Acc Inc 2015 8 Demanda
Acc Inc 2015 8 Demanda
Acc Inc 2015 8 Demanda
8/2015
PROMOVENTE: COMISIÓN NACIONAL
DE DERECHOS HUMANOS
VISTO BUENO
SR. MINISTRO
PONENTE: MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA
COTEJÓ
SECRETARIO: MIGUEL ANTONIO NÚÑEZ VALADEZ
SENTENCIA
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Constitución, señala que debe calificarse como infundado. Ello dado que
si bien el precepto impugnado no establece una definición de víctima
acorde a la establecida por el artículo 4 de la Ley general, ello no motiva
su invalidez sino que –en atención al principio de especialidad– la norma
especial debe prevalecer sobre la ley general.
b) Así, la Ley de Atención a Víctimas para el Estado de Michoacán de
Ocampo, complementaria a la Ley General de Víctimas, son las que
deben aplicarse en la protección y garantía de los derechos de las
víctimas del delito y de las violaciones de derechos humanos.
c) En segundo lugar, argumenta que no está de acuerdo con lo sostenido
por la promovente en el sentido de que el aislamiento equivale a tratos
crueles, inhumanos o degradantes ya que por sus condiciones, duración
y efectos, pone en una situación de vulnerabilidad a la persona sobre la
que se aplica y se opone a la protección integral e interés superior del
adolescente como persona en desarrollo son infundados.
d) Ello, dado que la medida establecida en el artículo 11, fracciones XIX y
XX, del Código permite el aislamiento de adolescentes como medida
disciplinaria, pero siendo esta constitucionalmente razonable. Lo
anterior, en razón de que se establece como último recurso para los
casos en que sea estrictamente necesario con fines determinados.
Además, que en ningún caso implica incomunicación por lo que no se
somete al menor a torturas ni otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes como lo sostiene la promovente.
e) En este sentido, señala que bajo un test de proporcionalidad, la norma
persigue una finalidad válida como lo es evitar o resolver actos de
violencia grave, generalizada o amotinamiento. Además, es una medida
idónea y necesaria para conseguir el fin perseguido puesto que el
aislamiento es la única medida que puede evitar que una situación de
violencia grave o amotinamiento escale y tenga como consecuencia el
daño a la vida o integridad de otras personas. Finalmente, es una medida
razonable ya que pondera adecuadamente los bienes y derechos en
juego en tanto que permite la restricción temporal al derecho de un
menor en aras de proteger los derechos de la colectividad del centro.
f) Contrario a lo que aduce la promovente, sostiene que de la transcripción
de los artículos 23, fracciones VI y VII, 24 y 33, último párrafo, del Código
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II. COMPETENCIA
13. Así las cosas, esta Suprema Corte tiene a esas disposiciones como
efectivamente impugnadas y susceptibles de ser analizadas a partir de este
medio de control de constitucionalidad. Primero, porque todas esas
disposiciones son normas generales y, segundo, porque fueron emitidas a
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14. Al respecto, de acuerdo con los precedentes de esta Suprema Corte (siendo
los últimos las acciones de inconstitucionalidad 11/2015 y 28/2015, falladas
el veintiséis de enero del dos mil dieciséis, y la acción de inconstitucionalidad
96/2014 y su acumulada 97/2014, fallada el once de agosto de dos mil
dieciséis), se considera que la emisión de una legislación en su integridad
debe categorizarse como un diverso acto legislativo que da pie a la
presentación de una acción de inconstitucionalidad, al haber sido intención
del Congreso Local la emisión de toda una nueva normatividad en la materia
1 Decreto por el que se expide el Código De Justicia Especializada Para Adolescentes del
Estado De Michoacán (transitorios):
“PRIMERO. El presente Decreto entrará en vigor en la misma fecha que señale la Declaratoria para
el nuevo sistema de justicia penal publicado en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del
Estado de Michoacán.
SEGUNDO. Se abroga la Ley de Justicia Integral para Adolescentes del Estado de Michoacán al
momento de entrar en vigor el presente Decreto, publicada en el Periódico Oficial del Gobierno
Constitucional del Estado de Michoacán, mediante Decreto 88 publicado el 16 de enero del 2007, en
el tomo CXL, núm. 54. [...]”.
2 En relación con esta delimitación de la litis, es importante resaltar que lo previsto en los artículos
reclamados 8 (incorporación del concepto de víctima), 11, fracciones XIX y XX (precisión de cuándo
es aplicable la medida de aislamiento y los derechos de los adolescentes y adultos jóvenes sujetos
a medidas); 23, fracciones VI y VII (detención de menor en caso de flagrancia y presunción de
minoridad, así como los deberes de las autoridades en contacto con menores); 24 (prohibición de
exposición pública de menores); 28 (delimitación de supuestos en los que aplica la detención
provisional e internamiento); 42 (incorporación de casos de flagrancia y detención de persona por
hecho que requiera querella de parte ofendida); y 50 del mencionado Código (incorporación del
procedimiento bajo los principios del nuevo sistema penal) no tienen contenido asimilable en la
legislación abrogada. Por su parte, si bien la Ley abrogada contenía normativa relacionada a lo
previsto en los actuales artículos 56, 85, 113, 114, 115, 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124
re II, 212, 213 y 214 (en éstos se precisan conceptos, duración y finalidad de las medidas), se reitera
que no por ello se vuelve inviable la acción de inconstitucionalidad. Como se mencionó, al ser una
abrogación de toda la legislación anterior, todos los contenidos normativos impugnados responden
a la existencia de un nuevo acto legislativo. Además, dado que al haberse incluido en el nuevo código
una diferente precisión sobre los requisitos para la aplicabilidad y los supuestos en los que se impone
internamiento preventivo (artículo 56); regulación distinta sobre el servicio a favor de la comunidad
(artículo 85); precisión del concepto de medida de internamiento, supuestos en los que aplica y
finalidad (artículo 113); precisión de la aplicación de las medidas de internamiento, a excepción del
domiciliario, en centros de internamientos (artículo 114); supuesto en que la autoridad se percate
que el adolescente o adulto joven tiene alguna enfermedad o discapacidad mental (artículo 115);
internamiento domiciliario(artículos 116 y 117); internamiento en tiempo libre (artículos 118, 119 y
120) e internamiento permanente (121, 122, 123 y 124), se considera que los artículos impugnados
se tratan materialmente de normas con ámbitos de aplicación, contenido y regulación diferenciada
que sus predecesoras.
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IV. OPORTUNIDAD
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V. LEGITIMACIÓN
19. El artículo 105, fracción II, inciso g), de la Constitución Federal dispone que
la Comisión Nacional de Derechos Humanos está facultada para interponer
acciones de inconstitucionalidad en contra de leyes de carácter federal,
estatal y del Distrito Federal que vulneren los derechos humanos
consagrados en esa Constitución y en los tratados internacionales de los que
México sea parte 5.
5 “Artículo 105.- La Suprema Corte de Justicia de la Nación conocerá, en los términos que señale la
ley reglamentaria, de los asuntos siguientes: […]
II.- De las acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto plantear la posible contradicción
entre una norma de carácter general y esta Constitución. […]
g) La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en contra de leyes de carácter federal o de las
entidades federativas, así como de tratados internacionales celebrados por el Ejecutivo Federal y
aprobados por el Senado de la República, que vulneren los derechos humanos consagrados en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que México sea parte. Asimismo, los organismos
de protección de los derechos humanos equivalentes en las entidades federativas, en contra de leyes
expedidas por las Legislaturas; […]”.
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21. La demanda fue signada por Luis Raúl González Pérez, en su carácter de
Presidente en ese momento. Este cargo se acreditó con la copia certificada
de la constancia firmada por el Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara
de Senadores, en la que se comunica que la citada cámara lo eligió como
Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos por un lapso
de cinco años, el cual comprende del dieciséis de noviembre de dos mil
catorce al quince de noviembre del dos mil diecinueve. Al respecto, se tiene
que los artículos 15, fracciones I y XI, de la Ley de la Comisión Nacional de
los Derechos Humanos6 y 18 de su reglamento Interno 7 establecen que la
representación de la mencionada institución corresponde justamente a su
Presidente.
6 “Artículo 15. El Presidente de la Comisión Nacional tendrá las siguientes facultades y obligaciones:
I. Ejercer la representación legal de la Comisión Nacional; […] XI.- Promover las acciones de
inconstitucionalidad, en contra de leyes de carácter federal, estatal y del Distrito Federal, así como
de tratados internacionales celebrados por el Ejecutivo Federal y aprobados por el Senado de la
República, que vulneren los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales de los que México sea parte, y […]”.
7 “Artículo 18. (Órgano ejecutivo). La Presidencia es el órgano ejecutivo de la Comisión Nacional.
Está a cargo de un presidente, al cual le corresponde ejercer, de acuerdo con lo establecido en la
Ley, las funciones directivas de la Comisión Nacional y su representación legal”.
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24. Sin embargo, es necesario hacer una aclaración previa de gran relevancia
respecto a que no se actualiza ninguna causal de sobreseimiento, para
efectos del análisis de los conceptos de invalidez. El Código Local impugnado
fue emitido el veintiséis de diciembre de dos mil catorce, ordenándose que
entrara en vigor al mismo tiempo que la Declaratoria de Incorporación al
nuevo Sistema de Justicia Penal en el Estado de Michoacán, en términos de
su primer artículo transitorio8. Dicha declaratoria se publicó el mismo día
veintiséis de diciembre de dos mil catorce, estableciéndose el inicio del
sistema penal de manera gradual y progresivamente a partir de distritos
judiciales (empezando el siete de marzo de dos mil quince)9.
8 Transitorio del Código de Justicia Especializada para Adolescentes del Estado de Michoacán
“PRIMERO. El presente Decreto entrará en vigor en la misma fecha que señale la Declaratoria para
el nuevo sistema de justicia penal publicado en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del
Estado de Michoacán”.
9 “Gobernador del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo, a todos sus habitantes hace
saber: El H. Congreso del Estado, se ha servido dirigirme el siguiente:
DECRETO EL CONGRESO DE MICHOACÁN DE OCAMPO DECRETA:
NÚMERO 463
ARTÍCULO UNICO. Se aprueba la Declaratoria de incorporación del Sistema Penal Acusatorio y de
inicio de vigencia del Código Nacional de Procedimientos Penales en el Estado de Michoacán, para
quedar en los siguientes términos:
DECLARATORIA
Artículo Primero. En cumplimiento a lo disppuesto por el Artículo Segundo Transitorio, párrafo
tercero, del Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se declara que el Sistema Procesal Penal Acusatorio,
previsto en los artículos 16, párrafos segundo y decimotercero, 17, párrafos tercero, cuarto y sexto,
19, 20 y 21, párrafos tercero y séptimo, de la Constitución de la República, ha quedado incorporado
en la Constitución Política del Estado de Michoacán de Ocampo y en la legislación secundaria
aplicable en la materia. En consecuencia, las garantías consagradas en los artículos antes indicados,
regulan la forma y términos en que se substanciarán los procedimientos penales, a partir de la
entrada en vigor del sistema penal acusatorio, en las diferentes regiones judiciales del Estado, de
forma gradual, en las fechas siguientes:
I. El 7 de marzo de 2015, en la región de Morelia, que comprende los distritos de Morelia, Pátzcuaro
y Zinapécuaro; y, en la región de Zitácuaro, que comprende los distritos de Hidalgo, Huetamo,
Maravatío y Zitácuaro.
II. El 3 de agosto de 2015, en la región de Zamora, que comprende los distritos de Jiquilpan, La
Piedad, Los Reyes, Puruándiro, Sahuayo, Tanhuato, Zacapu y Zamora; y, en la región de Uruapan,
que comprende los distritos de Ario, Tacámbaro y Uruapan; y,
III. El 9 de mayo de 2016, en la región de Lázaro Cárdenas, que comprende los distritos de Arteaga,
Coahuayana y Lázaro Cárdenas; y, en la región de Apatzingán, que comprende los distritos de
Apatzingán y Coalcomán.
Artículo Segundo. En cumplimiento a lo previsto en el artículo Segundo Transitorio del Código
Nacional de Procedimientos Penales, publicado en el Diario Oficial de la Federación el día 5 de
marzo de 2014, se declaran los términos de la entrada en vigor del Código Nacional de
Procedimientos Penales en la Entidad, de forma gradual y regional, en las fechas siguientes:
I. El 7 de marzo de 2015, en la región de Morelia, que comprende los distritos de Morelia, Pátzcuaro
y Zinapécuaro; y, en la región de Zitácuaro, que comprende los distritos de Hidalgo, Huetamo,
Maravatío y Zitácuaro;
II. El 3 de agosto de 2015, en la región de Zamora, que comprende los distritos de Jiquilpan, La
Piedad, Los Reyes, Puruándiro, Sahuayo, Tanhuato, Zacapu y Zamora; y, en la región de Uruapan,
que comprende los distritos de Ario, Tacámbaro y Uruapan; y,
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III. El 9 de mayo de 2016, en la región de Lázaro Cárdenas, que comprende los distritos de Arteaga,
Coahuayana y Lázaro Cárdenas; y, en la región de Apatzingán, que comprende los distritos de
Apatzingán y Coalcomán.
Artículo Tercero. Se abroga el Código de Procedimientos Penales del Estado de Michoacán
publicado el 31 de agosto de 1998 en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del Estado de
Michoacán de Ocampo, rigiendo únicamente para los asuntos o causas iniciados con anterioridad a
la entrada en vigor del Código Nacional de Procedimientos Penales, conforme a la gradualidad
establecida en el Artículo Segundo de este Decreto.
Artículo Cuarto. Se abroga el Código de Procedimientos Penales del Estado de Michoacán de
Ocampo, publicado el 13 de enero del 2012 en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del
Estado de Michoacán de Ocampo, y sus reformas de 19 de febrero de 2013 y 31 de enero de 2014.
Este Código seguirá rigiendo en lo relativo a la facultad de no inicio de la investigación, archivo
temporal y aplicación de los criterios de oportunidad en el ejercicio de la acción penal; acuerdos
reparatorios y suspensión del proceso a prueba; procedimiento abreviado; y, recurso de revisión;
únicamente para los asuntos iniciados durante su vigencia y con anterioridad a la entrada en vigor
del Código Nacional de Procedimientos Penales, conforme a la gradualidad establecida en el Artículo
Segundo de este Decreto.
TRANSITORIOS
PRIMERO. El presente Decreto entrará en vigor el día siguiente de su publicación en el Periódico
Oficial del Gobierno Constitucional del Estado de Michoacán de Ocampo.
SEGUNDO. Las disposiciones del Código Nacional de Procedimientos Penales regirán la
sustanciación de los procedimientos penales relacionados con los hechos que ocurran a partir de la
entrada en vigor del Sistema Procesal Penal Acusatorio. No procederá la acumulación de procesos
sobre hechos previstos en la ley como delitos, cuando alguno de ellos esté sometido al Código
Nacional de Procedimientos Penales y otro al del Código de Procedimientos Penales del Estado de
Michoacán publicado el 31 de agosto de 1998 en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del
Estado de Michoacán de Ocampo.
TERCERO. Las diligencias o actos procedimentales que se realicen en algún lugar del Estado, en
que conforme a la gradualidad establecida en este Decreto aún no opere el Sistema Procesal Penal
Acusatorio, deberán desahogarse conforme a las disposiciones del mismo, si derivan de un
procedimiento donde ya se aplique éste.
CUARTO. Cuando un asunto se inicie en una región y se hubiesen realizado diligencias o actos
procedimentales en ésta, se seguirá conforme al ordenamiento que se aplicó, independientemente
que por razón de competencia corresponda a otra región cuyo sistema procesal penal sea diferente.
[…]”.
10 Conteido del respectivo precepto constitucional a raíz de dicha reforma de dos de julio de dos mil
quince (este inciso sufrió una modificación posterior que no incide en el supuesto normativo aquí
analizado):
“Art. 73.- El Congreso tiene facultad:
[…]
XXI.- Para expedir:
[…]
(REFORMADO, D.O.F. DOS DE JULIO DE DOS MIL QUINCE)
c) La legislación única en materia procedimental penal, de mecanismos alternativos de
solución de controversias, de ejecución de penas y de justicia penal para adolescentes, que
regirá en la República en el orden federal y en el fuero común. […]”.
11 Transitorios de la reforma constitucional de dos de julio de dos mil quince:
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“PRIMERO. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial
de la Federación.
SEGUNDO. El Congreso de la Unión dentro de los 180 días naturales siguientes a la publicación de
este Decreto en el Diario Oficial de la Federación, deberá expedir la legislación nacional en materia
de justicia para adolescentes, previendo las disposiciones transitorias necesarias para diferenciar el
inicio de su vigencia, en función de la etapa del proceso de implementación del Sistema Procesal
Penal Acusatorio en que se encuentren. En razón de lo anterior, se abroga la Ley Federal de Justicia
para Adolescentes, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de diciembre de 2012.
La Ley para el Tratamiento de Menores Infractores para el Distrito Federal en materia de Fuero
Común y para toda la República en materia de Fuero Federal, así como la legislación vigente en
materia de justicia para adolescentes expedida por las Legislaturas de los Estados y la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal, continuarán en vigor hasta que inicie la vigencia de la legislación
nacional que expida el Congreso de la Unión conforme al presente Decreto.
TERCERO. Los procedimientos de justicia para adolescentes y la ejecución de las medidas
sancionadoras, iniciados con anterioridad a la entrada en vigor de la legislación nacional que
establece el presente Decreto, serán concluidos conforme a las disposiciones vigentes al momento
de iniciarse dichos procedimientos y ejecución de medidas sancionadoras”.
12 Transitorios de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes:
“Artículo Primero. Vigencia
Para los efectos señalados en el párrafo tercero del artículo segundo transitorio del Decreto por el
que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008, se declara que la
presente legislación incorpora el Sistema Procesal Penal Acusatorio y entrará en vigor el 18 de junio
de 2016.
Los requerimientos necesarios para la plena operación del Sistema Integral de Justicia Penal para
Adolescentes deberán estar incorporados en un plazo no mayor a tres años a partir de la fecha de
entrada en vigor del presente Decreto”.
“Artículo Segundo. Abrogación
Se abroga la Ley para el Tratamiento de Menores Infractores para el Distrito Federal en Materia
Común y para toda la República en Materia Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación
el 24 de diciembre de 1991 y sus posteriores reformas.
Se abrogan también las leyes respectivas de las entidades federativas vigentes a la entrada en vigor
del presente Decreto, para efectos de su aplicación en los procedimientos penales para adolescentes
iniciados por hechos que ocurran a partir de la entrada en vigor de la presente Ley”.
“Artículo Tercero. Carga cero
Los procedimientos penales para adolescentes que a la entrada en vigor del presente ordenamiento
se encuentren en trámite, continuarán su sustanciación de conformidad con la legislación aplicable
en el momento del inicio de los mismos”.
“Artículo Cuarto. Mecanismos de la revisión de las medidas de privación de libertad
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
27. Por su parte, en los siguientes artículos tercero y cuarto transitorios de la Ley
Nacional se mandató que todos los procedimientos penales para
adolescentes que estuvieren en trámite se seguirían substanciado conforme
a la legislación aplicable en el momento de inicio de los mismos y que, todas
las medidas de privación de la libertad de adolescentes decretaras por
mandamiento judicial en los procedimientos iniciados con anterioridad a la
emisión de la ley nacional, podían ser revisadas conforme a las disposiciones
del nuevo sistema de justicia para adolescentes, aplicando siempre las
disposiciones que más beneficien.
28. Así las cosas, es evidente que la legislación reclamada se emitió previamente
a la modificación constitucional que federalizó la normatividad en materia de
justicia para adolescentes y, si bien, con la expedición de la respectiva ley
nacional se abrogaron implícitamente las legislaciones locales en la materia,
se dispuso expresamente que esa normatividad local seguiría teniendo
efectos para los hechos ocurridos durante su vigencia y que los
procedimientos penales en trámite concluirían conforme a esa legislación
aplicada.
29. Por ende, esta Suprema Corte entiende que si bien se federalizó la materia
de justicia para adolescentes con posterioridad a la emisión de la legislación
cuestionada (no concurre pues un problema de invasión de competencias13),
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
31. Se insiste, dados los referidos transitorios de la Ley Nacional del Sistema
Integral de Justicia para Adolescentes, las legislaciones locales continúan
rigiendo para los hechos surgidos con anterioridad a la emisión de esa ley
nacional; es decir, conforme al artículo segundo transitorio de tal ley general
del sistema para adolescentes, la abrogación de las leyes locales sólo es para
“efectos de su aplicación en los procedimientos penales para adolescentes
iniciados por hechos que ocurran a partir de la entrada en vigor de la presente
Ley”; por tanto, las normas reclamadas siguen teniendo efectos para
michoacano incorporar las reglas de ese Código Nacional para regular ciertos aspectos procesales
de ese sistema de justicia especializada.
14 Recientemente, en cuanto al tema de cesación de efectos, en un asunto que involucró también
regulación de los derechos de niños, niñas y adolescentes, en la acción de inconstitucionalidad
39/2015, fallada el siete de junio de dos mil dieciocho, este Tribunal Pleno decidió que no se
actualizaba la cesación de efectos del artículo 86, fracción XIV, impugnado de la Ley de los Derechos
de las Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Aguascalientes (que establecía que los niñas,
niños y adolescentes no serían expuestos a los medios de comunicación sin que mediara el
consentimiento que establezca la ley correspondiente), a pesar de haber sido reformado con
posterioridad a la presentación de la demanda. Lo anterior es así, toda vez que esa norma estuvo
vigente y, consecuentemente, la declaratoria de inconstitucionalidad podía tener efectos retroactivos
al ser materia penal (en particular, la declaratoria de invalidez podía generar efectos en los
respectivos procesos penales).
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
32. Misma situación ocurre para las normas reclamadas que prevén definiciones
o principios generales de la legislación (pues esas disposiciones rigen para
la aplicabilidad de toda la ley en procesos iniciados o futuros) o para los
preceptos reclamados que imponen reglas relativas a las detenciones en
flagrancia, toda vez que no se conocen los efectos concretos de tales normas
que puedan verse incididos por la posible declaratoria de inconstitucionalidad.
29
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
34. Cabe resaltar que este caso difiere de lo resuelto por esta Suprema Corte el
trece de agosto de dos mil quince en la acción de inconstitucionalidad
41/2013. En ese asunto, se decidió sobreseer la acción por lo que hace al
artículo 243 del Código Penal del Estado de Tlaxcala, que establecía una
modalidad del delito de aborto 17.
