Capítulo 3 José Luis Vázquez

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 16

CAPÍTULO III

La exigibilidad de los
derechos económicos,
sociales y culturales.
Una discusión teórica

45
46
La exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Una discusión teórica

La exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales.


Una discusión teórica

The enforceability of economic, social and cultural rights. A theoretical


discussion

Vázquez- Calle, José Luis


jlvazquezc@ucacue.edu.ec
ORCID: 0000-0003-1809-1601
Universidad Católica de Cuenca

Resumen

El presente trabajo estudió desde una perspectiva crítica la relación entre los derechos económicos
sociales y culturales con su exigibilidad, en el marco del análisis de las finanzas públicas. La
metodología aplicada partió de un enfoque cualitativo con la utilización de los métodos dogmático,
inductivo-deductivo, analítico-sintético, comparativo e histórico-lógico, así como las técnicas de
fichaje y revisión bibliográfica. Como resultados se justificó teóricamente que la eficacia y calidad
de los derechos depende en gran medida de los recursos con los que el Estado cuente para cumplir
con esta obligación. Adicionalmente se considera indispensable articular el Estudio del derecho
constitucional con el de las finanzas públicas para dotar de calidad a los derechos.

Palabras clave: Derechos; Ecuador; Calidad; Eficacia; Garantías.

Abstract

The present work studied from a critical perspective the relationship between economic, social
and cultural rights with their enforceability, within the framework of the analysis of public
finances. The applied methodology started from a qualitative approach with the use of dogmatic,
inductive-deductive, analytical-synthetic, comparative and historical-logical methods, as well as
the techniques of filing and bibliographic review. As results, it was theoretically justified that the
effectiveness and quality of the rights depends to a large extent on the resources that the State
has to comply with this obligation. Additionally, it is considered essential to articulate the Study of
constitutional law with that of public finances to provide quality to the rights.

Keywoards: Rights, Ecuador, Quality, Effectiveness, Guarantee.

47
Vázquez- Calle, José Luis

1.- Introducción

Este capítulo de libro se refiere al tema de los derechos económicos sociales y culturales (DESC)
que son aquellas facultades o prerrogativas que poseen las personas que “aseguran a toda persona
condiciones de satisfacción de sus necesidades básicas que le permitan a la vez ejercer libertades”
(Jaspers Faijer, 2009, p.4). La característica principal de esta categoría de derechos es que para
su eficacia dependen de recursos económicos que sean erogados por el Estado para su cobertura.

Este trabajo se realizó por el interés de conocer las dos posturas jurídicas antagónicas sobre estos
derechos que estriban en a) la obligación ineludible de los Estados de garantizarlos y b) la idea de
que son progresivos y conforme el flujo de recursos que posea el Estado, en el marco de las finanzas
públicas nacionales.

La metodología aplicada partió de un enfoque cualitativo con la utilización de los métodos


dogmático, inductivo-deductivo, analítico-sintético, comparativo e histórico-lógico, así como las
técnicas de fichaje y revisión bibliográfica. La pregunta de investigación propuesta fue ¿cuáles son
las consecuencias de las posturas jurídicas que se inclinan en favor de la exigibilidad de los DESC?

Para responder la pregunta de investigación se planteó como objetivo general identificar las posturas
jurídicas sobre la exigibilidad de los DESC en el marco de las finanzas públicas ecuatorianas. El
trabajo se encuentra dividido en tres partes: en la primera se establece una concepción general
sobre los DESC, en la segunda se establecen las distintas posiciones sobre su calidad y eficacia
y en la tercera se exponen casos emblemáticos en los que la Corte Interamericana de Derechos
Humanos se han pronunciado sobre la obligación de los Estados sobre estos derechos.

2.- Líneas teóricas

El presente capítulo realiza un acercamiento a una discusión teórica que ha sido motivo de amplio
debate, ya en la actualidad no se habla únicamente de la exigibilidad de los derechos civiles y
políticos (DCP) sino también de los llamados económicos, sociales y culturales (DESC), dejando claro
que estos últimos implican una actividad estatal vigorosa para garantizarlos (necesitan ingentes
cantidades de recursos), radicando en este particular su incidencia.

Por lo que, para entender la eficacia de los derechos en Ecuador y a nivel mundial, es trascendental
estudiar “el papel del Estado en la protección y garantía de los derechos fundamentales” (Campos
Bernal, 2013, p. 342) Es decir, no únicamente hacer un análisis aislado en cuanto a su estructura o
densidad normativa (Galdámez Zelada, 2011), sino también desde otros aspectos, que posiblemente
han sido relegados como lo es el costo que implica cada uno de ellos.

Bajo esta premisa se puede iniciar este trabajo mencionando que en 1948 la Organización de Naciones
Unidas (ONU) adoptó la Declaración Universal de Derechos Humanos, en la que se reconocen
“los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana” (ONU Asamblea
General, 1948, preám.). De esta forma se podrían considerar todos los derechos como un conjunto
indivisible, inalienable e interdependiente, siendo los derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales un todo.

