Elias-El Profeta Del Altar

Elías
“El Profeta del Altar”.

Elías
“El Profeta del Altar”.
Bernardo
Stamateas
Stamateas, Bernardo
Elías : el profeta del altar / Bernardo Stamateas. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de
Buenos Aires : Presencia de Dios, 2020.
Libro digital, PDF
Archivo Digital: descarga

ISBN 978-987-1338-64-1
1. Espiritualidad Cristiana. I. Título.
CDD 224
Elías, El Profeta del Altar.

Bernardo Stamateas
- 1ª edición -
Presencia de Dios
José Bonifacio 332, Caballito,
Buenos Aires, Argentina.
Tél.: (54011) 4924-1690
www.presenciadedios.com
Edición: Verónica Hermo Quiroga

Diseño gráfico: Creativos Presencia
No se permite la reproducción parcial o total de este libro, en cualquier forma o

por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitali-
zación u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción
está penada por las leyes 11.723 y 25.446.
Dedicatoria
Al equipo pastoral del Ministerio Presencia de Dios.

Agradecimientos
A mi equipo de correctores, editores y diseñadores

que hicieron posible este libro:
María Stamateas, Verónica Hermo Quiroga,
Nicolás Milone y Noelia Pepe.
Índice
Introducción 13
1 Reyes 17 17
1 Reyes 18 57
1 Reyes 19 87
1 Reyes 20 109
1 Reyes 21 125
1 Reyes 22 137
2 Reyes 1 155
2 Reyes 2 163
Bibliografía 171
Introducción
E
s para mí una gran satisfacción poder presentar
este Comentario Bíblico Revelacional. En estos
comentarios bíblicos, distintos a todos los que
existen, no vas a encontrar análisis históricos, geográ-
ficos, doctrinales o lingüísticos, anécdotas, aplicaciones
prácticas, etc., como en los comentarios existentes. A lo
largo de estos treinta años de servir al Señor, siempre
estuvo en mi corazón la inquietud de poder escribir un
comentario bíblico extrayendo las revelaciones versícu-
lo por versículo, frase por frase, y que solo estén las “per-
las” de la revelación. Cada una de estas revelaciones ha
nacido fundamentalmente de leer La Palabra y meditar
en ella.
13
Introducción
Sugerencias para la lectura de este libro
Al ser este un comentario totalmente distinto a los pu-

blicados y también diferente a los libros que hablan de
personajes bíblicos, es importante entender cómo está
organizado.
• Cada capítulo del libro comienza con un resumen

general del capítulo de La Biblia al que llamo “Visión
Panorámica”. Por ejemplo, en el Capítulo 17 de 1 Reyes,
donde aparece Elías por primera vez, incluimos un
Resumen Panorámico que nos permite tener una idea
global del capítulo y luego, empezamos a extraer las
revelaciones, versículo por versículo, frase por frase.
• Es muy importante no leer este libro de corrido,

dado que no tiene ese objetivo. Para extraer provecho
de las revelaciones, la idea es poder leer un párrafo
de cuatro o cinco revelaciones y luego, meditar en la
pregunta que aparece al final.
• El proceso de meditar consiste en tomar la revela-

ción y ver cómo la podemos bajar a la realidad para
aplicarla a nuestra vida y bendecir a otros. “Meditar”
quiere decir rumiar, pensar, masticar, imaginar; y
meditar La Palabra, que es vida y poder de Dios, es el
proceso más lindo, porque ahora nosotros trabajamos
en Ella para que traiga fruto al ciento por uno, no solo
en nosotros sino en la vida de los demás.
Ese “bajar la revelación a lo cotidiano” será tu propia
revelación, tu propio premio, el fruto de tu esfuerzo
14
Introducción
de meditar. Dios nos promete que si meditamos Su

Palabra de día y de noche, todo lo que hagamos nos
saldrá bien.
• Tené a mano un lápiz y un anotador, y escribí todo lo

que Dios te vaya revelando para que puedas releerlo
más adelante y compartirlo con los demás. ¡Ese será
tu tesoro personal!
• Te propongo que leas un párrafo y lo medites duran-

te la mañana, después podés leer otro párrafo y me-
ditarlo por la tarde, y luego meditar otro párrafo más
hacia la noche. O también podés tomar un párrafo y
meditarlo a lo largo del día. Vuelvo a recalcarte que
no leas todo de corrido porque perderás la esencia de
este libro.
• Observá que cada párrafo termina con una suge-

rencia de cómo podés aplicar la revelación a tu vida y
bendecir a otro.
• La revelación no tiene por objetivo encerrarnos en

nosotros mismos y llenarnos de palabras que nos
bendigan solo a nosotros, ya que toda bendición que
no se comparte, se pierde; por eso hemos agregado
la pregunta: “¿Cómo puedo bendecir a otros?”. Com-
partí con los demás cada bendición que te impacte y
te bendiga.
Éxitos, ¡nos vemos en la cima!

Bernardo Stamateas
15
1 Reyes
17
VISIÓN PANORÁMICA
El profeta Elías aparece de la nada en el relato, en medio de un
contexto histórico de confusión y maldad. Elías se encontró con
el perverso rey Acab y le profetizó tres años y medio de sequía.
Siguiendo las indicaciones de Dios, el profeta se fue luego al
arroyo Querit, lugar donde el Señor lo preparó durante un año
y medio. Allí Elías fue alimentado a través de cuervos que le
llevaban pan y carne. Cuando el arroyo se secó, Dios lo envió a
Sarepta, a la casa de una viuda a la que había ordenado que le
diera de comer al profeta.
17
Bernardo Stamateas
“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores

de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel,
en cuya presencia estoy,
que no habrá lluvia ni rocío en estos años,
sino por mi palabra” (1 Re 17:1 RVR1960).
1 | “Entonces Elías…”. ¿Por qué el profeta aparece sorpre-

sivamente en el Libro de los Reyes? ¿Qué había sucedido
en aquel “entonces” para que Dios levantara a un profeta
tan poderoso? Para comprender a Elías tenemos que co-
nocer el contexto histórico en el que vivió el profeta. Des-
pués de la muerte de Salomón las doce tribus de Israel
se dividieron. Las tribus de Judá y Benjamín aceptaron
como rey a Roboán, hijo de Salomón, y formaron el Rei-
no de Judá (con capital en Jerusalén), al sur de Israel. La
historia de Elías transcurrió en el Reino de Israel. Estos
son los reyes que reinaron antes que Acab:
18
Comentario Bíblico | 1 Re 17
Habían transcurrido exactamente ochenta y cuatro años

y siete días de asesinatos, idolatría, conspiración e inmo-
ralidad cuando ascendió Acab al trono, y La Biblia dice
que este rey fue incluso “peor que todos sus antecesores”
(1 Reyes 16:30-31). Como si esto no fuera suficiente, Acab
se había casado con Jezabel, una princesa fenicia hija del
sacerdote principal del dios Baal. Ella derribó todos los
altares a Dios y mandó a matar a todos Sus profetas para
poner en su lugar cuatrocientos cincuenta sacerdotes de
Baal y cuatrocientos de Aserá, la diosa de la fertilidad,
esposa de Baal. De esta manera, Acab introdujo con éxito
un tremendo avivamiento de maldad sobre el reino. Es
por este motivo que Dios también decidió traer un aviva-
miento y levantar a Elías.
2 | Elías aparece de golpe en el relato bíblico para anun-

ciarle al rey Acab que, como castigo por haber tratado de
imponer al pueblo que adorase a dioses falsos, no habría
rocío ni lluvia durante los siguientes años. En medio de
lo peor Dios crea el “entonces” para que aparezcamos
Sus hijos en escena.
3 | El texto comienza diciendo: “Entonces Elías…”. Elías

aparece en el relato sin pasado. La Biblia no habla de la
familia de Elías, de su origen ni de su formación. Cuando
Dios te llama, a Él no le interesa tu pasado, sino lo que vas
a soltar en Su nombre. Al Señor solo le interesa que estés
dispuesto a ser usado por Él.
4 | Elías apareció en un momento crucial de la historia,

cuando el pueblo estaba confundido espiritualmente y
19
Bernardo Stamateas
donde no había “presencia viva” de Dios. En el peor con-

texto, Dios siempre tiene un hombre para cambiarlo.
5 | Este capítulo de 1 Reyes comienza presentando a

Elías como el tisbita, que era de los moradores de Gaalad.
“Tisbita” en hebreo quiere decir “peligroso”. Por su par-
te, el término “Galaad” significa “alegría, gozo”. A Elías
lo describen dos adjetivos: “peligroso” y “feliz”. Naciste
peligroso y gozoso. Las dos características de Elías son
también tuyas.
6 | El nombre “Elías” significa “Jehová es mi Dios”. Te-

nés que tener en claro que cualquiera sea tu nombre, tie-
ne un único significado profético: “Jehová es tu Dios”.
7 | “Elías” es el nombre que sus padres le habían puesto

al profeta. Hay algo que tus padres han sembrado en
tu vida, que ha crecido con vos y es ahora tu cosecha.
¡Celebralo!
8 | El rey Acab estaba casado con Jezabel. “Acab” signi-

fica “poder” y “Jezabel” quiere decir “religión falsa”. El
poder siempre se une con la religión falsa en contra de
los profetas.
9 | Elías es levantado para pelear contra el hombre más

malvado de la historia (1 Re 16.30-33): “Acab (…) hizo más
para provocar la ira del Señor, Dios de Israel, que todos los reyes
de Israel que lo precedieron”). Dios te llama para pelear con-
tra los más malvados. Él no te llama a batallas mediocres,
sino a pelear las batallas más grandes.
20
10 | Dios tiene un hombre para cambiar la historia del

momento. Dios no me manda a lindos ambientes sino
a malos entornos para cambiarlos creando nuevos cli-
mas. Cuando te preguntes “¿Por qué me pasa esto?” la
respuesta de Dios es: “Para cambiarlo”.
11 | Cuando Dios levantó a Elías, todos los demás sa-

cerdotes se habían ido; Elías estaba solo. Cuando todos
huyen, Dios te pone en el centro de la escena. ¡No hacen
falta muchos, sino uno solo que le crea a Dios!
12 | Elías era oriundo de Tisbé, una región montañosa al

este del río Jordán. Esto significa que Elías no fue criado
en las comodidades de una hermosa ciudad o casa, pero
las dificultades externas no pudieron frenar su llamado
y fortaleza interior. No permitas que nada detenga tu
llamado.
13 | Elías dijo: “Vive Jehová Dios de Israel”. Mientras no

sientas que Dios está vivo, no podrás llevar vida a nada
ni a nadie. Pero si el Señor está vivo en tu vida, podrás
hacer correr ríos de agua de vida a otros.
14 | Lo primero que Elías dijo fue: “Vive Jehová Dios de

Israel, en cuya presencia estoy”. El Señor siempre es Dios
de Su pueblo, de quienes le amamos. Servimos a un Dios
grande, maravilloso y todopoderoso que tiene en la pal-
ma de Su mano a toda la Tierra.
15 | En 1 Reyes 16:34, encontramos un extraño pasaje

que nos recuerda que Josué había maldecido la ciudad
21
Bernardo Stamateas
de Jericó decretando que moriría la descendencia de

quien la reedificara. A pesar de que habían transcurri-
do quinientos años, la palabra de Josué se cumplió. No
importa cuántos años pasen, Dios cumple Su palabra.
¡Ahora sí podemos entender el “entonces Elías”!
16 | Elías dijo: “No habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por
mi palabra”, y el clima cambió. Tenés que saber que lo que
declare tu boca determinará el clima de tu vida. ¡Cuidá
la atmósfera de cualquier lugar donde te encuentres!
17 | El rey Acab adoraba a Baal, el dios de la lluvia, del

fuego, de los cultivos, de la prosperidad, de la fecundi-
dad, de la tierra… ¡Baal era el dios de todo! Satanás se
había escondido bajo el nombre de Acab para seguir lu-
chando por su sueño de ser Dios. Aún hoy sigue hacien-
do lo mismo.
18 | Elías declaró que habría sequía, y por tres años y

medio dejó de llover. Baal, el dios de la lluvia fue enmu-
decido. Todos los dioses enemigos serán silenciados por
la palabra de fe para que todos sepan que el Señor es el
único Dios y Señor.
19 | No llovió sobre la región de Samaria durante tres

años y medio. Dios estaba preparando un impacto na-
cional. Soñá en grande, porque Dios te usará como usó a
Elías para impactar a toda una nación.
20 | La sequía duró tres años y medio para que el pue-

blo de Israel comprobara que Baal no era el verdadero
22
Dios. A veces el Señor no hace nada, no interviene, y

deja que las personas crean en lo que quieran para que
finalmente comprueben por ellos mismos que su dios
no funciona.
21 | Elías declaró que habría sequía y no llovió durante

tres años y medio, lo que provocó una terrible hambruna
en la región. Cuando le hables a la deuda, a la enferme-
dad e incluso al mismo diablo, soltá una palabra podero-
sa que traiga tragedia a su reino y que envíe sequía sobre
todo lo malo.
22 | Elías no fue a hablar con el pueblo para convencer

a las personas de que estaban equivocándose al ado-
rar otros dioses; él fue directamente a hablar con el rey
Acab, el más malo de su tiempo. No sirven los cambios
cosméticos, tenés que ir a la raíz, a lo profundo de tus
problemas para resolverlos y enfrentarlos con promesas
de Dios.
23 | Elías decretó La Palabra. El decreto tiene que ser bre-

ve y poderoso. El decreto es una orden judicial dictada
por el Señor que debe de ser ejecutada con prontitud y
exactitud. Hay cosas que nunca sucederán hasta que no
ordenes que sucedan.
24 | Elías no buscó amigos u otros profetas para ir juntos

a hablarle al rey Acab. Él se presentó solo y dijo: “Vive
Jehová (…) en cuya presencia estoy…”. No es necesario que
sean muchos, una sola persona conectada al Señor basta
para traer un avivamiento y cumplirle el sueño a Dios.
23
Bernardo Stamateas
25 | ¿Por qué Elías manifestó: “Vive Jehová en cuya pre-

sencia estoy” si en realidad estaba en presencia del rey
Acab? Elías estaba físicamente frente a Acab, pero le hizo
saber que en su espíritu estaba en la presencia de Dios. A
donde sea que vayas, con quien sea que estés, mantenete
siempre con Dios, en Su presencia.
26 | “No lloverá por mi palabra”, aseguró Elías. No fue Dios

el que soltó la palabra, fue Elías, pero su afirmación fue
delante de la presencia del Señor. Todo lo que declares
conforme a La Palabra de Dios se cumplirá.
27 | Elías declaró que no llovería y se desató una sequía

que llevó al pueblo a la hambruna. El arroyo se secó, la
viuda no tenía para comer, toda la región se vio afectada
por la palabra de Elías. Lo que digas se va a cumplir, pero
no hables por hablar, lo que ates o desates no solo te afec-
tará a vos, sino también a todos los que te rodean.
¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida? ¿Cómo puedo bendecir a otros?

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“Entonces la palabra del Señor vino a Elías

y le dio este mensaje” (1 Re 17:2).
28 | Dios le habló a Elías por primera vez para decirle

que se escondiera en el arroyo de Querit (1 Re 17:2); des-
pués de un año el Señor le volvió a hablar y le dijo que
fuera a la casa de la viuda (1 Re 17:8); dos años más tarde
Dios le habló por tercera vez para que se presentara ante
Acab (1 Re 18:1). El Señor le habló a Elías solo tres veces
24
en tres años, pero Elías obedeció y alcanzó la victoria. No

importa cuántas veces Dios te habla, sino cuántas veces
le obedecés.
29 | El único al que Dios le habló en este relato es a Elías.

Aunque estés rodeado de personas, el Señor te va a ha-
blar cara a cara a vos y te dará un mensaje personal para
una misión que solo vos podrás cumplir.
30 | “Entonces la palabra del Señor vino a Elías”, dice La

Escritura. Elías no se movió por emoción ni por las cir-
cunstancias, sino por la palabra de Dios que vino a él. No
hagas caso a lo que te digan o a lo que “sentís”, movete
solo por la palabra de Dios.
31 | El texto afirma que “La palabra del Señor vino a Elías”.

Podés estar seguro de que Dios no te va a mandar a otros
para decirte lo que tenés que hacer, Su Espíritu te hablará
directamente a vos.
32 | Los mensajes de Dios son breves, claros y contun-

dentes. Dios no habla en idioma incomprensible.

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“«Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en el

arroyo de Querit, al este del Jordán…” (1 Re 17:3).
33 | Dios le dijo a Elías: “Sal de aquí hacia el oriente y escón-

dete en el arroyo de Querit, al este del Jordán”. El Señor te dirá
25
Bernardo Stamateas
el lugar exacto donde están escondidas Sus bendiciones

para tu vida.
34 | Dios le mostró a Elías donde estaban las bendicio-

nes: en el arroyo, en la casa de la viuda, en el monte Car-
melo. Donde Elías iba había bendiciones, porque Dios ya
las había preparado para él. Tu bendición ya está prepa-
rada. Lo que el Señor tiene para tu vida ya está listo, solo
se requiere que obedezcas y avances.
35 | “Sal de aquí”, le dijo el Señor a Elías porque quería

alejarlo del rey Acab. Siempre tenés que apartarte de la
gente malvada.
36 | Dios tiene un lugar preparado especialmente para

vos. El Señor va a protegerte de manera que las cir-
cunstancias desfavorables y tus enemigos no puedan
alcanzarte.
37 | “Querit” significa “corte” y simboliza el pacto. Dios

escondió a Elías en el arroyo de Su pacto. Nosotros tam-
bién estamos escondidos en el pacto. Allí nace nuestra
provisión.
38 | Dios guardó a Elías en Su pacto. Vos y yo también

necesitamos una madriguera, un nido, un escondite. Co-
losenses 3:3 afirma: “…pues ustedes han muerto y su vida
está escondida con Cristo en Dios”. Habrá peligros y sequía
afuera, pero donde vos estés siempre habrá refugio,
agua, pan y carne.
26
39 | Dios apartó a Elías y le ordenó: “Escóndete en el arro-

yo”. El Señor no le dijo que fuera al arroyo, sino que se
escondiera en el arroyo. Dios quiere que entres en Su pre-
sencia, que te encierres allí y que nadie te encuentre.
40 | “Escóndete en el arroyo Querit”, le dijo Dios a Elías. El

arroyo simboliza Su presencia, el lugar privado. No ten-
drás victoria pública si antes no te escondés en el Señor.
41 | Elías había tenido éxito cuando declaró que dejaría

de llover. Después de un éxito rotundo, Dios te pide que
te refugies en Él.
42 | El Señor mandaría a Elías a Sarepta, a vivir con la

viuda, pero antes de ir con ella le ordenó que fuera solo al
arroyo. En la presencia del Señor se entra de a uno, no en
grupo. Todo lo que aprendas en la intimidad con Dios se
manifestará luego en tu éxito público.
43 | Dios le dijo a Elías que se escondiera en el arroyo.

Dice La Biblia que el diablo anda buscándonos como
léon rugiente. ¡Que siga buscando, vos y yo estamos
escondidos en Cristo!
44 | En medio de la hambruna generalizada, Elías per-

maneció junto al arroyo de Querit y Dios le proveyó todo
lo que necesitaba para sobrevivir. No hay vida fuera de
Querit. Si no te escondés en el arroyo, en la presencia
de Dios, morirás. ¡El Señor es lo único que necesitamos
para vivir!
27
Bernardo Stamateas
45 | Elías se escondió en el arroyo antes de empezar su

carrera milagrosa. Si no aprendés la primera lección a
solas con el Señor, no te irá bien en la segunda lección de
lo milagroso.
46 | Estar a solas con Dios trae milagros para tu vida y

también para otros. Elías estuvo a solas con Dios y no
solo tuvo milagros para sí sino también para la viuda de
Sarepta. Si estás solo con Él bendecís a otros. A Abraham
le dijo: “Te bendeciré y serás de bendición”. Los cristia-
nos tenemos problemas con la segunda parte. Si Dios
solo te bendice a vos, es que no estuviste a solas con Él.
47 | El arroyo de Querit fue la casa de Elías durante ese

tiempo. La presencia de Dios debe ser el lugar donde vi-
vas, te alimentes y disfrutes.
48 | Por más sequía que haya a tu alrededor, hay un lu-

gar donde no hay sequía, enfermedad o pobreza: la pre-
sencia del Señor.
49 | Dios escondió a Elías en el arroyo. Todos tenemos un

ámbito privado, que debemos cuidar de todos y de todo.
50 | Dios llamó a Elías, pero antes de enviarlo, lo pre-

paró. Lo mismo le ocurrió a Moisés, a quien Dios llamó
cuando tenía cuarenta años, pero no envió sino después
de prepararlo durante otros cuarenta años. El Señor te ha
llamado y Él te va a enviar, pero antes tenés que pasar por
un tiempo de preparación en el que Dios ordena tus pen-
samientos y madura tu carácter para lo que va a venir.
28
51 | Dios no le reveló a Elías todo Su plan de golpe. El

Señor tiene planeado todo tu futuro, pero Él te lo irá di-
ciendo paso a paso. Confiá en Dios y seguí caminando,
Él ya tiene tu agenda escrita, ¡y es de victoria!

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“… Beberás agua del arroyo,

y yo les ordenaré a los cuervos
que te den de comer allí.»” (1 Re 17:4).
52 | Mientras afuera había sequía y hambruna, Elías es-

tuvo tranquilo, cuidado y alimentado por Dios. El Señor
te da autoridad y poder para manejar el clima externo (el
ámbito social) y el clima interno (tu vida, tu casa).
53 | Durante un año Elías no hizo nada y vivió tomando

agua del arroyo y comiendo el alimento que los cuer-
vos le llevaban. Dios te va a proveer solo a vos para que
durante un año puedas vivir sin esforzarte y sin pasar
ninguna necesidad.
54 | Dios trató a Elías para hacerlo madurar. La primera

lección que el Señor le enseñó fue: “Yo soy tu provee-
dor”. Antes de darte un sueño o mandarte a un proyec-
to, Dios quiere que entiendas que Él es tu proveedor.
Como dice el Salmo 23, el Señor te asegura que si creés
que Él es tu fuente, nada te va a faltar. ¡Dios es tu fuente
segura de provisión!
29
Bernardo Stamateas
55 | “Yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer”, dijo

Dios. Los cuervos ya tienen la orden de Dios y el lugar
donde llevarte provisión. ¡Esperá en el Señor!
56 | Elías bebía agua del arroyo y los cuervos le llevaban

pan y carne. El Señor le proporcionaba lo que necesitaba
por dos vías: el arroyo, que simboliza la vía natural, y los
cuervos, lo sobrenatural. Vas a experimentar un doble
crecimiento: Dios va a proveerte desde lo natural y tam-
bién de manera sobrenatural.
57 | Elías podría haber ido a otro lugar, pero Dios le mar-

có exactamente el lugar al que los cuervos irían. Dios
siempre te dirá cuál es el lugar específico que Él ha mar-
cado para bendecirte.

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“Así que Elías se fue al arroyo de Querit,

al este del Jordán, y allí permaneció,
conforme a la palabra del Señor” (1 Re 17:5).
58 | El texto dice: “Así que Elías se fue al arroyo”, dando a

entender que Elías obedeció sin preguntar demasiado.
Él solo estaba enfocado en Dios y atento a Su palabra.
Hay momentos en los que no tenés que preguntarle nada
a Dios, solo estar enfocado y aprender a depender de Él.
59 | Elías estaba solo y debía aprender a depender de

Dios y de él mismo. Vos también tenés que aprender a no
30
depender de la gente. ¡Tené fe en Dios y en vos mismo!

Como a Jesús en Getsemaní, a veces Dios te deja solo
para que cuando la prueba termine, tu resurrección sea
solo tuya.
60 | Dios le dijo a Elías lo que tenía que hacer y Elías lo

hizo. Él no discutió ni se puso a evaluar lo que Dios le
había dicho. ¡Obedecer siempre trae recompensa!
61 | Depender de Dios forma tu carácter. Cuando Elías

llegó al arroyo de Querit estaba solo, pero no se desespe-
ró. Tenía autocontrol. En el arroyo aprendemos a estar
solos y a desarrollar dominio propio.
62 | Elías estaba en el arroyo y hacía su parte en lo na-

tural, pero no hizo nada en lo sobrenatural. Vas a saber
cuándo hacer y cuándo no hacer, vas a aprender a espe-
rar el momento exacto.

