8. TP Tensión arterial (1)
8. TP Tensión arterial (1)
8. TP Tensión arterial (1)
TENSIÓN ARTERIAL
La toma de signos vitales es de gran importancia para obtener, de manera objetiva, la información sobre la
cual se harán la anamnesis y la posterior toma de decisiones terapéuticas para nuestros pacientes. Por eso,
conocer la técnica correcta para obtener la cifra de tensión arterial constituye un aspecto de la mayor
relevancia para él profesional de la salud en su quehacer cotidiano con los pacientes.
La importancia de la hipertensión arterial como problema de salud pública radica en su rol causal de
morbimortalidad cardiovascular. La prevalencia mundial de HTA en el año 2000 se estimó en 26,4%. Para el
año 2001 se le atribuyen 7,6 millones de muertes prematuras (13,5% del total) y 92 millones (6% del total) de
años de vida saludables perdidos. La HTA es el principal factor de riesgo para enfermedad cerebrovascular
(ECV) y enfermedad coronaria. Se le atribuye el 54% de las ECV y 47% de la enfermedad cardíaca
isquémica.
El desarrollo de HTA está estrechamente ligado a los estilos de vida actuales. La alimentación inadecuada con
alto contenido de sodio, grasa y calorías, la inactividad física y el uso nocivo de alcohol aumentan el riesgo de
desarrollar HTA y otros factores de riesgo cardiovasculares. Dentro de ellos es importante destacar la obesidad
que actualmente constituye, por su crecimiento exponencial, un factor de riesgo de desarrollar HTA de gran
magnitud y responsable del aumento de su prevalencia a edades más tempranas. A su vez, factores como el
aislamiento social, estrés laboral, crisis vitales, ansiedad y/o depresión, podrían contribuir al desarrollo de
HTA.
La adopción de estilos de vida saludable basados en una alimentación adecuada, reducida en sodio, la práctica
regular de actividad física, la prevención del consumo de tabaco y del uso nocivo de alcohol, la prevención y
el tratamiento de la obesidad e intervenciones tendientes a controlar el estrés, contribuyen a prevenir el
desarrollo de la HTA y las enfermedades cardiovasculares.
La hipertensión arterial corresponde a la elevación persistente de la presión arterial (PA) sobre límites
normales, que por convención se ha definido el límite de presión sistólica (PAS L) en 140 mmHg y límite de
presión diastólica (PAD L) en 90 mmHg. La presión arterial es una variable continua, por lo tanto no existe un
punto de corte para definir el umbral bajo el cual los valores de PA son normales. La PA tiene una relación
muy estrecha, continua y graduada con el desarrollo de ECV, infarto agudo del miocardio (IAM), insuficiencia
renal, enfermedad arterial periférica y todas las causas de muerte cardiovascular. Esta asociación es más fuerte
para la presión arterial sistólica que para la diastólica. La relación continua de presión arterial y riesgo
cardiovascular aumenta progresivamente, de tal manera que el valor óptimo de presión arterial sería 115/75
mmHg.
Los niveles elevados de presión arterial producen cambios estructurales en el sistema arterial que afectan
órganos nobles, tales como cerebro, corazón, riñón, determinando las principales complicaciones de esta
enfermedad, que en orden de frecuencia son: ECV, enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca, insuficiencia
renal y ateromatosis periférica. Tradicionalmente se ha clasificado la HTA en primaria o esencial, que
corresponde a la mayoría de los hipertensos, en que el mecanismo inicial del proceso se desconoce. Y por otra
parte, la hipertensión secundaria, que corresponde a un 5-10% de los hipertensos, en que la hipertensión tiene
una causa identificable.
No existe una clasificación mundial, única, para la Presión Arterial. Éstas se clasifican en base al consenso de
expertos (Tabla 1).
Tabla 1. Clasificación de la Presión arterial (PA mmHg) según la Sociedad Argentina de Cardiología.