48
La exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Una discusión teórica

Sin embargo, un grupo de países de la democracia liberal, determina a los DCP como prioritarios
e institucionalizan la idea de que estos progresivamente se ambientarían para llegar a los DESC,
mientras que los países de tendencia socialista consideraron que nos DCP no tendrían legitimidad
si no se aseguraban los DESC (Romero, 2005).

En ese mismo sentido, y posiblemente producto de algunos inconvenientes surgidos en cuanto


a la división de los derechos, en 1966 se adoptaron los tratados vinculantes que los dividen. De
un lado el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y por otro el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

El artículo 2 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales menciona


que los Estados partes acogen el compromiso de adoptar medidas principalmente de carácter
económico y técnico hasta el máximo de recursos que se dispongan para de forma progresiva
lograr la efectividad de estos. (Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
1966). Como se observa, se determina que los gobiernos deben tratar de garantizar de forma
progresiva el disfrute de estos, así como se impone la obligación de informar al órgano encargado
del control de los DESC los avances en estos derechos (Romero, 2005).

A más de esto se puede señalar que, los derechos humanos surgieron y se reconocieron con
interdependencia e igual jerarquía, pero situaciones de orden político (Romero, 2005) y económico
impidieron que se consideren a los DESC como obligatorios y justiciables, pasando a ser parte de
una política pública y de una responsabilidad estatal de cumplimiento progresivo, distanciándolos
totalmente de los DCP, llegando a dividirlos. Esto debido posiblemente a la cantidad de recursos
que requieren, sin embargo, si es que se analizan cartas fundamentales como la ecuatoriana, nos
encontramos con una realidad distinta que encarna una verdadera obligación estatal.

De la misma forma, en la actualidad esta tradición de diferenciación no se ha perdido, al igual


que años atrás, confluyen 2 posiciones antagónicas al respecto, la número uno los diferencia
entre civiles y políticos (DCP), y en económicos, sociales y culturales (DESC) estableciendo que
los primeros son obligaciones de los Estados, mientras que los segundos dependen del flujo de
recursos y se garantizan de forma progresiva, y, la posición número dos no hace diferencias entre
ellos sino determina que “los derechos son interdependientes y de igual jerarquía” (Constitución
de la República del Ecuador, 2008, art.11), además asegura de todos son justiciables, como el caso
del Ecuador, o lo constante en instrumentos tales como la Declaración Universal de Derechos
Humanos, la Convención Americana de Derechos Humanos, la Declaración de Viena, etcétera.

Se creería que la posición imperante es la primera, no obstante, existen hitos en los que esta
exigibilidad directa e inmediata se ha aplicado por sobre la otra, como el caso González Lluy
versus Ecuador de septiembre de 2015 o el caso Lagos del Campo versus Perú de agosto de 2017,
en los que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se ha pronunciado sobre la
justiciabilidad de los DESC (educación y trabajo respectivamente).

Sin embargo, se pregunta al respecto si es que en un país con recursos limitados como lo es
Ecuador, se pueden efectivizar todos estos derechos interdependientes y de igual jerarquía, lo que
podría generar como conclusión meros enunciados normativos carentes de sustento económico.

49
Vázquez- Calle, José Luis

Por lo que se considera pertinente analizar el derecho sin descuidar cuestiones como las finanzas
públicas que son las que al finan van a materializar un derecho en la práctica a través de la entrega
de los recursos suficientes. Ahora se exponen algunos de los criterios para distinguir entre Derechos
Civiles y Políticos y Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

2.1.- Criterios para distinguir entre DESC y DCP

Antes de profundizar en el análisis del costo de los derechos, se cree que debe identificar claramente
cuando estamos frente a un derecho civil y político, así como en un económico, social y cultural. Al
respecto es preciso anotar que existen en la doctrina varios conceptos orientadores que posibilitan
realizar esta distinción.

Por un lado, se encuentra el criterio de la doble diferenciación y en segundo lugar el llamado criterio
por los niveles de obligaciones, los que serán analizados a continuación, para acercarlos al derecho
y en lo posterior a la realidad jurídica ecuatoriana, pero desde la calidad de los derechos.

2.1.1.- Criterio de doble diferenciación

Siguiendo con la primera posición de que divide a los derechos, para identificarlos plenamente es
necesario estudiarlos bajo las siguientes subdivisiones: a) derechos positivos-derechos negativos,
b) intervención del Estado-abstención del Estado, c) derechos costosos-derechos sin costo y d)
vaguedad.

a) Derechos positivos-negativos

Partiendo del trabajo de García Huidrobo, se puede mencionar que los DCP son los negativos porque
implican una restricción para el Estado, garantizan que algo no se lleve a cabo, son conocidos como
derechos de libertad o de primera generación, mientras que los DESC son los positivos que hacen
referencia a la recepción de un bien o de un servicio, se conocen como de segunda generación (García
Huidobro, 2009), siendo esta la característica esencial en cuanto a esta primera consideración.

