Trabajo de Bocio - Tres

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Bocio

Introducción
El bocio es una enfermedad que afecta la glándula tiroides, provocando un
agrandamiento anormal de la misma. Esta condición puede tener diversas causas,
como deficiencias de yodo, trastornos hormonales o enfermedades autoinmunes.
El bocio puede manifestarse de diferentes maneras y tener impactos significativos
en la salud y calidad de vida de quienes lo padecen. En esta ocasión,
exploraremos en detalle qué es el bocio, sus síntomas, causas y tratamientos, así
como las políticas y programas que aplican para esta enfermedad

Justificación
El bocio es una enfermedad de la glándula tiroides que afecta a un gran
número de personas en todo el mundo. Esta condición puede tener impactos
significativos en la salud y calidad de vida de quienes la padecen, es por esto que
se propuso un estudio detallado que pueda proporcionar información sobre sus
mecanismo de acción, factores de riesgo, diagnóstico y opciones de tratamiento,
así como medidas de prevención, ya sea por programas, proyectos o políticas que
brinden soluciones para la prevención y control del bocio
Objetivo general
 Conocer más a detalle la enfermedad de bocio, la magnitud del problema
en la sociedad que esta enfermedad implica así como también las medidas
de prevención y control

1. Definición y Clasificación según la OMS.


La OMS lo define como aumento de volumen de la glándula tiroidea, con un
lóbulo lateral superior al tamaño de la falange terminal del dedo pulgar del
examinado
• Grado 0: no bocio.
• Grado I: tiroides palpable.
• IA: bocio palpable pero no visible.
• IB: bocio palpable y visible con el cuello en extensión. Se incluyen los
nódulos.
• Grado II: bocio palpable y visible con el cuello en posición normal.
• Grado III: bocio voluminoso reconocible a distancia.

2. Historia natural de la enfermedad


• Periodo prepatogénico
El bocio se define como el aumento del tamaño de la glándula tiroides, los
factores etiológicos varían y en ocasiones se asocian dos o más de ellos, es la
afección más frecuente de la glándula tiroidea. Se presenta con tumoración en la
parte antero-inferior del cuello debajo de la laringe. Cabe destacar, que el bocio
puede ser difuso; es decir, (simple) o nodular (único o multinodular), y se conoce
como bocio simple o difuso al que no se debe a la existencia de una enfermedad
autoinmunitaria como una tiroiditis o una neoplasia. Sin embargo, alguno de estos
procesos puede acompañarlo mientras que el otro tipo si se relaciona. El déficit de
aporte yódico es la causa más importante del bocio simple ya que constituye la
etiología fundamental del bocio endémico, que se define cuando más del 10% de
la población general de una zona geográfica presenta bocio.
El problema inicial suele ser una producción insuficiente de hormonas tiroideas
por parte de esta glándula debido a ello, desde el cerebro se aumenta la secreción
de una hormona denominada TSH (Hormona estimuladora del tiroides) cuya
acción es hacer trabajar a la tiroides para que segregue una mayor cantidad de
hormonas tiroideas y dentro de las acciones de la TSH está favorecer el
crecimiento tiroideo. El bocio simple es la enfermedad más común del tiroides y su
historia natural demuestra la evolución del aumento de tamaño difuso inicial a la
formación de nódulos tiroideos. Como consecuencia de ello se produce una
alteración en la función de la tiroides, la migración y síntesis de hormonas
tiroideas.
• Nivel de prevención primario.
✓Promoción de la salud:
- Realización de actividades de enseñanza e inclusión de programas a nivel
individual y grupal, así como en los distintos ámbitos comunitarios en la
prevención de bocio.
- Promoción de una alimentación saludable según las Guías Alimentarias para
Venezuela (como consumir sal yodada, el incremento de alimentos ricos en yodo y
la moderación del consumo excesivo de alimentos bocíogenos)
- Promoción de saneamiento ambiental (agua para consumo humano).
- Estimulación a la realización de actividad física en forma regular (mínimo 30
min/3 veces por semana) para mantener un estilo de vida sano.
- Concientización sobre los daños a la salud por el consumo de tabaco, y otras
sustancias nocivas que pueden favorecer procesos patológicos.

