Tomo XIX01 II
Tomo XIX01 II
Tomo XIX01 II
[ Tomo II ]
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Bajo criterio editorial
se respeta la ortografía de los textos
que presentan arcaísmos
propios de su Edición Príncipe.
[ Tomo II ]
Biblioteca de la Nacionalidad
AUTORIDAD
DEL CANAL DE PANAMÁ
PANAMÁ 1999
Editor
Autoridad del Canal de Panamá
Asesoría Editorial
Natalia Ruiz Pino
Juan Torres Mantilla
❖
P.
861
M676it Miró Grimaldo, Rodrigo
Itinerario de la poesía en Panamá.— Panamá:
Autoridad del Canal, 1999.
381 págs.; 24 cm.–(Colección Biblioteca de la Na-
cionalidad)
Contiene dos tomos (I y II).
ISBN 9962-607-21-3
1. LITERATURA PANAMEÑA–POESÍA
2. POESÍAS PANAMEÑAS
I. Título
BIBLIOTECA
DE LA NACIONALIDAD
Edición conmemorativa
de la transferencia del Canal a Panamá
1999
BIBLIOTECA
DE LA NACIONALIDAD
A esta pequeña parte de la población del planeta a la que nos ha tocado habi-
tar, por más de veinte generaciones, este estrecho geográfico del continente
americano llamado Panamá, nos ha correspondido, igualmente, por designio de la
historia, cumplir un verdadero ciclo heroico que culmina el 31 de diciembre de 1999
con la reversión del canal de Panamá al pleno ejercicio de la voluntad soberana de la
nación panameña.
Sobre todo este año, el más significativo de nuestra historia, debemos dedicar-
nos a honrar y enaltecer a los panameños que ayudaron, con su vida y con su
ejemplo, a formar nuestra nacionalidad. Ese ha sido, fundamentalmente, el espíritu y
el sentido con el que se edita la presente colección.
VIII
ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
La poesía panameña
ordenada y comentada por Rodrigo Miró
ARISTIDES MARTÍNEZ ORTEGA
R
odrigo Miró estrena de manera oficial sus estudios de la poesía panameña
con su trabajo, Introducción A La Poética de Ricardo Miró, premiado por el
Municipio de Panamá en 1937. El concurso sobre la obra poética de Ricardo
Miró, fue organizado para incluir el trabajo premiado en una antología de las obras
del poeta, que se publicaría ese año de su coronación en el Teatro Nacional. Rodrigo
Miró no sólo fue distinguido con el premio, sino también se le asignó la tarea de
armar la Antología Poética de Ricardo Miró.
El maestro inicia su estudio sobre la poesía del poeta, con unas reflexiones
sobre la relación que existe entre la literatura de un pueblo y la historia de ese
pueblo. Hace alusión a la relación histórico literaria entre España y la América
Hispana, para luego referirse a alguno detalles significativos, de acontecimientos
ocurridos en el Panamá colonia española, y el Panamá independizado de España y
unido a Colombia, observaciones que le ocupan, las dos primeras partes de su
introducción. Su conclusión franca y clara es que la actividad literaria en el Istmo
fue muy limitada, y más escasa y modesta aun fue la producción poética.
La tercera y cuarta parte de la introducción informa sobre datos biográficos del
poeta, y también sobre los primeros periódicos y revistas del S. XIX, como El Lápiz,
fundado en 1894, en donde se publicaron las producciones poéticas panameñas de
los últimos años del siglo pasado, las primeras conocidas hasta ese momento.
Menciona los nombres de Adolfo García y León A. Soto, como editores de publi-
caciones de poca duración.
Afirma que el despertar literario en Panamá se da en 1904, con la publicación de
la revista literaria El Heraldo del Istmo, fundada por Guillermo Andreve, revista en
la que colaboraron los poetas Darío Herrera, Simón Rivas, Federico Escobar, Demetrio
Fábrega y Justo Facio.
En la parte V, y última, Rodrigo Miró anota algunas opiniones sobre la poesía
del poeta Miró. En relación a estas opiniones, en una advertencia que hace en la
IX
RODRIGO MIRÓ
edición antológica, bajo el titulo de “Criterio De Esta Edición”, confiesa que algu-
nas opiniones sobre la poesía de Miró provienen de otros, y otras son suyas, pero
no hace distinción de unas y otras.
