Sistemas: Información para Repasar

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Los músculos son órganos elásticos que se contraen y se

relajan sin romperse. Están unidos a los huesos a través de un


conjunto de fibras llamado tendón. Según su forma, los
músculos pueden clasificarse en:
Músculos fusiformes. Tienen forma alargada. La mayoría de
los músculos de las extremidades son músculos fusiformes
como, por ejemplo, los bíceps, los cuádriceps y los
abductores.
Músculos orbiculares. Tienen forma de anillo y se
encuentran rodeando orificios del cuerpo (músculos
orbiculares de la boca).
Músculos aplanados. Tienen forma plana, como el frontal,
los pectorales y los abdominales.
Esfínteres. Tienen forma de anillo y cierran conductos
corporales como, por ejemplo, el esfínter anal.
Según su movimiento:
Voluntarios o esqueléticos. Se contraen de forma
voluntaria, forman parte del aparato locomotor (bíceps,
tríceps, dorsal) y están adheridos a los huesos por tendones,
parte no contráctil del músculo, pero muy firme y resistente.
Involuntarios. Se contraen de forma involuntaria, sin que
nos demos cuenta de ello. Están presentes en los órganos
internos de nuestro cuerpo (estómago, intestino, vasos
sanguíneos, corazón). Sin ellos, tendríamos que decirle, por
ejemplo, al corazón, cuándo tiene que latir y, al estómago,
cuándo triturar la comida.
El sistema óseo está formado por los huesos,
las articulaciones, los ligamentos y
los cartílagos. Órganos duros y resistentes que forman el
esqueleto, dan forma al cuerpo, protegen algunos órganos
vitales y permiten el movimiento (206 huesos).
Según su forma: Huesos largos. Tienen forma alargada, su
parte media se denomina diáfisis y, sus extremos, epífisis.
Actúan como palancas para el movimiento, como el fémur y la
tibia, por ejemplo.
Huesos cortos. Son más o menos cúbicos, como las
vértebras o los huesos de la muñeca.
Huesos planos. Tienen forma aplanada y actúan como
protectores de órganos o para la inserción de músculos, como
los huesos del cráneo.
Las articulaciones posibilitan su movimiento y encontramos
tres tipos: Articulaciones fijas. No permiten el movimiento
de los huesos (las articulaciones de los huesos del cráneo). Su
función suele ser la de proteger los órganos internos a los que
rodean.
Articulaciones móviles. Permiten un movimiento amplio de
los huesos como, por ejemplo, las articulaciones de la rodilla,
el codo, la cadera y el hombro.
Articulaciones semimóviles. Permiten un movimiento
escaso de los huesos (las articulaciones que existen entre las
vértebras que forman la columna vertebral).
 Los ligamentos son unas tiras de tejido muy resistente
que unen los huesos en las articulaciones móviles y
semimóviles.
 Los cartílagos son piezas más blandas y elásticas que
los huesos.
El sistema respiratorio Es el encargado de proporcionar
el oxígeno que el cuerpo necesita y de eliminar el
dióxido de carbono que se produce en todas las
células, a través de la respiración.
Respiración externa o "ventilación". Tres etapas:
Inspiración. En ella, los músculos intercostales externos se
contraen y suben las costillas y el esternón, y el diafragma
desciende. Todo ello aumenta la capacidad de la caja
torácica, provocando que los pulmones se dilaten y entre aire
rico en oxígeno.
Intercambio de gases. El aire rico en oxígeno llega hasta
los alvéolos pulmonares, cuyas paredes son tan finas que
permiten el intercambio gaseoso. Como están recubiertos de
finos capilares sanguíneos que contienen sangre cargada de
dióxido de carbono y pobre en oxígeno, el dióxido de carbono
pasa al interior de los alvéolos y el oxígeno pasa a la sangre
que hay en los capilares sanguíneos.
Espiración. En ella, los músculos intercostales externos se
relajan y bajan las costillas y el esternón y el diafragma
asciende. Todo ello disminuye la capacidad de la caja
torácica, provocando que los pulmones se contraigan y, por lo
tanto, que salga aire rico en dióxido de carbono.
1. Orificios nasales. Son dos orificios que comunican el
exterior con las ventanas nasales. En su interior, unos pelos
filtran el aire y unas glándulas secretoras de moco lo
humedecen y retienen el polvo.
2. Fosas nasales. Son dos amplias cavidades situadas sobre
la cavidad bucal. En su interior se encuentran los cornetes,
que frenan el paso del aire, favoreciendo su humidificación y
calentamiento.
3. Faringe. Es un conducto de unos 14 centímetros que
permite la comunicación entre las fosas nasales, la cavidad
bucal, el oído medio (a través de las trompas de Eustaquio), la
laringe y el esófago.
4. Boca. Permite la entrada de aire, pero sin el filtrado de
polvo y la humidificación que proporcionan las fosas nasales.
5. Lengua. Presiona el alimento contra el paladar.
6. Epiglotis. Es una lengüeta que, cuando es empujada por
un bolo alimenticio, se cierra sobre la glotis impidiendo el
acceso, para que el alimento se introduzca dentro de la
tráquea.
7. Laringe. Es un conducto corto de unos 4 centímetros de
longitud que contiene las cuerdas vocales.
8. Cuerdas vocales. Son dos repliegues musculares y
fibrosos que hay en el interior de la laringe. El espacio que
hay entre ellas se denomina glotis y da paso a la tráquea.
Constituyen el órgano fonador de los humanos.
9. Cartílago tiroides. Es el primer cartílago de la tráquea.
Está más desarrollado en los hombres, lo que provoca una
prominencia en el cuello denominada “nuez de Adán” y la voz
más grave.
10. Esófago. Es un conducto del aparato digestivo que se
encuentra detrás de la tráquea.
11. Tráquea. Es un conducto de unos 12 centímetros de
longitud y 2 centímetros de diámetro, constituido por una
serie de cartílagos cuyos extremos posteriores están unidos
por fibras musculares, lo que evita los roces con el esófago
cuando, por éste, pasan los alimentos.
12. Pulmones. Son dos masas globosas. El pulmón derecho
tiene tres lóbulos y, el izquierdo, solamente dos.
13. Arteria pulmonar. Contiene sangre pobre en oxígeno y
rica en dióxido de carbono, que se mueve desde el corazón
hacia los pulmones.
14. Vena pulmonar. Contiene sangre rica en oxígeno y
pobre en dióxido de carbono, que se mueve desde los
pulmones hacia el corazón.
15. Músculos intercostales. Levantan las costillas para
aumentar el volumen de la cavidad torácica y, así, producir la
inspiración.
16. Costillas. Huesos largos y delgados insertos, por un
extremo, en la columna vertebral y que se curvan hacia el
pecho formando, junto con otros, el armazón de la caja
torácica.
17. Pleuras. Son dos membranas que rodean los pulmones.
El espacio que hay entre ellas está lleno de líquido pleural,
cuya finalidad es evitar el roce entre los pulmones y las
costillas.
18. Cavidad torácica. Es la cavidad formada por las costillas
y el esternón, donde se alojan los pulmones.
19. Bronquios. Son los dos conductos en los que se bifurca
la tráquea.
20. Bronquiolos. Son las ramificaciones de los bronquios.
Las últimas ramificaciones originan los capilares bronquiales
que finalizan en los sáculos pulmonares, cavidades con
numerosas expansiones globosas denominadas alvéolos
pulmonares. Considerando los dos pulmones, hay unos 500
millones de alvéolos.
21. Cavidad del corazón. Es una concavidad en el pulmón
izquierdo en la que se aloja el corazón.
22. Diafragma. Es una membrana musculosa que, durante la
inspiración, desciende, permitiendo la dilatación pulmonar y,
durante la espiración, asciende favoreciendo el vaciado de los
pulmones.
El sistema digestivo es un conjunto de órganos que se
encargan del proceso de la digestión.
- Se encarga de transportar los alimentos desde la boca hasta
el estómago.
- Segrega jugos gástricos para que estos puedan ser
absorbidos.
- Asimila los nutrientes de los alimentos.
- Expulsa los residuos.
Boca. Los dientes se encargan de triturar los alimentos. La
lengua tiene un papel fundamental y es la que facilita el paso
de los alimentos hacia el esófago. La saliva se encarga de
destruir las bacterias que tienen los alimentos y, sin ella, sería
sumamente complicado digerirlos.
Faringe. Tiene la forma de un tubo. Se encarga de dejar paso
al aire hacia los pulmones y, a los alimentos, hacia el esófago.
Está conectada con la nariz, la boca, la tráquea y el esófago.
Esófago. Se compone de una vía muscular de,
aproximadamente, unos 30 centímetros de longitud.
Transporta los alimentos hacia el estómago, siendo muy
importante en el proceso de digestión. También forma parte
del aparato respiratorio, ya que es la vía mediante la cual se
expulsan los gases.
Estómago. Su función principal es almacenar la comida que
llega a través del esófago. Así, los jugos gástricos del
estómago desintegran los alimentos que consumimos, de
manera que estos puedan continuar su camino hacia el
intestino delgado.
Estructura: Intestino delgado. Es el órgano que activa las
señales relacionadas con el apetito. Su componente principal
es el duodeno, que ingiere los alimentos, al mismo tiempo
que absorbe los nutrientes del mismo.
Intestino grueso. Cumple una gran selección de funciones.
Por un lado, la generación de heces fecales. Por otro lado, la
absorción de agua, así como de potasio y sodio, para evitar
que nos deshidratemos. Además, el colon genera anticuerpos
esenciales para proteger al aparato digestivo de cualquier
tipo de anomalía o enfermedad.
Páncreas. Su principal función es la producción de hormonas
que hacen que sea más sencillo digerir los alimentos.
Además, se encarga de que los niveles de azúcar en sangre
se mantengan en sus valores correctos.
Hígado. Se encarga de producir la bilis, que es muy
importante tanto para digerir como para absorber grasas.
Además, elimina aquellas sustancias tóxicas que se
almacenan en el organismo. Todo ello, sin olvidar que es el
órgano que filtra la sangre.
Ano y recto. Son las partes finales del sistema digestivo.
Recogen los restos de los alimentos, los almacenan y
controlan su expulsión, cumpliendo un papel trascendental.
Las hormonas del sistema digestivo
En el proceso digestivo intervienen varias hormonas:
Gastrina. Estimula los movimientos del aparato digestivo,
evitando así lo que se conoce como reflujo gástrico. Además,
se encarga de liberar el ácido responsable de la disolución de
los alimentos.
Secretina. Estimula la producción de la enzima que absorbe
las proteínas y participa en la generación de bilis por parte del
hígado.
Colecistoquinina. Interviene en la secreción del jugo
pancreático.
Ghrelina. Se encarga de regular el apetito. Envía una serie
de señales al cerebro, de manera que permite controlar la
cantidad de alimentos que ingerimos.
Péptido YY. Es la hormona encargada de detener los antojos,
una vez que el sistema digestivo está satisfecho.
El aparato excretor encargados de expulsar al exterior del cuerpo las de
desecho que lleva la sangre, procedentes de las células.
Dos etapas:

