Descubra El Plan de Dios para Su Vida - J Oswald Sanders
Descubra El Plan de Dios para Su Vida - J Oswald Sanders
Descubra El Plan de Dios para Su Vida - J Oswald Sanders
OSWALD SANDERS
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Epílogo / 145 /
Notas / / 147
ensé que había escrito mi último libro! Pero me instaron desde varios
sitios para que escribiera sobre el tema de la dirección, en la que hay tanto
interés y aún una considerable confusión. Así que he tomado de nuevo mi
pluma.
Confío en que el Espíritu Santo pueda arrojar algunos rayos de luz sobre el
sendero de los que lean esta multitud de palabras.
Temas clave:
• El elemento de misterio
• La voluntad de Dios
Vaya a Dios mismo, y pida el llamado de Dios; puesto que ti por cierto
tiene un plan o un llamado para usted. Él de alguna manera lo guiará
hacia él... Por su unión oculta con Dios o por la relación con Él
obtenemos una sabiduría o un discernimiento más profundos que lo que
nos conocemos a nosotros mismos; una compasión, una unidad con la
voluntad y amor divinos. Entramos en el propio plan de Dios para
nosotros y somos conducidos por Él, consintiendo, cooperando,
respondiendo a Él, y trabajando con la exactitud más bella a ese buen fin
por el cual su consejo invisible nos rodeó y nos envió al mundo. De esta
manera nunca podemos estar perdidos para encontrar nuestro camino
hacia el consejo y el plan de Dios.
Una de las selecciones del libro The World's Greatest Sermons [Los
mejores sermones del mundo] fue disertada por primera vez por el
sobresaliente predicador estadounidense Horacio Bushnell. Lleva el título:
"Cada vida es un plan de Dios". El concepto bíblico ha encontrado gran
aceptación entre los cristianos evangélicos de todo el mundo. Sin embargo,
en los años recientes, ha enfrentado un reto, probablemente debido a la forma
infeliz en que a veces se ha presentado el tema. ¿Dios tiene una voluntad y un
plan ideales y detallados para cada vida? ¿Es este un concepto válido o solo
es una opinión que se ha leído equivocadamente en las Escrituras? Si hay tal
plan, es sumamente importante que lleguemos a conocerlo. Si es solo un
mito, cuanto antes se lo ponga a descansar, mejor.
Por todos lados de este bello mundo en el que vivimos, hay evidencia de
un Dios que está obrando de acuerdo con un plan, mucho más allá de la
comprensión humana. Por esto cuando jesús instruía a sus discípulos expresó
esta asombrosa declaración: "¿No se venden dos pajarillos por un cuarto?
Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre... Así que, no temáis;
más valéis vosotros que muchos pajarillos" (Mt. 10:29-31, cursivas
añadidas).
Las circunstancias que rodean nuestra vida no son accidentales, sino que
han sido ideadas por un Padre que es todo sabiduría y amor, quien sabe cómo
podemos glorificarlo mejor y al mismo tiempo lograr lo mejor para nosotros.
Cuando esto se convierte en una convicción, se cree y se lo acepta, entonces
cada parte de la vida se convierte en importante, y la vida misma se torna un
viaje de descubrimiento de Dios y de nuestro verdadero yo.
El plan desconocido
"Al cabo de unos minutos de la partida del vendedor, mi amigo Jack, quien
me había sugerido que tomara el curso, vino a visitarme.
"Más tarde ese día recibí otro golpe. El médico local a quién visité para
realizar el examen médico requerido, luego de examinarme, me asombró al
decir: `Lo lamento, pero no puedo aprobarte para ese curso. Estás en mal
estado físico. Mi consejo es que vuelvas a pensar en tus planes'. Sus
comentarios abruptos me hicieron tambalear.
'Finalmente decidí enviar los papeles de inscripción con una nota breve
adjunta acerca de mi agotamiento, y indicando que tomaría el examen médico
de nuevo luego de unas vacaciones que pensaba tomar. Más adelante, cuando
tomé el examen, me dijeron que gozaba de muy buena salud".'
El elemento de misterio
Así que podemos esperar que a veces tengamos que contentarnos con
esperar la explicación futura del misterio de los asuntos de Dios.
Cuando Dios llamó a Abraham a los setenta y cinco años de edad para
dejar su cómodo hogar en Ur de los caldeos y embarcarse en una vida
nómada, él "obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y
salió sin saber a dónde iba" (He. 11:8). Esto es característico de la fe que está
dispuesta a moverse bajo órdenes secretas.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el viaje por mar era un tema
precario debido a la cantidad de submarinos y minas, nuestro barco
zigzagueaba en su rumbo. Le pregunté al capitán el motivo. Me dijo que por
motivos de seguridad viajaba bajo órdenes secretas. Simplemente estaba
siguiendo el curso planeado por sus superiores en cuya sabiduría y
experiencia él tenía plena confianza. A veces nuestro Guía nos pide que
viajemos bajo órdenes secretas, solo confiando en su amor y sabiduría.
El incendio de Carey
El primer sermón de Carey luego del incendio tenía como texto: "Estad
quietos, y conoced que yo soy Dios" (Sal. 46:10). Tenía dos puntos:
¿No sería raro que el que Jesús nos enseñó a llamar "Padre" no diera una
dirección detallada a sus hijos que se la pidieran? La implicación es inherente
a la propia idea de paternidad. Los que somos padres sabemos cuán contentos
estamos si nuestros hijos vienen a nosotros cuando están perplejos y cuán
felices estamos de darles una guía.
Este es el mismo ejemplo que Jesús utilizó para ilustrar la relación que
existe entre Él y aquellos a los que llama "mis ovejas": "Yo soy el buen
pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas" (Jn. 10:11). "A éste abre el
portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las
saca... y las ovejas le siguen, porque conocen su voz" (Jn. 10:3-4).
Moisés tenía muchas ansias por conocer más íntimamente a Dios, conocer
sus "caminos" para que él pudiera seguirlos. En otras palabras, él quería la
dirección de Dios en las cosas más profundas de la vida. Así que oró: "Ahora,
pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu
camino" (Éx. 33:13, cursivas añadidas). ¡De qué manera Dios respondió a su
ruego! "Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho" (33:17).
No había renuencia de parte de Dios.
¡Este es el tipo de Dios que tenemos como guía! Sin embargo, con
demasiada frecuencia es mal interpretado y mal concebido como un tipo de
ogro ascético, un aguafiestas celestial que se deleita en negarles a sus hijos lo
que desean cuando acuden a Él en busca de dirección.
1. En el universo creado
Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la gloria de
sus manos. (Sal. 19:1)
2. En las Escrituras
3. En la persona de su Hijo
Estos son algunos de los mitos sin fundamento que deben rechazarse para
siempre:
2. Que Dios nos pedirá que hagamos algo irracional de manera normal. Por
el contrario, el Dios que creó el pensamiento racional nunca nos pedirá que
actuemos irracionalmente. Debido a que sus pensamientos son infinitamente
más elevados que los nuestros, en raras ocasiones Él puede pedirle a alguien
que haga algo que pueda estar más allá de la razón (según la conocemos
nosotros), pero nada que sea contrario a la razón.
