Aprendizaje y Deasrrollo Infancia 1
Aprendizaje y Deasrrollo Infancia 1
Aprendizaje y Deasrrollo Infancia 1
Eva Expósito-Casas
(Editores)
Aprendizaje y Desarrollo
en la Infancia
Volumen 1
sanzy torres
APRENDIZAJE Y DESAROLLO
EN LA INFANCIA
Volumen 1
APRENDIZAJE Y DESAROLLO
EN LA INFANCIA
Volumen 1
sanzy torres
APRENDIZAJEYDESARROLLOEN LA INFANCIA (Volumen 1)
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escrito, del titular o titul ares del copyright.
Portada:
Javier Rojo Ab uín
Compos ición:
lván Pérez López
Impresión y encuade rnación :
Safekat, S.L.
Prefacio.................. .......................................................................................... x111
ESQUEMA / CONTENIDOS
BREVE INTRODUCCIÓN
1. El CEREBRO, ÓRGANO DEL APRENDIZAJE
1.1. Principales estructuras cerebrales
1.2. Hemisferios cerebra les
1.3. Interconexión cerebral
2. LAS NEURONAS , UNIDADES DE ACCIÓN DEL CEREBRO
3. NATURALEZA Y PRODUCCIÓN DEL APRENDIZAJE
ACTIVIDADES RECOMENDADAS
APRENDI ZAJE Y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volum en 1) 1
Capitulo 1. Naturaleza y produclón del aprendizaje 3
BREVE INTRODUCCIÓN
Estecap ítulo está dedicado a exponer, desde los más recientes avances científ icos,
los principales conoc imi entos acerca de la naturaleza y producción del aprendizaje.
En relación con esto, el capítulo ofrece, también , una descripción del cerebro, como
ó rgano del aprendizaje , y de las neuronas, como unidades de acción del cerebro.
Con el estudio del mismo se pretende que los estudiantes sean capaces de:
describir las estructu ras y procedimientos cerebrales subyacentes al aprendizaje.
explicar la naturaleza y producción del aprend izaje.
Anatóm icamente, el cerebro se puede dividir en tres zonas (ver Figuras 1.1 y 1.2):
1. Cerebro posterior (o rombencéfolo).
Se sitúa en la parte posterior del cráneo en posición próxima a la médula espi-
nal. Comprende las siguientes estructuras principales:
El bulbo raquídeo. Es la parte más caudal del tronco del encéfalo y se puede
decir que es la zona de conex ión entre el cerebro y la médula espinal. Incl u-
ye algunos núcleo s que contro lan funciones vitales, como la regulación del
sistema cardiovascu lar, la respiración y el tono muscular.
La protuber ancia o puente. Es un abult amiento del tronco encefálico que se
encuent ra inmedi atamente por encima del bulbo raq uídeo y está conectado
con el cerebelo. Cont iene alguno s núcl eos que tienen que ver con la regula-
c ión del sueño y la activación y con las expresiones faciales.
El cerebelo. Estásituado en la parte posterior del encéfalo, por detrás del tron-
co cerebral. Se ocupa de la coordinación motora a partir de la informa ción
v isual, auditiva, vestibular y somatosensorial que recibe de otras partes del
cerebro y, también , de la que recibe acerca de los movimientos muscula-
res individua les. La lesión del cerebelo ocasiona movimiento s bruscos poco
coordinados y exagerados y, si la lesión es suficientemente extensa, puede
hacer imposibl e, incluso , el mantenerse de pie. También ti ene que ver con
algunos aspectos de la atención y con la secuencia temporal de los aconteci-
miento s, entre otras func iones.
APRENDIZAJE Y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo L Naturaleza y pt"oduclóndel aprendiza.le
1 s
Parietal
Frontal Límbico
Occipital Occipital
Frontal
Temporal Temporal
Figura 1.1.
Principales est ructuras cerebrales .
Hipocampo
Glándula pineal
Figura 1.2 .
Vista de algunas estructuras cerebrales desde sucesivos cortes t ransversales.
APRENDIZAJE Y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volum en 1) 1
Capitulo 1. Naturaleza y produclón del aprendizaje 7
Cisura de Rolando
o
Surcocentral
Lóbulo temporal
Figura 1.3.
La corteza cerebral en visión lateraly en corte transve rsal.
Cisura de Rolando
o
Córtex Surco
motor primario central
Corteza somestésica primaria
Área premotora Área del gusto
primario
Figura 1.4.
Principales áreas de la corteza cerebral {vista lateral izquierda ).
ron pocos los programas que se idearon, sobre todo en las décadas de los 70 y 80 del
siglo xx, para desarrollar en las escuelas el cerebro izqu ierdo, considerado superior.
Actualmente , los conocimie ntos c ientíficos indican que los dos hemisferios cere-
brales trabajan de manera conjunta en relación con cualquier tarea cognitiva , aunque
desde cada uno de ellos se consiga una mayor eficiencia en determinadas caracte-
rísticas de la tarea (Dehaene, 1997; Dav idson y Hugdahl , 2002). De todas formas, la
especialización hemi sférica no está tanto relacionada con el tipo de funci ones que
puede realizar uno u otro hemisferio cerebral como con el grado en el que se dedican
a cada una de el las (He llige, 1993 ). Ni siquiera el lenguaje, que parecía tan ligado al
hemisferio izquierdo , ha resultado de su patrim on io exclusivo, como han mostrado
casos de niño s que tras extirparles a una edad temprana (a los 3 años) el hemisferio
izquierdo han tenido un desarrollo lingüístico perfectamente normal sobre la base sólo
del hemisferio derecho (Borgstein y Grootendorst, 2002) . El estudio de otros casos de
niño s con hemisferectomía izquierda o derecha (lmmordino -Yang, 2007) muestran,
igualmente , que el hem isferio cerebral conservado puede, co n la intervención edu-
cativa adecuada, compensar con eficacia la actividad típicamente desarrollada , en
cond iciones normales, por el hemisferio ausente.
El cerebro hum ano es la estructura más comp leja del universo conocido. Se esti -
ma que co ntiene unos 100.000 mi llones de neuronas -esto es equi valente al número
de estrellas que cont iene una galax ia típica - , de ellas, casi un tercio en la corteza, y
un billón de célu las gliares. [A las cél ulas gl iares o células de glía o neurogl ioci tos,
tradi cionalm ente, se les había asignado la función de servir de sostén y procurar ali-
mentación a las neuron as pero, actua lmente, cada vez son más los datos a favor de
su participación, también , en la modulación de las interacciones químicas entre las
neuronas y en el establecimiento de las conexiones neuronales (Fields, 2006)].
Las neuronas están conectadas entre sí y cada neurona indiv idual puede llegar a
establecer conexión hasta con otras 10.000 neuronas. Esto nos lleva a un número de
conexio nes total en el cerebro en torno a 10' 5; esto es, 1.000 bi llones. A partir de aquí,
el número de combinac iones conec tivas o de circuitos neuronales posib les resulta
ser práct icamente infinito; algo así como 1O seguido de diez millones de ceros, una
cantida d extremadame nte alejada de 1O seguido de 79 ceros, que es el número de
partículas que se calcu la que contiene el universo conocido.
Como se verá en el siguiente Apartado, las conexiones interneuronales se realizan
a través de fibras nerviosas y su elevado número, tantas como conex iones, hace que el
total de fibras const ituya la mayor parte de la masa cerebra l. De hecho, el cerebro de
un recién nac ido tiene, aprox imadamente, el mismo número de neuronas del de un
adulto y, sin embargo, su masa es la mitad. Toda la masa adiciona l del cerebro adulto
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APR ENDI ZAJE Y DESARR OU. O EN LA INFANC IA (Volumen 1)
Capitulo 1 . Naturaleza y producl6n de l aprendizaje
neuronas} con las que están conectadas, y fruto del complejo juego de interconexiones
neurona les (en e l que juegan un papel fundamental los circuitos de reentrada , que
posibilitan el intercambio cont inuo de señales paralelas entre áreas del cerebro con
conexiones recíprocas permitiendo, de ese modo, la sincronización y coordinac ión
general de la actividad de dist intos grupos de neuronas activas distribuidas entre nu-
merosas áreas funcionalmente especializadas del cerebro y es la base de la integración
de los procesos perceptua les y motores} pueden, finalmente, activarse determinadas
neuronas eferentes que producen una respuesta comportamental concreta . El compor-
tamiento y sus efectos p roveen de nueva información al cerebro, que sirve de retroali-
mentación para ajustar las respuestasa un cada vez mayor éxito adaptativo.
Toda esta actividad cerebral co nsiste, en definitiva, en la activación de determina-
dos circu itos neuronales de entre los prácticamente infinitos posibles. La producción
de estos determinados circuitos depende de la intensidad de las conexiones sinápticas
establecidas ent re las neuronas y esta intensidad, a su vez, es producto de la historia
de comunicación sináptica de unas neuronas con otras.
La historia de expe rienc ias del sujeto en su interacción con el medio equivale, a
nivel neuronal, a una particular historia de comunicac iones sinápticas. Aquellas neu-
ronas que ent re sí han tenido una gran comunicación en térm inos cuantitativos o cua-
litativos fortalece n su conex ión mediante el desarrollo de sinapsis más intensas que,
como se vio en el Apartado 2 de este mismo Capítu lo, se concretan en determinado s
cambios anatóm icos y fisiológ icos en los terminales (axónicos y dendríticos } celu lares
imp licados. Por el contrario, las neuronas que entre sí han tenido escasa o nula comu-
nicación debilitan paulatinamente su conexión hasta el punto de extinguirse anatómi-
camente las sinapsis.
El nivel de comunicación o de activación interneuronal es el fenóme no respon-
sable de la formación de nuevas sinapsis (lo que se conoce con el nomb re de sinap-
togénesis), del fortalecimiento o el debi litamiento de otras ya existentes, y de la eli-
minació n de aquellas no utilizadas. Pero este nivel de comunicación o de activac ión
interneuronal no sólo tiene consecuencias sobre las sinapsis sino, además, sobre las
neuronas completas. Las neuronas que han ido perdiendo actividad en sus d iversas
sinapsis pueden, con el desuso, llegar a morir. Por el contrario, la gran activación ex-
perimentada por las neuronas de determinada área cerebral favorece el nacimiento de
nuevas neuronas (lo que se denom ina neurogénesis ) en ese área.
Todas estas posib ilidades de cambios anatómicos y fisiológicos en el cerebro se
conoce con el nombre de plasticidad neuronal o neuroplasticidad , y es la base del
aprendizaje (Kandel et al., 1996 ). El cerebro conserva su p lasticidad a lo largo de toda
la vida y ello posibilita que el aprendizaje tenga lugar, también , a lo largo de toda ella
aunque, en cada etapa del ciclo v ital, se produzca de forma algo diferente.
El cerebro, po r tanto, lejos de ser un órgano estático, está cont inuamente cambian-
do en respuesta a las demandas ambientales. Continuamente está creando nuevas si-
napsis, el iminando otras, fortaleciendo las más usadas y debilitando las menos activas;
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APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 1 . Naturaleza y producl6n del aprendizaje
ACTIVIDADES RECOMENDADAS
1. Sobre un mapa del cerebro, sitúe Vd. las estructuras de l cerebro posterior estu-
diadas en el Capítulo.
2. Ídem respecto de las estructuras del cerebro medio.
3. Ídem respecto de las estructuras del cerebro anterio r.
4. Dibuje sobre un mapa del cerebro las tres grandes ordenaciones topológicas de
la interconexión cerebral.
5. Dibuje dos neuronas en conexión sináptica y señale las princip ales estructuras
de cada una de ellas.
6. Realice un resumen escrito de l proceso de co muni cac ión sináptica.
7. Acceda a alguna de las rep resentaciones del cerebro en 3D disponibles en el
Curso Virtual e identifique las distintas estructuras cerebrales estud iadas en el
Capítu lo.
8 . Realice una exposición escrita , utilizando sus palabras, acerca de la naturaleza
y producción del aprendizaje.
9. Haga un listado con aq uellas cuestiones tratadas en el Capítulo que más le han
llamado la atenc ión. Respec to de cada una de ellas, respo nda: ¡Por qué le ha
llamado la atención especialment e?¡Qué conocimie ntos, creencias o ideas pre-
vias tenía al respecto?
1O. Como profesional o futuro profesional de la educac ión, ¡Qué le ha apo rtado
este Capítulo en orden a la mejora de la educación? Arguméntelo en forma de
ensayo.
Aprendizaje en la
infancia
ESQUEMA/ CONTENIDOS
BREVE INTRODUCCIÓN
1. ESTRUCTURAS Y PROCEDIMIENTOS DEL APRENDIZAJE EN LA INFANCIA
2 . PERÍODOS SENSIBLES
3 . PROMOCIÓN DEL APRENDIZAJE EN LA INFANCIA
ACTIVIDADES RECOMENDADAS
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Cap itulo 2 . Aprendizaje en la Infancia
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BREVE INTRODUCCIÓN
posibil ita a los axones una velocidad de transmisión que puede llegar a ser hasta 100
veces superior a la de los axones no aislados. Se puede decir, por tanto , que las co-
nexiones neurona les son realmente operat ivas a partir de que están mielini zadas. Este
proceso de mieli nizac ión ocurre a buen ritmo durante los primeros años postnatales,
de modo que a los 6 años el cerebro ya ha alcanzado, aproxim adamente, el 90 por
ciento del tamaño adulto.
El crec imi ento sináptico y la mielinización, sin embargo, no ocurren al mismo
tiempo en todas las partes del cerebro, sino que cada zona sigue una secuenci a tem-
po ral dif erente (Goswami, 2004b ). De este modo , las áreas de la corteza cerebral
responsables de la elaboración primaria de la información sensorial procedente de
los sentidos (áreas sensorial es pr im arias) y las responsables de los mov imien tos más
elem entales (áreas motoras primarias) se encuentran en gran parte mielinizadas en el
momento de nacer, así como partes del cerebelo, el tálamo y las fibras que conectan
la corteza y los ganglios basales con la médula espinal y los nervios periféricos a través
de los que se controlan las diversas func iones corporales, co mo la respiración y la re-
gulación de los ritmos cardíacos. Esto posibilita al recién nac ido realizar una serie de
funciones que son vitales para su superviv encia inicial, como las relacionada s con la
respiración, los c iclos de sueño y vigilia, el ll anto, la succ ión y digestión, el reconoci-
miento del olor y de la voz materna, y la realización de mov imient os motores básicos
de las extremidad es superio res e inferio res.
Posteriormente, durante la infancia , tiene lugar la mieliniza ción de las áreas secun-
darias situadas en los lóbulos occ ipitales, temporales y parietales de la corteza, que
se enca rgan de integrar y elaborar la informa ción proceden te de las áreas sensoriales
y motoras primarias, con lo que se consigue una cada vez mayor y mejor actividad
interactiva con el medio ambiente.
Finalmente, en la adolescencia la mieliniz ación alcanza a los lóbulo s frontales,
donde se produ ce el máximo nive l de procesamiento de información, aunque algunas
de sus zonas (la parte prefront al, fund amentalmente) se compl etan y, por tanto, con-
siguen unirse fun ciona lmente de manera total con el resto del cerebro bien entrada la
juventud.
Se acaba de decir q ue, en el instante del nacim iento, el ser humano tiene aproxi-
madamente el mi smo número de neuronas que tendrá su cerebro adulto. Sin emb argo,
du rante el proceso de neurogénesis prenatal llegan a produci rse, como se indic ó en el
anterior Capítulo, muchas más neuronas de las presentes en el momen to del nacimien-
to. De ellas, no obstante, só lo sobrev iven las que han llegado a establecer conexiones
con otras neuronas. Estasconex iones están genéticamente dirig idas pero, tamb ién, son
dependi entes del med io ambiente intrauterino, que está caracterizado por la nutric ión
materna, producc ión hormonal materna, consumo de sustancias psicoactivas, niveles
de estrés y estilo general de vida de la madre. Como han demostrado d iversos estudi os,
el feto en el vientre materno es, además, capaz de captar estímulos olfativos y gusta-
ti vos presentes en el líquido amniótico y de reaccionar ante ellos; como así, también,
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volum en 1)
Cap itulo 2 . Aprendizaje en la Infancia
l
2s
en relación con los estímulos táctiles que lo rodean y en relación con los sonidos que
se producen tanto dentro como fuera del cuerpo materno (Lecanuet, 1996; Kisilisky
et al., 2004; Schaal, 2000; Spitzer, 2002a ). Como además prueban estos estudios, los
aprendizajes adquiridos relacionados con estos estímulos se mant ienen y son recorda-
dos después del nacimien to.
El conjunto de conexiones o aprendizajes establecidos en la etapa prenatal cons-
tituye la base sobre la que se irán incorporando los nuevos aprendizajes tras el naci-
miento . El cerebro al nacer está lejos, por consiguiente , de ser una tabula rasa y la im-
po rtancia de este bagaje hace realmente esenciales todas las precauciones y cuidados
relativos a la alimentac ión, estilo de v ida y b ienestar materno durante el embarazo .
Tras el nacimiento se produce tal espectacular proliferación de conexiones entre
las neuronas que el número de conexiones del cerebro de un bebé puede llegar a ser
el doble del de un adu lto. A lo largo del segundo y tercer año de vida se produce una
impor tante poda de estasconexiones, en el transcurso de la cual sólo sobreviven aqué-
llas que, debido a su activación, han logrado consolidarse. Estaactivación es producto
de la interacción entre factores genéticos y ambienta les, que es única para cada niño,
po r lo que la red resultante de conexiones fuertemente establecidas entre neuronas es
tamb ién específica de cada individuo (Reid y Belsky, 2002; Rutter, 2002 ).
Esta red de aprendizajes es la base desde la que se analizarán las posteriores ex-
perienc ias y desde la que se irán inco rporando nuevos aprend izajes al sistema, el
cual, a su vez, va evolucionando y modificándose en su globa lidad conforme dichas
incorporaciones se van produc iendo. Las experiencias de los primeros años son, por
consiguiente, de una gran importancia porque, aunque el programa genético di rija el
proceso de conexiones, es la exposición reiterada a determinados estímulos la que, en
interacción con aquélla, determina las conexiones que salen fortalec idas del proceso
de poda. Sólo las sinapsis que han mantenido actividad se consol idan y esto es depen-
diente del tipo de información procesada, que conl leva una especial implicación de
unas determinadas neuronas sobre otras. Una rica red de conexiones (de aprendizajes)
puede ser promovida, en consecuencia , desde el manejo de una variada y abunda nte
información asociada a un entorno experiencia lmente apropiado desde el nacimiento .
Igualmente, el proceso de mielinización parece depender, también , de la experiencia
(Stevens y Field, 2000 ).
2. PERÍODOS SENSIBLES
quirirse en momentos posteriores del desarrollo fuera de esos períodos óptimos pero,
generalmente, el lo conlleva más tiempo y más recursos cognitivos, con implica ción de
áreas cerebrales distintas y, además, los aprendizajes pueden no ser exactamente del
mismo tipo y no ser tan efectivos (Blakemore y Frith, 2005). Esta posibilidad de apren-
dizaje fuera de sus correspondientes períodos óptimos ha llevado a que actualmente
se denomine a estos momento s como «período s sensibles» en lugar de mantener la
ant igua denominación de «períodos críticos», dado que esta última parece encerrar
la idea de excl usividad y, por tanto, la imposibilidad de aprendizaje traspasados los
límites de su correspondiente lapso temporal.
Los períodos sensib les son momento s en el desarrollo del cerebro en los que se
da una elevada plasticidad en determinadas zonas cerebrales, que permite que las
experienc ias interactivas con el ambiente produzcan, entre las neuronas implicadas,
conexiones (aprendizajes) permanentes y a gran escala con gran facil idad (lto, 2004).
Es fundamental, por consiguiente, que du rante esos períodos se faciliten las oportu-
nas experiencias para que se establezcan circuitos neuronales especializados en el
procesamiento , integración y almacenamiento de determinados tipos de informa ció n,
los cuales, una vez mielinizados, lo que les confiere una mayor func ionalidad (mayor
velocidad y efic iencia en la tranmisión de la información), queden fijados de manera
permanente.
El importante desarrollo cerebral, en términos del establecimiento de aprendizajes
(conexiones neuronales), que tiene lugar, promovido por la experiencia, durante los
períodos sensibles, dota al individuo de mayores posib ilida des de aprendizajes futu-
ros relacionados con los anteriores; es decir, las experiencias de un determ inado tipo
desarrollan el cerebro en un determinado sentido y este mayor desarrollo cerebral po-
sibilita afrontar nuevas y más complejas experiencias en esa línea, con la consigu iente
formación e integración de nuevos aprendizajes que dan como resultado, a su vez,
un mayor desarrollo cerebral para afrontar otras experiencias más complejas y, así,
sucesivamente. Se produ ce, en consecuenc ia, una continua retroali mentación entre
experienc ia y desarrollo, entre aprendizaje y capacidad de aprender.
Parece ser que los dos p rim eros años tras el nacimiento son especialmente sensibles
para el establecimiento de co nexion es neuronales importante s para el control motor,
el desarrollo del lenguaje, la modulación de las emoci ones, los procesos de atención
y percepc ión, y para el desarrollo social (Davies, 2002).
En relación con el lenguaje, que ha sido uno de los fenómenos hasta ahora más
estudiados, los hallazgos indican que el primer año de vida extrauterina es un período
extremadamente sensible para el aprendi zaje de los sonidos del habla. Durant e los pri-
meros meses tras el nacimiento, los bebés son capaces de distinguir igual de bien los
sonidos de cualquier idioma; sin embargo, hacia el fina l de ese primer año, se pierde
la capacidad para discr imin ar entre sonidos a los qu e no han sido expuestos, en tanto
que se aumenta la finura con la que se distinguen los sonidos de la lengua materna
(Cheour et al., 1998; Dehaene-Lambertz et al., 2002; Werker, 2002).
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFAN CIA (Volum en 1)
Capitulo 2 . Aprendizaje en la Infancia
127
fueron operados al filo de los 9 meses (la operación no se realizó antes para evitar ries-
gos médicos), aunque desarrollaron rápidamente la visión y aprend ieron a discriminar
rostros, la capacidad para distinguir finamente entre detalles faciales quedó mermada
de forma permanente.
Durante los p rim eros años infantiles se produce , en definitiva, una verdadera explo-
sión de aprendizajes en el cerebro y muchos de ellos tienen lugar, de manera óptima,
en determinados momentos (períodos sensibles), como los relacionados con algunos
aspectos del lenguaje o co n el reconocimiento de caras. Si esto no es así, los aprendi-
zajes relativos a esas cuestiones pueden ocurrir también en otros momentos pero, en
absoluto, serán exactamente equivalentes a aquéllos.
Aparte de las deficiencias alimentarias e higi énicas, los factores de riesgo más sig-
nificativo s asociados con el deterioro del desarrollo infantil tienen que ver con la falta
de relación afecti va y de cuidado personal indi vidu ali zado, co ntinu ados a lo largo del
tiempo , por parte de un adulto; con la falta de relacione s sociales facilit adoras de la
conversación y el juego recíproco; con la ausencia o desvirtuación de los principios
mo rales en el ento rno de crianza, situació n favorecedora de conductas desadaptativas;
y con un mal clima social entre los miembros del grupo fami liar o del grupo social
encargado de la crianza, en cuyo marco el niño es co ntinu amente util izado de chivo
expiatorio o como centro de descarga de la negativi dad del grupo (ibídem ). Estas si-
tuaciones, evidentemente, deberán ser evitadas a toda costa o corregidas de manera
inmediata si en algún momento han llegado a producirse . Los servicios sociales com-
petentes tienen aquí una labor prioritari a.
Las condicione s ambientales adecuadas deben de estar presentes ya en la etapa
fetal y, en este sentido, son muy importantes las medid as dir igidas a propo rcionar a
las futuras madres una alimentaci ón rica y equili brada, condicione s de vida higié nica,
prot ección contra las enfermedades infecciosas, evitac ión del consumo de neurotoxi-
nas, ev itación de la exposició n a contaminantes, evitació n de situacio nes estresantes,
y cuidado de su salud general. Entre las acciones que los organismos sociales compe-
tentes deben emprender para hacer efectivas esas medidas deberá estar, sin duda, la
formación de las futur as madres para su autoc uidado , que se ha constatado como uno
de los factores más influ yentes en el correc to desarrollo fetal.
Tras el naci miento, la promoción del aprendizaje tiene que ver con la facil itac ión
de un ento rno capaz de propo rcionar las múltiples y variadas experiencias que garan-
ti cen el extraordinario desarrollo propio de estos años. Esto no qui ere decir que haya
que situar a los niñ os en entornos artific ialmente enrique cido s en exceso. En tanto
que sí que hay datos concl uyentes acerca de los efectos perniciosos de los ambi entes
empobrec idos, no hay pruebas de que los ambientes sobreenriq ueci dos aporten be-
neficios extras al desarrollo cerebral (Blakemore y Frith, 2005), com o tampoco existen
evidencias acerca de las pretendidas bondades de multitud de productos y programas
que se comercializ an bajo el reclamo de que incrementan la inteligencia de los niños
(Goswami, 2004, 2005).
Asegurada la protección frente a los factores de riesgo antes citados, son importan-
tes las actuaciones diri gidas a facilit ar oportunid ades de juego y de interacción social
con los iguales (y con adulto s); situaciones que promuevan experiencias diversas de
escucha y habla del lenguaje; dife rentes modelo s adultos positivos; la expresión y sa-
ti sfacción de la curio sidad infantil ; y la comprensión co ncept ual y la habilid ad verbal
para describir las experiencias pasadas y el mundo circunda nte.
Desde el contexto escolar es también muy import ante relacionar el aprendizaj e
form al co n el rico y mayoritario aprendizaje informal propio de estas edades; escu-
char a los niños; establecer líneas de coor dinació n con los padres y demás miembros
de la famili a; celebrar la diversidad; proceder desde lo simple a lo comp lej o (sólo se
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volum en 1)
Cap itulo 2 . Aprendizaje en la Infancia
131
aprende lo que se puede procesar y, en los primeros años, el cerebro sólo es capaz de
procesar estructuras simples; conforme se va desarrollando irá siendo capaz de pro -
cesar con tenidos cada vez más co mpl ejo s); proporcionar instrucc io nes específicas; y
emplear estrategias de recuerdo y de repeti ció n. [Recuérdese que el forta lecimiento de
las sinapsis se cons igue mediante la repetida activación de esas sinapsis. Las co nexio-
nes que no se utili zan se pi erden o se deb ilit an, en tanto que las co nex iones que son
frecuentemente uti I izadas se vue lven cada vez más robu stas y eficientes . El aprendiz a-
je se logra medi ante la formación de nuevas sinapsis o medi ante el fortalec imient o o
el debil itamiento (o extinción ) de otras existentes, y todo ello es produ cto de la expe-
rienci a. Se puede decir, en definit iva, que el cerebro es esculpido por la experie ncia].
