N 701184F0218

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Fs.

440

Nº 701/18/4F-502/18
``FERNANDEZ MARIA CECILIA CONTRA GONZALEZ DIEGO DANIEL POR
COMPENSACION ECONOMICA

Mendoza, 18 de octubre de 2.019.


AUTOS, VISTOS Y CONSIDERANDO:
1) Llega la causa a conocimiento de este Tribunal en razón del recurso de apelación
impetrado a fs. 379 apartado III por el demandado contra la resolución de fs. 367 y vta. y su
aclaratoria de fs. 368, por las que se rechaza la excepción de incompetencia planteada por
el apelante, se le imponen las costas por resultar vencido y se difiere la regulación de los
honorarios profesionales.
2) Para resolver así, la juez argumenta que: a) si bien la unión convivencial
transcurrió en la Ciudad de Buenos Aires, a su cese la actora fijó domicilio en Mendoza,
por lo que la competencia de la justicia de familia de esta provincia se encuentra habilitada
en razón de lo prescripto por el art. 719 del CCyC, poniéndose así en juego los principios
de inmediación y residencia efectiva del beneficiario del derecho en litigio; y b) la
competencia del juez mendocino también se funda en que existe conexidad con la causa por
alimentos de la hija de la pareja; y c)
3) A fs. 390/395 el apelante funda su recurso y pide que se revoque la resolución apelada y
se haga lugar a la excepción de incompetencia deducida.
En síntesis, argumenta que: a) no existe conexidad entre el juicio de alimentos de la hija
menor de edad de las partes y esta causa, en la que la actora reclama al demandado la
fijación de una compensación económica por el cese de la unión convivencial o, en
subsidio, su liquidación, porque las partes y las pretensiones son diferentes, el principio de
inmediación sólo resulta aplicable en materia alimentaria y las reglas de competencia de
orden público que las rigen son distintas; b) el cambio de domicilio de la actora a Mendoza
no fue acordado entre las partes, sino que ésta lo modificó en forma unilateral y, con
posterioridad, se formularon convenios de alimentos y régimen de comunicación de la hija
supuestos en los que sí se debe priorizar la inmediación pero no sobre la unión
convivencial, por lo que, a elección de la demandante, son competentes los tribunales del
último domicilio convivencial o del domicilio del demandado, ambos situados en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires (cfr. art. 718 del CCyC); c) el art. 719 del CCyC, que en
materia de alimentos y pensiones compensatorias entre cónyuges y convivientes amplía la
competencia a los jueces del domicilio del beneficiario y del lugar donde debe ser cumplida
la obligación, sólo resulta aplicable en aquellos casos en los que por sentencia judicial o
pactos convivenciales previos se ha fijado una compensación económica ya que, caso
contrario, la parte actora no revestiría la calidad de ``beneficiario , sino simplemente de
peticionante, por lo que en estos supuestos se debe aplicar al art. 718 del CCyC; d) la
aplicabilidad de esta norma resulta más clara aún si se considera que en forma subsidiaria la
actora plantea la división de bienes de la unión convivencial con fundamento en la
aplicación de los principios generales del enriquecimiento sin causa; y e) la inmediación de
la juez lo es sólo respecto de la actora porque es en la Ciudad de Buenos Aires donde las
partes se vincularon, convivieron y relacionaron con terceros, funcionó la sociedad sobre la
que la actora se atribuye derechos, se ubica el inmueble objeto de la compensación
reclamada y debe producirse la prueba (pedidos de informes, testimoniales, pericias
contables, encuestas ambientales, etc.), todo lo cual llevaría a una incorrecta aplicación del
principio de inmediación.
4) A fs. 398/400 la actora apelada contesta la fundamentación del recurso y pide su rechazo
con basamento en las razones que expone, a las que se remite en honor de la brevedad.
