Célula nerviosa
Célula nerviosa
Célula nerviosa
Tu capacidad de percibir tu entorno, de ver, oír y oler lo que te rodea, depende de tu sistema
nervioso; también tu habilidad para reconocer dónde estás y recordar si has estado allí antes. De
hecho, ¡tu mera capacidad de preguntarte dónde estás depende de tu sistema nervioso!
Si lo que percibes indica peligro ("¡oh no, la casa está en llamas!"), tu capacidad para actuar según
esa información también depende de tu sistema nervioso. Además de permitirte procesar
conscientemente la amenaza, tu sistema nervioso activa respuestas involuntarias, como un aumento
en el ritmo cardíaco y de flujo sanguíneo a los músculos con la intención de ayudarte a enfrentar el
peligro.
Todos estos procesos dependen de las células interconectadas que forman el sistema nervioso. Como
el corazón, los pulmones y el estómago, el sistema nervioso se compone de células especializadas.
Estas incluyen células nerviosas (o neuronas) y células gliales (o glía). Las neuronas son las
unidades funcionales básicas del sistema nervioso y generan señales eléctricas llamadas potenciales
de acción que les permiten transmitir información rápidamente a largas distancias. La glía también es
esencial para la función del sistema nervioso, pero su principal función es apoyar a las neuronas.
El sistema nervioso central (SNC) consiste del encéfalo y la médula espinal. En el SNC es
donde ocurre todo el análisis de la información.
El sistema nervioso periférico (SNP), compuesto por las neuronas y partes de las neuronas
que se encuentran fuera del SNC, incluye neuronas sensoriales y neuronas motoras. Las
neuronas sensoriales llevan señales hacia el SNC y las neuronas motoras llevan señales
enviadas por el SNC.
Los cuerpos celulares de algunas neuronas del SNP, como las neuronas motoras que controlan los
músculos esqueléticos (el tipo de músculo que hay en tu brazo o tu pierna), se encuentran en el SNC.
Estas neuronas motoras tienen largas extensiones (axones) que van desde el SNC hacia los músculos
con los que se conectan (enervan). Los cuerpos celulares de otras neuronas del SNP, como las
neuronas sensoriales que proporcionan información sobre el tacto, la posición, el dolor y la
temperatura, se localizan fuera del SNC, donde se agrupan en racimos conocidos como ganglios.
Los axones de neuronas periféricas que recorren una ruta común se agrupan y forman nervios.
Tipos de neuronas
De acuerdo con sus funciones, las neuronas que se encuentran en el sistema nervioso humano se
pueden dividir en tres tipos: sensoriales, motoras e interneuronas.
Neuronas sensoriales
Las neuronas sensoriales recaban información sobre lo que está sucediendo dentro y fuera del
cuerpo, y la llevan hacia el SNC para que se pueda procesar. Por ejemplo, si recoges un trozo de
carbón caliente, las neuronas sensoriales que tienen terminaciones en las yemas de tus dedos
transmiten la información al CNS de que el carbón está muy caliente.
Neuronas motoras
Las neuronas motoras obtienen información de otras neuronas y transmiten órdenes a tus músculos,
órganos y glándulas. Por ejemplo, si recoges un trozo de carbón caliente, las neuronas motoras que
enervan los músculos de tus dedos causarían que tu mano lo soltara.
Interneuronas
Las interneuronas, que solo se encuentran en el SNC, conectan una neurona con otra. Este tipo de
neuronas recibe información de otras neuronas (ya sean sensoriales o interneuronas) y transmiten la
información a otras neuronas (ya sean motoras o interneuronas).
Por ejemplo, si recoges un trozo de carbón caliente, la señal de las neuronas sensoriales en las yemas
de tus dedos viajaría a las interneuronas de tu médula espinal. Algunas de estas interneuronas
señalarían a las neuronas motoras que controlan los músculos de tus dedos (para soltar el carbón),
mientras que otras transmitirían la señal por la médula espinal hasta las neuronas en el cerebro, donde
se percibiría como dolor.
Si piensas en los papeles de los tres tipos de neuronas, puedes hacer la generalización que todas las
neuronas tienen tres funciones básicas. Estas son:
2. Integrar las señales recibidas (para determinar si la información debe o no ser transmitida).
Varias extensiones (apéndices o protuberancias) se proyectan desde el cuerpo celular. Estas incluyen
muchas extensiones ramificadas cortas, conocidas como dendritas y una extensión separada que
suele ser más larga que las dendritas, conocida como axón.
