Cómo Planificar Una Clase
Cómo Planificar Una Clase
Cómo Planificar Una Clase
1
Conoce tu objetivo. Al inicio de cada clase, escribe tu meta como
primer punto. Debe ser increíblemente simple. Algo como "los
estudiantes podrán identificar las diferentes estructuras animales
que permiten comer, respirar, moverse y desarrollarse".
Básicamente, es lo que tus estudiantes podrán hacer una vez que
termines con ellos. Si quieres agregar algo extra,
añade cómo podrán lograrlo (a través de videos, juegos, tarjetas,
etc.).
Si trabajas con estudiantes muy pequeños, debes tener metas más
básicas como "mejorar las habilidades de lectura o escritura".
Puede ser algo basado en una habilidad o algo conceptual. Revisa
el wikiHow relacionado sobre cómo escribir un objetivo
educativo para obtener información más específica al respecto.
2
Escribe un resumen. A grandes rasgos, esboza las ideas
principales que expresarás en la clase. Por ejemplo, si tu clase es
acerca de la obra Hamlet de Shakespeare, tu resumen debería
incluir en cuál criterio de Shakespeare recae Hamlet, qué tan
verdadera podría ser la historia y cómo se relacionan los temas de
deseo y subterfugio con cuestiones actuales.
Esto dependerá de la duración de tu clase. Usualmente toda clase
debe tener una media docena de pasos básicos, que deben
incluirse en tu resumen. Puedes agregar más si lo deseas.
3
Planifica una línea de tiempo. Si hay mucho por cubrir en un
tiempo determinado, divide tu plan en secciones para acelerar o
disminuir el paso para acomodarte a los cambios mientras
ocurren. Utilizaremos una clase de una hora como ejemplo.
1:00-1:10: Calentamiento. Haz que la clase se enfoque y recuerda
la discusión de ayer acerca de las grandes tragedias, para
relacionarla con Hamlet.
1:10-1:25: Presenta la información. Discute brevemente la historia
de Shakespeare, enfocándote en su periodo creativo 2 años antes
y después de Hamlet.
1:25-1:40: Práctica guiada. Una discusión en clase en torno a los
temas principales de la obra. Alienta a los estudiantes más
avanzados a escribir 2 párrafos y ayuda a los estudiantes menos
avanzados.
1:40-1:55: Práctica más libre. La clase escribe un párrafo para
describir un evento actual en términos de Shakespear.
1:55-2:00: Conclusión. Recoge los trabajos, asigna la tarea y
despide a la clase.
4
Llega a conocer a tus estudiantes. Identifica claramente a quién
vas a educar. ¿Cuál es su estilo de aprendizaje (visual, audible,
táctil o una combinación)? ¿Qué puede que ya sepa y dónde puede
que sea más deficiente? Enfoca tu plan para ajustarte al grupo de
estudiantes en general y haz las modificaciones necesarias con
los estudiantes con discapacidades, aquellos que tienen
problemas o están desmotivados y aquellos con dotes naturales.
Es probable que trabajes con un montón de
introvertidos y extrovertidos. Algunos estudiantes se
beneficiarán más de trabajar por su cuenta, mientras otros
mejorarán al trabajar en pareja o en grupos. Comprender esto te
ayudará a realizar diferentes actividades para distintas
preferencias de interacción.
También es posible que te encuentres con algunos estudiantes
que sepan tanto como tú sobre el tema (desafortunadamente) y
algunos que, aunque sean inteligentes, te verán como que les
hablas en otro idioma. Si sabes cómo son estos chicos, sabrás
cómo agruparlos y separarlos (¡para conquistarlos!).
5
Usa múltiples patrones de interacción entre los
estudiantes. Algunos lo hacen bien solos, otros en parejas y otros
en grandes grupos. Siempre que los dejes interactuar y construir
entre ellos, harás bien tu trabajo. Pero como cada estudiante es
diferente, prueba utilizar distintas oportunidades para todos los
tipos de interacción. Tus estudiantes (ya la cohesión general de la
clase) mejorarán gracias a ello.
Realmente cualquier actividad puede manipularse para hacerse
por separado, en parejas o en grupos. Si ya tienes ideas
proyectadas, ve si puedes renovarlas para hacer una mezcla de
todo. A veces lo único que necesitas es encontrar más pares de
tijeras.
6
Abarca una gran variedad de estilos de aprendizaje. Seguramente
tendrás algunos estudiantes que no pueden quedarse sentados
viendo un video de 25 minutos de duración y otros que no se
tomarán la molestia de leer un pasaje de dos páginas de un libro.
Ninguno de los dos es más tonto que el otro, así que hazles un
servicio al modificar tus actividades para utilizar todas las
habilidades de los estudiantes.