35. Para la mayoría de integrantes del Pleno, cesaban los efectos de ese
precepto a pesar de tratarse de una disposición relacionada con la materia
penal. Lo anterior es así, porque ese tipo penal sufrió una reforma posterior
a la presentación de la demanda (para incluir nuevamente la causa de
excluyente de responsabilidad que motivó la presentación de la acción) y,
conforme a los principios generales del derecho, esa nueva disposición era
la más favorable para las personas, por lo que al haberse eliminado el
supuesto de punibilidad que se cuestionaba debía entonces estimarse que la
16 Tesis aislada P. IV/2014 (10a.), Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época,
Libro 4, Marzo de 2014, Tomo I, Página 227.
17 Así lo resolvió el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por mayoría de ocho votos
de los señores Ministros Gutiérrez Ortiz Mena apartándose de algunas consideraciones, Cossío Díaz
apartándose de algunas consideraciones, Franco González Salas, Zaldívar Lelo de Larrea
apartándose del tema de los informes, Pardo Rebolledo, Silva Meza, Medina Mora I. y Pérez Dayán.
El señor Ministro Presidente Aguilar Morales votó en contra. Los señores Ministros Gutiérrez Ortiz
Mena, Cossío Díaz y Zaldívar Lelo de Larrea anunciaron sendos votos concurrentes. Las señoras
Ministras Margarita Beatriz Luna Ramos y Olga Sánchez Cordero de García Villegas no asistieron a
la sesión de trece de agosto de dos mil quince, la primera por desempeñar una comisión de carácter
oficial y la segunda previo aviso a la Presidencia.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
37. En suma, se considera que no nos encontramos ante los mismos supuestos
fácticos y normativos de la acción de inconstitucionalidad 41/2013, por lo que
no existe criterio vinculante sobre la cesación de efectos. Por ende, como se
adelantó, se pasa al estudio de los conceptos de invalidez.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
39. La razón para estudiar de esta forma los conceptos de invalidez consiste en
dotar a la sentencia de una coherencia en cuanto a los temas que se van a
analizar, empezando por aquéllos que tienen una incidencia desde el inicio
del procedimiento penal (como las detenciones, reglas de minoridad y plazos
para la sujeción al proceso); para posteriormente estudiar la regularidad
constitucional de todas aquellas medidas que se le pueden aplicar a los
sujetos de la ley (cautelares, definitivas o disciplinarias) y, finalizar, con un
tema más genérico como la definición de víctima en la legislación local en el
sistema de justicia penal para adolescentes. Con estas aclaraciones, se pasa
entonces al estudio de fondo.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
43. Por otro lado, se argumenta que el último párrafo del artículo 42 incurre en
las siguientes deficiencias constitucionales:
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
VIII.1.
Análisis de los artículos 23, fracciones VI y VII, y 24 del Código Local
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
Artículo 24. Los agentes de las policías por ningún motivo podrán exhibir
o exponer públicamente a las niñas, niños y adolescentes, así como
publicar o divulgar toda grabación, filmación, imagen o cualquier otra
información relacionada con los mismos.
35
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
la autoridad policial detener a niños y niñas por supuesta flagrancia, así como
retenerlos, custodiarlos y ponerlos a disposición del Ministerio Público
Especializado.
49. El presente estudio debe partir de la premisa de que los niños, niñas y
adolescentes gozan de una especial protección en nuestro ordenamiento
constitucional. Esta protección deriva tanto del contenido formal de la propia
Constitución General y de los tratados internacionales como de la
interpretación que han tomado diversos órganos regionales e internacionales
sobre las reglas y principios constitucionales y convencionales que rigen los
derechos humanos de este grupo de personas.
50. En relación con todo este marco jurídico, es importante resaltar que no es la
primera ocasión en que este Tribunal Pleno se enfrenta a un problema que
involucra la interpretación del sistema de justicia penal para adolescentes.
Por lo menos en dos acciones de inconstitucionalidad, hemos sentado
importantes premisas sobre el alcance de los derechos que le corresponden
a los niños, niñas y adolescentes que son objeto del ius puniendi estatal en
materia penal y la regularidad constitucional de diversas medidas que les
afectan durante la investigación penal y/o durante el proceso judicial.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
52. Así las cosas, lo primero que debe resaltarse es que las notas que distinguen
esencialmente al actual sistema de justicia para adolescentes derivan, en
principio, del artículo 18, párrafos cuarto, quinto y sexto, de la Constitución
General a partir de la recién citada modificación de doce de diciembre de dos
mil cinco. Previo a esa reforma, se establecía que la Federación y los Estados
establecerían instituciones especiales para el tratamiento de menores
infractores. Con la modificación, el Poder Constituyente implementó un
sistema integral especializado de justicia juvenil, el cual rige hasta nuestros
días con ciertos cambios en cuanto a los derechos de los adolescentes y
alcances del propio sistema que se introdujeron en reformas posteriores. El
texto constitucional vigente es el que a continuación se transcribe 18:
Artículo 18.- Sólo por delito que merezca pena privativa de libertad
habrá lugar a prisión preventiva. El sitio de ésta será distinto del que se
destinare para la extinción de las penas y estarán completamente
separados.
El sistema penitenciario se organizará sobre la base del respeto a los
derechos humanos, del trabajo, la capacitación para el mismo, la
educación, la salud y el deporte como medios para lograr la reinserción
del sentenciado a la sociedad y procurar que no vuelva a delinquir,
observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres
compurgarán sus penas en lugares separados de los destinados a los
hombres para tal efecto.
La Federación y las entidades federativas podrán celebrar convenios
para que los sentenciados por delitos del ámbito de su competencia
extingan las penas en establecimientos penitenciarios dependientes de
una jurisdicción diversa.
La Federación y las entidades federativas establecerán, en el
ámbito de sus respectivas competencias, un sistema integral de
justicia para los adolescentes, que será aplicable a quienes se
atribuya la comisión o participación en un hecho que la ley señale
como delito y tengan entre doce años cumplidos y menos de
dieciocho años de edad. Este sistema garantizará los derechos
18 Posterior a la modificación constitucional de dos mil cinco, por lo que hace al ámbito regulatorio
del sistema de justicia penal para adolescentes (párrafos cuarto y sexto del artículo 18
constitucional), se han dado dos reformas: el dos de julio de dos mil quince y el veintinueve de enero
de dos mil dieciséis. Se hace el estudio de constitucionalidad con el texto vigente del artículo 18 de
la Constitución General, pues su contenido es el que debe regir hacia futuro y, aun cuando este texto
no hubiere sido el que se encontraba en vigor al momento de expedirse el Código de Justicia
Especializada para Adolescentes del Estado de Michoacán (veintiséis de diciembre de dos mil
catorce), se insiste, los elementos esenciales que rigen nuestra decisión se encuentran presentes
desde el dos mil cinco, además de que el contenido actual es el que más beneficia a las personas.
37
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
38
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
Artículo 19. Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que su
condición de menor requieren por parte de su familia, de la sociedad y el
Estado.
Artículo 37
Los Estados Partes velarán por que:
a) Ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes. No se impondrá la pena capital ni la de prisión
perpetua sin posibilidad de excarcelación por delitos cometidos por
menores de 18 años de edad;
b) Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La
detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de
conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último
recurso y durante el período más breve que proceda;
c) Todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto
que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que
se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad. En
particular, todo niño privado de libertad estará separado de los adultos, a
menos que ello se considere contrario al interés superior del niño, y tendrá
derecho a mantener contacto con su familia por medio de correspondencia
y de visitas, salvo en circunstancias excepcionales;
d) Todo niño privado de su libertad tendrá derecho a un pronto acceso a
la asistencia jurídica y otra asistencia adecuada, así como derecho a
impugnar la legalidad de la privación de su libertad ante un tribunal u otra
autoridad competente, independiente e imparcial y a una pronta decisión
sobre dicha acción.
Artículo 40
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño de quien se
alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se acuse o declare
culpable de haber infringido esas leyes a ser tratado de manera acorde
con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, que fortalezca el
respeto del niño por los derechos humanos y las libertades fundamentales
de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del niño y la
importancia de promover la reintegración del niño y de que éste asuma
una función constructiva en la sociedad.
2. Con este fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los
instrumentos internacionales, los Estados Partes garantizarán, en
particular:
39
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
54. Normas que, a su vez, deben valorarse en conjunto con otras disposiciones
y resoluciones de carácter internacional que forman parte de lo que es
conocido en el derecho internacional como corpus juris en materia de niñez.
40
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
55. Este corpus juris se integra, entre otras, por las Reglas Mínimas de las
Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores (en adelante
“Reglas de Beijing”)19, las Reglas sobre Mínimas de las Naciones Unidas
sobre las Medidas No Privativas de la Libertad (en adelante “Reglas de
Tokio”)20, las Reglas para la protección de menores privados de la libertad
(en adelante “Reglas de La Habana”)21 y las Directrices de las Naciones
Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil (en adelante
“Directrices de Riad”)22. Adicionalmente, este marco incluye las decisiones
adoptadas por el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas
(en adelante “Comité de los Derechos del Niño”) en cumplimiento de su
mandato, como la Observación General No. 10 sobre los derechos del niño
en la justicia de menores.
56. Ahora bien, tomando en cuenta todo este contexto normativo, este Tribunal
Pleno sostuvo en la referida acción de inconstitucionalidad 37/2006,
fallada el veintidós de noviembre de dos mil siete (cuyas consideraciones
fueron reiteradas en la acción de inconstitucionalidad 60/2016, fallada el
nueve de mayo de dos mil diecisiete)23, que las notas esenciales del sistema
aplicable a quienes tengan entre doce años cumplidos y menos de dieciocho
años de edad son las siguientes:
41
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
58. Respecto a cada una de las notas distintivas del sistema, se transcriben a
continuación las consideraciones relevantes de la citada ejecutoria de la
acción de inconstitucionalidad 37/2006, de las que se advierte el alcance de
cada una de ellas.
42
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
b) Sistema garantista:
43
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
d) Procedimiento acusatorio:
44
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
60. Aunado a estas notas distintivas del sistema, en ese precedente también se
hizo una explicación exhaustiva de los diferentes alcances y particularidades
normativas del artículo 18 constitucional en correlación con las demás
disposiciones que componen el corpus juris de la niñez, mismas que, como
se adelantó, siguen teniendo vigencia hasta nuestros días.
24 En este orden de ideas, en la sentencia se resaltó que debía a su vez hacerse hincapié en lo
previsto sobre esta aspecto en las Reglas de Beijing y las Directrices de las Naciones Unidas para
la Prevención de la Delincuencia Juvenil, pues, en ambos instrumentos se hace referencia a diversas
45
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
que comprendía, a su vez, todos estos aspectos del sistema, pero también
un reconocimiento a una dimensión no lineal del mismo 25.
facetas del problema de la delincuencia juvenil que, se estima, quedan comprendidas en el aspecto
sistémico a que alude la reforma constitucional que se analiza. Las Reglas de Beijing estructuran su
contenido de manera tal que procuran abarcar diversos aspectos de la delincuencia juvenil,
considerándolos como parte de un mismo fenómeno y de la respuesta estatal que debe procurarse.
Por otro lado, las citadas Directrices tienen un objeto aun más específico: proponer directrices a
seguir, como su nombre lo dice, en el aspecto preventivo de la delincuencia juvenil. Con base en lo
anterior, se afirmó que el carácter sistémico de la justicia juvenil deriva de la comprensión de diversas
facetas del problema de la delincuencia juvenil, que comprenden tanto aspectos de política social
como de política judicial, criminal y de control de gestión, que pueden ser identificados como: (1)
prevención, (2) procuración de justicia, (3) impartición de justicia, (4) tratamiento o ejecución de la
medida e (5) investigación, planificación, formulación y evaluación de las políticas que incidan en la
materia.
25 Se dijo que a integralidad tiene también otras vertientes que caracterizan al sistema mismo: (1)
por un lado, que la justicia de menores es una materia multidisclipinaria que requiere atención de
varias disciplinas o ramas del conocimiento humano y (2) que el objeto del propio sistema está
dirigido no sólo a atender la dimensión jurídico-penal o garantista de la delincuencia juvenil, sino a
atender y cuidar también la dimensión humana (psicológica, afectiva, médica) del adolescente.
26 En ese momento, en la sentencia se argumentó que la operatividad del sistema no incumbía a un
solo orden de gobierno, sino tanto a la Federación como a las entidades federativas. Este aspecto,
por lo menos en la vertiente procesal, cambió con la citada reforma constitucional al artículo 73,
fracción XXI, inciso c), de la Constitución Federal de dos de julio de dos mil quince, en la que se
impuso una legislación única en materia procedimental de justicia penal para adolescentes.
46
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
27 A saber, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el interés superior del
niño es el punto de referencia para asegurar la efectiva realización de todos los derechos
contemplados en la convención, cuya observancia permitirá al niño el más amplio desenvolvimiento
de sus potencialidades, y que “la prevalencia del interés superior del niño debe ser entendida como
la necesidad de satisfacción de todos los derechos de la infancia y la adolescencia, que obliga al
Estado e irradia efectos en la interpretación de todos los demás derechos de la Convención
[Americana] cuando el caso se refiera a menores de edad” [Corte IDH. Caso de las Niñas Yean y
Bosico Vs. República Dominicana. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 8 de septiembre de 2005. Serie C No. 130, párr. 134]. Por su parte, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos ha considerado que el interés superior del niño debe ser
entonces el criterio interpretativo rector que concilie dos realidades al regular el sistema de justicia
juvenil: por un lado, el reconocimiento de su capacidad racional y de su autonomía, dejando de ser
un mero objeto de tutela, y, por otro, el reconocimiento de su vulnerabilidad dada la imposibilidad
material de satisfacer plenamente sus necesidades básicas, con mayor razón cuando éstos
pertenecen a sectores sociales desaventajados o a grupos discriminados como el de las mujeres.
[Véase, Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Relatoría sobre los Derechos de la
Niñez, Justicia Juvenil y derechos humanos en las Américas, OEA/Ser. L/V/II, documento 78, 13 de
julio de 2011, página 8].
47
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
66. Por otro lado, en el otro precedente citado que es más reciente (la diversa
acción de inconstitucional 60/2016), como se adelantó, se reiteraron las
consideraciones expuestas en párrafos previos sobre los ejes del sistema de
justicia penal para adolescentes y se sostuvo, entre otras muchas cuestiones,
que tratándose de niños y niñas, cualquier limitación, restricción o privación
a su libertad personal debía encontrar un fundamento constitucional que
fuera acorde a los principios pro persona, interés superior del menor, mínima
intervención y proporcionalidad.
67. Sobre este aspecto, debe resaltarse que es criterio de Suprema Corte
entiende que la libertad es un derecho humano de reconocimiento y
protección evolutiva que se reconoce formalmente tanto a nivel interno como
internacional y que admite diferentes manifestaciones como la libertad
personal, que en su ámbito más básico es entendida como la capacidad de
una persona de llevar a cabo sin intromisiones injustificadas sus propios
actos, incluyendo la libertad de movimiento o libertad deambulatoria.
28 “Artículo 1o.- En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos
humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado
Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá
restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece. […]”.
“Artículo 14.- A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna.
Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante
juicio seguido ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades
esenciales del procedimiento y conforme a las Leyes expedidas con anterioridad al hecho. […]”.
“Artículo 16.- Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones,
sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal
del procedimiento”.
29 “Artículo 2
1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del
país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente,
como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra
limitación de soberanía”.
“Artículo 4
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas”.
“Artículo 9
48
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49
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70. Este derecho, al expresarse en distintas facetas como la penal, converge con
diversos principios fundamentales como es la legalidad y la seguridad jurídica
conforme a los artículos 14, segundo párrafo, y 16, primer párrafo, de la
Constitución Federal, así como con otros derechos humanos dada su
inminente interrelación e interdependencia, tales como el derecho de
propiedad o el derecho a la libre circulación previsto en el artículo 11
constitucional34, que si bien se refiere en términos generales a la posibilidad
de entrar y trasladarse en el interior del territorio nacional, una afectación o
privación a la libertad personal en su expresión de libertad de movimiento
podría incidir indirectamente en el goce de dicha libre circulación.
71. Por lo tanto, se tiene que constitucionalmente para que proceda la restricción
de la libertad de una persona (sin ser una medida tomada como consecuencia
de una responsabilidad penal tras un juicio) deben de concurrir una serie de
requisitos como la emisión de una orden de aprehensión, un caso de urgencia
acreditable por el Ministerio Público o la actualización de un supuesto de
flagrancia delictiva. Es decir, sólo se ha aceptado limitar el goce de la libertad
personal por los supuestos expresamente establecidos en el texto
constitucional (orden de aprehensión, las detenciones en flagrancia 35 y caso
Civiles y Políticos (artículo 9) y en la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 7);
de ahí que su tutela debe ser la más amplia posible, conforme a la fuente jurídica que mejor la
garantice y sólo puede limitarse bajo determinados supuestos de excepcionalidad, en concordancia
con los sistemas constitucional y convencional, es decir, a partir del estricto cumplimiento de
requisitos y garantías de forma mínima a favor de la persona; de lo contrario, se estará ante una
detención o privación de la libertad personal prohibida tanto a nivel nacional como internacional”.
34 “Artículo 11.- Toda persona tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su
territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvoconducto u
otros requisitos semejantes. El ejercicio de este derecho estará subordinado a las facultades de la
autoridad judicial, en los casos de responsabilidad criminal o civil, y a las de la autoridad
administrativa, por lo que toca a las limitaciones que impongan las leyes sobre emigración,
inmigración y salubridad general de la República, o sobre extranjeros perniciosos residentes en el
país”.
35 Tal como se expuso por la Primera Sala en el amparo directo en revisión 1596/2014, resuelto el
tres de septiembre de dos mil catorce: “Lo flagrante es aquello que brilla a todas luces, que es
evidente e inconfundible. Por ende, la concurrencia de un conducta delictiva flagrante es una
condición que se configura antes de la detención, lo que implica que la autoridad no tiene facultades
para detener a una persona ante la sola sospecha de que pudiera estar cometiendo un delito o de
que estuviera por cometerlo o porque presuma que esté involucrado en la comisión de un delito
objeto de investigación si no cuenta con una orden de detención del órgano ministerial, ni tampoco
se puede detener con la intención de investigar.
Si la persona no es sorprendida al momento de estar cometiendo el delito o inmediatamente después
de ello, no es admisible que la autoridad aprehensora detenga al inculpado y después intente
justificar esa acción bajo el argumento de que la persona fue detenida mientras cometía el delito”.
50
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76. Por su parte, el artículo 37, inciso b), de la Convención de los Derechos del
Niño establece que ningún menor de edad podrá ser privado ilegal o
arbitrariamente de su libertad, explicitándose que su detención,
36Para mayor argumentos, véase lo explicado por este Tribunal Pleno sobre detención en flagrancia
y control preventivo provisional, así como sus diferencias y estándar de regularidad constitucional,
en la acción de inconstitucionalidad 10/2014 y su acumulada 11/2014.
52
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
Artículo 37
Los Estados Partes velarán por que:
[…]
b) Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La
detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de
conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último
recurso y durante el período más breve que proceda; […].
53
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
80. Así, sólo puede ocurrir de manera excepcional y justamente de personas que
pueden ser sujetas al sistema de justicia penal (doce a dieciocho años) y por
delitos previamente identificados en ley que se aprecien de manera flagrante.
Los menores de doce años, al no podérseles asignar responsabilidad penal
por tales conductas según el propio texto constitucional, sería una
incongruencia que se permitiera su detención en flagrancia y retención de
manera provisional y su presentación ante el Ministerio Público cuando no
son sujetos de ese sistema de justicia penal.
39 Este lineamiento constitucional se hace patente en lo previsto en la Ley General de los Derechos
de Niñas, Niños y Adolescentes, la cual en su artículo 85 prevé que las “niñas o niños [menores de
doce años], en ningún caso podrán ser detenidos, retenidos o privados de su libertad por la supuesta
comisión o participación en un hecho que la ley señale como delito”, definiéndose a las niñas y niños
como los menores de doce años.
Esta legislación general no se cita como parámetro de regularidad, sino como un ejemplo de cómo
un órgano legislativo ha interpretado e incorporado los lineamientos constitucionales en cuanto a los
derechos de los menores de doce años. El texto de las normas relevantes es el que sigue (negritas
añadidas):
“Artículo 5. Son niñas y niños los menores de doce años, y adolescentes las personas de entre doce
años cumplidos y menos de dieciocho años de edad.
Cuando exista la duda de si se trata de una persona mayor de dieciocho años de edad, se presumirá
que es adolescente. Cuando exista la duda de si se trata de una persona mayor o menor de doce
años, se presumirá que es niña o niño.
“Artículo 85. En aquellos casos en que el Ministerio Público o cualquier otra autoridad, tenga
conocimiento de la presunta comisión o participación de una niña o niño en un hecho que la ley
señale como delito, de manera inmediata dará aviso a la Procuraduría de Protección competente.
Niñas o niños, en ningún caso podrán ser detenidos, retenidos o privados de su libertad por
la supuesta comisión o participación en un hecho que la ley señale como delito.
La Procuraduría de Protección, en el marco de sus atribuciones, deberá, en su caso, solicitar a la
autoridad competente de manera inmediata las medidas necesarias para la protección integral, de
54
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
82. Sin que lo anterior signifique que la autoridad no podrá llevar a cabo otro tipo
de actuaciones a fin de cumplir las diferentes obligaciones que la Constitución
y leyes imponen en materia de seguridad pública (a pesar de que puedan
incidir de alguna manera en la esfera jurídica de los menores). Por ejemplo,
la autoridad puede ejecutar los actos necesarios y proporcionales para evitar
la consumación de los hechos que la ley señala como delito aun en el
supuesto de que el sujeto activo sea un menor de doce años; también puede
restringir provisionalmente la libertad deambulatoria de menores de doce
años con posterioridad a la actualización de hechos que la ley señale como
delito con el objetivo de salvaguardar tanto su seguridad como la del resto de
la población; asimismo, puede darse de manera momentánea una afectación
a la libertad deambulatoria de esas personas menores de doce años,
precisamente con la finalidad de investigar sus datos de identificación y los
de las personas que ejercen la patria potestad, entre otras actuaciones40.
83. Ahora bien, aceptando como premisa argumentativa que sólo las personas
mayores de doce y menores de dieciocho años pueden ser objeto de una
detención propiamente dicha de manera excepcional, lo peculiar de esta
situación es que al ser personas en desarrollo, se originan obligaciones
adicionales de que el menor detenido sea puesto inmediatamente en
presencia de la autoridad competente, así como que se les notifique en el
tiempo más breve posible a sus padres o responsables y que tenga contacto
con su familia y defensor.
asistencia social y en su caso, restitución de sus derechos y garantizar que niñas y niños no sean
objeto de discriminación.
Toda medida que se adopte será susceptible de revisión por órgano judicial competente en un
proceso contradictorio en el que se garantice, por lo menos, el derecho a ser oído y la asistencia de
un abogado especializado”.
