Tema 2 La Revolución Rusa

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 17

Tema 2

La revolución rusa
Al entrar en el siglo XX nos encontramos en Rusia con uno de los países más atrasados de
Europa. Pero lo más alarmante es su situación política, el zar gobierna de una manera absoluta
y no quiere ni oír hablar de constituciones, cualquier intento de oposición es sofocado con la
policía o con el ejército zarista.
Hay varios partidos que intentan cambiar la situación, el poder autocrático (absolutista) del zar,
sufrirá su primer envite en 1905 y, en 1917, acabará desapareciendo.
En 1917 estalla una revolución que tendrá una gran trascendencia en la historia de la
humanidad, algunos, en cuanto a su importancia, la comparan con la Revolución Francesa. La
revolución tiene dos fases claramente separadas. La primera en febrero, y consigue, tras la
caída del zar, la proclamación de un régimen liberal-burgués y constitucional, que no le dará
tiempo a solucionar los problemas del país. La segunda fase se da en octubre y en ella un
partido marxista, el bolchevique, conquista el poder político; es la primera vez que triunfa una
revolución en todo un país siguiendo los postulados de Marx.

Lenin será la figura clave tanto en la planificación de la revolución de Octubre como en la


configuración de la nueva URSS. Tras vencer en la guerra civil los comunistas se enfrentan con
el reto de construir un nuevo Estado inspirado en las ideas de Marx pero al que Vladímir Ilich
Uliánov, Lenin, aporta sus propias ideas. Será el creador de un Estado que va a mantenerse
hasta la crisis del comunismo y la desaparición de la URSS en diciembre de 1991.

I. LA SITUACIÓN DE RUSIA ANTES DE 1917.

1. La situación de Rusia a principios del siglo XX.

a) La vida política y la situación económica y social.


A comienzos del siglo XX, el Imperio ruso seguía sin haber conocido los efectos de la
revolución liberal-burguesa que tanto habían contribuido a transformar a las naciones
europeas. En Rusia, por tanto, no se había producido la evolución histórica acorde a lo que los
nuevos tiempos demandaban. En el Imperio ruso continuaba intacta la monarquía absoluta
(autocrática) de los zares. La autoridad del soberano no tenía ninguna limitación. El zarismo
controlaba el país por medio de una sólida burocracia, una policía todopoderosa y una Iglesia
ortodoxa íntimamente vinculada al poder.

El zar Alejandro II (1855-1881) aplicó una política reformista con objeto de moderar el
absolutismo imperial. Entre las medidas destacan la liberación, en 1861, de los siervos (los
campesinos dependientes de sus amos adquirían la condición de libres), la reforma judicial y la
de la enseñanza.

En 1881, el zar Alejandro II murió por un atentado terrorista sucediéndole su hijo Alejandro III
(1881-1894), que, en vez de avanzar en las reformas, prefirió frenar el proceso. Le sucedió su
hijo Nicolás II (1894-1917) dispuesto, como el anterior, a mantener los principios de la
autocracia. Así, mientras el país cambiaba económica y socialmente (inicio de la Revolución
Industrial, crecimiento de un proletariado industrial...) no lo hacía, en cambio, políticamente.
El desarrollo industrial, en efecto, venía siendo lento hasta 1890 pero se acelera en el cambio
de siglo (1890-1913) debido a las inversiones extranjeras y a la construcción del ferrocarril.
Otro de los rasgos de la industrialización rusa era su concentración geográfica en unas pocas
regiones (Ucrania, Moscú, San Petersburgo, zona de Bakú...). También, el que la mitad de los
obreros industriales rusos estaba empleada en fábricas donde trabajaban más de 500
personas.

Ahora bien, Rusia seguía siendo predominantemente agrícola. Los campesinos constituían las
cuatro quintas partes de la población. Había un verdadero proletariado rural, sin propiedad de
la tierra; otros disponían de mínimas propiedades. La nobleza, los antiguos señores, de los que
se habían liberado en 1861, seguían contando con grandes propiedades y, sobre ellas, los
campesinos no perdían el sueño de proceder a su reparto.
La sociedad rusa, por tanto, ofrecía grandes desigualdades. Había una minoría dueña de
grandes fortunas y una gran masa de campesinos y obreros industriales; éstos bajo unas
condiciones de vida y de trabajo miserables. La clase media, en cambio, era poco numerosa y
débil. Ello dejaba enfrentados a las masas populares con los grupos privilegiados.
b) La oposición política a la autocracia zarista desde 1901.

