Teoria y Politica Macroeconomica Oscar Bajo-128-149
Teoria y Politica Macroeconomica Oscar Bajo-128-149
Teoria y Politica Macroeconomica Oscar Bajo-128-149
política monetaria
5.1 Introducción
Ld L dA kY li [1]
L L dA kY li [2]
1 Estrictamente, la variable que manejaría el banco central sería la oferta de dinero en términos
nominales. Sin embargo, como estamos suponiendo que el nivel de precios está dado a corto plazo,
el banco central controlaría igualmente la oferta de dinero en términos reales.
Mercados financieros: política monetaria (c.5) / 125
i
L
E
i0
Ld = LdA + kY0 – li
Ld, L
de las ofertas de dinero y bonos, esto es, las cantidades de dinero y bonos existen-
tes en la economía. Pero como, por otra parte, las economías domésticas deben
decidir cómo reparten su riqueza financiera entre dinero y bonos, va a resultar
que, si existe equilibrio en el mercado de dinero, existirá también equilibrio en el
mercado de bonos y viceversa. Es decir, denominando Bd y B, respectivamente, a la
demanda y la oferta de bonos:
L + B Ł riqueza financiera = Ld + B d
por lo que:
L = Ld B = B d [3]
L dA kY L [4]
i
l
que representa el conjunto de pares de puntos nivel de renta-tipo de interés nomi-
nal que mantienen en equilibrio el mercado de dinero y, por extensión, todos los
mercados de activos financieros, de acuerdo con (3).
2 Nótese que el término utilizado en la obra de John Maynard Keynes Teoría general de la ocupación,
k
La pendiente de dicha función es , y tiene signo positivo ya que un aumen-
l
to del nivel de renta llevaría a un aumento de la demanda de dinero que, con ob-
jeto de mantener el equilibrio en el mercado y al estar dada la oferta de dinero,
requeriría una disminución de la demanda de dinero a través de un incremento
del tipo de interés. La pendiente de la función LM sería tanto mayor (menor)
cuanto mayor (menor) fuera la sensibilidad de la demanda de dinero al nivel de
renta, k; y cuanto menor (mayor) fuera la sensibilidad de la demanda de dinero
al tipo de interés, l.
La derivación gráfica de la función LM se presenta en la Figura 5.2, donde,
partiendo de un equilibrio inicial para i0 e Y0 en la parte izquierda de la figura, un
incremento del nivel de renta de Y0 a Y1 significa un aumento de la demanda de
dinero (lo que conlleva un desplazamiento a la derecha de la función de demanda
de dinero), que requiere un incremento del tipo de interés de i0 a i1 para man-
tener el equilibrio en el mercado; la función LM resultante aparece en la parte
derecha de la Figura 5.2.
i i
L
LM
i1 i1
i0 i0
Ld = LdA + kY1 – li
Ld = LdA + kY0 – li
Ld, L Y0 Y1 Y
La función LM, por otra parte, se desplazaría hacia abajo (arriba) en aquellos ca-
sos que signifiquen una disminución (incremento) del tipo de interés dado el nivel
de renta. En particular, la función LM se desplazaría hacia abajo si:
Y
1
1 c 1t
>C A cTR I A h i PÜE G @
L dA kY L
i
l
siendo r ŁL±3·E.
El modelo IS-LM incorpora las condiciones de equilibrio en los mercados de
bienes y de activos financieros, y representa, por tanto, el equilibrio en el conjunto
de la demanda agregada. El equilibrio del modelo IS-LM se representa gráfica-
mente en el punto E de la Figura 5.3, para unos niveles de renta y tipo de interés
Y0 e i0, respectivamente.3
LM
i0 E
IS
Y
Y0
3 El modelo IS-LM apareció por primera vez en John Hicks: «Mr. Keynes and the “classics”; a
suggested interpretation», Econometrica, vol. 5, abril de 1937, págs. 147-159; y se desarrolló poste-
riormente en Alvin Hansen: Monetary theory and fiscal policy, McGraw-Hill, Nueva York, 1949. Es por
ello que se le ha denominado también modelo Hicks-Hansen.
