Descripción General: Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Mayo Clinic Sobre La Salud Familiar), 5. Edición
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Descripción General: Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Mayo Clinic Sobre La Salud Familiar), 5. Edición
Las infecciones de trasmisión sexual causan las enfermedades de trasmisión sexual. Se contagian
principalmente por contacto sexual. Las infecciones de trasmisión sexual son causadas por
bacterias, virus o parásitos. Una infección de trasmisión sexual puede pasar de una persona a otra
a través de la sangre, el semen o los líquidos vaginales y otros líquidos corporales.
A veces, las infecciones de trasmisión sexual se contagian por vías distintas del contacto sexual.
Por ejemplo, las infecciones de trasmisión sexual pueden contagiarse a los bebés durante el
embarazo o el parto. Las infecciones de trasmisión sexual pueden contagiarse por transfusiones
de sangre o agujas compartidas.
Las infecciones de trasmisión sexual no siempre causan síntomas. Una persona puede contraer
infecciones de trasmisión sexual de otra persona que parece sana y que ni siquiera sabe que tiene
una infección.
● Sífilis
● Infecciones por clamidia
● Infección gonocócica
● Chancroide
● Linfogranuloma venéreo
● Granuloma inguinal
● Infecciones por Mycoplasma
Las infecciones de transmisión sexual virales incluyen
Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Mayo Clinic sobre la salud familiar), 5.ª edición
Síntomas
Las enfermedades de transmisión sexual pueden presentar diversos síntomas, como la ausencia de
síntomas. Por eso las infecciones de trasmisión sexual pueden pasar desapercibidas hasta que una
persona tiene complicaciones o se diagnostica a su pareja.
Los síntomas de las infecciones de trasmisión sexual pueden incluir los siguientes:
Causas
Factores de riesgo
Toda persona sexualmente activa corre el riesgo de contraer o contagiar una enfermedad de
transmisión sexual.
Existen factores que pueden aumentar el riesgo de contraer una infección de trasmisión sexual,
por ejemplo:
● Tener relaciones sexuales sin protección. La penetración vaginal o anal de una
pareja infectada que no usa preservativo (de látex o poliuretano) aumenta
considerablemente el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual. No
se recomiendan los preservativos hechos de membranas naturales porque no son tan
eficaces para prevenir las infecciones de trasmisión sexual. Si los preservativos no
se utilizan correctamente o no se usan en cada relación sexual, el riesgo también
puede ser mayor.
El sexo oral puede ser menos riesgoso. Sin embargo, las infecciones de transmisión
sexual también pueden contagiarse si una persona no usa preservativo (de látex o
poliuretano) o una barrera bucal de los mismos materiales. El campo de látex es una
superficie fina, con forma cuadrada, de látex o silicona.
● Tener contacto sexual con varias parejas. Cuanto mayor sea la cantidad de
personas con las que tienes relaciones sexuales, mayor será el riesgo.
● Tener antecedentes de infecciones de transmisión sexual. Tener una infección de
transmisión sexual hace que sea mucho más fácil que se desarrolle otra infección de
trasmisión sexual.
● Tener relaciones sexuales contra tu voluntad. Consulta a un profesional de la
salud lo antes posible para que te hagan exámenes y te proporcionen tratamiento y
apoyo emocional.
● Abusar del alcohol o consumir drogas ilícitas recreativas. El abuso de sustancias
puede inhibir tu juicio y hacer que estés más dispuesto a participar en conductas de
riesgo.
● Inyectarte drogas ilícitas. Al compartir la aguja con otras personas mientras se
inyectan drogas ilícitas, puedes contagiarte de muchas infecciones graves. Algunos
ejemplos son el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el virus de la
hepatitis B y la hepatitis C.
● Ser joven. Se informan niveles altos de infecciones por transmisión sexual en
personas que tienen entre 15 y 24 años, en comparación con personas de mayor
edad.
Complicaciones
Muchas personas no tienen síntomas durante las primeras etapas de una enfermedad de
trasmisión sexual. Por este motivo, es importante realizar exámenes de detección para evitar
complicaciones.