✓Protección específica:
Prevención, incluye la iodoprofilaxis como parte del Programa Nacional de
Prevención de los Trastornos por Déficit de Yodo por medio de la yodación de la
sal común, ya que la principal fuente de yodo es la sal.
- Consumir alimentos ricos en yodo, por ejemplo, consumir pescado de mar entre
2 y 3 veces por semana.
- Implementar y asegurarse que las preparaciones sean aderezadas con sal
yodada.
- Focalizar medidas preventivas y de control de bocio en los grupos vulnerables
por medio de la aplicación de programas y la atención médica.
- Realización de exámenes periódicos de salud sobre todo los grupos o factores
de riesgo de la enfermedad; como embarazadas, prescolares escolares, o zonas
endémicas que presentan carencias de yodo.
• Periodo patogénico:
El bocio es un agrandamiento de la glándula tiroides puede ser un
agrandamiento general de la tiroides o puede ser el resultado de un crecimiento
celular irregular que forma uno o más (nódulos) en la tiroides.
- Signos y síntomas:
Algunas personas que padecen bocio no presentan signos ni síntomas graves
más que hinchazón en la base del cuello, Sin embargo, los síntomas dependen de
si la función de la tiroides cambia, si el bocio crece rápido y de cual tipo o grado de
bocio se trate:
- El principal signo del bocio es el aumento de tamaño de la glándula tiroides. Se
traduce externamente por una tumoración en la parte antero-inferior del cuello
justo debajo de la laringe.
- Si se presenta como un bocio difuso o simple se considera un aumento
homogéneo de toda la glándula tiroidea, la mayoría de estos no suelen causar
sintomatología.
- Los bocios nodulares, nódulos que crecen y provocan un aumento del tiroides,
generando un incremento de su tamaño que no es parejo fundamentalmente si es
nodular, puede:
- Comprimir órganos vecinos, como la tráquea o el esófago, dando lugar a
dificultad para respirar o para deglutir, sobre todo alimentos sólidos.
- Compresión en la garganta
- Dificultades para respirar, sobre todo cuando la persona afectada levanta los
brazos o se acuesta boca arriba, en el caso de tamaños muy grandes.
- Dolor en la zona de la tiroides.
- Tos.
- Ronquera o afonía.
En raras ocasiones los nódulos del tiroides pueden sangrar en su interior y
producir dolor en el cuello que se pasa después de unos días.
Además, desde el punto de vista de la función de la de la tiroides, si el bocio
produce una cantidad insuficiente o excesiva de hormonas tiroideas, pueden
aparecer los síntomas propios del hipotiroidismo o el hipertiroidismo.
• Nivel secundario:
Diagnóstico clínico:
En muchos casos, el bocio es tan pequeño que solo se detecta durante un
exámen médico de rutina o una prueba por imágenes para otra afección.
El diagnóstico clínico se realiza por medio de una adecuada historia clínica; es
decir, en el interrogatorio se investigan los antecedentes personales y familiares,
así como la ingestión de medicamentos bocígenos.
En el exámen físico se describen las características del bocio (piel, medición
del perímetro cervical por encima del cartílago tiroideo, dolor a la palpación,
tamaño, consistencia, superficie, presencia de nódulos y presencia de
adenopatías cervicales).
Diagnóstico complementario:
-Análisis de sangre: Para determinar si la tiroides funciona bien (determinación
de TSH, T3 y T4).
-Ultrasonido: Se precisan las características del bocio, si existen o no nódulos, y
sus características.
Para completar el diagnóstico pueden ser necesarias otras pruebas como una
punción-aspiración cervical con aguja fina o una gammagrafía cervical con yodo
radioactivo.
Tratamiento oportuno:
La conducta terapéutica a seguir depende de la etiología, la edad y el momento
fisiológico depende del tamaño de este, de sus signos y síntomas. Si el bocio es
pequeño y la función tiroidea es saludable, el médico puede recomendar un
enfoque de controles regulares, con la conducta expectante en los bocios simples,
pequeños (menor de 45 g), sin síntomas compresivos.