40 Sin que nos pronunciemos anticipadamente sobre la regularidad constitucional de todos los
distintos escenarios donde puedan darse este tipo de medidas de respeto, protección y salvaguarda
de la seguridad pública o de las diferentes restricciones provisionales de la libertad. Ello, pues incluso
al ejecutar estas acciones, las autoridades están sujetas al cumplimiento de los principios que
componen el corpus juris de las personas menores de doce años.
55
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
85. Por otro lado, respecto al derecho al debido proceso específico de los niños
y niñas, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que
“[l]as garantías consagradas en los artículos 8 y 25 de la Convención se
reconocen a todas las personas por igual, y deben correlacionarse con los
derechos específicos que estatuye, además, el artículo 19, en forma que se
reflejen en cualesquiera procesos administrativos o judiciales en los que se
discuta algún derecho de un niño”41.
41 Corte IDH. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Opinión Consultiva OC‐17/02 del
28 de agosto de 2002. Serie A No. 17, párr. 95.
42 Ibídem, página 22.
43 Idem.
56
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
88. Este Tribunal Pleno estima que examinando los preceptos reclamados a la
luz del parámetro de regularidad descrito en los párrafos previos, se llega a
la conclusión de que, por un lado, resultan inconstitucionales las porciones
normativas que dicen “de la persona detenida en flagrancia”, de la fracción
VI, y “niños, niñas,” y “Federal” de la fracción VII, ambas del artículo 23
reclamado; no obstante, por otro lado, se reconoce la validez del artículo 24
del Código de Justicia Especializada del Estado de Michoacán de Ocampo.
90. En su informe, el Poder Ejecutivo sostiene que estos preceptos son acordes
al texto constitucional, toda vez que no provoca que los menores de doce
años sean sujetos a la aplicación del sistema para adolescentes. A su juicio,
44Ibídem, punto resolutivo no. 10. Todas estas reglas del debido proceso se hallan establecidas no
sólo en los artículos 8 y 25 de la Convención Americana, sino también en los artículos 37 y 40 de la
Convención sobre los Derechos del Niño. Adicionalmente, las Reglas de Beijing, las Reglas de La
Habana, las Reglas de Tokio y las Directrices de Riad se refieren de manera específica a la
obligación de garantizar los derechos de los niños sometidos a diferentes actuaciones por parte del
Estado.
57
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
91. Ahora, respecto a las fracciones VI y VII del artículo 23 45, esta Suprema
Corte estima que, aunque las autoridades demandadas plantean argumentos
de peso para respaldar la validez de los preceptos reclamados, tales razones
no son suficientes para que se supere el análisis estricto de regularidad
constitucional de las medidas legislativas impuestas en esos preceptos, ya
que indirectamente inciden en el derecho a la libertad personal de los niños y
niñas. El error en que caen las autoridades demandadas y el Procurador es
que, si bien de una interpretación sistemática puede desprenderse que los
agentes de policía están facultados en ley sólo para detener y poner a
disposición a los adolescentes y adultos jóvenes, la literalidad del texto de las
fracciones reclamadas puede poner en duda dicha potestad, en desatención
del principio de legalidad y del derecho de libertad personal de los niños y
niñas.
92. A mayor abundamiento, por lo que hace a la fracción VI, es importante hacer
una valoración puntual de su texto. Es cierto que impone una regla para que
los agentes de policía, en caso de duda acerca de la edad de una persona,
presuma su pertenencia a cierto grupo de edad (adolescentes o niños). Sin
embargo, es importante aclarar que utiliza la expresión “persona detenida en
58
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
flagrancia”. Para este Tribunal Pleno, el uso de tal locución sólo puede
implicar que la hipótesis normativa sobre la regla presuncional cobra
aplicación únicamente cuando una persona se encuentra detenida en
flagrancia.
94. Es verdad que los agentes policiacos son, en la mayoría de los casos,
quienes tienen contacto en primera instancia con las personas involucradas
en hechos delictivos y no en todas las ocasiones pueden tener certeza sobre
la edad de la o las personas que se alega cometieron o participaron en tales
hechos. Ante ese escenario, la legislación implementa un lineamiento básico:
debe operar la regla general establecida en el citado artículo 7 del Código
Local que mandata que “[c]uando exista la duda de si se trata de una persona
mayor o menor de dieciocho años de edad, se presumirá que es adolescente.
Cuando exista la duda de si se trata de una persona mayor o menor de doce
años, se presumirá niña o niño”. Así, la diferencia entre ese artículo 7 y la
59
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
fracción VI del artículo 23, es que en esta última disposición se impone como
condición de aplicación de las reglas presuncionales que exista duda
acerca de la edad de una “persona detenida en flagrancia”. Un menor de
doce años no puede, ni siquiera excepcionalmente, estar sujeto a una
detención en flagrancia, por lo que ninguna norma pueda dar pie a dicha
interpretación.
60
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
98. No hay que omitir que por más provisional que sea, la detención de un menor
de doce años y su puesta a disposición puede ocasionar consecuencias
irreparables para su adecuado desarrollo. Es por eso que la Constitución ni
siquiera los somete a una imputación penal. Por ello, se recalca, en caso de
que un agente de policía advierta que una persona formó parte de hechos
que pudieran actualizar un ilícito, pero al mismo tiempo conoce o tiene
elementos para presumir que se trata de una persona menor de doce años,
en lugar de detenerlo y ponerlo a disposición, deberá llevar a cabo otras
medidas que busquen tanto respetar y proteger los derechos de estos
infantes como proteger la seguridad pública del resto de las personas y
evitar que queden impunes conductas delictivas (a saber, podrá recabar
los elementos de identificación del menor y de quienes ejercen su patria
Se insiste, según la fracción IX del artículo 8 del Código Local, los niños y niñas son las personas
46
menores de doce años de edad.
61
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
99. Sobre esta conclusión, es cierto que, por una parte, el acápite del artículo 23
señala que lo regulado en todo ese precepto tiene que ver con los distintos
niveles de contacto que tienen los agentes de la policía con los menores de
edad o los adultos jóvenes y que la fracción I de ese precepto señala que
estos agentes deberán apegarse a los principios, derechos y garantías que
prevé la propia ley, la Constitución Federal, la Constitución Local, la
legislación de derechos para niñas, niños y adolescentes y los tratados
internacionales aplicables en la materia; asimismo, por otra parte, en las
fracciones II, III y IV de ese artículo 23 se detalla claramente que es una
obligación de los agentes de policía registrar la detención del adolescente o
adulto joven, poner a ese adolescente o adulto joven a disposición del
Ministerio Público para adolescentes de manera inmediata y sin demora, e
informar al adolescente o adulto joven al momento de tener contacto con él.
Con estas normas podría argumentarse que la legislación únicamente
autoriza detener y poner a disposición a los adolescentes y adultos jóvenes.
62
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
103. Cabe destacar que no es posible realizar una interpretación conforme de las
fracciones reclamadas: primero, porque nos encontramos ante normas que
regulan conductas cuyos destinatarios finales son personas menores de
edad, por lo que debe reinar el principio de exacta aplicación legal; segundo,
se trata a su vez de normas de carácter penal, en donde esta Suprema Corte
ha sido renuente en varios casos a solventar la regularidad constitucional de
las normas reclamadas a través de ese método interpretativo precisamente
63
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
105. Las normas resultantes son acordes al texto constitucional, toda vez que con
la eliminación de contenido de la fracción VI se permite la aplicabilidad del
principio presuncional de minoridad de rango constitucional en su doble
aspecto, sin ningún tipo de condicionante (que fue justo la intención del poder
legislativo tal como se aprecia en los informes) y, con la eliminación del
contenido de la fracción VII, se prescinde de la posible duda interpretativa en
cuanto a que los niños o niñas puedan estar bajo custodia de los agentes de
policía para ser puestos a disposición del Ministerio Público. Con esta
invalidez no se genera una indebida externalidad a los niños y niñas, ya que
la obligación de salvaguardar su vida e integridad física por parte de los
agentes de seguridad pública ya no depende de que se encuentren bajo su
custodia, sino que se refiere a la obligación general que se tiene frente a todas
las personas y, en especial, los niños y niñas, en términos del artículo 21
constitucional.
64
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
106. Ahora bien, por otro lado, este Tribunal Pleno estima que el artículo 2448
impugnado supera un análisis estricto de regularidad constitucional. A
diferencia de las normas anteriores, este precepto no alude a que las
personas se encuentren detenidas y/o sujetas al procedimiento de puesta a
disposición del Ministerio Público. La disposición prevé una obligación
irrestricta para que todos los policías se abstengan de exhibir o exponer
públicamente a las niñas, niños y adolescentes o a publicar o divulgar toda
grabación, filmación, imagen o cualquier otra información relacionada con los
mismos.
107. Es verdad que, en cierta medida, para exponer públicamente a una persona,
una de las opciones lógicas es que se encuentre en custodia policial; sin
embargo, la forma en que está estructurada la prohibición no se agota en
dicho ámbito de aplicabilidad. Un agente de policía puede usar o divulgar una
imagen o filmación de un niño o niña en el ejercicio de sus atribuciones, por
ejemplo, de investigación, sin que forzosamente la haya obtenido a partir de
tenerlo detenido o retenido. Además, debe tomarse en cuenta que con la
invalidez de las fracciones VI y VII del artículo 23 no queda lugar a dudas de
que los agentes policiacos no pueden detener a personas menores de doce
años.
65
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
VIII.2.
Análisis del artículo 42, último párrafo, del Código Local
112. El texto reclamado es el que sigue (se transcribe la totalidad del artículo y se
destaca en negritas el párrafo cuestionado):
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
Parámetro de regularidad
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
118. En principio, debe destacarse que de una mera interpretación textual del
primer párrafo del artículo 42 y de sus tres facciones subsecuentes, es posible
advertir que lo único que se está regulando en estas disposiciones son los
supuestos de una detención en flagrancia, estableciéndose la facultad del
Ministerio Público para retener a un adolescente detenido en flagrancia, sin
orden judicial, sólo hasta por treinta y seis horas.
119. En ese sentido, lo primero que debe mencionarse para efectos del examen
de regularidad constitucional del último párrafo del artículo 42, que es el
reclamado, es que éste sigue la misma lógica que el texto que le precede.
Aunque no se explicite que se trata de los supuestos de detención en
flagrancia, lo que se mandata en este párrafo es que cuando se detenga en
68
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
120. Es decir, a pesar de que en este último párrafo del artículo 42 únicamente
utiliza la expresión “cuando se detenga”, de una valoración sistemática con el
resto del precepto y los artículos subsecuentes, se entiende que el párrafo
reclamado sólo está aludiendo a las detenciones en flagrancia. En el acápite
de ese artículo 42 se habla de detención en flagrancia. Lo mismo en el
siguiente artículo 43 donde se dice que los “agentes policiacos que detengan
a un adolescente en flagrancia, están obligados a remitirlo inmediatamente al
Ministerio Público para adolescentes”, ámbito regulado que se repite en el
artículo 44 en donde se indica que “el Ministerio Público para Adolescentes
deberá resolver sobre la procedencia o no de la remisión en flagrancia”49. Por
ello, no debe confundirse lo previsto en este párrafo con otras detenciones
reguladas en el código, tales como las detenciones provisionales realizadas
por el Ministerio Público en casos de urgencia o detenciones por orden judicial
detención, las cuales tienen sus propias condiciones de aplicación.
49“Artículo 43. Los agentes policiacos que detengan a un adolescente en flagrancia, están obligados
a remitirlo inmediatamente al Ministerio Público para Adolescentes.
Cuando la detención la realice cualquier otra persona, ésta debe entregarlo a la autoridad más
próxima, la que procederá en la forma señalada en el párrafo anterior.
Si el adolescente detenido muestra señales de maltrato físico o psicológico, el Ministerio Público
para Adolescentes, de oficio o a solicitud del adolescente dispondrá su traslado a un establecimiento
de salud y abrirá la investigación para determinar la causa y tipo de las lesiones y sus responsables”.
“Artículo 44. El Ministerio Público para Adolescentes deberá resolver sobre la procedencia o no de
la remisión en flagrancia. Si resulta procedente la remisión, el adolescente será inmediatamente
puesto a disposición del Juez de Audiencia Especializado para Adolescentes. En caso contrario,
podrá continuarse con la investigación u ordenarse su archivo provisional o definitivo y el adolescente
será inmediatamente puesto en libertad”.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
122. El artículo 16 constitucional señala como plazo para retener a una persona
por parte del Ministerio Público el de cuarenta y ocho horas, sin hacer
mayores distinciones; sin embargo, se recalca, tratándose del sistema penal
para adolescentes, se estima que ese requisito debe interpretarse como un
plazo máximo, por lo que el legislador estatal se encuentra posibilitado para
modularlo en beneficio de los menores sujetos al sistema especializado50.
Ello, pues justo para respetar nuevamente el principio de excepcionalidad que
rige la situación de los niños y niñas al tratarse de personas en desarrollo y
el principio de interés superior del menor, lo más óptimo para esas personas
es que la afectación a su libertad personal sea por el menor tiempo posible.
50 Aunque se trató de un caso donde se verificaba una norma que regula el sistema penal para
adultos, esta Suprema Corte ya consintió la posibilidad constitucional de que el legislador secundario
establezca un plazo menor al de cuarenta y ocho horas previsto en el artículo 16 de la Constitución
Federal para que una persona pueda ser sujeta a una detención por parte del Ministerio Público,
ante la supuesta actualización de delitos que requieran querella. En la acción de
inconstitucionalidad 10/2014 y su acumulada 11/2014, fallada el veintidós de marzo de dos mil
dieciocho, este Tribunal Pleno declaró la validez del artículo 148 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, que establece que “cuando se detenga a una persona por un hecho que
pudiera constituir un delito que requiera querella de la parte ofendida, será informado
inmediatamente quien pueda presentarla. Se le concederá para tal efecto un plazo razonable, de
acuerdo con las circunstancias del caso, que en ningún supuesto podrá ser mayor de doce horas,
contadas a partir de que la víctima u ofendido fue notificado o de veinticuatro horas a partir de su
detención en caso de que no fuera posible su localización. Si transcurridos estos plazos no se
presenta la querella, el detenido será puesto en libertad de inmediato”.
51 Situación distinta es la regularidad constitucional de la regla general en cuanto al plazo que un
adolescente puede estar detenido (sea porque se presentó la querella o se trata de delitos que
pueden ser perseguidos sin petición de parte ofendida) sin que se resuelva su disposición ante
autoridad judicial; en particular, lo previsto en el primer párrafo del artículo 42, que permite una
retención por parte de la autoridad ministerial hasta por treinta y seis horas. Empero, tal regla general
no forma parte de la litis del presente asunto, ya que sólo se cuestionó la regla especial del último
párrafo del artículo 42 reclamado.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
124. Además, lo previsto en este párrafo reclamado de ninguna manera evita que
a la persona detenida se le de a conocer la razón por la cual fue detenida o
se le priven de otros derechos. La norma presupone el cumplimiento del resto
de las disposiciones de la ley, incluyendo los supuestos en que se puede dar
una detención y el respeto y protección de los derechos de los detenidos. Al
respecto, el artículo 9, fracción IX, inciso a), del propio Código Local es claro
al mandatar que, sin demora, los adolescentes serán informados, en un
lenguaje claro y accesible, sobre las razones por las que se les detiene, juzga
o impone una medida.
125. Por todas las razones anteriores, se reconoce la validez del último párrafo
del artículo 42 del Código de Justicia Especializada para Adolescentes del
Estado de Michoacán de Ocampo.
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130. Para explicar lo anterior, en los párrafos que siguen, se explicará el contenido
del precepto reclamado bajo una interpretación textual y sistemática y
después se efectuará el examen de regularidad constitucional.
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133. Asimismo, el artículo 13 prevé que sólo “los adolescentes podrán ser
responsables por infringir la legislación que contemple delitos que sean de
competencia estatal” y que “la niña o niño menor de doce años de edad a
quien se le atribuya una conducta tipificada como delito quedará exento de
toda responsabilidad”. Y en atención a ello, el artículo 15 mandata que “[l]a
responsabilidad del adolescente o adulto joven se fincará sobre la base del
respeto irrestricto al principio de culpabilidad disminuida por el acto y no
admitirá, bajo ninguna circunstancia, consideraciones acerca de la
personalidad, vulnerabilidad biológica, peligrosidad, ni de cualquier otra que
se funde en circunstancias personales del autor del hecho imputado”.
134. Bajo esa tónica, el artículo 7 señala que cuando exista la duda de si la
persona en cuestión se trata de un individuo mayor o menor de dieciocho
años, se presumirá que es adolescente y, cuando exista duda si es una
persona mayor o menor de doce años, se presumirá niño o niña,
explicitándose que en ningún caso se podrá decretar el internamiento para
efectos de comprobación de su edad 53.
53 “Artículo 7. Cuando exista la duda de si se trata de una persona mayor o menor de dieciocho años
de edad, se presumirá que es adolescente. Cuando exista la duda de si se trata de una persona
mayor o menor de doce años, se presumirá niña o niño. En ningún caso se podrá decretar el
internamiento para efectos de comprobación de su edad”.
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54 “Artículo 17. Los agentes del Ministerio Público para Adolescentes se encuentran adscritos a la
Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán. Sus atribuciones y funciones serán
reguladas por su Ley Orgánica.
Los criterios de organización y formación especializada serán definidos por esa institución en los
términos de su Reglamento”.
“Artículo 37. La investigación de las conductas tipificadas como delito por las leyes atribuidas a
adolescentes corresponde al Ministerio Público para Adolescentes, quien la iniciará de oficio o a
petición de parte, a partir de la denuncia o querella que de manera verbal o escrita se le formule.
En los casos de conductas tipificadas como delito que se persiguen sólo por querella, el Ministerio
Público para Adolescentes estará obligado a promover el acuerdo conciliatorio, en los términos de
esta Ley”.
“Artículo 39. Durante la fase de investigación, el Ministerio Público para Adolescentes deberá
realizar todas las actividades necesarias para allegarse los datos y elementos de convicción
indispensables, que acrediten la conducta prevista como delito y la probable responsabilidad del
adolescente o adulto joven, como base del ejercicio de la acción de remisión.
En caso de resultar procedente, el Ministerio Público para Adolescentes formulará la remisión del
caso al Juez de Audiencia Especializado para Adolescentes. En caso contrario, ordenará el archivo
provisional o definitivo de la investigación.
La probable responsabilidad del adolescente se tendrá por acreditada cuando de los medios
probatorios existentes, se deduzca su participación en la conducta considerada como delito, el grado
de ejecución del hecho y no exista acreditada a favor del adolescente, alguna causa de licitud o
alguna excluyente de culpabilidad. La estimación del probable hecho descrito en la Ley y la probable
responsabilidad, se realizará por cualquier medio probatorio que autorice la misma”.
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55 “Artículo 44. El Ministerio Público para Adolescentes deberá resolver sobre la procedencia o no
de la remisión en flagrancia. Si resulta procedente la remisión, el adolescente será inmediatamente
puesto a disposición del Juez de Audiencia Especializado para Adolescentes. En caso contrario,
podrá continuarse con la investigación u ordenarse su archivo provisional o definitivo y el adolescente
será inmediatamente puesto en libertad”.
56 “Artículo 38. La acción de remisión corresponde al Ministerio Público para Adolescentes.
Para los efectos de esta Ley, se entiende por remisión el ejercicio de la facultad que tiene conferido
el Ministerio Público prevista en el artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos”.
“Artículo 45. El Ministerio Público para Adolescentes formulará la remisión, a través de un escrito
que deberá hacer constar lo siguiente:
I. Datos de la víctima u ofendido en su caso;
II. Datos del adolescente probable responsable;
III. Calificación fundada y motivada de la conducta imputada al adolescente;
IV. Descripción de los hechos, estableciendo circunstancias de lugar, tiempo y modo que hagan
probable la responsabilidad del adolescente en la realización del hecho;
V. Relación de los datos y elementos de convicción obtenidos hasta ese momento; y,
VI. Determinación del Ministerio Público para Adolescentes para ejercer la acción de remisión, así
como los razonamientos que llevaron a esa decisión.
57 “Artículo 46. El Ministerio Público para Adolescentes archivará definitivamente el expediente
cuando los hechos relatados en la denuncia o querella no fueren constitutivos de conductas
tipificadas como delito, se trate de una causa excluyente de incriminación o cuando se encuentre
extinguida la responsabilidad del adolescente”.
“Artículo 47. El Ministerio Público para Adolescentes podrá archivar provisionalmente aquellas
investigaciones en las que no existan elementos suficientes para proceder o no se puedan practicar
otras diligencias, sin perjuicio de ordenar la reapertura de las diligencias, si aparecieren nuevos
elementos de convicción que así lo justifiquen, siempre que no haya surtido efectos la prescripción”.
“Artículo 48. La víctima o el ofendido podrán solicitar al Ministerio Público para Adolescentes la
reapertura de expediente y la realización de actividades de investigación, y de ser negada esta
petición, podrán solicitarla ante el superior del agente especializado”.
58 “Artículo 50. A partir del momento en que el escrito de remisión es recibido por el Juez de
Audiencia Especializado para Adolescentes, éste deberá determinar si existen bases para el
libramiento de la orden de presentación o detención o, en su caso, para la sujeción a proceso y la
procedencia de medidas cautelares si el Ministerio Público para Adolescentes lo solicitare.
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140. Todas estas facultades se encuentran regidas por los distintos principios que
prevé el Código Local, tales como el referido principio de minoridad (que
incluye su doble vertiente de presunción de minoridad y de niñez) y los
principios de interés superior del adolescente, inocencia, certeza jurídica,
mínima intervención, subsidiariedad, especialización, inmediatez, celeridad
procesal, inmediación y proporcionalidad (previstos en el artículo 4 que los
contempla como principios rectores de la totalidad del sistema).
141. Lo cual implica, para esta Corte, que cuando cada autoridad hace uso de sus
facultades, debe tomar en cuenta los principios aplicables y, ante cualquier
duda sobre la edad de la persona sujeta a su competencia, siguiendo a las
reglas de la ley, debe presumirse que se trata de un adolescente o de un niño
o niña, según corresponda, en atención al principio de interés superior del
menor. El transcrito artículo 7 no diferencia cuándo cobra aplicación la
presunción de minoridad; por el contrario, se toma como un presupuesto de
la ley.
142. Ahora, a partir de lo recién expuesto, como se adelantó, este Tribunal Pleno
llega a la convicción de que la norma reclamada no permite sujetar al proceso
penal a una persona para efectos de comprobar su edad y, por ende, no
detenta el vicio de invalidez planteado por la comisión accionante. Para
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143. El primer párrafo del artículo 33 prevé las reglas sobre qué sucede cuando se
comprueba que una persona sujeta al sistema de justicia penal para
adolescentes era mayor de edad al momento de cometer la conducta ilícita,
tanto durante la etapa de investigación como en la substanciación del juicio
tras la remisión de la acción penal. Para esta Corte, tales hipótesis normativas
derivan justamente de la aplicabilidad del principio de minoridad en todas las
etapas del proceso y de la salvaguarda de este principio por parte del
Ministerio Público y/o el Juzgador. Es decir, lo regulado cobra sentido,
precisamente porque en alguna etapa del proceso la respectiva autoridad
tuvo a su alcance pruebas que hacían suponer que la persona en cuestión es
o fue un adolescente al momento de que aconteció la conducta ilícita o que,
en su defecto, se tuvo por presumida la minoridad de edad.
