Historia 9
Historia 9
Historia 9
Sustentado:
Smarlin Cohen Rivas.
Matricula:
21-EDRN-6-021.
Materia:
Historia Dominicana.
Practica.
La Segunda República. Naturaleza del despotismo Baecista. Proceso político tras la
Restauración. El régimen de Báez. La Inestabilidad política del 1874 a 1879. El
Capitalismo local. La acumulación Originaria de capital. La Industria Azucarera.
Sección.
231 (DR)
Profesor:
Francia Tiburcio Aquino.
Para entregar.
14/8/2021
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La segunda República.
La Segunda República Dominicana empezó con la restauración del país en 1865 y
culminó con la intervención estadounidense en 1916.
En el gobierno de Cabral, los partidos de colores se hicieron dueños del escenario político
siendo estos: Rojo y Azul, siendo el Rojo al mando de Buenaventura Báez, y el partido
más poderoso quien gobernó por seis años.
Luego durante los años siguientes hubo una sucesión de gobiernos hasta 1889, cuando
comienza la dictadura de Ulises Heureaux, Lilís, que duró hasta 1899.
Presidentes de la Segunda República.
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Naturaleza del despotismo Baecista.
Desde el exilio, Báez preparó bases para la confrontación abierta con Santana. Afloraba
así una división profunda dentro del bando conservador, lo que no tenía precedentes, pues
hasta entonces Santana había sido reconocido como su jefe indiscutible. Las
contradicciones de Santana con algunos conservadores no habían conllevado la formación
de una corriente rival. Báez, en cambio, reunía una voluntad política férrea, inteligencia
y dinero, y gozaba del ascendiente de haber realizado una gestión gubernamental muy
superior a la de Santana. Por lo tanto, todos aquellos que repudiaran las acciones de
Santana no tuvieron otra salida que alinearse detrás del liderazgo de su enemigo.
Como político profesional, Báez se preocupó por ampliar lo más posible la base de apoyo
que le debía permitir regresar al poder. Por una parte, cuestionó el dominio de la reducida
oligarquía que acompañaba a Santana. Tal vez por su condición de mulato, hizo saber que
se consideraba representante de los intereses de la población de color, en contra del
exclusivismo de los blancos, y se proclamó abanderado de la mayoría pobre, sobre todo
los campesinos. Lo cierto es que, pese a tales proclamas, nunca dejo de ser un conservador
que utilizaba la defensa de la población pobre como un recurso demagógico. El no creía
en la realización soberana del conglomerado nacional, sino en un progreso llamado a
beneficiar fundamentalmente la porción superior de la sociedad.
En su lucha contra Santana, además de postularse como un tribuno del pueblo, Báez
procuró atraerse el apoyo del mayor número de sectores. Fue muy hábil en presentar su
propuesta como compatible con todos, por lo que su popularidad fue creciendo.
Primeramente, ofreció al clero compensaciones y un trato distinto del que le había estado
dispensando Santana. En segundo lugar, procuró obtener el apoyo de los cónsules
europeos, con el fin de cuestionar la posición pro-norteamericana de Santana.
Adicionalmente, atrajo el apoyo de la juventud liberal y culta de la Ciudad de Santo
Domingo, que abominaba el absolutismo de Santana.
De paso hacia Santo Domingo, Antonio María Segovia, primer cónsul español, se
entrevistó con Báez en Saint Thomas, isla donde este se encontraba exiliado. El
diplomático llegaba con la misión de entorpecer el avance de la influencia de Estados
Unidos. Al instalarse, Segovia anunció que todos los dominicanos que lo solicitaran
recibirían la nacionalidad española, lo que aprovecharon los baecistas para oponerse a
Santana; este, ante una oposición creciente de tinte popular, opto por renunciar cuando
los cónsules europeos impidieron el arrendamiento de Samaná a Estados Unidos.
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Proceso político tras la Restauración.
