ensayo
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Los argumentos a favor de esa libertad sólo pueden hacerse y de hecho así ha
sucedido desde el derecho a la libertad religiosa sin cortapisa alguna, que es
un derecho elemental del hombre que el Estado debe respetar. Y hasta aquí es
correcto el argumento. Pero lo que no puede olvidarse es que la libertad
religiosa es un derecho civil incorporado en todas las constitución es
democráticas a la juridicidad del Estado y que por tanto no puede estar en
contradicción con el resto de esa juridicidad y, concretamente, con el derecho
aún más primario por defender un bien jurídico anterior y más entitativo como lo
es el de la vida humana. Y es evidente que ningún Estado constitucional podría
tolerar, por ejemplo, sacrificios religiosos, cuyas víctimas fueran personas
humanas o las prácticas de sectas auto mutiladoras en nombre de la libertad
religiosa.
“No hagas a los demás lo que no quieres para ti”, o dicho en positivo
“Haz a los demás lo que quieres que te hagan a ti”. Pensamiento del
papa
Pero la libertad religiosa también tiene sus límites. El papa recuerda que la
profesión de una religión no se puede instrumentalizar ni imponer por la fuerza,
y que tanto el fanatismo como el fundamentalismo son prácticas contrarias a la
dignidad humana. Nosotros agregamos que en la historia del cristianismo oficial
en nombre de Dios se cometieron atrocidades, el evangelio convertido en
dogmas y ritos fue impuesto y transformado en mala noticia para millones de
seres humanos. Por eso hay que decir con fuerza que no todo está permitido
en nombre de la religión, que los fines religiosos no justifica todos los medios,
que lo que se evidencia como inhumano no puede ni debe elevarse a la
categoría de “religioso”, que no se puede estar de acuerdo con el imperialismo,
el racismo o la discriminación de género por el hecho de estar presuntamente
fundamentado en las creencias religiosas.