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146. El resto de las disposiciones legales que regulan el inicio y substanciación del
proceso penal respaldan esta delimitación del contenido normativo, pues para
que se de inicio a un proceso se parte de la premisa de que la autoridad
atestiguó que la persona en cuestión es o fue un adolescente al momento de
actualizarse el hecho ilícito. El referido artículo 37 del Código Local señala
que el Ministerio Público Especializado tendrá la facultad de investigar las
conductas tipificadas como delitos, pero sólo las atribuidas a los
adolescentes, lo cual conlleva que sólo se pueda investigar o pedir órdenes
de presentación o detención a personas mayores de doce años y, por ende,
que la autoridad ministerial deba tener certeza de esa edad.
148. El citado artículo 7 del propio Código Local es explícito en detallar cómo aplica
el principio de presunción de minoridad (y sus presunciones a favor de la
minoridad) y dice que “en ningún caso se podrá decretar el internamiento
[cautelar] para efectos de comprobación de su edad”. Por ende, es un
presupuesto fundamental de la ley que las autoridades al momento de ejercer
sus facultades deben tener certeza de que la persona que se va a sujetar a
proceso penal para adolescentes cuenta o contaba al menos con doce años
de edad al momento de los hechos delictivos.
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150. En síntesis, para este Tribunal Pleno, la norma impugnada se trata más bien
de una disposición legal que busca solucionar casos excepcionales a fin de
evitar que niños o niñas continúen sujetos a un proceso penal para
adolescentes a pesar de no tener la edad mínima para ello.
151. Estos casos pueden ocurrir, pues es un hecho notorio que no siempre pueden
tenerse documentos oficiales para atestiguar la edad de una persona. Puede
acontecer, a saber, que la respectiva persona detenida en flagrancia no
cuente con un acta de nacimiento o cualquier otro documento oficial sobre la
fecha en que nació (al no haberse registrado su nacimiento ante ninguna
autoridad mexicana) o ser una persona extranjera que tampoco cuenta con
registro en su país de origen o que los documentos con los que se pretende
acreditar la edad no cumplan con los requisitos correspondientes de
legalización del derecho internacional.
152. Situación que se hace evidente con lo prescrito en el citado artículo 6 del
propio Código Local, el cual contempla que la edad de una persona será
acreditada con acta de nacimiento emitida por autoridades mexicanas o
extranjeras (debidamente apostillado o legalizado), pero que a su vez
reconoce que ante la falta de esos elementos probatorios, la comprobación
de la edad se deberá hacer mediante dictamen rendido por peritos
designados para ese efecto.
153. En ese tenor, es lógicamente posible que una persona pueda ser sujeta a
proceso penal especializado para adolescentes a partir de la valoración por
parte de la autoridad de ciertas pruebas que acreditaban que era mayor de
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
doce años y que, con tales pruebas, la autoridad haya apreciado su edad
sin haber tenido dudas sobre la misma, pero que, tal como lo dice la norma
reclamada, “en el transcurso del proceso” (en cualquiera de sus etapas)
surjan o se aporten otros medios de convicción o se certifique lo inválido o
erróneo de los utilizados anteriormente que evidencien que esa persona
cuenta o contaba con menos de doce años al momento en que ocurrieron los
hechos delictivos.
156. Ello, pues lo que se busca con el deber de archivar las actuaciones y ordenar
la inmediata libertad del niño o niña (devolviendo la custodia del menor a
quién legalmente la ejerza o, en su caso, notificando a las instituciones
dedicadas a la atención de la infancia), es corregir la violación no advertida
respecto a la edad de la persona sujeta a proceso, asegurándole los derechos
60Se analiza a través de un estándar de razonabilidad, pues aunque es una medida legislativa que,
en principio, beneficia a los niños o niñas, en suplencia de la queja, se debe verificar que las medidas
tomadas por el legislador para ese fin benéfico sean las más idóneas, necesarias y proporcionales
para asegurar los derechos de las personas menores de doce años.
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157. Es cierto que el párrafo reclamado no alude en su texto a ser una hipótesis
normativa excepcional; sin embargo, como se ha venido explicando, la
operatividad de este párrafo parte de una regulación estricta sobre las
diferentes actuaciones de las autoridades que participan en el proceso penal,
mismas que atienden como un principio indisponible la presunción de
minoridad y la presunción de niñez para todos los efectos procesales.
158. Además, como se adelantó, no existe otra medida más eficiente para
restablecer el régimen constitucional que exigir el archivo de las actuaciones
y la inmediata libertad a la persona que formaba parte del proceso penal (ya
sea porque se encontraba en detención provisional, sujeto a proceso bajo
ciertas medidas cautelares no privativas de la libertad o en internamiento
preventivo), pues con ello se declara y reconoce de manera automática que
esas personas no pueden ser objeto de responsabilidad de índole penal, tal
como lo exige el artículo 18 de la Constitución General.
159. En suma, por las razones antes expuestas, se declaran infundados los
razonamientos de la entidad promovente y se reconoce la
constitucionalidad del artículo 33, último párrafo, del Código de Justicia
Especializada para Adolescentes del Estado de Michoacán de Ocampo.
61Por ejemplo, puede ocurrir que ante la imposibilidad absoluta de contar con un elemento oficial
sobre la edad de la persona, el dictamen pericial haya indicado fehacientemente que se trataba de
una persona con al menos doce años de edad, pero que posteriormente surja un documento idóneo
para certificar la correcta edad de la persona.
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163. Los párrafos del artículo 50 regulan distintas etapas del procedimiento en
contra de un adolescente en la etapa judicial. En el primer párrafo se señala
que tras el ejercicio de la acción penal en contra del adolescente (remisión de
la indagatoria) que no está detenido, el Juez Especializado deberá valorar si
procede dictar orden de presentación o detención o sujetar al proceso al
menor y dictar las medidas cautelares en caso de ser solicitadas por el
Ministerio Público. Según el artículo 51 del código, la orden de presentación
podrá ser dictada, a solicitud del Ministerio Público, cuando la conducta del
adolescente o adulto joven no amerita internamiento conforme al código,
mientras que la orden de detención e internamiento preventivo se da a su vez
a solicitud del Ministerio Público cuando la conducta que se investiga amerita
esa medida de internamiento y existe una presunción razonable y casuística
de que el adolescente o adulto joven podría no someterse al proceso u
obstaculizar la averiguación de la verdad o pueda cometer alguna otra
conducta tipificada como delito contra la víctima, los testigos, los servidores
públicos que intervienen en el proceso o contra algún tercero 62.
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164. El segundo párrafo del artículo 50 regula los casos en que el adolescente o
adulto joven es puesto a disposición del Juez de Audiencia Especializado
junto con el escrito de remisión de la acción penal o cuando se cumplimenta
la orden de presentación o detención. Ante estos escenarios (menor detenido
o llamado al procedimiento a través de una orden de presentación), el párrafo
mandata que el juez deberá de celebrar de inmediato una audiencia en la
que, en su caso, revisará en primer lugar la legalidad de la detención,
señalando que de resultar improcedente, la audiencia se suspenderá y se
decretará la inmediata libertad del adolescente o adulto joven. De
considerarse legal, la audiencia continuará su curso.
165. Por su parte, los párrafos tercero, cuarto y quinto de este artículo 50 regulan
algunas de las condiciones de ejecución de la referida audiencia. En el
párrafo tercero se aduce que, en esa audiencia, el adolescente o adulto joven
detenido o que acudió por virtud de una orden de presentación podrá hacer
su declaración inicial y se le hará saber que en un plazo máximo de setenta
y dos horas se determinará su libertad o sujeción a proceso, aclarándose que
ese plazo podrá prorrogarse hasta por un plazo igual, con la finalidad de
aportar y desahogar elementos de prueba y que la prolongación de la
detención en su perjuicio será sancionada por la ley penal. Por otro lado, en
el párrafo cuarto se dice que de suspender la audiencia a petición del
adolescente o su defensor, el Juez de Audiencia Especializado podrá imponer
alguna medida cautelar si ello es solicitado por el agente ministerial, y en el
párrafo quinto se impone como una condición de celebración de la audiencia
que a la misma concurran el Ministerio Público, el adolescente o adulto joven,
su defensor y, en su caso, sus padres, tutores o quienes ejerzan la patria
potestad63.
que depongan en su contra, servidores públicos que intervengan en el proceso o contra algún
tercero”.
63 Tras esta audiencia y, en su caso, el dictado de la sujeción a proceso, en términos del artículo 57
del Código Local, el juicio se desahogará de manera oral, privilegiando en todo momento la
inmediación, inmediatez y celeridad procesal, atendiendo a la supletoriedad del Código Nacional de
Procedimientos Penales.
“Artículo 57. El juicio se desahogará de manera oral, privilegiando en todo momento la inmediación,
inmediatez y celeridad procesal del juzgador en las actuaciones, atendiendo a la supletoriedad del
Código Nacional de Procedimientos Penales.
De todo lo actuado se dejará registro electrónico y por escrito”.
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64 “Artículo 19.- Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de setenta y dos
horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con un auto de
vinculación a proceso en el que se expresará: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución, así como los datos que establezcan que se ha cometido un hecho que
la ley señale como delito y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su
comisión.
El Ministerio Público sólo podrá solicitar al juez la prisión preventiva cuando otras medidas cautelares
no sean suficientes para garantizar la comparecencia del imputado en el juicio, el desarrollo de la
investigación, la protección de la víctima, de los testigos o de la comunidad, así como cuando el
imputado esté siendo procesado o haya sido sentenciado previamente por la comisión de un delito
doloso. El juez ordenará la prisión preventiva, oficiosamente, en los casos de delincuencia
organizada, homicidio doloso, violación, secuestro, trata de personas, delitos cometidos con medios
violentos como armas y explosivos, así como delitos graves que determine la ley en contra de la
seguridad de la nación, el libre desarrollo de la personalidad y de la salud.
La ley determinará los casos en los cuales el juez podrá revocar la libertad de los individuos
vinculados a proceso.
El plazo para dictar el auto de vinculación a proceso podrá prorrogarse únicamente a petición del
indiciado, en la forma que señale la ley. La prolongación de la detención en su perjuicio será
sancionada por la ley penal. La autoridad responsable del establecimiento en el que se encuentre
internado el indiciado, que dentro del plazo antes señalado no reciba copia autorizada del auto de
vinculación a proceso y del que decrete la prisión preventiva, o de la solicitud de prórroga del plazo
constitucional, deberá llamar la atención del juez sobre dicho particular en el acto mismo de concluir
el plazo y, si no recibe la constancia mencionada dentro de las tres horas siguientes, pondrá al
indiciado en libertad.
Todo proceso se seguirá forzosamente por el hecho o hechos delictivos señalados en el auto de
vinculación a proceso. Si en la secuela de un proceso apareciere que se ha cometido un delito distinto
del que se persigue, deberá ser objeto de investigación separada, sin perjuicio de que después
pueda decretarse la acumulación, si fuere conducente.
Si con posterioridad a la emisión del auto de vinculación a proceso por delincuencia organizada el
inculpado evade la acción de la justicia o es puesto a disposición de otro juez que lo reclame en el
extranjero, se suspenderá el proceso junto con los plazos para la prescripción de la acción penal.
Todo mal tratamiento en la aprehensión o en las prisiones, toda molestia que se infiera sin motivo
legal, toda gabela o contribución, en las cárceles, son abusos que serán corregidos por las leyes y
reprimidos por las autoridades”.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
167. Dicho lo anterior, como se adelantó, este Tribunal Pleno considera como
válida la norma reclamada (la cual prevé una medida legislativa que incide
sobre la libertad de los adolescentes al permitir setenta y dos horas de
detención y una prolongación de ese plazo), ya que supera un análisis estricto
de constitucionalidad. En primer lugar, la norma reclamada persigue un fin
constitucionalmente imperioso que es fijar las condiciones mínimas para que
el Juez de Audiencia Especializado pueda tener el tiempo y los elementos
necesarios para resolver la situación particular del adolescente indiciado; es
decir, lo que se buscan son fijar las condiciones para la substanciación del
proceso judicial al cual se pretende someter al adolescente o adulto mayor, a
fin de respetar y proteger su libertad personal.
169. Por el contrario, debe apreciarse que el sujeto que rige a todo lo dispuesto en
el párrafo es el adolescente o adulto joven. Véase como inicia el párrafo, se
dice: “si el adolescente o adulto joven desea hacerlo, se recibirá su
declaración inicial, se le hará saber que en un plazo máximo de setenta y dos
horas se determinará su libertad o sujeción a proceso” y, a continuación, sin
cambiar el sujeto de la oración, únicamente precedido por una coma, se
señala “el cual [el plazo] podrá prorrogarse hasta por un plazo igual, con la
finalidad de aportar y desahogar elementos de prueba para que el Juez de
Audiencia Especializado para Adolescentes resuelta su situación”. Es decir,
la prolongación del plazo sólo puede ser solicitada por los adolescentes o
adultos jóvenes. Adicionalmente, cuando se dice “su situación”, se refiere a
la del sujeto al que se otorga el derecho a prorrogar el plazo (a los
adolescentes y adultos jóvenes) y, en su última parte, el párrafo reafirma esta
posición al señalar que la prolongación de la detención en “su perjuicio” (de
los menores) será sancionada por la ley.
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170. De igual manera, no debe pasarse por alto que la celebración de esta
audiencia parte de la regla general de que el adolescente o adulto mayor
sujeto al procedimiento no se encontrará detenido y que, en su caso,
compareceré a la misma por medio de una orden de presentación. Ello, pues
según el propio código local en los artículos 28 y 133, las detenciones
provisionales son excepcionales y sólo están autorizadas cuando se
actualizan ciertos delitos.
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175. Hecha esta aclaración, se transcribe el texto de los preceptos que ahora se
examinan (se plasma la totalidad de su contenido y se destacan en negritas
el contenido cuestionado de uno de ellos):
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176. El artículo 28, en su primer párrafo, es una norma compleja que impone tanto
condiciones para la adecuada limitación del derecho a la libertad personal
como las reglas para la aplicación de cualquier medida cautelar o definitiva
(la comisión accionante realmente impugna el apartado que regula el
internamiento).
177. Por un lado, señala que cualquier detención provisional deberá evitarse y
limitarse a circunstancias excepcionales y sólo será procedente por las
conductas señaladas por el artículo 113 de la ley65. Dichas conductas son las
valoradas como de mayor gravedad en la legislación y radican, a saber, en
hechos delictivos dolosos como homicidio, pornografía de menores, turismo
sexual, lesiones, tráfico de órganos, violación, robo calificado, desaparición
forzada de personas, entre otros (como se explicitará más adelante, este
supuesto normativo del artículo 113 no está impugnado en la presente acción,
pues los conceptos de invalidez van dirigidos a las porciones normativas de
tal precepto que establecen la finalidad del internamiento definitivo).
65 “Artículo 113. Por medida de internamiento se entiende a los distintos grados de privación del
derecho a la libertad de tránsito de adolescentes y adultos jóvenes que lo ameriten en los términos
de la presente Ley.
Las medidas de internamiento son las más graves entre las previstas por este ordenamiento y por
tanto deben aplicarse como último recurso, por el tiempo más breve que proceda, de modo
subsidiario y sólo puede imponerse a quienes tengan o hayan tenido, al momento de realizar la
conducta, una edad de entre catorce años cumplidos y dieciocho años no cumplidos; siempre que
se trate de alguna de las siguientes conductas dolosas tipificadas como delito en el Código Penal del
Estado de Michoacán:
I. Homicidio, artículos 117, 118, 119, 120, 121, 122 y 123;
II. Lesiones, artículos 125, fracciones III, IV y V, 126, 127, 128, 129 y 131;
III. Pornografía de personas menores de edad, artículo 158;
IV. Turismo sexual, artículo 159;
V. Tráfico de órganos, artículo 163;
VI. Violación, artículo 164;
VII. Violación equiparada, artículo 165;
VIII. Secuestro, artículo 172;
IX. Desaparición forzada de personas, artículo 173;
X. Robo calificado grave, artículo 204;
XI. Extorsión, artículo 224;
XII. Operaciones con recursos de procedencia ilícita, artículo 236;
XIII. Rebelión, artículo 313; y,
XIV. Sabotaje, artículo 314.
La finalidad de estas medidas es limitar la libertad de tránsito de adolescentes o adultos jóvenes, de
modo que se faciliten procesos de reflexión sobre su responsabilidad individual y social en torno a
las consecuencias de las conductas cometidas. Durante los periodos de privación de libertad se
deben realizar actividades grupales dirigidas por personal técnico capacitado para estos fines.
En ninguna circunstancia, las medidas de internamiento implican la privación de derechos distintos
a los que limita la resolución del Juez de Audiencia Especializado para Adolescentes.
La tentativa también será punible.
Si emprendida la tentativa o la ejecución de la conducta considerada como delito, la persona se
desiste de la consumación del resultado, de manera que mediante un comportamiento posterior hace
lo razonable para evitarlo, debido a una motivación consciente y voluntaria acorde con el orden
jurídico, no se le impondrá medida alguna por tentativa.
También podrá aplicarse esta medida de internamiento, en los casos previstos en el artículo 145,
párrafo segundo de esta Ley”.
91
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
178. Por otro lado, el artículo 28 prevé una regla general tanto para las medidas
cautelares como para las definitivas, mandatando que se tendrán que aplicar
las menos gravosas siempre que sea posible, y que la medida de
internamiento (cautelar y definitiva, ya que no hace una distinción) deberá
evitarse y se limitará también a circunstancias excepcionales y a las
conductas señaladas en el aludido artículo 113 de la ley. Además, se afirma
que toda medida restrictiva de la libertad (que lógicamente incluye al
internamiento cautelar o definitivo) será aplicada por los periodos más breves
posibles.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
181. Como se adelantó, respecto a los aludidos preceptos 28 y 56, este Tribunal
Pleno considera como infundados los conceptos de invalidez. La Comisión
Nacional de Derechos Humanos parte de un indebido entendimiento de las
normas reclamadas y de su valoración sistemática con otras disposiciones de
la ley.
182. Para explicar esta conclusión, tal como se ha venido haciendo en este fallo,
el presente apartado se dividirá en dos secciones: una será la relatoría de
precedentes y del parámetro de regularidad y, en la otra, se hará el estudio
de regularidad de las disposiciones reclamadas (se insiste, respecto al
artículo 28, en esta sección del fallo sólo se hará el pronunciamiento por la
parte que regula al internamiento como medida cautelar).
183. En primer lugar, aun cuando no fue una postura invocada por la comisión
accionante, el presente estudio debe partir de la premisa que es criterio que
el internamiento de un adolescente, como medida cautelar dentro de un
procedimiento penal para adolescentes, ha sido respaldado por esta
Suprema Corte al estar permitido por el texto constitucional.
93
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
66Se aprobó por mayoría de ocho votos de los señores Ministros Gutiérrez Ortiz Mena, separándose
de las consideraciones del apartado C y por la invalidez parcial de los preceptos, Luna Ramos,
Franco González Salas, Pardo Rebolledo, Medina Mora I., Laynez Potisek, Pérez Dayán y
Presidente Aguilar Morales, respecto del considerando quinto, atinente al estudio relativo a los
artículos 72, fracción II, inciso a), y 122 de la Ley Nacional del Sistema Integral de Justicia para
Adolescentes, consistente en reconocer la validez de dichos preceptos, al tenor de la interpretación
conforme propuesta. Los señores Ministros Cossío Díaz, Zaldívar Lelo de Larrea y Piña Hernández,
votaron en contra y anunciaron sendos votos particulares. Los señores Ministros Gutiérrez Ortiz
Mena, Franco González Salas y Presidente Aguilar Morales anunciaron sendos votos concurrentes.
Los señores Ministros Luna Ramos y Pardo Rebolledo reservaron su derecho a formular sendos
votos concurrentes.
94
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
Tribunal Pleno en las jurisprudencias P./J. 79/2008 67, P./J. 77/200868 y P./J.
78/200869”.
95
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
186. Para ello, en el fallo se trajo a cuentas lo señalado por el Comité de los
Derechos del Niño en su Observación General número 10, en la cual se
“reconoce la posibilidad de que los Estados contemplen prisión preventiva
para menores de edad, advirtiendo que para cumplir con las obligaciones
derivadas en artículo 37, inciso b), de la Convención sobre los Derechos del
Niño71, la mencionada medida deberá contemplarse como último recurso,
además de establecer claramente las condiciones requeridas para determinar
si el menor debe ingresar o permanecer en prisión preventiva con el fin de
garantizar su comparecencia ante el tribunal o cuando constituya un peligro
inmediato para sí mismo o para los demás”.
70 “Artículo 20.- El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de publicidad,
contradicción, concentración, continuidad e inmediación.
A. De los principios generales:
I. El proceso penal tendrá por objeto el esclarecimiento de los hechos, proteger al inocente, procurar
que el culpable no quede impune y que los daños causados por el delito se reparen; […]”.
71 “Artículo 37. Los Estados Partes velarán por que […]
b) Ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente. La detención, el encarcelamiento
o la prisión de un niño se llevará a cabo de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida
de último recurso y durante el período más breve que proceda […]”.
96
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
72 Sobre este punto, se citó lo señalado por la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos.
Relatoría sobre los derechos de la niñez. Justicia Juvenil y Derechos Humanos en las Américas, op.
cit., párrafo 274.
73 Ibien, párrafo 275.
74 Ibídem, párrafo 276.
75 Páginas 75 a 83 del engrose.
97
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
Sobre todo teniendo en cuenta que del proceso legislativo que dio origen
a la primera configuración del sexto párrafo del artículo 18 constitucional
no se advierten elementos para sostener que el órgano revisor prohibió
o excluyó el internamiento preventivo. En cambio, sí existió la intención
de armonizar el parámetro constitucional con los estándares
internacionales, de manera específica con el artículo 37, inciso b), de la
Convención sobre los Derechos del Niño, tal como se demuestra a
continuación.
