Unidad 4

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INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO Y DE DERECHO PUBLICO

Unidad IX:

Se deja expresa constancia de que este resumen es meramente ilustrativo y se

confecciona a los efectos de que los alumnos tengan una primera aproximación a

la materia.

No reemplaza al estudio pormenorizado a efectuarse mediante la lectura del

material bibliográfico que se indica en el Programa de Estudio de la materia.

Concepto de Nación:

El vocablo Nación alude a un concepto sociológico.

Una Nación se configura cuando un grupo de personas tienen un


SENTIMIENTO DE PERTENENCIA, ya que se sienten la continuación de un
pasado en común y comunican ese sentido a las generaciones futuras.

Se puede definir el sentimiento de una nación como el parecer de un grupo


de personas que comparten lazos con los cuales se identifican culturalmente.

Presentan valores y sentimientos comunes que plasman en SIMBOLOS


(ej.: bandera, himno, moneda).
Tienen costumbres comunes QUE LOS DISTINGUEN DE OTRAS
Naciones (ej.: el mate, el dulce de leche).
Decimos que se trata de un concepto sociológico porque para que se
constituya una Nación solo es necesaria la existencia de un grupo de personas
que se sientan entrelazadas por diversos lazos en común (de lengua, historia,
religión) sin ser necesario que tengan un territorio.
Es decir que puede existir una Nación sin Estado pero, como veremos
seguidamente, nunca se da a la inversa.

Concepto de Estado:
El Estado es un concepto jurídico.
Cuando una Nación (concepto sociológico) se afinca en un territorio y el
pueblo se organiza jurídicamente sometiéndose a la autoridad de un Gobierno,
surge el Estado.
Es el pueblo (conjunto de individuos) o nación (hecho social que implica
unión de personas por lazos comunes sin que, necesariamente, estén afincados
en un territorio determinado, como por ejemplo los “nómades” gitanos) afianzado

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dentro de determinadas fronteras (territorio), libre de todo poder extraño
(soberanía), organizado en base a un gobierno propio que ejerce la autoridad y,
además, constituido por un sistema de normas que reglan la convivencia.
Es una sociedad políticamente libre y jurídicamente organizada. Es una
organización social de base territorial, dotada de poder soberano, que, mediante
la creación e imposición de un orden jurídico, determina las condiciones
tendientes a satisfacer las exigencias propias del Bien Común (que no es la
suma de “bienes” [no entendidos como “cosas”] particulares sino, por el
contrario, el bienestar general, o bien, la satisfacción de las necesidades
públicas).
Así, el Estado consiste en una estructura organizativa en la que una
población ocupa un territorio y se considera contenida por un ordenamiento
jurídico y que tiene reconocimiento internacional.
En síntesis podemos decir que el Estado es una “persona jurídica
soberana”.
Recordemos aquí que para el Derecho PERSONA es todo ente susceptible

de adquirir derechos y contraer obligaciones (no solamente la persona humana).

Y la SOBERANIA es un concepto político, consiste en el máximo poder que

puede tener un ente: su absoluta autodeterminación, no dependiendo en nada

de otro.

Elementos del Estado:

Para que exista un Estado, deben necesariamente reunirse tres elementos, a

saber:

1.- Territorio: consiste en el ámbito geográfico determinado en donde se asienta

la población.

Comprende el suelo, subsuelo y espacio aéreo.

Respecto del subsuelo y del espacio aéreo abarca hasta adonde el Estado

pueda ejercer su poder.

En lo que respecta al mar, se diferencian tres zonas:

El mar territorial argentino se extiende hasta una distancia de 12 millas

marinas contadas a partir de una línea que en general coincide con la línea de la

más baja marea.

La zona contigua argentina se extiende hasta las 24 millas marinas contadas

desde la misma línea.

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La zona económica argentina se extiende hasta las 200 millas marinas.

1 milla marina = 1852 km

2.- Población: conjunto de personas que habitan en un territorio


determinado.
Comprende tanto a los que habitan en forma permanente como así también
a quienes no lo hacen en forma permanente como por ejemplo turistas o meros
transeúntes.
3.- Poder:
Consiste en la fuerza o energía mediante la cual se pueden imponer
conductas positivas o negativas a los habitantes.
Las conductas positivas implican un “hacer”: por ejemplo: pagar un
impuesto, ser autoridad de mesa electoral, ser testigo en un juicio.
Las conductas negativas implican un “no hacer”: por ejemplo: mato a mi
pareja porque se niega a sacar la basura, porque el homicidio esta reprimido con
prisión de 8 a 25 años.

Algunos autores mencionan como otro elemento al Gobierno.


El gobierno es el conjunto de órganos que ejercen el poder del Estado, es
decir que, en definitiva entendemos que este elemento se subsume dentro del
poder.

Funciones del Estado:


El PODER del Estado es uno solo, no se divide (es único e indivisible), aunque
se separa en funciones.
Tres han sido las clásicas funciones del poder: legislativa, ejecutiva y judicial.
No es correcta la expresión “división de poderes”, ya que el poder no se divide;
pero dicha expresión se la utiliza para señalar el hecho de la separación de
funciones de ese poder único.
Nuestra Constitución Nacional (en adelante C.N.) en ninguna parte habla en
forma expresa de funciones administrativas, jurisdiccionales o legislativas.

Función legislativa:
Consiste en la creación de normas jurídicas generales que constituyen
Derecho novedoso.
. Esta función, en un sentido estricto, está radicada en forma exclusiva en
el Poder Legislativo (Congreso Nacional en el Estado Nacional y Legislaturas en
las Provincias), ningún otro órgano la tiene a su cargo.
La función legislativa es intermitente (la actividad legislativa tiene recesos si
bien puede ser convocada a sesiones extraordinarias por el Sr. Presidente de la
Nación).

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Función administrativa:
Consiste en la aplicación de las leyes dictadas por el Poder Legislativo por
parte del Poder Ejecutivo. En un sentido material (no meramente subjetivo)
también puede admitirse que el Poder Legislativo y el Poder Judicial realicen
ciertas funciones administrativas, por ejemplo al nombrar a su personal
administrativo o al celebrar un contrato para que pinten el edificio del Tribunal.
Esta función administrativa es permanente.

