El Mito Del Emprendedor
El Mito Del Emprendedor
El Mito Del Emprendedor
Ensayo
Universidad de Guadalajara
Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías
Serrano Sánchez Diego Elías 220738707
Michael E Gerber
El mito del emprendedor
Por qué no funcionan las pequeñas empresas
y qué hacer para que funcionen.
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El emprendedor es para mí un alma que quiere ser libre de trabajar para otros, aquella
persona que tiene una idea o un producto para un negocio, pero que además tiene la
habilidad y el conocimiento para ganar dinero con ella, desarrollarla y trabajando para lograr
su cometido a pesar de estar solo en ello. Aunque en algunas ocasiones el emprendedor no
tiene ni idea de cómo lograr sus objetivos, qué pasos seguir o qué decisiones tomar, pero las
ansias de ser su propio jefe y tener un negocio propio puede más que cualquier obstáculo.
Una persona con la capacidad intelectual para dirigir, organizar y llevar a cabo el trabajo
manual y a su vez algo suertuda para que todo le salga bien y de acuerdo a lo planeado.
Aunque es verdad que muchos emprendimientos terminan por fracasar o no ser tan buenos
como se esperaba, no se desalienta y siempre piensa en el futuro, en lo que podría llegar a
obtener, en qué otra oportunidad podría llegar a surgir, alguna necesidad que aún no es
cubierta o algo en lo que el emprendedor es especialmente bueno haciendo y basándose en
ello conseguir socios y fondos e intentarlo de nuevo porque puede que esta vez sí sea la
“fórmula ganadora”.
Sin embargo, no basta con tener una idea, un producto o incluso tener los conocimientos
necesarios sobre una materia o servicio para lograr tener un negocio propio funcional y
duradero, ya que esto depende de muchos otros factores que muy pocas veces se toman en
consideración que son esenciales y de no realizarse significará el fracaso del emprendimiento.
Por ejemplo, el hecho de saber cómo se realiza un trabajo o actividad a la perfección, que ésta
sea un pasatiempo que disfrutes realizar o que se tenga destreza para hacerlo no significa que
tu negocio crecerá automáticamente, no significa que se tiene el conocimiento para organizar
y dirigir, solo para trabajar.
Si no se puede organizar, dirigir, eficientar y saber que es lo que quiere el cliente, terminará
trabajando más y su pasatiempo que gustaba de realizar ahora será una carga, trabajo que
realizar en lugar de algo que se disfrute.
Para lograr el correcto funcionamiento de un negocio hace falta que la persona sea
emprendedor, pero también directivo y técnico para operar los roles de buscar nuevas
oportunidades de negocio, dirigir y controlar todo para lograrlo y tener el conocimiento
técnico para realizar el trabajo manual y obtener el producto.
Esto aunque suene sencillo no es tarea fácil, ya que es como si se tuvieran tres personalidades
distintas, cada una enfocada únicamente en su rúbrica, además que las tres tienen que estar en
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equilibrio y de acuerdo para buscar nuevos emprendimientos sin descuidar los que ya se
tienen y sin desear cubrir con más de lo que se tenga la capacidad de satisfacer.
Las tres tienen que tomar decisiones conjuntas que no afecten a una de ellas al exigirle de
más o al ignorarla, ya que puede ocasionar un desequilibrio y otras consecuencias:
● Si se le da rienda suelta a la parte emprendedora, ésta puede acabar por querer más de lo
que pueden controlar las otras partes, teniendo una gran ambición pero no la capacidad de
hacer todo lo que se propone, como lo menciona el conocido dicho “el que mucho abarca
poco aprieta”.
En cambio si se ignora, en primer lugar se tendría muy difícil el dar el primer paso hacia el
emprendimiento o en todo caso, limitaría la ambición y sería conformista con lo que se tiene.
Viéndolo como una analogía, sería como si el emprendedor fuera el encargado del marketing,
de ofrecer maravillas del producto, el directivo encargado de las finanzas y organización y el
técnico encargado de crear algo parecido a lo que prometió el emprendedor.
Por las anteriores razones reitero que se debe tener un equilibrio entre las tres partes, las tres
igual de importantes, pero no en la misma proporción.
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Un emprendedor tiene que innovar y tener un aprendizaje constante para mantener el ritmo
del negocio y saber adaptarse a las nuevas condiciones del mercado, es decir , debe de tener
la capacidad de ser dinámico, no estático, esto también tiene que ver con la publicidad, el
cómo saber venderse, porque muchas veces la clave no está en el fondo, sino en la forma.
Se tiene que olvidar de todas las aspiraciones, ideas o creencias respecto a lo que se piensa
que el público necesita y fijarse únicamente en el cliente, cómo es, sus preferencias y a qué
grupo social pertenece, ya que a él será dirigida la publicidad que haga.
Aunque es imposible saber exactamente qué es lo que quiere el cliente ya que en ocasiones ni
siquiera el cliente lo sabe. Una imagen de empresa que se mantenga constante y que esté
acorde a lo que se vende, saber a quién le estás vendiendo y por ende como tratarlo e incluso
los colores que se usan pueden ser cruciales en la decisión del cliente sobre si comprar o no.
Así que como emprendedor debes de poner atención a todos estos conceptos, ya que puedes
significar la diferencia entre un negocio exitoso y el fracaso.
Esto ya que el principal problema de un emprendimiento no es el negocio en sí, sino el
mismo propietario. Esto seguirá hasta que no se cambie la forma de ver al negocio y sobre la
manera en la que se deben de manejar, hasta que se piense en un negocio como algo muy
diferente a lo que se pensaba en un inicio, hasta que no se entienda que, sin importar el
tamaño del mismo, un negocio es una vía para llegar al éxito.
Al final de todo comprendí que ser un emprendedor es algo más complejo de lo que me
imaginaba, ya que no solo se deben tener en cuenta demasiadas variables, sino que se debe de
tener un control bastante riguroso si es que se quiere triunfar.
Luego de escribir este ensayo sigo manteniendo mi postura de no emprender ningún negocio,
debido a que ahora conozco más respecto al tema y puedo comprender mejor la complejidad
y habilidad necesarias para ello, manejar un negocio aunque sea pequeño es algo complicado,
no es para cualquier persona. Además porque no creo ser capaz de mantener un orden y
seguimiento tan riguroso.
Aunque esto es sólo por el momento, si en el futuro tuviera la necesidad de emprender o de
administrar algún negocio por lo menos tendría un vistazo a lo que se debe de hacer y cómo
hacerlo de la mejor manera, en lugar de comenzar desde cero. A pesar de no necesitarlo
ahora, nunca está de más tener conocimientos nuevos y suficientes que me puedan ayudar a
salir adelante y a cumplir las metas que me proponga en caso de ser necesario.
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Bibliografía:
● Gerber, M. E. G. & Harper Bussiness. (2005). El Mito del Emprendedor The E Myth
Revisited Why Most Small Businesses Don't Work and What to Do About It (G. S. Sánchez,
Trad.; 1.a ed., Vol. 1). PAIDÓS. https://drive.google.com/file/d/15OITKss2rTkK7cOguJ-
USf5l6JLQjfj3/view?usp=drivesdk(Obra original publicada 1997)
ISBN 968553 630X