Desde el 14 de septiembre de 1863, fecha en que toma posesión el primer gobierno
provisional de la Restauración, hasta el 11 de julio de 1865, ocasión en que salen de
nuestro país las últimas tropas españolas de ocupación, el período de la Guerra de la
Restauración tuvo cuatro gobiernos.
Dos de ellos surgieron no a consecuencia de acuerdos previos tomados entre los diversos
sectores que participaban en lucha, sino a causa de golpes de Estado, lo que indica el nivel
de las contradicciones llevadas a cabo en el movimiento opuesto a la anexión de nuestro
territorio a España.
De manera que en los casi dos años de vida de la Republica en Armas tuvimos gobiernos
que proporcionalmente correspondían a seis meses de mandato, cuando en realidad, si
esta Republica en Armas hubiese estado organizada en base a las directrices de una
sociedad como los que aspiraban formar las que la dirigían, que era la burguesía, apenas
habría tenidos dos gobiernos: el juramentado el 14 de Septiembre y el que habría de salir
de la Convención Nacional, convocada para el 27 de febrero de 1864, la cual estaba
llamada a darle nuevos gobernantes a la Republica, así como a votar una nueva
Constitución.
El primer gobierno, encabezado por el general José Antonio (Pepillo) Salcedo, inicio su
mandato el 14 de septiembre, como ya se dijo, y lo termino el 10 de octubre de 1864,
luego de haber sido derrocado por un movimiento de generales encabezado por Gaspar
Polanco,
“La Guerra de la Restauración (…) tuvo por principal característica su contenido popular.
Es lo que explica que un provinciano de origen rural, como Polanco, ganara tanto
protagonismo en ella. Resumía la visión popular contra los dominadores, al tiempo que
estaba dotado de los instrumentos profesionales para encabezar una acción que se
disputaba en el terreno de las armas.
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Cassá también refiere las altas condiciones de Gregorio Luperón, como militar y político:
“Luperón fue un hombre salido del pueblo pobre, que ganó un estrellato en la historia
dominicana y antillana. Dadas las condiciones en que se debatía el país, tuvo que formar
su intelecto como autodidacta, lo que logró gracias a un enorme tesón. Sobresalió ante
todo como guerrero, por lo que su capacidad de incidencia en los procesos históricos de
sus
atributos de jefe militar. Pero no fue cualquier hombre de guerra, al estilo de los caudillos
de su época, puesto que estaba orientado por la búsqueda de principios elaborados (…)”.
Por su parte, Polanco sería expulsado del poder por una acción golpista dirigida por los
generales Pedro Antonio Pimentel, Benito Mención y Federico de Jesús García. Ese
hecho tuvo lugar el 23 se enero de 1865.
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El régimen de Báez.
Presidente de la República en cinco oportunidades, 1849-1853; 1856-1858; 1865-1866;
1868-1873; 1876-1878. Nació en Azua, el 20 de octubre de 1812, hijo de Pablo Altagracia
Báez y Teresa de Jesús Méndez.
Báez, comerciante azuano educado en Francia, con una vasta experiencia como
legislador, durante su primer gobierno fortaleció el ejército, enfrentó a las tropas haitianas
del Emperador Faustino I y buscó la anexión de la nación, sin lograrlo, a alguna potencia
extranjera. Fue Diputado por Azua a la Constituyente haitiana, habiendo, con
anterioridad, participado activamente en el movimiento reformista que derroco a Boyer.
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La crisis originó que el país se dividiera, estableciéndose, el 7 de julio, el gobierno
provisional del Cibao, en la provincia de Santiago, paralelo al de Báez, y que el general
Pedro Santana regresara del exilio.
Báez permaneció en el poder hasta el 29 de mayo del 1866, cuando, presionado por sus
opositores, se asiló en el consulado de Francia, en compañía del general Pedro Guillermo.
El general Báez, líder del Partido Rojo y exiliado en Saint Thomas, regresó para gobernar
por cuarta ocasión, permaneciendo en el poder desde el 2 de mayo del 1868, hasta el 2 de
enero del 1874.