A principios del siglo XX, la oposición política, pese a su carácter clandestino, llega a ser muy
activa y se organiza formando partidos políticos, de los que deben destacarse los siguientes:
1o El Partido Constitucional-Demócrata o partido Kadet (KD). Constituido en 1905, es un
partido de liberales, progresistas o constitucionalistas en el sentido occidental; eran
reformadores y partidarios de un régimen político parlamentario de tipo occidental, con una
monarquía constitucional.
2o El Partido Socialista Revolucionario (SR o eseritas), se forma en 1901, es partidario del
colectivismo agrario, se interesaba por los problemas campesinos y por ello contaba con un
fuerte respaldo en los medios rurales.
3o El Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), partido marxista, se funda en 1898 en
un congreso clandestino celebrado en Minsk; desde el congreso de 1903 celebrado en
Bruselas y Londres se escinde en dos tendencias, que, en 1912, en un congreso reunido en
Praga, se transforma en dos partidos políticos:
- Los bolcheviques (o mayoritarios), dirigidos por Lenin, defendían la organización de un partido
fuerte y centralizado, formado por militantes disciplinados dispuestos a dirigir a la clase obrera
hacia la revolución para imponer la dictadura del proletariado. Piensan que en Rusia se dan las
condiciones para poner en marcha la revolución proletaria sin que sea necesario pasar antes
por la fase liberal-burguesa.
- Los mencheviques (o minoritarios), dirigidos por Martov, son favorables a un partido abierto al
pluralismo de tendencias al considerar que en Rusia no se daban las condiciones para la
realización de una revolución proletaria. Aceptaban la colaboración con grupos liberales para
lograr el triunfo de una revolución burguesa, que debía ser anterior, por tanto, a la revolución
socialista.
2. La revolución de 1905 y el régimen semiconstitucional. La repercusiones de la I Guerra
Mundial (1905-1917).

a) La revolución de 1905. El Domingo Sangriento.


En 1905 el Imperio ruso va a sufrir una fuerte sacudida como consecuencia de los efectos de la
crisis económica de 1902-1903 y de la inesperada derrota del ejército ruso en el Extremo
Oriente ante Japón en 1904-1905, la cual reveló la corrupción e incapacidad de la
Administración rusa.

El 9 de enero de 1905, conocido como Domingo Sangriento, unos 100.000 huelguistas,


dirigidos por el pope (cura ortodoxo) Gapón que contaba con autorización oficial, se dirigen
pacíficamente en manifestación al palacio imperial de San Petersburgo.
Pretendían hacerle llegar al zar un manifiesto donde le hacían saber las explotadoras
condiciones de trabajo que venían soportando. Recibidos a tiros, la masacre puso en marcha
un movimiento de protesta. Las huelgas y manifestaciones se extendieron a otras ciudades y al
campo. También, parte del ejército se sumó a la protesta; así, los marineros del acorazado
Potemkin en el puerto de Odessa (mar Negro) y los de la base naval de Kronstadt (golfo de
Finlandia: mar Báltico). A su vez, empezaron a constituirse soviets (o agrupación de los
trabajadores en diversas ciudades y distritos rurales) con el objeto de controlar las huelgas y
darles un contenido revolucionario. En octubre se formó el soviet de San Petersburgo,
organizado por Trotski.

Más adelante, en las revoluciones de 1917, la de febrero y la de octubre, se comprobará la


importancia de los soviets en el proceso revolucionario.
b) La respuesta del zar: el Manifiesto de Octubre y la Duma.

