ICSE Parcial II
ICSE Parcial II
Populismo
Contexto internacional
En 1939, comenzó la Segunda Guerra Mundial. En 1941, Estados Unidos entró en la guerra.
En febrero de 1945, las tres potencias victoriosas se reunieron en Yalta, con la rendición de Alemania en 1945, se
inicia el fin de la guerra y el 6 de agosto de ese mismo año, EE.UU. lanzó la primera bomba nuclear sobre
Hiroshima y luego sobre Nagasaki, dejando cientos de miles de víctimas. Japón se rindió y la segunda guerra
mundial llego a su fin.
Frente a la segunda Guerra Mundial la Argentina se afirmó con una posición neutral, sin embargo, en enero de
1944, por la presión de EE.UU. el presidente Ramírez (segundo presidente del régimen surgido del golpe de 1943)
decidió romper relaciones con Alemania Y Japón.
Por otro lado, los regímenes populistas latinoamericanos coincidieron temporalmente con el desarrollo del
Estado Benefactor en los países de Europa Occidental en la segunda postguerra.
Se intentó garantizar la “paz social” y neutralizar al “enemigo comunista”, consolidado después de la revolución
rusa, mediante diversos mecanismos y estrategias. Esta experiencia histórica europea será crucial para el
desarrollo del populismo en América Latina y del peronismo en Argentina.
Populismo se trata de un régimen cuya implementación deviene del Estado y que debe ser enmarcado en un
contexto regional latinoamericano más amplio, signado por la crisis de la dominación oligárquica a fines de la
década del ‘30. En estos años surgieron varios Estados Populistas (Argentina con Perón, 1946 – 1955).
Tendencia política que dice defender los intereses y aspiraciones del pueblo.
Dentro de los estudios del populismo se abren dos grandes líneas de caracterización:
a) Los que lo definen desde una línea de análisis sociológico e histórico. Algunos autores, definen al populismo
como una experiencia histórica particular que surge como efecto de la crisis de la dominación oligárquica. El
populismo se correspondió en América Latina “con una etapa especifica en la evolución de las contradicciones
entre la sociedad y la economía dependiente”.
b) Entre los que reivindican un uso amplio del término donde considera al populismo como la “esencia” de lo
político o un modo de construcción de la política. De manera similar, otro autor opta por definirlo como un rasgo
de la política moderna y otros sugieren que es un “estilo político”.
Asimismo, se considera a los Populismos, como “productos híbridos” que combinaron justicia social con
ineficiencia, clientelismo y corrupción. Estos Estados nacieron enfrentando un dilema político: crecer o distribuir,
o lo que es en otros términos, ser un Estado desarrollista o un Estado benefactor. Pero como los recursos
políticamente disponibles no eran suficientes para una y otra alternativa la solución de síntesis fue el Estado
Populista o “de compromiso”, que intentaría conciliar la vocación de desarrollo es decir, de crecimiento de la
economía con justicia social.
Se considera al Estado Populista como un fenómeno que ocurre en una situación de «transición», o sea en el paso
de una sociedad atrasada, rural, pre-capitalista a una sociedad moderna, industrial, capitalista y urbana.
Estados Populistas transformaron la estructura de clases de la sociedad latinoamericana. En esta nueva
configuración del sistema de clases no solo no habría lugar para los «radicalismos» propuestos anteriormente
(sea el anarquismo o socialismo), sino que sería la burguesía industrial la que asumiría el liderazgo de las luchas
reivindicativas y reformistas de las masas obreras y de amplios sectores de los estratos medios. El juego político
de las masas debía permanecer bajo el control estratégico de la burguesía. Por ello, los gobiernos populistas no
buscaron la defensa armada de las masas porque, desde su lógica, las armas son «parte esencial del poder
burgués».
Características principales del populismo:
1) Se apoya en una alianza entre el Estado, la burguesía industrial y nacional y el proletariado urbano industrial.
La alianza policlasista es un elemento nodal del populismo que refleja nuevas relaciones entre el capital y el
trabajo.
2) Esta alianza de clases es articulada por un líder carismático capaz de suscitar el apoyo de las masas.
3) Se trata de un régimen reformista, “revoluciones desde arriba”, o “revoluciones pasivas”.
4) Su base económica se sustenta en el proceso de industrialización intermedia.
5) Combina democracia con rasgos autoritarios.
6) Se centran en la democracia y en la justicia social. Los populismos, para Ansaldi, no necesariamente
promulgaron nuevos derechos, pues en ocasiones les bastó sólo con aplicar efectivamente los ya existentes,
aunque no efectivizados. En el caso del peronismo sí existió una ampliación de los derechos políticos (sufragio
femenino) y nuevos derechos sociales.
7) Mantiene una relación ambigua con el capital extranjero, atravesada por una ideología nacionalista,
fuertemente antiimperialista y, a menudo, anticomunista y antisocialista.
Peronismo
El Estado Peronista puede ser definido como una forma histórica particular de régimen populista, vigente en la
Argentina entre 1943 y 1955, donde el liderazgo carismático de Juan Domingo Perón fue clave en la conformación
de un movimiento policlasista a partir de una “alianza de clases” entre la clase obrera urbana y la burguesía
industrial (aunque también algunas fracciones nacionalistas del ejército y de la clase media urbana); con una
estructura institucional que combinó prácticas democráticas (ampliación de la ciudadanía y los derechos sociales)
y prácticas semiautoritarias (coacción a la justicia, partidos políticos y medios de comunicación). El estado
peronista adoptaría una orientación política antiliberal, antioligárquica y una orientación económica nacionalista
e industrialista.
El peronismo es incluido dentro de un tipo particular de régimen populista porque presenta algunas
características que nos permiten señalar su estrecha identificación. En primer lugar, surge a mediados de la
década del ’40, lo cual resulta central ya que el populismo es una experiencia históricamente situable en un
contexto histórico determinado. A su vez, la alianza de clases, el antiimperialismo y antiliberalismo, así como su
orientación nacionalista e industrialista constituyen todos factores comunes entre los distintos regímenes
populistas. La efectivización de los derechos sociales es otro rasgo vector que lo emparenta con el populismo, sin
embargo, el caso argentino se destaca por la renovación en materia legislativa que permitió no solamente
efectivizar sino también crear nuevos derechos sociales.