b) Derechos que implican abstención/intervención

Esta diferencia se colige de la anterior, por un lado los DCP implican una abstención del Estado,
requieren para su protección que una decisión sea invalidada o revocada, mientras que para la
realización los DESC es necesaria la intervención del Estado a través de una acción, se tiene que
implementar algo (García Huidobro, 2009), radicando en el gasto que genera esta intervención del
ente estatal el problema de la justiciabilidad de los DESC. Existen algunos países posiblemente de
tendencia liberal que se limitan a reconocer derechos civiles y políticos, dejando los económicos a
la posibilidad del Estado en cuanto a las finanzas públicas.

c) Derechos costosos/sin costo

En este supuesto los derechos costosos son los positivos, ya que requieren una acción del Estado
para su ejecución, mientras que los negativos no requieren una mayor intervención del Estado
(García Huidobro, 2009). Podemos complementar esta diferenciación afirmando que, a pesar de ser
obligaciones negativas, también requieren de una erogación a pesar de que puede ser menor, ya que
no existen derechos sin costo.

50
La exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Una discusión teórica

c) Vaguedad

Dentro de la vaguedad se determina que las obligaciones que importan los DCP son consideradas
precisas porque determinan como se han de cumplir y efectivizar, mientras las referentes a los DESC
son estimadas imprecisas y carentes de definición (García Huidobro, 2009). Esta diferenciación es un
poco obscura razón por la que la explicamos con un ejemplo, se podría citar como un DCP a la protección
constitucional sobre la vida, y sobre como un DESC la norma que reconoce el derecho a una vida digna.

Ahora bien, habiendo abordado en líneas generales una diferenciación doctrinaria entre ambos
conceptos, es preciso señalar que en Ecuador conforme la carta fundamental de 2008 existen
variaciones en estas categorías de derechos, es así que, los derechos civiles se conocen como derechos
de libertad, los derechos políticos como derechos de participación, y los derechos económicos,
sociales y culturales como derechos del buen vivir, enmarcándose su obligatoriedad justiciabilidad y
correspondiente exigibilidad en la figura orientadora del Estado constitucional de derechos y justicia.

Independientemente de este cambio de denominación (de una tradicional a una de un Estado


constitucional ecuatoriano), el debate sobre su obligatoriedad o no es importante en la actualidad,
y más aún en una etapa en la que el mundo, Latinoamérica y Ecuador se encuentran saliendo de una
recesión económica producto de la pandemia de la COVID-19 y los recursos públicos son limitados, “lo
que al final implica simplemente un enunciado normativo o un conjunto de anhelos” (Orellana, 2023, p.3)

2.1.2.- Criterio por los niveles de obligaciones

Existe un segundo criterio sobre de la distinción entre los DCP y los DESC que se explica a partir de
la idea de que “todo derecho comprende tres niveles de obligaciones” (García Huidobro, 2009, P. 313).
García, tomando las ideas de Shue y Eide explica el triple esquema de obligaciones de los derechos,
la primera es la de respetar, la segunda de proteger, y la tercera de satisfacer involucran tanto,
obligaciones positivas cuanto negativas del Estado para su realización.

Respecto de la primaria de respetar, el Estado debe abstenerse de ejecutar acciones que vulneren
las libertades que en su ejercicio permiten a las personas cubrir sus necesidades básicas (Romero,
2005). Siendo obligación de este ente la de no hacer respetando el principio de autonomía de la
voluntad de la persona para que actúe conforme su soberanía y decisiones propias.

En la obligación secundaria de proteger el Estado tiene una obligación de hacer, debe cumplir
medidas para que los individuos no violen los derechos de las otras personas (García Huidobro,
2009). El Estado ya no es un agente que se limita a respetar, sino que con su aparataje impide que
los derechos sean vulnerados.

La tercera obligación de satisfacer implica que el Estado asegure a las personas a través de
acciones directas, la satisfacción de sus necesidades, que por determinadas razones no pudieron
ser cubiertas (García Huidobro, 2009). Las obligaciones de respetar y proteger no importaran
un costo mayor o no planificado para el Estado, en el caso de la tercera que involucra la directa
intervención estatal para la solución de las necesidades obliga a la proactividad del Estado para la
realización de los derechos que se encuentran dentro de este grupo, siendo esta “la más costosas”
(García Huidobro, 2009, p.313) y las que más problemas han representado tanto para los gobiernos
de tendencia más liberal y mucho más para los de orientación de izquierda.

51
Vázquez- Calle, José Luis

2.2.- Posición sobre la imposibilidad de justiciabilidad de los DESC

Sobre los DCP no existe mayor objeción sobre su reconocimiento, protección y posterior realización
ya que se constituye en una obligación ineludible de los Estados cualquiera sea la posición que
se tome respecto de los derechos, estos se pueden judicializar inmediatamente para solicitar su
reconocimiento por las obligaciones negativas que importan (García Huidobro, 2009).

