CULTIVO DE PIÑA (ananas comosus)

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CULTIVO DE PIÑA (ananas comosus)

ELABORADO POR:
ALEXANDER APONTE
CRISTIAN SARAY
GISELL KATHERINE CASTAÑEDA
PAULA BASTIDAS
STEVEN BOLIVAR

PRESENTADO A:
JAIRO GARCIA LOZANO

PRODUCCIÓN IV: FRUTALES


PROGRAMA DE INGENIERÍA AGRONÓMICA
FACULTAD DE INGENIERÍA AGRONÓMICA
IBAGUÉ - TOLIMA
2024
TABLA DE CONTENIDO

I. Introducción.

II. Establecimiento.
➢ Selección del sitio y Condiciones del suelo
➢ Preparación del suelo.
➢ Encamado.
➢ Selección y Tratamiento de semillas.
➢ Sistema de siembra.
➢ Riego
➢ Fases fisiológicas

III. Plan de Manejo Nutricional.


➢ Plan de fertilización.
➢ Manejo post inducción en piña MD-2

IV. Manejo Fitosanitario.


➢ Principales enfermedades en el cultivo de piña.
➢ Insectos plaga en el cultivo de piña.

V. Cosecha.

VI. Poscosecha.
➢ Recolección.
➢ Recepción.
➢ Clasificación y registro.
➢ Embalaje.
➢ Transporte.

VII. Estructura Financiera del proyecto.


➢ Identificación de costos y gastos.
➢ Proyección de ingresos.
➢ Determinación del financiamiento.
➢ Análisis financiero.
➢ Evaluación de riesgos financieros.

VIII. Conclusiones.

IX. Bibliografía - Webgrafía


I. INTRODUCCIÓN

El cultivo de la piña MD2 en Colombia se ha consolidado como una actividad agrícola de