• El tratamiento con fármacos: Levotiroxina sódica puede disminuir de forma


transitoria el tamaño del 25% de los bocios simples siempre que se administre en
los primeros meses de evolución y a dosis inhibidoras de la TSH. Si existe
respuesta al tratamiento se recomienda mantenerlo de por vida. Hay que tomar en
cuenta que puede suspender si el tratamiento es ineficaz, si el paciente es de
edad avanzada, la menopausia, la presencia de osteoporosis etc.

Los bocios nodulares grandes y algunos otros que no responden al tratamiento


con yodo, sólo se pueden tratar adecuadamente por medio de intervención
quirúrgica (la tiroidectomía). La cirugía es sobre todo necesaria si el bocio causa
síntomas por ser retroesternal o presiona la tráquea, los pacientes que han tenido
tiroidectomía total deben recibir tiroxina u hormonas tiroideas por el resto de su
vida.
• Complicaciones (Progresión y cronicidad de la enfermedad).
El agrandamiento generalizado de la tiroides puede expandir la glándula más
allá de su tamaño habitual y causar un bulto notable en el cuello. Cuando no se
proporciona suplemento de yoduro o no hay un tratamiento según líneas similares
a las antes indicadas en fases iniciales, se puede producir un aumento progresivo
del tamaño de la glándula tiroides.
Al existir una disminución en los niveles circulantes de hormonas tiroideas (de
cualquier etiología), los niveles de hormona tirotropa (TSH) se incrementan y
provocan hipertrofia e hiperplasia de las células foliculares, que dan lugar al
aumento de volumen de la glándula tiroidea (bocio). Los niveles de T3 y T4 se
pueden normalizar tras el aumento de la TSH y desaparecer la hipertrofia e
hiperplasia, se acumula coloide y se origina el bocio coloide. Ciclos sucesivos de
hiperplasia e involución de los folículos dan lugar al bocio Nodular (uninodular) o
multinodular), etapa final de la evolución del bocio simple, el cual puede ser
eutiroideo o acompañarse de disfunción tiroidea (hipertiroidismo o hipotiroidismo).

Un bocio si tiene un buen seguimiento en etapas tempranas no suele causar


complicaciones la apariencia puede ser molesta o vergonzosa para algunas
personas. Un bocio más grande puede tener cambios y complicaciones obstruir
las vías respiratorias y la laringe, también producir cambios en la función de la
tiroides aumentando o disminuyendo la síntesis de hormonas tiroideas, con esto
se pueden causar alteraciones en múltiples sistemas del cuerpo ya que esas
hormonas actúan sobre el metabolismo basal, teniendo un papel importante en la
mayoría de las funciones corporales como: conversión de los alimentos en energía
(metabolismo), temperatura corporal, frecuencia cardíaca, presión arterial, otras
interacciones entre hormonas, crecimiento durante la infancia.
Las personas afectadas de un bocio endémico pueden que tengan más
probabilidades de procrear hijos con bocio, cretinos, sordomudos y débiles
mentales que los habitantes de los lugares libres de dicha afección. Ya que son
trastornos que se deben más a la carencia de yodo que puedan tener en ciertas
zonas geográficas.
•Nivel terciario:
En este nivel de prevención se consideran todas aquellas medidas terapéuticas
que permitan mejorar el bienestar del paciente y así tomar medidas específicas de
acuerdo a la complicación que presente evitando otros riesgos potenciales en el
paciente con bocio.
Es importante mantener:
✓ Seguimiento clínico, apoyado en la ecografía y estudios de la función tiroidea,
durante el primer año cada 6 meses, y que, si no hay modificación, se repiten
anual. Es necesario repetir la TSH para determinar patrón de crecimiento si el
bocio es progresivo, si no existe respuesta al tratamiento y cuando el cuadro
clínico es sugestivo de disfunción tiroidea.
De ser se indicaría medida terapéutica o de rehabilitación para poder mejorar la
calidad de vida de estos pacientes como:
✓ Indicaciones del tratamiento quirúrgico si el bocio es difuso o multinodular de
gran tamaño, si el bocio crece rápido, si es cervicotorácico, por manifestaciones
comprensión (problemas para respirar o deglutir) y por razones de estética.
✓ También puede ser necesario recurrir a la cirugía si se debe a un proceso
maligno bocio multinodular tóxico la cirugía (tiroidectomía), extirpar la glándula ya
sea parcial o total.
✓ Tratamiento con radioyodo, cuando existen contraindicaciones a la cirugía, un
bocio multinodular toxico
✓ Si existe hipotiroidismo, se debe administrar tiroxina.
✓ Si existe hipertiroidismo, se puede recurrir a medicamentos antitiroideos.

