Cancer de Cuello Uterino UPAL
Cancer de Cuello Uterino UPAL
Cancer de Cuello Uterino UPAL
Medicina
Cochabamba - Bolivia
Junio 2020
ÍNDICE GENERAL
1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 1
2. MOTIVACIONES ................................................................................................... 1
4. JUSTIFICACIÓN .................................................................................................... 3
8. METODOLOGÍA .................................................................................................... 5
9.4. Factores de riesgo para el desarrollo del cáncer de cuello uterino ............... 8
9.4.1. Multiparidad y número de partos vaginales. ............................................. 9
11. CONCLUSIÓN..................................................................................................... 27
El cáncer de cuello uterino o cervicouterino (CaCu), se origina cuando las células sanas
de la superficie del cuello uterino cambian y proliferan sin control, y forman una masa
llamada tumor. El cáncer cervicouterino constituye serio problema de salud pública,
presenta altas tasas de mortalidad si no tratado. Es la neoplasia más frecuente en el sexo
femenino. Tratase de una enfermedad prevenible, puesto que se previene la infección
con el virus o promover estilos de vida más saludables.
Existen diversos exámenes para diagnóstico temprano, al cual posibilita una disminución
considerable de la incidencia una vez realizada la prevención primaria y secundaria de la
enfermedad. Como métodos diagnósticos, los principales son el Papanicolaou,
colposcopia, inspección visual con ácido acético, entre otros. Sin embargo, el principal
factor para disminución de casos es la prevención a través de campañas para la
población general y reducción de los factores de riesgo.
2. MOTIVACIONES
El cáncer de cérvicouterino es una patología que genera daño en gran magnitud, no sólo
al paciente sino a toda la familia, pues afecta al bienestar emocional de la mujer y su
familia, afecta la economía del hogar. Durante la carrera de Medicina y las prácticas en
los Hospitales se observa que el interés por el tema de cáncer de cérvicouterino es
insuficiente y que es grande el número de mujeres que desconoce su causa, síntomas y
prevención. Basado en eso, se decide la realización de esta actualización acerca del
cáncer de cérvix uterino con datos bibliográficos de los últimos 5 años.
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3. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En el mundo, las tres primeras causas de muerte en mujeres por cáncer corresponde a
mamas, pulmón y de cuello uterino.
Bolivia encontrase entre los países con elevada mortalidad de cáncer, en especial el
cáncer cervicouterino. “En Bolivia sigue siendo una de las principales causas de muerte
relacionada con el cáncer. En cambio, en los países tecnológicamente desarrollados, el
CA cervical es comparativamente poco común”. (Salazar, 2017:3).
¿Cuáles son las causas, síntomas y métodos de prevención sobre cáncer de cuello
uterino?
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4. JUSTIFICACIÓN
Se afirma que cuando una persona reconoce el factor que aumenta el riesgo de
desarrollar una enfermedad, aumenta su percepción de riesgo de padecer cáncer y con
eso valora el cáncer como una enfermedad prevenible. (Cf. Salazar, 2017:3). En ese
sentido, es importante que los programas de prevención fortalezcan las acciones para
que la población femenina reconozca los factores de riesgo de cáncer de cuello uterino y
medios de detección precoz como el Papanicolaou.
5. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
2. Determinar la relación de edad de inicio de vida sexual activa como causa de cáncer
cérvicouterino.
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6. CORRELACIÓN CON LAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN DE LA
CARRERA
5. Contextualización y homologación
con los avances nacionales e
internacionales en investigación y, en
el desarrollo de la ciencia, de la
tecnología y de la innovación del área
Médica.
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hacer ciencia y profesión en Medicina
(acordes al contexto local, nacional e
internacional), que permitan la
formulación de nuevas teorías propias
y el desarrollo científico sin dejar de
considerar saberes ancestrales y
patrones científicos universalmente
vigentes.
8. METODOLOGÍA
En este trabajo se realizará la revisión bibliográfica del tema elegido, desde febrero hasta
mayo de 2020; se utilizarán los documentos y artículos más relevantes que se han
publicado en los últimos 5 años (2015-hasta la actualidad).