gran relevancia económica debido a las características excepcionales de esta variedad y su
alta demanda en los mercados internacionales. La MD2, conocida como "Golden Pineapple",
se distingue por su intenso color dorado, dulzura única con niveles de grados Brix entre 12 y
15, baja fibra que otorga una textura suave y su notable vida útil postcosecha, factores que la
hacen especialmente atractiva tanto para consumo interno como para exportación. Este
cultivo requiere condiciones específicas de suelo y clima para su desarrollo óptimo, siendo
los suelos franco-arenosos, con buen drenaje y un pH entre 4.5 y 5.5, los más adecuados. En
Colombia, departamentos como Santander, Valle del Cauca y Meta se destacan por sus
condiciones ideales para el establecimiento de este cultivo.
El cultivo de piña en Colombia tiene una trayectoria que se remonta a tiempos
precolombinos, cuando era una fruta nativa de las regiones tropicales de América del Sur y
América Central. Las comunidades indígenas, como los taironas y los muiscas, valoraban la
piña no solo como alimento, sino también por su uso ceremonial y medicinal. Con la llegada
de los colonizadores europeos en el siglo XVI, la piña se introdujo en los mercados
internacionales, ganando reconocimiento por su sabor exótico y sus propiedades nutritivas
(Rojas et al., 2020).
En el contexto moderno, la producción de piña en Colombia adquirió un enfoque comercial a
mediados del siglo XX, cuando comenzaron a establecerse cultivos a gran escala,
inicialmente orientados al mercado nacional. Durante esta etapa, se cultivaron variedades
tradicionales como la Cayena Lisa. Sin embargo, el panorama del cultivo cambió
drásticamente con la introducción de la variedad MD2 en la década de 1990, impulsada por la
creciente demanda internacional y el desarrollo de prácticas agrícolas más tecnificadas
(Cleves & Jarma, 2009). La MD2 destacó por su mayor rendimiento, sabor dulce y
características que facilitaban su exportación, lo que permitió posicionar a Colombia como un
importante productor en el mercado global de frutas tropicales.
En las últimas décadas, el gobierno colombiano, junto con instituciones como Agrosavia y
asociaciones de productores, ha fomentado la adopción de tecnologías modernas y la
implementación de prácticas sostenibles en el cultivo de piña. Estas iniciativas han permitido
no solo incrementar la productividad, sino también enfrentar los retos asociados a la
globalización, como las exigencias de calidad y sostenibilidad ambiental en los mercados
internacionales (Vásquez Amariles et al., 2022). Este enfoque ha fortalecido la capacidad del
sector para competir en mercados clave, especialmente en Europa y América del Norte,
consolidando a la piña como una de las principales frutas de exportación del país.
II. ESTABLECIMIENTO
La etapa de establecimiento de un cultivo de piña es crucial porque es cuando se sientan las
bases para un desarrollo óptimo y una cosecha exitosa. Durante esta fase, las plantas se
adaptan al suelo y al clima, lo que influye directamente en su crecimiento y producción.
Algunas de las razones por las que esta etapa es tan importante incluyen:
➢ Selección del Sitio y Condiciones del Suelo
La ubicación adecuada del cultivo es fundamental para garantizar su éxito. El terreno debe
tener un buen drenaje para evitar encharcamientos y asegurar la aireación de las raíces, que
son particularmente sensibles a condiciones de exceso de humedad. El pH ideal del suelo
debe estar entre 5 y 6, ya que valores más altos o más bajos pueden afectar la disponibilidad
de nutrientes esenciales. Suelos arcillosos o de mala estructura no son recomendables debido
a su poca capacidad de infiltración y compactación. Las temperaturas óptimas para el
crecimiento de la piña están en el rango de 24 °C a 27 °C; temperaturas inferiores a 21 °C o
superiores a 35 °C reducen el crecimiento foliar y radicular, afectando la productividad
(Campo Experimental Tecomán, INIFAP).
➢ Preparación del Suelo
La preparación del terreno debe ser exhaustiva, ya que la piña cuenta con un sistema radicular
frágil y superficial. Primero, se realizan varias pasadas de rastra cruzadas para incorporar y
descomponer la maleza. Posteriormente, se ejecutan labores de subsolado a una profundidad
de 30 a 40 cm para romper capas compactadas y mejorar la penetración de las raíces. Una vez
aflojado el terreno, se pasa un roto cultivador para afinarlo completamente, eliminando
piedras y otros residuos. En terrenos inclinados, se recomienda realizar curvas a nivel para
evitar la erosión del suelo y facilitar la distribución uniforme del agua (Campo Experimental
Tecomán, INIFAP).
➢ Encamado
El encamado es una práctica que mejora la distribución del agua y el manejo de drenajes.
Este proceso se realiza mecánicamente utilizando una encamadora que forma camas de 23 a
24 pulgadas de ancho, con una profundidad de 8 pulgadas y un espacio entre camas de 48 a
50 pulgadas. Estas camas permiten un mejor control del agua en los cultivos y facilitan las
labores agrícolas como la siembra, fertilización y control de plagas (Campo Experimental
Tecomán, INIFAP).
➢ Selección y Tratamiento de Semillas
La semilla, que proviene de hijuelos, debe seleccionarse cuidadosamente según el tamaño y
tipo. Se emplean tres tipos principales de hijuelos:
1. Basales: Nacen en la base de la fruta, tienen alta capacidad de enraizamiento.
2. De tallo: Se desarrollan a lo largo del tallo, con un peso ideal entre 250 y 350 gramos.
3. De retoño: Emergen en la base de la planta y tienen características similares a los basales.
Antes de la siembra, los hijuelos se sumergen en una solución desinfectante compuesta por
fungicidas (Aliette o Benlate) e insecticidas (Diezinon o Basudin) para eliminar posibles
agentes patógenos y plagas. Tras el tratamiento, se dejan escurrir antes de llevarlos al campo
para sembrarlos a una profundidad adecuada, evitando que las plantas se volteen por el peso
del fruto o la acción del viento (Campo Experimental Tecomán, INIFAP).
➢ Sistemas de Siembra
Existen dos métodos principales de siembra:
1. Sistema hawaiano (hileras dobles): Las plantas se colocan en hileras dobles separadas por
45 o 60 cm, con un espacio de 25 a 30 cm entre plantas dentro de la misma hilera. Este
sistema permite una densidad de plantación superior.
2. Sistema de línea sencilla: Se dejan 80 cm entre surcos y 30 a 40 cm entre plantas,
alcanzando una densidad aproximada de 30,000 plantas por hectárea. Este método es
tradicional y se utiliza para plantaciones menos tecnificadas (Campo Experimental Tecomán,
INIFAP).

➢ Riego
Aunque la piña es relativamente resistente a la sequía, el riego es necesario durante períodos
secos para evitar la paralización del crecimiento. Los sistemas de riego más utilizados son por
aspersión y por goteo, dependiendo de la disponibilidad de recursos hídricos. La cantidad de
agua necesaria varía entre 15 y 18mm semanales en riego por goteo, y entre 30 y 35 mm en
riego por aspersión (Campo Experimental Tecomán, INIFAP).

➢ Fases Fisiológicas

Las etapas fenológicas del cultivo de piña se describen de la siguiente manera:

Germinación / Emergencia (00-09):

Esta etapa inicial comprende desde la siembra de la semilla o el trasplante de retoños


hasta la emergencia de la plántula o brote por encima del suelo. Es un periodo crítico
donde la humedad y temperatura adecuadas son esenciales para una buena
germinación o arraigo.

Desarrollo de las hojas (10-19):

Durante esta fase la atención se centra en el crecimiento vegetativo, específicamente


en el desarrollo de nuevas hojas. Cada hoja desarrollada puede ser identificada y
contada, lo que ayuda a monitorear el avance vegetativo de la planta. La nutrición y el
riego adecuados son fundamentales para promover un crecimiento saludable.

Formación del tallo o elongación (20-29):

Aunque en la piña el tallo permanece corto y se desarrolla principalmente


subterráneamente, esta etapa se refiere al fortalecimiento del sistema de soporte de la
planta, incluido el desarrollo de raíces más profundas y el inicio de formación del
pedúnculo en preparación para la floración.

