14 Dialnet-CortesDeNavarra-Exploraciones de 1983 Maluquer
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14 Dialnet-CortesDeNavarra-Exploraciones de 1983 Maluquer
EXPLORACIONES DE 1983
LÁMINA I
3. La vivienda 83/1, parte de la 83/2, ambas del 4. Hogar de una vivienda del poblado Illb antece-
poblado lia y la trinchera estratigráfíca de 1957 to- sora de la lia del poblado inmediatamente superior.
talmente degradada.
: *3Bfcw-ía
-y •
5. Hogar de la casa que se desarrolla por debajo de 6. Detalle de la casa 83/2 en la fase Ha. Obsérvese
la Hab. 83/1 que corresponde al poblado III, fase el hogar central, el tabique de la despensa y los
más tardía (Illb). bancos lateral y del fondo.
CORTES DE NAVARRA 43
que se celebró en 1958 en Hamburgo, consagraron denominándose Poblados III, de los que se admitía
definitivamente el yacimiento de Cortes de Nava- (por los cortes estratigráficos) dos o posiblemente
rra como uno de los más importantes de Europa. tres fases). En las excavaciones antiguas, estos po-
A partir de entonces, Cortes es de referencia obli- blados sólo se habían alcanzado en las primeras
gada en toda síntesis de prehistoria europea. No en campañas de Blas Taracena, todas anteriores a
vano se conocían unas estratigrafías de más de 1950. La valoración del yacimiento exigió una ex-
ciento cincuenta metros de longitud que no existen cavación en amplitud en los poblados superiores
aún hoy en ningún otro yacimiento análogo. Fruto que realizó O. Gil Farrés en 1951 y 1952. Luego,
de los trabajos realizados es la extensa bibliografía profundizamos en nuestros trabajos en el conoci-
directa que ha sido publicada.2 miento de los poblados superiores (Cortes I y II
con sus respectivas fases). El poblado Cortes IIb
La evolución de la arqueología protohistórica
representaba ciertamente la generalización de la
durante los últimos 25 años y el descubrimiento
metalurgia del hierro como culminación de una
de nuevos métodos y tecnologías nos han inclina-
fase anterior a Cortes lia, en la que esa nueva acti-
do a la necesidad de emprender nuevos trabajos en
vidad se iniciaría. Por la lectura estratigráfica de la
Cortes para aclarar aspectos importantes de la pro-
gran trinchera que excavamos sabíamos que, con
blemática protohistórica. El Museo de Navarra,
anterioridad, se desarrollaban por lo menos dos
consciente de la importancia permanente que tiene
poblados y posiblemente tres (Cortes III), que de-
el yacimiento, desde el primer momento acogió la
bían atribuirse a un momento avanzado de la
idea de efectuar nuevas excavaciones con el máxi-
Edad del Bronce.
mo interés e, incluso, apremio. Desde estas líneas
queremos agradecer la gran colaboración del Mu- La proximidad a las ricas reservas férricas del
seo y, en particular, de su directora M.a Angeles Moncayo permitió una singular actividad metalúr-
Mezquiriz, a quien debemos la gentileza de incluir gica, de gran importancia a partir de unas activi-
esta excavación en el Programa de investigaciones dades y técnicas metalúrgicas del bronce, que pa-
arqueológicas del Museo.3 recían documentarse ya en época anterior. Esos
El objetivo de las excavaciones iniciadas es ob- poblados inferiores eran conocidos, en parte, por
tener los máximos datos para el conocimiento de estructuras constructivas, pero no era posible esta-
los poblados inferiores, es decir, a los que vienen blecer esas etapas a partir de los materiales obteni-
dos más que de modo parcial.
2. Aparte de la mencionada bibliografía en la nota anterior Hoy interesa establecer exactamente el comien-
véase: O. GIL FARRES, Hallazgos de cerámica pintada de zo de la metalurgia del hierro y determinar si esa
Corles de Navarra y sus cercanías. Congreso Arqueológico Na-
cional de Marruecos. Zaragoza. ID. Consideraciones sobre la actividad en el valle del Ebro es o no consecuencia
Edad del Hierro en la Cuenca del Ebro. RABM LVII. Madrid de nuevas aportaciones humanas, o simplemente
1951 pág. 366 (1955), ID., Novedades cerámicas en la cuenca de la adopción de una dinámica metalúrgica nueva
del Ehro. Rev. «Zephyrvs» IV. Salamanca 1953 págs. 391 y ss. a partir del conocimiento técnico del modo de tra-
J. MALUQUER DE MOTES, Frühe indoeuropäische Häuser
im Ebrotal. Rev. «Germania» 1953 págs. 155 y ss. ID., Los po-
tar los nuevos minerales férricos. La existencia de
blados de la Edad del Hierro en Cortes de Navarra. Monografías piezas de hierro manufacturadas e importadas
del Seminario de Arqueología de la Universidad de Salamanca. puede determinar en una comunidad metalúrgica
1954; ID., Contribución al estudio del estrato superior de Cortes la aparición del tratamiento del hierro sin necesi-
de Navarra. «Príncipe de Viana» LIX págs. 17 y ss. Pamplona,
1955; IDEM., Contribución al estudio de la primitiva casa in-
dad de admitir ningún tipo de colonización indus-
doeuropea en la Peninsula. II Congreso Arqueológico Nacional. trial. Para acercarnos a la solución del problema,
Zaragoza 1955; IDEM. La cerámica pintada de Cortes de Nava- es preciso obtener la máxima precisión sobre los
rra. J. MALUQUER DE MOTES y L. VAZQUEZ DE PARGA, inmediatos antecedentes de la población que habi-
Avance del estudio de la necrópolis de La Atalaya. «Príncipe de taba en Cortes antes de la fase IIb y si se comprue-
Viana» LXV. Pamplona, 1956; J. MALUQUER DE MOTES,
El yacimiento hallstáttico de Cortes de Navarra. Estudio crítico ba que había recibido nueva población o simple-