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8.2. Criterios de inclusión y exclusión
a) Criterio de inclusión
Documentos oficiales, artículos científicos originales, tesis, ensayos, casos clínicos con
antigüedad de 5 años, en español, relacionados al estudio del cancer de cervix uterino.
b) Criterios de exclusión
Articulos cientificos de publicacion anterior a 2015 o que esté en otro idioma o que
presenten costo para su acceso.
9. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
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Todos los tipos de cáncer se comportan de manera diferente, en cuanto a su crecimiento,
el tratamiento y su diseminación. Es por esto la importancia de hacer los controles
preventivos para poder así obtener el tratamiento adecuado y poder salvar la vida del
paciente. “El temor de todo paciente con diagnóstico de cáncer es el pronóstico de su
enfermedad, siendo importante aquí saber en qué estadio está el cáncer, porque en base a
este resultado se tomaran las mejores decisiones para su tratamiento”. (Sanabria, 2015
[en línea]).
Hoy en día la palabra cáncer ya no significa muerte como en décadas anteriores, ya que
existen muchos tratamientos que podrán salvar la vida del paciente, dependiendo mucho
de la edad, el estado general, el estado de ánimo del paciente y de la familia. (Cf.
Gutiérrez, 2016:1).
El epitelio del cuello uterino está constituido por dos tipos de tejido celular:
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9.3. Metaplasia escamosa y zona de transformación
Rodríguez, afirman que: “El 80% de las mujeres que se infectan con VPH, en algún
momento de su vida lo eliminan y no desarrollan enfermedad. Los estudios
epidemiológicos han identificado cofactores que predisponen las lesiones de alto riesgo
y el cáncer de cuello uterino”. (Rodríguez, 2015, p.7).
Los factores de riesgo más frecuentemente detectados son: edad entre 30 a 50años;
inicio de actividad sexual antes de los 20 años. El temprano inicio de la vida sexual
implica la presencia de múltiples compañeros sexuales y el riesgo dado por estas;
múltiples parejas sexuales (de la mujer o su pareja). Las solteras, viudas o separadas
tiene mayor probabilidad a estar expuestas al VPH por los múltiples compañeros
sexuales; la historia natural o sexual de la mujer o de la pareja. (Cf. Rodríguez, 2015,
p.7).
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La mujer tiene un alto riesgo de cáncer cervical cuando las parejas tiene cáncer de pene
y/o en su defecto ha tenido una pareja sexual tiene neoplasia cervical, y si nunca uso
condón. “La mujer que tiene múltiples parejas sexuales además de usar el método
anticonceptivo elegido deberá usar preservativos para disminuir la incidencia de
contagio por VPH”. (Arévalo et al., 2017, p.3).
“El 80% de las mujeres que han tenido dos o más hijos presentan mayor riesgo de tener
lesión intraepitelial, después de tener 4 hijos, se triplica. En los partos vaginales hay
mayor traumatismo repetido del cuello en el momento del parto”. (Arévalo et al., 2017,
p.4).
9.4.2. Tabaquismo
Se tienen estudios donde se explica que las mujeres fumadoras tienen más
probabilidades de desarrollar cáncer de cuello uterino, ya que la persona fumadora está
expuesta a diversas sustancias cancerígenas que son absorbidas por los pulmones para
luego viajar por el torrente sanguíneo por todo el cuerpo. Se detectaron sub productos
que se encontraban en la mucosa cervical de mujeres que fuman. Los investigadores
refieren que estas sustancias hacen que se contribuya al origen del cáncer de cuello
uterino, haciendo énfasis que disminuyen la eficacia del sistema inmunológico para
defenderse antes el VPH. (Cf. Arévalo et al., 2017, p.4).
Se tiene estudios sobre los Anticonceptivos Oral Combinados (AOC) que se usan por
más de 10 años puede inferir en el riesgo de contraer cáncer de cuello uterino, pero el
riesgo regresa a la normalidad después de dejar de usarlas por más de 10años.
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“Las hormonas pueden cambiar la susceptibilidad a la infección por VPH de las células
del cérvix, o pueden afectar la capacidad de las células para deshacerse de la infección o
hacer que la infección por VPH cause cambios con más facilidad los cuales se
conviertan en cáncer cervical”. (Arévalo et al., 2017, p.4).