● Dolor pélvico.
● Complicaciones en el embarazo.
● Inflamación de los ojos.
● Artritis.
● Enfermedad inflamatoria pélvica.
● Infertilidad.
● Enfermedades cardíacas.
● Ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de cuello del útero y el cáncer del recto
asociados con el virus del papiloma humano.
Prevención
Existen muchas formas de prevenir o reducir el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión
sexual.
La gonococia o gonorrea es una infección causada por un diplococo gran negativo conocido
como Neisseria gonorrhoeae. Este se transmite por vía sexual y tiene la capacidad de colonizar
superficies mucosas tales como la uretra, cérvix, el ano, faringe y la mucosa conjuntival. En el
caso de los pacientes hombres, es muy común presentar un cuadro clínico de uretritis anterior
aguda, caracterizado por una inflamación dolorosa y supurativa de la uretra. En el caso de la
mujer, las manifestaciones clínicas suelen ser inespecíficas. La sintomatología que podemos
encontrar varías entre leucorrea, disuria y prurito (5).
3.2. SÍFILIS
3.3. TRICHOMONIASIS
El virus herpes simple (VHS), tanto el tipo 1 (labial) como el tipo 2 (genital), guarda sus
localizaciones a nivel del pene, la uretra, la vejiga, los testículos y la próstata del varón. En el
caso de pacientes mujeres que sufran esta infección, suele manifestarse a nivel de la vulva, la
vagina, la uretra o la vejiga. La infección viral se desarrolla por medio de unas vesículas que,
posteriormente, evolucionan hasta convertirse en úlceras y, si no se infectan, cicatrizan. Las
adenopatías inguinales bilaterales son frecuentes en los pacientes con estos cuadros clínicos. Y,
en el momento de la expulsión del feto por el canal del parto, se han descrito casos de afección
meníngea del mismo (5).
La manifestación clásica de las infecciones provocadas por el virus del papiloma humano (VPH)
con los condilomas acuminados. Estas lesiones se localizan en el pene, la vulva o la vagina. Se
diagnostican por sus manifestaciones clínicas y se manifiestan como pápulas eritematosas,
agrupadas y con aspecto similar a una coliflor (5).
En el caso de infecciones causadas por virus tales como los citomegalovirus (CMV), el virus de
Epstein-Barr (VEB), el de la hepatitis A (VHA), el de la hepatitis B (VHB) y el de la
inmunodeficiencia humana (VIH), el papel del patógeno en el curso de las relaciones sexuales es
cuestionable y no puede relacionarse con ellas (5).
Epidemiología
La carga de enfermedad que suponen las ETS globalmente se desconoce, ya que es habitual que
las infecciones sean asintomáticas (4)
En Europa, la vigilancia epidemiológica de estas patologías fue asumida por el Centro Europeo
para el Control de la Enfermedad (ECDC) y la publicación de definiciones de caso para toda la
UE en 2008 (2)
También encontramos que las enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonococia o la
sífilis, muestran en los últimos años una tendencia ascendente. La coinfección entre distintas ETS
es muy frecuente. Es por eso que la persona que presente una de ellas, debe descartar la presencia
de otras, en particular la infección por VIH y la infección por clamidia (ITS más común en
Europa y frecuentemente asintomática). (8)
Los sistemas de vigilancia proporcionan información epidemiológica de que en los últimos años
se ha incrementado la incidencia de las ETS, donde destaca que el ascenso es más marcado en
grupos jóvenes y en hombres con prácticas homosexuales. (1)
Gonorrea (12)
Causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae.
Periodo de incubación de 2-8 días, infectando al 20-50% de los hombres y 60-90% de mujeres
que tienen contacto. Sin tratamiento, el 10-17% de mujeres desarrollarán infección pélvica, al
diseminarse el gonococo a lo largo de las superficies epiteliales y por el sistema linfático
submucoso.