En relación a la poesía de Miró, el maestro inicia su evaluación diciendo que:
“Por la geografía y por el tiempo, Miró debió navegar sobre las aguas de la corriente
modernista”.(1) Y a continuación agrega: “Miró no es un modernista, ni podía serlo.
El Modernismo insurge impulsado por ansias renovadoras. Precisaba eludir las
formas vigentes de la poesía castellana, francamente desafectas a la sensibilidad de
un mundo y un momento histórico nuevos. Por otra parte, el modernismo aprove-
cha y utiliza elementos de la poesía francesa de la segunda mitad del siglo pasado,
realizando una atrevida síntesis de substancias dispares. Todo ello exigía, es natu-
ral, de quienes hubieron de realizarla, un esfuerzo critico y un bagaje cultural que
nuestros poetas nacionales no tuvieron”.(2) Y en relación a este bajo nivel cultural
de los poetas panameños de ese momento, lo considera responsable de que, “un
elevado porcentaje de nuestra poesía sea, simultáneamente, calco de modalidades
extranjeras y poesía espontánea”.(3)
Volviendo sobre la calidad de la literatura panameña afirma que, “ las letras
panameñas se alimentaron con exclusividad, de la savia que ofrece el parnaso
español, o del material aportado por sus discípulos más o menos felices del nuevo
mundo”; y en lo que concierne específicamente a la poesía panameña, dice: “De
este modo nuestra poesía se apropia los moldes clásicos o recientes de la española,
mientras su contenido no rebasa los linderos de la queja íntima y sentimental... Y si
podemos descubrir ciertas influencias, tales influencias denuncian, en defecto de
un movimiento consciente, una manera ingenua de manifestar respetuosa diferen-
cia por el original parafraseado”.(4)
En cuanto al poeta Miró, dice que en su poesía lo que esta presente son
“algunos componentes que contribuyeron a la formación del modernismo”.(5) Se-
ñala en el poeta la influencia parnasiana; según él, pudo venir de Guillermo Valen-
cia, y con mayor notoriedad se ve en los sonetos. Otras influencias, dice, son las de
Darío y Silva, y deja ver la posibilidad que las haya de León A. Soto. Sin embargo,
no considera la influencia de estos poetas en la poesía de Miró como algo formal,
sino más bien, “entretenimientos y juegos habilidosos del autor”.(6) Califica al
poeta de “ posromántico de pura estirpe, (que) tiene su propio tono inconfundible,
discreto, suave, abundante en signos de nuestro medio físico natural”.(7)
A continuación se refiere a Preludios, Segundos Preludios, La leyenda del
Pacífico, y Caminos Silenciosos, aportando datos sobre esas ediciones y citando
los versos que considera aciertos poéticos. Exalta las cualidades del sonetista del
poeta, y sus conocimientos de metros y formas usadas con propiedad. Considera
que en Caminos Silenciosos, se encuentran dos de los mejores poemas de Miró, En
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ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
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XI
RODRIGO MIRÓ
XII
ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
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En 1941 la Editorial Universitaria Ercilla de Santiago de Chile le publica a Rodrigo
Miró su Indice De La Poesía Panameña Contemporánea, precedida de una Intro-
ducción. Agrupa a los poetas en tres partes, y cada parte va precedida de notas
introductoras.
En la Introducción advierte que, “temporalmente, sólo incluye a individuos
nacidos a partir de 1870. Lo que quiere decir que aquí se recoge el ciclo poético
correspondiente a la era republicana, esto es, nuestra poesía contemporánea. Y
dentro de ese lapso, siempre que no se advierta otra cosa, únicamente la represen-
tación de quienes tienen obra de cierta calidad y han logrado voz personal. Más
allá de la fecha fijada nuestros poetas de importancia escasean en progresión cre-
ciente, y su estudio, carentes como estamos de documentación historia asequible,
se hace harto inseguro y difícil”.(23)
A continuación informa sobre las escasas noticias que tiene sobre las letras en
la colonia, mencionando unas coplas que se le atribuyen a un piloto llamado Juan
Sánchez, el nombre del panameño Fernando de Rivera, luego el Hermano Hernando
de la Cruz, de quien se dice que fue poeta y pintor, y finalmente a Víctor de la
Guardia y Ayala, quien estrenó en 1809, en Penonomé, una tragedia en verso titula-
da La Política del Mundo, luego publicada en 1902.