El zar Nicolás II, impresionado por estos movimientos, lanzó al país el llamado Manifiesto de
Octubre (de 1905) donde prometía reformas políticas y anunciaba la elección de una Duma
(Parlamento). Se abría una etapa, entre 1906 y 1917, conocido como pseudoconstitucionalista,
en la que el zar fue dificultando, en la línea de su espíritu autocrático, la evolución hacia un
régimen político participativo.
Así, en las elecciones a la primera Duma (1906), con mayoría del partido Kadet, ante las
propuestas de la Asamblea el zar decide disolverla. Otro tanto hará con la segunda Duma,
elegida en 1907, con presencia de socialistas, que en general habían boicoteado las primeras
elecciones. La tercera Duma (1907-1912), tras una previa modificación de la ley electoral,
dando más peso a las clases altas, se logró una Asamblea con mayoría de conservadores y
moderados, dispuestos a aceptar las propuestas del gobierno del zar.

c) Las repercusiones de la I Guerra Mundial.

La Primera Guerra Mundial, en la que participa Rusia, socava durante tres años el endeble
Imperio ruso. La mayoría de las fábricas se transformaron en industrias de guerra. Las
relaciones con el exterior se cortaron, especialmente con sus aliados occidentales, cuyos
suministros industriales eran muy necesarios. En las ciudades, la falta de víveres, contribuyó a
elevar los precios, con lo que, la capacidad adquisitiva de los asalariados disminuyó
notablemente.
A todo esto, las operaciones militares ponían de manifiesto la debilidad del ejército ruso, la
mediocridad de sus mandos y las insuficiencias de la intendencia y del servicio de sanidad.
Por otra parte, el zar Nicolás II cometió un grave error al ponerse al frente de los ejércitos, con
lo que condicionaba su prestigio a la victoria en el campo de batalla y, a su vez, dejaba el
gobierno de la nación en las manos de la zarina Alejandra, que era alemana y estaba muy
desprestigiada, y de su favorito el visionario Rasputín, quien nombraba y deponía a los
ministros. En dos años pasaron por el gobierno cuatro primeros ministros, seis ministros del
Interior, cuatro de Guerra y otros cuatro de Agricultura. Rasputín sería asesinado en 1916 a
través de un complot planeado por los mismos conservadores, como vía para salvar al régimen
ante el caos reinante, situación que era ideal para el triunfo de otras soluciones más
avanzadas, que es lo que ocurrirá en 1917.
II. LAS REVOLUCIONES RUSAS: FEBRERO Y LA REV. BURGUESA Y OCTUBRE Y LA REV.
OBRERA.

1. La revolución de febrero de 1917: la república liberal-burguesa.

a) La caída del zar.


Antes de nada, haremos una observación, las fechas que utilizamos están basadas en el
calendario ortodoxo que lleva 13 días de retraso con respecto al calendario occidental.
El detonante de la revolución fue la situación tan dramática que había generado la participación
de Rusia en la I Guerra Mundial. La revolución empieza en febrero con una huelga de
metalúrgicos y obreros textiles en San Petersburgo. El día 23 se producen manifestaciones de
mujeres pidiendo “paz y pan” y con gritos de “abajo la autocracia”. Estos movimientos de
protesta aumentan al día siguiente y el zar no les da importancia; no es consciente de que en
caso de una sublevación las tropas con las que cuenta en San Petersburgo son de reciente
reclutamiento y por tanto de fidelidad dudosa. El 27 de febrero (12 de marzo en el calendario
occidental), una parte de las tropas enviadas a reprimir las manifestaciones se unió a la
protesta. Los mandos militares son detenidos. Al día siguiente, el gobierno del zar dimitió.
La revolución acababa de empezar. Ahora había que encauzarla en un momento en que
habían surgido dos poderes. Uno, el “Comité Ejecutivo de la Duma”, integrado por diputados
liberales o kadets, y, el otro, el “Soviet de Petrogado de los Obreros y los Soldados”, dominado
por mencheviques y miembros del Partido Socialista Revolucionario (SR).
Una serie de negociaciones entre ambos poderes llevó a la formación, el 2 de marzo, de un
gobierno provisional. Estaba integrado, sobre todo, por liberales (del partido Kadet) y presidido
por el príncipe Lvov. En este gobierno, Kerenski, ministro de Justicia, representaba al Soviet,
donde había una fuerte presencia de mencheviques, que apoyaban al gobierno con la intención
de preparar a Rusia para una revolución liberal-burguesa.
Paralelamente, en la noche del 2 al 3 de marzo, Nicolás II al ver que no controlaba la situación
y que estaba solo decidió abdicar en su hermano el gran duque Miguel, pero éste renunció: en
Rusia desaparecía la monarquía y se convertía en una República.

b) Los inicios del gobierno provisional.

