Burilado_0004_Los_Golpes_Que_No_Debemos_Dar_241206_150619
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V.·. M.·.
Introducción
Una de las máximas del Aprendiz Masón es Ver, Oír y Callar, así se nos enseña cuando nos
iniciamos, que debemos guardar los SSecr.·. de nuestras Ord.·. tan íntegros como cuando se
nos confiaron, y quizás esto resulta en nuestro Oriente porque no se escucha de un Masón o
algún Q.·.H.·. que se haya retirado y cuente lo que una vez se le confió.
Y de lo anteriormente descrito, digo que esta no es una razón de peso total (aunque la palabra
del Masón es Espada de Hierro y un contrato a cumplir) ya que el más vil la podría pervertir, más
sucede que el Iniciado sea cual fuere su futuro, no traiciona esta confianza (aunque hay casos
Aquello que callamos también guarda lugar en el Universo, porque eso guardado es Luz (Berg,
2009) y llena los espacios que la Vasija (nuestro cuerpo) requiere llenar.
que nos toca emitir en voz, a través de nuestra vida, pero poco de aquello que tenemos
que callar.
aquello que ha sido dicho, poniéndole el sello de Hermoso a lo que sin estar acortado o vetado,
Son los silencios los que hacen de las melodías más sublimes, una obra de arte, de lo contrario
serían una bufonada de tarareos tales, que no pasarían de ser letra bien escrita. (Hagamos
Música, 2019)
Cuando en nuestra liturgia se nos manda a callar los secretos confiados, nace la alegoría de la
construcción en silencio también, de esa que no se escucha, que nadie oye, pero que adorna lo
Es con nuestro Mazo que golpeamos al cincel para darle forma a nuestra piedra bruta; esto invita
a reflexionar a los hijos de la Luz, y es que al no golpear ni trabajar la Piedra, estamos pensando,
meditando, ideando, siendo uno con el Ein Sof, para ser certeros con el siguiente golpe o palabra
Esos Golpes que no Damos, se convierten en los silencios que esperamos para descansar, para
tomar fuerzas, para recapacitar, para entender, para negociar con el Gran yo Soy y aportar a la
Corrección General.
Hay quien golpea y golpea y nunca presenta su arte, y es que habla vanidades y afrenta su
propia cabeza, pero hay quienes callan (callamos) y crecen, planean, articulan y ejecutan.
Esto no es fácil, porque los humanos somos seres sociales, que necesitamos atención y al
necesitarla, incluso nuestras palabras aseguran esa atención que por alguna razón no tengamos
en ese instante.
Es aquella que no podemos decir de un solo, sino que se nos es solicitada y solamente puedo
decirla una vez se me ha comenzado a decir desde el otro lado, y esa enseñanza en la vida, nos
De igual forma en que no contamos cómo hacemos el amor a nuestras esposas, pero todo el
mundo sabe que se los hacemos, tal es la forma en que todas las huestes celestiales y la
humanidad entera también, saben que guardamos un secreto; el secreto es tan personal como
No golpear nuestra piedra, es también construcción magistral (somos aprendices, pero maestros
Uno de los mejores momentos del día, en lo personal, es cuando despierto y rezo mis oraciones,
y agradezco al G.·.A.·.D.·.U.·. por haber devuelto mi Alma a mi vasija (cuerpo), en ese entonces,
mi comunión con él es tal, que cayo de Amor, y mis golpes se detienen, y pienso, analizo y
planeo.
Al igual que Estratego, que siempre supo a dónde ir, puedo decir que en los momentos de silencio
y cero golpes, también sabremos a dónde ir, a dónde apuntar, dónde poner el cincel y cómo
Conclusión
Callar de Amor, gritar en el silencio más escondido, es similar a estacionar y guardar las
herramientas que quitan la imperfección o la moldean, y sacar la que nos eleva al Alma.
Nosotros los Aprendices, fuimos recibidos profanos (Pro-antes, Fanus-templo) porque nos
estaban ocultas muchas cosas, y al salir del bullicio y alegrías del salón de pasos perdidos,
quedaba en nosotros ese silencio que nos llevaba a añorar estar en ese sitio donde en otras
Cada jueves que regresábamos a nuestras casas, guardábamos en el sagrado receptáculo del
corazón de cada cual, lo que sentimos al estar en armonía con nuestros futuros hermanos, y era
El Templo de nuestra Alma, se construyó en el seno del mismo G.·.A.·.D.·.U.·. y por esa razón
es indestructible, sigamos dando nuestro aporte para que su presencia repose en el Santo de
los Santos, que es ese Receptáculo del que habla nuestra liturgia.
haberes a engrandecer las líneas que nos unen y nos hacen Ejad.