Rumor de Verde Luna
Rumor de Verde Luna
S e l e c ci ó n , n o t a s y a c t i v i d a d e s
Ilustraciones
Alfonso Ruano
□
Vicens Vives
A mi hermano Moisés
A.R.
A mi nieta Helena
J.R.T.
SALA INFANTIL
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Dulces penas de am or 33
Voces de m uerte 71
Actividades 99
Rumor de verde luna
Am anecía
en el naranjel.
Abejitas de oro
buscaban la miel.
TIO V IV O
Corpus azul.
Blanca Nochebuena.1
Corpus azul.
Blanca Nochebuena.
El tiovivo gira
colgado de una estrella.
1 Entre los días de fiesta en los que se instalan ferias para los niños destacan
el Corpus, festividad religiosa de exaltación de la Eucaristía (Corpus Christi)
que se celebra en primavera (de ahí que Lorca la califique de azul), y la N o
chebuena (blanca, por alusión a la nieve).
2 El moaré es una tela brillante muy usada en los vestidos de fiesta que produ
ce reflejos, al igual que las lentejuelas.
11
R U M O R DE VERDE LUNA
Sobre caballitos
disfrazados de panteras
los niños se comen la luna
como si fuera una cereza.
Corpus azul.
Blanca Nochebuena.
12
R U M O R DE VERDE LUNA
C A N C IÓ N TO N TA
Mamá.
Yo quiero ser de plata.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá.
Yo quiero ser de agua.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá.
Bórdame en tu almohada.
¡Eso sí!
¡Ahora mismo!
14
INFANCIA, IN O CEN CIA Y JUEGO
M EM ENTO 1
A ire de llano
La luna ya se ha muerto
do-re-m i
la vamos a enterrar
do-re-fa
en una rosa blanca
do-re-m i
con tallo de cristal
do-re-fa.
Bajó hasta la chopera
do-re-m i
se enredó en el zarzal2
do-re-fa.
¡Me alegro porque era
do-re-m i
presumida de más!
do-re-fa.
No hubo para ella nunca
do-re-m i
marido ni galán3
do-re-fa.
¡Cóm o se pondrá el cielo!
do-re-mi.
15
R U M O R DE V E R D E LUNA
16
R U M O R DE VERDE LUNA
EL LAGARTO E ST Á LLO R A N D O
El lagarto y la lagarta
con delantaritos1 blancos.
18
R U M O R DE VERDE LUNA
A D IV IN A N Z A D E LA G U IT A R R A
En la redonda
encrucijada,
seis doncellas
bailan.
Tres de carne
y tres de plata.
Los sueños de ayer las buscan
pero las tiene abrazadas
un Polifemo de oro.1
¡La guitarra!
1 La guitarra flamenca tiene seis cuerdas (doncellas), tres gruesas o graves (de
carne) y tres más delgadas o agudas (de plata), que, al ser pulsadas, vibran
(bailan) y producen sonidos que confluyen ante la boca u oído de la caja de
resonancia (redonda encrucijada). La música flamenca ancestral (los sue
ños de ayer) revive en las seis cuerdas, que se fijan (abrazadas) al mástil y al
cuerpo de madera luciente (de oro) de la guitarra. El cuerpo de la guitarra se
compara con el de Polifemo, el gigante de un solo ojo que aparece en el poe
ma épico de Homero Odisea.
2,0
Al son de la música y la danza
La Lola
canta saetas.1
Los toreritos
la rodean,
y el barberillo,
desde su puerta,
sigue los ritmos
con la cabeza.
Entre la albahaca
y la hierbabuena,2
la Lola canta
saetas.
La Lola aquella,
que se miraba
tanto en la alberca.3
23
R U M O R DE VERDE LUNA
CRÓ TALO
Crótalo.
Crótalo.
Crótalo.
Escarabajo sonoro.1
En la araña
de la mano
rizas el aire
cálido,
y te ahogas en tu trino
de palo.2
Crótalo.
Crótalo.
Crótalo.
Escarabajo sonoro.
24
AL SO N DE LA M Ú S I C A Y LA D A N Z A
LA G U IT A R R A
Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rom pen las copas
de la madrugada.
Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil
callarla.
Es imposible
callarla.
Llora m onótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible
callarla.
Llora por cosas
lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
25
R U M O R DE VERDE LUNA
26
A L S O N D E LA M Ú S I C A Y LA D A N Z A
A IR E N E G A R C ÍA
Criada
En el soto,
los alamillos bailan
uno con otro.