Función judicial:
La función judicial consiste en resolver conflictos intersubjetivos de
intereses aplicando el Derecho mediante la participación de un Juez (que es un
tercero, imparcial, impartial e independiente).
Suele dibujarse al juicio o proceso como un triangulo en cuyo vértice
superior se encuentra el Juez que dirige el debate que se suscita entre las
partes, enfrentadas y en pie de igualdad en los dos vértices inferiores del
triangulo.
El Poder Ejecutivo no puede ejercer funciones judiciales (conforme lo
dispone expresamente la norma inserta en el Artículo 109 de nuestra
Constitución Nacional).
Toda persona tiene derecho a su defensa en un juicio (esto es la
inviolabilidad de la defensa en juicio prevista en la norma inserta en el Artículo
18 de nuestra Constitución Nacional).
Tratase de una actividad intermitente ya que tiene recesos denominados
ferias judiciales (salvo casos urgentes: ej: denuncia penal de un homicidio,
embargo de bienes de un deudor antes de que se insolvente).

Derecho Constitucional:
Es la rama del Derecho Publico que estudia la organización y
funcionamiento de los órganos de poder de un Estado y los derechos, deberes y
garantías de sus habitantes.
En rigor este Derecho nace para limitar el abuso de poder y respetar los
derechos de todos los habitantes de un Estado.

Constitución. Concepto:
Etimológicamente Constitución deriva del latín “constitutio” que significa acción y
efecto de constituir, formar, fundar.
Jurídicamente, la Constitución es la regla que se ubica en la cúspide de la
pirámide jurídica, estableciendo:
a) La organización y el funcionamiento de los órganos de poder del Estado
b) Los derechos y obligaciones de los habitantes (ciudadanos y extranjeros).

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La Constitución Nacional, es el conjunto de normas básicas de la organización
política de ese Estado, su ley fundamental.
Es la ley fundamental mediante la cual:
- se estructura y organiza el Estado,
- se crean los órganos de poder y se determinan sus competencias
- se enuncian los fines que el Estado procura satisfacer y
- se reconocen los derechos y obligaciones de los habitantes y las
garantías que los amparan.
Son normas supremas que dan unidad y fisonomía jurídico-política al Estado.

Clases de Constitución:
1.- Según su estructura formal:
1. Escrita (formal o codificada): se caracteriza por la reunión sistemática de las
normas en un cuerpo unitario (estructurada en base a un orden: capítulos,
títulos, etc.).
Ej.: nuestra constitución de 1853.
2. No Escrita (o dispersa): carece de dicha unidad (ej.: Reino Unido), a su vez
puede ser:
a. Totalmente no escrita o consuetudinaria.
b. Parcialmente no escrita y parcialmente escrita en normas dispersas.
c. Totalmente escrita en normas dispersas (no están en un solo cuerpo).
Ej.: nuestra actual Constitución, que consta del texto constitucional propiamente
dicho y una serie de Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos que se
han incorporado con jerarquía constitucional tal como reza la norma inserta en el
Inciso 22 del Articulo 75 (LEER Y ESTUDIAR), pero para ver el contenido de
dichos tratados hay que remitirse a la lectura de su texto.

Según el procedimiento a seguir para su reforma:


Rígida: aquella Constitución que, a los efectos de su modificación, sigue un
procedimiento distinto al establecido para la modificación de una ley común.
No se puede modificar sino con procedimientos distintos a los de la legislación
común. La rigidez puede consistir fundamentalmente en que: a) debe seguirse
un procedimiento especial a cargo de un órgano también especial que hace la
reforma; o sea que procedimiento y órgano reformatorios difieren de los
legislativos comunes; a este tipo de rigidez se le llama orgánico; b) basta seguir
un procedimiento especial a cargo del mismo órgano legislativo (parlamento o
congreso); o sea que el procedimiento es distinto al de la legislación común,
pero el órgano es el mismo; a este tipo de rigidez más benigno se lo denomina
rigidez por procedimiento agravado, o rigidez formal.

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Flexible (o elástica): admite enmienda mediante el mismo mecanismo que la
legislación común a través del Congreso ordinario que establece las
modificaciones y su aprobación (ej.: EEUU).
Pétrea: cuando además de ser escrita y rígida se declara inmodificable. (ej.:
España antiguamente).
Algunos autores sostienen que las Constituciones presentan ciertos contenidos
pétreos, que en nuestra Constitución estarían sobre todo en su Primera Parte y
que según éstos no se podrían modificar. Por ejemplo: forma republicana de
gobierno o forma federal de Estado.

EN NUESTRO PAIS
Nuestra Constitución Nacional es escrita y codificada en un solo texto legal y,
junto a los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos enumerados en
el Art. 75 Inc. 22 constitucional, tiene supremacía con relación a los demás
normas inferiores (arts. 31 y 75 incs. 22 y 24). Sigue siendo rígida, aunque
atenuada, en virtud de que, luego de la Reforma de 1994, de conformidad con lo
señalado por los artículos mencionados en último término, el Congreso, con una
mayoría especial, puede incorporar con jerarquía constitucional una serie de
normas, sin necesidad de que éstas sean sancionadas por una convención
constituyente. Sin embargo estos Tratados Internacionales sobre Derechos
Humanos nunca pueden derogar Artículo alguno de la Primera Parte de nuestra
Constitución Nacional.

Estructura de nuestra Constitución Nacional:

a) Nuestra Constitución comienza con un PREAMBULO:


“Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en
Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la
componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir
la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la
defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la
libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del
mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de
Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos
esta Constitución, para la Nación Argentina”,
El preámbulo contiene y condensa las decisiones políticas fundamentales, las
pautas del régimen, los fines y objetivos, los valores y principios propugnados, el
esquema del plan o programa propuesto por el constituyente.
El preámbulo no ha de ser tomado como literatura vana, porque los fines,
principios y valores que enuncia en su proyecto obligan a gobernantes y a
gobernados a convertirlos en realidad dentro del régimen político.