Basado en lo anterior, para confirmar el diagnóstico se ha utilizado el perfil de PA, que consiste en realizar al
menos dos mediciones adicionales de presión arterial en cada brazo, separados al menos 30 segundos, en días
distintos y en un lapso no mayor a 15 días. Si los valores difieren por más de 5 mmHg, se debe tomar lecturas
adicionales hasta estabilizar los valores. Se clasificará como hipertenso a personas cuyo promedio de
mediciones sea mayor o igual a 140/90 mmHg. En la evaluación inicial se toman mediciones en ambos brazos
y para las mediciones posteriores, se elige aquel brazo con valor de presión arterial más alta.
Instrumento De Medición
El instrumento estándar recomendado para la medición es el esfigmomanómetro de mercurio y fonendoscopio.
Es importante destacar que existe suficiente evidencia de la toxicidad del mercurio y su impacto adverso en el
medio ambiente. Considerando que el sector salud es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de
mercurio, las naciones y organizaciones mundiales han reunido sus esfuerzos para impulsar el abandono de
instrumentos que lo contengan. En el caso de los esfigmomanómetros, éstos se pueden reemplazar por equipos
digitales (automáticos o semiautomáticos) validados. Estos deben ser revisados cada 6 meses, calibrándolos
contra un esfigmomanómetro de mercurio y los desperfectos deben ser reparados en los servicios técnicos
correspondientes.
Pasos A Seguir
Ya sean manuales o aneroides, los equipos están compuestos por un brazalete, una bomba unida, un
estetoscopio y un medidor.
Estos equipos necesitan coordinación. Es difícil usarlos si tienes problemas visuales o auditivos, o si no
puedes realizar los movimientos con las manos, necesarios para apretar la ampolla e inflar el brazalete.
Para comenzar, coloca el brazalete en la parte superior del brazo sin ropa, unos 2,5 cm a 3 cm arriba de donde
se dobla el codo. Tira del extremo del brazalete para que quede ajustado en forma pareja alrededor del brazo.
Debes colocarlo lo suficientemente ajustado como para que solo entren dos dedos debajo del extremo superior
del brazalete. Asegúrate de que no pellizque la piel cuando se infle el brazalete.
Una vez colocado el brazalete, coloca el disco del estetoscopio boca abajo debajo del brazalete, justo en la
parte interior de la parte superior del brazo.
A continuación, colócate los auriculares del estetoscopio en las orejas, orientados hacia adelante, apuntando
hacia la punta de la nariz. Sostén el medidor en la palma abierta de la mano en la que tienes el brazalete para
que puedas verlo bien.
Luego aprieta la bomba rápidamente con la otra mano hasta que el medidor indique 30 puntos por encima de
la presión sistólica habitual. (Asegúrate de inflar el brazalete rápidamente). Deja de apretarlo. Gira la perilla
de la bomba hacia el sentido contrario a las agujas del reloj para que el aire salga lentamente.
Deja que la presión disminuya 2 milímetros, o líneas del dial, por segundo mientras escuchas el sonidos de
korotkoff. Observa la lectura cuando escuches el primer sonido korotkoff: Esa es la presión sistólica. Observa
cuando ya no escuches los sonidos de korotkoff: Esa es la presión diastólica; registra los números obtenidos.
Si las condiciones no se ajustan a lo óptimo tomar en cuenta los recaudos sugeridos por la OPS:
El aparato cardiovascular tiene la función de proporcionar a los músculos ejercitantes el oxígeno y nutrientes
necesarios. Para cumplir con esta demanda, el flujo sanguíneo muscular aumenta drásticamente durante el
ejercicio; pudiendo tener un incremento de 25 veces en comparación al flujo en reposo. Uno de los factores
implicados es el aumento de la presión arterial, siendo éste de un 30% más durante el ejercicio. El aumento de
la presión no sólo provoca el paso de mayor cantidad de sangre a través de los vasos sanguíneos, sino que
además distiende las paredes de las arteriolas y reduce, por tanto, la resistencia vascular.
El aumento de la presión arterial durante el ejercicio es consecuencia principalmente de efectos del sistema
nervioso. Al mismo tiempo que se activan las zonas motoras cerebrales para iniciar el ejercicio, se activa
también la mayor parte del sistema activador reticular del tronco del encéfalo, que incluye una estimulación
mucho mayor de las zonas vasoconstrictoras y cardioaceleradoras del centro vasomotor. Estos efectos
aumentan la presión arterial de forma instantánea para mantener la sincronización con el aumento de la
actividad muscular.
