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dietas milagro

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DIETA DE LA LUNA

La Luna influye sobre los océanos y los ríos de la tierra con su atracción gravitatoria. La ciencia, además,
ha probado que muchos seres vivos son sensibles a las distintas fases lunares. Por ejemplo, como
explica la divulgadora científica Jo Marchant en la revista New Scientist, existen eespecies acuáticas se
reproducen liberando óvulos y espermatozoides en el agua en correspondencia con las fases lunares

Que es

La dieta de la Luna resurge en la actualidad como un revival de antiguas tradiciones hawaianas. Estas
tradiciones, que cuentan con un calendario lunar, el kaulana mahina, ofrecen orientaciones sobre los
mejores momentos para cultivar y cosechar los alimentos. Es lógico que también existan instrucciones
sobre la manera y el tiempo adecuados para consumirlos en función de la Luna.

Los antiguos hawaianos observaron como las fases de la Luna influían sobre el comportamiento
del "agua grande" (como las mareas que traen peces a la orilla) y el "agua pequeña" (que abarca la savia
de los árboles o las sustancias que circulan por el cuerpo humano). En consecuencia, elaboraron un
calendario que dictaba normas sobre los mejores momentos para pescar o para realizar muchas otras
actividades.

DIETA DE LA LUNA: CÓMO SE HACE

La popularización de la dieta de la Luna se relaciona con su uso como método de adelgazamiento o de


depuración.

o El plan básico de la dieta de la Luna consiste en una jornada de ayuno de 24 horas en la que se
consume únicamente agua y zumos. Debe tener lugar durante la luna llena o la luna nueva.
Durante el día de ayuno, el cuerpo elimina toxinas y se puede perder más de un kg de peso.

o Un plan más largo comienza con un día de ayuno en luna llena y luego se siguen pautas
adicionales para perder peso y comer saludablemente durante cada una de las fases
principales de la Luna.

Por ejemplo, durante la luna creciente, puedes comer menos que durante la luna menguante. El
consejo es asegurarte de que dejas de comer tan pronto como comienzas a sentirte lleno.

Otra recomendación durante la luna menguante es aumentar la ingesta de líquidos entre las 17 las 18
horas y no comer a partir de las 18 h cuando la Luna comienza a hacerse visible.

En cualquier caso, estas orientaciones no son "leyes", sino sugerencias que se pueden seguir o no a
partir de la observación de su efecto en uno mismo, los gustos personales o las posibilidades.

Los dos planes son compatibles con distintos modelos dietéticos. Por ejemplo, la combinación de la
dieta lunar con un régimen de restricción calórica puede potenciar la pérdida de peso.

Por otra parte, se pueden tener en cuenta las fases de la Luna para tomar decisiones. Por ejemplo, el
período de la luna menguante que sigue inmediatamente a la luna llena suele ser el mejor momento
para comenzar a hacer dieta, debido a la disminución en el apetito y los antojos.
BENEFICIOS DE LA DIETA DE LA LUNA

El objetivo de la dieta de la Luna es sentirse más saludable y más preparado para adaptarse a los
cambios estacionales o los que suceden en el entorno.

Se puede perder peso comiendo con la Luna, pero eso es simplemente un efecto secundario bienvenido.
Y puede ser momentáneo, porque la pérdida de líquido suele recuperarse en los días siguientes.

Más que como método de adelgazamiento, la dieta de la luna adquiere sentido como forma de seguir
un modelo de alimentación consciente con una conexión más profunda con nuestro planeta.
“La dieta de colores es la denominación comercial para el enfoque de alimentación saludable. La
premisa es simple: cuánto más color tenga tu plato, más nutrientes estarás ingiriendo”, expresó.

Los diferentes colores en los alimentos representan diversos grupos de nutrientes, por ejemplo:

– Rojo. Alimentos como los tomates y las fresas son ricos en licopeno y antioxidantes.

– Amarillo/naranja. Por ejemplo, las zanahorias, las calabazas y las naranjas están llenas de antioxidantes
y vitamina C.

-Verde. Comestibles como las espinacas, el brócoli o la lechuga son fuentes de clorofila, hierro y ácido
fólico.

– Morado/azul. Entre otras frutas, las uvas y las berenjenas contienen antocianinas y antioxidantes.

– Blanco/beige. Como el ajo, la cebolla y la coliflor aportan fitoquímicos, que pueden proteger contra el
cáncer.

Otros beneficios de la dieta de colores

Esta alimentación variada y cromática se asocia con múltiples beneficios para la salud. No solo
promueve una ingesta balanceada de nutrientes, sino que también contribuye a la prevención de
enfermedades crónicas. Incorporar una amplia gama de frutas y verduras mejora la salud digestiva y
fortalece el sistema inmunológico.

La Organización Mundial de la Salud aconseja un consumo diario de, al menos, 400 gramos de frutas y
verduras. Entre sus recomendaciones están incluir verduras en todas las comidas y, de preferencia,
consumirlas crudas. Esto varía según el estado de salud de la persona y otras indicaciones médicas.

“Para un adulto, la ingesta promedio de fibra debe ser de 25 a 30 gramos diarios, derivada de frutas,
vegetales y cereales. Esta incorporación cumple con una recomendación poblacional. Sin embargo,
alcanzar esta cantidad ideal de fibra puede ser complicado debido a factores económicos y hábitos
alimentarios prevalentes. Por ello es necesario la educación y consejería nutricional.

Más allá de la alimentación

Recuerda que la salud integral no depende únicamente de la alimentación. La actividad física regular, la
salud mental y un entorno sano también juegan roles cruciales. Incorporar ejercicio diario, buscar
momentos de recreación y mantener relaciones sociales fuertes son componentes esenciales para el
bienestar general.

La dieta de colores es más que una simple guía alimentaria; es un enfoque hacia una vida saludable y
equilibrada. Su implementación puede ser fácil, promoviendo una nutrición óptima y una mejora
general en la calidad de vida.

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