A Frutos Del Espiritu Santo22

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FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO

Buenos días
ORACION INICIAL

En este encuentro vamos a reflexionar sobre los frutos del Espíritu Santo.

La tradición de la Iglesia enumera 12 frutos, los cuales son: Caridad, Gozo,


Paz, Paciencia, Longanimidad, Bondad, Benignidad, Mansedumbre, Fidelidad,
Modestia, Continencia, Castidad. (Gálatas 5,22-23) (Catecismo 1832).

¿Qué son los frutos del Espíritu Santo?

Son virtudes o manifestaciones que se pueden percibir de que Dios está


obrando en la vida y en el corazón de la persona. (Comentar)

El cristiano es como los arboles: cuando está maduro dará sus frutos; por
sus frutos os conocerán (Mt 12,33)

Reflexionemos sobre los frutos del Espíritu Santo:

CARIDAD: Es uno de los frutos del Espíritu Santo que es fundamento y raíz de
todos los demás. Es el acto de amor de Dios y del prójimo. Él comunica a las
personas su llama de amor, haciéndole amar a Dios con todo el corazón, con toda
la mente y con todas las fuerzas y con toda el alma, y al prójimo por amor a Dios.

Faltamos a la caridad cuando hablamos mal e injustamente de los demás. La


Caridad es el amor al otro. Pero no es un amor cualquiera es un amor que va mas
allá, es querer lo mejor para el prójimo, es mantener vivo el amor a Dios para amar
verdaderamente a través de Él a los demás.

El papa Francisco nos dice que antes de difamar y hablar mal de las personas
debemos preguntarnos: ¿Qué haría Jesús? Y también tenemos que pensar si lo
que voy a decir me beneficia a mí a quien va a escuchar y a mi hermano ausente,
si no para que decirlo. Eso es Caridad.

GOZO: Es el fruto que emana espontáneamente de la caridad, como el


perfume de la flor, la luz del sol, el calor del fuego, da al alma un alegría profundo
producto de la satisfacción que se tiene de la victoria lograda sobre sí mismo y de
haber hecho el bien.

La alegría es un fruto que espanta al diablo. San Francisco de Asís decía: “El
diablo le tiene miedo a un cristiano alegre”. Si tú dejas que la tristeza entre en tu
corazón por cualquier causa el diablo se te acerca por cualquier lado y te oprime y
te hace daño. Pero si te decides estar alegre incluso en medio de las tribulaciones
eso es hermoso y poderoso. La alegría guárdala en tu corazón es un tesoro
invaluable
PAZ: Es un fruto que te da tranquilidad y seguridad porque esperas de Dios su
gracia y su protección, porque la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede
imaginar, nos guardara nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo
Jesús. Esta paz solo la puede dar a través del Espíritu Santo.

Esta paz no es todo goce fundado en la carne o en las cosas materiales,


sino la paz que proviene de Dios. La paz de cristo que supera todo las cosas del
mundo y para obtenerla debemos ofrendar todo a Dios.

PACIENCIA: Siendo la vida una permanente lucha, contra enemigos visibles e


invisibles, y con las fuerzas del mundo y del infierno. (El mundo, la carne y el
demonio) Es necesaria mucha paciencia para superar las tribulaciones que estas
luchas producen en nosotros.

Faltamos a la paciencia cuando dejamos de aceptar a las personas que


tratamos, cuando dejamos de aceptar que todos tenemos diferente carácter,
educación, aspiraciones y a menudo dominadas por ideas fijas de todo tipo. La
paciencia nos lleva a vivir en armonía con nuestro prójimo a pesar de las
diferencias que se puedan tener.

BENIGNIDAD: Es disposición constante de la tolerancia y a la amabilidad en el


hablar, en el responder y en el actuar. Ese trato sociable y dulce a pesar de las
asperezas de los demás. Es una gran señal de santidad de un alma y de la acción
del Espíritu Santo.

Faltamos a la Benignidad cuando nos alteramos ante las injusticias y perdemos


la tolerancia y la amabilidad ante las personas que desaprueban nuestra forma de
pensar y de actuar o se comportan diferentes a nuestra manera de ser.

BONDAD: Es el afecto que se tiene en beneficiar al prójimo. Bondad es el


efecto de la unión del alma con Dios. Este fruto infunde el espíritu cristiano sobre
el prójimo, haciendo el bien y sanando a imitación de Jesucristo. Es una cualidad
indispensable en el cristiano

A este fruto faltamos cuando vemos a nuestros hermanos padecer de


hambre, desnudez y enfermedad y no sentimos el deseo de cooperar para aliviar
un poco esa necesidad del hermano.

LONGANIMIDAD: Firmeza del ánimo en sufrir, esperando los bienes eternos.


Este fruto del Espíritu Santo confiere a las personas una amplitud de vista y de
generosidad, por las cuales, esta saber esperar la hora de la Divina Providencia.

Faltamos a este fruto cuando nos desanimamos en las dificultades y nos


desesperamos grandemente en las necesidades desconfiando así de la Divina
Providencia.
MANSEDUMBRE: La mansedumbre hace al cristiano paloma sin hiel, cordero
sin ira, dulzura en las palabras y en el trato frente a la prepotencia de los demás.

La mansedumbre se opone a la ira y al rencor. Se opone a la ira que quiere


imponer a los demás, al rencor que quiere vengarse por las ofensas recibidas.

FIDELIDAD: La fidelidad tiene que ver con la responsabilidad.


Mantener la palabra dada, ser puntuales en los compromisos y horarios, es
virtud que glorifica a Dios, que es Verdad.

Lo opuesto a la fidelidad es quien promete sin cumplir, quien fija hora para
un encuentro y llega tarde, quien es cortes delante de una persona y luego la
desprecia a sus espaldas, quien falta a la sencillez de la paloma sugerida por
Jesucristo e induce a los demás a la incertidumbre en las relaciones sociales.

MODESTIA: Como lo dice su nombre, regula la manera apropiada y


conveniente, en el vestir, en el hablar, en el caminar, en el reír en el jugar. Como
reflejo de la calma interior. Mantiene nuestros ojos para que no se fijen en cosas
vulgares e indecorosas reflejando en ellos la pureza del alma.

Es contrario a este fruto cuando nuestra manera de ser deja de armonizar


con la simplicidad y la caridad, llevando nuestro interior a todo aquello que es
áspero y ordinario.

CONTINENCIA: Mantiene el orden en el interior del hombre, no solo a lo que


atañe a los placeres sensuales , sino, también en lo que concierne al comer , al
beber al dormir, al divertirse y en los otros placeres de la vida material.

Contrario a la continencia está la satisfacción de todos estos instintos que


nombramos, que asemejan al hombre a los animales.

CASTIDAD: Es la victoria conseguida sobre la carne y que hace del cristiano


templo vivo del Espíritu Santo. La persona casta, reina sobre su cuerpo en gran
paz y siente en ella la inefable alegría de la íntima amistad con Dios, habiendo
dicho Jesús: “Felices los limpios de corazón, porque verán a Dios. Con la gracia
de Dios.

Estos doce frutos del Espíritu Santo son regalos de Dios y solo con nuestro
esfuerzo no podemos hacer que crezcan o se desarrollen. Necesitamos de la
acción directa del Espíritu Santo para poder actuar con ellos.

Los santos son quienes han sabido dar todos estos frutos y han sabido
practicar las virtudes cardinales (prudencia, justicia, fortaleza, templanza).
(Comentar)

ORACION FINAL

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