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b) Luego le sigue una PARTE DOGMATICA: (Artículos 1 AL 43):
Aquí se encuentran las DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANTIAS. Y los
NUEVOS DERECHOS Y GARANTIAS.-
La “dogmática”, abarca lo referido a la esfera de libertad de los habitantes frente
al Estado y a las demás personas, sirve de base para el desarrollo integral de
los individuos y significa una valla de contención al ejercicio de poder arbitrario
del Estado o de sus autoridades. Se divide en:
1) Declaraciones: que son enunciados solemnes sobre la ideología
fundamental, definiendo la posición del Estado en relación a sus habitantes y
frente a otros Estados. En ellas se consignan, además del preámbulo, entre
otras, la forma de gobierno: “La Nación Argentina adopta para su gobierno la
forma representativa republicana federal, según lo establece la presente
Constitución” (Art. 1° de la C.N.);
2) Derechos: atribuciones, facultades que se les reconocen a los habitantes
y pueden hacerse valer frente al Estado, las organizaciones intermedias o las
demás personas. No todos los derechos de los habitantes están consignados
explícitamente y todos son relativos, es decir, no absolutos (Artículos 14 y 28 de
la C.N.) –salvo el derecho de pensamiento que no es susceptible de
reglamentación alguna-.
A su vez, el Articulo 33 de nuestra Carta Magna reza: “Las declaraciones,
derechos y garantías que enumera la Constitución no serán entendidos como
negación de otros derechos y garantías no enumerados, pero que nacen del
principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno”;
3) Garantías: procedimientos constitucionales tendientes a hacer efectiva la
vigencia de los derechos subjetivos (amparo, habeas data y habeas corpus ya
nombrados, defensa en juicio, etc.). La reforma de 1994 también incorporó los
llamados “nuevos derechos y garantías” (Aras. 36 a 43), los cuales protegen a
nacionales y extranjeros que habiten el territorio nacional, pero no son absolutos
dado que, como todo derecho, han de ser reglamentados, en virtud del poder de
policía contemplado en el artículo 14 de la C.N.: “Los ciudadanos gozan de los
siguientes derechos, conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio….” , a
los fines de propender al bien común y mantener el orden social y artículo 28 de
la C.N.: “Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores
artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio”.-
Por último, recordemos que si bien todos los derechos son susceptibles de ser
reglamentados (esto es, acotados en cuanto a su ejercicio) dicha reglamentación
siempre debe tener parámetros de RAZONABILIDAD. Para que gocen de
razonabilidad, nunca deben destruir al derecho.

c) Luego encontramos la PARTE ORGANICA:


Aquí se organiza toda la estructura del poder del Estado, creando los órganos
de poder y estableciendo sus competencias.

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Filosóficamente se sostiene que el Poder es indivisible, de allí que más que de
“división de poderes” la doctrina moderna refiera a “separación de funciones”.
Regula la organización, competencia y funciones de los distintos órganos de
gobierno del Estado, con sus poderes legislativo, ejecutivo y judicial (Arts. 44 a
120 de la C.N.), de los gobiernos de los estados provinciales y sus relaciones
con el Estado Federal (Arts. 121 a 129 de la C.N.).-

ch) Cláusulas transitorias: se incorporaron en la última reforma constitucional de


1994 y, como lo indica su nombre, tienden a adaptar la nueva normativa
constitucional vigente a las situaciones preexistentes

Supremacía de la Constitución Nacional Argentina:


En nuestro ordenamiento jurídico no todas las normas jurídicas tienen igual
jerarquía.
Existe un orden de prelación de las normas jurídicas que surge de una
interpretación armónica de lo normado en los Artículos 31 y 75 inciso 22 de la
Constitución Nacional.
Para establecer el orden de esta jerarquía normativa debe analizarse lo normado
en el Artículo 31 juntamente con lo previsto en el Inciso 22 del Artículo 75.
Así, el Artículo 31 de la Constitución Nacional dice: “Esta Constitución, las leyes
de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los tratados
con las potencias extranjeras, son la ley suprema de la Nación; y las autoridades
de cada provincia están obligadas a conformarse a ella, no obstante cualquier
disposición en contrario que contengan las leyes o constituciones provinciales,
salvo para la Provincia de Buenos Aires, los tratados ratificados después del
pacto del 11 de Noviembre de 1859.” (recordemos aquí que el 11/11/1859 se
celebro el Pacto de San José de Flores que permitió la incorporación de la
provincia de Buenos Aires a la Confederación Argentina)

Si sólo nos limitáramos al análisis de dicha norma constitucional, parecería que


el orden de prelación normativa seria:
En la cúspide o vértice superior del sistema normativo: la Constitución Nacional;
Luego: las leyes del Estado nacional y
Y mas abajo: Los tratados con otros Estados.

Pero, en rigor de verdad, es necesario analizarla junto con lo prescripto en el


Inciso 22 del Articulo 75 de nuestra Constitución Nacional que establece:
“Corresponde al Congreso:... Aprobar o desechar tratados concluidos con las
demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con
la Santa Sede. Los tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las
leyes. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la

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Declaración Universal de Derechos Humanos; la Convención Americana sobre
Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo
Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y
otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre
los Derechos del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía
constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta
Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías
por ella reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder
Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de la totalidad
de los miembros de cada Cámara. Los demás tratados y convenciones sobre
derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso, requerirán del voto
de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para
gozar de la jerarquía constitucional”
En consecuencia existe a la fecha el siguiente orden jerárquico:
1.- En la cúspide o vértice superior del sistema normativo:
La Constitución Nacional + los Tratados Internacionales sobre Derechos
Humanos con jerarquía constitucional incorporados en el inciso 22 del artículo
75 CN + los que se agreguen con igual jerarquía siguiendo el procedimiento
previsto en inciso 22. Ninguno de estos Tratados derogan artículo alguno de la
primera parte de la Constitución y deben entenderse como complementarios de
los Derechos y Garantías por ellos reconocidos.-

2.- Luego:
a) Los Tratados de Integración (esto surge de lo normado en el Inc. 24 del
Articulo 75 de la CN que reza: “...corresponde al Congreso: Aprobar tratados de
integración que deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones
supraestatales en condiciones de reciprocidad e igualdad, y que respeten el
orden democrático y los derechos humanos. Las normas dictadas en su
consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes. La aprobación de estos
tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría absoluta de la
totalidad de los miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con otros
Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría absoluta de los miembros
presentes de cada Cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del
tratado y sólo podrá ser aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la
totalidad de los miembros de cada Cámara, después de ciento veinte días del
acto declarativo. La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la
previa aprobación de la mayoría absoluta de la totalidad da los miembros de
cada Cámara.”.-