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“Por la mañana y por la tarde los cuervos

le llevaban pan y carne,
y bebía agua del arroyo” (1 Re 17:6).
63 | Dios le suministraba el alimento a Elías a la mañana

y a la tarde. El Señor preparará tu “catering” todos los
días de tu vida. Cada mañana se renuevan sus bonda-
des, ¡grande es Su fidelidad! (Lm 3:22-23).
31
Bernardo Stamateas
64 | El Señor le proveyó a Elías agua del arroyo, pan y

carne; es decir, lo justo. Él no le mandó vino ni postre.
Dios sabe sostenernos con lo justo y necesario.
65 | Cada día durante un año Elías tuvo dos milagros

para él solo. Es necesario que vos seas el primero en reci-
bir el milagro, porque no podés dar lo que no tenés.
66 | “Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan

y carne, y bebía agua del arroyo”. ¿Por qué Dios no le man-
dó a Elías todo el alimento de una vez? Dios quería que
Elías aprendiera a depender de Él cada día. Cada día de
tu vida tenés que renovar tu confianza en que Dios te
va a traer la prosperidad, la sanidad, el gozo y todo lo
que necesitás.
67 | El Señor le mandaba a Elías el alimento justo para el

día. ¿Por qué no le mandaba más y así Elías podía alma-
cenar un poco? Porque El Señor no quería que Elías se re-
gocijara por tener un excedente, sino que se alegrara por
tener lo justo. ¡No esperes a tener de sobra para festejar!
68 | Comer la comida que Dios te provee es lo que te da

valor para el próximo paso.
69 | “Los cuervos le llevaban pan y carne”. En este relato

bíblico los cuervos representan lo raro, lo inédito, ya que
a pesar de comer carne, los cuervos se la llevaban a Elías.
Dios le cambió la naturaleza a lo malo. Él puede hacer
que los “malos” se transformen en “buenos”.
32
70 | Si los cuervos comen carne, ¿por qué le traían carne

a Elías en lugar de comérsela? Porque Dios va a cambiar
la naturaleza de lo malo para que eso ahora te bendiga.
71 | Los cuervos simbolizan la gente mala. Dios hará

que tus enemigos, las personas que querían traer mal y
dolor a tu vida, ahora te sostengan.
72 | Dios utilizó a los cuervos, animales mal vistos en

esa época, para llevarle alimento a Elías. No permitas
que el prejuicio hacia otros te impida ver la bendición
que traen a tu vida de parte de Dios. Él puede usar a cual-
quiera para llevarte bendición.
73 | El pan y la carne que los cuervos le llevaban a Elías

se los robaban a Jezabel, una mujer perversa que hacía
asesinar a los profetas y sacerdotes del Señor. Aquí se
aplica el principio de transferencia divina. La justicia de
Dios vendrá sobre tu vida y tus enemigos te traerán lo
que necesitás, te transferirán sus recursos y terminarán
sosteniéndote.
74 | Elías bebía agua del arroyo, y comía el pan y la carne

que los cuervos le llevaban. El versículo habla de los usos
de la boca. Elías habló, soltó fe y su boca se llenó de co-
mida. Salmos 81:1 dice: “Abre tu boca, y yo la llenaré”. Dios
pondrá bebida y comida en tu boca para que sueltes fe en
cualquier situación.
75 | Elías soltó sequía y él también fue afectado, pero

Dios bendijo su obediencia con alimentos y provisión.
33
Bernardo Stamateas
Las consecuencias del pecado de otros (falta de trabajo,

enfermedades, etc.) pueden llegar hasta nosotros, pero
no nos tocarán.
76 | Así como el Señor sostuvo a dos millones de judíos

en el desierto proveyéndoles de maná, también sostu-
vo a Elías durante un año con pan y carne. No importa
si son dos millones o uno solo, Dios siempre cuida de
los suyos.

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“Algún tiempo después, se secó el arroyo

porque no había llovido en el país” (1 Re 17:7).
77 | “Algún tiempo después, se secó el arroyo”, según los es-

tudiosos, el arroyo tardó un año en secarse; sin embargo,
La Biblia dice “algún tiempo” o “algunos días”, en otras ver-
siones. Cuando estás a solas con Dios, un año son apenas
unos días. ¡Cuando la pasás bien, el tiempo vuela!
78 | Cuando el arroyo se secó, los cuervos se encargaron

de llevarle agua a Elías. Los recursos naturales podrán
acabarse, pero siempre lo sobrenatural de Dios seguirá
proveyendo abundantemente a tu vida.
79 | El arroyo Querit era algo transitorio. No te vas a

quedar hasta morir allí, no es algo permanente. ¡No te
apegues a las circunstancias porque todo es transitorio!
34
80 | Donde Elías fue siempre contó con la provisión del

agua y la carne. Dondequiera que vayas, dondequiera
que estés, la provisión de Dios te alcanzará.
81 | Cuando el Señor te da una provisión es para llevarte

a más. Dios cambia las maneras de sostenerte, pero Él no
cambia. No llores si se seca el arroyo, porque ese es solo
un cambio más, movete al próximo paso al que Dios te
va a llevar.
82 | “Se secó el arroyo” significa que había llegado el mo-

mento de un cambio. Es hora de salir, ¡es tiempo de ir
hacia tu próximo milagro!
83 | Si el arroyo se seca, Dios siempre tiene otra salida. Él

no te deja perecer.
84 | El arroyo se había secado y Dios llevaría a Elías a

otro nivel. El peor enemigo del nuevo desafío es el desa-
fío anterior.
85 | El arroyo se secó para siempre y Elías tuvo que acep-

tar que esa etapa se había terminado. La única forma de
avanzar es entender que las cosas no volverán a ser como
eran. No te aferres a tu arroyo, a tu pasado, ¡movete hacia
lo nuevo de Dios!
86 | El arroyo se secó y Elías tendría que salir de allí.

Dios te moverá del lugar de la comodidad a otro lugar
con nuevos desafíos.
35
Bernardo Stamateas
87 | Recién cuando el arroyo se secó el Señor le reveló

a Elías el paso siguiente. Dios siempre tiene una salida,
pero no te la dará hasta que venga la crisis, hasta que se
produzca la pérdida.
88 | El arroyo de Querit simboliza a los que nos han dado

de beber y que ya se han secado, es decir, las personas que
algún día nos hicieron bien, pero hoy ya no tienen nada
más para darnos. ¡Buscá nuevas fuentes de agua, tenés
que encontrar nuevos mentores de quienes aprender!
89 | El arroyo también representa los dones. Cuando los

dones se secan Dios quiere que sigas confiando en Él.
90 | Elías tuvo que ejercer el dominio propio. Él había

orado para que dejara de llover y ahora tenía que enfren-
tar las consecuencias. El dominio propio, aun en las peo-
res circunstancias, es la característica de un gran líder.
91 | Elías no oró por lluvia ni siquiera cuando su vida

peligraba. Él se mantuvo firme obedeciendo lo que Dios
le había dicho. Mantenete tranquilo, no les temas a las
crisis, porque ellas te permiten crecer.
92 | Elías estuvo escondido en el arroyo y salió fortale-

cido. Dios te hará pasar por varios lugares, pero en lugar
de desgastarte, cada vez que salgas de un lugar saldrás
fortalecido.
93 | El Señor nunca más volvió a llevar a Elías a ese mis-

mo arroyo, porque lo que cuenta no es el lugar físico
36
donde estemos, sino la presencia a solas con Él en cual-

quier lugar.

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“Entonces la palabra del Señor vino a él

y le dio este mensaje…” (1 Re 17:8).
94 | “La palabra del Señor vino a Elías”; nuevamente vemos

que Elías no se movía por emociones ni por la lógica; él
se movía por la palabra de Dios.
95 | El adverbio “entonces” da a entender que la re-

velación de Dios no dependía de ninguna situación
externa. A Elías se le había secado la provisión natu-
ral dada por Dios, pero aún así seguía moviéndose en
revelación.
96 | El arroyo se secó, pero Dios le dio a Elías una reve-

lación. Todo a tu alrededor puede secarse, pero siempre
habrá una revelación del Señor para vos. ¡La revelación
de Dios nunca se acaba!
97 | La revelación de Dios en tu espíritu siempre tiene

que sonar más fuerte que el ruido de tus circunstancias
o de la realidad, por más difíciles que estas sean.
98 | La revelación siempre te va a sacar de la sequedad y

de la escasez para llevarte al lugar de tu promoción.
37
Bernardo Stamateas
99 | El que camina en revelación camina hacia el sueño

de Dios. Cuando entendés lo que El Señor te revela sobre
tu pasado, presente y futuro, significa que aprendiste el
idioma de Dios.
100 | Dios se maneja con fe y revelación. Siempre que te

muevas en fe y con revelación, el Señor te promocionará
al siguiente nivel con grandeza y seguridad.
101 | Lo que contamina tu visión del sueño que Dios

puso en tu corazón, no es el ruido exterior, no es la falta
de recursos, ni son tus enemigos o el rechazo de la gente,
sino la falta de revelación.
102 | La revelación y la fe son compañeras insepara-

bles en la vida de un creyente. La revelación moviliza y
la fe ejecuta. Podés ser movilizado por una revelación,
pero no hacer nada, o podés incluso avanzar, pero en un
tiempo, volver al punto de partida. Sin embargo, cuando
la revelación se une a tu fe, ejecutarás con prontitud lo
que el Señor te ordene para llevarte al próximo nivel de
bendición.
103 | “Sin fe es imposible agradar a Dios” y sin revelación

directamente hay confusión. Podés tener fe y mover las
montañas, pero sin revelación no sabrás qué significa esa
montaña o por qué la moviste. ¡Movete en fe y revelación!
104 | La revelación de Dios está disponible para aquellos

que quieren agradarle con su fe. Todos tenemos acceso a
la revelación, pero muchos hacen caso omiso a ella.
38
105 | Para recibir revelación tenés que tener un espíritu

enseñable. Una persona con espíritu enseñable deja de
lado su orgullo y nunca deja de aprender y de crecer.
106 | Moverte en revelación te ayuda a no quedarte con

el milagro de ayer. No te aferres al pasado, a las “buenas
y viejas épocas de milagros”. Mantenerte en revelación
superará cada milagro que vivas. Siempre lo mejor está
por venir. Donde hoy estás no es todo lo que vas a vi-
vir. La ciudad de Sarepta, el Monte Carmelo y siete mil
profetas te están esperando. ¡Tu próximo milagro está
llegando!
107 | Tener revelación es tener la certeza de que te levan-

tarás para ir a la próxima ciudad. Cuando te maneás por
revelación, vas en camino a tu próximo milagro.
108 | No es lo mismo “escuchar a Dios” que “tener reve-

lación de Dios”. Escuchar a Dios refleja que estás vivo,
tener Su revelación indica que vivís para y por Dios.
109 | La revelación de La Palabra siempre te ayudará a

crecer, a mejorar y a conquistar tu destino.
110 | Donde hay revelación hay alguien que se compro-

mete ciento por ciento con Dios y que está dispuesto a
cumplirle Su sueño.
111 | Jesús dijo: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios” (Mt 4:4). Dios te va a
saciar con revelaciones por la mañana, tarde y noche. La
39
Bernardo Stamateas
revelación del Señor es el único menú nutricional para

tu espíritu que repercute en tu mente, en tu cuerpo y en
tu alma.
112 | No necesitás cumplir ninguna promesa o rito re-

ligioso para recibir tu milagro. ¡Una sola revelación que
recibas de parte de Dios es suficiente para cambiar tu
escenario actual y llevarte al próximo nivel!

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“«Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece allí.

A una viuda de ese lugar le he ordenado
darte de comer»” (1 Re 17:9).
113 | Sarepta era la ciudad donde residía la malvada

reina Jezabel. Mientras todos buscaban a Elías para ma-
tarlo, él estaba a minutos de donde se encontraba Jeza-
bel. Dios te manda al terreno del enemigo para que allí
sueltes tus nuevas victorias.
114 | El padre de Jezabel era el rey de Sidón. Sarepta

estaba ubicada entre Sidón y Tiro, dos ciudades fenicias
que a los ojos de Jesús eran el equivalente a Sodoma y
Gomorra. En Sarepta Jezabel había sustituido poco a
poco el culto de Jehová por el culto a Baal. Es paradójico,
pero con la intención de esconderlo, Dios mandó a Elías
al centro religioso de la adoración a Baal.
40
115 | Baal era el dios de la lluvia, de la fecundidad y el ro-

cío, ¡precisamente todo lo que le faltaba a la región desde
hacía tres años y medio! Dios se ríe del enemigo.
116 | Dios no te manda a practicar a un ambiente fácil y

amigable, sino al mismo terreno donde el infierno busca
destruirte.
117 | Elías va a una ciudad pagana, a la casa de una

viuda pagana a hacer milagros de prosperidad que
durarían dos años. ¡No hay límites para la unción que
portamos!
118 | Dios ocultó a Elías en el arroyo y luego en la casa de

la viuda. Dios nos puede esconder del mismo enemigo
en cualquier lado. Si pudo usar cuervos y hasta a una
viuda pagana, el Señor también usará cualquier cosa o
persona para bendecirte.
119 | Las viudas eran las personas más humildes en esa

época. Pero esta viuda estaba cargada de bendición para
Elías. No prejuzgues, no te dejes llevar por las aparien-
cias: a veces no es el más rico, sino el más pobre quien
más tiene de Dios para tu vida.
120 | Había muchas viudas en Israel, pero Dios le dijo a

Elías exactamente cuál de todas era la que lo sustentaría.
Habrá muchas puertas abiertas, pero Dios te dirá por
cuál debés pasar para encontrar tu bendición.
41
Bernardo Stamateas
121 | Dios le mandó a Elías: “Andá a Sarepta que allí te

sustentará la viuda”. Cuando Elías estaba llegando a Sa-
repta, el Señor le ordenó a la viuda que fuera a recoger
leña a la puerta de la ciudad. Dios maneja los tiempos
y es Él quien da la orden para bendecirte. ¡A vos te toca
obedecer!
122 | Dios le dijo a Elías: “Yo le he ordenado a una viuda

que te sustente”. Existen muchas personas a las que Dios
les dio la orden de bendecirte. Hay una agenda divina de
encuentros para tu vida.
123 | Si Dios ya le había ordenado a la viuda que susten-

te a Elías, ¿por qué ella no se había enterado? En hebreo
la palabra “ordenar” significa “cargar”. Entonces, lo que
Dios le había dicho a Elías era: “Yo ya le cargué la bendi-
ción a la que te va a sostener”. Sin que lo sepas el Señor ha
encapsulado dentro de vos fe, fuerza y capacidad. ¡Estás
cargado para multiplicar lo poco que Dios te ha dado!
124 | “La viuda te va a sustentar”, le indicó Dios a Elías.

Tenés que dejarte cuidar. Si sos hombre, olvidate del ma-
chismo. ¡Aprendé a dejarte cuidar por el otro!
125 | Dios trabajó en Elías la tendencia a la omnipoten-

cia. El omnipotente cree que no necesita de nada ni de
nadie, valora en exceso la autonomía y no se deja cuidar.
126 | “Sarepta de Sidón” significa “horno”. ¡Elías estaba

en el horno! En Sarepta todos lo buscaban para matarlo.
Dios lo había llevado a practicar a un lugar realmente
42
difícil. Dios te va a mandar a lugares peligrosos para que

practiques y uses tu fe.
127 | Elías había provocado aquella terrible sequía y to-

dos lo buscaban para matarlo. Sin embargo, él caminó
sin ningún temor hacia la casa de la viuda. Mientras ca-
minamos por los caminos donde “el león busca devorar-
nos”, hagámoslo con paz y seguridad, porque mayor es
el que está con nosotros que los que nos están buscando.
128 | Antes de llevar a Elías al monte Carmelo para im-

pactar una nación, Dios tenía que impactarlo, conven-
cerlo, ministrarlo a él. No se puede dar a otros lo que no
recibimos primero.

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“Así que Elías se fue a Sarepta.

Al llegar a la puerta de la ciudad,
encontró a una viuda
que recogía leña. La llamó y le dijo:
—Por favor, tráeme una vasija
con un poco de agua para beber” (1 Re 17:10).
129 | Nuevamente Dios le habló a Elías y este le obede-

ció. Dios volvió a hablar como lo hizo la primera vez, de
manera breve, sencilla y clara, pero paso a paso.
130 | La viuda estaba recogiendo leña. Era tan pobre que

no tenía siquiera dos maderitas. ¡Ella no sabía que estaba
43
Bernardo Stamateas
cargada de milagros para el profeta! Sin importar lo que

te falte, nunca te consideres poco importante. ¡Ninguna
carencia invalida tu potencial!
131 | A lo largo de toda La Biblia vemos que las viudas

son cuidadas por Dios. En su peor escenario, a esta viuda
de Sarepta el Señor le mandó a Elías. Dios piensa en vos y
no te abandona. No importa el momento por el que estés
pasando, tu profeta va a llegar.

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“Mientras ella iba por el agua,

él volvió a llamarla
y le pidió:
—Tráeme también, por favor,
un pedazo de pan” (1 Re 17:11).
132 | La viuda se apresuró a ir a buscar agua para darle

de beber a Elías. Ella era extremadamente pobre, sin em-
bargo, no había perdido el don de servicio. Las personas
que se ponen al servicio de quienes las necesitan siempre
traen multiplicación a su casa.
133 | Elías había caminado ciento cincuenta kilómetros,

seguramente estaba transpirado y lleno de polvo, pero
le pidió agua y la viuda no dudó en traérsela. Dios va a
poner gente generosa alrededor tuyo que te reconfortará
cuando estés agotado.
44
134 | La viuda estuvo dispuesta a tenderle una mano a

Elías y su recompensa no fue solo un milagro, sino dos
años de milagros diarios, y además Elías se quedó a vivir
en su casa. Lo que respetes de los demás se queda en tu
vida.
135 | Mateo 10:41-42 dice: “Cualquiera que recibe a un pro-

feta por tratarse de un profeta, recibirá recompensa de profeta”.
Algo de bendición de esa persona se queda con vos.

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“—Tan cierto como que vive el Señor tu Dios

—respondió ella—, no me queda
ni un pedazo de pan;
sólo tengo un puñado de harina
en la tinaja y un poco de aceite en el jarro.
Precisamente estaba recogiendo
unos leños para llevármelos a casa
y hacer una comida para mi hijo y para mí.
¡Será nuestra última comida
antes de morirnos de hambre!” (1 Re 17:12).
136 | La viuda era pobre porque tenía mentalidad de

pobre. Sentía ansiedad por su situación inmediata y no
tenía expectativas ni motivación para cambiar algo que
le permitiera salir del estado en que se encontraba. Solo
cambiando nuestra mentalidad cambiamos nuestras
circunstancias.
45
Bernardo Stamateas
137 | “Solo tengo un puñado de harina y un poco de

aceite”, se lamentó la viuda. Ella se concentró en lo que
no tenía y por eso no fue capaz de ver que el milagro
vendría a partir de lo que sí tenía. Tu foco siempre debe
estar puesto en lo que tenés y no en lo que te falta.
138 | “Comeré con mi hijo y esperaremos la muerte”, le

dijo la viuda a Elías. Su desesperanza estaba arrastran-
do a la muerte también a su hijo. ¿Qué herencia querés
dejarles a tus hijos? Nunca olvides que la atmósfera espi-
ritual se transmite de generación en generación.
139 | La viuda había planeado comer y dejarse morir,

pero el profeta le cambió su plan de muerte por uno lleno
de vida. ¡El Señor siempre tiene un plan mejor para vos!

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“—No temas —le dijo Elías—.

Vuelve a casa
y haz lo que pensabas hacer.
Pero antes
prepárame un panecillo
con lo que tienes,
y tráemelo; luego haz algo
para ti y para tu hijo” (1 Re 17:13).
140 | A un profeta se lo conoce por su hablar, siempre

habla victoria. Tus palabras tienen que bendecir a otros,
tu fe debe inspirar a la gente.
46
141 | “No temas”, le dijo Elías a la viuda y luego le soltó la

profecía. La primera palabra del profeta fue dirigida al
alma de la mujer. Elías buscó tranquilizarla e infundirle
ánimo para recién después soltarle la palabra profética.
Tenemos que ministrar no solo el espíritu, sino también
el alma de las personas.
142 | “Prepará primero un pan para mí y después cociná

para vos y tu hijo”, mandó Elías. Dios te pide que le des
prioridad a Él.
143 | “Traeme un pan”, le dijo Elías a la viuda. Poner lo

que tenemos en las manos de Dios siempre trae victoria.
144 | Un simple panecillo activó milagros diarios du-

rante dos años. Nunca subestimes lo poco, porque en las
manos del Señor, ¡nada es poco!
145 | Elías le pidió un poco de pan. El pan simboliza La

Palabra de Dios. Dedicá un tiempo diario para estudiar
La Palabra. Meditar solo un versículo por día te traerá
conocimiento, revelación, y te hará crecer y disfrutar.
No se necesita mucho para que Dios te traiga grandes
milagros.

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“Porque así dice el Señor,

Dios de Israel:
‘No se agotará la harina de la tinaja
47
Bernardo Stamateas
ni se acabará el aceite del jarro,

hasta el día en que el Señor
haga llover sobre la tierra’” (1 Re 17:14).
146 | Antes de que llegara Elías, la viuda y su hijo no

tenían para comer. Después tuvieron harina y aceite
para hacer pan durante dos años. Celebrá lo básico que
tengas en tu presente, porque hay un día en que lloverá
y vendrá el milagro.
147 | La viuda de Sarepta creía que se había agotado la

bendición para sí y para su hijo. Tenés que saber que hay
un día determinado por Dios en el que vendrá a tu vida
la lluvia y la bendición. No te dejes morir, ¡esperá ese día
con alegría!
148 | Elías le profetizó a la viuda de parte de Dios y ha-

bló multiplicación, bendición. Cuando profetices sobre
una persona que no tiene a Dios, que esa palabra sea de
multiplicación y no de juicio.
149 | Elías llega a la vida de esta mujer que estaba pre-

parada para morir y le promete bendición y aumento.
La última palabra siempre la tiene Dios. Él vino a traerte
vida, y vida en abundancia.

-----------------------------------------------------------------------
“Ella fue e hizo lo que le había dicho Elías,

de modo que cada día
48
hubo comida para ella y su hijo,

como también para Elías” (1 Re 17:15).
150 | A partir de la respuesta que dio de la viuda en el

versículo 12, “Tan cierto como que vive el Señor tu Dios”,
sabemos que la viuda no pertenecía al pueblo de Israel;
sin embargo, ella obedeció rápidamente. A veces la gen-
te no creyente es más obediente que muchos cristianos.
151 | Elías era un hombre lleno de fe. Cuando llegó a la

vida de la viuda, él no solo le llevó milagros, sino que
también le contagió su actitud de fe y por eso la viuda ac-
tuó de la misma forma que él actuaba. Tenés la capacidad
de inspirar a otros.
152 | La Biblia no menciona el nombre de la viuda, pero

Dios se acordó de ella. El Señor se acuerda del pobre y
del anónimo, y siempre tiene un profeta preparado para
llevarle en su peor día la mejor noticia.

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“Y tal como la palabra del Señor lo había anunciado

por medio de Elías, no se agotó la harina de
la tinaja ni se acabó el aceite del jarro” (1 Re 17:16).
153 | Elías dijo: “No faltará la harina ni el aceite” y su pa-

labra se cumplió. La viuda dijo: “Comeremos y nos mo-
riremos”, y su palabra también se cumplió. Dios puede
darte una palabra de victoria, pero si tu boca no se alinea
49
Bernardo Stamateas
con esa palabra y declara otra cosa, esa será la palabra

que va a cumplirse.
154 | Todos los días durante dos años, la viuda tomaba la

tinaja y el jarro, y milagrosamente tenían harina y aceite.
No mires la vasija, mirá a Dios. Recordá que donde estén
tus ojos estará tu fe. ¡Cada día habrá un milagro nuevo
sobre tu casa!
155 | Elías llegó a Sarepta y cambió la vida de la viuda y

su hijo. Después de que hayas pasado por un lugar, ese
sitio debe quedar mejor de lo que estaba. Tu presencia
debe traer siempre bendición.

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“Poco después se enfermó

el hijo de aquella viuda,
y tan grave se puso
que finalmente expiró” (1 Re 17:17).
156 | Para la viuda se había terminado un problema,

pero al poco tiempo vino otro. Así es la vida. El milagro
de ayer no invalida los problemas de hoy; sin embargo,
recordá que las bendiciones que Dios te dio en el pasa-
do son el anticipo del nuevo milagro que está por venir
sobre tu vida.
157 | “Mi hijo y yo vamos a morirnos”, había declara-

do la viuda. Ella había hablado palabras de muerte que
50
terminaron cumpliéndose. Hablar nunca es un acto

inocente, ¡pensá bien lo que vas a decir antes de abrir
la boca!

-----------------------------------------------------------------------
“Entonces ella le reclamó a Elías:

—¿Por qué te entrometes, hombre de Dios?
¡Viniste a recordarme mi pecado
y a matar a mi hijo!” (1 Re 17:18).
158 | La viuda había recibido el milagro de la multipli-

cación, pero Dios aún estaba trabajando en su carácter.
Si bien ella reconoció sus pecados, todavía no sabía qué
hacer con ellos. Dios trabaja en las manifestaciones exte-
riores e interiores de tu carácter.
159 | En medio de su dolor, la viuda acusó a Elías de ha-

ber traído muerte a su hijo. Cuando pasan cosas que no
entendemos, a veces hacemos una lectura equivocada y
responsabilizamos a personas que nos han bendecido,
sin darnos cuenta de que no son ellas las culpables de lo
que nos pasa.
160 | La muerte del hijo de la viuda representa lo peor

que te puede suceder y la resurrección, lo mejor que te
puede pasar. Confiá en el Señor, porque en medio de lo
peor Él hará lo mejor.