Entre 1830 y 1840 fija la zona de fecha de nacimiento de los que componen la
primera generación poética del Istmo: Manuel José Pérez, José María Alemán, To-
más Martín Feuillet, Gil Colunje, José Dolores Urriola y Amelia Denis.
Destaca la importancia que tienen en el estudio de la literatura panameña, prime-
ro, Octavio Méndez Pereira, autor de Parnaso Panameño, primera antología de poetas
XIII
RODRIGO MIRÓ
panameños; luego, a Guillermo Andreve, con quien coincide en que los poetas
antologados por Méndez “no sobreviven un examen de mediana severidad” (24), y
hace una reservada excepción de Tomás Martín Feuillet.
En su opinión, Darío Herrera, Nicole Garay, León A. Soto, quienes comenzaron
a escribir antes del novecientos, pero su obra trasciende a partir de 1903, inauguran
el camino de nuestra poesía, acompañados de Demetrio Fábrega, Ricardo Miró,
Enrique Geenzier, María Olimpia de Obaldía y Gaspar Octavio Hernández, quienes
afirman que “nacieron a calor del clima modernista, considerando el vocablo en su
acepción más general”.(25)
A estos nombres que forman la primera parte del volumen, les siguen un grupo
que califica de “transicional”, ya que no pertenecen a ninguno de los dos grupos y
son “poetas de edad, contenido y significación muy diversos”.(26) Los nombres
son Demetrio Korsi, Ofelia Hooper, Ana Isabel Illueca y Antonio Isaza.
La tercera sección de poetas, que preside Rogelio Sinán la considera “Mues-
trario anticipado y provisional”, ya que son muy jóvenes. Con Sinán, Herrera
Sevillano, Laurenza, Rosa Elvira Álvarez, Bermúdez, José A Campos, Ritter Aislán,
Antonio De León, Tobías Díaz, Stella Sierra, cierra su muestrario”.
En la nota que precede a cada uno de los tres grupos antologados, el maestro
añade algunos juicios muy importantes sobre cada uno de esos grupos.
No considera que hubo una poesía modernista panameña, sino una poesía
“rubenderiana”: “una desviación secundaria-decorativismo amanerado y superfi-
cial-del movimiento...” (27) Y afirma que, “Mucho de esa condición subalterna se
advierte en la obra de los poetas nacionales del momento. Temas manidos, creación
imaginativa y sentimental de estereotipia”.(28) Y hace una excepción con Darío
Herrera.
Al grupo que considera de transición le ve una dirección temática hacia lo
típico campesino o afroindígena, y dice que con ellos, “Aparecen los primeros
elementos importantes de un nacionalismo artístico”.(29)
Y en relación con el tercer grupo dice: “La obra de estos poetas exhibe el
predominio de tendencias puristas y es, en gran medida, empresa de evasión” (30)
Reconoce mayor disciplina y cultura en la producción última, y destaca el
magisterio intelectual sobre este grupo de los siguientes autores: Enrique Ruiz
Vernacci, Gabriela Mistral, Luis Alberto Sánchez, José Antonio Encinas, Rafael
Alberti, León Felipe, José Dolores Moscote, Octavio Méndez Pereira, Manuel Roy,
Diógenes de la Rosa.
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En 1943 hace una extensa nota sobre Gaspar Octavio Hernández (1893), que
luego incluye en Teoría de la Patria.