El cuarto gobierno de Báez es conocido como el Gobierno de los seis años, y se destacó
porque fue enfrentado desde el principio por sus opositores, quienes desarrollaron una
guerra igualmente conocida como la Guerra de los seis años.
En su cuarto gobierno, Báez buscó la anexión de República Dominicana a los Estados
Unidos de Norteamérica. En esta ocasión, convencería al presidente estadounidense
Ulysses S. Grant de enviar barcos de guerra al país caribeño y firmar un tratado de
anexión; pese a lo anterior, el Senado no ratificó dicho tratado, lo cual significó una
vergüenza para el presidente estadounidense. Báez arrendó a los Estados Unidos de
Norteamérica la bahía de Samaná; aplicó una política económica de endeudamiento;
además, trató de permanecer en el poder mediante la reelección, lo que trajo como
resultado su desplazamiento y cuarto exilio.
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El Capitalismo local.
Desde el surgimiento de la sociedad moderna se han debatido en la teoría y las luchas
políticas diversas nociones acerca de los beneficios y perjuicios del capitalismo. El
mercado como espacio de generación de riqueza es uno de sus atributos; la explotación
de la mano de obra es su mancha indeleble.
En los últimos 150 años la economía mundial ha experimentado una gran expansión
capitalista, y al inicio de este siglo, en vez de desaparecer, el capitalismo ha resurgido con
más bríos. Sólo China bastará para escribir nuevos tratados sobre el desarrollo del
capitalismo a principios del siglo XXI.
Se expandió la clase media y se consolidó una burguesía que aumentó sus ganancias, no
por la sobreexplotación de la mano de obra, sino por un aumento en la productividad y la
modernización tecnológica. Europa Occidental, Estados Unidos y Japón tipificaron este
tipo de capitalismo.
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copartícipes de la corrupción pública vía la evasión fiscal y las prebendas, imposibilitando
el desarrollo de una economía más competitiva, eficiente y distributiva.
Con Pacto Migratorio o sin él, en la República Dominicana hay muchos haitianos no solo
porque están mal en su país, sino también porque aquí los emplean con bajos salarios en
la agricultura y la construcción.
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La acumulación Originaria de capital.
En el marco de la recuperación de los aspectos ontológicos e histórico concretos del
trabajo, se aborda el estudio de la "cuestión social" a partir de las contradicciones que se
generan como consecuencia de la coexistencia contradictoria de las clases antagónicas
que representan al capital y al trabajo. De este modo, se considera que la "cuestión social"
presenta cuatro características fundamentales: es producto de la instauración del modo de
producción capitalista; supone una tendencia total que afecta de manera particular y
diferenciada a distintos sectores de la población; implica el empobrecimiento de la clase
trabajadora en relación con el enriquecimiento de los sectores capitalistas, y es
consecuencia de la movilización y reivindicaciones de distintos sectores y fracciones que
suponen el pasaje de una clase trabajadora con conciencia en-sí a para-sí, es decir, la
conformación de un actor político fundamental en la sociedad burguesa (Mallardi, 2015).
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En este marco, el texto que aquí se propone persigue la finalidad de establecer los trazos
generales que permiten comprender cómo mecanismos de opresión preexistentes al
capitalismo adquieren una funcionalidad determinada en el proceso de acumulación
originaria y establecen una subsunción de los mismos a la lógica del capital. En tanto
aproximación a tales fundamentos, en primer lugar, se establecen los principales rasgos
de la acumulación originaria y las implicancias de la ley general de acumulación
capitalista para la reproducción de la explotación, para luego puntualizar en los
mecanismos de opresión patriarcal y las implicancias de la conquista americana,
identificando las tendencias que articulan uno y otros procesos.
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La Industria Azucarera.
Nuestra industria azucarera nació en un ciclo de apogeo del comercio internacional.
Desde los principales centros industriales se demandaban materias primas y se exportaban
mercancías y bienes de capital, estimulando en las economías periféricas la producción a
gran escala de bienes agropecuarios y mineros de exportación.