5) A fs. 406/407 la Fiscal de Cámaras dictamina que el recurso de apelación no resulta
procedente porque la competencia de la juez de grado surge de la alternativa que el art. 719
del CCyC concede a la actora para solicitar ante los jueces de su domicilio la fijación de
una compensación económica por ruptura de la unión convivencial, que es la pretensión
principal ejercida en autos (cfr. art. 5 inc. I del CPCCyT); siendo el fundamento de la
prestación compensatoria el desequilibrio patrimonial que se produce entre los miembros
de la pareja por su ruptura, la reclamante es la parte más vulnerable cuya protección se
traduce en la multiplicidad de fueros ante los que puede actuar (art. 706 inc. a del CCyC) y,
además, esta solución concuerda con lo prescripto por el art. 17 inc. b del CPFyVF en
cuanto a que todas las acciones relativas al mismo grupo familiar deben tramitar ante el
juez que previno (en el caso, en la causa por alimentos).
6) Entrando en el análisis de los agravios, surge de la compulsa de la causa que la actora
demanda (fs. 42 y vta. apartado III) en forma principal el establecimiento de una
compensación económica por el desequilibrio patrimonial que se habría producido entre las
partes con la ruptura de la unión convivencial (art. 524 del CCyC) y, en subsidio, la
división de bienes adquiridos durante su existencia, con fundamento en el presunto
enriquecimiento sin causa del demandado (arts. 528, 1794 y 1795 del CCyC).
En el decreto de fs. 51 el juez de primera instancia, en su tercer apartado, ordena que por la
división de bienes de la unión convivencial se debe ocurrir ante el juzgado que corresponda
(art. 718 del CCyC) y, en el quinto apartado, corre traslado al accionado de la demanda por
compensación económica. Este proveído se encuentra consentido y firme.
Por consiguiente, el análisis que se debe realizar en esta alzada respecto de la competencia
se circunscribe a la pretensión por fijación de pensión compensatoria, siendo innecesario
adentrarse en la consideración de los agravios del apelante vinculados a la interposición
subsidiaria de la división de bienes (cfr. art. 5 inc. I del CPCCyT).
7) Desde esta perspectiva, a los fines de la determinación de la competencia, resulta
aplicable el art. 719 del CCyC, que dispone: ``En las acciones por alimentos o por
pensiones compensatorias entre cónyuges o convivientes es competente el juez del último
domicilio conyugal o convivencial, o el del domicilio del beneficiario, o el del demandado,
o aquel donde deba ser cumplida la obligación alimentaria, a elección del actor .
Ahora bien, la compensación económica por cese de la unión convivencial (art. 524 del
CCyC) forma parte del régimen legal supletorio que las rige (cfr. arts. 513 a 517 del
CCyC). De allí que los convivientes puedan pactar la extensión y las condiciones de su
aplicación o su exclusión, y que, por el contrario, en ausencia de pactos de convivencia, el
instituto resulte aplicable subsidiariamente. Es por esto que la interpretación que el apelante
formula del art. 719 del CCyC, aduciendo que por ``beneficiario debe entenderse el
conviviente en cuyo favor se ha convenido el pago de una pensión compensatoria por
medio de un pacto preexistente, no resulta adecuada, pues tal calidad, ante la falta de pacto,
surge de la aplicación supletoria del art. 524 del CCyC.
Por otro lado, tampoco es correcto interpretar que ``beneficiario es aquel conviviente al que
la compensación económica le ha sido otorgada por sentencia judicial ya que, en este
supuesto, las alternativas que ofrece el art. 719 del CCyC a los fines de la interposición de
la acción sólo serían operativas en la etapa de ejecución de dicha sentencia. Ciertamente,
esta solución resulta manifiestamente contradictoria con la finalidad perseguida por el