321 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 2. Aprendizaje en la Infancia
ACTIVIDADES RECOMENDADAS
1. El cerebro de un recién nacido está lejos de ser una tabu la rasa. ¡ Por qué?
Razone su respuesta.
2. ¿Qué expresión le parece a Vd. más adecuada , la de «período crít ico» o la de
«período sensibl e»? Razo ne su respuesta.
3 . Confecc ione Vd. un listado de medidas dirigidas a promocionar el aprendizaje
en niños de Educación Infantil de O a 3 años.
4. Ídem en niños de Educación Infantil de 4 a 6 años.
5. Haga un listado con aquella s cuestio nes tratadas en el Capítulo que más le
han llamado la atenc ión. Respecto de cada una de ellas responda: ¡ Por qué le
ha ll amado la atención especia lm ente?¡Qué conoc imi entos, creencias o ideas
tenía al respecto?
6. Como profesiona l o futuro profesiona l de la educación, ¿Qué le ha aportado
este Capítulo en orden a la mejora de la educa ción? Argumé ntelo en forma de
ensayo.
Condicionantes del
aprendizaje
ESQUEMA/ CONTENIDOS
BREVE INTRODUCCIÓN
1. ESTIMULACIÓN AMBIENTAL
1.1. Desarrollo, maduración y aprendizaje
1.2. El modelo bioecológico de desarrollo humano
1.3. Macrosistema, cronosistema y Estado de bienestar
1.4. Microsistemas familiar y escolar
1.5. El entorno no compartido y los iguales
1.6. La educación infanti l
1. 7. La atención temprana
2. ATENCIÓN
2.1. Redes atencionales
2.2. ¿TDAH?
3. EMOCIÓN Y MOTIVACIÓN
3.1. Respuesta de estrés y cerebro emocional
3 .2. Aprendizaje emocional o asociativo
3.3. Autorregulación emocional
3.4. Motivación intrínseca y extrínseca
3.5. El juego
4. SUEÑO
4.1. Fases del sueño
4.2. De los O a los 2 años
4.3. De los 2 a los 6 años
4.4. Importancia del sueño
5. ALIMENTACIÓN
5.1. Algunas necesidades nutricionales del cerebro
5.2. Ventajas y riesgos para el desarrol lo
6. EJERCICIO FÍSICO
6.1. Beneficios para el cerebro
34 1 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
BREVE INTRODUCCIÓN
1. ESTIMULACIÓN AMBIENTAL
Tabla 3 .1
Etapas del desarrollo vital humano según distintos autores en distintas épocas de la
historia .
MHIE Periodosvitales
El desarrollo hum ano ontogenét ico implica tanto procesos de crecimien to (de me-
jora y complejizac ión ) como procesos de deterioro o de regresión (desarrol lo regresi-
vo). Ya lo adv irtió el gran humani sta español Juan Luis Vives (1538 ), uno de los filósofos
precursores tanto de la Pedagogía como de la Psicología , cuando señaló lo sigu iente
dentro de su libro Oe Anima et vita («Sobre el Alma y la vida »): «Vemos que todos los
v ivientes crecen hasta un cierto momento y que la mayoría de ellos engendra otro s se-
res semejante s a sí; de ahí que a la 'facu ltad nutriti va' se ha añad ido en todos 'la acre-
centadora ' y en la mayoría ' la generativa' [ ... J Como hemos afirmado que la facultad
de acrecentarse existe en tod os, así afirmamos que no existe siempre, porque los seres
que han crecido detienen e l crecim iento y vuelven para atrás, pues disminuyen y, por
381 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
así decirlo, se encogen como antes, al aumentar, se habían extendido » (p. 49 ). De aquí
se deriva que aunque es frecuente tratar desarrollo y crecimiento como sinónimos ,
en sentido estricto no debería ser así, pues puede existir desarrollo que no implica
crecimiento , sino más bien lo contrario , esto es, procesos de decrecimiento , declive
o deterioro, como ocurre prog resivamente desde la vida adulta y de forma acusada
desde la denominada tercera edad.
Una clásica dualidad o dicotomía , o también podríamos dec ir un clásico debate o
«par de alternat ivas polémi cas», en las Ciencias del Desarrollo y en las Ciencias del
Aprendizaj e, es e l tándem maduración -aprendizaje como par de variables en fun ción
de las cuales tiene lugar el desarrollo. Esdecir, ¿el desarrollo se produce como conse-
cuencia de la maduración o como consecuencia del aprendizaje? Una respuesta sinté-
ti ca con acumu lado aval científico hasta el momento es que «este desarrol lo es guiado
al mismo tiempo por la biología y la experiencia » (OCDE, 2007 , p. 37 ). Por ejemplo ,
¿Un niño llega a hablar con fluidez por maduración o por aprendizaje? Esprec iso que
madur e su aparato fonador y el área de Broca de su cerebro para poder hablar, pero
eso sería insuficiente si no se crece escuchando el habla humana. Otro ejemp lo: ¿Una
niña llega a dibujar la figura humana por maduración o por aprendizaje? Se requiere
una madu ración de la motri cidad gruesa y de la motricidad fina, pero tambi én la ex-
periencia de trazar y dibujar , haber visto algún modelo, y la motivación para hacerlo.
Otro ejemplo más: ¡Una niña a un mes de cumplir los 6 años pregunta a sus padres
«¡por qué existimos, para qué sirve la vida?» como consecuencia de que su cerebro
ha madurado o como consecuencia de lo aprendido en su experiencia vital , o qu izás
como consecuencia de la interacción de ambos factores?
La maduración representa solamente una parte del proceso de desarrollo , y consis-
te en el despliegu e de modos de conducta y vivencia predetermin ados o guiados ge-
néticamente (aunque dependientes de la estimulación ambienta l apropiada ) que cons-
titu yen un prerrequisito biológico para los cambios de actividad y de conducta que se
observarán posteriormente , es decir, un prerrequisito para el aprendizaje. Al hablar de
maduración se alude al conjunto de cambios del organismo como función de procesos
int rínsecos o endógenos del organismo (usualmente genéticos), «los cuales, aunque
no ocurran con independencia de c ircunstancias externas, están menos directam en-
te relacionados con cambios externos específicos antecedentes» (Carmichael , 1936,
p. 465 ), tales como serían un cierto estímulo ambiental o una experiencia concreta .
Entre tales cambio s está el c recimi ento del cuerpo para el desarrollo corporal , y la
maduración de l sistema muscular y nervioso, como también los cambios madurativos
relacionado s con las glándulas endo crinas, para el desarrollo psíquico (Dorsch, 1996 ).
Los cambios madurativos establecen un desarrollo físico, orgánico , del cuerpo y de sus
compon entes, que impone al mismo tiempo oportunidades y también lim itac iones al
cambio y al aprendiza j e en cada momento de la vida de la persona.
Es popular la idea de que hay una relación de causa y efecto entre la genética y
el comportamiento , pero esta creencia implicaría puro determinismo absoluto , como
si los genes «determinaran » o «d ecidieran » de forma irremediab le lo que va a ser el
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
139
compo rtamiento de una persona. Los genes pon en condiciones al desarrollo, lo condi-
cionan, pero no lo determinan, no establecen firmemente todos los detalles de cómo
va a ser el desarrollo. Digamos que la genética establece un margen de posibil idades.
Un ser humano, por su genética, no va a desarrollar alas, y en ese sentido hay una
limitación genética cualitati va (de cualida d a heredar, en términos dicotómicos , tener
o no tener alas). Pero en variab les psicológicas como, por ejemp lo, la inteligencia o
la intro versión, la genética marca un potencial, un margen cuantitativo de desarrollo,
un potencial para alcanzar más o menos inteligencia, más o menos introversión . La
influencia ambiental (ojo , desde el útero materno) marcará el alcance de un mayor o
menor grado de inteligencia o de introversión.
Un gen o varios genes no activa n directament e el comportam iento o el rasgo ca-
racterístico de una persona, sino que un gen, que consiste en una secuencia de ADN ,
posee la información (o programación ) para la producción de una o varias proteínas
que posteriormente afectarán a distintos procesos físicos y mentales, pero la expresión
(ejecución o puesta en marcha) de un gen, es decir, la activación del proceso para la
síntesis de esas proteínas, es dependiente de muchos factores, pero especialmente de
factores ambientales (OCDE, 2007 ). Di gamos que la herencia genética de cada uno de
nosotros no es un programa de diseño perfectamente cerrado, rígido y exacto de cómo
vamos a ser y de qué seremos o no capaces de hacer, sino un programa de diseño con
alguno s márgenes de variación en función de cómo sean las experiencias de relación
con el medio ambien te en dist intos mom entos de nuestra vida, incluso desde antes de
nacer, desde la misma concepc ió n. Esos márgenes de variación o de susceptibi lidad
a la estimulación ambiental también pueden ser distintos en unas personas y en otras.
El desarrollo es un proceso pre-organizado con una evolución prescri ta por los
genes, un cie rto calendar io madurativo , pero abierto a las influencias del ambiente,
aunque no de manera ilimit ada, sino dentro de unos márgenes preestablecidos en
la herencia que la persona recibe de sus padres en la concepc ión (Gaysina, 2022;
Palacios y Mora, 1993). Por ejemplo, según sabemos, la herencia de una persona no
establece de forma exacta que su cociente intelectual (CI) en la adolescencia será de
11O o de 115, sino más bien que su cerebro, siempre y cuando reciba los cuidados y
la estimulación aprop iados en su vi da intrauterina , en el parto, en el postparto, y en su
infancia, podrá logra r un desempeño cognit ivo equ ivalente aprox imadamente a un CI
dentro de, digamos, la horquilla 90-120. Algo parec ido ocurre , por poner otros ejem-
plos dispares, con la caída de los dientes de leche, con la expresión oral de la primera
o ració n, con la elaboración de la primera mentira intencionada , con la aparición de la
primera muela de jui cio, con la máxima estatura adulta alcanzada, con la apari ción de
la menarquía (la primera regla), o con los cambios en la maduración de la corteza pre-
frontal que posibilita las mejoras en la capacidad de autorregulación emocional a lo
largo de la adolescencia. Todo esto está programado genéticamente, pero el momento
exacto en que se produzca cada hito en el desarrollo de una persona, y la calidad de
los procesos de cada hito dependerán de circunsta ncias ambie ntales que aceleren,
retrasen, optimicen o entorpezcan los mismos.
40 1 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
Tabla 3.2
Extracto del apartado •La educación de la inteligencia• del libro •Las ideas modernas
acerca de los niños•, de Alfred Binet (1909).
•Después del mal, el remedio; después de la comprobación de los desfallecimien tos intelec-
tua les de todas clases , pasemos a su tratamiento. Suponemos , para poner la dificultad en
toda su amplitud, que hemos descubierto con certidumbre en uno de nuestros alumnos una
incapacidad desoladora para comprender lo que se dice en clase; el niño no puede ni com-
prender bien, ni juzgar bien, ni imaginar bien; si no es un anormal, resulta por lo menos un
caso de atraso escolar muy acentuado. ¿Qué hacer de él? ¿Qué hacer por él?
Si no se hace nada, si no se interviene activa y útilmente, va a continuar perdiendo su tiempo,
y comprobando la vanidad de sus esfuerzos , acabará por desanimarse. El asunto es muy gra-
ve para él, y como no se trata aquí de un caso excepcional, puesto que los niños que tienen
una comprensión defectuosa son legión, se puede decir que el asunto es grave para todos
nosotros, para la sociedad: el niño que pierde en clase el amor al trabajo, corre mucho riesgo
de no adquirirlo al salir de la escuela.
He comprobado con frecuencia y con profunda pena que existe una prevención frecuente
contra la educabilidad de la inteligencia. El proverbio de familia que dice que •cuando uno es
bestia lo es para mucho tiempo , parece toma rse al pie de la letra por maestros sin crítica;
éstos se desinteresan de los alumnos a quienes falta inteligencia; no tienen para ellos ni sim-
patía ni siquiera respeto, porque su intemperancia de lenguaje les hace decir delante de tales
niños cosas como ésta : • Es un muchacho que nunca servirá para nada ... está mal dotado , no
tiene inteligenc ia•. Yo he oído muchas veces estas palabras imprudentes. Cotidianamente se
repiten en las escuelas primarias y también en las secundarias .
[...]
Debemos protesta r y reobrar contra este pesimismo brutal; vamos a demostrar que no se
funda en nada.
[ ... ] (la psicología experimental ) nos demuestra ciertamente que todo lo que hay de pensa-
miento y de función en nosotros es suscept ible de desarrollo • .
por el contrario, constituyen la condic ión previa y necesaria de toda enseñanza. Sin
embargo, también reconocía Piaget que una condic ión necesaria no es siempr e sufi-
ciente y es fácil mostrar que la maduració n no es el único factor en juego en el desarro-
llo. Así, «la madu ración del sistema nervioso se li mit a a abrir posibi lidades exclu idas
hasta ciertos niveles de edad, pero falta actualizarlas » (Piaget, 1965, p. 47). Como han
subrayado Blakemore y Frith (2005), aunqu e es probable que los genes desempeñen
un papel impo rtante en el aprendizaje y en las discapacidades para el aprendizaje , «la
programación genética no basta para que se produzca el desarrollo norma l del cere-
bro. También se requie re la estim ulación ambiental» (Blakemore y Frith, 2005, p. 27).
En definitiva , gracias a las pruebas de la investigación científica, cabe concl uir desde
hace ya t iempo, que la presunta oposición maduración vs. aprendizaje representa en
reali dad una falsa dicotomía , un falso dilema, un debate falaz, como lo es también la
oposic ión naturaleza vs. educació n, dado que en todo mome nto en el desarrollo, lama-
duración y el ambiente son interdependientes, la maduración cond icio na el aprendizaje
que pueda darse, el ambiente condiciona la adecuada maduración , y las experiencias
de aprendizaje estimulan, ju nto a los cambios madurativos, pero a veces también a pesar
de ellos, el desarrollo (Anaya, 2009; Gaysina, 2022; OC DE, 2007; Rabinowitz, 1987).
En el Anexo IV (O rientaciones metodológicas y para la evaluación) de la Orden
EFP/60 8/2022, de 29 de junio , por la que se establece el currículo y se regula la orde-
nación de la Educación Infanti l en el ámbito de gestión del Ministe rio de Educación
y Formación Profesional, se presenta un apartado tit ulado «Desarrol lo y aprendi zaje:
dos vertie ntes indi sociables», que se sintetiza la relación entre ambos conceptos en los
siguientes términos:
Algu na vez se ha afir mado que el mejor mome nto para intervenir en la educac ión
de un niño es 100 años antes de su nacimiento. Esta llam ativa afirmación subraya la
importancia del co ntexto o ambiente previo a la conce pción, que afecta no solamente
a la vida, salud y educación de los padres del niño , sino también al contex to histórico
y cultura l de generaciones anteriores, pues todo sinérgicame nte afecta como caldo de
cultivo en el que ese niño v iene al mundo.
Afo rtunadamente, en los últimos años podemos apreciar una crecie nte preocu pa-
ción internacion a l por optimi zar las prácticas de cu idado y educac ión de la infanc ia,
que han dado lugar a distinto tipo de recomendaciones de intervención a tener en
cuenta en todos los países. Una muestra de esta preocupación internacio nal se sinte-
ti za en la Figura 3.1, en la cual se resumen las intervenc iones basadas en la evidenc ia
Planificación fam iliar Atención prenata l de rutina y Atenció n rutin aria al Prevención y tratamiento de Prevención de enfermedades
Nutrición nutr ición prenata l parto y al nacimiento enfermedades neonatales infecciosas
periconcepcional Prevención, diagnóstico y Gestión de las Atención dom iciliaria saludable Detección y gestión de enfermedades
tratamie nto de las infecciones compl icaciones del y apoyo nutricional infantiles
maternas parto Promoción de la alimentación Programas de atención y educación
Evaluación y gest ión de la Atenció n inmediata al óptima del lactante y del niño infantil de alta calidad
salud y el crecimie nto del feto recién nacido pequeño
Gestión de las complicaciones Programas de atención y
del emba razo educación de alta calidad para
la primera infancia
Adolescencia y
Primer
Embarazo
Segundo Tercer
I Parto y nacimiento
(inicio del parto y 3 J)fimeros días)
I Neonatal
(primera semana y
Infancia
(1-23 meses)
Niñeztemprana
(24-60 meses)
Edad escolar
(5-10 años)
adultez
Trimestre Trimestre Trimestre primer mes)
10 12 14 16 >180 4 8 12 16 20 24 28 32 36 40 24 48 72 1 2 3 4 6 12 18 24 3 4 5 6 8 ·, 10
Años Semanas Horas Semanas Meses Años
Intervenciones a lo largo de la vida
1
!2
Prog ramas de cr ianza Salud mental y bienestar Prot ecci ón soci al Ag ua, sa neami ento e higi ene -<
~"
-..1:l
Estimu lación psicosocial
Crianza positiva y
matern o
Evaluación y tratam iento de
la ansiedad, la psicosis y la
Transferencias
monetarias
condicionadas
que afectan a disti ntos aspectos del cu idado de los/as niñ os/as. Según sea el momento
evoluti vo conv iene garantizar unas acciones u otras para p romover el buen desarrollo
de los/as niños/as. Todas las cuestiones incluidas en la Figura 3. 1 constit uyen variables
relevantes para el correcto desarrollo en la infanci a, y que, de forma inter y mult id isci-
pli nar, co nvie ne atender cuidadosa y profesiona lmente.
En los años 70 del s. XX, Urie Bronfenbrenne r (1974) propuso su teoría del desarro-
llo humano , la cual se ha convertido , con el paso de los años, en un marco conceptual
y teórico útil para profesio nales de la psicolog ía, la sociol ogía y la educació n (Kelly y
Cough lan, 20 19; Maunder , 2022) . El modelo bioeco lógico es un sistema teórico que
se ha experimentado d iversas actuali zaciones (Bronfenbrenner y Morris , 2007), y que,
hoy en día, es amp liamente aceptado como un marco de referencia teórico tanto para
el estudio cie ntífico del desarrollo ontogenético como para la intervención educati-
va, bajo la consideración de que el ambiente del niño es explícitamente co nsiderado
como un mecanismo crucial que afecta su desarrollo.
Baj o el mode lo bioecológico del desarrollo human o, el ambiente se conc ibe como
un co njunt o de cinco sistemas ecológ icos interrelacionados, que se influ yen mutua-
mente, y que, en su interacció n, y en interacción con el/ la niño/a, inciden en el de-
sarrol lo de éste/a. Estos sistemas tienen como centro al niñ o con sus caracter ísticas
personales, y los c inco sistemas están interconectados y anidados de forma que los
sistemas más ampli os contienen a los sistemas más próximos al ni ño, co mo las muñe-
cas rusas (matrioskas) o co mo las capas de una cebolla.
Una particularidad importante de este modelo es que en él se reconoce que no so-
lamente el ambiente puede ej ercer influencia sobre el niño y su compo rtamiento, sino
que el niño también puede ejercer influencia sobre su ambiente . Es decir, las relacio-
nes del niño con el amb iente (con otras personas, cosas o símbolos) son bidirecc iona-
les, lo que significa que un niño puede ser influido por otras personas de su ambiente,
pero é l tambié n puede lograr cambi ar las creencias y las accio nes de otras personas,
de tal manera que sus reacciones puedan infl uir en cómo le traten las personas a su
alrededor . Estas relaciones bidireccionales o interacciones recíprocas se denominan
«procesos proxi males». Por ejemp lo: Un padre puede tener un determinado estilo de
comport am iento habitu al caracterizado por la amab ilidad y la tol erancia con algunos
de sus hij os que son obediente s y respetuosos con los demás pero, en cambio , puede
tener un estilo de compo rtamient o y comun icac ió n bastante diferente , caracterizado
po r el estado de alerta y la intolera ncia con uno de los hijos porque este hijo muestre
habitualmente un co mportamiento di stinto al de sus hermanos, de tipo rebelde y trans-
gresor, hecho que acaba afectando a cómo sus padres se relacionan con él.
Otra particula ridad impo rtante de este modelo es que aunq ue el acento se po ne
en el ambie nte del ni ño, no se deja de recono cer el papel act ivo del propio niño en el
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1) 1
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje 45
curso de su desarrollo, en gran medida cond icionado por sus propias «características
personales». Las características personales se componen de: Disposiciones o rasgos
de personalidad (tales como temp eramento o motivación ); Recursos personales (tales
como inteligencia, capacidades, conocimientos y habilidad es); y Características de
demanda (tales como la edad, el género, la apariencia o el atractivo físico).
En cuanto a las disposiciones; por ejemplo , si acabamos de conoce r a un niño en
una reunión informal , que notamos que evita el contacto visual con nosotros y con
otros adu ltos que le hablan, y que además no ha sonreído a una primera broma que le
hemos hecho, probablemente todo ello nos inhiba de continuar haciéndole bromas o
de conti nuar la conversación.
En cuanto a las características de demanda, se refieren a aquellas otras caracterís-
ti cas que promueven o disuaden reacciones del entorno social, pudiendo fomentar o
bien desalentar procesos proximales. Por ejemplo, a una niña pequeña, a quien aca-
bamos de conoce r, con el pelo rizado de color rubio y que está vestida con un abrigo
rojo, se nos podría ocurrir decirle, bromeando, que nos recuerda a Caperucita Roja o
a Ricitos de Oro. Según sea su reacción , podríamos proseguir conversando y hablar
con ella de cuentos o de cine infantil. O, por ejemplo, a un niño , a quien acabamos
de conocer, vestido de uniform e escolar y de unos 4 años, podemos aventurarnos a
preguntarle por el nombre de su maestra o de sus mejores amigos en el cole, y así, si
el niño responde, iniciar una conversación.
Finalmente, la tercera particularidad que destacamos del modelo bioecológico de
Bronfenbrenner es que no solamente co nsidera como influyente en el desarrollo del
niño las propiedades objetivas del ambiente, sino también las propiedades subjetiva-
mente experimentadas. Con propiedades subjetivamente experimenta das nos referimos
a la vivencia , a la percepción que el niño tiene del ambiente, a los sentim ientos que el
niño asocia a su experiencia en distintos ambientes, como amor u odio, disfrute o pesar,
curiosidad o aburrimiento , deseo o repulsión, justicia o inju stic ia, 1ibertad o coacción,
tranquilidad /seguridad o intranquilidad /i nseguridad (Bronfenbrenner y Morris , 2007) .
Los cinco sistemas del modelo bioecológico se denominan: Microsistema , Mesosis-
tema, Exosistema, Macrosistema, y Cronosistema. Véase Figura 3.2.
El microsistemaes el sistema ecológico más próxim o al niñ o, e integra los contex-
tos (personas, cosas y símbolos) con los que el niñ o interactúa más frecuentemente,
con los que tiene un contacto directo cotidia no. Ejemplos de microsistemas son el
hogar, el barrio , el centro de salud, el centro deportivo , el centro de las actividades
extraescolares, la familia , la escuela, y el grupo de iguales. En los microsistemas el
niño experimenta interacciones recíprocas con otras personas relevantes para él (e.g.,
padre, madre, hermanos, prim os, abuelos, amigos, maestra, etc.), los denominados
procesos proximales que tienen un impacto d irecto en su vida diaria y en su desarrollo.
Por ej emplo, si una niña es criada en una familia activa, cariñosa y protectora (ojo, no
sobre-protectora), entonces tendrá probablemente una experiencia beneficiosa para
su desarrollo y diremos que este microsistema tiene un efecto posit ivo en ella. Por el
4 61APR ENDIZAJ E Y DESARROUO EN U. INFANC IA ( Volumen 1)
Capítulo 3. Condlck>nantes del aprendizaje
Figura 3.2.
Modelo bioecológico de Bronfenbrenner.
Fuente: Elaboración propia.
cont rario, de un niñ o criado por padres distantes y sin expresio nes habituales de afecto
diremos que vive en un entorno fami liar que probablemente ejerza un efecto negativo
en su desarrollo.
El mesosistema representa las interacciones entre microsistemas del niño , tales
como las relacio nes entre sus padres y sus maestros, o entre sus hermanos y sus com-
pañeros de la escuela. Si estas relaciones son buenas, esto surtirá un efecto favorable
en el desarrollo del niño. De modo que las relaciones famil ia-escuela son parte del
mesosistema, y su calidad contrib uye al buen desarrollo del niñ o (Lippard et al., 2017 ),
habien do sido uno de los efectos secundarios sufr idos en tiempos de co nfinamiento
por la pandemia COV ID -19 (Otero-Mayer et al., 202 1). Tambi én, si un grupo de com-
pañeros (iguales) de la escuela son conoc idos en la familia , esto tendrá un impacto
diferencial en el desarrollo frente a casos en los q ue la familia no conozca a los am igos
del niño o no los apruebe y no se relacione con el los. En esencia, el mesosistema es
como un sistema de microsistemas interrelaciona dos.
El exosistema representa la capa ambiental de contextos en los que aunq ue no
esté impli cado directamente el niño, sí le afectan indirectamente porque afectan a sus
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1) 1
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje 47
mi crosistemas. Ejemp los de elementos del exosistema son el lugar de trabajo de los
padres, la red de amistades de los padres, los medios de comu nicación de masas (mass
media), el gobierno loca l, o el gob ierno autonómico . Un efecto indirecto clásico es el
de las experienc ias laborales de los padres en el desarrollo del niño. Por ejemp lo, una
madre que regresa a casa tras experime ntar en el trabajo un suceso de enfrentamiento
a su jefa o a algún compañero , o que siente incrementado su estrés por haber recib ido
la noti cia de que ha de afrontar una tarea urgente imprevis ta, previsible mente arrastre
su estrés y mal humor a las relac iones con su familia o co n su hijo, resultando, así,
en un efecto negativo sobre algún aspecto de su desarrollo. Igualmente, el impacto
sería negativo en el caso de un padre que regresa a casa tarde cada día, tras muchas
ho ras en un trabajo inestable y mal pagado, lo que afecta no solamente al tiempo que
comparte con sus hijos sino también a la cal idad de su comun icac ión e interacción
con ello s.