El problema se centra en los DESC que serían más bien progresivos (ONU Asamblea General., 1966)
por la misma intervención del Estado (García Huidobro, 2009), porque su efectivización implica una
importante actividad estatal que a su vez supone la utilización de recursos que son limitados aún
en las naciones más desarrolladas, sin dejar de mencionar países como el nuestro que arrastra un
largo desbalance en las finanzas públicas, ya que dentro del presupuesto general del Estado de
2023, los gatos proyectados fueron de 23,662,136,079.25 USD, mientras que los gastos proyectados
fueron de 26,292,046,142.25 USD (Lexis, 2022), lo que claramente establece un desbalance, pudiendo
preguntarnos en este momento si es que a más de esto el Estado ecuatoriano podría costear
derechos económicos, sociales y culturales.

Al respecto Vierdag citado por García manifiesta “los derechos civiles pueden ser asegurados del
mismo modo en todos los países, ricos y pobres, en tanto la implementación de los derechos sociales
necesariamente varía, dependiendo de la prosperidad de cada país, así como de las prioridades
asignadas a esos objetivos” (García Huidobro, 2009, p. 313). Como se observa, se van materializando
dos posturas jurídicas claramente identificadas sobre la justiciabilidad de los DESC.

En ese mismo sentido, Macklem citado por García sobre los DESC manifiesta “los derechos sociales
son vistos como positivos y, por ello involucran acción de parte del gobierno; son intensos en cuanto
al uso de recursos y, por ello, son caros de proteger; son progresivos y por ello, requieren tiempo para
ser implementados; son vagos en términos de las obligaciones que imponen, y finalmente, implican
complejos, policéntricos y difusos intereses en los vienen colectivos” (García Huidobro, 2009, p.317).

Es decir, la imposibilidad de justiciabilidad de los DESC se presenta por objeciones de incapacidad y de


legitimidad. Sobre la primera los jueces no están equipados institucionalmente para conocer asuntos
relativos a los DESC, sobre la segunda, los DESC se ejecutan por parte del Estado a través de políticas
públicas, por lo que controlar los DESC implicaría intromisión en estas políticas, vulnerando el principio
de separación de poderes (Figueroa, 2009). Rodolfo Figueroa en un segundo trabajo sobre los DESC
desarrolla ampliamente las objeciones de incapacidad e ilegitimidad para que las cortes conozcan y
resuelvan los conflictos referentes a este tipo de derechos, que se desarrolla a continuación.

2.3.- Incapacidad de las cortes

Las cortes no son los entes adecuados para realizar cambios socioeconómicos eficientes, no
tienen un conocimiento apropiado ni capacidad para decidir sobre estos problemas que se refieren
a cuestiones puramente políticas que exigen equilibrios de intereses, si las cortes se internan en
estos debates no los podrán sobrellevar de una forma correcta, ya que son incapaces de resolver
situaciones de planificación e implementación de políticas públicas, si es que intervienen en esa
esfera no tienen los poderes suficientes para que sus soluciones judiciales sean efectivas (Figueroa,
2009). Sunstein citado por Figueroa manifiesta respecto de la imposibilidad de que las cortes ejerzan
labores jurisdiccionales:

52
La exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Una discusión teórica

Las cortes carecen de las herramientas para hacer exigibles esas garantías (los DESC). Si tratan
de hacerlo, inevitablemente se verán involucradas en una posición de administradores, lo que
puede mermar el prestigio de toda la empresa constitucional. ¿Cómo pueden las cortes supervisar
prioridades presupuestarias? Si el Estado proporciona muy poca ayuda a aquellos que requieren
vivienda, puede ser porque el Estado esté concentrando su ayuda en el empleo, o en programas de
salud, o en educación para la infancia. ¿Se puede suponer que las cortes supervisen la globalidad
de los programas del gobierno, para asegurar que el Estado esté poniendo énfasis en las áreas
correctas? ¿Cómo puede una corte adquirir el conocimiento, o realizar los juicios de valor, que le
permitirían hacer esa tarea? (Figueroa, 2009, p.590).

Claramente marcada se encuentra la posición de no justiciabilidad de los DESC, como hemos


visto según este criterio los jueces pasarían de ejercer una función jurisdiccional a una mixta
que implique también funciones administrativas con la utilización de recursos sin una adecuada
planificación, decimos esto porque los encargados de las políticas públicas planifican el gasto a
través de instrumentos, en el caso ecuatoriano se traduce en el Plan Nacional de Desarrollo.

Señala además que las cortes no tienen las herramientas que son propias de la burocracia, no
pueden crear programas gubernamentales, por lo tanto, no es realista esperar que las cortes hagan
exigibles muchos derechos positivos (Figueroa, 2009). Esta posición ataca el rol del juez en el
reconocimiento de derechos, propende a que se limite su accionar al reconocimiento de los DCP y
deje que los DESC se desarrollen progresivamente como hemos observado a lo largo del estudio de
esta posición.

