Francisco Ruiz Gomez, Introducción a La H.M.
Francisco Ruiz Gomez, Introducción a La H.M.
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Las luentes
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damentos culturales sobre los que se asentaban. Muchos aspectos de la vida paba para borrar lo que se había escrito y poder reutilizarlo de nuevo, como
aristocrática y aldeana nunca fueron recogidos por escrito, aunque estuvie- ocurre con los palimpsestos. El pergamino era duro y resistente, lo que resul-
ron presentes en la memoria colectiva y conservaron su vigencia como mode- tó una ventaja para los historiadores, pues favoreció su conservación. Pero
los sociales acuñados por la oralidad de una cultura ágrafa y tradicional. esto hizo también que el trabajo de la escritura fuera incómodo y el trazo
Naturalmente los testimonios orales de la época se han perdido para noso- demasiado hierático, poco apto para la expresión espontánea de ,los senti-
tros, al no disponerse entonces de ninguna de las modernas técnicas de archi- mientos. El trabajo en el escritorio era penoso. A veces los monjes plasman
vo de la palabra que existen hoy día. Pero es posible encontrar la huella de en los márgenes de sus escritos su queja por el frío que entumece sus dedos
estos sistemas en la documentación escrita. En el ámbito del derecho, por y hace que el cálamo se caiga de sus manos. Se imponía en consecuencia
ejemplo, las doctrinas juridicas más evolucionadas contenidas en los gran- una economía de la escritura. Muy pocos asuntos se consideraron dignos de
des códigos de la Edad Media dejaban un amplio espacio para la costumbre. ser recogidos por escrito. En general sólo se escribió por alguno de los cua-
Las sentencias, llamadas a veces fazañas, pronunciadas por los tribunales en tro motivos que siquen: para expresar y dar a conocer la palabra de Dios,
casos anteriores similares y recordadas por los vecinos, la norma que en un para fijar las fórmulas de la liturgia, para garantizar la propiedad sobre las
lugar imponía una tradición inmemorial, los principios casi morales que deter- cosas o para recordar a los muertos. Considerados desde este punto de vis-
minaban lo que estaba bien o mal para un grupo en función del derecho natu- ta, los textos legados por la Edad Media son una manifestación de temor y
ral, constituyeron primero un código oral que más tartíe se recogió por escri- piedad, como corresponde a una sociedad indefensa y profundamente reli-
to en forma de jurisprudencia o de derecho consuetudinario (de consuetudo, giosa. Las cartas de compraventa, las donaciones, los testamentos y demás
costumbre) . documentos que registraban la propiedad de ciertos bienes perpetuaban de
Si nos fijamos en la literatura medieval, puede sorprender la maestria de alguna forma la memoria de sus propietarios difuntos. Los cronistas escri-
los primeros textos épicos conservados, como La canción de Roldán o el bieron, en gran medida también, para recordar a los muertos, para ensalzar
Cantar del Mío Cid, o la sensibilidad lírica de los poemas de Guillermo de un linaje y para alabar a Dios.
Aquitania. Esto no es una casualidad, pues puede ser explicado por la pro-
cedencia de todos ellos de la tradición oral. Estos y otros muchos relatos
tuvieron una autoria colectiva y difusa. La memoria los conservó y se trans- 3.1.1. El análisis textual
mitieron de generación en generación verbalmente. Sólo los mejores hicie-
ron sentir la necesidad de fijarlos por escrito para conservar su belleza y evi- La Historia, como se ha dicho, es un discurso intencionado y además tie-
tar su corrupción, por eso son obras maestras. Los demás, los que se ne que escribirse con estos materiales que no son, en modo alguno, inocen-
perdieron definitivamente o aquellos otros cuyo eco escuchamos en pasajes tes. En consecuencia se hace imprescindible recurrir a metodologías que
de crónicas y romances, eran inferiores en calidad y nadie pensó que mere- faciliten la critica textual y el análisis del discurso para valorar y comprender
I ciera la pena tomarse el trabajo de escribirlos. nuestras fuentes. Los intelectuales de la Edad Media sintieron también esta
1 El historiador busca las huellas del pasado en las fuentes y habitualmente necesidad y nos legaron diferentes propuestas de interpretación de los docu-
las más importantes son los documentos escritos. Pero la escritura es una cons- mentos. En la escuela catedralicia de Chartres, en el siglo XII, Bernardo ense-
trucción cultural que condiciona o incluso tergiversa la imagen que transmite ñaba a sus discípulos, entre los que se encontraba Juan de Salisbury, a leer
de la realidad. La antropología afirma que la escritura fue, en origen, un pro- a los clásicos y "señalaba [...] lo que era sencillo y correcto. Luego explica-
cedimiento de control de bienes y personas y de su circulación. En un segun- ba las figuras gramaticales, los recursos retóricos, las más sutiles argucias y
do momento, pasó a ser el vehículo para la expresión cultural de otros dis- la relación entre unos fragmentos concretos y otros estudios ... [y] el empleo
cursos, como la literatura o la religión, y dio lugar a la creación y transmisión de metáforas, mediante las cuales se traslada, con motivo suficiente, el dis-
de los mitos y creencias de los pueblos. En la Edad Media los primeros docu- w curso a otro significado más allá del ordinario". Había que memorizar y repe-
mentos escritos generados fueron los que pretendían afirmar un derecho de tir los textos, escrutar cada una de sus palabras y descubrir sus más profun-
propiedad sobre determinados bienes. Tal es el caso de los polípticos de la dos significados.
época carolingia, que eran una especie de reqistros fiscales de los bienes de Naturalmente el texto más importante era la Biblia, pues contenía la pala-
algunos monasterios. bra de Dios. Los Padres de la Iglesia dedicaron la mayor parte de slls vidas
Los textos conservados anteriores al siglo XIII están escritos sobre per- y toda su ciencia al estudio y comprensión de este libro y acuñaron un méto-
gamino. Se trataba de un material escaso y por lo tanto caro. A veces se ras- do de interpretación que es la exégesis bíblica. Se pensaba que las sagra-
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das escrituras contenían en principio un mensaje literal aparente, pero ade- segunda lectura de su obra, diríamos hoy, que permitiera compre~der .Y
más había otro oculto, de carácter espiritual o místico, que podía llegar a ampliar el sentido profundo y oculto de sus versos, al modo de la e~egesIs
tener tres sentidos cliferentes. Había, en consecuencia, cuatro modos o nive- bíblica. El viaje del poeta a través del infierno era, realmente, una gula espi-
les de análisis diferentes que, hoy día, podemos considerar como una pri- ritual en tono humanista para procurar la salvación del alma, con indepen-
mera propuesta metodológica para el comentario de texto procedente de la dencia de las imágenes "dantescas" descritas y de las circunstancias con-
Edad Media. cretas que las irIspiraron.
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d:rcción en microfilm, una fotografia, un dibujo, una publicación impresa, un Diplomática. No obstante, el historiador se plantea cuestiones diferentes de
disco compacto o cualquier otro soporte informático, etc. El investigador pue- las del archivero y clasifica sus fuentes según. criterios variables, general-
de beneficiarse de estas nuevas formas de conservación y transmisión de las mente establecidos de acuerdo con la utilidad que tengan para su estudio.
fuentes siempre que se le garantice su autenticidad y se le informe acerca El proyecto más importante de clasificación de las fuentes medievales en la
de la forma de obtención de la fuente y del proceso 'de transmisión posterior. actualidad es el que inició el profesor L. Génicot, de la Universidad de Lovaina,
Un caso especial es el de los archivos, museos y colecciones de fuentes. que sigue este punto de vista en líneas generales (Génicot, L., 1972). Dada
Se trata de instituciones, algunas muy antiguas, que cuentan con una infra- la variedad de fuentes que se utilizan hoy día, lo más conveniente es clasifi-
estructura apropiada para reunir los documentos, clasificarlos e inventariar- carlas simultáneamente según su naturaleza en sí y su funcionalidad en la
los. Las modernas técnicas archivísticas y museísticas favorecen esta labor investigación. De acuerdo con este planteamiento, se suelen clasificar las
que facilita el trabajo del investigador. No obstante la concentración de los fuentes en tres grandes apartados: fuentes orales, fuentes escritas y restos
documentos exige del historiador una cierta pericia heurística a la hora de materiales.
localizar la información. Las fuentes orales de la Edad Media son inexistentes naturalmente y, como
El investigador en la actualidad suele trabajar simultáneamehte con fuen- se ha dicho más arriba, sólo contamos con su reflejo en algunos textos escritos.
tes bibliográficas, es decir el resultado de otras investigaciones realizadas Las fuentes escritas son las más estudiadas tradicionalmente. Para una pri-
so~:>redocumentación de base, fuentes impresas o réproducidas por cual- mera aproximación, podemos clasificarlas en relatos historiográficos, como
qwer otro procedimiento al uso, catálogos y fuentes originales de los archi- crónicas, biografias, etc.; diplomas y documentos de archivo, como actas,
vos y museos, y fuentes originales encontradas in situ, esto es en bibliotecas, contratos, censos, documentos fiscales y demás, y fuentes literarias, como
pequeños archivos privados como los parroquiales, yacimientos arqueoló- son las obras literarias propiamente dichas, y además los tratados filosóficos,
qicos, etc. No puede ser de otra forma, si consideramos que la investiqecion los escritos y documentos jurídicos, memoriales, cartas, etc.
debe ser una reflexión racional y lógica, realizada con rigor metodológico, Los restos materiales pueden ser grandes monumentos arquitectónicos,
sobre diferentes registros, en orden a la solución de ciertos problemas de nues- como las catedrales, monasterios y castillos, cuya imagen constituye ya todo
tro conocimiento o, como tradicionalmente se decía, de acuerdo con Una un símbolo de la época, o también obras de arte figurativo como pinturas,
determinada hipótesis de trabajo. dibujos o relieves que desarrollan un programa iconográfico y expresan, en
Una vez fijado el tema de investigación y localizado el documento se debe consecuencia, un discurso detallado sobre múltiples aspectos de la vida en
some~er éste a la crítica de autenticidad, tanto para determinar si es original el Medievo. Además, el historiador se interesa por otras manifestaciones
o ~~pIa, verdadero o falso, como para conocer su fiabilidad para nuestros pro- menores como son los objetos muebles artísticos o industriales, esto es, teji-
pOSltOS.Debemos conocer la intencionalidad original del documento, de su dos, tallas, obras de orfebrería, cerámica ... o simplemente útiles de ajuar de
autor y de sus transmisores. Averiguar su relación con los hechos,la época, uso cotidiano como armas, piezas de cerámica común, monedas, sellos, las
o el lugar, etc. Por otra parte, se debe determinar su importancia para la inves- formas del hábitat, los campos de labor, el paisaje, suelos, fauna y flora, etc.