Unos de los factores que favorecieron el auge de la producción azucarera en nuestro país
fue la guerra de los diez años en Cuba (1868-1878), atrayendo hacia el país a empresarios
y técnicos del sector. Otro factor que incidió en la industria azucarera local fue la guerra
franco-alemana de 1870, siendo estos de los países mayores productores de azúcar de
remolacha y la Guerra de Secesión Norteamericana entre 1861-1865, que provocó efectos
devastadores sobre las plantaciones de caña en Luisiana.
En el país, el fin de la Guerra de la Restauración en 1865, el gobierno de los 6 años de
Báez (1868-74) y los gobernantes azules que dominaron el último cuarto del siglo XIX,
favorecieron esta industria.
A todos estos acontecimientos se sumó el ambiente favorable creado por las autoridades
con la creación de leyes para incentivar la inversión de capital en el fomento de
explotaciones agroindustriales en gran escala. Entre estas leyes están, exoneraciones de
pago de arancel a las maquinarias, implemento de trabajo e insumos productivos,
franquicias temporales que eximían el pago de derecho de exportación y concesiones de
terrenos estatales.
A los empresarios que decidieron fomentar los ingenios azucareros a gran escala se les
dieron facilidades adicionales. Otro elemento a destacar fue la existencia de comerciantes
locales vinculados al financiamiento del tabaco y los cortes de madera, dispuesto a invertir
en éste sector. Por encima de todo esto el país poseía las condiciones naturales ideales,
abundante tierra de excelente calidad con amplia red de irrigación fluvial.
A partir de 1520 se instalaron los primeros ingenios como centro de producción con su
primera exportación hacia la metrópoli en 1521 por los puertos de Santo Domingo Y
Puerto Plata. Iniciando de esta manera el comercio y auge de la industrialización del
azúcar. Para la primera década del siglo XVI se van insertando cambios cualitativos en la
sociedad tales como, la introducción de negros esclavos, el levantamiento de los
aborígenes, el maltrato, el hacinamiento, las cimarronadas, la disminución de las
ganancias, la formación de diferentes estructuras sociales, el mestizaje, el sincretismo, la
elevada mortalidad y el surgimiento del hato ganadero
Los padres Jerónimos durante su gestión dentro de la industria azucarera tomaron una
serie de medidas favorables para el desarrollo de la misma tales como: la exoneración del
pago de los impuestos por la importación de las maquinarias, reparto de tierras e indios,
importación de negros esclavos entre otros. La mayoría de los ingenios del siglo XVI
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estaban concentrados en la región sur, entre Santo Domingo y Azua, tratando de mantener
un control sobre los ataques de piratas y cimarrones.4. Un trapiche es un molino, se
utilizaba para extraer el jugo de determinados frutos de la tierra. El trapiche es un molino
movido por la fuerza animal. Lleva tres rodillos amarrados a una rueda, los animales
mueven la rueda y así se mueven los rodillos y un hombre va metiendo las cañas de
azúcar. El ingenio es un molino movido por la fuerza del agua. El agua con su fuerza,
mueve una rueda con palas y esa rueda mueve todo el mecanismo y eso hace que un
hombre pueda meter la caña en los rodillos y así se extrae el jugo y lo que sobra se lleva
a la prensa y allí se saca lo último que queda. Las primeras noticias sobre la presencia al-
Ándalus de este cultivo se remontan en el siglo X en las costas granadinas. Desde entonces
la caña de azúcar se extendió por buena parte del litoral mediterráneo aprovechando las
condiciones climáticas y medioambientales. TRAPICHE: Se utilizaba la fuerza animal
para la extracción del jugo. INGENIO: Se utilizaba la energía del agua para la extracción
del jugo. Su proceso era similar al del trapiche, pero ya era más rápido, porque utilizaba
la energía del agua.
5. A fines del Siglo XVI eran conocidos varios de los minerales más importantes de oro
y plata; los centros mineros más importantes fueron: Zacatecas, Sombrerete, Fresnillo,
Nombre de Dios, Santa Bárbara, Guanajuato, Tasco, Tlalpujahua, Pachuca, Oaxaca, etc.