XIV
ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
• • • • •• • • • •
Rodrigo Miró fue revelando sus planes de escribir un libro completo sobre la
literatura panameña desde 1945. En Teoría de la Patria, publicó dos breves comen-
tarios que tituló La Literatura De Panamá, noviembre de 1945, y sobre La Histo-
ria De Nuestra Literatura, julio de 1946. En enero de 1946 publicó un breve folleto
bajo el título de La Literatura Panameña, Breve Recuento Histórico. De estos
últimos trabajos mencionados destacaré los calificativos que le asigna Miró a la
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RODRIGO MIRÓ
primera generación de poetas de la República, es decir, del grupo que surge con
posterioridad a 1903: Nicole Garay (1893), recatada, múltiple y cordial; Aizpuru
Aizpuru (1876) culto y grave; Demetrio Fábrega (1881), parco y dueño de sí;
Hortensio De Icaza (1883), solemne y tropical; Antonio Noli B (1884), risueño y
triste; José María Guardia (1885), romántico y campesino; Guillermo Batalla (1886),
amatorio y familiar; Enrique Geenzier (1887), galante y señorial; Harmodio Guardia
(1891), vargavilesco y soñador; María Olimpia de Obaldía, hogareña y digna; Gaspar
Octavio Hernández (1893), melodioso y febril. En 1960 publica La Literatura Pana-
meña De La República y finalmente edita en 1972 La Literatura Panameña, Ori-
gen y Proceso. En cada uno de los trabajos publicados en los mencionados años,
el maestro fue enriqueciendo con noticias y nombres lo relacionado con la poesía.
En sus trabajos iniciales había confesado haber encontrado muy poco sobre el
periodo colonial, sin embargo, en cada uno de sus últimos trabajos, Itinerario de La
Poesía En Panamá, (1502-1974) y en La Literatura Panameña, Origen y Proceso,
1972 el maestro proporciona valiosos datos sobre trabajos poéticos, firmados y
anónimos de ese período. Más adelante informaremos sobre el ordenamiento final
de la poesía panameña, tal como él lo presentó en esos libros.
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En 1945 publica Apuntes sobre Darío Herrera, que luego incluye en Teoría de
la Patria. Destaca la importancia como poeta y prosista y da información biográfica
de Herrera. Señala sus colaboraciones en El Heraldo, Nuevos Ritos, y en diarios
importantes de Lima, Santiago de Chile y Buenos Aires.
Subraya que la obra poética de Herrera es parca, de unos treinta poemas, y
menciona que un hijo del poeta tiene un libro inédito de 53 poemas, pero que los
poemas conocidos en Panamá son alrededor de 20.
Destaca, también, que Herrera hizo la primera traducción del inglés de La Bala-
da de la Cárcel de Reading, de Oscar Wilde, y que tradujo poemas del italiano y del
francés, y poemas del alemán, de Heine.
Dice de Herrera: “Como poeta se acerca a los parnasianos, pero sin caer en la
frialdad marmórea de aquellos, no falto de emoción. Y acusa una leve melancolía,
como que sangra también por la herida romántica, común a casi todos nuestros
poetas. En su poesía alienta, por lo mismo, una indudable significación personal...
Rubén Darío, que fue su amigo y estimador, le hizo el honor de colocarlo en uno de
sus escritos, junto con Silva y Valencia, viendo en los tres la más alta representa-
ción del modernismo en Colombia”.(35)
Lo considera “el más conspicuo representante del modernismo” (36), y resalta lo
que de él dijo Martí: “Es de los que sienten la poesía natural y son ricos de color”. (37)
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XVI
ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
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En diciembre de 1945, Miró da a conocer la existencia de una Antología hispa-
noamericana de 1890, en dos tomos de Aquilino Aguirre, impresor y dueño de una
imprenta establecida en 1879, bajo el título de Poesía Castellana Poetas America-
nos, con 58 poetas de doce países y en total de setenta y un poemas. Destaca que
hay un poema de Arnauld, La Hoja, traducido por Tomas Martín Feuillet, que
aparece como colombiano. El segundo tomo se publicó en diciembre de 1890, con
31 poemas, 6 traducciones, veintiséis poetas de 9 países. Esta es pues, la primera
antología de su género concebida y publicada en Panamá.
XVII
RODRIGO MIRÓ
Como dato curioso observa que no obstante presentar a quienes sin duda
fueron los más destacados poetas del S. XIX, el antologador panameño ignora a
Darío, aunque incluyó poemas de Salvador Díaz Mirón y Gutiérrez Nájera.
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Rodrigo Miró presenta formalmente como la primera generación poética de
Panamá a los románticos, en un folleto titulado El Romanticismo en Panamá, la
Primera Generación Poética del Istmo, editado en 1948.