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51
Bernardo Stamateas
“—Dame a tu hijo —contestó Elías.

Y arrebatándoselo del regazo,
Elías lo llevó
al cuarto de arriba, donde estaba
alojado, y lo acostó
en su propia cama” (1 Re 17:19).
161 | La viuda tenía en sus brazos el cuerpo de su hijo

muerto y el profeta se lo pidió. Así como ella le había
entregado el pedazo de pan y Elías trajo multiplicación,
ahora un cuerpo muerto tendría vida. ¡Tu segundo mila-
gro será aún mayor que el anterior!
162 | Elías no le pidió a la viuda que tenga fe, él usó su

propia fe. Hay ocasiones en las que no es necesario pe-
dirle fe al otro, sino que bastará con usar nuestra fe para
que los milagros vengan.
163 | Elías no humilló ni avergonzó ni sermoneó a la

viuda, simplemente le dijo: “Dame a tu hijo”, y soltó el mi-
lagro. Hay momentos en los que no deberás hablar, sino
actuar y soltar lo que Dios te dio.
164 | Elías llevó al niño muerto a la habitación donde él

se alojaba, la cual estaba en la azotea, alejada del resto de
la casa de la viuda. El profeta quería evitar las habladu-
rías, él cuidaba su reputación. No olvides que tenés que
“ser y parecer”.

-----------------------------------------------------------------------
52
“Entonces clamó: «Señor mi Dios, ¿también

a esta viuda, que me ha dado alojamiento,
la haces sufrir matándole a su hijo?»
Luego se tendió tres veces sobre el muchacho
y clamó: «¡Señor mi Dios, devuélvele
la vida a este muchacho!»” (1 Re 17:20-21).
165 | Elías no le habló a la viuda, él clamó a Dios. Hay

momentos en que debés hacer silencio frente a la gente y
hablar directamente con el Señor.
166 | El pasaje narra que Elías no hizo una oración apa-

gada y silenciosa, él “clamó” al Señor. Hay oraciones que
tenés que hacer con fervor y apasionamiento para que
sean efectivas.
167 | Elías tuvo empatía, es decir, sintió el mismo dolor

que la viuda. Mientras la falta de empatía hace que ores
de manera mecánica, la empatía te prepara para tus
mejores oraciones.
168 | ¿Por qué Elías se tendió sobre el cuerpo del niño

tres veces y no dos o cuatro? Las tres veces que Elías
se tendió simbolizan la Trinidad. Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo están sobre tu vida trayendo calor de
resurrección.
169 | “Y se tendió sobre el niño tres veces”. Cuando el Señor

te sana, tu cuerpo, tu alma y tu espíritu recobrarán la
vida. ¡Dios siempre hace la obra completa!
53
Bernardo Stamateas
170 | Las tres veces que Elías se tendió sobre el niño tam-
bién simbolizan el pasado, el presente y el futuro. Dios
bendice las tres etapas de tu vida.
171 | La resurrección del hijo de la viuda de Sarepta es

la primera resurrección que menciona La Biblia. ¡Harás
milagros que marcarán historia y abrirán un nuevo ca-
pítulo que se repetirá en otros!
172 | Cuando Elías se tendió sobre el hijo muerto de la

viuda, estaba sentando el precedente para que su dis-
cípulo Eliseo hiciese lo mismo. Con cada milagro que
soltás estás estableciendo que tus hijos biológicos y espi-
rituales harán cosas aún mayores.

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“El Señor oyó el clamor de Elías, y el muchacho

volvió a la vida. Elías tomó al muchacho
y lo llevó de su cuarto a la planta baja.
Se lo entregó a su madre y le dijo:
—¡Tu hijo vive! ¡Aquí lo tienes!
Entonces la mujer le dijo a Elías:
—Ahora sé que eres un hombre de Dios,
y que lo que sale de tu boca es realmente
la palabra del Señor” (1 Re 17:22-24).
173 | “Tu hijo vive”, le dijo Elías a la viuda. La oración trae

victoria y vida.
54
174 | Después del milagro del aceite y la harina, vino la

prueba más difícil para la viuda: la muerte de su hijo.
Pero con el desafío más complicado, también llegó el
milagro más grande. Después de la bendición, vienen
pruebas difíciles, la bendición de hoy no anula la prue-
ba del mañana, pero tampoco el mejor milagro que vie-
ne detrás de esa prueba.

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55
1 Reyes
18
VISIÓN PANORÁMICA
Luego de tres años Dios envió a Elías a enfrentarse con el rey
Acab. La hambruna en la región era grave, por eso Acab y su
siervo Abdías, un hombre temeroso del Señor, salieron en dife-
rentes direcciones a buscar tierras con mejores hierbas. Mien-
tras buscaba esos lugares con vegetación, Abdías se encontró
con Elías, quien le pidió que anunciara al rey su presencia.
Acab se encontró con Elías y lo desafió a una prueba entre los
profetas de Baal y el Señor en el monte Carmelo, delante de todo
el pueblo de Israel. Los profetas de Baal invocarían su nombre
y Elías oraría al Señor. El dios que respondiese con fuego a sus
oraciones mostraría que era el dios verdadero. Los profetas de
Baal fracasaron luego de una representación verdaderamente
dramática. Elías oró y cayó fuego del cielo, generando un im-
pacto nacional. El pueblo finalmente reconoció que el Señor era
el Dios verdadero.
Elías profetizó el fin de la sequía y el comienzo de la lluvia.
57
Bernardo Stamateas
“Después de un largo tiempo, en el tercer año,

la palabra del Señor vino a Elías
y le dio este mensaje:
«Ve y preséntate ante Acab, que voy a enviar
lluvia sobre la tierra»” (1 Re 18:1).
175 | “La palabra del Señor vino a Elías…”. Dios le habló a

Elías por tercera vez y le ordenó presentarse ante el per-
verso rey Acab. La primera vez le había dicho que se en-
condiera, pero esta vez le ordenó que se mostrara. Hay
ocasiones en las que tenés que permanecer escondido y
ocasiones en las que te tenés que mostrar; hay momentos
para hablar y momentos para callar. ¡Decidí con sabiduría!
176 | “Voy a enviar lluvia sobre la tierra”, le comunicó Dios

a Elías. Primero le había dicho que soltara sequía y ahora
le anunciaba que haría llover. Tenés que estar atento y
obedecer lo que Dios te pide. Lo que Él te pidió ayer pue-
de ser diferente a lo que te pida hoy.
177 | Tanto la sequía como la lluvia las mandó Dios, no

Elías. Los milagros son del Señor, ¡no idealices a nadie!
178 | Dios le ordenó a Elías que fuera a hablar con Acab,

porque Él enviaría lluvia sobre la tierra. Después de tres
años y medio de sequía, ¡eso sí que era una buena noti-
cia! En el medio de la sequía y de la escasez, vas a recibir
buenas noticias de parte de Dios.

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58
“Así que Elías se puso en camino

para presentarse ante Acab. En Samaria
había mucha hambre. Por lo tanto,
Acab mandó llamar a Abdías,
quien administraba su palacio
y veneraba al Señor” (1 Re 18:2-3).
179 | “Abdías” significa “siervo de Dios”, sin embargo,

este hombre era el asistente del perverso Acab. Dios
siempre ubica a algún siervo suyo en los lugares clave.
¡No tengas miedo de estar junto a nadie!
180 | Abdías era un siervo de Dios, pero trabajaba para

Acab, un siervo del diablo. Los hijos de Dios tenemos que
hacer brillar la luz del Señor no donde ya hay claridad,
sino donde hay tinieblas.

-----------------------------------------------------------------------
“Como Jezabel estaba acabando

con los profetas del Señor, Abdías había tomado
a cien de ellos y los había escondido en dos cuevas,
cincuenta en cada una,
y les había dado de comer y de beber” (1 Re 18:4).
181 | Abdías había escondido a cien profetas. Él usó su

influencia y sus contactos para bendecir a los suyos. Tu fe
tiene que “esconder” y bendecir a los que sirven al Dios
verdadero.
59
Bernardo Stamateas
182 | La vida de los profetas corría peligro, por eso Ab-

días los escondió y les dio pan y agua. En momentos de
crisis tenés que ser práctico, no teórico.
183 | Abdías servía al Señor, pero le tenía miedo a Jeza-

bel. Abdías representa a los creyentes que creen en el po-
der de Dios, pero también en el poder del enemigo, y por
eso viven declarando el poder de la victoria y hablando
constante y desmedidamente de guerra espiritual. No
tengas miedo, ¡el enemigo no tiene poder sobre tu vida!
184 | Abdías nunca enfrentó a Baal, pero sí escondió a

cien profetas. Cada uno de nosotros tiene un don y tiene
que saber usarlo.
185 | Abdías trabajaba en el palacio; Elías, no. Dios usa

a personas que están dentro del palacio y también a per-
sonas que están fuera. No importa donde estés, utilizá tu
don y trabajá para el Señor.
186 | Abdías pensó que había cumplido con el Señor al

esconder y alimentar a cien profetas, pero faltaba mu-
cho. ¡Siempre hay más para hacer!

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“Acab instruyó a Abdías: «Recorre todo el país

en busca de fuentes y ríos. Tal vez encontremos pasto
para mantener vivos los caballos y las mulas, y no
perdamos nuestras bestias»” (1 Re 18:5).
60
187 | Acab le pidió a Abdías que fuera a buscar agua. El

rey que adoraba al dios Baal, no le pide a su dios, sino al
“siervo de Dios”. La gente cree en muchas cosas, pero a
la hora de necesitar lo valioso siempre se lo pide a un hijo
de Dios.
188 | Acab estaba interesado en los caballos y las mulas.

A Abdías le preocupaba la vida de los cien profetas. ¿Qué
es lo que a vos te interesa?
189 | Mientras Acab buscaba pasto para salvar caballos,

Elías buscaba salvar una nación.

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“Así que se dividieron la tierra que iban a recorrer:

Acab se fue en una dirección,
y Abdías en la otra” (1 Re 18:6).
190 | Ambos buscaban agua, pero no la encontraron. Sin

embargo, Abdías encontró al hombre que portaba el agua:
Elías. Nosotros somos los portadores de la bendición.

-----------------------------------------------------------------------
“Abdías iba por su camino cuando Elías le salió

al encuentro. Al reconocerlo, Abdías se postró
rostro en tierra y le preguntó:
—Mi señor Elías, ¿de veras es usted?
61
Bernardo Stamateas
—Sí, soy yo —le respondió—. Ve a decirle a tu amo

que aquí estoy” (1 Re 18:7-8).
191 | Abdías iba por su camino cuando se encontró con

Elías. Dios organiza encuentros entre hombres que tie-
nen la misma fe. Las conexiones de oro también son en-
tre los que amamos al Señor.
192 | A pesar de que Acab lo buscaba para matarlo, Elías

le pidió a Abdías que le avisara que él lo quería ver. Esta
era una tarea peligrosa. Dios siempre te va a pedir que te
arriesgues. ¡El Señor siempre te empujará a más!
193 | “Ve a decirle a tu amo que aquí estoy”, le dijo Elías a

Abdías. Mientras cien profetas se escondían, Elías esta-
ba a dispuesto a aparecer y presentarse ante Acab.

-----------------------------------------------------------------------
“—¿Qué mal ha hecho

este servidor suyo —preguntó Abdías—,
para que usted me entregue a Acab y él me mate?
Tan cierto como que vive el Señor su Dios,
que no hay nación ni reino adonde mi amo
no haya mandado a buscarlo.
Y a quienes afirmaban que usted no estaba allí,
él los hacía jurar que no lo habían encontrado.
¿Y ahora usted me ordena que vaya a mi amo
y le diga que usted está aquí?
¡Qué sé yo a dónde lo va a llevar
62
el Espíritu del Señor cuando nos separemos!

Si voy y le digo a Acab que usted está aquí,
y luego él no lo encuentra, ¡me matará!”
Tenga usted en cuenta que yo, su servidor,
he sido fiel al Señor desde mi juventud.
¿No le han contado a mi señor
lo que hice cuando Jezabel
estaba matando a los profetas del Señor?
¡Pues escondí a cien de los profetas del Señor
en dos cuevas, cincuenta en cada una,
y les di de comer y de beber!
¡Y ahora usted me ordena que
vaya a mi amo y le diga que usted está aquí!
¡De seguro me matará!” (1 Re 18:9-14).
194 | Abdías tenía miedo de decirle a Acab que había en-

contrado a Elías y que este huyera. Abdías creía que con
haber escondido a cien profetas ya se había arriesgado
demasiado.
195 | Mientras cien profetas se escondían por miedo,

Elías se dispuso a ir al lugar del que todos huían.
196 | Los profetas eran cien, Elías estaba solo. Ellos esta-
ban escondidos en una cueva, Elías en un arroyo. Ellos
eran alimentados por un hombre, Elías era alimentado
por Dios. Ellos tenían miedo, Elías estaba lleno de fe.
Nosotros somos la generación de Elías.

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63
Bernardo Stamateas
“Elías le respondió:
—Tan cierto como que vive el Señor Todopoderoso,
a quien sirvo, te aseguro que hoy
me presentaré ante Acab” (1 Re 18:15).
197 | Otras versiones de La Biblia dicen que Elías respon-

dió: “Vive el Señor de los ejércitos, delante del cual estoy…”. Él
recordó al Dios de las batallas. Una buena memoria nos
prepara para la victoria.
198 | Al hablar con Abdías, Elías aseguró que él servía

al Dios de los ejércitos y que estaba en Su presencia. En
lo natural, Elías estaba frente a Abdías, pero en lo espiri-
tual él estaba delante del Señor. Estas dos afirmaciones
siguen siendo clave para que el temor desaparezca.

-----------------------------------------------------------------------
“Abdías fue a buscar a Acab

y le informó de lo sucedido, así que éste
fue al encuentro de Elías y, cuando lo vio, le preguntó:
—¿Eres tú el que le está causando
problemas a Israel?
—No soy yo quien le está causando problemas
a Israel —respondió Elías—. Quienes se los causan
son tú y tu familia, porque han abandonado
los mandamientos del Señor y se han ido
tras los baales. Ahora convoca de todas partes
al pueblo de Israel, para que se reúna conmigo
en el monte Carmelo con los cuatrocientos cincuenta
64
profetas de Baal y los cuatrocientos profetas

de la diosa Aserá que se sientan
a la mesa de Jezabel” (1 Re 18:16-19).
199 | Acab culpó a Elías de todo lo que estaba sucedien-

do en la nación. La gente mala siempre te echará la culpa
de las desgracias que ellos mismos ocasionaron por sus
malas decisiones y pecados. No te hagas cargo, ¡no dejes
que te responsabilicen de lo malo!
200 | Había cuatrocientos cincuenta profetas de Baal

y cuatrocientos de Aserá (la versión femenina de Baal),
pero los cuatrocientos de Aserá no fueron. En el lugar
exacto donde sirven al diablo vendrá tu mejor victoria.
201 | Los profetas de Baal y Aserá vestían túnicas de

color púrpura adornadas con oro y un disco de metal
para reflejar al dios sol. Además, estos hombres estaban
armados. Jezabel sostenía a estos profetas, porque el dia-
blo siempre mantiene a los suyos.
202 | El profeta habló con autoridad y le dio una orden

al rey Acab. A lo largo del relato Elías habló siete veces, y
todas son órdenes. Hay momentos en los que tenés que
estar firme.

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“Acab convocó en el monte Carmelo a todos

los israelitas y a los profetas. Elías se presentó
65
Bernardo Stamateas
ante el pueblo y dijo:

—¿Hasta cuándo van a seguir indecisos?
Si el Dios verdadero es el Señor,
deben seguirlo; pero si es Baal, síganlo a él.
El pueblo no dijo una sola palabra” (1 Re 18:20-21).
203 | Elías le habló al pueblo; él no se dirigió a Acab ni

reprendió a los profetas (que ya eran un caso perdido).
No te molestes en convencer a tu contrincante, enfocate
en persuadir al público.
204 | ¿Qué quiso decir Elías cuando preguntó: “¿Hasta

cuándo van a seguir indecisos?”? El profeta quería que el
pueblo reflexionara que era imposible servir a Dios y a
la vez adorar a Baal. No podemos estar entre dos pensa-
mientos y mezclar la fe adorando un día a Dios y al día
siguiente al santo de turno, al horóscopo, etc. Hay un
momento en el que vas a tener que tomar la decisión. ¿A
quién vas a servir?
205 | “El pueblo no dijo una sola palabra”. Hay momentos

en que vas a tener que seguir hablando fe aunque del
otro lado haya silencio. Aunque nadie se haga cargo de
las decisiones, vos tenés que hacer algo.

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“Entonces Elías añadió:

—Yo soy el único que ha quedado
de los profetas del Señor;
66
en cambio, Baal cuenta con

cuatrocientos cincuenta profetas” (1 Re 18:22).
206 | Elías era el único que había quedado de los pro-

fetas del Señor. Aunque estés pasando por una prueba,
sos el único que puede preparar el altar de adoración,
nadie lo puede hacer por vos. No delegues esta tarea a
nadie, tu intimidad con Dios es solo asunto tuyo, porque
es allí donde vas a poner las condiciones a tu problema,
a tu situación.
207 | Elías dijo: “Yo soy el único profeta del Señor que ha
quedado”. Pero él estaba con Dios y por eso eran mayo-
ría. No te sientas solo contra el infierno, no dejes que los
números te amedrenten, si Dios está con vos, ¡siempre
serás mayoría!
208 | Elías se presentó solo ante Acab. Él no fue a bus-

car a los profetas que estaban escondidos para que lo
acompañaran. Hay tareas que Dios quiere que hagamos
solos.
209 | Además de los cuatrocientos cincuenta profetas

de Baal, habían otros cuatrocientos profetas de Aserá,
pero Jezabel no los mandaría al monte Carmelo. El ene-
migo siempre guarda parte de su artillería para atacar-
nos en algún momento. Estate atento, ¡no te duermas en
los laureles!

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67
Bernardo Stamateas
“Tráigannos dos bueyes. Que escojan ellos uno,

y lo descuarticen y pongan los pedazos
sobre la leña, pero sin prenderle fuego.
Yo prepararé el otro buey
y lo pondré sobre la leña,
pero tampoco le prenderé fuego.
Entonces invocarán ellos el nombre de su dios,
y yo invocaré el nombre del Señor. ¡El que responda
con fuego, ése es el Dios verdadero!
Y todo el pueblo estuvo de acuerdo” (1 Re 18:23-24).
210 | ¿Por qué Elías dijo que el que respondiera con fue-
go sería el dios verdadero? Porque Baal, el dios de turno,
era el dios de la lluvia y del Sol, el dios que supuesta-
mente controlaba la naturaleza. El profeta estaba desa-
fiando a ese dios a que, ya que no había mandado lluvia,
mandara fuego.
211 | Elías conocía La Palabra; él sabía que Dios ya había

enviado fuego (Lv 9:24; 2 Cr 7:1), tenía antecedentes del
poder de Dios. Esta sería la tercera vez que bajara fuego
del cielo. Buscá promesas antiguas, aferrá tu fe a los mi-
lagros que Dios ya hizo en tu vida.
212 | Elías no le pidió opinión al pueblo, solo les dio

órdenes y ellos aceptaron. Vos no vas a negociar con tu
enemigo, sencillamente vas a ordenarle cómo moverse.
213 | “Todo el pueblo estuvo de acuerdo”. En el altar, es decir,

en tu intimidad con Dios vas a encontrar las estrategias
para conseguir el “sí” y el acuerdo de tus enemigos.
68
214 | “Bien dicho”, dijo el pueblo cuando Elías lanzó la

propuesta. Cuando ponés a Dios en primer lugar, como
prioridad en tu vida, tus enemigos se pondrán de acuer-
do con vos y todo será siempre a tu favor.

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“Entonces Elías les dijo a los profetas de Baal:

—Ya que ustedes son tantos, escojan
uno de los bueyes y prepárenlo primero.
Invoquen luego el nombre de su dios,
pero no prendan fuego.
Los profetas de Baal tomaron el buey que les dieron
y lo prepararon, e invocaron el nombre de su dios
desde la mañana hasta el mediodía.
—¡Baal, respóndenos! —gritaban, mientras
daban brincos alrededor del altar que habían hecho.
Pero no se escuchó nada,
pues nadie respondió” (1 Re 18:25-26).
215 | Elías dijo: “Ya que ustedes son más, empiecen pri-
mero”. El que tiene revelación siempre establece las re-
glas del juego.
216 | Elías les indicó a los profetas de Baal cómo debían

preparar el holocausto y volvió a indicarles: “No pren-
dan fuego”. Si ya había explicado la dinámica del holo-
causto, ¿por qué repitió: “No prendan fuego”? Elías sabía
que su palabra tenía poder, por eso su declaración fue
una sentencia espiritual. Al decir: “No prendan fuego”,
69
Bernardo Stamateas
él condicionó, ató a los profetas de Baal. En medio de

la lucha tenés que declarar fe, nada que se levante en tu
contra va a prosperar.
217 | Los profetas empezaron a invocar a Baal con gritos

y tambores. Danzaban barriendo el suelo con sus cabe-
llos y daban saltos. En hebreo, el verbo “saltar” es igual
que “cojear”. Durante horas llevaron a cabo un ritual ri-
dículo para un dios que, obviamente, jamás respondió.
Quien no sirve a Dios renguea entre dos ideas: “puedo o
no puedo”, “será o no será”, etc.
218 | Los profetas de Baal bailaron salvajemente e hicie-

ron cosas grotescas para llamar la atención de Baal, para
merecer su favor y manipularlo para que hiciera lo que
ellos le estaban pidiendo. A veces Dios deja que la gente
crea lo que quiera hasta que llega un día en el que se dan
cuenta de que sus dioses no responden. Es ese el momen-
to en el que Dios aparece mostrando todo Su poder.
219 | La Biblia dice que los profetas estaban literalmen-

te cojeando alrededor del altar después de que Baal no
pudo encender el sacrificio. Ellos le habían transmitido
al pueblo esa “cojera mental”. Quienes lideran siempre
transmiten al pueblo sus ideas.

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“Al mediodía Elías comenzó a burlarse de ellos:

—¡Griten más fuerte! —les decía—.
70
Seguro que es un dios,

pero tal vez esté meditando,
o esté ocupado o de viaje. ¡A lo mejor se ha quedado
dormido y hay que despertarlo!
Comenzaron entonces a gritar más fuerte y,
como era su costumbre, se cortaron con cuchillos
y dagas hasta quedar bañados en sangre. Pasó el
mediodía, y siguieron con su espantosa algarabía
hasta la hora del sacrificio vespertino. Pero
no se escuchó nada, pues nadie respondió
ni prestó atención” (1 Re 18:27-29).
220 | Los profetas habían estado gritando y danzan-

do desde las nueve de la mañana. Ya era el mediodía y
Baal no les respondía. Elías comenzó a burlarse de ellos.
“Griten más fuerte, ¡debe estar ocupado!”, les decía iró-
nicamente. Salmos 115:4-8 asegura que nos parecemos a
quienes adoramos.
221 | Los profetas de Baal gritaban, bailaban y se corta-

ban con cuchillos quedando bañados en sangre. Tus ene-
migos, tus problemas van a gritar y contornearse como
los profetas de Baal. Van a simular una atmósfera tétrica
para infundirte temor, pero estate tranquilo, es pura ac-
tuación. Seguí visualizando tu victoria, andá reparando
tu altar, porque se vienen tiempos de fiesta y manifes-
tación del poder de Dios sobre tu vida y la de los tuyos.
222 | Para las tres de la tarde, la hora del sacrificio ves-

pertino para el pueblo judío, los profetas de Baal lleva-
ban ya siete horas de ritual frenético. Se habían cortado
71
Bernardo Stamateas
con cuchillos y dagas hasta quedar bañados en sangre,

pero no desistían. ¡La gente mala está en muy buen esta-
do físico!
223 | Los profetas hicieron todo lo que estaba a su al-

cance para llamar la atención de Baal, pero fracasaron.
Del mismo modo, hay personas que han recurrido al
tarot o a la astrología, se han hecho leer la borra del café
y las líneas de las manos, se colgaron cintitas de color
y amuletos, encendieron velas y danzaron, pero nada
ocurrió, sus dioses le fallaron. Podés estar seguro: los
falsos dioses siempre van a fallar.