Durante el ejercicio, el aumento intenso del metabolismo en los músculos esqueléticos activos actúa
directamente en las arteriolas musculares para relajarlos y permitir el acceso adecuado del oxígeno y otros
nutrientes necesarios para mantener la contracción muscular. Evidentemente, así se produce un descenso
importante de la resistencia periférica total, lo que normalmente también disminuiría la presión arterial. No
obstante, el sistema nervioso lo compensa inmediatamente. La misma actividad cerebral que envía las señales
motoras a los músculos envía señales simultáneamente a los centros nerviosos autónomos del cerebro para
provocar la actividad circulatoria, provocando la constricción de las venas grandes y el aumento de la
frecuencia y de la contractilidad del corazón. Todos estos cambios actúan en conjunto aumentando la presión
arterial por encima de lo normal, lo que a su vez empuja aún más el flujo sanguíneo a través de los músculos
activos.
BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
● Sevilla Guevara, Francesc. Conceptos básicos de electrocardiografía. Apuntes Escuela Online de Salud. Barcelona. 2019.
● Huszar. Conceptos básicos de ECG. En: Interpretación del ECG, monitorización y 12 derivaciones, 2017.
● Shirley A Jones. Notas de ECG. Guía de Interpretación y manejo. 2Ed, 2012.
● HEARTS en las Américas: medición de la presión arterial – OPS: Organización Panamericana de la Salud. Link
● Cálculo de la Frecuencia Cardiaca. Link: https://www.my-ekg.com/como-leer-ekg/frecuencia-cardiaca.html. Consultado el
07 de octubre de 2021.
● Guía Clínica Hipertensión Arterial Primaria O Esencial En Personas De 15 Años Y Más. Ministerio De Salud. Santiago
Chile , 2010.
● Guía de Práctica Clínica (GPC) Nacional de Prevención, Diagnóstico y Tratamiento de la Hipertensión Arterial. Ministerio
De Salud. Buenos Aires. 2019.
● Gómez-León Mandujano, Amir; Morales López, Sara; Álvarez Díaz, Carlos de Jesús. Técnica para una correcta toma de la
presión arterial en el paciente ambulatorio. Rev. Fac. Med. (Méx.) vol.59 no.3 Ciudad de México. 2016.
● Consenso Argentino de Hipertensión Arterial. Sociedad Argentina de Cardiología. Rev. Argentina de Cardiología. vol.86
no.2 Ciudad de Buenos Aires. 2018
Trabajo práctico: Tensión Arterial
OBJETIVOS
●
Conocer los pasos para una correcta medición de la tensión Arterial por medio de equipos
aneroides manuales y digitales.
● Conocer la importancia de los valores de la presión arterial, sus valores normales y sus
desviaciones.
● Conocer la importancia de la frecuencia cardiáca y la correcta medición del pulso radial
CONSIGNAS
En grupos de 5 alumnos, realizar las siguientes consignas:
1. Realizar la toma de la tensión arterial a los compañeros del grupo, respetando el protocolo de
medición aprendido. Registrar los valores en la Tabla N°1
2. Realizar la medición del pulso radial a los compañeros del grupo, estableciendo la frecuencia
cardíaca por minuto (latidos/minuto). Registrar los valores en la Tabla N°1
3. Un alumno por grupo deberá realizar alguna actividad física (caminata ligera - trote - jumping
jacks) por 2 minutos, luego los demás integrantes del grupo deberán realizarle las mediciones de
presión arterial máxima y mínima y frecuencia del pulso radial cada 2 minutos hasta que vuelva a
sus valores previos. Registrar los valores en la Tabla N°2
5. Realizar un informe individual de no más de una carilla con los valores registrados en las Tablas
N°1 y N°2 y la interpretación realizada del Gráfico N°1 y subir al aula virtual.
Tabla N°1. Valores de Presión Arterial y Frecuencia cardiáca de los integrantes del grupo
4 minutos
6 minutos
8 minutos
Gráfico N°1. Valores de Presión Arterial Máxima y Mínima en función del tiempo
Referencias de color:
Presión Arterial Máxima (Sistólica)
Presión Arterial Mínima (Diastólica)