Belinda Ortiz - Aproximaciones A Saussure
Belinda Ortiz - Aproximaciones A Saussure
Belinda Ortiz - Aproximaciones A Saussure
Belinda Ortiz
Introducción
Uno de los autores más reconocidos y controvertidos en el campo del giro lingüístico es Ferdinand
de Saussure, quien, con muy pocas obras publicadas en vida, ha generado grandes aportaciones en
la lingüística y el estructuralismo a raíz de la obra Curso de Lingüística General (1916), el cual
fue realizado por Charles Bally y Alberto Séchehaye, a partir de las notas de algunos estudiantes,
sin que ellos mismos hubieran tomado el curso.1 De 1922 a1959 aparecieron notas inéditas,
documentos, cartas y cuadernos de estudiantes que contribuyeron a su labor, así como ediciones
críticas del Curso de Lingüística General (CLG) por especialistas como Tullio de Mauro y Rudolf
Engler quienes vinculan las notas del autor y de sus estudiantes según la lógica del texto. De 1987
a 2007 se publicaron los tres cursos de lingüística general que impartió Saussure en Ginebra entre
1907 y 1911,2 pero los manuscritos encontrados en 1996 intitulados Escritos de Lingüística
1
Entre sus textos publicados en vida se encuentra el trabajo de fin de curso Mémoire sur le système primitif
des voyelles dans les langues indo-européenes, que apareció por primera vez en diciembre de 1878 y que
enfatizaba el vocalismo indoeuropeo para llegar al preindoeuropeo; su tesis doctoral De l´emploi du génitif
absolu en sanskrit, publicado en 1881 e incluido en el Recueil (Saussure, 1922-1984); además de unos
veinte artículos de lingüística histórica, fonética y etimología, son algunas de las obras publicadas en vida
por el autor, pero ninguno de lingüística general. Vid. Ecaterina, Bulea, “Nuevas lecturas de Saussure” en
Dora Riestra (comp.) Saussure, Voloshinov y Bajtin revisados, estudios históricos y epistemológicos,
Buenos Aires, Ed. Miño y Dávila, 2010, pp. 19, 20, 24.
2
Después de su estadía en París (1880-1891) como “Profesor de gótico y de alto alemán antiguo”, en la
École Practique de Hautes Études en donde impartió cursos de Fonética, de gramática gótica, de antiguo
alto alemán, de nórdico antiguo, de gramática comparada del griego y de latín, de la lengua lituana, entre
otros, el autor regreso a Ginebra en 1891, en donde fue nombrado por la Universidad de Ginebra “profesor
extraordinario de historia y comparación de lenguas indoeuropeas”. En la inauguración de la cátedra
pronunció tres conferencias, en las cuales explicaba el problema de la ciencia del lenguaje. Dentro de sus
proyectos estaba el libro “De la esencia del doble lenguaje”, el artículo en “Memoria de Whitney” y un
libro sobre “Acentuación lituana” (1894), mismos que no llegaron a publicarse. En 1896 se convirtió en
“profesor ordinario”, entre sus lecciones estaban: teoría de la silaba, fonología del francés actual,
versificación francesa, lingüística geográfica de Europa, nórdico antiguo. En 1906 la Facultad de Letras de
Ginebra lo nombró profesor ordinario de lingüística general, curso dictado cada dos años que se realizó en
1907 (cinco o seis oyentes), 1908-1909 (once personas), 1910-1911 (doce oyentes); conforme a sus notas,
también se interesó en estudio de la leyenda germánica Histoire et legende. Études sur lórigine des
traditions germaniques connues sous les nom de Heldensage, especialmente del Nibelungenlied, en textos
legendarios como Tristán e Isolda, así como en la mitología de la India y el análisis de poetas clásicos
latinos y griegos. Vid. Michael Arrivé, En busca de Ferdinand de Saussure, trad. Enrique Schmukler,
México, Siglo XXI, 2017.
1
General (ELG),3 que se publicaron en el 2002 bajo el cuidado de Simon Bouquet y Rudolf Engler,
dan luz a la propuesta del autor, que es mucho más rica que la postulada en el primer compilado
de CLG, en donde se observa la revisión constante de su trabajo y la reconstrucción implacable
por dar cuenta de una teoría que responda de manera amplia y precisa al tema del lenguaje. Aún
hoy se encuentran diversas notas sobre el tema en la Biblioteca de la Universidad de Ginebra y de
Harvard que no se han divulgado. Por estas razones, se puede afirmar que la revisión de su trabajo
implica una reconstrucción hermenéutica que consta de notas de alumnos, trabajos publicados e
inéditos que expongan la riqueza de sus ideas, proyecto de largo aliento que sobrepasa de los
límites impuestos a este artículo; sin embargo, para tener un panorama de la importancia de su
obra, presentaremos de manera sucinta algunos de los principales conceptos de su propuesta y los
efectos que tuvo en diversas áreas del conocimiento, tales como la literatura, la antropología y el
psicoanálisis.
La propuesta lingüística-semiológica
La lingüística comparada estuvo presente desde los primeros años de Saussure, es decir, a los 15
años redactó Essai pourréduire les mots du grec et de lállemand à un petit nombre de racines
sobre las raíces del griego y el alemán, que fue leído por Adolphe Pictet, autor del libro Les
Origines indoeuropéennes y profesor de literatura comparada; entre los 16 y 17 años comenzó a
estudiar sánscrito de manera autodidacta, lo que lo llevó a revisar a estudiosos de la gramática
como Franz Bopp4 y Georg Curtius.5 Para 1876 era miembro de la Sociéte Linguistique de Paris,
si bien la lingüística ya existía antes del autor, su propuesta es un hito en la disciplina por su
carácter epistemológico y sus consecuencias en las ciencias humanas. En el CLG el autor hace una
relación entre semiología (del griego semeion, que significa signo) y lingüística. Define la primera
3
El libro se compone de las lecciones de la cátedra de Saussure, el texto De la esencia doble del lenguaje
y notas de cursos de 1906 y 1911.
4
Bopp fue filólogo y lingüista alemán cofundador de la gramática comparada junto con Rasmis C. Rask.
Confronta por primera vez con rigor científico el sistema de conjugación del sánscrito con el griego, latín,
persa y alemán. Fue uno de los escritores clásicos en lingüística. Vid. José Antolini, Breve historia de la
lingüística, México, Tesis de Doctorado, UNAM 1949.
5
Curtius fue filólogo alemán, su libro de Gramática griega escolar publicada en 1852 se reimprimió más
de veinte veces y fue traducida al inglés y al español. El autor añadió el método comparativo en la gramática
de las lenguas clásicas, en especial al griego. Id.
2
Semiología Linguistica
como “la vida de los signos en el seno de la vida social”6 y la segunda como parte de la semiología;
esto es, las leyes que se descubran en ésta serán aplicadas a la lingüística, la cual debería,
delimitarse a sí misma, hacer una descripción de la historia de las lenguas y, posteriormente,
determinar las leyes generales de los fenómenos lingüísticos particulares y descubrir el sistema de
la lengua. Así, el autor construye una disciplina lingüística-semiológica.7
Con una formación en lingüística indoeuropea en la Universidad de Leipzig (1876-1880),
que se desarrollaba bajo una lingüística histórica y comparada de los “neogramáticos”,8 Saussure
tomó cursos de persa antiguo, celta, eslavo y lituano, mientras continuaba su formación en
sánscrito y leyendas germánicas. En su trabajo Mémoire sur le système primitif des voyelles dans
les langues indo-européenes (1878) negó la idea de separar los sonidos del conjunto de la lengua,
y propuso una perspectiva sistémica distinta a los teóricos comparatistas. En años posteriores, en
París se especializa en filología latina y gramática comparada en griego y latín. Con el trasfondo
de sus investigaciones de carácter histórico y comparativo, anudando a la gramática lógica, sus
pesquisas derivan en un método empirista inductivo en continua transformación que enfatiza la
observación de hechos. Elabora conceptos generales para conformar una teoría y, finalmente, se
validan los conceptos para redefinirlos conforme los datos, dialéctica que reconoce las prácticas
socio-históricas y las propiedades que conforman conceptos.9
Analicemos algunos de los principales conceptos que dan cuenta de su trabajo. Saussure
señalaba en una de sus cartas que estaba abrumado por la ineptitud de la terminología, que había
que transformar la lingüística y demostrar el papel de la lengua.10 Para ello habría que indicar,
6
Ferdinand de Saussure, Curso de lingüística general, trad. Mauro Armiño, México, Fontamara, 2008, p.