Desarrollo del órgano reproductivo / Inducción floral (30-39):

La inducción floral puede ser natural o inducida artificialmente en la piña. Esta etapa
es crítica, ya que marca el inicio de la transición de la planta hacia la reproducción,
con la diferenciación de la inflorescencia inicial. La aplicación de tratamientos para
inducir la floración se realiza en este periodo.

Floración (50-59):

Comienza con la apertura de las primeras flores y termina cuando la última flor se ha
marchitado. La polinización ocurre durante este tiempo, y es crucial para la formación
del fruto. Esta etapa requiere manejo cuidadoso para asegurar la salud de las flores y
la polinización efectiva.

Desarrollo del fruto (60-69):

Tras la floración, el fruto comienza a formarse y crecer. Esta etapa es vital para
determinar el tamaño, la calidad y el peso del fruto final. Se monitorea el desarrollo
del fruto para optimizar las prácticas de riego y nutrición.

Maduración del fruto (70-89):

Este periodo abarca desde el inicio de la maduración del fruto hasta su plena madurez.
La maduración se caracteriza por cambios en el color, la acumulación de azúcares y la
disminución de la acidez. Determinar el momento óptimo de cosecha es crucial en
esta etapa para maximizar la calidad del fruto.

Senescencia o postmadurez (90-99):

En esta última etapa, la planta completa su ciclo de vida. En el caso de la piña, que es
una planta perenne, puede referirse al envejecimiento de partes de la planta después
de la cosecha del fruto, preparando el camino para el siguiente ciclo de cultivo.

Ciclo fenológico de la piña

Ilustración 1. Ciclo de la piña


III. PLAN DE MANEJO NUTRICIONAL

➢ Plan de Fertilización

El plan de fertilización foliar se basa en la extracción de nutrientes en gramos que realiza una
planta de piña md2. Para ello, se toma la información suministrada por INIFAP, en la que se
presenta la extracción total de nutrientes en un ciclo productivo de 60.000 plantas de piña
md2. La demanda de nutrientes requeridos por la planta se completa con fertilizantes
comerciales.

Ilustración 2. Nutrientes extraídos por planta, equivalencia en fertilizante comercial


aplicado

Una vez definidos los nutrientes, se debe conocer el aporte del suelo para determinar las
cantidades a aplicar en la etapa uno. El análisis de suelo, representante de la región, muestra
el aporte de los nutrientes de este y, al mismo tiempo, arroja una recomendación de la
cantidad de fertilizante a aplicar con base en la función del nutriente en el estado de
desarrollo de la planta. Una función análoga juega el análisis de la hoja “d”, cuyos resultados
son utilizados para hacer ajustes en la fertilización.
Ilustración 3. Recomendaciones para el plan de fertilización, se tienen en cuenta los
resultados de una muestra de suelo de la región
El ciclo de desarrollo del cultivo se divide en tres etapas, las cuales se adaptaron del
documento sobre fertilización de la piña cada etapa consta de 5 aplicaciones de la mayoría de
los productos, si bien se observa el incremento de algunos de acuerdo con el desarrollo del
cultivo y la información aportada por el análisis de la hoja “d”. La sumatoria de los valores de
los fertilizantes de las tres etapas corresponde al total extraído por las 60000 plantas durante
su ciclo productivo.

Ilustración 4. Plan de fertilización foliar para la piña md2 distribuido en tres etapas y 15
aplicaciones

La fertilización foliar se inicia un mes después de establecido el cultivo y se realiza cada 15


días. Una hectárea utiliza 15 canecas de 200 l, y con una caneca se fertilizan 4000 plantas al
asperjar 50 cm3 por planta (primeras cuatro aplicaciones, dosis de 40 cm3). Se agrega
cosmoaguas como corrector del pH a razón de 500 gr por 200 l de agua y se mezclan muy
bien los productos. En el caso del fertilizante urea, en la primera etapa se aplican: 5,4 kg x 15
canecas x 5 aplicaciones = 405 kg

Ilustración 5. Primera etapa del ciclo vegetativo y 5 aplicaciones foliares


Ilustración 6. Segunda etapa del ciclo vegetativo y cinco aplicaciones foliares

Ilustración 7: Tercera etapa del ciclo vegetativo y cinco aplicaciones foliares

➢ Fertilización post inducción en piña MD-2

Cinco días después de la aplicación número 14, se toma la muestra de la hoja “d” para envío
al laboratorio. A partir de los resultados, se seleccionan los valores de K, Ca y B para realizar
la aplicación de nutrientes en pos inducción. Al mismo tiempo, se arrancan y pesan 10
plantas. Si el peso promedio con el sistema radical es de 2,3 kg, se realiza la inducción floral.
Ilustración 8. Fertilización post inducción floral en piña md2, cuatro aplicaciones

IV. MANEJO FITOSANITARIO

➢ Principales enfermedades en el cultivo de piña

Las enfermedades en el cultivo de piña se pueden presentar en las diferentes etapas


del cultivo como lo muestra la ilustración 9. (Rios, 2019)

Ilustración 9. Presencia de enfermedades según el ciclo del cultivo. Diseño imagen: Liliana
Ríos Rojas, Carol Puentes.