tigación. Es decir, conviene saber si se trata de una fuente fundamental o secun- Todo ello forma un conjunto de aspectos desvelados a través del trabajo
daria. Si fue un documento importante en el momento de su elaboración en arqueológico que nos permite captar una imagen complementaria, cuando
el pasado o lo es por su rareza en el presente. Si se trata de un documento no totalmente novedosa, de los fundamentos sobre los que se asentaba la
único o disponemos de otros que sirven de referencia y permiten ampliar y sociedad y la cultura de la Edad Media.
contrastar su información. Si es posible un tratamiento serial y estadístico, esto
es, si cabe aplicar las modernas técnicas de cuantificación o si, por el contra-
rio, debemos esforzamos en el análisis pormenorizado de cada uno de sus 3.2.2. Tipos de fuentes de la Alta Edad Media
detalles. En tal caso cobra importancia el estudio de las condiciones materia- r
les del documento, sus características formales como estilo, lenguaje, grafia, Las características de las fuentes medievales varían según la época en que
redacción, etc. y toda una serie de circunstancias accesorias que deben ser se originaron. Para el período inicial, el de las invasiones y la formación de los
tenidas en cuenta, al margen de la información principal del documento. reinos germánicos, los documentos conservados son muy escasos, por lo que
Este estudio puede conducir a lo que tradicionalmente se denominaba los historiadores estudian simultáneamente las fuentes escritas y los restos
clasificación tipológica de las fuentes que, en el caso de los documentos escri- arqueológicos disponibles. Los especialistas advierten que muchos aconteci-
tos, seguía muy de cerca los criterios de clasificación documental de la mientos fundamentales para comprender aquellos procesos, como el pobla-
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miento rural olaeconcmía campesina, no cuentan con información textual, por ejemplo, a través de redacciones tardías, Sin duda lo más destacable es la
lo que sólo se dispone de los datos del registro arqueológico para su estudio, colección de crónicas, anales y otros textos historioqráficos de la épdca, entre
Los monumentos de la época tampoco son muy abundantes y los que se los que señalamos las primeras historias nacionales, como la de los visigo-
han conservado han sufrido grandes transformaciones y reconstrucciones en dos, escrita por Isidoro de Sevilla. También se inició por entonces la redac-
épocas posteriores. En realidad se limitan a algunos edificios de la Italia ostro- ción del Libet PontiJicalis, el registro de los hechos de los papas. En cambio,
goda y bizantina, unas cuantas iglesias y baptisterios en el reino franco de los apenas existe documentación de archivo, Se conocen algunos formularios
merovingios, como el baptisterio de San Juan de Poitiers y la serie de iglesias con normas para la redacción de diplomas, como el de Marculfo, y, respec-
visigóticas en la península. De mayor interés arqueológico son los cemente- to de los escasos textos conservados, existen ciertas reservas entre los espe-
rios que ilustran el proceso de fusión seguido por germanos, romanos e indí- cialistas, pues algunos han sido falsificaciones célebres, como el de la supues-
genas, a la vez que nos informan sobra diversos aspectos de la vida cotidia- ta donación de los territorios de San Pedro hecha por el emperador
na, el armamento o los rituales funerarios, cuando no reflejan, de forma indirecta, Constantino al papa Silvestre,
las categorías sociales existentes en la época. Los documentos epigráficos De la época Carolingia se han conservado importantes monumentos, aun-
corno estelas, pizarras, etc. aportan datos por medio de los textos que con- que también, como se decía para el período anterior, se encuentran muy
tienen, siempre que sea posible descifrar su qrafía. Además, si tenemos infor- transformados por reconstrucciones posteriores. En primer lugar destaca la
mación sobre el lugar en donde se escribieron, o dónde han sido hallados, capilla palatina de Aquisgrán, centro religioso y político de la Europa de la
podemos conocer la cronología y el desplazamiento de los pueblos que los época, Ha sido estudiada de forma modélica por Duby en La Europa de las
realizaron, por medio de la localización en el mapa de los documentos anali- catedrales, sobre todo en su significado simbólico (Duby, G" 1966). También
zados. Estas 'técnicas , por ejemplo, fueron aplicadas por los profesores A. pueden incluirse en este grupo las manifestaciones del arte ramirense o pre-
Barbero y M. Vigil al estudio de las estelas vadinienses y les permitieron replan- románico asturiano y obras públicas de envergadura como el muro de Offa,
tear el 'problema de los orígenes sociales de la Reconquista, relacionándo- rey de Mercia, en la lnglaterra anglosajona, o los restos del canal construido
lo con el proceso de expansión seguido por las tribus cántabras y astures por los carolingios entre el Rin y el Danubio a la altura de Ratisbona. En los
entre el final del Imperio romano y la invasión islámica (Barbero, A. y Vigil, enterramientos se han descubierto algunos túmulo s funerarios construidos
M., 1974). La metodología propia de la Geografía Histórica ayuda a estable- con quillas de barcos que informan sobre las técnicas dé navegación de 108
cer las fronteras entre los pueblos y contribuye a la localización de los prin- vikingos, además de otros restos de antiguos tesoros que, en su mayor par-
cipales núcleos 'de población y a la reconstrucción del trazado de la red via- te, se conservan en diferentes museos europeos. Gracias al estudio científi-
ria, puentes, toponímía, hábitat y poblarniento. co del ajuar conservado en estos enterramientos, se dispone en la actuali-
La nurni.:smática, por otra parte, es una de las principales disciplinas auxi- dad de información detallada sobre técnicas metalúrgicas, orfebrería y otras
liares del historiador. Tiene por objeto el estudio de las monedas. Los traba- artes mobiliarias, así como de importantes colecciones numismáticas.
jos sobre monedas no se reducen en la actualidad a la elaboración de clasi- En esta época aumentó la producción de documentos 'escritos dentro de1
ficaciones tipológicas y a la fijación de su cronología, sino que también se marco del Renacimiento carolingio, en contraste con la atapa anterior, Entre las
ocupan de su ley, volumen, circunstancias de acuñación y, en definitiva, de fuentes narrativas, tenemos textos políticos como el De insú'tuúóneregia, de [onás
las políticas económicas '1 fiscales en las que se encuadran, de Orleans o el De ordine palaúi de Hincmaro de Reims. También se escribie-
Los documentos escritos más abundantes en la Alta Edad Media son de ron obras históricas de carácter oficial, como la Crcaice de Reginón de Prüm, o
carácter literario. Se han conservado importantes obras de contenido teoló- los Anales, entre los que destacan los Anales reales y los Anales de Eginardo.
gico-filosófico, como las de San Agustín, Casiodoro y Boecio; epistolares, Por otra parte, se han conservado algunos relatos de carácter local redactados
como las de Sidonio Apolinar; hagiográficas, como las Vidas de los Santos en monasterios o catedrales, como los Anales de San Bertín y los de la abadía
Padres Emeritenses, y científicas, como las Etimologías de Isidoro de Sevilla, ' de Fulda. Fuera del Imperio carolingio se éscribieron otras obras como los
Además se conocen numerosos textos religiosos, doctrinales y litúrgicos, Anales Nortumbricenses, sobre la Northumbria anglosajona, y genealogías,
entre los que destaca La Regla de San Benito, por su enorme difusión duran- como las de Roda y Meyá sobre el antiguo remo de Pamplona y el condado de
te la Edad Media, Muy importantes también son los textos jurídicos, como los Araqón. La crónica más importante de la época se debe a Nithard, muy iriflui-
distintos códigos bárbaros conservados, entre los que se encuentra el Liber da por Tácito, En la biografía destaca la Vida de Ceriomeqoo escrita por Eginardo,
Judiciorum de los visigodos. Los textos propiamente literarios son escasos, que sigue el modelo de Suetonio, También se han conservado textos de Alcuino
aunque se conocen epopeyas como la del héroe anglosajón Beowulf, por y Abbon, que tratan de imitar a Horacio y el'Otros poetas clásicos.
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Las fuentes eclesiásticas son muy abundantes. Hay importantes colec- rosos, y desde el XIII importantes muestras de arquitectura civil, palacios,
ciones de actas de sínodo s y concilios que aportan datos sobre la organiza- murallas, conjuntos urbanos, puentes, caminos, etc. completan la huella de
ción y funcionamiento de la Iglesia. Además se han conservado numerosos la vitalidad constructiva de una época. Además se han conservado conjun-
textos hagiográficos, calendarios y relatos de milagros y reliquias que infor- tos de esculturas, pinturas murales, arte mobiliario, miniaturas, etc. que nos
man sobre la piedad y la mentalidad religiosa. informan de las técnicas, poblamiento, empresas económicas, relaciones y
Los documentos jurídicos de la época merecen una mención especial. contactos interregionales, desarrollo social, mentalidades y otros muchos
Se han conservado los primeros diplomas dictados por los emperadores aspectos de la cultura y la sociedad durante este período.
carolingios y los papas, además de otros formularios utilizados en las canci- En los siglos XI y XlI se produjo una verdadera eclosión cronística y diplo-
llerías. De entonces data el Diploma del Rey Silo, el documento de archivo mática en las cortes de los príncipes y señores feudales europeos. Al mismo
más antiguo de la España cristiana conservado en la catedral de León. Pero tiempo tuvo lugar la exaltación historiográfica de las nuevas monarquías feu-
sobre todo destacan los Capitulares, una importante colección de textos legis- dales de Francia e Inglaterra. Su equivalente en la península fue el reino de
lativos agrupados en capítulos, de ahi su nombre, aprobados por la Asamblea Castilla y León, cuyos reyes actuaron como verdaderos emperadores. Tal.
General Carolinqia, como el Capitular de Villis y otros. También se han con- es el caso de Alfonso VIt de cuyo reinado se conserva la Chromca Adefonsl
servado una serie de Polipticos. inventarios de bienes y rentas referentes a Imperatoris. De todos los estados de la época, el que dispuso de una admi-
distintos territorios, como el realizado por el abad Irminón del Monasterio de nistración más desarrollada fue el ducado de Normandía. Sus titulares fue-
San Germain des Prés, que han permitido realizar los primeros estudios sobre ron también reyes de Inglaterra a partir del año 1066.Un documento excep-
economía altomedieval. cional elaborado en su cancillería es el Domesday Book que contiene los
resultados de una encuesta fiscal realizada en gran parte de los condados
ingleses por orden de Guillermo el Conquistador en 1086.