8. Que una puerta cerrada es el fin del asunto. Nuevamente, puede que sea
así, pero puede ser que solo esté cerrada la puerta del frente. Puede haber una
puerta trasera abierta o una ventana. Esto generalmente ha sido así. Una
misión que servía en el sur de Sudán fue expulsada por el gobierno, pero sus
trabajadores no cesaron de orar porque se volviera a abrir la puerta. Diez años
más tarde fueron invitados de nuevo por el mismo gobierno que los echó. Así
que siga golpeando la puerta.
William Carey tuvo una embarazosa experiencia con una puerta cerrada,
que al final terminó bien. Dios lo había estado preparando desde hacía mucho
tiempo para que trabajara en la India. En 1793, acompañado por su amigo
Wood, trató de establecerse allí, pero la East India Company era tan celosa de
sus derechos en el país y tan temerosa de que algo pudiera interferir con sus
negocios que no permitía que ningún misionero se estableciera en su
territorio. Por lo tanto, antes de que Wood y Carey salieran del puerto, fueron
enviados de nuevo al mar.
Naturalmente, estaban terriblemente desilusionados. ¿Se habían
equivocado en la dirección de Dios? ¿Todos sus años de trabajo y labor
fueron en vano? Parecía que sí. Fueron a un restaurante a comer. Un mesero
les alcanzó un pedazo de papel que tenía la dirección de una compañía
naviera danesa, a la cual corrieron. Para su deleite encontraron que había un
barco que estaba por llegar pronto que los podía llevar a su destino.
El diccionario define la voluntad como "la facultad mental por la cual una
persona decide sobre y controla sus propias acciones o las de los demás". Mi
voluntad es lo que planeo y tengo como propósito. La voluntad de Dios es lo
que Él planea y tiene como propósito. Pablo habla de "el designio de su
voluntad" (Ef. 1:11).
Sin embargo, esta visión crea un problema serio, que lo trata de forma muy
útil A. Morgan Derham en su libro The Mature Christian [El cristiano
maduro]. Me aventuro a citarlo en gran parte:
Este último aspecto ha sido retado por algunos que no pueden considerar
tal cosa en las Escrituras. Sostienen que si en nuestra toma de decisiones nos
mantenemos dentro de la voluntad soberana y la voluntad moral de Dios,
queda una gran gama de opciones para la persona cuya dirección no se
requiere. Los asuntos personales pueden decidirse satisfactoriamente
sosteniendo y ejerciendo la sabiduría prometida en Santiago 1:5. ¿Pero existe
una voluntad y un plan individual de Dios para cada vida?
¿Dios tiene una voluntad individual?
De hecho, las promesas de quien habla son tan generales y completas que
podrían solo ser expresadas por Dios. Algunos ven en estos versículos la
imagen de una madre enseñándole a caminar a su hijo, con sus ojos puestos
constantemente en él. Esa por cierto es una dirección muy personal e
individual.
Hay una lección saludable para aprender del versículo 9, ya que este pasaje
es una promesa de dirección y una advertencia contra la obstinación y la
insensibilidad en cuanto concierne a la dirección de Dios.
Creo que Dios tiene una voluntad individual para mi vida y para cada vida,
pero su realización depende de una verdadera entrega de ►ni voluntad y de
su voluntad hacia Él para el cumplimiento de su plan cómo y cuándo Él lo
considere mejor. Sin embargo, Él puede dar un considerable libre albedrío
dentro de su voluntad moral, y Él puede elegir invalidar nuestros errores
reconocidos para que encajen con su voluntad, como se ilustra en la parábola
del alfarero.
Resumen
• Principios de dirección
• La columna de nube
• Poniendo un vellón
Principios de dirección
Es un hecho interesante que la palabra impersonal dirección, que con tanta
frecuencia está en nuestros pensamientos y en nuestros labios, no aparezca en
la Biblia. Pero se dice mucho sobre Dios como un Guía personal. En lugar de
tener una dirección impersonal, se nos promete la compañía personal de un
Guía experimentado que nos conduzca por el laberinto de la vida. Para un
viajero que pase por un territorio desconocido, ¡un guía bien calificado es
preferible a un mapa de ruta!
Siendo joven trabajé junto a un abogado que tenía como práctica leer uno
de los treinta y un capítulos del libro de Proverbios cada día del mes para
mantener la ética de su negocio en el camino recto y también para
favorecerse con la sabiduría de Salomón. Los que están en otras profesiones
también podrían encontrar provechosa esta práctica.
A estas alturas la idea de predicar -"El que llama"- lo había seguido, pero
en 1882, "El que llama salió de la oscuridad, bloqueó su camino, exigió una
decisión". Debía dar un discurso importante en nombre de su universidad en
una convención de universidades donde se trataban temas vitales. Sentía un
peso muy grande y no podía encontrar descanso para su espíritu. Mientras
estaba de rodillas en su cuarto, solo y deprimido, el pensamiento de predicar
se presentó de repente en su mente. Siguió una tremenda batalla interna, pero
cuando finalmente clamó: "¡Ah, Dios, si me ayudas a ganar este caso, yo
predicaré!", todo el cuarto pareció iluminarse. Al día siguiente, dio su
discurso y para su gran sorpresa, obtuvo la victoria.
7. Él nos guía ejerciendo una limitación o freno internos, como lo hizo con
Pablo y sus compañeros en el camino a Macedonia (Hch. 16). Él ordena las
circunstancias para que faciliten o bien confirmen nuestros planes o los
obstruyan.
La columna de nube
Durante el día daba una sombra bienvenida del fuerte sol, como una gran
sombrilla. Durante la noche daba iluminación. Iba delante de ellos para
mostrarles el camino y los seguía por detrás como un guardián para
protegerlos. Pero sus movimientos irregulares no siempre eran del gusto de la
gente.
Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no
codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron... Y estas cosas les
acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a
nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
Hay una lección aquí para los que se encuentran en cargos de liderazgo.
Somos establecidos como vigilantes para dar a conocer la voluntad de Dios a
nuestra gente y a detectar y contrarrestar el acercamiento del enemigo.
Poniendo un vellón
Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho, he aquí que yo
pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón
solamente, quedando seca toda la tierra, entonces entenderé que
salvarás a Israel por mi mano, corno lo has dicho. Y aconteció así.
Uno hubiera pensado que esta notable señal de intervención divina habría
sido suficiente para disipar los temores y estimular su confianza en Dios.
Pero no, la respuesta bondadosa de Dios no lo satisfizo. Necesitaba otra
señal. Así que, apologéticamente, ¡le pidió a Dios que invirtiera el curso de la
naturaleza por segunda vez!
Estos son los hechos. Pero ¿Dios está presentando a Gedeón como un
modelo a imitar? ¿Estamos justificados al tomar este incidente como ejemplo
al buscar dirección? Hay opiniones divergentes sobre la sabiduría o la
legitimidad de esta práctica.
Así que al estudiar el incidente, parece haber poco respaldo para adoptar
esta práctica, si bien Dios en su amor y paciencia hacia nosotros, los que
aprendemos lentamente, puede tenernos compasión en nuestra trémula fe.
Jesús señaló la mejor manera: "bienaventurados los que no vieron, y
creyeron" (Jn. 20:29, cursivas añadidas).
Durante su viaje por el desierto, Dios le permitió a Israel que infligiera una
aplastante derrota sobre los crueles e idólatras amorreos (Nm. 21:25-26).