El mac ros istema es la capa más externa del modelo bioeco lógico, y constituye el
sistema más ampl io y también el más alejado de la vi da cotidiana del niño. Se refie-
re a facto res sociológicos tales co mo creencias cu lturales ampliamente co mpartidas,
leyes, reconocimi ento de derechos, polít icas, condi ciones macroeconó micas, caracte-
rísticas del mercado laboral, ideo logías cult urales en torno a la libertad indi vid ual, la
diversidad, la mult icult uralidad, el cuidado del med io ambiente natural, la religión , el
género, o la sexualidad. Por ejemplo, un sistema político democráti co impactará en las
políti cas educ ativas que, a la postre, co nfigurarán las prioridade s y las metodolo gías en
la escuela, y, finalmente, en el aula del niño. Por otro lado,
Finalmente, el c ronos istema se refiere a los cambio s que ocurren a lo largo del
ti empo y que influ ye en el desarrol lo del niño por afectar la continuid ad y el camb io
en el modo en que viven las personas, a tres niveles: micro-tiemp o (cont inuid ad y dis-
continu idad en los procesos proximales); meso-tiempo (frecuencia y duración de las
experiencias, como las transiciones vitales al comenzar la Educac ión Infant il o la Ed u-
cación Primaria, o al mon tar en bicicleta sin apoyo de ruedi nes); y macro-ti empo (e.g.
,cambios en la hi stor ia políti ca y socia l, expectativas socia les cambiantes y eventos ge-
neracionales e históricos). Bajo este sistema, en concreto en lo referido al macro -tiem-
po, podríamos destacar dos eventos recie ntes en la historia de la humanid ad que están
afectando de un modo indir ecto a dist intos aspectos del desarrollo infant il, como son,
por un lado, la crisis climática por el calentamiento global, y, por otro lado, episodio s
histó ricos como la irr upción de la pandem ia COV ID- 19 a nivel mundial , la separación
de Reino Un ido de la Unión Europea (BREXIT), o la invasió n mil itar de Ucrania por
parte de Rusia. Algunos de estos fenómenos de nuestro tiempo están incidiendo, de
forma clara, en el incremento de prob lemas de ansiedad y depresión en la infanci a y
en la ju ventud . Por ejemplo , la pandemia COV ID- 19 parece haber afectado la salud
menta l de adultos, jóvenes y niño s, así como los modos en los que se relac ionan con
su entorno (Mehta et al., 2022) . En cuanto a la crisi s del cambio cl imático, ésta se ha
reconoc ido por la Asoc iació n Psico lógica Amer icana (APA) co mo un estresor v incula-
do a trastornos de ansiedad tambi én en adultos, jóvene s y niñ os (Sanson et al., 202 2).
4s l APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
En co njunt o, el modelo bioecológico del desarrollo humano aporta una v isión ho-
I ística que refleja la natur aleza dinámica del desarrollo. Bajo este modelo , se concibe
el desarrol lo como el producto de la interacción de la persona co n mú ltiples personas,
objetos y símbo los en variados roles y cond iciones, bajo la influencia de distintos
contextos (microsiste ma, mesosistema, exos istema, macrosistema) y de diversas cir-
cunstancias afectadas por el paso del tiempo (cro nos istema).
tal). A este respecto, la intervenció n del Estado no consiste tanto en fin anciar o
proveer serv icios co mo en dictar normas y sanc iones para forzar y garantiz ar su
cumplimi ento.
En parti cu lar, en este apartado destacaremos las intervencio nes normativas, pues
const ituyen el primer paso para reiv indica r la asistencia del Estado en defensa de los
derechos de sus c iudadanos. Desde las primeras declaracio nes internacional es sobre
Derechos Hum anos (ver Tabla 3), tuvieron que transcurrir dos guerras mund iales hasta
la firm a de la Declaración Internacio nal de Derechos Human os por la Organ ización
de Naciones Unidas (ON U) en 1948 (ver Tabla 3.4 ). Di ez años después de ésta, desde
la ONU hubo que recorda r que tales derechos humanos también eran derechos del
niño (ver Tabla 3.5). Sin embargo, esta Declaración de los Derechos del Niño estuvo
inspirad a en un texto anterior mucho más breve, la Decla ración de Gin ebra de los
Derechos del Niño , escrita 30 años antes, por inic iativa de la ONG Save the Children
y ratifi cada al año siguiente por la Sociedad de Nac ion es (ver Tabla 3 .6). Asimismo , 30
años después de la Declaración de los Derechos del N iño , desde la ONU se co ntinu ó
avanzando al establecerse la Convención sobre los derechos del niño, en 1989 (ver
Tabla 3.7 ). Todo este progreso normativo ha co nducido a que, en los últimos años se
haya vuelto a regular los derechos de la infancia en el contexto de las tecno logías de la
información y la comuni cació n (TIC) y los entornos virtuales. Así, en 200 4, la UNES-
CO publi có el Decálogo «l os e-derechos de los niñ os y las niñas» (ver Tabla 3.8), y
en 2021, la ONU publi có la Observac ión nº 25 del Comit é de los Derechos del N iño
a la Convenc ión sobre los Derechos del Niño acerca de la protección de los derechos
de la infan cia en el entorno digital (ONU, 2021) (ver Tabla 3.9). Todas estas referencias
internaciona les han ido co nfigurando el macrosistema y el cro nosistema que hoy en
día posibi litan la existencia de condiciones ambie ntales mínim as para promove r, aun-
que aún no garantizar, el bienestar social de la pob lación , en general, y de los niños,
en particular.
Desde el pla no nacional, en España, cabe destacar también el prog reso logrado a
través de las difere ntes Constituciones que han regulado los derechos de los ci udada-
nos (ver Tabla 3. 10). En part icular, cabe destacar, co mo una de las últ imas conqu istas
sociales de nuestra democ racia, la promulgac ión reciente de la Ley O rgánica 8/2021,
de 4 de juni o, de Protecc ión integral a la infanc ia y la adolescencia frente a la v iolen-
cia (ver Tabla 3. 11), que afecta, tambi én, al entorno escolar, como puede apreciarse
en su Capítu lo IV.
Es importante reconoce r que el contexto sociopolít ico actual, alcanzado a través
de estas y otras normati vas internacionales y nacionales, con diciona, enormemente,
la v ida de la infancia y sus posibilidades de desarrollo en armonía , y que todo ello ha
requer ido el esfuerzo colectivo de muchas personas a lo largo del tiempo , inclu yendo
muchas generaciones. Por po ner un simp le pero contund ente ejemplo de muestra de
este imp acto indir ecto, considérese que un centro escolar que tiene un protoco lo ofi-
cial (nacional o autonómi co) de intervención frente al acoso escolar al que acogerse
SO I APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
puede contr ibuir mej or a proteger a un niño del sufrimiento y de los riesgos para su
salud y bienestar c uando se detecten los prim eros signos de que tal situación puede
estar sucediendo . Pero la mera existencia de dicho protocolo se basa en una amp lia
legislación prev ia que reconoce los derechos del niño. De modo que el establecimien-
to y la defensa de derechos del niño a nivel internacion al primero , y a nivel naciona l,
segundo, constituyen características important ísimas del macrosistema que acaban
ejerciendo efectos a nivel de micro sistemas como el familiar y el escolar, y, por ende,
influyendo en el día a día del niño , en sus oportun idades de aprendizaje y desarrollo.
Tabla 3.3
Extractos de las Primeras Declaraciones de Derechos Humanos.
•Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales;
que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la
vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad ; que para garantizar estos derechos se institu·
yen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos de l consentimiento
de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de
estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobier-
no que se f unde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su j uicio
ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y fe licidad , .
•I - Los hombres han nacido, y continúan siendo, libres e iguales en cuanto a sus derechos .
Por lo tanto, las distinciones civiles só lo podrán fundarse en la uti lidad pública.
11- La finalidad de todas las asociaciones políticas es la protección de los derechos naturales
e imprescriptibles del hombre; y esos derechos son libertad , propiedad, seguridad y resis-
tencia a la opresión, .
Tabla 3.4
Extractos de la Declaración Universal de Derechos Human os (ONU, 1948 ).
Artículo 1
Todos los se res humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como es-
tán de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros .
Artículo 3
Artículo 16
[...]
3. La fami lia es el elemento natural y fundamenta l de la sociedad y tiene derecho a la protec-
ción de la sociedad y del Estado.
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
l s1
Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su fa-
milia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda , la asistencia
médica y los servicios socia les necesari os ; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de
desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de
subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especia les. Todos los
niños , nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo
concernien te a la instrucción elemen tal y fundamenta l. La instrucción elemental será obliga-
toria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios
superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarro llo de la personalidad humana y el forta le-
cimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamen tales; favorecerá la
comprensión , la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o
religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mante-
nimiento de la paz. 3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación
que habrá de darse a sus hijos .
Tabla 3.5
Declaración de Ginebra completa sobre los Derechos del Niño (Save the Children, 1923;
Sociedad de Naciones, 1924).
Preámbulo
Mediante la presente Declaración de los Derechos del Niño, conocida como Declaración de
Gine bra, los hombres y mujeres de todas las naciones reconocen que la humanidad debe dar
al niño lo mejor de sí misma , y afirman su deber de hacerlo sin distinción de raza, nacionali-
dad o credo .
Artículo 1
Se debe permitir que el niño se desarro lle normalmen te, material y espiri tualmente.
Artículo 2
El niño hambrient o será alimentado; el niño enfermo será atendido; el niño atrasado será anima-
do; el niño desca rriado será devuelto ; el niño huérfano y abandonado será recibido y atend ido.
Artículo 3
Artículo 4
Artículo 5
El niño debe ser educado con el entendimiento de que sus mejores cualidades deben ser
puestas al servicio de sus hermanos y hermanas.
Tabla 3.6
Extractos de la Declaración los Derechos del Niño (ONU, 1959).
Preámbulo
[ ... ] Considerando que la necesidad de esa protección especial ha sido enunciada en la De-
claración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del Niño y reconocida por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y en los convenios constitutivos de los organismos espe-
cializados y de las organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del niño,
Considerando que la humanidad debe al niño lo mejor que puede darle , La Asamblea General
Proclama la presente Declaración de Derechos del Niño [ ... ].
Principio VI
Tabla 3.7
Extractos de la Convención sobre los Derechos del Niño (ONU, 1989).
Artículo 1
Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de
dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado
antes la mayoría de edad.
Artículo 27
1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño a un nivel de vida adecuado para su
desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.
Artículo 28
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se pueda
ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese derecho, deberán
en part icular: a) Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos; b) Fomentar
el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria, incluida la enseñanza ge-
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1) 1 s3
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
neral y profesional, hacer que todos los niños dispongan de ella y tengan acceso a ella y adop-
tar medidas apropiadas tales como la implantación de la enseñanza gratuita y la concesión de
asistencia financiera en caso de necesidad; c) Hacer la enseñanza superior accesible a todos,
sobre la base de la capacidad, por cuantos medios sean apropiados; d) Hacer que todos los
niños dispongan de información y orientación en cuestiones educaciona les y profesionales y
tengan acceso a ellas; e) Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas
y reducir las tasas de deserción escolar.
2 . Los Estados Partes adoptarán cuantas medidas sean adecuadas para velar por que la
disciplina escola r se administre de modo compatible con la dignidad humana del niño y de
conformidad con la presente Convención.
3. Los Estados Partes fomentarán y alentarán la cooperación internaciona l en cuest iones de
educación, en particular a fin de contribuir a eliminar la ignorancia y el analfabetismo en todo
el mundo y de facilitar el acceso a los conocimientos técnicos y a los métodos modernos de
enseñanza . A este respecto, se tendrán especialmente en cuenta las necesidades de los
países en desarrollo.
Artículo 29
1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:
a) Desarrollar la personalidad, las apti tu des y la capacidad mental y física del niño hasta el
máximo de sus posibilidades; b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las
libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;
c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y
sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de
las civilizaciones distintas de la suya; d) Preparar a l niño para asumir una vida responsable
en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y
amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen
indígena; e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.
2. Nada de lo dispuesto en el presente artículo o en el artícu lo 28 se interpretará como una
restricción de la libertad de los particulares y de las entidades para establecer y dirigir institu -
ciones de enseñanza, a condición de que se respeten los principios enunciados en el párrafo
1 de l presente artículo y de que la educación impartida en ta les institu ciones se ajuste a las
normas mínimas que prescriba el Estado.
Artículo 31
1 . Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego
y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural
y en las artes .
2 . Los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a partic ipar plenamente
en la vida cultura l.
Artículo 39
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para promover la recupera-
ción física y psicológica y la reintegración social de todo niño víctima de: cualquier forma de
abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma de tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes; o conflictos armados. Esa recuperación y reintegrac ión se llevarán a cabo en un
ambiente que foment e la salud , el respeto de sí mismo y la dignidad del niño.
1 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
54 Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
Tabla 3.8
Extractos del Decálogo •Los e-0erechos de los niños y las niñas • (UNESCO,2004).
Tabla 3.9
Extractos de la Observación nº 25 del Comité de los Derechos del Niño de la ONU a la
Convención sobre los Derechos del Niño acerca de la protección de los derechos de la
infancia en el entorno digital (ONU, 2021 ).
14. Las oportunidades que ofrece el entorno digital desempeñan un papel cada vez más
crucial en el desarrollo del niño y pueden ser vitales para su vida y su supervivencia, espe-
cialmente en situaciones de crisis. Los Estados Partes deben adoptar todas las medidas
apropiadas para proteger a los niños de los riesgos para su derecho a la vida, la supervivencia
y el desarrollo. Los riesgos relacionados con el contenido, el contacto, la conducta y el con-
trato abarcan, entre otras cosas, el contenido violento y sexual, la ciberagresión y el acoso,
los juegos de azar, la explotación y el abuso, incluidos la explotación y el abuso sexuales, y
la promoción o la incitación al suicidio o a actividades que pongan en peligro la vida, inclu-
so por parte de delincuentes o grupos armados designados como terroristas o extremistas
violentos. 14.Los Estados Partes deben identificar y abordar los nuevos riesgos a los que se
enfrentan los niños en diversos contextos, incluso escuchando sus opiniones sobre la natu-
raleza de los riesgos particulares a los que se enfrentan.
15 . El uso de dispositivos digitales no debe ser perjudicial, ni debe sustituir a las interaccio-
nes en persona entre los niños o entre éstos y sus padres o cuidadores. Los Estados Partes
deben prestar especial atención a los efectos de la tecnología en los primeros años de vida,
cuando la plasticidad del cerebro es máxima y el entorno social, en particu lar las relaciones
con los padres y cuidadores, es crucial para configurar el desarrollo cognitivo, emocional y
social de los niños. En los primeros años, puede ser necesario tomar precauciones, depen-
diendo del diseño, la finalidad y los usos de las tecnologías. Se debe dar formación y aseso-
ramiento sobre el uso adecuado de los dispositivos digitales a los padres, los cuidadores, los
educadores y otros agentes pertinentes , teniendo en cuenta la investigación sobre los efectos
de las tecnologías digita les en el desarrollo de los niños, especialmente durante las fases
críticas de crecimiento neurológico de la primera infancia y la adolescencia.
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
1 ss
Tabla 3.10
Extractos de artículos de Constituciones Españolas.
El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad polít ica
no es otro que el bien estar de los Individuos que la componen.
Título 111
. Capítulo 1
Artículo 25
No podrán ser fundamento de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sexo, la clase
social, la riqueza , las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distin-
ciones y títulos nobiliarios.
Artículo 36
Todos los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos
derechos electorales conforme determinen las leyes.
Título 111
. Capítulo 11
Artículo 43
La fami lia está bajo la salvaguarda especial del Estado [ ... ]
Los padres están obligados a alimentar, asistir, educar e instruir a sus hij os . El Estado velará
por el cumplimiento de estos deberes y se obliga subsidiariamente a su ejecución . [ .. .]
El Estado prestará asistencia a los enfermos y a los ancianos, y protección a la maternidad
y a la infancia, haciendo suya la , Declaración de Ginebra, o tabla de los derechos del niño.
Constitución de 1978
Articulo 16
1. Se garant iza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades
sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden
público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las
creencias religiosas de la sociedad esp añola y mantendrán las consiguien te s relaciones de
cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Artículo 17
1. Toda perso na tiene derecho a la libertad y a la seguridad . Nadie puede ser privado de su
libertad, sino con la observancia de lo estab lecido en este artículo y en los casos y en la
forma previstos en la ley.
S6 I APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
Artículo 27
Artículo 39
1. Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la famil ia.
2. Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección integral de los hijos , iguales éstos
ante la ley con independenc ia de su filiación , y de las madres, cualquiera que sea su estado
civil. La ley posibilitará la invest igación de la paternidad.
3. Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro o fuera del
matrimonio, durante su minoría de edad y en los demás casos en que legalmente proceda.
4. Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por
sus derechos.
Tabla 3 .11
Extractos de la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de Protección integral a la infancia
y la adolescencia frente a la violencia.
Preámbulo
(... ] La protección de las personas menores de edad es una obligación prioritaria de los pode-
res públicos , reconocida en el artículo 39 de la Constitución Española y en diversos tratados
internacionales, entre los que destaca la mencionada Convención sobre los Derechos del
Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989
y ratificada por España en 1990.
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
1 s7
Articulo 1. Objeto
[.. . ]
2. A los efectos de esta ley, se entiende por violencia toda acción, omisión o trato negligen-
te que priva a las personas menores de edad de sus derechos y bienesta r, que amenaza o
interfiere su ordenado desa rrollo fís ico, psíquico o social, con independencia de su forma y
medio de comisión, incluida la realizada a través de las tecnologías de la información y la
comunicación, especialmente la violencia digital.
En cualquie r caso , se entenderá por violencia el maltrato físico, psicológico o emocional, los
castigos físicos, humillantes o denigrantes, el descu ido o trato negligente , las amenazas, in-
jur ias y calumnias, la explotación, incluyendo la violencia sexual, la corrupción, la pornografía
infantil, la prostitución , el acoso escolar, el acoso sexual, el ciberacoso , la violencia de géne-
ro, la mutilación genital, la trata de seres humanos con cualquier fin, el matrimonio forzado,
el matrimonio infantil , el acceso no solicitado a pornografía, la extorsión sexual, la difusión
pública de datos privados así como la presencia de cualquier comportam iento violento en su
ámbito familiar.
3. Se entiende por buen trato a los efectos de la presente ley aquel que, respetando los dere-
chos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes , promueve activamente los principios
de respeto mutuo, dignidad del ser humano , convivencia democrática, solución pacífica de
conflictos , derecho a igual protección de la ley, igualdad de oportun idades y prohibición de
discrimi nación de los niños, niñas y adolescentes .
Artículo 9. Garantía de los derechos de los niños, niñas y adolescentes víctimas de vlolencla
[ ... ] 3. Los niños , niñas y adolescentes tendrán derecho a que su orientación sexual e identi-
dad de género , sent ida o expresada , sea respetada en todos los entornos de vida, así como
a recibir el apoyo y asistencia precisos cuando sean víctimas de discrim inación o violencia
por tales motivo s.
Toda persona que advierta indic ios de una situación de violencia ejercida sobre una persona
menor de edad, está obligada a comunicarlo de forma inmediata a la autoridad competente
y, s i los hechos pudieran ser consti tutivos de delito , a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, al
Ministerio Fiscal o a la autoridad judicial, sin perjuicio de prestar la atención inmediata que
la víctima precise .
ss I APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
Articulo 29
1. Toda persona, física o jurídica, que advierta ta existencia de contenidos disponibles en Ir.
ternet que constituyan una forma de violencia contra cualquier niño, niña o adolescente, está
obligada a comunicarlo a la autorida d competente y, si los hechos pudieran ser constitutivos
de delito, a tas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, al Ministerio Fiscal o a ta autoridad jud icial.
Título 111.Sensibilización, prevención y detección precoz. Capítulo IV. Del ámbito educativo
El sistema educativo debe regirse por et respeto mutuo de todos tos miembros de ta comuni-
dad educativa y debe fomenta r una educación accesible, igualitaria, inclusiva y de calidad que
permita et desa rrollo pleno de los niños , niñas y adolescentes y su participación en una es-
cueta segura y libre de violencia, en ta que se garantice et respeto, ta igualdad y ta promoción
de todos sus derechos fundamentales y libertades públicas, empleando métodos pacíficos de
comunicación, negociación y resolución de conflictos.
Los niños, niñas y adolescentes en todas tas etapas educativas e independien temente de
la ti tularidad del centro, recibirán, de forma transversal, una educación que incluya su parti-
cipació n, et respeto a tos demás, a su dignidad y sus derechos , especialmente de aquellos
menores que sufran espec ial vulnerabil idad por su condición de discapacidad o de algún
trastorno del neurodesarrollo, la igualdad de género, la diversidad familiar, la adquisición de
habilidades para la elección de estilos de vida saludables, incluyendo educación alimentaria
y nutricio nal, y una educación afectivo sexual, adaptada a su nivel madurat ivo y, en su caso,
discapacidad, orientada al aprendizaje de la prevención y evitación de toda forma de violencia
y discriminación, con et fin de ayudarles a reconocerla y reaccionar frente a la misma.
1. Todos tos centros educativos donde cursen estudios personas menores de edad, indepen-
dientemente de su titularidad, debe rán tener un Coordinador o Coordinadora de bienestar y
protección del alumnado, que actuará bajo ta supervisión de ta persona que ostente ta direc-
ción o titularidad del centro.
Es habitual considerar el entorno como algo más amplio que el contexto, inte-
grando este últ imo el contexto físico y el contexto social. Pero, como han subrayado
Bron fenbrenner y Morris (2007 ), el factor tiempo tamb ién forma parte de las variab les
ambienta les en las que se c ircunscribe nuestra vida. Aunque reconocemos el impacto
del cronosistema, en este apartado nos centraremos exclusivamente en la dim ensión
«espacia l» del contexto físico.
En este apartado nos centraremos en las variables físico-espacia les y sociales que
más influye n en el aprendizaje y el desarrollo en la infancia, y más co ncretamente en
los contextos familiar y escolar, como los dos principales espacios vitales (micro siste-
mas) en los que los niños y los jóvenes pasan la mayor parte de su vida d iaria, interac-
tuando con otros, para moldear el comportamiento, el desarrollo psicológico y la salud
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1) 1 s9
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
A. Físico-familiar
En este primer nivel de análisis contex tual, destacamos el entorno físico inmediato
del hogar y sus características, cuyo impacto en el desarrollo ha sido ampl iamente
estudiado. Algunas de las variables destacadas por los psicó lo gos, y comúnm ente es-
tudi adas bajo la bandera más amplia de la , infl uencia » de la familia y el vecindario en
la investigación de la salud pública , incluyen: el tipo de casa, la disposici ón y el uso de
las habitac iones en la casa, la existencia, el número y la disponibilidad de dispo sitivo s
digitales (por ejemplo, teléfonos inteli gentes, tabletas u ordenadores), la disponibilidad
de espacio de ju ego y recreación en la casa o en el vecinda rio circundant e, y la cali-
dad de los servic ios del vec indario (incluyen do el tráfi co, la dispon ibilid ad de espacios
verdes, etc.).
En cuanto a la experiencia de interacción de los niños y los jóvenes con el entorno
físico, es important e tener en cuenta el tiempo de juego al aire libre y, sobre todo, el
grado de libertad y autonomía que tienen los niños y los jóve nes para decidir dónde
ir, dónde explorar y qué hacer con sus compañeros (Spencer y Gee, 2011 ). A través
del juego al aire libre, los niños y jóvene s aprenden a moverse por el entorno físico, a
conocer sus características y sus límite s geográficos, solos o en compañía de fami liares
o amigos (Bauer et al., 2022). También es important e para su desarrollo personal la
experienc ia de viajes o visitas a ot ros hogares de fami liares y amigos, y fuera del con-
texto físico familiar, a otros barrios o ciudades. Estasexperiencias están parcialmente
influenci adas por la zona de residencia de la familia, y varían según el entorno urbano
o rural. El tiempo libre del que disponen los niños para decidir qué hacer se conoce
como tiempo discrecional, y puede ser una oportun idad para la co nvivencia y la in-
teracció n comp artida co n el entorno físico, para desarrol lar habilid ades y conf ianza y
alimentar la autoestima , el autoconcepto y las creencias de autoeficacia de los niños.
En las últimas décadas, especialmente en las regiones industriali zadas y urbanas,
los niños pasan menos tiempo jugando al aire libre , y cuando quedan con amigos es
ya más habitual encontr arse en espacios cerrados, como sus casas, centros de ocio o
centros comerc iales antes que en la calle o exteriores (Karsten, 2005). Esto limita las
oportunidades para el desarrollo de la conf ianza y la auto nomía, que se ven refo rzadas
por el ju ego libre fuera de casa. La exploració n del entorno físico prop orc io na un sen-
tid o de lib ertad, co ntrol, autosufic iencia, respon sabilidad , incl uso respeto y empatía,
ayudando a formar la identidad personal y social, y tamb ién puede generar un apego
saludable a lugares signifi cat ivos compartidos con los compañeros (Spencer y Gee,
2011 ). Asimismo , e l contexto físico del barrio en cuanto a su ubicac ión geográfica,
situación económ ica y densidad de pobl ación, tambi én puede influir en las oportuni-
dades de experiencias extraescolares o de enriqu ecimi ento. Por ej emplo , mientras que
las zonas urbanas pueden estar bien atendidas por centros comunita rios que ofrecen
activ idades para niños y jóven es, la competencia por las plaza s puede ser feroz, mien-
tras que en las zonas rurales, estas instalaciones pueden ser escasas y depender de que
la familia tenga los medios para desplazarse para facilitar la participación de sus hijos
en las actividades deportiv as o culturales.
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
163
Whipple y Evans (2022 ) destacan tres aspectos principales del entorno físico que
pueden influir en la salud mental de los niños y los jóvenes. El ruido , el hacinamient o
(aglomeración ) y el caos y la inestabilidad.
El ruido excesivo (por ejempl o, largos periodos de vibrac ión o reverberación, proxi-
midad al tráfico, obras de co nstrucció n, etc.), puede contribuir a nivele s agudos y
crónicos de estrés y a un menor bienestar, aunqu e puede no tener co nsecuencias muy
graves (por ejemplo , síntomas clín icos como la despresurización o la ansiedad) para la
salud mental en general (Whipp le y Eva ns, 2022) . Sin embargo , estar sometido al ruido
de forma frec uente o perm anente, se asocia a problemas cognitivos , com o trastornos
del sueño, menor motivac ión (por ej emp lo, aumento del abu rrimi ento y la fat iga, me-
no r persistencia en la tarea) y problema s de compo rtami ento . Es imp o rtante señalar
que el ruid o también afecta a la cal id ad de las co ndic ione s de vida de los cuida dores
y de la fami lia extensa del niño que com parte el espacio vital, lo que puede magnific ar
cualquier impacto adverso sobre el niño , a través de procesos intermedios como las
prácti cas de crianza.
