Trabajo Evaluativo
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Historia
Antigua
Profesor
AQUAMAN
Alumnos:
Pablo Quiroz
Medina Nieto Nicolas
Alejandra
Moni
INTRODUCCION
1- 1- Hace aproximadamente 40 millones de años, una intensa actividad tectónica en África
Oriental dio lugar a la Falla del Rift, un fenómeno geológico que transformó el paisaje de
manera drástica. La Falla del Rift creó una serie de valles y montañas, fragmentando el
ecosistema y generando una diversidad de hábitats que iban desde densos bosques hasta
extensas sabanas abiertas. La Falla del Rift se extiende desde el Mar Rojo hasta
Mozambique, dividiendo el continente africano y creando nuevas condiciones ambientales.
La actividad tectónica, acompañada por la actividad volcánica, alteró significativamente la
topografía de la región. Estas modificaciones geológicas no solo crearon barreras naturales
que fomentaron la diversificación de las especies, sino que también influyeron en el clima,
afectando la disponibilidad de recursos. Los cambios climáticos, impulsados en parte por los
sistemas de alta y baja presión que llegaban desde el océano Atlántico, tuvieron un impacto
significativo en la región. Estos sistemas de presión influían en las precipitaciones,
alternando entre períodos de abundantes lluvias y sequías. Durante los períodos de alta
presión, la reducción de precipitaciones favoreció la expansión de las sabanas a expensas
de los bosques densos. Este proceso de aridez del ecosistema, obligó a una especie de
primates a adaptarse a nuevos hábitats más abiertos, dando paso a un proceso de
evolución hasta la aparición de los primeros Homínidos, llamados Australopithecus
afarensis que emergieron entre 4 y 3 millones de años antes de nuestra era. En este
entorno cambiante, proclive a la escases de recursos, estos primeros homínidos,
ejemplificados por el famoso fósil "Lucy", se fueron adaptando, adquiriendo nuevas
capacidades, como comenzar a caminar erguidos, convirtiéndolos en seres bípedos, lo cual
les proporcionó una ventaja crucial: podían moverse con mayor eficiencia en busca de
alimento y detectar depredadores a distancia, permitiéndoles la supervivencia. Entre 2.4 y
1.5 millones de años, emergió, como proceso evolutivo el Homohabilis, este homínido,
conocido por sus habilidades para fabricar herramientas de piedra, representa un salto
significativo en la evolución cognitiva y manual. Las herramientas permitieron al
Homohabilis explotar una dieta más diversa, incluyendo raíces, semillas y carne, lo que fue
crucial en los entornos mixtos de sabana y bosque en los que vivía. Las herramientas de
piedra no solo mejoraron su capacidad para procesar alimentos, sino que también le
proporcionaron defensas contra los depredadores y una ventaja competitiva sobre otros
animales. Entre 1.9 millones y 110mil años A.E, una nueva evolución de los homínidos
trascendió, el Homoerectus, Este, presentó un aumento notable en la capacidad craneana y
adoptó un estilo de vida nómada. Fue pionero en el uso del fuego, una innovación que le
permitió cocinar alimentos, mantener el calor y ahuyentar a los depredadores. Su habilidad
para fabricar herramientas más avanzadas y su adaptabilidad fueron claves para su
migración fuera de África, extendiéndose hacia Europa y Asia. La capacidad de
Homoerectus para adaptarse a diversos climas y entornos fue un hito importante en la
evolución humana, al igual o en mayor medida lo fue el Homo neanderthalensis, que entre
400mil y 40mil años A.E, habitó en Europa y Asia occidental. Los neandertales eran
robustos y estaban bien adaptados a los climas fríos del Pleistoceno. Desarrollaron una
cultura avanzada, con herramientas complejas y prácticas funerarias, lo que indicó un alto
nivel de cognición y organización social. Vivieron en Europa hasta hace unos 40,000 años
A.E, cuando los Homo sapiens comenzaron a emerger y entremezclase con ellos y en sus
territorios. El Homosapiens que hace 300mil años surgió en África. Con un cerebro más
grande y complejo, desarrolló herramientas sofisticadas, arte y lenguaje, sumado a
capacidades cognitivas avanzadas, permitieron una mayor adaptación y supervivencia en
diversos entornos, comenzaron a migrar fuera de África, expandiéndose hacia el Medio
Oriente, Europa y Asia y Hace unos 50,000 años, llegaron a Australia y luego a América.