II. Pamplona, 1958. mente estímulos.
3. La multiplicación de excavaciones en los últimos años, El primer objetivo es, por consiguiente, el me-
no sólo en el valle del Ebro sino en toda la Meseta, plantea jor conocimiento de los poblados inferiores. Un
problemas de interpretación que no pueden prescindir del yaci-
miento de Cortes. Esos problemas proceden muchas veces del segundo objetivo será la comprobación estratigráfi-
tratamiento subjetivo de la nomenclatura utilizada por cada au- ca general y la aplicación de la metodología nece-
tor y de la valoración de las periodizaciones que se aceptan. saria para obtener unas dataciones absolutas (me-
Hace 25 años el estado de conocimiento, pese a enormes lagu- diante análisis de C 14) cuando tengamos un co-
nas, permitía fácilmente un enfoque general. Hoy, pese a que
dichas lagunas apenas se han colmado con yacimientos de la
nocimiento suficiente de los poblados inferiores,
categoría de Cortes, parece más aconsejable circunscribir a co- hasta conseguir fijar el primer establecimiento hu-
marcas uniformes las deducciones generales en espera de conse- mano sobre el cerrete.
guir en su día las líneas firmes del desarrollo cultural, no olvi-
dando la validez del espíritu de iniciativa y capacidad de origi- Para entrar directamente al estudio de los po-
nalidad de cada comunidad humana, incluso contemporáneas o blados inferiores, se eligió una parte del área cen-
próxima en el espacio. tro septentrional del yacimiento que había sido ex-
JUAN MALUQUER DE MOTES
83-3
cavada en la campaña de 1951 por Gil Farres (Fig. de una puerta centrada, cuyo umbral era una losa
1). Trazamos un rectángulo de 12 m. por 8,50 m., que apareció partida de antiguo en tres partes. De
cuya parte oriental se hallaba por debajo de la casa la pared separadora sólo se conserva bien la del
M 5 de PI Ib, que habíamos excavado nosotros en oeste. La de la derecha ha desaparecido por la
1952. 4 Con ello nos proponíamos poder enlazar los existencia de remociones, que corresponden a un
resultados que se obtuvieran en la presenta campa- pozo o agujero excavado en época incierta, pero
ña con lo ya conocido de secuencias superpuestas. con toda seguridad en un momento posterior a
El área excavada hace 25 años aparecía lógica- 1957."
mente arruinada, puesto que las paredes de las ca- La amplitud del vestíbulo no queda aún bien
sas eran de adobe. Había crecido hierba y matojos, definida en esta campaña, al rebasar con creces el
pero eran apreciables las líneas de las paredes de- área de excavación acotada. No se ha hallado aún
gradadas. resto alguno de la pared de la fachada.
Ya en el primer día pudimos delimitar lo que Vemos en el vestíbulo dos postes de madera,
constituía una vivienda y luego otras tres casas ha- más delgados que los mencionados en el eje cen-
cia el oeste (Lám. I, 1). Por consiguiente, esta cam- tral para sostén de la cubierta. Tienen un diámetro
paña ha puesto al descubierto -y no aún de una de 0,12 m. y son de diámetro circular. No queda
manera totalmente completa- cuatro casas, que clara la función de ambos palos, que pudieran sos-
han quedado sigladas como 83/1, 83/2, 83/3 y tener un sobrado que ocupara sólo una parte del
83/4. Damos a continuación la descripción porme- vestíbulo.
norizada de cada una de ellas y el probable hori- En el vestíbulo se hallaron restos de tres pesos
zonte a que deben ser adscritas. 5 de telar de barro crudo lisos en forma de obus, con
CASA 83/1 (Lám. I, 1-5) perforación hacia el extremo agudo. Son muy pa-
recidos a los conocidos en el bajo Ebro, en el po-
Casa de planta rectangular, alargada, desarro-
blado de La Ferradura. 7
llada debajo de la vivienda M5 del poblado Corles
¡Ib con una anchura de 4,20 m. en la cabecera, La casa no aparece incendiada. Tampoco con-
que se reduce a 4 m. a 4,35 m. del fondo. Paredes serva nada del piso y el escombro de relleno pare-
laterales de adobe. En el eje central de la casa apa- ce coresponder a la ruina de las propias paredes y
recen tres postes de madera. Uno de sección cua- a una acción de enrasado horizontal posterior para
drangular de 0,24 m. por 0,22 m., incluido en la levantar las casas de nuevo, que sería la menciona-
pared del fondo de la casa por detrás de un banco, da M5.