3.2.3. Tipos de fuentes de la Edad Media-Clásica La documentación eclesiástica procedente de este período es mucho
más abundante y rica en información. Contribuyeron a ello la mejor prepa-
Las fuentes de la Edad Media Clásica,' escritas y no escritas, son mucho ración cultural de los clérigos y la mayor cantidad de medios aportados por
más abundantes que en la etapa anterior y ganan en claridad y precisión, los escritorios y archivos de iglesias y monasterios. Obispos y abades, como
aunque todavía no aporten datos estadísticos. Esto se debe al desarrollo ins- grandes señores, generaron una ingente documentación diplomática y admi-
titucional de los estados y al perfeccionamiento de la administración seño- nistrativa, agrupada en cartularios y colecciones diplomáticas de las más
rial, sobre todo la eclesiástica, y naturalmente al crecimiento económico de importantes instituciones eclesiásticas. También se conservan crónicas, actas
Occidente en general y, en particular, al progreso de la cultura. Para iniciar conciliares, sínodos, etc. que aportan datos sobre la nueva organización de
su estudio nos remontaremos al período poscarolingio que se inicia, no obs- la vida religiosa después de la reforma gregoriana y la renovación monásti-
tante, con una fuerte decadencia en el siglo x, ya que el volumen de textos ca emprendida por las abadías de Cluny y Citeaux. Una gran cantidad de
conservados es menor que en el Be. La crisis de la dinastía carolingia se refle- textos doctrinales como sermones, relatos hagiográficos, teológicos y filo-
ja en la falta de crónicas oficiales, sustituidas por un mayor número de cró- sóficos completan el panorama de la documentación religiosa de la época.
nicas locales. Se mantuvo en cambio el nivel de producción de textos ecle- Los textos literarios propiamente dichos nos ofrecen las primeras grandes
siásticos, aunque la decadencia se deja ver en su falta de originalidad. Una joyas de la literatura medieval, tanto en el plano de la épica (Canción de
gran parte de los textos conservados en el centro de Europa reproducen los Roldán, Poema del Cid), como en el de la lírica trovadoresca provenzal.
modelos carolingios anteriores, mientras que en Italia se imitan los cánones El volumen de documentación se incrementa y mejora en información a
clásicos. En la península se redactó por entonces el conjunto de crónicas de fines del XlI y en el XlII. Los nuevos estados se extienden por toda Europa, más
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Alfonso IIIque contiene y difunde la ideología neogoticista de la monarquia ~ allá de las fronteras carolingias. La historiografia de la época es más perso-
leonesa. nal y sirve de cauce para la expresión nacionalista. Se destaca la figura del
A partir del siglo XI todo cambió en Europa y las fuentes de información autor, incluso si se trata de textos oficiales. También se tiende a emplear la
disponibles se multiplicaron. Entre los documentos no escritos destacan, lengua vemácula que sustituye al latín para facilitar su comprensión por un j
sobre todo, los grandes y numerosos monumentos arquitectónicos que son público más amplio. Proliferanlas actas y otros documentos legislativos, como
las iglesias románicas y góticas. Son, sin duda, la principal manifestación del los de la Curia regia leones a del año 1188, precedente de las Cortes caste- 1
arte medieval. Junto a ellas los monasterios y los castillos,también muy nume- llanas. Los tribunales de justicia dictan sentencias, arbitrajes, averiqnaciones, 1
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encuestas, etc. y aparecen las primeras series de documentos fiscales y finan- saje), lo que permite ensayar una primera aproximación contrastable a la his-
cieros tanto estatales como privados. toria total.
En la Iglesia se acentúa la centralización y, en consecuencia, aumenta el
volumen y la importancia de la documentación pontificia. Las actas de los con-
cilios ecuménicos, cada vez más frecuentes, y la constitución de colecciones 3.2.4. Tipos de fuentes de la Baja Edad Media "
canónicas, como el denominado Decreto de Graciano, son un signo de esta
tendencia. Las nuevas órdenes religiosas generan documentación de archi- Durante los siglos XIV Yxv, el período final de la Edad Media, el volumen
vo además de actas, constituciones, reglas y numerosos textos doctrinales y de documentación generada y conservada siguió aumentando. Los monu-
morales. De gran altura intelectual es la documentación de las universidades, mentos y otros testimonios de la cultura material llegados hasta nosotros son
muy ligadas a la Iglesia, por lo que cabe ser mencionada en este apartado. muy numerosos. Hay rniríadas de edificios de la época en excelente e~tado
Además se produjo, en su entorno, una serie de obras de reflexión y de inves- de conservación, conjuntos monumentales, obras públicas, construcciones
tigación cientifica, entre las que destacan las summae, verdaderas catedrales industriales, viviendas privadas, etc. Muchas de las ciudades medievales
del pensamiento medieval. La literatura es ya mucho más ríca-y variada y sus europeas siguen estando habitadas en la actualidad y es posible seguir su
textos reflejan el triunfo de un espíritu laico y profano, independiente de las evolución con bastante precisión a través de la topografia urbana Por otra
directrices de la Iglesia. Dada la importancia de la producción literaria a par- parte, también se conocen numerosas aldeas despobladas cuya historia pue-
tir de este momento, no es conveniente hacer aquí un resumen de sus prin- de ser reconstruida por medio del trabajo en el archivo y, simultáneamente,
cipales manifestaciones, por lo que remitimos para ello a las obras de sínte- la excavación arqueológica. Las artes figurativas como la pintura y la escul-
sis de Historia de Literatura Universal. tura proporcionan información iconográfica que constituye un verdadero dis-
Las ciudades fueron en esta época una nueva realidad en pleno desa- curso sobre aspectos sociales, económicos y culturales, muy útil para el his-
rrollo y sus administraciones originaron importantes series documentales. toriador. Igual precisión cabe decir de las colecciones de monedas y otros
Los órganos de gobierno de las ciudades actuaron como verdaderos esta- objetos muebles.
dos, sobre todo en el caso de las Ciudades italianas cuyas repúblicas pro- Las fuentes escritas sufrieron una gran transformación al adoptarse de
dujeron importantes series documentales de carácter juridico, económico, forma general el empleo del papel, que sustituyó al pergamino a lo largo
financiero, etc. Los fundamentos jurídicos y políticos de las ciudades se con- del siglo XIV, y el uso de las lenguas vernáculas con carácter oficial, mien-
tenían en los fueros, franquicias y cartas pueblas. Reunidos estos documen- tras que ellatin quedó restringido al ámbito eclesiástico y a los círculos cul-
tos en la actualidad, forman una importante colección de textos que ilustra el tivados de la alta intelectualidad. El documento escrito ganó así utilidad y
desarrollo urbano de la Europa Medieval. Además se ha conservado una su uso se impuso en todos los órdenes de la vida. Las administraciones públi-
voluminosa documentación administrativa, comercial y financiera referente cas (reinos, principados, municipalidades, etc.) y los señoríos intensifica-
a las transacciones de las ferias y mercados que nos informa de la existen- ron el volumen de producción de documentos como un signo claro del pro-
l cia de un sistema mercantil bastante desarrollado para su tiempo. Por últi- greso de sus técnicas de control sobre el territorio y la población que ~~s
mo, otras instituciones privadas relacionadas con el fenómeno urbano, como pertenecía. La documentación de archivo es muy a ~enud? documentacl.on
los gremios y algunos señoríos, han proporcionado colecciones documen- serial, actas, inventarios, vecindarios, procesos, averiquaciones, sentencias
tales igualmente ricas. Todas estas actividades fueron registradas con deta- judiciales, documentación notarial, compras, ventas, testamentos, etc. Los
lle, sobre todo cuando, a partir de mediados del xm, se extienden por el Midi archivos conservan series bastante completas y, aunque en ocasiones pre-
francés, Italia y España, los notarios y escribanos que certifican las opera- senten lagunas, pueden ser estudiadas con las técnicas propias de la histo-
ciones comerciales y financieras de sus clientes burgueses, nobles y cléri-
gos.
, ria serial moderna.
Las fuentes jurídicas, historiográficas, literarias y los tratados de todo tipo,
En conclusión, se puede afirmar que este período es el primero de la his- en especial los de contenido teológico, filosófico o científico, son también
toria de la humanidad que aporta un volumen considerable de documentos muy abundantes y fueron elaborados con una técnica y una precisión que
de naturaleza muy variada. Por primera vez es posible elaborar series esta- anunciaban la racionalidad de los tiempos modernos, En definitiva, se pue-
dísticas con la información disponible sobre la época. Muchos hechos son de afirmar que las fuentes medievales tienen, desde finales del siglo xm, unas
registrados desde distintos puntos de vista por documentos escritos (cróni- características semejantes a las de la Edad Moderna, por lo que la historia
cas, inventarios, cuentas) y no escritos (edificios, monedas, huellas en el pai- de estos períodos está cada vez más interrelacionada.
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El lector interesado cuenta en la actualidad con numerosas publicacio- estratigráfica continuada, en la que los restos medievales se superponían a
nes de fuentes medievales que le permiten acceder con facilidad a los tex- otros más antiguos. El arqueólogo se veía obligado a pasar por estos ruve-
tos más importantes de la época. Las grandes colecciones de Historia Medieval les de materiales toscos y de escaso valor artístico, lo que a menudo se con-
y los manuales universitarios suelen incorporar una selección de textos, a sideraba como un trabajo enojoso y poco gratifrcante. En el siglo XIX, con la
veces sólo de los fragmentos más representativos, que ilustran los procesos revalorización de la Historia Medieval, surgió también un interés creciente
históricos analizados previamente. Más específicas son las antologías de tex- por los monumentos medievales. La mirada de los investigadores se dirigió
tos y documentos que dan una visión más completa de las características de primero a las grandes catedrales y a los castillos, como muestran los traba-
las fuentes medievales. Son muy numerosas las publicaciones de este tipo jos del francés Viollet le Duc, pero después se interesaron por otros temas,
para uso de los escolares, por lo que obviamos su referencia en este momen- digamos más alejados de la historia del arte, como puede ser el estudio de
to. Puede consultarse un informe sobre-ellas en un trabajo reciente del pro- suelos, hábitats y otros yacimientos de interés histórico y no monumental.
