Textos Prã¡ctica Previa - Tema 3
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PEQUEÑA FÁBULA
¡Ay! —dijo el ratón— El mundo se hace cada día más pequeño. Al principio era tan
grande que le tenía miedo. Corría y corría y por cierto que me alegraba ver esos muros, a
diestra y siniestra, en la distancia. Pero esas paredes se estrechan tan rápido que me
encuentro en el último cuarto y ahí en el rincón está la trampa sobre la cual debo pasar.
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3. PÉRDIDA DE LA AUREOLA
—Querido, usted conoce mi terror de los carruajes y de los caballos. Hace un rato apenas,
cuando atravesaba yo el bulevar con gran prisa y chapoteaba entre el barro, a través de
ese caos de movimiento, de donde la muerte llega al galope de todas partes a la vez, mi
aureola, en un movimiento brusco, se deslizó en el fango del pavimento. No tuve el valor
de recogerla. Juzgué menos desagradable perder mis insignias que dejarme romper los
huesos. Y luego, me dije a mí mismo: “No hay mal que por bien no venga. Puedo ahora
pasearme de incógnito, cometer malas acciones y entregarme a la crápula, como los
simples mortales”. Y heme aquí, completamente parecido a usted, como ve.
—¡Oh no! Me siento bien aquí. Sólo usted me ha reconocido. Por otra parte, la dignidad
me aburre. Y sobre eso, pienso con alegría que cualquier malvado la recogerá y se la
pondrá impúdicamente. Hacer a alguien feliz. ¡Qué alegría! ¡Y sobre todo, un alguien
feliz que me hará reír! Piense en X o en Z… ¡Qué divertido resultará!
El notario de los nuevos tiempos buscaba una perla en las entrañas del cerdo y se encontró
de pronto con su equivocación: confundir a las ostras con los puercos, pero pese a todo
no se dio por enterado y siguió adelante. Muchos de sus seguidores realmente llegaron a
pensar que los equivocados eran los que defendían las perlas en el interior de las ostras.
El error del notario se llevó a muchos cerdos por delante sin haber encontrado en su
interior una sola perla, pero a pesar de todo sus seguidores siguen excavando en las
entrañas del cerdo posiblemente hasta que la comunidad de los cerdos harta de ser
masacrada de forma tan gratuita se organice y comiencen a buscar ellos también perlas
en el interior de los humanos.
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5. POESÍA
A mí tampoco me gusta.
Leyéndola, sin embargo, con una perfecta reticencia, uno descubre que hay en
ella, después de todo, lugar para lo genuino.
6.
Como en el cantar gitano mis pasos se vuelven para atrás. Quiero aferrarme a la vida
plástica y me desgarro la piel; quiero elevarme a la vida espiritual y siento la triple suela
de plomo de mis zapatos que me retienen en la tierra.
La carretera es larga y mis pasos se vuelven para atrás.
7.
8.