Ha concluido las investigaciones sobre cada uno de los autores que la inte-
gran, y que son Gil Colunje (1831), Tomás Martín Feuillet (1834), José María Ale-
mán (1830), Manuel José Pérez (1830) y Amelia Denis (1836). Nos presenta abun-
dante información biográfica y sobre la obra poética de los autores, hasta ese
momento desconocida.
Justifica la condición de generación de ese grupo, apoyándose en el requisito
de nacimiento próximo, que precisa Ortega y Gasset en su trabajo sobre las genera-
ciones, y en el requisito que anota el alemán Peterson, “elementos formativos seme-
jantes”, en su trabajo sobre la generación del 98, citado por Pedro Salinas, en un
trabajo, también sobre esa generación.
El requisito de natalidad está a la vista, pues todos estos autores nacen entre
1830 y 1836, y para probar que se cumple con el otro, revisa y destaca los aconteci-
mientos históricos que se dan en el Istmo, entre 1830 y 1850, los años de infancia y
adolescencia de los mencionados poetas. Informa que de 1832 a 1849, funcionó
una especie de liceo, el colegio Provincial del Istmo. En relación con el aspecto
literario, propiamente tal, que influye en los miembros del grupo, nos recuerda que
las voces de Europa, la de Hugo y Musset, Byron y Espronceda, y las de América,
la de Echeverría y Mármol, Caro y Arboleda, se oían en el Istmo.
Una vez descrito el clima histórico y cultural, el maestro pasa a la información
biográfica y al comentario de los trabajos significativos de cada uno de ellos, con
citas de fragmentos poéticos.
De Colunje subraya la publicación, el 28 de noviembre de 1852, de un poema
“de singular elevación”, que considera el primer poema importante escrito por un
panameño. Se trata de una oda escrita en octavas, homenaje a nuestra independen-
cia de España. Señala como otro poema de valor, El Canto del Llanero, que tiene un
epígrafe de Espronceda y está escrito en octavas.
De Tomás Martín Feuillet, dice que fue un “trovador con oído sólo para las
voces del corazón... dejó en herencia una breve obra poética, plena de sincero
lirismo, trasunto fiel de su vida apasionada... (y) encarna el típico poeta románti-
co.... (pero) hace una poesía en tono menor”.(41) Agrega Miró que el poeta tiene
XVIII
ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
también una poesía festiva que está vinculada “a la tradición popular y realista de
la poesía española” (42); ejemplos son Cuánto Tiene y Retrato.
En José María Alemán resalta una obra desigual, y lo de mayor valor está en su
último libro Crepúsculos de la Tarde, publicado en Bogotá, en 1882. Estuvo vincu-
lado al primer periódico literario de Panamá, El Céfiro, fundado por Manuel Gamboa,
en 1866, y cuando deja de circular el diario, funda El Crepúsculo, en 1870. Los
trabajos de Alemán sobre Caro, Abigail Lozano y Martín Feuillet, junto a los de
Gamboa, constituyen según Miró las primeras manifestaciones de una crítica litera-
ria en Panamá.
A Manuel José Pérez, quien publicó en 1888 sus Ensayos Morales, Políticos y
Literarios, lo considera un “romántico retrasado, contradictorio” y le señala in-
fluencias de Musset, Lamartine, Byron, Núñez de Arce y Campoamor, y que, escri-
be poemas “con intención filosófica, y fáciles y adocenados versos de álbum o
bien, se entrega a los delirios de una fértil fantasía”.(43)
A Amelia Denis la destaca como la primera mujer en Panamá que publicó poe-
mas y le reconoce a su poesía un “profundo contenido social”. Elogia Al Cerro
Ancón, diciendo que es el “poema que cierra felizmente el ciclo romántico de nues-
tra poesía y asegura a la poetisa su definitivo ingreso a nuestro parnaso”.(44)
Excusándose de no tener suficientes datos sobre la obra de José Dolores
Urriola, concluye que se confirma como hecho de existencia de esa primera genera-
ción de poetas románticos, quienes “lograron aclimatar en nuestro suelo la flor de
la poesía... (y que) contrariamente a lo que se ha repetido con frecuencia, nuestra
literatura no es tan joven. Tiene la misma edad y la misma vitalidad que otras
literaturas del continente”.(45)
Finalmente observa que el ciclo romántico de la poesía panameña se abre y se
cierra con dos cantos que son afirmaciones de nuestra nacionalidad: las octavas de
Gil Colunje, Al 28 de noviembre y las estrofas de Amelia Denis, Al Cerro Ancón.