Cuando el rey Balac y su pueblo oyeron de esta victoria, entraron en un
estado de pánico.
campo. Y Moab tuvo gran temor a causa del pueblo, porque era
mucho; y se angustió Moab a causa de los hijos de Israel. Y dijo
Moab a los ancianos de Madián: Ahora lamerá esta gente todos
nuestros contornos, como lame el buey la grama del
Números
22:3-4
Balac había oído acerca de la fama del profeta Balaam, así que con temor
supersticioso lo mandó llamar para que maldijera a los israelitas y así
garantizar la derrota de ellos. Por supuesto, tendría una recompensa
adecuada.
-1. Bright
Una orden tan categórica de Dios debía haber dado por terminado el asunto
para Balaam, pero cautivado por la codicia del dinero y estaba reacio a enviar
de vuelta la delegación al rey de forma firme y concluyente.
7. Balaam deseo morir "la muerte de los rectos" (Nm. 23:10), pero su estilo
de vida contrario a esto y su amor por el dinero derivó en que fuera asesinado
por los israelitas a quienes había traicionado y seducido.
La vida terrenal de nuestro Señor estuvo marcada por un fuerte sentido del
deber. La palabra deber aparece pocas veces en el Nuevo Testamento, pero la
idea es muy frecuente. Incluso cuando Él tenía doce años de edad, jesús
estaba conciente de un imperativo divino en su vida. Cuando finalmente sus
padres lo encontraron después de una búsqueda de tres días por las calles de
Jerusalén (Lc. 2:41-50), Él estaba en el templo "sentado en medio de los
doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles".
Una vez que hemos decidido sobre o hemos tomado nuestra vocación u
otra área de compromiso bajo la dirección de Dios, descubriremos que Él por
lo general brinda una guía en el curso normal de ese compromiso. Si Él se
mueve fuera de esa área, podemos esperar que Él lo haga inequívocamente
claro. Así que cuando busquemos conocer la voluntad de Dios en cualquier
situación, una pregunta preliminar importante es: "¿Cuál es mi claro deber?"
-Sí -fue la respuesta-, pero nunca fuimos felices y no hemos vivido juntos
durante años.
Es un hecho asombroso que en los casos en los que Dios ha dado una
dirección sobrenatural, pocas veces se la han pedido. "En la mayoría de los
casos Dios interviene inesperadamente y le da dirección a una persona
incluso sin ser solicitada. En otras palabras, Dios "se sale de su manera de
actuar" para asegurarse que la persona tenga un conocimiento adecuado de su
voluntad a fin de hacerlo"."
En una conferencia en Ben Lippen, Carolina del Sur, una joven mujer que
se dirigía al campo misionero fue invitada a dar su testimonio. Mientras lo
hacía, tomó una hoja de papel en blanco excepto por su firma en la parte
inferior. "Este es el plan para mi vida", dijo. "Lo he firmado en la parte
inferior, y le estoy dejando a Dios que llene los detalles".
"Bueno, me encontró".
No sonrió ante mi chiste. "Escucha", dijo, "me pidieron que buscara ayuda.
Le he preguntado a todos los que conozco. Alguien me dijo que irías por un
solo domingo. Sé que eres un alumno de tercer año. Debes tener al menos dos
sermones que podrías predicar. ¿Qué dices? ¿Irás?"
"Mi oración fue informal: `Señor, aquí estoy, para predicar a cuarenta o
cincuenta granjeros que cultivan tabaco para ganarse la vida con la cosecha.
Me siento solo y extraño mi hogar. Quiero ir a la universidad y aprender a
entrenar a muchachos, pero no quiero predicar. Necesito tu ayuda para
atravesar el día de hoy. Ah, mi Dios y Padre...' Comencé a llorar. Solo lloré y
me quedé allí".
"Fue como si una Mano se apoyara en mi hombro. `Ah, Dios', oré, `creo
que veo un poco más claro. Tú quieres que yo predique. Tú quieres que yo
deje de lado mi plan y acepte el tuyo. Has estado abriendo puertas y cerrando
otras, conduciéndome gentilmente a este lugar. Bueno, si te has tomado todo
este trabajo, te prometo que estaré dispuesto a buscar más señales de tu
dirección—.
-Ya les dije todo lo que sé; ¿qué diré el próximo domingo?
Resumen
Los simples reclamos del deber también proporcionan una dirección clara.
Es nuestro deber cumplir con nuestro deber. Tanto Jesús como Pablo lo
hicieron meticulosamente. Si el deber es claro, no se necesita más dirección.
Sin embargo la dirección está condicionada. Un requisito principal es la
voluntariedad de hacer la voluntad de Dios. El conocimiento de la voluntad
de Dios depende de la actitud de nuestra voluntad humana. Dios guía al
humilde de corazón.
Temas clave:
• El lugar de la oración
• La función de la conciencia
"El llamado vino de repente, en una noche de sábado, era verano, cuando
siendo un joven en servicio, estaba sentado en el Liverpool Central Hall
esperando que comenzara una reunión. Mientras estaba sentado tranquilo
leyendo mi Biblia, de repente la historia del llamado de Isaías se convirtió en
la mía y supe a partir de entonces que yo también debía predicar.
"No tengo la menor idea de qué sucedió en esa reunión. Estaba sentado o
de pie como lo estaban los demás, pero mi corazón y mi mente estaban en
otra parte. Yo era totalmente incapaz de pensar en otra cosa que en este
privilegio inmerecido. Con un sentido de asombro maravilloso, salí de esa
reunión sabiendo que debo dar mi vida a la proclamación del mensaje
bíblico".
Sin embargo, hay un uso erróneo de las Escrituras. No se las debe usar
como un horóscopo de la suerte o una bola de cristal. Al guiarnos, Dios no
pasa por alto el intelecto con el que nos ha dotado. La Biblia es un libro
razonable, bien confirmado que ha satisfecho a los intelectos más brillantes
de los que la han leído con objetividad. Si bien Dios está dispuesto a
ayudarnos en áreas que van más allá de nuestra capacidad mental, ¡Él no
piensa por nosotros! El Espíritu Santo iluminará nuestra mente cuando se lo
pidamos y deseemos con sinceridad hacer la voluntad de Dios. Pero debemos
estar alertas de la trampa de leer en las Escrituras un significado que
razonablemente no puede ser leído en ellas.
Mirad, pues, con diligencia, cómo andéis, no como necios sino como
sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por
tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del
Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes
bien sed llenos del Espíritu.
De una persona que se embriaga con vino a veces se dice que "está bajo la
influencia". El cristiano lleno del Espíritu está bajo la influencia y el control
del Espíritu, porque ese es el significado de la palabra "lleno".
Nosotros los legos hablamos del alcohol como que es un estimulante, pero
en su libro Life in the Spirit in Marriage, Home and Work [La vida en el
Espíritu en el matrimonio, en el hogar yen el trabajo], el doctor Martin Lloyd-
Jones, un médico notable y también predicador, dice claramente que no es un
estimulante. En farmacología, al alcohol se lo clasifica como "un depresivo,
porque deprime los más altos centros de todos en el cerebro. Estos centros
controlan todo lo que le da a uno el control propio, el juicio, el equilibrio, el
poder de evaluar todo lo que hace que el hombre se comporte de la mejor
manera y de la forma más elevada".