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En cuanto a los tratados de integración a organizaciones supraestatales, el
artículo 75 inciso 24 debe entenderse como remitiendo al principio general del
inciso 22 que sólo confiere a los tratados prelación sobre las leyes. Este principio
vuelve a enunciarse, tal como lo señaláramos, en el inciso 24 con referencia a
las normas dictadas en consecuencia del tratado de integración (es decir, con
relación al derecho comunitario emanado de los órganos de la comunidad
supraestatal).
b) los demás Tratados y concordatos que celebre el Estado Nacional
(recordemos que un Tratado debe ser concluido y fIrmado por el Poder Ejecutivo
(conforme lo establece el Inciso 11 del Articulo 99 CN) y debe ser aprobado por
el Congreso (así lo dispone la primera parte del Inciso 22 del Art. 75 CN).
Asimismo, nunca puede violar los principios de Derecho publico (esto surge de
lo normado en el Art. 27 CN que dispone: “El Gobierno federal está obligado a
afianzar sus relaciones de paz y comercio con las potencias extranjeras por
medio de tratados que estén en conformidad con los principios de derecho
público establecidos en esta Constitución”.-
Por tanto, los Tratados enunciados tanto en a) como en b) tienen la misma
jerarquía normativa, esto es, superior a las Leyes, pero inferior a la Constitución
Nacional.

3.- Y más abajo las Leyes de la Nación Argentina.

4.- Y mas abajo los Decretos o Reglamentos que dicte el Poder Ejecutivo
Nacional

Toda esta normativa constituye un: BLOQUE DE DERECHO FEDERAL que está
por encima del BLOQUE DE DERECHO PROVINCIAL

El Gobierno
Para explicar que es el gobierno, Bidart Campos expresa que en un Estado
hacen falta hombres que sean titulares del poder y lo ejerzan. Los hombres
titulares del poder o gobernantes aparecen en el orden normativo como órganos,
y su conjunto compone “el gobierno”.
“El gobierno es, entonces, el conjunto de órganos que ejercen el poder del
estado a través de sus diversas funciones”1
El gobierno representa al Estado y actúa en su nombre. Lo que hace el gobierno
en ejercicio del poder se atribuye a la persona jurídica “estado”. El Estado actúa
a través del gobierno que ejerce el poder.
Formas de Gobierno

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Existen muchas maneras de clasificar las formas de gobierno, y dentro de las
clásicas podemos adoptar para su estudio la clasificación aristotélica sin dejar de
reconocer que conserva un preciado valor histórico, pero en la actualidad ya no
se utiliza. .
La clasificación de Aristóteles obedece a un doble punto de vista: el teleológico,
que entraña un juicio de valor, y el formal, basado en el número de personas que
detentan el Poder.
Así, de acuerdo con la finalidad, clasifica a las formas de gobierno en puras e
impuras, según que el Poder se ejerza en beneficio de toda la comunidad, o en
beneficio propio del gobernante, respectivamente.
Respecto el número de gobernantes que detentan el gobierno, las formas puras
son clasificadas en: monarquía, (gobernaba uno), aristocracia (gobernaban
varios) y democracia, (gobernaban todos), y las impuras en tiranía, oligarquía y
demagogia.
Cabe aquí aclarar que para Aristóteles que la degeneración de las formas puras
en impuras, se debe a la corrupción de las primeras, caracterizando a las formas
impuras además de hacerlo por el modo en que se ejerce el gobierno (en
beneficio propio), en las circunstancias de que en la oligarquía gobiernan los
ricos, y en la demagogia, los pobres.
Polibio, pensador griego, reprodujo la clasificación que Aristóteles había hecho
de los gobiernos: monarquía, aristocracia y democracia. Sosteniendo que esas
formas se caracterizan por la inestabilidad. Por eso agregó otra forma de
gobierno: la República, ésta era una forma mixta, que combinaba elementos de
las anteriores. Percibió que las formas de gobierno no son estáticas. En la
República estaban combinadas las tres formas básicas. Los cónsules eran la
representación del sistema monárquico; el Senado, del aristocrático, y los
comicios y tribunos, del democrático.
Siglos más tarde, Maquiavelo, distinguía dos tipos de gobierno: la República y
los principados. A éstos, conforme a su origen los clasificaba en hereditarios,
nuevos y mixtos.
Ya dentro de la era del constitucionalismo, podemos ubicar al aporte de
Montesquieu, quien trabaja sobre dos criterios de clasificación: la naturaleza
esto es, la estructura del gobierno, y el principio, considerado como la fuerza
vital que lo dinamiza, aclarando que cada forma de gobierno tiene su propia
naturaleza y su propio principio, siendo éste último esencial para su
funcionamiento.
Así, la monarquía según su naturaleza es gobierno de uno sólo, y su principio es
el honor, el despotismo es el gobierno de uno solo, sin leyes y sin reglas, según
la voluntad del gobernante. Su principio es el temor.
La República es para Montesquieu el gobierno de todo el pueblo o de una parte
de él. En el primer caso, hablaremos de una república democrática, y en el
segundo de una república aristocrática. Si bien ambas formas se caracterizan

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por la ausencia de Rey en el gobierno, se distancian por su naturaleza y su
principio. El de la república democrática es la virtud, y el de la república
aristocrática es la moderación.

Actualmente existen múltiples maneras de clasificar las formas de gobierno.


Entre ellas, se halla la que toma en cuenta cómo son los órganos del gobierno
en su composición, y cuales son las relaciones de poder que se dan entre ellos.
Y así nos encontramos:
a) El gobierno parlamentario o parlamentarismo: En el régimen parlamentario
se distribuye el órgano ejecutivo en dos sub-órganos diferentes en funciones: el
jefe de Estado y el jefe de gobierno. El cargo de jefe de Estado puede recaer
sobre un rey o un presidente, (según el parlamentarismo sea monárquico o
republicano). El jefe de estado no es políticamente responsable y no responde
ante el parlamento. El jefe de gobierno, denominado primer ministro, tiene a su
cargo el efectivo poder político y la administración del país. Incumbe al jefe de
gobierno formar el gabinete o ministerio, decidir la política a seguir y
comprometer la responsabilidad del gobierno del parlamento. El gobierno se
conforma con los jefes políticos del partido mayoritario o de partidos asociados
que forman una coalición de gobierno. El gobierno permanece en el poder
siempre y cuando cuente con la confianza de la mayoría del Parlamento. El
instrumento más eficaz con que cuenta el Parlamento es la posibilidad
permanente de exigir la responsabilidad política del Gobierno. Esto puede llegar
hasta el extremo del voto de censura, con la consecuente dimisión del gobierno
si éste tiene éxito. Pero, por parte del gobierno el medio más riguroso de control
político es la facultad de disolver el Parlamento y convocar a nuevas elecciones.
Esta medida puede llevar a impedir que una coalición opositora intente un voto
de censura.
El gabinete: en los regímenes parlamentarios los ministros, que junto con el jefe
de gobierno se encargan de la administración pública, forman un sub-órgano
colegiado que dispone de atribuciones propias. Discute y aprueba la política
general del gobierno, así como los principales asuntos concernientes a la
actividad gubernamental. Lo destacable aquí es que todos los ministros
miembros del gabinete son a la vez miembros del parlamento.
b) El gobierno presidencialista o presidencialismo: Este sistema de gobierno
se caracteriza por el principio de separación de las funciones. El presidente y
sus ministros no forman parte del Congreso o Parlamento. No existe una
recíproca independencia entre ambos órganos institucionales: ni el presidente
está sujeto al voto de censura del Congreso, ni éste está expuesto a su
disolución por el ejecutivo.
En este sistema el titular del órgano ejecutivo es a la vez Jefe de Estado y Jefe
de Gobierno, y puede ejercer sus atribuciones sea directamente o
indirectamente a través de sus «Secretarios de Estado».