 Órganos de filtrado. Los riñones encargados de filtrar y generar


la orina y la vía excretora que recibe la orina para ser expulsada.
 Conductos de expulsión. La vejiga excretora donde se
almacena la orina, los uréteres por donde se expulsa y la uretra u
orificio de micción por donde abandona el organismo.

Riñones: Los órganos más importantes del aparato urinario son los
riñones, conformados por dos órganos dispuestos
simétricamente en torno a la columna vertebral, a la altura del
vientre y que pesan unos 140 gramos. Son estructuras de
filtrado irrigadas por la vena renal, donde se albergan los
desechos metabólicos y se produce el líquido que los contendrá,
la orina.

Los riñones cumplen funciones metabólicas esenciales, como la


secreción de hormonas en las glándulas suprarrenales,
ubicadas en tope de cada riñón. Cada riñón se divide en tres
regiones: corteza, médula y pelvis. Y están rodeados de una fina
cápsula de tejido que los protege y aísla.

Fases de formación de la orina


 Filtración. Ciertas estructuras renales llamadas glomérulos filtran
el contenido nitrogenado de la sangre, impidiendo el paso de
células y sustancias más grandes, a modo de tamiz. Cada 24
horas se filtran a través de ellos unos 180 litros de sangre
aproximadamente (en ambos riñones).
 Reabsorción. Muchos de los componentes filtrados vuelven a la
sangre antes de que se forme la orina. Así se puede recuperar
agua, sales, azúcares y aminoácidos disueltos que
son aprovechados.
 Secreción. La orina se forma en los glomérulos, es llevada por la
pelvis renal y por el uréter hacia la vejiga y allí se almacena. Una
vez que se acumula entre 250 y 500 ml de orina, se inician ciertas
contracciones y relajaciones del esfínter que producen el reflejo
de la micción. Entonces, la orina es liberada por la uretra y se
expulsa del cuerpo.

Los uréteres son unos conductos de 21 a 30 cm de largo


y unos 3 a 4 milímetros de diámetro, que conducen la orina
hacia la vejiga.

