
Acta final de la XVII Sesión de la Conferencia de Derecho Internacional Privado,
contiene 48 artículos. Él, prácticamente integra todos los eventos realizados con
anterioridad a favor de los niños en el ámbito internacional. El Convenio establece
normas de carácter procesal y sobre la cooperación administrativa para encausar
las relaciones entre los Estados de origen de! niño y los de acogida, en esa
perspectiva, regula el traslado de niños que tienen su residencia habitual en un
Estado Parte hacia otro Estado Parte, bajo la institución de la adopción con
tendencia a ella. Para el efecto, recoge como objetos fundamentales:
a) Establecer garantía para que las adopciones internacionales tengan lugar
en consideración al interés superior del niño y al respeto a los derechos
fundamentales que le reconoce el Derecho Internacional.
b) Instaurar un sistema de cooperación entre los Estados contratantes que
aseguren el respeto a dichas garantías y, en consecuencia, prevenga la
sustracción, la venta o el tráfico de niños.
c) Asegurar el reconocimiento en los Estados contratantes de las adopciones
realizadas de acuerdo con el Convenio.
El artículo 4to. del Convenio establece que las adopciones consideradas sólo
pueden tener lugar cuando las autoridades competentes del Estado de origen:
a) han establecido que el niño es adoptable;
b) Han constatado, después de haber examinado adecuadamente las
posibilidades de colocación del niño en su Estado de origen, que una
adopción internacional responde al interés superior del niño;
c) Se han asegurado de que: las personas, instituciones y autoridades cuyo
consentimiento se requieren para la adopción han sido convenientemente
asesoradas y debidamente informadas de las consecuencias de su
consentimiento, en especial sobre la ruptura de los vínculos familiares. Que
el consentimiento fue dado libremente, constatado por escrito y que no fue
obtenido mediante pago o compensación ni fueron revocados, ni fue
obtenido antes del nacimiento. Dispone a continuación una serie de
previsiones a favor de la protección del interés superior del niño y
adolescente y respeto de sus derechos, permite instaurar un sistema de
cooperación entre los Estados Parte para la prevención y sustracción, venta
y tráfico de niños, otorgar mayor seguridad a los trámites de adopción
internacional y la realización de un seguimiento post-adoptivo efectivo;
determina el establecimiento de una autoridad central para la realización de
los procedimientos, trámites de la adopción y el seguimiento, así como la
vinculación con los organismos acreditados al respecto.
Estas normas van dirigidas a ejercer mayor control estatal sobre las adopciones
de menores por ciudadanos extranjeros, situación en la que los adoptados serán
trasladados al país de los adoptantes, para el cumplimiento de los derechos y
deberes que genera la filiación futura o legal.
23. SOLICITUD EN ADOPCIONES INTERNACIONALES
Al tenor de lo que dispone lo regulado en el Art. 101 de la legislación de la Niñez y
Adolescencia, las solicitudes de adopción internacional deben ser presentadas
mediante los representantes de los organismos intermediarios acreditados en el
país, y los harán presentando ante la Autoridad Central del Estado Plurinacional
de Bolivia, como dijimos, se encuentra a cargo del Ministerio de Justicia, cuyo
tenor es el siguiente:
I. Las personas extranjeras y bolivianas, radicadas en el exterior que deseen
adoptar, lo harán a través de representantes de los organismos
intermediarios acreditados, presentando ante la Autoridad Central del
Estado Plurinacional de Bolivia la documentación que acredite la idoneidad,
otorgada por el país donde residen.
II. Una vez aprobada la idoneidad por la Autoridad Central del Estado
Plurinacional de Bolivia, se remitirá una copia del certificado de idoneidad a
la Instancia Técnica Departamental de Política Social que corresponda,
para que sea incluida en un trámite de adopción internacional.
24. REQUISITOS PARA SOLICITANTE DE ADOPCIÓN INTERNACIONAL
I. Además de lo establecido en el Artículo 84 de este Código, se establecen
los siguientes requisitos:
- Certificados médicos que acrediten que los solicitantes gozan de buena
salud física y mental, homologado, por el equipo interdisciplinario de la
Instancia Departamental de Política Social;
- Pasaportes actualizados, cuando corresponda;
- Certificado de idoneidad emitido por la Autoridad Central del Estado del
solicitante; y
- Autorización para el trámite de ingreso de la niña, niño o adolescente en
el país de residencia de la y el candidato a adoptante.
II. Estos documentos deberán ser otorgados por la autoridad competente
del país de residencia, debiendo ser autenticados y traducidos al
castellano mediante sus procedimientos legales, para su legalización
por la representación diplomática del Estado Plurinacional de Bolivia.