Perón
Progresivamente fue anulando a todos sus rivales y comenzó a acumular importantes funciones dentro del
gobierno. Desde su cargo en el Departamento Nacional de Trabajo emprendió la revisión de la política social.
Con el apoyo de los nacionalistas, acrecentó su base política hasta ser designado por el nuevo presidente Farrell
como Ministro de Guerra, al tiempo que conservaba el liderazgo en el GOU y su cargo al frente de la Secretaria de
Trabajo y Previsión Social. Meses más tarde, asumió como vicepresidente de la Nación, ejerciendo desde
entonces el poder en tres áreas clave: la política (la vicepresidencia de la Nación); el Ejército (donde practicó
importantes reformas castrenses) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (donde mantuvo entrevistas con los
dirigentes obreros y adoptó múltiples medidas en materia de política social).
Acción social el gobierno militar impulsó disposiciones legales para mejorar las condiciones de vida y de
trabajo de los asalariados. Si bien no alteró las bases del sistema económico, despertó la protesta de las distintas
entidades patronales. Se dieron condiciones de trabajo dignas para los asalariados rurales no transitorios, entre
ellas: salarios mínimos, descanso dominical, vacaciones pagas, estabilidad, condiciones de higiene y alojamiento.
En concreto, se ejecutó una “política restauradora social” con objetivos precisos:
Atenuar los impactos de la industrialización y la urbanización
Disminuir el déficit habitacional
Trabar el alza de los alquileres
Mejorar el nivel de vida de los sectores más bajos de la población
Integrar los sectores populares al quehacer nacional.
Entre 1944 y 1945 se dictaron el mayor número de decretos-leyes y disposiciones destinadas a mejorar la
situación legal y económica de la clase obrera.
Industrialización Entre las propuestas del gobierno militar para alentar la actividad industrial se destacaron: 1)
La protección de las industrias surgidas durante la Segunda Guerra Mundial (promovida por Perón)
2) El desarrollo de nuevas actividades industriales
3) La transferencia intersectorial de ingresos y la política de créditos tendientes a abaratar la adquisición de
bienes de capital
4) La expansión del mercado interno
Relación con sectores dominantes Mientras que la Sociedad Rural Argentina y los grandes propietarios
agrarios se movilizaron más homogéneamente contra el gobierno militar, el desenvolvimiento opositor de la
Unión Industrial Argentina (U.I.A) fue más contradictorio y terminó alineada en el antiperonismo.
Fin del gobierno militar
A principios de octubre, durante el gobierno de Farrell, Perón fue obligado a renunciar a todos los cargos públicos
que ocupaba con el objetivo de desarticular su programa político. Fue detenido y trasladado. El Comité Central
Confederal de la CGT declaró una huelga general a partir de la hora cero del 18 de octubre “como medida
defensiva de las conquistas sociales amenazadas por la reacción de la oligarquía y el capitalismo”. La iniciativa
sindical fue, sin embargo, desbordada por las bases, y desde la tarde del 16 de octubre los obreros empezaron a
dejar sus lugares de trabajo. El 17 de octubre de 1945 (conocido luego como “el día de la lealtad peronista”) miles
de trabajadores reclamaron la presencia de Perón.
En el marco de la apertura electoral se produjo la conformación de un frente antiperonista, integrado por
enemigos históricos de los trabajadores, como por ejemplo la Unión Industrial Argentina y la Sociedad Rural, más
el conjunto de partidos tradicionales: conservadores, radicales, comunistas; la prensa y la universidad.
SISTEMA POLÍTICO
Liderazgo Carismático Perón construyó un régimen político en el que su liderazgo carismático se presentó
como un elemento de unión del vasto y heterogéneo conjunto social que lo apoyó. Un aporte sustancial a la
consolidación de este movimiento fue la presencia de Eva Duarte, cuyo liderazgo informal (puesto que no
desempeñó ninguna representación institucional) sirvió como nexo ente la clase obrera y el gobierno.
Construcción de legitimidad El primer desafío de Perón fue superar la crisis de legitimidad histórica del
sistema político. A tales efectos:
1) rompió los vínculos con algunos grupos privilegiados
2) fomentó la organización de aquellos sectores socioeconómicos que no contaban aun con un órgano encargado
de formular sus exigencias ante el Estado y
3) procuró demostrar la responsabilidad social del Estado haciendo intervenir a determinados organismos
públicos en los conflictos sociales con una función coordinadora y moderadora.
Reorganización del poder El Poder Ejecutivo Nacional fortalecido subordina a su accionar las competencias del
Congreso de la Nación y la reorganización ministerial, mientras en los hechos priva a la justicia de su autonomía,
reduce la influencia de los partidos opositores y controla la información.
El Partido Peronista 1947 Nace entonces el Partido Único de la Revolución que se transforma en 1947, en el
Partido Peronista. Tres ideas fuerza alientan su doctrina y consolidan a Juan Perón: justicia social, independencia
económica y soberanía política.
Eva Perón la figura y acción de María Eva Duarte de Perón es fundamental para otorgar dinamismo interno al
gobierno nacional. Eva Perón se apoyó en el sindicalismo emergente y se dedicó plenamente a la acción social.
Voto femenino El 23 de septiembre de 1947, la CGT organizó una concentración en Plaza de Mayo para
celebrar la promulgación de la ley 13.010, que concedía el voto a la mujer. En 1946 Evita hizo suya la campaña a
favor del voto femenino. Pero Evita no se limitó a promover el voto femenino, también fue organizadora y
fundadora de la rama femenina del movimiento peronista. El 26 de julio de 1949 Eva inauguró la primera
Asamblea Nacional del Movimiento Peronista femenino. Allí explicó que el objetivo del movimiento femenino era
extender y popularizar la doctrina justicialista cubriendo el país de centros de educación y cultura. No obstante, a
pesar de haber obtenido el derecho al voto en 1947, las mujeres siguieron ocupando en el imaginario peronista
un papel fundamental en el seno de la familia y en la economía doméstica.
Movimiento obrero El apoyo recibido por Perón provino de dirigentes de la corriente sindicalista
revolucionaria y la corriente política. La participación de los partidos obreros produjo la integración del
movimiento sindical dominante a un sistema de poder que seguía siendo capitalista.