Por el contrario, sin restricciones, el uso del alcohol hace que un hombre
pierda el control y se comporte como un animal: Un hecho trágico del que se
nos recuerda a diario.
El tiempo del verbo "sed llenos" en Efesios 5:18 indica una acción
continua, así que se nos ordena seguir siendo llenos con el Espíritu, tan
entregados a Él para que pueda controlarnos, facultarnos y guiarnos.
Cabe advertir que en ningún lado se nos ordena pedir que el Espíritu more
dentro. Esto comenzó con la conversión. Él es nuestro Huésped permanente,
que mora dentro. "Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el
Espíritu, si es que el Espíritu de Dios ►nora en vosotros. Y si alguno no
tiene el Espíritu de Cristo, no es de él" (Ro. 8:9, cursivas añadidas).
Otros dos pasajes de las Escrituras que se usan comúnmente con relación
ala dirección son Gálatas 5:18 y Romanos 8:14. En cada uno de estos
versículos, aparece la frase "guiados por el Espíritu". ¿Cuál es su significado?
Cuando esta expresión se interpreta dentro de su contexto, no tiene una
referencia implícita a la dirección. El pasaje de Romanos está relacionado con
resistir a los impulsos de la naturaleza pecaminosa y el de Gálatas con la
condición divina de hijo.
5. Él nos ayudará a elegir una meta hacia la cual debemos dirigir nuestra
energía, una meta que le dará gloria a Dios y bendiciones a los demás. Lograr
esta meta será una fuente de gran gozo y ganancia para nosotros.
El lugar de la oración
El contexto inmediato aquí sugiere que es sabio conocer qué hacer ante la
prueba que Santiago tiene en mente, pero su lenguaje es tan general e
inclusivo que se le puede tomar como incluyendo sabiduría de todo tipo. Con
esta seguridad bajo nuestros pies, podemos abordar la toma de decisiones con
confianza: "Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres" (1
Co. 1:25).
¡Qué ejemplo para que lo sigamos! A veces nos enfrentamos con dos
alternativas, una de la cual va en contra de nuestros deseos, sin embargo
parece ser la voluntad de Dios para nosotros. ¿Qué debemos hacer? Si
oramos: "Señor, en este momento no estoy dispuesto a hacer esto, pero estoy
dispuesto a estar dispuesto", Dios hará el milagro, redirigirá nuestra voluntad
y con nuestro consentimiento la fundirá con la suya propia.
Así que podemos decir que la oración dirigida por el Espíritu Santo es el
medio principal para obtener dirección. Mediante la oración podemos
verificar toda dirección que parezca que hayamos recibido. Si no hay una
oración verdadera en el Espíritu, habrá poca experiencia de la dirección del
Espíritu Santo.
Pueden existir raras ocasiones en las que Dios nos pide algo que parecería
ser contrario al sentido común. Hay varios incidentes bíblicos que caerían en
esta categoría. Un ejemplo notable es la orden del Señor a Noé de construir
una embarcación enorme y segura para el mar en una zona muy alejada del
mar: ¡Un proyecto que llevaría ciento veinte años! Con razón Noé fue
incluido con los demás héroes de la fe en el Salón de la Fama de Dios en
Hebreos 11. Implícitamente, él obedeció el mandato divino y así salvó a la
raza humana de la destrucción.
"Segundo, que no estoy dirigido por los demás, incluso por una
gran mayoría, a no ser que resulten estar en armonía con mis normas
de decisión:
(d) La conciencia
Si en alguna rara ocasión Dios nos pide que hagamos algo que no parece
estar de acuerdo con el sentido común, podemos esperar cierto indicio
especial de Él. Sin embargo, debemos recordar que la voluntad de Dios no
siempre tendrá sentido para el no cristiano, o incluso para un cristiano que no
ande "en el Espíritu". Debemos verificar esa dirección mediante la oración, la
Biblia, el consejo sabio y por la constricción del Espíritu Santo. La dirección
que parece ir en contra del sentido común debe seguirse solo si Dios da una
guía clara y definida.
Cuando Pablo oró por sus convertidos y así fijó el modelo para
nosotros, oró para que pudieran ser "llenos del conocimiento de su
voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual" (Col. 1:9). No oró
porque pudieran "sentirse conducidos" para entrar al sendero en el
que Dios quería que anduvieran. Como la respuesta humana a Dios en
la lucha del hombre por la mayor de las obediencias, el mayor de los
poderes espirituales y el mayor de los crecimientos maduros, Pablo
exhortó el ejercicio del tipo más sano de apreciación inteligente de los
deseos de Dios.`
La función de la conciencia
Resumen
Dios nunca nos pide que dejemos que nuestra mente esté en blanco, puesto
esto abre la puerta a fuerzas extrañas. Nuestros intelectos nos han sido dados
para usarlos, pero en sumisión al Espíritu. Dios puede en ocasiones pedirle a
alguien que haga algo que parece estar más allá de la razón, pero nunca nos
pedirá que actuemos irracionalmente. La conciencia cumple un papel
importante, pero no es infalible, y sus veredictos deben verificarse según las
normas de las Escrituras.
Temas clave:
Por todos los medios debemos orar por esto y pedir que se nos dé una
voluntad que no nos llega naturalmente, y un amor nuevo por >rl que hace
que las consideraciones egoístas sean pequeñas. Pero entonces debemos
volcarnos a la tarea objetiva de buscar la sabiduría divina del asunto,
resueltos en que, por la gracia de Dios, obedeceremos lo que es correcto."
Pero el consejo solo es tan bueno como el que lo da, así que uno debe
prestarle una cuidadosa atención a la cuestión de a quién consultar. Estas son
algunas pautas recomendadas:
• Elija a una o varias personas madurasen las que tenga confianza, que
podrán darle un juicio objetivo y bíblico.
• Evite acercarse a alguien de quién está seguro que le dará un consejo que
está de acuerdo con lo que usted quiere oír. En otras palabras, alguien
que esté tan involucrado que probablemente carezca de objetividad. El
rey Acab es una señal de alarma. Cuando Acab estaba buscando
dirección, consultó solamente a los profetas que estaba seguro que
aprobarían sus acciones. ¡Los cuatrocientos estuvieron de acuerdo con
él! Existe peligro al elegir consejeros de los que estamos seguros que no
estarán en contra de nuestros deseos.
• No evite buscar consejo de alguien que podría darle una opinión adversa.
Es bueno oír tanto el lado negativo como el positivo del caso.
-¿Usted cree que debo casarme con este hombre o con ese? - preguntó ella.
-Creo que no se tiene que casar con ninguno de los dos - respondió el
doctor Jones-. Ninguno de ellos es digno de usted.
-Muy bien, ¡con eso la decisión está tomada! -fue la respuesta de ella-.
Anoche le dije a Dios que tomaría su respuesta como la respuesta de Él.
Jesús les dijo a sus discípulos que el Dios creador, que controla las órbitas
del espacio, Él es un Dios soberano que nunca abandona el control de las
circunstancias, ni siquiera de las acciones de los hombres malvados. Los
potentados y los políticos pueden enorgullecerse de que están haciendo
historia y de que pueden crear grandes bibliotecas para perpetuar sus logros.
Pero Pablo los echa por tierra cuando dice: "[Dios] les ha prefijado el orden
de los tiempos, y los límites de su habitación" (Hch. 17:26). Como Señor
soberano del universo, Él controla las circunstancias y las ordena según su
voluntad. Y su voluntad es buena. "Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien" (Ro. 8:28).