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Voy a alterar el orden de comentarios a los trabajos de Miró para terminar con
los estudios sobre temas específicos que publicó el maestro. Patria en su Contexto
Histórico es el trabajo que lee el 25 de octubre de 1978, para incorporarse como
miembro de número a la Academia Panameña de la Lengua.
Miró aporta una serie de datos históricos en relación con las censuras, reser-
vas y respaldos que personalidades de la época, de dentro y fuera del país, pronun-
ciaron en relación con la independencia del Istmo y el respaldo de los EE.UU..
Aplaudieron la protección de los EE.UU. con versos alusivos al papel de garante y
protector, Julio Arjona Q. (1906) Rodolfo Caicedo (1906) Justo A. Facio (1909).
Esas opiniones encontradas en relación a nuestra independencia crearon un clima
XIX
RODRIGO MIRÓ
tenso o incómodo que pesó sobre los jóvenes de ese entonces. Todo esto ocurre
entre el año de la independencia, 1903, y 1908, año en que se escribe Patria.
Al respecto nos dice Miró lo siguiente: “He sido prolijo en las referencias para
mostrar los diversos matices de la opinión reinante, y su relativa incoherencia,
resultado natural de la intrincada peripecia panameña y de la situación continental
en las dos décadas que van de 1895 a 1914”.(46) En este clima histórico se forjó la
generación de Andreve, Miró, Duncan y Méndez Pereira, nos agrega Miró.
Nos dice que había un “confuso sentimiento de inconformidad” y que las
“vivencias de los panameños de la capital aparecían empañadas por la presencia
extranjera”, y que por lo tanto en, “Al Cerro Ancón, lamento muy circunscrito y
personal, dona Amelia Denis puso el dedo en la llaga”.(47)
Este malestar se le siente también a Guillermo Andreve, en su Poema del Pací-
fico, escrito en 1907.
La inconformidad de la influencia extranjera y la censura continental, se mani-
fiesta en una nota que escribe Ricardo Miró el 15 de abril de 1908, en Nuevos Ritos,
en donde justifica aceptar que todo el trabajo de la revista recaiga en él, “para
engañar a la América, para hacerle creer que no nos volvemos yanquis por minu-
tos”.(48) Y agrega que Rodrigo Miró “En ese estado de ánimo marcha a Europa, en
noviembre de 1908, recién cumplidos veinticinco años”, Ricardo Miró.
Informa el maestro que en Barcelona el poeta se ve obligado a acudir constan-
temente “a los periódicos para desvanecer infundios”.(49)
Esta situación en que se encuentran los panameños como consecuencia de las
circunstancias en que se da la separación de Colombia, se complica más para los
nacionales, según Rodrigo Miró, porque en 1908, año en que el poeta escribe
Patria, todo lo relacionado con nuestro pasado, con nuestra historia está por hacer,
y al respecto nos dice: “Esa informe conciencia de ayer —sumada la notoria repulsa
exterior por nuestra independencia— sobrepuso como incómodo fardo al indife-
rentismo del panameño cierto complejo de culpabilidad. Nuestros padres y nues-
tros abuelos padecieron la angustia del problemático origen del estado. Miró sufre
en carne viva esa congoja, y busca de modo instintivo defensa en el pretérito.
Aunque no lo conoce en sus pormenores —navegamos entre brumas, según se ha
visto— intuye que allí está el resguardo, y se afirma en nuestro ser moral: “La Patria
es el recuerdo”, es la historia. Y a través de la descripción del paisaje nativo, va
proclamando su identidad con ella”.(50)
Una vez que justifica el origen de la definición que el poeta le da a la Patria, la
identificación con el recuerdo”, Miró sostiene que el origen de la última estrofa,
“Oh Patria tan pequeña que cabes toda entera...” es la razón siguiente: “Dolido por
la incalificable hazaña de la potencia abusiva, le enrostra su fea conducta subrayan-
XX
ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
do nuestra pequeñez territorial, que puede cobijarse al amparo del pabellón... Llevar
la patria dentro del corazón no es aquí una metáfora: es una punzante realidad”.(51)
Concluye su argumento afirmando que, “Patria brindó a los panameños la
afirmación de su mismidad. Cultos e indoctos, pobres y ricos, comprendieron el
mensaje”.