- Pudrición del cogollo (Phytophthora sp.)

Esta enfermedad se caracteriza por presentar un tono café en la base de las hojas que avanza
rápidamente y se torna amarillo hacia la punta (Ilustración 10); estos tonos son síntomas de
descomposición del tejido, acompañado de un olor fétido. Este daño genera el
desprendimiento de las hojas. (Rios, 2019)
Ilustración 10. Síntomas de pudrición causada por Phytophthora sp. Fotos: Carol Puentes.

- Fusariosis (Fusarium sp.)

Se caracteriza por presentar una marchitez desde la punta de las hojas hasta el cogollo, se
puede confundir con un estrés de la planta; en la base del tallo se presenta una pudrición y
escaso desarrollo de raíces (Ilustración 11)

Ilustración 11. Síntomas de fusariosis. A. y B. En hojas de piña. C. En base de tallo. Foto:


49A y 49B. Carol Puentes. Foto 49C: Fuente:
http://cep.unep.org/repcar/proyectos-demostrativos/costa-rica-1/publicaciones-banacol/guia
%20identificacion5.pdf
- Pudrición bacterial (Dyckeya sp. y Erwinia sp.)

Se reconoce por presentar en la base de las hojas un amarillamiento, pudrición o burbujas


lechosas color amarillo claro. La base del tallo presenta una descomposición rápida. En los
frutos se presenta una descomposición desde la base que avanza hacia el interior de la pulpa
de manera rápida (Ilustración 12) (Rios, 2019).

Ilustración 12. Sintomatología de pudrición bacterial. A. En corona. B. En Fruto, C. En


semilla (colino). Fuente: Masís. G. (n.d). Recuperado de:
http://www.asohofrucol.com.co/archivos/biblioteca/biblioteca_284_
Principales%20enfermedades%20de%20la%20Pi%C3%B1a.pdf

- Pudrición negra (Thielaviopsis sp.)

La enfermedad se manifiesta principalmente en el proceso de poscosecha de los frutos, sin


embargo, la infección proviene desde el campo. La pudrición de los tejidos se puede
observar tanto en los frutos (Ilustración 13) como en los colinos (Rios, 2019).
Ilustración 13. Síntomas de pudrición negra en fruto de piña. Foto: Rodríguez M (Ed)
(2011). Recuperado de http://cep.unep.
org/repcar/proyectos-demostrativos/costa-rica-1/publicaciones-banacol/guia%20identificaci
on5.pdf

- Marchitamiento rojo de la piña (MPW)

La marchitez de la piña es causada por un virus (Pineapple mealybug wilt associated virus) el
cual es transmitido a las plantas por las cochinillas que son transportadas hasta el cultivo por
las hormigas. Se caracteriza por el enrojecimiento y marchitez de las hojas (Ilustración 14),
produciendo la muerte progresiva de la planta. El manejo de esta enfermedad está enfocado
en controlar las cochinillas (Rios, 2019).

Ilustración 14. Síntomas del marchitamiento rojo de la piña. Foto: Dey, K.et al (2015).
Recuperado de https://www.mdpi. com/1999-4915/7/3/969

➔ Técnicas para el reconocimiento y monitoreo de enfermedades

Existen momentos claves en las etapas del cultivo donde se debe estar más atento en
realizar buenas prácticas agrícolas para prevenir las enfermedades en el cultivo. La
prevención inicia desde la selección de la semilla y su desinfección (Ilustración 15) (Rios,
2019).

Ilustración 15. A y B. selección de semilla. C desinfección. Fotos Agrosavia, 2017.


Prevenir en siembra y poda; en la siembra es importante tener en cuenta construir camas
altas, construir drenajes, instalar un buen sistema de riego y hacerle mantenimiento,
incorporar microorganismos en el suelo como Trichoderma sp., seleccionar muy bien la
semilla (colinos), por tamaño y/o peso, desinfectar la semilla con una solución de fungicida,
bactericida e insecticida, secar al sol los colinos antes de sembrar y tan pronto se realice la
cosecha y después de realizar poda para segundo ciclo productivo se debe hacer una
aplicación de fungicida (Ilustración 16) (Rios, 2019).

Ilustración 16. Etapas de riesgo. A. Poda. B. Cosecha de piña. Fotos: Yaneth P. Ramos y
Carol Puentes, 2017.

Se sugiere implementar buenas prácticas agrícolas (BPA), ya que hacen parte del manejo
preventivo de enfermedades en el cultivo (Rios, 2019).

➔ Monitoreo de enfermedades

Para poder tomar una buena decisión de manejo es importante identificar las
enfermedades presentes en el cultivo por medio de un monitoreo fitosanitario, el cual se
realiza mediante un recorrido del lote, examinando el 10% de las plantas. Los recorridos en el
lote pueden ser al azar, Zigzag, X, W o sistemático (Ilustración 17). Lo recomendable en un
cultivo de piña es realizarlo sistemático. Cada monitoreo debe examinar una cama diferente.
Los recorridos propuestos en la Ilustración 17 pueden ser aplicados al monitoreo de plagas y
enfermedades (Rios, 2019).