3. Triada epidemiológica:
• Agente.
La causa más común del bocio en todo el mundo es la falta de yodo, además
afecciones que cambian la función de la tiroides o los factores que afectan su
crecimiento, se da por la hipertrofia o hiperplasia de las células foliculares, que
dan lugar al aumento de volumen de la glándula tiroidea, y por ende la
enfermedad (bocio).

• Huésped.
De forma general cualquier persona puede desarrollar bocio, se dice que puede
estar presente al nacer o que puede ocurrir en cualquier momento a lo largo de la
vida. Algunos factores de riesgo comunes del bocio o en los que se tienen más
prevalencia especial son en personas con uno o varios de los siguientes
elementos:
- El bocio es más frecuente en el sexo femenino, probablemente debido a la mayor
prevalencia de enfermedades autoinmunes, al aumento de necesidades de yodo
durante la gestación y también a la exposición a estrógenos y la menopausia en la
mujer.
- Personas nacidas y criadas en áreas geográficas donde hay deficiencia de yodo,
(bocio endémico), ya que el yodo se encuentra principalmente en el agua de mar y
en el suelo de las zonas costeras y especialmente en los países en vías de
desarrollo.
- Personas de más de 40 o 60 años de edad.
- Personas con antecedentes familiares de bocio que afecten la tiroides, los
investigadores han identificado factores genéticos que pueden asociarse a un
mayor riesgo.
- Personas tratadas con algunos medicamentos, incluidos el medicamento para el
corazón amiodarona (Pacerone) y el medicamento psiquiátrico litio (Lithobid),
aumentan el riesgo.
- Personas con enfermedades autoinmunes o antecedentes familiares de la de la
enfermedad de Graves o la tiroiditis de Hashimoto, el sistema inmunitario del
cuerpo ataca a la glándula tiroides causando el bocio.
- Puede observarse de forma transitoria en niños recién nacidos de madres
tratadas durante el embarazo con fármacos antitiroideos por hipertiroidismo o que
presenten deficiencia de yodo (zonas endémicas).

