CULTIVO DE PIÑA (ananas comosus)
CULTIVO DE PIÑA (ananas comosus)
CULTIVO DE PIÑA (ananas comosus)
ELABORADO POR:
ALEXANDER APONTE
CRISTIAN SARAY
GISELL KATHERINE CASTAÑEDA
PAULA BASTIDAS
STEVEN BOLIVAR
PRESENTADO A:
JAIRO GARCIA LOZANO
I. Introducción.
II. Establecimiento.
➢ Selección del sitio y Condiciones del suelo
➢ Preparación del suelo.
➢ Encamado.
➢ Selección y Tratamiento de semillas.
➢ Sistema de siembra.
➢ Riego
➢ Fases fisiológicas
V. Cosecha.
VI. Poscosecha.
➢ Recolección.
➢ Recepción.
➢ Clasificación y registro.
➢ Embalaje.
➢ Transporte.
VIII. Conclusiones.
➢ Riego
Aunque la piña es relativamente resistente a la sequía, el riego es necesario durante períodos
secos para evitar la paralización del crecimiento. Los sistemas de riego más utilizados son por
aspersión y por goteo, dependiendo de la disponibilidad de recursos hídricos. La cantidad de
agua necesaria varía entre 15 y 18mm semanales en riego por goteo, y entre 30 y 35 mm en
riego por aspersión (Campo Experimental Tecomán, INIFAP).
➢ Fases Fisiológicas
La inducción floral puede ser natural o inducida artificialmente en la piña. Esta etapa
es crítica, ya que marca el inicio de la transición de la planta hacia la reproducción,
con la diferenciación de la inflorescencia inicial. La aplicación de tratamientos para
inducir la floración se realiza en este periodo.
Floración (50-59):
Comienza con la apertura de las primeras flores y termina cuando la última flor se ha
marchitado. La polinización ocurre durante este tiempo, y es crucial para la formación
del fruto. Esta etapa requiere manejo cuidadoso para asegurar la salud de las flores y
la polinización efectiva.
Tras la floración, el fruto comienza a formarse y crecer. Esta etapa es vital para
determinar el tamaño, la calidad y el peso del fruto final. Se monitorea el desarrollo
del fruto para optimizar las prácticas de riego y nutrición.
Este periodo abarca desde el inicio de la maduración del fruto hasta su plena madurez.
La maduración se caracteriza por cambios en el color, la acumulación de azúcares y la
disminución de la acidez. Determinar el momento óptimo de cosecha es crucial en
esta etapa para maximizar la calidad del fruto.
En esta última etapa, la planta completa su ciclo de vida. En el caso de la piña, que es
una planta perenne, puede referirse al envejecimiento de partes de la planta después
de la cosecha del fruto, preparando el camino para el siguiente ciclo de cultivo.
➢ Plan de Fertilización
El plan de fertilización foliar se basa en la extracción de nutrientes en gramos que realiza una
planta de piña md2. Para ello, se toma la información suministrada por INIFAP, en la que se
presenta la extracción total de nutrientes en un ciclo productivo de 60.000 plantas de piña
md2. La demanda de nutrientes requeridos por la planta se completa con fertilizantes
comerciales.
Una vez definidos los nutrientes, se debe conocer el aporte del suelo para determinar las
cantidades a aplicar en la etapa uno. El análisis de suelo, representante de la región, muestra
el aporte de los nutrientes de este y, al mismo tiempo, arroja una recomendación de la
cantidad de fertilizante a aplicar con base en la función del nutriente en el estado de
desarrollo de la planta. Una función análoga juega el análisis de la hoja “d”, cuyos resultados
son utilizados para hacer ajustes en la fertilización.