Sífilis (2)
Producida por Treponema pallidum, que se introduce en el organismo a través de las mucosas
intactas o de pequeñas lesiones del epitelio. La mayor parte de los casos se adquiere por contacto
sexual, aunque también puede darse la transmisión vertical de la madre al feto o al recién nacido
y, excepcionalmente, infección por trasfusión sanguínea. El riesgo de contagio al tener relaciones
con una persona infectada, oscila entre el 10-60% dependiendo del periodo de la infección y de la
práctica sexual. La sífilis se clasifica según sus estadios: Sífilis precoz, sífilis tardía y sífilis
congénita.
Vaginitis (2)
La mayoría de las úlceras genitales son ETS, pero pueden ser debidas a otras muchas causas.
Los condilomas acuminados o verrugas genitales están causados por el virus del papiloma
humano (VPH). La infección por el VPH afecta fundamentalmente a adultos jóvenes con vida
sexual activa. El período de incubación es variable, oscilando entre 6 semanas y 8 meses.
Cada día, más de un millón de personas contraen una ITS que se puede curar. La OMS calcula
que, en 2020, hubo 374 millones de nuevas infecciones de alguna de estas cuatro ITS: clamidiosis
(129 millones), gonorrea (82 millones), sífilis (7,1 millones) y tricomoniasis (156 millones). Más
de 490 millones de personas tenían herpes genital en 2016, y unos 300 millones de mujeres tienen
infección por el virus del papiloma humano, que es la principal causa de cáncer de cuello uterino
y de cáncer anal entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Además, las
nuevas estimaciones de la OMS indican que 254 millones de personas tenían hepatitis B en 2022.
Más allá del efecto inmediato de la infección, las ITS pueden tener consecuencias graves.
Algunas ITS, como el herpes, la gonorrea y la sífilis, pueden aumentar el riesgo de infectarse por
el VIH.
La transmisión de una ITS de la madre al hijo puede causar muerte prenatal o neonatal,
prematuridad e insuficiencia ponderal del recién nacido, septicemia, conjuntivitis neonatal y
anomalías congénitas.
La infección por el virus del papiloma humano causa cáncer de cuello uterino y otros tipos de
cáncer.
Se calcula que la hepatitis B causó más de un millón de defunciones en 2022, principalmente por
cirrosis o carcinoma hepatocelular.
En el caso de las infecciones por clamidia, la mayoría de las pruebas disponibles para el
diagnóstico se realizan en el laboratorio y pueden presentar demora entre la recogida y el
resultado. La tinción de Gram uretral es la prueba estándar de diagnóstico de la uretritis no
gonocócica, pero es dependiente del observador y tiene baja especificidad. Actualmente, se está
empleando el uso de las citometrías de flujo para detectar casos de leucocituria en la orina como
un marcador inflamatorio de uretritis no gonocócica por Mycoplasma genitalium (6).
Finalmente, para el diagnóstico del virus del herpes simple (VHS) existen determinadas pruebas
diagnósticas (6):
DIAGNÓSTICO
A una escala mundial, las enfermedades de transmisión sexual (ETS) suponen una importante
problema de salud pública debido a su gran tasa de morbimortalidad, comprometiendo la calidad
de vida, la salud sexual y reproductiva o la salud del recién nacido y del niño. A sí mismo,
favorecen la transmisión del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y provocan cambios
celulares que dan lugar a diversas clases de patología cancerosa (5, 6).
En lo que respecta al campo diagnóstico, las pruebas diagnósticas que se emplean en la detección
de enfermedades de transmisión sexual pueden servir para varios propósitos. Entre ellos se
encuentra el propio diagnóstico, realizar un cribado de grupos de alto riesgo, la importancia en la
monitorización del tratamiento efectivo, una clara vigilancia epidemiológica, posteriores
investigaciones de brotes epidemiológicos, la urgente valoración del manejo de síntomas en
países subdesarrollados y asegurar la calidad en las pruebas de laboratorio. Los controles de
diagnóstico rápido que se han utilizado en la detección de las ETS son (6):
● Microscopía directa.