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El conjunto de secretarios de Estado forman lo que se conoce como el gabinete
que se califica de «presidencial». A diferencia de lo que ocurre con el gabinete
de ministros del sistema parlamentario, el gabinete presidencial no tiene una
relevancia constitucional autónoma como órgano colegiado, pues los integrantes
de dicho gabinete no forman un órgano responsable y solidario, sino que cada
uno de ellos está encargado de actuar según la política establecida por el
presidente, quien puede siempre removerlos si lo juzga pertinente para la buena
marcha del gobierno.
Tanto al Presidente como a los miembros del órgano legislativo se los elige
siempre por el voto popular. De igual forma, permanecen en su cargo durante el
tiempo señalado constitucionalmente.
El Ejecutivo presidencial a diferencia del parlamentario no dispone del poder de
disolución de la asamblea, pero ésta a su vez no puede intervenir en el
funcionamiento del Ejecutivo.
2- Formas de Estado
Cuando se desarrolla la forma de estado hay que hacer referencia a la relación
del elemento poder con los otros elementos del Estado.
I) Cuando se relaciona el poder con la población o elemento humano: se
analiza cómo se ejerce el poder en relación con los hombres y nos encontramos
con:
- Estado Democrático: como forma de estado la democracia no es vista como
un simple método de designación de gobernantes o de adopción de decisiones
políticas. La democracia es un sistema político que permite un régimen de
libertad, se les reconocen a los individuos los derechos humanos, su protección,
el principio de igualdad ante la ley, existencia de la constitución, división de
poderes, derecho del sufragio, etc. Impera el respeto a la dignidad de las
personas y el real reconocimiento al conjunto de derechos que se vinculan a
aquella. Para que la democracia pueda configurarse es necesario que los
habitantes del territorio puedan gozar de sus libertades, sin que estas les sean
restringidas y siempre que se respeten las libertades de los demás, libertad de
opinión, libertad de pensamiento, de circulación, de pertenecer a determinados
espacios políticos y respetar a quienes no piensan igual. Ello desemboca en un
poder limitado y controlado, el gobierno de la mayoría que respeta a la minoría y
en la posibilidad cierta de la alternancia política. Se habla de un estilo de
democracia que implica consenso en lo fundamental (la supervivencia de las
reglas del juego democrático), tolerancia política (hay adversarios, no enemigos)
y la racionalidad (posibilidad de compromisos y transacciones con la oposición).
En una DEMOCRACIA el poder le pertenece al pueblo quien puede ejercerlo en
forma directa (democracia directa) o bien delegar su ejercicio en un Gobernante
(democracia indirecta) con límites en el ejercicio de su poder impuestos en una
Constitución.

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- Totalitarismo: es un fenómeno relativamente reciente (siglo XX), fascismo,
nazismo, marxismo, estalinismo. Partiendo de estas ideas transpersonalistas (la
clase proletaria, la raza, la nación), el Estado se inmiscuye totalmente en todos
los aspectos de la vida (social y privada), de ahí su denominación. Falta el
reconocimiento de la libertad y la dignidad de la persona, negando los derechos
del hombre; convierte las clases sociales en masas. El consenso es desplazado
por una suerte de religión estatal en donde todos deben comulgar, se suprime a
la fuerza toda creencia política, religiosa o social distinta a la suya. Y el estado
es el único que expresa la verdad a la cual todos deben someterse
incondicionalmente. Porque se considera al Estado como un fin en si mismo, lo
maximiza, existe para su propio bien y para su propia grandeza. “Es el hombre
para el Estado”.
El pluripartidismo ha desaparecido, en su lugar aparece la amalgama del estado
y el partido, o sea el Estado-partido a Estado único. Quién ejerce el poder crea
el ordenamiento jurídico (suprime otros), su voluntad es derecho, no se somete
al orden jurídico, no hay derecho natural, tiene poder ilimitado, hay una
supremacía de la raza elegida y no procura el bienestar general, (enseñanza,
flia, sindicatos, etc.) ni justicia; se necesita permiso para todo. Pretende el
monopolio de todo (educación, comercio, economía, etc.).
- Autoritarismo: este tipo de Estado intermedia entre la democracia y el
totalitarismo, aunque se aproxima más al segundo, que al primero (absolutismo,
despotismo). En líneas generales los derechos individuales son respetados en
ese sentido existe un régimen de libertades mínimas, ahora bien, los derechos
políticos prácticamente son suprimidos. Algo semejante ocurre con la libertad de
expresión, a la que se la tolera escasamente. Existe formalmente una división de
poderes, pero en la práctica hay un desequilibrio porque el Poder Ejecutivo es
quién lidera la función gubernamental. El Poder Legislativo carece de poder real
y el Poder Judicial no ejerce ningún control de legalidad de los actos de poder.
No hay consenso, hay irracionalidad y falta de fundamentos en las decisiones,
invocando el interés público.
Ni pluripartidismo, ni partido único, el movimiento englobante aspira a canalizar
todos los esfuerzos nacionales. Ejemplos: la España de Franco, el Portugal de
Oliveira de Salazar, Pinochet en Chile; Videla-la junta militar en Argentina.
Un régimen autoritario restringe todos los derechos con un único objetivo:
perpetuarse en el poder.
Muchas veces ese abuso de poder va creciendo, hasta convertirse en un
régimen totalitario.
II) El poder en relación con el territorio
- Estado Unitario: Como se desprende de su denominación, configura una
unidad de poder en su fundamento, en su estructura y en su ejercicio. Su
organización constitucional presenta una estructura política centralizada. El
poder estatal aparece concentrado en un único punto. Una única autoridad