En el Siglo XVII las minas más importantes que se descubrieron fueron las de San Luis
Potosí, y en el Siglo XVIII, las de Real de Catorce. Ganadería. La caballada y el ganado
vacuno, traídos de España, se propagaron rápidamente. Lo mismo ocurrió con la cría de
ovejas, cerdos y gallinas, aún entre los conquistados. A fines del Siglo XVI existían
manadas de toros y caballos sin dueño. Se inició también un comercio muy intenso de
ganado vacuno y de productos de los mismos. Los cueros se enviaban a España con el
objeto de aprovecharlos en las industrias. La agricultura. La base de la alimentación en
esta época fueron los cultivos indígenas: el maíz, el fríjol y el chile, que se producen en
casi todo el país. Muy importante también fue el cultivo del maguey de pulque, pues la
embriaguez se extendió de manera alarmante entre los autóctonos después de la
Conquista. En cambio, los conquistadores aclimataron nuevas plantas: el trigo, que
prosperó en las tierras templadas y frías; el plátano, el arroz y la caña de azúcar se
extendieron en la tierra caliente. La plantación de árboles frutales traídos de España se
difundió rápidamente, aun entre los nativos, debido a los misioneros. El cultivo de la
morera y la cría del gusano de seda adquirieron enorme importancia en el Siglo XVI, pero
luego fueron prohibidos, así como el cultivo de la vid y el olivo. Otros cultivos coloniales
preferidos fueron los de la cochinilla, insecto que se cría en los nopales y produce un color
púrpura; el de la vainilla, el añil y el tabaco. Las causas del atraso en la agricultura en la
época colonial mexicana fueron las siguientes: La mala distribución de la tierra, que
originó el latifundismo; los mayorazgos, cuyos poseedores estaban ausentes o no tenían
interés en sus propiedades; los bienes de manos muertas, que dejaban sin cultivar grandes
extensiones; la falta de buenos sistemas de irrigación, y la prohibición para ciertos
cultivos. Aunado a esto, los españoles, los mestizos y los criollos consideraban a la
agricultura una ocupación inferior, por esta razón las haciendas estuvieron en manos de
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capataces negros, los dueños se conformaron con tener una renta anual sin que les
interesara realizar mejora alguna. El comercio. Los artículos principales que España
enviaba a México, por medio de flotas que anualmente hacían su recorrido, eran aceites,
aguardientes, objetos de hierro, lencería, telas manufacturadas en Holanda e Inglaterra,
jarcias, papel, vajillas, etc., además de los productos procedentes de las Filipinas que la
Nao de China traía al puerto de Acapulco. Este último acontecimiento fue motivo de
interesantes ferias, a las que concurrían comerciantes de distintas partes de la Nueva
España para comprar perlas, especias, muebles, perfumes, ámbar, telas de seda, seda
cruda, floja y torcida. Las prohibiciones al comercio exterior impidieron el comercio
directo entre Nueva España y las Filipinas, entre nueva España y Buenos Aires, entre Perú
y Nueva España, pues el comercio autorizado sólo podía efectuarse a través de los únicos
puertos habilitados de España: Cádiz y Sevilla; y los de América: Veracruz, Panamá y
Cartagena.
La industria azucarera colonial decayó a finales del siglo XVI por la concurrencia de
distintos factores. La lucha de clases era intensa en torno a la industria azucarera, tomando
a veces forma de enfrentamientos sangrientos que hizo que la inseguridad se adueñara de
los ingenios. Los esclavos rebelados se hacían participes de los mismos para aumentar
sus fuerzas y servirse de las provisiones que les eran necesarias.
La competencia desigual entre los azucares que producía la colonia y los procesados en
Europa que se obtenían a menor precio y el contrabando con los holandeses, portugueses,
ingleses y franceses afectaron significativamente la industria azucarera colonial. En todo
estoy hay que tomar en cuenta el monopolio comercial que mantenía España con sus
colonias porque limitaba las posibilidades de obtener mejores mercados para su
producción.