[…]
Derivado de lo anterior, al no existir ninguna prohibición respecto a la
figura del internamiento preventivo ni en el procedimiento legislativo
antes referido, ni en el propio texto de la Constitución, es posible afirmar
que la referida figura encuentra asidero constitucional en el propio
artículo 18, en el que se fijan las bases del sistema integral de justicia
para adolescentes, en el que se contempla tanto la medida de
internamiento como la exigencia de especialidad de ese sistema de
justicia penal, en el que rigen todos los derechos humanos y garantías
que en general reconoce la Constitución en materia penal y aquellos que
se exigen para la protección de los adolescentes. Por consiguiente en
ese sistema especializado son aplicables los derechos y garantías
previstos en los artículos 1976 y 20 77 apartado B, fracción IX, y apartado
C, fracción VI, todos de la Constitución Federal, que prevén
expresamente la restricción a la libertad personal cuando otras medidas
cautelares no sean suficientes para garantizar la comparecencia del
imputado en el juicio, el desarrollo de la investigación, la protección de
la víctima, de los testigos o de la comunidad; debiendo cumplir en su
caso con las condiciones mínimas exigidas a la privación de la libertad y
con los requisitos que derivan de los principios y reglas constitucionales
y convencionales.
En cuanto a las reglas generales aplicables al derecho a la libertad
personal, el artículo 19 de la Constitución establece como una medida
cautelar legítima la prisión preventiva, la cual deberá justificarse con un
76 “Artículo 19. Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de setenta y dos
horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con un auto de
vinculación a proceso en el que se expresará: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución, así como los datos que establezcan que se ha cometido un hecho que
la ley señale como delito y que exista la probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su
comisión.
El Ministerio Público sólo podrá solicitar al juez la prisión preventiva cuando otras medidas cautelares
no sean suficientes para garantizar la comparecencia del imputado en el juicio, el desarrollo de la
investigación, la protección de la víctima, de los testigos o de la comunidad, así como cuando el
imputado esté siendo procesado o haya sido sentenciado previamente por la comisión de un delito
doloso. El juez ordenará la prisión preventiva, oficiosamente, en los casos de delincuencia
organizada, homicidio doloso, violación, secuestro, trata de personas, delitos cometidos con medios
violentos como armas y explosivos, así como delitos graves que determine la ley en contra de la
seguridad de la nación, el libre desarrollo de la personalidad y de la salud”.
77 “Artículo 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de publicidad,
contradicción, concentración, continuidad e inmediación. […]
B. De los derechos de toda persona imputada: […]
IX. En ningún caso podrá prolongarse la prisión o detención, por falta de pago de honorarios de
defensores o por cualquiera otra prestación de dinero, por causa de responsabilidad civil o algún otro
motivo análogo.
La prisión preventiva no podrá exceder del tiempo que como máximo de pena fije la ley al delito que
motivare el proceso y en ningún caso será superior a dos años, salvo que su prolongación se deba
al ejercicio del derecho de defensa del imputado. Si cumplido este término no se ha pronunciado
sentencia, el imputado será puesto en libertad de inmediato mientras se sigue el proceso, sin que
ello obste para imponer otras medidas cautelares.
En toda pena de prisión que imponga una sentencia, se computará el tiempo de la detención.
C. De los derechos de la víctima o del ofendido: […]
VI. Solicitar las medidas cautelares y providencias necesarias para la protección y restitución de sus
derechos”.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
78 “Artículo 122. […] La prisión preventiva se aplicará hasta por un plazo máximo de cinco meses.
Si cumplido este término no se ha dictado sentencia, la persona adolescente será puesta en libertad
de inmediato mientras se sigue el proceso, pudiéndosele imponer otras medidas cautelares […].
No se aplicarán a las personas adolescentes los supuestos de prisión preventiva oficiosa
establecidos en el artículo 19 de la Constitución […]”.
99
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
192. En principio, como recién se explicitó a partir del citado precedente, este tipo
de restricción a la libertad personal de los adolescentes es una medida
cautelar dentro de un procedimiento penal cuya existencia se encuentra
respaldada por una interpretación sistemática de los artículos 18, 19 y 20,
apartados B y C, de la Constitución General y 37, inciso b), de la Convención
de los Derechos del Niño.
100
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
195. En tercer lugar, la medida impuesta en los preceptos reclamados acredita los
requisitos de excepcionalidad, proporcionalidad, mínima intervención e
interés superior del menor que exige el corpus juris de la niñez para poder
someter válidamente a un menor a una restricción provisional de su libertad,
lo que refleja que es necesaria y no se identifican otras medidas alternativas
igualmente idóneas para cumplir el fin constitucionalmente imperioso. Lo
anterior por las razones que siguen.
79 Aunque este artículo 113 también forma parte de la materia de la presente acción de
inconstitucionalidad, la parte de este precepto que describe los hechos delictivos no fue sujeta a
discusión por la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Como se explicará en el siguiente
apartado, la comisión accionante sólo señaló de manera genérica que este precepto resultaba
inconstitucional porque definía al internamiento como una privación de la libertad, lo cual ocasionaba
que se le concibiera como sinónimo de pena.
80 “Artículo 10. Son derechos y garantías del adolescente o adulto joven sujeto a investigación y
proceso, en los términos de esta Ley:
[…]
II. Los adolescentes tienen derecho a la libertad. Cualquier medida que implique una restricción a
este derecho deberá aplicarse de forma excepcional, como último recurso y durante el tiempo más
breve que proceda, únicamente para conductas consideradas como graves de conformidad con el
artículo 113 de esta Ley; cualquier restricción indebida en un establecimiento público o privado será
considerada como una forma de privación ilegal de libertad; […]”.
“Artículo 54. Sólo a solicitud del Ministerio Público para Adolescentes y, en la forma, bajo las
condiciones y por el tiempo que se fija en esta Ley, el Juez de Audiencia Especializado para
Adolescentes podrá imponer al adolescente o adulto joven, después de escuchar sus razones, las
siguientes medidas cautelares:
I. La presentación de una garantía económica suficiente;
II. La prohibición de salir sin autorización del país, de la localidad en la cual reside o del ámbito
territorial que fije el Juez de Audiencia Especializado para Adolescentes;
III. La obligación de someterse al cuidado o vigilancia de una persona o institución determinada, que
informe regularmente al Juez de Audiencia Especializado para Adolescentes;
IV. La obligación de presentarse periódicamente ante el Juez de Audiencia Especializado para
Adolescentes o ante la autoridad que él designe;
V. La prohibición de concurrir a determinadas reuniones o de visitar ciertos lugares;
VI. La prohibición de convivir o comunicarse con personas determinadas, siempre que no se afecte
el derecho de defensa;
VII. La separación inmediata del domicilio cuando se trate de conductas tipificadas como delitos
sexuales y la presunta víctima conviva con el adolescente o adulto joven;
VIII. El internamiento preventivo en instalaciones especializadas; y,
IX. La libertad vigilada.
Las medidas cautelares podrán dictarse y revocarse en cualquier momento hasta antes de dictarse
sentencia”.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
81 “Artículo 4. Son principios rectores del Sistema, en forma enunciativa, más no limitativa, los
siguientes:
I. Interés superior del adolescente: Se funda en la dignidad misma del ser humano, en las
características propias de los adolescentes, y en la necesidad de propiciar el desarrollo de éstos,
con pleno aprovechamiento de sus potencialidades así como en la naturaleza y alcances previstos
en los instrumentos internacionales, garantizando que toda medida que el Estado tome frente a ellos,
cuando realizan conductas tipificadas como delito en las leyes, deba interpretarse y aplicarse
siempre en el sentido de maximizar los derechos de los adolescentes y de restringir los efectos
negativos de su sujeción a un Sistema que en esencia tiene un carácter sancionatorio; […]
VI. Mínima intervención: Consiste en la adopción de medidas para tratar a los adolescentes o
adultos jóvenes sin recurrir a procedimientos judiciales, en el entendido de que se respetarán
plenamente sus derechos humanos y garantías legales. En los casos en que sea inevitable que se
sujeten a un procedimiento judicial y se proceda a imponer las medidas que se prevén en esta Ley,
se procurará que los adolescentes o adultos jóvenes sean expuestos lo menos posible y sólo de ser
necesario, a ambientes hostiles, cuando deban comparecer frente a autoridades o deban estar en
los lugares de detención; […]
XIV. Proporcionalidad: Establece que al momento de determinarse las medidas que habrán de
imponerse a los adolescentes o adultos jóvenes, deberán aplicarse aquéllas que sean acordes con
la integración social y familiar de los mismos, lo que se logrará a través del establecimiento de
medidas de distinta naturaleza cuya imposición y ejecución debe ser por el tiempo más breve que
proceda para alcanzar el fin pretendido; y, […]”.
82 Sobre la duración específica del tiempo máximo de internamiento preventivo, no existe estándar
en el corpus juris de la niñez. La regla 13.1 de las Reglas de Beijing sólo dispone que se deberá
aplicar por el plazo más breve posible (sin especificar alguno) y la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha señalado lo mismo, en el Caso “Instituto de Reeducación del Menor vs. Paraguay
(Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de 2004.
Serie C No). En ese sentido, esta Suprema Corte entiende que el propio plazo de 3 meses es
razonable, pues es un tiempo máximo y la norma permite entonces que sea el juez el que, atendiendo
al contenido de los principios de mínima intervención y proporcionalidad en la aplicación de la medida
y a las circunstancias del caso, delimite el plazo de duración del respectivo internamiento del menor.
102
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
83 “Artículo 10. Son derechos y garantías del adolescente o adulto joven sujeto a investigación y
proceso, en los términos de esta Ley: […]
XIII. Permanecer separado, cuando esté sujeto a internamiento preventivo; de aquellas personas a
quienes ya se haya impuesto la medida de internamiento definitivo”.
“Artículo 11. Los adolescentes y adultos jóvenes sujetos a las medidas previstas en esta Ley, tienen
derecho a:
I. No ser privados o limitados en el ejercicio de sus derechos y garantías, sino como consecuencia
directa o inevitable de la medida impuesta;
II. En cualquier caso que implique su internamiento, tienen derecho a ser alojados en lugares
exclusivos y especializados, de acuerdo con su edad y sexo, totalmente separados de los adultos;
[…]”.
84 Con esto, se cumple lo dispuesto en la resulta aplicable lo dispuesto en la Regla 13.4 de las Reglas
de Beijing, relativa a la administración de justicia para menores, que establece que su internamiento
debe ser en establecimientos distintos de los de los adultos detenidos. Asimismo, se acata la citada
sentencia de la Corte Ineteramericana de Derechos Humanos, que en el Caso “Instituto de
Reeducación del Menor” vs. Paraguay implicó que es un hecho notorio que los menores en prisión
son un blanco habitual de agresiones físicas y sexuales a manos de los adultos internos, fenómeno
que reconoce un gran número de gobiernos y autoridades penitenciarias de todo el mundo; por lo
tanto, para proteger a los menores frente a posibles daños, las normas internacionales prevén
expresamente que aquellos que deban ser privados de su libertad se mantengan separados de los
adultos reclusos.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
196. Todo lo anterior demuestra que la medida cumple con lo exigido por los
principios constitucionales de excepcionalidad, mínima intervención, interés
superior y proporcionalidad.
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
86Respecto al citado artículo 85, se examinará en un apartado posterior, pues no tiene que ver con
medidas de internamiento, sino con la medida definitiva de prestación de servicios a favor de la
comunidad.
105
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
XII.1.
Análisis de los artículos 28, 113, 114 y 115 del Código Local
202. El texto de los artículos que serán estudiados en esta sección son los
siguientes (destacando en algunos casos la porción normativa cuestionada):
106
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
204. El contenido del artículo 28 ya fue descrito a detalle en párrafos previos. Por
lo que hace al artículo 113, éste también tiene una estructura compleja. En el
primer párrafo se define que la medida de internamiento, la cual priva del
derecho a la libertad de tránsito a los adolescentes y adultos jóvenes sujetos
a la ley, tiene distintos grados. En el segundo párrafo y fracciones
subsecuentes se aclara que los distintos grados de internamiento son las
medidas más graves de la ley, que sólo se aplicarán como último recurso a
los adolescentes entre catorce y dieciocho años no cumplidos, por el tiempo
más breve que procedan, de modo subsidiario y sólo por actualizarse las
conductas dolosas ahí descritas que se encuentran tipificadas en ciertos
artículos del Código Penal Estatal. En los párrafos tercero y cuarto se explica
107
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
205. Por su parte, en el artículo 114 se describe que la duración de las medidas
de internamiento deben tener relación directa con la conducta cometida en
términos de los límites establecidos en la ley, que deberán aplicarse
exclusivamente en centros de internamiento (salvo la medida de
internamiento domiciliario) y que no podrá permanecer un adolescente o
adulto joven en un centro de internamiento bajo la mera idea de que no existe
otra forma de proteger sus derechos y, en el artículo 115, se regulan los pasos
a seguir cuando un adolescente sujeto a una medida de internamiento
presenta una enfermedad o discapacidad mental.
108
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
208. En resumen, esta Suprema Corte estima que aun cuando el internamiento es
una medida permitida constitucionalmente, se llega a la convicción que
resulta inválida la porción normativa del tercer párrafo del artículo 113
cuestionado que dice “la finalidad de estas medidas es limitar la libertad de
tránsito de adolescentes o adultos jóvenes”. Ello, ya que si bien en el primer
párrafo de este precepto se define la consecuencia material de las medidas
de internamiento (privación temporal del derecho a la libertad de tránsito), en
ese tercer párrafo se señala que la finalidad de la medida es precisamente
esa privación de la libertad para lleva a cabo procesos de reflexión, cuando
en el sistema de justicia para adolescentes la medida de internamiento no
debe confundirse con una de carácter punitiva, sino que lo único que se busca
es garantizar el bienestar y el futuro del adolescente para su reinserción
social. Si se dejara esa parte del texto del tercer párrafo podría existir una
incertidumbre en cuanto a la genuina finalidad del internamiento. Por lo
demás, no se advierte que el contenido de los preceptos reclamados detente
la deficiencia advertida por la comisión.
209. No obstante, por otro lado, supliendo la deficiencia, esta Suprema Corte
considera que resulta contrario al artículo 1º constitucional y a la Convención
de los Derechos de las Personas con Discapacidad cuando en el artículo 115
se establece que la obligación del personal de los centros de internamiento o
de la Unidad Especializada para informar al juez sobre la enfermedad o
discapacidad mental de un adolescente o adulto joven sujeto a la medida de
internamiento se activará únicamente ante discapacidades “mentales”. Por el
contrario, esta obligación debe actualizarse cuando se identifique cualquier
situación que pueda ser valorada como una discapacidad (por ejemplo, física,
sensorial y no solamente mental). En los párrafos que sigue se explicará a
detalle estas conclusiones.
109
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
211. Hecha esa aclaración, este Tribunal estima que el internamiento como posible
restricción de la libertad de un adolescente tras haberse llevado a cabo un
juicio es una medida permitida constitucionalmente si se cumplen ciertas
condicionantes. El artículo 18 de la Constitución General la contempla
expresamente, al señalar que “el internamiento se utilizará como medida
extrema y por el tiempo más breve que proceda, y podrá aplicarse
únicamente a los adolescentes mayores de catorce años de edad, por la
comisión o participación en un hecho que la ley señale como delito”. Lo mismo
ocurre en el ámbito formalmente convencional. El artículo 37, inciso b), de la
Convención de los Derechos del Niño prevé que los Estados partes velarán
por que “ningún niño sea privado de su libertad ilegal o arbitrariamente”, pero
que “la detención, el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo
de conformidad con la ley y se utilizará tan sólo como medida de último
recurso y durante el periodo más breve que proceda”.
213. Ahora bien, tomando como punto de partida la aceptación del internamiento
como una medida viable en el sistema de justicia para adolescentes, esta
Corte estima que la Comisión Nacional está en lo correcto al afirmar que,
de la forma en que está redactado el tercer párrafo del artículo 113, el
legislador michoacano parece confundir las consecuencias materiales del
internamiento con su finalidad.
214. Se repite, en el transcrito primer párrafo del artículo 113 se dice que “por
medida de internamiento se entiende a los distintos grados de privación del
derecho a la libertad de tránsito de adolescentes y adultos jóvenes que lo
ameriten en los términos de la presente Ley”. Este apartado normativo lo que
en realidad está haciendo es clarificar que el internamiento conlleva
necesariamente una restricción de la libertad del adolescente o adulto joven
y que esta restricción tiene diferentes modalidades. Empero, en el tercer
párrafo, el legislador michoacano incorporó a la ley una conceptualización del
110
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
objetivo del internamiento que dice así: “la finalidad de estas medidas es
limitar la libertad de tránsito de adolescentes o adultos jóvenes, de modo que
se faciliten procesos de reflexión sobre su responsabilidad individual y social
en torno a las consecuencias de las conductas cometidas”. El concepto de
“finalidad” es el objeto o motivo con que se ejecuta algo o el por qué se hace
algo, por lo que cabe la interpretación que lo que busca el legislador local en
este tercer párrafo es aludir que la finalidad es propiamente limitar la libertad
para facilitar procesos de reflexión.
215. En esa tónica, de las reglas que componen el corpus juris de la niñez se
advierte claramente que es un criterio consolidado que el encarcelamiento,
detención o prisión de un niño o niña no puede valorarse con un enfoque
punitivo. La finalidad del internamiento es la reinserción social del
adolescente y garantizar su cuidado, protección, educación y formación
profesional, mas nunca limitar su libertad como una medida en sí misma (que
implicaría entonces una sanción punitiva).
111
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
218. En consecuencia, este Tribunal Pleno considera que la porción normativa del
tercer párrafo del artículo 113 que dice “limitar la libertad de tránsito de
adolescentes o adultos jóvenes, de modo” incide en el principio de seguridad
jurídica y en las premisas en las que se sustenta el artículo 18 constitucional
y las referidas reglas que integran el corpus juris de la niñez.
112
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
219. Si bien podría alegarse que se trata de una deficiencia gramatical y que lo
que se busca es repetir lo previsto en el primer párrafo, este Tribunal Pleno
sostiene que para proteger de manera efectiva los derechos de los niños
sujetos a responsabilidad penal, ninguna norma que se les vaya a aplicar
puede dejar un margen de apreciación para que el interprete valore que el fin
del internamiento es restringir la libertad del adolescente como una especie
de sanción por parte del Estado.
220. La palabra “finalidad” del artículo 113 tiene una conceptualización específica
que no puede ser ignorada por esta Suprema Corte, cuando posterior a ella
se dice que esa finalidad es limitar la libertad del adolescente para procesos
de reflexión. Se insiste, la legislación debe ser clara en cuanto a que el objeto
del internamiento, en la forma en que lo autoriza la Constitución, es
únicamente la protección del menor y el respeto, protección y satisfacción de
sus necesidades y derechos como persona en desarrollo, todo ello para su
reinserción a la sociedad. La restricción de su libertad es meramente
contingente al no haberse podido garantizar estos derechos con otras
medidas de orientación, protección menos gravosas.
87 Adicionalmente, esta norma resultante debe complementarse con uno de los principios rectores
de la ley que se encuentra en la fracción XII del artículo 4 del código (no impugnada) que dice:
“integración social y familiar del adolescente o adulto joven: Consiste en que las medidas que se
impongan al adolescente o adulto joven deben estar dirigidas a reintegrarlo lo antes posible al núcleo
familiar y social en el que se desarrollaba, en consecuencia, la duración de la medida debe ser
determinada por la autoridad competente sin excluir la posibilidad de que el adolescente o adulto
joven sea puesto en libertad antes de ese tiempo, cuando se decida como último recurso su
internamiento. Asimismo debe promoverse en el adolescente o adulto joven su sentido de
responsabilidad e infundirle actitudes y conocimientos que le ayuden a desarrollar sus posibilidades
como miembro de la sociedad; […]”.
113
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
224. Por el contrario, se advierte que el artículo 113 (tras la referida declaratoria
de inconstitucionalidad) y el resto de los preceptos cuestionados (con la
salvedad de una porción normativa del artículo 115 que se analizará más
adelante) son las normas que regulan las condiciones generales de ejecución
de las medidas de internamiento, cuyos supuestos normativos satisfacen
las exigencias constitucionales para la aplicación del internamiento. Es
decir, a través de estas disposiciones es que el legislador michoacano previó
algunas reglas o principios para asegurar la mínima intervención, la
excepcionalidad, interés superior del menor, proporcionalidad en la
determinación de la medida y la proporcionalidad en la ejecución de las
medidas de internamiento, condiciones que desde la visión de esta Corte
cumplen los requisitos constitucionales al respecto: el internamiento sólo se
aplica a niños o niñas con cierto rango de edad, por la actualización de una
serie de delitos que se consideran los más graves, se impone como último
recurso y de manera subsidiaria a otras medidas menos gravosas, la duración
de las medidas que se vayan a imponer debe tener relación directa con la
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
227. Con todo esto se advierte que la legislación busca al final de cuentas que con
las medidas de internamiento se protejan y respeten los derechos de los
adolescentes como personas en desarrollo (en especial, su salud, educación,
formación profesional) y su reinserción a la sociedad. Asimismo, la ejecución
de las medidas de internamiento están sujetas a una supervisión en todo
momento de índole jurisdiccional y se implementan momentos concretos para
la revisión de la adecuación y cumplimiento anticipado de la respectiva
medida.
229. El problema que se advierte es que, si bien, se prevé una medida legislativa
que busca proteger y respetar los derechos de los adolescentes y adultos
jóvenes sujetos a internamiento, ello se hace a partir de una distinción
arbitraria que no guarda una razonabilidad constitucional. ¿Por qué la
obligación surge sólo ante la apreciación de “discapacidades mentales”?
89El derecho humano a la igualdad jurídica como principio adjetivo está reconocido en el artículo 1°,
párrafo primero y quinto, de la Constitución Federal, así como, entre otros, en los artículos 2°,
aparatado B; 4°, primer párrafo; 31, fracción IV, y 123, apartado A, fracción VII, constitucionales, por
medio de sus diversas manifestaciones de carácter específico como la igualdad de oportunidades
de los indígenas, la igualdad entre el hombre y la mujer o la igualdad en la percepción de salarios.
Asimismo, ha sido reconocido en una multiplicidad de instrumentos internacionales, entre los que
destacan los artículos 1, 2 y 7 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; 2 y 26 del
117
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
muchos otros asuntos, por ser unos de los más recientes, en la acción de
inconstitucionalidad 96/2014 y su acumulada y 33/2015, se hizo una
extensa relatoría de estos derechos y su interrelación.
231. En las ejecutorias se destacó que es criterio de esta Suprema Corte que la
igualdad jurídica es un derecho humano expresado a través de un principio
adjetivo, el cual invariablemente se predica de algo y consiste en que toda
persona debe recibir el mismo trato y gozar de los mismos derechos en
igualdad de condiciones que otra u otras personas, siempre y cuando se
encuentren en una situación similar que sea jurídicamente relevante.