Cuando Dios declaró: "¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero,
oh casa de Israel? ...como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros
en mi mano, oh casa de Israel" (Jer. 18:6), Él estaba expresando su control
absoluto de los sucesos y circunstancias. El poeta Robert Browning expresó
esta convicción:
Ninguna circunstancia sucede por casualidad, si bien su importancia puede
no ser evidente en el momento. Más adelante puede verse como un factor
vital en el desenvolvimiento de un plan de vida. Esto le sucedió al autor.
Dios controla el factor del tiempo. Al leer las Escrituras uno no puede
menos que sentirse asombrado por la precisión meticulosa de los tiempos en
determinados incidentes importantes. Tomemos, por ejemplo, el encuentro
"casual" de Felipe el evangelista con el eunuco etíope, que "casualmente"
estaba leyendo el más importante de los pasajes del Antiguo Testamento
cuando el sendero de Felipe se cruzó "por casualidad" con el del Ministro de
finanzas de Candace. ¡Qué grandes asuntos tenían que ver con la inmediata
obediencia al mandato divino! Una demora de cinco minutos en obedecer el
llamado de Dios y sus caminos nunca se hubieran cruzado, y el continente de
África hubiera tenido que esperar más tiempo para conocer las Buenas
Nuevas.
Mientras escribía este capítulo recibí una carta de un amigo que contenía
una cita que dijo que había sido una gran bendición para él y para muchos a
quienes se la dio a conocer:
Él hará que todo obre junto con las experiencias de la vida para
bien.
Uno de los problemas que deja perplejo y que enfrenta cualquiera que
sinceramente desea conocer y hacer la voluntad de Dios constituye
determinar la parte que sus deseos personales deben jugar en el proceso de
toma de decisiones. ¿Cómo deben verse influidas nuestras elecciones por
nuestros sentimientos subjetivos? El problema es aún más complejo para
algunos por el temor injustificado de que si deseamos mucho una cosa lo más
probable es que no sea la voluntad de Dios. Si esta es la opinión, debe tratarse
primero esta impresión distorsionada de la naturaleza de Dios. Dios no es un
"Aguafiestas celestial". Es la enseñanza consecuente de las Escrituras -y la
experiencia de los santos a lo largo siglos- que Dios está más dispuesto a
guiarnos que nosotros a ser guiados.
Hay un dicho común: "Ama a Dios y haz lo que quieras". ¿Es ese un
concepto bíblico? Idealmente, si todos amáramos a Dios con todo nuestro
corazón, alma y mente, eso podría ser legítimo, ya que entonces desearíamos
hacer solo lo que Él quisiera. Pero no vivimos en un mundo ideal, y ¿quién de
entre nosotros es ideal en sus acciones y reacciones? No hacemos
automáticamente lo que Dios desea. ¡A veces Dios desea lo que nosotros no
queremos! Necesitamos una base más objetiva para las decisiones
importantes.
Jesús sostuvo, según está registrado en Juan 10:4, que sus ovejas lo siguen
porque conocen su voz. Dios está obrando activamente en nuestro corazón y
mente para crear en nosotros deseos que sean compatibles con su propósito
eterno: "porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el
hacer, por su buena voluntad" (Fil. 2:13). Es la función del Espíritu Santo dar
nacimiento a los deseos que conducen a la actividad santa. Si nuestros deseos
son buenos y santos, bien pueden ser las semillas de la plantación del Señor.
1. Descarte el mito de que si usted desea algo, lo más probable es que Dios
no lo desee.
Así que cada creyente tiene un don especial de Dios y puede de hecho
tener más de uno. Pero con frecuencia estos dones están latentes y nunca se
los ejercita. Algunos sostienen que estos dones son transitorios y que luego se
van. Las Escrituras no expresan esto en ningún lugar; a lo sumo es una
inferencia. Su propósito principal es el de construir la iglesia. Por lo tanto, la
prueba de tal don es: ¿Está resultando en la edificación, el enriquecimiento y
la unidad de la iglesia?
Una vez le pregunté por qué pensaba que el Señor le había dado esa
discapacidad. "Ah, lo sé", respondió. "Dios quería que yo fuera más
dependiente de Él que lo común". Cada vez que habla en público es un nuevo
acto de fe, y Dios ha respondido grandemente a su confianza. Pero esos casos
son excepcionales, y es inusual que Dios use a alguien significativamente en
un área en la que no ha demostrado competencia.
Entonces, ¿esto descalifica a una persona inexperta para emprender la obra
cristiana respecto de la cual no tiene experiencia previa? No, por cierto, ¡si no
nadie comenzaría! Pero primero debemos estar dispuestos a demostrar
nuestra competencia en áreas menores antes de emprender una tarea más
importante.
Así como no hay dos personas que tengan las mismas huellas digitales,
tampoco hay dos personas que tengan un temperamento idéntico. La visión
tradicional es que hay cuatro tipos de temperamento: Sanguíneo, colérico,
melancólico y flemático. Sin embargo, no existe un tipo puro; ¡todos somos
híbridos! Pero por lo general predomina un tipo en una personalidad.
Una breve descripción de cada uno de los cuatro tipos puede ser útil para
nuestro tratamiento. Las siguientes caracterizaciones están, por supuesto,
muy simplificadas y ampliamente generalizadas. Recuerde que no hay tipos
puros.
Las personas melancólicas tienen una fuerte voluntad y son personas muy
valientes que suelen ser introvertidas y perfeccionistas. Son de una
disposición práctica y decidirán a favor del reto más difícil.
Resumen
• Impresiones e intuición
Dios no dirige a sus hijos por medio de ninguna regla. Dos de sus hijos no
serán conducidos del mismo modo, y es más probable que Él nunca dirija dos
veces a uno de sus hijos exactamente de la misma manera. Por lo tanto, las
reglas pueden ser confusas. La verdadera espiritualidad consiste en una vida
que es libre de la ley y que es vivida, hasta el mínimo detalle de la
individualidad, por el poder del Espíritu.
La dirección divina es por medio del Espíritu que mora en el cristiano. Por
lo tanto, se deduce que la verdadera dirección en esta dispensación estará más
dirigida por una conciencia interior que por señales externas. Luego de que
hayamos fielmente cumplido con las condiciones de la vida espiritual,
tenemos "la mente del Espíritu". Él es capaz de convencernos de lo que está
mal y de impartirnos una convicción clara de lo que está bien.'
En las Escrituras se registra que a veces Dios usó sueños o visiones para
comunicarse con sus siervos, pero estos estaban lejos de ser algo de todos los
días. No debemos aceptar tales incidentes como evidencia final de una
dirección divina sin una mayor confirmación. Es un sabio principio de trabajo
considerar la dirección sobrenatural o espectacular como la excepción, no la
regla.
En su libro A Slow and Certain Light [Una luz lenta y certera], Elisabeth
Elliott tiene esto que decir sobre la dirección milagrosa:
Hay una cosa que debemos advertir acerca de estos milagros. Cuando
Dios guió por medio de la columna de nube y fuego, por la estrella de
Belén, por las visitas de los ángeles, por la palabra que llegaba a
través de los sueños, las visiones y los profetas e incluso a través de
una asna molesta, en la mayoría de los casos no eran señales que
fueron solicitadas. Y cuando lo fueron, como en el caso de Josafat y
Acab, no fueron aceptadas.