 Allí terminan en los meatos ureterales, una estructura en


forma de válvula que permite el paso del líquido hacia
afuera pero no que éste se devuelva por el conducto,
manteniendo a los riñones lo más libres posible de la orina.
La uretra
La uretra es el conducto que lleva la orina de la vejiga hacia
afuera del cuerpo, y varía según las condiciones físicas del
organismo femenino o masculino:

 En la mujer. La uretra es un canal de 3 o 4 cm de largo, casi


vertical que pasa por delante de la vagina y finaliza el recorrido
en la vulva por encima de la entrada de la vagina.
 En el hombre. La uretra mide de 18 a 20 cm de longitud y es
irregular, con formas anchas y delgadas, pasando frente a la
próstata, el cuerpo esponjoso y culmina en un esfínter. Este
último trayecto cumple no sólo con la función excretora de
expulsión de la orina, sino también de emisión del semen durante
la reproducción.

La vejiga (algunas veces llamada vejiga urinaria) es


un órgano en forma de globo ubicado en la parte inferior del
abdomen, cerca de la pelvis. En la vejiga se acumula la orina
procedente de los riñones hasta que se elimina del cuerpo.
El aparato circulatorio está formado por vasos sanguíneos que transportan sangre
desde el corazón y hacia el corazón. Las arterias transportan la sangre desde el
corazón al resto del cuerpo, y las venas la trasportan desde el cuerpo hasta el
corazón. El corazón es una bomba, que suele latir entre 60 y 100 veces por minuto. En
cada latido, el corazón envía sangre a todo el cuerpo, transportando oxígeno a todas
sus células. Después de distribuir el oxígeno, la sangre vuelve al corazón. Desde allí,
la sangre se bombea hacia los pulmones, donde se vuelve a cargar de oxígeno. Este
ciclo se repite una y otra vez.

El corazón consta de cuatro cavidades, dos en la parte superior y otras dos en


la inferior:

 las dos cavidades inferiores son el ventrículo derecho y el ventrículo izquierdo.


Estas cavidades bombean sangre hacia afuera del corazón. Una pared
llamada tabique interventricular separa ambos ventrículos entre sí.
 Las dos cavidades superiores son la aurícula derecha y la aurícula izquierda.
Las aurículas reciben la sangre que entra en el corazón. Una pared
llamada tabique interauricular separa ambas aurículas entre sí.
Las aurículas están separadas de los ventrículos a través de las válvulas
aurículoventriculares:

 la válvula tricúspide separa la aurícula derecha del ventrículo derecho.


 la válvula mitral separa la aurícula izquierda del ventrículo izquierdo.

Otras dos válvulas cardíacas separan los ventrículos de los grandes vasos
sanguíneos que transportan la sangre que sale del corazón:

 la válvula pulmonar se encuentra entre el ventrículo derecho y la arteria


pulmonar, que se encarga de trasportar sangre hacia los pulmones.
 la válvula aorta se encuentras entre el ventrículo izquierdo y la arteria aorta,
que se encarga de trasportar sangre al resto del cuerpo.

¿Cuáles son las partes del aparato circulatorio?

Existen dos recorridos que parten del corazón:

 La circulación pulmonar es un circuito de corto recorrido que va del corazón a


los pulmones y viceversa.
 La circulación sistémica trasporta la sangre desde el corazón al resto del
cuerpo y luego la lleva de vuelta al corazón

En la circulación pulmonar:

 la arteria pulmonar es una gran arteria que sale del corazón. Se ramifica en
dos, y lleva la sangre del corazón a los pulmones. En los pulmones, la sangre
recoge oxígeno y elimina dióxido de carbono. Y la sangre regresa al corazón a
través de las venas pulmonares.

En la circulación sistémica:

 la sangre que regresa al corazón se ha cargado de oxígeno en los pulmones.


Por lo tanto, se puede distribuir al resto del cuerpo. La aorta es una gran arteria
que sale del corazón llena de sangre rica en oxígeno. Las ramificaciones de la
arteria aorta trasportan sangre a los músculos del mismo corazón, así como a
todas las demás partes del cuerpo. Como si de un árbol se tratara, las
ramificaciones se van volviendo más y más pequeñas conforme se van
alejando de la aorta.

En cada parte del cuerpo, una red de diminutos vasos sanguíneos,


llamados capilares, conecta pequeñas ramificaciones arteriales con pequeñas
ramificaciones venosas. Los capilares tienen unas paredes muy finas, lo que
permite que los nutrientes y el oxígeno se distribuyan a las células. Los
productos de desecho entran en los capilares.

Luego los capilares desembocan en pequeñas venas. Y las venas pequeñas


desembocan en venas de mayor tamaño a medida que la sangre se va
acercado al corazón. Las válvulas de las venas permiten que la sangre siga
fluyendo en la dirección correcta. Las dos grandes venas que llevan sangre al
corazón son la vena cava superior y la vena cava inferior. (Los términos
"superior" e "inferior" no significan que una vena sea mejor que la otra, sino
que están situadas por encima y por debajo del corazón.)

Una vez la sangre regresa al corazón, necesitará volver a entrar en la


circulación pulmonar, donde eliminará el dióxido de carbono y se cargará de
oxígeno.

¿Cómo late el corazón?

El corazón recibe mensajes del cuerpo que le indican cuándo debe bombear
más o menos sangre en función de las necesidades de la persona. Mientras
duermes, tu corazón bombea solo la cantidad de sangre necesaria para
suministrar la cantidad de oxígeno que necesita tu cuerpo en estado de reposo.
Pero, cuando haces ejercicio, tu corazón bombea más deprisa para que tus
músculos reciban más oxígeno y rindan más.

Cómo late el corazón es algo que está controlado por un sistema de señales
eléctricas del corazón. El nódulo sinusal (o sinoauricular) es una pequeña
área de tejido en la pared de la aurícula derecha. Envía una señal eléctrica que
indica al músculo cardíaco que se empiece a contraer (bombee). Este nódulo
se considera el marcapasos natural del corazón porque establece la frecuencia
cardíaca y hace que el resto del corazón se contraiga a este ritmo.
Estos impulsos eléctricos hacen que las aurículas se contraigan primero. Y
luego se desplazan hacia abajo hasta llegar al nódulo aurículoventricular,
que actúa como una especie de repetidor. Desde allí, la señal eléctrica pasa
por los ventrículos derecho e izquierdo, haciendo que se contraigan.

Un latido cardíaco completo consta de dos fases:

1. La primera fase se llama sístole. Ocurre cuando los ventrículos se


contraen y bombean sangre a las arterias aorta y pulmonar. Durante la
sístole, las válvulas aurículoventriculares se cierran, lo que origina el
primer sonido del latido cardíaco. Cuando las válvulas
aurículoventriculares se cierran, esto impide que la sangre regrese a las
aurículas. Durante este breve período de tiempo, las válvulas aórtica y
pulmonar están abiertas para que la sangre pueda entrar en las arterias
aorta y pulmonar. Cuando los ventrículos se dejan de contraer, se
cierran las válvulas aórtica y pulmonar para impedir que la sangre
retroceda hacia los ventrículos. Este cierre es el que crea el segundo
sonido del latido cardíaco.
2. La segunda fase se llama diástole. Ocurre cuando las válvulas
aurículoventriculares se abren y los ventrículos se relajan. Esto permite
que los ventrículos se llenen de la sangre procedente de las aurículas, y
se preparen para el próximo latido cardíaco.

