1.12 Proteínas
1.12 Proteínas
1.12 Proteínas
1. Da 3 ejemplos de proteínas.
1. Hemoglobina: Esta es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y es responsable de
transportar el oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo.
2. Insulina: Es una hormona proteica producida por el páncreas. Regula los niveles de glucosa en
la sangre y permite que las células absorban la glucosa para usarla como energía.
3. Colágeno: Es la proteína más abundante en el cuerpo humano y proporciona estructura a la
piel, los huesos, los tendones y los ligamentos.
Estas son solo algunas de las muchas proteínas que desempeñan funciones vitales en nuestro cuerpo.
La estructura primaria de una proteína está determinada por la secuencia de aminoácidos que la
componen. Los aminoácidos son las unidades básicas de las proteínas y se unen entre sí mediante
enlaces peptídicos para formar una cadena larga.
Esta secuencia de aminoácidos es única para cada proteína y es codificada por la secuencia de
nucleótidos en el ADN del gen que codifica esa proteína. Por lo tanto, cualquier cambio en la secuencia
de nucleótidos del ADN puede resultar en un cambio en la secuencia de aminoácidos de la proteína,
lo que puede afectar su estructura y función.
Es importante destacar que la estructura primaria de una proteína determina cómo se pliega la
proteína en sus estructuras secundaria y terciaria, que a su vez determinan la función de la proteína.
Por lo tanto, la estructura primaria de una proteína es fundamental para su función biológica.
La función de una proteína está determinada principalmente por su estructura tridimensional, que a
su vez es dictada por su estructura primaria (la secuencia de aminoácidos).
Las proteínas se pliegan en formas específicas según las interacciones entre los aminoácidos. Estas
interacciones pueden incluir enlaces de hidrógeno, interacciones hidrofóbicas, puentes de disulfuro
y fuerzas iónicas. La forma tridimensional única que adopta una proteína permite que se acople con
otras moléculas con formas complementarias, como un enzima y su sustrato.
Por lo tanto, la función de una proteína puede variar desde actuar como un catalizador en reacciones
bioquímicas (enzimas), participar en el transporte de moléculas (como la hemoglobina), proporcionar
soporte estructural (como el colágeno), hasta participar en la respuesta inmunitaria (como los
anticuerpos), entre otras funciones.
Es importante destacar que cualquier cambio en la estructura de una proteína, ya sea por mutaciones
en la secuencia de aminoácidos o por cambios en el entorno celular, puede afectar su función. Esto
puede tener implicaciones significativas en la salud y la enfermedad. Por ejemplo, muchas
enfermedades genéticas son el resultado de mutaciones que alteran la estructura y la función de las
proteínas.
Mutaciones genéticas: Un cambio en la secuencia de nucleótidos del ADN puede alterar la secuencia
de aminoácidos de la proteína, lo que puede cambiar su estructura y, por lo tanto, su función.
Condiciones ambientales: Factores como el pH, la temperatura y la concentración de solutos pueden
afectar la estructura de una proteína. Por ejemplo, el calor puede causar la desnaturalización de las
proteínas, un proceso en el que la proteína pierde su estructura tridimensional y, por lo tanto, su
función.
Interacciones químicas: Las moléculas que se unen a una proteína pueden cambiar su forma y afectar
su función. Por ejemplo, muchos medicamentos funcionan al unirse a proteínas específicas y alterar
su actividad.
Modificaciones postraduccionales: Después de que se sintetiza una proteína, puede modificarse de
varias maneras, como la fosforilación, la metilación, la acetilación, etc. Estas modificaciones pueden
afectar la actividad, la localización y la interacción de la proteína con otras moléculas.
Es importante destacar que la interrupción de la función de las proteínas puede tener implicaciones
significativas para la salud y puede contribuir a diversas enfermedades, incluyendo enfermedades
genéticas, cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
Actividad 2:
Una sola célula puede contener miles de proteínas diferentes, cada una con una función única. Sin
embargo, nuestras células (y las de eucariotas en general) pueden expresar hasta 100,000 proteínas
diferentes. Es importante destacar que cada proteína tiene una estructura y función única,
determinada por la secuencia de aminoácidos que la compone.