14
ejerce el poder sobre todo el territorio estatal, se trata del gobierno consolidado
en unidad de régimen. Es una forma de estado en la cuál las entidades
intermedias (provincias y municipios) tienen atribuciones muy limitadas, y el
poder decisorio sobre todo en temas importantes reside en instancia del poder
centralizado, o sea el gobierno nacional (centralización de decisiones y control
de ejecución).
El Estado unitario se estructura con un único centro de poder que adopta todas
las decisiones políticas de trascendencia, es una forma de organización del
Estado pero no significa que el poder sea abusivo o despótico.
- El Estado Federal: Se caracteriza por la descentralización política (poderes
centrales que coexisten con los locales), tienen sus propias normas,
autoridades, respetadas y subordinadas por la Constitución (la que contempla el
reparto), y tienen doble ordenamiento jurídico, central y local, ya que los
individuos se encuentran sometidos a una doble jurisdicción. El poder político
central tiene soberanía (máximo poder político de autodeterminación) y las
provincias autonomía (poder político mas acotado que la soberanía: un ente
autónomo puede dictar sus propias normas jurídicas –ej.: Constituciones
Provinciales, leyes provinciales- y organizar sus órganos de poder PERO
SIEMPRE ACATANDO CIERTOS PRINCIPIOS DE LA CONSTITCUON
NACIONAL (ver su Articulo 5).
Cada Estado miembro, que es parte integrante de la federación, tiene su propia
Constitución encuadrada en los principios de la Constitución federal o nacional,
dicta sus leyes y organiza su propia administración de justicia. Pero,
paralelamente, existe una legislación nacional y una justicia federal, situación
que genera, necesariamente, el deslinde de las respectivas esferas de
competencia, con facultades propias del Estado federal y de los Estados
miembros, además de las facultades concurrentes. La doble legislación -federal
y local- tiene un límite de compatibilización expresado en el principio de
supremacía jurídica federal.

Para comprender la descentralización territorial del poder en un Estado Federal,


es necesario distinguir distintos conceptos (los desarrollaremos de mayor a
menor poder), a saber:

SOBERANIA: tratase de un concepto político e implica tener un absoluto poder


de AUTODETERMINACION sin ninguna sujeción a un ente superior.
En Argentina el Estado Nacional es SOBERANO.

AUTONOMIA: también es un concepto político. Un ente autónomo puede dictar


sus propias normas jurídicas y organizar sus órganos de poder pero respetando
ciertas pautas y principios establecidos por un ente superior.
En Argentina las provincias gozan de autonomía (ver Art. 5 CN).

15
AUTARQUIA: es un concepto administrativo. Un ente autárquico solamente
puede administarse así mismo pero toda su estructura y competencias devienen
de una normativa elaborada por otro ente.

AUTARCIA: la tiene un ente que goza solamente de autosuficiencia económica.

Forma de Estado Argentina


Régimen constitucional Argentino Art.1: La Nación adopta para su gobierno
la forma representativa, republicana y federal según lo establece la
presente Constitución.
Nuestra constitución adopta dos formas de estado: la federal y la democrática. 1)
La forma federal aparece formulada expresamente en el Art. 1º, pero
erróneamente como forma “de gob.” 2) La forma de estado democrática no tiene
definición expresa en la constitución formal. Actualmente, después de la reforma
de 1994, aparecen múltiples alusiones a la democracia en los calificativos que el
orden normativo adjudica al sistema, a los valores, al orden constitucional, etc.
(por ej. Arts. 36, 38, 75 Incs. 19 tercer párrafo y 24). La democracia implica situar
políticamente al hombre en un régimen de libertad, en el cual la dignidad de la
persona, y los derechos que ella ostenta, se hacen realmente efectivos y
vigentes.
El gobierno federal es el conjunto de órganos que ejercen el poder en el
Estado Federal o Nacional. La constitución lo individualiza con ese nombre, y lo
institucionaliza en la tríada clásica de “poder legislativo, poder ejecutivo, y poder
judicial”.
El gobierno federal reside en la capital federal. Así surge del Art. 3º de la
constitución. Sin embargo, hay que aclarar que con respecto al poder judicial
algunos de sus órganos —por ej.: jueces federales y cámaras federales de
apelación— residen en territorios de provincias.
La capital se establece —según el Art. 3º de la constitución— en el lugar que
determina el congreso mediante una ley especial, previa cesión hecha por una o
más legislaturas provinciales del territorio que ha de federalizarse.
Soberanía del Estado federal, aquel con un poder que no admite a otro poder
por encima de él, no tiene dependencia ni sujeción. Está supra-ordenado
respecto de los demás poderes en lo interno, es el poder más alto en un ámbito
de competencias y en un espacio territorial. En lo externo, ese poder tampoco se
somete al poder de otros estados.
Poder autónomo de las Provincias: Las provincias son las unidades políticas
que componen nuestra federación. Las provincias no son soberanas (Arts. 5 y
31), pero son autónomas (Arts. 5º, 122 y 123).
El poder de las provincias no es soberano porque al organizarse jurídicamente,
reconoce una instancia o un orden positivos de cuya validez deriva la validez de