Las pruebas relativa s al impacto de l hacinamiento o aglomeración en la salud men-
tal son meno s consistentes. Sin embargo, los datos sugieren que los niño s que crecen
en entornos físicos más abarrotados tienden a mostrar más estrés psicológ ico, mayores
problem as emociona les y prob lemas de comportamiento , aunque esto puede atenuar-
se c uando los niño s ti enen acceso a instalacion es del barrio que ofrecen espac ios
ve rdes/abiertos, lo que pon e de manifiesto una vez más las interaccio nes entre el niñ o
criado en la unid ad familiar y el entorno más ampl io del barrio.
Los hogares caóticos son los que se caracterizan por la falta de rutin as, la desor-
ganización y lo s sentimient os de confusión y agitación, y estos aspectos se suelen
estudiar como indi cado res de los niveles generales de «func io namiento famil iar». Se
trata de una dimensión organizati va del contexto familiar que veremo s más adelante.
B. Físico-esco lar
Además de los aspectos físico-ambi entales mencionados anteriormente, el tamaño de
la escuela/aula, la di sponibilidad de espacios recreativos y la posibilidad de realizar ac-
tividades extraescolares, tanto dentro como fuera de la escuela, son dimensiones impor-
tantes a tener en cuenta por su posible influ encia en el aprendizaje y el desarrollo infanti l.
C. Organ ización-Familia
Los aspectos clave de esta faceta del contexto familiar son las normas y los ro les
que se siguen en la famili a, inclu yendo aspectos de disc ipl ina com o los sistemas de
castigos y prem ios que se suele n emp lear, la organizac ión del tiempo de estudio y de
ju ego, el tiempo y las condi cio nes de uso de los medio s socia les, la lib ertad de movi-
lidad de los niño s dentro y fuera del hogar, o la muy relevante co nc ilia c ión de la vida
laboral y famil iar de madres y padres. Todas estas variabl es pueden tener un impacto
important e en los ni veles de bienestar infantil.
6 1 APR ENDI ZAJE Y DESARR OU. O EN LA INFANC IA (Volumen 1)
4 Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
Por ejemplo , la investigación ha constatado que los mode los de implicación pa-
rental en la v ida académica de los niño s que más se asocian con la obtención de altos
niveles de logro académico son aquellos en los que las famili as hacen una supervisión
general de las activ idades de aprendiz aje, tienen altas expectativas en sus hijos, desa-
rrollan y mantienen co muni cación co n ellos sobre su vi da y actividades escolares, y
les ayudan a crear hábitos de lectura (Castro et al., 2015 ).
En entornos familiares «caótico s», los niños tienden a mostrar niveles más bajos
de compe tencia social, niveles más bajos de autorregulació n del compo rtamiento y
niveles más altos de problemas de co nducta, agresividad, angustia y desesperanza
aprendida. Los dos com ponentes principa les del caos son la inestabil idad y la desor-
ganizac ión (Whipple y Evans,2022). La inestabilidad incl uye la movili dad residencial,
los camb ios de escuela, los cambios en las relaciones co n los cuida dores prin c ipales
y el número de famil ias o cuidad ores diferentes co n los que vive el niño. La desorga-
nización inclu ye el hacinamiento, el ruido en casa o en el vecindario, el tiempo de
pantalla y la falta de rutin as. Mi entras que la inestabilidad suele co nducir a un peor
funcionamiento cognitiv o (por ejemplo, memoria, planificación, toma de decisiones),
la desorganizació n suele provoca r difi cultades de regulaci ón emocional en los niño s.
El caos se asocia a una mayor probabi lidad de negativid ad y depresión por parte
de los padres, y a un menor nivel de calidez, apoyo y disciplina efectiva por parte de
los mismos. El impacto del caos en los niño s de alto nivel o estatus socioeconóm ico
(ESE) parece reducir su rendim iento a niveles inferiores a los observados generalmente
en los niños de bajo ESE(Bresnahan & Blum, 1971). No obstante, tamb ién existe una
ampl ia bibl iografía sobre los efectos del func ionamient o de los padres y la familia en
los niños y jóvenes acomodados, dado que la complejidad de las opc iones también
puede conllevar riesgos psicológicos (por ejempl o, más lib ertad/autonomía/acceso a
los recursos, menor tiempo de supervisión paterna o materna, más experimentación
con drogas, problemas de salud mental/menor rendimiento académico, presiones ex-
cesivas para ob tener logros, aislamiento literal y emoc ional de los padres). Con toda
cautela, debemos deci r que la di sfunció n famil iar puede produci rse independie nte-
mente del estatus socioeconóm ico y tener efectos noc ivos en los niño s y jóvenes (Lu-
thar y Latendresse, 2005).
rec iente, algunas de ellas basadas en la psicología positiva (A l len et al., 2022 ), en la
educación emoc ional (Pérez-Gonzá lez y Qua lter, 20 18) o en la educación personal,
social y sanitaria (Bonell et al., 20 14). La eficacia y sostenibi l idad de su impl antación
exitosa de tod as ellas depende, en cua lqu ier caso, del firme compromiso de apoyo por
parte de la dire cción de l centro, del profesorado y de la com unid ad esco lar.
E. Sociodemográfico-Familiar
Una valorac ión global del contexto famil iar que se realiza habit ualmente es la
del estatus socioeconómi co (ESE),también denominado estatus económico, social y
cultur al, que, según el inform e de l Programa para la Evaluación Internacional de los
A lumn os (PISA) de la OCDE, es una medida del grado de acceso de los alumnos a los
recursos familiare s relevantes para el desarroll o personal (capital financiero , capital
social, capital cultural y capital humano ), que determinan la posición social de la
famil ia del alumno y, por tanto, su nivel de riesgo para prob lemas de conducta o del
desarrollo (Avvisati, 202 0).
Los bajo s niveles de ESEson c laramente un factor amb iental perjudicia l para el
desarrollo de los niñ os en mú lt ipl es aspectos que no pueden ser revisados aquí debido
a su extensión, con imp licacio nes tanto para su salud física como mental en la edad
adulta (De France et al., 2022; Dei gh-to n et al., 20 19). De hecho, es co mún enco ntrar
tasas de prevalencia más altas entre las personas más pob res, tanto en los trastornos
relacio nados con la ansiedad co mo en los trastornos afectivos o del estado de ánimo,
y tambi én mayor imp licació n en actos de violencia (Hashmi et al., 2020 ). No obstante,
en el polo contrario del conti nuo de ESE,la investigación tamb ién ha encontrado que
entre los adolescentes de familias con mayor ESE, atender escuelas co n com pañeros
de c lases más acomodadas se asocia co n mayores probabilidades de intox icación, uso
de drogas y crímenes cont ra la propiedad (Coley et al., 20 18).
Por el contrario, los altos niveles de ESEco nstituyen, en general, un factor de pro-
tección o amort iguación, aunqu e no una garantía, frente a varios factores de riesgo
personales, por ej emplo, frente a los problemas de conducta externalizantes en niños
con bajo contro l del esfuerzo y toleranc ia a la frustración. Los hijos de padres con un
mayor nivel educat ivo (un ind icador de ESE), ti enden a mostrar menos problemas de
salud mental inclu so en situ aciones vitales estresantes, aunque esto no siempre es así
(Reiss et al., 2 019).
Entre otras variab les relevantes que caracterizan la dimens ión sociod emográfica de
la fami lia, destacan el tip o de familia o sistema familiar, la pertenencia o sentido de
pertenencia de los miembros de la famil ia al grupo poblaciona l hegemón ico (grupo
no rmativo) o a un grupo poblac ional minoritario , el origen étnico y la herencia cultural
y l ingüística de la famil ia, estos dos ú ltimos aspectos por los consiguientes riesgos de
exclus ión o estigmatización.
Sin emb argo, los principales aspectos del sistema famil iar que se han investigado
como riesgo para el desarrollo infant il normativo han sido el abuso infanti l (físico o se-
661
APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
F. Sociodemografía-Escuela
En el ámbit o escolar, destacamos como variables de especial interés la situación de
pobreza o bajos recursos del barrio (como la ubicación en la que se asienta la escuela),
y el grado de diversidad de la escuela; concretamente, el grado de diver sidad entre los
alumnos y el grado de diversidad entre los profesores. Convivir con la diversidad faci-
lita no sólo la toleran cia, sino también la cooperación social, la com petencia social y
el establecim iento de vínculos de ayuda.
En un mundo cada vez más globa lizado y multicultural , la familiaridad y la expe-
riencia de la diversidad en un entorno tan cercano como el microsistema escolar es,
sin duda, una opor tunidad para aprender a co nvivi r con la diferencia de forma respe-
tuosa y sensible.
l. Comporta miento-Familia
En esta faceta destacamos una serie de variab les que se evalúan mayoritariamente
a través de autoinformes para arrojar luz sobre cóm o el niño percibe la v ida fami liar
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
167
típi ca. Esto incluye: estilos parentales (po r ejemplo , estrategias, actit udes y prácticas de
crianza), hábitos culturales/de lectura, exploració n creativa del ento rno físico en casa
o en el barrio (por ejemplo, usar mantas para construir una cabaña en el saló n, subi rse
a un banco y usarlo para saltar, o usar un bordillo de la acera com o si fuera la cuerda
floj a de un equilibri sta), roles de cuidado de los padres (po r ejemplo , coc inar en casa,
ju gar o salir de paseo co n el niño, etc.), estrategias de regul ación emoc io nal, y estil os
de comun icació n de los padres (asert ivos vs. agresivos o pasivos).
J. Comportamiento-Escuela
Algunas características clave del contexto escolar que pueden evaluarse incl uyen
los estil os de enseñanza, y la existencia y frecuenc ia de compo rtamientos respetuosos
vs. disruptivos de los alumnos. Chafou leas et al. (202 1) sugieren que se pueden recop i-
lar cuatro tipos de información clave del entorno escolar co n especial relevancia para
su desarro llo: a) Datos existentes que están disponibl es de forma ruti naria en la escuela
(por ejemp lo, resúmenes de rendi miento, trabajos simples, evaluación basada en el
plan de estudi os, remisiones de di scipl ina a la ofi cina, encuestas de cli ma escolar,
resultados de los planes de gestió n del comportamiento); b) Observaci ón di recta sis-
temática, especialm ente relevante porque proporciona vali dez ecológica, usabili dad,
repetibi lidad y flexib ili dad; c) Calif icac ió n d irecta del compo rtamiento (por ejemp lo);
d) Escalas de valorac ió n del comportamiento, tales como el Sistema de Evaluació n del
Comportamiento para Niño s (BASC) y las Escalas de Valoració n del Sistema de Mejora
de las Habilidades Sociales (SSRS o SSIS), instrumentos psicomét ri cos estandarizados
de ampl io uso en evaluac ió n psicopedagógica y or ientación educat iva.
K. Fenomeno lógico-Familiar
Esta faceta del co ntexto se refiere a la percepción subjet iva del niño de su contexto
y circunstanc ias. La prim era variable cl ave aquí sería el sentimi ento del niño de que es
amado por su familia. Las percepc iones de las expectativas tanto del n iño como de sus
pad res, incluyendo los valores cív icos, son importantes para entender su forma de ver
a los demás y a la sociedad en general. También es relevante valorar la presencia de
sent imi entos de soledad y la presencia de síntom as de prob lemas de compo rtamiento
de tipo interior izante (depresió n, ansiedad), incl uid a la ideación suic ida. La búsque-
da de inform ación sobre la salud mental de los padres también es impo rtante para
comprender el desarro llo infanti l en la famil ia. Asim ismo, el burnou t o agotamiento
parental es relevante en casos críti cos; éste se defin e como la exper ienc ia subjetiva
de un agotamiento abru mado r relacionado co n el papel parental, un di stanciami ento
emoc io nal de los hij os y una sensación de ineficac ia parental. No se trata simplemente
de estrés parental, sino de una respuesta prolo ngada y cró nica a estos sentimientos. La
investigación ha indi cado que el burnout o agotamiento parental aumenta fuertemente
la ideació n de fuga, así como los comportamientos negligentes y viole ntos hacia los
prop ios hij os (M ikolajczak et a l., 20 19).
681 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
Con el objetivo de sistematizar y operacional izar los elementos clave que sustentan
la percepción subjetiva de las situaciones, Rauthma nn et al. (20 14) desarrol laron un
cuestiona rio para adul tos que pod ría adaptarse a la población adolescente e infant il
modificando o suprimie ndo alguna subescala. Este in strumento de autoinforme inclu-
ye origina lmente 8 ítems que constituyen el acrónimo DIAMONDS , y que tratan de
del imita r qué aspectos son claves cuando interpretamos la relevancia o el interés de
cualquier situació n que afrontamos. Estos ítems evalúa n el grado en que se percibe
que una determ inada situació n se caracte riza por las demandas de Deber e Intelecto,
el afrontamiento de la Adversidad , la consideración de si la situación tiene el poten-
cial de generar una relación romántica (Apareamiento), o bien de generar estados de
ánimo agradables o desagradables (es decir, Positividad, Negatividad), si conlleva el
riesgo de causar Engaño, y si ofrece o no la oportunidad de interac ción interpersonal
(Social idad).
L. Fenomenología-Escuela
En cuanto a la percepción de las situaciones vividas por el niño en el entorno es-
colar, destacamos las siguientes variables: Sentimie ntos de ser querido y protegido por
el/la maestro/a (sent imientos de cuidado y seguridad), emociones experimentadas por
el niño en el aula (emociones de logro como el aburrimiento o el interés), co mpromiso
académico , emoc iones expresadas por el profesor como la angustia o la exc itación
(es decir, el el ima emocional de la clase), percepción de la d ificultad o el reto de las
tareas escolares, y estados subjetivos de estrés como la ansiedad ante los exámenes
o la preocupación , así como los sentimientos de soledad y la presencia de ideac ión
suic ida relacio nados co n la experiencia de ser víctima de acoso escolar. Por ejemplo,
a veces una niña le puede decir a su maestra que ésta es muy guapa con la intenc ión
de que la maestra le devue lva un abrazo o un halago.
Tabla 3.13
Proporción de la influencia de la herencia y del entorno en el desarrollo de determina -
das variables personales.
Variable personal
Lyubomirsky et
Felici dad 50% 40% 10%
al. (2005 )
40%
(childhood),
50 % Plomin & Deary
Inteligencia
(adolescence}, (2005)
60%
(adulthood)
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
169
Variable personal
Conjunto de
rasgos biológicos
y psicológicos
- -¡iiiiiiiii
-49%
NCH:ompartldo
34%
Compartido
17%
Polderman et
al. (2015)
Capacidad Polderman et
47% 35% 18%
cognitiva al. (2015 )
Problemas Polderman et
46 % 38% 16%
psiquiátricos al. (2015)
Problemas Polderman et
50% 43 % 7%
neurológicos al. (2015)
Interacciones Polderman et
32% 50% 18%
sociales al. (2015)
Síntomas de
Takahashi et
depresión y 30%
al. (2021 )
ansiedad
Sullivan et al.
Depresión 30-50%
(2000)
Hettema et al.
Ansiedad 20-40%
(2001)
p factor (en
Allegrini et al.
infancia y 50-60% 0-10% Q.30%
(2020)
adolescencia)
No estamos totalmente determinados por la situ ación ni por nuestras caracter ísticas
personales. Sin embargo , el peso de los facto res personales y ambie ntal es es desigual
según la variable del desarrollo personal de la que hablemo s. Ser conscientes del peso
relativo que la cie nc ia genético-conductua l ha estimado sobre las diferentes variab les
70 1 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
las variantes genéticas pueden infl uir en los comportamientos relacionados con el
cambio, la modificación y la creación de entornos específicos (Gaysina, 2022 ). Estos
datos sugieren que las propias características genéticas de un niño pueden incli narle
a buscar determinado tipo de experiencias y de amb ientes que serán los que mayor
influencia ej erzan luego sobre ellos mismos. Es decir, «lo que los niñ os aportan » a los
entornos (físicos y sociales) en los que participan puede desencadenar dinámicas en
esos entornos que luego repercutan en el tipo o cualidad de influ encias contextuales
que tales entorno s ejerzan sobre el los mismos.
La investigación sugiere que, conforme crecemos y nos libramos de algunas con-
v icciones fami liares y culturales que nos impu sieron nuestras famili as y cui dadores en
la infa nc ia y en la adolescenc ia, también aumenta nuestra tendencia a buscar y elegir
de forma más selectiva el ambie nte que más concuerda con nuestras caracter ísticas
personales genéticamente cond icionadas.
En la Tabla 3 .13 de esta sección fin al presentamos un resumen de las probabilida-
des de heredabilidad y de las influ encias ambientales sobre diversas variables rela-
cionadas con el bienestar y la salud mental en n iños, jóvenes y adu ltos. En esta tab la
podemos ver que las investigaciones han estimado que ap roximadamen te el 60% de
nuestra felicidad , el 40-50% de nuestros síntomas de depresión y ansiedad y del lla-
mado factor general de prope nsión a la psicopatología (factor p), así como el 55% de
los prob lemas psiqui átricos o de nuestra inteligencia emocional rasgo dependen de
nuestro entorno. Sin duda, estos ejemp los de porcentajes de influencia amb iental son,
a p riori, bastante elevados y relevantes, pero deben ser interpretados co n cautela, sin
ignorar los también elevados niveles de heredabi lidad observados en las c itadas varia-
bles, y sin ignorar, además, que quizás una parte impor tante de la influ encia ambienta l
se deba al entorno no com partido , es decir, a ese entorno vital personal, elegido por
nosotros mismos, que es el más difícil de identificar , de evaluar y, por tanto, de cono-
cer y de entender.
Basándose en este tipo de datos, Judith Harris (1995 ), bajo su controver tid a Teo-
ría de la socialización del grupo de iguales, ha prop uesto que ese 40% de infl uencia
del entorno no compart ido podría corresponder a la influencia ejerc ida sobre el niño
por las relacion es con sus iguales, y que éstas, a su vez, están co ndi ciona das por las
elecc iones del niño de con qué iguales relacion arse, de forma que, en esencia, los pro-
pios ni ños, condi c ionados por su genética, controlar ían indirectamen te qué influen-
cias amb ienta les les impactarán más. Prácticamente, Harris (1995, 2009 ), apoyada por
destacados psicólogos evolutivos como Steven Pinker (2002), ignora las influenc ias de
padres, hermanos y profesores en el desarrollo social de los ni ños, lo que ha sido muy
criticado. Inclu so se podría inferir que la teoría de Harris contrad ice la opinión de que
el apego madre-hijo ejerce una fuerte influ encia en el com portamiento social (Wor-
kman et al., 2022 ). Sin embargo, la aportación de Harris ha redirigido la atenc ión al
papel de c reciente importancia con la edad que representan los pares en el desarrollo
infantil y juvenil.
7
21 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
La investigación hasta la fecha apoya la idea de que una buena Educación Infantil
puede aportar a los/as niños/as habilidades básicas y disposiciones para el aprendizaje
de las que se beneficien a corto, medio y largo plazo en sus vidas, inclu so redundan-
do en un posterior impacto en su salud adulta, y también producien do un retardado
impacto económico en sus comunidad es como consecuencia de su mejor preparación
para seguir estudi ando, para mejorar su formación y su preparación profesional , y para
adaptarse más eficientemente a las demandas vi tales (Anaya, 2014; Campbe ll et al.,
20 14; Carr, 2021; Elango et al., 2015; OCDE, 2007).
Cabe señalar que el premio Nobel de Economía en 2000, James Heckman, es uno
de los investigadores que más rotundamente ha contrib uido a demostrar el impacto
positivo a medio y largo pla zo de la inversión en Educac ión Infantil. Según su línea
de trabajo , las habilidad es básicas adquiridas durante los primeros cinco años de vida
constituyen la base para imp ortantes habi lidades del futuro de cada persona, y estas
habil idades básicas son, fundamentalmente , habi lidades no cognitivas o habil idades
blanda s (sof t ski/Is), a menudo despreciadas en foros de investigación psico lógica, o
también de políticas económicas y sociales, a pesar de su co nstatado impacto positivo
y moderado tamaño del efecto en el desarrollo académico y profesional adulto (Bau-
los y Heckman, 2022; Heckman y Kautz. 2012; Pérez-González et al., 2022; Gutié-
rrez-Carrasco et al., 202 1).
La denominada «curva Heckman » indica que la recuperac ión de la inversión públi-
ca en capi tal humano es mayor cuanto antes se realiza la inversión , o, lo que es lo mis-
mo , que la recuperaci ón de la inversión disminuye con el aumento de la edad de las
personas sobre las que se realiza la inversión educativ a. Por el lo, Heckman recom ien-
da que cuanto antes participen los niños en programas de Educación Infantil , mejor,
más rentable será la inversión y más provecho obte ndrán los niños de su educac ión.
No obstante, recientemente algunos crít icos han puesto en dud a la robustez de esta
«curva Heckma n», al comprobar que los beneficios de inverti r en programas dirigido s
a adul tos también son menores que los costes que supon en, pudiendo ser igual de
rentable s que los programas de Educación Infantil (Rea y Burton, 2019 ).
En síntesis, la Educación Infantil representa uno de los más relevantes cond ic ionan-
tes ambienta les del aprendizaje y desarrollo en la infan cia. Sin embargo, los exámenes
minu ciosos de la calida d de la Educación Infanti l son aún escasos en España y casi
inexistentes en el período 0-3 años (Otero-Ma yer, Vélaz de Medrana y Expósito-Casas,
2021 ).
A continua ción , concluimos este apartado con una breve nota histórica.
Cuatro pedagogos muy preocupado s por el desarrollo natural infanti l - Comenio, s.
XVII, Rousseau, s. XVII I, Pestalozz i y Froebel, s. XIX- constit uyero n la referencia histó-
rica común de todos los representantes del movimiento de la Escuela Nueva o Activa
(Sáenz et al., 2003 ). En particul ar, la primera piedra se atribu ye generalmente al libro
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1) 1 3
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje 7
del francés Rousseau, titulado «Emilio, o de la Educación » y pub licado en 1762, que
fue calificado por Kant como «el certificado de nacimiento de la pedagogía», y por
Goethe como «el evangelio natural de la educación » (Koops, 2022 ). Posteriormente,
Pestalozzi aplicó las ideas de Rousseau en Suiza, y Froebel aplicó las ideas de Pesta-
lozzi en Alemania . Froebel acuñó la expresión «Jardín de Infancia » (Kindergart en),
para referirse al tipo de escuelas de Educación Infantil basadas en el trabajo libre, la
activ idad y el juego.
Además de la aportación de estos pedagogos, cabe destacar, al menos, tres libros
que representaron hitos sobresalientes en el estudio inicial del niño y en la aplica ción
de este estudio cien tífi co al ámbito educativo. En primer lugar, el libro del inglés Preyer,
pub licado en 1882, y titu lado «El alma del niño », basado en el estudio de su propia
hija, se co nsidera el primer estudio concienzudo de psicología del desarro llo infantil,
siendo con ese trabajo un precursor de autores como Baldwin o Piaget. En segundo
lugar, el libro del suizo Claparede, publicado en 1905 , y titulado «Psicología del niño
y Pedagogíaexperimenta l», aunó la vocac ión educativa con el anhelo de fundamentar
científicamente las actuaciones educativas. Y, en tercer lugar, el libro del francés Binet,
pub licado en 1909, y titulado «Las ideas modernas sobre los niños », resumió sus traba-
jos sobre la creación de tests de inteligen cia para el diagnóstico de las difi cultades de
aprendizaje y la fundamentac ión de la intervención educativa indi vidualizada.
La Educación Infantil «moderna », de base «científica », comenzó a principios del
s. XX, inspirada en los pedagogos Comenio , Rousseau, Pestalozzi y Froebel, y como
reflejo de la conocida como Escuela Nueva o Escuela Activa , promo v ida en Estados
Un idos por James y Dewey, y en Europa por Decrol y, Claparede, Bovet, Montessori ,
o Piaget. La clave de esta nueva Educación Infantil es que sus bases pedagógicas re-
posaban, por primera vez, sobre el estudio cient ífico del niño y, en particu lar, sobre el
conocimiento más detallado de su crecimiento mental. Hoy en día, en gran medida ,
los principios de la Escuela Activa siguen pl enamente vigentes y están amp liamente
avalados por la investigación. De hecho, en las bases de la últ ima ley educativa del
sistema educativo español, la conocida como LOMLOE (Ley Orgáni ca 3/2020 , de 29
de diciembre , po r la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006 , de 3 de mayo, de Educa-
ción; ver tabla x) se siguieron en gran medida los prin c ip ios de la EscuelaActiva , como
puede aprecia rse en la conc reción de esta Ley en la etapa de Educación Infantil (ver
tab la 3 .14). Estosprincipios del Real Decreto 95/2022 se concretaron , posteriormente ,
dentro de la Orden EFP/608/2022 , de 2 de julio , en orientaciones metodológicas sobre
las siguientes cuestiones:
a) Atención a las diferencias individuales
b) Tratamiento globalizado del currículo
c) El Aprendi zaj e signifi cativo
d) El j uego
e) La necesidad del movimiento libre
1 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
74 Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
Tabla 3.14
Sumario de características de la LOMLOE.
llii
... Características
clave
Singularidades
-
'
LOMLOE Coalic ión Deroga: LOMCE Usos del t érmino Evaluación : 157
(2020) PSOE Mod ifica: Usos del término Diagnóstico (16
PODEMOS LOE, LOCFP, como EGO): 19 1
LOU, LODE, Usos del tér mino Aprendizaje: 72
LOPDPGDD
Usos del término Competencia :
Desarrollo de 118
competencias
Usos del t érmin o Afectivo /
Compet encia Emocional : 20
digital
Mencion a el , respeto a las
(discente y
diferenc ias individuales •
docente }
(PREÁMBULO)
Recuperación
Menciona la , educación
de la equidad
emocional , como foco de especial
y la capacidad
aten ción (PREÁMBULO)
inclusiva
del sistema Se est ablece nueva figura
educativo en centros educat ivos:
, Coordinador/ a de Bienes tar•
Se recu peran los * Programas de
Diversificación Curricular (PDC), 3º
y 4° ESO (y se eliminan los PMAR)
Se suprim en las ,reválidas, de
evaluación final de etapa (ESO,
Bachill erato) de la LOMCE
Suprime mención al ,TDAH•, pero
menciona otros trastornos 2
Se amp lía el concepto •dificul t ades
espe cíficas de aprendizaje• de la
LOE'
1
En 1aLOMLOEel término •diagnóstico• aparece 16 veces con la expresión •evaluación de diagnóstico•, leve variación de
la expresión anterior «evaluación general de diagnóstico• {EGO), usada desde la LOCE (200 2). Una vez aparece el término
diagnóstico como •evaluación temprana•. específicamen te, como •diagnósticos precoces • (art. 20bis, sobre Atención a
las di ferenci as individuales), y dos veces en el sentido de •diagnóstico de debilidades• del sistema educativo para dise.
