Secuencia Astronomía 3er Grado
Secuencia Astronomía 3er Grado
Secuencia Astronomía 3er Grado
2019
CIENCIAS NATURALES
Primer Ciclo
Equipo Ciencias Naturales – DEP
Secuencia adaptada: Galperin, D., Kauderer, M. y Schnek, A. (2010). El cielo y sus cambios. CD interactivo para el
primer ciclo de las escuelas primarias. Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires.
PARTE I.
LOS ASTROS Y SUS POSICIONES EN EL CIELO Pág. 6
PARTE II.
¿Dónde y cuándo vemos el Sol? Pág. 12
PARTE III.
El cielo de noche Pág. 22
ANEXOS
1- Distancias de los objetos astronómicos trabajados en la Primera Parte.
2-Las constelaciones más conocidas.
3- Tutorial Stellarium
2
Introducción
A lo largo de esta secuencia, se abordan los contenidos de Astronomía en el Primer Ciclo
de la escuela primaria presentes en el Diseño Curricular de la Ciudad de Buenos Aires, con
el propósito de brindar oportunidades para que los y las estudiantes realicen actividades de
observación, de interpretación de registros de dibujos y datos, y de búsqueda de
información. Se intenta favorecer contextos de lectura en el aula o en las salas de
computación, en los que los niños y niñas puedan interactuar con información seleccionada
de distintas fuentes y soportes. El sentido de recorrer estas experiencias es que comiencen
a comprender algunas regularidades en los sucesos que observan en el cielo. “La
aproximación en este ciclo consiste en la observación y el registro de los cambios y
regularidades en el cielo diurno y nocturno durante el año, de la sucesión día-noche. (...)
Por otra parte, se propone una primera aproximación al conocimiento de los astros y a
algunos de los modos en que se los observa y estudia.”1
Se promueve que la escuela se constituya, así, en un espacio potente para que los y las
estudiantes transiten experiencias en las que puedan hacer explícitas sus ideas y
confrontarlas con las de los compañeros, a fin de enriquecer y ampliar sus conocimientos:
La astronomía y los fenómenos que estudia esta disciplina despiertan gran interés en los
chicos y chicas. Los astros presentes en el cielo, como la Luna, el Sol, las estrellas y los
planetas, les provocan mucha curiosidad, y, sobre todo, hacen surgir en ellos y ellas una
interminable cantidad de preguntas e ideas diversas. Es habitual presenciar cómo los niños
y las niñas de estas edades señalan la Luna en el cielo, expresan sus ideas sobre las
estrellas e incluso ensayan explicaciones sobre algunos de los eventos astronómicos más
cotidianos, como la sucesión del día y la noche o las fases lunares. Es frecuente también
notar, en la interacción con sus preguntas y explicaciones, cuánto de lo que manifiestan les
causa admiración, y cómo quedan maravillados frente a los fenómenos que observan con
atención y detenimiento.
Comprender los fenómenos astronómicos observando el cielo es una actividad con
diferentes características según el lugar geográfico en el que nos situemos. Lo cierto es que
quienes viven en una ciudad grande, con muchos edificios y muy iluminada por la noche, no
están en las mejores condiciones para poder observar los fenómenos que ocurren en el
cielo; la mayor parte de los adultos y adultas de la ciudad no tienen, por eso, la capacidad
que tienen los y las habitantes de otras localidades para orientarse por las estrellas o
conocer las regularidades que se observan en el cielo. Si bien estos fenómenos son parte
de nuestra vida cotidiana, en la interacción con nuestro entorno dejamos de lado la
posibilidad de explorarlos. Incluso en la ciudad de Buenos Aires, las posibilidades de ver el
cielo son diversas: algunos edificios impiden ver con facilidad los fenómenos que ocurren en
el cielo; hay casas con ventanas orientadas en distintas direcciones; con diferentes alturas;
algunas son chicas, otras más grandes; algunas pueden tener balcón o terraza, otras no.
Las escuelas también son diferentes: algunas tienen patio abierto, otras patio cubierto;
algunas tienen solamente una planta; otras, más de un piso.
La aproximación a los fenómenos astronómicos cotidianos también difiere según las
características de cada grupo y de cada niño o niña, de sus posibilidades de interactuar con
el entorno, de su historia familiar, social y cultural. Por ello, la escuela es el ámbito ideal
1
Diseño Curricular para la Escuela Primaria. Primer ciclo. Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, 2004.
3
para que docentes y estudiantes encuentren y reencuentren el interés y la fascinación por
este tema.
Proponemos comenzar la enseñanza de la astronomía a partir de los sucesos que se
observan en el cielo cotidianamente a simple vista. El estudio de estos sucesos ha sido la
base histórica para el desarrollo de diversas ideas sobre cómo es el universo, cómo
funciona y cuál es el lugar que el ser humano ocupa en él. El propósito, entonces, es
comenzar con el estudio de los fenómenos celestes, vinculándolos con la vida cotidiana.
Resulta fundamental que los alumnos y las alumnas puedan adquirir estrategias para
analizar esos fenómenos en cualquier circunstancia de su vida presente y futura; que
puedan formularse preguntas, analizar sus posibles respuestas y distinguir entre distintos
tipos de información que se les brinda, entre otros aspectos. Propiciar que los chicos y
chicas se formulen preguntas sobre los cambios en el cielo favorece que hagan explícitas
sus propias teorías y las reelaboren. La salida y la puesta del Sol, el movimiento de la Luna,
el estudio de algunas constelaciones más conocidas y los cambios a medida que
transcurren las horas y los meses son fenómenos cotidianos que pueden ser trabajados en
el primer ciclo. Es importante recalcar que el enfoque de estos fenómenos en Primer
Ciclo es puramente descriptivo. Las explicación de las causas de los mismos, los
niños y niños las construirán más adelante en su escolaridad.