La alimentación también influye en el cáncer de cuello uterino, por tanto las mujeres que
no consumen frutas, verduras y ensaladas tienen mayor riesgo de cáncer de cuello
uterino. (Cf. Arévalo et al., 2017, p.4).
Las personas que están infectadas con el VIH (Virus de Inmuno Deficiencia Humana),
ocasiona que el sistema inmunológico este deteriorado, por ende, será más proclive a
infectarse con el VPH. El sistema inmunológico es muy importante ya que podría
defenderse de virus extraños y retrasar su crecimiento y extensión del cáncer, pero en los
pacientes con VIH el sistema inmunológico está debilitado. (Cf. Gutiérrez, 2016:3).
Algunos estudios evidenciaron que el DIU reduce el riesgo de cáncer de cuello uterino
cuando fue usado por un año, y el efecto protector dura aún sin tenerlo. Así mismo, se
evidenció el menor riesgo en cáncer de endometrio con el uso de DIU. (Cf. Gutiérrez,
2016:3).
“El principal factor de riesgo para el cáncer de cuello uterino es el virus del papiloma
humano, que tiene más de 50 virus relacionados”. (Gutiérrez, 2016:4). El VPH puede
infectar las células de la superficie de la piel, genitales, ano, boca, garganta, pero no
infecta sangre u órganos internos como corazón o pulmones.
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El VPH se trasmite por el sexo vaginal, anal u oral. Algunos tipos de
VPH causan verrugas en manos y pies, otros causan verrugas en labios y
lengua. Otros pueden aparecer en los genitales y en el ano. Estas verrugas
pueden ser microscópicas o de algunos centímetros visibles, se conocen
como verrugas o condilomas acuminado. Los tipos de VPH que causan
verrugas son el 6 y el 11, que son de bajo riesgo y raramente están
asociados al cáncer. (Marañón et al., 2017 [en línea]).
“Los tipos de VPH de alto riesgo son los 16, 18, 31, 33. Estos tipos causan cáncer en
cuello uterino, vagina, vulva, boca y ano”. (Marañón et al., 2017 [en línea]). Una forma
de prevenir el cáncer de cuello uterino es detectarlo precozmente por medio de la prueba
del PAP, que detectara cambios celulares presentes por el VPH, también, mediante la
prueba de búsqueda de genes de (ADN) del VPH en las células.
Cuando se presenta la metaplasia escamosa debido a una infección por VPH surgen
cambios en las células recién trasformadas. El VPH puede causar lesiones pre canceroso
y años después cáncer pues interfiere en la multiplicación celular. El tiempo probable
para que las lesiones se vuelvan cáncer es indeterminado y varia de persona a persona.
La prevención primaria se refiere a las acciones que tienen lugar antes que se produzca
la enfermedad, buscando eliminar los factores que pueden causar lesiones, por tal, su
objetivo principal es impedir o retrasar la aparición de la misma. (Cf. Marañón et al.,
2017 [en línea]).
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Una de las acciones de prevención primaria es la vacunación contra el VPH a las niñas
con edades comprendidas entre los 09 a 13 años. Se vacuna en esa edad, con el objetivo
es vacunarlas antes que sean sexualmente activas. Las vacunas con la que contamos
(Gardasil y Cervarix) previenen contra dos tipos de virus el 16 y el 18. Las vacunas no
van a curar la enfermedad, ni van a eliminar la infección. Por lo tanto, es fundamental
recomendar que la vacuna proteja ante los virus que son cancerígenos, siendo aún
importante realizarse una citología vaginal para identificar algún otro virus que no puede
estar cubierta en la vacunación. (Cf. Marañón et al., 2017 [en línea]).
Debemos tener cuenta que el uso del preservativo protege parcialmente el contagio del
VPH, pudiendo haber virus en las zonas corporales que no están cubiertas con el
preservativo como la zona perianal en hombres y mujeres, en mujeres vulva y periné, en
hombres en el escroto.