que se halla en lo que sería la despensa. Otros en Los hallazgos arqueológicos recuperados dentro
el eje central, a 3,35, y 7,20 m., respectivamente. de la vivienda son escasos. Fragmentos incomple-
Todos los postes se levantan sobre una losa de pie- tos parecen corresponder a una vasija grande lisa,
dra para evitar su hundimiento, que constituye a modo de tinaja. Fragmentos del borde de vasijas
una verdadera basa (Lám. I, 2). más pequeñas muestran la típica decoración obli-
Las paredes laterales de adobe tienen 0,28 m. cua del borde. Algunos fragmentos pequeños co-
de grosor, al que hay que añadir un manteado de rresponden a las pequeñas vasijitas globulares de
barro enlucido por ambos lados, con lo que la an- cuello cilindrico, tan abundantes en los estratos
chura alcanza 0,32 m. El relleno que se excava co- superiores.
rresponde por consiguiente al estrato de colmación Es de cierto interés la presencia de un cuerno
entre Cortes lia y Cortes Hb. con la existencia cortada, y al parecer preparado
La planta aparece dividida en dos partes. Vestí- para convertirlo en un mango de alguna pieza me-
bulo y sala interior. No parece que conserve una tálica. 8
separación específica para despensa, como otras La puerta de comunicación entre el vestíbulo y
casas. Tiene en el fondo un banco y parece que la sala interior formaba un peldaño de unos 0,12
hay restos de la presencia de un tabique central, m. El suelo de esta casa se determina tanto por esa
paralelo a las paredes laterales, que marcaría dos losa que sirve de umbral a la puerta interior como
naves o dos alcobas. La pared de separación del por la base del banco del fondo de la vivienda.
vestíbulo y la sala principal permitía la existencia Junto a dicho umbral, a la derecha y bajo el nivel
4. Cfrs. J. MALUQUER DE MOTES, Estudio critico II ci- 6. Aunque en general el yacimiento ha sido respetado desde
tado. Cap. IV (Excavaciones de 1956-7) págs. 78 y ss. 1957, existen remociones incontroladas de mayor o menor am-
5. Para evitar la gran complejidad que existe en la biblio- plitud. Las más graves afectan el sector norte de la trinchera ge-
grafía antigua -derivada de la obligada interpretación de exca- neral.
vaciones ajenas-, en adelante toda nueva vivienda que se locali- 7. J. MALUQUER DE MOTES, El poblado paleoibérico de
ce irá precedida del año de excavación en la siguiente forma La Ferradura. Vlldeeona, Tarragona. Programa de Investiga-
83/1, 33/2 etc. Cuando los pisos inferiores coincidan con la ciones Protohistóricas, VII Barcelona, 1983 pág. 22. Fig. 8.
casa localizada, se añadirá un tercer número. Así, 83/1.1: 8. Corresponde sin duda a 83/1.1, o sea, al horizonte Cortes
83/1.2, etc. para la casa inferior. Ha.
46 JUAN MALUQUER DE MOTES
FIGURA 2: Vasija troncocónica fabricada a mano, decorada con acanalados, incisiones y punteado. Hallada en la vi-
vienda 83/3 en el estrato de Cortes III superior. A 1/4 de su tamaño.
FIGURA 3: Vasija troncocónica fabricada a mano, decorada con acanalados, incisiones y punteado. Obsérvese su asi-
metría. Hallada en la vivienda 83/3 estrato correspondiente a Cortes III superior. A 1/4 de su tamaño.
CORTES DE NAVARRA 47
del piso, aparecieron los huesos de una inhuma- ta general es análoga a la posición de todos los ho-
ción infantil. También, al pie de la pared lateral gares de las diversas fases del poblado {Lám. I, 5).
del este, apareció otro enterramiento análogo. Más El hogar circular de esta vivienda corresponde
hacia el fondo, e igualmente al pie de la pared, se a un suelo que en la presente campaña no hemos
hallaron parte de los huesos de un cabritillo in- alcanzado aún. Los materiales integrados en el es-
completo (cabeza y patas delanteras). trato que falta excavar hasta el suelo, pueden tener
En la gran sala no apareció hogar propiamente una importancia decisiva, para el problema que
dicho, sólo un grupo de piedras que señalaban el nos hemos planteado, de clarificar el horizonte de
lugar de su existencia, puesto que, al continuar los poblados inferiores.
profundizando en la misma vertical, apareció el
hogar circular, que ya parece pertenecer a una vi- CASA 83/2 {Lám. II)
vienda anterior del horizonte Cortes III (Lám. I, 4).