42.
7
Ibid. p. 44.
8
Así llamados por los franceses, fue un grupo de lingüistas alemanes del siglo XIX conocidos como los
junggrammatiker o Leipzig School, que era una escuela de pensamiento lingüístico que introdujo la
lingüística histórica para transformar la lingüística comparada. Los principales representes fueron Karl
Verner, Karl Brugmann, Herman Osthoff, August Leskien, Wilhelm Braune, Eduard Sievers, entre otros,
que contribuyeron a conformar la lingüística como ciencia, ellos propusieron la ley fonética en la que las
modificaciones de los sonidos del lenguaje tienen una causa fisiológica fuera de la voluntad humana. Esta
escuela se vinculaba con Schleicher a pesar de estar en contra de la reconstrucción del indo-europeo
primitivo. Ello derivó más tarde en la fonética experimental. Después de la morfología, la fonética alcanzó
la categoría de ciencia. Vid. José Antolini, Breve historia de la lingüística, passim; así como F. de Saussure,
Curso de lingüística general, p. 35.
9
Vid. E. Bulea, “Nuevas lecturas de Saussure”, passim.
10
Carta enviada a Antoine Meillet en 1894. Vid. F. de Saussure, Escritos de lingüística general, trad. Clara
Lorda, Barcelona, Gedisa, 2006, p. 18.
3
Linuiodyivs
inicialmente, que el objeto de la lingüística es la lengua, la cual es un producto social, esto es, un
“[c]onjunto de convenciones necesarias, adoptadas por el cuerpo social para permitir el ejercicio
de esta facultad en los individuos”.11 La lengua se distingue de la manifestación material o
sustancia (sonidos y letras),12 se trata de una forma y no de una sustancia. El autor se opone a la
vertiente biológica para dar cuenta de la lingüística en favor de la historia; las lenguas son
fenómenos históricos en una transformación continua:
[…] el primer aspecto en que debe ser contemplada la idea de Historia cuando se trata
de la lengua, o la primera cosa que hace que la lengua tenga una historia es el hecho
fundamental de su continuidad en el tiempo; no digo, tomen nota, por favor, del hecho
que se fija […], sino de su continuidad.13
Todo aquello que por necesidades del discurso y mediante una operación singular se
pone en los labios, es el habla. Todo aquello que se contiene en el cerebro del
individuo, el depósito-reserva de las formas escuchadas y practicadas así como su
sentido, corresponde a la lengua.16
11
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p.35.
12
Ibid. p.161.
13
F. de Saussure, “Primera conferencia” en Escritos de lingüística general, p. 136.
14
Ibid. pp. 140-141
15
F. de Saussure, Escritos de lingüística general, op. cit. pp. 267-268.
16
Apud, E. Bulea, en “Nuevas lecturas de Saussure”, p. 36-37.
4
LinÜ
Así, la lengua difiere del lenguaje en tanto la lengua no es más que una determinada parte
del lenguaje. La lengua es un producto social efecto de convenciones necesarias de la facultad del
lenguaje, este último es multiforme, heteróclito, en cual participa lo físico, lo fisiológico y lo
psíquico, que es parte de lo individual y lo social que no se puede clasificar (el autor considera que
la facultad de la lengua fisiológica se ve influida por los estímulos sociales).19 En una nota posterior
al texto CLG el autor señala que: “Lengua y lenguaje no son más que una misma cosa: el uno es
la generalización de la otra”.20 Todo parece indicar que para la noción de lenguaje el autor se apoyó
en los estudios de Paul Broca, quien indicaba que el lenguaje es una facultad humana localizada
en la circunvalación frontal izquierda, por lo que se trata de una facultad con determinadas
funciones vocales, pero esta cuestión es secundaria respecto a la facultad de constituir, tal vez aquí
de manera ontológica, una lengua como sistema de signos que se vinculan con las ideas. En los
últimos documentos hallados se especificará que: “el lenguaje es la vez la aplicación y el generador
continuo de la lengua”;21 que el lenguaje es la lengua o el idioma (conjunto de manifestaciones de
17
Vid. Jacques Lacan, “La ciencia y la verdad”, en Escritos 2, trad. Tomás Segovia, México, Siglo XXI,
pp. 834-856.
18
F. de Saussure, Escritos de lingüística general, p. 37.
19
Ibid., p. 119.
20
F. de Saussure, Curso de lingüística general, nota al pie 17 p. 35.
21
F. de Saussure, Escritos de lingüística general, p. 119.
5
Lin
un pueblo y una época) y éste último es letra;22 en la cual se vincula el pensamiento y el fonema.23
El lenguaje es una propiedad de la comunidad, una facultad en el individuo que pertenece a un
órgano especial localizado en el cerebro dado por la naturaleza. En cambio, la lengua es un medio
con la finalidad de hacerse entender,24 que está delimitada al ser homogénea: sistema de signos en
que es esencial la unión del sentido y la imagen acústica.25
Otro de los elementos claves es el habla, que es un acto individual de la voluntad e
inteligencia, este se distingue por las combinaciones del hablante al hacer uso del código de la
lengua para expresar pensamientos, además del mecanismo psicofísico que posibilita
exteriorizarlo.26 Como señala Bartolo García,27 algunos autores posteriores lo han nombrado
como: actuación, acto de habla, cadena hablada, discurso, entre otros. Para participar del juego de
la lengua se requiere de un aprendizaje en comunidad de manera progresiva en la que se conserva
la lengua con independencia del habla, ya que se puede estar privado de habla y comprender los
signos vocales que escucha. Sin embargo, es imposible conocer todos los elementos del habla (la
fonación de una palabra implica diversos movimientos musculares).28 Existe una relación estrecha
entre lengua y habla, ya que la lengua es imprescindible en el habla para que sea comprensible, el
habla permite la evolución de la lengua en un contexto social. “Hay, por tanto, interdependencia
de la lengua y el habla; aquélla es a la vez el instrumento y el producto de éste. Pero todo ello no
les impide ser dos cosas absolutamente distintas”.29 Saussure afirma30 que si el lenguaje se genera
en la comunidad como la suma de cada estímulo que es percibido por el sujeto, que es común a
22
Lenguaje y escritura no tienen una relación natural con las cosas, no existe un vínculo entre la letra S y
el sonido silbante. La definición acústica no puede ser definible por un objeto o justificación especifica;
cuando los griegos distinguieron su alfabeto sólo notaron la diferencia acústica entre las letras l y r. La
escritura es la forma tangible de las imágenes, y la lengua el lugar de las imágenes acústicas. Vid. F. de
Saussure, Escritos de lingüística general, p. 189, 221; F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 42.
23
El fonema es la presencia de un sonido en una lengua como elemento básico de una estructura, su
oposición con los otros fonemas le da determinados valores. Los elementos sonoros son entidades que se
oponen, y son relativas y negativas. Algunos fonemas son i, u, r, l, m, n, que tienen un valor para el oído,
se habla según se oye. Vid. F. de Saussure, Escritos de lingüística general, p.30, 127, 221; F. de Saussure,
Curso de lingüística general, p. 167.
24
F. de Saussure, Escritos de lingüística general, p. 159, 189.
25
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 41.
26
Ibid., pp. 40-41.
27
Bartolo García, “Aportes de Saussure al desarrollo de la lingüística como ciencia” en Cuaderno de
Pedagogía Universitaria, vol.14 no. 28, julio-dic 2017, República Dominicana. Revisado el 05 de febrero
2023, en https://cuaderno.pucmm.edu.do/index.php/cuadernodepedagogia/article/view/290
28
F. de Saussure, Curso de lingüística general, pp. 41-42.
29
Ibid., p. 46.
30
Id.
6
todos y al margen de su voluntad; el habla se da en una combinación individual con actos de
fonación a voluntad del sujeto.