•Medio ambiente:
Puede haber diversos factores que se relacionan al huésped como: la genética,
la dieta, el estilo de vida y el entorno a continuación los que están más
relacionados
- (Deficiencia de yodo en la dieta) El principal factor responsable de la deficiencia
de yodo en el mundo tiene que ver con la dieta y es la baja ingesta de yodo.
- Zonas o áreas endémicas (aquellas áreas geográficas en las que afecta a más
del 10% de la población general) es la deficiencia de yodo, ya que el cuerpo
necesita este micromineral para producir la hormona tiroidea. Si no cuenta con el
suficiente, se agranda para intentar absorber todo el posible, tener en cuenta que
el origen geológico de los suelos; en ciertas regiones del mundo, en las que existe
pérdida de yodo del suelo debido a erosión, perdida de vegetación y labores de
pastoreo excesivas
- Ingerir de manera habitual sustancias denominadas bociógenas, ya sean
determinados medicamentos con compuestos yodados (el carbonato de litio o los
antitiroideos, entre otros) o algunos alimentos (por ejemplo, la soja y las verduras
de la familia del brócoli y el repollo, mandioca, maíz, batatas, brotes de bambú,
nabos, coles, casaba, ajo, cebolla, etc. La acción antitiroidea de los bociógenos se
relaciona con la presencia de tiocianatos que inhiben el transporte del yoduro y a
altas dosis compiten con el yoduro en la síntesis de hormonas tiroideas. Los
biocinogenos son sustancias químicas que interfieren en la manera que el
organismo utiliza yodo, estos bloquean la absorción y utilización del yodo frenando
a actividad de la glándula tiroides.
- El tabaquismo.
- Haber sufrido infecciones, puede estar en el origen de algunas tiroiditis
(inflamaciones de la glándula tiroides).
4. Magnitud de los problemas
4.1. Estadísticas mundiales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) realizó un estudio para evaluar la
prevalencia global de bocio, una condición causada por la deficiencia de yodo. Se
recopilaron datos de estudios realizados en varios países entre 1993 y 2003, y los
resultados se publicaron en 2005.
Se estimó que la prevalencia total de bocio en la población mundial es del
15.8%, con variaciones regionales significativas. Por ejemplo, en las Américas es
del 4.7%, mientras que en África alcanza el 28.3%. En comparación con los datos
de 1993, la prevalencia de bocio aumentó globalmente en un 31.7%, excepto en
las Américas y el Pacífico Occidental, donde disminuyó en un 46% y 32.2%
respectivamente.
Los estudios muestran que las regiones con mayor prevalencia de bocio son
Asia, África y América Latina, con tasas históricas de hasta el 60%. En la década
de 1960, África llegó a tener un 75% de personas con bocio, principalmente
debido a la deficiencia de yodo. Se identificó que la deficiencia de yodo sigue
siendo un problema de salud pública en 54 países, afectando al 36.5% de los
escolares a nivel mundial (285 millones). Extrapolando estos datos a la población
general, se estima que cerca de dos mil millones de personas tienen una ingesta
insuficiente de yodo.
4.2. Estadísticas latinoamericanas
En América, el bocio endémico ha sido controlado en gran parte de Estados
Unidos y Canadá, pero países andinos como Bolivia, Ecuador y Perú han tenido
altos niveles de bocio. Bolivia reportó una prevalencia del 61% en 1981, en Perú
se encontró que el 50% de las comunidades de la sierra y el 80% de las de la
selva tenían bocio, y en Ecuador la prevalencia disminuyó gracias a la yodación de
la sal desde 1973.
En el Caribe, los trastornos por deficiencia de yodo son significativos; en
América del Norte están bajo control, al igual que en algunos países de América
Central y del Sur como Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala y
Panamá. Se ha implementado la yodación de la sal en zonas con alta prevalencia
de bocio nutricional, como El Salvador, Guyana, Haití, Honduras, México,
Paraguay, Uruguay, Colombia y Venezuela, logrando reducir el bocio endémico en
algunos de estos países.
4.3. Estadísticas nacionales
En Venezuela, especialmente en la región de los Andes, se ha observado una
alta prevalencia de bocio. Los estados más afectados han sido Barinas, Apure,
Lara, Portuguesa, Táchira, Mérida y Trujillo. Una encuesta nacional realizada en
1996 por el Instituto Nacional de Nutrición en 420,207 niños de 5 a 14 años reveló
que el 13.4% presentaba bocio, siendo la zona andina la más afectada con un
32.6% de escolares con esta condición.
El Instituto Nacional de Nutrición, en el marco de un compromiso subregional
andino, actualiza el diagnóstico a través de encuestas escolares en los estados de
Mérida, Trujillo y Táchira. En estas encuestas se evalúa no solo la presencia de
bocio mediante la palpación de la glándula tiroidea, sino también se determina el
nivel de yodo en la orina. Se encontraron porcentajes de prevalencia de bocio de
64%, 59% y 65.9% a partir de 1993, así como porcentajes de localidades con baja
yoduria del 59.4%, 26.98% y 18.86% respectivamente en los estados
mencionados. En 1996, se investigó a 1435 escolares en 4 municipios del Estado
Lara, encontrando una prevalencia del 48.4% de bocio en el 38.5% de las
localidades con baja yoduria.
Venezuela implementó esta estrategia según el Decreto Presidencial Nº 657 de
1966, asumiendo la responsabilidad de controlar y vigilar la adición de yodo a la
sal para consumo humano y animal. La normativa nacional establece que la
concentración de yodo agregado a la sal debe estar entre 40 ppm y 70 ppm o 40 a
70 mg/kg, utilizando yodato potásico para mayor estabilidad.
Según la FAO, las tasas de prevalencia de bocio se clasifican como leves (5-
19.9%), moderadas (20-29.9%) y graves (30% o más). Incluso con tasas de
prevalencia del 10 al 15%, es importante intervenir. Cuando las tasas son
moderadas, se necesita una acción urgente, y cuando son graves, es fundamental
actuar rápidamente.
5. Medidas de prevención y control:
-Yodización universal de la sal: su tipo de enriquecimiento es el reforzamiento,
ya que se agrega el yodo en cantidades superiores a las que tiene la sal en forma
natural, pero en una cantidad que no excedan los requerimientos máximos diarios
de una persona no sometida a factores patológicos, aportando los requerimientos
mínimos de yodo para reponer las pérdidas urinarias.
La OMS recomienda la ingesta de 100-150 μg/día o incluso 200 μg/día durante
el embarazo o lactancia, 50 μg/día para menores de 1 año, 70 μg/ día al año de
edad, 90 μg/día preescolar (2-6 años), 120 μg/días escolares (7-12 años), para
prevenir trastornos producidos por el déficit de yodo
-Suplementos de yodo: existen casos en los que es necesario el aporte de
suplementos de yodo a las mujeres embarazadas y niños menores de 2 años
(yodo oral, inyecciones de aceite yodado)
-Seguimiento nacional: Se debe hacer seguimiento nacional de la distribución de
sal yodada y evaluar el contenido de yodo de la sal en todas las etapas de la
cadena alimentaria. La OMS llama la atención sobre la necesidad de vigilar la
calidad del proceso de yodación y distribución de la misma, lo que requiere la
colaboración de los sectores públicos y privados. La legislación apropiada y las
regulaciones que apoyen los procesos son las piedras angulares de los programas
de yodación de sal en los países. Una de estas regulaciones es aquella que
especifica el contenido de yodo en la sal de consumo humano y animal en los
sitios de producción.
-Estudios: según la OMS, ésta recomienda hacer estudios en niños preescolares
por su fácil acceso y porque son una representación adecuada del estado
nutricional de la población general, sin embargo, para monitorizar el impacto de los
programas de yodación de la sal se deben incluir a las mujeres embarazadas
-Muestras representativas: determinar la yoduria en muestras representativas a
nivel nacional, siendo el rango recomendado de 100-199 μg/L en la población
general y 150-249 μg/L en las mujeres embarazadas. El yodo urinario se prefiere
como indicador de impacto de los programas de control del déficit de yodo porque
refleja la ingesta actual de yodo y responde relativamente rápido a la corrección de
la deficiencia
-Determinantes del consumo de yodo: la OMS recomienda evaluar el
porcentaje de casas que utilizan sal adecuadamente yodada, la calidad en el sitio
y procesos de producción, empaquetamiento, distribución y los hábitos
alimentarios con relación al consumo y uso de la sal.
-Adecuados servicios médicos: Se deben de disponer de adecuados servicios
médicos y de salud a nivel público, ya que son útiles para prevenir o controlar esta
problemática, principalmente deben de contar con especialistas en
otorrinolaringología y endocrinología.