Situada al oeste de la 83/1 y separada única-
Centrado en la planta y a un tercio del fondo, mente por una larga pared medianil de adobe, que
apareció el 30 de noviembre la valva superior de sólo alcanza 0,28 m. de grueso. Su capacidad inte-
un molde de arenisca. Es la cara plana superior, rior es de 48 m2. Su anchura es la cabecera sep-
pero conserva las ranuras laterales para asegurar tentrional alcanza 4 m.
su posición junto al molde inferior. Este apareció
días más tarde y corresponde a un molde para la La superficie de excavación inicial aparecía a
funda de una punta de flecha con aletas y pe- mayor altura que la correspondiente a la casa an-
dúnculo largo {Fig. 17). terior, lo cual permitía sospechar que hallaríamos
el piso que en aquella faltaba y que debía corres-
Entre los materiales recogidos merece destacar- ponder al horizonte de Cortes Ha, pues podía ad-
se la creciente abundancia de huesos de animales a mitirse que en las amplias excavaciones de 1951,
medida que se profundiza en el estrato situado por por razones que desconocemos, se habría profun-
debajo del piso (desaparecido) de la casa. Princi- dizado menos en ese punto concreto. En nuestra
palmente, se trata de huesos de ovicápridos y de excavación la casa no ha quedado completa por
suidos. No faltan costillas, que corresponden a ma- rebasar el área marcada inicialmente. Por consi-
míferos mayores. La abundancia de huesos destaca guiente, no hemos alcanzado aún la puerta exte-
en relación a la práctica ausencia en el estrato su- rior. Sin embargo, las previsiones resultaron exac-
perior. En este punto existe una diferencia, bien tas, pues la casa apareció con su piso bien conser-
acusada, entre la vivienda superior, que correspon- vado.
de a Cortes Ha, y la que sin duda deberá conside-
rarse ya de Cortes III. Constituye, como todas las casas del yacimien-
to, una planta rectangular dividida en dos estan-
El cambio que observábamos al profundizar se cias, gran sala y despensa el fondo. La despensa
confirmaba con la aparición de carbones abundan- esta separada por un tabique que arranca de la pa-
tes y, en particular, unos lechos de paja quemada red de la derecha y deja a la izquierda un vano de
junto a la pared izquierda, hacia el tercio final de 1,20 m. La casa se conserva bien, con todos los
la planta. Pronto lo corroboró la presencia, en el elementos habituales, o sea, el banco lateral de la
eje central, de un hogar circular en la vertical del izquierda y el hogar hacia el centro de la gran sala
montón de piedras señalado antes. El hogar tiene {Lám. I, b).
aproximadamente un metro de diámetro y es de
superficie convexa. Aparece delimitado con gran- En el eje longitudinal Norte-Sur aparece, al
des fragmentos de cerámica gruesa, pertenecientes fondo, en la pared de cierre, un poste de madera,
a una tinaja decorada con gruesos cordones plásti- de sección rectangular, de 0,19 m. por 0,11 m.
cos. No hemos profundizado en busca del piso co- Junto al extremo del tabique que separaba sala y
rrespondiente por falta de tiempo y nos hemos li- despensa, otro poste que conservaba aún más de
mitado a delimitar ese hogar para dejarlo bien 0,40 m. de altura. También, intestados en la pared
protegido hasta la próxima campaña. Por lo me- oeste, se hallan dos postes intestados en la pared
nos se halla 0,20 m. más alto que el piso corres- de adobe de 0,28 m. de gruesa.
pondiente y, por el momento, no sabemos si esa Es evidente que unas paredes tan largas y del-
elevación se debe a sucesivos recrecimientos del gadas representaban un serio peligro y debían
hogar en el mismo punto o ya se construyó inicial- construirse con las máximas precauciones. Parece
mente sobreelevado sobre el piso. Reconstruccio- que aquí se aplicó el sistema de construir con ado-
nes sucesivas de un hogar no son raras en Cortes, be paramentos independientes entre postes vertica-
como demostraron los cortes estratigráficos.9 La les de madera. Se trata claramente de un sistema
situación del hogar centrado en relación a la plan- que no es de tradición mediterránea, sino centro-
europea, de zonas de bosque caducifolio que utili-
9. Cfrs. Sectores S16.HI; S56.HI; S5.HI; en la Sección IIa. zaban primariamente los postes de madera enlaza-
(Estudio crítico II, citado) pág. 64 y S8.HI. dos entre sí con diversos elementos para formar las
48 JUAN MALUOUER DE MOTES
LAMINA II
paredes. En Cortes observamos el compromiso en- inició la excavación de una nueva casa al oeste de
tre dos tradiciones distintas por el uso del adobe, la anterior. Inmediatamente observamos que, en la
ajeno a la tradición centro-europea, que sepa- excavación de 1951, las casas de esta parte septen-
mos. 10 trional del poblado no se habían excavado exhaus-
La sala central ofrece, a la izquierda, un banco tivamente. Algunas paredes se croquizaron mucho
corrido al pie de la pared que penetra hasta el fon- más anchas de lo que en realidad son. Así, la pa-
do de la despensa. Al poco de iniciarse ese banco red medianil entre la casa 83/2 y la siguiente, fue
apareció, aparentemente roto, por lo que creíamos considerada más ancha, cuando en realidad tiene
al principio ser una trinchera moderna. El estudio sólo 0'28 m. a los que hay que sumar los dos cen-
más minucioso de esa quiebra del banco demostró tímetros a cada lado, correspondientes al rebocado
que fue expresamente construido dejando un espa- enlucido. Una prueba clara la ofrece la cara inte-
cio, que probablemente tendría la finalidad de su- rior excavada ahora, que conserva el encalado
jetar una tinaja del tipo alto, con base sobreeleva- blanco original.
