Actividad 8

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Colegio Zampieri y Quaglini - Actividades para 2 do año

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Profesoras:

2do I: Paula Marcolini (paulaamarcolini@gmail.com)


2do II: Gabriela Sepúlveda (sepulveda-g@hotmail.com)
2do III: Viviana Rau (var2901@gmail.com)

 Luego de leer el capítulo 7 de la novela “Las aventuras de Huckleberry


Finn”, responde:

1. Cuando el padre de Huck estaba ebrio, o no estaba en la cabaña ¿qué


intentaba hacer el niño? ¿Por qué?

2. ¿Cuál es el plan que tiene Huck? ¿Hacia dónde se propone ir esta vez?

 Dejamos por un momento la novela de Huck para realizar la lectura y


escucha de la siguiente historia:

“EL GUANTE DE ENCAJE” de María Teresa Andruetto


https://www.youtube.com/watch?v=zHCNBKvN8g0

1) Responder:

a) ¿Conocés historias de fantasmas? Contá brevemente alguna.


b) ¿Cuáles son los momentos inexplicables que suceden en la historia “El guante
de encaje”?
c) ¿Qué es para vos lo fantástico en un cuento?

2) Ahora, leer y reflexionar:


El cuento FANTÁSTICO
El cuento fantástico es aquel que, por la suma de elementos reales y de elementos extraños e 2
inexplicables, generando confusión entre lo natural y lo sobrenatural, dejando al lector con
incertidumbre.
Cuando el personaje es presa de fuerzas sobrenaturales, si es un ser humano puede sufrir, entre
otros, el fenómeno de metamorfosis; si es cualquier elemento de la realidad -animales, objetos, muerte,
espíritu- se animiza y adquiere características propias del hombre.
El escritor busca que el lector se pregunte si los hechos son verdaderos, por eso elabora un relato
creíble, al que añade elementos extraños. De esta forma produce perplejidad y suspenso, curiosidad,
desazón y a veces, miedo para el lector.
Entre sus características se puede señalar:
 Imposibilidad de explicar racionalmente lo que sucede.
 Los hechos sobrenaturales les ocurren a personajes comunes.
 Presencia de personajes (fantasmas, apariciones, muertos vivos), objetos y lugares
extraños; momentos de tensión, amenazantes.

3) ¿Qué características del cuento fantástico encontrás en este cuento?

4) Marcá con una (X) la opción correcta. ¿En qué momento de la historia
irrumpe lo fantástico?

 Cuando encuentran el guante de encaje blanco en el carruaje.


 Cuando ella baja del carro y entra a la casa de la esquina.
 Cuando el otro hombre se acercó y les dijo que el guante era de su hija,
pero que ella estaba muerta.
 Cuando una mujer muy joven, vestida de fiesta en el camino los detuvo.

5) Te propongo escribir y ¡completar este cuento fantástico!

Este es el final, vos tenés que inventar lo sucedido hasta ese momento:

-¡Que extraño! -dijo la muchacha avanzando cautelosamente-. ¡Qué puerta


más pesada! La tocó, al hablar, y se cerró de pronto, con un golpe.
-¡Dios mío! -dijo el hombre-. Me parece que no tiene picaporte del lado de 3
adentro. ¡Cómo, nos han encerrado a los dos!
-A los dos no. A uno solo -dijo la muchacha. Pasó a través de la puerta y
desapareció.
FIN
I.A. Ireland

El guante de encaje
María Teresa Andruetto

Cierta vez, un paisano de La Aguada viajaba con su hijo en carro por el


camino viejo que une al poblado que llaman Capilla de Garzón con
Pampayasta. Cuando iban pasando
por el campo de los Zárate, en el
cruce mismo con el camino nuevo,
una mujer muy joven vestida de
fiesta, los detuvo.
Aunque era muy entrada la noche,
la habían visto de lejos porque la luz
de la luna era intensa y el color del
vestido, blanco brillante. – Mi novio
se ha enojado conmigo y me ha
dejado sola en el medio del campo –dijo cuando el carro se detuvo- ¿Podrá
usted llevarme hasta la entrada de Pampayasta? Yo vivo ahí.
-Como no, señorita – contestó el paisano, y él y su hijo le hicieron un
lugar en el carro.
Viajaron en silencio un buen rato, hasta que empezaron a hablar de
cosas sin importancia, más por ser amables que por verdadera necesidad de
decir algo. En esas conversaciones ella confesó que le gustaba demasiado el
baile y que se llamaba Encarnación. Era una noche de crudo invierno y la joven
estaba desabrigada. Cuando el paisano la vio temblar, dijo: – Convide, hijo, a
Encarnación con un bollo de anís y un trago de ese vino de canela que
llevamos, que es bueno para los enfriamientos. Y el muchacho le ofreció pan y
vino. Ella pegó un bocado grande al bollo y tomó desesperada unos tragos.
Algo de vino cayó sobre el vestido y dejó allí, en el pecho, una mancha rosada
como un pétalo- – ¡Qué Lástima! – habló ella- ¡Era tan blanco!
Pero siguió comiendo el bollo de anís con muchas ganas, tanto que 4
cualquiera hubiera dicho que iban a pasar años antes de que volvieran a
ofrecerle algo.
Cuando llegaron a la entrada de Pampayasta, muy cerca de donde está
el boliche de Severo Andrada, les dijo que habían llegado. El paisano detuvo el
carro y ella bajó y fue corriendo a meterse en la casa de la esquina, frente al
cruce. Padre e hijo siguieron viaje. Habían hecho unas cuantas leguas cuando
el hijo vio brillar algo en el piso del carro. Se agachó y descubrió un guante
blanco de encaje fosforescente. Entonces se lo mostró a su padre y decidieron
volver a la casa donde habían dejado a Encarnación, para devolvérselo.
Hicieron de regreso las leguas que habían andado, hasta la zona del
boliche de Severo Andrada, y se detuvieron en la esquina,
frente al cruce. Bajaron los dos, pero fue el
padre quien golpeó las manos. -¡Avemaría
purísima!- llamó como lo hacen los paisanos.
Le contestaron los perros. Y después, la voz
de un hombre recién arrancado del sueño: -
¿Qué se le ofrece? -¿Aquí vive una señorita llamada
Encarnación? -preguntó el paisano. El dueño abrió la puerta. Estaba pálido. Y
se quedó mirando a los dos forasteros sin decir palabra. -Venimos a devolverle
un guante. Se lo ha olvidado hace un momento en nuestro carro. El hombre
siguió mirándolos en silencio. -No lo tome a mal-insistió el paisano-. Tuvo un
problema y nos pidió que la acercáramos. -El hombre seguía en silencio. El hijo
estuvo con la mano extendida, acalambrada de tanto ofrecer el guante al
dueño de casa, hasta que éste habló: – Es mi hija, pero está muerta… ayer se
cumplieron veinte años…

-Dijo que venía de bailar… recordó el paisano.


-Hace veinte años… contó el padre- para el día de Santa Rosa, murió bailando
en las fiestas patronales. Del corazón, ¿sabe? Los dos hombres que habían
llegado en el carro, así como estaban, pegaron media vuelta murmurando una
disculpa. Pero el padre de la joven reclamó: – El guante… por favor. Es para
llevárselo a la tumba. Todos los años, para la fiesta de Santa Rosa, se olvida
algo en alguna parte y hay que ir a ponérselo. El muchacho entregó el guante
de encaje. Después alcanzó en silencio a su padre que ya estaba sentado en
el carro azuzando a los caballos.
Fin
"Algo de lo que uno es permanece en los 5
lugares que se dejaron."
M.T. Andruetto

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