30 - Neoplasias Melanocíticas Benignas Rod Saa
30 - Neoplasias Melanocíticas Benignas Rod Saa
30 - Neoplasias Melanocíticas Benignas Rod Saa
El Melanocito
El melanocito es una célula especializada que produce melanina, deriva de la cresta neural,
desde el ectodermo.
La migración comienza alrededor de las seis semanas en los embriones humanos. Los
melanoblastos, que son las células precursoras, migran al ojo (iris y coroides), al oído interno, a
la leptomeninge y a la piel (dermis, epidermis y folículo piloso).
Una función muy importante de los melanocitos es la respuesta a los rayos UV, protegiendo a
las células de la piel de un potencial daño al ADN, uno de los mayores factores de riesgo para
el cáncer de piel.
EFÉLIDES O PECAS
Son máculas pequeñas y bien delimitadas, de bordes irregulares que tienden a confluir. De
color pardo clara a marrón.
Aparecen en la piel expuesta al sol (cara, dorso de brazos, parte superior de tórax) de personas
con piel clara (fototipos I y II, pelirrojos o rubios). No afectan mucosas. Tienden a confluir.
Aparecen en la primera infancia. Pueden ser incontables.
Aumentan posterior a la exposición solar intensa, se aclaran cuando cede la exposición solar.
Disminuyen durante el invierno y con la edad del paciente.
Son consecuencia de un incremento de la melanogénesis inducida por el sol y de un transporte
de mayor número de melanosomas a los queratinocitos. No corresponden a hiperplasias
debido a que no hay aumento del número de melanocitos.
El nº de melanocitos es normal, pero si son más grandes, con más dendritas, más ramificadas y
con mayor función.
LÉNTIGO SIMPLE
Son máculas pardas, que aparecen a edades tempranas y que guardan poca o ninguna relación
con la exposición solar, comparadas con el lentigo solar.
LÉNTIGOS SOLARES
Son máculas, bien delimitadas redondeadas u ovales que pueden tener bordes irregulares,
color amarillo, pardo o marrón. Su color puede ser heterogéneo. Suelen ser múltiples y su
tamaño es variable, hasta 3 cm, también tienden a confluir. En general son varias. Aparecen en
la piel expuesta al sol como la cara, dorso de manos y antebrazos, parte superior de tórax.
Pueden aparecer a cualquier edad, aunque son más frecuentes después de los 30 años y en
general persisten toda la vida aunque pueden oscurecerse en verano y no se aclaran en
invierno. Pueden aparecer en pacientes con cualquier fototipo cutáneo, aunque son más
frecuentes en los fototipos I a III.
Desencadena su aparición la exposición solar repetida a lo largo del tiempo. Pueden ser un
factor de riesgo independiente para melanoma. Las queratosis seborreicas pueden originarse a
partir de léntigos solares.
En algunos hay un aumento del número de melanocitos, estos tienen màs dendritas y un
aumento de su función.
MELANOSIS DE BECKER
Suele aparecer en la segunda o tercera década de la vida, más en hombres. En general son
lesiones solitarias, unilaterales que afectan hombros, la región pectoral o espalda. La
distribución puede ser lineal o zosteriforme. Las lesiones están bien delimitadas pero tienen
márgenes irregulares, de tamaño variable desde pocos centímetros hasta grandes áreas. El
centro de la lesión puede mostrar un ligero engrosamiento y piel arrugada. Tras la
pigmentación suelen aparecer pelos, que se hacen más gruesos y oscuros con el tiempo.
MANCHA MONGÓLICA
NEVUS DE OTA
Más frecuente en las razas de piel oscuras y en la población asiática. Puede estar presente
desde el nacimiento o aparecer en la pubertad.
La lesión tiende a extenderse y persistir durante toda la vida. La malignización del nevo de Ota
es rara.
El nevo de Ito se distingue del nevo de Ota por la zona que afecta, que se corresponde con la
distribución de los nervios supraclavicular posterior y cutáneo braquial lateral (que incluye las
regiones supraclavicular, escapular o deltoidea).