El gobierno provisional del príncipe Lvov se encontró con varios problemas. Su principal
objetivo era instaurar un régimen de tipo occidental. Pero su deseo de continuar en la guerra le
restó prestigio y autoridad. Los disturbios sociales le desbordaban y debilitaban: los obreros se
ponían en huelga y reclamaban la jornada de trabajo de 8 horas y la seguridad en el empleo.
Los patronos respondían con el lock-out. Los campesinos, deseosos de acceder a la propiedad
de la tierra, actuaban por su cuenta. Se apoderaban de provisiones, de tierras de grandes
propietarios abandonadas. En el ejército dominaban las deserciones. El deseo de estar
presentes en el pueblo en el momento del reparto de tierras-tema extendido- no dejaba de
obsesionar a los soldados, en su mayoría campesinos. Además, el gobierno tenía que
enfrentarse a las peticiones de autonomía (o, incluso, de independencia) de los pueblos no
rusos.

En este clima político, se produce el regreso del exilio, en el mes de abril, de Vladímir Ilich
Uliánov, conocido como Lenin. Líder del partido bolchevique, en sus Tesis de abril criticó el
apoyo de los soviets al gobierno provisional y reclamó “todo el poder para los soviets”:
consideraba que la revolución debía superar la fase liberal-burguesa para convertirse en una
revolución proletaria (socialista). Poco a poco, el prestigio del Gobierno Provisional se iba
debilitando tras las campañas organizadas por los bolcheviques, que reivindicaban el final de la
guerra y el reparto de tierras entre los campesinos.
Una nueva derrota rusa frente a los alemanes desencadenó una gran manifestación (3 de julio)
en Petrogado. En ella se pedía la paz. Los bolcheviques aprovecharon el momento para
hacerse con el poder. Pero no pudieron, fracasaron. La represión se endurece contra los
bolcheviques. Lenin ha de huir a Finlandia acusado de ser un agente alemán. El príncipe Lvov
dimitió y Kerenski formó un nuevo gobierno con liberales y socialistas moderados.
c) El gobierno de Kerenski.

El nuevo gobierno prometió la celebración de elecciones en noviembre para una Asamblea


Constituyente. Sin embargo, Kerenski tuvo que enfrentarse a un doble problema político. Por
un lado, desde la extrema derecha, la oposición del bloque contrarrevolucionario capitaneado
por el general zarista Kornilov que en septiembre intentó un golpe de Estado, que fracasó por el
levantamiento popular y por la acción de los soviets; por otro, desde la extrema izquierda, la
presión de los bolcheviques, que ya dominaban los soviets y que van a preparar la revolución
que ha de llevarlos al poder. Los bolcheviques van a tomar la iniciativa y Kerenski caerá cuando
se produzca el levantamiento bolchevique de octubre.

2. La revolución de octubre de 1917: la república socialista.

a) La conquista del poder por los bolcheviques.

El gobierno provisional, con su empecinamiento en continuar la guerra, perdía continuamente


popularidad mientras los bolcheviques la ganaban al divulgarse su programa: terminar la
guerra, nacionalizar la industria, la banca y la tierra. El 9 de octubre Lenin vuelve de su exilio en
Finlandia y se instala en San Petersburgo (Petrogado). Días después, el Comité Central del
Partido acepta su propuesta de conquistar el poder y poner fin al gobierno de Kerenski. Trotski
es de la misma opinión. Es elegido presidente del Soviet de Petrogado y se encarga de
organizar las milicias populares de la “guardia roja”.
La operación es rápida, en la noche del 25 de octubre guardias rojos y soldados afines se
hicieron con el control de San Petersburgo: Central Telefónica, Correos, Estación de Ferrocarril,
Banco Nacional, Ministerios y el Palacio de Invierno, sede del gobierno, al que también
apuntaban los cañones del crucero “Aurora”; el gobierno cayó sin resistencia y Kerenski huyó al
extranjero.