ñar e implementar medid as de mejora de la calidad del mismo.
2
Trastornos de atención y de aprendizaje ; Trastornos del lenguaje y com unicac ión; Tras tornos graves de conducta .
3
Se modific a el Apart ado 2 del Art ículo 71 (Principios). del Capítulo 1 (Alumnado con necesidad espec ífica de apoyo
educativo). Título 11(Equi dad en la Educación). Donde decía ..Corresponde a las Admin istraciones educa tivas asegura r los
recursos necesari os para que los alumnos y alumnas que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, por
presentar neces idades educativas especiales , por diflculta:t es específicas de aprendizaje. por sus altas capacida des
intelectu ales.( ... }•, aho ra se susti t uye 1a expresión •dificultades específic as de aprendizaje • por un texto más detallado , y
se dice: •Corresponde a las Administraciones educativas asegurar los recursos necesarios para que los alumnos y alumnas
que requieran una atención educativa diferente a la ordinaria, por presen tar necesidades educativas especiales, por re traso
madurativo , por tras tornos del des arrollo del lenguaje y la comunicación, por tras tornos de atención o de aprendizaje , por
desconocimiento grave de la leng ua de apr endiza/e , por encontrarse en situación de vulnerabllldad socloeducatlva , por
sus altas capacidades intelectuales, por haberse incorporado tarde ar sistema educativo o po r condiciones personales o de
historia escolar, puedan alcanzar el máximo desarrollo posible de sus capacidades personales y, en todo caso, los objetivos
establ ecidos con carácter general para todo el alumnado• .
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1) 1
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje 75
Tabla 3.15
Extracto del Real Decreto 95/ 2002, de 1 de febrero, por el que se establece la ordena-
ción y las enseñanzas mínimas de la Educación Infantil.
1 . La práctica educat iva en esta etapa buscará desarrollar y asentar progresivamente las
bases que faciliten el máximo desarrollo de cada niño y de cada niña.
2. Dicha práctica se basará en experiencias de aprendizaje significativas y emociona lmente
positivas y en la experimentación y el juego. Además, deberá llevarse a cabo en un ambiente
de afecto y confianza para potenciar su autoestima e integración social y el estab lecimiento
de un apego seguro. Así mis mo, se velará por garantizar desde el primer contacto una transi -
ción positiva desde el entorno familiar al escolar, así como la continuidad ent re ciclos y entre
eta pas.
3 . En los dos ciclos de esta etapa, se atenderá progresivamente al desarrollo afectivo, a la
gestión emociona l, al movimiento y los hábitos de control corporal, a las manifestaciones de
la comunicación y del lenguaje, y a las pautas elementales de convivencia y relación social,
as í como al descubrimiento del entorno, de los seres vivos que en él conviven y de las carac-
terísticas físicas y socia les del medio en el que viven. También se incluirá la educación en
valores.
4. Asimismo, se incluirán la educación para el consumo responsable y sostenib le y la promo-
ción y educación para la salud.
5. Además, se favorecerá que niños y niñas adquieran autonomía personal y elaboren una
imagen de sí mismos positiva , equilibrada e igualitaria y libre de estereotipos discriminatorios.
6. Las administ raciones educativas fomentarán el desarrollo de todos los lenguajes y modos
de percepción específicos de estas edades para desarrolla r el conjunto de sus potenciali-
dades, respetando la específica cultura de la infancia que definen la Convención sobre los
Derechos de l Niño y las Observaciones Generales de su Comité.
7. De igual modo, sin que resulte exigible para afrontar la Educación Primaria, se podrá favore-
cer una primera aproximación a la lectura y a la escri tura, así como experiencias de iniciación
temprana en habilidades numéricas básicas , en las tecnologías de la información y la comu-
7
61 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
nicación, en la expresión visual y musical y en cua lesquiera otras que las administracion es
educativas determinen.
8. Corresponde a las administrac iones educativas fomentar una primera aproximación a la
lengua extranjera en los aprendizajes de l segundo ciclo de la Educación Infa ntil, especia lmen-
te en el últ imo año.
«Se ent iende por Atención Temprana el conjunto de intervenci on es, dirigidas a la pobla-
ción infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo
más pronto pos ible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños
con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas inte rvenc iones ,
que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de
profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar » (GAT, 2005, p. 12).
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Cuidado de los ni ños
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Educación de kls padres, salud física y mental de los padres, edad del matrimonio. nu trición durante ef embarazo, ate nción prenatal.
parto seguro. espaciamiento de los nacimientos y planificación fam 1har, barrios seguros y l1mp10s,ausencia de est1gmatizac1ón
Gobierno que apoya a la familia, gobierno estable, empleo, scg uricad , Vivienda , paridad de género, ausencia de condiciones climáticas
extremas, comprom iso político (pOf eJemplo, permiso parental~ apoyo al cu idado de los niOOs, protección de los niOOs, redes de
seguridad soc ial)
Figura 3.3.
Los efectos de los contextos, los ento rnos y el cuidado
a lo largo del curso de vida multige neracional.
Fuente: Adapatado de The Lancet, Published online 0ctober 4 , 2016.
http:// dx.doi.org/10. 1016 / S0140-6736(16 )31389 -7.
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81 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
2. ATENCIÓN
Para que se produzca un aprendizaje es necesario que las neuronas estén activas.
Pues bien, la atenció n tiene que ver con el grado de activación presentado por un
grupo de neuronas o red neuronal en un momento dado. En esta activación están im-
pl icadas redes atenc ionales cuya func ión principal es influir en el funcionamiento de
otras redes neurona les.
Según Posner et al. (1994, 20 15) hay tres redes atencionales en el cerebro:
1) red de alerta
2) red de orientación y
3) red de control ejecutivo.
Cada una de estas redes tiene una fun ción determinada y está asociada a neuro-
transmisores que actúan en distintas regiones cerebrales. Los nivel es de estos neuro-
transmisores en el cerebro están determinados parcialmente por los genes, por ello, a
pesar de que la atención puede mejorarse a través del aprendizaje subyace un impor-
tante componen te genético (Flórez, 1999; Guil lén, 2017).
La red de alerta hace referencia al nivel de activación general del cerebro, implica
a la corteza cerebral (sobre todo áreas prefrontal y parietal) cerebro y está relacionado
con la capacidad de reacción ante señales de alarma. Este nivel de alerta o de vigilia
va modificándose durante el día y puede abarcar desde la vigi lancia más vívida o
despierta hasta el sueño más profundo. Esta red se encarga de alcanzar y mantener la
atención consciente o vigilancia durante largos períodos de tiempo. Si este sistema su-
fre alteraciones, la persona será in capaz de mantener su atención en una tarea dura nte
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1) 1 9
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje 7
La red de controlejecutivoes la atención del iberada, que focal iza y filtra estímulos
según la relevancia que éste tenga para la actividad física o mental que se está reali -
zando y q ue requiere nuestra concentrac ión. Por ello , se ha llamado «red atencio nal
ejecutiva », ya que regula la actividad de otras redes cerebrales involucradas en el
pensamiento y en la emoción. En esta red intervienen la dopamina y serotoni na y
están involucradas la corteza cingulada anterior y las áreas prefrontales laterales. Este
tercer sistema atencional permite el autocontrol de la conducta, pues es la atención
para la acció n, y de este sistema atencio nal dependerá nuestra sensación subjetiva de
esfuerzo menta l, de esfuerzo por concentrarnos , por prestar atención para compa rar,
diferenciar , discriminar , elegir, planificar , correg ir errores, com prender. Este sistema
atenciona l tiene una íntima relación co n la denominada memoria operativa, también
llamda de trabajo o a corto plazo. Estared atenciona l permi te al niñ o o a la niña foca-
lizar su atenc ió n de for ma voluntaria, lo que imp lica inhibir distracciones e impu lsos
que conduciría n a atender otras cosas.
La novedad y lo inesperado activan tanto la red de alerta como la red de orienta-
ción. La de alerta prepara para atender, la de orientación diri ge la atención a un foco
concre to de interés, y la ejecut iva ini cia la concentración para mantenerse atento en el
foco o cuestió n que nos interesa.
Tabla 3 .16
Bases neurobiológicas de la atención . Adaptado de Guillén (2017 ).
Neurotransmisores
Red atenclonal Función Base anatómica
clave
2.2. ¿TDAH?
los niño s con TDAH tienen de tener una mayor estimulación para sentirse atraídos por
las tareas que requieren esfuerzo. En los últimos años, algunos investigadores han ob-
servado que los niños con TDAH t ienen algunas dificultades tanto en la regulación de
su motivac ión y de sus emociones como en la percepc ión de emociones en los demás,
lo que sugiere que quizás estas dificu ltades son algo característico de las personas con
TDAH, y por ello conve nga incluso concebirlas como un défici t primario del TDAH
(Rodrigo-Ruiz, Pérez-González, y Cejudo, 2017).
Con todo, una mirada crít ica acerca del TDAH también está ju stificada científ ica-
mente, pues, por un lado, la prop ia existencia del TDAH es aún discutib le para algunos
expertos y parece que su operacional ización a través del DSM-V está derivando en
el sobrediagnóstico («A veces en un aula hay más TDAH que alumno s»), y, por otro
lado, su definición parece haberse conceb ido para derivar casi exclusivamente en un
tratamiento farmaco lógico con psicoestimulantes de dudosa eficacia, comprensió n,
inocuidad, y sostenibilidad en la vida de la persona (e.g., Gascon et al., 2022; Visser
y Jehan, 2009; Waisb lat, 2012 ). En cualq uier caso, la investigación sugiere que la
intervención psicoeducativa, y no solamente la farmacológica, puede constituir una
alternativa terapeútica prometedora que debería probarse en la mayor parte de los
casos (e.g., Dahl et al., 2020; Oliva et al., 2021 ).
3. EMOCIÓN Y MOTIVACIÓN
Las emociones human as han tenido un papel esencial en el proceso de adaptac ión
de los seres humanos a lo largo de su filogénesis. De acuerdo con Reeve (1994), las
emociones cumplen prin cipalm ente tres tipos de funciones: adaptativa, social y mo-
ti vacional. Es decir, las emociones tienen, en primer lugar, una función de facilita r la
adaptación biológica a los cambios y demandas del ambiente, de preservar y facil itar
la vida. En segundo lugar, tienen una función de prom over la com unicación y la in-
teracción social. Y, en tercer lugar, tienen la función de moti var, esto es, de faci litar la
acción de aproximación o de retirada que más convenga.
Cuando las emociones que experimentamos son negativas, nuestra moti vación
para el aprendizaje queda mermada, porque la prioridad para nuestro cerebro es otra
distinta a aprender, es sobrevivir, o evitar el sufri miento. Las emoc iones disparan pro-
cesos cerebrales que pueden modificar nuestro cuerpo y nuestro comportamiento,
como veremos a co nti nuación.
De acuerdo con Bisquerra, Pérez-González y García (2015 ), las tres piezas del ce-
rebro emocional, son, fundamentalmente: la corteza prefrontal , la co rteza cing ulada
anterior y la amígdala.
Una enor me cantidad de investi gación empíri ca en el marco de la neurocie ncia
afectiva ha destacado el papel preponderante de la corteza prefron tal, y de su inte-
racc ión con la amígdala (David son, 2012; Pessoa, 2013). En particular , dentro de la
corteza prefrontal se ha identificado la sección interior e infe rior denomina da cor-
teza ventromedial , habiéndo se comprobado que su activación tiene un papel funda-
mental en la regulación de la acti vación de la amígdala y de la autorregulación emo-
cio nal en general. También otra parte de la co rteza prefrontal , denomin ada corteza
orbitofrontal , se considera de enorme import anc ia en el procesamien to emocional,
en concre to en la valoración del valor emocional (reforzante o no; «bueno o malo »)
de estímulo s.
En el procesamiento emoc ional también oc upa un papel activo la corteza cingu-
lada anterior, cuya activación es clave tanto a la hora de centrar la atención en cues-
ti ones emoc ionales como a la hora de regul ar las emoc iones a través del control de
impulsos, y también en la recuperación tras eventos traumáti cos.
La tercera pieza clave del cerebro emocional son las amígdalas (una en cada he-
mi sferio). Las amígdalas func ionan co mo una central de alarma del cerebro valorando
el carácter amenazante o no del estímulo , y están ubicadas muy cerca del hipot álamo,
el c ual contro la las respuestasde impul so automáti co que sentimo s de luchar, hui r o
paranli zarnos (congelarnos) cuando sentimos miedo. Esta trip le respuesta se conoce
también por las siglas en inglés FFF(fight , (light, freeze).
La amígdala tiene la capacidad de interrumpir cualquier activ idad en curso con
el fin de indu c ir respuestas corporales rápidas ante situaciones de peli gro, y por esto
861 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
cualqui er estado afect ivo negativo derivado del miedo, como son la ansiedad o el
estrés, debilitan la capacidad de aprend izaje pues reducen nuestra capacidad para re-
dirigir la atención a cualq uier cosa que no sea el obje to que se está percibiendo como
«amenazante» o pel igroso.
Después de que la amígdala se ha activado de este modo, la reacción en cadena
en el cerebro es inmediata, fluyendo la activació n de co nexion es neuronales desde la
amígdala al hipotálamo y a los núcleos del tronco cerebral, y desde allí la orden de dar
una respuesta u otra se extiende al resto del cuerpo. También se ha descubierto recien-
temente que un grupo de neuronas se proyectan desde la amígdala hasta la sustancia
gris periacueductal del mesencéfalo (justo sobre el cerebelo), expandi endo así señales
que posteriormente se derivan a la médula espinal y provoca n sensaciones como la
del frío que acompaña al miedo , o bien otros cambios corpo rales como la elevación la
tasa cardíaca, la presión sanguínea, y el deseo de lucha o huída.
La valoración que hacemos de un estímulo como emocionalmente positivo (grati-
fica nte/reforzante) o negativo (aversivo) tiene lugar tanto por la activación de la amíg-
dala como también de la co rteza orbitofrontal.
Con respecto a los ci rc uitos por los que se procesa la información emocional , de
acuerdo con Bisquerra et al. (2015), el procesamiento emocional sigue dos rutas neu-
rona les principales que podemos considerar como los dos c ircuitos clave del cerebro
emocional: una ruta rápidao incon sciente (de procesamiento automático o implí c ito)
y una ruta más lenta pero consciente (de procesamiento controlado o expl íc ito). La
segunda ruta es la que constituye una intervenc ión de la intelig encia en la gestión de
la experiencia y de la respuesta emoc ional, y por ello se considera una ruta neuronal
clave en el f uncionam iento de la intel igencia emociona l.
El proceso de funcio namiento de esta circ uitería emociona l básica co nsiste en que
la informac ión procedente de los estímulos sensoriales llegan a la parte más central y
profunda del cerebro, el tálamo, y seguidamente, desde all í, se propaga a través de dos
rutas: a) la ruta rápida (tálamo-amígda la): formada por una gruesa banda de tejido neu-
rona l la información va desde el tálamo a la amígdala, y de ésta pasa al hip otá lamo; b)
la ruta lenta (tálamo-áreas sensitivas-áreas de reconocimiento-amígda la): desde el tá-
lamo sale la información hasta el área sensitiva cerebral correspond iente (e.g., área de
la corteza v isual del cerebro) y, posteriormente, se activa n diversas áreas de la corteza
cerebral que permiten el reconocim iento del estímulo y la valorac ión co nsciente de la
situación haciendo uso de la memo ria a largo p lazo, para, a conti nuac ión, proseguir
el impulso nervioso hasta la am ígdala. Esdecir, las dos rutas terminan en la amígdala,
y será desde aquella desde donde la información se transmita a las áreas inferiores
del cerebro responsables de movilizar e l cuerpo para la acció n, como en el caso del
denominado eje hipotalámico-hipofisiario-suprarrenal.
Esteeje neurofis iológico se considera la base biológica de la respuesta de estrés del
cuerpo humano, es decir, la activación de nuestro organismo para reaccionar cuando
sentimos que las demandas son superiores a los recursos di sponibles en un momento
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
187
dado y corremos, por tanto, nuestra supervivenci a o nuestro bienestar corre algún
grado de peligro.
Cuando nuestro cerebro ha detectado alguna amenaza a través de la activación de
la amígdala, se activa de forma inmediata el eje hipotalámico-hipofisiario-suprarre-
nal. De forma resumida, explicamos a continuación cómo funciona este eje.
Cuando experim entamos emoc iones negativas como el estrés, la amígdala provoca
que, en cuestión de milise gundos, el cuerpo se inunde de adrenalina, noradrenalina y
cortisol. Desde el hipotálamo se activa la hipófi sis (glándula pituitari a), que, a su vez,
envía cortico tropin a automáticamente a las glándula s hormon ales suprarrenales, don-
de al recibir estas señales se genera cortisol , pero también adrenalina y noradrenalina,
que pasan al torrente sanguíneo y en seguida llegan a cualquier parte del cuerpo . La
noradrenalin a y la adrenalina , al llegar al corazón, incrementan la frecuencia cardia-
ca, incrementando también la fuerza de contracción cardíaca y, con ello , acelerando
la veloc idad de abastecimiento de oxígeno y nutriente s a todo el organismo, prepa-
rándo lo para la acción rápida y enérgica. Por su parte, el corti sol, allí donde llega,
acelera e l metabolismo, pero también inhibe funciones no necesarias o urgentes en
ese momento , tales como la digestión, el crecimiento, la reproducción e incluso el sis-
tema inmunit ario. Estainterrupció n temporal no necesariamente afecta al organismo si
du ra poco tiempo, pero, por el contrario, puede ser perjudicial si la respuesta de estrés
perdura porque nuestro nivel de alerta y temor co ntinúen mucho más tiempo . Nive les
bajos y medios de cortisol mejoran el aprendi zaje y la memoria , mientras que niveles
elevados tienen un efecto nocivo sobre el aprendizaje y la memoria (OCDE, 2007) .
Después de que la amígdala haya inic iado el proceso de «defensa», y antes de que
la informa ció n detallada de lo que está pasando llegue a la amígdala por la ruta lenta
de procesamiento cerebral, la amígdala ya habrá recibid o una primera informa ción
«difusa» dir ectamente sólo a partir de la comb inaci ón de características sensoriales del
estímulo, lo que nos da la opo rtunidad de reaccionar muy rápido ante ciertos estím u-
los potencia lmente peligrosos para nuestro bienestar.
Por ejemp lo, si notamos (por la v ista, el oído o el tacto) que algo se arrastra de
forma repentina y veloz cerca de nuestros pies, grac ias a la amígdala sentir emos un im-
pulso auto mático que nos hará reaccio nar rápida mente (experimentando miedo) antes
inc luso de que sepamos claramente si se trata de una serpiente o de alguna otra cosa,
peli grosa o inofensiva. Pero también nos pasará que si recordamos o imaginamos un
evento, su significado emoc ional será evaluado por nuestro cerebro (amígdala primero
y corteza prefrontal después) y pueda surtir los mismos efectos que cuando estamos
físicamente delante de un estímul o aversivo real.
Cuando nuestro cerebro ha construid o el signifi cado emo cional de un estím ulo
(sensorial o imagina rio), las respuestas emoci onales (expresión emoc io nal) son des-
encadenadas en el cuerpo mediante las proyecciones neurona les que conducen la
o rden desde la amígdala y la corteza prefronta l hasta los núcleos del tro nco cerebral
y el hipotálamo. Después, una vez desde la base del cerebro se ha dado la orden al
ss I APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
cuerpo para que se acomode al camb io estimular (la situación) que ha provocado la
emoción, la corteza insular (ínsula) se ocupará de integrar toda la información visceral
de la respuesta cor poral emociona l y de transmit ir todo ello a la co rteza cingul ada an-
terior , para que así se formen los sentimientos o toma de conciencia del estado afectivo
experim entado (experi enci a emocional ).
hacia personas, objetos, lugares o situacio nes), y en ese caso se conoce como CC de
valo rac ión . El CC de valoración es la base de la publicidad , pues consiste en asociar,
po r ejemp lo, un producto que se quiere vender, a un personaje famoso o situació n que
provoca en la mayoría de las personas un estado afectivo positivo o agradable. Tras re-
pet idas presentaciones simultáneas del producto y del personaje famoso, las personas
tiende n a sentir agrado y valoración posit iva hacia el produc to que antes era neutro o
indiferente para e llas (EN) y que ahora se ha vuelto un EC, pues su valor o relevancia
se ha condicionado a su aparic ión repetida j unto al personaje famoso.
Tanto el CC autóno mo como el CC de valoración suelen provocar el aprendizaje
de forma inconsciente. En cuanto a la extinción , mient ras el CC autónomo se extingue
con relativa fac ilid ad tras un número reducido de presentacion es del EC (antes EN; el
prod ucto, en nuestro ej emp lo) sin presencia del El (el personaje famoso, en nuestro
ejemplo ), el CC de valoració n es más difí cil de extingu ir.
En cuanto al CO (de operar o actuar para lograr algo) o también llamado instru-
mental (de realizar una co nducta como instrumento para lograr algo), éste consiste en
que a una respuesta o a un compo rtamiento cualquier a de una persona se le asocia
un refuerzo o premio (experiencia emocio nal agradable) o un castigo (exper ienc ia
emocional desagradab le), de modo que luego la persona tiende a repeti r o a inhibi r tal
comportamiento , bien con objeto de recibir de nuevo el refuerzo o bien con el de de
evita r el castigo, respecti vamente.
La conducta que el sujeto aprende la aprende como efecto de sus consecuencias,
de ahí que se llame «operante» o «instrumental », porque el sujeto ha de «operar» para
conseguir o evitar la consecuencia (refuerzo o castigo), es decir, que el sujeto utiliza
su condu cta como un «instrumento » para lograr una c ierta consecuencia (po r ejemp lo,
ob tener un halago, o librarse de una reprimend a). Cuando una niñ a se levanta impul-
sivamente de su mesa en clase para recoger un papel del suelo y tirarlo a la papelera
pero su maestra inmedi atamente le repre nde por abandonar su sil la, probabl emente
conduzca a que la niña «aprenda » que no debe reptir ese comporta miento, ya que la
consecuencia de levantarse sin permi so (aunque sea para recoger un papel del suelo)
ha sido desagradable (castigo). Si, por el conrario, la niña fuera felic itada por su maes-
tra y ap laudida por sus compa ñeros(refuerzo), ésta aprendería que un compor tam iento
cívico puede ser agradecido por los demás, lo que incrementará las probabilid ades de
que el la lo repita en fut uras ocasiones.
Las denominadas «técnicas de modific ación de conducta» se basan en controla r varia-
bles ambientales para producir la ocurrencia o la extinción de este tipo de aprendizajes.
ti va a prepararse para la acc ión que resuelva la amenaza percibida; la hostilidad im-
pulsa a inhibir conductas indeseables de otras personas o a evitar una situación de
enfrentamiento; el humor y su expresión princ ipal, la risa, conducen a una actitud
general de afiliación y a la propagación de un estado de ánimo positivo en el grupo; el
amor (integración de int imidad, pasión y compromi so) inclin a al cuidado y protección
de la persona amada. Con respecto a las emoc iones «autoco nscientes» (morales), la
culpa (que se experimenta tras cometer una transgresión moral ) inclin a a la reparación
de la acc ión negativa o a la com pensació n de la persona afectada; la vergüenza (ex-
perimentada por un fracaso en «público » respecto al logro de metas) y el embarazo
o bochorno (experimentado por transgresión leve de norm as sociales) llevan ambas
al deseo de escapar pero tamb ién a la detención del compo rtamie nto; mientras que
el orgull o cond uce senc ill amente a co ntinu ar en una línea de acción que la persona
considera posit iva para sí misma. En definitiva , toda emoció n impli ca motivac ión.
Los seres humanos, como cua lquier otro animal , tenemos una premi sa moti vacio-
nal básica, que es el «hedonismo psicológico »: buscamos el placer o el agrado y evi-
tamos el dolor o sufrimi ento. Por tanto, tenemos tendencia a aproximarnos (apetenc ia)
a lo que co nsideramos que nos producirá consecuenc ias gratifi cantes, y tenemos ten-
dencia a evitar (aversión ) aquel lo que consideramos que nos producirá consecuencias
desagradables. Sin embargo, en muchas situaciones nos aproximamos hacia algo que
no nos resulta grato en sí mi smo, y este hecho puede parecer que co ntradice este prin-
cipi o hedonista (Bisquerra et al., 2015) . Realmente, este ú ltimo hecho no co ntradice
dice el principio hedoni sta, pues en tales casos la gratifi cac ión que se obtiene consiste
en lograr menos dolor potencial: es decir, cuando nos vemos obl igados a elegir entre
distintas posibilidades «negativas» o desagradables, op tamos, en esas c ircunstancias,
po r elegir la opció n «menos» desagradable o perjudi cial, a pesar de que quizás nos
siga ocasionando algún grado de desagrado o malestar.
En el ámbito educati vo se di stinguen generalmente dos t ipos de mot ivación: Moti-
vación intrínseca y Motivación extrínseca.
En esencia, solamente hay dos maneras de interesarnos por realizar una actividad :
por motivac ión intrínseca o por mo tivación extrínseca (Reeve, 1994). Es decir, pode-
mos realizar una act iv idad por el simple hecho de que nos satisface en sí misma, nos
resulta estimu lante, excita nte o placentera cuando la realizamos. O bien podemos rea-
lizar una actividad para satisfacer necesidades (moti vos) que son ajenos (extrínsecos)
a la activ idad. En el primer caso nuestra motivación será intr ínseca mientras que en el
segundo caso nuestra motivación será extrínseca.
Por ejem plo , un saxofonista puede tocar el saxo con el único objetivo de disfrutar
de esa experiencia, qui zás porque co n ello satisface necesidades como la curiosidad,
la exc itación emoc iona l o la de sentir se competente, o simp lemente po r el placer de
hacer y escuchar música al mismo tiempo. En este caso el saxofonista toca con motiva-
ción intrín seca. Pero cuando el saxofonista toca para obtener aplausos, reconocimien-
to social o dinero , enton ces el hecho de tocar el saxo es sólo un medio para co nseguir
921 APR ENDI ZAJE Y DESARR OU. O EN LA INFANC IA (Volumen 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
un fin d istinto a tocar el instrumento, y por ello puede decirse que el saxofonista toca
entonces con moti vación extrínseca.