128 / Teoría y política macroeconómica
LM
LM’
i0
IS
Y
Y1 Y0 Y’1
4 Este resultado se demuestra en William Poole: «Optimal choice of monetary policy instruments
in a simple stochastic macro model», Quarterly Journal of Economics, vol. 84, mayo de 1970, págs. 197-216.
130 / Teoría y política macroeconómica
elevada, los costes de una inflación perfectamente anticipada suelen ser pequeños y
son fundamentalmente de dos tipos. En primer lugar, al aumentar el tipo de interés
nominal disminuiría la demanda de dinero, lo que daría lugar a los llamados costes
de «suela de zapato», derivados del mayor número de desplazamientos al banco que
se realizarían con objeto de aprovisionarse de dinero, ya que los agentes preferirían
mantener su riqueza financiera en otros activos (en nuestro modelo, los bonos) que
habrían de convertirse en efectivo cada vez que lo necesitasen. Y, en segundo lugar,
estarían también los denominados costes de «cambio de menú», esto es, aquellos
derivados del cambio de los precios nominales (el ejemplo más sencillo se refiere al
coste en que incurre un restaurante al imprimir nuevos menús, de donde toman el
nombre), y que surgirían de la necesidad de variar los precios con mayor frecuencia
en respuesta a la inflación; éste sería el caso, por ejemplo, de los teléfonos públicos,
máquinas vendedoras, parquímetros, reimpresión de catálogos, etc.
Sin embargo, cuando la inflación no se anticipa perfectamente, podrían ocasio-
narse efectos redistributivos no deseados de la renta y la riqueza entre diferentes
grupos sociales. En particular, al reducirse el valor real de los activos fijados en
términos nominales, la inflación redistribuiría la riqueza de acreedores a deudo-
res. Asimismo, el sector público podría verse favorecido si el sistema impositivo
fuese progresivo y los tipos impositivos no variasen al hacerlo la inflación, ya que
aumentaría la carga real que suponen los impuestos. En efecto, una mayor infla-
ción significaría unas rentas en términos nominales también mayores, lo que haría
pasar a los contribuyentes a tramos de renta superiores cuyo tipo correspondiente
sería proporcionalmente más elevado (el llamado deslizamiento de los tramos im-
positivos), con lo que aumentaría la recaudación por impuestos y se reduciría en
consecuencia la renta disponible de los contribuyentes. Se ha calculado que los
efectos de redistribución de la riqueza a consecuencia de la inflación imperfecta-
mente anticipada serían del orden de un 1 por ciento del PIB por cada 1 por ciento
de incremento no anticipado en el nivel de precios.5 Otros efectos de la inflación
tendrían que ver con la mayor variabilidad de los precios relativos y la incertidum-
bre que ello generaría, lo que daría lugar a su vez a distorsiones en la asignación
de los recursos del sistema económico, tanto mayores cuanto más elevada fuera la
inflación y más tendiera a acelerarse.
Por otra parte, y con objeto de garantizar un mayor control de la inflación, se
propugna que el banco central debe ser independiente del gobierno, y ajustar su
actuación a una regla sistemática plenamente conocida por los agentes económi-
cos privados, evitando la discrecionalidad. Con ello se pretende que la ejecución de
5 Stanley Fischer y Franco Modigliani: «Towards an understanding of the real effects and costs
of inflation», Weltwirtschaftliches Archiv, vol. 114, n.º 4, 1978, págs. 810-832. Véase también Robert E.
Lucas, Jr.: «Inflation and welfare», Econometrica, vol. 68, marzo de 2000, págs. 247-274.
Mercados financieros: política monetaria (c.5) / 131
· · ·
i = (r– + P ) + (E – 1)(P – P O) + J §
¨
Y Y ·
¸ [5]
©
Y ¹
De acuerdo con esta expresión, el tipo de interés nominal, i, vendría dado por
la suma del tipo de interés real de equilibrio, r–, más la tasa de inflación del perio-
·
do, P ; y este valor de referencia se ajustaría, a su vez, en función de:
·
x La desviación de la tasa de inflación efectiva, P, respecto a la que se hubiera
·O
establecido como objetivo para el periodo, P .
x La desviación del nivel de producción respecto a su nivel potencial en términos
relativos de este último o, lo que es lo mismo, el output gap o brecha de produc-
ción §
¨
Y Y ·.