Y el arbolé,
con sus cuatro hojitas
baila tam bién.1
¡Irene!
Luego vendrán las lluvias
y las nieves.
Baila sobre lo verde.
En el soto,
los alamillos
bailan uno con otro.
Y el arbolé,
con sus cuatro hojitas
baila también.2
1 Un soto es un lugar junto a los ríos o en las vegas poblado de árboles, entre
los que suelen abundar los álamos. Para arbolé, lee la nota 1 de la página 40.
2 La invitación a bailar y gozar de la primavera (lo verde) antes de que llegue el
invierno de la vejez (las lluvias y las nieves) constituye una versión con aire
popular del tópico literario clásico Carpe diem (‘Aprovecha el momento’).
27
VALS EN LAS R A M A S
una
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama.
La monja
cantaba dentro de la toronja.
La niña
iba por el pino a la piña.
Y el pino
buscaba la plumilla del trillo.
Pero el ruiseñor
lloraba sus heridas alrededor,
1 En este poema Lorca intenta imitar el ritmo del vals (que se suele bailar
con un compás de tres) mediante el uso de la enumeración, de estribillos
de tres versos y de pareados con rima consonante.
2 toronja: ‘pomelo’, fruta de sabor agrio.
3 trillo: instrumento consistente en un tablón con trozos de pedernal o cu
chillas de acero en una de sus caras con el que se separa el grano de la paja.
Y yo también
porque cayó una hoja
y tres.
Y una cabeza de cristal
y un violín de papel.
Y la nieve podría con el mundo
si la nieve durmiera un mes,
y las ramas luchaban con el mundo
una a una,
dos a dos,
y tres a tres.
¡Oh duro marfil de carnes invisibles!
¡Oh golfo sin hormigas del amanecer!
Con el m uuu de las ramas,
con el ay de las damas,
con el croo de las ranas,
y el gloo amarillo de la miel.4
Llegará un torso de sombra
coronado de laurel.
Será el cielo para el viento
duro como una pared
y las ramas desgajadas
se irán bailando con él.5
Una a una
alrededor de la luna,
dos a dos
alrededor del sol, ^
y tres a tres
para que los marfiles se duerman bien
Sombrerito de hule3
lleva el mozuelo,
y la pelegrinita,
de terciopelo.
Al llegar a palacio,
suben arriba,
y en la sala del Papa
los desaminan.4
Le ha preguntado el Papa
cómo se llaman.
35
R U M O R DE V ER D E LUNA
Le ha preguntado el Papa
qué edad tienen.
Ella dice que quince
y él diecisiete.
Le ha preguntado el Papa
de dónde eran.
Ella dice de Cabra
y él de Antequera.5
Le ha preguntado el Papa
que si han pecado.
Ella dice que un beso
que le había dado.
Y la pelegrinita,
que es vergonzosa,
se le ha puesto la cara
como una rosa.
Y ha respondido el Papa
desde su cuarto:
¡Quién fuera pelegrino
para otro tanto!6
36
R U M O R DE VERDE LUNA
SER EN A TA 1
38
R U M O R DE V ER D E LUNA
Arbolé, arbolé
seco y verdé.1
40
R U M O R DE V E R D E LUNA
Arbolé, arbolé
seco y verdé.
2 La rosa es un símbolo del amor. El mirto, un arbusto de flores blancas (de lu
na), simbolizaba la fecundidad y la fidelidad en la Grecia clásica.
3 Córdoba, Sevilla y Granada representan la esencia de la Andalucía mítica lor-
quiana.
4 La hermosa muchacha que protagoniza este romance rechaza las insinua
ciones amorosas de jinetes y toreros, trajeados con vistosos colores, así como
las de un joven cargado con flores. Ella prefiere quedarse con su incorpóreo
(y gris) amor, el viento, que la rodea con sus brazos. En Andalucía existía la
creencia popular de que el viento podía dejar preñada a una mujer.
42
DO S M U C H A C H A S
LA LO LA
¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor!
El agua de la acequia
iba llena de sol.
En el olivarito
cantaba un gorrión.
¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor!
¡Ay, amor,
bajo el naranjo en flor!2
AM PARO
Am paro,
¡qué sola estás en tu casa
vestida de blanco!
2 Este poema recrea el tópico de la muchacha que tiene una relación amorosa
cuando va a lavar al río, aunque el encuentro se posponga aquí a la llegada de
“ los torerillos”. El escenario rebosa sensualidad y vitalismo: el naranjo en flor,
el agua que discurre por la acequia, el sol radiante, el canto del gorrión ...