da, sobre un pie cruciforme que la aislaba del sue- La casa 83/3 es también de planta rectangular,
lo. Esas vasijas aparecieron en viviendas de Caries cuya extensión aún no hemos alcanzado hacia el
IIb siempre en un rincón cerca del hogar. mediodía. Su suelo aparece a una profundidad de
También aquí apareció el hogar en el lugar ha- CT80 m. en relación al piso excavado en 1951, que
bitual, al centro de la sala mayor delante del ban- correspondía a la vivienda incendiada de Cortes
co lateral. Es de forma rectangular, de TI5 m. por IIb. Toda el área aparece intensamente removida y
0'90 m. con los ángulos redondeados y reborde se- el relleno está formado por restos abundantes de
guido convexo. carbones y cenizas que demuestran cómo la casa
pereció destruida violentamente por un incendio.
Las paredes interiores aparecen encaladas y
también el tabique de la despensa. Por cierto, que AI fondo de la casa y en la parte izquierda
el último encalado del interior de la casa coincidi- existía una plataforma de adobe, a modo de banco
ría con la presencia de algún mueble adosado al ancho, montada sobre cinco hileras de adobes
tabique separador y puede observarse perfectamen- puestos de canto, con separación entre ellos del
te en la fotografía de la lámina I, 6 cómo la pintura mismo grueso. Se trata de un tipo de construcción
blanca deja en reserva la parte ocupada por el que había sido documentada ya por Blas Tarace-
mueble. na en las primeras campañas cuya finalidad no se
alcanzaba. Ahora, por haberse conservado parte de
La casa no pereció incendiada. No había car- la plataforma que se apoyaba en las hiladas de
bones ni cenizas en el estrato de relleno. Tampoco canto, sabemos que se trata simplemente de un sis-
materiales arqueológicos abundantes y daba la im- tema de construcción que quiere ahorrar el maci-
presión de que todo lo útil se había retirado por zado de algunos bancos muy anchos. En nuestro
sus habitantes. Entre la cerámica recogida destaca caso, esa plataforma no cubre toda la anchura del
una escudilla fina de superficie alisada, con un fondo de la vivienda sino sólo un ángulo, el iz-
aspa incisa en la solera exterior, del tipo más fre- quierdo.
cuente en la cerámica del estrato incendiado (Cor-
tes IIb). En la excavación no apareció ningún res- La destrucción de la casa por incendio es bien
to de hierro, pero sí indicios de bronce y una pe- clara. Todo el relleno y el piso muestran restos de
queña cuenta de collar. carbones en abundancia. Hacia el centro son de
mayor tamaño. Junto a las paredes predominan las
Con esta casa 83/2 tenemos una confirmación cenizas. Es claro que el maderamen ardiendo, pro-
de que las fases Cortes Ha y Cortes IIb deben in- cedente de las cubiertas al ceder el techo, cayó en-
terpretarse simplemente como fases evolutivas de vuelto con los escombros, que ahogaron el fuego.
un mismo poblado, que utiliza incluso las mismas Por el contrario, cerca de las paredes existirían es-
paredes laterales. La casa 83/2, inmediatamente pacios vacíos más aireados que permitirían una
anterior a la fase IIb excavada en 1951, correspon- combustión continuada de los troncos.
dería por consiguiente a Cortes Ha.
Por el mismo hecho de su destrucción por in-
CASA 83/3. cendio, el relleno de la vivienda ofreció materiales
El día 2 de diciembre uno de nuestros equipos muy abundantes, principalmente cerámicos. Tam-
bién hallamos un molde situado a unos 0'40 m.
10. Los arqueólogos actuales reconocen que el uso de adobe por encima del piso, lo que nos indica que proba-
en el área perimediterránea occidental corresponde a una tradi-
ción muy antigua que quizás pueda remontarse incluso al neolí- blemente se hallaría sobre una estantería de made-
tico. Cuando aparecen construcciones de adobe en el centro de ra o algún mueble.
Europa parece que responden siempre a influencias mediterrá-
neas más o menos directas. La famosa muralla de adobe de En cuanto a la cerámica, destaquemos que al
Heuneburg, en el alto Danubio, cuya atribución teórica se con-
sideraba ser de influencia griega, se confirmó con la aparición fondo de la vivienda, donde no aparece separada
en el mismo estrato de cerámicas típicas. una verdadera despensa pero sí el banco lateral,
50 JUAN MALUQUER DE MOTES
•-*
;
-- ; i .
