Principios García AFDUA 1994 1995
Principios García AFDUA 1994 1995
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L M I W ) DE U C I C U L T l D Dl? DCIILOK)
La exigencia material y fomal de la legalidad normativa, sin
aceptar mi tajantemente la analogia en nueatro campo, se extien-
de a la ejecuci6n penitenciaria (Ley General Penitenciaria) en to-
das BUS facetas garantistas, no alcanzando, en principio, la retro-
actividad al ordenamiento procesal adjetivo (Ley de Enjuiciamiento
Criminal).
El Derecho penal es territorial. La 16gica arguments a favor
de esta regulaci6n universal, que es la regla, siendo excepciones 10s
principios de personalidad, real o de comunidad de intereses. La
soberania indeclinable del Estado, por un lado, con independencia
del nacional infractor, y el superior conocimiento que del ordena-
miento propio y de las pruebas del hecho tienen 10s 6rganos judi-
ciales naturales, abonan este razonable principio. Y es que el
Derecho Criminal se tiene por 10s divers08 paise8 como algo casi
personal que, en muchos casos, es piedra de toque de ideologlas
democr6ticas y aditudes liberales. Yo he podido oir hablar de un
Derecho civil modern0 de tal o cud naci6n pero, especialmente, el
calificativo de progresista lo he escuchado y adjudicado o negado a
determinados C6digos penales o Leyes de ejecuci6n de penas.
Aunque puede estudiarse al finalizar el andisis de 10s ele-
mentos tripartitos del delito y, de hecho, asi acontece habitualmen-
te, las inmunidades personales son, de suyo, claras excepciones al
principio de territorialidad de las leyes penales, aunque de diferen-
te fundamentaci6n a las citadas en el texto.
La forma de conocer la ley penal ee su adecuada interpre-
taci6n.
Rigen aqui 10s clhicos mbtodos bien definidos por uno de 10s
m6s grandes de 10s juristas de todos 10s tiempos -mmo enseiiaba
Hernhdez Gil-, Von Savigny. Ahora no basta ni siquiera, como
argumento de definitiva autoridad, la efectuada por el mismo le-
gislador, denominada, con inexacta correcci6n, interpretaci6n au-
tdntica, pues a su vez otras concepciones pueden modificarla al no
resolver el texto, aunque ese fuera su original deseo, todoe 10s
problemas que se van presentando, no tenidos, ni podidos tener, en
cuenta por el prelegislador. El ejemplo de la circunstancia agra-
vante l', p6rrafo segundo, del articulo 10 CP, alevosia, es buena
muestra de lo expresado.
La concepci6n sistemdtica ha de primar en 10s supuestos de
anglisis normativo de coqjunto y la teleol6gica en casos de trabajar
con criterios y visi6n de politica criminal. En todo caso, esto es lo
Principh de teorfe del delito
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