Lectura EL ABORTO
Lectura EL ABORTO
Lectura EL ABORTO
Decía la Madre Teresa de Calcuta que “el aborto mata la paz del mundo, es el peor enemigo de la
paz, porque si una madre es capaz de destruir a su propio hijo, ¿qué me impide matarte?
Sabemos perfectamente que el aborto es la eliminación de un ser humano antes de que pueda vivir fuera
del seno materno. Puede ser espontáneo o provocado, según se haya producido de modo natural o se
lleve a cabo mediante una agresión voluntaria. El aborto provocado recibe diversos nombres, según las
razones que se utilicen para realizarlo. Considerando la pregunta del título que orienta estas reflexiones,
nos toparemos con personas que lo primero que dirán acerca del aborto, es una solución; ya que “cuando
una mujer aborta lo hace por miedo, o por defender proyectos personales, o por un extraño rechazo hacia
las responsabilidades ante la vida del hijo, o por otros motivos más o menos conscientes o bien sea para
poder evadir cualquier tipo de circunstancia; que puede presumir una muerte subjetiva que afecta
fuertemente a la víctima, por tal razón la gente piensa que el niño nacido por este tipo de acto indignante,
sería un recuerdo de ese momento terrible, justificando de este modo la aceptación del aborto, pero eso
más bien “libera” al verdadero culpable: al violador.
Otro motivo para poder justificar la respuesta de Solución, es manifestando el peligro de muerte de la
madre; porque los embarazos con riesgo son bastante comunes, por esta razón cuando la mujer esté en
peligro de muerte al dar a luz, se le piensa conceder la opción de abortar, a este proceso se le es
calificado de aborto terapéutico, es por ello que “otros sostienen que sería terapéutico cuando se puede
agravar el pronóstico materno o cuando hay peligro vital para la madre en situaciones médicas complejas
como el síndrome hipertensivo del embarazo severo y precoz, embarazo ectópico con embrión vivo,
infección ovular con feto vivo, etc.” (Para ser más específicos “se trata de aborto terapéutico en tres
circunstancias: cuando está en riesgo la salud de la mujer, cuando hay inviabilidad fetal extrauterina y en
caso de violación. Es decir, la ética que se postula no se reduce al problema de la voluntad, separada de
los múltiples aspectos afectivos, corporales y psíquicos que caracterizan a los seres humanos sino de
situaciones reales y concretas”
Es muy triste pensar que no sólo es un dilema de la gente de basto conocimiento sobre su dignidad, sino
se toma en cuenta también la negligencia médica, es decir por parte de su ética, en el momento de ser
aceptado por el médico. También existe el aborto llamado eugenésico, al que se le atribuye por
malformaciones del feto; y su justificación se aduce como motivo de ahorrarle a esta persona un
sufrimiento en el futuro. También existe el aborto psicológico cuando se alega propiamente problemas
psicológicos por parte de la madre, como circunstancias económicas adversas o motivos sociales. Todas
estas llamadas circunstancias de problemas, se da en un entorno en el que la persona quien acude a esta
situación tiene como pensamiento el de que su cuerpo es sólo suyo y que puede ejercer cualquier tipo de
acción con él; es más, existen personas que consideran al feto como un simple complemento de la mamá,
y que podría ser eliminado cuando ella desee. Ante un hecho como es el aborto, conviene pensar que no
se trata de una solución, sino de un problema de serias implicancias morales y no sólo un asunto de
decisión política.
Aquí es importante mencionar que hay muchos términos para definir el desarrollo humano. Así como
podemos hablar de un ser humano como adulto, podemos hablar de un ser humano como adolescente,
como niño, y también como un feto o embrión. Todos esos términos corresponden a un mismo ser, a un
ser humano pero que simple y sencillamente se encuentra en diferentes etapas de su desarrollo. La
palabra embrión es usada para cualquier criatura viva en la etapa temprana del desarrollo, y la palabra
feto significa “uno joven” o “criatura pequeña”. La etapa del desarrollo no tiene nada que ver con el valor
de la persona. Que se le diga feto, bebé, embrión, está hablando de lo mismo, de un ser humano. A veces
se usa ese tipo de semántica, tratando de cambiar la percepción de las personas. La semántica afecta
definitivamente la percepción pero no cambia la realidad. Un bebé es un bebé, no importa cómo le
llamemos. Este argumento nos alerta sobre el eufemismo utilizado para no considerar persona humana a
un feto. Considero que el concebido, ya es un ser humano quien se encuentra dentro del vientre materno
y tiene derecho a vivir; una madre o la sociedad no tiene derecho de sentenciarlo a muerte. Hay que
recordar también que esta práctica tiene serios riesgos para la salud física de la mujer, y sobre todo
riesgos de salud psíquica, ya que una mujer que toma esta decisión tan dura es muy difícil olvidarlo
posteriormente.