83/4 83/4
FIGURA 4: Piezas reconstruibles halladas en las viviendas 83/1 y 83/4. Reducido a 1/2.
apareció una tinaja aplastada y caída al pie del trional, pues existe allí un rectángulo, excavado
banco. Al levantarla se halló un objeto de barro probablemente en 1951 -del que nada sabemos-
crudo que pensamos primeramente correspondería que profundiza más que la propia casa. Parece cla-
a un pondus singular. Luego creímos tratarse de ro que la pared de cierre debió desaparecer.
una pieza zoomorfa aviforme a la que faltaba la
cabeza, pero cuando fue extraído completamente,
con el mayor cuidado dado el alto grado de hume- LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS
dad que presentaba, se vio que se trataba de un pie
humano, probablemente calzado con mocasines, En esa campaña reciente de excavaciones en Cor-
correspondiente al pie derecho (Lám. III). La pie- tes de Navarra, los materiales arqueológicos han
za, enteramente nueva, apareció hacia el fondo de sido de gran interés, aunque no excesivos. Precisa-
la casa. No lejos se hallaron algunas cuentas de mente, quizás su interés más destacado es que por
bronce. Más tarde insistiremos sobre el interés de la primera vez podemos atribuir a unos horizontes
ubicación de esas piezas. concretos materiales de los poblados inferiores
sólo entrevistos en las excavaciones de las prime-
La cerámica es muy abundante y muestra cla- ras campañas de 1947-50 de Blas Taracena. Sólo
ramente unos galbos distintos de los estratos supe- al excavar la gran trinchera habíamos alcanzado
riores. Frente a los habituales cuellos cilindricos nosotros esos niveles inferiores pero con insufi-
predominan ahora los cuellos cónicos troncocóni- ciente amplitud.
cos. Aparece también la decoración de surcos, a
veces con decoración punteada o incisa interior. Como de costumbre, los materiales más abun-
Dos piezas medianas han sido reconstruidas (Fig. dantes son los cerámicos. Destacaremos también la
2 y 3). presencia de molinos de mano de tipo barquiforme
(Fig. 18) y, sobre todo, los moldes de arenisca para
No lejos del lugar del hallazgo del molde apa-
fundir piezas de bronce, de los que hemos hallado
recieron otros varios y muchos fragmentos daña-
cinco piezas completas correspondientes a cuatro
dos por el fuego de nuevos moldes. El conjunto es
moldes y un numeroso grupo de-fragmentos, total-
interesante y lo estudiaremos aparte.
mente deshechos por la cremación de la vivienda
83/3 en la que se encontraron.
ÇASA.8_3/4.
El día 6 de diciembre comenzó la excavación La cerámica.
de una nueva casa, también de planta alargada Es interesante mantener la descripción de la ce-
rectangular. Esta casa no conserva el fondo septen- rámica conservando, concretamente, la vivienda
JUAN MALUQUER DE MOTES
83/4
83/3
83/4
83/4
V UV V ff CSV S BIT
zados a mano alzada, son irregulares por haber coración. No sabemos si en la parte opuesta de la
sido trazados con poca habilidad, sin hacer girar la vasija existiría otra banda análoga, pues falta el
vasija. Mide 350 mm. de altura, 80 mm. de diáme- fragmento correspondiente.
tro en la base, 225 mm. de diámetro en la boca y
310 mm. de diámetro máximo. (Fig. 2). N.° 3. Vasija lisa, exactamente del mismo galbo
y calidad que las dos decoradas. Mide 237 mm. de
N.° 2. Vasija análoga aunque más pequeña y altura, 100 mm. en la base, 320 mm. diámetro
totalmente asimétrica (Fig. 3). Mide de altura por máximo y 287 mm. de boca.
un lado 270 mm. y por el opuesto sólo 235 mm. Aparte de estas tres piezas descritas hemos di-
La base tiene un diámetro de 54 mm., la boca de bujado, en las figuras 4 a 14, la mayor parte de las
180 mm. Cuello de 160 mm. con una altura de 40 piezas reconstruibles, halladas en las casas 83/3 y
mm. y un diámetro máximo de 270 mm. 83/4 en la presente campaña. Puede observarse
La decoración, en una franja de 50 mm. bajo el que, en la parte alta del estrato, aparecen algunos
cuello -bandas de surcos acanalados- enmarcan cuencos abiertos del tipo que perdurará durante
una zona decorada con cuádruple incisión, que di- las etapas posteriores, aunque simplificándose, en
buja triángulos inversos, en cuya base aparecen el sentido de desaparecer una de las dos pequeñas
punteados. Los resaltes entre acanalados se deco- asas. En ningún caso aparecen aún las asas en cin-
ran con líneas punteadas. Por la parte inferior, lí- ta y sólo hemos hallado una pequeña asa en estri-
neas verticales a modo de flecos. En un punto bo en la picada superficial, lo que parece indicar
concreto una breve banda colgante de análoga de- que, probablemente, pertenece a alguna de las va-
CORTES DE NAVARRA
sijas de la excavación de 1951, en la que, aparte portados de allende el Pirineo. Probablemente ha-
de contabilizarse más de 500 vasijas enteras, las brá que buscar esta tradición próxima en los yaci-
fragmentadas se contaban por centenares. mientos aragoneses cercanos en los que galbos ca-
Aunque predomina sin duda a la cerámica de renados y bajos aparecen con larga duración. En
superficie lisa y bruñida, quedan perfectamente un momento dado, en Cortes se acusa un abando-
documentados los acanalados y las decoraciones no de esas formas para entrar en una producción
incisas, como consecuencia de una tradición alfa- cerámica más estandarizada, hecho que coincide
rera específica. No ha sido hallado ningún frag- con la aparición de la decoración pintada en la
mento de cerámica excisa. En todo el poblado sólo fase Cortes Ha.