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 2.2 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; II de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del
Hombre, y 1.1 y 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
118
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
234. En el mismo tratado se dice que la discriminación contra las personas con
discapacidad debe ser entendida como "toda distinción, exclusión o
restricción basada en una discapacidad, antecedente de discapacidad,
consecuencia de discapacidad anterior o percepción de una discapacidad
presente o pasada, que tenga el efecto o propósito de impedir o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio por parte de las personas con discapacidad,
de sus derechos humanos y libertades fundamentales" (artículo I.2.a)).
235. Por su parte, se enfatizó que en la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad, en su primer numeral, se mandata que por la
expresión "persona con discapacidad" debe entenderse aquélla que presenta
"deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que,
al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y
efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás".
119
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
238. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que
rige la materia en el ámbito del derecho internacional, representa la adopción
normativa del modelo social, pues aborda, por una parte, el factor humano,
es decir, la existencia de una persona con una diversidad funcional y, por otra
parte, prevé el factor social conformado por las barreras contextuales que
causan una discapacidad90.
239. Así las cosas, en atención a los criterios de esta Corte que se reflejan en los
anteriores precedentes, este Tribunal Pleno llega a la convicción que la
porción normativa identificada del artículo 115 produce una distinción
injustificada en relación con los derechos de las personas con
discapacidad. No hay razón válida que permita justificar porqué la medida
legislativa abarca sólo a las deficiencias “mentales” y no a otras como las
físicas o las sensoriales.
240. Es cierto que no existe una lista definida de los tipos o categorías de
discapacidad. Tal como se ha venido reiterando, la discapacidad no es una
característica o atributo de la persona ni se puede identificar de una manera
exhaustiva. Es el resultado de la interacción entre una persona que tenga
algún grado de deficiencia física, mental, intelectual o sensorial y diversas
barreras sociales que puedan impedir su plena y efectiva participación en la
sociedad en igualdad de condiciones con los demás.
120
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
243. Por lo tanto, para corregir la indebida distinción que implementa la norma en
torno a las discapacidades, y dado que es igualmente posible identificar las
discapacidades físicas o sensoriales que las mentales, debe declararse
inválida la porción normativa que dice “mental”, para que la condición de
aplicación de la conducta obligada se actualice ante la percepción de
cualquier tipo de discapacidad, según sea el caso. Con la invalidez, el texto
de la norma quedaría de la siguiente manera:
91Este documento ya se utilizó como un parámetro de estudio del modelo social de las personas con
discapacidad en el amparo en revisión 410/2012 y en la citada acción de inconstitucionalidad 96/2014
y su acumulada 97/2014.
121
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
XII.2.
Análisis de los artículos 116 y 117 del Código Local
245. La comisión accionante cuestionó los artículos 116 y 117 como parte de su
concepto de invalidez dirigido a señalar que las medidas de internamiento
previstas en una serie de disposiciones de la ley local se regulaban como
sinónimos de pena. El texto de las normas que se examinan en esta sección
es el que sigue:
122
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
248. Bajo esa tónica, este Tribunal Pleno llega a la conclusión de que no existe
prohibición para que el legislador secundario contemple al internamiento
domiciliario como una de las especies de internamiento que podrán ser
aplicadas a un adolescente con motivo de su responsabilidad penal
(situación distinta es la reglamentación específica de esa medida para que
sea acorde a las reglas y principios constitucionales en la materia).
123
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
251. Por ende, se estima que debe declararse la invalidez de la indicada porción
normativa, con el objeto de no dejar ningún margen de interpretación para
que este tipo de medida de internamiento pueda ser conceptualizado como
una medida punitiva cuyo fin es precisamente la privación del derecho a la
libertad. En el sistema de justicia penal para adolescentes, la premisa sobre
la que debe girar cualquier medida de internamiento es respetar, proteger y
garantizar los distintos derechos de los niños y niñas que les corresponden
por ser personas en desarrollo y satisfacer y garantizar su adecuada
reinserción social. Se repite, la restricción a la libertad personal y
deambulatoria es una cuestión contingente que se debe a que no se pudo
tomar cualquier otra medida menos gravosa para salvaguardar los derechos
de los adolescentes en relación con la responsabilidad penal atribuida.
253. El resto del contenido del artículo 116 y lo previsto en el artículo 117, a juicio
de esta Corte, no guardan la deficiencia solicitada por la comisión accionate;
por el contrario, las reglas y principios que ahí se contemplan satisfacen las
exigencias constitucionales y del corpus juris internacional de la niñez.
124
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
254. En primer lugar, se advierte que las normas cumplen con un fin
constitucionalmente imperioso que viene precedido por las referidas razones
que autorizan al internamiento como medida viable en este sistema de
justicia penal: garantizar el cuidado y protección de los adolescentes, así
como su educación y formación profesional para permitir que desempeñen
un papel constructivo y productivo en la sociedad y buscar, al final de
cuentas, prepararlos para su reinserción social y familiar, pero a través de
una determinada modalidad que permita aprovechar las bondades y ventajas
de permanecer en todo momento en el respectivo núcleo familiar y social.
255. En segundo lugar, esta medida legislativa, que conlleva materialmente una
limitación de la libertad personal de los adolescentes o adultos jóvenes, es
idónea para el fin buscado, pues la consecución del fin se ejecuta a través
de un ambiente controlado (la casa habitación o algún otro domicilio donde
se quedará al cuidado de sus padres, tutores o quien ejerza la patria
potestad), en donde se podrán respetar, proteger y salvaguardar de manera
efectiva y suficiente los referidos derechos de los adolescentes como
personas en desarrollo para lograr esa reinserción social y familiar.
256. En tercer lugar, este Tribunal Pleno no advierte que existan medidas
alternativas igualmente idóneas para lograr el fin constitucionalmente
imperioso. Ello, por las siguientes razones:
125
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
citado segundo párrafo del artículo 113 (se cumple con los principios de
excepcionalidad y mínima intervención).
c) Sólo se aplicará a personas que tengan o hayan tenido al momento de
realizarse la conducta una edad entre catorce años cumplidos y
dieciocho no cumplidos (se cumple así con el principio de mínima
intervención y con lo exigido expresamente por el artículo 18
constitucional).
d) El propio artículo 116 prevé el tiempo de duración de la medida,
estableciéndose un rango mínimo y uno máximo (de un mes a cuatro
años). Lo cual debe interpretarse sistemáticamente con lo mandatado
en el citado primer párrafo del artículo 114, que dice que la duración de
cualquier medida de internamiento deberá tener relación directa con la
conducta cometida (se cumple el principio de proporcionalidad en la
determinación de la medida), por lo que el juez aplicará el rango
temporal de la medida atendiendo a las circunstancias del caso
concreto.
e) Es cierto que la restricción de la libertad de un adolescente en los límites
de un domicilio, tanto por el tiempo mínimo como por el máximo, puede
incidir en su adecuado desarrollo; sin embargo, el propio artículo 116
reclamado establece salvaguardas para evitar en el mayor grado posible
esa incidencia, pues se establece que la restricción para salir del
domicilio no deberá afectar el cumplimiento de las obligaciones
laborales o escolares del adolescente o adulto joven. Es decir, no
hay una limitación absoluta de permanencia en el domicilio sin ningún
tipo de matización o resguardo de otros derechos de los adolescentes.
f) Por su parte, si bien el tiempo máximo de internamiento domiciliario es
de cuatro años y podría alegarse que su aplicación conllevaría
materialmente a un privación de la libertad altamente gravosa; empero,
se insiste, esta medida de internamiento sólo se actualiza ante
conductas delictivas muy graves que se han considerado como las de
mayor envergadura dentro del ordenamiento jurídico michoacano (por
ejemplo, violación, trata, turismo sexual, tráfico de órganos, etc.) y
siempre será el juez el que, valorando las circunstancias, verificará cuál
es el tiempo razonable para la efectiva consecución de la reinserción
social del menor y del cuidado, respecto, protección y salvaguarda de
126
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
127
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
257. Esta Suprema Corte no pasa por alto la posible objeción consistente en que
la medida de internamiento en tiempo libre puede considerarse, en ciertos
aspectos, una medida de internamiento menos gravosa para el adolescente
que la que se analiza, pues al final de cuentas se permite al adolescente una
mayor participación en la sociedad al no limitarse la gran parte de sus
actividades en un domicilio. Sin embargo, se debe resaltar que, como se
evidenciará en párrafos subsecuentes, aunque los diferentes grados de
internamiento obedecen a finalidades con similar razonabilidad, lo que busca
el legislador cuando implementa diferentes grados de restricción de la
libertad es dotar al juzgador de distintas posibilidades normativas para que,
atendiendo a las circunstancias del caso y tomando en cuenta la
excepcionalidad de todas estas medidas y los criterios de proporcionalidad,
aplique la que considere como más optima para el caso concreto. Además,
dadas las distintas particularidades en las que se puede dar un internamiento
domiciliario o un internamiento en tiempo libre, no es viable advertir en
abstracto y bajo cualquier supuesto cuál medida es la menos gravosa.
128
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
XII.3.
Análisis de los artículos 118, 119 y 120 del Código Local
260. El texto de los recién artículos cuestionados que se analizan en este sub-
apartado es el siguiente:
92 “Artículo 130. Las autoridades de la Unidad Especializada podrán conminar a los padres,
familiares, responsables, tutores, quienes ejerzan la patria potestad o custodia, para que brinden
apoyo y asistencia al adolescente o adulto joven, en su caso, durante el cumplimiento de las medidas.
Para estos efectos, la Unidad Especializada procurará lo necesario para que se cuente con:
I. Programas de capacitación a padres, tutores, familiares, responsables, quienes ejerzan la patria
potestad o custodia;
II. Programas de escuelas para responsables de las familias;
III. Programas de orientación y tratamiento en caso de alcoholismo o drogadicción;
IV. Programas de atención médica;
V. Cursos y programas de orientación; y,
VI. Cualquier otra acción que permita a los padres, familiares, responsables, tutores, quienes ejerzan
la patria potestad o custodia contribuir a asegurar el desarrollo integral de los adolescentes o adulto
joven”.
129
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261. Estos tres preceptos regulan otra modalidad de internamiento que es la que
se ejecuta en tiempo libre; es decir, el adolescente o el adulto joven sujeto a
la medida únicamente se verá afectado en su libertad personal en tiempos o
espacios temporales determinados y en lugares específicos.
130
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
264. Por otro lado, aun cuando no se destacó de esta manera por la comisión
accionante (ya que sólo se citó de manera genérica el artículo 118 como
impugnado), causa duda la afirmación del tercer párrafo de tal precepto que
dice que “en lo posible, el Juez de Audiencia Especializado para
Adolescentes tendrá en cuenta las obligaciones laborales y educativas del
adolescente o adulto joven para determinar los periodos de internamiento”.
Tal como ha sido evidenciado en este fallo, el internamiento como medida
que se asigna por una responsabilidad penal pretende en todo momento el
cuidado y salvaguarda de los menores para su reinserción social y familiar,
bajo la premisa de que lo más importante es asegurar su educación y
formación profesional para permitirles que desempeñen un papel
constructivo y productivo en la sociedad.
266. Dicho lo anterior, con estas declaratorias de invalidez, el texto del artículo
118 quedaría de la forma siguiente:
131
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
267. Por el resto del contenido de este artículo 118 y de lo previsto en los artículos
119 y 120, este Tribunal Pleno estima que no existe la deficiencia señalada
por la comisión accionante y que, por el contrario, se supera un juicio estricto
de razonabilidad constitucional.
270. En tercer lugar, esta medida legislativa es la más idónea para lograr estos
fines por la interrelación de las razones que siguen:
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XII.4.
Análisis de los artículos 121 a 124 del Código Local
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277. A diferencia de los otros sub-apartados, esta Suprema Corte estima que no
se actualiza ninguna violación constitucional. En los artículos 121 a 124 no
se alude en ningún momento que la finalidad de la medida de internamiento
sea la privación de la libertad de los adolescentes. Además, por el contrario,
interpretados de manera sistemática con el resto de la ley y con la
declaración de invalidez de cierto contenido del artículo 113 reclamado (que
como se dijo prevé reglas generales para los tres diferentes tipos de medidas
de internamiento), se llega a la convicción que lo establecido en estas
disposiciones superan un juicio de razonabilidad de carácter estricto.
136
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
279. En segundo lugar, la medida legislativa es idónea para el fin buscado, ya que
a través de esa permanencia por un cierto tiempo en un centro de
internamiento público, el Estado se asegura plenamente del cuidado y
protección de la vida, salud e integridad de los adolescentes o adultos
jóvenes, y al mismo tiempo puede generar todas las condiciones para
respetar y proteger los demás derechos de estas personas como individuos
en desarrollo que conduzcan a la debida reinserción social y familiar.
137
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
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93 Cabe resaltar que la Primera Sala ya ha declarado constitucional plazos de internamiento aun
mayores (quince años como máximo), tal como se resolvió en el amparo directo en revisión
1160/2015, resuelto el catorce de octubre de dos mil quince. Dicho criterio se reflejó en la tesis de
rubro y texto: “JUSTICIA PARA ADOLESCENTES. EL ARTÍCULO 172 DE LA LEY RELATIVA
PARA EL ESTADO DE COAHUILA, NO TRANSGREDE EL ARTÍCULO 18 CONSTITUCIONAL AL
DELIMITAR PROPORCIONALMENTE EL PLAZO DE DURACIÓN DE LA MEDIDA DE
INTERNAMIENTO A LAS PENAS PRIVATIVAS DE LA LIBERTAD PREVISTAS EN LA LEY
PENAL DE ESA ENTIDAD FEDERATIVA. Los párrafos cuarto y sexto, última parte, del artículo 18
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establecen un vínculo entre el régimen
de justicia para adolescentes con las conductas tipificadas como delitos, sus sanciones y
clasificación en las legislaciones penales (adjetivas o sustantivas); es por ello que la fijación de la
duración de las medidas en internamiento derivadas de un procedimiento de justicia para
adolescentes está condicionada al referente legislativo que obedece a la misma naturaleza penal,
aunque puede ocurrir que sea el propio ordenamiento perteneciente al sistema de adolescentes el
que establezca una duración independiente y el catálogo de los delitos graves por los que
exclusivamente sea procedente esa medida. En ese sentido, el artículo 172 de la Ley de Justicia
para Adolescentes del Estado de Coahuila, establece la duración de la medida de internamiento en
un plazo proporcional inferior a las sanciones previstas penalmente, pero también, como tema de
procedencia para su imposición, que deba verificarse que la conducta atribuida al adolescente esté
prevista como delito grave, de conformidad con la norma penal -en el caso- adjetiva; regla que se
justifica, porque el legislador establece en los ordenamientos penales las sanciones privativas de la
libertad que corresponden a las conductas tipificadas como delitos, que son incrementadas o
disminuidas en su duración de conformidad con las modalidades atenuantes o agravantes en que
éstas se despliegan y la clasificación de la gravedad de las que producen mayor afectación a los
bienes jurídicos protegidos por la sociedad; así, la duración de esas sanciones está asociada con la
gravedad de la conducta cometida, que se incrementará o disminuirá por las condiciones del hecho
o calidades de las personas que sufren o desarrollan esas conductas; de manera que si el régimen
de justicia para adolescentes pertenece a la misma naturaleza de las normas penales y por mandato
constitucional debe inscribirse a esas disposiciones, es claro que deben ser consideradas no sólo
las conductas, sino también las penas señaladas en el Código Penal, pero en proporciones inferiores,
como lo establece la norma en cita. Por tanto, el artículo 172 aludido no transgrede el artículo 18
constitucional, toda vez que las conductas y sanciones descritas en el Código Penal del Estado de
Coahuila sirven como referente constitucional indisoluble para establecer las medidas que
proporcionalmente deben aplicarse a los adolescentes sometidos a un tratamiento de internamiento
por el tiempo estrictamente indispensable para lograr su rehabilitación, lo que es compatible con el
régimen especial establecido en dicho precepto constitucional. Votación: unanimidad de cuatro votos
de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero
de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente:
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Saúl Armando Patiño Lara. [Tesis 1a. CCCXCVIII/2015
(10a.), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 25,
Diciembre de 2015, Tomo I, página 257].
139
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
281. Por su parte, cabe resaltar que podría alegarse que el internamiento
permanente no es la medida más idónea al fin buscado ni cumple con el
criterio de proporcionalidad en estricto sentido, pues la propia legislación
prevé otras medidas como la de internamiento domiciliario o en tiempo libre,
que no tienen como consecuencia la prolongación de la estancia de un menor
en un centro por un tiempo considerable. No obstante, el propio artículo 122
reclamado es el que satisface dicha preocupación al exigir que cualquier otro
tipo de medida será de aplicación prioritaria a la de internamiento
permanente.
282. En ese sentido, se insiste, tener a esta medida como una de las modalidades
del internamiento no necesariamente provoca su inconstitucionalidad por ser
altamente gravosa, ya que el artículo 18 constitucional la reconoce
expresamente y será el juzgador el que, atendiendo a las particularidades del
caso, verifique si el internamiento permanente como medida contingente que
conllevará la restricción de la libertad de un adolescente o adulto joven por
un tiempo continuo es la medida idónea con la que se puede proteger,
respetar y salvaguardar del modo más eficiente y suficientemente posible los
derechos de esa persona en desarrollo para lograr su reinserción social y
familiar ante su responsabilidad penal.
283. En suma, por lo dicho en los párrafos previos, esta Suprema Corte considera
como válidos los artículos 121 a 124 del Código de Justicia Especializada
para Adolescentes del Estado de Michoacán de Ocampo.
140
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
285. Esta medida forma parte de las medidas de orientación y protección que
prevé el código como resultado de una responsabilidad penal tras el juicio
correspondiente. Cabe resaltar que, si bien en el aludido cuarto concepto de
invalidez se incluyó este precepto como parte de una serie de artículos
impugnados, la Comisión Nacional expuso argumentos específicos en su
contra. A su juicio, el artículo 85 es inconstitucional pues: a) no es una medida
que encuadre dentro de las medidas de orientación, protección y tratamiento
que autoriza el texto constitucional en el sistema de justicia penal para
adolescentes y b) el contenido del precepto reclamado no toma en cuenta la
edad laboral constitucionalmente permitida para los menores de edad, que
es de quince años, en contravención a lo previsto en los artículos 5º, en
relación con el 123, apartado A, fracción III, de la Constitución General.
141
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
287. En principio, debe insertarse en este apartado del fallo todo lo expuesto en
la presente ejecutoria sobre el régimen aplicable a los menores de edad
como sujetos de responsabilidad penal. Asimismo, debe señalarse que el
corpus juris de la niñez da primacía a toda medida en el sistema de justicia
penal para adolescentes alternativa a la privación de la libertad.
289. Lo que quiere decir que con el objetivo de cumplir con el principio de
excepcionalidad (que implica restringir la libertad de los niños como medida
de último recurso), los Estados tienen la obligación de establecer alternativas
a la privación de la libertad como sanción para los adolescentes declarados
culpables de infringir las leyes penales. Dicha obligación está claramente
prevista en el artículo 40.4 de la Convención sobre los Derechos del Niño,
que dice:
94Corte IDH. Caso Instituto de Reeducación del Menor Vs. Paraguay. Excepciones Preliminares,
Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C No. 112, párr. 225.
142
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95 Comité de los Derechos del Niño, Observación General No. 10, op. cit., párr. 80.
96 Justicia Juvenil y Derechos Humanos en las Américas, op cit, páginas 89 a 91.
143
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144
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
294. Así las cosas, aplicando lo recién expuesto a la norma que nos ocupa y
contrario al primer argumento de invalidez de la Comisión Nacional de
Derechos Humanos, se estima que la prestación de servicios a favor de la
comunidad sí tiene respaldo constitucional, ya que su viabilidad se
145
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296. En ese sentido, este Tribunal Pleno entiende que la prestación de los
servicios a favor de la comunidad, impuesta por una autoridad judicial como
resultado de la responsabilidad penal tras un juicio, puede ser incorporada a
una legislación como una medida de orientación de las que habla el texto
148
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
297. Ahora bien, por otro lado, también se considera infundado el aludido
segundo argumento de la comisión accionante al no generarse una
transgresión a los artículos 5º y 123 de la Constitución General: al no existir
una limitación constitucional al respecto, todos los adolescentes, incluyendo
los menores de quince años, pueden ser sujetos de una medida de
prestación de servicios a favor de la comunidad98, al ser precisamente una
medida de orientación del sistema de justicia penal para adolescentes que
abona a su reinserción.
98 Debe resaltarse es que este caso no guarda relación con lo resuelto en la acción de
inconstitucionalidad 155/2007, fallada por este Tribunal Pleno el siete de febrero de dos mil siete.
En ese precedente se analizaron normas legales que preveían el trabajo forzado u obligatorio
impuesto por una autoridad administrativa, mientras que el presente caso es una medida impuesta
por una autoridad judicial como resultado de una responsabilidad penal. Lo anterior es así, ya que
el Convenio 29 de la OIT, interpretado en dicho fallo, alude de manera expresa en su artículo 2 que
no se considera como trabajo forzoso u obligatorio “(c) cualquier trabajo o servicio que se exija a un
individuo en virtud de una condena pronunciada por sentencia judicial, a condición de que este
trabajo o servicio se realice bajo la vigilancia y control de las autoridades públicas y que dicho
individuo no sea cedido o puesto a disposición de particulares, compañías o personas jurídicas de
carácter privado”.
99 Constitución Federal
“Art. 5o.- A ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, comercio o
trabajo que le acomode, siendo lícitos. El ejercicio de esta libertad sólo podrá vedarse por
determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de tercero, o por resolución gubernativa,
dictada en los términos que marque la ley, cuando se ofendan los derechos de la sociedad. Nadie
puede ser privado del producto de su trabajo, sino por resolución judicial.
La ley determinará en cada entidad federativa, cuáles son las profesiones que necesitan título para
su ejercicio, las condiciones que deban llenarse para obtenerlo y las autoridades que han de
expedirlo.
Nadie podrá ser obligado a prestar trabajos personales sin la justa retribución y sin su pleno
consentimiento, salvo el trabajo impuesto como pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a
lo dispuesto en las fracciones I y II del artículo 123.
En cuanto a los servicios públicos, sólo podrán ser obligatorios, en los términos que establezcan las
leyes respectivas, el de las armas y los jurados, así como el desempeño de los cargos concejiles y
los de elección popular, directa o indirecta. Las funciones electorales y censales tendrán carácter
obligatorio y gratuito, pero serán retribuidas aquéllas que se realicen profesionalmente en los
términos de esta Constitución y las leyes correspondientes. Los servicios profesionales de índole
social serán obligatorios y retribuidos en los términos de la ley y con las excepciones que ésta señale.
El Estado no puede permitir que se lleve a efecto ningún contrato, pacto o convenio que tenga por
objeto el menoscabo, la pérdida o el irrevocable sacrificio de la libertad de la persona por cualquier
causa.
Tampoco puede admitirse convenio en que la persona pacte su proscripción o destierro, o en que
renuncie temporal o permanentemente a ejercer determinada profesión, industria o comercio.