Este poderoso sindicalismo de masas adquirió experiencia de participación en las decisiones políticas. El
movimiento obrero comenzó a considerar algo “natural” el otorgamiento de las conquistas sociales desde el
Estado. Reunificada en 1945, la Confederación General del Trabajo (CGT) actuó en abierta colaboración con el
gobierno de Perón, sobre todo a partir de 1947. Si antes de 1950 Perón se oponía a que los dirigentes gremiales
aceptaran cargos políticos, ahora no 14 dudaba en promover y respaldar este pronunciamiento a favor de su
gobierno.
Relaciones con los sectores opositores La oposición, desde un principio, se mostró dividida y debilitada. El
Estado liderado por Perón obligaba a los actores sociales a definirse políticamente. Las fuerzas políticas “se
polarizaron” y la sociedad argentina después de los años cincuenta ya no se dividía en <pueblo vs oligarquía> sino
en <peronistas vs antiperonistas>. Sólo la Unión Cívica Radical quedaba como figura representativa de la minoría,
con una representación parlamentaria mínima que hacía imposible oponerse a las políticas gubernativas. A su
vez, esta UCR estaba dividida frente al oficialismo.
Fueron tenazmente perseguidos los militantes comunistas y socialistas y se clausuraron diversas publicaciones
opositoras como "La Vanguardia" socialista. Casi al finalizar el primer gobierno, el general Benjamín Menéndez
sublevó a la Escuela de Caballería de Campo de Mayo con el objeto de iniciar un pronunciamiento militar en
contra de Perón. El golpe fracasó, pero señaló el primer signo de fractura entre el Gobierno y las Fuerzas
Armadas.
Reformas constitucional de 1949 en 1949 se encaró la reforma constitucional, la cual incorporó una serie de
derechos que caracterizan al constitucionalismo social. La Constitución Nacional, producto de la reforma:
• Incluye en el preámbulo la trilogía de fines, plasmando “la irrevocable decisión de constituir una Nación
socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana”.
• Consagra los derechos sociales del trabajador, de la familia, de la ancianidad, el derecho a la educación y a la
cultura.
• Instaura las bases para un nuevo orden económico que contemple el rol decididamente intervencionista del
Estado.
• Establece una nueva concepción del capital y de la propiedad privada, considerando el capital al servicio del
bienestar social y condicionando la propiedad privada a su función social.
• Incorpora la reelección del presidente y vicepresidente para períodos consecutivos y de forma indefinida.
Política exterior. La “tercera posición” 1949 En 1949 Perón difundió un mensaje radial donde fijó la posición
de nuestro país en materia de política exterior definiéndola como "tercera posición". Las relaciones diplomáticas
con Estados Unidos habían sido tradicionalmente tirantes. A pesar de ello, hacia 1948 Estados Unidos anunció el
Plan Marshall para socorrer a Europa de la miseria y aseguró a la Argentina importantes compras de productos
agropecuarios. Este plan estimularía la producción agrícola y permitiría entrada de divisas para adquirir
máquinas, repuestos y combustibles.
Deuda Externa Perón anunció en 1946 la repatriación de la deuda externa argentina representando esta
medida una singular y simbólica demostración de poder e independencia en la toma de decisiones. En 1949,
tanto las exportaciones como las importaciones habían caído. El rescate total de nuestra deuda externa se logró
en 1952.
Reforma financiera 1946 Con esta reforma se estatizó la banca, considerándose patrimonio nacional el capital
del Banco Central de la República Argentina a la vez que se nacionalizaron los depósitos para darle al Estado una
cuota de libertad de acción en materia de política monetaria y crediticia. La nacionalización del Banco Central
(decretada por Farrell, a pedido de Perón) constituyó el paso fundamental de una profunda reforma económica y
financiera.
Se eliminó la función de respaldo del oro y las divisas. El Banco Central, mediante tipos de cambio diferencial,
regularía la reserva de divisas determinando la forma en que deberían utilizarse, regulando así las importaciones,
otorgando protección a la producción nacional y privilegiando las compras necesarias para el desenvolvimiento
de la economía.
Nacionalizaciones (1946 – 1948) Para superar la división internacional del trabajo o, en otros términos, “la
crisis de dependencia”, Perón nacionalizó entre 1946 y 1948 los servicios públicos: ferrocarriles, teléfonos, gas,
usinas eléctricas, flota fluvial, etc. Una de las primeras operaciones fue la compra de los ferrocarriles.
En 1946 pasó a manos del estado la empresa de teléfonos Unión Telefónica. Se constituyó como una sociedad
mixta llamada Empresa Mixta Telefónica Argentina (EMTA). Entre 1947 y 1948 el Estado nacionalizó el Gas. Por el
cual se rebajaron las tarifas en un 30%. El gas fue uno de los primeros ejemplos de nacionalización. En 1946 las
líneas de colectivos fueron expropiadas. Durante 1946 y 1947 Perón trató de resolver la crisis del transporte.
Estas medidas no solucionaron el problema por lo que se decidió iniciar la privatización de algunas líneas desde
1951, creándose en 1952 la empresa más importante: Transportes de Buenos Aires (TBA).
Política energética -Uno de los proyectos energéticos más importantes fue la explotación del yacimiento
carbonífero de Río Turbio, que se inició en 1947. También se construyó entre 1947 y 1949 el gasoducto que unió
Comodoro Rivadavia con Buenos Aires.
-En materia de explotación petrolera se renovó la flota de buques tanque para transporte comprando 18 barcos
al extranjero y se construyó uno nacional.
Acción social el Estado Peronista entendía que debía asegurar al hombre “un salario decente. Cualquier otro
gasto que se produzca y que deba abonar el obrero será suprimido a fin de que el Estado se haga cargo de él, ya
sea enfermedad o vejez. Esto incluyó, además la efectivización de otros derechos sociales, como períodos de
vacaciones y descanso, planes de vivienda, inversiones en salud y educación, etc. El Estado peronista se empeñó
en “robustecer el hogar, la escuela y el trabajo, por ser los grandes modeladores del carácter” y prosiguió a dividir
el país en dos categorías: “una, la de los hombres que trabajan, y otra, la que vive de los hombres que trabajan”.
Creó hospitales, hogares de ancianos y de madres solteras, dos policlínicos, escuelas, una Ciudad Infantil.
1950 – 1952 Dificultades políticas y económicas
Crisis económica 1950 La situación económica favorable de los años de guerra había llegado a su fin. Los
términos del intercambio incrementaron su regresividad: los precios de las exportaciones del agro disminuyeron
con relación a los precios de los bienes que el país compraba en el exterior (insumos industriales y maquinarias).