Dios quería usar a Pedro como su mensajero, pero Pedro estaba infectado
profundamente con ese prejuicio judío. Era un prisionero de su propio bagaje
cultural, así que Dios empleó su método inusual de quitarle de golpe su
prejuicio irracional. Cabe advertir que la visión se apareció tres veces.
Hay incidentes bíblicos en los que Dios reveló su voluntad y dio dirección
mediante sueños tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Pero el
análisis revela que estos sueños no les llegaron al pueblo en general, sino a
personas especiales en situaciones especiales. Los sueños son los
afloramientos de la mente subconsciente y con frecuencia reflejan deseos o
temores reprimidos. Dios puede -y a veces lo hace- utilizar este método en
nuestros días.
Un caso moderno de dirección a través de un sueño con consecuencias
felices es relatado por el doctor Tom Lambie de la Misión al Interior de
Sudán. Cuando regresó a casa después de un período de servicio en Etiopía,
se enfrentó con la oferta de una sociedad médica lucrativa con su tío, que
pronto le delegaría toda su práctica. ¡Por cierto que podía servir al Señor
como un médico influyente en su país como bien podría estar enterrado en
África!
Luchó con el asunto hasta que una noche un sueño -tan vívido que parecía
más que un sueño- lo ayudó a decidir. En el sueño, una mano sucia, leprosa
como las que había visto con frecuencia en Etiopía emergía del corazón de
África, y una voz repetía: "Toma esa mano". Finalmente siguió adelante, y
aunque se sentía nauseabundo incluso en el sueño, tomó la mano en la suya.
Tan pronto como la tomó, se convirtió en la hermosa y horadada mano del
Señor Jesús." El resultado del sueño fue que regresó a África para participar
como uno de los directores de campo de la Misión.
Al estrecharse las manos, Marian dijo: "¡Pero nos hemos conocido antes!"
"No me parece", explicó más tarde Ulla, "pero durante un tiempo ambas
intentamos pensar dónde nos habíamos conocido, sin resultado alguno. Sin
embargo, durante la reunión de oración, Marian le susurró a Jean: `¿Te
acuerdas ese sueño que te conté hace aproximadamente tres semanas?' Sí,
Jean lo recordaba.
no, ¿cómo podría? Solo compara su hogar con el nuestro... -temía que
pensaran que quería una casa más linda dónde vivir.
"Una semana más tarde volvimos al hogar de lean y Marian, y con dedos
temblorosos toqué el timbre. Jean estaba en casa y nos recibió con placer.
lean -dije-. Tengo que decírtelo de una vez. Cuando estuve aquí esa noche
sentí como que Dios me estaba diciendo que aquí es dónde debo vivir, y que
debo trabajar con ustedes.
está muy bien -dijo Jean-. Ya lo sabíamos. Solo queríamos que fuera Dios
quien te lo dijera -luego nos contó sobre el sueño de Marian. Nos
asombramos, y estuvimos llenas de admiración y gratitud a
"Con frecuencia he dicho que esperé que el arcángel Miguel bajara del
cielo para decirme que tenía un llamado para predicar", dijo el doctor
Kendall. "¡Pero en cambio Dios me envió un escocés!" El doctor Logan casi
me dijo: "Tú has sido llamado para predicar, te digo que es así. Ahora ve con
tu pastor y pídele que te otorgue una licencia local de predicador. No esperes
ni un día más". Firmó su nombre en mi Biblia y añadió: "Cualquier cosa que
te diga, hazlo".
Impresiones e intuición
Otra persona que escribió sobre este tema dijo que no había encontrado
algún ejemplo ni en el Antiguo ni en el Nuevo Testamento donde quede claro
que alguien había discernido la voluntad de Dios mediante una dirección
interna. Sostenía que los casos que parecían serlo eran de dirección
sobrenatural o de decisión racional.
Pude ver cómo estaban las cosas y a qué tipo de vivienda podían aspirar.
Al cabo de veinticuatro horas habíamos conseguido una propiedad adecuada
y habíamos realizado los arreglos necesarios. A la mañana siguiente vino un
amigo y nos entregó un cheque por seis mil dólares como un préstamo sin
intereses para mi sobrina. Luego pude volar a mi siguiente compromiso.
Resumen
• El llamado misionero
• ¿Qué es un llamado?
Recuerde que para ese entonces Pablo no era un candidato joven para la
misión, sino un experimentado misionero que había completado una gira de
servicio. Así que la aplicación principal de este incidente sería para un
misionero experto que estaba esperando la dirección de Dios para su
siguiente esfera de servicio, que sería determinada por el Señor de la cosecha.
Resultó que su plan no era el del Espíritu Santo, porque "les fue prohibido
por el Espíritu hablar la palabra en Asia". Respondiendo obedientemente a
esta corrección, siguieron viajando e "intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu
no se lo permitió". La autoridad negativa del Espíritu Santo es una parte tan
grande de la dirección como su empuje positivo.
Ella fue y tuvieron un año muy emocionante antes de que cayera Phnom
Penh. Ha estado trabajando entre los camboyanos desde ese entonces y ha
visto muchos frutos. Dios tiene su propia forma de redirigir a sus siervos al
campo de su elección, como lo hizo con Pablo.
El llamado misionero
La crisis que determina todo el futuro de una vida es, por supuesto, una de
las más cruciales que toda persona joven es llamada a enfrentar. La pregunta
que debe responder es: "¿Cuál es la voluntad y el plan de Dios para mi vida?"
La dirección del futuro dependerá de la respuesta. Nuestra vida es nuestra
para gastarla, pero solo podemos gastarla una vez. ¡Qué importante es que la
gastemos sabiamente!
Todo cristiano con una chispa de ambición desea que su vida cuente para
Dios y para la humanidad. Las preguntas preliminares a ser establecidas son
si la esfera de servicio debe ser secular o religiosa y si debe ser en el país o en
el extranjero. (Este tema se trata en la próxima sección.) Las muchas voces
conflictivas dificultan llegar a una decisión, pero es posible conocer la
voluntad de Dios si estarnos igualmente dispuestos a abrazar cualquier
alternativa.
Dios le dio a Pablo una clara indicación de su plan a largo plazo para su
vida a principios de su experiencia cristiana, cuando dijo: "Ve, porque yo te
enviaré lejos a los gentiles" (Hch. 22:21). Esto significaba que el lugar del
servicio sería en tierra extranjera, y que la esfera de servicio no estaría
ubicada principalmente entre su propia gente sino entre los gentiles. Mientras
dio pasos de fe y obediencia a la luz dada, recibió luz para el próximo paso, y
lo mismo sucederá con nosotros.
Oír el llamado general de Dios a todos sus discípulos para que participen
en el testimonio mundial es el primer elemento de un llamado al servicio. La
geografía es secundaria. Uno de los cinco pasajes que constituyen la Gran
Comisión de Cristo es inequívoco en sus términos: "Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones" (Mt. 28:19). Este mandato debe guiar a todo
cristiano a reconocer la obligación general que descansa en todos los
creyentes para participar en el testimonio de Cristo en algún lugar del mundo.