código de fondo de facilitar el acceso a la justicia, sobre todo a las personas más
vulnerables (art. 706 del CCyC), en el supuesto analizado, el ex conviviente que reclama el
reajuste del desequilibrio patrimonial que alega haber sufrido por la ruptura del vínculo.
Por lo tanto, desde un punto de vista sistémico, debe entenderse que el art. 719 del CCyC al
hacer referencia al ``domicilio del beneficiario como punto de conexión para atribuir
competencia se refiere al del conviviente actor que peticiona la fijación de la pensión
compensatoria, con total independencia de la previa existencia o no de un pacto
convivencial o sentencia judicial. De lo que se sigue que en contrario de lo pretendido por
el apelante el art. 718 del CCyC no resulta aplicable, rigiendo para los demás conflictos
derivados de las uniones convivenciales, pero no en materia alimentaria y de compensación
económica entre convivientes, cuestiones que están reguladas por el art. 719 del CCyC.
En este sentido, se ha dicho que esta última norma, ``sosteniendo lo que se consideró una
verdadera ética de los vulnerables en los Fundamentos, establece cuatro opciones para la
parte de la relación que considera más débil, y con la finalidad de recomponer el
desequilibrio producido por la ruptura del vínculo o la convivencia. Según las posibilidades
que da la norma en los casos de alimentos o prestaciones compensatorias, el cónyuge o
conviviente elige: a) el último domicilio conyugal o convivencial; b) el del
beneficiario (actor); c) del demandado; d) o donde se cumpla la obligación (convenio)
(González de Vicel. Mariela, comentario al art. 719, en Herrera, Marisa, Caramelo,
Gustavo y Picasso, Sebastián, dirs., ``Código Civil y Comercial de la Nación Comentado ,
Herrera, Buenos Aires, Infojus, 2015, pág. 575). El subrayado es propio.
En el caso, en función de las pautas expuestas y de la alternativa conferida al actor por el
art. 719 del CCyC, toda vez que el domicilio de la ex conviviente demandante se ubica en
la ciudad de Mendoza (véase apartado I de fs. 42), se concluye que la juez de grado resulta
competente para entender en la causa.
8) Siendo que la competencia le es otorgada al juez mendocino en forma expresa por una
norma de carácter sustancial, no es necesario ingresar en la valoración de los argumentos
del apelante relacionados con la no aplicabilidad al caso del principio de inmediación.
Por el mismo motivo, tampoco lo es hacerlo con los vinculados a la existencia o no de
conexidad con las causas por alimentos n° 700/18/4F caratulada ``FERNANDEZ MARIA
CECILIA CONTRA GONZALEZ DIEGO DANIEL POR ALIMENTOS y n° 727/18/4F
caratulada ``FERNANDEZ MARIA CECILIA CONTRA GONZALEZ DIEGO DANIEL
POR ALIMENTOS . Sin embargo, cabe resaltar que ambos procesos se encuentran
terminados por haber recaído sentencia firme (fs. 217 y vta. de los autos n° 727/18/4F y fs.
95/96 y 104 y vta. de los autos n° 700/18/4F por medidas precautorias) por lo que, al no
haber dos procesos pendientes, no se genera el riesgo de que se dicten sentencias
contradictorias (arg. Cámara de Apelaciones de Familia, expte. 398/17, ``T. C. A. POR
INSCRIPCION DE NACIMIENTO , 25/10/2017).
10) Por todo lo expuesto, corresponde rechazar recurso de apelación impetrado por el
demandado y, en consecuencia, confirmar el decisorio apelado.
11) Las costas de alzada se imponen al apelante vencido (art. 36 inc. I del CPCCyT).
Por los motivos brindados, el Tribunal
RESUELVE:

I.- Rechazar el recurso de apelación deducido por el demandado a fs. 379 apartado III
contra la resolución de fs. 367 vta. y su aclaratoria de fs. 368, que, en consecuencia, se
confirman.
II.- Imponer las costas de la segunda instancia al apelante vencido.
III.- Diferir la regulación de honorarios hasta tanto se practique la de primera
instancia.
NOTIFÍQUESE Y BAJEN.

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