3 ecuador: a mitad de camino, mezcla.
46
R U M O R DE V E R D E LUNA
Amparo,
¡qué sola estás en tu casa
vestida de blanco!
Am paro,
¡y qué difícil decirte: yo te am o!5
48
DULCES PEN A S DE A M O R
G A C E L A 1 D E L A M O R D E SE SPE R A D O
Pero yo iré,
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.
Pero yo iré
entregando a los sapos m i m ordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.
49
R U M O R DE V E R D E LUNA
EL PO ETA P ID E A SU A M O R Q U E LE E S C R IB A
50
Sufrimiento y deshumanización
¡A y de m il ¡A y de m il ¡A y de m il
M e defiendo con esta m irada
que m ana de las ondas p o r donde el alba no se atreve,
yo, poeta sin brazos, perdido
entre la m ultitud que vomita,
sin caballo efusivo que corte
los espesos musgos de mis sienes.
BA LA D A IN T E R IO R
El corazón
que tenía en la escuela
donde estuvo pintada
la cartilla prim era,1
¿está en ti,
noche negra?
(Frío, frío,
como el agua
del río.)
El prim er beso
que supo a beso y fue
para mis labios niños
como la lluvia fresca,
¿está en ti,
noche negra?
(Frío, frío,
como el agua
del río.)
M i prim er verso.
La niña de las trenzas
que miraba de frente,
¿está en ti,
noche negra?
1 cartilla: librito que contenía las letras del alfabeto y los primeros ejercicios
para aprender a leer.
55
R U M O R DE V E R D E LUNA
(Frío, frío,
como el agua
del río.)2
Pero mi corazón
roído de culebras,
el que estuvo colgado
del árbol de la ciencia,
¿está en ti,
noche negra?
(Caliente, caliente,
como el agua
de la fuente.)3
M i amor errante,
castillo sin firmeza,4
de sombras enmohecidas,
¿está en ti,
noche negra?
56
R U M O R DE VERDE LUNA
(Caliente, caliente,
como el agua
de la fuente.)
(Caliente, caliente,
como el agua
de la fuente.)
5 Con esta frase latina comienza la oración por las almas de los muertos antes
del entierro: Requiem ceternam dona eis, Domine (‘Dales el descanso eterno,
Señor’ ). El poeta considera que su corazón infantil ha muerto.
58
SU FRIM IEN TO Y DESH U M A N IZA CIÓ N
P R E C IO S A 1 Y EL A IR E
Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.2
El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.
En los picos de la sierra
los carabineros duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.3
Y los gitanos del agua
levantan, por distraerse,
glorietas de caracolas
y ramas de pino verde.
Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene.
59
R U M O R DE V E R D E LUNA
Al verla se ha levantado
el viento, que nunca duerme.
San Cristobalón desnudo,
lleno de lenguas celestes,
mira a la niña tocando
una dulce gaita ausente.4
6o
R U M O R DE V ER D E LUNA
El inglés da a la gitana
un vaso de tibia leche,
y una copa de ginebra
que Preciosa no se bebe,
LA A U R O R A 1
1 aurora: amanecer.
2 gime: se lamenta de dolor.
3 Los edificios de Nueva York solían tener en el exterior escaleras de incendios
de hierro.
4 Lorca expresa en estos versos una visión angustiada de la ciudad de los ras
cacielos, que el poeta conoció en plena crisis económica de 1929 . La naturale
za, simbolizada por la aurora, ha sido degradada y destruida: por eso las pa
lomas son negras y las aguas están podridas.
5 taladran: agujerean.
64
R U M O R DE V E R D E LUNA
66
SU FRIM IEN TO Y D ESH UM A NIZACIÓN
C IU D A D SIN SU EÑ O
67
R U M O R DE VERDE LUNA
Un día
los caballos vivirán en las tabernas
y las hormigas furiosas
atacarán los cielos amarillos que se refugian en los ojos de las
vacas.
Otro día
veremos la resurrección de las mariposas disecadas
y aun andando por un paisaje de esponjas grises y barcos
mudos
veremos brillar nuestro anillo y manar rosas de nuestra
lengua.3
68
R U M O R DE V ER D E LUNA
4 El poeta advierte a los que conservan su inocencia natural (los que guar
dan todavía “huellas de zarpa y aguacero” o el muchacho que llora “porque
no sabe la invención del puente”) que este es un mundo de horror y muerte
(“iguanas y sierpes”, “la dentadura del oso”, “la mano momificada del niño”).