Las dendritas
Las dos primeras funciones neuronales, recibir y procesar la información recibida, generalmente
ocurren en las dendritas y el cuerpo celular. Las señales recibidas pueden ser excitatorias, es decir
tienden a provocar que la neurona dispare (generar un impulso eléctrico), o inhibitorias, o que
tienden a impedir que la neurona dispare.
La mayoría de las neuronas reciben muchas señales en todas sus ramificaciones dendríticas. Una sola
neurona puede tener más de un conjunto de dendritas y puede recibir varios miles de señales. El que
una neurona dispare un impulso depende de la suma de todas las señales inhibitorias y excitatorias
que recibe. Si se logra activar la neurona, el impulso nervioso, o potencial de acción, se conduce por
el axón.
Los axones
Las dendritas tienden adelgazarse conforme se alargan y suelen estar cubiertas de pequeños
bultos llamados espinas. En contraste, el axón suele conservar el mismo diámetro en la mayor
parte de su longitud y no tiene espinas.
El axón surge del cuerpo de la célula en un área especializada llamada cono axónico.
Por último, muchos axones están cubiertos con una sustancia aislante especial
llamada mielina, que les ayuda a transmitir rápidamente los impulsos nerviosos. La mielina
nunca se encuentra en dendritas.
Cerca de su extremo, el axón se divide en muchas ramas y desarrolla estructuras bulbosas conocidas
como terminales axónicas (o terminales nerviosas). Estas terminales axónicas forman conexiones
con las células blanco.
La sinapsis
Las conexiones neurona a neurona se forman sobre las dendritas y el cuerpo celular de otras
neuronas. Estas conexiones, conocidas como sinapsis, son los sitios donde se transmite información
de la primera neurona, o neurona presináptica, a la neurona blanco o neurona postsináptica. Las
conexiones sinápticas entre neuronas y células del músculo esquelético generalmente se llaman
uniones neuromusculares y las conexiones entre neuronas y células del músculo liso o glándulas se
conocen como uniones neuroefectoras.
En la mayoría de las sinapsis y uniones, la información se transmite como mensajeros químicos
llamados neurotransmisores. Cuando un potencial de acción viaja por el axón y llega a la terminal
axónica, provoca que la célula presináptica libere un neurotransmisor. Las moléculas de
neurotransmisor cruzan la sinapsis y se unen a receptores de membrana en la célula postsináptica y
transmiten así una señal excitatoria o inhibitoria.
De esta forma, el axón y sus terminales desempeñan la tercera función neuronal básica: comunicar
información a células blanco. Al igual que una sola neurona puede recibir señales de muchas
neuronas presinápticas, también puede hacer conexiones sinápticas con numerosas neuronas
postsinápticas mediante diferentes terminales axónicas.
La mayoría de las neuronas tienen la misma estructura general, pero la estructura de neuronas
individuales varía y se adapta a la función específica que una neurona (o tipo de neuronas) necesita
desempeñar. Los diferentes tipos de neuronas muestran una gran diversidad en tamaño y forma, lo
cual tiene sentido dada la enorme complejidad del sistema nervioso y el gran número de tareas
diferentes que realiza.
Por ejemplo, las neuronas especializadas llamadas células de Purkinje se encuentran en una región
del encéfalo conocida como cerebelo. Las células de Purkinje, como se puede ver arriba, tienen un
árbol dendrítico muy complejo que les permite recibir e integrar una enorme cantidad de señales
sinápticas entrantes. Otros tipos de neuronas del cerebelo también pueden reconocerse por sus
peculiares formas.
Del mismo modo, las neuronas pueden variar mucho en longitud. Mientras que muchas neuronas son
diminutas, los axones de las neuronas motoras, que se extienden desde la médula espinal para enervar
los dedos de tus pies, ¡pueden tener hasta un metro de largo (o más, en jugadores de baloncesto como
Michael Jordan, LeBron James o Yao Ming)!
El reflejo rotuliano
Los circuitos neuronales más simples son los encargados de las respuestas de estiramiento muscular,
como el reflejo rotuliano que se produce cuando alguien golpea el tendón que está por debajo de la
rodilla (el tendón rotuliano) con un martillo. Golpear dicho tendón estira el músculo cuádriceps del
muslo y estimula que las neuronas sensoriales que lo enervan disparen impulsos nerviosos.
Los axones de estas neuronas sensoriales se extienden a la médula espinal, donde se conectan a las
neuronas motoras que enervan o establecen conexión con el cuádriceps. Las neuronas sensoriales
envían una señal excitatoria a las neuronas motoras y provocan que estas últimas también disparen. A
su vez, las neuronas motoras estimulan la
contracción del cuádriceps y se endereza la
rodilla. En el reflejo rotuliano, las neuronas
sensoriales de un músculo determinado se
conectan directamente con las neuronas
motoras que enervan dicho músculo y causan
su contracción después de que ha sido
estirado.