Michael Arrivé31 sostiene que el concepto de habla es utilizado en los ELG bajo tres usos:
1. El de fonación: “La lengua está confirmada socialmente y no depende del individuo. Es del
Individuo o del habla: a) todo lo que es Fonación b) todo lo que es combinación —todo lo que es
Voluntad”;32 2. El sentido de acto consciente e intencional de encadenamiento de unidades en una
serie realizada efectivamente: “Llamamos sintagma a la palabra efectiva, —o la combinación de
elementos contenidos en un segmento del habla real, —o el régimen en que los elementos se
encuentran unidos entre ellos por lo que les sigue y precede”;33 para indicar que la lengua es quien
delimita el carácter lineal de la lengua. 3. Incluye los dos significados anteriores, sobre todo en la
segunda conferencia de Ginebra en 1891, que enuncia el acto del habla y el ejercicio del habla
respecto al cambio fonético:
Se pueden oponer desde muchos puntos de vista diferentes esos dos grandes factores
de renovación lingüística, diciendo, por ejemplo, que el primero representa el lado
fisiológico y acústico del habla, mientras que el segundo responde al lado psicológico
y mental del mismo acto, que el primero es inconsciente, mientras que el segundo es
consciente.34
Retomando las tres acepciones del autor, el valor del habla se sitúa en tanto “fuerza activa
y auténtico origen de los fenómenos que se perciben a continuación en la otra mitad del
lenguaje”.35 A raíz de la polisemia de sentido, Arrivé afirma que este concepto ha sido objeto de
críticas por lingüistas como Gabriel Bergounioux, quien sostiene que Saussure eliminó de su
trabajo al sujeto hablante, y psicoanalistas como André Green, quien en su análisis afirma que el
término ha sido reemplazado por discurso; pero, como se ha demostrado, esas ideas no tienen lugar
porque en las dos principales obras del autor se puede encontrar su postura al respecto.
Otro de los términos estrechamente vinculado al anterior es el de discurso, mismo que no
es mencionado en el CLG pero que es analizado en los ELG, en el cual indica que es una forma en
que la lengua participa, definido como una acción lúdica por su carácter dinámico de signos:36
31
Vid. M. Arrivé, En busca de Ferdinand de Saussure, p. 131.
32
F. de Saussure, Escritos de lingüística general, op. cit., p. 261.
33
Ibid. p. 64.
34
Ibid., p. 142.
35
Ibid. 244.
36
Vid. E. Bulea, “Nuevas lecturas de Saussure”.
7
La lengua sólo se ha creado para el discurso […] el discurso consiste, aunque sea
rudimentariamente y por vías que ignoramos, en afirmar un lazo entre dos de los conceptos
que se presentan revestido de forma lingüística, mientras que la lengua, previamente, sólo
realiza conceptos aislados, que quedan en espera de ser relacionados entre ellos para que
haya significación de pensamiento.37
Tiempo
Convencional- contrato social, acervo de signos.
Social Articulatoria- entre pensamiento y sonido;
Lengua Sistema de organiza la relación significante y significado.
Lenguaje * signos: idioma Sistemática – los signos se mantienen en relación
y oposición.
Universal
Habla Individual Irregular
Heteróclito
(discurso) Realización física Asistemática - creativa
Multiforme
de la lengua.
El concepto de sistema está implicado en la descripción del signo, que será el concepto
clave de su propuesta. “La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por tanto,
comparable a la escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos […]. Sólo que es
el más importante de esos sistemas”,40 en donde cada una de las partes se relaciona con las otras
bajo un orden determinado por reglas. Para autores como García41 esta es una de sus mayores
37
F. de Saussure, Escritos de lingüística general, p. 245.
38
Ibid., p. 95.
39
Ibid., p. 112.
40
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 42.
41
B. García, “Aportes de Saussure al desarrollo de la lingüística como ciencia”. p. 37.
8
aportaciones a la lingüística por lo que debería llamarse a esta corriente que lo sucedió “sistémica”
en vez de “estructuralismo”. Cabe decir que el concepto de estructura es poco usado en los estudios
de Saussure, ya que prefiere hacer uso de otras palabras, como entidad concreta, forma, cadena
hablada, elementos de unidad, combinación de palabras, entre otras. Al respecto, el autor escribe,
usando el término de modo general, sobre la función de la analogía y aglutinación de los elementos:
“Con frecuencia emplean los términos de construcción y de estructura a propósito de la formación
de las palabras; pero estos términos no tienen el mismos sentido según que se apliquen a la
aglutinación o la analogía”.42 En los textos posteriores del autor (ELG), el término es mencionado
pocas veces: 1. Respecto a la familia del indoeuropeo a la cual califica de alto desarrollo en su
estructura; 2. Respecto a la falta de estructura de una palabra cuando se realiza la abstracción de
sentido al no contener partes diversas; 3. Sobre el sonido de una lengua, “es lo más irreductible
que se puede imaginar como elemento de su estructura. Es fácil mostrar que la presencia de ese
sonido determinado sólo tiene valor por oposición a otros sonidos presentes […]”.43 Así, vemos
que el término de estructura no es uno de los más utilizados, pero sí tuvo efecto en los estudios
posteriores que relacionaron este concepto con el de sistema, ya que la lengua está organizada por
unidades articuladas. Ello derivó, según García, en que corrientes lingüísticas la utilizaran en
significados tales como el generativismo, estructura profunda y estructura superficial; en la teoría
del discurso, superestructura, microestructura, macroestructura; en la lingüística cognitiva,
estructuras mentales;44 en el psicoanálisis lacaniano con el inconsciente estructurado como
lenguaje; entre otros. Sobre el sistema de signos el autor hace una metáfora con una hoja de dos
planos, ideas y sonidos en una relación estrecha de anverso y reverso:
42
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 238.
43
F. de Saussure, Escritos de lingüística general, p. 30.
44
Vid. B. García, “Aportes de Saussure al desarrollo de la lingüística como ciencia”.
45
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 160.
9
c
o Masa amorfa de
r conceptos
t
e Hoja de papel =
Lengua
Masa amorfa de
sonidos
Segmentos de signos
Este bosquejo, conocido como “Esquema de dos masas amorfas”, según Arrivé,46 indica
que la lengua con dos planos realiza cortes que dan lugar a articulaciones, diversos segmentos de
dos caras en la cual se fija la idea y el sonido que convergen en un significante. Ducho esquema
tuvo efectos en lectores como Jacques Lacan, quien lo reproduce en Seminario III.47 Además,
Saussure afirma que los signos se oponen entre sí en el sistema. El principio que determina los
cortes en los segmentos acústicos es arbitrario, y en ello consiste la noción de valor, en la medida
que no es impuesta.
[…] lo arbitrario del signo nos permite comprender mejor por qué el hecho social es el
único que puede crear un sistema lingüístico. La colectividad es necesaria para establecer
valores cuya única razón de ser está en el uso y en el consenso general; el individuo por sí
sólo es incapaz de fijar ninguno.48
Así, los valores establecidos son relativos y ello es lo que causa la relación entre la idea y
el sonido. Cada concepto (o significado) forma parte del sistema, conjunto solidario que es
necesario tomar como base el análisis de sus elementos, por lo cual se analizará el signo como
elemento central de su teoría. Bulea49 sostiene que —contrario a la tradición, desde Aristóteles50
46
Vid. M. Arrivé, En busca de Ferdinand de Saussure.
47
J. Lacan, El seminario 3, Las Psicosis, trad. Juan-Luis Delmont y Diana Silva, Buenos Aires, Paidós,
1990, p. 373.
48
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 161.
49
Vid. E. Bulea, “Nuevas lecturas de Saussure”.