Los bolcheviques se hacían con el poder en Petrogrado; la revolución se extendió a Moscú y a


otros núcleos industriales de Rusia; otras partes del país permanecían bajo el poder de las
antiguas autoridades zaristas. Los bolcheviques, en fin, tendrán que hacer frente a graves
problemas tanto económicos como sociales, crear nuevas instituciones, lograr la paz en la I
Guerra Mundial, y, ante todo, ganar una guerra civil en el interior contra los que no son
partidarios de su régimen.

b) Los problemas del nuevo gobierno: los primeros decretos.

El comunismo acababa de nacer. El nuevo gobierno, denominado Consejo de Comisarios del


Pueblo, estaba presidido por Lenin e integrado por bolcheviques que, a partir de ahora, se
llamarán comunistas. En él también figuraban Trotski, como Comisario de Asuntos Exteriores, y
Stalin, como Comisario de Nacionalidades.

El gobierno promulgó los primeros decretos revolucionarios. El decreto sobre la paz por el que
se invitaba a los beligerantes a una paz inmediata sin anexiones e indemnizaciones. El decreto
sobre la tierra por el que la gran propiedad agraria era abolida sin indemnización y el decreto
sobre las empresas industriales por el que eran nacionalizadas las más importantes. Por otros
decretos, se nacionalizaba la Banca; sobre las nacionalidades, se reconoce a todos los pueblos
del Estado ruso el derecho a constituirse en Estados autónomos.
A todo esto el gobierno de Kerenski había convocado elecciones para la Asamblea
Constituyente para su celebración en noviembre. Lenin no se atrevió a anularlas. En enero de
1918 se produce la apertura de la Asamblea Constituyente. Los resultados dieron la mayoría a
los socialrevolucionarios, el partido en el que había militado Kerenski; los bolcheviques sólo
obtuvieron 1/5 de los diputados. El primer día, la nueva Asamblea decidió anular los decretos
del gobierno bolchevique. No le dio tiempo a más; al día siguiente la guardia roja ponía fin a la
Asamblea. Su disolución escandalizó a los demócratas, a los socialrevolucionarios y al sector
blando bolchevique. Pero Lenin lo tenía muy claro: la Asamblea defendía un modelo de Estado
distinto al defendido por los bolcheviques.
En cuanto al final de la guerra contra Alemania y el establecimiento de la paz, se resuelve a
través de la firma del tratado de Brest-Litovsk (3 de marzo de 1918), que imponía durísimas
condiciones a Rusia: reconocía la independencia de Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y de
Polonia.

c) La guerra civil (1918-1921).

Desde el verano de 1918 el régimen bolchevique tuvo que afrontar una guerra civil y una
desastrosa situación económica.
Generales exzaristas reorganizaron los ejércitos “blancos” (llamados así por el color del
uniforme militar de la época de los zares). Estaban apoyados por las potencias extranjeras
(Inglaterra, Francia, Japón y EE.UU.), que temían la extensión de la revolución y, además,
defendían sus capitales invertidos en Rusia confiscados por el gobierno comunista.
Para hacer trente al peligroso momento, Trotski fue el encargado de organizar el Ejército Rojo
con una disciplina rigurosa, con comisarios políticos que vigilaban a los combatientes y
fomentaban el ánimo revolucionario.

El gobierno de Lenin se endureció. Se hizo más autoritario. La “Tcheca”, o policía política,


creada en octubre (de 1917), perseguía a la oposición (socialrevolucionarios y mencheviques).
En este contexto, tuvo lugar el asesinato del zar Nicolás II y su familia en la noche del 16 al 17
de julio de 1918.
La victoria del Ejército Rojo ya era una realidad en 1921; no obstante, la toma de Vladivostok al
año siguiente señaló el fin de los ataques extranjeros.

d) El comunismo de guerra.

Un rígido control de la economía.