La pérdida de cosechas producto de una sostenida sequía afectó severamente a la agricultura argentina. Al
contraerse su principal fuente de financiamiento (el agro), la economía entró en una fase de estancamiento y
aumentó la inflación.
Elecciones 1951 En las elecciones presidenciales de 1951 existió una gran presión, sobre todo sindical, para
que Eva Perón fuera candidata a la vicepresidencia. La resistencia de toda la oposición, muy fuerte en las clases
altas que no perdonaban el origen humilde de Evita. Las elecciones nacionales de noviembre de 1951 y el ajuste
económico que Perón propuso para equilibrar las cuentas públicas coincidieron con la enfermedad terminal de
Evita. Evita tenía cáncer de útero.
Azules y colorados
En las FF.AA, se encontraban dos grandes grupos diferenciados en torno a su posición con el peronismo:
1) Azules: pensaban que, la existencia de Perón había evitado que los obreros se volcaran al comunismo. Por eso
podían aceptar al peronismo sin Perón.
2) Colorados: Los colorados eran antiperonistas y llegaban incluso a considerarlo sinónimo de comunismo.
Durante 1962-1963 ambos bandos se enfrentaron en dos oportunidades. En septiembre de 1963, el grupo azul
derrotó definitivamente al colorado. Su líder, el general Onganía, fue nombrado comandante en jefe del Ejército.
Elecciones 1963 El gobierno de Guido llamó a elecciones. Se formó UDELPA (Unión del Pueblo Argentino), que
llevaba a Pedro E. Aramburu como candidato a presidente. La proscripción del peronismo siguió en pie. Desde el
exilio, Perón recomendó nuevamente a sus seguidores la estrategia del voto en blanco. El Dr. Arturo Illia fue
electo presidente con el 23 por ciento de los votos emitidos.
Arturo Illia (1963 – 1966)
En los resultados electorales, la fórmula de Illia se constituyó en 1963 en la primera minoría con menos del 25%
de los votos, seguida por alrededor de un 20% en blanco. Con ese porcentaje, la UCRP llegó al gobierno en una
posición muy débil. Además, el antiperonismo del partido se vinculaba con los militares colorados y el Ejército
estaba en manos de los azules. Tuvo simpatías por las posiciones más progresistas. Su presidencia se definió por
el respeto a las normas, la conducta intachable y la decisión de no abusar de los poderes.
Sistema político
- Criticas Las críticas a su gobierno se centraron en su modalidad de gobierno, tachada de irrealista e
ineficiente.
- Prensa La libertad de prensa funcionó en forma irrestricta.
- Relación con la CGT El gobierno nunca logró mantener un diálogo fluido con la CGT.
Legislación laboral En este aspecto, el gobierno sancionó un Código de Trabajo y Seguridad Social que
aseguraba la participación de todos los trabajadores en la elaboración de las disposiciones que los afectaran.
Plan de lucha En 1964 la CGT implementó un “plan de lucha” que incluía la ocupación pacífica de los
establecimientos fabriles, muchos dirigentes sindicales estaban tratando de disputar el liderazgo de Perón. Para
Vandor, el plan de lucha tenía más de un objetivo:
- debilitar al gobierno y demostrar a los empresarios y militares cuál era su verdadera fuerza para negociar.
- aparecer como el único líder capaz de manejar a las mayorías obreras, fuera frenándolas o movilizándolas.
- Peronismo sin Perón Vandor La estrategia vandorista era, en ausencia de Perón, invocar su nombre, usar
el poder de presión que le daba la capacidad de movilizar sindicatos obreros y el control de los votos peronistas,
para liberarse de la tutela del líder. La actitud a seguir ante la estrategia de un “Peronismo sin Perón” dividió a la
CGT en dos tendencias: la CGT “Leales” –vandorista- y la CGT “De pie junto a Perón” organizada alrededor del
líder sindical del gremio del vestido José Alonso.
En 1965, el peronismo participo de las elecciones parlamentarias obteniendo el 36% de los votos con el nombre
de Unión Popular, que obedecía a Vandor. Perón, impedido de su retorno, envió al país a su esposa María Estela
Martínez (conocida como “Isabel”) como su representante personal. El candidato de Vandor fue derrotado y el
centro de las decisiones del movimiento volvió a estar en la residencia de Perón en Madrid.
- Fuerzas armadas Desde 1962, los militares azules se asociaron con sociólogos expertos en comunicación social que
fueron encargados de perfilar una nueva imagen del ejército. Los comunicadores presentaron al ejército como legalista,
obediente al poder civil y no deliberativo.
FF.AA debían estar asociadas al desarrollo del país y no mantenidas al margen de los desafíos que este planteaba.
- Política exterior Illia intentó llevar adelante una política exterior independiente de las directivas de EEUU.
Illia adhirió al “Grupo de los 77” de las Naciones Unidas. Pero a diferencia de los países “No Alineados” que
trataban de corregir el desequilibrio histórico entre el norte y el sur, los “77” se ocuparon de negociar con el
norte, en nombre del sur.
El grupo de los 77 nace como iniciativa de los países del Tercer Mundo y del Movimiento de los No Alineados para
tener un instrumento dentro de las Naciones Unidas a fin de influir en la política económica de las grandes
potencias, a través de mejoras en los términos de intercambio, promover la exportación a los países del Primer
Mundo, tarifas compensatorias y mejores precios para las materias primas.
Se formó en 1965 el Instituto para la Integración Latinoamericana (INTAL). Illia tenía la intención de integrar en
una estrategia común a la Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil, para desarrollar la región
conjuntamente, pero no obtuvo el apoyo buscado. Estas ideas pioneras lograrían tomar forma recién en 1991 con
la creación del MERCOSUR y más recientemente, en 2011, con la UNASUR.
Modo de intervención del estado
Política económica “populismo reformista” (fuerte énfasis en el mercado interno, políticas de distribución,
protección del capital nacional) se combinaron con elementos keynesianos: un Estado muy activo en el control y
planificación económica. En esa Línea, el Congreso votó la Ley del Salario Mínimo, Vital y Móvil.
Frente al capital extranjero, se tomaron medidas que terminaron restando el apoyo de los grupos trasnacionales.
Entre esas medidas, anuló los contratos petroleros e impulsó una ley de medicamentos.