Las actividades ante las cuales nos sentimos motivados intrí nsecamente son aque-
llas que nos permiten satisfacer, principalmente, dos clases de necesidades: de co m-
petencia y de autodeterminación. El motivo (necesidad) de competencia consiste en
sentir que uno está poniendo en práctica sus habilidades y en que es capaz de superar
retos y desafíos adecuados a su nivel de habilid ades. En cuanto al motivo de auto-
determinación, consiste en sentir que tenemos la libertad y autono mía para decidir
1ibremente y co ntrol ar nuestro comportamiento.
Las actividades motivadas intrínsecamente aportan a qui en las realiza gratificacio-
nes o recompe nsas intrín secas. Dado que estas actividades resultan interesantes y pla-
centeras a qui enes las practican hasta tal punto que les pueden dedicar tiempo y esfuer-
zo sin que reciba n recompensas extrínsecas por ello, como dinero o reconocimie nto .
Cuando una actividad que plantea algún reto exige demasiado, enton ces el reto
será percibido co mo excesivamente difícil y la persona se desmotivará (invadid a por la
ansiedad al temer un posible o inmin ente el fracaso), mientras que si la act ividad no
exige lo suficien te, entonce s el reto resultará demasiado fácil e igualmente la persona
se desmoti vará (invadid a por el aburrimiento o el desinterés). En cambi o, cuando una
actividad la reali zamos co n motivación intrín seca, ésta es percibid a por la persona
como una acti vidad que supo ne un reto de una dif icult ad ajustada a su nivel de com-
petencia, y entonces es probable que esa activ idad motivada intrínsecamente se con-
v ierta en lo que se denomina una «experi encia ópt ima» o de «fluir/fluj o » (flow ). Se en-
ti ende por experie nc ia óptima o de flujo / fluir aquella experiencia idónea de act ividad
en la que la persona siente un estado placentero de máxi ma concentración y disfrute .
La experiencia de flujo es ot ra muestra de que la emoción y la motivació n son
dos proc esos íntimament e relacio nados. La experimentació n de emociones positivas
en procesos de aprendizaje es una garantía para la posterior motivación para seguir
aprendi endo. Esto es evide nte, por ejemplo, al analiz ar la co nexió n entre la experi-
mentació n del placer al realizar tareas escolares y el esfuerzo necesario para seguir
aprendiendo a realizar tareas cada vez más com plejas. A este respecto son muy aclara-
tori os los co nceptos siguientes de círculos o bucles emotivo-motivacio nales del apren-
dizaje del círculo v irtuo so del éxito y el círculo vicioso del fracaso .
El círculo virtuoso del éxi to consiste en que la satisfacción (gratificac ión, recom-
pensa intrínseca) que supone experim entar el éxito en la reali zació n de un tipo de acti-
v idades conduce a disfrutar con las mismas, a valorarlas positivamente , y esto aumenta
el deseo de continuar con actividades simi lares, lo que conduce a una mayor práctica
que, a su vez, produ ce más aprendizaj es que derivan en una mayor competencia, un
mayor rendimiento y también más frecuentes y mayores recompensas, como serían
mej ores calificaciones o mayor reconoc imiento social, todo lo cual aumentaría la mo -
ti vación intrín seca que impulsaría de nuevo el giro del círculo y enriquece ría el nivel
de do minio de habilid ades y de co noc im iento de la persona.
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
193
de que esa conduc ta se vuelva a producir en el futuro, puesto que la persona no querrá
expe rim entar otra vez ese estado de malestar.
El refuerzo (gratificación o recompensa) es un estímulo u obje to ambiental atrac-
ti vo (agradable) que se da a la persona al final de una conducta y que al provocar
un estado emociona l placentero (consistente en emociones posit ivas), aumenta las
prob abi lid ades de que la conducta se repita en el futu ro, es decir, la refuerza; esto es
consecuencia de que la persona deseará volver a sentir ese estado de bienestar. Por
otra parte, un incentivo es un estímulo u obj eto ambiental que anima (atrae) o d isuade
(repele) a la persona de que realice o no realice una determinada co nducta. Es decir,
los castigos (penalizaciones) y los refuerzos (recompensas)se dan «después» de la con-
ducta y aumentan o dism inuyen la probabi lid ad de que se vuelva a repetir, mientras
que los incentivos se dan «antes» que la condu cta y sirven para energizar (incentivar )
su comien zo o su evitación. Por tanto, cualquier promesa o amenaza de que se va a
dar un refuerzo o un castigo, dado que se da antes de la conducta, es técnicamente un
incentivo (independiente mente de su carácter reforzador o casti gador).
Por ejemplo, si un niño que se niega a realizar una ficha en c lase finalme nte se
decide a hacerlo, dir emos que lo ha hecho co n una motivación extrínseca porque: su
maestra le ha instado con firme expresión facial y prosódica de enfado a que co ma
(esto supondr ía un incent ivo de castigo positivo); la maestra le ha amenazado con
retirarle las lám inas de dibujos que tenía en la mesa para colo rear durante el tiem po
lib re (ince ntivo de castigo negativo); la maestra le ha prometido perdonarle la mitad de
la tarea que tenía pendien te de recoger materiales de manualidades (algo que a este
niño no le agrada) a cambio de que realizara la ficha prevista (incentivo de refuerzo
negativo); su compañera de mesa le ha prometido que si se realizaba la ficha entonces
luego ju garían juntos en el recreo a su juego preferido (incentivo de refuerzo positivo ).
Si bien el castigo puede ser muy efectivo en algunos casos para reducir cond uctas
no deseadas si se cumpl en cie rtas condiciones en su aplicación, también puede ser
contrap roducente po r tener efectos secundarios negativos, como la vivenc ia y expre-
sión de rabia y miedo a través de gritos o lloros, la posib il idad de que el castigado se
habitúe a aceptar el castigo como una forma válida de resolver todos los proble mas y
con fli ctos interpersonales, el pel igro de q ue el castigado llegue a evitar en el futuro a
la persona que le castiga y mantenga rencor hacia ella, el riesgo de que la conducta
castigada se sustituya por otra conducta distinta pero igualmente ind eseada, o bien el
aumento de la agresividad y las pataletas en reacción a la retirada de un refuerzo posi-
tivo, o incluso el efecto de que al castigar una conducta de forma indirecta la persona
sienta que se están castigando otras conductas relacionadas pero que sin embargo sí
serían deseables y por tanto deje de real izarl as. El refuerzo es, sin duda, mejor alterna-
tiva para promover la mot ivación extrí nseca que el castigo.
Estas formas de estim ulación de la motivación extrínseca son conoc idas como
técnicas de modificación de co nducta basadas en el «cond ic ionamiento operante o
instrumenta l», procedimiento que consiste en enseñar las consecuencias (positivas o
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
19s
negativas) que tiene una conducta concreta (para introducir se de forma sencil la en
estas técnicas de modificac ión de conducta recomendamo s el libro de casos prácticos
de García y Martínez (2003).
Al dirigir la motivación hacia cie rto tipo de actividades y no otras se está incitando a
que las personas deban regular y controlar sus estados emocionales en pro del objetivo
de consegu ir determinadas consecuencias positivas y de evitar ciertas consecuenc ias
negativas, con el consiguiente esfuerzo que eso puede suponer y la posterior madurez
y estabilidad emocional que se deriva de vivir esa experiencia de manera frecuente.
Aquel los niños que reciben una educación con reglas claras y estables de compor-
tamiento, siendo además apropiadamente castigados y reforzados en cada ocasión,
siemp re con mantenim iento de un trato afectuoso, tienden a ser menos impu lsivos y
caprichosos, y muestran un mayor control sobre sus propias impu lsos y emociones.
Por ende, la educación de la mot ivación extrínseca es una forma elemental de educa-
ción de la regulación emocional, y, por tanto, es una parte de la educa ción emocional
(Bisquer ra et al., 2015).
3.5. El juego
4. SUEÑO
Aunque, visto desde fuera, el sueño parece ser un tiempo de descanso pasivo del
cuerpo y de la mente, durante el mismo hay importantes cambios fisiológicos y neuro -
lógicos que parecen estar íntimamente relacionados con la restauración de funciones
vita les del organismo y con procesos de consol idación de la memoria y el aprendizaje .
Ya Wallon (1954 ) decía lo siguiente respecto al sueño del niño: «En su comporta-
miento , el dormir ocupa entonces un lugar considerable . Pues no es la reacción ne-
gativa o neutra que se cree comúnmen te. No es una simple detención de la actividad .
Es una función a la cual responden centros corticales que se encuentran localizados ,
precisamente, en la misma región que los centros reguladores de la nutrición íntima y
del metabolismo » (p. 31).
Durante el sueño se inhiben los sistemas de alerta y la desconexión perceptiva
(parcial, no total ) de los estímulos externos, pero el cerebro sigue estando activo, pues
siempre lo está, aunque esta actividad es muy distinta a la que tiene lugar durante el
estado de vigi lia. Desde hace mucho tiempo se sabe que el sueño es esencial para
reponer fuerzas y lograr un estado de bienestar general para afrontar la vida cada día,
pero en las últimas décadas, además, se ha descubi erto que tiene un papel importante
para el aprend izaje y el desarrollo, no solamente en la infancia, sino a lo largo de toda
la vida de la persona.
El sueño es uno de los más importantes condicio nantes fisiológicos del aprendizaje
y de la calidad de vida (Anaya, 2009; Esterline y Gómez , 2020; Harbourne , 2021;
OCDE, 2007).
En los adultos, el sueño se caracter iza por la alterna ncia entre dos tipos distintos de
sueño: El sueño de movimientos oculare s rápidos (MOR o REM, en sus siglas en inglés)
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
197
y el sueño no-REM, cada uno de los cuales está marcado por cualidades psicofisiológi-
cas propias. Cada c iclo de sueño adu lto con estas dos fases abarca aproximadamente
90 minutos, de modo que es más fáci l despertarnos al inicio o al final de ese período
que en medio del mismo, cuando el sueño es más prof undo. En cada sueño, primero
entramos en fase no-REM y luego en fase REM.
El sueño no- REM se caracteriza por un tono muscular moderado, movimientos de
ojos lento s o nul os y ensoñació n estática (sin interacción social, sin afecto o autor re-
presentación, sin relato). Éste se subdivide en tres estadios. El estadio 1 se considera
un estado de transición de la vig ilia al sueño. El estadio 2 se caracteriza por ráfagas
de activ idad cerebral oscilante asociada al procesamiento de la memoria. El estadio 3
es el estado más profu ndo del sueño, y se caracteriza por actividad cerebral de ondas
lentas y largas que dan a esta etapa el nombre alterna tivo de «sueño de ondas lentas».
Se considera que la actividad cerebral de este estadio 3 ju ega un papel importante en
la conso lidación de la memoria , sobre todo de la memoria declarativa (en el Capítulo
4 veremos los sistemas de memoria ).
Durante el sueño REM, la activ idad cerebral aumenta y se corresponde con ondas
electromagnéticas cortas y rápidas, parecidas a las que tienen lugar cuando estamos
despiertos (vigilia ). Sin embargo, el ton o muscular está suprimid o. La fase de sueño
REM parece estar relacionada con la consolid ación de aprendizajes v inculados a ha-
bilidades y procedimientos (memoria procedimental).
En la niñez temprana los cam bios en los patrones de sueño siguen sucedie ndo
aunque son menos dramáticos que en la primera infancia (Esterline y Gómez , 2020 ).
En promedio, el tiempo de sueño cae a las 10-12 horas diarias entre los 2 y los 5 años.
Asimismo, los ciclos de sueño se alargan a los 60-90 minutos en torno a los 4-5 años.
En torno a los 3 años los ciclos circadia nos, el reloj interno del cuerpo que regula el
ciclo sueño-vigil ia, ini cian la fase de somnolenc ia al final del día aproximadamente 1
hora antes que cuando se tienen 9-12 años. Esta fase de somno lencia se produ ce junto
con la segregación de melatonina por la glándula pineal (epífi sis) y con el aumento de la
temperatura corporal periférica. Las conocidas como «pastillas para dormir » suelen con-
tener melatonina artificial , lo que al ingerirse puede iniciar el proceso de sueño, pero que,
como contrapartida , puede alterar la producción natural de la misma por nuestro cerebro.
En cua nto a las siestas, en torno a los 2-3 años los niños suelen abandonar la siesta
matutina, y en torno a los 3-5 años la mayoría ha dejado de dormi r la siesta durante
el día. Como puede apreciarse en la Figura 3 .4, la cantidad de horas necesitadas de
sueño al día va di sminu yendo progresivamente a lo largo de la vid a, con camb ios
signifi cativos apart ir de los 2-3 años, primero , y de los 5-9 años después, a parti r de
cuando los niños pasan a dormir menos de 1O horas en promedio y aproximán dose a
las 8 horas de promedio entre adultos jóv enes.
Las pesadillas y las parálisis durante el sueño son problemas del sueño relativam en-
te comunes que ocurren durante el sueño REM. Las pesadillas ocasionales son comu -
nes entre los 2-4 años de edad, como consecuencia de su mayor desarrollo cognitivo
que les permite una imaginación más vívida y detallada. Las pesadillas «cróni cas»
(esto es, pesadill as frecuentes durante más de 3 meses) son menos prevalentes, aunque
se pueden observar en un 24% de los niños entre 2-5 años, y en un 41 % de los niños
entre 6-1 O años. En ocasiones estas pesadillas se reducen notablemente al retirar la
exposició n durante el día al visionado de escenas de terro r en imágenes o pelí culas.
Otras alteraciones del sueño o parasomnias bastante frecuentes en la infanc ia,
aparte de las pesadil las, son la enuresis (pérd ida de contro l de la o rina; «hacerse pis en
la cama») o el hab la en sueños. En cuanto a la enuresis del sueño, los niños que entre
1 y 3 años llevan un desarrol lo más retrasado que sus com pañeros, tienen con mayor
probabilidad algunos prob lemas de enur esis del sueño a la edad de 6 años. Lo habitual
en un desarro llo neurotípico es que estos eventos sean esporádicos después de haberse
retirado los pañales alrededor de los 2-3 años de edad.
De algún modo, entre otras fun ciones, como la función de reparación y recupe-
ración energética , parece que durante el sueño nuestro cerebro revisa lo aprend ido
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
199
Para una buena higiene del sueño, se recomienda acostumb rar a los niñ os desde
pequeños a acostarse regularmente a la misma hora cada día, dejand o un tiempo de
1-2 horas entre la cena y el mome nto de acostarse, siguiendo una rutina para prepa-
rarles para ir a la cama, y asegurando que el ambiente sea emocionalmente afectuoso
y relajado , oscuro, tranquilo , y libre de ruido. Y también es importante establecer la
rutin a de una hora consistente de despertarse cada día de la semana, si bi en haciendo
la excepción en el fin de semana.
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Figura 3.4.
El sueño en la vida humana.
Fuente: Adaptado de Santrock (2003).
5. ALIMENTACIÓN
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, WHO ), una mejor nutric ión
se relaciona con mejor salud en la infancia, niñez, juventud y vida adulta, incluyendo
mejor salud materna l, sistemas inmunes más fuertes, embarazos y partos más seguros,
menor riesgo de enfermedades no transmisibles (tales como la diabetes y enfermedades
cardiovasculares) y mayor longevidad. Pero además, hoy en día sabemos que una buena
alimentación se asocia también con el incr emento de la capacidad de aprendi zaje del
cerebro, pues lo que come mos afecta a nuestro funcionam iento cogn itivo, de modo que
es vital tener en cuenta las necesidades nutriti vas a lo largo de todo el día y distribuir
sabiamente la ingesta nutritiva considerando tales necesidades (OCDE, 2007).
Tabla 3 .17
Hábitos alimentarios propios de la dieta mediterránea. Adaptado de Vi/ella (2007 , p. 85).
• Dos comidas principales al día, sentado a la mesa, y de una duración superior a 20 minu-
tos cada una
• Consumo de grasa inferior al 35 % de la energía tot al (de ésta, menos del 10% debe ser
grasa sat urada)
• Aceite de oliva (mejor si es aceite de oliva virgen) utilizado para cocina r y condimentar los
alimentos (debe suponer el 50% total de la grasa)
• En caso de ingesta de vino que sea moderada y acompañando a la comida (no más de
uno o dos vasos al día)
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
1
1 03
Uso frecuente de especias y condimentos variados (limón , ajo, hierbas aromáticas como
orégano, cilantro, romero , perejil, tomillo , laurel e hinojo )
Desde una perspectiva del c iclo vita l, la desnutrición puede comenzar prenatal-
mente, provocando bajo peso al nacer, incrementando el riesgo de un pobre desa-
rrollo infanti l acom pañado de problemas de crecimi ento, de salud, de desempeño
académico e incluso, a largo plazo, de potencial económico mermado en la adultez.
Cuando una muj er embarazada presenta problemas de nutric ión o bien tiene hábitos
de vida que inclu yen la ingesta de productos tóxicos como el tabaco o el alcoho l, con
ello puede iniciar un ciclo negativo que pasa a la siguiente generación. Por ejemplo,
los efectos de la exposición prenatal al consumo materno de alcoho l en el embarazo
incluyen alteraciones en la estructura cerebral, tales como presencia de microcefalia,
disminución de vo lúmenes de la sustancia blanca (red de axones y conex iones neu-
rona les) y sustancia gris (masa de cuerpos neuronales), agenesia (malformación ) del
cuerpo cal loso, reducción de los volúmenes del núcleo caudado y el hipocampo y los
lóbulos fronta les, temporal y parietal. Asimismo, estas lesiones implican alteraciones a
nivel neuropsicológico, tales como difi cu ltades cognit ivas y problemas de adaptación
derivados de una merma de las funciones ejecut ivas relacionadas con la atenció n,
pero también défici ts en habili dades visoespaciales, aprendizaje y memoria, y múlti-
ples dificultades en el habla y el lenguaje (Astals-Vizcaino et al., 2021 ).
Se ha dic ho que los primeros 1000 días de vida (desde la concepción hasta los 2
años) constit uyen el período de mayor vulnerabili dad para el desarrollo como efecto
de la nutrición, puesto que representa un período de alta demanda energética, con
rápidos incrementos en peso, estatura, crecim iento de órganos, aprendizajes y habili-
dades (Black et al., 2020 ).
Durante el embarazo hay micronutri entes específicos absolutamente necesarios
para el correcto desarrollo saludable del feto. Por ejemp lo, défic its en ácido fólico
(vitamina B9) pueden co nduc ir a déficits o malfor maciones en el tubo neural, y défi-
cits en yodo puede derivar en creti nismo (destrucción o atrofia de la glándula tiro ides
durante el feto que provoca deformid ades en el cuerpo y retraso intelectual ). Por ello
es habitual desde hace décadas en Españaque a las embarazadas se les recete comp le-
mentos de yodo, de ácido fólico y de vitamina B12 (e.g., Yodocefol), sobre todo para
el prim er t rimestre de embarazo, o incluso se recomienda tomar ácido fólico meses
1041 APR ENDIZAJE Y DESARROUO EN LA INFANC IA (Volumen 1)
Capítulo 3 . Condicionantes del aprendizaje
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Alimentación:
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Pirámide Naos
Actividad fís ica :
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Figura 3 .5.
Pirámide NAOS de alimentac ión y ejercicio físico recomendados .
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
1
1 05
6. EJERCICIO FÍSICO
En torno al s. IV a. C., el fi lósofo Platón dij o que la falta de actividad física destruye
las buenas condi ciones de todo ser humano, mientras que el movim iento y el ejercicio
físico metód ico lo preservan. De for ma simil ar, y en la misma época, el padre de la
medicina, Hip ócrates, dij o que todas las partes del cuerpo tienen una función; si las
utiliz amos y las ejercitamos con moderación, se mantie nen sanas y bien desarrolladas,
envej eciendo lentamente, mientras que si no se usan son más propensas a la enferme-
dad, tienen un desarrol lo deficiente y envejecen rápidamente. Tiempo más tarde, en el
Imperio Roma no circ ulaba la sentencia del poeta Juvenal, que decía mens sana in cor-
pare sano (mente sana en cuerpo sano). Así que la conciencia de que el ejercicio físico
es relevante para la salud física y mental v iene de lejos en la historia de la humanidad.
Existe una amplia cantidad de investigación apoyando los presuntos benefic ios del
ejercicio físico para la cognició n, tanto en niños como en adultos. Sin embargo, la
relació n entre eje rc ici o físico y cognición es compleja y aún tenemos un conoc imien-
to limit ado sobre los moderadores y los mecanismos que subyacen a esta relación
(Ferrer-Uris et al., 2022 ). Existe evidencia de que el ejercic io físico regular podría con-
1061 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
trib uir a contrarresta r parc ialmente el declive cognitivo y de las funcio nes cerebrales
deri vado de la edad, es decir, el ejercicio físico se supone que tiene una incidencia
dir ecta sobre la denom inada «reserva cogniti va», esa presunta capac idad del cereb ro
para demorar el declive cognitivo , para resistir y tolerar mejor los futuribles efectos de
la patología asociada a la demencia (Weng et al., 2017 ).
Parece que el ejercicio físico es ventajoso para el aprendizaje y se han constatado en
diversas investigaciones sus efectos beneficiosos sobre la atención, el control y la coor-
din ación motora, y el desarrollo del lenguaje (Anaya, 2009). Pero también se di spone de
evidencia indi cando que el ejercicio físico, regular o puntual pero intensivo, sobre el ren-
dimiento académico, tareas de comprensión lecto ra ortografía y aritmética, así como so-
bre funciones ejecutivas, e incluso sobre la estruct ura y anatomía cerebral. Por ejempl o,
los niño s co n mejor co ndic ión física en ej ercicio aeróbico han mostrado tener mayores
volú menes cerebrales en los ganglios basalesy en el hipocampo, lo que se relaciona con
un desempeño superior en tareas de control cognitivo y de memoria, respectivamente,
en compa ración con niños con peor cond ición física (Chaddock-Heyman et al., 20 14).
El ejercicio aeróbi co podría indu cir el incremento de producción de neurotransmi-
sores como la adrenalina (relevante para la atenc ión), la seroton ina (relevante para el
buen estado de ánimo ), la dopam ina (relevante para la moti vación ), el flujo sanguíneo
cerebral y el factor neurot rófico der ivado del cerebro (BDNF, en sus siglas en inglés)
(Chan et al., 2022 ).
Los niveles en el cerebro del BDNF son importante s porque (Guillén , 201 7):
a) Mej ora la plastic idad sináptica que permite el fortalecimiento de las conexio nes
neuronales
b) Incrementa la neurogénesis en el hipocampo , con las poten c iales imp licac io-
nes para func iones cerebrales dependientes del mismo como la generación de
recuerdo s o la orientación espacial
c) Potencia la vasculari zac ión cerebral, permitiendo la angiogénesis (creació n de
vasos sanguíneos), lo que facilit a la hidratación , la ox igenac ión y la nutr ic ión
del ce rebro.
En co njunt o, d iversas investigaciones apuntan a la convenienc ia de realizar breves
paro nes en la activ idad académ ica del aula para dedicarlos , d urante algunos minutos ,
a algún ej ercic io físico aerób ico, pues este tipo de accio nes facil ita el aprendizaje en
la clase posterior a la activid ad física. Aunque la mayoría de la investi gación se ha
referido a los beneficios de l ejercic io físico de tip o aeróbico , tambi én se han constata-
do beneficios cog nitiv os del ej ercicio físico anaeróbico, como en la investigación de
Winter et al. (2007), en la que estudi antes unive rsitarios sometidos a una prueba de
vocabula rio aprendían un 20 % más rápido que sus compañ eros si antes realizaban
esprint s de 3 minut os. En estos mismos estudiantes, además, se detectaron incrementos
en los nive les de BDNF en sangre, los cuales cor relacio naron co n la mejo ra observada
en su memor ia verbal.
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capítulo 3. Condlclonante5 del aprendizaje
1
1 07
La cuestión crítica es que la HRV se ha propuesto como una variable de dif erencias
individuales de carácter bioló g ico, razonablemente estable y parcialmente heredable
(Laborde et al., 20 17), cuyos mayo res niveles se asocian con mejor es fun ciones ejecu-
tiva s, mejor inteligencia emocional, y mejor salud mental (Laborde et al., 20 11; 2017 ).
Se ha interpretado la HRV como un indi cador de contro l regul atori o .
Recientemente, en una revisión de la investigación se ha observado que el control
vo lunt ario de la respiración lenta se asocia con mejo res niveles de HRV (Laborde et al.,
2022), lo que podría constituir una explic ación biológica a los conocidos efectos be-
neficiosos de las prácti cas de medit ación y mind ful ness sobre el b ienestar psicológic o .
Por otra parte, algunas investigaciones como la de Speer et al. (202 1) han compro-
bado que la HRV se puede mejorar con entrenamiento de ejercicios físicos durante
6 meses en niño s de 3-5 años. Sin embargo, un meta-análisis previo a este estud io
informab a de que no existían evidencias de que esto pudiera lograrse (Da Silva et al.,
2014 ).
Aunque todavía falta más investigación, los resultados son prometedor es y abren
una nueva front era del conoc imi ento sobre las posib les relaciones entre el control eje-
cutivo ejercido desde la corteza prefrontal y la regulación respir atori a y cardíaca, y la
conexió n de todo ello con el ejercic io físico.
7. NECESIDADES BÁSICAS
sexo. Los motivo s secundarios, en cambio , se supone que son necesidades aprendidas
de carácter psicológ ico y social, que están relacionadas con el proceso de crecimien-
to y autor realización de la persona. Son motivo s secundari os la motivación de logro
(deseo de éxito), la motivación de afiliac ión (deseo de relacio nes interpersonales y
de aceptación) y la motivación de poder (deseo de control e influen cia sobre los de-
más). Ot ros ejemp los de mo tivos secundarios son la «bebid a secundaria» (beber sin
sensación de sed) o la «com ida secundaria» (comer sin sentir hambre); estos moti vos
mueven nuestro co mportamiento cuando nos sentimo s socialmente arrastrados a ello
o como parte de un hábito cultural, por ejemplo , con amigos entre horas de comi da.
A pesar de esta distin c ión, en todo mom ento pod emos estar experim entando si-
multáneamente diferentes necesidades, de manera que aquella más intensa será la que
finalmente determine la conducta o e l compo rtamiento a reali zar.