Cada estudiante aprende de manera diferente. Algunos necesitan
ver la información, otros necesitan escucharla y otros necesitan
tenerla literalmente en sus manos. Si has pasado mucho tiempo
hablando, frena y deja que ellos hablen sobre eso. Si leen, aplica
una actividad práctica para usar su conocimiento. Además, ¡se
aburrirán menos!
Método 2
Planear las diferentes etapas
1
Hazlos entrar en calor. Al inicio de cada clase, los cerebros de los
estudiantes aún no están listos para asimilar los contenidos. Si
alguien empieza a explicar la cirugía a corazón abierto, todos
dirán "Un momento, más despacio. Regrese a eso de tomar el
escalpelo". Hazlo más fácil para ellos. Para eso es el
calentamiento. No solamente calibra su nivel de conocimiento
sino también los pone sobre el mismo camino.
El calentamiento puede ser un simple juego (posiblemente sobre
conceptos de un tema) para ver cuál es su conocimiento actual o
qué recuerdan de la semana pasada. O pueden ser preguntas, una
breve interacción entre todos o imágenes que puedan empezar
una conversación. Lo que sea que fuere, haz que hablen. Hazlos
pensar sobre el tema, aunque no lo hayas mencionado todavía.
2
Presenta la información. Es tan directo como puede ser, ¿no? Sin
importar el formato elegido, debes empezar a presentar la
información. Puede ser un video, una canción, un texto o incluso
un concepto. Es la parte esencial en la que se basa toda la clase.
Sin ella, los estudiantes no irán a ninguna parte.
Dependiendo del nivel de tus estudiantes, puede que debas ser
muy básico. Piensa qué tan atrás debes ir. La oración "puso su
abrigo en el perchero" no tiene sentido si no sabes qué significan
"abrigo" y "perchero". Debes darles el concepto más básico y dejar
la próxima clase lo profundice.
Podría ser útil decirles abiertamente a los estudiantes lo que
aprenderán. Es darles tu objetivo. No podrás ser más claro que
eso. De esa forma, se irán sabiendo lo que aprendieron ese día.
Sin rodeos.
3
Haz una práctica guiada. Ahora que los estudiantes recibieron la
información, tendrás que aplicar una actividad que les permite
poner ese conocimiento en acción. Aún así, todavía es algo nuevo
para ellos, así que empieza con una actividad que les ayude a
seguir aprendiendo. Piensa en utilizar hojas de ejercicios, pareos o
imágenes. No podrán escribir un ensayo sin antes saber rellenar el
espacio en blanco.
Si tienes tiempo para hacer dos actividades, aún mejor. Es una
buena idea probar su conocimiento en dos niveles distintos. Por
ejemplo, escribir y hablar (dos habilidades muy diferentes). Trata
de incorporar dos actividades para los estudiantes que tienen
diferentes aptitudes.
4
Revisa sus trabajos y evalúa su progreso. Después de la práctica
guiada, evalúa a tus estudiantes. ¿Parece que comprendieron lo
que les presentaste? Si es así, genial. Puedes seguir adelante,
quizás añadiendo más elementos de dificultad al concepto o
practicando habilidades más complejas. Si no lo comprendieron,
regresa a la información. ¿Cómo deberías presentarla de forma
distinta?
Si le has enseñado al mismo grupo por un tiempo, es probable que
conozcas a los estudiantes que pueden tener problemas con
ciertos conceptos. Si este es el caso, ponlos en pareja con los
estudiantes más fuertes para que la clase fluya. No querrás que
ciertos estudiantes se queden atrás pero tampoco querrás que la
clase deba retrasarse mientras hay que esperar a todos para que
estén en el mismo nivel.
5
Haz una práctica más libre. Ahora que los estudiantes tienen la
información básica, déjalos que ejerciten el conocimiento por su
cuenta. ¡No significa que debas irte del salón! Significa que deben
hacer un esfuerzo más creativo para que sus mentes absorban la
información presentada. ¿Cómo puedes hacer que sus mentes
florezcan?
Depende del tema entre manos y las habilidades que quieras
utilizar. Puede ser cualquier cosa desde un proyecto de
marionetas de unos 20 minutos hasta un coqueteo con el Alma
Suprema a través de un intenso debate sobre trascendentalismo.
6
Aparta tiempo para preguntas. Si tienes una clase con tiempo
suficiente para cubrir el tema pertinente, deja unos 10 minutos al
final para preguntas. Podría empezar como una discusión y
transformarse en preguntas exploratorias sobre el mismo tema. O
simplemente podría ser un tiempo para aclarar dudas. Ambas
cosas beneficiarán a tus estudiantes.
Si tienes un grupo lleno de chicos que no participan demasiado,
haz que el tema les llegue. Preséntales un aspecto del tema para
discutir y 5 minutos para conversar sobre eso. Luego lleva la parte
principal a toda la clase y empieza una discusión grupal. Los
puntos interesantes aparecerán enseguida.