Petróleo En 1963, Illia firmó los decretos 744 y 745, que derogaron los contratos petroleros, declarados
“nulos, de nulidad absoluta. Yacimientos Petrolíferos Fiscales será -de acuerdo con la mejor tradición argentina-
la entidad rectora de nuestro desarrollo energético.”
Leyes de medicamentos El sistema de salud fue extendido a todo el país, incrementándose las partidas
presupuestarias. En este rubro, sobresalió la Ley de medicamentos. Dictada en 1964, dispuso el congelamiento de
los precios de los medicamentos y productos medicinales. Se debía analizar la calidad de los mismos y otra para
estudiar los costos. La reacción de los laboratorios fue inmediata. Se lograron probar grandes irregularidades.
Cabe mencionar que a los diez días del derrocamiento de Illia, el general Onganía liberó los precios de los
medicamentos.
Derrocamiento de Illia (1966) El 28 de junio de 1966, el gobierno de Illia cayó. El general Julio Alsogaray, desalojó
personalmente al Presidente. Illia no era el hombre fuerte que buscaban los sectores del poder.
“EL ESTADO BUROCRÁTICO – AUTORITARIO” (1966 – 1973)
Revolución argentina “burocrático-autoritaria” un régimen dirigido/tutelado por el ejército, planificado/
asistenciado por un conjunto de “técnicos” y avalado/respaldado por las cúpulas empresariales. Estos tres
actores confluyeron en el poder para asegurar la subordinación de la sociedad a los intereses de la gran
burguesía, procurando restablecer el orden tanto en la economía (mediante una orientación liberal y
transnacionalizadora) como en la política (despolitizando el conflicto social y excluyendo a los sectores populares
de la participación ciudadana) en pos de garantizar la acumulación del capital en beneficio de las unidades
monopólicas u oligopólicas.
Estado Burocrático-Autoritario (BA) Lo caracteriza de la siguiente manera:
1) Su base social es una burguesía altamente oligopólica y transnacionalizada.
2) Institucionalmente, es un conjunto de organizaciones en el que adquieren peso decisivo las especializadas en la
coacción.
3) Es un sistema de exclusión política de un sector popular previamente activado, al que somete a severos
controles tendientes a eliminar su presencia en la escena política.
4) Dicha exclusión trae aparejada la supresión de la ciudadanía y de la democracia política.
5) Es también un sistema de exclusión económica del sector popular.
BA se caracterizó por la exclusión política y la presencia de las corporaciones industriales en el poder.
La necesidad de acabar con una “guerra interna permanente” de carácter ideológico, articulada al conflicto entre
el capitalismo y el comunismo.
Los regímenes burocráticos desarrollistas tenían como objetivo propiciar el desarrollo acelerado y asociado con el
capital extranjero, evitando generar el debate político y las presiones sociales.
Se extendió la proscripción a todos los partidos dejando en suspenso la actividad política hasta el momento en
que estuviese consolidada una “verdadera democracia representativa”.
En este largo periodo surgen dos etapas:
1) 1955 - 1966: en esta etapa predominaron gobiernos débiles tanto militares como civiles que intentaron
imponer un régimen “semidemocrático” basado en la proscripción del peronismo.
2) 1966 - en adelante: predominaron “gobiernos fuertes”, “que se propusieron transformaciones radicales de la
política. Estos gobiernos fuertes terminaron catastróficamente.
Contexto internacional
El triunfo de la Revolución Cubana y la definición socialista del régimen encabezado por Fidel Castro; y las
experiencias del Che Guevara en Argelia. En Argentina, estos hechos provocaron una toma de posición tanto de
partidos como de agrupaciones políticas y sociales con un dato novedoso: la presencia activa de un nuevo actor
social: los jóvenes.
Estos jóvenes se sintieron movilizados por el ejemplo cubano: la Revolución era posible. En toda América Latina
surgieron, entonces, regímenes autoritarios que buscaron expresamente impedir por la fuerza la expansión de
ideologías cuestionadoras del orden capitalista.
En este contexto de regímenes sustanciados en la Doctrina de la Seguridad Nacional se produjo el nacimiento de
la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) y se desarrollaron estrategias en conjunto para la
capacitación en tácticas de contrainsurgencia.
Contexto local
El golpe: el 28 de junio de 1966 Arturo Illia fue derrocado, no hubo reacción civil o militar en defensa del gobierno
constitucional.
La instauración del Estado burocrático-autoritario
El 28 de junio de 1966 los comandantes en jefe de las tres armas formaron una junta “revolucionaria” que
destituyó al presidente y al vicepresidente, a los miembros de la Corte Suprema. El Congreso, fue disuelto y los
partidos políticos prohibidos. La Constitución Nacional fue reemplazada por el Estatuto de la Revolución
Argentina.
Los dirigentes sindicales otorgaron a Onganía un voto de confianza.
Intervención en la economía
La ruptura del Pacto Social La cúpula sindical peronista decidió también arremeter contra el autor del pacto
social, el ministro de economía, José Ber Gelbard. Así, a la hora de profundizar un plan económico Gelbard se
quedó sin apoyos políticos.
La situación se tornó insostenible cuando el ministro encaró una nueva fase del programa económico, que incluía:
1) La reglamentación de las inversiones extranjeras,
2) Una parcial nacionalización del comercio exterior y
3) Una ley agraria, que apuntaba a lograr un incremento de la productividad en el agro.
A esas alturas, la crisis internacional derivada del aumento del precio del petróleo comenzó a manifestarse en
nuestro país. El plan Gelbard comenzó a ser desconocido por los propios protagonistas.
El ministro Gelbard presentó la renuncia. Lo reemplazó Gómez Morales, un economista proveniente del
peronismo ortodoxo.
Plan de ajustes durante 1975 la situación económica continuó degradándose. El ministro Gómez Morales,
luego de arduas negociaciones con los sindicatos estableció un incremento salarial del 38%. El aumento no fue
convalidado y Gómez Morales terminó siendo reemplazado por Celestino Rodrigo.
En efecto, aplicó drásticas medidas de ajuste que implicaron:
1) Una devaluación del 100%.
2) Un amento brutal de las tarifas de los principales servicios públicos que, en algunos casos, llegó al 200%.
El plan económico impulsado por Rodrigo era una reorientación económica que ponía fin a la política económica
nacionalista y reformista, característica del peronismo, para dar paso a una política de estabilización y ajuste.
El rodrigazo Marcó el fin del modelo sustitutivo de importaciones (ISI) en la Argentina.