Probablemente la teoría de necesidades personales más aclamada es la teoría jeá r-
quica de necesidades propuesta por Maslow (1943 ). De acuerdo con esta teoría, exis-
ten 5 necesidades básicas del ser humano, ordenadas jerárqui camente, siendo todas
ellas esenciales para el ópt imo desarrollo personal. Maslow denominó a las necesi-
dades inferiore s o primarias, «necesidades de deficiencia », e incluyen necesidades
fisio lógicas (de ai re, alim ento, agua, sexo, sueño, calor, homeostasis y exreción), de
seguridad (integridad física, psicológica y moral, salud, seguridad en el trabajo, mante-
nimi ento de la propiedad ), y de amor/pertene ncia (familia , afecto, intimidad , amistad).
En cuanto a las necesidades superior es o secundari as, las denominó «necesidades de
crecimiento », y com prenden las necesidades de autoestima (autoestima, confianza,
logro, reconocimiento , reputación) y de autorrealiz ación, de alcance del pleno poten-
cial personal (autonomía, espontaneidad , creatividad, satisfacción vital ). Es habitual
que esta teoría se represente gráfica mente mediante una pirámide, pero cabe señalar
que ta I representación no fue creada por Maslow.
Según Maslow, hay un orden temporal que co nd icion a la satisfacción de estas ne-
cesidades, de tal manera que solamente cuando las necesidades de defic iencia han
sido sufic ientemente satisfechas podemos ento nces, gradualm ente, progresar hacia la
satisfacción de las necesidades de crecim iento, que son las que proporcionan el ver-
dadero sentido de felicidad o bienestar subjetivo, entendido en términos de bienestar
eudemónico o de valorac ió n cognitiv a (frente al simpl e bienestar hedónico o emocio-
nal, que supone un balance emocional positivo, esto es, la percepción subjet iva de
expe rim entar cotidianament e más emociones positivas o placent eras que negativas o
displacenteras). El bi enestar eudemónico se refiere al sentim iento de felicidad derivado
de sentir que se han alcanzado metas v itales relevantes para la persona, de sentir que
la propia v ida tiene un sentido e importancia.
110 1 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
Figura 3.6.
Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS; WHO)
para el cuidado cariñoso y sensible de la infancia.
Fuente: Tomado de: https ;// apps.who.int/i ris/handle / 10665 /272 605
destinatarios, concluyendo que cuando los niños en situación de pobreza reciben apo-
yo para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación, salud y bienesta r, entonces
pueden empezar a exper imentar mejoras en su desempeño académico .
Tabla 3 .18
Ideas ampliamente extendidas, pero incorrectas, acerca del desarrollo en esta etapa .
La investigación met a-analítica reciente sugiere que hay una correlación pequeña pero signi-
ficativa ent re tiempo de pantalla en niños menores de 12 años y mayores problemas de con-
ducta, tanto de carácter externalizante {irritabilidad , conducta desafiante, falta de aceptación
de normas) como de carácter internalizante {ansiedad , depresión). No hay fundamentos cien-
tíficos claros para un consenso acerca del tiempo de pantalla diario o semanal recomendab le,
aunque sí se aconseja limitar el tiempo y horario de uso y establecer algún día sin pantalla
a la semana. China, con objetivo de combatir la adicción j uvenil a los videojuegos en red, ha
decretado por ley en agosto de 2022 que las empresas de videojuego por Internet no podrán
dar permiso a menores de 18 años a jugar en línea más de 3 horas a la semana, 1 hora cada
día, de viernes a domingo , y festivos, y en horario limitado de 8 a 9 de la noche.
La investigac ión en neurociencia ha descubierto que una función importantísima del sueño es
también la de que el cerebro consolide aprendizaje mientras dormimos.
1121 APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 3 . Condlclonantes del aprendizaje
ACTIVIDADES RECOMENDADAS
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84 - 1OO.
Desarrollo intelectual
Eva Expósito-Casas
Juan Carlos Pérez-González
ESQUEMA / CONTENIDOS
BREVE INTRODUCCIÓN
1. MECANISMOS CEREBRALES QUE SUBYACEN AL APRENDIZAJE Y
DESARROLLO INTELECTUAL DURANTE LOS PRIMEROS AÑOS. CLAVES
PARA MAESTROS
2 . ALGUNAS APORTACIONES RELEVANTES EN EL ESTUDIO DEL
DESARROLLO INTELECTUAL
3 . DESARROLLO PSICOMOTOR
3.1. ¿Qué es el desarrollo psicomotor?
3.2. Comprender el desarrollo psicomotor, conceptos clave
3.3. Principales hitos en el desarrollo psicomotor
4 . DESARROLLO COGNITIVO
4.1. ¿Qué es el desarrollo cognitivo?
4.2. Principales hitos en el desarrollo cognitivo
4.3. Capacidades cognitivas e inteligencia general: diferencias individuales
5 . COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
5.1. ¿A qué nos referimos con comunicación y lenguaje?
5.2. Principales hitos en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje
6 . ESCALAS DE USO FRECUENTE EN LA EVALUACIÓN DEL DESARROLLO
7 . HABLANDO CON LAS FAMILIAS DEL DESARROLLO DEL BEBÉ
ACTIVIDADES RECOMENDADAS
BIBLIOGRAFÍA
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capitulo 4 . Desarrollo Intelectual
1
1 23
BREVE INTRODUCCIÓN
A fin de dar una estructura clara al desarrollo intelectual durante esta etapa, el
presente capítulo se ha estructurado en tres grandes apartados: desarrollo psicomotor,
desarrollo cogni ti vo, comunicación y lenguaje. Esta distinción se realiza con fines
didácticos, aunque, como veremos a lo largo de la presentación de los conte nid os, es
impor tante tener en cuenta el carácter integral del desarrollo del niño en los planos
motor, cognitivo, com uni cativo y adaptativo/social.
El primer epígrafe, comienza señalando algunas cuestio nes clave sobre los meca-
nismos cerebrales que subyacen al aprend izaje y desarrollo durante los primeros años,
mu chos de estos mecanismos han sido abordados en los capítulos precedentes, pero
es importante recordarlos en el marco del presente tema y vinc ul arlos con el desarrollo
intelectua l. En segundo lugar, se recoge un breve resumen de algunas de las aportacio-
nes más relevantes en el estudio del desarrollo intelectual, de la mano de tres autores
clave: Piaget, Wallon y Vygotsky.
A conti nuació n, se presenta el bloque destinado al plano psicomotor , definiendo
este ámbito de desarrollo , explicando algunos conceptos cardina les y presentando, en
último lugar, los princ ipale s hitos del progreso durante la prim era infancia. Siguiendo
una estructura análoga, el c uarto epígrafe, d irigido a analizar el desarrollo cognitivo ,
presenta una aproxima ción conceptual y, posteriormente, los avances más caracterís-
ticos que se dan en el periodo 0-6 . La comunicac ión y el lenguaje se abordan en el
quinto epígrafe, presentando una defini ción de partida y algunas guías sobre su adqui-
sición y desarrollo en los primeros años.
Por último , se han incluido dos apartados de naturaleza eminentemente práctica , el
prim ero de ellos, aborda algunas pruebas de evaluación del desarrollo intele ctual en
esta etapa y, el segundo, está destinado a reflexionar sobre el diálogo con las familia s
acerca del desarroll o intelectual, procurando establecer un lenguaje común y abor-
dando algunas recom endaciones útiles.
1241 APR ENDI ZAJE Y DESARR OLLO EN LA INFANC IA (Volumen 1)
Capitulo 4 . Dei.arrollo Intelectual
Con el estudio de este capítulo se pretende que los estudiantes sean capaces de:
Reconocer algunos neuromitos en relación con el desarrollo durante esta eta-
pa.
Identificar los principales hitos del desarrollo psicomotor, cognitivo y de la co-
municación/lenguaje.
Comprender el pape l que los factores psicológicos y ambientales pueden ejercer
sobre el desarrollo y el aprendi zaje.
Conocer algunos instrumentos de evaluación del desarrollo intele ctual.
Reflexionar acerca de la comu n icación con las familias sobre aspectos relacio-
nados co n el desarrollo intelectua l.
Tal y como veíamos en apartados precedentes, las experiencias durante los prime-
ros años de v ida establecen la base del desarrollo futur o, siendo un elemento esencial
en el crecim iento y evoluc ión del individuo. Tras el nacimiento, se produce una gran
proli ferac ión de conexiones entre las neuronas, que hacen que el número de cone-
xiones del cerebro de un bebé pueda llegar a ser el doble a las de un adulto. En el
transcurso del segundo y tercer año de vida, tiene lugar una notable poda de estas co-
nexion es, poda a la que solo sobreviven aquellas conex iones que logran co nsolidarse
como resultado de su activación (Anaya, 2014 ).
Esta prim era red de aprendizajes constitu irá la base desde la que se analizarán las
experienc ias posteriores y desde la cual se incorpo rarán nuevos aprendi zajes, sistema
en contin uo progreso que irá evolucionando y modific ándose de forma global a me-
dida que dich as incorporaciones (nuevos aprendizajes ) se van produciendo (Anaya,
20 14). En consecuencia, las experienc ias de aprendizaje du rante los primeros años
son, en definitiva, un aspecto central en el desarrollo del ind ividuo que sustentará la
base de su desarrollo futuro. El pensamiento y el aprendizaje exigen la creación de
conexio nes entre muchas partes del cerebro, poco a poco el cerebro va contando con
una base más extensa de experienc ias sobre la que construi r.
En la Iiteratura cie ntífica podemos encontrar numero sos trabajos que corroboran la
importancia de la educac ión infantil en el desarrollo del individuo: el 87% del cerebro
se forma durante los primeros tres años de vida de un niño (UNICEF, 20 14); las cone-
xiones neurona les se ven afectadas tanto por aspectos de salud y nutri ció n, como por
el tipo de interacción del niñ o o niña con personas y objetos de su entorno (Herrerea
et al., 2006 ). En consecuenc ia, no podemos desvincular el desarrollo cerebral con la
evolución psicomotora y cognitiva del niño.
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1)
Capitulo 4 . Desarrollo Intelectual
1
1 25
Tabla 4 .1
Mecanismos cerebrales que subyacen al aprendizaje de especial importancia en los
primeros años.
Entre el nacimiento y la edad adulta la masa cerebral del individuo llega a cuadruplica rse, este
crecimiento estaría basado principalmente en el notable aumento de:
Las dendritas en número y complejidad.
Las conexiones sináp ti cas en diversas regiones del córtex cerebral.
El proceso de mielinización, lo que permite una mejora en la velocidad de transmisión de
información entre las neuronas (García Madruga y Delval, 2010).
Sinaptogénesis
Plasticidad cerebral
La capacidad del cerebro de modificar su estructura para dar respuesta a las neces idades y
demandas ambientales se conoce con el nombre de ,plasticidad cerebral , , siendo la base del
aprendizaje . Esta capacidad se mant iene a lo largo de todas las etapas del ciclo vital (0ECD,
2007; 2002 ) y hace referencia a cambios en la estructura o la bioquímica del cerebro.
Periodos sensibles
Neuronas espejo
Neuronas que comb inan propiedades motoras y visuales . Se trata de neuronas que parti -
cipan en la ejecución del acto motor (propiedad moto ra) y durante la observación de dicho
acto motor (propiedad visual). Las neuronas espejo tienen un importante papel en el sistema
cognitivo humano , siendo una línea reciente de investigación (Enriquez de Valenzuela, 2014 ).
1261 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 4. Dei.arrollo Intelectua l
Tal y como se recoge en el Pilar Europeo de Derechos Sociales: «Los niños tienen
derecho a disfrutar de una educación y unos cuidados de la prim era infancia asequi-
bles y de buena calidad» (Unión Europea, 2017, p .19). La formación de los profesiona-
les de la educac ión, a cargo de los escolares de esta etapa, es un elemento central a la
ho ra de asegurar esta cal idad, siendo esencial que conozcan los procesos que subya-
cen al espectacular crecim iento y desarrollo del indi viduo durante estos primero s años
y comprenda n las mejores formas de acompañar al menor a lo largo de este proceso.
Ciertamente, invertir en una primera etapa educativa de calidad resulta más eficaz y
eficient e que tratar de compensar las desigualdades en etapas educativas posterior es
(Heckman , 2017; OCDE, 2017 ; Save the Childre n, 2019 ).
A lo largo de los estudios de Grado, lo s docentes en formación pueden encontrarse
con materias o contenidos ante los que se preguntan «¿y esto para qué me sir ve como
maestro?», en gran medida la respuesta a esta pregunta está en la transferencia de
di chos conocimientos a la práctica dia ria. En el marco de esta asignatura, una buena
comprensión de los procesos que subyacen al aprendiz aje y desarrollo infantil permi-
tir á dar respuestas mejor adaptadas a las necesidades del indi viduo , acompañando y
guiando sus procesos de desarrollo.
La formación de los do centes es impr escindibl e para combati r los conocidos como
«neuromitos » que, Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Eco-
nóm ico (OCDE, 2002 ), harían referenci a a interpretacio nes incor rectas cuyo origen
está en un mal entendim iento, una lectur a errónea o una citación fuera de contexto
de hechos científi camente establecido s con el obje tivo de usar la investi gación neuro-
científ ica en otros contextos, como puede ser el educativo (OCDE, 2002 ).
Tabla 4.2
Ideas ampliamente extendidas, pero falsas, acerca del desarrollo en esta etapa.
Neuromlto 1: En la Infancia se dan determinados •periodos cñtlcos • tras los cuales cier-
tas cosas no pueden ser aprendidas. Algunos aprendizajes resultan más sencillos si se
dan dentro de los conocidos como • periodos sens ibles • ello no implica la imposibil idad de
aprender fuera de estos periodos sensibles , es posib le adquirir estos aprendizajes en otros
momentos, pero el esfuerzo que tendrá que hacer el sujeto será mayor.
Neuromlto 2 : A los 3 años de edad el desarrollo del cerebro está determinado . Los tres
primeros años de vida tienen una importancia crucial en el desarrollo cognitivo poster ior,
especialmente si hablamos de desarrollo socioemocional, pero el cerebro está en constan -
te evolución (L6pez-Martín, 2020 ).
Neuromlto 3: Un entorno rico en estímulos mejora el cerebro de los niños en edad prees-
colar. La estimulaci6n sensorial excesiva no construye •mejores cerebros• o ,cere bros más
capaces•.
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capitulo 4 . Desarrollo Intelectual
¡12 7
Tabla 4 .3
Divisiones del desarrollo en el sistema de Piaget.
Tabla 4.4
Etapas del desarrollo en fa obra de Henry \!\/a/fon.
Tabla 4.5
Comparación entre Piaget y Vygotsky.
Piaget Vygotsky
Proceso de aprendizaje
Egocentrismo Aprendiz
La tendenc ia de los preescolares a percibir La tendencia del preescolar a mirar a los
todo desde su propia perspect iva y estar li· otros para conocer y para obtener ayuda, en
mitades por ese punto de vista. particular en el ámbito cognitivo.
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capitulo 4. Desarrollo Intelectual
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1 31
Piaget Vygotsky
Componentes
Estructura Andamiaje
Las presunciones mentales y los escenarios La estructura para el aprendizaje puesta en
que crean los niños para ayudarse a organi- su lugar por el •maest ro, (un niño más capa-
zar la comprensión del mundo. Las estruc- citado o un adulto) o la cultura. Los aprendi-
turas se rompen y se reconstruyen cuando ces utilizan andamios y luego los descartan
el desequilib rio forma nuevas estructuras cuando no los necesitan más.
necesarias.
3. DESARROLLOPSICOMOTOR:MOVIMIENTO Y COGNICIÓN
3.1. ¿Qué es el desarrollo psicomotor?
actividad psíquica co nsciente que emerge ante determinadas situaciones motrices Uus-
to, 20 14).
En la concepció n or iginal del término psicomotricidad, Ernest Dupré señala la re-
lación efectiva durante las primeras etapas de la vida entre el desarrollo de la motrici-
dad, la inteligencia y la afectividad, gracias a su estudio sobre la asociación entre las
anomalías psíquicas y neurológicas co n las motrices (Durivage, 2005). Posteriormente,
Henry Wallon señala la unión de los dominios psíquico y motórico en el ser humano,
caracterizando de este modo la psicomotr icidad.
Esta consideración conjunta de la parte psíquica y motriz es fundamental y aporta
una visión «integral» del individu o, en la que lo importante no es la existencia de estos
dos compone ntes de forma aislada, sino su integración en la idea de psicomotricidad.
La preponderancia del plano motor, guiado por las prácticas educat ivas, ha sido
quizá uno de los principales elementos de confusión a la hora de util izar el concepto
y ello supone una v isión reduccionista de la actividad psicomotora, al limit ar la misma
a algo meramente instrumental. Efectivamente, los avances más visibles y caracterís-
ticos de la primera infancia se dan en el plano motor (levantar la cabeza, erguir los
hombro s, reptar, gatear, sentarse, mantener la posición de pie, andar, saltar, etc.) y por
ello suelen ser los que mayor atención reciben, sin comprender que estos hitos en el
desarrollo van más allá del simple hecho del movimiento.
En el aula, en el parque, en casa, es fácil que familias, docentes, amigos, etc.,
destaquen las acciones motoras de los más pequeños «mi niño con 5 meses ya se
sentaba solo», «la hija de la vecina tiene 18 meses y aún no camina », «e l pequeño de
mis hijos nunca gateó», etc. El acto motor es una respuesta medible y observable y,
en consecuencia, con un importante atractivo para cualquier persona interesada en el
mundo infantil , pero se corre el riesgo de limit ar el desarrollo al p lano motor, guiando
intervenciones más o menos sistemáticas que pretenden «instruir » el movimiento sin
comprender los procesos subyacentes.
La función motr iz no es nada sin el aspecto psíquico; en el ser humano la interven-
ción del psiquismo hace posible que el simple movimiento , se convierta en gesto, es de-
cir, en portador de respuesta, de intencionalidad y de significac ión (Ramos, 1979). En el
ámbito psicomotor encontramos, por tanto, dos componentes, el motor (implementación
del acto motor en los músculos) y el cognitivo o interno (percepción, intención , plani-
ficación, etc.). El concepto de psicomotricidad hace referencia a la construcción soma-
topsíquica del ser humano en relació n con el mundo que le rodea (Aucoutu rier, 2007 ).
Proximal-distal
/ Céfalo caudal:
Proximal-distal: desde lo cercano hacia lo lejano , el desarrollo avanza desde el
centro de l cuerpo a las extremidades (Berger, 2006 ).
Céfalo-caudal: desde la cabeza hacia la co la, el desarrollo avanza en esta direc-
ció n, el cerebro, los ojos, la boca, etc. se desarrollan antes que las piernas y pies
(Berger, 2006).
En la literatura se hace referencia a 4 leyes del desarrollo psicomo tor que se reco-
gen en la Tabl a 4.6.
Tabla 4.6
Leyes del desarrollo psicomotor.
Denominación Descripción
Denominación Descripción
Motricidad gruesa/Motricidadfina:
Motricidad gruesa: habilid ades físicas que implican movimie ntos amplios (cami-
nar, saltar, etc.).
Motricidad fina: habilidades físicas que implican mov imiento s ligeros/ preci sos,
especialmente en manos y dedos (coger objetos pequeños, d ibujar ).
Esquemacorporal/ imagencorporal
Esquema corpora l: mecanismos y estructuras somáticas en que se basa la viven-
cia de la propia corporalidad (dimensión somática), supone el cono c imiento
inmediato de nuestro propio cuerpo.
Imagen corporal: representación que el indi viduo tiene de su propia corporali-
dad (dimensión psicológ ica).
Es important e destacar que, a lo largo del primer año, no se da esta diferen c iación
entre esquema e imagen corporal , tratándose de una distinción de carácter teórico. En
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capitulo 4 . Desarrollo Intelectual
1
1 35
esta primera etapa, el niño uti li za su cuerpo y lo percibe desde el interior (cenestesia),
poco a poco irá situándol e en el mundo que le rodea y adqui rirá progresivamente una
representación de su propia corpora lidad (imagen corpora l).
Coo rdinació n ócu lo-manual: habili dad que nos permite poner en relación la acti-
v idad de ojos y manos, haciendo posible que realicemos de forma efectiva actividades
que requie ren de una acción combinada de ojos y manos.
l ate ralidad: predominio funciona l, por uso más frecuente y efectivo de una mit ad
lateral del cuerpo frente a otra. El plano imaginario que atraviesa nuestro cuerpo en dos
mitades iguales se conoce como «eje corporal» , es la integración de este eje cor poral
la que hace posible la adquisición de la lateralidad, el reconocimiento de la derecha
y la izquierda y progresivamente, la orientación espaciotemporal (Berruezo, 2000).
En este punto vamos a detenernos en el análisis de los hito s del desarrollo mo-
tor más importantes durante la primera infancia. Tal y como veíamos en el apartado
de conceptua lización, el desarrollo psicomotor va más allá del movimiento , a fin de
estructurar la información del presente capítulo de forma clara, presentamos en este
apartado los aconteci mientos motores más importantes, en epígrafes posterio res, in-
cluir emos algunos instrumentos de evaluació n que contemplan las di stintas esferas del
desarrollo intelectua l de forma conjunta.
El desarrollo motor es un proceso cont inuo con una secuencia similar en todos los
niño s pero que se produce a un ritm o variable, pues existen import antes diferencias
interindividuale s en el ritm o de adqu isición de cada sujeto. La Tabla 4.7 presenta la
evo lución del desarrollo motor del niño desde que nace, hasta los 3 años de edad. En
el t ranscurso de este periodo , se produce un espectacu lar camb io, haciéndose visible
una evolución motora que les permitirá , en un breve lapso temporal , inic iar la marcha
autónoma , desenvolviéndose en el medio con libertad creciente.
Tabla 4.7
-
Evolución del desarrollo motor en el niño.
- 1 mes
abductor.
Motor grueso
Manos abiertas
Sigue objetos 90 °
Postura fetal
4 meses
Mentón levantado
5 meses
Pecho levantado
6 meses
J.ef
Coger objetos
7 mese s
ayuda Sentarse en el
regazo y sos tener Sentarse solo
Estar sentado en silla
8 meses objetos alta y coger objetos
que cuelgan
9 meses
10 meses
Gatear
Estar de pie Estar de pie Anda r con ayuda
con ayuda sujetándose
Figura 4.1.
Secuencia de desar rollo motor y locomoción.
Fuente: Shirley (1933) recuperado de Delval (2011. p. 3 13).
La posic ión decúbito supino sería el equivalente a «tumbarse boca arriba» apoyado
el cuerpo sobre el plano horizont al por su parte posterior. Por otro lado, la posición
1381 APR ENDI ZAJE Y DESARR OLLO EN LA INFANC IA (Volumen 1)
Capitulo 4 . Dei.arrollo Intelectual
decúbito prono haría referencia a la posición del cuerpo cuando se está tendido boca
abajo, sobre el pecho y el vientre. La sedestació n haría referencia a la posición del
cuerpo sentado. La bipedestación haría referenc ia a la posic ión de pie . La Figura 4.1
recoge de manera gráfica una mirada sintética al desarrol lo motor y de la locomoc ión
expuesto en la Tabla 4.7.
Una aproximac ión al desarroll o motor de gran relevancia es la realizada por Emmi
Pikler quien, gracias a su trabajo en la dirección de la casa cuna de la calle Loczy
(Budapest), aborda la idea de la imp orta ncia del movimie nto libr e, sin forzar al ni ño a
adopta r posturas para las que aún no está preparado. Aunque el conocido como mé-
tod o Pikler- Loczy va mucho más allá, en este punto nos centraremos en los esquemas
de desarrollo motor que propone, en los que se observa la evolución natural de los
movimientos del bebé cuando este ti ene la posibi lidad de desenvolverse con libertad
en el medio.
En la Figura 4.2, se puede apreciar cómo el niño va adquiriend o d istintos movi-
mientos y cómo suceden las transiciones entre estos. En la primera línea observamos
el vo lteo, de decú bito supin o a prono y viceversa, posteriorm ente inicia el despla-
zamie nto «reptando » y «gateando », en tercer lugar, encontramos la secuencia en la
adqu isic ión de la sedestación con apoyo y sin apoyo, posteriormente la posic ión de
bipedestación con ayuda y en últ imo lugar, el inicio de la marcha li berada. En su tra-
bajo Pikler presenta los distintos esquemas de movimiento con un excelente nivel de
detalle, ayudando a una mejor com p rensión del desarrollo motor du rante la prim era
infancia y mostrando cómo cada nueva adquisición, tiene su origen en la precedente.
Es importante que los profesionales de la educac ión y la salud sepan com prender el
desarrollo del niñ o como un proceso continuo, con una secuencia simil ar en todos los
infantes, pero que puede producirse a un ritmo variable. Al mismo t iempo, es preciso
saber detectar señales de alarma que puedan ser el indicio de alguna dificultad que
vaya más allá de las diferenc ias interindiv iduales normales. En un recien te estudio lle-
vado a cabo por Pant y colaborado res (2022), se analizó si los problemas de desarrol lo
moto r en la infancia temp rana permitían predec ir trastornos mentales más adelante,
contro lando el efecto de una amp lia gama de variables que pod rían afectar a esta aso-
ciació n. El estudio, de corte longitudin al, contó con una amp lia muestra y su princ ipal
conclu sió n fue que los problemas de desarrollo motor en los primeros meses (8- 1O
meses) son predict ivos de trastornos del neurodesarrollo antes del octavo cumpleaños
(Pant et al., 2022). La prevención de los p rob lemas de salud infanti l, la detección y la
intervención temprana, son aspectos centrales a los que debe prestarse especial aten-
ción desde la investigación cien tífica y desde la práctica educativa y sanitaria.
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 4 . Desarrollo Intelectual
1
1 39
# ~4/i/J 11 12 13 14 15
21
,,~~
22
Figura 4.2.
23 24 25
4. DESARROLLOCOGNITIVO
4.1. ¿Qué es el desarrollo cognitivo?
Tabla 4. 8
Etapas de la inteligencia sensoriomotriz.
Etapa t res: 4-8 meses Conciencia de las cosas , Hacer ruido con los objetos,
responde a las personas y a golpear un sonajero contra
los objetos. una mesa.
Etapa cuatro: 8-12 meses Adaptac ión y anticipación El bebé llora si ve que su
nuevas (responde a las madre tiene intención de
personas y a los objetos marcharse .
más deliberadamente y con
un propósito).
Etapa cinco : 12-18 meses Nuevos medios a través de Tirar del mantel durante la
la experimentac ión activa: comida para alcanzar un
la experimentac ión y la trozo de pan que hay sobre
creat ividad en las acciones la mesa.
del , pequeño científico • .
Etapa seis: 18-24 meses Nuevos medios a través Antes de tirar del mantel
de las combinaciones para alcanzar un vaso
mentales: el pensar antes de agua, el niño puede
de hacer proporciona a representar mentalmente
los niños métodos nuevos lo que sucederá y en lugar
para lograr su objetivo de ti rar del mantel, hará un
sin tener que recurrir al gesto a sus padres.
ensayo-error. Implica la
representación mental,
imágenes simbólicas antes
de resolver el problema.