conocemos tres fragmentos, en ningún caso halla-
dos en relación a pisos concretos y, en consecuen-
Moldes de fundición para piezas de bronce.
cia, carentes del horizonte cultural y cronológico
que desearíamos. En este sentido, la excavación-no Aparte de los materiales cerámicos, son quizás
aporta novedades a lo ya conocido y es lástima, los moldes de fundición los restantes materiales de
puesto que la cerámica excisa en Navarra (presen- mayor interés. Se trata, como es usual, de moldes
te en Pamplona sin contexto, y en Fitero) no que- labrados en arenisca fina con una o dos valvas.
da suficientemente situada dentro de su propia ex- Destacaremos, en principio, que todos los moldes
tensión. hallados completos o sólo en fragmentos corres-
En conjunto, esa cerámica de las últimas exca- ponden, sin la menor duda, a un horizonte ante-
vaciones confirma que arranca de una clara tradi- rior al gran poblado incendiado Cortes IIb.
ción de campos de urnas con larga tradición en el Describiremos a continuación las piezas halla-
propio valle del Ebro, más que con prototipos im- das y su circunstancia.
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-'KilJRA 1 I: Dos vasijas reconstruibles de la vivienda 83/4 correspondientes a Cortes III superior. Reducido a 1/2.
FIGURA 13: Vasija típica de la casa 83/4 correspondiente a Cortes III. Reducido a 1/2.
FIGURA 14: Cuenco de cerámica lisa de la casa 83/3 correspondiente al horizonte Cortes Ha. Reducido a 1/2.
60 JUAN MALUQUER DE MOTES
FIGURA 15: Molde de arenisca para fundir un hacha-cincel de bronce hallado en la vivienda 83/3 en el estrato corres-
pondiente a Cortes III superior. Reducido a 1/2.
lúrgica a fines de la Edad de Bronce. Es bien sabi- maño parece corresponder a un niño o persona jo-
do que en el poblado del Roquizal del Rullo, en ven, podría tener cierto sentido religioso si se tra-
Fabara, con numerosos moldes de fundición, apa- taba de un «larario». Guardar ese objeto junto con
recieron todos también en la misma casa. los restantes objetos de más valor, bajo la protec-
ción de los lares familiares, podría simbolizar la
esperanza de curación antes de la introducción de
HALLAZGO SINGULAR DE UN PIE creencias religiosas más elaboradas por contacto
HUMANO DE BARRO CRUDO con civilizaciones mediterráneas.
Si exceptuamos los famosos idolillos, bien conoci- Sea cual sea el verdadero significado que pode-
dos, de este yacimiento no tenemos ninguna repre- mos atribuir a ese singular objeto, aunque sólo
sentación de verdadera escultura. Ahora podemos fuera el recuerdo de un ser querido, nos acerca a
señalar la interesante presencia de un pie humano la mentalidad espiritual de los habitantes de la ri-
de barro crudo aparecido al fondo de la casa 83/3 bera navarra en el momento de transición de la
(Lúm. III). Edad del Bronce a la Edad del Hierro. La atribu-
ción del piso de 83/3 a un momento entre Cortes
Al levantar una tinaja aplastada sobre el suelo
II y Cortes III parece clara. Los moldes de fundi-
del area, que calificamos de despensa, en el extre-
ción y las ollas decoradas con acanalados, incisio-
mo más alejado de la puerta de la vivienda, apare-
nes y punteados, son ciertamente contemporáneos
ció un objeto que de momento creímos que se tra-
de ese objeto singular.
taba de una pieza zoomorfa, quizás un morillo o
una pieza en forma de ave, etc. Al extraerlo con
las máximas precauciones, pues se trataba de una
pieza de barro crudo amasado que rezumaba una INHUMACIONES INFANTILES
intensa humedad, resultó ser un pie humano co-
rrespondiente a la pierna derecha. La pieza, con- Una vez más se confirmó en este yacimiento la
venientemente secada, carece de todo detalle ana- presencia de inhumaciones de niños de corta edad
tómico, por lo que parece deducirse que se trataría debajo del piso de las viviendas, en general al pie
de un pie calzado o envuelto de alguna forma, de las paredes laterales. En las excavaciones de
aunque no se aprecian restos de zapato o mocasín 1983 aparecieron cuatro inhumaciones. En la casa
alguno. El empeine, liso y abultado, aparece des- 83/1, por debajo del piso que correspondía a Cortes
moronado -más que roto- al comienzo de la pier- Ha y a 0,65 m. de profundidad, apareció una inhu-
na. Mide 160 mm. de largo por 130.mm. de ancho mación infantil carente de ajuar junto a la pared
y 65 mm. de grueso máximo. El arranque del tobi- oriental de la casa. También a la derecha de la
llo alcanza 30 mm. de diámetro. puerta de comunicación, entre el vestíbulo y la sala
central a un nivel inferior a la losa de umbral, apa-
No pudimos localizar ningún fragmento o sim- reció una segunda inhumación análoga.