2- La Revolución Neolítica fue un proceso de varios miles de años, que se puede situar
alrededor del año 10 mil antes de nuestra era. Este periodo tiene como punto de inicio el fin
de la era paleolítica, considerada como la mayor parte del proceso evolutivo de la
humanidad, abarcando aproximadamente 2.5 millones de años. Durante el Paleolítico, los
avances fueron significativos pero lentos, debido a las grandes adversidades
medioambientales que marcaron el Pleistoceno. Tras la culminación de este periodo y el
comienzo del Holoceno, inició una era de desglaciación que habría comenzado 10 mil años
antes. El clima de la Tierra se tornó más cálido, permitiendo un ecosistema rico en agua
dulce, flora, fauna y tierras fértiles, creando así el ambiente propicio para el desarrollo
humano. Previo a este proceso, los humanos ya eran cazadores y recolectores
especializados, viviendo en pequeñas tribus familiares dentro de cuevas para protegerse del
clima hostil, depredadores e incluso de otras tribus. Gracias al nuevo medio ambiente más
favorable, pudieron comenzar un proceso de nomadismo en busca de animales y
recolectando a su paso distintos tipos de frutos y flora silvestre. A medida que las
condiciones ambientales se volvían más benignas, los seres humanos comenzaron a
establecerse en áreas con recursos abundantes y predecibles. Las tierras fértiles y la
disponibilidad de agua dulce favorecieron la experimentación con la domesticación de
plantas. Al principio, esta domesticación fue accidental y esporádica, con humanos
protegiendo y cultivando las plantas que les eran útiles. Con el tiempo, estas prácticas se
volvieron más sistemáticas, dando lugar a la agricultura. Los ríos y lagos proporcionaban
fuentes confiables de agua para el riego, y las inundaciones periódicas de los ríos
depositaban sedimentos ricos en nutrientes, rejuveneciendo el suelo. La disponibilidad de
estos recursos naturales creó un entorno ideal para la agricultura intensiva. La
domesticación de plantas como el trigo, la cebada y el arroz fue un factor crucial en la
Revolución Neolítica. Estas plantas proporcionaban alimentos ricos en carbohidratos, que
podían almacenarse y asegurar un suministro constante de alimentos durante todo el año.
La selección de variedades más productivas y resistentes permitió aumentar los
rendimientos agrícolas. Asimismo, la domesticación de animales como ovejas, cabras,
vacas y cerdos ofreció no solo carne, sino también productos como leche, cuero y lana.
Estos animales también se utilizaron como fuerza de trabajo para labores agrícolas, como el
arado de campos, lo que mejoró la eficiencia de la agricultura. La capacidad de producir y
almacenar alimentos en excedente permitió a las comunidades humanas establecer
asentamientos permanentes. Estos asentamientos se convirtieron en el núcleo de nuevas
formas de organización social. La mayor densidad de población llevó a una mayor
complejidad social, con la aparición de nuevas formas de liderazgo, especialización laboral
y comercio. La sedentarización también permitió el desarrollo de tecnologías avanzadas. La
cerámica, por ejemplo, se desarrolló para almacenar y cocinar alimentos. Las herramientas
agrícolas, como hoces y arados, mejoraron la eficiencia de la agricultura. Estas
innovaciones tecnológicas se difundieron entre comunidades a través del intercambio y el
comercio, acelerando el progreso agrícola y social. El surgimiento de asentamientos
permanentes trajo consigo importantes cambios culturales. Las comunidades neolíticas
desarrollaron una vida social más compleja, marcada por la construcción de viviendas
permanentes y la creación de aldeas. Las casas construidas con materiales como barro y
piedra indican un avance en las técnicas de construcción y una mayor inversión en el
entorno físico. El arte también floreció durante el Neolítico, con la aparición de nuevas
formas de expresión artística, como la cerámica decorada, las esculturas de figuras
humanas y animales, y los petroglifos. Estas manifestaciones artísticas no solo tenían un
valor estético, sino que también reflejaban creencias religiosas y rituales comunitarios. La
religión empezó a tener un papel más estructurado, con evidencias de prácticas de culto a
deidades de la fertilidad y la naturaleza, así como la construcción de megalitos y templos.
La vida en comunidades más grandes también influyó en el desarrollo de la religión y las
prácticas espirituales. La religión comenzó a jugar un papel central en la cohesión social y la
organización de las primeras aldeas. Las prácticas religiosas neolíticas se centraban en
deidades y espíritus asociados con la fertilidad y la naturaleza. Figurillas femeninas, como la
"Venus" de Willendorf, y otras representaciones de la fertilidad han sido encontradas en
sitios neolíticos, sugiriendo un culto a la fertilidad. Las comunidades neolíticas realizaban
rituales y ceremonias para asegurar buenas cosechas y la protección de sus rebaños, que a
menudo incluían ofrendas de alimentos, animales y otros bienes a las deidades y espíritus.