2.4.- Legitimidad

Esta objeción hace referencia a la imposibilidad de revisar políticas públicas y procesos de decisión
que ocurren en el Estado, siendo esto ilegitimo porque quebranta el principio de separación de
poderes (García Huidobro, 2009). Esta posición determina el respeto de las funciones involucradas en
la realización de los derechos, se entendería: de un lado la judicial con los DCP y de otro la ejecutiva con
los DESC. Tendríamos que analizar si es que la legislativa se involucraría en la realización de los DESC,
pero eso sería tema de otro ensayo, de primera mano podemos manifestar que esta función se limitaría
únicamente a reconocer los derechos a través de su función de legislar más no de realizar derechos.

Otro argumento a favor de lo inviable de justiciar los DESC gira en torno a que, si la justicia
interviene en el reconocimiento de estos derechos, se puede comprometer otros asuntos que son
más importantes, las decisiones se desplazan del Estado hacia los jueces quienes con sus fallos
causarían modulaciones en la asignación de recursos y consecuentemente en los presupuestos
(García Huidobro, 2009). El autor refuerza esta posición manifestando “los jueces no pueden
adoptar decisiones sobre el uso de recursos públicos porque estos derechos demandan una gran
cantidad de recursos” (García Huidobro, 2009, p.587).

2.5.- La diferencia entre el PIDESC y el PIDCP sobre la judicialización de los derechos

Se puede tomar como un argumento a favor de esta idea de la no exigibilidad de los DESC el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) que fue “adoptado por medio
de la Resolución de la Asamblea General 2200 A (XXI) del 16 de diciembre de 1966. El Pacto refleja los
compromisos adoptados después de la Segunda Guerra Mundial a fin de promover el progreso social
y mejores estándares de vida, reafirmando la fe en los derechos humanos” (Red-DESC, 2023, párr.2).

53
Vázquez- Calle, José Luis

En su estructura encontramos garantías vinculantes para los Estados y su noción de que “no puede
realizarse el ideal del ser humano libre, liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen
condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales,
tanto como de sus derechos civiles y políticos” (Pacto Internacional de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, 1966, párr.4). De la lectura del preámbulo entendemos que tanto los DESC
como los DCP confluyen en la idea de ser humano constituyéndose en los derechos humanos. Pero la
misma declaración en su estructura inserta los términos de máximo de los recursos y satisfacción
progresiva, que dan cabida para que los estados cumpliendo este pacto, no tomen los DESC como
de directo e inmediato cumplimiento.

El pacto determina el compromiso de los Estados con el fin de adoptar medidas hasta el máximo
de los recursos que se dispongan para lograr progresivamente por todos los medios la plena
efectividad de los DESC (Red-DESC, 2023). De igual forma ante la imposibilidad de dar cumplimiento
a estos derechos de manera inmediata, se contempla esta figura de la satisfacción progresiva
(Red-DESC, 2023). Que lógicamente no implica la satisfacción directa e inmediata de los derechos
que se encuentran en este grupo.

Se puede notar la clara diferencia con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)
adoptado por la Asamblea General el 16 de diciembre de 1966 que entró en vigor en marzo de 1976,
en su artículo 2 obliga los Estados parte a dictar medidas para hacer efectivos los derechos, en el
artículo 3 otorga la facultad a las personas cuyos derechos fueron violados a interponer un recurso
efectivo, expresa además que las autoridades competentes decidirán sobre esos derechos (Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1976).

De la comparación entre el PIDESC y el PIDCP podemos deducir una importante conclusión, los DCP
son de obligatorio cumplimiento consecuentemente el Estado tiene que generar mecanismos para
su efectiva garantía, en el caso de los DESC el tratamiento de los derechos es distinto porque el
PIDESC reconoce que estos deben desarrollarse de manera progresiva, con la máxima utilización de
recursos del Estado. Derivándose desde estos instrumentos la división que posteriormente se lleva
al plano político para justificar la no judicialización de los DESC por las causas que hemos analizado.

Tomamos el pensamiento de Alfonso Chacón Mata para concluir la posición que reconoce a
los DESC como no justiciables, el autor afirma que a pesar de que se acepte la jerarquía de
constituciones o de tratados internacionales que establecen derechos económicos, sociales
y culturales, estos son instrumentos políticos antes que catálogos de obligaciones jurídicas
que constriñen a un Estado, lo que diferencia a los derechos civiles y políticos. Esto significa
que las obligaciones asumidas por instrumentos como el PIDESC son matizadas o diluidas por
interpretaciones políticas (Chacón Mata, 2010).

2.6.- Posición a favor de la justiciabilidad de los DESC

Karel Pachot sobre los DESC expresa que en la actualidad el debate se centra en la determinación
de fundamentales de algunos derechos, que deben ser garantizados para el respeto a la dignidad
humana, pero hace notar que junto a esta máxima han existido derechos como los DESC que han
sido minimizados sin otorgarles el alcance que en verdad tienen, siendo absolutamente necesarios
para la reafirmación de esta dignidad humana.

54
La exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Una discusión teórica

Otra perspectiva para entender la justiciabilidad directa e inmediata de los DESC implica trasladarnos
a las sentencias emblemáticas que en los últimos años ha emitido CIDH, más específicamente los
casos: González Lluy y otros versus Ecuador cuya sentencia fue emitida en septiembre de 2015, y
Lagos del Campo versus Perú cuya sentencia fue emitida en agosto de 2017.

