Ausubel Conocimiento y Aprendizaje
Ausubel Conocimiento y Aprendizaje
Ausubel Conocimiento y Aprendizaje
Presentación
Como es sabido, los profesores tendemos a actuar como si nuestros alumnos fueran
esponjas que absorben el conocimiento o como cintas magnetofónicas en las que se queda
grabada la información que les transmitimos. Es lo que se llama seguir el "modelo de
transmisión". Como también sabemos, lo que ocurre en realidad es que el alumno
construye activamente el conocimiento. El modelo de transmisión implícito en las prácticas
de algunos profesores puede considerarse como una preconcepción errónea del profesor
que, como ocurre con otras preconcepciones, es muy resistente al cambio, debido a la
aparente utilidad de este modelo en situaciones de enseñanza.
En consecuencia, resulta difícil que se produzca un verdadero cambio conceptual. Con
frecuencia, incluso, se da el caso de que el profesor está firmemente convencido de que
sus alumnos no son aprendedores pasivos, pero en su práctica docente actúa como si lo
fueran. Es decir, en ocasiones conviven en el profesor un modelo explícito de carácter
constructivista y un "modelo de transmisión" implícito, el cual, en último término, gobierna
su práctica docente.
Para que tenga lugar el cambio conceptual en el profesor, debe proporcionársele un modelo
alternativo inteligible, plausible desde la perspectiva del uso que se hace del conocimiento;
en nuestro caso, desde la perspectiva de la práctica docente. No basta, pues, con una mera
declaración de principios, sino que es necesario mostrar cómo y por qué el alumno
construye el conocimiento y de qué modo ese modelo hace eficaz la práctica de la
enseñanza.
Hace ya casi medio siglo, Ausubel hizo un meritorio intento de explicar cómo el proceso de
construcción del conocimiento pasa por los esfuerzos del alumno para proporcionar sentido
a la información que el profesor le suministra. A partir de ahí, elaboró un modelo de
enseñanza basado en lo que él llamaba "aprendizaje significativo". Desde los primeros
trabajos de Ausubel, la psicología cognitiva ha experimentado un considerable progreso,
que nos permite comprender más en detalle los aciertos de esos trabajos y, también,
algunas de sus insuficiencias, que determinaron que su proyecto, iniciado en los años
sesenta del pasado siglo, no cuajara del todo.
El programa de diseñar la enseñanza de tal modo que sea significativa para el alumno
sigue vigente. Los nuevos aportes de la psicología cognitiva han desembocado en análisis
cada vez más complejos, han abierto nuevas perspectivas y han develado la importancia de
factores que inicialmente habían sido ignorados.
Con el fin de describir todas estas vicisitudes, comenzaremos por establecer un marco de
referencia sobre el sentido del conocimiento en las personas; para ello, trataremos muy
brevemente los distintos tipos de conocimiento, cómo se aprenden y cómo se
interrelacionan entre sí.
A continuación, describiremos el modelo del aprendizaje significativo de Ausubel, para
terminar con una breve reflexión acerca de cuál podría ser la dirección que habría de
tomarse para progresar en el camino iniciado por este autor.
Los diferentes tipos de conocimiento
El conocimiento puede clasificarse de muy distintas maneras. Por ejemplo, podría
clasificarse en términos del conocimiento sobre los animales, las plantas y los objetos
inanimados, o con cualquier otro criterio como los utilizados en los manuales
especializados. La clasificación puesta aquí atiende a los diferentes modos en que se
aprende cada uno de los conocimientos y tiene la virtud de permitirnos entender por qué
aprendemos lo que aprendemos. Es decir, cuál es la función o el sentido de los distintos
aprendizajes a los que nos entregamos.
Se trata de una clasificación que se basa en la dinámica del conocimiento desde un punto
de vista psicológico y que coincide con las clasificaciones del conocimiento que se han
venido haciendo en la enseñanza desde hace décadas.
El conocimiento de experiencias personales, hechos y datos:
Cuando una persona tiene una experiencia, puede ocurrir que ésta quede grabada en su
mente; si esto ocurre, la experiencia toma la forma de un acontecimiento único. La
singularidad de ese conocimiento se debe a que está fuertemente vinculado a un contexto
espacio-temporal. Si uno ha aprendido -y, por tanto, recuerda- que alguien a quien conoció
en una fiesta se llama Pedro, tiene un conocimiento que sólo puede recuperar si rememora
el momento y el lugar en el que se enteró de cómo se llamaba esa persona. Naturalmente,
con la práctica -que se produce a lo largo del tiempo-, puede suceder que nos acordemos
del nombre de una persona sin recordar en qué circunstancias lo aprendimos. Lo mismo
ocurre con datos como "la Revolución Francesa tuvo lugar en 1789".
Este tipo de conocimiento, que técnicamente se conoce como "conocimiento episódico", no
puede aplicarse a situaciones nuevas, debido a su singularidad. Recordar, por ejemplo, lo
que hemos desayunado a la mañana aparentemente sirve de poco. ¿Cuál es, entonces, la
función de ese tipo de conocimiento? ¿Por qué recordamos acontecimientos concretos?
En realidad, la adquisición de conocimientos episódicos tiene varias funciones, pero, para lo
que aquí importa, la esencial es permitir la construcción, a partir de nuestras experiencias
particulares, de un conocimiento general del mundo. Si vamos acumulando un
conocimiento de lo que desayunamos cada día y de lo que desayunan otras personas
podemos llegar a construir un conocimiento de lo que se desayuna en general. Como se
verá más adelante, proporcionar a los alumnos un conocimiento de este tipo tiene
implicancias muy importantes.