50
Una de las primeras teorías de la significación es la de Aristóteles, quien afirma que las expresiones son
símbolos, es decir signos convencionales de lo fónico, que las expresiones fónicas son símbolos del alma y
éstas símiles de las cosas. El párrafo dice: “Así, pues lo <que hay> en el sonido son símbolos de las
afecciones <que hay> en el alma, y la escritura <es símbolo> de lo <que hay> en el sonido. Y, así como las
letras no son las mismas para todos, tampoco los sonidos son los mismos. Ahora bien, aquello de lo que
10
hasta William Whitney—,51 Saussure indica52 que los signos no tienen base exterior al lenguaje,
ni en los objetos ni respecto a la organización del mundo, ni a ideas previas, por lo que no son
instrumentos que expresen otras cosas. Los signos sólo existen en el campo del ser humano, son
unidades psíquicas ordenadas en un proceso de diferenciación y asociación que inciden en las
imágenes y las representaciones de sonido. Los signos se determinan unos a otros en ambas caras
(conceptos y sonidos) inicialmente nombrados en tanto “formas” y “significaciones” o como
“formas” y “sentido”, más tarde serán llamados “significantes” y “significados”, pero en cada texto
siempre se establece esta doble cara del signo, además de su origen social que los caracteriza como
valores temporales y frágiles, según determinados modos activos: 1. Las relaciones diferenciales
entre un signo (un signo/su significación); 2. Mantiene conexión diferencial de sentido (un signo/
y otro signo); 3. Tienen correspondencia de asociación entre formas y sentido (una significación/
otra significación).53 A esta triple relación Saussure la denomina “cuaterno final” (cuaterno que es
utilizado en matemáticas para números complejos), y el autor lo usa para indicar la dialéctica de
lengua-habla, lengua e historia y lengua en un momentos determinado.
esas cosas [sonidos y letras] son signos [sēmeīa, marcas] primordialmente, las afecciones del alma, <son>
las mismas para todos, y aquello de lo que éstas [afecciones del alma] son semejanzas, las cosas, también
<son> las mismas”. Aristóteles, “Sobre la interpretación” en Tratados de Lógica (Órganon) II, trad. Miguel
Candel, Madrid, Gredos, 1995, 16a3-9.
51
Para William Whitney el sistema del lenguaje y los elementos que lo componen son signos que van con
las ideas. “[…] toda palabra transmitida es un signo arbitrario y convencional: arbitrario, porque cualquier
otra palabra, entre las miles que emplean los hombres y los millones de que pudieran servirse, hubiera
podido aplicarse la idea; convencional, porque la razón de emplear ésta en vez de la otra, es que la sociedad
a que pertenece el niño la emplea ya. La palabra existe qέsei «por atribución» y no jùsei «por naturaleza»”.
Por lo que Saussure retoma dos elementos que dan sustento al signo: lo arbitrario y lo convencional. Los
signos no están vinculados necesariamente con los conceptos que expresan, son semejantes a los signos
matemáticos con sus conceptos. La diferencia entre Saussure y Whitney está, según afirma el primero, en
que Whitney no indicó que el lenguaje es una institución pura sin ningún punto de comparación con otra
porque no están fundamentados en la naturaleza, siendo esto lo que define a la lengua. Vid. W. Whitney,
“La vida del lenguaje. De cómo el hombre adquiere el lenguaje” en Revista Europa, no. 80, septiembre de
1875, p. 383. Revisado el 20 de febrero 2023 en https://www.filosofia.org/rev/reu/1875/pdf/n080p380.pdf
; F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 114-115.
52
Vid. F. de Saussure, Escritos de lingüística general, pp. 206-207.
53
Vid. E. Bulea, “Nuevas lecturas de Saussure”; F. de Saussure, Escritos de lingüística general, pp. 42-43.
11
Entre significado y significante Efecto del tiempo Cambio de signos Hablante ligado a lengua Oposición
Arbitrario Linealidad del significante Mutable Inmutable Valor
significación
Significación
significación
Concepto
Significado
Significante
Imagen Acústica
Signo Signo
Signo
Unidades pensadas
El signo vincula un concepto y la imagen acústica, siendo dos instancias psíquicas; las
palabras pensadas son imágenes acústicas por lo que no deben reducirse al sonido. Para ser más
precisos, el autor nombra significado y significante a las caras del signo que señalan la oposición
imperante.54 El signo es la unidad total del significante con el significado. Los componentes del
signo son separados por una línea para enfatizar su función y relación. En el esquema anterior
siempre se representa el significado en la parte superior, pero, como Arrivé indica,55 esto no se
debe a un orden estricto ya que, en la metáfora de la hoja de papel, el autor consideró cambiar la
posición. Dos son los principios que intervienen en el signo, la arbitrariedad y el carácter lineal del
significante. Sobre la arbitrariedad Saussure indica: “las diferencias entre lenguas y la existencia
misma de las lenguas diferentes: el significado «bœuf» tiene por significante b-ö-f a un lado de la
frontera y o-k-s (Ochs) al otro”.56 Ante ello, Arrivé indica que el valerse de dos lenguas supone
que el significado es el mismo, lo que contradice lo que Saussure había dicho previamente en torno
a que no existe correspondencia exacta en los términos de una lengua a otra porque no hay ideas
terminadas previas a las palabras.57 Si bien ambas palabras señalan al mismo referente (la cosa en
la realidad) es por azar. Por ello, para Émile Benveniste y Édouard Pichon58 la demostración de la
54
Cf., F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 103-104..
55
Vid. M. Arrivé, En busca de Ferdinand de Saussure, p.60.
56
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 104.
57
Las cosas designadas y las palabras en una operación simple que remite al lenguaje como nomenclatura
que rechaza Saussure. Vid. F. de Saussure, Curso de lingüística general, pp. 99-101.
58
Apud M. Arrivé, En busca de Ferdinand de Saussure, p.71.
12
arbitrariedad del signo en el CLG hecha por Saussure es paradójica, porque incluye al referente (a
la cosa fija), no obstante, sí es una cuestión de tipo necesaria la relación del significado con el
significante. Para Maurice Toussaint,59 en cambio, se trata de un postulado, principio no
demostrado.
El carácter lineal del significante se debe a que éste es de tipo auditivo, por lo que lo afecta
el tiempo, mismo que representa una extensión lineal. Todos los elementos (sintagmas, definidos
como elementos contenidos en un segmento de habla real, es decir unidades de palabra; y
elementos que se encuentran unidos por los que le anteceden y preceden, que remiten a las
unidades de la frase)60 conforman unidades (signos, palabras) que a su vez se encadenan. “Este
carácter aparece inmediatamente cuando se los representa mediante la escritura y se substituye la
sucesión en el tiempo por la línea espacial de los signos gráficos”.61 Así, la temporalidad en los
elementos del lenguaje se expresa en la cadena sonora:
59
Apud Ibid.
60
Vid. F. de Saussure, Escritos de lingüística general, p.64; M. Arrivé, En busca de Ferdinand de Saussure,
p.79.
61
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 108.
62
Ferdinand de Saussure, Escritos de lingüística general, p.106.
13
la linealidad es la condición de la diacronía: “El signo está en condición de alterarse porque se
continua. Lo que domina en toda alteración es la persistencia de la materia antigua”.63
Para el autor, el término de significación es equiparable a valor, sentido, función o uso,
pero es la palabra valor la que tiene el carácter cardinal porque indica la existencia y contraposición
con otros valores; por lo que el signo (concepto e imagen acústica) incluye a la significación; la
relación de los conceptos al ser relacionados genera una significación de pensamiento.64 Frente a
ello, Arrivé detecta un problema, la linealidad sólo afecta a una parte del signo, al significante,
además, los elementos constituyen signos, es decir palabras que se encadenan, pero el problema
es que no se pueden pronunciar dos elementos a la vez, es decir, Saussure coloca en el terreno del
habla al significante como elementos fónicos que lo constituyen, cuando se está analizando el
terreno de la lengua (la linealidad no afecta igual a la palabra que a los fonemas).65 Con lo anterior
se destaca el papel del signo en su carácter social, el discurso permite la reconstrucción permanente
de entidades significantes que se gestan en lo social y transforma los signos heredados en la cultura.
El legado de Saussure
El estructuralismo67 se enfocó principalmente en Europa, surgió como un movimiento que incidió
directamente en el área de las humanidades, en donde Francia jugó un papel principal en los años
cincuenta y en el que el lenguaje tiene una función clave a raíz de las investigaciones de Saussure.
63
F. de Saussure, Curso de lingüística general, p. 113. Aquí se enfatiza que la lengua puede transformarse
sin que los hablantes puedan transformarla.
