Tema 1.3. La Familia

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SOCIEDAD FAMILIA Y EDUCACIÓN

MÁSTER DE PROFESORADO Prof. Dra. Cristina Ruiz-Alberdi

TEMA 1.3. LA FAMILIA


Si queremos formar bien a las personas, debemos reflexionar sobre la importancia de la familia
en la educación y su repercusión en la escuela.

1. LA FAMILIA
La familia es una realidad natural y una realidad universal. En todas las sociedades ha existido
la familia.

La familia cumple la función básica del hombre: nutrir, criar y alimentar, una de sus funciones
es la económica.

El ser humano, no sólo necesita ser alimentado al nacer sino también necesita ser querido y
acogido dentro del seno familiar. Otra característica del ser humano es lo limitado de instintos
que es al nacer, a diferencia de los animales, por lo tanto, necesita necesariamente de la familia
para aprender a vivir, a sobrevivir, en definitiva, a aprender a ser lo que debe ser.

Las personas nos desarrollamos y formamos nuestra personalidad dentro del ámbito familiar.
En la familia al niño se le quiere por lo que es no por lo que tiene. La idea del mundo, los
valores, las creencias, y la formación moral son propios del ámbito familiar.

La conciencia moral dentro de la vida familiar


Una buena formación moral en el niño le ayudará en la formación de la conciencia.

En la familia se deben de ver las situaciones normales de cada día y ser capaces de verlas con
objetividad moral. La conciencia no puede apelar a la norma de lo que quiera cada uno. Esto es
una base para su vida. Sabrá distinguir lo que está bien y lo que está mal.

El cultivo de las “pequeñas virtudes” es propio de la familia: hábitos, el orden, la constancia, la


apertura a los hermanos, el compartir las alegrías y las tristezas, la paciencia.

La autonomía personal y la madurez es una aspiración de la vida familiar. Sin una buena base
de formación moral, difícilmente el niño llegará a una autonomía libre y responsable.

2. LA FAMILIA Y LA AUTORIDAD

El sentido de autoridad es compatible con la responsabilidad que tienen los padres de educar a
los hijos. Cuando el hijo no ha alcanzado la madurez moral e intelectual, los padres deben tener
autoridad suficiente para no bajar la guardia de la formación.

Diferentes formas de actitudes de los padres ante la autoridad:

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El autoritarismo estable

Usan un vocabulario pobre, poca comunicación, pocos análisis de situaciones de la vida. Hay
una fuerte dependencia del grupo.

Poca identidad personal y como consecuencia los hijos tienden al conformismo. Este tipo de
educación forma jóvenes con poca autonomía personal y poca formación de la conciencia y de
responsabilidad personal para actuar y tomar decisiones.

El autoritarismo inestable o ausencia de autoridad

Esta forma de educar provoca una actitud de negativismo en los hijos y rechazo. La
inestabilidad en esta forma de educar da inseguridad a los niños.

La sobreprotección y dependencia

Los padres consienten todo a sus hijos por miedo a equivocarse o por no saber decir que no.
Los niños se forman una idea fácil de la vida y del mundo. No se pueden dar excesivas
facilidades sin haberlas ganado con el esfuerzo personal. Es un engaño a los hijos mostrar una
vida superficial y fácil. La sobreprotección genera dependencia.

La permisividad

Los padres sienten miedo a perder a su hijo y apenas le contradicen. “Nada es bueno ni nada
es malo”. A la larga los hijos echarán en falta no haber recibido más autoridad como una guía
para su vida.

La indiferencia

Los padres trabajan mucho y están demasiado cansados cuando llegan a casa. Quizás este
sentimiento es el peor que pueda sentir un niño. La falta de comunicación, el no verle a
menudo y no interesarse hace sufrir.

La rigidez

La rigidez puede afectar a la autoestima. Hoy los niños hacen muchas actividades fuera del
aula, extraescolares, o bien porque los padres los mantienen mientras trabajan o porque
esperan de sus hijos unas habilidades y desarrollos que, algunas veces, no están preparados o
simplemente no les motiva nada.

Lo único bueno de la rigidez es que el niño se acostumbra a cumplir las normas con su
esfuerzo, aunque esto puede dañar a su creatividad.

El perfeccionismo

El niño se puede volver inflexible e incapaz de improvisar soluciones nuevas y a la vez (a lo


mejor con el paso del tiempo) se sentirá culpable por no haberse revelado en su momento.

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La independencia creadora

Se caracteriza por una formación cognitiva, abierta, creadora, actitud resolutoria ante los
problemas de la vida.

Ante esta actitud los hijos piensan que merece la pena llegar a la libertad interior y defender
su vocación en la vida con esfuerzo. La alegría, la tranquilidad y la paz cuando se respiran en
casa, de una forma natural, se inculca la ilusión de vivir.