Las ideas vigentes sobre el movimiento indican que éste es siempre relativo; es decir, que
depende del sistema de referencia que se elija para interpretarlo. Por ejemplo, está claro
4
que en este momento, el/ lector/a de este párrafo está quieto leyendo este material; pero, si
se tuviera en cuenta el movimiento de la Tierra alrededor del Sol, el lector se está
moviendo, junto con todo el planeta, ¡a unos 30 kilómetros por segundo! Si el sistema de
referencia es la superficie terrestre, se está quieto; en cambio, si el sistema de referencia es
el sistema solar, se está en movimiento. Lo que se quiere destacar con este ejemplo es que,
desde la física, es adecuado elegir como sistema de referencia a la Tierra y describir los
fenómenos que ocurren en el cielo en relación con ella. Esta forma de describir la
trayectoria de los astros, tal como se los observa desde la posición terrestre, se suele
denominar movimiento aparente.
Las ideas básicas y alcances de contenidos que se pondrán en juego en esta secuencia, se
presentan a continuación:
Al observar el cielo a lo En el cielo se pueden ver distintas cosas. Algunas se encuentran cerca
largo de un período, se de la Tierra, como las nubes, y otras se encuentran mucho más lejos,
pueden reconocer como el Sol, la Luna y las estrellas. A estos últimos se los llama astros o
algunos cambios y
cuerpos celestes.
también algunas
permanencias.
Observación, descripción y registro de: cambios en la cantidad de horas
de luz a lo largo del año, cambios de la forma en que se ve la Luna,
cambios y permanencias en la apariencia del cielo diurno y nocturno;
permanencia de algunas constelaciones en el cielo nocturno:
5
PRIMERA PARTE: Los astros y sus posiciones en el cielo
El sentido de las actividades de esta primera parte es identificar los objetos que estudian los
astrónomas y las astrónomas, distinguiendo los astros entre los distintos cuerpos que se
observan en el cielo a simple vista. Para diferenciar unos de otros, se comenzará por
reconocerlos, para luego ubicarlos espacialmente.
A los objetos que estudian estos científicos y científicas se los llama astros y, en general,
suelen encontrarse a una distancia considerable de nuestro planeta. Se indagará también
acerca de cuáles de estos astros pueden reconocerse en el cielo a simple vista
problematizando la situación incluyendo otros objetos que pueden encontrarse en el cielo y
no lo son.
b) ¿Todos están a la misma distancia del suelo? Reorganicen cada afiche colocando más
6
próximos al suelo los que están más cerca de nosotros y, más arriba, los que están más
lejos.
Durante la puesta en común, se sugiere que el/la docente cuelgue en el aula dos afiches o
telas: uno que representa el cielo de día (con un dibujo de un paisaje con el cielo celeste) y
otro de noche (con un paisaje con el cielo negro). Se podrán titular los afiches como “Cielo
de día” y “Cielo de noche”.
La idea es que el/la docente vaya mostrando nuevamente las imágenes que se trabajaron
en la actividad anterior, y que, con el aporte de los y las estudiantes, las vaya pegando con
cinta de papel en el afiche correspondiente, en función de si el objeto puede observarse en
el cielo diurno, en el cielo nocturno, o bien no puede verse a simple vista. En este último
caso, la imagen se deja a un costado. Es importante recalcar la conveniencia de contar con
más de una imagen de cada tipo de objeto, ya que algunos cuerpos pueden observarse
tanto de día como de noche.
Al mismo tiempo, al pegar una imagen en el afiche, el/la docente consultará a los y las
estudiantes acerca de la distancia a la que ellos ye ellas creen que se encuentra de
nosotros cada objeto que se observa en el cielo.
Para referirnos a las distancias se propone abordarlo mediante los términos “cerca”, “lejos”
o “muy lejos”, siempre tomando al suelo como punto de referencia. Con esta información, se
ubicará en la zona baja del dibujo los objetos que están más cerca del suelo, y en la zona
alta los que están más lejos. Posteriormente, y como acercamiento al tema, se les podrá
decir a los y las alumnos/as que los astrónomos y astrónomas estudian “aquellos
cuerpos que ubicamos más alto en los afiches”. Esta idea igualmente se retoma en la
actividad siguiente.
El/la docente tomará en cuenta las ideas de los y las alumnos/as y las diferencias de
opiniones. Seguramente, muchos colocarán a la Luna sólo en el cielo nocturno, por lo que
se sugiere hacer nuevas preguntas tales como “A la Luna, ¿solamente la vemos de
noche?”. Esta idea se seguirá abordando en las siguientes actividades, por lo que se
propone guardar un registro de las ideas iniciales de los niños y niñas en un afiche.
Proponemos tomar el siguiente texto y trabajar con los y las estudiantes la lectura y
comprensión de la información que aporta, tal y como lo propone Mirta Castedo2.
En este sentido, se propone realizar una primera lectura del texto completo entre todos y
luego realizar las intervenciones que se proponen a continuación.