(Art. 102 CNNA)
25. SEGUIMIENTO EN ADOPCIÓN INTERNACIONAL
La adopción internacional implica que el adoptado radicará en el país de los
padres adoptantes, a ese respecto, se establece que la Autoridad Central del país
de recepción acreditado para actuar como intermediarios en las adopciones
internacionales, tendrán como obligación el seguimiento post-adoptivo, remitiendo
cada seis meses durante dos años, los informes respectivos ante la Autoridad
Central del Estado Plurinacional de Bolivia, sin perjuicio de que la autoridad
Central de Bolivia realice las acciones de control y seguimiento que considere
convenientes. Dichos informes deberán ser legalizados en la representación
diplomática y/o consular boliviana acreditada ante el país de residencia de los
adoptantes, en ese contexto el Art. 103 del Código Niña, Niño y Adolescente
estipula:» La Autoridad Central del país de recepción tiene la obligación del
seguimiento post-adoptivo remitiendo cada 6 meses y durante 2 años, los informes
respectivos que deberán estar traducidos al castellano y legalizados en forma
gratuita en la representación diplomática boliviana acreditada ante el país de
residencia. Sin perjuicio, la Autoridad Central del Estado Plurinacional de Bolivia,
tiene la facultad de realizar las acciones de control y seguimiento que considere
necesario".
26. PRESENCIA DE LAS O LOS SOLICITANTES DE ADOPCIÓN
INTERNACIONAL
Para la procedencia del trámite de la adopción internacional es necesaria u
obligatoria la presencia de los adoptantes en Bolivia, desde la audiencia para el
periodo pre-adoptivo y hasta la fecha de la ejecutoria de la sentencia. De ese
modo consta lo dispuesto por el Art. 104 del Código pertinente: «En los procesos
de adopción internacional, es obligatoria la presencia física de la y el solicitante
adoptante, desde la audiencia para el periodo pre-adoptivo y hasta la fecha de la
ejecutoria de la sentencia y emisión del Certificado de conformidad por la
Autoridad Central del Estado Plurinacional de Bolivia»
27. NACIONALIDAD DEL ADOPTADO
El niño, la niña y el adolescente boliviano que es objeto de la adopción por
ciudadanos extranjeros, conserva su nacionalidad, pudiendo adquirir también la de
los adoptantes (Art. 105 CNNA), esto nos induce a pensar que el hijo adoptivo
puede gozar de doble nacionalidad, es decir, mantiene su nacionalidad de origen
pero puede adquirir también la de sus adoptantes, tal como indica el Código: « La
niña, niño o adolescente boliviana o boliviano, que sea adoptada o adoptado por
extranjera y/o extranjero, mantiene la nacionalidad boliviana, sin perjuicio de que
adquiera la de la o el adoptante». Esta normativa debe destacarse que mantiene
plena vinculación con el principio establecido en el Art. 8° de la Convención Sobre
los Derechos de del Niño, sosteniendo que « Los Estados Partes se comprometen
a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad,
el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias
ilícitas. Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de
su identidad o de todos ellos, los Estados Partes deberán prestar la asistencia y
protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su identidad.
28. RESERVA EN EL TRÁMITE
Al igual que en nuestra legislación abrogada, el trámite de la adopción reconoce la
calidad de reservado, de ahí que, en ningún momento puede ser exhibido el
expediente a persona extraña ni otorgarse testimonio o certificado de las piezas en
él insertas sin orden judicial, sino sólo a solicitud expresa de parte interesada.
Concluida la tramitación, el expediente deberá ser archivado y puesto en
seguridad; la violación a la reserva del trámite se halla sujeta a las sanciones que
establecen el Código de la Niña, Niño y Adolescente y el Código Penal. Esta
advertencia legal se encuentra contenida en el Art. 93, donde en el apartado I.
indica: El trámite de la adopción es absolutamente reservado. En ningún momento
puede ser exhibido el expediente a persona extraña ni otorgarse testimonio o
certificado de las piezas insertas en el mismo o brindar información verbal o
escrita. En el II. se establece una excepción en sentido de que: La reserva
señalada en el Parágrafo anterior, podrá levantarse excepcionalmente a solicitud
fundamentada de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, la Instancia Técnica
Departamental de Política Social, el Ministerio Público o el Ministerio de Justicia,
mediante orden judicial. Finalmente, en el III. Anota: Concluido el trámite, el
expediente será archivado y puesto bajo seguridad. La violación de la reserva
implica responsabilidad penal, con excepción a lo establecido en el Artículo 95 del
presente Código.

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