Dos enfoques
No fueron las preguntas que formuló Pablo. Una vez que había recibido la
respuesta a la pregunta crucial: "¿Quién eres, Señor?" (Hch. 22:8) y se sintió
satisfecho de que Jesús era de hecho el Mesías, su siguiente pregunta fue:
"¿Qué haré, Señor?"
Se postró ante la soberanía del Cristo, se puso de pie y fue a Damasco. Allí
descubrió que Dios lo había precedido y ya había comunicado un mensaje a
Ananías, quien a su vez se lo pasó a Pablo: "porque yo le mostraré cuánto le
es necesario padecer por mi nombre" (Hch. 9:16). ¡Un mensaje bastante
subyugante para un nuevo convertido! Pablo siguió adelante con alegre
obediencia y sin dudarlo. ¡El Maestro había hablado! La satisfacción propia,
el consuelo y el uso de sus dones eran asuntos para que decidiera el Señor
soberano, y en Él podía confiarse.
Ya que la Gran Comisión del Señor puede llevarse a cabo tanto en la patria
como en el extranjero, ¿cuáles son los reclamos y las necesidades de estas
dos esferas de servicio? Hay determinados factores potencialmente
eliminadores que, si bien no anulan por completo el servicio en el extranjero,
deben enfrentarse seriamente.
Este asunto de elegir un campo es un tema muy serio. Pensé que todo
estaba arreglado cuando resolví entregar mi vida a la obra cristiana,
pero ahora surge una pregunta tal vital como esa: ¿A qué parte de la
obra cristiana debo entrar?
Reclamos relativos
Se ha dicho que "los hechos son los dedos de Dios" y estos son hechos
indisputables. De ser así, es una presunción razonable que si una comunidad
local está razonablemente bien servida con el evangelio, los reclamos de esa
comunidad deben ser secundarios a los de la zona que no está bien servida.
Esta fue una de las lecciones de Jesús estaba enfatizando en la parábola de la
oveja perdida y de las noventa y nueve seguras en el rebaño.
Pablo hizo dos fuertes declaraciones que son importantes para este tema:
Hay otros motivos que no son bíblicos que pueden presentarse para un
sentido claro de llamado de Dios a la tarea. En estos días de confusión
política, declinación espiritual y un atemorizador renacimiento del ocultismo,
el ministerio de la Palabra en todas partes es una tarea exigente. En el campo
misionero se añaden otros factores adversos: Está la necesidad de dominar
uno o dos idiomas si es que uno va a ser eficaz. El clima por lo general es
inhóspito. El entorno físico puede ser lejano al ideal, y las condiciones
políticas pueden ser volátiles. No tener un sentido claro del llamado de Dios
lo dejaría a uno abierto al desaliento y a la duda acerca de sí ese es o no el
lugar adecuado.
¿Qué es un llamado?
Tal como se ha expresado en otro lado, Dios puede usar, y a veces lo hace,
una visión o un sueño como un factor en la indicación de su voluntad, pero
los sueños y las visiones no nos exceptúan del uso de nuestro propio juicio.
La fe se satisface al aceptar una guía calmada.
Entre los cuatro mil alumnos que oyeron esta apasionada apelación estaba
William Borden, un joven millonario que luego se preparó para ir a China
como misionero a los musulmanes. Pero en El Cairo, donde estaba
estudiando árabe, lo abatió una meningitis cerebroespinal y murió. En el
tercer aniversario de la muerte de Borden, el doctor Zwemer condujo una
reunión de hombres y mujeres en el hogar de la madre de Borden. Se unieron
en oración para que el Señor enviara a hombres jóvenes a los musulmanes en
el noroeste de China, donde Borden tenía planeado ir.
"Hace solo unos minutos... el Señor me llamó para que fuera a los
musulmanes de China".
16. Tomaría la mejor opción que pudiera a la luz de los hechos, creyendo
que el Señor ha respondido a mi oración por dirección.
Resumen
Las decisiones que tienen que ver con la vocación son cruciales,
especialmente cuando se contempla la obra misionera. La visión de Pablo en
Hechos 16 con frecuencia se toma como ejemplo de un llamado misionero
inicial. Pero Pablo ya era un misionero experimentado para ese entonces. La
visión tenía que ver con una reubicación, no con un llamado inicial. Allí el
Espíritu guió primero por restricción y luego por limitación. Un llamado
misionero no es un sentimiento sino una convicción. Los sentimientos siguen
al llamado, pero no son siempre agradables. La disposición de cumplir con la
voluntad de Dios en cualquier lugar y en cualquier momento es una
condición precedente a buscar verdaderamente una dirección, y esa condición
no siempre se alcanza del día a la noche.
"Los hechos son los dedos de Dios" y Él puede dar dirección mediante
libros, direcciones, experiencia misionera de corto plazo y muchas otras
cosas. El candidato potencial debe llevar una vida devocional coherente y
debe convertirse en un intercesor misionero. Un sentido claro de llamado es
una fuente de fortaleza en momentos de peligro o de pruebas, pero es solo
una de varias pautas. Si, cuando ora, se hace patente una convicción de que
Dios lo está conduciendo a una obra misionera, esa es una evidencia fuerte de
un llamado.
Temas clave:
Algunas de las experiencias más preciosas de la vida pueden ser las veces
en que el Señor parece estar cerca, y su Espíritu nos ha guiado a actuar en
armonía con el plan del Padre. Advierta cuidadosamente que es la fe, la
acción del corazón en respuesta a la Palabra, la que establece la relación
necesaria con Dios; el "sentimiento" del testimonio posterior del Espíritu es
sumamente precioso, pero no es un requisito previo esencial de esa acción...
La impresión de la dirección de Dios en un llamado misionero es muy
preciada, pero el "sentimiento" del llamado y la realidad del plan y la
dirección de Dios no deben equipararse a él.`
Después de haber tomado todos los pasos preliminares -haber reunido toda
la información pertinente, haber obtenido consejo, haber buscado y sopesado
los principios bíblicos y todo esto bañado en oración- llega el momento
crítico. Debemos arrojarnos al agua. Debemos preparar el corazón y la mente
para la acción y llegar reflexivamente a una decisión. Mientras buscamos
"tener la mente de Cristo", finalmente tenemos que tomar una decisión sobre
la evidencia disponible y luego salir adelante con fe.
En esta etapa es bueno recordar que muchos asuntos que requieren nuestra
decisión ya se han tomado en cuenta. La esfera en la que tenemos que decidir
no es tan grande como podemos pensar, pero sí incluye algunos temas muy
cruciales.
2. Reclarnos del deber. Esto se ha tratado en otra parte de este libro. Las
relaciones imponen deberes. Tenemos deberes fundamentales en las áreas de
la familia, los negocios, la profesión, la iglesia y la comunidad. Habrá
decisiones menores a tomar dentro del alcance de los deberes fundamentales
en particular y estas deberán tomarse en la manera sugerida en este libro. Por
ejemplo, un padre o una madre tienen una responsabilidad fundamental de
proveer para sus hijos, pero eso implicará muchas decisiones menores. La
pregunta a formular es: ¿Dónde reside rni deber? Esto se encargará de una
sorprendente cantidad de decisiones.
Esta orden es clara, pero todavía hay una pregunta más que requiere
respuesta cuando enfrentamos decisiones: "¿Esta ley o responsabilidad cívica
contraviene la ley de Dios?" Si lo hace, entonces nuestra actitud debe ser la
misma que la de los apóstoles: "Es necesario obedecer a Dios antes que a los
hombres" (Hch. 5:29).