Ilustración 17. Recorridos para monitoreo de plagas y enfermedades. Diseño imagen:


Liliana Ríos Rojas.
El monitoreo también permite identificar dónde están localizadas las enfermedades en el lote,
es decir que permite reconocer los focos y que factores pueden estar causando que se
presenten, como por ejemplo zonas de difícil acceso para realizar un buen manejo, lotes con
encharcamientos o malezas (Ilustración 18) (Rios, 2019).

Ilustración 18. Dinámica de poblaciones. Diseño imagen: Liliana Ríos Rojas. Adaptado de:
Vargas, R., & Rodríguez, S. (2008).

Los parámetros para evaluar el monitoreo sanitario son: Incidencia y Severidad, el primer
término hace referencia al porcentaje de plantas enfermas en el lote. Saber la incidencia
permite conocer qué tan enfermo está el cultivo, por ejemplo, no es lo mismo tener el 10% de
plantas enfermas que tener el 40%, en cada situación el control es diferente. El segundo
término se refiere al porcentaje de tejido enfermo (hojas, frutos, raíces, etc.) presente en cada
planta afectada, conocer esto dará una idea de cuán grave es la enfermedad. Por ejemplo, no
es lo mismo tener el 10 % de las plantas enfermas con una severidad en cada fruto del 5%,
que tener el 10 % de las plantas enfermas con una severidad del 60%, en la segunda situación
la enfermedad es más grave y amerita un control diferente que en el primer caso (Rios,
2019).

El monitoreo con los parámetros de Incidencia (I) y Severidad (S) le dan al agricultor una
herramienta poderosa de decisión sobre la estrategia de manejo de enfermedades que debe
realizar en su cultivo.

➢ Insectos plaga en el cultivo de piña

El concepto del manejo integrado de plagas incorpora la implementación de estrategias


basadas en criterios de monitoreo y muestreo aplicados en etapas preventivas Y La
prevención integra el conocimiento del cultivo, el ambiente y la plaga para aplicar estrategias
que limiten ataques iniciales de los insectos plaga (Rios, 2019).

El productor debe conocer los diferentes estados de desarrollo del cultivo de piña
(Semilla-Siembra-Desarrollo vegetativo-Inducción floral- Desarrollo de fruto-Cosecha) y su
relación con la presencia de las plagas, las condiciones ambientales del sitio y región, el
entorno del cultivo o sitio de establecimiento para la selección de una estrategia de manejo de
manera oportuna y eficiente.

➔ Monitoreo de insectos plaga

La observación es uno de los principales componentes de los programas de manejo integrado


de plagas. En los cultivos de piña, la observación de síntomas de daño ocasionados por las
plagas se realiza a través de monitoreos, herramienta necesaria para determinar en qué
número o porcentaje (%) se encuentra la población de una plaga en el cultivo y el porcentaje
(%) de daño que la misma le ocasiona a las plantas. La información obtenida permite definir
la estrategia de manejo a implementar (Mesa, 2014).

➔ Recomendaciones para un diagnóstico oportuno en manejo integrado de plagas en


el cultivo de piña

En primer lugar identificar la sintomatología de daño en campo, identificar el estado


biológico de la plaga (huevo, larva o adulto), determinar el estado de desarrollo de la planta,
definir la parte de la planta a monitorear ya sea raíz, tallo, flores o fruto y realizar el
monitoreo oportuno cada 15 días desde la poda de producción, identificar el recorrido de
monitoreo, si se encuentra el insecto colectarlo y enviarlo al laboratorio de diagnóstico
fitosanitario del ICA para su identificación. Cuantificar el porcentaje de daño para la toma de
decisiones y el tipo de medida a implementar y por último el manejo ya sea químico,
biológico o cultural (Mesa, 2014)..

➔ Principales plagas
- Cochinilla harinosa (Dysmicoccus brevipes)

Se reconocen por ser insectos pequeños de color blanco, se encuentran en la base de las hojas
inferiores de la planta, en las raíces y el fruto, puede ingresar por las flores abiertas al interior
de cada fruto en desarrollo (Ilustración 19) puede llegar a afectar toda la planta en cualquier
etapa de desarrollo del cultivo.
Ilustración 19. A. Partes de la planta afectadas con la plaga. B. Poblaciones de
cochinilla sobre el fruto. Diseño Imagen 33A: Liliana Ríos Rojas. Figura 33B, recuperada
de: http://usi.earth.ac.cr/glas/sp/DocTecnicos/Promes/Pina7.pdf

Los síntomas de daño se pueden observar por la formación de parches en el lote, las
cochinillas producen desecamiento de la punta y base de la hoja la cual se enrolla en el borde.
Daños severos producen atraso del crecimiento y el desecamiento de la planta, (Ilustración
20A).La presencia del daño ocasionado por la cochinilla está asociado con poblaciones de
hormigas de la especie Solenopsis sp. (Ilustración 20B)(Mesa, 2014).