El sistema endócrino La función de todos ellos es la síntesis y secreción de


hormonas. Este sistema coordina y regula los procesos fisiológicos. Las
hormonas son moléculas señalizadoras o ligandos que actúan como
mensajeros químicos, ya que regulan la función de diversas células, tejidos
y órganos de un individuo. Son sintetizadas por los componentes del
sistema endocrino y secretadas hacia el líquido extracelular. Si las células
blanco, sobre las que las hormonas ejercen su acción, se encuentran
distantes de las células secretoras, la vía de señalización celular se
denomina endocrina y, como su nombre lo indica, predomina en el
sistema endocrino. Sin embargo, esta no es la única manera en la que
actúan los mensajeros químicos. Existen otros tipos de señalización, como
la vía paracrina, en la que el mensajero o ligando difunde por la matriz
extracelular y actúa sobre células cercanas a aquéllas que lo secretaron. Si
el ligando se expone en la superficie y, sin ser liberado, induce. a una
célula vecina, la señalización se denomina yuxtacrina. Cuando el
mensajero actúa directamente sobre la célula que lo secreta, la cual
expresa los receptores específicos en su membrana plasmática, la vía se
denomina autocrina. El mensajero también puede activar su receptor sin
ser liberado de la célula que lo produce, esta es la vía intracrina. Las vías
no son excluyentes: una misma hormona, como la testosterona, señaliza
por las vías endocrina y paracrina.
 Hormonas
Según su naturaleza química, las hormonas pueden ser proteicas (p. ej.,
somatotrofina, insulina, corticotrofina —hormona adrenocorticotrofa o
ACTH—); peptídicas (p. ej., oxitocina y hormona antidiurética); aminas y
aminoácidos modificados (p. ej., dopamina, melatonina, adrenalina,
hormonas tiroideas), o lipídicas, del grupo de los esteroides (p. ej.,
cortisol, progesterona, vitamina D) o de los eicosanoides (p. ej.
prostaglandinas).
Las hormonas proteicas se sintetizan en el retículo endoplasmático rugoso
como hormonas inactivas y luego son modificadas en el complejo de Golgi.
Finalmente, se acumulan en gránulos de secreción hasta el momento en el
que son liberadas por exocitosis en respuesta a una señal específica. Al ser
hidrofílicas, son transportadas por el torrente sanguíneo disueltas en el
plasma. Los receptores específicos para las diversas hormonas proteicas y
peptídicas se encuentran en la membrana plasmática de las células
blanco. Las hormonas esteroideas se sintetizan a partir del colesterol.
Estas hormonas no son almacenadas, sino que se liberan conforme se
sintetizan debido a que, por su liposolubilidad, atraviesan la membrana
plasmática por difusión simple. Sólo es posible el almacenamiento de la
molécula precursora, el colesterol, en forma de éster. Al ser lipofílicas, las
hormonas esteroideas son transportadas por la sangre unidas a proteínas
plasmáticas específicas, como la transcortina, o inespecíficas, como las
albúminas. Los receptores de estas hormonas se encuentran en el
citoplasma o en el núcleo de la célula blanco. No sólo las hormonas
esteroideas tienen estas características: las hormonas tiroideas, que son
aminoácidos modificados, también se unen a proteínas plasmáticas para
su transporte y su receptor es intranuclear.

Órganos endocrinos Hipotálamo El hipotálamo forma parte del


SNC. Constituye la porción ventral del diencéfalo, donde forma el suelo y
la porción ventral de las paredes del tercer ventrículo (Fig. 2A). Se halla
constituido casi exclusivamente por sustancia gris extracortical,
organizada generalmente en forma de núcleos grises (grupos de somas
neuronales inmersos en la sustancia blanca encefálica), aunque existen
poblaciones difusas de neuronas.

Glándula hipófisis La glándula hipófisis (o pituitaria) se encuentra en


posición ventrocaudal con respecto al hipotálamo, en continuidad con él
mediante el tallo hipofisario, en una depresión del hueso esfenoides
llamada fosa hipofisaria (parte de la silla turca). Como se observa en la
figura 5, está constituida por dos sectores: la adenohipófisis (AH) y la
neurohipófisis (NH). Tanto el origen embriológico como el tejido
predominante y la regulación de la actividad de cada sector exhiben
amplias diferencias.
Adenohipófisis Constituye la mayor parte de la hipófisis, es blanda y
rojiza. Está formada principalmente por células epiteliales secretoras
dispuestas en grupos o cordones. Durante el desarrollo sus células se
diferencian a distintos tipos, como producto de diversas inducciones y
dependiendo de si se encuentran o no en contacto con el esbozo de
neurohipófisis

Neurohipófisis La neurohipófisis consta del tallo neural y la parte


nerviosa. Está formada por tejido nervioso y, por lo tanto, constituida por
neuronas y células de la glía. Solo los axones de las neuronas forman parte
de la neurohipófisis, ya que los somas correspondientes forman los
núcleos grises hipotalámicos

Glándula pineal83 (Epífisis) Esta glándula es una evaginación del


diencéfalo en la línea media dorsal y se encuentra unida por un tallo al
techo del tercer ventrículo (Fig. 12). Se trata, por lo tanto, de un órgano
endocrino impar.

La glándula tiroides tiene ubicación variable entre las especies


domésticas, en general su posición es ventral con respecto a la tráquea e
inmediatamente caudal a la laringe. Se compone de dos lóbulos situados a
cada lado de la tráquea, conectados por un fragmento estrecho que se
denomina istmo.