El 27 de junio la CGT realizó el llamado a una gran marcha en contra del ajuste. La CGT resolvió cruzar el Rubicón
y enfrentarse a la presidenta antes que las bases desconozcan sus directivas: convocó así a un paro general de 48
horas el 7 y 8 de julio. Es la primera vez en la historia política nacional que las 62 Organizaciones, que la CGT, con
absoluta unanimidad, lanzan un paro contra un gobierno peronista.
La multitud reunida en Plaza de Mayo pidió la cabeza de Rodrigo y de López Rega. Partió días después rumbo al
exterior. Recién el 20 de diciembre de 1975 el gobierno pediría su captura internacional. Finalmente López Rega
regresaría al país un 13 de marzo de 1986, luego de ser detenido por el FBI. Moriría en la cárcel.
Fin del tercer gobierno peronista El golpe de estado llegaría el 24 de marzo de 1976. Después de esa fecha la
Argentina vivirá una modificación profunda de la economía, el entramado social y cultural.
El estado terrorista - La Dictadura (1976-1983)
Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), estuvo vigente un <Estado Terrorista>, sobre la base de
quebrantar el orden constitucional y el Estado de Derecho, desplegó un sistemático uso del terror, como método
de reorganizar las relaciones sociales de la sociedad argentina en tres niveles: a nivel social (a través de la
destrucción de relaciones sociales contestatarias, críticas, de solidaridad y cooperación), a nivel político
(despolitizando a la sociedad y quebrando los proyectos políticos alternativos basados en la justicia y
transformación radical del capitalismo) y a nivel económico (con la destrucción de la industria y la imposición de
un nuevo modelo económico de valorización financiera).
Contexto internacional el populismo se había expresado con más fuerza, y las dictaduras militares
“institucionales” estaban en todo el Cono Sur de América.
Para la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), el comunismo acabaría con las libertades y los derechos
individuales en el país donde se instaurara, por lo tanto, las violaciones a los DD. HH. “necesarias” para evitar la
acción o la instauración del comunismo, eran vistas como un “sacrificio menor”.
Para EE.UU. los golpes militares eran favorables a sus intereses. Los militares eran, la garantía más sólida contra el
peligro del “castro-comunismo”. Había que destruir al “enemigo interno”.
Estado terrorista Del terrorismo estatal se pasó al Estado Terrorista, con plena institucionalización de la
muerte y el terror. ¿Por qué se necesitó un Estado Terrorista?
Porque se requería no sólo la supresión de los mecanismos de representación y expresión de la sociedad civil sino
la imposición de determinados comportamientos sociales con el propósito último de lograr la reconversión del
modelo económico de la Nación.
La dictadura de 1976, fue la expresión política de un nuevo patrón de acumulación internacional y nacional
basado en la valorización financiera. Era imprescindible expulsar fuerza de trabajo, ya no se requerían tantos
obreros dado que la producción de bienes de capital, indumentaria y otras mercancías, dejaban de ser el eje de la
economía argentina. Claro que este proceso no se desarrolló sin conflictos ni resistencia. Los obreros no iban a
permitir pasivamente la conformación de una nueva economía que los excluía del proceso de producción, y de los
derechos a la vivienda, a la salud, a la educación, a un salario mínimo y móvil, etc. Durante el peronismo habían
conseguido efectivizar un conjunto de derechos sociales y laborales significativos. En muchos aspectos, el
movimiento obrero de la Argentina era uno de los más importantes, si no el más importante de América Latina,
con una conciencia de clase muy fuerte. Por esta razón, las nuevas reformas estructurales diseñadas por el
Ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz, no podían ejecutarse con un Estado autoritario, como el de
la Revolución Argentina. Era preciso un Estado Terrorista, ya que era imposible militarizar todo el aparato
productivo para lograr un cambio en el patrón de acumulación del capital.
Sistema político
Fue una dictadura institucional porque las FF.AA establecieron e hicieron efectivas una serie de normas para la
sucesión en el ejercicio del Gobierno, asegurando la continuidad. No era institucional por el respeto a las
instituciones democráticas sino porque se proponían institucionalizar un nuevo orden.
Dictadura institucional Las FF.AA elaboraron un acta con los “Propósitos y Objetivos básicos” del Gobierno de
Facto. Dentro de esta dictadura institucional la Junta Militar se asumía plena de poderes: (Ejecutivo, Legislativo y
Judicial). En esta junta estaban representadas, a su vez, las tres Fuerzas (El Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea),
lo cual sirvió para frenar algunas apetencias personales.
El 24 de marzo de 1976 una junta militar integrada por los tres comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas
derrocó al gobierno constitucional encabezado por María Estela Martínez de Perón. Las Fuerzas Armadas
asumieron el poder político como representantes de los intereses de los grandes grupos económicos.
Los militares impondrían el orden y dejarían paso a los civiles una vez “pacificada” la sociedad.
El respaldo de la sociedad civilEl pretorianismo, “es la aceptación de la participación de los militares en la
esfera política”. Sin apoyo civil, los golpes militares no hubieran tenido lugar.
Los medios de comunicación y la sociedad amordazada La instalación en el poder del gobierno de facto a partir
de marzo de 1976 contempló, desde el comienzo, una estrategia sistemática de utilización de los medios de
comunicación como herramienta de construcción y circulación del discurso oficial.
La dictadura apeló a la persecución de medios y personas en función de alcanzar sus objetivos en la denominada
“lucha antisubversiva”. Abarcó todos los aspectos de la vida cotidiana.
Los integrantes de la junta y los presidentes Pocos días después, la junta designó como presidente a uno de
sus integrantes, el jefe del Ejército, Jorge Rafael Videla.
Presidentes de facto
Jorge Rafael Videla (29 de marzo de 1976 – 29 de marzo de 1981)
Roberto Viola (29 de marzo – 11 de diciembre de 1981)
Leopoldo Galtieri (22 de diciembre de 1981 – 18 de junio de1982)
Reynaldo Bignone (1 de julio de 1982 – 10 de diciembre de1983)
Las primeras medidas fueron el establecimiento de la pena de muerte para quienes hirieran o mataran a
cualquier integrante de las fuerzas de seguridad, la clausura del Congreso Nacional, el reemplazo de todos los
miembros de la Corte Suprema de Justicia y del Poder Judicial por jueces adictos al nuevo régimen, el
allanamiento y la intervención de los sindicatos.