-----------------------------------------------------------------------
“Entonces Elías le dijo a todo el pueblo:

—¡Acérquense!
Así lo hicieron. Como el altar del Señor
estaba en ruinas, Elías lo reparó.
Luego recogió doce piedras,
una por cada tribu descendiente de Jacob,
a quien el Señor le había puesto por nombre Israel.
Con las piedras construyó un altar
en honor del Señor, y alrededor
cavó una zanja en que cabían
quince litros de cereal.
Colocó la leña, descuartizó el buey,
puso los pedazos sobre la leña y dijo:
—Llenen de agua cuatro cántaros, y vacíenlos
sobre el holocausto y la leña.
72
Luego dijo:
—Vuelvan a hacerlo.
Y así lo hicieron.
—¡Háganlo una vez más! —les ordenó.
Y por tercera vez vaciaron los cántaros. El agua
corría alrededor del altar
hasta llenar la zanja” (1 Re 18:30-35).
224 | Elías esperó hasta las tres de la tarde. Él había pla-

neado hacer su holocausto a la hora del sacrificio vesper-
tino. ¡Planificá tu victoria!
225 | “Tres años y medio, el arroyo, los cuervos, la viuda,

el pan, el niño muerto y resucitado...”. Elías recordó toda
su formación y dijo: “¡Ahora es el momento!”. ¡Este es tu
momento!
226 | “Como el altar del Señor estaba en ruinas, Elías lo repa-

ró”. Antes de cada victoria y cada promoción tenés que
tener listo tu altar. Tu vida de adoración tiene que ser
continua. No descuides tu altar, porque es allí donde vas
a ver grandes victorias y milagros maravillosos.
227 | El altar representa tu intimidad con Dios, tu ado-

ración. Prepará tu altar en medio de la prueba, en el
monte más alto, donde sea que estés. En la victoria o en
el fracaso, nunca debe faltar la adoración, tu tiempo de
intimidad con Dios.
228 | Elías reparó el altar. Lo que está roto hay que arre-
glarlo. ¡Arreglá tu altar y caerá fuego del cielo!
73
Bernardo Stamateas
229 | Elías le ordenó al pueblo: “Acérquense”, porque que-

ría que la gente prestara atención. Siempre tenés que es-
tar atento a lo que vas a hacer, observar con detenimiento
e interés es clave para entender el significado.
230 | Las doce piedras con las que Elías construyó el

altar representan las doce tribus de Israel. Durante los
próximos doce meses tenés que levantar un altar de
adoración al Señor. Dale a Dios tu mejor alabanza y em-
pezá a celebrar, porque el fuego que va a caer del cielo
consumirá toda injusticia y traerá revelación, recursos
y proyectos a tu vida.
231 | Elías tomó doce piedras para representar la unidad

de las tribus de Israel. Él estaba al norte, donde había diez
tribus; las otras dos tribus estaban más al sur, pero Elías
las unió simbólicamente. La unión trae el milagro.
232 | “Traigan cuatro cántaros de agua”, ordenó Elías.

¡Pero si no había agua! Elías había guardado celosamen-
te una cantidad del precioso líquido y fue esa agua la
que mandó a traer para empapar el altar. El fuego no
puede bajar mientras tu agua esté guardada. Todo lo que
has atesorado debés llevarlo al altar. Cuando no soltás lo
que has guardado, Dios no suelta lo que Él ha reservado
para vos.
233 | ¿Por qué Elías derramó agua sobre el holocausto?

Él estaba sembrando agua, preparando el próximo mila-
gro. Solo doce cántaros de agua trajeron agua para toda
la región. Dios no se mueve por el valor de tu semilla,
74
sino por lo que es preciado para vos. El valor que Dios le

da a una semilla está basado en el valor que cada uno de
nosotros le pone a esa semilla.
234 | Doce cántaros de agua trajeron un diluvio tiempo

después. Lo que hoy hagas traerá resultados mañana.
235 | “El agua corría alrededor del altar hasta llenar la zanja”.
Dejá que siga corriendo el agua, dejá que sigan hablando
de vos, dejá que tus enemigos hagan lo que quieran, aun
en esa situación, Dios está en control.
236 | El agua, que en ese momento escaseaba, era un

recurso valiosísimo. Esto significa que está dentro de la
estrategia divina, está escrito que a tus enemigos se les
quitará aun lo que no tienen y quedarán literalmente “se-
cos”. Pero eso no es todo, también serán quemados por
completo y degollados. ¡Dios se ocupa de tus enemigos!

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“A la hora del sacrificio vespertino,

el profeta Elías dio un paso adelante y oró así:
«Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel,
que todos sepan hoy que tú eres Dios en Israel,
y que yo soy tu siervo y he hecho todo esto en
obediencia a tu palabra. ¡Respóndeme, Señor,
respóndeme, para que esta gente reconozca que tú,
Señor, eres Dios, y que estás
convirtiendo a ti su corazón!»” (1 Re 18:36-37).
75
Bernardo Stamateas
237 | Elías respetó la hora del sacrificio. A las tres de la

tarde dio un paso adelante y dijo: “Ustedes ya estuvieron
mucho tiempo clamándole a su dios. ¡Ahora me toca a
mí!”. Esta misma declaración es la que debemos hacer
nosotros hoy: ¡ahora nos toca a nosotros!
238 | Elías oró: “Señor que esta gente sepa que Vos sos
Dios y que yo soy tu siervo”. En otras palabras, él es-
taba diciendo: “Señor, vos y yo somos un equipo. Hice
lo que me pediste que hiciera”. El equipo funciona por
obediencia.
239 | En una oración de menos de un minuto Elías trajo

fuego del cielo. A veces es más importante la calidad que
la cantidad.
240 | Elías oró sin histeria, sin gritos, sin girar ni cor-
tarse. En pocas palabras, el profeta le pidió a Dios que
demostrara que Él era el único Dios para que el pueblo
creyera. Tenés que marcar el contraste; si alguien te hu-
milla, decí: “¡Qué honor que se ocupe de mí!” Si hablás
con ira, habrás corrido el eje de la cuestión, te mirarán a
vos y no al problema, por lo tanto, ya no serás eficaz.
241 | Elías estaba rodeado de gente que lo odiaba: Acab,

los profetas y el pueblo. Pero el amor de Elías por la gente
hizo que Dios lo respaldara. ¡El amor todo lo puede!
242 | Elías oró: “Que todos sepan hoy que tú eres Dios en
Israel, y que yo soy tu siervo”. En ese equipo ambos eran
importantes. Dios siempre trabaja en equipo.
76
243 | La petición de Elías duró menos de un minuto,

pero trajo resultados impactantes a nivel nacional y por
muchos años hasta el día de hoy. ¡Nunca subestimes el
poder de la oración sencilla!

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“En ese momento cayó el fuego del Señor y

quemó el holocausto, la leña, las piedras y el suelo,
y hasta lamió el agua de la zanja” (1 Re 18:38).
244 | El fuego que cayó del cielo quemó el holocausto, la

leña, las piedras, y hasta lamió el agua. El buey simboliza
tu carne que ha sido despedazada; la leña representa el
combustible, la pasión; el agua es símbolo de lo que tenés
guardado y también la bendición para muchos; la zanja
representa tu visión, tus sueños. Por su parte, las piedras
hacen alusión a tu individualidad, y al ser doce, también
hablan del trabajo en equipo y representan a tu familia.
El fuego es la certificación. Siempre que hay aceptación
de Dios hay fuego.
245 | A las tres de la tarde, en otro monte, miles de años

después, también hubo un sacrificio: el hijo de Dios car-
gó todo y Su muerte consumió pecados, maldiciones, a
Satanás y al mismo infierno.
246 | Elías le pidió a Dios que mandara fuego para que

encendiera la leña, pero el fuego que cayó quemó la leña,
el holocausto, las piedras y hasta lamió el agua. Dios le
77
Bernardo Stamateas
dio a Elías mucho más de lo que pidió. ¡El Señor va a su-

perar todas tus expectativas!
247 | Cuando Dios responde siempre te da más de lo

que le pediste. Cuando Cristo murió, también Su muerte
lamió con las maldiciones, pecados y enfermedades. Así
también vos tenés que superar tus expectativas.
248 | Elías no buscó la confrontación para ver cuál Dios

era más grande, sino cuál era el único Dios verdadero.
No hay lucha de dioses: ¡hay un solo Dios!
249 | El fuego no vino por un ritual, sino por fe. Tus lo-
gros no vendrán por lo que hagas o dejes de hacer sola-
mente, sino por tu fe; tu fe mueve la mano de Dios.
250 | Siempre que dispongas tu corazón para celebrar

a Dios, los recursos caerán del cielo. Dios siempre traerá
justicia y fiesta cuando estás dispuesto a levantar un altar
de adoración.

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“Cuando todo el pueblo vio esto,

se postró y exclamó:
«¡El Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!»
Luego Elías les ordenó:
—¡Agarren a los profetas de Baal! ¡Que no
escape ninguno!
Tan pronto como los agarraron,
78
Elías hizo que los bajaran al arroyo Quisón,

y allí los ejecutó” (1 Re 18:39-40).
251 | Cuando cayó fuego del cielo el pueblo se postró y

exclamó: “¡El Señor es Dios!”. Cuando cae el verdadero
fuego el pueblo siempre lo reconoce.
252 | Cuando el pueblo vio el fuego del Señor sucedió un

impacto nacional. Había quedado demostrado que Baal
no era el Señor y el pueblo volvió a Dios. ¡La cojera había
sido sanada!
253 | “Cuando todo el pueblo vio esto, se postró”. Lo más im-

portante no fue el fuego sino el pueblo volviendo a Dios.
Ellos fueron convencidos por un impacto de poder. Cuan-
do hay verdadero fuego las personas son quebrantadas.
254 | Elías amaba al pueblo y por eso quería que cono-

cieran a Dios. Esta demostración de poder no fue para él,
Elías no hizo un circo ni quiso demostrar nada personal.
Tenés que pedirle a Dios que haga caer fuego sobre los
tuyos, sobre tus proyectos, en tus finanzas, para que los
demás puedan ver a Dios a través de tu vida.
255 | Elías dijo: “¡No dejen que escape ninguno de los

profetas!”. Todo aquello que te oprimió, que te lastimó,
que te maltrató y te hizo perder el tiempo durante años
será decapitado para siempre.

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79
Bernardo Stamateas
“Entonces Elías le dijo a Acab:

—Anda a tu casa,
y come y bebe,
porque ya se oye el ruido
de un torrentoso aguacero” (1 Re 18:41).
256 | Todavía no se veía ni una sola nube en el cielo, pero

Elías aseguró: “Se oye el ruido de un tormentoso aguacero”.
Fe es ver lo que no se ve. Tenés que creer antes de verlo.
Lo que no ha sucedido en más de tres años empezará a
ocurrir y cancelará en un minuto todo lo que durante
tanto tiempo te estuvo atormentando.
257 | Elías vio por fe que había llegado el tiempo de una

gran lluvia. “Dime tu sequía y te diré tu lluvia”. Si sufrías
de sequía en las finanzas, en la salud, en los afectos, aho-
ra llega tu tiempo de sanidad, de salud y prosperidad.
¡Se viene una gran lluvia del Señor sobre tu vida!
258 | Elías dijo que llovería cuando no había ni una nube

a la vista. Cuando no tenés nada es el mejor momento de
hablar y celebrar.
259 | La lluvia iba a llenar la tierra. Algunas personas

son especialistas en llenar de maldición, amargura y
chisme los lugares a donde van. Fijate bien con qué llenas
tu tierra, porque deberás vivir con eso.

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80
“Acab se fue a comer y beber,

pero Elías subió
a la cumbre del Carmelo,
se inclinó hasta el suelo y
puso el rostro
entre las rodillas” (1 Re 18:42).
260 | Elías sabía que una vez que el culto oficial a Baal
fuera derrotado, el propósito de la sequía se habría cum-
plido. A partir de ese momento, Elías y Acab irían a ha-
cer lo que cada uno deseaba. Elías se fue a orar, Acab, a
comer. La gente espiritual busca a Dios, la gente natural
busca comida.
261 | Elías había movido la mano de Dios y el Señor ha-

bía hecho caer fuego del cielo. ¡Aquel sí que había sido un
día de victoria para Elías! Sin embargo, él no se conformó
y subió un poco más buscando otra victoria: la lluvia. “Si
cayó fuego, ahora voy por la lluvia”, dijo el profeta. Tenés
que ir por más, no te conformes con el fuego, ¡siempre
hay más de Dios para Sus hijos!
262 | Elías no esperó que el pueblo lo felicitara por lo

que había hecho, sino que se fue a un monte más alto. No
busques el aplauso, la mirada social o las felicitaciones,
¡seguí subiendo, seguí creciendo!
263 | Elías subió a la cima del Carmelo, se inclinó, puso

su rostro entre las rodillas y tocó la tierra. Lo que toques
será bendecido.
81
Bernardo Stamateas
264 | Al estar inclinado con la cabeza entre las piernas,

Elías estaba tapando sus oídos. Elías se aisló del exterior
para escuchar su interior. Tomar distancia del “afuera”
nos permite escuchar nuestro “adentro”.

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“—Ve y mira hacia el mar —le ordenó a su criado.

El criado fue y miró, y dijo:
—No se ve nada.
Siete veces le ordenó Elías que fuera a ver,
y la séptima vez el criado le informó:
—Desde el mar viene subiendo una nube.
Es tan pequeña como una mano.
Entonces Elías le ordenó:
—Ve y dile a Acab: ‘Engancha el carro y vete
antes de que la lluvia te detenga’” (1 Re 18:43-44).
265 | Elías mandó al criado siete veces: “Ve y mira hacia el

mar”. Elías simboliza a la fe; él buscaba resultados. Si orás
es porque esperás que pasen cosas, porque de eso se trata
la fe, de resultados. Siete veces Dios le dijo que no, pero
Elías siguió orando. ¡No abandones tu lluvia! Tu alegría
y motivación tienen que ser tan grandes como la lluvia
que estás esperando.
266 | “Desde el mar viene subiendo una nube pequeña como

una mano”, le dijo finalmente el criado a Elías. No nece-
sitás ver el milagro completo, una nubecita es suficiente
para que empieces a celebrar.
82
267 | Una nube diminuta como la mano es una señal pe-

queña de que se viene una gran bendición. Para mues-
tra basta un botón; sin embargo, hay ocasiones en que
se nos hace difícil ver las cosas pequeñas y pensar en
abundancia. Tenés que saber que las pequeñas cosas se
convierten rápidamente en grandes bendiciones cuan-
do Dios está en ellas. ¡Las pequeñas señales tienen que
ser suficientes!
268 | Dicen que el criado era el joven resucitado (el hijo

de la viuda). Para ver si llovía él tenía que ascender entre
doce y dieciocho metros, de esa forma podía ver bien el
Mediterráneo. El joven buscó activamente resultados. Si
querés ver resultados, tenés que moverte. ¡Seguí subien-
do, seguí intentándolo, seguí creciendo!
269 | “Veo una nube pequeña como una mano”, dijo el

criado. Él vio la nube, pero Elías vio la lluvia. En lo que
otros ven cosas pequeñas, vos vas a ver cosas grandes.
El Señor ampliará tu visión, ¡vas a ver lo grande de Dios!
270 | El criado de Elías había visto el fuego, la nube y la

lluvia, se había esforzado en ir siete veces a ver si llovía.
No quedan dudas de que era un hombre leal, pero en
Berseba abandonó a Elías (1 Re 19:3) Podés ver grandes
milagros, pero eso no te salva ni te exime de nada. ¡Tenés
que seguir creciendo!
271 | La séptima vez que el criado subió, pudo ver la

nube. La séptima oración fue la oración obstinadamente
persistente. Era como si Elías no aceptara un “no” por
83
Bernardo Stamateas
respuesta, porque confiaba en que la voluntad de Dios

era enviar la lluvia. Obstinadamente, Elías fomentó la
voluntad de Dios con su oración constante. Obstinación
y oración van de la mano.
272 | La nube que vio el criado de Elías era pequeña

como una mano, pero era solo el anticipo de una gran
tormenta. Es posible que estés orando por un gran traba-
jo o una gran oportunidad, pero lo que estás viendo no
parece ser lo que querés. Tranquilo, aunque ahora solo
veas algo pequeño, esa nube diminuta se transformará
en una gran lluvia y ese gran trabajo, esa gran oportuni-
dad, llegarán por fin a tu vida.
273 | El criado de Elías repetía cada vez: “No se ve nada”,

pero Elías sabía que no era así. No te dejes influir por los
que no comparten tu visión. No te dejes llevar por los
que no están en tu misma sintonía espiritual.
274 | Elías oró una vez para que cayera fuego, tres veces
para resucitar un muerto y siete para que lloviese. Él sa-
bía que no había un número ungido, sino que se trataba
de perseverar. Seguí adelante hasta que suceda, conti-
nuá orando, ¡cada bendición tiene un número diferente
de golpes!
275 | La oración ferviente del justo trae resultados.
276 | Lo pequeño en la vida de Elías siempre trajo grandes

resultados.
84
277 | Elías le ordenó a Acab que preparara su carro y

descendiera para que la lluvia no lo detuviera. Esta fue
una palabra de fe de Elías a Acab basada únicamente en
el avistamiento de una nube pequeña como la mano de
un hombre. Él sabía que un torrentoso aguacero estaba
en camino.

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“Las nubes fueron oscureciendo el cielo;

luego se levantó el viento
y se desató una fuerte lluvia.
Pero Acab se fue en su carro hacia Jezrel.
Entonces el poder del Señor vino sobre Elías,
quien ajustándose el manto con el cinturón,
echó a correr y llegó a Jezrel
antes que Acab” (1 Re 18:45-46).
278 | Elías corrió y llegó primero, antes que Acab. Du-

rante años, por pensar que todo es malo, los cristianos
llegamos tarde a muchas cosas (inventos como el avión,
el cine, la radio, la TV, internet, la música, etc.). Es hora
de que comencemos a marcar tendencia. Cortemos con
esa mentalidad y empecemos a movernos con velocidad
profética, a crecer más y más. Tenemos que ser los prime-
ros en oír la lluvia, en pedirla, en avisarle a los demás que
se preparen y en empezar a correr. ¡Ni con caballos nos
podrán ganar! ¡Ahora nos toca a nosotros ser primeros
en todo!
85
Bernardo Stamateas
279 | El primero que vio la nube fue el criado, pero el que

vio la lluvia fue Elías. Vos tenés que ser el primero en ver
las cosas, el primero que llegue corriendo. ¡Tenés que ser
un adelantado, un visionario!
280 | Elías corrió, no cojeaba. Él le había preguntado al

pueblo “¿Hasta cuándo van a seguir indecisos, hasta
cuándo van a cojear?” (v. 21). Los profetas de Baal tenían
los dos pies puestos del lado de Baal (dos pies cortos).
Acab tenía dos pies cortos y de vez en cuando uno puesto
en Dios. El pueblo tenía un pie corto y uno largo. Abdías
dos pies en Dios y cada tanto uno en Baal. En cambio
Elías tenía los dos pies puestos en el Reino, ¡por eso él
podía correr! Tenés que estar comprometido con el Reino
para que todo lo que hagas te salga bien y rápido.
281 | Elías atravesó catorce millas (más de veintidós

kilómetros) de campo corriendo. ¡Dios te dará fuerzas
sobrenaturales!

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86
1 Reyes
19
VISIÓN PANORÁMICA
Enfurecida con Elías por haber decapitado a los cuatrocien-
tos cincuenta profetas de Baal, Jezabel juró hacerle lo mismo
al profeta. Elías emprendió la huída hacia el desierto de Judá.
Allí Dios le mandó un ángel que lo alimentó y fortaleció para
un viaje de cuarenta días hasta Horeb. Una vez allí, el profeta
se refugió en una cueva. Allí Dios se le manifestó a Elías y le
habló en un suave murmullo. El Señor le dio a Elías una última
misión: ungir a dos reyes y a un profeta. Cuando Elías salió de
la cueva y comenzó a caminar se encontró con Eliseo, a quien
ungió como profeta. A partir de este momento, Eliseo ya no se
separaría más de Elías.
“Acab le contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho,

y cómo había matado a todos los profetas
a filo de espada. Entonces Jezabel envió un
mensajero a que le dijera a Elías:
«¡Que los dioses me castiguen sin piedad
si mañana a esta hora no te he quitado la vida
como tú se la quitaste a ellos!»” (1 Re 19:1-2).
87
Bernardo Stamateas
282 | Acab y Jezabel representan la alianza satánica, la

gente mala que se une en contra de los “Elías”, en con-
tra de la iglesia. Así como Pilatos y su gente se unieron
para matar a Jesús, así los malos se unen para destruir
lo bueno.
283 | “¡Que los dioses me castiguen a mí hasta matarme

si para mañana a esta hora Elías no está muerto!”, había
dicho Jezabel. Lo cierto es que no solo no pudo matar a
Elías, sino que tampoco los dioses la mataron a ella. ¡Una
prueba más de que el enemigo no tiene poder!
284 | La malvada Jezabel quiso atemorizar a Elías di-

ciendo que lo mataría. El enemigo te mentirá y susurrará
a tu oído: “No me podés vencer, nunca escaparás de mí”.
¡No le creas!

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“Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo.

Cuando llegó a Berseba de Judá, dejó allí
a su criado y caminó todo un día por el desierto.
Llegó adonde había un arbusto, y se sentó
a su sombra con ganas de morirse.
«¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame
la vida, pues no soy mejor
que mis antepasados.»” (1 Re 19:3-4).
285 | Mientras que en los Capítulos 17 y 18 vemos a un

Elías fuerte en el poder de Dios y moviéndose guiado
88
por La Palabra y la oración, aquí encontramos a un Elías

débil por confiar en sí mismo y en sus propias tácticas o
soluciones. Por otro lado, durante esos capítulos Elías mi-
nistraba a las demás personas, ahora ponía su atención
solo en sí mismo. Que ayer hayamos caminado con poder
no significa que hoy lo sigamos haciendo. ¡Tenemos que
estar atentos!
286 | Elías había entrado a la casa de la viuda y le ha-

bía multiplicado las finanzas, luego resucitó un muerto,
seguidamente desafió a cuatrocientos cincuenta falsos
profetas e hizo que Dios mandara fuego del cielo. Des-
pués hizo decapitar a todos los brujos, y Dios escuchó su
oración y mandó lluvia a toda la región. ¿Cómo es po-
sible que un hombre que había tenido tantas victorias
se asustara y huyera para esconderse en una cueva? La
respuesta es simple: Elías estaba agotado. Muchas veces
el estrés nos lleva a tomar decisiones equivocadas que
terminan frustrándonos y debilitando nuestras fuerzas.
287 | La Palabra afirma que Elías tuvo miedo. David ha-

bía peleado contra el oso y el león, y luego enfrentó y
venció al gigante Goliat; pero Elías no había entendido
que las victorias pasadas lo habían preparado para pe-
lear contra su gigante actual, Jezabel. No tengas miedo
a los desafíos de hoy, ¡Dios ya te ha entrenado con las
victorias del ayer!
288 | “Quítame la vida”, le había pedido Elías a Dios. El

profeta tenía depresión y ya no quería continuar, pero
el Señor lo ayudaría a salir de ese estado.
89
Bernardo Stamateas
La depresión puede atacar a cualquiera de nosotros. La

única persona que ha vivido totalmente libre del desa-
liento fue Jesús. La Palabra lo dice en Isaías 42:4: “El siervo
del Señor no vacilará ni se desanimará hasta implantar la justi-
cia en la tierra”. ¡En Cristo hay esperanza y no desánimo!

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“Luego se acostó debajo del arbusto

y se quedó dormido.
De repente, un ángel lo tocó y le dijo:
«Levántate y come.» Elías miró a su alrededor,
y vio a su cabecera un panecillo cocido
sobre carbones calientes, y un jarro de agua.
Comió y bebió, y volvió a acostarse.
El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo:
«Levántate y come, porque te espera un largo viaje.»
Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido
por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta
noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios.
Allí pasó la noche en una cueva.
Más tarde, la palabra del Señor vino a él.
—¿Qué haces aquí, Elías? —le preguntó.
—Me consume mi amor por ti, Señor Dios
Todopoderoso —respondió él—. Los israelitas han
rechazado tu pacto, han derribado tus altares,
y a tus profetas los han matado a filo de espada.
Yo soy el único que ha quedado con vida,
¡y ahora quieren matarme a mí también!
El Señor le ordenó:
90
—Sal y preséntate ante mí en la montaña,

porque estoy a punto de pasar por allí.
Como heraldo del Señor vino un viento recio,
tan violento que partió las montañas
e hizo añicos las rocas;
pero el Señor no estaba en el viento.
Al viento lo siguió un terremoto, pero el Señor
tampoco estaba en el terremoto.
Tras el terremoto vino un fuego,
pero el Señor tampoco estaba en el fuego.
Y después del fuego vino
un suave murmullo” (1 Re 19:5-12).
289 | “Luego se acostó (…) y se quedó dormido”. Dios le dio

tiempo a Elías para descansar y dormir, de modo que se
recuperara de su agotamiento físico. Todos necesitamos
un lugar de descanso.
290 | Un ángel lo tocó y le dijo: “Levántate y come”. El Se-

ñor no solo le dio tiempo a Elías para que descansara y
cobrara ánimo, sino que también envió a su ángel para
que lo alimentase. En el lugar del descanso siempre ha-
brá un ángel para reconfortarte.
291 | El original en hebreo dice que Elías “vio junto a su

cabeza un pan subcinericio”. El término “subcinericio”
significa “cocido bajo cenizas”. El pan representa las
promesas de Dios que te alimentan y las cenizas sim-
bolizan tus lágrimas, todo el esfuerzo que venís ha-
ciendo. Cuando Elías estaba en el arroyo de Querit, los
cuervos le traían pan. Ese pan no había sido cocido aún
91
Bernardo Stamateas
sobre cenizas. Asimismo, nosotros también comemos

dos tipos de pan, uno sobre alegrías y otro en medio del
dolor. ¡Las promesas de Dios siempre deben ser nuestro
alimento!
292 | Una vez fortalecido con el pan que Dios le había

mandado por medio del ángel, el profeta pudo caminar
cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar a Horeb.
¡Cuando Dios te alimenta, lo hace en serio!
293 | Una vez que se hubo recuperado, Elías se dirigió

a Horeb, el monte de Dios. Aquel monte era un lugar de
encuentro: allí Aarón se encontró con Moisés (Ex 4:27)
y Jetro, el suegro de Moisés, también lo encontró en ese
monte (Ex 18:5). Es bueno tener cerca algo o alguien que
en el pasado Dios haya usado poderosamente.
294 | “Más tarde, la palabra del Señor vino a Él”. La palabra

de Dios siempre te levanta y fortalece tu corazón abatido.
La Biblia es inspiración infalible.
295 | “Vino un suave murmullo” y Dios le habló a Elías.