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los ordenamientos provinciales. Esto lo impone nuestra constitución en los Art.
5° y 31, que definen la llamada relación de subordinación propia del federalismo:
los ordenamientos provinciales (la constitución local, luego las leyes, los actos
de gobiernos provinciales, etc.) deben de estar de acuerdo con el ordenamiento
del estado federal.
ART 31 CN …” Las autoridades de cada provincia están obligadas a
conformarse a ella, no obstante cualquier disposición en contrario que
contengan las leyes o constituciones provinciales.”
Y el ART 5 “que impone una organización ajustada al sistema
representativo republicano y federal, de acuerdo con los principios,
declaraciones y garantías de la Constitución Nacional y debiendo asegurar
su administración de justicia, su régimen municipal y la educación
primaria”.
Nuestras provincias gozan de autonomía. La palabra AUTONOMÍA deriva del
griego: “auto”, ‘por sí mismo’ y “nomos”, ‘ley’, ‘norma’. Entonces autonomía
significa ‘que se da leyes a sí mismo’ o ‘gobernarse por sus propias leyes’.
Autonomía no es soberanía. La Autonomía es la posibilidad de darse normas a
sí mismas y de elegir a sus autoridades.
La autonomía implica un poder político mas reducido que la soberanía.
La autonomía se encuentra reconocida en el Art 122 “Se dan sus propias
instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen sus gobernadores, sus
legisladores y demás funcionarios de provincia, sin intervención del
Gobierno Federal”.
Esta autonomía ha sido reconocida por la CSJN y tienen límites para
autoorganizarse. En cuanto a la forma de Estado no pueden prescindir del
régimen democrático ni pueden apartarse de la descentralización política en la
organización de sus municipios. No hay límite en cuanto a la forma de gobierno,
siempre dentro de las formas posibles en una democracia republicana. Podrían,
por ejemplo, fijar un PE provincial colegiado o distintas estructuras de su Poder
Judicial.

Régimen municipal:
Los municipios: de 1853-1860 a 1989. La jurisprudencia tradicional de la Corte
sostuvo, hasta 1989, que las municipalidades eran simples entidades con
descentralización administrativa, lo que les asignaba la cualidad de “autárquicas”
pero no de “autónomas”.
La AUTARQUIA es la capacidad de autoadministrarse en virtud de una
normativa impuesta por un ente de orden superior.
La jurisprudencia tradicional de la Corte sobre la autarquía de los municipios,

quedó superada con el fallo del 21 de marzo de 1989 en el caso “Rivademar

c/Municipalidad de Rosario”, en el que se destacan diversos caracteres de los

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municipios que no se avienen con el concepto de autarquía, y sostiene que los

municipios “tienen atribuciones que superan largamente a las de los entes

autárquicos. Por ejemplo, el dictado de normas de naturaleza legislativa

(ordenanzas municipales) en el ámbito de su competencia”.

El reconocimiento en la reforma de 1994 El actual Art. 123 establece: “Cada


provincia dicta su propia Constitución, conforme a lo dispuesto por el artículo 5º
asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el
orden institucional, político, administrativo, económico y financiero”.
Ahora se consigna expresamente el aseguramiento de la autonomía municipal,
conforme al alcance y contenido que en el orden institucional, político,
administrativo, económico y financiero debe prever la constitución de cada
provincia.

Forma de gobierno Argentina.


El Art. 1º de la Constitución proclama que la nación (léase el estado federal)
adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal.
Ante todo, repárese en que dice “adopta”; vale decir que el pueblo o nación elige
entre las formas de gobierno ya existentes, pero adaptándola a nuestra realidad
social, historia y tradiciones; tal como surge de la parte final de este artículo.
REPUBLICANA: deriva del latín “res” y “pública” vale decir, la cosa pública o de
todos.
La República es una comunidad política organizada sobre la base de la igualdad
de todos los hombres, cuyo gobierno es un simple agente del pueblo, elegido
por el pueblo periódicamente y responsables ante el pueblo por su
administración.
Así, son caracteres esenciales de la República, los siguientes:
- División de Poderes: o en su versión actual, como de distribución de
funciones en el Poder Estatal e interrelación de sus órganos, intenta articular el
hoy ya clásico sistema de frenos y contrapesos que articula el sistema
constitucional. Funciones separadas, coordinadas y equilibradas de los órganos
del poder que resguardan los derechos individuales y evitan la concentración del
poder que degenera en tiranía.(Arts. 44 a 120 CN)
- Elección popular de las autoridades: el pueblo a través del sufragio elige a
sus autoridades (Art. 33 CN).
- Renovación periódica de los gobernantes: se limita la duración en el tiempo
de los cargos representativos. No se admiten mandatos vitalicios.
- Responsabilidad de los gobernantes: en el sistema constitucional, el
gobernante no solo detenta legitimidad en razón de su origen, sino importantes
grados de responsabilidad en razón de la forma de desarrollo de su gestión. La

18
responsabilidad será civil, política, administrativa, o penal según las
circunstancias.
- Publicidad de los actos de gobierno: todo acto emanado del poder público
debe ser divulgado y, correlativamente, el pueblo tiene derecho a estar
informado sobre los mismos. Este principio incluye el derecho de peticionar a las
autoridades contemplado en el Art. 14 CN.
- Igualdad ante la ley: Esta regla ha sido un componente fundante del
constitucionalismo moderno. La igualdad de todos los habitantes del estado es
un derecho que emerge del espíritu democrático de la Constitución. (Art. 16 CN)
- Consagración de derechos, obligaciones y garantías individuales: en una
República los hombres se unen no solo para compartir bienes y derechos, sino
que también para respetar los derechos de los demás y cumplir obligaciones en
aras del bienestar general.
REPRESENTATIVA: Nuestros constituyentes adoptaron la forma de democracia
indirecta o representativa; en la cual el pueblo gobierna a través de los
representantes que elige.
La forma representativa presupone, que el gobierno actúa en representación
“del pueblo”, y que “el pueblo se gobierna a sí mismo por medio de sus
representantes”. Es la vieja tesis de la democracia como forma de gobierno, o
democracia “popular”.
Además de la declaración del Art. 1º, el Art. 22 recalca que el pueblo no delibera
ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por la
constitución.
De esta norma se desprende que para la constitución, el gobierno federal
“gobierna en representación del pueblo”.
Del Art. 22 surge también, por otra parte, en concordancia con el Art. 44, que los
diputados se consideran representantes del pueblo o de la nación. Esta fórmula
traduce en el orden normativo la ficción del mandato representativo conferido por
todo el pueblo a sus supuestos representantes.
Esto sin perjuicio de las llamadas formas semidirectas (leer Arts. 39 y 40 CN).

Reparto de competencias

Las relaciones entre el Estado Federal y los Estados miembros son de tres tipos:
1.- Relaciones de subordinación:
Afirman la supremacía federal sobre los estados miembros.
En nuestra forma de estado, los estados miembros se encuentran limitados
doblemente:
a) En un sentido negativo: ya que los ordenamientos jurídicos locales no
pueden contradecir el orden federal (Art. 31 CN).
b) En un sentido positivo: porque los estados miembros deben acatar
exigencias concretas que surgen de lo normado en el Artículo 5° y en el
Art. 123 CN.