Paralelamente, para hacer frente a las necesidades del ejército, el gobierno decidió imponer lo
que se llamó el comunismo de guerra. Toda la economía pasó a estar dirigida y controlada por
el Estado. Como medidas económicas se nacionalizaba la industria, el comercio interior y
exterior y se establecían las requisas en la agricultura. Sobre las medidas sociales se declaró el
trabajo como obligatorio y se fijó un salario único.
En la agricultura, el Estado ejerció un fuerte control sobre la producción; pero la política
agrícola creó graves descontentos entre los campesinos ya que el gobierno, ante la falta de
abastecimiento de las ciudades, decretó la incautación del trigo. Los campesinos se veían
obligados a ceder una parte de sus cosechas (todo menos lo necesario para la próxima
siembra y para las necesidades familiares); es decir, el excedente con el que el campesino
podía haber cambiado por otros productos en el mercado.
A su vez, como ya se ha apuntado, desde el punto de vista político, el comunismo de guerra
coincidió con una oleada de terror sobre los socialrevolucionarios y opositores al régimen, a
través de la Tcheka o policía política y de los comandos obreros encargados de aplicar requisas
obligatorias de cereales a los campesinos que no ofrecían excedentes.

Un balance negativo.

Como balance podemos decir que el férreo control de la agricultura y la industria ayudó a ganar
la guerra pero fue un fracaso desde el punto de vista económico, tanto en el campo como en la
industria. En general, el resultado de estas medidas fue un fuerte descenso de la producción,
una subida espectacular de los precios, el desorden, el hambre y el deterioro de la moneda. A
esto habría que añadir que el comercio se había reducido a cero y que no existían
prácticamente intercambios. Por si fuera poco, en el año 1921, una fuerte sequía dejó dos
millones de muertos.

III. LA CONFIGURACIÓN DEL NUEVO ESTADO SOCIALISTA SOVIÉTICO HASTA LA


MUERTE DE LENIN.

1. La primera fase: la creación de nuevas instituciones (1917- 1921).

Tras el triunfo de la revolución de octubre, Lenin va a dar cuerpo a un nuevo Estado influido por
la ideología marxista, como base para la implantación de la dictadura del proletariado.

Una vez disuelta la Asamblea Constituyente (enero de 1918), Lenin convocó un Congreso de
los Soviets de todas las Rusias, que aprobó la primera Constitución soviética (la de 1918), que
era sólo aplicable a Rusia, es decir, a uno de los Estados que más tarde formarían la Unión.
Era el mayor de todos y recibía el nombre de República Socialista Federal de Rusia. En esta
Constitución no aparecía la tradicional división de poderes de las democracias occidentales.
Se caracterizaba por dos rasgos esenciales:
- La limitación del derecho de voto. Se reservaba a quienes ganaban su vida mediante un
trabajo productivo y no explotaban el trabajo de otros, junto con los soldados y marinos.
Perdían el derecho a voto los comerciantes, propietarios agrícolas, monjes y sacerdotes,
burgueses, exfuncionarios, expolicías y miembros de la familia real.
- La organización piramidal de poderes. Los electores elegían a la institución suprema que era
el Congreso de los Soviets de la Unión, que designaba un Comité Central Ejecutivo, y éste, a
su vez, al gobierno o Consejo de Comisarios del Pueblo.
Con todo, el sistema quedaba bajo el control del Partido Bolchevique, que pasó a denominarse,
a partir de 1921, Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), siendo su órgano de
dirección un comité llamado Politburó.

2. La segunda fase: la configuración del nuevo Estado tras la Guerra Civil.

Los bolcheviques transformaron lo que fue el Imperio ruso en una república federal, pero
aplicando unos esquemas propios dado que no se perdió la concepción piramidal de poderes.
En 1922 se creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y, en 1924, se aprobaba
la Constitución del nuevo Estado soviético. En ella se definía las competencias de la Unión y
las de las repúblicas federadas (en total 15).