Sin embargo, Miró considera que “Patria disminuye sus valores simbólicos en
la medida que el sentimiento nacional se consolida y crece”.(52) Dice que con el
correr del tiempo el texto deja de ser “la respuesta moral” con la que se solidarizan
todos los panameños, para convertirse en un texto literario (que) “es visto como tal,
y a partir de esa conversión comienzan a “señalársele lunares”.(53) Al respecto, nos
dice “Los advirtió temprano, o se los indicaron, al propio autor, quien tuvo la
debilidad de enmendarlos. De ahí el que, al incluirse por primera vez en un libro, Los
Segundos Preludios, de 1916, el texto aparezca corregido, las enmiendas, encamina-
das a evitar repeticiones de vocablos y consonancias, afectan el segundo verso de
la primera estrofa, el último de la cuarta y el verso final. Si mejoran su ropaje le
quitan parte de su carga emotiva”.(54)
Estas correcciones se hacen a partir de 1916 y se popularizan a partir de 1925”.(55)
A continuación, Miró cita señalamientos literarios a Patria, de Miguel Amado,
Demetrio Korsi, Roque Javier Laurenza. Citaremos la cita que incluye Miró de
Amado: “Difícilmente existe una composición tan sentida y tan censurable”. Y
Añade Amado, “la sexta estrofa da al traste con la simetría, esencial en la obra de
arte”,... “la necesidad de la última estrofa me parece discutible”.(56)
Korsi califica el poema Patria como “una verdadera locura de amor al suelo
natal”.(57) Y Laurenza, refiriéndose a los versos finales dice, “Si no fuera a mutilar a la
Musa panameña, habría que encerrar estos sonoros alejandrinos bajo siete llaves”.(58)
La conclusión de Miró es que, “Fuera de su contexto histórico Patria pierde
sus más íntimos motivos y da pábulo a plurales interpretaciones. De ahí que lo
entendieran mejor, en su honda verdad, sus compañeros de generación y los hom-
bres de la generación anterior”.(59)
•••••
Las investigaciones de Rodrigo Miró sobre la literatura panameña, que es
posible que iniciara el maestro a partir de la segunda mitad de la década del año 30,
culminaron en dos obras generales: La Literatura Panameña, Origen y Proceso,
cuya primera edición es de 1972 y la octava de 1978, varias de esas ediciones
enriquecidas con algún nuevo autor o dato histórico; e Itinerario de la Poesía en
Panamá, con una sola edición, hasta ahora, de 1974, antología que recoge autores
y poemas de 1502 a 1974. El antecedente de Itinerario es Cien Años de Poesía en
Panamá, publicada en 1953.
XXI
RODRIGO MIRÓ
Poesía de la Colonia
Mateo Rosas De Oquendo, Juan De Miramontes y Zuazola, Hermano Hernando
de la Cruz, Víctor De La Guardia y Ayala.
En el periodo colonial Miró da noticias de autores y obras, anónimas unas, y
firmadas otras, que abarcan los siglos XVI, XVII, XVIII, y cerrando el grupo a Víctor
de la Guardia y Ayala (1772-1824), cuya obra La Política del Mundo es de 1809.
Cabe destacar que al inicio de sus investigaciones Miró creyó que el período
colonial había sido de escasísima producción, pero gracias a sus diligencias nos da
abundantes noticias de esta antología, que nos permiten ver que hubo una consi-
derable actividad literaria en la colonia vinculada a Panamá.
Modernistas
Darío Herrera (1870-1914), León A. Soto (1874-1902), Simón Rivas (Cristóbal
Martínez 1867-1914), Adolfo García (1872-1900), Nicole Garay (1873-1929).
En este período Miró presenta los mismos nombres que en sus trabajos ante-
riores, pero sustituye a Guillermo Andreve por Simón Rivas.