NEVUS AZUL
Los nevos azules suelen ser lesiones adquiridas que aparecen durante la infancia o la
adolescencia. Los melanocitos se encuentran en la dermis, la coloración azulada de estas
lesiones se debe al fenómeno Tyndall.
Los nevos azules comunes son pápulas o nódulos bien delimitados, en forma de cúpula, con un
color azulado, azul-grisáceo o azul-negruzco. Suelen medir 0,5-1 cm de diámetro. Las lesiones
pueden aparecer en cualquier zona, pero el 50% de los casos afectan al dorso de las manos y
los pies. Suelen ser solitarias.
Los nevos azules celulares, son menos frecuentes, se presentan como nódulos o placas azul-
grisáceas o negras que suelen medir 1-3 cm de diámetro. Afectan más las nalgas o la región
sacra. Pueden malignizar.
Son lesiones bien delimitadas, ovoides o redondeadas, que suelen medir 2-6 mm de diámetro.
Son en general ordenadas y simétricas, de bordes regulares y bien definidos. Aparecen en la
niñez
La presencia de numerosos nevos indica un mayor riesgo de melanoma, y casi un tercio de los
melanomas pueden desarrollarse sobre un nevus. Pacientes con más de 100 nevus tienen al
menos 7 veces más riesgo de desarrollar MM que las personas con pocos Nevus.
Hoy se aceptan dos vías principales de nevogénesis. La vía constitucional, que sería
independiente de la RUV, con factores predisponentes endógenos, que causarían los nevus
congénitos y los que aparecen en la primera infancia, con patrones globulares en la
dermatoscopía y que son persistentes durante toda la vida. La otra es la vía adquirida, que
produce nevus claramente fotoinducidos, de aparición principalmente a partir de la
adolescencia, con patrón dermatoscópico en su mayoría reticular y que tienden a desaparecer
durante la vida adulta tardía.
Figura 3: A. Nevus de unión B. Nevus compuesto C. Nevus Intradérmicos
Representa una variante de los Nevus melanocíticos adquiridos. Con similar riesgo de ser
precursor de melanoma que los Nevus comunes, aunque su presencia aumenta el riesgo de
MM 10 veces en relación con su ausencia, y es aún mayor cuando se asocia a un gran número
de nevus comunes. Los nevos atípicos (antes llamados displásicos) se caracterizan por
presentar diferentes tonos de color, márgenes irregulares, tamaño mayor de 6 mm, pueden
ser asimétricos, y en la histopatología muestran proliferación de células névicas habitualmente
agrupadas en forma de nidos en la unión dermoepidérmica o en la dermis, y cierto grado de
atipía citológica. Son marcadores de riesgo de melanoma, potenciales precursores y también
pueden simular un melanoma.
Los Nevus atípicos pueden verse en forma esporádica o formando parte del Sindrome de
Nevus atípico (SNA). El SNA se caracteriza por la presencia de 100 o más nevos melanocíticos,
con al menos dos atípicos. Algunos autores aceptan que pueden ser más de 50 nevos en la
edad prepuberal y más de 100 en la adultez. Suele ser un cuadro familiar con transmisión
autosómica dominante, de penetrancia y expresividad variable. En el SNA, los nevos suelen
comenzar su aparición en la infancia y continúan apareciendo durante el resto de la vida,
aunque disminuye en la adultez.
Los NMC de tipo pequeño o intermedio son por lo general redondeados u ovales y simétricos
Suelen estar ligeramente elevados, pueden tener pelos, su superficie suele ser rugosa,
empedrada. Con el tiempo se pueden hacer más oscuros y de aspecto verrugoso.
El riesgo de transformación maligna de los NMC pequeños y medianos es muy bajo, similar a
los NM comunes, pero los gigantes tienen un riesgo acumulado a lo largo de toda la vida de
hasta un 10% y la mayoría se diagnostican en los primeros años.
Bibliografía