64
Ibid. pp. 33, 96, 166, 245.
65
M. Arrivé, Lenguaje y psicoanálisis, lingüística e inconsciente. Freud, Saussure, Pichon, Lacan, México,
Siglo, XXI, 1994, pp. 59-61, 67.
66
F. de Saussure, Escritos de lingüística general, p. 253.
67
Para una revisión del estructuralismo se recomienda el texto de François Dosse, Historia del
estructuralismo, 2 vols., trad. M. del Mar Linares, Madrid, Akal, 2004.
14
Esta corriente propone encontrar sistemas de conjunto, conforme a la sincronía, y separarse de las
investigaciones que tratan los fenómenos aislados, mismo que se implementó en diversas áreas del
conocimiento con efectos distintos. Jean Piaget68 identifica dos rasgos principales: un ideal de
intangibilidad intrínseco a partir de considerar que la estructura se basta a sí misma, y la
delimitación de características generales que denoten la estructura. El modelo epistemológico
surge como una reacción a las nociones reduccionistas que se derivaron del positivismo.69
Con Saussure se abre una línea de investigación para reflexionar sobre la función del
lenguaje en otras áreas, tales como la antropología con Claude Lévi-Strauss; el análisis literario
con Roland Barthes, Tzvetan Todorov, Gérard Genette y Julia Kristeva; el psicoanálisis con
Jacques Lacan; la sociología y filosofía de Michael Foucault; la lingüística de Émile Benveniste,
Roman Jakobson, Louis Hjelmslev y Noam Chomsky;70 la sociología de Gilles Lipovetsky; la
filosofía de Luis Althusser, Merleau- Ponty, Jacques Derrida, Paul Ricoeur, Gaston Bachelard,
Jean Baudrillard, Gilles Deleuze, Umberto Eco, entre otros pensadores y teorías que se
enriquecieron de la aportación lingüística del autor. Sirvan de ejemplo algunas propuestas teóricas
en la literatura, la antropología y el psicoanálisis como efecto del vórtice del signo.
Los elementos fundamentales que se encuentran en la lingüística y que se pueden incluir
en otras ciencias son:71
1. La lengua y la palabra; lengua como institución social con un sistema organizado de
signos que expresan ideas, y la palabra como acto personal.
2. El significante y el significado; el significante como representación de la palabra,
imagen acústica que es huella psíquica, el significado como concepto, y el signo como
la unión de ambos elementos.
3. El sistema y el sintagma; el primero es la lengua en su totalidad (fonológico, gramático
y léxico) que se vinculan y están presentes en una oración, y el sintagma —que para
algunos lingüistas es la forma verbal.
68
Jean Piaget, El estructuralismo, ¿Qué sé?, México, Publicaciones Cruz, CONACULTA, 1995, p.6. Para
una revisión sobre los estructuralismos en las diferentes ciencias, el texto en cuestión ofrece una buena
panorámica.
69
Vid. Raúl Eustace, “El estructuralismo como modelo epistémico que busca explicar la realidad social”,
en Revista venezolana Análisis de Coyuntura, vol. XXIV, no. 2. pp. 147-156, 2018.
70
Para una mayor comprensión de las aportaciones en el ámbito de la lingüística conviene revisar el texto
de Cesar González, “De la semiología al análisis del discurso” en Acta Poética 2, 1980, pp. 73-112.
71
Vid. Raúl Eustace, op. cit.
15
4. La denotación y la connotación; la primera es el sentido común, que describe la relación
del signo lingüístico; la connotación es el encuentro del signo con las emociones del
sujeto y los valores culturales, cuando los significados se interpretan desde lo subjetivo.
Jean Piaget afirma que el método estructuralista de investigación es común a diversas áreas,
además de la lingüística y la antropología, a la matemática, la física, biología, psicología y filosofía
al incluir términos fundamentales como totalidad, transformación y autorregulación.72 Por lo
anterior, la estructura se basta a sí misma, pues está compuesta de leyes que se conservan y se
enriquecen en un juego continuo y existe una la relación de las partes con el todo. Veamos a detalle
estos términos: 1. Se define como totalidad porque está conformada por elementos que se
subordinan a leyes del sistema conformando un conjunto, v.gr. los números enteros pertenecen a
un campo más amplio de los números; 2. La transformación indica ser siempre estructurante y
estructurada, si bien Saussure sólo habla de las leyes de oposición y de la sincronía, las nuevas
propuestas reconocen que el sistema de la lengua sincrónico rechaza o acepta innovaciones (idea
imprecisa porque, como vimos, Saussure incluye el cambio por el tiempo), se distinguen los
elementos de la estructura que se ven influidos por las transformaciones y las leyes que las rigen
consideradas como inmutables (muchos estructuralistas antihistóricos sostienen la estructura
intemporal, pero también están los que apuestan por la genealogía de las estructuras, tales como
Gödel); 3. La autorregulación, misma que produce conservación y determinado hermetismo —
pesar de que en la construcción de nuevos elementos hay una autorregulación de las leyes que no
se alteran.
Roland Barthes, en 1964, publicó el artículo “Éléments de sémiologie” en la revista
Communications, en el cual señala que la semiología se centra en los signos, por lo que los gestos,
imágenes, música y objetos complejos participan de los ritos y espectáculos, mismos que son un
sistema de significación. Barthes indica, en la presentación de su artículo, que es muy difícil que
se pueda dar la subordinación de la lingüística a la semiología, como lo proponía Saussure, porque
no hay en la vida social otro sistema comparable en amplitud al del lenguaje humano, pero el
conjunto de los significados no lingüísticos se subordina al lenguaje, siendo esto su condición de
posibilidad.73 La semiología, al trabajar con sustancias no lingüísticas, se dirigirá al lenguaje como
72
Jean Piaget, El estructuralismo, ¿Qué sé?, p.6.
73
Apud C. González, “De la semiología al análisis del discurso”, pp. 73-112,
16
modelo, por ello será por lo que la semiología será una parte de la lingüística al analizar las grandes
unidades significantes. Según César González, las investigaciones semiológicas de los años
sesenta se basan en esta idea; sirva de ejemplo el trabajo de Barthes Le système de la mode (1967),
S/Z (1970) con el análisis del sintagma y el vestidema; Christian Metz en el análisis del lenguaje
del cine, en el que mezcla la teoría de Saussure y el estadio del espejo de Lacan que se encuentra
en textos como Essais sur la signification au cinéma (1968); Claude Bremond, quien utilizó la
metodología estructural y las funciones de Vladimir Propp para analizar el relato en su
cronosintaxis a partir de secuencias de acciones que se extienden a través de una lógica no lineal,
su artículo emblemático es La logique des possibles narratifs, Communications (1966); Tzvetan
Todorov —teórico literario quien en los años setenta publica Teoría de los símbolos (1977), y años
después Simbolismo e interpretación (1978)— quien consideraba que la filosofía del lenguaje era
parte de la semiótica, y más tarde se alejó del estructuralismo en favor de la historiografía.
Para Barthes, la significación se encuentra enmarcada por la significación lingüística y la
semántica, ya sea estructural o generativa, y será de tipo trascendental, inmanente y autónoma a
pesar de que sus unidades mínimas (semas) son objeto de la intuición. Para algunos intérpretes
este seguimiento se da a partir de que en el CLG se afirma que “la lingüística tiene por único y
verdadero objeto la lengua considerada en sí misma y por sí misma”.74 Esta conclusión
corresponde a los editores y no a Saussure, pero marcó la idea de que los elementos políticos,
sociales y contextuales no participan de la lingüística —aunque, como vimos previamente en la
propuesta del autor, lo social sea parte fundamental del lenguaje—; sin embargo, González
sostiene que es la base de gran parte de la lingüística estructural que se centra en la estructura y la
competencia; en el primer caso, el lenguaje es un instrumento de significación que se describe
mecánicamente sin relación con su contexto social, y la competencia refiere al sujeto fuera de las
relaciones sociales y procesos psicológicos, con lo que cae en una abstracción alejada de la historia.