Conforme se analizó en líneas anteriores, ambos se han convertido en un hito en cuanto a la


justiciabilidad directa de los DESC ya que han modulado la obligación progresiva, entrando a analizar
directamente estos derechos “ha sido la primera vez que se reconoce la plena justiciabilidad de un
derecho social”. (Ronconi, 2016, p.129). Por lo que demostraremos esta nueva línea jurisprudencial que
se está formado a partir de 2015 y ha roto el paradigma de esta idea política y progresiva de los DESC.

2.6.1.- Caso González Lluy versus Ecuador

Talía González Lluy fue contagiada a los tres años con VIH al recibir una transfusión de sangre en una
clínica privada de Ecuador, la sangre no fue debidamente tratada previo a la transfusión. Por parte
de la familia de Talía se presentaron acciones en el ámbito penal y civil las cuales no surtieron efecto
alguno (Caso González Lluy y otros vs. Ecuador, 2015).

Posterior a eso Talía empezó con los procedimientos médicos producto de su contagio, lo que incurría
en gastos médicos altos, afectando también a su familia, la madre fue despedida de su trabajo al
conocerse el caso, se mudaron en múltiples ocasiones producto del rechazo, Talía fue separada de la
escuela en donde estudiaba por un posible riesgo hacia los educandos (Ronconi, 2016).

La corte con estos antecedentes declara la responsabilidad del Estado ecuatoriano y determina que
se violentaron múltiples derechos entre los que encontramos el derecho a la vida y a la integridad
personal, a la educación, a la salud, la igualdad a la vivienda, y derechos laborales.

A decir de Ronconi la CIDH determinó la interdependencia entre los DCP y los DESC, reconociendo
que “no basta con que los Estados se abstengan de violar los derechos, sino que además deben
adoptar medidas positivas, en función de las particulares necesidades del sujeto de derechos”
(Ronconi, 2016, p.122).

El desplazamiento de Talía de varias escuelas implicó por parte del Estado la violación al derecho a
la educación, considerado este como un derecho llave que permite el acceso a otros, la educación
se vincula directamente con la autonomía. La autora explica el vínculo estrecho existente entre la
educación y la igualdad, al separar de la escuela a Talía se formaron dos grupos, los que no tienen
VIH y asisten a la escuela, y los que tienen VIH y no pueden asistir a la escuela, a sabiendas de que
no existía norma que impida esta discriminación (Ronconi, 2016).

Es esta la primera vez en la que se reconoce en la CIDH la justiciabilidad directa e inmediata de un


derecho que pertenece al catálogo de los DESC como es el derecho a la educación, decisión que se
ha convertido en el estandarte para la judicialización de los DESC y rompe un poco el paradigma que
hemos analizado sobre la idea de que los DESC dependen de política y no de una efectivo reclamo
ante los órganos de justicia, que en este caso fue la CIDH fallando en contra del Ecuador y tutelando
un derecho social.

55
Vázquez- Calle, José Luis

2.6.2.- Caso Lagos del Campo versus Perú

Se despide al señor Alfredo Lagos del Campo de su trabajo en julio de 1989 como consecuencia de
las declaraciones realizadas durante una entrevista para la revista “La Razón”. La que fue realizada
cuando era presidente electo del Comité Electoral de la empresa Ceper - Pirelli. En dicha entrevista
denunció que el directorio de la empresa empleó el chantaje y la coerción para llevar a cabo
fraudulentas elecciones al margen del Comité Electoral (Caso Lagos del Campo vs. Perú, 2017).

Las elecciones se habían realizado, pero fueron anuladas por el Ministerio de Industria y se instruyó
convocar a un nuevo proceso. La empresa formuló cargos en contra de Lagos por una falta laboral.
En julio la empresa le comunicó la decisión de despedirlo de su empleo, se le aplicó la figura de
faltamiento grave de palabra en agravio del empleador. Como consecuencia, Lagos del Campo no
pudo asistir a una reunión que él mismo había citado para las nuevas elecciones el 27 de junio de
1989 (Caso Lagos del Campo vs. Perú, 2017).

Tras su despido, Lagos del Campo promovió una demanda ante Juzgado de Trabajo de Lima. El
juzgado calificó el despido de improcedente e injustificado, al considerar que la falta grave debió
estar debidamente comprobada. La empresa interpuso un recurso de apelación. El Segundo
Tribunal del Trabajo revocó la sentencia de primera instancia y, en consecuencia, calificó el despido
como legal y justificado. Posteriormente, el señor Lagos del Campo interpuso diversos recursos, los
cuales fueron todos denegados o declarados improcedentes (Caso Lagos del Campo vs. Perú, 2017).

El 31 de agosto de 2017 la CIDH dictó sentencia mediante la cual declaró la responsabilidad internacional
del Estado peruano en perjuicio del señor Alfredo Lagos del Campo con motivo del despido irregular de
su puesto de trabajo, la vulneración de los derechos a: la estabilidad laboral, a la libertad de expresión,
a la libertad de asociación y el acceso a la justicia (Caso Lagos del Campo vs. Perú, 2017).