Sin embargo el uso sistemático y correcto del preservativo está brindando beneficios
favorables tanto en las mujeres como en los varones: reduce las lesiones cervicouterinos;
reduce el riesgo de pre cáncer cervicouterino y de cáncer cervicouterino; protege contra
el VIH; embarazo no deseado; prevención de posibles cofactores. (Cf. Marañón et al.,
2017 [en línea]).
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La educación sanitaria consiste en informar de manera general y con lenguaje sencillo
para que la comunidad comprenda el mensaje y puedan así entender la necesidad de la
prevención en todos los aspectos. Este punto es muy importante puesto que si educamos
a las personas podremos derribar muchas de las barreras con las que nos encontramos
día a día en los programas de prevención del cáncer. La educación sanitaria debe ser una
parte integrante del control integral del cáncer cérvicouterino. En estas charlas sanitarias
debemos informar a las personas sobre la información sobre el cáncer cérvicouterino,
causas y su historia; fomentar las acciones de prevención; informar sobre los signos y
síntomas del cáncer cérvicouterino; informarles para que pierdan la vergüenza, el miedo
al cáncer cérvicouterino. (Cf. Gutiérrez, 2016:4).
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9.7.2. Prevención secundaria
Por otro lado, en la citología en medio líquido, esta es una prueba de alto costo, pero
muy útil. La ventaja es que de la misma prueba se podrá realizar el examen de ADN de
VPH. De acuerdo al fabricante y a otros estudios publicados, la sensibilidad y
especificidad son aceptables para los profesionales clínicos. (Cf. Sanabria et al., 2015[en
línea]).
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“Mediante técnicas moleculares, se analiza el ADN asociado con el VPH de alto resigo
en una muestra de material celular tomada del cuello uterino o la vagina”. (Rodríguez et
al., 2015 [en línea]). Se toma la muestra del cuello uterino y se coloca en una solución
conservante.
La Inspección Visual con Ácido Acético (IVAA) es un método para detectar lesiones
precancerosas y cáncer de cuello uterino. Es una técnica simple y le proporciona a la
mujer un resultado inmediato. Se recomienda realizar la prueba a mujeres entre 30 y 50
años de edad, o que tiene factores de riesgo. El IVAA se debe realizar en cualquier
momento del ciclo menstrual, aún en la menstruación, durante el embarazo y durante las
visitas post parto o post aborto. El ácido acético tiene como principal ingrediente al
vinagre blanco. (Cf. Rodríguez et al., 2015 [en línea]).
En la prevención terciaria veremos los tratamientos del cáncer y los cuidados paliativos.
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El objetivo de la cirugía es eliminar el tumor primario en una sola operación. Esto
dependerá mucho del estadio y de los hallazgos del oncólogo. La cirugía paliativa se usa
solo para aliviar los síntomas cuando la radioterapia no ha brindado éxitos o ha
provocado complicaciones. (Cf. Rodríguez et al., 2015 [en línea]).
9.8. Diagnóstico
9.8.1. Colposcopía
El colposcopio cuenta con una fuente de luz y un lente que aumenta para poder examinar
las células de la capa epitelial y los vasos adyacentes. Se aplica ácido acético diluido
para resaltar las zonas anómalas que luego serán tomadas a través de la biopsia. Cuando
se utiliza la colposcopia como método diagnostico en pacientes con algún resultado
positivo su sensibilidad es de 85% y especificidad de 70% para detectar un tumor pre
maligno o maligno. (Cf. Rodríguez et al., 2015 [en línea]).
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La colposcopía se utiliza para: “Evaluar las lesiones precancerosas y cancerosas; Poder
delimitar la extensión de las lesiones; Dirigir la biopsia de las zonas de aspecto anómalo;
Facilitar la crioterapia o la escisión electro quirúrgica con asa”. (Rodríguez et al., 2015
[en línea]).
9.8.2. Biopsia
La biopsia es la extirpación de pequeñas porciones del cuello uterino para poder realizar
el diagnóstico histopatológico. “Se extraen porciones de tejido (1 a 3 mm) en las zonas
anómalas vistas por el colposcopio. Luego se determina si es tumor pre maligno o
maligno, así como el grado y la extensión para evaluar el tratamiento a seguir”.