149
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
El contrato de trabajo sólo obligará a prestar el servicio convenido por el tiempo que fije la ley, sin
poder exceder de un año en perjuicio del trabajador, y no podrá extenderse, en ningún caso, a la
renuncia, pérdida o menoscabo de cualquiera de los derechos políticos o civiles.
La falta de cumplimiento de dicho contrato, por lo que respecta al trabajador, sólo obligará a éste a
la correspondiente responsabilidad civil, sin que en ningún caso pueda hacerse coacción sobre su
persona”.
100 Texto vigente:
“Art. 123.- Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán
la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley.
(REFORMADO, D.O.F. 18 DE JUNIO DE 2008)
El Congreso de la Unión, sin contravenir a las bases siguientes deberá expedir leyes sobre el trabajo,
las cuales regirán:
(ADICIONADO PRIMER PÁRRAFO, D.O.F. 5 DE DICIEMBRE DE 1960)
A.- Entre los obreros, jornaleros, empleados domésticos, artesanos y de una manera general, todo
contrato de trabajo:
I.- La duración de la jornada máxima será de ocho horas.
(REFORMADA, D.O.F. 31 DE DICIEMBRE DE 1974)
II.- La jornada máxima de trabajo nocturno será de 7 horas. Quedan prohibidas: las labores
insalubres o peligrosas, el trabajo nocturno industrial y todo otro trabajo después de las diez de la
noche, de los menores de dieciséis años.
(REFORMADA, D.O.F. 17 DE JUNIO DE 2014)
III.- Queda prohibida la utilización del trabajo de los menores de quince años. Los mayores de esta
edad y menores de dieciséis tendrán como jornada máxima la de seis horas.
IV.- Por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos.
[…]”.
150
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
300. El citado tercer párrafo del artículo 5º constitucional guarda el mismo texto
desde su promulgación en mil novecientos diecisiete; a saber, desde su texto
primigenio se ha mandatado que las medidas de trabajo personal impuestas
por autoridad judicial sólo deberán ajustarse a lo previsto en las fracciones I
y II del artículo 123 constitucional. En ese momento, las fracciones I y II101
disponían las jornadas máximas de trabajo y ciertas condiciones y
prohibiciones en cuanto a las condiciones de trabajo nocturno o insalubre o
peligrosas: en la fracción I se establecía que ocho horas era la duración
máxima de la jornada laboral y, en la fracción II, se señalaba que la jornada
máxima de trabajo nocturno sería de siete horas y que quedaban prohibidas
las labores insalubres o peligrosas para las mujeres en general y para los
adolescentes menores de dieciséis años, el trabajo nocturno industrial para
ambos casos y el trabajo después de las diez de la noche en
establecimientos comerciales. Era en la fracción III donde se detallaba la
edad mínima de los menores de edad para ser objeto de trabajo.
301. Con el paso de los años, a pesar de que el texto del tercer párrafo del artículo
5º se ha mantenido intocado, el artículo 123 ha sufrido una gran variedad de
normas, dividiéndose en apartados (uno relativo a las relaciones o contratos
de trabajo y otro a las condiciones de trabajo entre los Poderes de la Unión
151
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
304. Así, atendiendo a las referidas pautas establecidas en las Reglas de Tokio y
por la Comisión Interamericana para valorar la razonabilidad de este tipo de
medidas alternativas a la privación de la libertad, la medida impugnada
resulta constitucional porque: no existe restricción constitucional para ser
aplicada únicamente a adolescentes con al menos quince años; tiene
fundamento en ley y es aplicada por autoridad judicial mediante sentencia
tras un juicio a cualquier adolescente o adulto joven; se sujeta a los
multicitados principios de interés superior y mínima intervención y
proporcionalidad en la aplicación de la medida (que operan transversalmente
en toda la legislación); el propio precepto señala los lugares donde deberá
152
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
305. Adicionalmente, es una medida que puede ser utilizada para el juzgador para
las conductas delictivas de mayor envergadura en el sistema de justicia penal
para adolescentes (definidas en el segundo párrafo del artículo 113 del
código), optando por esta ésta en lugar de las de internamiento, por lo que la
propia norma reclamada da margen de aplicación al juzgador en atención al
principio de proporcionalidad. Además, en términos de los artículos 86 y 87
del código, la imposición de esta medida conlleva la elaboración del ya
referido Programa Individualizado de Ejecución, que aunado a los requisitos
generales y a que se elabora en conjunción con los menores y sus familias,
indicará el tipo de servicio que se debe prestar, el lugar donde debe
realizarse, el horario, el número de horas, días, semanas, meses o años en
que será prestado y los datos del Oficial de Vigilancia de la Unidad
Especializada, quien será el funcionario público encargado de vigilar el
cumplimiento de la medida102. Sin pasar por alto que esta medida y su
imposición, como cualquier otra de la ley, están sujetas a revisión judicial y a
parámetros de adecuación y cumplimiento anticipado.
102Es criterio de la Comisión Interamericana que la vigilancia y supervisión de la medida debe ser
ejercida por el Estado. Al respecto, si bien el tercer párrafo del artículo 86 permite al Oficial de
Vigilancia que se auxilie de algún miembro de la institución u organización en donde se presta el
servicio para la supervisión del menor, también aclara expresamente que por ello no debe
entenderse delegada la función de inspección.
153
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
154
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
310. Este Tribunal Pleno considera que estos razonamientos deben calificarse
como fundados. A nuestro juicio, la medida disciplinaria de aislamiento
regulada en la ley local no supera un análisis estricto de constitucionalidad103,
contraviniendo los derechos a la dignidad humana, integridad física y mental,
salud, interés superior del menor y, en específico, a lo previsto en el artículo
18 constitucional.
103El escrutinio constitucional puede ser de carácter ordinario o estricto. El primero se da cuando no
se incide directamente en el núcleo esencial de los derechos humanos y exista un amplio margen
de acción y apreciación para la autoridad desde el punto de vista normativo; el segundo es aplicable
cuando la medida legislativa utiliza un criterio de distinción referido al origen étnico o nacional, el
género, la edad, la discapacidad, la religión, el estado civil, entre otras (categorías sospechosas del
quinto párrafo del artículo 1º constitucional) o cuando se articula en torno a elementos que atenten
contra la dignidad humana o tengan por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las
personas. Cfr., la explicación que se hace de los diferentes niveles de escrutinio en la: acción de
Inconstitucionalidad 8/2014, resuelta por el Tribunal Pleno el once de agosto de dos mil quince;
amparo en revisión 581/2012, resuelto por la Primera Sala en sesión de cinco de diciembre de dos
mil doce por unanimidad de cuatro votos bajo la Ponencia del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea;
amparo en revisión 202/2013, resuelto por la Primera Sala en sesión de veintiséis de junio de dos
mil trece por mayoría de cuatro votos bajo la Ponencia del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena;
amparo en revisión 152/2013, resuelto por la Primera Sala en sesión de veintitrés de abril de dos mil
catorce por mayoría de cuatro votos bajo la Ponencia del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena;
amparo en revisión 704/2014, resuelto por la Primera Sala en sesión de dieciocho de marzo de dos
mil quince por mayoría de cuatro votos bajo la Ponencia del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Asimismo, véanse los siguientes criterios reflejados en las: (i) tesis aislada 1a. CII/2010, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XXXII, septiembre de
2010, página 185, de rubro: “PRINCIPIO DE IGUALDAD. INTERPRETACIÓN DE LA
CONSTITUCIÓN A EFECTOS DE DETERMINAR LA INTENSIDAD DEL ESCRUTINIO”; (ii) tesis
aislada 1a. CIV/2010, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, tomo XXXII, septiembre de 2010, página 183, de rubro: “PRINCIPIO DE IGUALDAD.
INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL PARA DETERMINAR SI EN UN CASO PROCEDE
APLICAR ESCRUTINIO INTENSO POR ESTAR INVOLUCRADAS CATEGORÍAS
SOSPECHOSAS”; y (iii) tesis aislada 1a. CIII/2010, publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, tomo XXXII, septiembre de 2010, página 184, de rubro:
“PRINCIPIO DE IGUALDAD. INTERPRETACIÓN CONSTITUCIONAL PARA DETERMINAR SI EN
UN CASO PROCEDE APLICAR ESCRUTINIO INTENSO POR ESTAR INVOLUCRADOS
DERECHOS FUNDAMENTALES”.
155
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
Parámetro de regularidad
312. Como se ha venido insistiendo a lo largo del fallo, los niños, niñas y
adolescentes gozan de una protección especial en el ordenamiento jurídico.
Sin repetir todo lo que se ha dicho hasta este momento, debe recordarse que
parte de los derechos que este sistema de justicia penal para adolescentes
pretende satisfacer son los derechos a la dignidad humana, a la integridad
personal, a la libertad personal o al derecho al nivel más alto de salud, entre
otros. Para el presente apartado son de gran relevancia, pues son los que
podrían verse incididos por la medida de aislamiento impuesta en la ley.
314. Este Tribunal Pleno, al fallarse el amparo directo 6/2008 el seis de enero de
dos mil nueve, sostuvo que la dignidad humana funge como un principio
jurídico que permea en todo el ordenamiento, pero también como un derecho
fundamental que debe ser respetado en todos los casos, cuya importancia
resalta al ser el fundamento y condición para el disfrute de los demás
derechos y el desarrollo integral de la personalidad.
315. La dignidad humana no es entonces una simple declaración ética, sino que
se trata de una norma jurídica que consagra un derecho fundamental a favor
de la persona y por el cual se establece el mandato constitucional a todas las
autoridades, e incluso a particulares, de respetar y proteger la dignidad de
todo individuo (incluyendo a los adolescentes que se vean inmersos en el
sistema de justicia penal), entendida ésta -en su núcleo más esencial- como
el interés inherente a toda persona, por el mero hecho de serlo, a ser tratada
156
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
104 Consideraciones que se encuentran reflejadas en la tesis 1a. CCCLIV/2014 (10a.), emitida por la
Primera Sala, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro
11, Octubre de 2014, Tomo I, página 602, de rubro: “DIGNIDAD HUMANA. CONSTITUYE UNA
NORMA JURÍDICA QUE CONSAGRA UN DERECHO FUNDAMENTAL A FAVOR DE LAS
PERSONAS Y NO UNA SIMPLE DECLARACIÓN ÉTICA”.
105 “Artículo 5. Derecho a la Integridad Personal
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.
2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda
persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.
3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente.
4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias
excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no
condenadas.
5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante
tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su tratamiento.
6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la readaptación
social de los condenados”.
106 “Artículo 22.- Quedan prohibidas las penas de mutilación y de infamia, la marca, los azotes, los
palos, el tormento de cualquier especie, la multa excesiva, la confiscación de bienes y cualesquiera
otras penas inusitadas y trascendentales”.
107 “Artículo 7.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
108 “Artículo 5.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”.
157
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
318. Por ello, si bien la prohibición de la tortura y el castigo o trato cruel, inhumano
o degradante pertenece hoy día al dominio de jus cogens internacional, los
Estados deben considerar la calidad de niños al momento de calificar como
cruel, inhumano o degradante una pena o trato aplicados a un niño detenido.
109 Cfr. Convención sobre los Derechos del Niño, artículo 37 literal b), y Caso de los Hermanos
Gómez Paquiyauri Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 8 de julio de 2004. Serie
C No. 110, párr. 112.
110 Comisión Interamericana, Justicia Juvenil y derechos humanos en las Américas, op. cit, párrafo
460.
111 Corte IDH. Caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 8 de julio de 2004. Serie C No. 110, párr. 170.
112 Corte IDH. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Opinión Consultiva OC‐17/02 de
28 de agosto de 2002. Serie A No. 17, párr. 87 y punto resolutivo Nº 9.
158
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
322. Este derecho no debe entenderse únicamente como un derecho a estar sano.
Tal como lo subrayó el Comité de los Derechos Sociales y Culturales de las
Naciones Unidas113, “el derecho a la salud entraña libertades y derechos.
Entre las libertades figura el derecho a controlar su salud y su cuerpo, con
inclusión de la libertad sexual y genésica, y el derecho a no padecer
injerencias, como el derecho a no ser sometido a torturas ni a tratamientos y
experimentos médicos no consensuales. En cambio, entre los derechos
figura el relativo a un sistema de protección de la salud que brinde a las
personas oportunidades iguales para disfrutar del más alto nivel posible de
salud […]114” .
323. Por lo que se afirma que “el concepto del ‘más alto nivel posible de salud’, a
que se hace referencia en el párrafo 1 del artículo 12, tiene en cuenta tanto
las condiciones biológicas y socioeconómicas esenciales de la persona como
los recursos con que cuenta el Estado. […] como un derecho inclusivo que
no sólo abarca la atención de salud oportuna y apropiada sino también los
principales factores determinantes de la salud, como el acceso al agua limpia
potable y a condiciones sanitarias adecuadas, el suministro adecuado de
alimentos sanos, una nutrición adecuada, una vivienda adecuada,
condiciones sanas en el trabajo y el medio ambiente, y acceso a la educación
e información sobre cuestiones relacionadas con la salud, incluida la salud
113 Esta Suprema Corte ya ha tenido en cuenta al momento de identificar el alcance del derecho a la
salud a la referida Observación General 14 (al ser una resolución de un órgano facultado para
interpretar el tratado internacional que forma parte del derecho internacional). Ello, en el amparo en
revisión 315/2010, fallado por el Tribunal Pleno el veintiocho de marzo de dos mil once.
114 Observación General número 14, Consejo Económico Social, ONU, E/C.12/2000/4, CESCR, 11
de agosto de 2000, párrafo 8.
159
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
324. Lo que tiene como consecuencia que los Estados tienen la “obligación de
respetar el derecho a la salud, en particular absteniéndose de denegar o
limitar el acceso igual de todas las personas, incluidos, los presos o
detenidos, los representantes de las minorías, los solicitantes de asilo o los
inmigrantes ilegales, a los servicios de salud preventivos, curativos y
paliativos; abstenerse de imponer prácticas discriminatorias como política de
Estado; y abstenerse de imponer prácticas discriminatorias en relación con el
estado de salud y las necesidades de la mujer”116. Situación que es
particularmente relevante cuando lo que se intenta proteger es el estado de
salud de los adolescentes que se encuentran sujetos al sistema de justicia
penal; particularmente, cuando son objeto de medidas privativas de libertad.
326. La fracción XIX prevé como regla general que los adolescentes117 y adultos
jóvenes118 no podrán ser sometidos a la medida disciplinaria de aislamiento119
160
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
328. Esta Suprema Corte llega a la convicción que las razones expuestas por
las autoridades no son suficientes para justificar la validez de las
normas reclamadas. Aunque se estima que varios de estos argumentos
evidencian la trascendencia que pueden tener las medidas disciplinarias para
la protección de la integridad y salud de los adolescentes y adultos jóvenes
sujetos a una medida privativa de la libertad, a nuestro juicio, se insiste, los
citados preceptos no superan un análisis estricto de idoneidad y razonabilidad
constitucional.
161
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
120 “Artículo 4. Son principios rectores del Sistema, en forma enunciativa, más no limitativa, los
siguientes:
I. Interés superior del adolescente: Se funda en la dignidad misma del ser humano, en las
características propias de los adolescentes, y en la necesidad de propiciar el desarrollo de éstos,
con pleno aprovechamiento de sus potencialidades así como en la naturaleza y alcances previstos
en los instrumentos internacionales, garantizando que toda medida que el Estado tome frente a ellos,
cuando realizan conductas tipificadas como delito en las leyes, deba interpretarse y aplicarse
siempre en el sentido de maximizar los derechos de los adolescentes y de restringir los efectos
negativos de su sujeción a un Sistema que en esencia tiene un carácter sancionatorio; […]
VI. Mínima intervención: Consiste en la adopción de medidas para tratar a los adolescentes o adultos
jóvenes sin recurrir a procedimientos judiciales, en el entendido de que se respetarán plenamente
sus derechos humanos y garantías legales. En los casos en que sea inevitable que se sujeten a un
procedimiento judicial y se proceda a imponer las medidas que se prevén en esta Ley, se procurará
que los adolescentes o adultos jóvenes sean expuestos lo menos posible y sólo de ser necesario, a
ambientes hostiles, cuando deban comparecer frente a autoridades o deban estar en los lugares de
detención; […]
XI. Protección integral de los derechos del adolescente y adulto joven: Señala que en todo momento
las autoridades del Sistema deberán respetar y garantizar la protección de los derechos del
adolescente y adulto joven sujetos al mismo; […]
XIV. Proporcionalidad: Establece que al momento de determinarse las medidas que habrán de
imponerse a los adolescentes o adultos jóvenes, deberán aplicarse aquéllas que sean acordes con
la integración social y familiar de los mismos, lo que se logrará a través del establecimiento de
medidas de distinta naturaleza cuya imposición y ejecución debe ser por el tiempo más breve que
proceda para alcanzar el fin pretendido; y, […]”.
“Artículo 26. Son atribuciones de las autoridades de los Centros de Internamiento las siguientes:
[…]
VIII. Utilizar la fuerza física o instrumentos de coerción exclusivamente cuando se hayan agotado
todos los medios no coercitivos para la imposición de la seguridad y disciplina, y en todos los casos
informar a la Unidad Especializada sobre la aplicación de estas medidas disciplinarias, en lo posible,
antes de recurrir a ellas;
IX. Al aplicar la fuerza física como medida excepcional, las autoridades deberán tomar en cuenta el
interés superior del adolescente y utilizarán el medio idóneo, proporcional y menos lesivo para éste
y sólo por el tiempo estrictamente necesario para mantener o restablecer el orden o la seguridad
perdidos; […]”.
162
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
332. Es por ello que la Comisión Interamericana ha señalado lo siguiente sobre las
medidas disciplinarias, incluyendo al aislamiento, en un documento sobre los
principios y buenas prácticas para la protección de las personas privadas de
la libertad (negritas añadidas):
Principio XXII
Régimen disciplinario
1. Sanciones disciplinarias
Las sanciones disciplinarias que se adopten en los lugares de privación
de libertad, así como los procedimientos disciplinarios, deberán estar
sujetas a control judicial y estar previamente establecidas en las
leyes, y no podrán contravenir las normas del derecho internacional de
los derechos humanos.
2. Debido proceso legal
La determinación de las sanciones o medidas disciplinarias y el control
de su ejecución estarán a cargo de autoridades competentes, quienes
actuarán en toda circunstancia conforme a los principios del debido
proceso legal, respetando los derechos humanos y las garantías básicas
de las personas privadas de libertad, reconocidas por el derecho
internacional de los derechos humanos.
3. Medidas de aislamiento
Se prohibirá, por disposición de la ley, las medidas o sanciones de
aislamiento en celdas de castigo.
Estarán estrictamente prohibidas las medidas de aislamiento de las
mujeres embarazadas; de las madres que conviven con sus hijos al
interior de los establecimientos de privación de libertad; y de los niños
y niñas privados de libertad.
El aislamiento sólo se permitirá como una medida estrictamente
limitada en el tiempo y como un último recurso, cuando se demuestre
que sea necesaria para salvaguardar intereses legítimos relativos a la
163
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
334. Teniendo en cuento todo lo anterior, esta Suprema Corte estima que la mera
idea de una medida disciplinaria consistente en aislamiento choca con
las premisas en las que se sostiene el sistema de justicia penal juvenil,
sin una razón constitucional que las justifique. El aislamiento, con o sin
incomunicación total, como su propio nombre lo dice, es una acción que
llevan a cabo las autoridades encargadas del centro de internamiento
respecto al adolescente o adulto joven que necesariamente implica separarlo
de otras personas. Es un acto pues de repliegue por un tiempo determinado
164
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
336. Ahora, tal parece que en sus informes, las autoridades pretenden dar a
entender que los preceptos reclamados son precisamente acordes a los
descritos lineamientos constitucionales, convencionales y del derecho
internacional porque atienden a una excepcionalidad en su actualización y las
razones que justifican su aplicación son para proteger la propia seguridad e
integridad física, psíquica y emocional de los adolescentes privados de la
libertad.
165
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
338. Aunque lo que se regula es una acción de última ratio ante casos específicos,
la norma no señala ni siquiera la duración máxima del aislamiento
(elemento esencial de la medida). Tampoco describe bajo qué condiciones
fácticas deberá llevarse a cabo dicha medida disciplinaria. Es decir, en
la norma nada se dice sobre cómo debe ejecutarse el aislamiento. La
prohibición de incomunicación no aporta elemento adicional a la forma de
ejecución material del aislamiento, sino, se insiste, sólo a que deberá tener
contacto con otras personas para determinados fines. Una persona puede
seguir teniendo cierto tipo o grado de contacto con otras y aun así ser
sometido a especies o modalidades de aislamiento que cuenten como tratos
crueles como celdas oscuras o solitarias.
166
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
340. No hay que olvidar que en materia penal rige el principio de estricta aplicación
de la ley, por lo que esta Suprema Corte se ve imposibilitada para integrar o
clarificar el supuesto normativo de ejecución del aislamiento ni la prohibición
de incomunicación (a través de una interpretación conforme) a fin de valorar
que dicha característica involucra a su vez ciertas condiciones materiales de
ejecución de la acción de aislar a un adolescente diferentes a las de su
comunicación o no con otras personas.
341. Por lo tanto, este Tribunal Pleno advierte que la norma es de una
generalidad tal que permite que los elementos mínimos de regulación
de la medida disciplinaria de aislamiento vayan a ser descritos en un
reglamento, lo cual transgrede de manera directa el principio de reserva de
ley que exige que las medidas que afecten a los derechos humanos (en
particular, los derechos de los adolescentes) se encuentren suficientemente
delimitadas en una ley formal y material. Esta conclusión se comprueba con
lo dispuesto en el artículo 149 del código reclamado 122, que prevé en su
fracción IV que serán reguladas en un reglamento las conductas que
constituyen faltas y las medidas disciplinarias a las que den lugar, en donde
se deberá especificar con claridad la intensidad y la duración de las mismas,
así como los procedimientos para imponerlas. A nuestro juicio, todo ese
contenido debería gozar de rango legal.
122 “Artículo 149. El régimen interior de los centros de internamiento estará regulado por un
reglamento que deberá contemplar:
I. El respeto a los derechos, garantías de las personas internadas;
II. Los deberes de los internos;
III. Las atribuciones de los servidores públicos adscritos a los centros;
IV. Las conductas que constituyan faltas y las medidas disciplinarias a las que den lugar, señalando
con claridad la intensidad y la duración de las mismas, así como los procedimientos para imponerlas;
V. Los procedimientos de autorización, vigilancia y revisión para visitantes, así como para la revisión
de dormitorios y pertenencias;
VI. Los lineamientos para la visita familiar;
VII. Las disposiciones para que los adolescentes o adultos jóvenes, puedan recibir visita íntima;
VIII. Los lineamientos y requisitos para el otorgamiento de los servicios educativos, de capacitación
laboral y respectiva remuneración, deportivos y de salud;
IX. Los horarios y lineamientos generales para el otorgamiento del servicio de alimentación que en
ningún caso será negado ni limitado;
X. La prohibición de internamiento de adolescentes en los centros de internamiento para adultos
jóvenes; y,
XI. La prohibición de internamiento de adultos jóvenes en los centros de internamiento para
adolescentes”.