Ilustración 3. Recomendaciones para el plan de fertilización, se tienen en cuenta los
resultados de una muestra de suelo de la región
El ciclo de desarrollo del cultivo se divide en tres etapas, las cuales se adaptaron del
documento sobre fertilización de la piña cada etapa consta de 5 aplicaciones de la mayoría de
los productos, si bien se observa el incremento de algunos de acuerdo con el desarrollo del
cultivo y la información aportada por el análisis de la hoja “d”. La sumatoria de los valores de
los fertilizantes de las tres etapas corresponde al total extraído por las 60000 plantas durante
su ciclo productivo.
Ilustración 4. Plan de fertilización foliar para la piña md2 distribuido en tres etapas y 15
aplicaciones
Cinco días después de la aplicación número 14, se toma la muestra de la hoja “d” para envío
al laboratorio. A partir de los resultados, se seleccionan los valores de K, Ca y B para realizar
la aplicación de nutrientes en pos inducción. Al mismo tiempo, se arrancan y pesan 10
plantas. Si el peso promedio con el sistema radical es de 2,3 kg, se realiza la inducción floral.
Ilustración 8. Fertilización post inducción floral en piña md2, cuatro aplicaciones
Ilustración 9. Presencia de enfermedades según el ciclo del cultivo. Diseño imagen: Liliana
Ríos Rojas, Carol Puentes.
Esta enfermedad se caracteriza por presentar un tono café en la base de las hojas que avanza
rápidamente y se torna amarillo hacia la punta (Ilustración 10); estos tonos son síntomas de
descomposición del tejido, acompañado de un olor fétido. Este daño genera el
desprendimiento de las hojas. (Rios, 2019)
Ilustración 10. Síntomas de pudrición causada por Phytophthora sp. Fotos: Carol Puentes.
Se caracteriza por presentar una marchitez desde la punta de las hojas hasta el cogollo, se
puede confundir con un estrés de la planta; en la base del tallo se presenta una pudrición y
escaso desarrollo de raíces (Ilustración 11)
La marchitez de la piña es causada por un virus (Pineapple mealybug wilt associated virus) el
cual es transmitido a las plantas por las cochinillas que son transportadas hasta el cultivo por
las hormigas. Se caracteriza por el enrojecimiento y marchitez de las hojas (Ilustración 14),
produciendo la muerte progresiva de la planta. El manejo de esta enfermedad está enfocado
en controlar las cochinillas (Rios, 2019).
Ilustración 14. Síntomas del marchitamiento rojo de la piña. Foto: Dey, K.et al (2015).
Recuperado de https://www.mdpi. com/1999-4915/7/3/969
Existen momentos claves en las etapas del cultivo donde se debe estar más atento en
realizar buenas prácticas agrícolas para prevenir las enfermedades en el cultivo. La
prevención inicia desde la selección de la semilla y su desinfección (Ilustración 15) (Rios,
2019).
Ilustración 16. Etapas de riesgo. A. Poda. B. Cosecha de piña. Fotos: Yaneth P. Ramos y
Carol Puentes, 2017.
Se sugiere implementar buenas prácticas agrícolas (BPA), ya que hacen parte del manejo
preventivo de enfermedades en el cultivo (Rios, 2019).
➔ Monitoreo de enfermedades
Para poder tomar una buena decisión de manejo es importante identificar las
enfermedades presentes en el cultivo por medio de un monitoreo fitosanitario, el cual se
realiza mediante un recorrido del lote, examinando el 10% de las plantas. Los recorridos en el
lote pueden ser al azar, Zigzag, X, W o sistemático (Ilustración 17). Lo recomendable en un
cultivo de piña es realizarlo sistemático. Cada monitoreo debe examinar una cama diferente.
Los recorridos propuestos en la Ilustración 17 pueden ser aplicados al monitoreo de plagas y
enfermedades (Rios, 2019).
Ilustración 18. Dinámica de poblaciones. Diseño imagen: Liliana Ríos Rojas. Adaptado de:
Vargas, R., & Rodríguez, S. (2008).