¿Unión dentro de las FF.AA? Las Fuerzas Armadas lograron estar durante casi todo el proceso cohesionadas
con el único objetivo de acabar con la subversión. A diferencia de los militares “revolucionarios argentinos” de
1966, los militares “procesistas” de 1976 no hablaban de tiempos para acabar con el enemigo interno y
transformar la estructura del país, sino de objetivos. Y estos objetivos, a su vez, no tenían plazos.
La doctrina de Seguridad Nacional (DSN) En el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), los militares
argentinos, en su carácter de guardianes del “contrato social”, desplegaron todo un aparato represivo hacia
quienes atentaban contra el sagrado “bien común”. Así fue como tomaron a la DSN como base ideológica para
reprimir y matar. Los militares se propusieron abiertamente acabar con la subversión interna (montoneros).
Sin embargo, el golpe del 24 de marzo de 1976 respondió más a cuestiones estructurales para modificar el patrón
de acumulación del capital, la distribución del ingreso y la inserción internacional de la Argentina.
En el momento en que la violencia estatal asumió parámetros mucho más radicalizados, en 1976, los grupos
armados contestatarios estaban prácticamente neutralizados.
La “teoría de los dos demonios”, defendida por la UCR, según la cual un demonio era la guerrilla, el otro demonio
los militares y en el medio había una población que no tenía nada que ver con nada. “Una vez derrotados los
movimientos guerrilleros en América Latina, el terrorismo propiciado por el estado se desplegó como un
mecanismo de control social sobre la población.
No se pretendió destruir solamente a los cuerpos (a los 30.000 desparecidos) sino más bien a las relaciones
sociales de autonomía, resistencia y solidaridad que estos sujetos encarnaban. El aniquilamiento del cuerpo se
consideraba estratégico en tanto fuera capaz de clausurar relaciones sociales específicas.
Se desplegaban métodos de tortura para obtener información.
Centros clandestinos de detención se trató de una acción terrorista, dividida en cuatro momentos principales:
el secuestro, la tortura, la detención y la ejecución. Se sufrió simulacros de fusilamiento entre otros actos de
sufrimientos.
Los CCD fueron organizados con una estructura y un régimen de funcionamiento similar. Todos contaban con una
o más salas de torturas, amplios espacios para mantener a los desaparecidos siempre en condiciones de gran
precariedad, y un centro de viviendas para los torturadores y guardias. Casi todos tenían servicio médico.
El objetivo era claro y estaba dirigido para “los de afuera”, como un mensaje aterrador sobre las consecuencias
de la acción contestataria. Los primeros CCD fueron instalados en 1975. En ese año ya estaban en funcionamiento
la Escuelita en Tucumán y el Campito en Buenos Aires.
La desaparición de personas como método represivo, fue introducida en la Argentina por la escuela militar
francesa. Las desapariciones se produjeron masivamente entre 1976-1978. Al desparecer los cuerpos, por un
lado, se dificultaba la prueba del cuerpo del delito, y por el otro, el desconocimiento del destino de los
desaparecidos infundía terror en las víctimas y en la sociedad. Así se dio una producción de desconocimiento.
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo El grupo de las Madres de Plaza de Mayo se formó en 1977, en plena
dictadura, con el fin de recuperar con vida a los detenidos desaparecidos.
Las abuelas se dedicaron a los niños que fueron secuestrados junto con sus padres y no habían reaparecido, y a
las jóvenes que, secuestradas estando embarazadas, se supone habían dado a luz en prisión.
El mundial de fútbol/1978 Las organizaciones internacionales de derechos humanos ya estaban presionando.
Este campeonato fue, ciertamente, una formidable operación de búsqueda de consenso y legitimidad.
Derechos Humanos El objetivo era neutralizar las denuncias realizadas por sobrevivientes de los centros
clandestinos de detención, los exiliados y familiares de las víctimas en el exterior, que la dictadura llamó
"campaña anti argentina".
La CIDH abrió tres oficinas en todo el país, que del 6 al 20 de septiembre de 1979 recibieron 5580 denuncias de
secuestros y desapariciones. En la República Argentina se cometieron–1975 a 1979– numerosas y graves
violaciones a los derechos humanos”.
¿Crímenes de lesa humanidad o Genocidio? “Crímenes de Lesa Humanidad”. La definición de crimen contra la
humanidad o crimen de lesa humanidad recogida en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional
comprende las conductas tipificadas como asesinato, exterminio, deportación o desplazamiento forzoso,
encarcelación, tortura, violación, prostitución forzada, esterilización forzada, persecución por motivos políticos,
religiosos, ideológicos, raciales, étnicos, de orientación sexual u otros. Estos actos también se denominan
crímenes de lesa humanidad. Para Feierstein (2007), se trata de un acto de genocidio “político”, a partir del cual
se buscó la destrucción parcial o total de una porción significativa de la población argentina.
Fin de gobierno de Videla/1981 se fueron debilitando las pretensiones de producir un nuevo orden y un nuevo
ciclo histórico. El aislamiento del régimen, el descontento social y las presiones internacionales, contribuyeron a
debilitar su gobierno. El gobierno de Videla no tuvo otro proyecto político que el de sostener decididamente el
plan de reestructuración capitalista de Martínez de Hoz, es decir la imposición del modelo conservador y
excluyente.
Asume Viola/1981 La débil apertura política Su gobierno adquirió un carácter polémico, siendo cuestionado
desde las propias filas de la institución militar. Su intento de entablar relación con los partidos tradicionales y
llevar adelante una moderada “apertura política” empeoró la situación. La Argentina a principios de 1981 había
empezado a movilizarse. Una sociedad comenzaba a recomponer un espacio democrático y a reconquistar el
respeto de sí misma.
Asume Galtieri El descontento de Galtieri con el gobierno de Viola lo llevaron a ocupar en noviembre del
mismo año la presidencia de la junta militar y, un mes más tarde, a destituir a Viola para ocupar la Presidencia de
la Nación. Durante su gobierno, Galtieri retuvo el control directo de las Fuerzas Armadas.
La restricción del gasto público, la compresión del circulante, la privatización de bienes estatales y el
congelamiento de los salarios llevaron a una gravísima depresión económica. La recesión llevó al cierre de
numerosas industrias.