6. Políticas públicas:
Entre las políticas establecidas en el sector salud según la Ley del Plan de la
Patria año 2013-2019, se encuentran las siguientes:
1. Unificar la rectoría y los subsistemas de salud en el marco de las Áreas de
Salud Integral Comunitarias
2. Promover el desarrollo de los determinantes institucionales, sociales,
culturales y ambientales de las condiciones físicas y mentales saludables del
organismo humano
3. Aumentar la producción de medicamentos, vacunas e insumos médicos del
Sistema Público Nacional de Salud y la formación de trabajadores y trabajadoras
para la satisfacción de su demanda.
Y con respecto a la infraestructura de salud se establece la siguiente política:
4. Garantizar la atención primaria de salud, como el derecho a la salud para elevar
la calidad de vida, el bienestar colectivo al servicio de salud gratuito
7. Programas de educación nutricional:
-Servicios de educación y recuperación nutricional (SERN): Los Servicios de
Educación y Recuperación Nutricional (SERN) nacen por primera vez en el año
1966, como medida para combatir la desnutrición en niños y niñas menores de
siete años de edad. Actualmente tienen como objetivo incrementar las prácticas de
alimentación sana, segura, soberana y sabrosa de personas y comunidades, a
través de procesos de educación, formación, investigación y asistencia.
-Nutripuntos: Su fin es contribuir a la población educación y conocimientos que
puedan poner practica para así mejorar su perfil nutricional, estos se ubican en
parroquias de todo el país principalmente en espacios abiertos. Seguidamente del
diagnóstico nutricional, se ofrece orientación sobre la alimentación balanceada
tomando en cuenta el Trompo de los Alimentos. Los tipos de nutripuntos más
destacables según la enfermedad del bocio son:
 Nutripuntos a cielo abierto: se realizan de la mano de Mercal, para el
beneficio de una comunidad determinada. Busca suministrar información
efectiva que permita hacer autocrítica acerca de los factores que impiden el
desarrollo de una cultura alimentaria y nutricional para el Vivir Bien, con
énfasis en contenidos relativos a prácticas de alimentación como lo son la
compra de alimentos y sus formas de preparación, así como el estado
nutricional del individuo. Este tipo de nutripunto incluye la participación de
promotores nutricionales, la evaluación nutricional y una actividad
demostrativa de cocina soberana.
 Nutripuntos comunitarios: A través de estas jornadas la comunidad
recibe evaluación nutricional, permitiendo conocer el estado nutricional de
las personas que hacen vida en la misma. Luego del primer encuentro y de
observar los problemas de la comunidad relacionados con la alimentación,
se articulan actividades educativas como charlas y talleres para fomentar
una nueva cultura nutricional. El contacto se realiza a través de los
consejos comunales, comunas o en conjunto con otras instituciones
gubernamentales.

