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Habilidades blandas que transforman la auditoría

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Habilidades blandas que transforman la auditoría

Se suele entender por habilidades blandas al conjunto de competencias


sociales, emocionales y comunicativas que les permiten a las personas
interactuar de manera efectiva y armoniosa con los demás. Estas habilidades
son fundamentales para el éxito personal y profesional, ya que
complementan las habilidades técnicas o duras (como conocimientos
específicos). Dentro de las principales habilidades, se encuentran las
siguientes:

 Resolución de conflictos

Mediante esta habilidad, se facilita la gestión de desacuerdos con las áreas


auditadas, asegurando que las discusiones sean constructivas. Lo anterior
permite manejar de forma profesional la resistencia del equipo frente a las
recomendaciones de mejora planteadas por la auditoría.

 Liderazgo

Esta habilidad es clave para un auditor, toda vez que le permite guiar
equipos, influir en las decisiones organizacionales y garantizar que los
procesos de auditoría se lleven a cabo de manera eficiente y con impacto
positivo sobre las organizaciones.

 Comunicación efectiva

Esta habilidad permite reportar hallazgos, presentar las recomendaciones e


inquietudes de una manera clara, comprensible y no confrontativa. Así se
facilita la redacción de informes precisos y la presentación de hallazgos de
manera tal que se fomente la acción en lugar de la resistencia.

 Trabajo en equipo

Su importancia radica en que la labor del auditor no solo depende de un


análisis técnico riguroso, sino también de su capacidad para colaborar con
otros para obtener información, resolver problemas y comunicar hallazgos de
manera efectiva. Lo anterior fomenta una relación colaborativa con las áreas
auditadas, fortaleciendo la confianza y el compromiso.

 Pensamiento crítico

Su aplicación contribuye a analizar situaciones complejas, detectar


inconsistencias y formular soluciones prácticas. Es útil al evaluar procesos en
busca de ineficiencias o riesgos que no son evidentes a simple vista.
Ahora bien, se habla mucho de la importancia de que los auditores
desarrollen habilidades blandas, como las mencionadas anteriormente, para
mejorar su desempeño. Sin embargo, pocas veces se ejemplifica su
aplicación en la práctica. Algunos casos de habilidades blandas se presentan
enseguida, en donde se evidencia como manejar ciertas situaciones:

Actuación
Uso apropiado de habilidades incorrecta o
Situación
blandas poco
asertiva

Resolución de conflictos: Abordar los problemas de manera Escalar los


rápida, justa y con calma. conflictos o
Dos colegas discuten por
evitarlos
discrepancias en un enfoque
hasta que se
de trabajo
agraven.

Liderazgo: Delegar tareas basándose en las Micro


fortalezas de cada miembro y guiar al gestionar y
Presentación importante a
equipo. no considerar
cargo de un equipo
las opiniones
del equipo

Comunicación efectiva: Escuchar para entender y aportar a la Interrumpir o


ejecución del proyecto. intentar
Un empleado explica
dominar las
claramente un proyecto.
conversacion
es.

Trabajo en equipo: Un integrante asume el rol de Procrastinar e


orientador, asegurando que cada improvisar al
Un equipo trabaja en la
persona tenga tareas claras. momento de
entrega de la planeación
la
presentación.

Pensamiento crítico: Analizar toda la información y tomar Aceptar la


decisiones fundamentadas información
Evaluar una estimación
tal como es,
contable de la compañía
sin
cuestionarla.
Si bien las anteriores habilidades se consideran importantes para que el
trabajo de los auditores sea más eficiente, no son las únicas. Otras
habilidades que vale la pena tener en cuenta en la ejecución del trabajo son:

 Adaptabilidad: Facilita el ajuste de enfoques y prioridades ante


cambios en procesos o descubrimientos inesperados, tal como ocurre
cuando se debe cambiar el enfoque de una auditoría debido a la
identificación de un riesgo emergente.

 Empatía: Contribuye en la comprensión de las perspectivas y


preocupaciones de los equipos auditados, reduciendo tensiones y
promoviendo el entendimiento. Es especialmente útil al escuchar
activamente las dificultades operativas que enfrentan los responsables
de un proceso auditado.

 Negociación: Fomenta la implementación de recomendaciones al


encontrar temas y puntos de equilibrio entre las necesidades de la
organización auditada y los hallazgos y las observaciones de la
auditoría. Por ejemplo, llegar a acuerdos sobre plazos y recursos
necesarios para la implementación de controles.

 Gestión del tiempo: Esta habilidad garantiza que las auditorías se


completen dentro de los plazos establecidos y con un enfoque
adecuado, lo cual permite priorizar actividades de alto impacto en una
auditoría con recursos limitados.

Para fortalecer el trabajo de la auditoría y fomentar las habilidades blandas


en los miembros del equipo, es conveniente implementar algunas
estrategias prácticas como las siguientes:

 Promover la colaboración interna en el equipo de auditoría, mediante


reuniones regulares para revisar avances y compartir perspectivas
sobre los procesos auditados.

 Asignar roles claros pero complementarios, lo cual permite definir


responsabilidades específicas, a la vez que anima a los miembros a
apoyarse mutuamente.

 Capacitación en habilidades blandas, como talleres sobre


comunicación, empatía y resolución de conflictos, reforzando la
importancia de un enfoque no confrontativo para lograr objetivos
comunes.
En el ámbito profesional de la auditoría, además de unas robustas
habilidades técnicas, las habilidades blandas contribuyen a marcar la
diferencia entre un buen desempeño y un liderazgo transformador en
beneficio de las organizaciones y de los mismos auditores, al lograr que el
proceso de auditoría sea más eficiente y se contribuya a fortalecer una
cultura organizacional en la cual los riesgos y oportunidades se gestionen de
manera conjunta.

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