fesor Ayala Martínez, C. (1995). Entre las antologías españolas más consul- La arqueología de nuestro tiempo es una ciencia moderna, renovada y
tadas destacan las de Riu, M. Yotros (1975), Garda de Cortázar, J. A (1975), altamente tecnificada. Posiblemente algunos trabajos pioneros estuvieron
Falcón, M. 1.Y otros (1976), y Mitre, E. (1992), por citar sólo las más recien- guiados por el afán de coleccionar piezas únicas y no se respetaron sufi-
tes aparecidas en España. cientemente otros restos de interés histórico-arqueológico. Por otra parte, el
desconocimiento o la incuria de las administraciones públicas hizo que una
parte importante de este patrimonio quedara desprotegido y sufriera pérdi-
3.3. La arqueología medieval y el registro arqueológico das irreparables. Pero no todo fue negativo. Los investigadores del siglo XIX
y de los primeros decenios del xx nos legaron una serie de inventarias y
Cuando no se han conservado testimonios escritos o la documentación repertorios de yacimientos y otros lugares de interés arqueológico, así como
es manifiestamente insuficiente, el historiador busca nuevas fuentes de infor- colecciones de monedas, objetos metálicos, cerámicas, etc. reunidas al ampa-
mación en los restos de la cultura material. El estudio de estos restos perte- ro de instituciones interesadas por la cultura local y regional. El hallazgo de
nece a la ciencia arqueológica y se emplea para ello una serie de técnicas muchas de estas piezas no está documentado en la actualidad, por lo que
que pueden dividirse en tres grandes apartados: el trabajo de excavación han perdido gran parte de su interés arqueológico; no obstante, en muchos
en el yacimiento, propio de la arqueología de campo; el estudio de los res- casos constituyen el complemento, si no el punto de partida de modernas
tos en el laboratorio, donde intervienen técnicas de clasificación tipológica investigaciones.
junto con otras más complejas, como las referentes al análisis físico-químico A partir de los años sesenta del siglo xx la arqueología empezó a reno-
de los materiales, y, por último, la inclusión de los resultados de la investi- varse. Desde luego ya no era sólo una ciencia interesada por los objetos raros
gación en la síntesis histórica, siguiendo para ello los procedimientos habi- dignos de ser coleccionados, aunque sí continuaba siendo fundamentalmente
tuales de la historiografia moderna. una técnica ligada a la excavación. A menudo se confundía arqueología con
La arqueología medieval es una disciplina clásica cuyos primeros estu- excavación o exhumación de restos materiales de culturas pasadas. El prin-
dios datan del siglo XIX. No obstante ha experimentado un gran auge en los cipal objetivo de estos trabajos era complementar las informaciones pro-
últimos treinta años, impulsada por los resultados espectaculares de la escue- porcionadas por los documentos escritos y rellenar sus lagunas. Por este
la polaca, y por el respaldo entusiasta del grupo de Annales en Francia. Los motivo la arqueología medieval quedaba reducida al papel de disciplina auxi-
estudios más importantes se han centrado en la Alta Edad Media, período liar de la Historia. Su objetivo se-limitaba a descubrir, en una sucesión cro-
en el que las fuentes escritas son más escasas. En la península Ibérica, ade- nológica, los aspectos materiales de una cultura, de los que no se tenía tes-
más de los restos del período visigótico, cuyos patrones culturales consti- timonio escrito alguno. Esta concepción subsidiaria de la arqueología también
tuyen una clara continuación de la anterior dominación romana, se dispone está muy extendida entre los historiadores y medievalistas de hoy, posible-
de una gran cantidad de yacimientos de época islámica que, por su rique- mente por falta de especialización en la materia. El profesor y arqueólogo
za cultural y su enorme importancia para comprender nuestro pasado his- francés M. de Boüard (1975) la rechazó tajantemente al afirmar que "su carac-
tórico, ha llamado poderosamente la atención de los investigadores en este terística esencial es la excavación que ambiciona proporcionar a la historia
campo. de las civilizaciones de la Edad Media un informe nuevo, que complete al
En su origen la arqueología medieval estuvo ligada a la arqueología clá- que ya existe por medio del estudio de los textos, de los monumentos o de
sica y a la Historia del Arte. Muchos yacimientos presentaban una secuencia los objetos muebles".
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Evidentemente la Arqueología puede aportar información que comple- la discordancia entre la información escrita y el yacimiento, cuando no pode-
mente nuestros conocimientos, sobre ciertas cuestiones insuficientemente mos asegurar que un lugar descrito en los textos se corresponda con un
documentadas por los testimonios escritos. Pero también puede plantear pro- determinado yacimiento o cuando los gráficos antiguos no se parecen a lo
blemas completamente nuevos, sobre los que la historiografia no había refle- que vemos sobre el terreno. En tales casos debemos ser conscientes de que
xionado hasta ahora, y proporcionar las bases sobre las cuales se constru- nuestra información es muy limitada y que no siempre hay una explicación
yan nuevas hipótesis de interpretación de los procesos históricos. Una ciudad, para estos problemas. Un caso paradigmático es el de la cerámica. Como se
un castillo, una iglesia, cualquier edificio puede ser estudiado desde el pun- sabe, es el material más empleado en el transporte y conservación de ali-
to de vista arqueológico para, finalmente, llegar a comprender su valor artís- mentos y en el ajuar doméstico. Sin embargo las menciones en la documen-
tico. Pero también podemos interesamos por los materiales con los que está tación escrita son muy escasas y no por ello se puede pensar que se utiliza-
hecho, las técnicas de construcción, eJ.lugar de emplazamiento, su función ran instrumentos de madera, como alguna vez se afirmó. -Una visita a una
de cara a la sociedad a la que sirve y otras muchas cuestiones, con lo que se excavación medieval ratifica inmediatamente lo dicho y esta evidencia debe
supera el estudio meramente descriptivo para pasar a interesamos por la prevalecer sobre cualquier otra conjetura construida desde el archivo.
importancia histórica de los materiales. La arqueología debe tener su propio lugar en la síntesis histórica y se
De lo dicho hasta ahora en el presente apartado se puede deducir que debe valorar su aportación al conocimiento del pasado, independientemen-
uno de los rasgos más característicos de la arqueÓlogia medieval es la cir- te de lo que se puede decir por medio de la aplicación de otros métodos,
cunstancia de poder contar con documentación escrita referente al yacimiento como es el trabajo en el archivo. Esta afirmación es válida tanto si-nos encon-
que se estudia. A diferencia de lo que ocurre con la arqueología prehistóri- tramos ante un objeto material irrefutable como si se trata de una tlipótesis
ca, por ejemplo, se conoce con bastante detalle la toponimia medieval, por- construida a partir del registro arqueológico. Porotra parte, la arqueología
que en gran parte pervive en la actualidad o porque ha quedado registrada tiende a limitar la excavación a un momento determinado de la investigación,
en la documentación de archivo. Esta información nos permite comprender que no tiene por qué ser más importante que el resto del trabajo en ellabo-
mucho mejor los paisajes medievales y aplicar las técnicas propias de la ratorio o en la elaboración de la síntesis histórica. El trabajo debe seguir un
arqueología espacial para conocer los fenómenos de poblamiento y otros doble viaje, de la historia al yacimiento y del yacimiento a la historia, sin renun-
semejantes. Además podemos conocer cuáles fueron las ideas sociales que ciar por ello ni a la preparación técnica ni a la curiosidad y formación del his-
regularon las relaciones entre los hombres de la época, lo que nos permite toriador.
valorar cómo se reflejaba la conciencia de nobleza o servidumbre en la for- La tendencia hacia la interpretación global del registro arqueolóqícoha
ma del hábitat, en un arma, etc. También disponemos de información más dado lugar en los últimos años a la aparición de propuestas metodológicas
que suficiente sobre sus creencias religiosas, hasta el punto de constituir un radicales y renovadoras. En unos casos se ha defendido la aplicación de los
elemento común entre' los hombres de la Edad Media y nosotros, pues el métodos etnográficos para reconstruir, por analogía, el contexto técnico,
cristianismo sigue siendo una religión viva en la actualidad. Estas creencias social y cultural en el que sea posible encuadrar el objetohall'ado en-el yaci-
o sentimientos comunes orientan nuestra observación cuando estudiamos miento. En otros se propone la aplicación de los métodos propios de la
lugares y objetos de culto o, más frecuentemente, cuando excavamos ente- Arqueología Espacial, conocida también como Nueva Arqueología, que de
rrarnientos, hasta el punto de hacer que la arqueología de la muerte se con- forma más radical propugna la colaboración entre antropología y arqueolo-
vierta en el testimonio de sociedades vivas. gía para llegar a comprender el registro arqueológico en sí, independiente-
La utilización combinada de documentos escritos junto con el registro mente de las tesis propuestas por la historiografia tradicional. Esta escuela
arqueológico está permitiendo en los últimos años escribir una nueva histo- se sitúa "en las afueras del medievalisrno", como de forma irónica se tituló
ria, sobre todo en períodos como la Alta Edad Media, o la historia del Islam un volumen que incluia una selección de artículos realizados por el equipo
Clásico, en los que faltaba la documentación de archivo. Pero también para ' del profesor M. Barceló (1988).
otras épocas e incluso para cuestiones tan manidas como la historia político- De acuerdo con estas corrientes, el microestudio del yacimiento, reali-
militar se tiende hacia una historia global, total diríamos, en la que a los datos zado con las técnicas habituales en las sxcavacíones. se debería comple-
que proporcionan los textos se une la observación directa de los restos mate- mentar con el macroestudio del entorno, hasta 4 o 5 km alrededor, por medio
riales conservados. A veces los textos presentan lagunas cronológicas que de la prospección y otras técnicas como la fotografia aérea, estudios palino-
las secuencias estratigráficas pueden completar seguramente. Esta ventaja, lógicos, zooarqueológicos, etc. De esta forma se conseguiría un registro
no obstante, puede transformarse en un inconveniente cuando se produce amplio que permitiría afrontar el estudio de una cultura en su totalidad.