Se establece la sentencia como un nuevo paradigma jurídico, como una puerta de entrada de un
catálogo de derechos que “tendrán la posibilidad de ser analizados en vía internacional por un tribunal
especializado en la materia, a fin de determinar el alcance de sus obligaciones de respeto y garantía,
sus límites y vías de implementación, la relatoría DESCA destacó que la decisión representa un hito
histórico, da un paso en la interdependencia e indivisibilidad de los DESC (Calderón Gamboa, 2018).

Karel Pachot hace referencia al carácter de fundamentales de los DESCA para justificar su exigibilidad,
son fundamentales por que fundamentan el sistema jurídico, político y económico de la sociedad, los
derechos fundamentales se consideran como la dimensión más avanzada de la juridificación de los
derechos humanos, condicionándose su ejercicio por la sanción de la norma, por lo que pueden ser
justiciables ante las instancias jurisdiccionales (Pachot, Karel, 2010).

2.7.- Ecuador, la judicialización y efectividad de los DESC

La afirmación hecha por Pachot coincide con el ordenamiento jurídico ecuatoriano, el país tiene
constitucionalizada en su artículo 11 varias garantías que determinan: los derechos son “inalienables,
irrenunciables, indivisibles, interdependientes y de igual jerarquía” (Constitución de la República del
Ecuador, 2008, art.11), los “derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o colectiva
ante las autoridades competentes” los “derechos establecidos en los instrumentos internacionales y en

56
La exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Una discusión teórica

la Constitución son de directa e inmediata aplicación” (Constitución de la República del Ecuador, 2008,
art.11). Y la disposición que expresa “los derechos serán plenamente justiciables. No podrá alegarse
falta de norma jurídica para justificar su violación o desconocimiento, para desechar la acción por
esos hechos ni para negar su reconocimiento” (Constitución de la República del Ecuador, 2008, art.11).

La Constitución ecuatoriana es considerada garantista de derechos siendo la cita anterior esta


una muestra clara de esta afirmación, reconoce que los derechos son interdependientes y de igual
jerarquía, para luego determinar que son plenamente justiciables. De lo cual inferimos que conforme
nuestra normativa se puede acudir a la justicia para reconocer los DESC y los DCP tomando la norma
suprema la línea argumentativa de los instrumentos internacionales que hemos analizado, que
proyectan la idea de que el ser humano se puede desarrollar a plenitud si goza en conjunto de los
derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.

3.- Conclusiones

En consecuencia, se puede concluir que a la luz de la discusión teórica que hemos presentado, a pesar
de la división tradicional existente entre DESC y DCP, el carácter político de los primeros y jurídico
de los segundos, en el Ecuador tienen el carácter de interdependientes y de igual jerarquía, por lo
que son plenamente justiciables. En el supuesto de que una persona crea vulnerados cualquiera de
los derechos establecidos en la Constitución o incluso sin estar escritos se derivan de la dignidad
humana (11 num.7) puede acudir ante un juez para que se tutelen sus derechos.

El problema parece solucionado con este análisis y conclusiones a las que hemos llegado, ya que
podemos acudir al juez para reconocer un derecho como la educación, la salud, la alimentación, la
vivienda entre otros, pero el problema se va a presentar cuando con objeto de este reconocimiento
el juez se convierta en un administrador al asumir funciones que no le competen como la de
incidir en las políticas públicas sin una formación debida ni una noción clara de planificación de
prioridades estatales, entre otras deficiencias que llevan a los jueces no ser aptos para tomar
este tipo de resoluciones.

Se suma a esto otro inconveniente que frena la exigibilidad de los DESC, en el Ecuador al igual que
otros países se registra un desbalance entre los ingresos que obtiene y los egresos realiza. En una
nota publicada en la que se determina que el déficit fiscal en agosto de 2017 fue de 2.146 millones de
dólares y en agosto de 2018 de 996,7 millones de dólares (El Universo, 2018). Por su parte se indica que
el déficit fiscal en el 2022 cerró en 1.7 del PIB aproximadamente 2.000 millones de dólares. (País, 2023)

En otra nota del mismo diario se informa que el Ecuador ha tenido 10 años de déficit en el
Presupuesto General del Estado (2009-2019). El 2018 finalizó con un déficit de 3,332,9 millones de
dólares. En contraste en el 2008 existió un superávit de 2,673 millones de dólares. Alberto Acosta
Burneo manifiesta que en el año 2014 el déficit superó los 6.000 millones de dólares, explica que
las razones para este incremento del déficit fueron las agresivas políticas de inversión pública y el
crecimiento del gasto corriente, al caer el precio del petróleo, se remplazó el ingreso petrolero con
deuda pública. El ministro de finanzas explica que para el 2019 es necesario el financiamiento por
8.000 millones de dólares, a pesar de que ha existido una reducción del déficit (El Universo, 2019).

