Trabajo Grupal - Teoria Del Razonamiento Correcto
Trabajo Grupal - Teoria Del Razonamiento Correcto
Trabajo Grupal - Teoria Del Razonamiento Correcto
Cuando hablamos de razonamiento nos referimos al proceso de analizar, evaluar y organizar ideas
para llegar a conclusiones que nos ayuden a resolver problemas. Este proceso implica utilizar
conocimientos previos, hacer uso de la lógica y conectar diferentes fuentes de información para
generar un entendimiento más profundo o tomar decisiones fundamentales. En el razonamiento se
distinguen las premisas, que son las bases o datos iniciales, y la conclusión, que es el nuevo
conocimiento o decisión derivada de las premisas.
Dicho esto, estimado lector, este informe académico tiene como objetivo explorar las ideas
fundamentales de la lógica y de la razonabilidad, un proceso hermenéutico común en la
interpretación jurídica, en el cual, la argumentación desempeña un papel central.
DESARROLLO
I. EL RAZONAMIENTO CORRECTO
La Teoría del Razonamiento Correcto es un campo crucial dentro del estudio del razonamiento y
la argumentación, particularmente relevante en el ámbito jurídico donde se enfrentan desafíos
como las antinomias y las lagunas jurídicas. Esta teoría busca proporcionar un marco
metodológico sólido para la validación de argumentos en situaciones donde existen conflictos
normativos o vacíos legales. Este tipo de razonamiento cumple con ciertos criterios que
aseguran la validez, coherencia, legalidad y justicia en las decisiones judiciales. Estos criterios se
basan en principios jurídicos fundamentales, la correcta aplicación de la ley, el respeto por los
derechos y garantías de las personas involucradas en un proceso.
Es un caso especial del discurso práctico racional que se basa en la capacidad de presentar
argumentos racionales de manera adecuada en cuestiones prácticas (Ticona P., 2017). La teoría
del razonamiento correcto ofrece herramientas para evaluar la solidez, lógica y validez de estos
argumentos. Además, nos enseña a construir las razones que pueden respaldar una decisión con
relevancia jurídica. Cabe destacar que no permite una actuación mecánica en el proceso, sino
que requiere considerar la metodología y el análisis.
Como señala (García C., 2005), la interpretación de las leyes requiere un razonamiento claro y
consistente para determinar el significado y alcance de los textos legales. Al analizar
disposiciones legales ambiguas o contradictorias, los jueces y juristas peruanos recurren a
principios lógicos y criterios de interpretación para llegar a conclusiones fundamentadas. Estos
son:
1. Consistencia: Las premisas y las conclusiones deben ser coherentes entre sí.
2. Validez: La estructura de la interpretación, como de la argumentación, debe ser tal que, si
las premisas son verdaderas, la conclusión también lo sea.
3. Suficiencia: Las premisas deben proporcionar suficiente apoyo para la conclusión.
4. Claridad: Las premisas como las conclusiones deben ser claras y precisas.
El razonamiento judicial: El Juez frente a las diversas situaciones en las que debe
dar una óptima solución, tendrá que aplicar su razonamiento basado en la lógica y
coherencia de sus ideas interpretativas de la ley, donde entre las posibles premisas
o consecuencias jurídicas que se deriven de ella, deberá elegir la que considere más
razonable y justa para ese determinado caso.
En ese sentido, este tipo de razonamiento parte del supuesto de que cuando una ley
o norma jurídica menciona una situación específica, implícitamente excluye otras
situaciones no mencionadas. Es decir, utiliza una lógica de exclusión, donde la
afirmación de una norma sobre un caso concreto permite deducir que, en casos no
contemplados, la consecuencia jurídica es distinta o inexistente. Por ejemplo, si la
norma dice que “sólo los mayores de 18 años pueden sufragar”, se infiere que los
menores de ese límite de edad no pueden hacerlo.
La expresión “a fortiori” es una locución latina que significa “con mayor razón” o
“con más fuerza”. Se utiliza para inferir que, si una afirmación es válida en un caso
particular, entonces, es aún más válida en otro caso donde las condiciones que
justifican la afirmación son más evidentes. Por ejemplo, si una persona es
condenada por un delito de lesiones graves, con mayor razón será condenada una
persona que comete homicidio.
V. LA CORRECTA MOTIVACIÓN
Justificar una decisión, implica respaldarla mediante una argumentación convincente que
demuestre que la decisión es legal y racionalmente sustentada por los elementos que la apoyan.
La motivación sirve para diferenciar entre lo racional y lo arbitrario. Un razonamiento es
arbitrario si carece de fundamento o es incorrecto, mientras que es racional cuando se emplea
para resolver conflictos en una sociedad organizada conforme a la lógica y la razón.
El objetivo de garantizar una adecuada motivación, desde una perspectiva racional y razonable,
es asegurar al justiciable que la decisión recibida, ya sea favorable o no para él, resulta de un
razonamiento correcto. Este razonamiento debe considerar los valores y principios que rigen la
vida en sociedad y que están establecidos en la Constitución, llevando así a una decisión
socialmente aceptable y objetivamente justa, reflejada en los fundamentos que respaldan la
decisión tomada (Nieto G., 1998).
Principio de la razón suficiente: Establece que todo hecho debe tener una razón
suficiente que explique por qué es de esa manera y no de otra, lo cual implica que
nada sucede sin una causa o razón suficiente que lo determine, por tanto, este
principio es fundamental para garantizar la justicia y legalidad en las decisiones
judiciales, en base a las siguientes características:
Justifica interna: Este tipo de justificación comienza con las premisas, que en una
decisión judicial son la premisa normativa y la premisa fáctica. La premisa normativa
debe contener un supuesto normativo, una consecuencia jurídica y ser válida según
el ordenamiento judicial. La premisa fáctica, es una afirmación sobre lo que ocurrió
en los hechos. De esta manera, la justificación interna se refiere a un procedimiento
deductivo que inicia con la premisa mayor y una premisa menor y culmina en una
conclusión. Esto significa que la premisa mayor corresponde a una norma jurídica, la
premisa menor a los hechos y la conclusión a la sentencia judicial. Desde el punto de
vista de la justificación interna, la sentencia estará racionalmente argumentada si
existe una coherencia lógica entre las premisas y la decisión. Por lo tanto, si esta
relación se presenta de manera adecuada, la argumentación será sólida y racional;
de lo contrario, perderá consistencia.
CONCLUSIONES