Ficha Alternaria

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TOXINAS DE ALTERNARIA

Las toxinas de Alternaria son micotoxinas producidas por especies


de hongos Alternaria que causan enfermedades en muchas plantas.
Son los principales hongos contaminantes en trigo, sorgo y cebada,
y también se producen en semillas oleaginosas como el girasol y la
colza, así como en el tomate, las manzanas, los cítricos, las aceitunas
y otras frutas y verduras. Alternaria alternata es la especie de
Alternaria más común en frutas y verduras cosechadas, y es la
especie productora de micotoxinas más importante. Las especies de
Alternaria están muy extendidas tanto en regiones húmedas como
semiáridas y debido a su crecimiento incluso a baja temperatura,
también son responsables del deterioro de durante el transporte y
almacenamiento refrigerado.

Las especies de Alternaria producen más de 70 fitotoxinas, pero sólo una pequeña proporción de ellas ha
sido caracterizada químicamente y reportada como micotoxinas para humanos y animales. Algunas
toxinas como alternariol (AOH), éter monometílico de
alternariol (AME), ácido tenuazónico (TeA) y altertoxinas
(ATX), inducen efectos nocivos en los animales, incluidos
efectos fetotóxicos y teratogénicos. Los extractos de
cultivo de Alternaria alternata, así como micotoxinas
individuales como alternariol (AOH) y éter monometílico
de alternariol (AME), son mutagénicos y clastogénicos en
varios sistemas in vitro. También se ha sugerido que en
ciertas áreas en China, las toxinas de Alternaria en los
granos podrían ser responsables del cáncer de esófago.
Por lo tanto, debido a sus posibles efectos nocivos, las
toxinas de Alternaria son motivo de preocupación para la
salud pública.

Evaluación del riesgo

EFSA evaluó en su opinión científica de 2011 el posible riesgo para la salud pública y animal derivada de
la presencia de estas toxinas. Las principales conclusiones son que para toxinas genotóxicas de Alternaria
como alternariol (AOH) y éter monometílico de alternariol (AME), se estima que la exposición dietética
crónica supera el correspondiente umbral de preocupación toxicológica (TTC) e indica la necesidad de
datos de toxicidad adicionales.

Las estimaciones de la exposición alimentaria para las toxinas no genotóxicas como tentoxin (TEN) y ácido
tenuazónico (TeA), son más bajas que los correspondientes valores TTC y se considera poco probable
que sea un problema de salud humana.

En 2016, EFSA publicó un informe científico sobre la evaluación de la exposición alimentaria a las toxinas
de Alternaria en la población europea. En él concluyó que la exposición alimentaria crónica estimada a las
toxinas de Alternaria alternariol (AOH), éter monometílico de alternariol (AME) y ácido tenuazónico
(TeA), supera el umbral de preocupación toxicológica, por lo que es preciso obtener más datos sobre la
toxicidad específica de cada compuesto.

EFSA recomendó que se recogieran más datos sobre la presencia de toxinas de Alternaria en productos
alimenticios pertinentes (frutas y productos a base de frutas, tomates y productos a base de tomates y
alimentos a base de cereales para lactantes y niños de corta edad, entre otros). También recomendó que
se utilizaran métodos analíticos más sensibles para reducir la incertidumbre sobre la exposición a las

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diversas toxinas de Alternaria, debido a la elevada proporción de datos notificados como «por debajo del
límite de cuantificación» en el conjunto de datos actualmente disponible, ya que los métodos analíticos
utilizados no siempre eran suficientemente sensibles.

Gestión del riesgo

En 2014, tras las conclusiones de las opiniones científicas de EFSA sobre algunas micotoxinas, y ante la
falta de datos generalizada, a nivel de la Comisión Europea se acordó un documento con una serie de
recomendaciones de seguimiento que incluye micotoxinas como esterigmatocistina, fomopsinas y toxinas
de Alternaria. El objetivo era recopilar más datos para que las evaluaciones del riesgo de EFSA sean más
precisas en el futuro.

Asimismo, se constata que las buenas prácticas agrícolas, correctas condiciones de almacenamiento y
transporte y buenas prácticas de fabricación pueden reducir o evitar la presencia de toxinas de Alternaria
en los alimentos.

No obstante, es preciso recabar más información sobre los factores que dan lugar a niveles relativamente
elevados de toxinas de Alternaria en determinados productos alimenticios a fin de poder decidir las
medidas que deben adoptarse para evitar o reducir la presencia de esas toxinas de Alternaria.

Con este fin, en abril de 2022 se publica la Recomendación (UE) 2022/553 de la Comisión, sobre el
seguimiento de la presencia de toxinas de Alternaria en los alimentos, donde se indica que los Estados
miembros, en estrecha cooperación con los explotadores de empresas alimentarias, deben controlar la
presencia en los alimentos de las toxinas de Alternaria, alternariol (AOH), éter monometílico de
alternariol (AME) y ácido tenuazónico (TeA), en particular en los productos transformados a base de
tomate, el pimentón en polvo, las semillas de sésamo, las semillas de girasol, el aceite de girasol, los frutos
de cáscara, los higos secos y los alimentos a base de cereales para lactantes y niños de corta edad.

De igual forma, con el propósito de encontrar orientación sobre los factores que llevan a niveles
relativamente elevados de toxinas de Alternaria en los productos alimenticios, la Recomendación señala
como necesario el establecer valores indicativos para los alimentos, en función de los datos disponibles
en la base de datos de la EFSA. Por ello se fijan niveles indicativos, pero únicamente para los alimentos
sobre cuya presencia se dispone de datos suficientes.

También se indica que se comuniquen los resultados a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.

Otras informaciones de interés:

Legislación sobre micotoxinas

Comisión Europea-Other mycotoxins

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