Cuando una red se activa repetidamente, las Las redes semánticas pueden ser más o
conexiones entre sus elementos se menos ricas. Es decir, pueden tener un
fortalecen, de modo que el aprendizaje se menor o mayor número de elementos.
vuelve más vivo, más "a flor de piel"; en En esta última circunstancia es más fácil
consecuencia, si conseguimos llegar a él con acceder a la red, puesto que, debido a
nuestros pensamientos, se activa con más su riqueza, es posible llegar a ella desde
rapidez y con más seguridad. muchos ángulos.
Para terminar, estas breves consideraciones sobre la dinámica del conocimiento nos
permitirán comprender y contemplar críticamente la propuesta adelantada por Ausubel
sobre el aprendizaje significativo, que se tratará a continuación.
Ahora bien, de acuerdo con Ausubel, el aprendizaje por recepción y el aprendizaje por
descubrimiento no son dos categorías dicotómicas, sino dos polos de un continuo. De este
modo, podrían producirse situaciones intermedias, como la de un aprendizaje por
descubrimiento guiado, en el que el profesor va orientando y facilitando la tarea de
descubrimiento del alumno. En todo caso, en un extremo del continuo se situaría el
aprendizaje receptivo y, en el otro, el aprendizaje por descubrimiento autónomo, en el que
el alumno desarrolla con una mayor independencia la actividad de descubrimiento.
El proceso de inclusión producido con el aprendizaje subordinado puede ser de dos tipos:
Tipos de inclusión
Inclusión derivativa Inclusión correlativa
El aprendizaje supraordenado
El aprendizaje supraordenado se produce cuando la nueva información que se va a
aprender es de un nivel de generalidad e inclusividad mayor que las ideas previas
existentes. En esta circunstancia, la nueva idea comprende varios elementos de ideas
establecidas con anterioridad.
Este tipo de aprendizaje tiene lugar, por ejemplo, en el curso de algunos procesos de
razonamiento inductivo, cuando el profesor se limita a hacer presentaciones de casos con
el fin de que el alumno induzca las categorías a las que pertenecen o, también, cuando se
lleva a cabo algún tipo de síntesis.
Quizás podría añadirse que hay procesos de generalización conceptual que también son
importantes para el aprendizaje. El concepto de cubierto, por ejemplo, probablemente se
aprende después del concepto de cuchillo o cuchara.
El aprendizaje combinatorio
El aprendizaje combinatorio tiene lugar cuando las nuevas ideas están en el mismo nivel de
generalidad o de inclusividad que las ideas previas establecidas en la estructura de
conocimiento. No se producen, por tanto, relaciones de subordinación y supraordenamiento
con las ideas pertinentes existentes en la estructura de conocimiento.
Debido a esta falta de relación jerárquica, Ausubel entiende que, al menos al principio, las
relaciones combinatorias son más difíciles de aprender y de recordar que las relaciones que
se establecen en el aprendizaje subordinado y supraordenado. Para este autor, el
aprendizaje combinatorio puede producirse más fácilmente entre ideas que entre
conceptos.
A la luz de lo anteriormente dicho, puede comprenderse que el aprendizaje combinatorio
(en la terminología de Ausubel) es más fácil de entender y promover cuando se trata de
combinar ideas o proposiciones. El problema está en la combinación conceptual, un
problema mal resuelto en la psicología. En efecto, no existe ninguna teoría que explique
cómo puede producirse la combinación conceptual. Lo que sabemos es que las personas
-y, sin duda, los alumnos en situaciones de enseñanza- están constantemente creando
nuevos conceptos y que ese proceso de combinación conceptual se produce como
consecuencia de la necesidad de resolver problemas.
Muy brevemente, tomando un ejemplo de Barsalou, si nos disponemos a irnos de
vacaciones a Japón con nuestra suegra nos vemos obligados a crear un nuevo concepto
fruto de una combinación conceptual del tipo de "cosas que se pueden hacer en Japón con
la suegra". El problema es saber cuál es la naturaleza de los conceptos que nos permite
utilizar el conocimiento de los conceptos de suegra, vacaciones o Japón, sin que eso
suponga una mera adición, para que podamos construir el nuevo concepto.
Derivativo
Aprendizaje subordinado
Correlativo
Aprendizaje supraordenado
Aprendizaje combinatorio
El material curricular
En primer lugar, en lo que respecta al material curricular que va a ser enseñado, Ausubel
entiende que debe organizárselo pensando siempre en los estudiantes. Propone una
organización secuencial del contenido en la que no sólo se tenga en cuenta el significado
lógico del mismo, sino también el nivel cognoscitivo inicial de los alumnos, el curso que
podría tomar el proceso de diferenciación progresiva, el modo en que podría llegarse a la
reconciliación integradora, etcétera.
En términos generales, aboga por una secuencia inclusiva y de progresiva dificultad, en la
que los aprendizajes anteriores sirvan de base para aprendizajes posteriores y en la que
éstos últimos contribuyan a afianzar los primeros.
En definitiva, siguiendo las prescripciones de Gagné, considera que, para secuenciar la
enseñanza, debe pensarse en una "estructura de aprendizaje". Es decir, para decidir qué
enseñar antes y qué después, debe tenerse en cuenta cómo van a ir sucediéndose los
aprendizajes, dado que los aprendizajes ulteriores se asientan sobre los previos.
Ausubel entiende que el material curricular debe ser organizado en función de los
estudiantes. De allí la importancia de la selección del material y de la planificación del
modo en que habrá que usárselo.
Expositivo Comparativo
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