El modelo lingüístico establecido por Barthes en libros como Sur Racine, El sistema de la moda y
Elementos de la semiología, ponen el énfasis en la semiología, aunque tiempo después el mismo
autor afirma alejarse de esta posición:
Al haberme permitido Saussure definir la ideología (al menos yo lo creía así) por el
esquema semántico de la connotación, creí entonces con ardor en la posibilidad de
integrarme a una ciencia semiológica: atravesé un sueño (eufórico) de cientificidad (de
74
F. de Saussure, Curso de lingüística general, op. cit., p. 306.
17
la cual El sistema de la moda y Elementos de semiología son los residuos) […] Si bien
es cierto que la lingüística ofreció el cuadro operatorio de la semiología, ésta sólo se
modificó y profundizó bajo la luz de otras disciplinas, de otros pensamientos, de otras
exigencias: la etnología, la filosofía, el marxismo, el psicoanálisis, la teoría de la
escritura y del texto”.75
De este modo, Barthes establece un tipo de análisis literario estructural que parte de la
propuesta de Saussure, pero que se reconstruye con otras áreas del conocimiento (marxismo,
lingüística, antropología, psicoanálisis, fenomenología, estética y más); así, la lingüística
sobrepasa a la historia como referente principal. La vanguardia está en el cambio del lenguaje
usado para el análisis literario que fractura las interpretaciones clásicas de autores como Raymond
Picard o Philippe Sollers en la enseñanza universitaria francesa, puesto que desde la perspectiva
de Barthes el análisis histórico era insuficiente, por lo que se requería una nueva crítica
multidisciplinar.76 Para 1966, la nueva crítica se exportó a los Estados Unidos en la Universidad
John Hopkins de Baltimore con un simposio sobre Los lenguajes críticos y las ciencias del hombre,
enfocado en el estructuralismo francés, allí participaron R. Barthes, J. Derrida, Lucien Goldmann,
J. Lacan, Tzvetan Todorov, Jean-Pierre Vernant y Serge Dubrovsky, a este simposio le siguieron
cuarenta seminarios más para el análisis de los temas propuestos; con ello se dio origen a un
proyecto de trabajo que en los años setenta tuvo efectos en otra escuela llamada
“postestructuralismo”, con Paul de Man, J. Hill Miller, Geofrey Hartmann y Edward Said. Dicho
concepto se introdujo en Estados Unidos con la ponencia de Derrida Structure, Sign and Play in
the Human Sciences, en la que llevó a cabo una deconstrucción del estructuralismo.
Por otra parte, Claude Levis-Strauss desarrolló una antropología estructuralista, con una
nueva vertiente que se fundamenta en el trabajo de Saussure, el de otros antropólogos, lingüísticas
estadounidenses y formalistas rusos. Reconoce la noción de estructura social en tanto “no se refiere
a la realidad empírica, sino a los modelos construidos de acuerdo con ésta”,77 por lo que los hechos
se simbolizan según el contexto social. El autor afirma que se reduce a una serie de oposiciones
que derivan en un juego de transformaciones: alto-bajo, cielo-tierra, cerca-lejos, izquierda-
75
Jean Thibadeau, “Entrevista a Roland Barthes” en R. Barthes, El proceso de la escritura, Buenos Aires,
Caldén, 1974, pp. 56 - 58.
76
Jaime Moreno, “Polémica y posteridad” en Vuelta, no. 182, enero 1992, México, pp. 27-37. Revisado el
25 de febrero 2023, en https://letraslibres.com/wp-content/uploads/2016/05/Vuelta-
Vol16_182_08PlmPstJMVllr.pdf
77
Claude Lévi- Strauss, Antropología estructural (I), trad. Eliseo Verón, Barcelona, Paidós, 1995. p. 301.
18
derecha, macho-hembra.78 Este mecanismo está en lo real, en el entendimiento y ante
determinadas experiencias de los conceptos que se presentan. La génesis del mito coincide con la
del pensamiento, siendo constitutivo el otro como oposición, a los que especulativamente se da
sentido. Según Eustace, el método estructuralista incluye la etnología para el análisis sincrónico,
el marxismo como elemento teórico para la sociedad y el psicoanálisis respecto de los procesos
inconscientes que están en la base de la estructura social.79
Para Lévi-Strauss, el mito utiliza el lenguaje en la construcción de imágenes y acciones
que dan cuenta en una historia o en acontecimientos sucesivos.80 Estos significantes lingüísticos
se convierten en elementos de significación de un sistema suplementario, por lo que el mito está
en el lenguaje y por encima de éste, que el autor resume de la siguiente manera:
1) Si los mitos tienen un sentido, éste no puede depender de los elementos aislados que
entran en su composición, sino de la manera en que estos elementos se encuentran
combinados. 2) El mito pertenece al orden del lenguaje, del cual forma parte
integrante; con todo, el lenguaje, tal como se lo utiliza en el mito, manifiesta
propiedades específicas. 3) Estas propiedades sólo pueden ser buscadas por encima
del nivel habitual de la expresión lingüística; dicho de otra manera, son de naturaleza
más compleja que aquellas que se encuentran en una expresión lingüística cualquiera.81
Así, el mito tiene unidades que lo constituyen y que, a su vez, incluyen las del lenguaje:
fonemas, morfemas y semantemas, pero en un alto grado de complejidad, por lo que son
reconocidas como unidades mayores. El nivel significativo del mito presenta un discurso
coherente, con relaciones lógicas, se contenido se vuelve significante por las combinaciones de
sus elementos. El idioma conforma el código de primer grado, los mitos en un segundo grado con
mensajes específicos y el análisis de estos es un código de tercer grado que asegura su traducción
entre diversos mitos, mismo que pretende desarrollar el autor, por lo que se vinculan mitos sobre
la base de estructuras comunes. El método para llevar a cabo esto se deriva de tres reglas: 1. El
mito se interpreta con relación a varios niveles de explicación, 2. El mito se debe interpretar
haciendo referencia a otros que conforman un grupo, 3. El grupo de mitos debe interpretarse con
relación a otros grupos de mitos y a las sociedades a las que pertenecen.
78
Apud Pedro Gómez, “La estructura mitológica en Lévi-Strauss” en Teorema, Madrid, vol. VI no.1, 1976,
pp. 119-146.
79
Vid. Raúl Eustace, op. cit.
80
Vid. Pedro Gómez, op. cit.
81
Claude Lévi-Strauss, Antropología estructural (I), p. 233.
19
El análisis de Lévi-Strauss se aboca a dos ámbitos, el de los mitos y el del sistema de
parentesco, e incluye los sistemas de clasificación y pensamiento. Estudia las variantes de un mito
o de las reglas de parentesco y selecciona características fundamentales para dar cuenta del
sistema. Para Eustace, los estructuralistas van contracorriente del subjetivismo, el historicismo, y
la fenomenología porque el sujeto está determinado por estructuras mayores como el lenguaje y el
mito, que tienen por objetivo explicar relaciones sistemáticas en lo particular y lo social al que
llaman “estructuras” que poseen leyes internas.82 En el caso particular de Lévi-Strauss, se enfatiza
que el sujeto no es homogéneo, carece de control absoluto sobre sí mismo y los sistemas en un
juego de transformaciones que determinan al sujeto, la estructura está constituida por el símbolo.83
Para el autor la cultura es el conjunto de sistemas, tales como el lenguaje, las relaciones
económicas, las relaciones de parentesco, el arte, la ciencia y la religión. Cabe destacar el
binarismo en las propuestas de Lévi-Strauss, Barthes y otros, en términos de oposición, que hace
referencia a Saussure; otros estructuralistas retomarían la semiótica de Charles Peirce,84 en la cual
las oposiciones son de tres términos (v.gr. índice-ícono-símbolo, legisigno-sinsigno-cualisigno,
rema-dicente-argumento) entre los que se encuentran Lacan en la relación triádica de los registros
simbólico-real-imaginario. El uso de explicaciones binarias o ternarias se debe a las posiciones
filosóficas de cada autor que selecciona para desarrollar su teoría.