¸
© Y ¹
la tasa de inflación, se examina con más detalle en el Capítulo 8 a partir de la coherencia temporal
y la credibilidad de las medidas de política monetaria.
7 Bennett T. McCallum: «Robustness properties of a rule for monetary policy», Carnegie-Rochester
Obsérvese que en la ecuación (5) aparecen los dos objetivos últimos de la po-
lítica monetaria a los que nos referimos anteriormente: conseguir una tasa de in-
flación lo más reducida posible, en términos de un objetivo específico para la
misma; así como moderar las fluctuaciones del nivel de actividad, representadas
por el output gap. En particular, en los casos en que la tasa de inflación es superior
al objetivo, o cuando el output gap es positivo, el nivel de actividad de la economía
se situaría por encima del potencial. En consecuencia, el banco central aumenta-
ría el tipo de interés nominal lo que, dada la inflación esperada, haría aumentar
también el tipo de interés real; y ello a su vez reduciría la inversión, con lo que el
nivel de actividad tendería a acercarse al potencial. Lo contrario ocurriría cuando
la tasa de inflación es inferior al objetivo, o el output gap es negativo: el nivel de
actividad de la economía se situaría por debajo del potencial, el banco central re-
duciría el tipo de interés nominal, disminuiría el tipo de interés real, aumentaría
la inversión, y el nivel de actividad tendería a acercarse al potencial.
En su artículo original, Taylor ilustró esta ecuación para el caso de Estados Uni-
dos entre 1987 y 1992. Para ello suponía que las ponderaciones que la Reserva Fede-
ral otorgaba a las desviaciones de la inflación y la producción eran ambas iguales a
0,5 (ȕ−1 = Ȗ = 0,5), y que el tipo de interés real de equilibrio y el objetivo de inflación
·
del periodo eran a su vez iguales al 2 por ciento (r– = P O = 2). Los resultados obteni-
dos mostraban que una regla de este tipo permitía describir de una forma simple la
actuación de la Reserva Federal estadounidense durante el periodo analizado.
·
Nótese que, si en la ecuación (5) sumamos y restamos P O, obtenemos:
· · ·
i = (r– + P O) + E(P – P O) + J §
¨
Y Y ·
¸ [5ƍ]
© Y ¹
expresión alternativa de la regla de Taylor, que nos muestra que, ante una va-
riación dada de la tasa de inflación, el banco central variará el tipo de interés
nominal en mayor proporción (o, lo que es lo mismo, el coeficiente de la tasa de
inflación será mayor que la unidad). El motivo último es permitir que una varia-
ción de la tasa de inflación se traduzca en una variación del mismo signo en el
tipo de interés real. En efecto, un aumento (disminución) de la tasa de inflación
tiene un doble efecto sobre el tipo de interés real: por una parte, lo disminuye
(aumenta) directamente; y, por otra parte, lo aumenta (disminuye) debido al
alza del tipo de interés nominal que lleva a cabo el banco central a través de su
regla de política monetaria. Por tanto, si se desea que una variación de la tasa de
inflación se traduzca en una variación del mismo signo en el tipo de interés real
(ya que es éste el que afecta al nivel de actividad de la economía), es necesario
que el coeficiente que afecta a la tasa de inflación en la regla de política mone-
taria, ȕ, sea mayor que la unidad.
Mercados financieros: política monetaria (c.5) / 133
Así pues, a partir de reglas simples como la dada por la ecuación (5), que re-
presentaría lo que se ha dado en llamar regla de Taylor, se ha podido describir ade-
cuadamente el comportamiento reciente de los bancos centrales en los principales
países industrializados.