Los parámetros para evaluar el monitoreo sanitario son: Incidencia y Severidad, el primer
término hace referencia al porcentaje de plantas enfermas en el lote. Saber la incidencia
permite conocer qué tan enfermo está el cultivo, por ejemplo, no es lo mismo tener el 10% de
plantas enfermas que tener el 40%, en cada situación el control es diferente. El segundo
término se refiere al porcentaje de tejido enfermo (hojas, frutos, raíces, etc.) presente en cada
planta afectada, conocer esto dará una idea de cuán grave es la enfermedad. Por ejemplo, no
es lo mismo tener el 10 % de las plantas enfermas con una severidad en cada fruto del 5%,
que tener el 10 % de las plantas enfermas con una severidad del 60%, en la segunda situación
la enfermedad es más grave y amerita un control diferente que en el primer caso (Rios,
2019).
El monitoreo con los parámetros de Incidencia (I) y Severidad (S) le dan al agricultor una
herramienta poderosa de decisión sobre la estrategia de manejo de enfermedades que debe
realizar en su cultivo.
El productor debe conocer los diferentes estados de desarrollo del cultivo de piña
(Semilla-Siembra-Desarrollo vegetativo-Inducción floral- Desarrollo de fruto-Cosecha) y su
relación con la presencia de las plagas, las condiciones ambientales del sitio y región, el
entorno del cultivo o sitio de establecimiento para la selección de una estrategia de manejo de
manera oportuna y eficiente.
➔ Principales plagas
- Cochinilla harinosa (Dysmicoccus brevipes)
Se reconocen por ser insectos pequeños de color blanco, se encuentran en la base de las hojas
inferiores de la planta, en las raíces y el fruto, puede ingresar por las flores abiertas al interior
de cada fruto en desarrollo (Ilustración 19) puede llegar a afectar toda la planta en cualquier
etapa de desarrollo del cultivo.
Ilustración 19. A. Partes de la planta afectadas con la plaga. B. Poblaciones de
cochinilla sobre el fruto. Diseño Imagen 33A: Liliana Ríos Rojas. Figura 33B, recuperada
de: http://usi.earth.ac.cr/glas/sp/DocTecnicos/Promes/Pina7.pdf
Los síntomas de daño se pueden observar por la formación de parches en el lote, las
cochinillas producen desecamiento de la punta y base de la hoja la cual se enrolla en el borde.
Daños severos producen atraso del crecimiento y el desecamiento de la planta, (Ilustración
20A).La presencia del daño ocasionado por la cochinilla está asociado con poblaciones de
hormigas de la especie Solenopsis sp. (Ilustración 20B)(Mesa, 2014).
Son de tamaño pequeño, (entre 2-6 mm), de cuerpo blando, antenas largas y coloración
blanca, en sus etapas iniciales poseen 6 pares de patas y 12 cuando están desarrollados
(Ilustración 21). Se mueven rápidamente y se desarrollan mejor cuando el suelo posee alta
humedad, textura franca y altos contenidos de materia orgánica. Pueden ser confundidos con
los ciempiés (Mesa, 2014)..
Ilustración 21. Sinfílido (Familia Scutigerellidae). Foto: Laura Daniela Duran.
Los sinfílidos se alimentan de la parte tierna de las raíces y pelos absorbentes, ocasionando el
síntoma conocido como “escoba de bruja” (Ilustración 22). Disminuyen el crecimiento de las
plantas y afectan su nutrición. Pueden permanecer por varios años en el suelo sin
alimentación y bajo condiciones adversas (Mesa, 2014).
Ilustración 22. Daño ocasionado por sinfílidos en raíces, conocido como escoba de
bruja. Fuente: Rodríguez M (Ed) (2011). Recuperado de
http://cep.unep.org/repcar/proyectos-demostrativos/costa-rica-1/publicaciones-banacol/guia
%20 identificacion5.pdf
El adulto mide aproximadamente 2-2,5 cm, posee una coloración negra y desde su parte
media se torna anaranjado, presenta dos puntos negros a los lados en la parte trasera y un
tercero en la cabeza. La larva es blanca con la cabeza endurecida, oscura y sin patas, La larva
próxima a empupar se envuelve en un capullo donde permanece hasta adulto. (Ilustración 23)
Ilustración 24. Síntomas de daño por picudo. A: Daño en raíces. B: Daño en hojas
Fotos: Arturo Carabalí Muñoz.