5 escotillón: trampilla situada en el piso de los escenarios que se utiliza para
hacer salir o desaparecer de la escena personas o cosas.
6 Si alguien “cierra los ojos” ante esta realidad horrible de “amargas llagas en
cendidas”, hay que acuciarlo (“¡azotadlo, hijos míos!”) para que descubra la
cruda realidad del mundo en que vivimos, un escenario teatral de falsedad
y muerte. “El veneno y la calavera de los teatros” es una alusión a Hamlet, la
tragedia de Shakespeare.
70
Voces de muerte
73
R U M O R DE V E R D E LUNA
El jinete se acercaba
tocando el tam bor del llano.
Dentro de la fragua el niño
tiene los ojos cerrados.4
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.5
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
76
VOCES DE M U ER T E
C A N C IÓ N D E JIN E T E
En la luna negra
de los bandoleros,
cantan las espuelas.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?1
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!2
En la luna negra,
sangraba el costado
de Sierra Morena.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?
La noche espolea
sus negros ijares
clavándose estrellas.3
77
R U M O R DE VERDE LUNA
Caballito frío.
¡Qué perfume de flor de cuchillo!
En la luna negra,
¡un grito! y el cuerno
largo de la hoguera.
Caballito negro.
¿Dónde llevas tu jinete muerto?4
SO R PR E SA
8o
VOCES DE M U ERTE
R O M A N C E SO N Á M BU LO
8l
R U M O R DE V ER D E LUNA
82
R U M O R DE VERDE LUNA
84
VOCES DE M U ERTE
M il panderos de cristal
herían la madrugada.
8 Tras suicidarse en el aljibe, la joven flota sobre la superficie del agua, ilumina
da por un carámbano (‘trozo de hielo largo y puntiagudo’) o rayo de luna.
9 Después de dejar malherido al bandolero, los guardias civiles se presentan
“borrachos” ante la casa para capturarlo. El “barco sobre la mar” y el “caballo
en la montaña” son una alusión al contrabandismo.
86
VOCES DE M U ERTE
LA C O G ID A Y LA M U E R T E 1
87
R U M O R DE V E R D E LUNA
88
R U M O R DE VERDE LUNA
6 El poeta describe la larga y terrible agonía del torero en la cama (ataúd con
ruedas) de la enfermería, quien oye la llegada de la muerte con su danza ma
cabra (huesos y flautas), delira hasta el amanecer (el cuarto se irisaba) en su
lucha contra la muerte (el toro ya mugía por su frente) y ve cómo la heri
da se le gangrena (trompa de lirio por las verdes ingles) y la gente se asoma,
apenada, por las rejas de la ventana para interesarse por él.
90
C A SID A D E LAS PALO M AS O SC U R A S
1 El poeta desea saber cuál es su destino, que no es otro que el amor y la muer
te (¿dónde está mi sepultura?). Para Lorca, amor y muerte son dos caras de
la misma moneda, de igual modo que el sol (símbolo masculino y de vida)
se complementa con la luna (símbolo femenino y de muerte), la rapaz águila
con la pacífica paloma o la garganta con la cola. En la unión de contrarios, la
única certeza es la muerte: “La una era la otra / y las dos eran ninguna”.
92
D E SPE D ID A
Si muero,
dejad el balcón abierto.
¡Si muero,
dejad el balcón abierto!
ÍNDICE DE POEMAS
94
Sufrimiento y deshumanización
Balada interior 55
Preciosa y el aire 59
La aurora 64
Ciudad sin sueño 67
Voces de muerte
Romance de la luna, luna 73
Canción de jinete 77
Sorpresa 80
Romance sonámbulo 81
La cogida y la muerte 87
Casida de las palomas oscuras 92
Despedida 93
95
Federico García Lorca (1898-1936)
96
y 1921 mantuvo una intensa vida intelectual y creativa que fructificó en
el estreno de su primera obra de teatro (El maleficio de la mariposa) y en
la publicación de Libro de poemas (1921), un volumen en el que se tras
luce su añoranza de la infancia, su am or por la naturaleza y una angus
tia existencial que ya no le abandonaría jamás.