1 Una panorámica más amplia de la aquí expuesta, puede verse en Carmen Díaz Roldán:
2 Carmen Díaz Roldán y Alberto Montero Soler: «Las reglas de política monetaria en
la actuación del Banco de España: 1978-1998», Revista de Economía Aplicada, vol. 12, n.º 34,
primavera de 2004, págs. 39-51.
3 Nótese que al tratarse de una estimación para el tipo de interés nominal, similar a
4 La instrumentación de la política monetaria del BCE puede verse con más detalle en
Paul de Grauwe: Economics of Monetary Union (8.ª edición), Oxford University Press, Oxford,
2009; y también en http://www.bde.es/webbde/es/polimone/polimone.html.
136 / Teoría y política macroeconómica
5.4 La función RM
Ld L dA kY li
y la regla de política monetaria, expresada en términos del tipo de interés nominal:
i r
i1 r1
(r– + P·O) + (1 + a)(P· – P·O) + bY0
i0 r0
LdA + kY1 – li
P·E
Y0 Y1 Y
LdA + kY0 –li
L0 L1 Ld, L
x disminuye el valor de referencia para el tipo de interés real de largo plazo, rA;
x disminuye la tasa de inflación del periodo, 3· ;
x el banco central decide seguir una política monetaria expansiva, lo que ocurriría
cuando (i) aumenta el objetivo establecido por el banco central para la tasa de
inflación, 3·O; (ii) disminuye la respuesta del tipo de interés real a la desviación
de la inflación con respecto al objetivo, a;9 o (iii) disminuye la respuesta del
tipo de interés real al nivel de producción, b (en este caso, con disminución de la
pendiente);
9 Nótese que lo anterior sería cierto únicamente cuando la tasa de inflación fuese mayor que el
· ·
objetivo (es decir, si P – PO > 0), lo que puede considerarse el caso más habitual en las economías
· ·
avanzadas. Por el contrario, si la tasa de inflación fuese menor que el objetivo (es decir, si P – P O < 0),
una disminución de a significaría una política monetaria contractiva y la curva RM se desplazaría hacia
arriba.
Mercados financieros: política monetaria (c.5) / 141
i r I Yd Y, P·
años, a partir de la experiencia de Japón en los años noventa del pasado siglo, generalizada
posteriormente a la mayor parte de la economía mundial en la recesión iniciada en 2008; véase Paul
Krugman: «Thinking about the liquidity trap», Journal of the Japanese and International Economies, vol.
14, diciembre de 2000, págs. 221-237.
Mercados financieros: política monetaria (c.5) / 143
Ejercicios
1. Reescriba la regla de política monetaria propuesta por John Taylor, esto es, la
ecuación (5) del texto, con las ponderaciones de la expresión original, que
son las siguientes: ȕ −1 = Ȗ = 0,5 y r– =3·2= 2. ¿Cuál es la interpretación económi-
ca de la expresión obtenida?
2. ¿Cuál es la principal diferencia entre el enfoque tradicional de la política mo-
netaria, plasmado en la curva LM, y el enfoque seguido en este capítulo, carac-
terizado por una regla de política monetaria?
3. ¿Cuál es el supuesto fundamental para que funcione el mecanismo de transmi-
sión de la política monetaria descrito en este capítulo?
Soluciones
3 1 § Y Y ·
1. La regla de política monetaria quedaría como sigue: i 1 PÜ ¨ ¸
2 2 © Y ¹
Como puede verse, la ponderación concedida a la tasa de inflación es tres ve-
ces mayor que la concedida al output gap. Aunque según la ecuación (5) las
ponderaciones de las «desviaciones de la tasa de inflación» y del output gap son
iguales a 1 , implícitamente se está primando la estabilidad de precios como
2
objetivo, al asignar 3 a la evolución de la inflación y 1 al output gap.
2 2
Bibliografía recomendada
Una completa discusión sobre los distintos aspectos relacionados con el diseño de
reglas de política monetaria puede verse en:
Bennett T. McCallum: «Issues in the design of monetary policy rules», en
John B. Taylor y Michael Woodford (eds.): Handbook of Macroeconomics, vol. 1,
North-Holland, Amsterdam, 1999, págs. 1483-1530.