XXII
ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
La Poesía Vanguardista
Rogelio Sinán (1902- ), Antonio Izasa A. (1910- ), Roque Javier Laurenza
(1910-1974 ), Demetrio Herrera Sevillano (1902-1950), Eda Nela (1912 ), Ricardo J.
Bermúdez (1914 ), Esther María Osses (1914- ), Rosa Elvira Álvarez (1915- ),
Eduardo Ritter Aislán (1916- ), Tobías Díaz Blaitry (1919- ), Stella Sierra (1919- ),
Mario Augusto Rodríguez (1919- ), Gaspar Rojas Quiroz (1920- ), Hersilia Ramos
de Argote ( ), Tristán Solarte (1924- ), Homero Icaza Sánchez (1925- ), José
Antonio Moncada Luna (1926-1966), Matilde Real de González (1926- ), José de
Jesús Martínez (1929- ), Elsie Alvarado de Ricord (1928- ), Alfonso Játiva (1929-
), Guillermo Ros Zanet (1930- ), Víctor M. Franceschi (1931- ), Sydia Candanedo
de Zúñiga (1927- ), Demetrio J. Fábrega (1932- ).
Aunque en trabajos anteriores Miró confiesa no estar convencido de que se
puede hablar de modalidad vanguardista, propiamente, en la poesía panameña, y
que sólo hay vanguardismo en los poemas de Sinán, Herrera Sevillano y Bermúdez,
fija un período “vanguardista” o de “poesía nueva” como prefiere calificar la poe-
sía de ese grupo. Incluye autores que nacen entre 1902 y 1932.
Poesía Postvanguardista
Carlos Francisco Changmarín (1922- ), José Franco (1931- ), Diana Morán
(1932- ), Álvaro Menéndez Franco (1933- ), Cesar Young Núñez (1934- ), Enrique
Chuez (1934 ), Aristides Martínez Ortega (1936), José Antonio Córdoba (1937),
Ramón Oviero (1938), Roberto Luzcando (1959), Pedro Rivera (1939), Benjamín
Ramón (1945), Moravia Ochoa López (1939), Bertalicia Peralta (1939), Roberto
Fernández Iglesias (1948).*
* Los datos de los autores agrupados por Miró en estas últimas clasificaciones son los vigentes
hasta 1974, pues algunos de ellos han fallecido en años posteriores a esa fecha.
XXIII
RODRIGO MIRÓ
Los nombres de poetas nacidos entre 1922 y 1934, Changmarín, Franco, Morán,
Menéndez, y Young Núñez, compañeros de poetas seleccionados, como
“vanguardistas”, los presenta como postvanguardistas, por la temática social y
política que tiene la obra de los mencionados. Junto a ellos selecciona sólo algu-
nos nombres de poetas que menciona en la octava edición de La Literatura Pana-
meña, Origen y Proceso, de 1987. También registra en esa edición poetas a quienes
llama “recién llegados”, nacidos entre 1945 y 1951, grupo al cual se refiere con las
siguientes palabras: “En ellos la literatura se basta a sí misma; en ellos es común la
amplia información acerca del acontecer literario foráneo; en ellos el ningún propó-
sito de hacer literatura panameña; en ellos cierto no me importa, típico fruto de la
mocedad encaminada a espantar al buen burgués. En ellos, también, un auténtico
fervor por la literatura, una plausible agresividad intelectual”.
•••••
He presentado quince trabajos de Rodrigo Miró, en los que el maestro se
ocupa de la poesía panameña, limitándome, como ya advertí, a exponer sus inves-
tigaciones y juicios, para que se pueda apreciar su ordenamiento de los poetas
panameños y sus comentarios sobre la poesía panameña.
Mi única opinión en esta exposición de los estudios del maestro sobre la
poesía panameña es la que sigue:
La suma de todos estos trabajos que son las investigaciones de Rodrigo Miró
durante más de 50 años, da como resultado una alta cifra de conocimientos funda-
mentales del quehacer poético panameño.
Los desacuerdos, posibles, en algún tema o juicio, no afectan la clara y detallada
organización del cuerpo literario nacional que Miró ha armado pieza a pieza, desde
la colonia hasta nuestros días.
CITAS
XXIV
ITINERARIO DE LA POESÍA EN PANAMÁ
XXV