Ilustración 20. A. Planta con daño por cochinilla en hojas y B. Presencia de


hormigas Fuente: http://cep.unep.org/repcar/
proyectos-demostrativos/costa-rica-1/publicaciones-proagroin/Guia%20Manejo%20de%20p
lagas%20en%20pina.pdf

El control de esta plaga está relacionado con la implementación de un programa de monitoreo


y muestreo, observación continua en la base del fruto y en los “ojos” e identificar plantas con
síntomas de daño, así como los sitios de mayor presencia de hormigas (Mesa, 2014).

- Sinfílidos (Hanseniella spp, Scutigerella spp, Symphylella spp)

Son de tamaño pequeño, (entre 2-6 mm), de cuerpo blando, antenas largas y coloración
blanca, en sus etapas iniciales poseen 6 pares de patas y 12 cuando están desarrollados
(Ilustración 21). Se mueven rápidamente y se desarrollan mejor cuando el suelo posee alta
humedad, textura franca y altos contenidos de materia orgánica. Pueden ser confundidos con
los ciempiés (Mesa, 2014)..
Ilustración 21. Sinfílido (Familia Scutigerellidae). Foto: Laura Daniela Duran.

Los sinfílidos se alimentan de la parte tierna de las raíces y pelos absorbentes, ocasionando el
síntoma conocido como “escoba de bruja” (Ilustración 22). Disminuyen el crecimiento de las
plantas y afectan su nutrición. Pueden permanecer por varios años en el suelo sin
alimentación y bajo condiciones adversas (Mesa, 2014).

Ilustración 22. Daño ocasionado por sinfílidos en raíces, conocido como escoba de
bruja. Fuente: Rodríguez M (Ed) (2011). Recuperado de
http://cep.unep.org/repcar/proyectos-demostrativos/costa-rica-1/publicaciones-banacol/guia
%20 identificacion5.pdf

El control de esta plaga se basa en la implementación de un programa de monitoreo y


muestreo, identificación de zonas de mayor humedad, construcción de drenajes antes de la
siembra y en los primeros meses, manejo de arvenses y residuos de plantación, erradicación
de plantas recién sembradas con presencia de plaga y control químico supervisado por un
ingeniero agrónomo (Rodriguez, 2011).
- Picudo de la piña (Metamasius dimidiatipennis):

El adulto mide aproximadamente 2-2,5 cm, posee una coloración negra y desde su parte
media se torna anaranjado, presenta dos puntos negros a los lados en la parte trasera y un
tercero en la cabeza. La larva es blanca con la cabeza endurecida, oscura y sin patas, La larva
próxima a empupar se envuelve en un capullo donde permanece hasta adulto. (Ilustración 23)

Ilustración 23. Adulto de picudo emergiendo de envoltura construida con residuos


vegetales “cocon”. Foto: Arturo Carabalí Muñoz.

El picudo es considerado una plaga ocasional, se han observado mayores poblaciones en


cultivos abandonados y en residuos de cosecha y siembra. Las larvas se alimentan de tallos
jóvenes produciendo galerías en las que se desarrollan pudriciones, causando la muerte de la
planta (Ilustración 24A). El adulto en ocasiones puede encontrarse raspando las hojas y
produciendo perforaciones (Ilustración 24B), el daño en hojas es indicador de presencia de
poblaciones del insecto, cuando estas son altas es posible encontrar larvas afectando el fruto y
coronas jóvenes (Rodriguez, 2011) .

Ilustración 24. Síntomas de daño por picudo. A: Daño en raíces. B: Daño en hojas
Fotos: Arturo Carabalí Muñoz.
Para el control del picudo se recomienda observación permanente, eliminar los residuos de
cosecha y plantación e identificar focos de daño y poblaciones. Se sugiere la aplicación de
hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae en cultivos,
suelo y residuos de cosecha (Rodriguez, 2011).

- Tecla o barrenador del fruto (Strymon spp.)

Mariposa que realiza sus actividades en el día, con un tamaño aproximado de 2 cm, se
caracteriza por tener continuaciones en las alas en la parte trasera (Ilustración 25), el adulto es
de color gris-azulado, tiene puntos anaranjados con negro en la parte inferior de las alas, las
larvas tienen coloración rosada y los huevos son blancos claros (Rodriguez, 2011).

Ilustración 25. Adulto de Tecla. Foto Liliana Ríos Rojas.

Las mariposas se encuentran con frecuencia en áreas de bosques y arvenses cercanas al


cultivo. En piña es atraída por las flores después de la inducción floral, las hembras prefieren
poner los huevos en las brácteas antes de que se abran las flores, las larvas perforan la base de
la bráctea de las flores (Ilustración 26A) y penetra el fruto generando exudaciones gomosas
(Ilustración 26B), la larva al salir deja un orificio en el fruto, por el cual pueden ingresar
hongos o bacterias patógenos para la planta (Rodriguez, 2011).
Ilustración 26. Sintomatología de daño ocasionado por tecla. A: Daño en base de
fruto. B: Presencia de Gomosis. Fotos: Arturo Carabalí Muñoz.