Cuando escuchamos la voz de Dios en el silencio de
nuestro interior, todo está bien.

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“Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto

y, saliendo, se puso a la entrada de la cueva.
Entonces oyó una voz que le dijo:
92
—¿Qué haces aquí, Elías?

Él respondió:
—Me consume mi amor por ti, Señor, Dios
Todopoderoso. Los israelitas han rechazado tu pacto,
han derribado tus altares, y a tus profetas los han
matado a filo de espada. Yo soy el único que
ha quedado con vida, ¡y ahora quieren
matarme a mí también!” (1 Re 19:13-14).
296 | Elías se cubrió el rostro con el manto. El manto re-

presenta la unción. La unción tiene que proteger nuestra
mente y nuestros pensamientos; es lo que nos mantiene
en el eje, lo que nos da ideas de oro para seguir adelante.
El manto no solo es para abrir mares, sino también para
cubrir el resto.

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“El Señor le dijo:

—Regresa por el mismo camino, y ve al desierto
de Damasco. Cuando llegues allá, unge a Jazael como
rey de Siria, y a Jehú hijo de Nimsi como rey de Israel;
unge también a Eliseo hijo de Safat, de Abel Mejolá,
para que te suceda como profeta” (1 Re 19:15-16).
297 | El Señor le habló a Elías y le indicó las tareas que

tenía que hacer. El trabajo es terapéutico.
298 | El Señor le encomendó a Elías tres tareas: ungir

a Jazael como rey de Siria, a Jehú como rey de Israel y a
93
Bernardo Stamateas
Eliseo para que lo sucediera como profeta. Sin embar-

go, Elías cumple en primer término la última de estas
asignaciones. En varios pasajes del Nuevo Testamento
Jesús comenta que el orden de Dios no es necesariamente
el orden natural de hacer las cosas: “En efecto, hay últimos
que serán primeros, y primeros que serán últimos” (Lc 13:30).
299 | La última tarea de la lista fue la primera en ser

completada. Tal vez el llamamiento de Eliseo y la unción
eran mucho más importante para Dios que las cuestio-
nes meramente políticas.
300 | El rey de Siria representa el ensanchamiento de

tu territorio; por primera vez Elías tocaría otra tierra.
Dios está organizando todo para que rompas tus límites
geográficos.
301 | Los sirios nunca habían dejado que un israelita les

dijera quién debía ser su jefe. Dios le estaba dando a Elías
una tarea difícil. El Señor siempre nos manda a lugares
donde en principio no nos dejarán hacer lo que Él nos
pidió, pero al final lo lograremos.
302 | Cruzar por el desierto de Damasco significaba que

Elías tendría que cruzar por territorio de Jezabel. En ese
lugar estaría Eliseo esperando. Cuando enfrentes lo que
te da temor, entonces eso dejará de resultarte peligroso.
303 | En su peor momento, Dios le dio a Elías dos cosas:

nuevas promesas y un compañero. En tu peor momento
94
Dios traerá nuevas promesas que te levantarán y gente

de oro que te acompañará. ¡No caminarás más solo!
304 | Jehú reemplazaría a Jezabel. Jehú representa todo

lo bueno que reemplazará a Jezabel, es decir, a aquello
que fue un dolor, una debilidad sobre tu vida. Si tu de-
bilidad fue la timidez, Dios te hará poderoso en palabra.
Si tu debilidad fue la enfermedad, Él te dará el don de
sanidad y fortaleza física. ¡Dime cuál es tu Jezabel y te
diré cuál es tu Jehú!
305 | La versión RVR1960 de La Biblia dice: “Ungirás

a Eliseo para que sea profeta en tu lugar”. En el original en
hebreo, la frase “en tu lugar” se traduce como “debajo
de”. Solo cuando estás bajo autoridad podés tener
autoridad.
306 | “Unge a Eliseo (...) para que te suceda como profeta”, le

dijo Dios a Elías. Pasarás de ser profeta a ser padre de
profetas, formador de otras personas.
307 | Dios sabía que Elías necesitaba a un compañero

como Eliseo para que nunca más se desanimara. Por
cierto, Eliseo se haría cargo de las otras dos tareas en-
comendadas por Dios a Elías. De todos modos, el viejo
profeta se lleva el crédito espiritual cuando su protegido
más joven realiza un buen trabajo.

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95
Bernardo Stamateas
“Jehú dará muerte a cualquiera que escape

de la espada de Jazael, y Eliseo dará muerte
a cualquiera que escape de la espada de Jehú.
Sin embargo, yo preservaré a siete mil israelitas
que no se han arrodillado ante Baal
ni lo han besado” (1 Re 19:17-18).
308 | “Yo preservaré a siete mil israelitas”, dijo Dios. Esos

siete mil representan cuando Dios te “esconde” en tu
trabajo, en la escuela, en la facultad, etc. como un agente
de luz. La excusa es el trabajo o la universidad, pero el
verdadero propósito es llevar la luz del Señor. ¡Tenés que
ser uno de esos siete mil!
309 | Los siete mil israelitas que Dios preservaría serían

aquellos que no se habían arrodillado ante Baal ni lo ha-
bían besado; en otras palabras, Dios se estaba refiriendo
a personas que no habían tenido intimidad ni romance
con lo malo. Tu boca debe ser pura, tenés que hablar
palabras de fe.

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“Elías salió de allí y encontró a Eliseo

hijo de Safat, que estaba arando.
Había doce yuntas de bueyes en fila,
y él mismo conducía la última.
Elías pasó junto a Eliseo y arrojó
su manto sobre él” (1 Re 19:19).
96
310 | “Eliseo” significa “mi Dios es salvación”. Elías

simboliza a Jesús; Eliseo, a la iglesia. Vos y yo haremos
cosas aun más grandes que las que Jesús hizo, haremos
el doble.
311 | Elías nunca ungió a Jazael ni a Jehú, pero Eliseo sí

lo hizo. Nuestros descendientes espirituales harán ma-
yores cosas que las que nosotros hicimos.
312 | Eliseo representa a los creyentes que cierran las

puertas abiertas del pasado y hacen aquellas cosas que
los “Elías” dejaron de hacer.
313 | Eliseo haría las dos tareas que Dios le había asig-
nado al viejo profeta Elías: ungir al rey de Siria y al rey
de Israel. Un nuevo discípulo siempre tiene que ser de-
safiado de entrada a cosas grandes.
314 | “Safat” era el nombre del padre de Eliseo y sig-

nifica “juez”. Eliseo creció en un hogar donde los lí-
mites fueron claros; él aprendió qué estaba bien y qué
no. Los límites no limitan, sino que liberan el potencial
que está dentro de nosotros. Saber decir “sí” y “no” nos
ayuda a elegir.
315 | Elías salió y halló a Eliseo. Dios establece conexio-

nes de oro. En el diario caminar hay “Eliseos” esperan-
do que un “Elías” los active, aguardando para recibir
el manto. Hay dos generaciones, representadas por un
viejo y un joven, que sirven juntas.
97
Bernardo Stamateas
316 | A veces Dios arregla encuentros poderosos: Pablo

y Bernabé, Pedro y Juan, Aquila y Priscila, Moisés y Aa-
rón, Juan el Bautista y Jesús, Pablo y Onésimo. Él también
ordena coincidencias negativas como la de Pilato y He-
rodes. El Señor sabe cómo hacer que nuestros caminos
se crucen con los de las personas que Él quiere usar en
nuestras vidas.
317 | Eliseo estaba arando cuando Elías lo encontró.

Moisés apacentaba el rebaño de su suegro, David esta-
ba cuidando las ovejas de su padre, Pedro era pescador,
Pablo hacía tiendas, Jesús era carpintero. Dios siempre
llama al que está trabajando, porque el que es laborioso
en lo natural, también lo será en lo espiritual.
318 | Eliseo estaba arando con doce yuntas de bueyes y

él conducía la última. El número doce representa la uni-
dad y el gobierno. Eliseo ya sabía trabajar en equipo, algo
que Elías no sabía. Buscá gente distinta a vos que tenga
el don que te falta.
319 | Las doce yuntas de bueyes indican que segura-

mente la familia de Eliseo era bastante rica. Eliseo pudo
haber sido criado en circunstancias muy confortables,
condición muy diferente a la que viviría junto a Elías a
partir de su llamado. Sin embargo, la riqueza y el confort
no impidieron que el joven profeta aceptara de buen gra-
do su llamado.
320 | Eliseo era rico; él había encontrado primero la pros-

peridad y luego el llamado. No todos los que encuentran
98
al Señor vienen de un pozo profundo. Dios también lla-

ma a gente que no tiene ningún problema para unirse en
la aventura de la fe. Se puede tener dinero, ser exitoso y
servir al Señor.
321 | Eliseo araba con doce yuntas de bueyes delante de

él. El joven profeta se encontraba último en la línea, co-
miendo el polvo de todas las yuntas. Sin embargo, Eliseo
se mantuvo fiel a su trabajo, arando hasta el atardecer.
Dios premia la humildad.
322 | “Arar” implica un trabajo duro no apto para ha-

raganes. Proverbios 20:4 afirma que “el perezoso no labra
la tierra en otoño; en tiempo de cosecha buscará y no hallará”.
323 | En Lucas 9:62 el Señor Jesús utiliza una metáfora en

relación con el arado para enseñarnos claramente que
el que inicia una tarea la debe terminar: “Nadie que mire
atrás después de poner la mano en el arado es apto para el reino
de Dios”.
324 | Bíblicamente, el arado también hace referencia a la

intimidad: Sansón acusó a sus enemigos diciendo de su
mujer: “Si no hubieran arado con mi ternera, no habrían re-
suelto mi adivinanza” (Jueces 14:18). Hay que tener mucho
cuidado con quién tenemos intimidad.
325 | Arar es también una imagen bíblica de juicio y

devastación: “Miqueas de Moréset había profetizado a todo
el pueblo de Judá: «Así dice el Señor Todopoderoso: ‘Sión
será arada como un campo, Jerusalén quedará en ruinas, y la
99
Bernardo Stamateas
montaña del templo se volverá un bosque’»” (Jeremías 26:18).

¡Dios traerá juicio!
326 | Elías pasó junto a Eliseo y rápidamente el joven

profeta dejó todo para seguirlo. La mera presencia del
poder del Espíritu Santo sobre él impulsó a Eliseo ha-
cia Dios. Años después de su muerte, unos israelitas
tiraron un cadáver en la tumba de Eliseo. Apenas el
cuerpo tocó los huesos del profeta, el hombre recobró
la vida (2 Reyes 13:21). Hay un poder impactante en el
espíritu de un verdadero hombre de Dios que camina
con el Señor y estudia Su Palabra. Tu mera presencia
tiene influencia.
327 | La versión literal en hebreo del Antiguo Testa-

mento utiliza cuatro expresiones diferentes para la pa-
labra “manto”: (1) “semiykah”, que significa “covertor”,
una manta diseñada para mantener a alguien calien-
te (Jue 4:18); (2) “maatepheh”, vestimenta para cubrir el
cuerpo que usaban las niñas judías (Is 3:22); (3) “meil”,
que era una túnica o abrigo como el que usaba Esdras
(Esdras 9:03); y (4) “addereth”, el manto que Elías arroja
sobre Eliseo y que significa “gloria”, “esplendor” o “mag-
nificencia”. El manto de Elías era muy diferente a cual-
quier otro manto, incluso gramaticalmente.
328 | “Elías pasó junto a Eliseo y arrojó su manto sobre él”. El

manto era una capa de piel de camello que se usaba so-
bre una túnica común. El manto era considerado como
parte de la persona que lo vestía y representaba su auto-
ridad. La palabra “manto” significa “gloria”. Elías arrojó
100
sobre Eliseo su manto simbolizando la capa de gloria

que caería sobre Eliseo.
329 | Elías arrojó su manto sobre Eliseo y la gloria de

Dios cayó sobre él. Será esa misma gloria la que Eliseo
usará luego, con éxito, toda su vida.
330 | El manto también representa la experiencia. La

gloria de la juventud es la fuerza y la de la vejez, la expe-
riencia. El manto tiene que ser arrojado sobre nosotros
de jóvenes.
331 | Elías arrojó su manto sobre Eliseo, pero a él nadie

le había dejado su manto. Elías tuvo que hacer su manto,
mientras que Eliseo solo lo recibió. El líder que abre ca-
minos construye mantos para dejarles a sus discípulos.
332 | Elías no le dijo nada a Eliseo, simplemente le arrojó

el manto. Elías tenía la unción “silenciosa”; en el silbo
apacible él llevaría a Dios a otros.
333 | Elías le echó el manto a Eliseo y siguió caminando.

No hacían falta las palabras, el lenguaje del Espíritu es-
taba operando ya.
334 | Eliseo tenía las características de un buen líder y

esto se puede observar en su trabajo: tenía un carácter
firme y su mirada puesta en la meta. No les tenía miedo a
los animales y estaba dispuesto a embarrarse; era un tra-
bajador esforzado que sabía manejarse en equipo. Eliseo
amaba sembrar y ver la cosecha.
101
Bernardo Stamateas
335 | El manto no es para tenerlo en un cuadrito o en una

foto, es para usarlo y para “echarlo”, para darlo.
336 | El profeta usó su manto para correr delante de

Acab (1 Re 18:46), para cubrirse el rostro (mente y pen-
samiento) cuando estaba en la cuerva (1 Re 19:13) y para
ponerlo sobre los hombros de su discípulo Eliseo.
337 | Elías, un hombre pobre, echó el manto sobre Eliseo,

un hombre rico, y se unió a él. Un solitario puede unirse a
alguien que trabaja en equipo, uno sin padres a uno con
familia numerosa. La unción une todas las cosas y llama
a todos.
338 | “Elías salió de allí…”, él no esperó a Eliseo, sino que

se puso en acción. No esperes que llegue la persona co-
rrecta, tenés que tomar la iniciativa y buscar a quienes
impartirle la unción.
339 | Eliseo araba su tierra con doce yuntas de bueyes.

La tierra se araba con una yunta de bueyes; si era dura,
se araba con dos yuntas y si era una tierra especialmen-
te difícil, con tres. ¡Nadie araba con cuatro yuntas de
bueyes! Pero Eliseo usaba doce. Él estaba absolutamente
decidido a abrir la tierra.
340 | Las doce yuntas significan “gobierno”. Si Dios go-

bierna tu mundo natural, también gobierna tu mundo
espiritual.

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102
“Entonces Eliseo dejó sus bueyes

y corrió tras Elías.
—Permítame usted despedirme de mi padre y
de mi madre con un beso —dijo él—,
y luego lo seguiré.
—Anda, ve —respondió Elías—.
Yo no te lo voy a impedir” (1 Re 19:20).
341 | Cuando el manto cayó sobre Eliseo, al instante él

dejó lo que estaba haciendo, se despidió de sus padres y
se dispuso a seguir a Elías. Solo la gloria puede llamarte
y hacer que dejes todo por el Señor. No es tu deseo de ser
prosperado o de tener fama lo que te mueve. Lo único
que nos motiva y empuja a servir a Dios es que hemos
conocido Su gloria.
342 | “Eliseo dejó sus bueyes”. Podés dejar algo y “ano-

tarlo” en el libro de cuentas emocionales para que te lo
retribuyan en algún momento, o podés renunciar, dejar-
lo sencillamente por amor. Esto fue lo que hicieron los
discípulos de Jesús en Lucas 5:11. Nunca hagas reproches
de que dejaste tal o cual cosa por Dios. Si vas a dejar algo,
hacelo por renuncia y no por sacrificio.
343 | “Eliseo dejó sus bueyes y corrió tras Elías”. Eliseo no

perdió tiempo, no se quedó pensando, sino que respon-
dió al instante. Cuando una oportunidad llegue a tu
vida, no dudes, actuá rápidamente.
344 | “Permítame usted despedirme…”, dijo Eliseo. Él en-

tendía lo que era moverse bajo autoridad y por eso le
103
Bernardo Stamateas
pidió permiso a Elías para ir a despedirse de sus padres.

Saber estar bajo autoridad habla de un carácter que sabe
decir: “Por favor”. Respetar la autoridad es clave para
duplicar los milagros.
345 | Tené siempre presente que no se puede estar bien

con Dios y mal con el mentor.
346 | Los padres representan nuestra mentalidad. No

podemos tener un nuevo padre, es decir una nueva
mentalidad, si no dejamos los viejos padres, nuestra vie-
ja mentalidad. Dios le dijo a Abraham: “Vete de tu tierra y
de tu parentela, y de la casa de tu padre”; Jesús, por su parte,
lo dijo de esta manera: “Nadie echa vino nuevo en odres
viejos”. El Señor no puede llevarte a una nueva tierra con
tu vieja mentalidad.
347 | Eliseo mantenía una buena relación con sus pa-

dres, ya que no salió corriendo ni los abandonó. Servir a
Dios y mantener buenos vínculos con nuestra familia de
origen es clave para el éxito. No podemos hacer milagros
para las multitudes de afuera cuando nuestros afectos
más cercanos nos detestan.
348 | Eliseo fue a darle un beso a sus padres. Siempre

que cierres una puerta “vieja”, hacelo con paz, tal vez
mañana necesites volver.
349 | “Yo no te lo voy a impedir”, le contestó Elías a Eliseo

cuando este le pidió permiso para despedirse de sus pa-
dres. Elías le estaba diciendo: “Yo no tengo nada que ver,
104
¡es Dios quien te llama!”. Desde el primer momento tenés

que tener en claro quién te entregó el manto. Si bien es
bueno tener un mentor, es necesario que siempre recuer-
des que es Dios quien te ha llamado.
350 | Eliseo no se esperaba que Elías le contestara de una

manera tan frontal y directa. Es interesante notar que
varias veces a lo largo de la vida lo trató así. Si asumís tu
lugar de líder no es porque “te obligaron”, sino porque
así lo decidiste.

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“Eliseo lo dejó y regresó. Tomó su yunta de bueyes

y los sacrificó. Quemando la madera
de la yunta, asó la carne
y se la dio al pueblo, y ellos comieron.
Luego partió para seguir a Elías y
se puso a su servicio” (1 Re 19:21).
351 | En el monte Carmelo Elías había sacrificado un

buey. Ahora, Eliseo sacrificó una yunta de bueyes. En
aquel tiempo se hacían distintos sacrificios: los pobres
ofrendaban la sangre de una paloma, la gente común
ofrendaba un cordero y el sacrificio más costoso era un
buey. A Dios no le interesa cuánto tenés, pero a Él le gus-
ta que le entregues todo.
352 | Eliseo asó la carne de los bueyes que había sacrifi-

cado y le dio de comer al pueblo. Cada vez que des algo
105
Bernardo Stamateas
a Dios en adoración, hacelo con alegría y generosidad.

¡Adorar al Señor tiene que ser una fiesta!
353 | Eliseo quemó hasta la madera de la yunta. No po-

dés volver atrás. Si lo seguís a Él, tenés que “quemar las
naves”. ¡Eso es determinación!
354 | Eliseo sacrificó su yunta de bueyes. Esos bueyes

dados en sacrificio representan tu pasado. Tenés que
ofrendar tu pasado, cerrarlo, para poder construir en el
presente y dar nuevos pasos.
355 | Con los bueyes que sacrificó, Eliseo dio de comer al

pueblo. Eso fue una acción profética de lo que haría toda
su vida: dar de comer a otros. La viuda le dio a Elías un
poco de pan, y comió ella también. Eliseo dio una yunta
de bueyes y dio de comer a multitudes durante más de
sesenta años.
356 | Eliseo no fue selectivo; él no dijo: “Mi llamado es

dar de comer a tal o cual grupo de personas”, Él alimentó
al pueblo entero, sin distinciones ni límites. Ese era el mi-
nisterio al que Dios lo había llamado. Rompé tus límites,
¡alimentá a todos con tus dones!
357 | “Asó la carne y se la dio de comer al pueblo”. Eliseo no

le dio leche al pueblo, le dio carne. La leche es el alimento
más básico, pero la carne es un alimento sólido y comple-
to. La carne simboliza la revelación poderosa de Dios. Es-
forzate para que tu ministración sea dar alimento sólido.
106
358 | La versión RVR1960 de La Biblia dice que des-

pués de darle de comer al pueblo, Eliseo “se levantó y fue
tras Elías”. Eliseo se puso de pie y una vez que empezó
a servir, nunca más dejó de hacerlo. Ha llegado el tiempo
de ponerte de pie y entrar en acción. ¡Ya no podés que-
darte solo en palabras!
359 | El que sirve es el que da, y el que da es el que tiene;

por eso, el que sirve es siempre más grande que el servido.
Eliseo pasó diez años sirviéndolo a Elías, eso es lealtad.
360 | Eliseo tuvo en claro de entrada cuál sería su traba-

jo: servir. El servicio es la plataforma primera sobre don-
de se construyen los milagros. No pretendas empezar
con milagros, tu base debe ser el trabajo.
361 | Elías fue llamado en el peor momento; Eliseo, en

el mejor. Había lluvia, trabajo, comida y hasta cultural-
mente todo estaba bien. Dios no viene solo en los malos
momentos, incluso en los buenos momentos Él viene con
bendiciones aun mejores.

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107
1 Reyes
20
VISIÓN PANORÁMICA
Este capítulo narra cómo Ben Adad, rey de Siria, atacó a
Acab, rey de Israel. Acab no consultó con Dios, pero aun así
el Señor lo protegió. Un profeta se le presentó a Acab y le dijo
de parte de Dios que entregaría al ejército sirio en sus manos.
Una vez que Acab ganó aquella batalla, otro profeta lo animó
y le advirtió que un año después Ben Adad volvería a atacarlo.
Antes de esa segunda batalla, un profeta volvió a presetarse
ante Acab para decirle que Dios nuevamente entregaría al
ejército de Ben Adad en sus manos. Aunque Acab no lo buscó,
Dios lo fortaleció, cuidó su vida y le dio las victorias sobre los
sirios. Pero en lugar de someterse al Señor y nuevamente sin
consultarlo, Acab decidió soltar a Ben Adad, razón por la cual
el Señor lo castigaría.
109
Bernardo Stamateas
“Entonces Ben Adad, rey de Siria, reunió a todo

su ejército y, acompañado por treinta y dos reyes
con sus caballos y carros de combate,
salió a hacerle guerra a Samaria, y la sitió.
Envió a la ciudad mensajeros para que
le dijeran a Acab, rey de Israel:
«Así dice Ben Adad: “Tu oro y tu plata son míos,
lo mismo que tus mujeres
y tus hermosos hijos.” »
El rey de Israel envió esta respuesta:
«Tal como dices, mi señor y rey, yo soy tuyo,
con todo lo que tengo.»” (1 Re 20:1-4).
362 | Ben Adad se unió a treinta y dos reyes para atacar

a Israel. El enemigo siempre hará alianzas con el fin de
verte derrotado. Él quiere tomar tus finanzas, tus afec-
tos, todas las áreas de tu vida y así destruirte.
363 | “Ben Adad salió a hacer le la guerra a Samaria y la sitió”.

El enemigo tratará de tomar un área de tu vida y plantar
bandera allí. A partir de allí, irá por tu dinero, tu familia
y luego por tu mundo interno. Si no le ponés límites, el
enemigo irá por más. ¡Decí “basta”!
364 | “Yo soy tuyo, con todo lo que tengo”, respondió

Acab. Pero a pesar de esa victoria, el odio de Ben Adad
no disminuyó. No importa cuánto daño te haya hecho, el
enemigo siempre irá por más.
365 | Ben Adad junto con los treinta y dos reyes y su

ejército enfrentó amenazante al rey Acab, quien al ver
110
su poderío, sintió miedo y le entregó lo que pedía. Mu-

chos creyentes actúan con temor frente a las amenazas
del enemigo y se apresuran en tomar decisiones. Buscá
el consejo de un mentor con experiencia, no hables sin
antes consultar a los que saben más.