Además, es interesante mencionar que se ha estimado que hay alrededor de 42 millones de moléculas
de proteínas en una única célula. Esto incluye múltiples copias de la misma proteína. La cantidad
exacta puede variar dependiendo del tipo de célula y las condiciones ambientales.
Por lo tanto, la diversidad y abundancia de proteínas en una célula es realmente asombrosa, y cada
una de estas proteínas juega un papel crucial en las funciones y operaciones de la célula.
2. ¿Qué función tienen las proteínas receptoras y las estructurales en las células de los nervios?
Las proteínas receptoras y las proteínas estructurales desempeñan roles fundamentales en las células
nerviosas o neuronas.
Las proteínas receptoras en las neuronas son esenciales para la comunicación entre las células. Estas
proteínas permiten que las neuronas "escuchen" los mensajes químicos, como los neurotransmisores,
que se liberan en las sinapsis. Cuando un neurotransmisor se une a su receptor correspondiente, se
generan una serie de cambios en el interior de la célula. Estos cambios pueden disparar un potencial
eléctrico, lo que regula la actividad de los canales iónicos y permite la transmisión de señales a lo largo
del axón. Por lo tanto, las proteínas receptoras son fundamentales para la neurotransmisión y la
comunicación entre las células nerviosas.
Por otro lado, las proteínas estructurales en las neuronas contribuyen al mantenimiento de la
estructura interna de las células y forman parte del citoesqueleto. Estas proteínas proporcionan
soporte y rigidez a diferentes estructuras biológicas. Además, algunas proteínas estructurales, como
la actina y la tubulina, participan en funciones de transporte y de comunicación interna, así como en
los eventos de movilidad celular. También existen proteínas motoras que son capaces de moverse a
lo largo de una porción del citoesqueleto al convertir la energía química en movimiento con la hidrólisis
del ATP.
Por lo tanto, tanto las proteínas receptoras como las estructurales son esenciales para el
funcionamiento normal de las células nerviosas.
Información genética: La información para la creación de una proteína individual reside en los genes,
que son segmentos de ADN. Cada gen contiene la secuencia de nucleótidos que codifica para una
proteína específica.
Transcripción: Durante la transcripción, la información contenida en el gen se copia en una molécula
de ARN mensajero (ARNm). Este proceso ocurre en el núcleo de las células eucariotas.
Traducción: El ARNm se transporta al citoplasma donde los ribosomas leen la secuencia de
nucleótidos del ARNm y la traducen en una secuencia de aminoácidos para formar una proteína. Este
proceso se llama traducción.
Secuencia de aminoácidos: La secuencia de aminoácidos en la proteína es determinada por la
secuencia de nucleótidos en el ARNm, que a su vez es una copia de la secuencia de nucleótidos en el
gen. Cada conjunto de tres nucleótidos en el ARNm, conocido como codón, codifica para un
aminoácido específico.
Plegamiento de la proteína: Una vez que la cadena de aminoácidos ha sido sintetizada, se pliega en
una estructura tridimensional única. Este plegamiento es determinado por las interacciones entre los
aminoácidos en la proteína y es crucial para la función de la proteína.
Por lo tanto, la información genética en el ADN es fundamental para la creación de una proteína
individual. Cualquier cambio en esta información puede resultar en una proteína con una estructura y
función diferentes.
Las proteínas se sintetizan en los ribosomas, que son orgánulos presentes tanto en el citoplasma como
en el retículo endoplasmático rugoso (RER). Los ribosomas están compuestos por ARN ribosómico
(ARNr) y proteínas ribosómicas.
El proceso de fabricación de proteínas, conocido como traducción, consta de varias etapas. Durante
la traducción, el ARNm es leído por los ribosomas en grupos de tres nucleótidos llamados códones.
Cada codón especifica un aminoácido, que es la unidad básica que forma las proteínas. Los
aminoácidos se unen entre sí mediante enlaces peptídicos para formar la cadena de aminoácidos que
constituirá la proteína final.
Además, algunas proteínas que serán secretadas o incorporadas a la membrana celular se sintetizan
en el retículo endoplasmático rugoso (RER). Después de la síntesis, estas proteínas pueden pasar por
modificaciones post-traduccionales en el aparato de Golgi antes de seguir su destino final.