Para el manejo de tecla se recomienda seleccionar la semilla con homogeneidad para reducir
floración anticipada en campo, implementar un programa de monitoreo (observación
constante) en plantas, con énfasis en los bordes, para identificación de síntomas característico
como gomosis y costra, realizar control de malezas, uso de Bacillus thuringiensis y hongos
entomopatógenos como Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae. Las aplicaciones
deben hacerse al final del día y cuando en la planta las primeras flores hagan su aparición
(Rodriguez, 2011)

V. COSECHA

“La piña es considerada una fruta no climatérica y tanto la calidad como la cantidad de
azúcares son conocidos como sólidos solubles totales (SST) y el sabor, no aumenta después
del proceso de cosecha” (Hossain, 2016). Por lo cual, la recolección de los frutos se realiza
cuando se encuentran ya maduros en la planta, es decir, cuando la piña alcanza una
coloración amarilla-ocre en la base del fruto, lo cual es indicativo de que está lista para ser
recolectada.

Reportes describen un primer momento de cosecha pasados más de tres meses desde el inicio
de la floración, donde los compuestos acumulados durante la etapa de desarrollo vegetativo
se transforman de forma progresiva y gradual, hasta que el fruto adquiere las características
de jugosidad necesarias para considerarse maduro (Sánchez VMP, n.d), caracteres definidos
por el mercado regional y nacional, así: “El punto de cosecha es de grado 2 de madurez y
que haya alcanzado mínimo 12° Brix en el promedio de las muestras” (CCI, 2002).

Existe la posibilidad de emergencia de nuevos brotes entre los 15 a 18 meses posteriores a la


primera cosecha (DANE, 2016), dando paso a una segunda producción que, por lo general,
cuenta con un rendimiento 20%-30% menor que el obtenido en la primera cosecha y frutos
10 a 15 % más pequeños, más dulces y con mejor acidez (J. Canacuan, 2020).

Luego de 60 días de la recolección de los frutos de la primera cosecha, se recuperan 1 o 2


colinos axilares o basales que se utilizarán en las nuevas siembras. Al mismo tiempo, se
selecciona el colino axilar para la segunda cosecha (J. Canacuan, 2020).

Debido a que las piñas no maduran de manera uniforme en toda la finca, la cosecha se realiza
de forma escalonada, lo que significa que se cosechan piñas en diferentes momentos a lo
largo de la temporada y se utilizan herramientas tales como: Guantes debido a los cortes que
podrían llegar a provocar las hojas en el recolector y por otro lado, tijeras para realizar el
corte del tallo justo debajo de la base de la piña. Es pertinente dejar algunos de los tallos ya
que si se corta demasiado bajo la planta ya no podrá producir piñas y es posible que baje la
sobrevivencia de la planta (Bartolomé, 2003).
En el departamento del Tolima se cosechan alrededor de 170 ha por ciclo produciendo un
aproximado de 13.000 Toneladas de fruta dando como resultado un rendimiento promedio de
70 Ton/ha en la primera cosecha (Evaluaciones Agropecuarias – EVAS, 2019).

VI. POSCOSECHA

Según P. Arango y J. Canacuan en el 2021, para garantizar la calidad de la Piña “Oro Miel”
se aconseja cumplir el siguiente protocolo de cosecha (Ilustración*):

➢ Recolección: El fruto se recolecta en canastos Piñeros para su transporte hasta el


centro de acopio.
➢ Recepción: La fruta llega del campo hasta el área de recepción del centro de acopio,
donde los frutos reposan y se pesan.
➢ Clasificación y registro: La fruta se dispone en compartimentos, organizados por
categorías según el peso y se separan los ejemplares que no cumplan con las
condiciones de sanidad, forma, firmeza, entre otras.

En esta etapa se continúa con la prueba de translucidez y medición de grados Brix


para el registro y posterior embalaje según sea su destino.

➢ Embalaje: La fruta clasificada se dispone en canastillas, según la categoría, y se lleva


al área de despacho.

Según información registrada por AGROSAVIA, en el comercio internacional, el


embalaje de cartón corrugado es ampliamente utilizado debido a sus ventajas, como
su ligereza, flexibilidad y resistencia. Además, se emplean cajas de madera liviana
con un grosor de aproximadamente 4mm.

Las cajas suelen contener entre 6 y 8 frutas colocadas de forma vertical, con la base
apoyada en un fondo doble y acolchado. Cada fruta está separada mediante divisores
de cartón para evitar daños (Raquel C. Castañeda, nd)

➢ Transporte: Una vez cumplido el protocolo sobre el tratamiento poscosecha, se


recomienda trasladar la fruta desde el centro de acopio a los centros de consumo, en
camiones carpados y aireados para evitar el daño por la variación de los cambios
climáticos.
Ilustración 27. Protocolo de cosecha de la Piña MD-2: A. Recolección; B. Recepción; C.
Pruebas de translucidez; D. Medición de grados Brix; E. Clasificación y Embalaje; F.
Transporte.