2
Castedo, M. (1999). Saber leer o leer para saber. En: M. Castedo, C. Molinari, & A. I. Siro, Enseñar
y aprender a leer. Buenos Aires: Novedades Educativas.
7
Actividad 3: Investigando el cielo
La astronomía es una ciencia que investiga cómo es nuestro universo. Para ello, los
astrónomos y astrónomas estudian los astros, que son los cuerpos que se observan en el
cielo y que se encuentran fuera de nuestro planeta. Esta ciencia estudia el Sol, la Luna,
los planetas y las estrellas, que son cuerpos que se encuentran muy lejos de nosotros.
La Tierra también es un astro, pese a que no podemos observarla en el cielo... ¡ya que
estamos parados sobre ella!
Para aprender astronomía es conveniente comenzar observando los astros que pueden
distinguirse a simple vista, con nuestros propios ojos. Es por ello que no estudiaremos los
anillos del planeta Saturno, que sólo pueden verse utilizando un telescopio.
Si observamos el cielo con atención, descubriremos en él una gran cantidad de objetos.
De día vemos el Sol, nubes, aves, etcétera. Por las noches también podemos observar
aves y nubes y, si está despejado, muchas estrellas, con las que podemos formar figuras
imaginarias, para reconocerlas mejor. Como la Luna se ve muchas veces de noche, pero
también algunas veces de día, lo que identifica a las noches, en el cielo, no es la
presencia de la Luna, sino la ausencia del Sol.
Para complementar el texto y volver a trabajar sobre las enormes diferencias entre las
distancias que separan los objetos terrestres de los astronómicos, sugerimos complementar
la actividad con la siguiente información.
¿Cerca o lejos?
Hay quienes piensan que sólo se puede estudiar el cielo si tenemos un telescopio. Sin
embargo, se puede aprender muchísimo observando el cielo a simple vista.
Algunos de los objetos que se ven en el cielo están cerca de nosotros, otros están lejos,
y muchos otros están muy lejos. A continuación se mencionan algunos objetos y se
indican las distancias a las que están de la Tierra.
8
De este modo, con ayuda del/de la docente, los y las estudiantes podrán recuperar el
trabajo con las imágenes de las actividades anteriores. Proponemos finalizar la actividad
reubicando los objetos colgados en los afiches del aula, colocándolos adecuadamente para
dejar en ellos sólo los objetos que se observan en el cielo y que son estudiados por la
astronomía. En particular, para que los y las estudiantes puedan ubicar a la Luna tanto de
día como de noche, el/la docente deberá enfatizar ese concepto.
Para elaborar el orden de las imágenes, se sugiere que los niños y niñas trabajen con la
información cualitativa que se presenta en este último cuadro, expresada en los términos
“cerca”, “lejos”, “muy lejos” y “enormemente lejos”. Para ello, a continuación se despliega
como guía de referencia para el docente, un cuadro con la resolución de las actividades
planteadas hasta el momento y algunos datos cuantitativos con las sugerencias para
abordarlos con los chicos y chicas.
9
El Sol 150 millones de km=
150000000000 metros
La Luna 380000 km =
380000000 metros
Sugerimos mostrarle a los y las alumnos/as los números completos en la misma unidad de
medida (en este caso, en metros), para que con la longitud de los números, puedan asociar
si los objetos se encuentran “cerca”, “lejos” o “muy lejos”. Dada la edad de los niños y niñas,
no se espera que puedan interpretar la magnitud de estas medidas, pero sí que puedan ver
que por ejemplo en el caso de las estrellas, la distancia de la más cercana a la Tierra es un
número muy muy muy grande y mucho más largo que el que representa la distancia al Sol,
por ejemplo.
10
En esta actividad se espera que los y las alumnos/as puedan reconocer que es de día en
aquellas imágenes donde está presente el Sol (figuras A y C) y que, pese a la presencia de
la Luna, en el esquema C es de día, y no de noche. En cambio, los y las alumnos/as
deberán reconocer que es de noche en los esquemas B y D, en los que el Sol no está
representado en el cielo.
A partir del análisis de las imágenes, se pretende que los y las alumnos/as arriben a
conclusiones como las siguientes:
● “El fenómeno del día y la noche se debe a la presencia (o no) del Sol en nuestro
cielo.”
● “Durante el día, siempre está el Sol en el cielo; y, a veces, también la Luna.”
● “En el cielo nocturno no siempre está la Luna. Es de noche cuando no está el Sol,
más allá de que la Luna esté presente o no.”
Sugerimos que el/la docente realice una puesta en común tras esta actividad, con el fin de
clarificar las ideas antes mencionadas. También es importante recordar a los y las
alumnos/as que siempre estamos considerando, al analizar los esquemas trabajados, que el
cielo está despejado, ya que algunos podrían considerar que la Luna está en el cielo, pero
no se ve debido a la presencia de nubes que la tapan.
CIERRE
Como cierre proponemos retomar con los niños y niñas los registros tomados en las
actividades 1 y 2 y contrastarlas en conjunto con la 3 y la 4. Al hacerlo, buscaremos que los
chicos observen el cambio en sus ideas. Podría realizarse un nuevo registro, por ejemplo
“antes creía que ….. ahora me di cuenta que …..”.
11
SEGUNDA PARTE: ¿Dónde y cuándo vemos el Sol ?
