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Facultad:
Lic. Educación primaria.
Pertenece a:
Ashley J. Castillo L. 2-754-1557
Grupo:
PEN-LEP 2024
Materia:
Sociología de la Educación
Profesor:
Antonio Abre.
Tema:
Sociedad y educación: la educación como fenómeno social
IDEAS PRINCIPALES:
1) Teoría crítica y Discurso en el aula:
A partir de una reconversión de la teoría critica creada por
Habermas en una teoría optimista de la educación eminentemente práctica, democrática y responsable, Robert Young aborda en este libro el aprendizaje desde el punto de vista de su relación con la investigación pedagógica, en particular la investigación sobre la comunicación en clase, y demuestra así su valor para los maestros en el contexto de las clases reales. De esta manera, y lejos de asumir una orientación utópica, el autor afronta los problemas cotidianos de los profesores en las escuelas en todos sus niveles: desde el asunto del interés y la consecución de un entendimiento verdadero, hasta las relaciones entre el enseñante y los responsables del plan.
2) Discurso y Poder:
Su objeto de estudio “la reproducción discursiva del abuso
de poder y de la desigualdad social”. Ello nos sitúa en la comprensión de los modos concretos de producción y reproducción, tanto en su dimensión material como simbólica. El discurso es una creencia, una práctica o un conocimiento que construye realidad y proporciona una forma común de entender el mundo por los individuos y pragmáticamente, es el lenguaje en uso y sus efectos en los distintos contextos sociales. 3) Pensamiento y Lenguaje:
Sostiene que el lenguaje es el instrumento más importante
del pensamiento y puede determinar el desarrollo de éste; él defiende la existencia de estadios de desarrollo del habla pre-intelectual, así como también la existencia de estadios de desarrollo del pensamiento pre-lingüístico e inteligencia pre-lingüística; plantea que el desarrollo evolutivo del niño es el resultado de cambios en las conexiones mutuas entre las dos funciones, más que de cambios entre sí; es decir, en un momento determinado dichas líneas se encuentran, por lo que el pensamiento se hace verbal, y el habla, racional. Para él, el lenguaje es en definitiva el instrumento mediador que le permite al ser humano comunicarse en sociedad, exteriorizar sus pensamientos, y conocer el mundo.
4) La estructura del discurso pedagógico:
Es el marco de comunicación del proceso pedagógico.
Constituye, legitima y mantiene la estructura de las relaciones comunicativas en las cuales siempre está presente el control. Permite los principios de control que reproducen los límites establecidos por una clasificación.
5) Teoría de la acción comunicativa,
complementos y estudios previos:
La acción comunicativa se basa en un proceso cooperativo
de interpretación en que los participantes "se refieren simultáneamente a algo en el mundo objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo aun cuando en su manifestación solo subrayen temáticamente uno de los tres componentes" SINTESIS:
Revela representaciones sociales, y como tal, se reproduce, apropia,
desplaza y manifiesta en las prácticas discursivas. A través de la historia, en las culturas latinoamericanas el espacio social se ha construido a través de una serie de relaciones de jerarquía y poder que han llevado a una profunda desigualdad social, que a su vez se ha manifestado en una desigualdad educativa. A partir esta perspectiva, la importancia que adquiere la figura del profesor, es trascendental para facilitar el acceso al universo simbólico que abre el lenguaje, por cuanto es la herramienta que permite desarrollar una conciencia crítica, que guíe a los sujetos a un proceso de reflexión construido a partir de la razón. Dicho proceso, de naturaleza holística, dinámica y divergente, será determinante para promover en las nuevas generaciones la transformación social, a partir de asumir el desafío de disponer de un discurso cultural y social que manifieste una identidad local y global, que valore a sus integrantes y que contribuya al bien común. En este recorrido, los aportes de Mollenhauer fueron fundamentales para concebir la educación como fenómeno social. Con el surgimiento de la escuela alemana, se inicia un proceso de reflexión en torno a las demandas pedagógicas que exigen los diversos escenarios socio-históricos en que se enmarca la educación. El trabajo de Paul Nartop aporta significativamente al desarrollo de una corriente pedagógica que razona la influencia de la pedagogía en la sociedad, y que sostiene que carece de sentido separar lo individual de lo social. Lo que define como ‘problemas humano-sociales’. En este escenario, la pedagogía social, como parte de la ciencia pedagógica, norma y enmarca su identidad y busca intervenirla, a diferencia de la sociología de la educación, que sólo describe el problema abordado. Una educación impartida en un marco que preste atención educativa a los problemas humanos y sociales, permite la transformación de sus miembros y les otorga las herramientas para que potencien su desarrollo cultural y, en consecuencia, se produzca su integración social. De esta manera, la necesidad de educar a todos los miembros de la sociedad conforme a su capacidad, encuentra sustento en los lineamientos que proponen la pedagogía social, dado su marcado carácter autorreflexivo. Lo anterior nos sirve de contexto, para expresar la urgencia de dinamizar los procesos de participación, en consideración de las necesidades e intereses configurados en la sociedad, reflexionando acerca de las condiciones históricas y sociales en las que se enmarca. En educación, esta concepción adopta un enfoque globalizante y dialéctico de la realidad educativa, a partir de proponer una visión democráticamente compartida del conocimiento, en atención al contexto real en que ocurren los procesos involucrados en la elaboración de éste. De esta