La guerra de Malvinas/1982 El fracaso del proyecto económico, el desprestigio del gobierno, la débil unidad de
las FF.AA y el despertar de la sociedad civil explican la decisión del gobierno militar de recuperar las Islas
Malvinas. El campo de la izquierda se dividió.
“Toda reivindicación del 2 de abril es, necesariamente, una reivindicación de un acto de la dictadura”.
Asume Bignone /Julio de 1982 El presidente Galtieri anunció la rendición. Crisis institucional más grave del
Estado terrorista. La disolución de la Junta Militar, con la partida de la Fuerza Aérea y la Armada, fue el punto más
alto de la crisis del régimen. La unidad de las FF.AA estaba quebrada.
Se mencionaba que debería cumplir con un período de gobierno limitado, que no podría superar los primeros
meses de 1984 y que la institucionalización sería acordada con los dirigentes políticos.
LA GRAN TRANSFORMACIÓN ECONÓMICA La violencia del Estado al servicio de la violencia del mercado
En 1976 se comenzó un proceso de reconversión económica y social que era, en parte, un eco de la crisis mundial
desatada en 1973 como consecuencia del alza en los precios del petróleo.
Respecto del modelo económico Luis Alberto Romero (1994) diferencia
1) una economía imaginaria: hace referencia a un conjunto de medidas que supuestamente iban a devolverle a la
Argentina su rango como potencia mundial. Esta transformación fue conducida por José Martínez de Hoz,
ministro de La economía imaginaria economía durante los 5 años de presidencia de Videla.
La política de transformación económica se apoyó en dos grandes columnas: a) la apertura económica y b) la
reforma financiera de 1977, ambas muy a tono con lo que propondría el Consenso de Washington, en los ‘90.
a) Apertura económica. Con la apertura comercial, la protección a la industria despareció y el consecuente
aluvión de productos importados que eran más baratos que los nacionales terminó prácticamente con la
industria que no podía competir con semejantes niveles de productividad y eficiencia que imponía el mercado
mundial.
b) La Ley de Entidades Financieras (1977) constituyó la base jurídica de la Reforma Financiera de 1977. Esta
reforma se basaba en las supuestas virtudes del mercado como mecanismo asignador de recursos y fijador de
precios, y condenaba al mismo tiempo la intervención estatal en el sistema financiero.
2) una economía real: hace referencia a los efectos concretos que tuvo el conjunto de medidas neoliberales. En
un contexto de liberalización creciente del mercado internacional de capitales, la nueva orientación desarticuló
los instrumentos de intervención estatal característicos del modelo de industrialización por sustitución de
importaciones vigentes hasta el momento. La transformación que se propusieron, ciertamente, fue grande. Con
la dictadura militar de 1976 se interrumpió el modelo de industrialización sustitutiva y se construyó un nuevo
modelo de acumulación: el sistema de valorización financiera.
las consecuencias más importantes del nuevo modelo de acumulación fueron: a) la concentración del ingreso, b)
el crecimiento de la deuda externa, c) la desindustrialización de la economía argentina , d) la desocupación en
sectores de la clase media y los trabajadores industriales y ) un aumento de la pauperización social y
fragmentación de los sectores populares.
Fin de la dictadura Jaqueado por las crecientes protestas sociales, la presión internacional por las violaciones a
los derechos humanos, y la derrota en la guerra de las Malvinas, la Junta Militar decidió finalmente entregar el
poder en 1983. La campaña presidencial de 1983 opuso al candidato peronista Ítalo Luder (quien rechazaba una
revisión de lo sucedido durante la dictadura otorgando legalidad a la ley de autoamnistía dictada por los
militares), y al radical, Raúl Alfonsín (favorable al enjuiciamiento de los máximos responsables del terrorismo de
estado). El 30 de octubre de 1983 Alfonsín venció con el 52% de los votos provocando la primera derrota
electoral del peronismo en la historia.
El Estado posdictatorial (1983-2001)
Contexto internacional El nuevo orden mundial empezaba a caracterizarse por dos procesos: la globalización y
la regionalización. Si por un lado “todos estamos conectados en una gran aldea global”, por el otro lado, resulta
evidente la formación de tres bloques regionales hegemónicos: 1) Estados Unidos-Canadá, 2) Europa y 3) Asia
Oriental.
El proceso institucional por el que los gobiernos de facto y dictatoriales de América Latina iniciaron una etapa de
transición a un régimen democrático ha sido interpretado en una doble categoría: ha dividido las transiciones
entre “pactadas” y “no pactadas” (también llamadas “por colapso”). Las transiciones pactadas significaron la
continuidad de las estructuras, las elites y las prácticas políticas de los regímenes autoritarios.
Los resultados fueron “transiciones conservadoras pactadas”. La transición por colapso se produce, por el
contrario, luego de una derrota militar externa o bien por una profunda crisis interna del régimen autoritario. Es
el caso de Argentina, en donde el colapso se produce, entre otros factores importantes por la derrota de los
militares en la guerra.
Podemos dividir al Estado democrático posdictatorial en dos grandes etapas, la primera con tres gobiernos: 1)
periodo de transición, con el gobierno de Raúl Alfonsín, 2) período de consolidación democrática, con el gobierno
de Carlos Menem, con reelección y 3) período de crisis y derrumbe de la democracia neoliberal, con el gobierno
de De la Rúa, que no terminó su mandato. A pesar de las particularidades de cada gobierno, un factor común de
la primera etapa fue la deliberada reducción o achicamiento del Estado a nivel político, económico y social.
Periodo 1983 – 2001 define la transición como “un proceso, extendido en el tiempo, cuya 1) primera fase es el
inicio de la descomposición del régimen autoritario, 2) la segunda, la instalación de un régimen político
democrático que se continúa en un 3) tercer momento, en el cual, en medio de fuertes tensiones, se procura
consolidar el nuevo régimen”.
Para Ansaldi, una democracia está consolidada cuando todos los actores políticos importantes comprenden que
no hay opciones fuera del sistema democrático, y que apostar al golpe de Estado cívico militar ya no era una
opción como en las décadas de 1960 y 1970.
En este marco podemos afirmar que:
1) En el gobierno de Alfonsín (1983-1989) primó el factor de la transición al tiempo que existió una débil
consolidación democrática.
2) En el gobierno de Menem se consumó la transición, primando una fuerte consolidación democrática (de tipo
neoliberal).
3) En el gobierno de De la Rúa entró en crisis la hegemonía neoliberal hasta su fractura en el 2001.