8. Programas de complementacion alimentaria

Existen programas de fortificación o enriquecimiento de alimentos como la


fortificación con sal yodada es la estrategia más efectiva para controlar estas
problemáticas. Se dice que el yodo se ha agregado con éxito a pan, harina, agua,
leche, diversas salsas y alimentos mixtos, sal y otros alimentos. Hace poco, la
investigación se enfocó de nuevo en la adición de yodo al agua potable.
Muchos países han erradicado el bocio al aplicar programas de este tipo, donde
en países en desarrollo se ha visto complicada esta tarea de añadir estos
programas.
La fortificación de las harinas de maíz precocida y sal para consumo humano, es
una estrategia preventiva basada en la alimentación, dirigidas a reducir las
carencias de vitaminas y minerales cuando se identifican como problema de salud
pública.
En el año 1966, se realiza en Venezuela la Encuesta de Bocio en la población de
5-14 años de ambos géneros, encontrándose que el 13,44% de la población
estudiada tenía bocio en todos los grados. La OMS considera que “toda región con
una prevalencia de Bocio de más de 10% en la población escolar, es una zona
endémica bociosa”. De acuerdo a los resultados de dicha encuesta, el INN
recomendó al Ejecutivo Nacional la “Implementación del Programa de Yodación de
la Sal” y la aprobación de la respectiva legislación en Decreto Nº 657.
En casos particulares de deficiencia grave de yodo, cuando los programas de
fortificación de la sal no son viables, se han implementado estrategias alternativas
más amplias, como la administración de inyecciones de aceite yodado para
abordar la situación. También se ha suministrado yodo oral a mujeres en edad
fértil que no están embarazadas en áreas endémicas de trastornos por carencia
de yodo, con el objetivo de proteger a sus futuros hijos de esta deficiencia, al
mismo tiempo que se introduce la fortificación de la sal.
Para que un programa nacional tenga éxito, es necesario contar con apoyo,
compromiso político y acciones coordinadas en diversos sectores, así como la
participación de varios ministerios y organizaciones internacionales como la FAO,
UNICEF y la OMS. La colaboración de la industria alimentaria es crucial, ya que su
oposición dificultaría e incluso impediría la implementación efectiva. Un paso
fundamental para lograr el éxito es la creación de un comité interdisciplinario que
incluya académicos o institutos de investigación con experiencia en el tema,
representantes de diferentes ministerios como salud, comercio, industria, finanzas,
educación y agricultura, junto con representantes de la industria alimentaria

9. Proyectos de intervencion local


En cuanto a proyectos de intervención local, la OMS promueve:

La implementación de servicios integrales de salud, la prevención y combate de


enfermedades, la mejora de las condiciones ambientales, la capacitación y
actualización del personal sanitario, la coordinación y avance en investigaciones
biomédicas relacionadas con los servicios de salud, así como la planificación y
ejecución de programas de salud."