manera, y sin desconocer el carácter normativo del discurso educativo oficial, el discurso pedagógico desde el cual el pedagogo plantea su interacción, puede entorpecer o fortalecer, su eficaz desempeño en la tarea de transmitir en los sujetos, el de valores sociales que la colectividad demanda, como la justicia, la libertad, la responsabilidad, la ayuda mutua, la solidaridad y la disciplina. Esto lleva a reflexionar en la manera en que estamos contribuyendo a generar el perfeccionamiento del hombre como ser social y, en consecuencia, del cómo se abordan los problemas y disfuncionalidades de los integrantes de la comunidad, con el propósito de ofrecer soluciones a través de la educación. Dadas las implicancias pedagógicas, cognoscitivas y actitudinales que emanan de esta relación, la asimilación de un discurso pedagógico centrado en lo social, se edificará a través de un lenguaje diverso, dialógico y polifónico. El lenguaje, en tanto práctica discursiva y racional, es una herramienta que le permite al docente evaluar su labor y desarrollar la praxis pedagógica. En consecuencia, en la relación enseñanza/aprendizaje, el lenguaje es objeto de estudio y ámbito de investigación en sí mismo, por cuanto la reflexión para la acción, es un puntal importante en la búsqueda emancipadora que describe Habermas, que se desarrolla en la participación activa del sujeto con su entorno, y que se articula a través de lenguaje en acción, o sea en interacción discursiva, La naturaleza gregaria del ser humano, hace inconcebible pensarlo ajeno a una dimensión social. El desarrollo del lenguaje articulado amplía las posibilidades del hombre de acceder al desarrollo intelectua y espiritual, por cuanto le permite abstraer, crear, representar, expresar y señalar el mundo que lo rodea. El lenguaje, como sistema formado por el conjunto de signos lingüísticos y sus relaciones, posibilita la realización de actividades complejas como pensar, que, si bien es una facultad distintiva del hombre, el diseño social y educativo contemporáneo ha tendido a reemplazar por la memorización y emocionalización vacía de sentido. Todo lenguaje tiene aparejada una lengua que, como código, se conforma por una serie de signos, símbolos, normas y reglas compartidas y aprendidas socialmente. Si bien esto se inicia en el seno familiar, se fortalece a través del acceso a la educación formal, con la que se crea y recrea la cultura, o sea, el ingreso a un universo simbólico, socialmente consensuado. La importancia de acceder a este universo simbólico en la construcción conjunta del aprendizaje es vital, por cuanto, el hombre, en interacción con otros, se muestra como persona. En su condición de ser único e irrepetible, interactúa como miembro de la sociedad a la que pertenece, donde le asiste la responsabilidad de contribuir a humanizar el medio en que habita. En este escenario, la sociedad debe entregar un marco que ofrezca igualdad de oportunidades para que todos sus miembros exhiban su máximo potencial. De esta manera, el hombre participa activamente en el proceso de su propia socialización. El fin de una educación centrada en lo social, es el perfeccionamiento de la persona en sus relaciones humanas, por lo que se ocupa en la teoría y en la práctica de que se realice ese perfeccionamiento social y personal, con el que el ser humano pueda contribuir al enriquecimiento mutuo, siendo siempre él mismo. La educación debiera permitir que el hombre se integre plenamente en el contexto social en que vive y a la vez se desarrolla. Existe un aspecto de la educación general del individuo, que se realiza dentro de las instituciones clásicas educativas –como tales instituciones sociales– como lafamilia y laescuela. Laeducación del sujeto es una empresa social y se inicia en la relación comunicativa con la familia, el referente primigenio de identificación emocional que lo abre a su conexión con el mundo, sobre el que se configura la conciencia individual. Si bien la formación familiar tiene enorme impacto en la futura adaptación social de sus miembros, debido a que la familia en la actualidad ha variado sus funciones6, a la institución educativa le asiste más que nunca, el desafío de perfeccionar la formación social de sus miembros. De esta manera, a la educación le asiste tanto un rol innovador como social. Innovador, por cuanto se abre a la transformación, y social, porque ejerce una función conservadora de cultura, tratando de adaptar a los sujetos al medio. Un docente inmerso en una revisión permanente del discurso pedagógico que atraviesa su práctica pedagógica, emprende el proceso de evaluación de su competencia y acción comunicativa en el aula, ámbito en el que se funda el conocimiento compartido. En consecuencia, pensar el discurso pedagógico implica un compromiso inaplazable, un reto que no admite dilaciones, en una sociedad donde precisamente la comunicación basada en la racionalidad está en crisis. RESUMEN
La educación es un fenómeno social de gran importancia que influye y
es influenciado por la sociología y la psicología educativa. Estas disciplinas nos permiten comprender cómo la educación se entrelaza con los individuos y la comunidad en la que se desarrollan. El hombre, como ser social, necesita adquirir conocimientos, habilidades y valores para vivir en sociedad. La educación en este aspecto cumple un papel fundamental en este proceso al proporcionar las herramientas necesarias para la adaptación y la participación activa en la vida social. Es aquí cuando las instituciones educativas son protagonistas en los diferentes niveles de la escolaridad, siendo los docentes los actores encargados de facilitar el conocimiento, para que las personas se desenvuelvan en la sociedad a la que pertenecen. Es así que el presente artículo aborda la educación en tiempos de crisis, reflexionando sobre la más reciente pandemia y cómo la educación se adaptó a la virtualidad.