El sentido de estas actividades es que los niños y niñas puedan reconocer la trayectoria
diaria que sigue el Sol en el cielo visto desde la Tierra, y los cambios que ocurren en su
posición a lo largo del año. Para ello, se trabajará tanto con observaciones y
representaciones materiales, como mediante el uso de un simulador.
Actividad 1:
Esta actividad presenta dos partes o momentos para trabajar en clase:
Durante esta indagación, proponemos tomar todos los aportes de los niños y niñas sobre su
experiencia cotidiana. Por ejemplo, algunos/as alumnos/as podrán hacer referencia a que
ven al Sol desde su ventana cuando se levantan, o al lugar en donde lo ven cuando van a la
plaza.
En este sentido, el trabajo se orientará para que los y las alumnos/as puedan dar
referencias espaciales. Estas primeras ideas se conservarán en un papel afiche, para ser
retomadas en el cierre de la actividad.
Segunda parte: Observación de los cambios de posición del Sol a lo largo de un día
escolar
En un segundo momento, proponemos que los y las alumnos/as salgan con el/la docente a
observar los cambios de posición del Sol en un espacio abierto de la escuela, o bien fuera
de ella, en un espacio cercano, como la vereda o la esquina. Resulta interesante que
puedan contrastar estas observaciones con las anticipaciones registradas en el papel
afiche.
Será muy Importante trabajar previamente con los y las estudiantes sobre las normas de
seguridad durante la observación, principalmente recalcando el hecho de que no deben
mirar mucho tiempo seguido al Sol, ni mirarlo fijamente, porque eso puede ocasionar
lesiones en los ojos.
12
Primero el/la docente deberá elegir el lugar en donde se realizarán las observaciones y
realizar el esquema. Este podrá ser la vista que ofrece el patio, o la vereda de la escuela u
otro espacio que permita observar el Sol. Una vez decidido este sitio, se deberá optar entre
realizar el esquema que será entregado a cada grupo de niños y niñas, o bien, llevar a todo
el grado al lugar con el fin de que cada grupo realice su propio esquema. Esta segunda
opción enriquece la propuesta si consideramos que son los mismos niños y niñas quienes
enfocarán su atención en la observación. Entonces, primero se lleva a los grupos a centrar
la atención en la realización del esquema, considerando dónde se pararán para observar al
Sol y destacando la necesidad de que siempre sea aproximadamente el mismo sitio. En
este sentido, pueden tomar algún tipo de registro (escrito o fotográfico sobre cómo es el sitio
donde están parados y de donde observarán). Luego considerar qué se observa desde esa
posición con respecto a observar el cielo para incluirlo en el esquema (un árbol, un edificio,
un poste, el mástil, un semáforo, etc) que servirán de referencias para ubicarnos en la
observación del cielo.
Una vez producido el esquema, podrán realizarse las observaciones del cielo. Con el fin de
que los y las alumnos/as puedan hacer comparaciones entre los cambios que observan,
proponemos que estas observaciones se repitan dos veces en el mismo día (por ejemplo,
antes de cada recreo, o bien una al comenzar la jornada escolar y otra cuando finaliza).
Para registrar estos cambios, los y las alumnos/as dibujarán en grupos donde ubican el Sol
en cada oportunidad sobre el esquema.
(Incluir un esquema con tres objetos de referencia espaciales, como por ejemplo un
edificio, un poste, un cartel, la misma escuela, etc.).
Al volver al aula luego de finalizar las dos observaciones, proponemos que se realice una
puesta en común de las representaciones que elaboró cada grupo. El/la docente podrá
intervenir para favorecer que los niños establezcan comparaciones entre los cambios que
registraron y sus primeras anticipaciones, que conservaron en el papel afiche.
Maqueta
Para realizar la relación entre los puntos cardinales y el movimiento del Sol visto por
nosotros proponemos la realización de una maqueta sencilla entre todo el grado. El/La
docente decidirá si conviene hacerla con los y las alumnos/as o bien traerla ya armada. El
objetivo de esta maqueta es representar el lugar donde se efectuaron las observaciones de
la actividad anterior (patio, vereda, etc.) e incluirá, a escala, los mismos objetos de
13
referencia que se utilizaron en los esquemas de dicha actividad. Mientras se cumpla este
objetivo, el nivel de detalle de la maqueta queda a gusto del/ de la docente.
Brújula
Con la maqueta terminada, comenzarán la actividad ubicando y señalando en ella los
puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste. Para poder ubicar los puntos cardinales,
deberán aprender previamente a utilizar una brújula.
En este momento de la actividad, el/la docente mostrará una3 y les preguntará si saben para
qué se utiliza este instrumento o si alguna vez vieron o tuvieron una en sus manos; luego
podrá proponerles una actividad exploratoria como la que se detalla a continuación.
En esta instancia antes de entregarles las brújulas, deberemos construir las medidas de
seguridad necesarias para usar este objeto. Entonces, el/la docente deberá advertir sobre el
cuidado con que deben tratar este instrumento, que puede romperse si es manejado
bruscamente o se deja caer.
Al preguntar sobre las partes de la brújula se busca llamar la atención sobre la presencia de
la aguja que se mueve y posee una de sus puntas pintada. Además, se indagará y buscará
consenso sobre el significado de las letras que se hallan representadas en su interior,
destacar que éstos se llaman “puntos cardinales” Y será necesario hacer hincapié en que la
3
Dentro del equipamiento del material de laboratorio entregado en todas las escuelas de la Ciudad,
se encuentran brújulas.