Tabla 4.9
-
Evolución sensorial normal del niño: visión y audición.
Visión Audición
Mira a su madre cuando le habla. Se detiene ante una voz famil iar
4 semanas
Sigue 90°
Tabla 4 .10
Sistemas de memor ia.
Memoria a corto plazo o memoria operativa: capacidad que nos permite mantener activa la
información para dar respuesta a una tarea. El sujeto es capaz de activar recuerdos (recupera
información de la memoria a largo plazo) o de utilizar información que llega a través de los
sentidos. Las dos característi cas más destacadas de la memoria a corto plazo son su límite
temporal y su límite de capacidad .
Memoria a largo plazo: información que queda almacenada de manera •permanente • . La infor-
mación se almacena después de desviar la atención de la tarea que se está realizando. Este
tipo de memoria no se ve afectada por el límite de capacidad o el límite tempora l. La forma
en que se recupera la información nos lleva a hablar de memoria implícita y memoria explícita.
Tabla 4.11
Desarrollo temprano de la memoria del bebé.
Reconocimiento : habilidad para det ectar 2-3 meses: reconocen aspectos de los
que algo es fam iliar y se ha experimentado sucesos u objetos a los que han sido
anter iormente . habituados .
Asociación de estím ulos: memoria de los 2-6 meses: los niños aprenden a asociar
niños sobre sus propias conductas (algunas movimientos a d iferentes eventos que
técnicas basadas en el condicionamiento les suceden (como el ruido asociado al
operante). movimiento de los jugue tes móviles que se
sitúan encima de las cunas).
Tabla 4.12
Síntesis de los principales hitos en el desarrollo cognitivo en la etapa 0-6.
Para finalizar este epígrafe dedicado a hablar del desarrollo cognitivo, es preciso
mencionar cómo se v incula co n la idea de inteligencia general, abordando algunas
clasificaciones sobre las capac idades cognitivas básicas y ciertos aspectos relativos
a los crite rios de comparación que hacen posible valorar las diferencias interind ivi-
duales en inteligencia, co mprendiendo mej or el diagnóstico realizado en el ámb ito
educativo desde la perspectiva del docente.
La inteligencia humana no es un constructo de fácil definición y, a lo largo de la
historia, se han propuesto distintas aproximaciones que se han hecho eco de su com-
plejidad. En este apartado, lejos de pretender un afán de exhaustividad , presentaremos
algunas nociones básicas del concepto de inte ligencia, vinculadas principalmente con
los aspectos relativos a la evaluació n de las ca pacida des cog nitivas a las que se aso-
cia. De este modo, cabe destacar el trabajo de Thurstone (1935) quién desarrolló un
modelo de aptitudes pri marias independientes (competencia verbal, fl uidez verbal,
aptitud numérica, memoria asociativa, rapidez perceptiva, visualizació n espacial y
razonamiento indu ctivo), convirtiéndose en una de las propuestas de referencia en
el estudio de la inteligencia desde un enfoque psicométrico. O tras aprox imaciones
APRENDI ZAJE y DESARROUO EN LA I NFANCIA (Volumen 1) 1 7
Capitulo 4 . Desarrollo Intelectual 14
CAPACIDADES VELOCIDAD
CONOCIMIENTO
Eficiencia de aprendizaj e
y fluidez reactiva
ATENCIÓN
CONTROLADA
Viso-espacial
/ ,.-····(Gv··\........,-r
...., I • Q,-.
PERCEPCIÓN l \ Gk·-
a \ .....
..,..,-· Ga i í
-······..:
...;·'-._ _.,,., (\ Gt 1 1
( Gh ;G~ -·:
\
___.,.
............ /
MOTOR
(i;)
Capacidades
psicomotoras
Velocidad psicomo tora
Figura 4.3.
Modelo CHC de habilidades cog nitivas.
Fuente: recuperado de Schneider & Newman (2015, p.19).
Cl=
(!~)xlOO
La distribución normal o, como también se la conoce, distribución de Gauss, dis-
tribución gaussiana o campana de Gauss, es una representación gráfica de una distr i-
bución de puntuaciones que, como su propio nombre indica , tiene forma de campa na
(Figura 4.4), su import ancia radica en que gran cantidad de variables que miden fenó-
menos naturales o psico lógicos (altura, peso, coc iente intelectua l, etc.), presentan una
distribución normal (gaussiana). Los valores más frecuentes aparecen en el centro de
la distribución (zona abultada de la campana), y los menos frecuentes, en los extremos
(formas estrechas a ambos lados de la representación), otorgando esa forma caracterís-
tica de campana. De este modo , los valores próx imos al punto medio son los que más
se repiten, los que posee la mayor parte de la población de referencia en la variable
representada, y los valores situados en uno u otro extremo son los menos frecuentes.
¿Cómo se relacio nan las medidas de CI con la campa na de Gauss? Si utiliz amos,
para la medida del desarrollo intelectual una prueba estandarizada, con una media
de 100 punto s y una desviación estándar de 15, podemos señalar que aquel los suje-
tos que tengan una puntuación de 100 puntos poseerán una inteligencia media, por
encima de los 100 punto s tendrán puntuaciones superi ores a la media y, aquel los
R•Jl•J!=h11•1•J!l#;J•l@l!•JI•
V
muybajo baj o normal alto muyalto
Puntu ación en CI
Figura 4.4 .
Campana de Gauss para la representación del CI.
150 1 APR ENDI ZAJE Y DESARR OLLO EN LA INFANC IA (Volumen 1)
Capitulo 4. Dei.arrollo Intelectua l
situados por debaj o de los 100 puntos tendrán punt uacion es inferio res a la media. No
obstante, a la hora de interpretar la puntu ación, más que de una estimación puntu al,
debemos considerar un «rango de puntu ación » valo rando tamb ién la desviación están-
dar, así, las puntuaciones situadas en el rango 85- 115, se conside rarán puntuaciones
no rmales. Una persona co n un CI de 105 p untos se situaría por encima de la media
de referencia, pero dentro del rango nor mal. La mayor parte de los sujetos (aproxima-
damente el 68% de la pobl ació n) se situarán en el rango 85-1 15, correspondiente a la
parte «abultada» de la campana de Gauss. Tener un CI de 115 correspo ndería a tener
un percent il 83, es dec ir, supondría estar entre el 17% de personas con mayor nivel de
inteligencia general de la pob lació n.
En el diagnóstico de c iertos trastornos del neurodesarrollo, como los trastornos
del desarrollo intelectual , además del análisis func ion al de la persona en los ámb itos
práct ico, social y conceptual, se tiene en cuenta la medida del CI en pruebas estan-
dariza das y su dist ribución (Delgado y Agudelo, 2021). De este modo, en el DSM-V
(Manual Di agnóstico y Estadísti co de los Trastorno s Mentales), se establece que las
puntuaciones estimadas del coc iente intelectual calcu ladas tras la aplicación de un
instrumento estandarizado, con una media de 100 puntos y una desviación estándar
de 15, que se sitúen dentro del rango de 70 a 75, serán un indic io de func ionam iento
intelectua l límit e, co mo vemos, el lo contem plaría alejarse 2 desviaciones típicas de la
media (100 - (15 + 15) = 70). Alejarse por debajo de la media dos desviacio nes típicas,
equivale a un CI inferior a 70 puntos.
Cabe destacar que, el DSM-V, para el caso de los niñ os menores de 5 años, o
aquellos a quienes no se les puede apl icar un instrumento estandarizado, cuenta con
la etiq ueta de trastorno general del desarrollo, siendo un diagnóstico de carácter pro-
visional que debe ser reevaluado con el tiempo (Delgado y Agudelo, 202 1).
Si nos centramos en el otro estrechamiento de la campana, estarían los sujetos que
se alejan del rango medio de intel igencia por la parte superior. En este extremo de la
distribución, tendríamos los sujetos con altas capacidades cognitivas. Este grupo de
alumnos se caracteri zan, entre otros factores, por haber obtenido puntuacio nes su-
periores en las p ruebas psicomét ri cas de inteli gencia, de este modo, los alumnos con
altas capac idades serían aquello que obtienen puntuaciones significativame nte supe-
riores a la media en pruebas estandarizadas de inteligencia (al menos dos desviaciones
típi cas por encima de la media). A partir de 130 puntos de cocien te intelectual (CI) en
una prueba de inteligencia estandarizada (100 + 15 + 15 = 130) se considera tradic io-
nalmente que una persona presenta altas capacidades. Esta puntuación corresponde
con ocu par aprox imadamente el percent il 98 en intel igencia general, lo que es lo
mismo que decir que se encuentra entre el 2% superior de la población en inteligencia
general. Se trata del criterio psicométrico clásico. Sin embargo, en las ultimas décadas
se ha tendido a rebaj ar este umbral diagnóstico , bastando para considerar como una
persona potenc ialmente de altas capacidades a quien se encuentra entre el 5% supe-
rior de la pob lación, lo que supone lograr un CI igual o superior a 124. De modo q ue,
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1) 1 1
Capitulo 4. Desarrollo Intelectual 15
Tabla 4.13
Indicadores de sospecha de altas capacidades en la primera infancia (0-6).
• Vocabular io amplio
Gran memoria a largo plazo
Comprende y maneja conceptos abstractos comp lejos
6 años en adelante
Habil idad para recordar problemas no resueltos
Habil idad para hacer conexiones entre distintos conceptos
• Placer por plantear y resolver nuevos prob lemas
5. COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
Si pensamos en todas las características o rasgos dist intivos del ser humano , el
lenguaje ocu paría un lugar destacado. Podemos decir que el lenguaje es el logro más
asombroso del ser humano y su adqui sic ión, se produce de forma extrao rdinar ia du-
rante los p rim eros años de vida.
El recién nacido se comunica con su entorno, transmite señales que el receptor
(generalmente la madre o el padre) puede interpretar, permit iendo un intercambio de
informa c ión cuyo obje tivo esencial es que sus necesidades básicas puedan ser satisfe-
chas, en defin itiva, asegurar su supervive ncia.
El código de la comuni cación en una etapa preverbal es muy rudim entario y sus
elementos característ icos son los gestos y sonidos. Poco a poco , el bebé irá adquirien-
do el lenguaje, lo que le permit irá realizar este intercambio de información a través
del sonido articulado (habla) o de otros sistemas (escritura, signos), adq uirien do por
tanto la co muni cac ió n lingüística y alca nzando uno de los logros más destacado s del
intelecto humano.
En un sentido amplio, el lenguaje podría definirse como un código para comun icar
(transmiti r y reci bir ) informació n (Reic h, 1996). Fonología, semántica, sintaxis y prag-
mática son cuatro niv eles del lenguaje que existen en paralelo y actuando sim ultánea-
mente, de ca rácter independi ente, pero en cont inua interacc ión .
Nivel fonológ ico: hace referencia a los sonidos del habla. Se subdi vide en un
nivel prosódico (las diferentes entonaciones que acompañan a la expresión ha-
blada) y un nivel referido a las estructuras silábicas o mo rfemas (Enríquez de
Valenz uela, 2014).
Nivel semántico / léxico : concerniente a las palabras y a su significa do. Adqu irir
el sign ificado de una palabra consiste en asociar esa palabra (forma léxica) al
concepto semántico al que se refiere (García Madruga y Delva l, 20 1O).
Nivel sintáct ico : reglas en la estructur ació n de oraciones, las palabras se combi-
nan siguiendo estas normas para dar lugar a las orac iones.
Nivel pragmático: aspectos del lenguaje que tienen que ver con su uti lizac ión
adaptativa en la interacción del individuo con su entorno, tiene en cuenta las
intenc iones del hablante, el con texto y circunstancias en que se produ ce la acti-
vidad lingüística (Anaya, 2014).
La secuencia que observamos en la adquisició n del lenguaje se iniciará por los
niveles fono lógico y semántico, avanzando posteriormente a los niveles sintáctico y
pragmático. En este punto , cabe señalar que la infancia es un periodo se nsible para la
adqu isición de muchas de las habilidades lingüísticas, los sonidos del habla, la gramá-
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capitulo 4 . Desarrollo Intelectual
1
15 3
ti ca y el vocabul ario se aprenden con mayor rapid ez y facil idad en los pr imeros años
de vi da (Berger, 2006 ).
Tabla 4.14
Periodos sensibles en la adquisición de habilidades lingüísticas.
Semántica y
Pueden adquirirse con la misma efectividad a lo largo de toda la vida.
pragmática
La secuencia en la adqui sición del lenguaje es universal, todos los niños del mundo
atraviesan po r las mi smas etapas de desarrol lo del lenguaje durant e los prim eros años
de vi da. A pesar de existir diferenc ias en los momentos co ncretos en los que se logran
determinadas capacidades lingüísticas, la secuencia es la misma para todos.
Los recién nacidos se sienten atraídos por la voz, prefieren escuchar los sonido s
del habla, especialmente el habla de la madre, a otro s sonid os, posibleme nte todo s
hayamos observado con asombro como los padres son capaces de calmar a un bebé
con el simpl e sonido de su voz. Estas originarias experienci as ya supon en los prim eros
pasos en la adqui sició n del lenguaje, pero los más pequeños no son solo receptores
pasivos, además emiten sonido s (llo ros, susurros, gritos, etc.) y gestos co n intenció n de
comunicarse. Unos meses más tarde (en torno a los 6-9 meses) comienza el conoc ido
«balbu ceo», que supone la repetició n de cie rtas silabas (da-da-da-d a, pa-pa-pa-pa,
ma-ma-ma-ma) (Berger, 2006 ).
Antes de final izar el primer año, los bebés ya comprenden palabras sencillas y
comienzan a utilizar gestos (como señalar), en torno al primer año de vi da, suelen
emitir sus primeras palabras, que irán aumentando en frecuencia y número de manera
exponencial de los 12 a los 24 meses.
De este modo , podemos diferenciar dos grandes etapas, la prelingüística, que pre-
cede a la prim era palabra real y la lingüística, que comienza aproximadamente a los
1541 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 4 . Dei.arrollo Intelectual
12 meses cuando el niño empieza a entend er algunos significados y emite sus primera s
palabras recono cible s.
En relación con la gramática, se observa como esta no emerge hasta los 18-21
meses, co n la emisión de dos palabras seguidas. Poco después, a partir de los 24 me-
ses, las emisio nes orales poseen ya con frecuencia 3 y 4 palabras e inclu yen nexos e
inflex iones (García Madruga y De lval, 2010) . A continua ción , presentamos una tabla
con una pequeña síntesis del desarrollo del lenguaje en los primeros dos años, ante
la información contenida en la tab la, nos gustaría recordar las importantes diferenc ias
int erindividual es en los momentos concr etos de adq u isición de determinadas hab ili-
dades, se trata, por tanto, de una propuesta global cuyos márgenes temporales deben
ser considerados ampliamente .
Tabla 4.15
El desarrollo del lenguaje hablado en /os primeros dos años.
Eclosión del vocabulario; tres o más palabras aprendidas por día. Exis-
18 meses
te mucha variación: algunos niños aún no hablan.
Es interesante destacar que, durante el desarrollo temprano del léxico, en las pri-
meras etapas lin güísticas, el uso de las palabras por parte de los niño s muestra varias
características o fenómenos ligados a patrones de cambio evolutivo (García Madruga
y Delval, 201 O), estos fenómenos se muestran en la Tabla 4.16.
Tabla 4.16
Fenómenos ligados al desarrollo del léxico en las primeras etapas.
Fenómeno Definición
Fenómeno Definición
Desajuste Algunas veces los niños utilizan las palabras en forma com-
pletamente diferente de lo que dicta el lenguaje adulto, no
exist iendo en este caso ningún solapamien to entre ambas
referencias; por ejemplo, cuando un niño decide utilizar la
palabra pato no para referirse a algún animal o pájaro, sino
para referirse al lago en el que suele encontrar los patos y
donde ha oído la palabra.
En el transcurso de los dos a los tres años, se produce un incremento muy acelerado
del vocabu lario. A partir de los 3 años mucho s niños son capaces de hablar de for ma
fluida y espontánea, para asombro del entorno próximo que observa cómo, en un pe-
riodo muy breve de tiempo , el pequeño ha alcanzado un gran logro.
El aumento de las capacidades lingüísticas de los niños va unido al comienzo del
uso del lenguaje como una herram ienta de control de su conducta duran te la realiza-
ción de tareas cogniti vas. Así, el desarrollo de las capacidades simb ó licas y comu nica-
tivas del lenguaj e permite su util ización como ayuda en el desarrollo del pensamiento,
tal y como señalaba Vygots ky (García Madruga y Delval , 201 O).
En la Tabla 4.17 , se describe el desarrollo del lenguaje en una segunda etapa (2-5
años), observándose los rasgos característicos más destacados que vertebra n este pro-
ceso.
Tabla 4.17
Desarrollo del lenguaje de /os 2 a /os 5 años.
Vemos como, durante el primer y segundo ciclo de Educació n Infantil (0-6) el desa-
rrollo del lenguaje en el niño es un aspecto central dentro de su evolución intelectual.
Las experiencias comunicativas del niño en su entorno más próximo contribuirán de
form a determinante a su progreso durante estas primeras etapas. El papel de los maes-
tros resulta esencial, pues estos deben proporcionar un ambiente que haga posible
la comunicación oral, que se adapte a sus capacida des y necesidades y que resulte
estimul ante atendi endo a sus intereses y motivaciones. El contexto lúdi co y las rela-
ciones de confianza en las que se da un intercambio comun icativo de calidad, son los
elementos clave.
la participación de l maest ro o este será receptor de la i nformación propor cio nada por
otros age ntes. De forma sintética, la Tabla 4.18 , presenta u na serie de instrumento s o
escalas de eva lua c ión frecu entem ente utiliz adas pa ra va lorar el desarroll o intelect ual
o a lguno de sus componente s en d ife rentes edades.
Tabla 4.18
Evaluación del desarrollo en la etapa 0-6, instrumentos más frecuentes .
¿Qué información
¿Qué evalúa?
proporciona?
¿Qué información
¿Qué evalúa?
proporciona?
Documenteile CARNET DE
51111«
lnfanlll
SALUT 1
, '
I
Haum1renOs&sun Kartilla
Figura 4.5.
Portada de documentos de salud infantil de distintas CCAA.
~-"~(;-ft-r
~ .
Sólo me despierto y lloro si Me QU$IOmirarte o los o;osy si SI te ocercos mucho quiz6 te tira-
tengo hombre o estoy incómc>- te mueves te seguiré con lo ré del pelo y te tocaé lo coro
do. mirodo. Cuando me hables contestaré
con sonidos.
Sl me pones boca obojo Me loma lo oten:;i6n los obie• Soco obo)O me sostengo
puedo levantar la cabezo tos móviles y de cok>resvNos. sobíe bs brazos y levanto la
unos instantes. cabezo
S1 a los 3 meses el nino o la nma no sonne, no es capaz de fijar la mirada o no sostiene bien
la cabeza, consulte a su pediatra.
Figura 4.6.
Calendar io de desarrollo infant il.
Documento de salud infant il Comunidad de Madrid.
(Continúa)
1621
APRENDIZAJE Y DESARROU.O EN U. INFANCI A (Vol umen 1)
Capítulo 4. Desarrollo Intelectual
Figura 4.6.
Calendario de desarrollo infantil.
Documento de sa lud infantil Comunidad de Madrid. (Continuació n)
(Continúa)
APRENDI ZAJE y DESA RROUO _EN LA INFANCIA (Vol ume n 1)
Capitulo 4 . Desarrollo Intel ectual
1
1 63
9
Periodo de 7 a meses. Va ampliando su mundo a través de las viven-
cias y gracias o la posibilidad de manipular los objetos. Establece un lazo afectivo con
las personas que le rodean.
Me llaman lo a tención los obie- Me drvierte tirar los objetos Puedo JUgor re teniendo un
tos y los expkxo dóndoles vueJ.. pao ve, cómo caen y oír el ob¡eto en codo mono y me
tos en mis monos. ruido que hocen. gusto hocenos sona . Yo pue-
do coger cosos pequeños
SOycapaz de sostenerme un Quiero conocer m entorno y lo Puedo estor sentado s,n pe•
ra tito sentado pero necesito intento rastreondc. go o que me caigo.
a poyarme delante con los
monos poro no caerme.
S1 a los 9 meses el niño o la n1na no se sost1~ne sentado, no se Interesa por mirar o tocar
las cosas o no parlotea, consulte a su pediatra.
Figura 4.6.
Calendario de desarrollo infantil.
Documento de sa lud infantil Comunidad de Madrid. (Continuació n)
(Continúa)
1641 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 4. Dei.arrollo Intelectual
Si veo que me escondes un Sl me dices "dome" alargándome P\.ledo inlroduci unos objetos den-
jugue te sabré dónde estó e lo mono, me oCefCO ofreciéndote tro de otros y hacer tares smples
intentaé descubrirlo. lo que me pides.
con cubos gcndes.
Cogido de bs barotes de mi Al deCflTie que no. te mi'oré sor- lntentaé recorrer lo cosa solo o
cuno puedo ponerme en pie. prendido. con ayudo, goteando o cogién,.-
dome de los muebles.
Puedo gotear si me has dejado Me gusto comer solo y puedo ¡Culdodol Abro los cojones pao
en elsueb. hacerlo con Jos dedos. ver lo que hoy dentro y si encuen -
tro l.l"IO cinto ti-o de ello pao
saber lo que hoy al finci.
S1 a los 12 meses el niño o la niña no es cap.,z de sostenerse en pie asido II un mueble (aunque no
camino), no busca la comumcac1on con el adulto o no explora los nuevos Juguetes, consulte a su pediatra.
Figura 4.6.
Calendario de desarrollo infantil.
Documento de sa lud infantil Comunidad de Madrid . (Continuación)
(Continúa)
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capitulo 4. Desarrollo Intelectual
1
1 65
Cuando me mi"o en un espejo Soy capaz de beber solo cogiendo Yo p.Jedo qutcrme aguno piezo
me hoce godo verme refleja• lo tozo con los dos mono$. Utilizo lo de ropa (bs zapatos o k>scolceti-
do cucharo. nes) yoyvdate o ~time
Me gvsta esparcir por el suelo Me gusto Q\Je me leos un cuento Si me das un papel grande. me
todos mis ;.>guetes y señalaré los dbujos gondes gusto hocer gorobotos con colo.
Puedo posar páginas res vivos.
Soy capaz de cornna o Soy capaz de tl'aos uno pefoto y Puedo ponerme en pie sin
emp~ndo lXl cochecito. me gusto repeti' Ese juego. necesidad de ayudo y ego-
chame o coger un jugvete
Subo los escaleras goteando y
sé correr un poquito y soltar un
escalón.
Figura 4.6.
Calendario de desarrol lo infantil.
Documento de sa lud infanti l Comunidad de Madrid. (Continua ción)
1661 APRENDIZAJE Y DESARROLLO EN LA INFANCIA (Volum en 1)
Capitulo 4 . Dei.arrollo Intelectual
Los docentes deben conocer qué inform ación manejan las famil ias y qué aspectos
del desarrollo pueden generar más inqu ietudes entre estas. Del mismo modo , los pro-
fesores tienen un papel determinante en el fortalec imi ento de la co laboración intersec-
tori al entre los d istintos agentes implicados en la salud y desarrollo infa ntil.
Algunos aspectos importantes que deben ser tenidos en cuenta a la hora de hablar
con las familias sobre el desarrollo intelectua l del niño son:
Existen grandes dif erencias interpersonales en el desarrollo.
Se trata de un proceso secuencial , por el que pasamos todos los seres humanos ,
pero no en todos se presenta de forma homogénea.
No es necesariamente paralelo en todas las áreas.
No se produce ob ligator iamente de manera análoga al crec imi ento.
Se trata de algo único, evitar compara c iones con hermanos mayores, otros niños
de clase, etc.
Proporcionar al niño un amb iente físico y social cálido , de seguridad y confianza.
El papel de los adultos es fundamental en la imagen que el niño construye de sí
mismo y esto es importante tenerlo en cuenta desde las primeras etapas.
El ju ego es el elemento central que promueve el desarrollo infant il.
Valo rar siempre las potencialidades del pequeño.
APRENDIZAJE y DESARROUO EN LA INFANCIA (Volumen 1)
Capitulo 4 . Desarrollo Intelectual
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1 67
ACTIVIDADES RECOMENDADAS
1. Valore co mo pueden afectar los neuromit os señalados en el capítulo, al trabajo
de los maestros de educación infantil.
2 . Teniendo en cuenta las divisiones del desarroll o en el sistema de Piaget, intente
poner algún ej emplo de cada una de las etapas identificadas.
3 . Una de las ideas más representativas de la teoría de Vygotsky es la de zo na de
desarrollo próximo , que haría referencia a todo aquello que la persona puede
reali zar con ayuda pero que sería incapaz de hacer de manera independiente.
Ponga un ej emplo para cada uno de los ciclos de Educación Infantil (0/3 y 3/6).
4. Atendiendo a la evolu c ión del desarrollo psicomotor en el niño , observe a un
niño de entre O y 24 meses e intente ident ifica r los di ferentes hitos de desarrollo
señalados en el capítulo.
5 . Atendiendo a la evolución del desarrollo cognit ivo en el niño , observe a un
niño de ent re O y 24 meses e intente ident ifica r los di ferentes hitos de desarrollo
señalados en el capít ulo .
6. En relación con los fenómenos ligados al desarrollo del léxico en las primeras
etapas, piense un ejemplo de cada uno de el los basándose en su experiencia
en el trato con ni ños de estas edades o consultando a fami liares y amigos sobre
ello.
7. Respecto a las escalas de uso frecuente en la evaluació n del desarrollo inte-
lectual ¿cuál cree que es más conven iente para la evaluación de alumn os del
prim er ciclo de Educación infantil? ¡y para el segundo c iclo?
8. A la luz de las cuestiones expuestas en el capítulo ¿qué aspectos tendría en
cuenta a la hora de organizar una reunión individualizada con una fami lia para
hablar del desarrollo de un bebé de 18 meses de edad?
9 . Haga un listado de aquellas cuestiones tratadas en el capítu lo que más le han
llamado la atención. Respecto a cada una de ellas, intente identifi car por qué
ha ll amado su atención y que ideas previas tenía al respecto.
1O. Como futuro maestro ¿qué le ha aportado este Capítulo ? ¡c onsidera que dichas
aportac iones tienen importancia en el ejercicio de la profesión docente? Argu-
méntelo en forma de ensayo.
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