En la base del sistema seguía estando el Congreso de la Soviets de la Unión. Éste elegía un
Comité Ejecutivo Central, que pasa a ser el verdadero Parlamento, dividido en dos cámaras: el
Consejo de la Unión (donde están representadas las repúblicas según su población) y el
Consejo de las Nacionalidades (donde cada República cuenta con cinco miembros).
El poder ejecutivo correspondía al Presidium (compuesto por varios miembros, desempeña el
papel de una Jefatura del Estado) y al gobierno, que sigue manteniendo la denominación de
Consejo de Comisarios del Pueblo.
Con todo, la dirección efectiva de la vida política sigue estando controlada por el Partido
Comunista Ruso, dirigido por el Comité Central, el Buró Político o Politburó y la Secretaría, que
al controlar todo el aparato del partido puede convertir al Secretario General en un auténtico
dictador, como Stalin demostró a la perfección.

3. La N.E.P. (Nueva Política Económica). El retorno provisional al capitalismo.

Como consecuencia de la guerra civil y del comunismo de guerra, la economía soviética se


hundió y las ciudades quedaron desabastecidas. 1921 es un año trágico para Rusia. Una serie
de cifras hablan por sí solas: la producción agrícola es una tercera parte de la del año 1913; la
producción industrial corresponde al 13% de su nivel en 1913 y el tráfico ferroviario al 12%. Se
estima que en 1921 mueren de hambre cinco millones de personas. Las revueltas campesinas
volvían en 1920-1921; también la marinería del puerto de Kronstadt (marzo de 1921), que tanto
había contribuido al triunfo de la revolución de octubre de 1917, ahora pedía elecciones libres,
libertad de prensa, de reunión y asociación y la liberación de los prisioneros políticos... La
rebelión de Kronstadt fue aplastada, pero Lenin comprendió que era necesario darle un giro a
la política económica, adaptarla a los tiempos de paz una vez que se había superado el peligro
de la guerra civil y la intervención exterior. Entre el capitalismo (propiedad privada) y el
socialismo (colectivismo o estatalización de la economía) debía pasarse por una etapa
intermedia, que él mismo denominó “Capitalismo de Estado”.
En consecuencia, nacía la Nueva Política Económica (NEP). Consistía en una vuelta parcial a
la economía de mercado capitalista, una economía mixta con medidas capitalistas y socialistas.
Una medida importante fue suprimir las requisas de productos agrarios y reemplazarlas por un
impuesto en especie. Los campesinos entregaban un 10% de la cosecha al Estado y el resto
podían venderlo a los particulares o al Estado. Desde 1923 el impuesto en especie es
sustituido por otro en metálico. En la industria se desnacionalizaron las industrias con menos
de 21 obreros y se permitió la entrada de capital y empresas extranjeras. También se liberalizó
el comercio interior. El Estado siguió reservándose sectores clave de la economía: ferrocarriles,
grandes empresas, bancos y comercio exterior.

Lenin murió en enero de 1924 pero la NEP se mantuvo hasta 1928. El balance de la NEP fue
muy positivo, la producción aumentó en la agricultura y en la industria. Pero la NEP trajo
también el enriquecimiento de determinados grupos sociales. Así, los propietarios agrícolas
acomodados (los kulaks) o los pequeños empresarios o comerciantes enriquecidos por el
comercio libre. Estaban apareciendo en Rusia nuevos ricos, una nueva burguesía, lo cual venía
a destruir el sueño marxista de una sociedad sin clases. Con todo esto acabará Stalin
aplicando un sistema económico basado en la planificación, donde el Estado, de modo
centralizado, marcaba los objetivos de toda la actividad económica a través de planes
quinquenales.

IV. LA ETAPA ESTALINISTA (1927-1939).

1. De Lenin a Stalin.

a) La muerte de Lenin y la disputa por el poder: Stalin y Trotski.

En 1924 murió Lenin sin dejar resuelto el problema de su sucesión. Ello dio lugar a un gran
debate en el Partido Comunista ruso por la jefatura del partido y del Estado.
El debate se polarizó entre dos figuras: Trotski y Stalin. El primero estaba a favor de extender la
revolución en Europa, de la “revolución permanente”; consideraba que si la revolución no se
extendía a Europa, acabaría por frustrarse en Rusia. Veía imposible construir el socialismo en
un sólo país. Stalin, en cambio, estaba a favor del “socialismo en un solo país”, es decir, la
prioridad era el establecimiento del comunismo en la URSS sin esperar al triunfo de la
revolución mundial. Su posición de partida era favorable a ganar al ser Stalin, desde 1922,
Secretario General del partido.
La partida fue ganada por Stalin. En 1927, Trotski era expulsado del Partido, acusado de
“desviacionismo izquierdista” y de maquinaciones contra el Comité Central del Partido: enviado
primero a Siberia, después fue expulsado del país. En México es asesinado en 1940 por un
agente al servicio de Stalin.