14
parte pintada de la aguja señala siempre el Norte. Finalmente, se construirá grupalmente su
modo de uso.
El/la docente evaluará la posibilidad de trabajar también en el patio. En ese caso, podrá
pedir a los niños y niñas que señalen la ubicación de diversos elementos como el mástil con
la bandera, las aulas o salones, las ventanas.
Integración
Con la maqueta ya armada, y habiendo establecido cómo se usa la brújula para ubicar los
puntos cardinales, la idea es retomar la maqueta para marcarlos en ella. Luego, se deberá
colocar sobre ella un alambre curvado, con la pelotita de telgopor atravesada en él. La
pelotita representará al Sol, y el alambre servirá para representar el movimiento aparente4
del Sol a lo largo del día.
c) Ubiquen la pelotita en las posiciones del Sol que marcaron en cada observación.
A partir de esta actividad, se pretende que los y las alumnos/as puedan reconocer las
diferentes posiciones en que se distingue al Sol en el cielo, recordando la observación de su
trayectoria que realizaron previamente. Algunas intervenciones posibles para realizar
podrían ser las siguientes:
● ¿Cerca de qué punto cardinal ubicamos la primera observación? ¿Y la última?
4
Se denomina movimiento aparente al movimiento de los astros, tal como se los observa desde la
posición terrestre.
15
● ¿Está bien decir que “El Sol sale justo por el Este y se pone justo por el Oeste”?
● ¿Hacia dónde tendremos que mirar para ubicar el Sol a la hora del almuerzo?
Haber realizado esta actividad, representando la trayectoria del Sol deslizando una pelota
de telgopor sobre el alambre curvado favorecerá que los y las alumnos/as puedan aprender:
- que las salidas y puestas del Sol casi nunca suceden exactamente por el Este y por el
Oeste;
- que el Sol sigue un movimiento aparente que no es perpendicular al suelo, sino que está
inclinada hacia el Norte5.
Con el esquema que se representa en la siguiente figura pretendemos colaborar para que
los y las alumnos/as puedan reforzar la idea de que el Sol siempre sigue una trayectoria
inclinada, tal como se les pidió que la ubicaran en la maqueta.
Cuando se observa atentamente el cambio de posición del Sol en el cielo, se puede ver que
sale por algún lugar cercano al Este (casi nunca exactamente por el Este, salvo los días de
comienzo de la primavera y del otoño) y que va ascendiendo “en forma inclinada” en el
cielo, hacia el Norte. Por la tarde, el Sol desciende en forma inclinada, hasta que se pone
por algún lugar del Oeste (casi nunca exactamente por el Oeste, salvo también los mismos
días de comienzo de la primavera y del otoño).
El/la docente podrá presentar a los y las alumnos/as la siguiente información:
Al momento en que el Sol llega a su altura máxima se lo llama mediodía solar, y divide al
día en dos mitades exactamente iguales. En Buenos Aires ocurre cerca de las 13 horas
entre los meses de marzo y octubre.
Como el Sol avanza “inclinado” hacia el Norte, contrariamente a lo que mucha gente
5
Aunque no debe explicarlo a los y las alumnos/as, es conveniente que el/la docente sepa que la
trayectoria del Sol en forma “inclinada” se debe a la latitud (la distancia angular que hay desde un
punto de la superficie de la Tierra hasta el paralelo del ecuador, que se mide en grados, minutos y
segundos sobre los meridianos) en la que nos encontramos: una persona situada en el ecuador
terrestre verá la trayectoria aparente del Sol de una manera diferente a otra persona situada en la
ciudad de Buenos Aires, a causa de sus diferentes posiciones sobre el planeta Tierra.
16
piensa, nunca tenemos el Sol justo sobre nuestras cabezas; por lo tanto, siempre
hacemos sombra, en presencia del Sol.
Al recorrido que realiza el Sol en el cielo a lo largo del día se lo conoce como movimiento
diario del Sol. Este movimiento permite explicar el día y la noche: es de día cuando el Sol
se observa en el cielo, mientras que es de noche cuando lo dejamos de ver.
La actividad propuesta consiste en simular el movimiento del Sol y observar cómo varía la
posición en diferentes momentos de un mismo día. Para ello, una vez configurada la fecha
(pueden elegir la del mismo día o la que tengan ganas, lo importante es que se mantenga
fija) deben ir variando la hora y ubicar la posición del Sol.
En este punto, es muy importante insistir con la potencialidad de hacer un registro, para
después poder visualizar el movimiento diario “completo”. Para ello, pueden los y las
estudiantes hacer capturas de pantalla o dibujar lo que observan en sus cuadernos
(respetando las referencias visuales y los puntos cardinales) como hicieron previamente en
la Actividad 1 de esta secuencia.
Como referencia para el/la docente, se presentan a continuación imágenes obtenidas con el
programa.
6
Ir a “todos los programas”, cuando se despliega la ventana buscar la carpeta “Astronomía”, al
pinchar sobre esta se habilitan dos opciones, una es Stellarium.
17
18
Con el fin de darle un cierre a las observaciones con el simulador de podrá hacer una
puesta en común donde cada niño y niña exponga sus observaciones y argumente sobre
éstas. Asimismo, podrá indagar sobre la opinión de los niños y niñas en cuanto a utilizar
este simulador ¿qué ventajas nos dio usarlo?. El/La docente deberá buscar elaborar con los
y las estudiantes una conclusión sobre estas observaciones.