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“Los mensajeros volvieron a Acab

y le dijeron: «Así dice Ben Adad:
“Mandé a decirte que me entregaras
tu oro y tu plata, tus esposas y tus hijos.
Por tanto, mañana como a esta hora
voy a enviar a mis funcionarios a requisar
tu palacio y las casas de tus funcionarios,
y se apoderarán de todo lo que más valoras
y se lo llevarán.” »
El rey de Israel mandó llamar a todos
los ancianos del país y les dijo:
—¡Miren cómo ese tipo nos quiere causar
problemas! Cuando mandó que le entregara
mis esposas y mis hijos, mi oro y mi plata,
no se los negué.
Los ancianos y todos los del pueblo respondieron:
—No le haga caso, Su Majestad,
ni ceda a sus exigencias” (1 Re 20:5-8).
366 | Al ver el temor de Acab, Ben Adad le mandó un

mensaje aún más ofensivo. Acab había cedido y ahora
Ben Adad se había envalentonado y planeaba tomar la
111
Bernardo Stamateas
soberanía del país. El enemigo no quiere solo tus finan-

zas y tu familia, él quiere adueñarse de toda tu vida.
367 | Los ancianos aconsejaron a Acab. La experiencia

siempre es buena consejera. Buscá consejo de gente sabia.

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“Así que Acab les respondió a los

mensajeros de Ben Adad:
—Díganle a mi señor y rey:
“Yo, tu servidor,
haré todo lo que me pediste la primera vez,
pero no puedo satisfacer esta nueva exigencia.”
Ellos regresaron a Ben Adad
con esa respuesta” (1 Re 20:9).
368 | Acab le dijo a Ben Adad: “Te daré todo lo que pe-
diste, pero no entres en mi intimidad”. El enemigo no se
va a conformar hasta que logre violar tu mundo interior
y lastimar tus emociones.

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“Entonces Ben Adad

le envió otro mensaje a Acab:
«Que los dioses me castiguen sin piedad
si queda en Samaria el polvo suficiente
para que mis hombres se lleven un puñado.»
112
Pero el rey de Israel respondió:

«Díganle que no cante victoria antes de tiempo.»
Cuando Ben Adad recibió este mensaje,
estaba bebiendo con los reyes en su campamento.
De inmediato les ordenó a sus tropas:
«¡A las armas!» Así que se prepararon
para atacar la ciudad” (1 Re 20:10-12).
369 | Ben Adad se enojó cuando Acab se negó a que ac-

cediese a su intimidad. El enemigo se encrudece mucho
más cuando cuidamos nuestro mundo interior.
370 | El mismo juramento que Jezabel había hecho con-

tra el profeta Elías ahora lo estaba cosechando de otro
rey, superior a ellos. Las maldiciones que sueltes volve-
rán sobre tu vida multiplicadas.

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“Mientras tanto,
un profeta se presentó ante Acab,
rey de Israel, y le anunció:
—Así dice el Señor: “¿Ves ese enorme ejército?
Hoy lo entregaré en tus manos,
y entonces sabrás que yo soy el Señor.”
—¿Por medio de quién lo hará? —preguntó Acab.
—Así dice el Señor —respondió el profeta—:
“Lo haré por medio de los cadetes.”
—¿Y quién iniciará el combate? —insistió Acab.
—Tú mismo —respondió el profeta” (1 Re 20:13-14).
113
Bernardo Stamateas
371 | Por amor a Su pueblo, Dios le mandó un profeta al

rey Acab. Acab era un hombre realmente malvado, pero
eso al Señor no le importó y usó al rey para bendecir a
Su pueblo.
372 | Acab era una persona insegura. Dios le mandó

cuatro veces a un profeta para que le llevara una palabra
(vs. 13, 22, 28 y 35). El Señor esperaba que después de ver
el fuego y la lluvia de Elías, Acab estuviese más animado
a salir a la batalla. Tus victorias inspirarán a otros a salir
a pelear por su bendición.
373 | ¿Quién era el profeta que le profetizó a Acab que

vencería al ejército de Ben Adad? Uno de los siete mil
israelitas que Dios dijo que preservaría (1 Re 19:18). Dios
tiene escondida gente que Él preparó para que profetice
y suelte todo el potencial que el Señor les dio.
374 | Dios trabaja siempre en equipo, no con llaneros

solitarios.
375 | Dios dijo por intermedio del profeta: “Y entonces

sabrás que yo soy el Señor”. La misma frase la repite en el
versículo 28. Dios quería que se viera con claridad que
Baal no era el dios verdadero. El Señor quiere que llegues
a creer esa verdad por tu propia experiencia.
376 | Dios le entregó a Acab el ejército sirio. A pesar de la

enorme maldad de Acab, Dios le deja ver otra señal de Su
misericordia. El Señor ama a los líderes políticos.
114
377 | Acab había visto quién era en verdad el Dios verda-

dero en el monte Carmelo, pero el Señor le da una nueva
oportunidad para que se convenza. Dios siempre nos da
otra oportunidad.
378 | “¿Por medio de quién lo hará?”, preguntó Acab. Él se-

guía sin entender, continuaba dudando y preguntándo-
se por medio de quién Dios los salvaría. Si te has hecho
esta pregunta, tenés que saber que la respuesta que Dios
le dio a Acab sigue vigente: ¡vos tenés que tomar la inicia-
tiva; por tu mano Dios traerá la victoria!
379 | “Por medio de los jóvenes y por tu mano te daré la

victoria sobre Ben Adad”, le respondió Dios a Acab. El
Señor le aseguró que doscientos treinta y dos jóvenes
vencerían a miles. La fuerza para vencer no tiene que
ver con la cantidad. La mayoría no siempre vence a la
minoría.
380 | Los ancianos habían aconsejado a Acab; ahora,

Dios le estaba diciendo que los jóvenes cadetes vencerían
al ejército sirio. Los ancianos representan la experiencia
y los jóvenes simbolizan la fuerza para la pelea. El Señor
usará a ambos para poner la victoria en tus manos.

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“Así que Acab pasó revista a los cadetes,

que sumaban doscientos treinta y dos hombres.
También pasó revista
115
Bernardo Stamateas
a las demás tropas israelitas:

siete mil en total.
Se pusieron en marcha al mediodía,
mientras Ben Adad
y los treinta y dos reyes aliados
que estaban con él seguían emborrachándose
en su campamento.
Los cadetes formaban la vanguardia.
Cuando los exploradores
que Ben Adad había enviado
le informaron que unos soldados
estaban avanzando desde Samaria, ordenó:
«¡Captúrenlos vivos, sea que vengan en son de paz
o en son de guerra!»
Los cadetes salieron de la ciudad
al frente del ejército” (1 Re 20:15-19).
381 | El carácter del necio es débil, inconsistente, por eso,

caminar en santidad te da autoridad para vencerlo.
382 | “Si han salido en son de paz, captúrenlos vivos, y si

han salido para pelear, también captúrenlos vivos”. ¡El
rey Ben Adad dijo algo absolutamente contradictorio! El
enemigo siempre da órdenes sin sentido y tiene serias
contradicciones e incoherencias en su hablar.
383 | El enemigo sabe que ya sea en paz o en victoria, él

no puede matarte.

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116
“Cada soldado abatió a su adversario, y los sirios

tuvieron que huir. Los israelitas los persiguieron,
pero Ben Adad, rey de Siria,
escapó a caballo con algunos de sus jinetes.
El rey de Israel avanzó y
abatió a la caballería, de modo que los sirios
sufrieron una gran derrota” (1 Re 20:20-21).
384 | Cada uno de los doscientos treinta y dos cadetes

mató al soldado enemigo que se le acercaba. Hay unción
de victoria sobre todo lo que se te acerca para lastimarte.
385 | Tal como Dios se lo había profetizado, Acab des-

hizo al ejército sirio. Lo que Dios promete, lo cumple.
386 | A pesar de la aplastante victoria, Acab no le dio la

gloria a Dios, no alabó ni celebró. Así se le terminó al rey
su primera oportunidad de reconocer al verdadero Dios.

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“Más tarde, el profeta se presentó ante el rey de

Israel y le dijo: «No se duerma usted en sus
laureles; trace un buen plan, porque
el año entrante el rey de Siria
volverá a atacar»” (1 Re 20:22).
387 | Por segunda vez Dios mandó a un profeta a hablar

con Acab. Esta era su segunda oportunidad. Esta vez
la voz profética le advirtió que la batalla aún no había
117
Bernardo Stamateas
terminado. “Preparate, porque la batalla continúa”, le

dijo Dios a Acab. ¡Tenés que estar preparado!

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“Por otra parte, los funcionarios del rey de Siria le

aconsejaron: «Los dioses de los israelitas
son dioses de las montañas. Por eso
son demasiado fuertes para nosotros.
Pero si peleamos contra ellos en las llanuras,
sin duda los venceremos” (1 Re 20:23).
388 | Los funcionarios de Ben Adad hicieron una lectura

espiritual y concluyeron en que Dios tenía poder en las
montañas, pero no en las llanuras. El enemigo quiere en-
gañarte y decirte que hay ciertos lugares y áreas donde el
Señor no tiene poder. Necesitás experimentar que Dios
no es territorial, sino que Él obra en todo lugar, en todo
momento y con toda persona.

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“Haga usted lo siguiente: Destituya a

todos los reyes y reemplácelos por otros
funcionarios. Prepare usted también un ejército
como el que perdió,
caballo por caballo y carro por carro,
para atacar a Israel en las llanuras. ¡Sin duda
los venceremos!»
118
Ben Adad estuvo de acuerdo, y así lo hizo.

Al año siguiente, pasó revista a las tropas sirias
y marchó a Afec para atacar a Israel.
Acab, por su parte, pasó revista
a las tropas israelitas y las aprovisionó.
Éstas se pusieron en marcha
para salir al encuentro de los sirios,
y acamparon frente a ellos. Parecían un pequeño
rebaño de cabras, mientras que los sirios
cubrían todo el campo.
El hombre de Dios se presentó ante el rey de Israel
y le dijo: «Así dice el Señor:
‘Por cuanto los sirios
piensan que el Señor es un dios de las montañas
y no un dios de los valles, yo te voy a entregar
este enorme ejército en tus manos, y así sabrás
que yo soy el Señor’.»” (1 Re 20:24-28).
389 | Nuevamente el profeta se presentó ante Acab para

llevarle una palabra de Dios. El Señor siempre le dará
guía a Su pueblo.
390 | “Los sirios piensan que soy Dios de montaña y

no de valles, así que ahora voy a entregarte este enorme
ejército para que sepas que yo soy el Señor”, le dijo Dios
a Acab. Ahora la batalla sería sobre tierra plana. El ene-
migo preparará nuevos escenarios, pero en todos ellos el
Señor te dará la victoria.

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119
Bernardo Stamateas
“Siete días estuvieron acampados

los unos frente a los otros, y el séptimo día
se desató el combate. En un solo día los israelitas
le causaron cien mil bajas a la infantería siria.
Los demás soldados huyeron a Afec,
pero la muralla de la ciudad se desplomó
sobre veintisiete mil de ellos. Ben Adad,
que también se había escapado a la ciudad,
andaba de escondite en escondite” (1 Re 20:29-30).
391 | En un solo día los israelitas mataron a cien mil sol-

dados enemigos. Dios honrará siempre tu fe.
392 | Cuando cayó el muro, murieron veintisiete mil si-

rios, pero ni siquiera ahora Acab celebró y reconoció a
Dios. Esta era la segunda oportunidad que perdía, pero
Dios le daría una tercera chance.

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“Entonces sus funcionarios le dijeron: «Hemos oído

decir que los reyes del linaje de Israel son compasivos.
Rindámonos ante el rey de Israel y pidámosle perdón.
Tal vez le perdone a usted la vida.»
Se presentaron entonces ante el rey de Israel,
se rindieron ante él y le rogaron:
—Su siervo Ben Adad dice:
“Por favor, perdóname la vida.”
—¿Todavía está vivo? —preguntó el rey—.
¡Pero si es mi hermano!
120
Los hombres tomaron esa respuesta

como un buen augurio y,
aprovechando la ocasión, exclamaron:
—¡Claro que sí, Ben Adad es su hermano!
—Vayan por él —dijo el rey.
Cuando Ben Adad se presentó ante Acab,
éste lo hizo subir a su carro de combate.
Entonces Ben Adad le propuso:
—Te devolveré las ciudades que mi padre
le quitó al tuyo, y podrás establecer zonas de mercado
en Damasco, como lo hizo mi padre en Samaria.
Acab le respondió:
—Sobre esa base, te dejaré en libertad.
Y así firmó un tratado con él,
y lo dejó ir” (1 Re 20:31-34).
393| Ben Adad fue a pedirle perdón a Acab y este tomó

una posición ridícula: ¡llamó “hermano” a quien había
querido destruir todo Israel! No tenemos que tenerle mi-
sericordia a lo malo, al enemigo.
394 | “Tu hermano Ben Adad vive”, dijeron los funcio-

narios del rey de Siria, repitiendo la palabra “hermano”
que Acab mismo había pronunciado. El enemigo usa tus
palabras, ¡cuidado con lo que decís!
395 | El enemigo dijo que le devolvería a Israel lo que era

de ellos. Acab le creyó y lo dejó vivir. Cuando el enemigo
te da algo es porque nunca le perteneció.

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121
Bernardo Stamateas
“En obediencia a la palabra del Señor,

un miembro de la comunidad de profetas
le dijo a otro:
—¡Golpéame!
Pero aquél se negó a hacerlo.
Entonces el profeta dijo:
—Por cuanto no has obedecido al Señor,
tan pronto como nos separemos
te matará un león.
Y después de que el profeta se fue,
un león le salió al paso y lo mató” (1 Re 20:35-36).
396 | Aquí aparece nuevamente uno de los siete mil

profetas, el cual pertenecía a la escuela de profetas fun-
dada por el profeta Samuel doscientos años antes). Pro-
bablemente se trataba de Micaías, que se nombra más
adelante (1 Re 22:1). Dios tiene diferentes personas para
diferentes tareas.
397 | “Por cuanto no has obedecido la palabra de Dios,

te herirá un león”, dijo el profeta. Cada vez que no obe-
decemos la palabra del Señor, el enemigo nos lastimará.
Tenemos que tomar Su palabra con seriedad.

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“Más adelante, el mismo profeta

encontró a otro hombre y le dijo:
«¡Golpéame!» Así que el hombre
lo golpeó y lo hirió.
122
Luego el profeta salió a esperar

al rey a la vera del camino, cubierto el rostro
con un antifaz. Cuando pasaba el rey,
el profeta le gritó:
—Este servidor de Su Majestad
entró en lo más reñido de la batalla.
Allí alguien se me presentó
con un prisionero y me dijo:
«Hazte cargo de este hombre. Si se te escapa,
pagarás su vida con la tuya,
o con tres mil monedas de plata». Mientras este
servidor de Su Majestad estaba ocupado
en otras cosas, el hombre se escapó.
—¡Ésa es tu sentencia! —respondió el rey de Israel—.
Tú mismo has tomado la decisión.
En el acto, el profeta se quitó el antifaz,
y el rey de Israel se dio cuenta de que era uno
de los profetas. Y le dijo al rey:
—Así dice el Señor: «Has dejado en libertad
a un hombre que yo había condenado a muerte.
Por lo tanto, pagarás su vida con la tuya,
y su pueblo con el tuyo».
Entonces el rey de Israel,
deprimido y malhumorado,
volvió a su palacio en Samaria” (1 Re 20:37-43).
398 | El profeta del antifaz le contó a Acab una historia.

Le contó que le habían dejado para que vigilara a un pri-
sionero de guerra. Quien lo hizo le dijo: “Si se te escapa,
pagarás su vida con la tuya”, y el prisionero se le escapó.
¡Vas a tener que pagar su vida con la tuya!, sentenció
123
Bernardo Stamateas
Acab. Dios había sido misericordioso con él, pero él no

se compadeció del hombre. No se puede jugar con Dios
cuando Él da tanta misericordia.
399 | “Como dejaste en libertad a Ben Adad, a quien yo

había condenado a muerte, ahora pagarás su vida con la
tuya, y su pueblo con el tuyo”, le dijo Dios. No reconocer
las bendiciones que vienen de Dios es una ofensa.
400 | Dios le había dado a Acab tres oportunidades para

que lo honrara y lo reconociera, pero él las subestimó. No
aprender de los errores anteriores es de necios.
401 | Elías le había dado una oportunidad en el monte

Carmelo con el fuego, pero Acab no entendió, luego vino
la lluvia y después tres nuevas oportunidades, y tampo-
co entendió. ¿Cuántas señales más tenemos que recibir
para ser agradecidos y servirle a Él?
402 | Acab se fue triste y enojado, pero sin haber apren-

dido la lección. Cuando hacemos algo mal, no alcanza
con sentirnos apenados, sino que además debemos arre-
pentirnos y cambiar nuestra conducta. Esa es la manera
adulta de manejar las culpas.

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124
1 Reyes
21
VISIÓN PANORÁMICA
Nabot tenía una viña junto al palacio del rey de Samaria. Cuan-
do Acab quiso comprarle la viña, Nabot se negó, circunstancia
que entristeció y encolerizó al rey. La reina Jezabel intervino en
el asunto y prometió a su marido que ella le entregaría la viña.
Escribió cartas en nombre del rey ordenando a los ancianos de
la ciudad que pusieran dos personas que atestiguaran que Na-
bot había maldecido a Dios y al rey. Los ancianos obedecieron,
los malvados atestiguaron la mentira de Jezabel y Nabot fue
muerto a pedradas. Cuando Acab se enteró de su muerte fue y
tomó su viñedo. Elías fue a ver a Acab por orden del Señor y le
profetizó que acabaría con él y con su descendencia. En el mis-
mo lugar donde Nabot había muerto los perros lamerían tam-
bién su propia sangre y se comerían a Jezabel cerca del muro
del Jezrel. Al escuchar las palabras de Elías, Acab tuvo un gesto
de arrepentimiento por el que Dios aplaza la destrucción de su
descendencia hasta el reinado de su hijo Ocozías.
125
Bernardo Stamateas
“Un tiempo después sucedió lo siguiente: Nabot el

jezrelita tenía un viñedo en Jezrel, el cual colindaba
con el palacio de Acab, rey de Samaria” (1 Re 21:1).
403 | El viñedo de Nabot colindaba con el palacio del rey

Acab. El viñedo simboliza nuestra herencia espiritual y
el palacio representa al mundo. Nuestra herencia espiri-
tual colinda con el mundo.
404 | Jezrel era la zona más fértil de Palestina. Dios plan-

tó herencia en medio de la buena tierra.

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“Éste le dijo a Nabot:

—Dame tu viñedo para hacerme una huerta de
hortalizas, ya que está tan cerca de mi palacio.
A cambio de él te daré un viñedo mejor o, si lo
prefieres, te pagaré lo que valga” (1 Re 21:2).
405 | “Dame tu viñedo para plantar hortalizas”, le dijo

Acab a Nabot. Tu viña te fue dada para producir aceites,
no para plantar hortalizas; es decir, el Señor te dio tu he-
rencia para que hagas cosas grandes, no para tonterías.
406 | Acab intentó convencer a Nabot prometiéndole “te

daré un viñedo mejor”. Si tenía uno mejor, ¿para qué quería
ese viñedo? Existe gente mala que no quiere que estés
tan cerca del palacio. Odian tu éxito, miran y preguntan
por tus logros para poder atacarlos.
126
407 | Nabot tenía un campo con viñedos, y con ellos

fabricaba aceite. Acab quería cambiárselo por un terre-
no para plantar legumbres. Eso es falta de visión. Hay
gente que no soporta una visión grande. Ellos quieren
reducir una gran visión en una pequeña. No permitas
que nadie limite tu visión.
408 | Acab quería a toda costa que Nabot le vendiera su

viñedo. El enemigo te va a presionar para que vendas tu
herencia (Nm 36.6-7), y esta será una batalla que durará
toda la vida. Tenés dos alternativas: podés pelear por tu
heredad o venderla a Acab, es decir, al sistema mundo.
La decisión es tuya.

-----------------------------------------------------------------------
“Pero Nabot le respondió:

—El Señor prohíbe
que yo le venda a Su Majestad
lo que heredé de mis antepasados” (1 Re 21:3).
409 | El campo era la herencia que Nabot le dejaría a

sus hijos y era para bendición. El enemigo no quiere que
dejes herencia y seas de bendición.
410 | Nabot rechazó rotundamente la oferta de Acab.

Hay oportunidades en las que saber decir “no” es fun-
damental. Tenés que aprender a poner límites en tu fa-
milia, en tu trabajo, con tus amigos, etc. ¡Tu herencia y tu
bendición no son negociables!
127
Bernardo Stamateas
411 | Así como Nabot heredó de sus padres aquel cam-

po, nosotros recibimos nuestra herencia directamente
de nuestro Padre.
412 | A pesar de que muchos profetas lo habían bendeci-

do, Acab quería volver a dañar a un hijo de Dios. Por mu-
chas bendiciones que tengan, hay personas en las que la
maldad siempre predomina.

-----------------------------------------------------------------------
“Acab se fue a su casa deprimido y malhumorado

porque Nabot el jezrelita le había dicho:
«No puedo cederle a Su Majestad lo que heredé
de mis antepasados». De modo que se acostó
de cara a la pared, y no quiso comer.
Su esposa Jezabel entró y le preguntó:
—¿Por qué estás tan deprimido que ni comer quieres?
—Porque le dije a Nabot el jezrelita que me vendiera
su viñedo o que, si lo prefería, se lo cambiaría
por otro; pero él se negó.
Ante esto, Jezabel su esposa le dijo:
—¿Y no eres tú quien manda en Israel? ¡Anda,
levántate y come, que te hará bien! Yo te conseguiré
el viñedo del tal Nabot” (1 Re 21:4-7).
413 | El enemigo usará el poder del engaño para des-

truirte. Acab se enojó y puso su cara contra la pared, pero
no le dijo nada a Nabot. Acab representa a la gente mala
y débil, pero Jezabel a la gente mala y fuerte.
128
414 | Cuando la gente o el mismo Dios les dice “no”, las

personas inmaduras se sienten enojadas y molestas.
415 | El enemigo siempre viene a robar, destruir y matar.

No lo olvides.
416 | “¡Vos sos el rey, el que manda en Israel!”, le recor-

dó Jezabel a Acab. Solo las personas inseguras necesitan
que se les recuerde que son líderes.
417 | Al rey no le interesó qué medios usaría su esposa

para conseguir el campo, ni siquiera preguntó. Nunca
olvides que el fin no justifica los medios. Tanto el fin como
los medios deben ser santos.

-----------------------------------------------------------------------
“De inmediato escribió cartas en nombre de Acab,

puso en ellas el sello del rey, y las envió a los ancianos
y nobles que vivían en la ciudad de Nabot” (1 Re 21:8).
418 | Jezabel falsificó la firma de su esposo. El enemigo

trabaja con acusaciones y gente malvada en equipo. La
mentira es su arma.
419 | Tanto el rey como la reina y todo su equipo eran

corruptos. Recordá que lo semejante atrae lo semejante.

----------------------------------------------------------------------
129
Bernardo Stamateas
“En las cartas decía:

«Decreten un día de ayuno, y den a Nabot
un lugar prominente en la asamblea del pueblo.
Pongan frente a él a dos sinvergüenzas
y háganlos testificar que él ha maldecido
tanto a Dios como al rey. Luego sáquenlo
y mátenlo a pedradas»” (1 Re 21:9-10).
420 | “Den a Nabot un lugar prominente y luego máten-

lo a pedradas”. El enemigo te promete honra para luego
mostrarte su verdadera intención que es destruirte.
421 | Jezabel tramó un plan para matar a Nabot. Las

personas malas hacen una minuciosa logística para ver
cómo pueden destruirte.
422 | “¡Que testifiquen que Nabot ha maldecido a Dios y

al rey!”, indicó Jezabel en sus cartas. Hasta el mismo dia-
blo cita La Biblia (Ex 22:28) para usarla en tu contra, claro
que siempre la usa parcialmente y a su manera.

-----------------------------------------------------------------------
“Los ancianos y nobles que vivían en esa ciudad

acataron lo que Jezabel había ordenado en sus cartas.
Decretaron un día de ayuno y le dieron a Nabot
un lugar prominente en la asamblea.
Llegaron los dos sinvergüenzas,
se sentaron frente a él y lo acusaron ante el pueblo,
diciendo: «¡Nabot ha maldecido a Dios y al rey!»
130
Como resultado, la gente lo llevó fuera de la ciudad

y lo mató a pedradas. Entonces le informaron
a Jezabel: «Nabot ha sido apedreado,
y está muerto»” (1 Re 21:11-14).
423 | El complot de Jezabel contra Nabot estaba basado

en falsas acusaciones y blasfemias. Su plan era el produc-
to de su creencia. Baal era un dios dispuesto a tomar por
la fuerza todo lo que deseaba. Una creencia equivocada
lleva a una vida malvada.
424 | No solamente mataron a Nabot, sino que también

asesinaron a sus hijos. Cuando el enemigo te ataca no
solo lo hace para derribarte a vos, también quiere des-
truir tu herencia.
425 | Existe un paralelo sorprendente entre la muerte de

Nabot y la muerte de Jesús: el Señor fue acusado falsa-
mente, se lo colocó entre hombres malvados, fue el objeto
de planes perversos e intrigas contra Su vida, fue llevado
fuera de la ciudad y condenado a muerte. La diferencia
entre uno y otro es que Nabot era una víctima involun-
taria de esta intriga, mientras que Jesús proclamó que
ningún hombre estaba tomando Su vida, sino que Él vo-
luntariamente se entregaba para morir en nuestro lugar.

