Introducción

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Introducción

CAPITULO I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 Diagnóstico y Justificación

1.1.1 Diagnóstico

La explotación infantil en Cochabamba, Bolivia, es un problema crítico que afecta a


miles de niños, niñas y adolescentes, quienes se ven obligados a trabajar en condiciones
que vulneran sus derechos y comprometen su desarrollo integral. A pesar de los
esfuerzos legislativos y de las políticas públicas para proteger a la niñez, el trabajo
infantil sigue siendo una realidad cotidiana en esta región debido a una combinación de
factores socioeconómicos, culturales y educativos. La pobreza, la falta de acceso a
servicios básicos y las oportunidades limitadas de desarrollo se encuentran entre las
principales causas que perpetúan esta situación, lo que exige una intervención urgente y
coordinada.

Cochabamba es una región con una gran diversidad económica y social, que abarca
tanto áreas rurales dedicadas a la agricultura como zonas urbanas y periurbanas en
expansión. Esta heterogeneidad contribuye a que la explotación infantil se presente en
distintas formas y escenarios. En las zonas rurales, los niños y adolescentes trabajan
principalmente en actividades agrícolas, como la cosecha de caña de azúcar, el cultivo
de frutas y hortalizas, o la cría de animales. A menudo, estos menores deben realizar
tareas físicas extenuantes y peligrosas sin la protección adecuada y en condiciones que
ponen en riesgo su salud. En muchas comunidades rurales, el trabajo infantil es visto
como un componente necesario de la economía familiar, lo que dificulta la aplicación
de leyes que prohíben estas prácticas.

Por otro lado, en las zonas urbanas y periurbanas de Cochabamba, el trabajo infantil se
manifiesta a través de actividades informales en el comercio y la prestación de
servicios, como la venta ambulante de productos, el trabajo como limpiadores de autos
o la recolección de basura en mercados y calles. Estos niños y adolescentes suelen estar
expuestos a riesgos adicionales, como accidentes de tráfico, explotación económica,
abuso físico y emocional, y la falta de acceso a la educación. Para muchas de estas
familias, el ingreso que genera el trabajo infantil es considerado indispensable para su
subsistencia diaria, lo que perpetúa un ciclo de pobreza y falta de oportunidades que se
transmite de generación en generación.

La migración interna también ha contribuido a agravar la situación en la región. Muchas


familias se trasladan desde áreas rurales hacia los alrededores de la ciudad de
Cochabamba en busca de mejores oportunidades, pero al encontrarse con un mercado
laboral limitado y una falta de acceso a servicios básicos, terminan asentándose en
cinturones de pobreza en las periferias urbanas. Los niños de estas familias a menudo se
ven obligados a trabajar para complementar los ingresos del hogar, lo que les priva de
su derecho a una educación de calidad y a un desarrollo adecuado. Esta dinámica
contribuye a la normalización del trabajo infantil y dificulta la implementación de
políticas de protección y apoyo.
En Bolivia, el marco legal prohíbe las peores formas de trabajo infantil y establece que
los menores no deben involucrarse en actividades laborales que puedan ser peligrosas o
perjudiciales para su salud y su desarrollo. Sin embargo, la aplicación de estas leyes en
Cochabamba es limitada, debido a la falta de recursos, personal capacitado y
mecanismos efectivos de monitoreo y control. Esta situación es aún más grave en las
áreas rurales y periurbanas, donde el control del trabajo infantil es prácticamente
inexistente, y muchos casos de explotación infantil pasan desapercibidos. La escasa
coordinación entre las autoridades locales y nacionales, junto con una limitada
capacidad institucional, hace que los esfuerzos para combatir la explotación infantil
sean insuficientes.

Además de los factores socioeconómicos y legales, las percepciones culturales juegan


un papel importante en la perpetuación del trabajo infantil en Cochabamba. En muchas
comunidades, el trabajo de los niños es visto como un medio para inculcar
responsabilidad y como parte de su formación dentro del entorno familiar. Si bien estas
creencias están profundamente arraigadas, no reconocen las implicaciones negativas
para el desarrollo físico y emocional de los menores. A medida que los niños asumen
roles laborales a una edad temprana, se ven obligados a dejar la escuela o a asistir de
manera irregular, lo que limita gravemente sus oportunidades educativas y su capacidad
para aspirar a un futuro con mejores condiciones de vida.

Frente a esta problemática, es fundamental desarrollar un proyecto integral que aborde


la explotación infantil en Cochabamba desde una perspectiva multidimensional. La
iniciativa debe enfocarse en la prevención, protección y promoción de los derechos de
la niñez, buscando involucrar tanto a las comunidades afectadas como a las instituciones
públicas y privadas en la lucha contra esta realidad.

Justificación

La explotación infantil es un problema que esta en muchos lugares del mundo,


incluyendo Bolivia, que es el país latinoamericano con mayor explotación infantil, con
una tasa de 26,4% de todo el continente americano.

Esto tendría que ser solucionado ya que interfiere con el crecimiento potencial del país a
largo plazo, aparte que interfiere con la educación del niñ@, jóvenes o adolescente y
pone en peligro la integridad física y psicológica de estos mismos.

Económica

Reducir o erradicar la explotación infantil ayudaría mucho en la economía del


departamento y del país, reduciría en gran parte los gastos de organizaciones que están
ayudando a esta causa, además que el dinero invertido puede ser destinado a otras cosas
como en la educación o en programas de alimentación, también evitando en cierto modo
gastos médicos innecesarios y lo más importante de todo la eliminación del trabajo
infantil permitiría a los niños y adolescentes dedicarse plenamente a la escuela. Con una
educación adecuada, las nuevas generaciones podrían acceder a mejores empleos,
reduciendo el riesgo de caer en el ciclo de pobreza.