Las glándulas paratiroides son cuatro pequeñas estructuras ovales


que se localizan en la parte caudal de la glándula tiroides, dos de ellas se
encuentran adyacentes a la tiroides o incluidas en ella y se denominan
internas, mientras que las externas se encuentran a distancias variables.
Se desarrollan a partir del revestimiento faríngeo, las externas a partir de
la tercera bolsa faríngea y las internas de la cuarta. Se encuentran
rodeadas por una delgada cápsula de tejido conectivo desde donde se
originan finos tabiques. La cantidad de tejido conectivo del estroma varía
entre las especies, en la vaca y el cerdo es muy abundante, pero es escaso
en otras especies; puede contener adipocitos (que aumentan con la edad )

Las glándulas adrenales87 son órganos endocrinos pares de forma


irregular, que se ubican retroperitonealmente en relación con el polo
craneal de los riñones, en el tejido adiposo perirrenal. Son órganos
macizos cuyo parénquima posee dos zonas: corteza (externa) y médula
(central)

Médula adrenal El límite entre la corteza y la médula adrenal puede


estar bien definido o ser irregular, con interdigitaciones de una región en
otra

Páncreas Las células endocrinas del páncreas forman grupos


esféricos de tamaños diversos llamados islotes pancreáticos o de
Langerhans. En general se encuentran dispersos en los lobulillos
(islotes intralobulillares) entre estructuras glandulares exocrinas,
parcialmente limitados por tejido conectivo con fibras reticulares
(Fig. 21). En algunos roedores la mayoría de los islotes es
interlobulillar/periductal. La cantidad y tamaño de los islotes, así
como la proporción de cada tipo celular y su distribución en
ellos, varían tanto según la especie como según las demandas
metabólicas. Cada islote es irrigado por una arteriola que forma
allí una profusa red de capilares; esta irrigación posibilita que las
células insulares96 sean altamente sensibles a las variaciones en
la concentración de algunas sustancias y, además, que su
secreción sea rápidamente transportada hacia la sangre. Por la
confluencia de los capilares se forman vénulas que discurren entre los
acinos pancreáticos; esta disposición posibilita la acción local de hormonas
pancreáticas, además de la sistémica.

En las gónadas masculinas, los testículos, existen grupos celulares


endocrinos. En este órgano existen estructuras llamadas túbulos
seminíferos, donde ocurre la espermatogénesis. Las células de Sertoli se
encuentran en los túbulos entre las células que originan a los
espermatozoides

los ovarios, poseen folículos ováricos en su corteza, donde maduran los


ovocitos. Las células de la granulosa forman la pared del folículo; secretan
principalmente estrógenos e inhibina

La placenta es un órgano característico de los mamíferos euterios, pero


también se desarrolla en otros grupos de animales vivíparos. Resulta de la
aposición de tejidos fetales y parentales INTRODUCCIÓN A LA HISTOLOGÍA
VETERINARIA – C. G. BARBEITO Y M. E. DIESSLER (COORDINADORES)
FACULTAD DE CIENCIAS VETERINARIAS | UNLP 472 (usualmente maternos)
y es transitoria, ya que solo existe durante el desarrollo prenatal del
individuo. Tiene diversas funciones; además de ser un órgano donde
ocurren importantes intercambios fisiológicos (por ejemplo, provee
nutrientes y oxígeno al embrión/feto), una población celular de la
placenta, las células del trofoblasto, secreta hormonas.

El sistema nervioso transmite señales entre el cerebro y el


resto del cuerpo, incluidos los órganos internos. De esta
manera, la actividad del sistema nervioso controla la capacidad
de moverse, respirar, ver, pensar y más.
El sistema nervioso tiene dos partes principales:

 El sistema nervioso central está compuesto por el cerebro y la


médula espinal.
 El sistema nervioso periférico está compuesto por todos los nervios
que se ramifican desde la médula espinal y se extienden a todas las
partes del cuerpo.

El sistema nervioso transmite señales entre el cerebro y el resto del cuerpo,


incluidos los órganos internos. De esta manera, la actividad del sistema nervioso
controla la capacidad de moverse, respirar, ver, pensar y más.1

La unidad básica del sistema nervioso es una célula nerviosa, o neurona. El


cerebro humano contiene alrededor de 100 mil millones de neuronas. Una neurona
tiene un cuerpo celular, que incluye el núcleo celular, y extensiones especiales
denominadas axones y dendritas. Los conjuntos de axones,
denominados nervios, se encuentran en todo el cuerpo. Los axones y las
dendritas permiten que las neuronas se comuniquen, incluso a través de largas
distancias.

Los diferentes tipos de neuronas controlan o realizan diferentes actividades. Por


ejemplo, las neuronas motoras transmiten mensajes del cerebro a los músculos
para generar movimiento. Las neuronas sensitivas detectan luz, sonido, olor, sabor,
presión y calor y envían mensajes sobre estas cosas al cerebro. Otras partes del
sistema nervioso controlan los procesos involuntarios. Entre ellos se incluyen
mantener un latido regular, liberar hormonas como adrenalina, abrir la pupila en
respuesta a la luz, y regular el sistema digestivo.

Cuando una neurona envía un mensaje a otra neurona, envía una señal eléctrica
por la longitud de su axón. En el axón terminal, la señal eléctrica se convierte en
una señal química. El axón luego libera la señal química con mensajeros químicos
denominados neurotransmisores en la sinapsis , el espacio entre el extremo de
un axón y la punta de una dendrita de otra neurona. Los neurotransmisores pasan
la señal por la sinapsis hasta la dendrita colindante, que vuelve a convertir la señal
química en señal eléctrica. La señal eléctrica viaja entonces a través de la neurona
y pasa por el mismo proceso de conversión a medida que se traslada a las
neuronas colindantes.

El sistema nervioso también incluye células no neuronales, denominadas gliales.


Las gliales realizan muchas funciones importantes que mantienen al sistema
nervioso en correcto funcionamiento. Por ejemplo, las gliales:

 Ayudan a soportar y mantener las neuronas en su lugar.


 Protegen a las neuronas.
 Crean un aislamiento denominado mielina, que ayuda a mover los
impulsos nerviosos.
 Reparan las neuronas y ayudan a restaurar la función neuronal.
 Recortan las neuronas muertas.
 Regulan los neurotransmisores.

El sistema reproductor masculino está formado por el pene, el


escroto, los testículos, el epidídimo, el conducto deferente, la próstata
y las vesículas seminales.

 El pene y la uretra forman parte del sistema urinario y


reproductor.
 El escroto, los testículos, el epidídimo, los conductos deferentes,
las vesículas seminales y la próstata constituyen el resto del
sistema reproductor en el varón.

El pene consta de la raíz (que está unida a las estructuras


abdominales inferiores y los huesos pélvicos), la parte visible del
cuerpo y el glande del pene (el extremo en forma de cono). El orificio
de la uretra (el canal que transporta el semen y la orina) se encuentra
en la punta del glande del pene. La base del glande recibe el nombre
de corona. En los hombres no circuncidados, el prepucio parte de la
corona y cubre el glande.
El pene contiene tres espacios cilíndricos (senos llenos de sangre) de
tejido eréctil. Los dos más grandes, los cuerpos cavernosos, se
encuentran uno al lado del otro. El tercer seno, el cuerpo esponjoso,
rodea casi toda la uretra. Cuando estos espacios se llenan de
sangre, el pene aumenta de tamaño y se pone rígido (erecto).