● Detección de antígenos.
● Serología.
Detección de metabolitos microbianos (Test de Whiff).
Métodos moleculares.
En primer lugar, para diagnosticar a aquellos pacientes que padecen una infección por sífilis está
indicada la utilización de una técnica de PCR para la detección del microorganismo Haemophilus
ducreyi (HD), debido a la baja sensibilidad de la, comúnmente conocida, tinción de Gram. Por
otro lado, el uso de la microscopia tiene una sensibilidad del 50% comparada con el cultivo, y
además de que el número de falsos positivos es elevado. Las pruebas rápidas para el diagnóstico
de infecciones por sífilis, mediante la detección de anticuerpos, han demostrado excelentes
resultados en el cribado prenatal de la misma, especialmente en países en vías de desarrollo (5,
6).
Bibliografía
1. Liliane Somogyi; Emily Mora. Métodos conceptivos: antes y ahora. Rev. Obstet.
Ginecol. 2011. 71 (2): 118-123.
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transmisión sexual: diagnóstico, tratamiento, prevención y control. [Internet]
Madrid: 2011. Disponible en: http://www. msssi.gob.es/
ciudadanos/enfLesiones/enfTransmisibles/ sida/vigilancia/DocITS 2011.pdf
3. Piédrola Gil. Medicina preventiva y salud pública. Capítulo 51: Infección
hospitalaria: epidemiología y prevención. Vol 1. 11ª ed. Barcelona: Elsevier
España, SL. 2008.
4. Grupo 1. Microbiología clínica: Tema 6.- Dispersión de los microorganismos.
[Internet]; 2004-2005. [fecha de consulta: 14 enero 2016]. Disponible en:
http://www.unavarra.es/ genmic/microclinica/ tema06.pdf
5. Organización Mundial de la Salud. Infecciones de transmisión sexual. Centro de
prensa; nota descriptiva nº 110. Ginebra: OMS 2013. Disponible en:
http://www.who.int/ mediacentre/factsheets/ fs110/es/
6. Piédrola Gil. Medicina preventiva y salud pública. Capítulo 50: Epidemiología y
prevención de las infecciones de transmisión sexual. Vol 1. 11ª ed. Barcelona:
Elsevier España, SL. 2008.
7. MedlinePlus en español [Internet]. Bethesda (MD): Biblioteca Nacional de
Medicina (EE. UU.) [actualizado 4 noviembre 2015]. Infecciones por clamidia;
[revisado 11 febrero 2014; consulta 14 enero 2016]; [aprox. 1 p.]. Disponible en:
https://www.nlm.nih.gov/ medlineplus/spanish/gonorrhea.html
8. Díez M., Díaz A.. Infecciones de transmisión sexual: epidemiología y control.
Rev. esp. sanid. penit. [revista en Internet]. 2011 Oct [citado 2016 Ene 14]; 13(2):
58-66. Disponible en: http://scielo.isciii.es/ scielo.php?script=sci_arttext
&pid=S1575-06202011 000200005&lng=es.
9. Herruzo Cabrera R, García Caballero J, del Rey Calero J, López Fernández FJ.
Infección hospitalaria: epidemiología y prevención. Elsevier: Masson. p. 727.
10. Labtestonline.com [Internet] Labtest; 2012 [actualizado el 12 de Diciembre del
2012, citado el 18 de Enero de 2016]. Disponible en: http://www.labtestsonline.es/
condition/Condition_STDs.html
11. La incidencia de sífilis y gonorrea se cuadriplica en la última década [Internet]
Aragón; El periódico de Aragón; 2016. [citado el 18 de Enero de 2016] Disponible
en: http://www.elperiodico dearagon.com/noticias/ aragon/la-incidencia-de-sifilis -
y-gonorrea-se-cuadruplica -en-ultima-decada_844309.html
12. Pacheco Romero J. Enfermedades de transmisión sexual. Revista Peruana
Ginecológica; 2007.