-----------------------------------------------------------------------
“Tan pronto como Jezabel se enteró de que Nabot

había muerto a pedradas, le dijo a Acab:
131
Bernardo Stamateas
«¡Vamos! Toma posesión del viñedo

que Nabot el jezrelita se negó a venderte.
Ya no vive; está muerto».
Cuando Acab se enteró de que Nabot había muerto,
fue a tomar posesión del viñedo” (1 Re 21:15-16).
426 | Jezabel le dijo a Acab: “¡Vamos, levantate!”, porque

el rey seguía enojado y deprimido. Hay personas que
mantienen su enojo y tristeza por mucho tiempo, no tie-
nen capacidad de olvido.
427 | Una vez que Acab supo que Nabot estaba muerto,
fue y tomó posesión del viñedo. Hay personas que tie-
nen un corazón perverso; para ellas el otro es una cosa,
un objeto que se puede usar y descartar.

-----------------------------------------------------------------------
“Entonces la palabra del Señor

vino a Elías el tisbita y le dio este mensaje:
«Ve a encontrarte con Acab,
rey de Israel, que gobierna en Samaria.
En este momento se encuentra
en el viñedo de Nabot,
tomando posesión del mismo.
Dile que así dice el Señor:
‘¿No has asesinado a un hombre,
y encima te has adueñado de su propiedad?.’
Luego dile que así también dice el Señor:
‘¡En el mismo lugar donde los perros
132
lamieron la sangre de Nabot, lamerán también

tu propia sangre!’»” (1 Re 21:17-19).
428 | Aunque estuviera muerto, La Biblia dice que la

viña era de Nabot. No importa lo que suceda, porque
incluso muerto seguirás siendo dueño de la herencia del
Padre.
429 | Dios levantará a un “Elías” con una sentencia pro-

fética. Todos los que te robaron, maltrataron e hicieron in-
justicia sobre tu vida recibirán cosecha de sus maldades.
430 | Elías le sentenció a Acab: “Dice el Señor que donde

los perros lamieron la sangre de Nabot, lamerán tu pro-
pia sangre. Él acabará contigo y con tus descendientes”.
Dios traerá justicia divina sobre tu vida.
431 | A Acab el juicio le vendría exactamente en el vi-

ñedo que le había robado a Nabot (1 Re 22:38: “Lavaron el
carro en un estanque de Samaria, donde se bañaban las pros-
titutas, y los perros lamieron la sangre, tal como lo había de-
clarado la palabra del Señor”). En el momento que alguien
te roba, lo robado se transforma en una maldición de
muerte para el ladrón.
432 | El ladrón puede “tener” lo que ha robado, pero

nunca podrá poseerlo. Puede gastarlo y disfrutarlo, pero
eso que ha robado tiene una maldición consigo.

-----------------------------------------------------------------------
133
Bernardo Stamateas
“Acab le respondió a Elías:

—¡Mi enemigo! ¿Así que me has encontrado?
—Sí —contestó Elías—, te he encontrado
porque te has vendido para hacer
lo que ofende al Señor, quien ahora te dice:
‘Voy a enviarte una desgracia. Acabaré contigo,
y de tus descendientes en Israel
exterminaré hasta el último varón, esclavo o libre.
Haré con tu familia lo mismo que hice
con la de Jeroboán hijo de Nabat
y con la de Basá hijo de Ahías,
porque has provocado mi ira
y has hecho que Israel peque’.
Y en cuanto a Jezabel, el Señor dice:
‘Los perros se la comerán junto al muro de Jezrel’.
También a los familiares de Acab
que mueran en la ciudad se los comerán los perros,
y a los que mueran en el campo
se los comerán las aves del cielo” (1 Re 21:20-24).
433 | “¡Te he encontrado!”, le dijo Elías al rey Acab. El ene-

migo nunca puede esconderse de La Palabra.
434 | Acab le había dicho a Elías que él le estaba “causan-

do problemas a Israel” (1 Re 18:17). Ahora volvía a hacerle la
misma acusación al decirle: “¡Mi enemigo!”. No te hagas
cargo de las acusaciones que otros te hagan.
435 | El precio que pagaría Acab por haber hecho lo que

ofende al Señor sería muy alto. El mal siempre termina
cobrándose más de lo que creíamos.
134
436 | La profecía dada por Elías no se cumplió porque el

arrepentimiento de Acab la canceló. Pero sí se cumplió
el final y la muerte de Jezabel. Tu futuro puede cambiar
si vos cambiás primero. Hay un enorme poder en el arre-
pentimiento, en el cambio de mentalidad.
437 | Hay una interesante similitud entre Acab y David:

(1) ambos eran reyes de Israel; (2) David asesinó a Urías
porque deseaba a su esposa; Acab permitió el asesinato
de Nabot porque deseaba su viñedo; (3) David se arre-
pintió cuando su pecado fue condenado por el profeta
Natán; Acab se arrepintió cuando su pecado fue conde-
nado por el profeta Elías; y (4) en el caso de David, la gue-
rra no se apartó de su reino y diez tribus fueron tomadas
por su nieto; el reino de Acab, por su parte, le fue arre-
batado a su hijo. A pesar de lo terrible de sus pecados,
Dios pudo perdonar a estos hombres. El Señor siempre
te perdona cuando vas a Él con un corazón arrepentido.

-----------------------------------------------------------------------
“Nunca hubo nadie como Acab que,

animado por Jezabel su esposa, se prestara para
hacer lo que ofende al Señor. Su conducta fue
repugnante, pues siguió a los ídolos, como lo habían
hecho los amorreos, a quienes el Señor expulsó
de la presencia de Israel” (1 Re 21:25-26).
438 | Hay gente con mal corazón, pero si además lo que

te rodea es malo, la maldad se multiplica. Las amistades
135
Bernardo Stamateas
pueden sacar lo mejor o lo peor de nosotros. Rodeate de

gente de bien, buscá el consejo de buenos mentores que
te ayuden a crecer en todos tus proyectos.
439 | Si bien Acab pertenecía al pueblo de Israel y conta-

ba con una herencia bendecida, el hecho de tener malas
compañías como Jezabel, y dejarse llevar por lo que ella
le decía, lo llevó a perder el favor del Señor.

-----------------------------------------------------------------------
“Cuando Acab escuchó estas palabras,

se rasgó las vestiduras, se vistió de luto y ayunó. Dor-
mía vestido así, y andaba deprimido.
Entonces la palabra del Señor vino a Elías el tisbita
y le dio este mensaje:
«¿Has notado cómo Acab se ha humillado ante mí?
Por cuanto se ha humillado, no enviaré esta desgracia
mientras él viva, sino que la enviaré a su familia
durante el reinado de su hijo»” (1 Re 21:27-29).
440 | Dios le dio a Acab otra oportunidad. Así es la gran

misericordia de Dios: hasta el más malo cuando se arre-
piente tiene gracia del Señor. ¡No hay pecado tan grande
que el amor de Dios no pueda cubrir!

-----------------------------------------------------------------------
136
1 Reyes
22
VISIÓN PANORÁMICA
Acab, el rey de Israel convenció a Josafat, rey de Judá, para ir a
la guerra contra el rey de Siria y recuperar la región de Ramot
de Galaad. Josafat accedió a formar la alianza, pero antes quiso
pedir el consejo de Dios. Acab reunió a sus profetas y todos
auguraron el éxito de la campaña, pero Josafat sospechó que
estos profetas eran obsecuentes con el deseo del rey Acab, por lo
que mandó a llamar a Micaías, un profeta del Dios verdadero
que Acab detestaba porque no le profetizaba lo que él quería
oír. Efectivamente, Micaías profetizó la derrota del ejército de
Acab. Desoyendo la palabra del profeta, Josafat sucumbió a los
razonamientos del rey Acab y ambos fueron a la guerra contra
los sirios para reconquistar Ramot de Galaad. Durante la bata-
lla el rey de Israel fue herido y pocas horas después Acab murió
y fue llevado a Samaria, donde los perros lamieron su sangre
tal como Elías lo había profetizado. Su hijo Ocozías lo sucedió
en el trono. Durante su reinado adoró a dioses paganos, igual
que su padre.
137
Bernardo Stamateas
“Durante tres años no hubo guerra entre Siria e

Israel. Pero en el tercer año Josafat, rey de Judá,
fue a ver al rey de Israel,
el cual dijo a sus funcionarios: «¿No saben
que Ramot de Galaad nos pertenece? ¡Y no hemos
hecho nada para obligar al rey de Siria
a que nos la devuelva!»
Así que le preguntó a Josafat:
—¿Irías conmigo a pelear contra Ramot de Galaad?
Josafat le respondió al rey de Israel:
—Estoy a tu disposición,
lo mismo que mi pueblo y mis caballos.
Pero antes que nada, consultemos
al Señor —añadió” (1 Re 22:1-5).
441 | Josafat fue a ver al perverso rey Acab. No cometas

el error de Josafat, ¡nunca hagas pactos con quien Dios
aborrece (2 Cr 19:1-3)!
442 | Josafat se puso a disposición de Acab, es decir, hizo

una alianza equivocada, se juntó con la gente equivoca-
da. Josafat representa a los cristianos que aman a Dios y
hacen cosas buenas para Él, pero tienen su fe mezclada
con pensamientos del sistema y no terminan de compro-
meterse con el Señor.
443 | Después de tres años sin guerras entre Siria e Israel,

Acab volvió a jugar con las cosas de Dios. Reunió a cua-
trocientos profetas falsos y obsecuentes, a los que la mal-
vada reina Jezabel no había enviado al monte Carmelo,
para oír lo que quería oír (él deseaba ir a la guerra contra
138
Ramot de Galaad y obtener una victoria). “No todo el que

dice ‘Señor Señor’, entrará al reino de los cielos… (Mateo 7:21)”.
444 | “Antes que nada, consultemos al Señor”, dijo Josafat.

No te dejes llevar por las opiniones de otros ni por las tu-
yas propias. Preguntale a Dios en oración antes de tomar
cualquier decisión.

-----------------------------------------------------------------------
“Así que el rey de Israel reunió a los profetas,

que eran casi cuatrocientos, y les preguntó:
—¿Debo ir a la guerra contra Ramot de Galaad, o no?
—Vaya, Su Majestad —contestaron ellos—, porque
el Señor la entregará en sus manos.
Pero Josafat inquirió:
—¿No hay aquí un profeta del Señor
a quien podamos consultar?
El rey de Israel le respondió:
—Todavía hay alguien por medio de quien podemos
consultar al Señor, pero me cae muy mal porque
nunca me profetiza nada bueno; sólo me anuncia
desastres. Se trata de Micaías hijo de Imlá.
—No digas eso —replicó Josafat” (1 Re 22:6-8).
445 | Había cuatrocientos profetas, sin embargo Josafat

preguntó: “¿No hay un profeta del Señor a quien podamos
consultar?”. Necesitamos más personas como Josafat que
sepan distinguir entre las profecías falsas, las experien-
cias místicas o emocionales y las verdaderas.
139
Bernardo Stamateas
446 | El enemigo siempre trata de imitar las obras del

Espíritu Santo. No te dejes confundir.
447 | Acab no quería oír hablar de Elías, sin embargo,

admitió que quedaba un profeta, Micaías, pero que no
le caía bien porque siempre le decía lo que no quería oír.
Para el carnal toda palabra de corrección es vivida como
negativa, amenazadora. El sabio, en cambio, cuando es
corregido se alegra.
448 | Hay quienes solo quieren escuchar lo que coincide

con sus deseos e infla su orgullo. Un mensaje dado a al-
guien que no quiere cambiar termina siendo una moles-
tia, porque a la persona le desagrada escucharlo.
449 | El rey Acab, como muchas personas, no soportaba

ser confrontado, porque en una confrontación hay que
estar dispuesto a oír lo que no se desea oír. Aunque te
duela, escuchar a tus mentores te ayudará a sanar tu ca-
rácter y tu conducta.
450 | Acab representa a la gente que solo busca consejo

en los que están de acuerdo con lo que ellos ya tienen
decidido hacer. No debemos buscar consejo en cualquier
parte ni con cualquier persona.
451 | La mentira y la adulación son herramientas que

utiliza el enemigo para hacernos resbalar.
452 | “No digas eso”, le respondió Josafat al rey Acab. Jo-

safat se dio cuenta que Acab se estabá equivocando y lo
140
corrigió. No te calles o guardes silencio ante un error,

más bien, corregilo.

-----------------------------------------------------------------------
“Entonces el rey de Israel llamó

a uno de sus funcionarios y le ordenó:
—¡Traigan de inmediato a Micaías hijo de Imlá!
El rey de Israel, y Josafat, rey de Judá,
vestidos con su ropaje real y sentados
en sus respectivos tronos,
estaban en la plaza a la entrada de Samaria,
con todos los que profetizaban en presencia de ellos.
Sedequías hijo de Quenaná,
que se había hecho unos cuernos de hierro,
anunció: «Así dice el Señor: ‘Con estos cuernos
atacarás a los sirios hasta aniquilarlos’.»
Y los demás profetas vaticinaban lo mismo:
«Ataque Su Majestad a Ramot de Galaad, y vencerá,
porque el Señor la entregará en sus manos.»
Ahora bien, el mensajero que había ido
a llamar a Micaías le advirtió:
—Mira, los demás profetas
a una voz predicen el éxito del rey.
Habla favorablemente, para que tu mensaje
concuerde con el de ellos” (1 Re 22:9-13).
453 | Después de escuchar a Josafat, Acab mandó a lla-

mar a Micaías. Josafat ejerció su rol de líder y guió a Acab
para que hiciera lo correcto.
141
Bernardo Stamateas
454 | Sedequías se había hecho unos cuernos de hierro.

Los cuernos representan las estrategias que inventan
ciertas personas malvadas para fundamentar sus pala-
bras y lograr convencerte de que hagas lo malo.
455 | “Los demás profetas vaticinaban lo mismo”. El enemi-

go siempre tiene aliados.
456 | “Todos los demás profetas están prediciendo el

éxito del rey Acab. Decí lo mismo que ellos”, le dijo el
mensajero a Micaías. Por mucho que se repita una men-
tira, esta nunca llega a convertirse en verdad.

-----------------------------------------------------------------------
“Pero Micaías repuso:

—Tan cierto como que vive el Señor, ten la seguridad
de que yo le anunciaré al rey lo que el Señor me diga.
Cuando compareció ante el rey, éste le preguntó:
—Micaías, ¿debemos ir a la guerra
contra Ramot de Galaad, o no?
—Ataque, Su Majestad, que vencerá —contestó él—,
porque el Señor la entregará
en sus manos” (1 Re 22:14-15).
457 | “Tené la seguridad de que yo voy a anunciar al

rey lo que el Señor me diga”, afirmó Micaías. Aunque a
algunas personas no les guste, los planes de Dios no se
detienen.
142
458 | En un primer momento Micaías le respondió a

Acab con una ironía que solo Josafat era capaz de com-
prender, ya que usó las mismas palabras que los falsos
profetas y dijo lo que Acab quería escuchar. Hay gente a
la que hay que decirle lo que quieren. Porque en realidad
no quieren escuchar ningún consejo, sino que les diga-
mos lo que ellos quieren oír.

-----------------------------------------------------------------------
“El rey le reclamó:

—¿Cuántas veces debo hacerte jurar que no me digas
nada más que la verdad en el nombre del Señor?
Ante esto, Micaías concedió:
—Vi a todo Israel esparcido por las colinas,
como ovejas sin pastor. Y el Señor dijo:
‘Esta gente no tiene amo. ¡Que cada cual
se vaya a su casa en paz!’” (1 Re 22:16-17).
459 | “¿Cuántas veces debo hacerte jurar que solo me

dirás lo que el Señor te dice?”, exclamó Acab. Sin dar-
se cuenta, Acab le estaba allanando el camino a Micaías
para que le dijera con confianza la verdad de Dios, la
misma que, paradójicamente, él no quería escuchar.
460 | Micaías le aconsejó a Acab: “No vayas a la guerra”.

La palabra dada por Micaías no era mala, sin embargo, a
Acab, como a todas las personas rebeldes e inmaduras,
las palabas de Dios le sonaron mal.
143
Bernardo Stamateas
461 | El deseo de oír la verdad es el don para que crezca-

mos y que Dios nos hable.
462 | A diferencia de las palabras que los falsos profetas

repetían mecánicamente, Micaías le profetizó a Acab
lo que Dios le había mostrado en una visión. Esa visión
había nacido de la comunión con el Señor, era fruto del
tiempo que aquel hombre pasaba a solas con Él.
463 | Del mismo modo que Elías había desafiado a los

cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, Micaías ahora
estaba desafiando a los cuatrocientos profetas de Aserá.
El profeta estaba terminando la obra que Elías había co-
menzado. Dios trabaja en equipo. Hay alguien antes que
nosotros que nos dio el ejemplo para que hoy hagamos
lo que tenemos que hacer.

-----------------------------------------------------------------------
“El rey de Israel le dijo a Josafat:

—¿No te dije que jamás me profetiza nada bueno,
y que sólo me anuncia desastres?
Micaías prosiguió:
—Por lo tanto, oiga usted la palabra del Señor:
Vi al Señor sentado en su trono con todo el ejército
del cielo alrededor de él, a su derecha y a su izquierda.
Y el Señor dijo: ‘¿Quién seducirá a Acab
para que ataque a Ramot de Galaad
y vaya a morir allí?’.
Uno sugería una cosa, y otro sugería otra.
144
Por último, un espíritu se adelantó,

se puso delante del Señor y dijo:
‘Yo lo seduciré’.
‘¿Por qué medios?’, preguntó el Señor.
Y aquel espíritu respondió:
‘Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca
de todos sus profetas’.
Entonces el Señor ordenó:
‘Ve y hazlo así, que tendrás éxito en seducirlo’.
Así que ahora el Señor ha puesto
un espíritu mentiroso en la boca
de todos esos profetas de Su Majestad.
El Señor ha decretado para usted la calamidad.
Al oír esto, Sedequías hijo de Quenaná se levantó
y le dio una bofetada a Micaías.
—¿Por dónde se fue el espíritu del Señor cuando salió
de mí para hablarte? —le preguntó” (1 Re 22:18-24).
464 | “¿Ves? ¡Este nunca me dice nada bueno!”, se quejó

el rey Acab. Dios nunca va a rebajar Su verdad para darle
la razón a los malvados. Su verdad permanece firme y sí
o sí terminará cumpliéndose.
465 | “Vi al Señor sentado en su trono con todo el ejército del

cielo alrededor de él…”. Micaías conocía a su Dios íntima-
mente. Él tuvo una visión de cómo es Él, de Su grandeza
y de Su hermosura.
466 | “Micaías prosiguió…”. La visión de Dios le dio va-

lor para hablar. El verdadero profeta siempre tiene valor
para anunciar lo que Dios le dice que diga.
145
Bernardo Stamateas
467 | “Sedequías (…) se levantó y le dio una bofetada a Mi-

caías”. Los falsos profetas te odian, te aborrecen, tenés
que saber detectarlos y huirles.
468 | Mientras los falsos profetas siempre hieren, per-

siguen y lastiman a los verdaderos profetas, estos solo
están enfocados en cumplir lo que Dios les dijo.
469 | Después de escuchar sus palabras, Sedequías re-

accionó abofeteando a Micaías. Cuando se acaban los ar-
gumentos empieza la violencia para los inseguros.
470 | Los malvados podrán encarcelarte, amarrarte o

golpearte, pero jamás podrán hacer lo mismo con la ver-
dad que salga de tu boca.
471 | “Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de todos

los profetas”, sugirió un espíritu en la visión de Micaías.
El Señor respondió: “Ok, andá. Vas a tener éxito en en-
gañar al rey”. Dios permitió que el espíritu hiciera lo que
planeaba. El Señor tiene estrategias que muchas veces
no comprendemos, pero aunque nos parezcan contra-
dictorias, siempre nos llevarán a la victoria.
472 | Hay espíritus de mentiras que inspiran a muchos

profetas.

-----------------------------------------------------------------------
146
“Micaías contestó:
—Lo sabrás el día en que andes
de escondite en escondite” (1 Re 22:25).
473 | Micaías no se dejó intimidar por Sedequías y lo

confrontó sin temor. Él era un hombre comprometido
con Dios y con su llamado, y decidió comunicar la pala-
bra de Dios aun a riesgo de su propia vida.

-----------------------------------------------------------------------
“Entonces el rey de Israel ordenó:

—Tomen a Micaías y llévenselo a Amón,
el gobernador de la ciudad, y a Joás, mi hijo.
Díganles que les ordeno echar en la cárcel a ese tipo,
y no darle más que pan y agua,
hasta que yo regrese sin contratiempos.
Micaías manifestó:
—Si regresas sin contratiempos,
el Señor no ha hablado por medio de mí.
¡Tomen nota todos ustedes
de lo que estoy diciendo!” (1 Re 22:26-28).
474 | La visión le dio a Micaías sabiduría para salir de

los problemas. La cárcel representa los problemas, las
prisiones que el diablo te pone. Pero él tenía palabra de
sabiduría y le dijo: “Si salís en paz, entonces matame”. El
profeta tenía una confianza absoluta en la palabra que
Dios le había dado y en la visión que le había mostrado.
147
Bernardo Stamateas
Tenés que confiar plenamente en lo que Dios te muestra

y promete. ¡Él nunca falla!
475 | Josafat debía defender a Micaías, ¡pero no dijo ni

una palabra! Josafat representa a los creyentes temero-
sos y cobardes que quieren una palabra de verdad pero
no están dispuestos a exponerse por ella.

-----------------------------------------------------------------------
“El rey de Israel, y Josafat, rey de Judá,

marcharon juntos contra Ramot de Galaad.
Allí el rey de Israel le dijo a Josafat:
«Yo entraré a la batalla disfrazado,
pero tú te pondrás tu ropaje real».
Así que el rey de Israel se disfrazó
y entró al combate” (1 Re 22:29-30).
476 | Josafat representa los que quieren hacer las cosas

bien pero luego hacen solo lo que desean. ¿Por qué se
corta la palabra profética? Porque no la escuchamos, no
la obedecemos, como Josafat, que no hizo caso.
477 | Finalmente, los reyes Acab y Josafat no escucharon

al profeta Micaías. No pudieron discernir entre el bien
y el mal, y se arriesgaron a ser derrotados en el campo
de batalla. Dios nos revela Sus planes para que le obe-
dezcamos, pero muchas veces somos rebeldes y obsti-
nados. Este comportamiento nos lleva a consecuencias
desastrosas.
148
478 | Acab impuso su voluntad por encima de la volun-

tad de Dios que es buena, agradable y perfecta. Aunque
te parezca una locura y no concuerde con lo que deseás,
tenés que saber que la voluntad de Dios siempre es lo
mejor para tu vida.

-----------------------------------------------------------------------
“Pero el rey de Siria les había ordenado

a sus treinta y dos capitanes de los carros de combate:
«No luchen contra nadie, grande o pequeño,
salvo contra el rey de Israel».
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat,
pensaron: «Sin duda, éste es el rey de Israel».
Así que se volvieron para atacarlo; pero Josafat gritó.
Entonces los capitanes de los carros
vieron que no era el rey de Israel,
y dejaron de perseguirlo.
Sin embargo, alguien disparó su arco al azar
e hirió al rey de Israel entre las piezas
de su armadura. El rey le ordenó al que conducía
su carro: «Da la vuelta y sácame del campo de batalla,
pues me han herido». Todo el día arreció la batalla, y
al rey se le mantuvo de pie en su carro,
frente a los sirios. Pero la sangre de su herida
no dejaba de correr por el piso del carro,
y esa misma tarde Acab murió.
Ya se ponía el sol cuando por todo el ejército
se difundió un clamor: «Cada hombre a su ciudad;
¡todo el mundo a su tierra!»” (1 Re 22:31-36).
149
Bernardo Stamateas
479 | Una flecha lanzada al azar fue la que dio muerte

al rey Acab. Un agujero entre las piezas de su armadu-
ra por el que “casualmente” penetró la flecha. Fue casi
“por casualidad” que se cumplió la profecía del Señor.
La verdad es que no existen las casualidades. “Las suertes
se echan sobre la mesa, pero el veredicto proviene del Señor”
(Pr 16:33).
480 | Cuando los capitanes de los carruajes vieron a Jo-

safat pensaron que era Acab y cambiaron su rumbo para
atacarlo. Dios desvía y confunde los planes del enemigo.
481 | Un soldado tiró una flecha al aire y esta entró justo

por un pequeño espacio entre la malla y la armadura del
rey Acab. Por muy elaborados que sean los planes de tus
enemigos, Dios encontrará siempre la manera de cum-
plir lo que te ha profetizado.
482 | Hay un total contraste entre Acab, un rey perverso,

y Jesús, el Rey perfecto: (1) Acab fue un rey rebelde; Jesús
fue obediente; (2) Acab intentó burlar a la muerte; Jesús la
abrazó; (3) Acab fue atravesado por una flecha lanzada al
azar; Jesús fue atravesado por una lanza dirigida direc-
tamente hacia Su corazón; (4) la sangre de Acab fluyó; de
Jesús fluyeron sangre y agua; (5) Acab estaba recostado
en su carro; Jesús fue levantado en la cruz; (6) la muerte
de Acab se debió a su propio pecado; la muerte de Jesús
fue a causa de nuestros pecados.