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c) En caso contrario, el Estado Federal puede intervenir en los estados
miembros en los casos contemplados en el Art. 6° CN, esto sin perjuicio
del contralor judicial de constitucionalidad (Arts. 116 y 117 CN).
2.- Relaciones de inordinación
En estas vinculaciones los Estados miembros participan en la formación de la
voluntad federal. Comprenden dos modalidades:
a) Inordinación orgánica: por ej. en la composición del poder legislativo
bicameral, donde en el Senado están representados los Estados
miembros (Arts. 44 y 54 CN); en el organismo fiscal federal introducido
por la reforma de 1994 (Art. 75, Inc. 2°, Párrafo 6°, CN).
b) Inordinación normativa: a través de estas relaciones, los Estados
miembros tienen participación necesaria para la creación de ciertas
normas federales. Ej.: la ley convenio en materia de coparticipación
impositiva (Art. 75, Inc. 2°); la cual debe ser sancionada sobre la base de
acuerdos previos con los estados miembros (comienzo del párrafo 2°) y
luego aprobada por las provincias y la ciudad de Bs As (final de párrafo
4°); otro ej. es la previa cesión que deben realizar las legislaturas de las
provincias involucradas para que el Congreso Nacional pueda declarar
sobre el territorio de ellas a la Capital Federal (Art. 3°, CN).
3.- Relaciones de coordinación:
Suponen una distribución de competencias entre el Estado Federal y los
Estados miembros.
Nuestra Constitución ha adoptado el siguiente método: enumera expresamente
las materias que las provincias le han delegado al Estado Federal, quedando
reservadas todas las restantes a los Estados miembros (Art. 121 CN).
La coordinación se manifiesta en cuatro subtipos de competencias:
a) Facultades exclusivas del Estado Federal: el Estado Federal sólo tiene las
facultades que en forma expresa le confiere la CN. Entre ellas:
1.- Asegurar el principio de estabilidad:
a) Estado de sitio: Arts. 61, 99, Inc. 16 y Art. 23, 1ª parte CN).
b) Intervención federal: Art. 75, Inc. 31, párrafo 1°, CN Y ART. 99, Inc. 20;
Art. 75. Inc. 31, párrafo 2°.
c) Reforma de la Constitución: Art. 30 CN.
2.- Delimitar el ámbito territorial de Estado:
a) Arreglar los límites del territorio de la Nación (Art. 75, Inc. 15 CN).
b) Fijar los límites de las provincias (Art. 75. Inc. 15 CN).
c) Admitir nuevas provincias (Art. 13 CN).
d) Legislar sobre territorios nacionales (Art. 75, Inc. 15, in fine CN).
e) Declarar la Capital de la República (Art. 3° CN).
f) Cumplir los fines de los establecimientos de utilidad nacional (Art. 75,
Inc. 30 CN).
3.- Determinar el ámbito personal de Estado:

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a) regular el status de los extranjeros (Art. 20CN).
b) Fomentar la inmigración (Art. 25CN).
c) Dictar leyes sobre naturalización y nacionalidad (Art. 75, Inc. 12, parte
2ª CN).
Ch) Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al doblamiento de su
territorio; promover políticas diferenciales que tiendan a equilibrar el desigual
desarrollo relativo de provincias y regiones (Art. 75, Inc. 19, párraf. 2° CN).
4.- Manejar las relaciones exteriores:
Art. 99, Inc. 11 CN: el Presidente como Jefe de Estado representa al Estado
Argentino frente a los otros Estados soberanos.
El Presidente nombra y remueve a los ministros plenipotenciarios y encargados
de negocios con acuerdo del Senado (Art. 99, Inc. 7°, parte 1ª CN) y nombra a
los agentes consulares por sí solo (Art. 99, Inc. 7°, parte 2ª CN).
El Presidente recibe y admite ministros y cónsules extranjeros (Art. 99, Inc. 11, in
fine CN).
El Presidente participa en el procedimiento de celebración de tratados
internacionales en la etapa de negociación; luego el tratado debe ser aprobado o
desechado por el Congreso y luego debe ser ratificado por el PE conforme surge
del Art. 31, in fine de la CN.
5.- Mantener relaciones con la Iglesia Católica Apostólica Romana:
a) Sostener su culto (Art. 2 CN).
b) Celebrar concordatos con la Santa Sede (Art. 75, Inc. 22 párr. 1° y Art.
99, Inc. 11 CN).
6.- Proveer a la seguridad de las fronteras (Art. 75, Inc. 16).
7.- Declarar la guerra y hacer la paz (Art. 75, Inc. 25 y 99, Inc. 15).
8.- Permitir la introducción de tropas extranjeras en el territorio de la Nac y la
salida de fuerzas nacionales (Art. 75, In.c 28).
9.- Comandar las fuerzas armadas (Art. 99, Inc. 12).
10.- Dictar los códigos de fondo y legislación federal: (Art. 75, Inc. 12, parte 1°).
11.- Ejercer la función jurisdiccional federal (Art. 116 y 117).
12.- Reglar el régimen económico financiero del Estado Federal Ej. emitir
moneda nacional, fijar su valor y el de las extranjeras (Art. 75, Inc. 6 y 11).
13.- Adoptar un sistema uniforme de pesas y medidas (Art. 75, Inc. 11, in fine).
14.- Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la nación (Art. 75, Inc. 7)
15.- Acordar subsidios a las provincias (Art. 75, Inc. 9).
Fijar anualmente el presupuesto (Art. 75, inc. 8).
b) Atribuciones concurrentes de Estado federal y provincias:
Impuestos indirectos internos (Art. 75, Inc. 2).
Pueblos indígenas argentinos (Art. 75, Inc. 17, in fine).
Establecimientos de utilidad nacional (Art. 75, Inc. 30).
c) Atribuciones exclusivas de las provincias:
Establecer impuestos directos internos.

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Reglar su comercio interno
Expropiar bienes de los particulares por utilidad publica.
Atribuciones del poder de policía.
Dictan su derecho público local y el derecho procesal.
Tienen el dominio sobre sus recursos naturales (Art. 124, 2° párrafo)
Celebran Tratados Interprovinciales (Art. 125, párr. 1°).
d) Atribuciones prohibidas a ambas, es decir, tanto a la Nación como a las
Provincias, son los consignados en los también constitucionales Artículos 10, 11,
12, 17 y 29.-

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