Durante el Neolítico, las comunidades comenzaron a construir monumentos religiosos,
como megalitos, túmulos y templos. Un ejemplo famoso es el de Göbekli Tepe en Turquía,
considerado uno de los templos más antiguos del mundo, construido antes de la adopción
generalizada de la agricultura. Estos sitios servían como centros de culto y reunión
comunitaria. Las prácticas funerarias también reflejan las creencias religiosas neolíticas. Los
enterramientos eran a menudo acompañados de ofrendas de alimentos, herramientas y
otros objetos, indicando una creencia en la vida después de la muerte. Algunos entierros se
realizaban en tumbas elaboradas, lo que sugiere una diferenciación social basada en el
estatus o el rol religioso.
El desarrollo de la agricultura y la sedentarización tuvo un impacto significativo en el medio
ambiente. La tala de bosques para crear campos de cultivo y pastos alteró los ecosistemas
locales. La domesticación de animales y la práctica de la agricultura intensiva modificaron la
biodiversidad y la composición del suelo. Estos cambios, a su vez, afectaron las dinámicas
ecológicas, generando nuevos desafíos para las comunidades humanas en términos de
sostenibilidad y gestión de recursos.
La Economía y Agrícola.
En Sumeria la economía se basaba principalmente en la agricultura, complementada con el
comercio. Cultivaban trigo, cebada, legumbres y frutas. El ganado también jugaba un papel
importante.
En Egipto se dependía de la agricultura, con cultivos como el trigo, la cebada y el lino. La
pesca y la caza también eran importantes, junto con la cría de animales domésticos.
Desarrollo Urbano.
Las ciudades-estado sumerias, como Ur y Uruk, fueron algunas de las primeras en mostrar
una planificación urbana con templos, palacios y zonas residenciales organizadas.
Las ciudades egipcias, aunque menos densamente urbanizadas, también mostraban un
desarrollo organizado. Tebas, Menfis y Alejandría eran centros urbanos importantes con
templos, palacios y áreas comerciales.
El desarrollo de Leyes.
En Sumeria se desarrolló uno de los primeros códigos legales, como el Código de Ur-
Nammu y posteriormente el Código de Hammurabi (aunque fue en Babilonia, tiene raíces
sumerias), que regulaban aspectos de la vida diaria y la justicia.
También en Egipto, aunque menos conocidos por un código formal, los egipcios tenían
leyes y un sistema judicial estructurado, con jueces y funcionarios encargados de
administrar justicia.
Diferencias:
La organización Política.
Sumeria estaba compuesta por ciudades-estado independientes como Ur, Uruk y Lagash.
Cada ciudad-estado tenía su propio gobernante y deidad patrona. La falta de un gobierno
centralizado llevó a frecuentes conflictos entre las ciudades.
Egipto a lo largo de su historia, estuvo unificado bajo la autoridad de un faraón, considerado
un dios en la tierra. Esta unificación permitió una administración más centralizada y una
mayor estabilidad política durante largos periodos.
Religión y Mitología.
La mitología sumeria incluye historias como la epopeya de Gilgamesh, que explora temas
de inmortalidad y la relación entre humanos y dioses. Los templos eran centros económicos
y religiosos clave.
La religión egipcia tenía un fuerte énfasis en el más allá y la resurrección. El Libro de los
Muertos es una guía para la vida después de la muerte. Los egipcios creían que el alma
debía superar juicios en el más allá para alcanzar una vida eterna.
Arte y Cultura.
El arte sumerio incluye relieves, estatuas y sellos cilíndricos con escenas de la vida diaria y
ceremonias religiosas. La literatura sumeria es rica, con textos como la Epopeya de
Gilgamesh.
El arte egipcio es característico por su rigidez y simbolismo. Representaciones de faraones
y dioses debían tener un estilo especifico de representacion. La arquitectura monumental,
incluyendo las pirámides y templos, reflejaba su visión del cosmos y la vida eterna.
Religión y Culto.
La religión sumeria era pragmática y centrada en apaciguar a los dioses para asegurar la
prosperidad. Cada ciudad tenía su deidad protectora y construía templos dedicados a su
adoración.
La religión egipcia tenía un fuerte énfasis en el más allá y la resurrección. Los egipcios
construyeron elaborados complejos funerarios y templos para honrar a los dioses y
asegurar la inmortalidad del faraón.
Innovaciones Arquitectónicas.
En Sumeria además de los zigurats, también innovaron en la construcción de edificios con
ladrillos de barro, desarrollando técnicas avanzadas de mampostería.
Los egipcios destacaron en la construcción de piedra, desarrollando técnicas para erigir
estructuras monumentales de piedra caliza y granito, como las pirámides y
templos.