Existen varios proyectos de intervención local que pueden ser efectivos para
abordar el problema del bocio en una comunidad.

Algunas de esas intervenciones locales pueden ser:

Educación o campañas sobre nutrición: Organizar campañas educativas


en las comunidades afectadas para aumentar la conciencia sobre el bocio
endémico, sus causas, síntomas y métodos de prevención. La educación
sobre nutrición puede ayudar a las personas a comprender la importancia
del yodo en la dieta y cómo obtener suficiente yodo para prevenir el bocio.
Los programas de educación sobre nutrición pueden incluir charlas, talleres,
folletos y otros materiales educativos.

Mejora de la nutrición: Desarrollar programas de nutrición que promuevan


el consumo de alimentos ricos en yodo, como pescado, mariscos,
productos lácteos y vegetales marinos, así como la promoción de una dieta
equilibrada y saludable.
Fortificación de alimentos: La fortificación de alimentos con yodo es una
estrategia efectiva para prevenir la deficiencia de yodo y el bocio. Los
alimentos que se pueden fortificar con yodo incluyen la sal, la harina y la
leche.

Suplementos de yodo: Si el bocio es consecuencia de una deficiencia de


yodo en la alimentación, se recomienda tomar un suplemento de yodo
diario por vía oral para evitar que progrese su crecimiento. Implementar
programas de suplementación con yodo en colaboración con las
autoridades de salud locales para garantizar que las personas en áreas
afectadas reciban la cantidad adecuada de yodo en su dieta.

Mejora del acceso al agua potable: Trabajar en la mejora de la


infraestructura de agua potable en las comunidades afectadas para
garantizar el acceso a agua limpia y segura, lo que contribuirá a la
prevención de enfermedades relacionadas con la deficiencia de yodo.

Capacitación de profesionales de la salud: Ofrecer formación y


capacitación a profesionales de la salud locales para mejorar la detección
temprana, el tratamiento y la gestión del bocio endémico.

Monitoreo del bocio: El monitoreo regular del bocio en una comunidad


puede ayudar a identificar los casos temprano y prevenir la progresión del
bocio. El monitoreo puede incluir exámenes físicos y pruebas de
laboratorio. El monitoreo y la evaluación del bocio Establece un sistema
para controlar la prevalencia del bocio endémico y evaluar la efectividad de
las intervenciones implementadas.

Estos proyectos pueden ser desarrollados y ejecutados en colaboración con


organizaciones gubernamentales, no gubernamentales, agencias de salud y la
comunidad local para abordar de manera integral el problema del bocio endémico.
Conclusiones

En conclusión, el periodo prepatogénico del bocio se caracteriza por factores de


riesgo que predisponen a la aparición de la enfermedad, como la deficiencia de
yodo en la dieta. Durante esta etapa, se pueden implementar medidas
preventivas, como la fortificación de la sal, para evitar el desarrollo del bocio. Por
otro lado, el periodo patogénico del bocio se caracteriza en la forma que la
enfermedad se manifiesta clínicamente, con síntomas como el agrandamiento de
la glándula tiroides. En esta etapa, es crucial el diagnóstico temprano y el
tratamiento adecuado para controlar la enfermedad y prevenir complicaciones.

Es un proceso complejo que involucra la formación de un agrandamiento anormal


de la glándula tiroides debido a la deficiencia de yodo. A lo largo de la historia, se
han implementado diversas estrategias para abordar esta condición, como la
fortificación de la sal, harina, y otros alimentos; asi como la administración de
suplementos de yodo. Sin embargo, en casos graves de deficiencia de yodo, se
han utilizado enfoques más amplios, como la administración de inyecciones de
aceite yodado. La comprensión de la historia natural del bocio es fundamental
para desarrollar intervenciones efectivas y prevenir complicaciones asociadas con
esta enfermedad.

Bibliografía
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