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La cultura se entiende como un sistema en el que cada elemento desem- produce un color dorado similar al oro. Evidentemeñte.tlas p'léz~l fáDri.-
peña una función, de manera que todo el sistema se reproduce y evolucio- cadas resultaban más atractivas y de mejor calidad.'
na de acuerdo con los cambios habidos en los materiales que lo integran. La información que proporciona el registro arqueológico puede ser ana-
Avanzando por esta línea, se puede afirmar que, a partir de un elemento del lizada de forma sincrónica, para conocer el funcionamiento internó del 'sis-
registro arqueológico, es posible reconstruir el sistema en su conjunto y ofre- tema, o diacrónica, para observar el proceso histórico seguido por una cul-
cer explicaciones válidas sobre la evolución de los procesos históricos, inde- tura. En otras palabras, digamos que el estudio puede ser dinámico o estático.
pendientes de las que ofrece la historiografia tradicional. El método es com- También se puede considerar el objeto como un hecho cultural y tender a
plejo e indudablemente plantea muchas dificultades, pero ya se cuenta con su descripción; o bien en su relación funcional, intentando comprender la
bibliografia de peso referida a cuestiones tan debatidas como la transición lógica del sistema. En general todas las aproximaciones son válidas, si bien
del mundo antiguo al medieval (Hodqes, R., 1982), o los fundamentos de la se corre el riesgo de considerar al hombre como un elemento más de un
economía campesina y los' orígenes del feudalismo. engranaje que evoluciona de forma independiente. En esta línea, se puede
Los datos obtenidos con estos trabajos pueden referirse a las caracte- llegar a afirmar que los conflictos sociales tuvieron una escasa incidencia en
rísticas medioambientales (dendrocronológicas, paleobotánicas, zooar- orden a la explicación del final del Imperio romano, por ejemplo; mientras
queológicas), a las actividades industriales y económicas (ceramológicas, que se podría exagerar la importancia de los cambios habidos en el ecosis-
numismáticas), al poblamiento, las formas de hábitát y un largo etcétera de tema como desencadenante de la crisis. Es decir, se-puede-pretender dar
aspectos complementarios de la Historia Medieval. Con todos ellos es posi- una explicación de la crisis del mundo antiguo, fundamentalmente como resul-
ble llegar a conocer las bases materiales de una cultura, los sistemas pro- tado de un desastre ecológico que alteró las bases de la economía agraria
ductivos y sociales, las redes de intercambio, los paisajes y el desarrollo de la época. Desde este punto de vista, los aspectos sociales quedan rele-
tecnológico. gados a un segundo plano, lo que obviamente parece urr planteamiento limi-
La cerámica es uno de los elementos más importantes para el arqueólo- tado de la cuestión.
go. Como se ha dicho está presente en casi todos los yacimientos y, por su
naturaleza, es prácticamente indestructible, aunque las piezas aparezcan nor-
malmente fragmentadas. Por ello es el "fósil director" de la arqueología. La 3.3.1. La arqueología altomedieval
pasta, el engobe (mezcla de tierra que forma la capa exterior de la pieza de
cerámica, sobre la que se hace la decoración), la decoración propiamente, Las aportaciones más importantes de la investigación arqueológica sobre
la introducción, transmisión o desaparición de formas y técnicas, la distribu- Alta Edad Media se han centrado tradicionalmente en la excavación 'de cemen-
ción y el comercio de piezas entre distintas áreas ... todos estos estudios son terios. Las necrópolis altomedievales presentan dos tipos de enterramientos:
posibles gracias a la cerámica. Además ayuda a datar cronológicamente otros la cremación de tradición pagana, que por entonces estaba ya en retroceso, y
restos por medio de su presencia en la estratigrafia. El método tradicional de la inhumación, con un ajuar funerario más rico y variado. El 'estudio de los
estudio de la cerámica ha sido el análisis estilística y estético. Después se han cementerios aporta datos de interés para la historia demográfica completa-
abierto nuevos caminos tanto en el análisis tipológico como en la fijación de mente desconocidos por otra vía, como es la proporción entre los sexos, edad
cronologías. En la actualidad se ha progresado mucho en el estudio de las de la muerte, mortalidad infantil,enfermedades, nutrición, etc. La excavación
tipologías, al haberse multiplicado el número de excavaciones y conocerse metódica de estos yacimientos ha permitido revisar, por ejemplo, el impacto
una mayor variedad de tipos que ayudan a precisar la cronología. También, demográfico de las invasiones germánicas. A este respecto, algunas ideas tra-
el análisis de laboratorio nos permite conocer mejor la naturaleza y compo- dicionales que defendían la existencia de zonas de asentamiento bárbaro mayo-
sición de las arcillas y las técnicas de fabricación. ritario a partir de la toponimia se han demostrado erróneas o, al menos, sin
De forma más general, se entiende la cerámica como un reflejo de la cul- W constatación biológica posible a partir del estudio de los restos humanos, En
tura material de los pueblos. En la época medieval las principales noveda- general ha cobrado fuerza la idea de que las tribus bárbaras eran conglome-
des, que constituyeron adelantos técnicos importantísimos todavía en uso, rados de pueblos con un alto grado de mezcla cultural y étnica y que su impor-
fueron el vidriado, introducido por los musulmanes, y la técnica de loza. tancia en el poblamiento de las tierras del Imperio romano fue escasa.
Consiste en la aplicación de un elemento decorativo derivado del vidriado Lo social se puede abordar a partir del estudio del ajuar funerario. En
que se introduce en la tercera cocción. Por su composición química es una general se identifican tres grandes grupos: el de los jefes guerreros, cuyas
mezcla de plata, manganeso y otros materiales que, en contacto con el humo, tumbas a menudo están rodeadas por las de sus mujeres; el de los guerre-
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ros intermedios y el grupo más numeroso de tumbas sin ajuar, que no sabe- ro de yacimientos conservados es muy superior al anterior,como'tamiDién
mos si pertenecen a hombres libres o a siervos. lo es la documentación escrita referente a los mismos. Los primeros traba-
La arqueología también permite obtener conclusiones útiles respecto de jos tuvieron por objeto el estudio de los castillos y su entorno, verdaderos
la historia de las mentalidades. El cambio de emplazamiento de los cemente- símbolos de la época. En todos los países se han creado, en nuestro siglo,
rios, primero situados en lugares alejados de los núcleos de población y des- sociedades para la protección de estos monumentos y han aparecido publi-
pués del siglo vm junto a las iglesias e incluso dentro de los recintos urbanos, caciones especializadas, como la revista Castellum, Boletín de la Sociedad
se ha interpretado como un indicio del progreso del cristianismo. Las viejas Española de Amigos de los Casf:ilJos.En la actualidad se tiende a la realiza-
creencias paganas afirmaban que el espíritu de los muertos vagaba por los ción de inventarias nacionales y regionales de castillos y recintos fortificados
cementerios pidiendo venganza, por lo que sus tumbas debían estar en luga- en piedra o tierra, siendo el estudio de estos últimos, precisamente, el que
res apartados de los vivos. Más tarde se impusieron las ideas cristianas que ha tenido un mayor desarrollo en los últimos años. A partir de los datos apor-
veían la muerte como una nueva vida y continuación de ésta. La confianza en tados por estos trabajos se ha llegado a conocer con mayor precisión la exis-
el más allá y la firme creencia en que las obras de los parientes podían influir tencia de un número asombrosamente elevado de castillos en Europa. El
para conseguir el perdón de los pecados de las almas de los difuntos hicieron número de castillos conocidos es tan grande que ha obligado 'a teconside-
que los cementerios se aproximaran al lugar de residencia de los vivos. rar las tesis sobre la formación del feudalismo. Entre los especialistas ganan ~
Otra de las grandes lineas de investigación es ~l estudio del poblamien- terreno de nuevo las teorías que defienden la importancia del poder militar I
to y las formas del hábitat rural durante la Alta Edad Media. Tanto las excava- en el desarrollo de las formas de organización de la sociedad. En este sen- I
ciones metódicas de los cementerios como los trabajos de prospección y la tido, la llamada Revolución del Año Mil, es decir, el proceso que llevó a par- I
fotografía aérea confirman la falta de continuidad entre el poblamiento anti- tir del siglo XI a la generalización de las estructuras feudales por la mayor I
guo y el altomedieval. En consecuencia, vuelve a plantearse entonces el pro- parte del Occidente medieval, aparece como una cuestión mucho más com- I
blema de los orígenes de la aldea medieval, una vez descartada su relación pleja. En ella intervinieron forzosamente otros factores, además de los jurí- I
directa con la villa romana. Los resultados de la encuesta arqueológica mues- dico-institucionales, como tradicionalmente se había considerado. La máxi-
tran, sin embargo, la coincidencia del poblamiento medieval con otras ocu- ma "ningún hombre sin señor", traída a colación para explicar-los ·orígenes
paciones anteriores, posiblemente de época prehistórica o prerromana. La del señorío, tiende a ser sustituida por la de "no hay poder sin castillo" , ya
huella de esa continuidad se percibe en el trazado de los caminos, que per- que el castillo se muestra como el elemento realmente renovador e impulsor
dura a través de los siglos, o en la ocupación de un mismo emplazamiento por del cambio social. En relación con este principio, los historiadores se han inte-
antiguos santuarios paganos y, más tarde, por iglesias o ermitas cristianas; resado por cuestiones más especializadas como el derecho de fortifioación,
cuando no aparecen materialmente superpuestos en los yacimientos los muros el movimiento de la paz de Dios y otros sistemas de control social y político
y estructuras de las viviendas de distintas épocas. A la luz de estos datos se de la violencia feudal. El castillo es un elemento de articulación porque es la
ha llegado a deducir la existencia de un modelo de poblamiento inicial, dis- sede del poder señorial. En torno a él se extiende un distrito castral depen-
perso e itinerante, en torno a la explotación agrícola, ganadera y recolectora diente, en el que se desarrollan los cultivos y las labores artesanales. Más tar-
de amplias zonas muy desorganizadas y de paisaje variado (montes, bosques, de, los yacimientos muestran una cierta degradación del recinto fortificado.
claros, riberas, etc.). La ocupación de estos espacios continuó a través de los Proliferan las pequeñas casas fuertes rodeadas de pequeños fosos o simples
siglos y su impacto se reforzaría a medida que mejoraran las condiciones polí- terraplenes, como signo claro de la diseminación del derecho de bando.
ticas y económicas. El reflejo de este progreso se advierte en las viviendas Todas éstas cuestiones tienden a ser plasmadas en atlas de los distritos cas-
que empiezan a estar construidas con materiales más sólidos, del tipo de tapial trales que, a escala regional, muestran de forma gráfica y esdarecedora el
y piedra, están mejor equipadas y fijan la población a un lugar determinado. proceso de implantación del feudalismo y la fragmentación del poder aristo-
Este proceso daría lugar al final a la aparición de la aldea medieval. ~ crático.