_Imagen modificada de "Arco reflejo del tendón patelar", por Amiya Sarkar (CC BY-SA 4.0). La imagen modificada se
encuentra bajo una licencia CC BY-SA 4.0._
1. La neurona motora que enerva el músculo cuádriceps. La neurona sensorial activa la neurona
motora y causa la contracción del músculo cuádriceps.
Las neuronas sensoriales de los cuádriceps también son parte de un circuito que causa la relajación de
los músculos isquiotibiales, los antagonistas (que se oponen) a los cuádriceps. No tendría sentido que
las neuronas sensoriales de los cuádriceps activaran las neuronas motoras de los músculos
isquiotibiales, porque eso haría que se contrajeran, dificultando la contracción de los cuádriceps. En
cambio, las neuronas sensoriales de los cuádriceps se conectan a las neuronas motoras de los
músculos isquiotibiales indirectamente, a través de una interneurona inhibitoria. La activación de la
interneurona produce la inhibición de las neuronas motoras que enervan la zona isquiotibial que
provoca que dichos músculos se relajen.
Las neuronas sensoriales de los cuádriceps no participan únicamente en este circuito reflejo. Por el
contrario, también envían mensajes al encéfalo, lo que te permite saber que alguien golpeó tu tendón
con un martillo y tal vez provoquen una respuesta ("¿por qué hiciste eso?"). Aunque los circuitos de
la médula espinal pueden mediar conductas muy simples como el reflejo rotuliano, la capacidad de
percibir estímulos sensoriales conscientemente, además de todas las funciones superiores del sistema
nervioso, depende de redes neuronales más complejas que se encuentran en el encéfalo.
Células gliales
Al principio de este artículo, dijimos que el sistema nervioso se compone de dos tipos de células:
neuronas y glía; siendo las neuronas las que actúan como unidad funcional básica del sistema
nervioso, y las gliales las que desempeña un papel secundario de apoyo. Así como los actores
secundarios son esenciales para el éxito de una película, la glía es esencial para la función del sistema
nervioso. De hecho, hay muchas más células gliales en el encéfalo que neuronas.
Hay cuatro tipos principales de células gliales en el sistema nervioso vertebrado adulto. Tres de estos
—astrocitos, oligodendrocitos y microglía— solo se encuentran en el sistema nervioso central (SNC).
El cuarto tipo, las células de Schwann, solo se encuentra en sistema nervioso periférico (SNP).
Los astrocitos son el tipo de células gliales más numeroso. De hecho, ¡son las células más numerosas
en el encéfalo! Hay astrocitos de diferentes tipos y tienen varias funciones. Ayudan a regular el flujo
de sangre en el encéfalo, mantienen la composición del líquido que rodea las neuronas y regulan la
comunicación entre las neuronas en la sinapsis. Durante el desarrollo, los astrocitos ayudan a que las
neuronas lleguen a sus destinos y contribuyen a la formación de la barrera hematoencefálica, que
ayuda a aislar el encéfalo de sustancias potencialmente tóxicas en la sangre.
La microglía está relacionada con los macrófagos del sistema inmunitario y actúan como carroñeros
que eliminan células muertas y otros residuos.
Los oligodendrocitos del SNC y las células de Schwann del SNP comparten una función similar.
Ambos tipos de células gliales producen mielina, la sustancia aislante que forma una funda alrededor
de los axones de muchas neuronas. La mielina aumenta dramáticamente la velocidad con la que un
potencial de acción viaja por el axón y desempeña un papel crucial en la función del sistema
nervioso.
Panel derecho: glía del sistema nervioso periférico. El cuerpo celular de una neurona sensorial en un
ganglio está cubierta con una capa de células gliales satélite. Las células de Schwann mielinizan la
única extensión que se extiende desde el cuerpo celular, así como las dos extensiones que se producen
por la división de la primera extensión (una de las cuales tendrá terminales axónicas en su extremo y
la otra tendrá dendritas).
Otros tipos de glía (además de los cuatro tipos principales) incluyen las células gliales satélite y las
células ependimarias.
Las células gliales satélite cubren los cuerpos celulares de las neuronas en los ganglios del SNP. Se
piensa que las células gliales satélite apoyan la función de las neuronas y tal vez actúan como una
barrera protectora, pero su papel todavía no se comprende bien.
Las células ependimarias, que recubren los ventrículos del cerebro y el canal central de la médula
espinal, tienen cilios parecidos a cabellos que vibran para promover la circulación del líquido
cefalorraquídeo que se encuentra dentro de los ventrículos y el canal espinal.