2.5 y 2.6 (2)

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IES ARQUITECTO VENTURA RODRÍGUEZ. DPTO. GEOGRAFÍA E HISTORIA.

FERNANDO DE MIGUEL GARCÍA

2.5. LOS REINOS CRISTIANOS EN LA EDAD MEDIA: ORGANIZACIÓN


POLÍTICA, RÉGIMEN SEÑORIAL Y SOCIEDAD ESTAMENTAL.

En los reinos cristianos se fueron fortaleciendo desde el siglo XI las monarquías con la
adopción del Derecho Romano. En el reino de León, a partir de la Curia Regia, que era
una asamblea de nobles y eclesiásticos, surgieron en 1188 las primeras Cortes, cuando
se sumaron los representantes de las ciudades. Después surgieron las Cortes en Aragón.
Navarra alcanzó una gran expansión con el rey Sancho III el Mayor (de este reino
surgirá Castilla, Aragón y león) Castilla se transformó en reino con Fernando I y se unió
temporalmente a León con Alfonso VI y definitivamente con Fernando III. Cataluña se
unió a Aragón con el matrimonio del conde Ramón Berenguer IV y Petronila, hija de
Ramiro II de Aragón en 1164.

El Régimen Señorial fue la organización social, económica y jurídica propia de la Edad


Media en España, en algunos aspectos equivalente al feudalismo europeo (pervivió
hasta 1812). Surgió en los reinos cristianos del norte y se extendió al resto del territorio
con la reconquista. El señorío era un latifundio que era donado a un noble o monasterio
como pago a un servicio. En los señoríos se creaba un vínculo de dependencia entre los
campesinos, que perdían su libertad y se convertían en siervos, y los señores. Los
señoríos podían ser de realengo, eclesiásticos o propiamente señoriales; estos últimos se
dividían en dos tipos: los solariegos (en los que los señores cobraban rentas o impuestos
por el uso de la tierra) y los jurisdiccionales (donde además del cobro de impuestos el
señor administraba justicia).

La estructura social que se formó durante la Edad media se mantuvo con pocos cambios
hasta el siglo XIX. Se trata de la sociedad estamental, formada por estamentos que son
grupos sociales cerrados caracterizados por tener o no privilegios. La nobleza ocupaba
el escalón más alto y era de carácter hereditario; el clero era diverso, jerarquizado pero
era estamento privilegiado al no pagar impuestos; el campesinado era no privilegiado,
pagaba impuestos y en su mayoría estaba adscrito a la tierra, aunque también hubo
pequeños propietarios libres.

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2.6. ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LA CORONA DE CASTILLA, DE LA


CORONA DE ARAGÓN Y DEL REINO DE NAVARRA AL FINAL DE LA EDAD
MEDIA.

Los tres reinos mostraban grandes diferencias a nivel de organización política. Castilla
era el reino más grande (integrado por Galicia, León, Castilla, el señorío de Vizcaya y
las tierras reconquistadas del sur). La monarquía había ido concentrando cada vez más
poder gracias a la adopción del derecho romano¹. Los territorios castellanos
adquirieron mayor uniformidad jurídica y se produjo un aumento del centralismo
gracias a dos importantes códigos: El Código de las Siete Partidas, de Alfonso X y el
Ordenamiento de Alcalá, de Alfonso XI.

La administración central de Castilla contaba con las siguientes instituciones: El


Consejo Real, formado por nobles, eclesiásticos y juristas funcionaba como
instrumento de gobierno; la Chancillería o Audiencia: era el alto tribunal de justicia
(Valladolid, 1371); Hacienda: el contador mayor supervisaba el cobro de impuestos y
en 1436 se creó la Casa de Cuentas de Valladolid, que cobró impuestos como la alcabala
y el montazgo²; nuevos funcionarios como el Mayordomo para la burocracia y para
asuntos militares el Condestable y el Almirante³; las Cortes tuvieron una función
consultiva y los monarcas las fueron controlando cada vez más. En la administración
territorial, los municipios (concejos) fueron controlados por la monarquía a través de
regidores y corregidores⁴.

El reino de Aragón estaba compuesto por cuatro territorios diferenciados: Aragón,


Cataluña, Valencia y Mallorca, que conservaron una relativa autonomía. En Aragón no
se produjo el proceso de fortalecimiento de la monarquía y la centralización que tuvo
lugar en Castilla. Se trataba de una “monarquía pactista” en la que el rey tenía limitado
su poder por las normas, derechos, tradiciones, es decir, los fueros que representaban las
Cortes (el rey para gobernar debía pactar con los representantes del reino). Las Cortes
tenían además una función legislativa y cada territorio tenía las suyas. Se abrían con una
sesión de agravios. Para vigilar el cumplimiento de las normas que en ellas se acordaban
se creó la Diputación del General; la primera fue la Generalitat de Cataluña, creada en
1359, que se encargaba de vigilar que se cumplieran las leyes, el control de los
impuestos y tomaba juramento a los funcionarios del rey. Otra institución
exclusivamente aragonesa fue el Justicia de Aragón, juez supremo para toda la Corona.
También, como en Castilla se crearon, aunque más tarde, el Consejo Real y la
Audiencia. En la administración territorial, los concejos gozaron de libertad y no eran
casi controlados por la Corona; los municipios eran gobernados por un patriciado
urbano, como el Consell de Cent, de Barcelona.

Navarra, después de haber estado bajo el control de la monarquía francesa, volvió a


tener en el siglo XIV relación con los reinos peninsulares (dinastía Evreux). Las Cortes
cobraron protagonismo, representaban los derechos y fueros de los habitantes del reino.
El rey Carlos II creó la Cámara de Comptos, un eficaz tribunal de cuentas que
controlaba los impuestos del reino.

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1. En las universidades se recuperó el derecho romano. La primera universidad fue la de Palencia (Estudios Generales
de Palencia) que fue trasladada a Salamanca.

2. Alcabala: impuesto aplicado al vendedor en una compraventa. Montazgo: impuesto sobre el tránsito de ganado.

3. El título de Condestable de Castilla fue creado por Juan I de Castilla y tenía como función el mando del ejército y
la representación del rey en caso de que éste se ausentara. El título se convirtió en hereditario desde que Enrique IV
en 1473 lo otorgara a un Velasco. El Almirante fue un título creado por Fernando III el Santo en el siglo XIII para
dirigir la Armada; residía en Sevilla, ciudad donde se armaba la flota. El título recayó en la familia Enríquez.

4. Los regidores eran los alcaldes de los municipios y los corregidores eran funcionarios que representaban al rey y
controlaban demarcaciones territoriales llamadas corregimientos.

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