El escroto es un saco de piel gruesa que rodea y protege los


testículos. Además, actúa como un sistema de control de la
temperatura para los testículos, porque estos necesitan estar a una
temperatura ligeramente inferior a la corporal para favorecer el
desarrollo normal de los espermatozoides. El músculo cremáster de
la pared del escroto se relaja para permitir que los testículos se
alejen del cuerpo para enfriarse, o se contrae para tirar de ellos y que
se acerquen más a este en busca de calor y protección.
 Los testículos son cuerpos ovoides con un tamaño medio de 4
a 7 cm de largo y de 20 a 25 mL de volumen. En general, el
testículo izquierdo cuelga un poco más que el derecho. Los
testículos tienen dos funciones principales: Producir
espermatozoides (que transportan la carga genética del hombre)
 Producir testosterona (la principal hormona sexual masculina)
El epidídimo consta de un solo conducto microscópico en espiral
que mide casi 6 m de largo. El epidídimo recoge los espermatozoides
del testículo y proporciona el entorno adecuado para que los
espermatozoides maduren y adquieran la capacidad de moverse por
el sistema reproductor femenino y fertilizar un óvulo. Cada testículo
tiene un epidídimo.
Órganos reproductores masculinos

El conducto deferente es un canal firme, del tamaño de un


espagueti, que transporta los espermatozoides desde el epidídimo.
Este conducto viaja desde cada epidídimo hasta la parte posterior de
la próstata y se une a una de las dos vesículas seminales. En el
escroto, otras estructuras, como fibras musculares, vasos
sanguíneos y nervios, también acompañan a cada conducto
deferente y juntos forman una estructura entrelazada, el cordón
espermático.
La uretra cumple una doble función en el hombre. Es la parte de las
vías urinarias que transporta la orina desde la vejiga y la parte del
aparato reproductor por la cual se eyacula el semen.
La próstata se localiza justo debajo de la vejiga y rodea la uretra.
Tiene el tamaño de una nuez en los hombres jóvenes y crece con la
edad. Cuando la próstata aumenta demasiado de tamaño, obstruye el
flujo de orina por la uretra y causa síntomas urinarios molestos.
Las vesículas seminales, situadas encima de la próstata, se unen a
los conductos deferentes para formar los conductos eyaculadores,
que cruzan la próstata. La próstata y las vesículas seminales
producen un líquido que nutre a los espermatozoides. Este líquido
suministra la mayor parte del volumen del semen, y con él se
expulsan los espermatozoides durante la eyaculación. El resto del
líquido que forma el semen proviene de los conductos deferentes y
de las glándulas de Cowper en la uretra.

FEMENINO Órganos internos[editar]

Aparato genital femenino, sección frontal

1. Vulva: 2. Labio mayor; 3. Labio menor; 4. Vestíbulo; 5. Clítoris: (con 6. Glande y 7. Cuerpo).
8. Bulbo del vestíbulo
9. Vagina: 10. Himen; 11. Luz; 12. Pared; 13. Fórnix (lateral)
14. Útero: Partes: 15. Cérvix; 16. Cuerpo y 17. Fondo. 18. Orificios: Externo e Interno; 19. Canal
cervical; 20. Cavidad uterina; Capas: 21. Endometrio; 22. Miometrio y 23. Perimetrio
24. Trompa de Falopio: 25. Istmo; 26. Ampolla; 27. Infundíbulo; 28. Fímbria (con 29. Fímbria
ovárica)
30. Ovario
31. Peritoneo visceral pélvico: 23. Perimetrio; 32. Ligamento ancho (con 33. Mesosálpinx;
34. Mesoovario y 35. Mesometrio)
Ligamentos: 36. Redondo; 37. Ovárico; 38. Suspensorio del ovario
Vasos sanguíneos: 39. Arteria y vena ováricas; 40. Arteria y venas uterinas;
41. Arteria y venas vaginales
Otros: 42. Uréter; 43. Suelo pélvico (Elevador del ano); 44. Fémur; 45. Coxal; 46. Vasos ilíacos
internos (ramas anteriores); 47. Vasos ilíacos externos; 48. Cavidad abdominal

 Ovarios: son los órganos productores de gametos femeninos u ovocitos, de tamaño


variado según la cavidad, y la edad; a diferencia de los testículos, están situados en la
cavidad abdominal. El proceso de formación de los óvulos, o gametos femeninos, se
llama ovogénesis y se realiza en unas cavidades o folículos cuyas paredes están
cubiertas de células que protegen y nutren el óvulo. Cada folículo contiene un solo
óvulo, que madura cada 28 días, aproximadamente. La ovogénesis es periódica, a
diferencia de la espermatogénesis, que es continua. Los ovarios también
producen estrógenos y progesterona, hormonas que regulan el desarrollo de
los caracteres sexuales secundarios, como la aparición de vello o el desarrollo de
las mamas, y preparan el organismo para un posible embarazo.

 Trompas uterinas: conductos de entre 10 a 13 cm que comunican los ovarios con el


útero; en mamíferos en su interior ocurre la fecundación; a medida que el cigoto se
divide viaja por las trompas hacia el útero.4 En raras ocasiones el embrión se puede
desarrollar en una de las trompas, produciéndose un embarazo ectópico. El orificio de
apertura de la trompa al útero se llama ostium tubárico.
 Útero: órgano hueco y musculoso en el que se desarrollará el feto. La pared interior
del útero es el endometrio, el cual presenta cambios cíclicos menstruales relacionados
con el efecto de hormonas producidas en el ovario, los estrógenos.
 Vagina: es el canal que comunica con el exterior (físico), conducto por donde entran
los espermatozoides. Su función es recibir el pene durante el coito o relación sexual,
dar salida al bebé durante el parto y proteger frente a agresiones debido a la flora de
su mucosa, formada sobre todo por Lactobacillus acidophilus, encargado de prevenir
infecciones manteniendo un pH vaginal ácido (4-4.5) en edad fértil y durante el
embarazo (en la menstruación, en la niñez y a partir de la menopausia es neutro).
La irrigación sanguínea de los genitales internos está dada fundamentalmente por
la arteria uterina, rama de la arteria hipogástrica y la arteria ovárica, rama de la aorta.
La inervación está dada por fibras simpáticas del plexo celíaco y por
fibras parasimpáticas provenientes del nervio pélvico.
Órganos externos[editar]
Artículo principal: Vulva