Con respecto al poblamiento rural y las aldeas medievales durante este
período los trabajos se centran principalmente sobre el impacto de la crisis
3.3.2. La arqueología de la Baja Edad Media de los siglos XN Y xv Y los despoblados. Después de la localización de los
despoblados, las excavaciones aportan datos sobre la vida material, la casa,
Durante el período comprendido entre los siglos XI-XV, denominado tam- calefacción, iluminación, utillaje, costumbres alimenticias, etc. El análisis de
bién por algunos medievalistas arqueólogos Edad Media Clásica, el núme- materiales muestra que algunos despoblados son núcleos habitados desde
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,
muy antiguo, pero otros, quizás la mayoría, son relativamente recientes. En gos, geofisicos, electricistas y fotógrafos. También es converliente contar con
tales casos no hay que pensar solamente en la crísis como causa de la des- algún experto en trabajos manuales para resolver prob1emas de útillaje y de
población, sino que posiblemente se trate de tentativas recientes de ocupa- obra durante la excavación. Otro problema no menos importante es la orga-
ción de suelos pobres, que fracasaron ante la presión del crecimiento demo- nización de la campaña. Los arqueólogos suelen ser aficionados que traba-
gráfico y económico. Hasta el momento, la arqueología ha trabajado jan sólo durante las vacaciones, mientras que el resto del año se dedican a
preferentemente sobre restos de edificaciones en piedra, y bastante menos dar clases. Además las administraciones limitan el número de excavaciones
sobre construcciones de tierra o madera. Asimismo hay que decir que cono- y los recursos económicos disponibles son distribuidos, a menudo, por orga-
cemos mejor el poblamiento concentrado en núcleos, grandes o pequeños, nismos ajenos a los intereses científicos de la investigación de base. Por otra
que el poblamiento intercalar y disperso. Una excepción podría ser el caso parte, no siempre están bien informadas en esta materia y tienden a conce-
de los molinos, sobre los que se han abierto nuevas líneas de investigación der los permisos de excavación a personas bien relacionadas a este nivel,
muy prometedoras. aunque no cuenten con una preparación científica solvente. Cuando por fin
En cuanto a la arqueología religiosa, el problema principal es la gran se inician las excavaciones, las administraciones pretenden que estos traba-
cantidad de monumentos existentes y el lamentable estado de conservación jos sean ofrecidos al público de forma rápida y espectacular, sin duda para
de muchos de ellos. A menudo, los trabajos necesarios no son propiamen- elevar la formación cultural de la ciudadania. Muchos yacimientos tienden a
te de investigación, sino labores de restauración ~ intervenciones arqueo- convertirse en parques arqueológicos que son vísitados como lugares de
lógicas de urgencia, para salvar edificios que amenazan ruina inminente. interés turístico. Los restos descubiertos sufren obras de consolidación, para
Otro ámbito es el de la arqueología monástica, en el que son clásicos los tra- evitar su ruina y, a menudo, se continúa con trabajos de reconstrucción en
bajos sobre hospederías. Más recientemente el interés se ha oríentado hacia murallas, torres, etc., de resultados algo más que discutibles en ocasiones.
el estudio de graneros y talleres que ha facilitado el conocimiento de mode- Al hilo de estas cuestiones, no es posible olvidar que el trabajo del arqueó-
los de explotación, como las denominadas granjas cistercienses, o las parro- logo es delicado. Cuando se excava y estudia un yacimiento, se destruye al
quias e iglesias rurales, complejos que comprenden santuario, cementerio mismo tiempo su valor como fuente de información, por ello es necesario ser
y pila bautismal, además de graneros, establos y otras dependencias no rela- metódico y riguroso. Todo proyecto debe ir acompañado de un trabajo de
cionadas directamente con el culto. archivo y biblioteca en donde se forme el grupo y se contrasten las prime-
Otras líneas de investigación recientes son la arqueología de la produc- ras hipótesis. Después, el trabajo sobre el terreno no debe empezar siem-
ción artesanal e industrial y la arqueología urbana. En relación con esta últi- pre con la piqueta. La prospección y la observación del yacimiento y su entor-
ma y al amparo de los movimientos en favor de la protección del patrimonio no, la cartografia, el levantamiento de planos para situar los restos sobre las
históríco han llegado hasta la opinión pública algunos escándalos provoca- curvas de nivel, el estudio topográfico, en fin, debe ser la primera fase de
dos por la destrucción de yacimientos. Los poderes públicos, sensibilizados aproximación. Luego se debe continuar con el estudio de la bibliografía local
ante esta demanda, han creado organismos encargados de evaluar el impac- y regional, para tender a la elaboración de la carta arqueológica comarcal y
to arqueológico de las obras, especialmente en las ciudades histórícas. Las local, en donde se recojan los resultados de esta labor de investigación. Sólo
administraciones locales y regionales han creado puestos de arqueólogos después se debe iniciar la excavación. Todo arqueólogo, antes de desarro-
encargados de esta cuestión y se han diseñado nuevos programas de inter- llar su propio proyecto, debe pasar por excavaciones de formación. Las uni-
vención arqueológica que tienen en cuenta no solamente los objetivos de la versidades, por su parte, deben programar para sus alumnos el aprendiza-
política cultural, sino también los problemas planteados por el crecimiento je del método arqueológico y la adquisición de destrezas en el uso de los
económico en la actualidad. Este panorama ha fomentado el desarrollo de la instrumentos y técnicas habituales en la actualidad.
arqueología, aunque a la vez ha tecnificado el trabajo del arqueólogo y lo ha
alejado de la investigación científica de la Historia. No obstante todavía es •
posible ser optimista con respecto al futuro de la arqueología. 3.4. Los archivos y la documentación escrita
El trabajo arqueológico se suele realizar en equipo y es uno de los más
gratificantes a la hora de iniciarse en la investigación. En cada proyecto hay La mayor parte de la historiografía medieval existente en la actualidad
un director, que debe ser siempre un historiador experto en las técnicas ha tenido como fuente de información exclusivamente documentos escritos.
arqueológicas. Además se debe buscar el auxilio de especialistas en otras Los datos aportados por las crónicas, diplomas y cartularios constituyen toda-
materias, como pedólogos, geomorfólogos, botánicos, zoólogos, antropoló- vía la base fundamental de nuestro conocimiento de la Edad Media. En con-
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secuencia, el historiador profesional debe estar capacitado para poder loca- vadas, en el ejercicio de sus actividades, al servicio de su utilización para la
lizar, leer e interpretar correctamente los documentos necesarios para su investigación, la cultura, la información y la gestión administrativa.
investigación. El trabajo en el archivo y el estudio del documento son activi- Asimismo se entienden también por Archivos las instituciones culturales
dades complejas y especializadas que requieren la concurrencia de varias donde se reúnen, conservan, ordenan y difunden para los fines anteriormente
disciplinas como son la archivística, la historia de las instituciones, la diplo- mencionados dichos conjuntos orgánicos".
mática, la paleografía y otras que no es necesario exponer aquí, además del
estudio comparado de los documentos.
Se entiende por documento cualquier soporte -sea tablilla de barro, papi- 3.4.1. La historia de los archivos
ro, pergamino, papel, disco magnético u óptico- que contenga el registro
-en tinta, escritura, impulso electro-magnético- de una información (Crus La Archivística, la ciencia que se ocupa de los archivos y de la gestión
Mundet, J. R., 1994). El documento se genera en un momento determinado, de los documentos, ha aplicado habitualmente dos principios en cuanto a la
normalmente como un acto administrativo en el seno de una institución. Su ordenación y agrupación de los documentos: el principio de respeto al docu-
redacción es individual o aislada, pero la continuidad de la actuación admi- mento, que es el más extendido en la actualidad, y el principio de clasifica-
nistrativa hace que el documento se inscriba en una serie. Por lo demás, el ción según criterios racionales distintos de los que intervinieron en la géne-
documento es clasificable según sus características: internas, entidad que lo sis del documento (Heredia Herrera, A., 1995). Por el principio de respeto al
ha generado, finalidad o función en origen, fecha y lugar de redacción, con- documento, éstos se agrupan según la institución que los generó. Es decir
tenido; o externas, clase de documento (textual, iconográfico ...), tipo (ley, en los archivos de las chancillerías, por ejemplo, los documentos se agrupan
informe ...), formato, cantidad y forma (original, copia, copia simple ...). En por escribanías, en los archivos eclesiásticos por monasterios e iglesias, etc.,
principio el documento tiene un interés administrativo y juridico, en tanto que manteniéndose así la primitiva organización del archivo original, lo que con-
es la salvaguardia de ciertos derechos, Por lo que debe conservarse. Después trarresta el peligro de dispersión del documento durante los traslados. Cuando
pierde esta utilidad y se convierte en un bien de interés histórico cultural. se sigue el principio racional, en cambio, los documentos se agrupan por afi-
El archivo es "toda colección ordenada de la documentación de una o nidad temática formando legajos; por ejemplo, cuando se reúnen todos los
más entidades o individuos, que se conserva con fines determinados: políti- documentos relativos a un mismo expediente en una carpeta. Un procedi-
cos, juridicos, cientificos, religiosos, etc." (Matilla Tascón, A., 1984). El archi- miento similar es el denominado sistema de archivaturempleado en Alemania
vo surge de forma natural en el seno de una institución para conservar la y otros países de Europa Oriental desde el siglo XVIll. También es frecuente
documentación generada por la misma. Éste seria el caso de los llamados agrupar la documentación por orden cronológico y geográfico, aunque estos
archivos de gestión. En una segunda etapa, lo más frecuente es que la docu- criterios se siquenincluso cuando se respeta la agrupación de origen, pues
mentación se reúna en otro archivo independiente del lugar en donde fue facilita muchísimo la localización de la documentación por los investigadores.
generado y se organice según criterios archivísticos distintos, más próximos Es conveniente que el historiador conozca los orígenes de los documentos
a las necesidades del historiador (Pescador del Hoyo, M. c., 1988 Y 1993). que quiere estudiar y el proceso que se ha seguido para su conservación
Para el investigador de la Edad Media la documentación que interesa es hasta la actualidad, lo que le resultará muy útil para poder organizar la inves-
la histórica y no la administrativa. Se trata de documentos muy antiguos gene- tigación y planificar el trabajo en el archivo. Para ello es necesario tener algu-
rados en instituciones normalmente desaparecidas y de escasa utilidad jurí- nas nociones de historia de la archivística, una ciencia poco desarrollada por
dica o politica en la actualidad. La documentación conservada en estos archi- el momento, aunque sí es posible contar con monografías dedicadas a la his-
vos ha sufrido múltiples contingencias y peligros hasta llegar a su depósito toria de los principales archivos.