Diego es un alumno de 3er grado, que sale todos los días de su casa a las 7.00hs para
llegar a la escuela a las 8.00hs. En algunas épocas del año, cuando sale ya es de día
pero en otras aún es de noche.
¿Cómo puede ser que le pase esto si siempre sale a la misma hora de su casa?
Para abordar esta situación, proponemos que el/la docente realice intervenciones como las
siguientes, preguntando a los y las alumnos/as:
● ¿Les parece que el alambre y la pelotita que pusieron en la maqueta pueden
representar la posición del Sol para cualquier fecha del año?
● ¿En qué fecha registramos las observaciones anteriores?
● ¿Cómo haríamos para darnos cuenta si hay diferencias o no, entre ambas
situaciones?
Tomando en cuenta las respuestas de los niños y niñas, el/la docente organizará nuevas
observaciones en las que registrarán, para esa otra fecha, las posiciones y horarios en que
se ve al Sol, a fin de encontrar las diferencias entre una fecha y otra. Luego, realizará una
19
puesta en común registrando las opiniones, dudas y contradicciones de los y las
alumnos/as.
Estas nuevas observaciones deberán hacerse en los mismos momentos en que se hicieron
las anteriores, con el fin de poder comparar y registrar los cambios en la trayectoria del Sol
entre una y otra fecha del año. Para organizar la información obtenida, se podrán utilizar los
mismos tipos de cuadros de registros ya empleados en la actividad anterior.
La información obtenida se volcará en la maqueta ubicando un nuevo alambre y pelotita.
Este alambre se colocará tomando en cuenta las nuevas posiciones en las que vemos al
Sol en esta otra fecha del año, siempre en relación con los objetos de referencia que están
representados en la maqueta.
En esta oportunidad, también proponemos fijar con cinta adhesiva de papel un cartel con los
horarios, respetando que sean aproximadamente los mismos que aquellos en los que se
realizaron las observaciones del mes anterior. A su vez, se recomienda colocar en la misma
maqueta las dos fechas en las que se elaboraron los registros correspondientes.
La idea de la propuesta es muy similar a la actividad anterior, pero en ese caso en lugar de
modificar el horario, se modificará la fecha de observación. Es interesante en este punto
que los y las estudiantes observen cómo cambian las posiciones de salida y puesta del Sol
a lo largo del año, la altura alcanzada y la duración del día.
Para comenzar, pueden tomar la hora de salida de Diego de su casa (las 7.00hs) y observar
en qué meses es de día y en cuáles es de noche. Para no cambiar muchas variables a la
vez, sugerimos considerar cualquier número de día e ir modificando solamente el número
del mes. Como ejemplo, se presentan a continuación las imágenes obtenidas para el 1ero
de marzo y el 1ero de junio, las dos a las 7.00hs.
20
Podrían repetir esta actividad considerando lo horarios de puesta del Sol, viendo cómo
varían a lo largo del año. U observar también cómo varía la altura máxima alcanzada por el
Sol a lo largo del año.
CIERRE
Como cierre de esta actividad, sería interesante proponerles a los niños y niñas que en los
pequeños grupos de trabajo, le respondan la inquietud a Diego, contándole en qué épocas
del año cuando salga será de día, en cuáles aún de noche y a qué se debe esto.
TERCERA PARTE: El cielo de noche
El propósito de estas actividades es observar el cielo nocturno y comenzar a identificar
algunas estrellas y constelaciones muy conocidas.
21
Los niños y niñas comenzarán reconociendo el cielo nocturno a partir de registros de sus
propias observaciones. Luego se avanzará con la identificación de algunas constelaciones
que resultan fáciles de observar a simple vista y que, por otra parte, pueden resultar
familiares para algunos alumnos. Proponemos abordar, además, la lectura de textos e
interpretación de imágenes que les permitan a los y las alumnos/as realizar comparaciones
sencillas.
Sugerimos proponerles la siguiente consigna y de ser posible, pedirle a las familias que
acompañen y colaboren en el momento de la observación, ya que para la realización de la
misma sería ideal alejarnos de las zonas urbanizadas de la ciudad. De no ser esto posible,
con lograr mirar el cielo sin luces encendidas cercanas también podrá realizarse.
Fecha de observación:____________________
Hora:______________________
Una vez realizada la actividad, sería interesante realizar una puesta en común sobre las
sensaciones, dificultades de los niños y niñas durante la observación, así como la
comparación de sus dibujos con los que realizaron sus compañeros y compañeras. Estos
materiales pueden quedar visibles en un afiche dentro del aula durante el transcurso de esta
secuencia.
22
Por otro lado, se espera lograr una primera aproximación a la idea de que las estrellas son
astros que producen luz.
Sugerimos comenzar esta actividad retomando la idea trabajada en la primera y segunda
parte de la secuencia, acerca de la identificación del día y de la noche en relación a la
presencia o ausencia del Sol. Luego, retomando los dibujos que los niños y niñas realizaron
del cielo nocturno, se pedirá que los describan oralmente, esperando que puedan hacer
alusión a la presencia de estrellas y de la Luna.
En relación a las estrellas que observaron, proponemos que el/la docente indague:
● ¿Todas las estrellas tenían el mismo brillo? ¿Tienen el mismo color?
● ¿Por qué tenemos que mirar el cielo de noche para ver las estrellas? ¿Dónde se
encuentran cuando es de día?