(Rodríguez et al., 2015 [en línea]). Por lo general el sangrado en este procedimiento es
mínimo.
9.9. Tratamiento
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Las lesiones pre malignas se tratan ambulatoriamente con métodos poco traumáticos
como la crioterapia o la escisión electro quirúrgica. “Si las lesiones no se pueden tratar
de esa forma se tratará con hospitalización para realizar la conización con bisturí, la
histerectomía”. (Sanabria et al., 2015[en línea]). Los diagnósticos con NIC I y NIC II
deben ser tratados inmediatamente pues la mayoría se trasforman en un cáncer invasor.
9.9.1.1. Crioterapia
Se aplica dos veces (criosonda) en la superficie del cuello uterino y cada una con cinco
minutos de congelación en cada sesión. Este tratamiento se realiza cuando hay resultado
positivo de colposcopia y cuando las lesiones son suficientemente pequeña para cubrir la
sonda sin pasar los 2 mm del borde de la sonda; la lesión y sus bordes son visibles y no
se extienden al endocérvix. (Cf. Sanabria et al., 2015[en línea]).
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Tiene como finalidad eliminar la lesión y también la zona de trasformación completa.
Este tratamiento cumple doble propósito: el tratamiento y la obtención de una pieza de
tejido. Permite erradicar el 90 % de las lesiones precancerosas. Se considera que este
tratamiento ha fracasado cuando la lesión persiste después del sexto o duodécimo mes
del tratamiento. (Cf. Sierra, 2016, p.12).
Es importante informar a la paciente sobre los síntomas para tratarla oportunamente. Las
mujeres pueden tener algunos de los síntomas siguientes; hemorragia irregular,
hemorragia post coital, hemorragia postmenopáusica, flujo vaginal persistente (en
especial cuando no responden a los medicamentos). Aquí realizaremos un examen visual
con especulo ubicando alguna lesión en el cuello uterino y si encontramos alguna
lesiones procederemos a tomar una biopsia de la siguiente lesión. (Cf. Sierra, 2016,
p.12).
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FIGURA 1: SÍNTOMAS DEL CÁNCER INVASOR
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Estadios Relacionados con el Tratamiento y el Pronóstico, según la Federación
Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO)
Estadio II: Carcinoma extendido fuera del cuello uterino sin llegar a la pared pélvica ni
al tercio inferior de la vagina.
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- IIA: Extensión fuera del cuello uterino, incluidos los dos tercios superiores de la
vagina, sin afectar los tejidos que rodean al útero. 5 años de supervivencia con
tratamiento óptimo: ~75%.
- IIB: Extensión fuera del cuello uterino, con invasión de los parametrios, sin
llegar a la pared pélvica ni al tercio inferior de la vagina. 5 años de supervivencia
con tratamiento óptimo: ~65%.
Estadio III: Carcinoma extendido hasta la pared pélvica o al tercio inferior de la vagina o
causante de hidronefrosis o de riñón no funcional.
- IIIA: Extensión al tercio inferior de la vagina, sin llegar a la pared pélvica. 5 años
de supervivencia con tratamiento óptimo: ~30%.
- IIIB: Extensión a la pared pélvica o hidronefrosis o riñón no funcional .5 años de
supervivencia con tratamiento óptimo: ~0%.
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La tasa de supervivencia es la proporción de las mujeres que han recibido tratamiento
para el cáncer y sobreviven 5 años después del tratamiento. Esto depende del estadio de
la enfermedad como del tratamiento recibido. Hay factores que influyen en el
pronóstico:
9.11.1. Cirugía
La cirugía tiene como finalidad eliminar el tumor primario en todas sus extensiones en
una sola operación. La histerectomía radical y la linfadenectomia pélvica son los
principales procedimientos quirúrgicos; aunque la histerectomía simple y la
cervicectomia uterina están indicados en casos específicos. (Cf. Sierra, 2016 [en línea]).
9.11.1.1. Cervicectomia
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Este procedimiento consiste en la extirpación de todo el útero, incluido el cuello uterino,
ya sea la incisión por vía abdominal o vaginal. Está indicada en las mujeres con cáncer
invasor estadio IA1 y a veces IA2.