Por último, en el caso de la propuesta de Jacques Lacan se observa una preocupación por
la constitución del sujeto y la participación del inconsciente como eje fundamental de los procesos
psíquicos y su posible intervención en terapia. Para ello recurre a la lingüística de Saussure en
referencia al signo, con la característica de que se enfoca en el significante y coloca a los otros
elementos como parte del lenguaje. Veamos cómo tiene lugar. El lenguaje era un elemento central
que ya había sido reconocido por Sigmund Freud85 cuando analiza la importancia del sueño, el
82
Vid. Pedro Gómez, op. cit.
83
Vid. C. González, op. cit.
84
Para algunos estructuralistas como Todorov sólo se reconocen en la semiología dos vías: la de Peirce,
que se da a partir de los signos no lingüísticos para encontrar el lenguaje, aunque esos signos no pueden
esclarecer de forma precisa el ser del lenguaje, y la de Saussure, en la que se parte de la lengua para estudiar
los otros sistemas. La diferencia para Cesar González estriba en que Saussure se enfoca en un método, y
Peirce en la descripción empírica. Vid. Ibid. pp. 81, 84.
85
Además de ser contemporáneos Freud (1856-1939) y Saussure (1857-1913), Freud llegó a conocer el
Curso de Lingüística General porque corrigió la tesis universitaria de Raymond de Saussure, hijo de
Ferdinand de Saussure, quien se formó como psicoanalista, se analizó con Freud y fue el padre del
psicoanálisis quien realizó el prefacio de su libro titulado La méthode psychanalytique, en el que es citado
20
lapsus y el chiste,86 en los que se presentan identidades y semejanzas, también cuando denota el
papel de lo simbólico en el infante que juega con un carrete acompañado de fonemas (fort-da) para
ordenar la realidad a partir de un juego lingüístico. Estos conceptos son retomados por Lacan para
integrarlos, junto con la lingüística de Saussure, a un nuevo postulado: “El inconsciente es los
efectos que ejerce la palabra sobre el sujeto, la dimensión donde el sujeto se determina en el
desarrollo de los efectos de la palabra, y en consecuencia, el inconsciente está estructurado como
un lenguaje”.87 Así muestra que el inconsciente y el lenguaje son una mismas cosa, en el que la
arbitrariedad entre el significante y el significado impera, siguiendo a Saussure en este último
punto: “El fundamento mismo de la estructura del lenguaje es el significante, que siempre es
material, al que hemos reconocido en el verbum de San Agustín, y el significado. Considerados
uno a uno, están en una relación que se presenta como estrictamente arbitraria”.88 Arrivé enfatiza
una diferencia entre los autores, que consiste en que para Lacan el significante es material en tanto
que se externaliza en el cuerpo como síntoma (huella del símbolo mnémico en Freud), mientras
que para Saussure el significante no está hecho de nada, elemento que el mismo Lacan retomará
cuando afirma que el significante no significa nada.89
Los Escritos y Seminarios de Lacan90 dan cuenta del conocimiento que tenía el autor sobre
Ferdinand de Saussure, en los cuales se muestra que no sólo había leído el texto de CLG, sino
el CLG. Vid. Michel Arrivé, Lenguaje y psicoanálisis, lingüística e inconsciente. Freud, Saussure, Pichon,
Lacan, p. 29.
86
Vid. Sigmund Freud, “La interpretación de los sueños”, en Obras completas, vol. V, trad. José Etcheverry,
Buenos Aires, Amorrortu, 1996; Sigmund Freud, “Psicopatología de la vida cotidiana”, en Obras
completas, vol. VI, trad. José Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu, 1996; Sigmund Freud, “El chiste y su
relación con el inconsciente”, en Obras completas, vol. VIII, trad. José Etcheverry, Buenos Aires,
Amorrortu, 1996; Sigmund Freud, “Más allá del principio del placer”, en Obras completas, vol. XVIII,
trad. José Etcheverry, Buenos Aires, Amorrortu, 1996.
87
J. Lacan, El seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, trad. Juan Luis
Delmont-Mauri y Julieta Sucre, Buenos Aires, Paidós, 1987, p.155.
88
J. Lacan, El seminario 1. Los escritos técnicos de Freud, trad. Rithee Cevasco y Vicente Mira, Buenos
Aires, Paidós, 1988, p. 383.
89
Michel Arrivé, Lenguaje y psicoanálisis, lingüística e inconsciente. Freud, Saussure, Pichon, Lacan,
p.112.
90
Algunas de las referencias directas a Saussure están en: J. Lacan, “Función y campo de la palabra y del
lenguaje en psicoanálisis” en Escritos 1, trad. Tomás Segovia, México, Siglo XXI, 1984, pp. 227- 310; J.
Lacan, “La instancia de la letra en el inconsciente” en Escritos 1, trad. Tomás Segovia, México, Siglo XXI,
1984, pp. 473-509; J. Lacan, “Radiophonie” en Scilicet, 2-3, París, Seuil, 1970, pp.55-99; J. Lacan, El
Seminario 1. Los escritos técnicos de Freud, p.358; J. Lacan, El seminario 3. Las psicosis, trad. Juan-Luis
Delmont y Diana Silva, Buenos Aires, Paidós, 1988, p. 273. Además, podemos añadir el seminario 20 en
el cual se hace eco de los Anagramas: J. Lacan, El seminario 20. Aun, trad. Diana Rabinovich, Delmont-
Mauri y Julieta Sucre, Buenos Aires, Paidós, 1981, pp. 27, 41, 46, 81.
21
también el de los Anagramas,91 tal como lo muestra Arrivéen su trabajo.92 Por lo que parte de los
conceptos sobre el lenguaje en la teoría psicoanalítica están enraizados en la propuesta lingüística
no sólo de Saussure, sino de Benveniste, Jakobson y Hjelmslev, en la filosofía de Heidegger,
Hegel, San Agustín y, además, de la topología, para formar un paradigma único del lenguaje en el
inconsciente y en la conformación del ser humano: “el lenguaje con su estructura pre-existe a la
entrada que hace en él cada sujeto en un momento de su desarrollo mental” y se diferencia del
habla en el que los sujetos manifiestan las funciones psíquicas.93 La función del lenguaje es la de
evocar el goce (sufrimiento asociado al síntoma), el deseo de no desear y, en la medida en que se
habla, el placer interviene para separar el deseo. El ser humano está sujetado al lenguaje, efecto de
la ley de la función paterna en la que el significante incita a la búsqueda continua de otro
significante, del otro que dé respuesta a las preguntas que lo constituyen. El lenguaje tiene carácter
universal y al mismo tiempo se hace presente en cada ser humano,94 le permite obtener un
reconocimiento,95 y es condición de posibilidad de ser sujeto; pero lo más relevante que se deriva
de la propuesta de Saussure en la obra de Lacan es que transforma el esquema del signo al cambiar
de lugar el Significante en la parte superior y el significado en la inferior:
signo = significante
Significante
Barra de resistencia Significación
Punto de capitón
significado
Deslizamiento continuo:
metáfora y metonimia
91
Jean Starobinski, Las palabras bajo las palabras. La teoría de los anagramas de Ferdinand de
Saussure, Barcelona, Gedisa, 1996; este texto que fue publicado en 1964 en la revista Le Mercure de
France y que aparece citado en el texto de Lacan “La instancia de la letra en el inconsciente” en los
Escritos de 1966, p. 483.
92
Vid. Michel Arrivé, Lenguaje y psicoanálisis, lingüística e inconsciente. Freud, Saussure, Pichon, Lacan,
p. 92.
93
J. Lacan, “La instancia de la letra en el inconsciente”, p. 475.
94
Vid. J. Lacan, “Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis”.