De regreso a Granada, en 1921 entabló una profunda amistad con el
compositor gaditano Manuel de Falla, con el que compartía el amor por
la música y la admiración por la poesía tradicional. Un año más tarde,
Falla, Lorca y el pintor Ignacio Zuloaga organizaron un concurso de
cante jondo para reivindicar esta música de origen antiquísimo y de
fender su universalidad. El mundo del cante flamenco, como manifes
tación del espíritu andaluz más primitivo y puro, le inspiró su logrado
Poema del cante jondo, no publicado en libro hasta 1931. Esta corriente
de poesía neopopular culminó en sus dos siguientes volúmenes de poe
sía, Canciones (1927) y, sobre todo, Romancero gitano (1928), un poema-
rio que fundía de manera magistral las raíces míticas del universo gita
no, el vehículo form al del romance y las aportaciones de la poesía más
vanguardista de la época. Este último libro lo consagró como poeta y le
proporcionó una abrum adora popularidad.
Pero a Lorca no le complació esta fama, que con frecuencia respon
día a una lectura un tanto superficial y folklórica de sus romances. En
aquella época, además, sufría una profunda crisis amorosa a causa de su
ruptura con el escultor Em ilio Aladrén. Por recomendación del profe
sor Fernando de los Ríos, Lorca decidió alejarse de España y residir una
temporada en Estados Unidos. Su estancia en Nueva York, y luego en
Cuba, desde el 25 de junio de 1929 hasta mediados de 1930, transformará
radicalmente su poesía y su visión de la vida. En los poemas de Poeta en
Nueva York, no publicado íntegramente hasta 1940, el escritor granadi
no denunciaba la deshumanización de la gran ciudad, que por entonces
97
vivía las terribles consecuencias del crack de la Bolsa en 1929. Con un
lenguaje surrealista rico en imágenes oníricas, Lorca expresó su rechazo
de la sociedad capitalista, tan opuesta al mundo rural del que él proce
día, y su solidaridad con los desfavorecidos.
El Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, impresionante elegía escrita a la
muerte del torero amigo en 1934, y los libros Diván del Tamarit y Sonetos
del amor oscuro, unos poem arios que no se publicarían hasta después de
la muerte del escritor, completaron la obra excepcional y única de uno
de los poetas más universales de la lengua española.
Com o autor teatral, su otra gran pasión, alcanzó el éxito en 1927 con
el estreno de M ariana Pineda y, sobre todo, en los años de la Segunda
República con obras como Bodas de sangre (1933), Yerma (1934) y Doña
Rosita la soltera o El lenguaje de las flores (1935). Por entonces Lorca se
había embarcado en la creación y dirección del teatro universitario La
Barraca, cuyo propósito era acercar el teatro clásico español al pueblo.
Financiada por el Ministerio de Educación, aquella estimulante expe
riencia le sirvió para ahondar en su intención de convertir el teatro «en
una tribuna donde los hombres pueden poner en evidencia morales
viejas o equivocadas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del
corazón y el sentimiento del hombre». Ese propósito se manifiesta en La
casa de Bernarda Alba, drama concluido en junio de 1936 pero que no se
pudo estrenar hasta 1945 y en la ciudad de Buenos Aires.
El 14 de julio de 1936, ante la amenaza de un golpe de Estado contra
la República, Lorca se trasladó de M adrid a Granada para reunirse con
su familia. Tras estallar la rebelión militar, decidió refugiarse en casa de
un amigo poeta y falangista, en la creencia de que allí estaría a salvo. Pe
ro el 16 de agosto fue detenido por los falangistas y dos días más tarde
fue fusilado en la carretera de Víznar a Alfacar. El mundo entero reac
cionó con indignación, pues los fascistas habían asesinado a la poesía.
98
a c t i v i d a d e s
Infancia, inocencia y juego
101
a c t i v i d a d e s
102
Al son de la música y la danza
103
a c t i v i d a d e s
[g] Son innumerables los poetas que han recreado este tópico li
terario; entre ellos cabe destacar a Ausonio, Juan de la Encina,
Jorge Manrique, Garcilaso de la Vega, Góngora, Juana de Ibar-
bourou, y, en nuestros días, Francisco Brines, Ricardo M olina o
Luis Alberto de Cuenca. Localiza algunos de los poemas sobre
el carpe diem de estos escritores, tráelos a clase y recítalos en
voz alta. Luego, entre todos, haced una votación para escoger
el que os haya gustado más.
104
Dulces penas de amor
106
a c t i v i d a d e s
108
a c t i v i d a d e s
109
a c t i v i d a d e s
110
Voces de muerte
111
a c t i v i d a d e s
Í9~l Lee las cuatro partes del «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías» y
prepara una escenificación a varias voces que puede ir acompa
ñada con música y danza.
112
a c t i v i d a d e s
113
CUCAIS! A