3. LAS FUNCIONES DE LA FAMILIA

Aceptación:

En la familia se nos quiere por lo que somos. A veces los padres cuando hay problemas no
aceptan la situación.

Los padres deberán hacer un ejercicio de aceptación y sólo desde ahí, estarán en disposición
de ayudar a crecer a su hijo y ellos con él. Otra actitud disfuncional es la resignación. La
diferencia fundamental entre la resignación y la aceptación es la esperanza […]

La aceptación en los hijos se traduce en paciencia, perseverancia, paz, esperanza…Por


el contrario la resignación, la negación o la rebeldía toma formas de ansiedad,
amargura, frustración, abatimiento, resentimiento, violencia, desesperación, abandono.
(Martínez Domínguez, Gómez Gómez y Romero-Iribas, 2018, pp. 99-102).

Pertenencia:

El niño debe vivir con los padres sintiendo que forma parte de ellos. Los rasgos de la
pertenencia son la igualdad, la libertad, la fraternidad y la paternidad.

Hay una unión de amor.

Las convicciones, la visión de la vida, es otra de las razones que nos llevan a sentirnos
pertenecientes a un grupo. Si unos padres renuncian a invitar a sus hijos a vivir con
sus convicciones es más difícil que se identifiquen a vivir con ellas.
(Martínez Domínguez, Gómez Gómez y Romero-Iribas, 2018, pp. 99-102).

Confianza:

No es lo mismo unos padres confiados que unos padres que confían en sus hijos.

Hay que confiar de una forma positiva sabiendo que esperas lo mejor de ellos, manteniendo la
responsabilidad y poniendo los límites en función del conocimiento.

Cuando hay confianza no hay sobreprotección, porque no hay miedo sino educación.

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4. LA FAMILIA Y EL ENTORNO SOCIAL

La familia es una sociedad que a lo largo de la historia ha sido atacada por ideologías
totalitarias, por la carestía de la vida, por la relajación de costumbres en la sociedad,
inseguridad etc.

Debemos recordar la soledad de los padres ante la impotencia que sienten.

5. LA FAMILIA Y LA ESCUELA

La relación entre las familias y la escuela debería ser sólida y comunicativa.

Los maestros y los padres deben seguir la misma línea a la hora de educar a los niños. Si la
familia no colabora ni apoya la autoridad del maestro, difícilmente se conseguirán los fines
educativos.
De la misma forma que la familia puede encontrar en el maestro una carencia educativa por
poca formación en valores.
La formación de los maestros ha sido siempre la prioridad de los grandes educadores a lo largo
de la historia.

También, es importante respetar y defender el derecho de los padres a elegir el tipo de


formación y colegio para sus hijos. Y que la situación social de barrio o económica no impida
que puedan llevar a los hijos a los colegios concertados o públicos.
Como apoyo a las familias se han creado las escuelas de padres, que son centros de formación
dentro de las escuelas, así como las Asociaciones de Padres (AMPA) que tratan de conciliar la
labor educativa entre la familia y la escuela.

-Cualidades que debemos cuidar los profesores en el trato con los padres

- Compromiso y responsabilidad hacia nuestro trabajo


- Habilidades sociales. No juzgar
- Paciencia
- Disposición positiva
- Seguridad y confianza en nuestros métodos de trabajo
- Equilibrio emocional
- Previsión y planificación
- Ver posibilidades no solo problemas
- Aconsejar sin dar lecciones
- Poseer un código ético firme

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¿Qué valoran los padres?

- Acogida cordial. Empatía


- Seguimiento durante todo el curso
- Saber escuchar, que haya un diálogo no sólo un monólogo
- Aceptación incondicional
- Los padres deben sentir la ayuda que supone el colegio para ellos en la responsabilidad
que tienen sobre los hijos. (Martínez, Gómez y Romero-Iribas, 2018).

BIBLIOGRAFÍA
García Hoz, V. (1993). Glosario de Educación Personalizada. Madrid. Editorial Rialp.
Maritain, J. (1993). La educación en la encrucijada. Santiago de Chile. Editorial Andrés
Bello.
Martínez Domínguez, L., Gómez Gómez, M. y Romero-Iribas, A. (2018). Sociedad, familia y
educación. Madrid. Editorial Síntesis.
Polaino, A. (2003). Familia y autoestima. Madrid. Editorial Ariel.
Ruiz-Alberdi, C. y De Dios T. (2016).” La persona en comunidad, fundamentos y
perspectivas”, en Universitarios socialmente responsables. De la Calle, C. y Giménez, P.
(Coord.). Madrid.
Universidad Francisco de Vitoria.

Para más información:


Donde encontraréis todos los temas relacionados con la familia la página: Family watch
https://www.thefamilywatch.org/

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