-----------------------------------------------------------------------
150
“Así que el rey murió,

y fue llevado a Samaria, donde lo sepultaron.
Lavaron el carro
en un estanque de Samaria,
donde se bañaban las prostitutas,
y los perros lamieron la sangre,
tal como lo había declarado la palabra del Señor.
Los demás acontecimientos del reinado de Acab,
incluso todo lo que hizo,
el palacio que construyó e incrustó de marfil,
y las ciudades que fortificó,
están escritos en el libro de las crónicas
de los reyes de Israel” (1 Re 22:37-39).
483 | Finalmente se cumplió la palabra tal como Micaías

había hablado.
484 | “En el mismo lugar donde los perros lamieron la sangre

de Nabot, lamerán también tu propia sangre”, había profeti-
zado Elías (1 Re 21:19). Finalmente la palabra del profeta
se había cumplido. Acab no mantuvo su arrepentimien-
to y eso activó la palabra profética sobre su vida.

-----------------------------------------------------------------------
“Acab murió, y su hijo Ocozías

lo sucedió en el trono” (1 Re 22:40).
485 | “Ocozías” significa “Jehová me sostiene”. Acab te-

nía conocimiento de Dios, pero no le dio ejemplo de vida
151
Bernardo Stamateas
a su hijo Ocozías. No alcanza con ponerles un nombre

bíblico, tenés que enseñarle a tus hijos a amar a Dios.

-----------------------------------------------------------------------
“Josafat hijo de Asá ascendió al trono de Judá

en el cuarto año de Acab, rey de Israel.
Josafat tenía treinta y cinco años
cuando comenzó a reinar,
y reinó en Jerusalén veinticinco años.
El nombre de su madre era Azuba hija de Siljí.
Siempre siguió el buen ejemplo de su padre Asá,
y nunca se desvió de él,
sino que hizo lo que agrada al Señor.
Sin embargo, no se quitaron los santuarios paganos,
de modo que el pueblo siguió ofreciendo allí
sacrificios e incienso quemado.
Josafat también estaba en paz con el rey de Israel.
Los demás acontecimientos del reinado de Josafat,
lo que llevó a cabo y sus proezas militares,
están escritos en el libro de las
crónicas de los reyes de Judá.
Libró la tierra del resto de hombres que practicaban
la prostitución en los santuarios,
los cuales se habían quedado allí
incluso después del reinado de su padre Asá.
En aquel tiempo no había rey en Edom,
sino que gobernaba un regente.
Por esos días Josafat construyó una flota mercante
152
para ir a Ofir por oro, pero nunca llegaron a zarpar,

pues naufragaron en Ezión Guéber.
Entonces Ocozías hijo de Acab le dijo a Josafat:
«Deja que mis hombres
naveguen con tus hombres».
Pero Josafat no se lo permitió.
Josafat murió y fue sepultado con sus antepasados
en la ciudad de su padre David. Y su hijo
Jorán lo sucedió en el trono.
Ocozías hijo de Acab ascendió al trono de Israel
en Samaria en el año diecisiete de Josafat,
rey de Judá, y reinó dos años en Israel.
Pero hizo lo que ofende al Señor, porque anduvo
en los caminos de su padre y de su madre,
y en los caminos de Jeroboán hijo de Nabat,
que hizo que Israel pecara.
Sirvió y adoró a Baal, y provocó a ira al Señor,
Dios de Israel, tal como
lo había hecho su padre” (1 Re 22:41-53).
153
2 Reyes
1
VISIÓN PANORÁMICA
Ocozías se hirió al caer de una ventana, por lo que mandó a sus
mensajeros a consultar al dios Baal Zebul si se recuperaría de
sus heridas. Sin embargo, Elías salió a su encuentro y profetizó
su muerte. Ocozías, indignado, mandó tres batallones a buscar
a Elías. Los dos primeros batallones fueron consumidos por
fuego que cayó del cielo, sin embargo, el capitán del tercer bata-
llón se dirigió a Elías con respeto y así el profeta accedió a ir has-
ta donde estaba el rey. Una vez frente a él, volvió a confirmar
la profecía de su muerte. Después del fallecimiento de Ocozías,
y como este no había tenido hijos, Jorán, el hijo de Josafat, lo
sucedió en el trono.
155
Bernardo Stamateas
“Después de la muerte de Acab, la nación de Moab

se rebeló contra Israel” (2 Re 1:1).
486 | Ocozías no aprendió de lo malo que hicieron sus

padres ni de lo bueno que hizo Elías. Ignorar el pasado
es volver a repetirlo.

-----------------------------------------------------------------------
“Ocozías, que se había herido al caerse por la ventana

del piso superior de su palacio en Samaria,
despachó a unos mensajeros con este encargo:
«Vayan y consulten a Baal Zebub,
dios de Ecrón, para saber si voy a recuperarme
de estas heridas.» Pero el ángel del Señor
le dijo a Elías el tisbita: «Levántate y sal al encuentro
de los mensajeros del rey de Samaria. Diles:
‘Y ustedes, ¿por qué van a consultar a Baal Zebub,
dios de Ecrón? ¿Acaso no hay Dios en Israel?’.
Pues bien, así dice el Señor: ‘Ya no te levantarás de
tu lecho de enfermo, sino que ciertamente morirás’».
Así lo hizo Elías, y cuando los mensajeros regresaron,
el rey les preguntó:
—¡Cómo! ¿Ya están de regreso?
Ellos respondieron:
—Es que un hombre nos salió al encuentro
y nos dijo que regresáramos al rey que nos había
enviado y le dijéramos: ‘Así dice el Señor: «¿Por qué
mandas a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón?
156
¿Acaso no hay Dios en Israel? Pues bien, ya no te

levantarás de tu lecho de enfermo,
sino que ciertamente morirás».
El rey les preguntó:
—¿Qué aspecto tenía el hombre que les salió al
encuentro y les habló de ese modo?
—Llevaba puesto un manto de piel,
y tenía un cinturón de cuero
atado a la cintura —contestaron ellos.
—¡Ah! ¡Era Elías el tisbita! —exclamó
el rey” (2 Re 1:2-8).
487 | Elías volvió a aparecer en el relato, esta vez para

llevarle palabra de Dios al hijo de Acab y Jezabel, Oco-
zías. Muchas veces Dios te pone en escena para minis-
trar familias completas.
488 | “Vayan y consulten de Baal Zebub (…) para saber si

voy a curarme de estas heridas”, había ordenado Ocozías.
“Baal Zebub” (o Belcebú) significa “señor de las moscas”
o “señor de pelo”. En momentos de angustia las personas
suelen consultar a cualquiera.
489 | “¿Acaso no hay Dios en Israel?”. Tres veces (vs. 3, 6

y 16) se repite una pregunta tan obvia que no necesita
respuesta. Cuando pecamos actuamos como si Dios no
existiese.
490 | A partir de unos pocos elementos Ocozías rápi-

damente reconoció que el hombre que había salido al
encuentro de sus mensajeros era Elías. Los hombres
157
Bernardo Stamateas
hablaron de su manto, que representa la unción, y su

cinturón, que simboliza la verdad. ¡Que vos y yo seamos
reconocidos por la unción y la verdad de Dios!

-----------------------------------------------------------------------
“Y en seguida envió a un oficial con cincuenta

soldados a buscarlo. El oficial fue y encontró
a Elías sentado en la cima de un monte.
—Hombre de Dios —le dijo—,
el rey le ordena que baje.
—Si soy hombre de Dios —replicó Elías—,
¡que caiga fuego del cielo y te consuma
junto con tus cincuenta soldados!
Al instante cayó fuego del cielo, y consumió al oficial
y a sus soldados” (2 Re 1:9-10).
491 | El oficial encontró a Elías sentado en la cima de

un monte. Elías siempre subía a sentarse en el monte,
bien arriba. Fuimos llamados a sentarnos en el éxito y
no descender jamás.
492 | “¡Que caiga fuego del cielo!”, exclamó Elías, y nue-

vamente fuego de Dios cayó del cielo como en el monte
Carmelo, ahora no sobre el buey, sino sobre los cincuenta
soldados enemigos.
493 | Ocozías envió a cincuenta hombres a buscar a uno

solo. Esta diferencia en número simboliza cuánto le teme
el enemigo a un hijo de Dios.
158
494 | En el pasado Elías ya había huido frente a las ame-

nazas de Jezabel, la madre del rey Ocozías, pero esta
vez aprendió la lección. En lugar de salir huyendo y
esconderse en una cueva, ahora el profeta oró a Dios.
Frente a las persecuciones, no tengas miedo, no huyas,
orá para que Dios haga descender fuego que queme
toda dificultad.

-----------------------------------------------------------------------
“Así que el rey envió a otro oficial con otros

cincuenta soldados en busca de Elías.
—Hombre de Dios —le dijo—, el rey le ordena
que baje inmediatamente.
—Si soy hombre de Dios —repuso Elías—,
¡que caiga fuego del cielo y te consuma junto
con tus cincuenta soldados!
Una vez más, fuego de Dios cayó del cielo
y consumió al oficial
y a sus soldados” (2 Re 1:11-12).
495 | Ocozías volvió a enviar cincuenta hombres más. El

enemigo va a insistir una y otra vez para que te rindas,
sin embargo, él nunca podrá subir al lugar donde te en-
contrás. ¡Dios volverá a respaldarte!
496 | “El rey le ordena que baje inmediatamente”, mandó

otra vez un oficial de Ocozías. El segundo batallón come-
tió el mismo error que el primero. Si esperás resultados
diferentes, ¡no repitas lo mismos errores que los demás!
159
Bernardo Stamateas
497 | Los discípulos de Jesús se inspiraron en este texto y

quisieron orar de igual forma en Lucas 9:54-56, pero el Se-
ñor no estuvo de acuerdo. La diferencia es que ellos solo
habían sido rechazados y no corrían peligro de muerte
como Elías en este pasaje.

-----------------------------------------------------------------------
“Por tercera vez el rey envió a un oficial

con otros cincuenta soldados.
Cuando éste llegó hasta donde estaba Elías,
se puso de rodillas delante de él y le imploró:
—Hombre de Dios, le ruego que respete mi vida
y la de estos cincuenta servidores suyos.
Sé bien que cayó fuego del cielo
y consumió a los dos primeros oficiales
y a sus soldados.
Por eso le pido ahora que respete mi vida.
El ángel del Señor le ordenó a Elías:
«Baja con él; no le tengas miedo.»
Así que Elías se levantó
y bajó con el oficial
para ver al rey…” (2 Re 1:13-15).
498 | Esta vez un oficial se acercó a Elías y arrodillándo-

se delante de él le imploró que no mandara fuego sobre
su batallón como lo había hecho con los dos anteriores.
La humildad del oficial de este tercer batallón evitó que
cayera fuego del cielo sobre ellos. Elías bajó y fue a ver al
rey. Dios responde siempre al corazón humilde.
160
499 | Cuando el oficial le habló con humildad, Elías rápi-

damente accedió a su pedido. El profeta no tenía proble-
mas en ir a hablar con el rey si la invitación se hacía con
humildad. Las palabras demandantes no benefician la
comunicación. Tenemos que aprender a comunicarnos,
a usar las palabras correctas cuando queremos pedirle
algo a alguien.

-----------------------------------------------------------------------
“… a quien le dijo:
—Así dice el Señor: ‘Enviaste mensajeros
a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón.
¿Acaso no hay Dios en Israel a quien puedas
consultar? Puesto que has actuado así,
ya no te levantarás de tu lecho de enfermo,
sino que ciertamente morirás’.
Así fue como murió el rey, según la palabra
que el Señor había anunciado por medio de Elías.
Como Ocozías no llegó a tener hijos,
Jorán lo sucedió en el trono.
Esto aconteció en el segundo año de Jorán
hijo de Josafat, rey de Judá.
Los demás acontecimientos del reinado de Ocozías
están escritos en el libro de las crónicas
de los reyes de Israel” (2 Re 1:16-18).
500 | El Dios de Israel había condenado a Ocozías y Elías

no suavizó la sentencia por temor a que el rey o los que
estaban con él se enojaran y pudieran agredirlo. Hablá
161
Bernardo Stamateas
La Palabra de Dios sin temor, nadie puede dañar a los

que Dios protege (Sal 121:7).
501 | Elías era ya un hombre muy anciano cuando pro-

fetizó que Ocozías moriría. Dios nos usa más allá de la
edad. En La Biblia no existe la jubilación, así que prepara-
te, porque Dios te va a usar aun cuando seas una persona
de edad avanzada.
502 | Acab reinó veintidós años, Ocozías solamente dos.

A veces los malvados viven mucho tiempo; otras veces,
mueren pronto, pero tarde o temprano el mal que sem-
braron los alcanzará.

-----------------------------------------------------------------------
162
2 Reyes
2
VISIÓN PANORÁMICA
En este capítulo se describe el último viaje del profeta Elías,
quien acompañado en todo momento por Eliseo, viajó a través
del país hasta llegar al río Jordán. Una vez allí, Elías golpeó las
aguas con su manto y ambos cruzaron por tierra seca. Mien-
tras los dos hombres iban conversando, Eliseo le manifestó a
Elías su petición: él quería su manto, deseaba tener la doble
unción. Súbitamente un carro de fuego los separó y Elías fue
llevado al cielo por un torbellino.
“Cuando se acercaba la hora en que el Señor

se llevaría a Elías al cielo en un torbellino,
Elías y Eliseo salieron de Guilgal.
Entonces Elías le dijo a Eliseo:
—Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado a Betel.
Pero Eliseo le respondió:
—Tan cierto como que el Señor y tú viven,
te juro que no te dejaré solo.
Así que fueron juntos a Betel. Allí los miembros
de la comunidad de profetas de Betel
163
Bernardo Stamateas
salieron a recibirlos, y le preguntaron a Eliseo:

—¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu maestro,
y a dejarte sin guía?
—Lo sé muy bien; ¡cállense!
Elías, por su parte, volvió a decirle:
—Quédate aquí, Eliseo, pues el Señor
me ha enviado a Jericó.
Pero Eliseo le repitió:
Así que fueron juntos a Jericó. También allí
los miembros de la comunidad de profetas
de la ciudad se acercaron a Eliseo y le preguntaron:
—¿Sabes que hoy el Señor va a quitarte a tu maestro,
y a dejarte sin guía?
—Lo sé muy bien; ¡cállense!
Una vez más Elías le dijo:
—Quédate aquí, pues el Señor
me ha enviado al Jordán.
Pero Eliseo insistió:
Así que los dos siguieron caminando y se detuvieron
junto al río Jordán. Cincuenta miembros
de la comunidad de profetas
fueron también hasta ese lugar,
pero se mantuvieron a cierta distancia, frente a ellos.
Elías tomó su manto y, enrollándolo, golpeó el agua.
El río se partió en dos, de modo que ambos
lo cruzaron en seco. Al cruzar,
Elías le preguntó a Eliseo:
164
—¿Qué quieres que haga por ti

antes de que me separen de tu lado?
—Te pido que sea yo el heredero de tu espíritu
por partida doble —respondió Eliseo.
—Has pedido algo difícil —le dijo Elías—,
pero si logras verme cuando me separen de tu lado,
te será concedido; de lo contrario, no.
Iban caminando y conversando cuando,
de pronto, los separó un carro de fuego
con caballos de fuego,
y Elías subió al cielo en medio de un torbellino.
Eliseo, viendo lo que pasaba, se puso a gritar:
«¡Padre mío, padre mío, carro y fuerza
conductora de Israel!» Pero no volvió a verlo.
Entonces agarró su ropa
y la rasgó en dos” (2 Re 2:1-12).
503 | Elías viajó por las ciudades de Guilgal, Betel y Jeri-

có hasta llegar al Jordán. En cada una de las ciudades le
pidió a Eliseo que se quedara allá, pero una y otra vez él
se negó a separarse del profeta.
504 | En Guilgal se ubicó el primer campamento israelita

después de haber entrado a Canaán. Guilgal representa
los comienzos. Apocalipsis 2:5 habla de “volver a practi-
car las obras que hacías al principio”.
505 | Betel fue el primer lugar de Canaán donde Abra-

ham adoró al Señor y representa el altar. La adoración
equivocada lleva a vivir una vida equivocada. Este fue
el caso de Israel.
165
Bernardo Stamateas
506 | Jericó fue la primera ciudad cananita que se rindió

ante Israel. Fue reconstruida durante el reinado del rey
Acab (1 Re 16:34). Jericó simboliza el lugar del juicio.
507 | El Jordán fue el río por el que el pueblo judío cru-

zó para entrar en la tierra prometida y representa el
lugar del compromiso. Hay un momento en tu vida en
el que tendrás que “cruzar el río” y comprometerte con
el Señor.
508 | Eliseo deseaba el manto de Elías, que representa la

unción, la presencia de Dios. Todo el mundo quiere tener
el manto, pero muy pocos están dispuestos a conseguir-
lo. Eliseo representa a la gente de fe que insiste, que no
se detiene ni se mueve por lo que las circunstancias le
dictan, sino que tiene un propósito, una visión y sabe que
quiere vivir en Su presencia.
509 | Eliseo estaba dispuesto a hacer lo que fuera nece-

sario para recibir el manto de Elías. El manto también re-
presenta la cobertura espiritual de una persona o iglesia.
Si te movés bajo ese manto, tendrás los mismos e incluso
el doble de logros de esa cobertura.
510 | Cuando te congregás recibís el manto de tu iglesia.

Es tu trabajo ir aprendiendo a usarlo poco a poco.
511 | Cada iglesia tiene un manto único y especial. Por

ejemplo, nuestro Ministerio Presencia de Dios, tiene el
manto de publicar libros que llegan a ser best sellers, el
manto de la sanidad interior, el manto de acceso a los
166
medios de comunicación, el de la adoración, la revelación,

la solidaridad, la paz, la autoayuda y el avivamiento.
512 | Hacer un manto lleva decenas de años. Cuando te

vas de la cobertura de tu iglesia, el manto no se va con
vos, sino que queda en la iglesia, porque pertenece a ese
lugar. Si vos te vas, no te llevás nada.
513 | Tu santidad y compromiso hacen crecer tu manto.

El manto se enseña. Eliseo aprendió de Elías a usarlo.

-----------------------------------------------------------------------
“Luego recogió el manto que se le había caído

a Elías y, regresando a la orilla del Jordán,
golpeó el agua con el manto y exclamó:
«¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?»
En cuanto golpeó el agua,
el río se partió en dos, y Eliseo cruzó.
Los profetas de Jericó, al verlo, exclamaron:
«¡El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo!»
Entonces fueron a su encuentro
y se postraron ante él, rostro en tierra.
—Mira —le dijeron—, aquí se encuentran,
entre nosotros tus servidores,
cincuenta hombres muy capaces,
que pueden ir a buscar a tu maestro.
Quizás el Espíritu del Señor lo tomó y lo arrojó en
algún monte o en algún valle.
—No —respondió Eliseo—, no los manden.
167
Bernardo Stamateas
Pero ellos insistieron tanto que él

se sintió incómodo y por fin les dijo:
—Está bien, mándenlos.
Así que enviaron a cincuenta hombres,
los cuales buscaron a Elías durante tres días,
pero no lo encontraron.
Cuando regresaron a Jericó, donde se había quedado
Eliseo, él les reclamó:
—¿No les advertí que no fueran?” (2 Re 2:13-19).
514 | El Señor se llevó a Elías, pero no su manto. El manto

representa el ministerio profético. El profeta puede irse,
pero el manto queda.
515 | Eliseo tomó el manto y volvió al río Jordán. Dividió

las aguas como lo había hecho su maestro y cruzó. Eliseo
fue para Elías lo que Josué fue para Moisés. De la misma
manera que Josué repitió el milagro del Mar Rojo, ahora
Eliseo repitió el milagro que previamente había realiza-
do su maestro.
516 | Eliseo tomó el manto, abrió el río Jordán y continuó

caminando hacia Jericó. Él no perdió tiempo ni se relajó
porque ya tenía lo que había pedido; por el contrario, Eli-
seo tomó el manto y siguió con su ministerio. El manto es
para gente de acción, proactiva, que no se queda inmóvil
y siempre va por más.
517 | Eliseo cruzó el Jordán. No te quedes atascado en

lo viejo, en el ayer. Animate a ir hacia todo lo nuevo que
tiene Dios para vos. ¡Caminá hacia donde está la gente!
168
518 | “Los hombres buscaron a Elías durante tres días, pero

no lo encontraron”. Jesús murió y fue sepultado. Estuvo
en la tumba durante tres días, pero ya no está allí. Los
enemigos de Jesús no pudieron mantenerlo en la tumba.
¡Cristo ha resucitado y vive!

-----------------------------------------------------------------------
169
Bibliografía
• Abraham J. Twersky, “Viviendo cada Día”, Editorial

Bnei Sholem, 2000.
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• Renner, Abraham, “Las preguntas de Abarbanel”,
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• Scheinber, Harav Jaim Pinjas, “La Torá: Senda de
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• Skorjka, Abraham, “Miles de Años por Semana”,
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• Una Reflexión Semanal, Adaptado de las obras
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• Wénin, André, “No solo de pan. El deseo en la Biblia:
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• Wiesel, Elie, “Mensajeros de Dios. Relatos y
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Latinoamericano, 1989.
172

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Elías

“El Profeta del Altar”.

Archivo Digital: descarga

1. Espiritualidad Cristiana. I. Título.

Elías, El Profeta del Altar.

Edición: Verónica Hermo Quiroga

No se permite la reproducción parcial o total de este libro, en cualquier forma o

Al equipo pastoral del Ministerio Presencia de Dios.

A mi equipo de correctores, editores y diseñadores

Sugerencias para la lectura de este libro

Al ser este un comentario totalmente distinto a los pu-

• Cada capítulo del libro comienza con un resumen

• Es muy importante no leer este libro de corrido,

• El proceso de meditar consiste en tomar la revela-

de meditar. Dios nos promete que si meditamos Su

• Tené a mano un lápiz y un anotador, y escribí todo lo

• Te propongo que leas un párrafo y lo medites duran-

• Observá que cada párrafo termina con una suge-

• La revelación no tiene por objetivo encerrarnos en

Éxitos, ¡nos vemos en la cima!

“Entonces Elías tisbita, que era de los moradores

1 | “Entonces Elías…”. ¿Por qué el profeta aparece sorpre-

Habían transcurrido exactamente ochenta y cuatro años

2 | Elías aparece de golpe en el relato bíblico para anun-

3 | El texto comienza diciendo: “Entonces Elías…”. Elías

4 | Elías apareció en un momento crucial de la historia,

donde no había “presencia viva” de Dios. En el peor con-

5 | Este capítulo de 1 Reyes comienza presentando a

6 | El nombre “Elías” significa “Jehová es mi Dios”. Te-

7 | “Elías” es el nombre que sus padres le habían puesto

8 | El rey Acab estaba casado con Jezabel. “Acab” signi-

9 | Elías es levantado para pelear contra el hombre más

10 | Dios tiene un hombre para cambiar la historia del

11 | Cuando Dios levantó a Elías, todos los demás sa-

12 | Elías era oriundo de Tisbé, una región montañosa al

13 | Elías dijo: “Vive Jehová Dios de Israel”. Mientras no

14 | Lo primero que Elías dijo fue: “Vive Jehová Dios de

15 | En 1 Reyes 16:34, encontramos un extraño pasaje

de Jericó decretando que moriría la descendencia de

17 | El rey Acab adoraba a Baal, el dios de la lluvia, del

18 | Elías declaró que habría sequía, y por tres años y

19 | No llovió sobre la región de Samaria durante tres

20 | La sequía duró tres años y medio para que el pue-

Dios. A veces el Señor no hace nada, no interviene, y

21 | Elías declaró que habría sequía y no llovió durante

22 | Elías no fue a hablar con el pueblo para convencer

23 | Elías decretó La Palabra. El decreto tiene que ser bre-

24 | Elías no buscó amigos u otros profetas para ir juntos

25 | ¿Por qué Elías manifestó: “Vive Jehová en cuya pre-

26 | “No lloverá por mi palabra”, aseguró Elías. No fue Dios

27 | Elías declaró que no llovería y se desató una sequía

¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida? ¿Cómo puedo bendecir a otros?

“Entonces la palabra del Señor vino a Elías

28 | Dios le habló a Elías por primera vez para decirle

en tres años, pero Elías obedeció y alcanzó la victoria. No

29 | El único al que Dios le habló en este relato es a Elías.

30 | “Entonces la palabra del Señor vino a Elías”, dice La

31 | El texto afirma que “La palabra del Señor vino a Elías”.

32 | Los mensajes de Dios son breves, claros y contun-