El/La docente registrará las respuestas en un afiche o en el pizarrón y luego les contará que
en esta clase observarán y analizarán un modelo que les ayudará a comprender por qué
generalmente no vemos las estrellas durante el día. Es importante que pueda explicar que
los modelos son ideas o explicaciones que nos permiten entender ciertos fenómenos (como
en este caso la “ausencia” de estrellas en el día), y que discutan entre todos qué representa
cada elemento y la situación simulada en el mismo.
El modelo consiste en una caja cerrada con orificio para poder observar adentro. La misma
estará forrada de negro con una linterna en el fondo siempre encendida y una cartulina con
pequeños orificios delante, a la altura de la mitad de la caja. Se busca simular un cielo
estrellado; por lo cual se podrán incluir orificios de diferentes tamaños e incluso pueden
realizarse formando alguna constelación de las más conocidas como las Tres Marías o la
Cruz del Sur). Luego, se propone agregar una fuente lumínica intensa (reflector o bombita
de mucha potencia) que representará la luz solar y que, al encenderse, producirá que la luz
de la linterna que se veía por los diferentes orificios ya no se vea o se vean muchos menos.
El/la docente podrá guiar el intercambio mediante preguntas como:
● ¿Qué situación representa el cielo de día y cuál el cielo de noche?
● Si las lucecitas representan la luz emitida por cada estrella ¿Qué representa la luz
intensa?
● Si las estrellas son astros que producen luz ¿Será que el Sol es también una
estrella?
● Si las estrellas están en el cielo durante el día ¿Por qué no las vemos?
23
Proponemos un primer acercamiento a la idea de constelaciones, a partir de la construcción
de una propia por cada niño/a.
A continuación les mostramos un mapa del cielo y les proponemos que cada uno/a de
ustedes una las estrellas con un lápiz con el fin de crear sus propias constelaciones.
Luego, escriban el nombre que podrían darle a esa constelación.
Nombre de la constelación:.................................................................................................
Una vez completada la actividad, resultará muy valioso que el/la docente haga una puesta
en común para facilitar la explicitación de las distintas producciones dentro del curso. Es de
esperar que se encuentren figuras parecidas, y otras muy diferentes entre sí.
24
distintas figuras con las mismas estrellas del cielo. Por eso, los astrónomos y astrónomas
coincidieron en que, para poder entenderse entre ellos, era importante que todos “vean”
las mismas constelaciones. Aquí presentamos las figuras que son para los astrónomos y
astrónomas más conocidas y accesibles de ubicar: la Cruz del Sur, Orión y Escorpio.
En el Anexo 2 se incluyen las imágenes junto con una breve descripción de las mismas.
Es posible incluso con el uso del simulador, observar cómo cada cultura creaba diferentes
constelaciones y ver las representaciones de las mismas.
Para orientar el trabajo de investigación, el/la docente puede presentar preguntas como
“¿Cuántas imágenes consultaste?”, “¿Cuáles te impactaron más?”.
7
En el anexo 3 se incluye el instructivo de uso del Stellarium.
25
El trabajo en el aula con uno y otro tipo de cambios de la Luna, proponemos que se aborde
a partir de la lectura del cuento que se presenta a continuación, que tiene este doble
propósito. Es importante resaltar nuevamente que en esta actividad se hará centro en la
descripción del fenómeno de las fases lunares, sin entrar en un enfoque explicativo de sus
causas.
Melina y la Luna
Melina, una nena que va a tercer grado, comenzó a prestar atención a lo que ocurría en el
cielo y, en especial, a la Luna. Un día observó la Luna llena, justo antes de empezar a
cenar con su familia. A Melina la estaban llamando para ir a comer, pero ella decidió
quedarse un rato mirando por la ventana de su habitación, porque le parecía que la Luna
estaba hermosa: brillante, perfectamente redonda y con algunas manchas grises que le
parecieron el dibujo de un conejito con sus orejas bien estiradas hacia arriba. Luego se
fue a comer, y decidió que al día siguiente continuaría mirando.
Al otro día, antes de cenar, justo en el mismo horario que el día anterior, se asomó por la
ventana y descubrió que la Luna no estaba. Primero pensó que el cielo estaba nublado,
pero enseguida se dio cuenta que eso no era posible, porque se veían varias estrellas.
Así que se puso a mirar por otras ventanas de la casa, a ver si encontraba a la Luna... ¡Y
nada!
—¿Cómo puede ser? ¿Se habrá ido la Luna? —se preguntaba Melina, inquieta.
Decidió ir a comer y, al terminar, volvió a mirar desde su habitación y... ¡Ahí estaba! La
Luna había aparecido por la misma ventana que el día anterior, pero un poco más tarde, y
ahora se la veía un poquito más chica que el día anterior.
Durante los días siguientes, Melina continuó observando por la ventana y se dio cuenta
de que la Luna salía cada día más tarde y que, además, se iba haciendo más chiquita, ya
no redonda. Así fue que llegó a verla casi por la mitad, con su lado derecho iluminado,
pero ya no a la noche, sino por la mañana, mientras jugaba en el patio de su escuela.
—¡Eh! ¡Pero entonces, la Luna se puede ver a veces de día y a veces de noche! — se
dijo.
Unos días después, cuando se levantó para ir a la escuela, justo antes del amanecer,
Melina miró por la ventana de su habitación y vio a la Luna, que esta vez tenía sólo un
borde iluminado, en el lado derecho.