Para el control del picudo se recomienda observación permanente, eliminar los residuos de
cosecha y plantación e identificar focos de daño y poblaciones. Se sugiere la aplicación de
hongos entomopatógenos como Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae en cultivos,
suelo y residuos de cosecha (Rodriguez, 2011).
Mariposa que realiza sus actividades en el día, con un tamaño aproximado de 2 cm, se
caracteriza por tener continuaciones en las alas en la parte trasera (Ilustración 25), el adulto es
de color gris-azulado, tiene puntos anaranjados con negro en la parte inferior de las alas, las
larvas tienen coloración rosada y los huevos son blancos claros (Rodriguez, 2011).
Para el manejo de tecla se recomienda seleccionar la semilla con homogeneidad para reducir
floración anticipada en campo, implementar un programa de monitoreo (observación
constante) en plantas, con énfasis en los bordes, para identificación de síntomas característico
como gomosis y costra, realizar control de malezas, uso de Bacillus thuringiensis y hongos
entomopatógenos como Beauveria bassiana y Metarhizium anisopliae. Las aplicaciones
deben hacerse al final del día y cuando en la planta las primeras flores hagan su aparición
(Rodriguez, 2011)
V. COSECHA
“La piña es considerada una fruta no climatérica y tanto la calidad como la cantidad de
azúcares son conocidos como sólidos solubles totales (SST) y el sabor, no aumenta después
del proceso de cosecha” (Hossain, 2016). Por lo cual, la recolección de los frutos se realiza
cuando se encuentran ya maduros en la planta, es decir, cuando la piña alcanza una
coloración amarilla-ocre en la base del fruto, lo cual es indicativo de que está lista para ser
recolectada.
Reportes describen un primer momento de cosecha pasados más de tres meses desde el inicio
de la floración, donde los compuestos acumulados durante la etapa de desarrollo vegetativo
se transforman de forma progresiva y gradual, hasta que el fruto adquiere las características
de jugosidad necesarias para considerarse maduro (Sánchez VMP, n.d), caracteres definidos
por el mercado regional y nacional, así: “El punto de cosecha es de grado 2 de madurez y
que haya alcanzado mínimo 12° Brix en el promedio de las muestras” (CCI, 2002).
Debido a que las piñas no maduran de manera uniforme en toda la finca, la cosecha se realiza
de forma escalonada, lo que significa que se cosechan piñas en diferentes momentos a lo
largo de la temporada y se utilizan herramientas tales como: Guantes debido a los cortes que
podrían llegar a provocar las hojas en el recolector y por otro lado, tijeras para realizar el
corte del tallo justo debajo de la base de la piña. Es pertinente dejar algunos de los tallos ya
que si se corta demasiado bajo la planta ya no podrá producir piñas y es posible que baje la
sobrevivencia de la planta (Bartolomé, 2003).
En el departamento del Tolima se cosechan alrededor de 170 ha por ciclo produciendo un
aproximado de 13.000 Toneladas de fruta dando como resultado un rendimiento promedio de
70 Ton/ha en la primera cosecha (Evaluaciones Agropecuarias – EVAS, 2019).
VI. POSCOSECHA
Según P. Arango y J. Canacuan en el 2021, para garantizar la calidad de la Piña “Oro Miel”
se aconseja cumplir el siguiente protocolo de cosecha (Ilustración*):
Las cajas suelen contener entre 6 y 8 frutas colocadas de forma vertical, con la base
apoyada en un fondo doble y acolchado. Cada fruta está separada mediante divisores
de cartón para evitar daños (Raquel C. Castañeda, nd)
Total: $60’860.000.