VII. ESTRUCTURA FINANCIERA DEL PROYECTO

De acuerdo con información del Ministerio de Agricultura y al Departamento Administrativo


Nacional de Estadística (DANE) se realizó la siguiente estructura financiera aplicada al
cultivo de piña en el departamento del Tolima adaptada a las condiciones y particularidades
de la región:

1. Identificación de Costos y Gastos

1. 1. Costos de inversión inicial:


Preparación del terreno:
- Limpieza, nivelación y análisis de suelos: $1’150.000/ha.
- Instalación de drenajes (si es necesario dependiendo de la época).
Material de siembra:
- Compra de semillas variedad MD-2: $15 - $35 millones/ha. $26’000.000/ha.
Infraestructura:
- Instalación de un sistema de riego por goteo: $10’000.000/ha.
- Cercas perimetrales para protección.
Otros:
- Equipos y herramientas: $7 '420.000/ha.
- Capacitaciones para el personal, mano de obra: $5 '980.000/ha.

1.2. Costos operativos:


Fertilización:
- Fertilizantes, enraizador, inductor floral: $6’310.000/ha.
Control fitosanitario:
- herbicidas para el control de arvenses: $240.000 - $480.000/ha.
- Plaguicidas y fungicidas para manejo de hongos y plagas específicas: $910.000/ha.
Servicios:
- Asistencia técnica: $1’200.000/ha.
- Transporte: $400.000/ha.
- Arriendo de la tierra: $960.000/ha.

1.3. Costos financieros:


Intereses por préstamos agrícolas, si se financia parte del proyecto: tasa de interés DTF + 5%
(aproximadamente 16% en Colombia).

Total: $60’860.000.

Fuente: Ministerio de Agricultura (2019).

2. Proyección de ingresos

2.1. Producción estimada:


- Rendimiento promedio en el Tolima: 33,8 Toneladas/ha.
- Precio de venta actual en el mercado local (plaza de la 21, Ibagué): $3.444/kg.

2.2. Ingresos brutos:


Ingreso promedio por hectárea: 33.000 kg x $3.444 = $113’652.000.

2.3. Otros ingresos (opcional):


- venta de residuos orgánicos para compostaje.
- Exportación si se cumplen los estándares de calidad.

Fuente: Departamento Administrativo Nacional de Estadística (2024).

3. Determinación del financiamiento

3.1. Fuentes de recursos:


Propios: Capital del agricultor o socios.
Créditos:
Líneas especiales de crédito de Finagro (Desarrollo Rural) y FiduAgraria o bancos como el
banco agrario, Bancolombia y Davivienda.
Subvenciones: Apoyo de programas agrícolas de la gobernación del Tolima.

4. Análisis financiero
4.1. Cálculos principales:
4.1.1. Estado de resultados proyectado:
- Ingresos brutos: $113’652.000.
- Costos totales (inversión inicial + costos operativos + costos financieros):
$60’860.000.
- Utilidad neta proyectada por hectárea: ingresos brutos - costos totales =
$52’790.000.
4.1.2. Punto de equilibrio:
- Costos totales ($60’8600.000) ÷ Precio de venta promedio ($3.444/kg) = 17.7
Ton/ha.
4.1.3. Indicadores financieros:
- VAN: Evaluado con un periodo de 5 años y una tasa de descuento del 10%
- TIR: Calculada para medir la rentabilidad frente a otros cultivos.
- Payback: Recuperación de la inversión inicial en 2-3 años dependiendo del
rendimiento.

5. Evaluación de riesgos financieros

5.1. Riesgos identificados:


- Climáticos: Heladas o sequías prolongadas (uso de seguros agrícolas).
- Mercado: Fluctuación de precios por sobreproducción en la región.
- Fitopatológicos: Brotes de fusarium o infestación por cochinilla rosada.
5.2. Estrategias de mitigación:
- Monitoreo constante de precios y diversificación de mercados.
- Aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
- Uso de seguros agrícolas disponibles en la región.

VIII. CONCLUSIONES

El cultivo de piña, en especial la variedad MD2, se ha consolidado como una actividad


agrícola de gran importancia económica y social tanto en el departamento del Tolima como
en Colombia. Esta variedad, reconocida por su sabor dulce, bajo nivel de acidez y alta
calidad, ha impulsado la competitividad de los agricultores locales en los mercados
nacionales e internacionales. En el Tolima, las condiciones agroclimáticas, junto con el
desarrollo de prácticas agrícolas sostenibles y tecnificadas, han permitido optimizar el
rendimiento y la calidad del producto.

A nivel nacional, la piña MD2 no solo representa una oportunidad para diversificar la
producción agrícola, sino también una fuente significativa de ingresos y generación de
empleo en las zonas rurales. Sin embargo, el sector enfrenta retos como la adopción de
tecnologías más avanzadas, la implementación de estrategias para mitigar los efectos del
cambio climático y la mejora en los procesos de comercialización para asegurar la
competitividad en mercados exigentes.
En este contexto, es fundamental seguir fortaleciendo las alianzas entre productores,
instituciones públicas y privadas, y centros de investigación, a fin de consolidar el cultivo de
piña como una actividad sostenible y rentable. De esta manera, el Tolima y Colombia podrán
posicionarse como referentes en la producción de piña de alta calidad, contribuyendo al
desarrollo económico y al bienestar de las comunidades involucradas.

IX. BIBLIOGRAFÍA - WEBGRAFÍA

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