Antes de dar el paso final e irrevocable, sería sabio que el cristiano que
busca dirección hiciera pasar la decisión en perspectiva a través de un tamiz
bíblico. Como ya se señaló, es el genio del cristianismo del Nuevo
Testamento descansar en principios de dirección en lugar de imponer un
conjunto inflexible de normas y reglamentaciones, como hicieron los
fariseos. Dios se deleita al tratar con nosotros como personas adultas, no
como niños bajo un tutor.
Esta es la prueba suprema. "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa,
hacedlo todo para la gloria de Dios" (1 Co. 10:31). Si, como lo afirma el
Catecismo de Westminster, "el fin principal del hombre es glorificar a Dios y
regocijarse en Él por siempre", esta sería la prueba principal de todo curso de
acción. Si la acción terminara en el yo y no diera gloria a Dios, esa sería
razón suficiente para rechazarla. Nuestro Señor pudo resumir todo su
ministerio en un versículo: "Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la
obra que me diste que hiciese" (Jn. 17:4).
2. ¿Es conveniente?
3. ¿Es edificante?
Es fútil orar como el Señor nos enseñó: "Y no nos metas en tentación, mas
líbranos del mal", si voluntariamente nos embarcamos en un curso de vida
que sabemos que nos expondrá a malas tentaciones. Somos exhortados a huir
de las tentaciones y no a exponernos a ellas.
"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al
mundo, el amor del Padre no está en él" (1 ]n. 2:15).
Por otra parte, puede que tengamos una conciencia "débil" en el asunto
bajo revisión, que debe ser educado por más luz de la Palabra. Es muy
posible que mediante el vínculo con la tradición o el prejuicio, tengamos
dudas acerca de lo que no condena la Biblia.
8. Enumere los pros y los contras del curso que propone, y al sopesarlos,
pídale al Espíritu Santo que dirija su mente en la dirección de su voluntad,
creyendo que Él lo hace cumpliendo con Santiago 1:5.
10. Tome la mejor decisión que pueda a la luz de los hechos, creyendo que
Dios ha respondido su oración en busca de sabiduría. 11. Espere el testimonio
del Espíritu con una profunda convicción
12. Esté preparado para que Satanás desafíe su decisión. Lo hizo con el
Maestro.
13. A no ser que la acción sea urgente, deje transcurrir un poco de tiempo
y si la convicción permanece y la paz de Dios protege su corazón, actúe con
confianza.
Si bien Dios nunca tiene apuro, nunca llega tarde. Sus tiempos son
perfectos, porque £1 tiene el control de todo lo que sucede. Esta es una
lección difícil para que aprendamos nosotros, los impacientes mortales. Sin
embargo, debemos dominarla si queremos seguir el ritmo de Dios. Es cuando
estamos bajo presión para tomar una decisión que somos más susceptibles y
responsables de cometer un error serio. Necesitamos la restricción del
Espíritu Santo así como su constricción, pero somos más propensos a
sentirnos menos sensibles a sus prohibiciones. Debemos estar dispuestos a
que nuestro Guía nos diga que no a nuestros planes como a que nos diga que
sí.
-C. Townsend
Debe recordarse que los israelitas habían vivido como esclavos toda su
vida; otros tomaban las decisiones por ellos. Así que Dios en su compasión
les permitió suficiente tiempo para adaptarse a su nueva condición. Su
razonamiento aparece en Éxodo 13:17-18:
Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino
de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para
que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a
Egipto. Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del
desierto del Mar Rojo.
Pero ¿el pasaje debe limitarse a ese solo contexto? ¿No está Pablo
declarando un principio general? Rotherham traduce el versículo: "Dejad que
el principio que gobierne vuestros corazones sea la paz de Dios" (cursivas
añadidas). Al exponer el mismo versículo, Curtis Vaughan dijo: "Tal vez no
debemos limitar la palabra, sino que la deberíamos comprender como
incluyendo la paz en su sentido más amplio".
Ni tampoco debe olvidarse que hay tal cosa como la "falsa paz". "Paz, paz,
y no hay paz" (Jer. 8:11). ¡Jonás experimentó una paz falsa y pudo dormir en
la tormenta aunque perseguía un curso rebelde!
-Gerhard Tersteegen
Resumen
Algunas decisiones son fáciles de seguir y otras son complejas, y cada una
requerirá un procedimiento algo diferente. Hay decisiones morales y no
morales y hay zonas grises en las que los temas se mezclan. En estas áreas
indeterminadas, si uno tiene serias reservas, especialmente si la decisión
pudiera ocasionar problemas de conciencia en los demás, se requiere revisar
los asuntos.
Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová,
contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a
una adivina; y no consultó a Jehová.
15. Sospeche de cualquier supuesta dirección que nos ayudaría a eludir una
elección difícil que tenga la apariencia de la voluntad de Dios.
n las páginas precedentes se ha visto el tema de la dirección desde
muchos ángulos. Es un componente de la vida cristiana que con frecuencia ha
sido confuso, tanto para los jóvenes como para los ancianos. Es la esperanza
del autor que se haya arrojado algo de luz desde las Escrituras sobre el
sendero de los que buscan guía.
Qué diferente del cristiano que abraza el privilegio de tener por siempre al
Dios eterno: "El nos guiará aun más allá de la muerte" (Sal. 48:14).
Hagámosle el honor de darnos el único privilegio que es nuestro, con
alabanza y agradecimiento.
1. Arthur 1. Davidson, High Adventure with God [Excelsa aventura con
Dios] (Manila: Living Books, 1974), 14-15.
8. Francis Foulkes, The Epistle to the Ephesians [La Epístola a los Efesios]
(Londres: Tyndale Press, 1963), 77.
11. Gary Friesen, Decision-making and the Will of God [La toma de
decisiones y la voluntad de Dios] (Portland, Ore.: Multnomah Press,
1980), 100.
15. Marvin Rickard, Let it Grow! [Déjelo que crezca] (Portland, Ore.:
Multnomah Press, 1984), 16-19.
16. John White, The Fight [La lucha] (Downers Grove, I11.: InterVarsity
Press, 1979), 151.
17. J. F. Walvoord. The Holy Spirit [El Espíritu Santo] (Grand Rapids,
Mich.: Dunham Publishers, 1954), 221.
18. C. S. Lewis, The World's Last Night [La última noche del mundo] (Nueva
York: Harcourt Brace Jovanovich, 1959), 9.
21. Robert E. Speer, The Principies of Jesus [Los principios de jesús] (Nueva
York: Association Press, 1902), 34.
23. Robert E. Speer, Seeking the Mind of Christ [Tener la mente de Cristo]
(Nueva York: Revell, 1926), 61.
24. Tim LaHaye, Finding the Will of God [Encontrar la voluntad de Dios]
(Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 1989), 128ss.
27. Ibíd.
29. Denis Lane, When God Guides [Cuando Dios guía] (Singapur: O.M.F.
Books, 1984), 4.
Sea un lider
resenta el ejemplo del liderazgo del apóstol Pablo: Su espíritu
formidable, su manera y capacidad de comunicar, su vida de oración y su
devoción a Cristo.
Otros libros por J. Oswald Sanders