95
J. Lacan, El seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, p. 28.
22
significante”;96 el significante es un signo que forma parte del lenguaje y también signo de una
ausencia, el significante en sí mismo o puro es de tipo real97 por lo que no significa nada, es
indestructible y constitutivo.98 La línea que en Saussure representaba un vínculo ahora es una
barrera que limita la función del significante y el significado. Los elementos del significante se
dan a través del orden de los otros significantes para dar sentido.99 Las palabras y las oraciones
(cadenas significantes) generan sentidos que son llamados por Lacan como punto de capitón. La
primacía del significante se denota en el síntoma, el cual es un significante reprimido. El
Diccionario introductorio de psicoanálisis lacaniano afirma que son significantes las palabras, las
unidades más pequeñas como morfemas y fonemas, así como las oraciones. Los fonemas también
son llamados “letra” que conforman la esencia del significante. Además, la relación del sujeto con
el Otro (alteridad radical que se representa en el lenguaje y la ley del Nombre-del-Padre) se da por
medio de los significantes, en donde el Otro es definido como el tesoro de los significantes (el cual
es una reminiscencia del concepto de la lengua en Saussure), que se hace presente a través del
discurso, inicialmente en el estadio del espejo y con el complejo de Edipo que marca la entrada al
campo de lo simbólico. El autor reconoce que es “la lengua”, la subordinación del signo al
significante, lo que lo diferencia del estructuralismo que se aboca a la semiología.100 Por lo que el
trabajo del analista se deberá centrarse en el significante para saber interpretarlo (v.gr. el objeto de
una fobia es un significante).
Para Lacan, el concepto de signo se vuelve marginal, elemento que desaparece en el
algoritmo y que es equiparado al significante, es parte de la cadena discursiva que remite a otro
signo y es definido como lo “que representa algo para alguien”, lo que para Arrivé representa
esbozos del lenguaje de Peirce y el psicoanálisis de André Green, para los cuales el “alguien” se
apropia del lenguaje.101 En el algoritmo, el significado será el efecto de los significantes, según el
96
J. Lacan, “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo” en Escritos 2, trad. Tomás Segovia, México,
Siglo XXI, 1984, p. 799.
97
Según los tres registros lacanianos (Real, Imaginario y Simbólico), lo real remite a lo que está fuera del
lenguaje, aquello que no está simbolizado, el autor lo distingue de la realidad, en la cual la última son
representaciones subjetivas de los campos simbólico e imaginario. Vid. Dylan Evans, Diccionario
introductorio del psicoanálisis lacaniano, Buenos Aires, Paidós, 1998.
98
J. Lacan, El seminario 3. Las psicosis, pp. 238, 271.
99
J. Lacan, Clase 17: El significante y el chiste “El seminario 4. Las relaciones de objeto”, en Zampati,
et.al., Lacan. Seminarios del -1 al 27 sin textos establecidos, Buenos Aires, Folio View 4.1 [CD], s/a.
100
J. Lacan, El seminario 20. Aun, p.123.
101
M. Arrivé, Lingüística y psicoanálisis, México, Benemérita Universidad de Puebla, 1987, pp. 149-150.
23
juego de interrelaciones que mantenga para darle sentido a una oración. Juego de combinaciones
que deriva en la metonimia y la metáfora.102 El vínculo entre significante y significado se da como
un nudo que delimita el orden psíquico del sujeto para establecer estructuras neuróticas con sus
variantes (obsesión, histeria, fobia), psicóticas (melancolía, paranoia, esquizofrenia) o perversas
(fetichismo, sadismo-masoquismo, voyerismo) que se establecen según las intersecciones de los
campos imaginario, simbólico, y real. El cruce entre el significante y el significado, conocido como
punto de capitón, es donde la significación se detiene para dar sentido bajo una función diacrónica
en la que cada término anticipa la construcción del siguiente, y con el ultimo término se cierra la
frase.103 Con esta teoría se muestra que el ser humano se constituye por el lenguaje que lo envuelve
y lo marca para su ingreso al campo de lo simbólico, para ello Lacan se apoya en las aportaciones
de la lingüística que le permiten hacer una exegesis del inconsciente más amplia que la presentada
por Freud sobre el lenguaje.
Conclusiones
El propósito de este texto fue exponer los principales conceptos de la propuesta de Saussure y los
efectos que tuvo en diversas áreas del conocimiento para tener un panorama general de la
importancia de su obra. Las investigaciones de Saussure sobre los diversos idiomas le permitieron
construir una teoría general que abstraía los elementos prácticos del habla, la pluralidad del
discurso, en pro de una sistema de la lengua que traspasó la lingüística, a la que deseaba
transformar para consolidarla como ciencia, y enriqueció las ciencias humanas, desde el análisis
literario, la antropología, la filosofía y el psicoanálisis, hasta la psicología, en la medida que
abordaron las problemáticas de cada área desde un enfoque distinto, lo cual derivó en análisis
interdisciplinarios. Una breve recopilación de sus alumnos con el CLG bastó para mostrar la fuerza
que tenía su proyecto, los conceptos propuestos permearon las teorías existentes en varios campos
y transformaron la metodología; si se hubiera conocido desde un inicio la totalidad de sus
manuscritos o si el autor hubiera publicado su obra, tal vez sus efectos epistemológicos fueran
102
La metáfora se define como el producto de dos significantes, en el cual uno es sustituido por otro según
la estructura sincrónica, el ejemplo está en la función paterna que establece la ley a través del dicho, otro
ejemplo es el síntoma. La metonimia, de tipo diacrónica, es la relación de un significante y otro en la cadena,
en la que se señala una parte del todo, el ejemplo se da en el placer de saber y en el intento de dominar el
goce de los neuróticos. Vid. J. Lacan, “La instancia de la letra en el inconsciente”.
103
J. Lacan, “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo” en Escritos 2, p. 785.
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mayores, jamás lo sabremos. La historia nos muestra el impulso que tuvo el considerar a la lengua
como un sistema de signos que fue interpretado como una estructura que daba cuenta de las
prácticas.104
A grandes rasgos, podemos decir que la propuesta del autor estriba en asumir que la lengua
es parte del lenguaje, mismo que es multiforme, heteróclito y una facultad lingüística. La lengua
es un producto social, general, que, conforme al sistema de signos, nos permite comprendernos, el
sistema se da por las relaciones de oposición y asociación entre los elementos, este sistema social
es lo que le interesa al autor al investigar más allá de las contingencias culturales e históricas que
intervienen en el habla. El concepto de habla o discurso utiliza el código de la lengua, es de tipo
individual y se usa a voluntad, siendo este el motor que permite la evolución de la lengua, la
condición de posibilidad de la diacronía lingüística. El signo se compone de significado (concepto)
y significante (imagen acústica- palabra pensada) que consta de dos principios: la arbitrariedad del
signo y la linealidad del significante. Por lo que en la primera se trata de una asociación convenida
socialmente y en la linealidad se manifiesta la temporalidad en el significante que representa una
extensión que se ejemplifica con las palabras escritas. La cadena de estos signos se interrelaciona
por oposición para derivar en una significación, el conjunto de signos conforma el sistema.
La trascendencia de su proyecto se ostenta en muchas áreas del conocimiento, pero para
este artículo se retomaron brevemente a tres autores: Roland Barthes, Claude Lévi-Strauss y
Jacques Lacan. Barthes fracturó los cánones establecidos con los que se había hecho análisis
literario al proponer un trabajo interdisciplinario de vertientes como el estructuralismo, el
marxismo y el psicoanálisis, entre otros, en que se centraban en la semiología, y posteriormente
en una posición más amplia para determinar los principios que subyacen a las prácticas discursivas
y las relaciones imperantes en los elementos del texto. Para Lévi-Strauss el mito está en el lenguaje
y, a su vez, está por encima de él en la medida que se expresa en diversos relatos, pero constituye
un sistema en el que se delimitan sus elementos por abstracción de otros mitos, de modo tal que
los múltiples mitos se mantienen en relación. Lacan reconfigura los conceptos propuestos por
Saussure en la teoría psicoanalítica para delimitar el trabajo de los analistas en el discurso
terapéutico, bajo una reconstrucción del sujeto a la luz de inconsciente conformado por el lenguaje.
104
Piaget nos indicó que, según el área, para algunos exégetas se trataba de una estructura trascendente e
inmóvil (lingüística sincrónica o estática), mientras que para otros era más dinámico (lingüística diacrónica
o evolutiva), lo cierto es que el concepto de sistema se equipara al de estructura. Tuvo mayor peso la
sincrónica por considerarse más sistemática.
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Esta pequeña muestra denota el impacto que tuvo Saussure en las ciencias humanas, seguir sus
huellas nos permitirá tener una mejor comprensión de las diversas propuestas epistemológicas y
enfatizar la función de la interdisciplina para la incidencia de los problemas por resolver, por lo
que el texto es una invitación para seguir otros caminos.
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