Stalin, por lo demás, organizó cuantas etapas depuradoras fueron necesarias para acabar con
toda oposición interna dentro del partido. A partir de 1927-1928, durante un cuarto de siglo,
hasta su muerte en 1953, Stalin se convirtió en dueño indiscutible de la Unión Soviética.

b) La planificación económica: los Planes Quinquenales.

En lo económico, Stalin acabó con la NEP en 1929, e impuso la planificación de la economía,


con planes quinquenales (el primero desde 1929 a 1933) con la intención de acelerar la
industrialización de la URSS. El Primer Plan Quinquenal, como los sucesivos, señalaban los
objetivos económicos que era preciso alcanzar, siendo el primero el avanzar en la industria de
base o pesada (siderometalúrgicas, extractivas, químicas). Los recursos para financiar la
industrialización tenían que venir de la colectivización del campo; los campesinos tenían que
aportar sus tierras y su ganado de propiedad privada a las granjas colectivas o colectividades.
Al oponerse, centenares de miles de campesinos acomodados, los kulaks, y sus familias
murieron y otros muchos más fueron deportados a campos de trabajo en Siberia.
El Segundo Plan Quinquenal, de 1933 a 1937, su balance final fue también positivo: la
producción se dobló, y la agraria creció un 50%. El Tercer Plan Quinquenal (1937-1942),
inaugurado en 1938, fue interrumpido por la guerra con Alemania en 1941. Después de 1945,
se introdujeron nuevos planes.

c) La dictadura de Stalin.

En lo político, Stalin estableció un poder dictatorial, constituyendo un Estado totalitario, donde


el Estado y el Partido quedaban fusionados y donde se defendía el culto a la personalidad de
Stalin, como líder único. Quienes mostraban posturas contrarias al estalinismo eran declarados
enemigos de la revolución, juzgados y, en general, condenados.
A lo largo de la década de 1930 se inició una represión generalizada, conocida como las
grandes purgas, comenzando contra los viejos dirigentes del Partido acusados de ir en contra
del Estado y de la Revolución.

Entre 1936 y 1938 tuvieron lugar los llamados procesos de Moscú que costaron la vida a la
mayoría de los antiguos dirigentes bolcheviques de la revolución de octubre de 1917.
Otra práctica del estalinismo fue el uso de campos de concentración (gulag), campos de
trabajo, para los dirigentes políticos, administrativos y militares que se mostraban críticos con el
régimen. Se calcula que durante las grandes purgas fueron ejecutadas más de 500.000
personas y dos millones y medio fueron enviados a los campos de trabajo.
V. EL IMPACTO INTERNACIONAL DEL COMUNISMO. LA III INTERNACIONAL (1919-1939).

1. Las repercusiones de la revolución en el exterior.

Las repercusiones de la revolución serán enormes en toda Europa. Los trabajadores ven en
ella el modelo a imitar, por el contrario, las clases dirigentes lo ven como una amenaza, de
hecho, habrá intentos de conseguir el poder, el más conocido fue el de los espartaquistas en la
Alemania de posguerra.
Lenin, por su parte propone extender la revolución por todo el mundo, crea para ello la III
Internacional o Komintern entre 1919 y 1939, y, como consecuencia de este hecho, de los
partidos socialistas (socialdemócratas) de toda Europa se separarán sus sectores más
radicales surgiendo los partidos comunistas subordinados a su equivalente soviético y
enfrentados a la mayoría socialista: P.C.F. (Partido Comunista Francés en 1921, P.C.E.
(Partido Comunista de España), 1921, P.C.I (Partido Comunista Italiano)... en abierta rivalidad
con sus antiguos compañeros proletarios.

También podría gustarte