7
Finaliza la clase de forma concreta. En cierto sentido, una clase
es como una conversación. Si sólo la terminas, puede que quede
en el aire. No es algo mallo... sólo es una sensación extraña e
incómoda. Si el tiempo lo permite, haz un resumen del día con tus
estudiantes. Una buena idea es demostrarles literalmente que
aprendieron algo.
Toma cinco minutos para repasar los conceptos del día. Hazles
preguntas para abarcar los conceptos (sin introducir información
nueva) para reiterar lo que hicieron y aprendieron ese día. Es una
cuestión de cerrar el círculo, darle punto final a tu trabajo.
Método 3
Prepararse
1
Si tienes nervios, haz un guión. Los profesores nuevos tendrán
tranquilidad si hacen un guión de cada clase. Aunque tome más
tiempo de lo que dura una clase, si te ayuda, hazlo. Puede que
calme tus nervios si sabes exactamente cuáles preguntas quieres
hacer y adónde quieres llevar una conversación.
A medida que pasa el tiempo, hazlo cada vez menos.
Eventualmente, podrás hacerlo prácticamente sin nada. No
deberías pasar más tiempo planeando y escribiendo que
enseñando. Úsalo como un dispositivo de entrenamiento.
2
Deja un margen de maniobra. ¿Escribiste tu línea de tiempo
minuto a minuto? Fantástico, pero debes saber que sólo es una
referencia. No digas "¡Chicos, ya son 1:15! DEJEN DE HACER TODO
LO QUE ESTÁN HACIENDO". Así no funciona la enseñanza. Aunque
está bien apegarte al plan por una buena razón, tendrás que
permitirte un margen de maniobra.
Si te apresuras por el tiempo, debes saber lo que puedes y lo que
no puedes soslayar. ¿Qué es lo que debes cubrir para que los
chicos aprendan lo más que se pueda? ¿Qué información es
innecesaria y una pérdida de tiempo? Por otro lado, si tienes
mucho tiempo de sobra, ten otra actividad bajo la manga para
aplicarla si lo necesitas.
3
Planifica de más tu clase. Saber que tienes mucho para hacer es
un mejor problema que no tener suficiente para hacer. Aunque
tengas un programa, planifica pensando en menos tiempo. Si algo
puede que tome 20 minutos, déjalo en 15. ¡Nunca sabes lo que tus
estudiantes harán!
Lo más fácil es aparecer con un juego o una discusión de cierre.
Pásales el tema a los estudiantes y hazlos que discutan sus
opiniones y hagan preguntas.
4
Hazlo de manera que un profesor sustituto pueda
comprenderlo. Ante una eventualidad que suceda y no puedas dar
la clase, querrás hacer un plan que alguien más pueda entender. El
otro punto sobre esto es que si lo escribes con tiempo de
antelación y lo olvidas, será más fácil refrescar tu memoria si el
plan es claro.
Hay muchas plantillas que podrás encontrar en línea o puedes
preguntarle a otros profesores sobre cuáles formas utilizan. Si te
quedas con un solo formato, también será mejor para tu cerebro.
Mientras más consistente sea, mejor
5
Crea un plan de respaldo. En tu carrera como profesor, tendrás
días en los cuales los estudiantes echarán abajo tu plan y de
dejarán estupefacto. También tendrás días en los que se
cambiaron las fechas de exámenes, en los que sólo la mitad de la
clase asistió o el video que planeabas mostrar no funcionó en el
reproductor. Cuando estos días aparecen, debes contar con un
plan de respaldo.
La mayoría de profesores veteranos tienen varios planes de clase
a mano para acudir a ellos en cualquier momento. Si tuviste una
clase particularmente exitosa acerca del Cuadro de Punnett,
guarda el material para usarlo después. Puedes convertirla en una
clase diferente con otro grupo para hablar sobre evolución,
selección natural o genética, dependiendo de la habilidad de los
estudiantes. O puedes tener una clase acerca de Beyoncé bajo la
manda (pensando en los derechos civiles de las mujeres, el
progreso de la música pop o simplemente para una clase de
música para la tarde de un viernes). Lo que sea.
Consejos
Después de terminar la clase, analiza tu plan y qué tal funcionó. ¿Qué
harás diferente la próxima vez?
Recuerda cumplir con los estándares estatales o distritales de tu
escuela.
Presenta avances sobre nuevos materiales con los estudiantes y fija los
objetivos de estudio con una o dos semanas de antelación.
Prepárate para apartarte del plan de la clase. Planea cómo devolver la
atención hacia la clase cuando se desvíe.
Si los planes de clases no son tu fuerte, considera el método Dogme de
enseñanza. No utiliza libros de texto y permite que los estudiantes
tomen el control.[1]
Sé claro en decir que esperas que respondan a las preguntas en
determinada fecha.