167
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
123 “Artículo 11. Los adolescentes y adultos jóvenes sujetos a las medidas previstas en esta Ley,
tienen derecho a: […]
XX. El adolescente o adulto joven aislado tiene derecho a que la Unidad Especializada resuelva a la
brevedad sobre la duración de esta medida disciplinaria, quien dentro del término de veinticuatro
horas, deberá informar al Juez de Audiencia para Adolescentes su determinación;”.
124 “Artículo 8. Para efectos de esta Ley, se entiende por: […]
XIII. Unidad Especializada: Unidad Especializada para Adolescentes y Adultos Jóvenes de la
Secretaría de Seguridad Pública; […]”.
125 “Artículo 25. Son atribuciones de la Unidad Especializada las siguientes: […]
XI. Sustanciar la queja administrativa en los términos previstos en la presente Ley y el reglamento
respectivo y, en su caso, dar vista al área de control y supervisión para los efectos conducentes;
XII. Conocer y resolver los medios de impugnación que interponga el adolescente o adulto joven, su
representante legal, padres o tutor, contra las medidas disciplinarias impuestas por el centro de
internamiento de conformidad con el reglamento respectivo; […]”.
126 Este derecho al medio de impugnación en contra de la medida disciplinaria se respalda con lo
previsto en la fracción VI del artículo 11 del código local, en la que se mandata que al momento de
estar sujeto a alguna de las medidas de internamiento, los adolescentes o adultos jóvenes tienen el
derecho a que le sea informado el régimen interno del centro de internamiento y las medidas
disciplinarias aplicables, así como el procedimiento para su aplicación e impugnación. El texto de
esta fracción es el que sigue:
“Artículo 11. Los adolescentes y adultos jóvenes sujetos a las medidas previstas en esta Ley, tienen
derecho a:
VI. Ser informados desde el inicio de la ejecución de la medida de internamiento por lo menos sobre:
el contenido del Programa Individualizado de Ejecución de la medida que se les haya determinado;
las disposiciones de las normas y reglamentos que regulen sus derechos, prerrogativas, beneficios
y obligaciones; el régimen interno del centro de internamiento en el que se encuentren y las medidas
disciplinarias en éste, así como el procedimiento para su aplicación e impugnación; […]”.
168
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
345. Cabe destacar que en los artículos 177 a 179 del código se prevé la existencia
de una queja administrativa que puede ser presentada por la persona sujeta
a una medida de internamiento contra el personal de los centros de
internamiento o contra los representantes de las dependencias, instituciones
u organizaciones públicas, privadas o sociales que estén aplicando o
colaboren en la aplicación de la medida de internamiento por la transgresión
o inminente vulneración de sus derechos. Medio de impugnación que deberá
ser resuelto por la Unidad Especializada, cuya ulterior resolución podrá ser
objeto de un recurso de reclamación de competencia del Juez de Audiencia
Especializado para Adolescentes.
346. Sin embargo, en ninguno de estos preceptos se alude que esta queja
administrativa es el medio de impugnación para objetar las medidas
disciplinarias como el aislamiento y que, posteriormente, esa decisión será
objeto de análisis por un juez. Como se señaló anteriormente, de un
entendimiento sistemático de los artículos 11, fracciones VI y XX, 25, fracción
XX, y 149, fracción IV, del código local se advierte que el derecho a impugnar
las medidas disciplinarias (así como las medidas propiamente dichas) se
regulará en un reglamento y será competencia de la Unidad Especializada, lo
cual distingue este medio de defensa de la queja administrativa. Cuestión que
se hace más evidente en lo mandatado en el citado artículo 25 del código,
que en su fracción XI reglamenta lo referente a la queja administrativa y en la
siguiente fracción XII alude al medio de impugnación en contra de las
medidas disciplinarias.
169
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
348. Por su parte, es importante resaltar que el propio código especializado prevé
en su artículo 148, fracción X, inciso h) 128, que la Unidad Especializada para
Adolescentes y Adultos Jóvenes tendrá la atribución de verificar que las
medidas de aislamiento se lleven a cabo en áreas adecuadas, a fin de
prevenir la aplicación de tratos crueles, inhumanos o degradantes en atención
al reglamento de los centros de internamiento. Sin embargo, esa facultad de
verificación por parte de una autoridad administrativa no conlleva
necesariamente a aceptar la regularidad constitucional del aislamiento, por sí
mismo, ello por el mero hecho de que se diga que una autoridad deberá
revisar que esa medida disciplinaria se ejecute en áreas que salvaguarden la
dignidad e integridad y salud física de los adolescentes y adultos jóvenes. La
verificación de una autoridad administrativa de las condiciones fácticas en
que se llevarán a cabo las medidas de aislamiento, nada nos dice sobre la
regularidad constitucional de esa medida.
349. En ese sentido, al margen de las facultades de verificación, lo que está sujeto
a discusión en esta acción es si la facultad, propiamente dicha, consistente
en que las autoridades del centro de internamiento puedan imponer un
aislamiento como medida disciplinara satisface o no los principios y derechos
constitucionales que le corresponden a los adolescentes como personas en
desarrollo.
127 Con el análisis que se hace de la regulación del código local sobre la medida de aislamiento no
tenemos como objetivo justificar la regularidad constitucional de la medida de aislamiento en
abstracto. Como se adelantó, partimos de la premisa de que el aislamiento es una práctica que choca
abiertamente con los principios que rigen el sistema de justicia penal para adolescentes. Lo que
pretendemos es evidenciar cómo lo regulado en el Código Local (a diferencia de lo expuesto por el
Poder Legislativo demandado) ni siquiera se acerca a lo que, en algún escenario, podría ser
considerado como una conducta que, más que una medida estricta de aislamiento de las prohibidas
constitucional y convencionalmente, resulta en una acción momentánea, excepcional y de ultima
ratio tomada por las respectivas autoridades para proteger la vida e integridad de los adolescentes
privados de la libertad, misma que está sujeta a todos los controles y principios previstos para este
sistema de justicia de adolescentes (tal como lo ha afirmado la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos en el citado documento).
128 “Artículo 148. La Unidad Especializada deberá verificar que los centros de internamiento tengan
la capacidad para internar personas en condiciones adecuadas y que sus espacios respondan a la
finalidad de evitar la exclusión social, de modo que su estructura y equipamiento deba cumplir, por
lo menos, con las siguientes disposiciones: […]
X. Contar con áreas adecuadas para:
h. La contención disciplinaria de las personas sujetas a la medida de internamiento permanente en
los términos de los reglamentos de los centros de internamiento, en condiciones que prevengan la
aplicación de tratos crueles, inhumanos o degradantes o cualquier otra situación que vulnere la
dignidad y seguridad física y mental de las personas internadas. […]”.
170
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
171
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
355. Como consecuencia de este mandato, el nueve de enero de dos mil trece se
emitió la Ley General de Víctimas, en cuyos artículos 1 a 3 se prevé que es
de orden público, interés social y observancia en todo el territorio nacional,
con aplicabilidad obligatoria, en sus respectivas competencias, a todas las
autoridades de todos los ámbitos de gobierno, teniendo como uno de sus
objetivos reconocer y garantizar los derechos de las víctimas del delito y de
violaciones a derechos humanos; en especial, el derecho a la asistencia
social, protección, atención, verdad, justicia, reparación integral, en el
proceso penal, entre otros.
356. Entre sus muchas normas relevantes, para efectos de la presente sentencia,
destacan los artículos 4129, 6, fracciones XIX, XX y XXI, y 10 a 17, en los
cuales se establecen las definiciones de víctima y de violación a derechos
humanos y se detallan los derechos de las víctimas en el proceso penal.
Respecto a lo primero, se dice que la víctima es la persona física que directa
o indirectamente ha sufrido daño o el menoscabo de sus derechos producto
de una violación de derechos humanos o de la comisión de un delito o las
personas físicas cuya integridad física o derechos peligren por prestar
129“Artículo 4. Se denominarán víctimas directas aquellas personas físicas que hayan sufrido algún
daño o menoscabo económico, físico, mental, emocional, o en general cualquiera puesta en peligro
o lesión a sus bienes jurídicos o derechos como consecuencia de la comisión de un delito o
violaciones a sus derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los Tratados
Internacionales de los que el Estado Mexicano sea Parte.
Son víctimas indirectas los familiares o aquellas personas físicas a cargo de la víctima directa que
tengan una relación inmediata con ella.
Son víctimas potenciales las personas físicas cuya integridad física o derechos peligren por prestar
asistencia a la víctima ya sea por impedir o detener la violación de derechos o la comisión de un
delito.
La calidad de víctimas se adquiere con la acreditación del daño o menoscabo de los derechos en los
términos establecidos en la presente Ley, con independencia de que se identifique, aprehenda, o
condene al responsable del daño o de que la víctima participe en algún procedimiento judicial o
administrativo.
Son víctimas los grupos, comunidades u organizaciones sociales que hubieran sido afectadas en
sus derechos, intereses o bienes jurídicos colectivos como resultado de la comisión de un delito o la
violación de derechos”.
172
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130 “Artículo 10. Las víctimas tienen derecho a un recurso judicial adecuado y efectivo, ante las
autoridades independientes, imparciales y competentes, que les garantice el ejercicio de su derecho
a conocer la verdad, a que se realice con la debida diligencia una investigación inmediata y
exhaustiva del delito o de las violaciones de derechos humanos sufridas por ellas; a que los autores
de los delitos y de las violaciones de derechos, con el respeto al debido proceso, sean enjuiciados y
sancionados; y a obtener una reparación integral por los daños sufridos.
Las víctimas tendrán acceso a los mecanismos de justicia de los cuales disponga el Estado, incluidos
los procedimientos judiciales y administrativos. La legislación en la materia que regule su
intervención en los diferentes procedimientos deberá facilitar su participación”.
“CAPÍTULO IV
DE LOS DERECHOS DE LAS VÍCTIMAS EN EL PROCESO PENAL
Artículo 11. Para garantizar los derechos establecidos en el artículo 10 de la presente Ley, las
víctimas tendrán acceso a los mecanismos y procedimientos previstos en la Constitución, en las
leyes locales y federales aplicables y en los Tratados Internacionales”.
173
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
360. En principio, debe resaltarse como premisa de este apartado que, al momento
de emitirse la norma reclamada (veintiséis de diciembre de dos mil catorce),
la Constitución Federal no otorgaba expresamente una competencia para
emitir una legislación general (como la Ley General de Víctimas) sobre los
derechos de las víctimas, incluyendo normas definitorias del carácter de
víctima y sus derechos para todo el ámbito penal. Es decir, cuando en el dos
mil once se reformó el artículo 1º constitucional, no se había establecido
competencia específica al Congreso de la Unión para abarcar en exclusiva
dicho ámbito regulatorio. Así, cuando el Congreso de la Unión decidió ejercer
su potestad legislativa y expedir la Ley General de Víctimas, lo hizo
fundamentando su actuar en los artículos 1º, tercer párrafo, 17 y 20, apartado
C, de la Constitución Federal132.
361. Fue el veinticinco de julio de dos mil dieciséis 133, posterior a la emisión de la
norma reclamada, que se adicionó a la Constitución Federal la fracción XXIX-
X al artículo 73, para incorporar la facultad “[p]ara expedir la ley general que
131 Las violaciones indirectas a la Constitución pueden ser analizadas por virtud del principio de
legalidad. Véase, por ejemplo, el criterio que se refleja en la tesis P./J. 4/99, emitida por el Tribunal
Pleno, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo IX, Febrero de 1999,
página 288, de rubro: “ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. ES PROCEDENTE EL
CONCEPTO DE INVALIDEZ POR VIOLACIONES INDIRECTAS A LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, SIEMPRE QUE ESTÉN VINCULADAS DE MODO
FUNDAMENTAL CON LA LEY RECLAMADA”.
132 Tal como se desprende del entonces artículo 1º de la Ley General de Víctimas, cuyo texto
primigenio fue el siguiente:
“Artículo 1. La presente Ley general es de orden público de interés social y observancia en todo el
territorio nacional, en términos de lo dispuesto por el artículo 1o, párrafo tercero, artículo 17, y el
artículo 20 apartado C, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Tratados
Internacionales celebrados y ratificados por el Estado Mexicano, y otras leyes en materia de víctimas.
[…]”.
133 Incluso, en la iniciativa de reforma de la Constitución Federal se aceptó que no existía
anteriormente un fundamento específico para que el Congreso de la Unión expidiera la Ley General
de Víctimas, sino uno general relativo a la protección de los derechos de este grupo de personas.
174
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
362. Así las cosas, nuestra primera aclaración es que, a diferencia de otros
precedentes, y aunque no fue explicitado de esta manera por la Comisión (lo
hizo implícitamente) no vislumbramos en este caso un problema de índole
competencial. Al momento de emitirse la norma reclamada, no se invadió una
competencia del Congreso de la Unión, pues el ámbito relativo a la
especificación del carácter de víctima en este tipo de procesos podía ser
abarcado por el legislador estatal al no existir una delimitación competencial
desde la Constitución, ya que lo que se pretendía regular era precisamente
la participación de las víctimas en el sistema penal de justicia para
adolescentes (que en ese momento no estaba federalizado). Es decir, lo que
se regula es el concepto de víctima en el ámbito regulatorio del sistema de
justicia penal para adolescentes135, aspecto que podía abarcar en esa fecha
el legislador local.
363. Por otro lado, desde un punto de vista material, contrario a la postura de la
Comisión Nacional de Derechos Humanos, no se actualiza una violación
directa al texto constitucional ni indirecta, a pesar de que en la fecha de
emisión de la norma reclamada existía esa Ley General de Víctimas (que
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ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD 8/2015
365. Por lo tanto, hacer una diferenciación conceptual entre víctimas directas y
ofendidos en la legislación reclamada, lejos de generar una transgresión,
coincide con la forma en que la propia Constitución General hace referencia
a estos dos sujetos del proceso penal (de hecho, en el artículo 20, apartado
C, constitucional se distinguen los conceptos de víctima y ofendido).
136El que tal carácter depende que se les reconozca su interés en el procedimiento, lo único que
quiere decir es que será en cada caso concreto en donde el ministerio público o el juez, en el
momento procesal debido, valorará si justo esa persona tiene o tendrá alguna incidencia por un
hecho delictivo. Es decir, para esta Suprema Corte, el grado de generalidad de la definición de
ofendido permite que sea en cada caso concreto donde se reconozca a una persona esa calidad.
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368. En síntesis, se reconoce la validez del artículo 8, fracción XIV, del Código de
Justicia Especializada para Adolescentes del Estado de Michoacán de
Ocampo, ya que no existe impedimento en las definiciones que contempla la
ley para considerar a otras personas como afectadas por las conductas
delictivas; por el contrario, el código incluye el concepto de ofendido que es
de una amplitud tal que puede incluir materialmente, por ejemplo, a otras
137 “Artículo 12. Además de lo previsto en la Constitución y demás legislación aplicable, las víctimas
u ofendidos tienen los siguientes derechos:
I. Ser informados sobre sus derechos cuando realicen la denuncia o en su primera intervención en
el proceso;
II. Intervenir en el proceso conforme se establece en esta Ley;
III. Que el Ministerio Público para Adolescentes les reciba todos los datos o elementos de prueba
con los que cuenten, o bien a constituirse como coadyuvantes de éste;
IV. Ser informados de las resoluciones que finalicen o suspendan el proceso;
V. Siempre que lo soliciten, ser escuchados antes de cada decisión que implique la extinción o
suspensión de la acción de remisión;
VI. Ser interrogados o participar en el acto para el cual fueron citados, en el lugar de su residencia,
si por su edad o condición física o psíquica, se les dificulta gravemente comparecer ante cualquier
autoridad del proceso. Para tal fin deberán requerir con anticipación la dispensa, por sí o por un
tercero;
VII. Recibir asesoría jurídica o protección especial de su integridad física o psíquica, con inclusión
de su familia inmediata, cuando reciban amenazas o corran peligro en razón del papel que cumplen
en el proceso;
VIII. Demandar, en su caso, a los terceros civilmente obligados a la reparación del daño;
IX. Impugnar el sobreseimiento o el archivo definitivo de la investigación;
X. Solicitar la reapertura de la investigación cuando se haya decretado el archivo temporal y
presentar elementos o medios de prueba para ello; y,
XI. A que sus datos personales sean confidenciales”.
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369. El artículo 73, en relación con los numerales 41, 43, 44 y 45, todos de la Ley
Reglamentaria de la materia138, señalan que las sentencias deberán contener
los alcances y efectos de la misma, fijando con precisión los órganos
obligados a cumplirla, las normas generales respecto de los cuales opere y
todos aquellos elementos necesarios para su plena eficacia en el ámbito que
corresponda. Resaltándose que las sentencias producirán sus efectos a partir
de la fecha que determine la Suprema Corte y que la declaración de invalidez
no tendrá efectos retroactivos, salvo en materia penal.
370. En esa tónica, antes de dictar los efectos y para una mayor claridad, se
resumen a continuación las declaratorias de invalidez de la presente
sentencia:
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139“PRIMERO. El presente Decreto entrará en vigor en la misma fecha que señale la Declaratoria
para el nuevo sistema de justicia penal publicado en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional
del Estado de Michoacán”.
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373. Por último, los efectos de lo dispuesto por esta sentencia surtirán a partir de
la notificación de los puntos resolutivos de la misma al Congreso del Estado
de Michoacán de Ocampo y, a su vez, para su eficaz cumplimiento deberá
notificarse al Titular del Poder Ejecutivo del Estado de Michoacán, al Tribunal
Superior de Justicia de dicha entidad, a los tribunales colegiados
especializados en materia penal y unitarios del Decimoprimer Circuito y a los
juzgados de distrito en dicha entidad federativa.
SE RESUELVE:
140 “TERCERO. Los procedimientos y procesos que hayan sido iniciados conforme a la ley que se
abroga, continuarán sustanciándose con ésta hasta su resolución; por lo que no podrá aplicarse
retroactivamente; sin embargo, los adolescentes y adultos jóvenes sujetos a procedimiento o que se
encuentren cumpliendo una medida de conformidad con la Ley que se abroga, quedarán sujetos al
régimen previsto en la presente Ley en todo aquello que les beneficie”.
141 “Artículo Cuarto. Mecanismos de la revisión de las medidas de privación de libertad
Tratándose de aquellas medidas de privación de la libertad de personas adolescentes que hubieren
sido decretadas por mandamiento de autoridad judicial durante los procedimientos iniciados con
anterioridad a la entrada en vigor del presente Decreto; la persona adolescente sentenciada, su
defensa o la persona que lo represente, podrá solicitar al Órgano Jurisdiccional competente la
revisión de dicha medida conforme a las disposiciones del nuevo Sistema de Justicia para
Adolescentes, aplicando siempre las disposiciones que más le beneficien, para efecto de que
habiéndose dado vista a las partes y efectuada la audiencia correspondiente, el Órgano
Jurisdiccional resuelva conforme el interés superior de la niñez sobre la imposición, revisión,
modificación o cese, en términos de las disposiciones aplicables”.
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Se aprobó por mayoría de siete votos de los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena,
Franco González Salas, Aguilar Morales, Pardo Rebolledo, Medina Mora I.,
Laynez Potisek y Pérez Dayán, respecto del apartado XI, relativo a la medida
cautelar de internamiento, consistente en reconocer la validez de los artículos
28, párrafo primero, en las porciones normativas “internamiento”, “medidas
cautelares” y “menos gravosas siempre que sea posible”, y 56 del Código de
Justicia Especializada para Adolescentes del Estado de Michoacán. La
Ministra y los Ministros González Alcántara Carrancá, Piña Hernández y
Presidente Zaldívar Lelo de Larrea votaron en contra y anunciaron sendos
votos particulares. Los Ministros Franco González Salas y Aguilar Morales
anunciaron sendos votos concurrentes.
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Se aprobó por mayoría de ocho votos de los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena,
González Alcántara Carrancá, Franco González Salas, Aguilar Morales,
Pardo Rebolledo, Medina Mora I. en contra de algunas consideraciones,
Laynez Potisek, y Pérez Dayán, respecto del apartado XII, relativo al
internamiento como medida tras el juicio, en su subapartado XII.1,
relacionado con las reglas generales del internamiento, consistente en
reconocer la validez del artículo 114 del Código de Justicia Especializada
para Adolescentes del Estado de Michoacán. La Ministra Piña Hernández y
el Ministro Presidente Zaldívar Lelo de Larrea votaron en contra y anunciaron
sendos votos particulares.
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Se aprobó por mayoría de ocho votos de los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena,
González Alcántara Carrancá, Franco González Salas con reservas y
precisiones, Aguilar Morales, Pardo Rebolledo, Medina Mora I. apartándose
de algunas consideraciones, Laynez Potisek y Pérez Dayán, respecto del
apartado XII, relativo al internamiento como medida tras el juicio, en su
subapartado XII.4, relacionado con los artículos que implementan el
internamiento como medida permanente, consistente en reconocer la validez
del artículo 121, párrafo segundo, del Código de Justicia Especializada para
Adolescentes del Estado de Michoacán. La Ministra Piña Hernández y el
Ministro Presidente Zaldívar Lelo de Larrea votaron en contra y anunciaron
sendos votos particulares.
Se aprobó por mayoría de seis votos de los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena,
González Alcántara Carrancá, Franco González Salas con reservas y
precisiones, Aguilar Morales, Pardo Rebolledo y Laynez Potisek, respecto del
apartado XII, relativo al internamiento como medida tras el juicio, en su
subapartado XII.4, relacionado con los artículos que implementan el
internamiento como medida permanente, respecto de reconocer la validez del
artículo 122 del Código de Justicia Especializada para Adolescentes del
Estado de Michoacán. La Ministra Piña Hernández y los Ministros Medina
Mora I., Pérez Dayán y Presidente Zaldívar Lelo de Larrea votaron en contra.
La Ministra Piña Hernández y el Ministro Presidente Zaldívar Lelo de Larrea
anunciaron sendos votos particulares.
Se aprobó por mayoría de siete votos de los Ministros Gutiérrez Ortiz Mena,
Franco González Salas con reservas y precisiones, Aguilar Morales, Pardo
Rebolledo, Medina Mora I. apartándose de algunas consideraciones, Laynez
Potisek y Pérez Dayán, respecto del apartado XII, relativo al internamiento
como medida tras el juicio, en su subapartado XII.4, relacionado con los
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