2. Proyección de ingresos
4. Análisis financiero
4.1. Cálculos principales:
4.1.1. Estado de resultados proyectado:
- Ingresos brutos: $113’652.000.
- Costos totales (inversión inicial + costos operativos + costos financieros):
$60’860.000.
- Utilidad neta proyectada por hectárea: ingresos brutos - costos totales =
$52’790.000.
4.1.2. Punto de equilibrio:
- Costos totales ($60’8600.000) ÷ Precio de venta promedio ($3.444/kg) = 17.7
Ton/ha.
4.1.3. Indicadores financieros:
- VAN: Evaluado con un periodo de 5 años y una tasa de descuento del 10%
- TIR: Calculada para medir la rentabilidad frente a otros cultivos.
- Payback: Recuperación de la inversión inicial en 2-3 años dependiendo del
rendimiento.
VIII. CONCLUSIONES
A nivel nacional, la piña MD2 no solo representa una oportunidad para diversificar la
producción agrícola, sino también una fuente significativa de ingresos y generación de
empleo en las zonas rurales. Sin embargo, el sector enfrenta retos como la adopción de
tecnologías más avanzadas, la implementación de estrategias para mitigar los efectos del
cambio climático y la mejora en los procesos de comercialización para asegurar la
competitividad en mercados exigentes.
En este contexto, es fundamental seguir fortaleciendo las alianzas entre productores,
instituciones públicas y privadas, y centros de investigación, a fin de consolidar el cultivo de
piña como una actividad sostenible y rentable. De esta manera, el Tolima y Colombia podrán
posicionarse como referentes en la producción de piña de alta calidad, contribuyendo al
desarrollo económico y al bienestar de las comunidades involucradas.
1. Introducción y Establecimiento
Campo Experimental Tecomán, INIFAP (noviembre 20, 2024). Paquete tecnológico del
cultivo de la piña (Ananas comosus L.). Recuperado de
https://potencialproductivo.col.gob.mx/config/Tecnicacomercial/tecnica/Pina.pdf
Cleves, A., & Jarma, A. de J. (2009). Manejo integrado del cultivo de maracuyá (Passiflora
edulis f. flavicarpa). Repositorio Agrosavia. Recuperado de
[https://repository.agrosavia.co/bitstream/handle/20.500.12324/12824/44346_56969.pdf?sequ
ence=1](https://repository.agrosavia.co/bitstream/handle/20.500.12324/12824/44346_56969.
pdf?sequence=1).
Rojas, L. R., Puentes, C. L., & Muñoz, A. C. (2020). Prácticas de manejo sostenible para el
cultivo de piña. Repositorio Agrosavia. Recuperado de
[https://repository.agrosavia.co/bitstream/handle/20.500.12324/35032/Ver_Documento_3503
2.pdf?sequence=7](https://repository.agrosavia.co/bitstream/handle/20.500.12324/35032/Ver
_Documento_35032.pdf?sequence=7).
Vásquez Amariles, H. D., Saavedra Ospina, R., et al. (2022). Prácticas agronómicas para
mejorar la producción de piña. Repositorio UNAL. Recuperado de
[https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/82731](https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal
/82731).
2. Plan de nutrición
3. Manejo Fitosanitario
Ríos-Rojas, L., Puentes Díaz, Carol., Carabalí Muñoz, A., Gómez Paz, Yesicamila., Becerra
Romero, Clever., & Chávez Oliveros, Luis F. (2019). Prácticas de manejo sostenible para el
cultivo de piña. Mosquera, Colombia; Corporación Colombiana de Investigación
Agropecuaria (Agrosavia). 56 pp.
Cosecha y poscosecha
Bartolomé, DP, Paull, RE y Rohrbach, KG. (2003). La Piña: Botánica, Producción y Usos.
CABI, Wallingford. https://doi.org/10.1079/9780851995038.0000