Después de eso, durante unos días Melina no pudo encontrar a la Luna, pese a que la
anduvo buscando por distintos lugares del cielo y en distintos horarios.
—¿Por qué será que no la veo? ¿Se habrá escondido? —se preguntaba.
Sin embargo, unos días después, temprano por la tarde, unos amigos y amigas del barrio
la llamaron por la ventana, para que Melina fuese a jugar con ellos. Cuando se asomó a la
ventana se puso muy contenta, porque vio de nuevo a la Luna, y mucho más grande que
cuando la había visto la última vez. Estaba por la mitad, pero ahora tenía iluminada su
parte izquierda.
Melina se preguntó, entonces, si estos cambios no serían las “fases de la Luna”, sobre las
que había leído en un libro de su hermana mayor. Se fue a jugar con sus amigos y
amigas muy contenta, porque después de tanto observar el cielo, pensó que lo más
seguro era que en pocos días la Luna iba a estar llena y redonda de nuevo.
Tras la lectura del cuento, y al comenzar a trabajar con las consignas que se presentan a
continuación, será importante que el/la docente intervenga, deteniéndose en cada párrafo
de la historia, para ayudar a los alumnos y alumnas en la ubicación y reconocimiento de
cada imagen de la Luna (A, B, C, D, E).
26
Actividad 5:
a) Después de leer el cuento “Melina y la Luna”, miren atentamente estas fotografías de la
Luna, y ordénenlas teniendo en cuenta lo que fue observando Melina en el cielo. Para
guiarse, relean la historia cada vez que lo necesiten.
A. B.
C. D.
E.
27
b) Los astrónomos y las astrónomas dicen que la Luna se encuentra en “fase menguante”
cuando se va haciendo más chica cada día que pasa; y llaman “fase creciente” de la Luna
cuando esta se hace más grande. Teniendo en cuenta el relato anterior y qué lado de la
Luna está iluminado (el derecho o el izquierdo), completen con la letra de cada imagen las
que corresponden a fase menguante, a fase creciente y a Luna llena.
Fase menguante:_____________
Luna llena:___________________
Fase creciente:__________________
Producto del trabajo conjunto con los alumnos, el ordenamiento de cada foto resultará de la
siguiente manera:
1°: imagen A 2°: imagen C 3°: imagen E
El sentido de esta situación de lectura y del ordenamiento de las fotos que se presenta
apuntan a que los alumnos y alumnas identifiquen la variedad de siluetas que puede
presentar nuestro satélite, con el fin de que puedan predecir que “la Luna se verá más chica
al día siguiente” si está en fase menguante; o bien que “la Luna se verá más grande al otro
día”, si está en fase creciente. Esta primera generalización se hará tomando como
referencia el análisis de las fotos, que se trabajaron en relación con el contenido del cuento.
Actividad 5 (continuación)
c) Relean el final del cuento. ¿Les parece que Melina tiene razón cuando piensa que la
Luna se podrá ver otra vez redonda y llena, como cuando la vio al principio del cuento?
28
¿En qué fase está la Luna?
¿En qué momento del cuento ubicarían esta nueva fotografía?
Con la inclusión de la consigna (d), en la que los niños y niñas tienen que intercalar, en la
secuencia del cuento, una nueva foto de la Luna en fase creciente, que deberá ubicarse
antes de la imagen D, se pretende colaborar para que ellos y ellas logren mejorar las
predicciones acerca de los cambios de la Luna al sucederse los días y las noches.
Se sugiere que durante el trabajo de observación de las fotos el docente haga notar que
cuando la Luna está en fase menguante se ve con su costado derecho iluminado y puede
observarse por la mañana. Si además la Luna se observa de día, podemos saber que está
en fase menguante. Por el contrario, cuando la Luna está en fase creciente, se la observa
por la tarde o por la noche, y su costado iluminado es el izquierdo.
Segunda parte:
El propósito de esta actividad es que los niños y niñas —partiendo desde lo que
cotidianamente puede verse en el cielo— realicen alguna observación concreta de nuestro
satélite, con el fin de que ellos mismos puedan reconocer en qué fase se encuentra la Luna
en el momento que realizan esa observación.
Realicen una observación de la Luna desde la casa de ustedes y dibújenla abajo, tal
como la vieron. No se olviden de colocar el día y la hora de la observación. Escriban si la
Luna estaba llena, creciente o menguante.
Día:_________________ Hora:_______________
Luna:__________________________
29
Resulta importante destacar que para que los alumnos y alumnas puedan reconocer que los
cambios en las fases de la Luna son regulares y ocurren en forma periódica, se propone
que el/la docente haga hincapié en la particularidad de este fenómeno, haciendo notar que
las fases de la Luna se repiten mes a mes, cada 28 días aproximadamente.
Para colaborar con la construcción de esta noción, se podrá retomar el cuento y recuperar
especialmente la idea de que las fases se repiten continuamente: Luna llena, Luna
menguante, Luna nueva y Luna creciente. Alternativamente, se puede usar el Stellarium e ir
observando la apariencia de la Luna en días consecutivos a lo largo de dos o tres meses y
ver cómo las figuras se van repitiendo.
Por último, es importante aclarar nuevamente que las explicación de las causas los niños y
niños lo construirán más adelante en su escolaridad. El enfoque que se da aquí es
puramente descriptivo.
30