ple mogote de barro que pudiera indicar que esa
pieza formara parte de alguna escultura mayor, También en la vivienda 83/4 aparecieron otras
por lo que parece que se trataba únicamente de la dos inhumaciones, mediada la casa, al pie de las
representación de un pie. Su verdadero sentido se paredes oriental y occidental, respectivamente.
nos escapa. Esta última conservaba como ajuar una tosca sor-
tija de piedra y cuatro cuentas de pasta amarilla y
Podría tratarse de un objeto votivo, puesto que naturaleza incierta, que no parecen de pasta vitrea.
los exvotos en forma de pie aparecen con frecuen- Quizás sean de ámbar descompuesto. No han sido
cia en «santuarios» de época protohistórica, no analizadas. La sortija tiene la forma de una sortija
sólo en la Península Ibérica sino en toda Europa de chatón, pero creemos que en realidad se trata
meridional y mediterránea. Su presencia en una de una piedra natural que lo sugería y que fue per-
vivienda no tiene una explicación clara. forada toscamente.
Sin embargo, hemos de recordar que en repeti- La documentación de la costumbre de inhumar
das ocasiones hemos observado en las casas de este los chiquillos de corta edad debajo de los pisos de
poblado (fase Cortes lib) que en las despensas, o las viviendas, ya en el horizonte de Cortes ///, es
sea, en el propio ámbito donde se acumulaban las interesante. Sabemos que, precisamente, la comu-
reservas alimenticias, aparecían objetos de singular nidad de Cortes incineraba sus muertos como lo
interés -como los pequeños idolillos- y piezas de prueba la necrópolis de La Atalaya. Costumbre
indudable valor como los collares de cuentas de análoga aparece en las comunidades ibéricas de
bronce o de pasta vitrea. Hemos admitido hipoté- nuestro Levante, tanto en Catalunya como en el
ticamente la existencia de alguna hornacina o es- País Valenciano. Por consiguiente, no puede ad-
tantería, precisamente en el tabique que separaba
mitirse que dicha costumbre sea consecuencia de
la despensa de la gran sala del hogar.
contactos con civilizaciones mediterráneas, sino
La presencia de un pie humano, que por su ta- resultado simplemente de una tradición ancestral.
62 JUAN MALUQUER DE MOTES
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fesimí
FIGURA 16: Dos moldes de arenisca para fundir una espátula, un cincel y una azuela-cincel, hallados en la vivienda
83/3 en el estrato correspondiente a Cortes III superior. Reducido a 1/2.
CORTES DE NAVARRA 63
FIGURA 17: Pieza inferior para fundir puntas de bronce. Junto con la tapadera apareció en la vivienda 83/1 en el es-
trato correspondiente al horizonte Cortes Ha. Tam. nat.
11. Recogida por A. M". RAURET. La metalurgia del 12. J. MALUQUER DE MOTES, El yacimiento hallslátlico
Bronce durante la Edad del Hierro. Barcelona 1976. citado... Estudio crítico II. Pamplona 1958 pág. 128.
64 JUAN MALUQUER DE MOTES
,4 cm
FIGURA 18: Piezas durmientes de molinos manuales hallados en las viviendas 83'3 y 83 4 en el estrato correspon-
diente a Cortes 111 superior. Reducido a 1/2.
esos poblados inferiores no permitía una interpre- niente el programar su conservación en el grado
tación general. que las técnicas actuales y las posibilidades econó-
Por último, hemos de recordar que el yaci- micas lo permitan. Ciertamente, los poblados
miento de Cortes, cuya importancia para todo el cuyas viviendas se construyen con paredes de pie-
conocimiento del primer milenio en el valle del dra son fáciles de conservar, mientras que las pare-
Ebro, no sólo mantiene el interés que señalábamos des de adobe o tapial plantean graves problemas.
hace 25 años sino que hoy lo vemos más acentua- Sin embargo, es preciso afrontar el problema o, en
do aún. De ese yacimiento, más de un tercio per- caso contrario, limitar las nuevas excavaciones a
manece absolutamente intacto, lo que habrá de las zonas centro occidentales en las que la erosión
permitir, no sólo mayores precisiones para cada y los trabajos anteriores habían levantado ya estra-
una de las fases, sino que puede ofrecer incluso tos y poblados en mayor o menor extensión. Este
sorpresas de interés para el mejor conocimiento de ha sido precisamente nuestro criterio al elegir la
todo el curso del Ebro. Por el mismo hecho de que zona excavada en 1951 para realizar los nuevos
la excavación de un poblado de esa naturaleza re- trabajos.
presente una destrucción irreparable, es conve-