Vulva: vista
anterior externa y vista anteriolateral interna.
En conjunto se conocen como la vulva y están compuestos por las siguientes partes:
 Clítoris: Órgano eréctil y altamente erógeno de la mujer y se considera homólogo
al glande masculino.
 Labios: En número de dos a cada lado, los labios mayores y los labios menores,
pliegues de piel salientes, de tamaño variables, constituidas por glándulas sebáceas y
sudoríparas e inervados.
 Monte de Venus: Una almohadilla adiposa en la cara anterior de la sínfisis púbica,
cubierto de vello púbico y provista de glándulas sebáceas y sudoríparas.
 Vestíbulo vulvar: Un área en forma de almendra perforado por cuatro orificios, el
meato de la uretra, el orificio vaginal, las glándulas de Bartolino y las glándulas
parauretrales de Skene.
La forma y apariencia de los órganos sexuales externos femeninos varía
considerablemente de una mujer a otra.
Hay cuatro tipos básicos de tejido: tejido conectivo, tejido epitelial, tejido muscular y tejido
nervioso. El tejido conectivo sostiene y une otros tejidos como el óseo, el sanguíneo y el
linfático. El tejido epitelial sirve de cobertura; entre éstos se encuentran la piel y el
revestimiento de varios conductos en el interior del cuerpo. El tejido muscular consta de
músculos estriados o voluntarios que mueven el esqueleto y de músculo liso, tal como el
que rodea al estómago. El tejido nervioso está formado por células nerviosas o neuronas y
sirve para llevar "mensajes" hacia y desde varias partes del cuerpo.

sistema inmunitario cuya función principal es


proteger al organismo de la agresión de
agentes extraños. Estos pueden ser virus,
bacterias o moléculas que no integran la estructura
biológica propia. Se trata de un sistema extraordinariamente
complejo, integrado por órganos, tejidos, células y moléculas,
relacionadas de manera interdependiente entre sí. Sus componentes
más importantes son:
 piel

 mucosas

 amígdalas

 adenoides

 bazo

 timo

 ganglios linfáticos del tejido pulmonar e intestinal

 proteínas de la sangre

Clasificación de la inmunidad

La inmunidad del cuerpo puede clasificarse en dos tipos. Por un lado,


el “natural'', que es con el que nacemos.
Por otro lado, el “específico”, que es adquirido durante el
crecimiento y adaptación al medio. Se obtiene luego de
transitar por distintas enfermedades y desarrollar los
anticuerpos necesarios.
¿Qué pasa cuando falla?

Normalmente, este sistema se encarga de combatir cualquier


antígeno que ingrese al cuerpo y amenace la salud. Sin
embargo, pueden ocurrir fallas como que se encuentre debilitado o
que se vuelva en contra del mismo cuerpo.
Este último caso es el de las enfermedades autoinmunes. Estas se
desarrollan cuando el sistema no distingue las células ajenas de las
propias y las ataca, afectando tejidos y células.
Hasta el momento, nadie sabe cuáles son las causas de esta clase de
dolencias. Se cree que hay varios factores implicados: ambientales,
fármacos, compuestos químicos, hormonas sexuales y virus.
También, es posible que la herencia juegue un papel determinante.
¿Sistema inmunológico o inmunitario?
¿Sabías que los términos “inmunitario” e “inmunológico” no significan
lo mismo? Muchos los utilizan como sinónimos, pero no lo son.
¡Averiguá por qué!
A la hora de nombrar este sistema, una equivocación común —incluso
en el ambiente médico y científico— es la de llamarlo “inmunológico”.
Sin embargo, este término está relacionado con la ciencia de la
inmunología como disciplina.
Por eso, la forma correcta de referirse al sistema que tienen los seres
vivos para protegerse de las enfermedades y sustancias extrañas es
el de “inmunitario”.

El sitema linfático está formado por los vasos linfáticos más los órganos
linfoides: nódulos linfáticos, ganglios linfáticos, el bazo y el timo, que están
conectados entre sí y distribuidos por distintas partes del cuerpo (Figura 1).
Figura 1. Esquema del sistema de circulación
linfático humano. Los principales grupos ganglionares están rodeados por un círculo rojo.

1. Vasos linfáticos

Los conductos linfáticos transportan un líquido denominado linfa, que recogen


en los tejidos y órganos de todo el cuerpo y lo llevan hasta las venas de gran
calibre. Los vasos comienzan principalmente en el tejido conectivo laxo de la
dermis y en las capas mucosas del digestivo como una red de conductos de escaso
diámetro denominados capilares linfáticos. Estos capilares poseen uno de sus
extremos cerrado, mientras que el otro extremo se fusiona con otros capilares para
formar conductos más grandes denominados ahora vasos linfáticos. Éstos se van
fusionando entre sí para formar conductos de mayor calibre que terminan
por desembocar en las grandes venas localizadas en la base del cuello, entre la
vena yugular interna y la subclavia.

Los capilares linfáticos están formados por endotelio y una lámina basal
discontinua que permite mayor permeabilidad que la de los capilares sanguíneos,
por lo que son muy eficientes a la hora de captar fluidos tisulares que se
convertirán en la linfa. La linfa es un ultrafiltrado del plasma rico en agua,
electrolitos y proteínas. Al pasar por los ganglios linfáticos la linfa se pone en
contacto con células del sistema inmune.

Los vasos linfáticos presentan capas de tejido conjuntivo con musculatura lisa
conforme aumentan de calibre. Estos conductos, al igual que las venas,
poseen válvulas que impiden el reflujo de la linfa. Como no existe una bomba
impulsora de la linfa, ésta se mueve por los movimientos del animal o de los
órganos internos, es decir, es la musculatura la que impulsa la linfa.

2. Nódulos linfáticos

En la lámina propia de sistemas como el digestivo, el urogenital o las vías


respiratorias se forman agregados de tejido linfático compuestos fundamentalmente
por linfocitos que se acumulan en torno a vasos linfáticos y que en su conjunto no
están rodeados por una cápsula de tejido conectivo. A estas estructuras se les
llama nódulos linfáticos (o folículos linfáticos; figura 2) y al conjunto de estos
nódulos se les llama tejido linfático difuso. Están situados en lugares estratégicos
para hacer de primera barrera contra posibles patógenos y por tanto intervenir en
la respuesta inmunitaria temprana. Las células productoras de anticuerpos y los
eosinófilos son abundantes en estos nódulos. El tejido conectivo reticular formado
por células y fibras reticulares constituye el estroma en el que se asientan estos
nódulos.

Figura 2. Nódulos lifáticos


en el intestino grueso de un ratón.
Estructuralmente los nódulos linfáticos están formados por una zona central o
germinativa donde los linfocitos proliferan y se diferencian a células plasmáticas
con producción de anticuerpos. De hecho la presencia del centro germinativo es
indicativo de la respuesta inmunológica ante un antígeno. Rodeando este centro se
encuentra la zona periférica, denominada manto o corona, cuyos linfocitos
presentan un tamaño menor.