Social
La erradicación de la explotación infantil en Cochabamba promovería un entorno más
seguro para los niños, permitiéndoles acceder a la educación y desarrollar habilidades
para un futuro más productivo. Esto fortalecería el ámbito social al mejorar las
dinámicas familiares y fomentar la cohesión comunitaria. Además, reduciría la
vulnerabilidad a abusos y promovería la igualdad de género, beneficiando
especialmente a las niñas. Con comunidades más unidas y educadas, se generaría un
cambio cultural que valore los derechos de los niños, resultando en un impacto positivo
en la salud y el bienestar general de la población.

Teórica

Para la elaboración de este proyecto se usará los diferentes tipos de programas de diseño
comúnmente usados como: Illustrator, InDesign, Anímate, Adobe premier y Photoshop.
También se usarán conocimientos básicos de diseño gráfico como:

Teoría del color: Comprender cómo funcionan los colores, combinaciones y su impacto
emocional en el diseño, tipografía: Conocer diferentes tipos de fuentes y su uso
adecuado en diferentes contextos, así como la importancia de la legibilidad y la
jerarquía tipográfica, composición y layout: Entender cómo organizar elementos
visuales en un espacio, incluyendo el uso de la regla de los tercios y el equilibrio visual,
elementos visuales: Aprender sobre formas, líneas, texturas e imágenes y cómo se
combinan para crear un diseño efectivo, producción gráfica: Comprender el proceso de
impresión, tipos de papel, tintas y acabados que afectan el resultado final de los diseños.

Planteamiento y formulación del problema técnico/tecnológico

Planteamiento del problema:

La explotación infantil se refiere a la utilización de niños y niñas en actividades que les


perjudican física, emocional o moralmente, privándolos de sus derechos fundamentales.
Esto incluye el trabajo forzado, la trata de personas, la explotación sexual y la negación
de acceso a la educación.

Este fenómeno es un problema grave para la sociedad porque perpetúa ciclos de


pobreza y desigualdad. Cuando los niños son explotados, se les niega la oportunidad de
desarrollarse plenamente, lo que limita su futuro y el de sus comunidades. Además, la
explotación infantil contribuye a la desestabilización social, ya que crea un entorno
donde la violencia y la injusticia son más comunes. A largo plazo, esto afecta el
desarrollo económico y social de los países, generando una población menos educada y
menos capaz de contribuir al bienestar colectivo.
Árbol del problema:

Descripción del problema:

Pobreza
La explotación infantil, desde la perspectiva de la pobreza, surge como un mecanismo
de supervivencia para familias que carecen de ingresos suficientes. En contextos de
pobreza extrema, los niños y niñas se ven forzados a trabajar para complementar el
sustento del hogar, sacrificando su educación y bienestar. La falta de acceso a servicios
básicos y oportunidades económicas perpetúa un ciclo intergeneracional de pobreza y
exclusión, donde el trabajo infantil se normaliza. Esta situación vulnera sus derechos,
afecta su desarrollo integral y limita sus posibilidades de un futuro mejor, consolidando
así un círculo de pobreza difícil de romper.
Incumplimiento en la aplicación de la ley:

El problema de la explotación infantil, desde la perspectiva del incumplimiento en la


aplicación de la ley, se agrava debido a la falta de vigilancia y la debilidad de los
marcos legales para proteger a los menores. Aunque existen legislaciones nacionales e
internacionales que prohíben el trabajo infantil, la falta de recursos, corrupción y
ausencia de coordinación entre instituciones permiten que estas normas no se apliquen
efectivamente. Esto crea un entorno de libertad, donde las empresas y empleadores
explotan a los niños sin enfrentar consecuencias legales, perpetuando así la explotación
y obstaculizando los esfuerzos por erradicar este fenómeno.

Conflictos y crisis humanitarias:

La explotación infantil en contextos de conflictos y crisis humanitarias se presenta


como una grave violación de los derechos de los niños y niñas. Durante situaciones de
conflictos sociales (marchas enfrentamientos entre otros), desplazamientos forzados y
desastres naturales, los menores se convierten en víctimas vulnerables de abusos,
incluyendo el trabajo infantil, la trata y la violencia. La ruptura de la estructura familiar
y la falta de acceso a educación y servicios básicos aumentan su riesgo de explotación.
Además, las condiciones de vida precarias y la desesperación económica llevan a
muchos a aceptar trabajos peligrosos, comprometiendo su desarrollo y bienestar en un
entorno ya marcado por la inestabilidad y el sufrimiento.

Normas culturales y sociales:

El problema de la explotación infantil, visto desde la perspectiva de las normas


culturales y sociales, se arraiga en creencias y prácticas tradicionales que normalizan el
trabajo infantil como parte del desarrollo y socialización de los menores. En muchas
comunidades, especialmente en contextos rurales, se considera aceptable que los niños
y niñas trabajen desde temprana edad para contribuir al sustento familiar. Esta
percepción está profundamente influenciada por factores como el bajo nivel educativo
de las familias, la falta de conciencia sobre los derechos de la niñez y las expectativas
socioculturales que asocian el trabajo con el aprendizaje de responsabilidades y la
adquisición de habilidades.

Formulación del problema:

¿Cómo se puede llegar a concientizar a las personas sobre la explotación infantil que
sufren los niñ@s, jóvenes ya adolescentes en la ciudad de Cochabamba (Bolivia)?

Objetivo General:

Concientizar sobre la explotación infantil con publicidad de pasacalle en Cochabamba


(Bolivia)

Objetivos Específicos:

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