Por lo tanto, la síntesis de proteínas en la célula se lleva a cabo principalmente en los ribosomas, que
pueden estar ubicados en el citoplasma o en el retículo endoplasmático rugoso.
Actividad 3:
La estructura primaria de una proteína está determinada por la secuencia de aminoácidos que la
componen. Los aminoácidos son las unidades básicas de las proteínas y se unen entre sí mediante
enlaces peptídicos para formar una cadena larga.
Esta secuencia de aminoácidos es única para cada proteína y es codificada por la secuencia de
nucleótidos en el ADN del gen que codifica esa proteína. Por lo tanto, cualquier cambio en la secuencia
de nucleótidos del ADN puede resultar en un cambio en la secuencia de aminoácidos de la proteína,
lo que puede afectar su estructura y función.
Es importante destacar que la estructura primaria de una proteína determina cómo se pliega la
proteína en sus estructuras secundaria y terciaria, que a su vez determinan la función de la proteína.
Por lo tanto, la estructura primaria de una proteína es fundamental para su función biológica.
Las proteínas desempeñan una amplia variedad de funciones en el cuerpo. Dos ejemplos:
1. Enzimas: Muchas proteínas actúan como enzimas, que son catalizadores biológicos. Las
enzimas aceleran las reacciones químicas en el cuerpo, permitiendo que ocurran a las
velocidades necesarias para la vida. Por ejemplo, la amilasa es una enzima que descompone
los almidones en azúcares más simples.
2. Transporte: Algunas proteínas ayudan a transportar moléculas pequeñas alrededor del cuerpo.
Por ejemplo, la hemoglobina es una proteína en los glóbulos rojos que transporta el oxígeno
desde los pulmones al resto del cuerpo.
Estas son solo dos de las muchas funciones que las proteínas pueden desempeñar en el cuerpo.
4. ¿Qué son las enzimas?
Las enzimas son proteínas que actúan como catalizadores biológicos. Un catalizador es una sustancia
que acelera una reacción química sin ser consumida en el proceso.
En el contexto biológico, las enzimas aceleran las reacciones químicas que ocurren dentro de las
células, permitiendo que los procesos biológicos ocurran a una velocidad que sostenga la vida. Hacen
esto al reducir la energía de activación necesaria para que ocurra una reacción.
Cada enzima es específica para una determinada reacción o grupo de reacciones similares. Esto se
debe a que la forma tridimensional de la enzima, determinada por la secuencia de aminoácidos de la
proteína, permite que solo ciertos sustratos se unan a ella.
Por ejemplo, la lactasa es una enzima que descompone la lactosa, un tipo de azúcar presente en la
leche, en glucosa y galactosa. Las personas que carecen de esta enzima no pueden digerir la lactosa,
lo que puede llevar a síntomas de intolerancia a la lactosa.
Por lo tanto, las enzimas son fundamentales para una gran cantidad de procesos biológicos,
incluyendo la digestión de alimentos, la síntesis de ADN, la descomposición de toxinas, y mucho más.
La hemoglobina es una proteína compleja que se encuentra en los glóbulos rojos y tiene un papel
crucial en el transporte de oxígeno en el cuerpo.
Transporte de oxígeno: La hemoglobina se une al oxígeno en los pulmones y lo transporta a través del
torrente sanguíneo a todas las células del cuerpo. Cada molécula de hemoglobina puede transportar
hasta cuatro moléculas de oxígeno.
Transporte de dióxido de carbono: Además de transportar oxígeno, la hemoglobina también ayuda a
transportar el dióxido de carbono, un producto de desecho del metabolismo celular, desde las células
hasta los pulmones. En los pulmones, el dióxido de carbono se libera y se exhala.
Regulación del pH de la sangre: La hemoglobina también juega un papel en la regulación del pH de la
sangre. Puede unirse a los iones de hidrógeno y ayudar a mantener el equilibrio ácido-base en la
sangre.
Por lo tanto, la hemoglobina es esencial para la vida ya que permite el transporte de gases vitales,
como el oxígeno y el dióxido de carbono, a través del cuerpo.