actual. Es dificilprecisar todas las circunstancias que han influido en este pro- Con respecto a la historia de los archivos en general, se suele señalar
ceso, por lo que podemos atribuirlas a una aplicación combinada del azar y W una larga etapa prearchivística que va desde los origenes hasta el siglo XIX,
del principio de conservación de la documentación. seguida de otra archivística que se inició a mediados del XIX, cuando se defi-
Al Archivo, por otra parte, es tanto el lugar en donde se conserva el docu- nieron los fundamentos del principio de conservación y expurgo de la docu-
mento, como la colección de documentos propiamente. La Ley del Patrimonio mentación, y continúa en la actualidad. Realmente tenemos un escaso cono-
Histórico Español de 25 de junio de 1985 define los archivos según esta doble cimiento de la historia de los archivos en la Antigüedad. Si prescindimos de
acepción: "Los archivos son los conjuntos orgánicos de documentos, o la reu- los archivos mesopotárnicos, sólo conocemos la existencia de archivos esta-
nión de varios de ellos, reunidos por las personas jurídicas, públicas o pri- tales en Grecia, el archeion, de carácter público, y en Roma, el tebuleriutn,
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también estatal pero vedado a los ciudadanos, es decir secreto. Los prime-
ros archivos cuya documentación se ha conservado hasta hoy proceden de estados conquistados por sus tropas, proyecto que afortunadamente no sé
la Edad Media. Para el período de transición inicial hubo primero una pervi- pudo llevar a cabo. En todas estas medidas subyacía la idea del archivo como
vencia del tabularium romano en las monarquías germánicas, por ejemplo el fuente de poder y, al mismo tiempo, como institución cultural de interés públi-
thesaurus visigótico, del que tenemos noticias indirectas de su existencia.
co. Los dos conceptos estuvieron presentes, de alguna forma, en el momen-
También tuvo carácter oficial el archivo de la cancillería vaticana, cuyos docu- to del nacimiento de la moderna archivística y se reflejó en la creación de los
mentos más antiguos se remontan al siglo N. En la corte carolingia se orga- archivos nacionales en gran número de países a partir de la década de 1830.
nizó a partir del siglo IX un cuerpo de notarios y una cancillería encargada La creación de los archivos nacionales obedece a una idea abstracta de
de expedir documentos y conservar el registro o la copia de los mismos en concentración de la documentación para asegurar su conservación y facili-
un archivo. Pero la decadencia del estado y sus instituciones hizo que los tar su consulta, y también a una necesidad concreta de recoger los docu-
documentos surgieran de forma dispersa en los monasterios y otros centros mentos de los archivos pertenecientes a instituciones desaparecidas duran-
privados. Allífueron reunidos formando tesoros de cartas, o cartularios, don- te la Revolución frapcesa o la desamortización burguesa posterior. Por lo
de se agrupaban series documentales muy diversas de interés común para general afectó a los institutos eclesiásticos, en su mayor parte monasterios
la institución en cuestión. A partir del siglo XII el volumen de documentos suprimidos. Como resultado de este proceso surgieron los Archivos
aumentó y también mejoró la organización administrct'tivade las instituciones Nacionales de Francia y, en el caso peninsular, El Archivo Histórico Español,
que los generaban. Por otra parte los nuevos estados se dotaron de canci- creado por orden ministerial de 1866. De forma indirecta, aunque relacio-
llerías en donde se redactaban los documentos, se registraban y finalmente nada con esta nueva orientación de la política de Archivos, se crearon los
se archivaban, recuperándose así la noción de archivo público. En los siglos centros de formación del personal técnico especializado en la gestión de
XIV Yxv el fortalecimiento del estado dio lugar a la aparición de archivos de
archivos y tratamiento de la documentación. En Francia se creó la École de
la corona en distintos reinos; mientras tanto persistieron los archivos priva- Chartes en 1821 y en España la Escuela Diplomática en 1857.
dos de la Iglesia y de la nobleza. Desde la segunda guerra mundial hasta el momento actual se ha avan-
En la Edad Moderna aparece el Archivo de Estado como institución en zado en el campo. de la relación y cooperación internacionales y en la for-
la que se concentra toda la documentación antigua que ya no tiene un inte- mación de una red de archivos nacionales. Hoy día es posible contar con un
rés administrativo o jurídico inmediato. En España, los Reyes Católicos orde- sistema común de archivos en grandes espacios culturales, como la Unión
naron en 1489 que sus archivos se concentraran en la Chancillería de Europea, gracias al impulso de la UNESCO y otros organismos internacio-
Valladolid. Carlos 1y Felipe II completaron la concentración de los docu- nales, entre los que destaca el Consejo Internacional de Archivos (ClA). La
mentos de los distintos organismos del estado en Simancas entre 1545 y 1588, información sobre los archivos y la documentación está disponible para todo
fecha en la que se promulga el Reglamento para el gobierno del Archivo de el público a través de internet.
Simancas. En Austria, Maxirniliano de Augsburgo ordenó la creación de un
archivo imperial en Innsbruck. En Inglaterra se creó el State Paper Oflice en
1578. Francia inició este proceso en 1589, y los Archivos Vaticanos se reor- 3.4.2. El sistema de archivos en España
ganizaron en 1610. En estas instituciones se concentraron cantidades ingen-
tes de documentación, por lo que se hizo necesario profundizar en el estu- Al amparo de estas políticas, se ha creado en España un sistema archi-
dio del documento en sí mismo. La paleografia y la diplomática se vístico estatal que cuenta entre sus órganos con el Centro de Información
desarrollaron como ciencias, sobre todo gracias a los trabajos de Jean Mabillon Documental de Archivos, en funcionamiento desde 1979 (Cortés, V., 1979).
que publicó la obra titulada De re diplomatica libri sex, en París en 1681. Estos Este centro ha elaborado un Censo Guía de Archivos Españoles, una Guía de
trabajos contribuyeron a fijar los tipos de documentos y se establecieron cri- , Investigado~es con datos sobre archivos españoles e interés de sus fondos y
terios firmes de clasificación documental. diversas quias de fuentes para la historia de España. Toda esta información
En el siglo XVIII se impusieron los criterios centralistas en la organización es accesible por medio de publicaciones como el Boletín de Información, o
general del estado y, en consecuencia, se tendió hacia la creación de archi- en una base de datos informatizada cuya consulta es posible a través de los
vos centrales. En España Carlos III ordenó la concentración de los docu- Puntos de Información Cultural (PIC) del Ministerio de Educación y Cultura
mentos relativos a las colonias de Ultramar en el Archivo de Indias. En Francia, y también por la red. Otros órganos de interés dentro del sistema estatal son
el propio Napoleón pretendió reunir en París los documentos de todos los l~ J:mta Supe~or de Archivos que asesora al gobierno en su política archi-
vísnca, el Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, para
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la conservación y recuperación de documentos dañados o deteriorados, y contiene otras secciones, como las de Ultramar o Guerra Civil, de interés
el Servicio Nacional de Microfilrn, para la reproducción de documentos ori- para períodos más recientes de la Historia.
ginales. El Archivo de la Corona de Aragón es el más antiguo (Aragón, 1958). Su
Los archivos españoles más importantes son: el Archivo General de origen fue el antiguo archivo de los Condes de Barcelona del siglo IX, que se
Simancas (Plaza Bares, A., 1962), emplazado en el castillo que los Enriquez, transformó en Archivo Real en 1280 para acoger la documentación de la coro-
almirantes de Castilla, tenían en la villa de Simancas, cerca de Valladolid, y na aragonesa. Está ubicado en Barcelona y contiene fondos medievales refe-
que más tarde fue prisión, a principios del siglo XVI. Carlos 1ordenó la crea- rentes también al Midi Francés e Italia. La sección más importante es la de
ción del archivo entre 1540 y 1544, Y desde el año 1549 guarda la docu- Cancillería Real que contiene una de las colecciones de pergaminos más rica
mentación relativa a la Corona de Castilla y Real Patrimonio que hasta enton- del mundo, además de otros documentos notables como el Liber Feudorum
ces estaba en Medina. Se transformó en Real Archivo en 1588 por orden de Msior, o los repartirnientos de los reinos de Valencia y Mallorca. La sección
Felipe IIy así continuó hasta el siglo XIX. Durante la guerra de la Independencia de Real Patrimonio contiene documentación referente a la administración de
fue saqueado, pero después se reorganizó y en la actualidad es el principal los bienes de la casa real aragonesa y la de las bailías sobre infeudaciones,
archivo para el estudio de la Corona de Castilla durante el siglo xv y de todo censos, diezmos, etc. También hay secciones dedicadas al Clero secular y
el Imperio español en los siglos XVI al XVIII. Constél de 28 secciones y 712 regular catalana-aragonés, a la Orden de San Juan de Jerusalén, Gran Priorato
series, relativas a Consejos, Secretaría y Hacienda (13 secciones), princi- de Cataluña, Generalitat de Catalunya, Real Audiencia, Archivos Notariales
palmente. Aunque, como se ha dicho, sus fondos se refieren principalmente de Barcelona, Yotros.
a la Edad Moderna, también conserva documentos importantes para el Medie- Otros grandes archivos estatales, aunque de menor interés para los medie-
vo, sobre todo en las secciones de Patronato Real y Cámara de Castilla, en valistas, son el Archivo General de Indias en Sevilla, y el Archivo General de
donde se encuentra el célebre Libro Becerro de las Behetrías de Castilla. la Administración, ubicado originalmente en Alcalá de Henares, con el nom-
Otras series importantes son las de Cortes de Castilla, Mercedes y Privilegios bre de Archivo General Central. Fue destruido en 1939 por un incendio y
y Registro General del Sello. La información sobre los fundamentos econó- reconstruido después en 1969, como Archivo Central del Estado.
micos de la Corona Castellana en el siglo xv se contiene en los documentos . Entre los archivos regionales destacan por su interés el Archivo del Reino
conservados en las secciones de Hacienda y Escribania Mayor de Rentas. de Valencia, fundado por orden de Felipe V, aunque no se creó realmente
El Archivo Histórico Nacional, con sede en Madrid, fue creado en 1866 hasta 1810. El Archivo Histórico del Reino de Galicia, creado por los Reyes
para acoger los documentos de instituciones desaparecidas como conse- Católicos en 1480, el Archivo del Reino de Mallorca, con fondos desde el XIll.
cuencia de la desamortización (Crespo Nogueira, C, 1989). Contiene 15 sec- El Archivo General de Navarra, cuyas secciones más importantes son la
ciones con documentación procedente de instituciones del estado y priva- Cámara de Comptos, que contiene las cuentas del reino, y el Archivo del
das. Las más importantes son Consejos suprimidos (Castilla, Aragón, Indias, Reino, Cortes y Diputación. También los Archivos de las Reales Chancillerías
Hacienda y Cruzada), con series que se inician en el siglo XN y llegan hasta de Valladolid y Granada, con los fondos de las audiencias territoriales des-
el XIX. Clero Secular y Regular, distribuida en perqaminos, papeles y códi- de el x», aunque su interés principal es para los siglos XVI-XVIII. Por último
ces, sin duda la serie más importante de documentos relativos a la Iglesia existe una amplia red de archivos provinciales y locales de interés desigual
española. Órdenes Militares, en donde se conservan pergaminos y libros de y a menudo en un estado de organización demasiado incipiente.