Este procedimiento consiste en la extirpación del útero, cuello uterino y los tejidos
vecinos, incluido 2cm de la parte superior de la vagina. El cirujano puede interrumpir la
cirugía cuando observa que hay gran afectación de los ganglios linfáticos pelvianos,
debiendo estar intacto el peritoneo para que no presente complicaciones. En este caso se
debe realizar el tratamiento con radioterapia. Este procedimiento se realiza cuando las
mujeres padecen un cáncer cervicouterino estadio IB1 y IIA). Puede que el estadio IB1
no sea visible. (Cf. Marañón et al., 2017 [en línea]).
9.11.2. Radioterapia
El tumor se trata con radiación ionizante, que es un rayo de luz de mayor energía, que se
libera conforme penetra el cuerpo, dañando y destruyendo las células cancerosas. La
persona no percibe dolor en el momento que recibe el tratamiento. Los tratamientos se
combinan con tele radioterapia pélvica (la radiación está lejos del paciente) y
braquirradioterapia intravaginal (se colocan pequeñas fuentes radioactivas en cavidades
del cuerpo). (Cf. Sierra, 2016 [en línea]).
9.11.3. Quimioterapia
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La quimioterapia se puede usar asociado a cirugía o radioterapia para tumores de mucha
extensión. El fármaco usado con más frecuencia es el cisplatino. “Este fármaco aumenta
la toxicidad de la radioterapia y puede que las pacientes con alguna alteración de la
función renal, desnutrición o tumores malignos avanzados no lo toleren bien”. (Sierra,
2016 [en línea]).
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10. DISCUSIÓN
Rodríguez, afirma que gran mayoría de las mujeres que se infectan con VPH, en algún
momento de su vida lo eliminan y no desarrollan enfermedad. Los estudios
epidemiológicos han identificado cofactores que predisponen las lesiones de alto riesgo
y el cáncer de cuello uterino. (Cf. Rodríguez, 2015, p.7).
Los factores de riesgo más frecuentemente detectados son: edad entre 30 a 50años;
inicio de actividad sexual antes de los 20 años. El temprano inicio de la vida sexual
implica la presencia de múltiples compañeros sexuales y el riesgo dado por estas;
múltiples parejas sexuales (de la mujer o su pareja). Las solteras, viudas o separadas
tiene mayor probabilidad a estar expuestas al VPH por los múltiples compañeros
sexuales; la historia natural o sexual de la mujer o de la pareja. (Cf. Gutiérrez, 2016:5).
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11. CONCLUSIÓN
Por otro lado, es importante considerar los factores de riesgo con la finalidad de
disminuir la incidencia de casos. Los principales factores son inicio temprano de
actividad sexual, múltiples parejas, no uso de preservativos, tabaquismo y falta de
controles ginecológicos, entre otros.
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12. LISTA DE REFERENCIAS
Arévalo B., Arturo Raúl, Arévalo Salazar, Dory E., & Villarroel Subieta, Carlos J.
(2017). El cáncer de cuello uterino. Revista Médica La Paz, 23(2), 45-56.
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http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-
89582017000200009&lng=es&tlng=es. (Fecha de consulta 18/03/2020).
Lidia Esther Lorie Sierra. Diagnóstico clínico de lesiones premalignas de cuello de útero
con inspección visual al ácido acético al 5%, 2016. Rev Inf Cient. 2016;
95(2):317‐330. ISSN 1028‐9933.
Marañón Cardonne, Tatiana, Mastrapa Cantillo, Kenia, Flores Barroso, Yanet, Vaillant
Lora, Llilian, & Landazuri Llago, Sanlia. (2017). Prevención y control del cáncer
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http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1560-
43812017000100015&lng=es&tlng=es. (Fecha de consulta 25/03/2020)
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13. BIBLIOGRAFÍA
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& Vega Malagón, Genaro. (2012). Cáncer cérvicouterino y virus del papiloma
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Recuperado de: https://dx.doi.org/10.4067/S0717-75262012000400014. Fecha
de consulta 16/03/2020).
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