57
Vázquez- Calle, José Luis

Como se puede observar en el Ecuador existe un claro desequilibrio entre los ingresos que recibe y
los egresos que realiza, lo que ha llevado a elevar la deuda pública a pesar de que en el 2019 se han
tomado medidas para remediarlo, si trasladamos estas cifras económicas al derecho y en particular
al reconocimiento de los DESC que involucran acción directa del Estado, es fácil determinar que no
es posible ni siquiera cumplir con lo planificado por el gobierno, menos aún incrementar un rubro de
gastos que implique el reconocimiento de los DESC, a pesar de que esta justiciabilidad la tenemos
constitucionalizada con las herramientas que hemos analizado.

Por lo expuesto creo que al momento de constitucionalizar los derechos se debieron tomar en cuenta
y articular los factores económicos, políticos y jurídicos y no estructurarlos de forma separada,
ejercicio que a la postre está dejando en simple papel la efectivización de los DESC, produciendo
falsas expectativas en un país que no ha podido hacer efectivos muchos derechos.

4.- Referencias

Asamblea Nacional Constituyente. (2008). Constitución de la República del Ecuador. Montecristi:


Corporación de Estudios y Publicaciones.
Calderón Gamboa, J. (2018). La puerta de la justiciabilidad de los derechos económicos, sociales,
culturales y ambientales en el Sistema Interamericano: relevancia de la sentencia Lagos del
Campo. UNAM.
Campos Bernal, H. (2013). El costo de los derechos. Revista de Economía Institucional.
Caso González Lluy y otros vs. Ecuador, Caso González Lluy y otros vs. Ecuador (Corte Interamericana
de Derechos Humanos 1 de Septiembre de 2015).
Caso Lagos del Campo vs. Perú, Caso Lagos del Campo vs. Perú (Corte Interamericana de Derechos
Humanos 31 de Agosto de 2017).
Chacón Mata, A. (2010). La justiciabilidad de los derechos económicos, sociales y culturales a través
del desarrollo de indicadores: avances concretos en la Organización de las Naciones Unidas.
Ciencias Económicas.
El Universo. (13 de Septiembre de 2018). Déficit fiscal en Ecuador está en 996,7 millones hasta
agosto”, . Déficit fiscal en Ecuador está en 996,7 millones hasta agosto”, .
El Universo. (15 de Enero de 2019). Ecuador cumplió diez años con déficit en presupuestos del Estado.
Ecuador cumplió diez años con déficit en presupuestos del Estado.
Figueroa, R. (2009). Justicibailidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Discusión
teórica. Revista Chilena de Derecho.
Galdámez Zelada, L. (2011). El costo de los derechos, por qué la libertad depende de los impuestos.
Estudios constitucionales.
García Huidobro, R. F. (2009). Justificación del rol de las cortes haciendo justiciables los derechos
económicos, sociales y culturales, en particular el derecho a la protección de la salud.
Revista Chilena de derecho.
Jaspers Faijer, D. (2009). Los derechos económicos, sociales y culturales. Brasilia: CEPAL.
Lexis. (28 de Diciembre de 2022). Lexis. Obtenido de ¿Cuál es el Presupuesto General del Estado de
2023?: https://www.lexis.com.ec/blog/otros/cual-es-el-presupuesto-general-del-estado-
de-2023
ONU Asamblea General. (1948). La Declaración Universal de Derechos Humanos. ONU: La Declaración
Universal de Derechos Humanos.

58
La exigibilidad de los derechos económicos, sociales y culturales. Una discusión teórica

ONU Asamblea General. (1976). Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. ONU: ONU.
ONU Asamblea General. (1966). Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
ONU Asamblea General.: ONU Asamblea General.
Orellana, M. I. (2023). El presupuesto público en el Estado ecuatoriano, un estudio crítico. Directum.
Pachot, Karel. (2010). A propósito del carácter fundamental de los derechos económicos, sociales
y culturales. Una mirada desde la doctrina comparada y la experiencia del ordenamiento
jurídico. Estudios constitucionales.
País. (3 de Enero de 2023). Ecuador Inicia 2023 con menor deuda pública pero persiste la falta de
empleo de calidad. Ecuador Inicia 2023 con menor deuda pública pero persiste la falta de
empleo de calidad.
Red-DESC. (26 de Junio de 2023). Red-DESC. Obtenido de Antecedentes del PIDESC: https://www.
escr-net.org/es/recursos/seccion-5-antecedentes-del-pidesc
Romero, G. (2005). Reflexiones acerca de la exigibilidad de los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (DESC). Oda-alc.
Ronconi, L. (2016). Mucho ruido y pocos DESC. Análisis del caso González Lluy y otros contra Ecuador
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Anuario de Derechos Humanos.

59
Libro multidisciplinar:
Semilla, Ciencia y Trascendencia
se publicó en la ciudad de Cuenca, Ecuador, en
noviembre de 2023, en la Editorial Universitaria
Católica (Edúnica), de forma digital e impresa
con un tiraje de 300 ejemplares.

192

También podría gustarte