las antiguas órdenes de caballería de Santiago, Calatrava, Alcántara, Montesa, Fuera del ámbito estatal, la Iglesia española cuenta con archivos cate-
San Juan y del Real Consejo de Órdenes. La sección de Códices y Cartularios dralicios de la Mitra y del Cabildo, parroquiales, monásticos y diocesanos,
conserva documentos de valor singular. Otras secciones importantes son de enorme interés. Tal es el caso de los archivos de la catedral de Toledo,
Inquisición, Universidades, Diversos y Sigilografia. Recientemente se ha crea- , León, Burgos o Barcelona, o de monasterios como el de las Huelgas en Burgos.
do la Sección de Nobleza en el Hospital de Tavera, en Toledo, con los fon- No obstante muchos de estos archivos se encuentran en condiciones muy
dos de los antiguos archivos nobiliario s de las casas de Osuna, Frías, preví- desiguales respecto a la conservación de la documentación y su accesibili-
siblemente Medinaceli, y otros archivos menores de la nobleza española. El dad para los investigadores.
interés principal de esta documentación es la administración señorial, des- Algunas bibliotecas cuentan con importantes colecciones de documen-
de la Edad Media hasta la supresión de los señoríos en el XIX, aunque tam- tos de interés para la investigación histórica. En su mayor parte se trata de
bién han vuelto a cobrar interés recientemente los estudios de genealogía y códices conservados junto a incunables y otros libros antiguos, pero también
de historia de la nobleza en general. Por último, el Archivo Histórico Nacional es posible encontrar pergaminos o papeles que contienen contratos, cartas
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en Paris Yconserva la mayor parte de la documentación de interés histórico.'
o informes de carácter muy variado. Las más importantes a este respecto son También cuenta con un Depósito Central de rnicrofilms (Espeyram) con repro-
la Biblioteca Nacional de Madrid, en su sección de Manuscritos y Raros, la ducciones de numerosas series documentales. En el ámbito provincial hay una
biblioteca del monasterio de El Escorial, y la Biblioteca de Palacio, también red de archivos departamentales con documentación antigua regional y pro-
en Madrid. La Real Academia de la Historia, una institución privada, cuenta vincial. En Italia está el Archivo Central del Estado y una red secundaria de
también con una importante biblioteca y archivo. Entre otras, destaca la Archivos estatales en las capitales de provincia. Además están los archivos pro-
Colección Salazar, que contiene una interesante serie de copias de docu- vinciales de antiguas ciudades-república como F1orencia, Venecia, Génova o
mentos cuyos originales, en muchos casos, se han perdido al desaparecer Milán. En Gran Bretaña está el Public Record Oflice con los fondos de la coro-
los pequeños archivos que los custodiaban. na y la administración central del Estado. Además están los County Record
Oflices con los fondos locales y provinciales de los condados. Para Escocia
existe el Scottish Record Oflice, y para Irlanda del Norte el Public Record Oflice
* * * of Northern Ireland. En Alemania, la antigua República Democrática Alemana
(DDR) contaba con un archivo central en Postdam que contenía el Archivo
Secreto del Estado (Geheimes Staatsarchiv) y el Archivo Central de la Antigua
Fuera de nuestras fronteras destacan por su irnportancia los Archivos del Prusia. En la República Federal (BDR)se creó el Archivo Federal con fondos
Vaticano. Su origen se remonta al antiguo scrinium pontificio, existente des- recientes relativos al IIIReich y la segunda guerra mundial. Tras la reunifica-
de el siglo N en la Iglesia de San Juan de Letrán. Distintos papas fueron per- ción se ha creado un Archivo Federal del que depende la red de archivos pro-
feccionando el funcionamiento y organización de su cancilleria, pero fue sobre vinciales de los Lander.
todo Inocencia IIIquien, en el siglo XIII, creó un sistema que sirvió de mode-
lo para otros estados europeos. Constaba de cuatro secciones que se corres-
pondían con otras tantas etapas de elaboración y control de la documenta- 3.4.3. t.a edición de textos
ción pontificia: Minutas, que eran los registros de anotaciones con las
instrucciones resumidas sobre el contenido del documento; Mundúm, sec- El manejo de los documentos manuscritos de la Edad Media requiere
ción principal en la que se redactaba y ponía en limpio el documento; Registro, una formación especializada en Paleografia, lectura de las letras antiguas y
en donde se realizaba la copia del documento expedido en un libro regis- sus abreviaturas, y Diplomática, conocimiento de los tipos y partes del docu-
tro, y finalmente Bula, o despacho del documento original autentificado por mento así como de sus signos de autentificación. Una de las líneas de actua-
la bulla o sello pendiente. La Cancillería Pontifica continuó existiendo hasta ción tradicionalmente cultivada por los diplomatistas es la edición de docu-
la reforma de la Curia por Sixto N en 1587, cuando se crearon las Sagradas mentos según normas precisas de transcripción de los manuscritos. El
Congregaciones como departamentos encargados del gobierno de la Iglesia investigador dispone de importantes series documentales publicadas, sobre
en los tiempos modernos y, en consecuencia, cada congregación se dotó de todo a partir del siglo XVIll. En el plano internacional la colección más impor-
un despacho y archivo propio. Los documentos de los Archivos Vaticanos se tante es la Monumenta Germeniee Historicee, cuya publicación se inició en
refieren a toda la Cristiandad, por lo que son de enorme importancia para la 1826 y consta en la actualidad de más de doscientos volúmenes. Los
historia de las iglesias y estados europeos. Las series más importantes para Monumenta contienen documentos referentes a la historia de la mayor par-
la Edad Media son la Regesta Vaticana, con la noticia de documentos expe- te de los países del occidente medieval, distribuidos en cinco secciones:
didos desde el pontificado de Inocencia III hasta el siglo XVI, la Regesta Escritores, Leyes, Epístolas, Diplomas y Antigüedades. Los principales paí-
Avinionensia, para los documentos expedidos durante la estancia del papa- ses europeos desarrollaron proyectos de publicación de fuentes nacionales
do en Aviñón, y la Regesta Lateranensia, continuación de la anterior hasta el, similares. Con carácter general destaca el proyecto de edición de un
XVI. Entre los documentos vaticanos más importantes están el Liber Pontificalis,
Repertorio de Fuentes de la Edad Media, iniciado por A. Potthast en el siglo
el Liber Diumus, que contiene fórmulas empleadas en la cancilleria, y las inter- pasado, y continuado en el presente por un Comité Internacional de
minables series de privilegios, litterae o cartas, breves y motupropios. Sociedades interesadas en el estudio de las fuentes medievales. Para la his-
Por lo que se refiere al sistema de organización de los archivos estata- toria de la Iglesia, la colección más importante es la Patroligiae cursus com-
les, en los principales países europeos se sigue un esquema similar al visto pletus, del abad Migne, iniciada en 1844. Contiene dos series: la Serie Latina,
para España. En Francia existe una Dirección de los Archivos de Francia de de 221 volúmenes, y la Serie Griega con 166 volúmenes. Además es impor-
donde dependen los Archivos Nacionales. El Depósito Central se encuentra
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tante la edición de Regestas de documentos pontificios, dos volúmenes debi-
tífica sobre el Medievo, que se propone construir una base de datos sobre
dos a Jaffé, para los documentos anteriores. a 1198, y otros dos realizados por
fuentes y autores medievales. El proyecto se ha puesto en marcha en 1994
Potthast, con los índices de documentos expedidos entre 1198 y 1404. Para
y ha sido elaborado conjuntamente por el Centro Italiano de Estudio sobre
España destaca la colección publicada por el padre F1órez, y otros colabo-
Alta Edad Media de Spoleto, la Sociedad Internacional para el estudio del
radores, que lleva por título España Sagrada. Se empezó a publicar en 1747
Medievo Latino de Florencia y el Instituto Histórico Italiano para el Medievo
y ha tenido sucesivas reediciones hasta la actualidad. Consta de 56 volúme-
de Roma, lo que supone un apreciable ejemplo de colaboración científica a
nes con documentación de todo tipo, crónicas, actas conciliares, diplomas,
escala_nacional itali~a. (~aldi, e., 1995). Es de esperar que en los próxi-
etc. referentes a todas las diócesis españolas. Además hay otras grandes
mos anos aparezcan iruciatrvas semejantes a escala europea.
colecciones de documentos referentes a la historia de los reinos peninsula-
res como son: Colección de documentos inéditos para la Historia de España
(CODOIN), que consta de 112 volúmenes publicados entre 1842 y 1895;
Colección de documentos inéditos del Archivo General de la Corona de Aragón,
41 volúmenes publicados entre 1847 Y 1910; Memorial Histórico Español -
Colección de documentos, opúsculos y antigüedades que publica la Real
Academia de la Historia, 50 volúmenes publicados en~ 1851 y 1963. También
están publicadas otras colecciones de menor extensión como las Crónicas,
Actas de Cortes, Fueros Municipales y otros textos legales de importancia
como las Partidas.
El avance de las modernas tecnologías informáticas ha dado un nuevo
impulso a la archivística y otras técnicas de tratamiento de la documentación.
El procesamiento de textos y la elaboración de bases de datos permitió en
primer lugar el estudio de los vocabularios y el análisis estadístico de los tex-
tos. La elaboración de modernos diccionarios, tbeseurus y análisis de cam-
pos semánticos ha progresado de forma espectacular a partir de los años
ochenta. Más recientemente, el empleo del escáner y la lectura óptica per-
rniten la reproducción automática del documento, mejorando incluso al ori-
ginal por medio de las técnicas de digitalización de la imagen. Se ha llega-
do así ala elaboración de proyectos muy ambiciosos de edición electrónica
de fuentes, tanto de documentos originales Como transcripciones. Uno de los
proyectos más desarrollados es el del Centro de tratamiento electrónico de
documentos (CETEDOC) de la Universidad de Lovaina la Nueva (Tombeur,
P., 1984). Hasta el momento lleva publicados una serie de textos medievales
en disco compacto, que tiene la ventaja de estar disponible en el mercado y
puede sustituir perfectamente al Migne.
La realización de estos proyectos requiere grandes inversiones previas
en infraestructura y la colaboración de un amplio grupo de especialistas que
garantice la continuidad del mismo más allá de la disponibilidad personal de ~
cada profesor. Se tiende hacia la creación de bases de datos a gran escala
y a la teletransrnisión de la información entre los distintos centros de investi-
gación existentes en universidades de todo el mundo. La colaboración y el
trabajo en equipo se imponen ahora más que nunca como una necesidad
ineludible. Un buen ejemplo es el proyecto "Medioevo Europa", por el
momento la mayor iniciativa cultural europea referente a la información cien-
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