En el intestino grueso humano hay entre 12700 y 18500 nódulos, siendo más
densos en la porción del recto, y menos en el colon. Además de los lugares
asociados a las mucosas, los nódulos linfáticos son muy abundantes en el
apéndice del digestivo, en las amígdalas y en las placas de Peyer del íleon.
Durante las respuestas inflamatorias crónica se pueden genera nódulos linfáticos,
denominados secundarios, como respuesta del sistema inmune. Los nódulos
linfoides no aparecen en el estómago, pero son normales en el intestino. Sólo son
visibles en el estómago en patologías como la gastritis.

En los ratones, los follículos linfoides del intestino se desarrollan durante la


primera semana tras el nacimiento. Su formación se produce por la agregación de
células del sistema inmune innato que expresan el factor de transcripción
RORgamma-t que tienen la funcionalidad de inducir tejido linfoide. Entonces son
atraídos los linfocitos B, lo que lleva a la formación de los nódulos linfoides. Este
proceso está controlado por señales que llegan desde la microbiota del intestino.
Los linfocitos del sistem inmuno innato del nódulo linfático expresan un receptor
denominado AhR que es capaz de detectar moléculas de la dieta y otros ligandos
externos, lo que parece ser importante en la inducción de los nódulos linfoides.

3. Ganglios linfáticos

Son estructuras con forma arriñonada y envueltas por una cápsula conjuntiva.
Se sitúan en el trayecto de los vasos linfáticos desde los tejidos hacia las venas y
su tamaño varía entre unos pocos milímetros y 2 centímetros. Son abundantes en
las axilas, la región inguinal y los mesenterios (Ver Figura 1).

Están formados por estructuras de sostén, compuestas por tejido conectivo


denso y tejido reticular (Figura 3 y 4). La cápsula externa de tejido conectivo denso
emite proyecciones que forman interiormente trabéculas, también de tejido
conectivo denso, formando una especie de armazón. También poseen
tejido conectivo reticular, formado por células y fibras reticulares, que constituye
una red de sostén en toda la estructura. Todo este entramado sirve de soporte al
tejido linfático. En un punto de la superficie del ganglio linfático se encuentra el hilio,
lugar por donde entran y salen los vasos sanguíneos, así como por donde sale el
vaso linfático eferente.

Figura 3. Esquema de un ganglio linfático.

Figura 4. Ganglio linfático en el intestino grueso humano.

La zona interna del ganglio está formado por una corteza y por una médula.
En la corteza los linfocitos B están organizados en nódulos, denominados también
folículos primarios o secundarios, dependiendo de si poseen o no un centro
germinativo. Los nódulos se encuentran en la corteza nodular, más externa,
mientras que hay otra parte más interna de la corteza, denominada corteza
profunda, donde abundan los linfocitos T colaboradores.

La médula de los ganglios linfáticos está formada por cordones medulares de


tejido linfático separados por senos medulares o linfáticos. También hay un
entramado de tejido reticular que hace de armazón. El tejido linfático está formado
principalmente por linfocitos, macrófagos y células plasmáticas.

En el ganglio linfático se produce la filtración de la linfa, la cual discurre por


una serie de conductos y senos linfáticos. Inicialmente la linfa entra atravesando la
cápsula por los senos subcapsular, marginal y cortical. Desde aquí la linfa se
recoge más internamente en los senos trabeculares y de éstos pasa a los
medulares. El endotelio de estos conductos es discontinuo cuando está en contacto
con el tejido linfático. Desde los senos medulares la linfa se recoge en el vaso
linfático eferente que sale por el hilio.

Los ganglios son un centro importante de fagocitosis e inicio de la respuesta


inmunitaria. Las células dendríticas migradoras llegan transportadas por la linfa y
desencadenan dicha respuesta, aunque también se puede iniciar por las células
dendríticas foliculares residentes en la corteza. Ambas son células presentadoras
de antígenos que inducen la activación de linfocitos B en la zona de transición entre
corteza y médula. Los linfocitos activados migran a los nódulos primarios y
proliferan formando los centros germinativos que transforman los nódulos primarios
en secundarios. Estos linfocitos se transforman en linfocitos B de memoria y en
células plasmáticas que migran a la zona medular del ganglio. Posteriormente, la
mayoría de los linfocitos B de memoria abandonan el ganglio y colonizan órganos
linfáticos secundarios para formar clones. También el 90% de las células
plasmáticas abandonan el ganglio y van a la médula ósea en la que sintetizarán
anticuerpos durante toda su vida.

4. Timo

Es un órgano bilobulado situado por encima del corazón y por delante de los
grandes vasos sanguíneos. Se forma a partir del endodermo de la faringe. Es un
centro que desarrolla su función principal durante el periodo que va desde el
nacimiento hasta la pubertad, y actúa como lugar donde maduran los linfocitos T. A
partir de la pubertad el tejido linfático del timo es reemplazado por tejido adiposo.
El timo posee externamente tejido conectivo que lo recubre y que penetra en
su interior dividiendo al órgano en los lobulillos tímicos. Interiormente tenemos
el parénquima tímico, el cual se divide en dos porciones, una externa o cortical y
otra interna o medular. La corteza tímica posee una gran cantidad de linfocitos T en
desarrollo, denominados timocitos, macrófagos y células reticuloepiteliales. En
la médula del timo hay también linfocitos T, pero agrupados de manera más laxa.
Esta zona aparece más clara en las tinciones generales.

El timo está irrigado por vasos sanguíneos que se internan desde


las trabéculas. Estos vasos llevan asociada una vaina de tejido conectivo.
Normalmente los linfocitos no entran en contacto con el contenido que viaja por
estos vasos gracias a lo que se denomina barrera hematotímica, formada por el
endotelio, macrófagos dispuestos alrededor y células reticuloepiteliales.

5. Bazo

Bazo

Es el órgano linfático de mayor tamaño. Lleva a cabo funciones inmunes y


hematopoyéticas. El bazo está fuertemente irrigado por el sistema sanguíneo
puesto que tiene dos misiones importantes: filtración mecánica e inmunológica.
Posee una gran cantidad de linfocitos, macrófagos, células reticulares, las cuales
crean un especie de malla, además de espacios acelulares y conductos vasculares.

Microscopio virtual
Bazo

El bazo está rodeado por una cápsula de conectivo denso desde la cual
parten trabéculas hacia el interior. Este tejido contiene unas células especiales
denominadas miofibroblastos, los cuales son contráctiles. El bazo es capaz
de almacenar grandes cantidades de eritrocitos que son liberados por las
contracciones de estos miofibroblastos.

La zona interna del bazo que no es conectivo se denomina parénquima o


pulpa. Hay dos, la blanca y la roja. La primera está formada por una gran cantidad
de linfocitos que se disponen alrededor de una arteria denominada central,
formando lo que se denomina vaina linfática periarterial (PALS: periarterial
lymphatic sheath). La pulpa roja contiene una gran cantidad de eritrocitos y senos
venosos.

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